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CLÍNICO INFANTIL
Psicologia, 4
PRESENTACIÓN
El objetivo fundamental de esta obra lo constituye, de una parte, el estudio del proceso
psicodiagnóstico clínico infantil con todas sus etapas y derivaciones; de otra, la vinculación que desde
esta perspectiva existe entre evaluación y tratamiento. Complementariamente, al profundizar en las
fases del proceso y en los procedimientos utilizados, se resalta el papel de la entrevista y anamnesis
como prueba y subfase básicas respectivamente y que pueden considerarse a un tiempo, técnicas
insustituibles de toda evaluación psicológica infantil.
La realización de este ‘proceso diagnóstico’ aplicado a niños, requiere para su efectividad del
concurso de dos referentes básicos e imprescindibles: la Psicología Evolutiva y la Psicopatología
Infantil, jalones necesarios en la diferenciación entre un desarrollo, consecuente con un patrón
evolutivo general, característico de ‘no pacientes’, y la desviación o alteración significativa de esta
pauta evolutiva.
La Psicología Evolutiva constituye, en todo estudio psicológico, un puntal básico del desarrollo
considerado normal y así lo han concebido autores de la categoría de Piaget, Wallon, Gesell, Binet,
Freud, Klein, Brunet y Lèzine, Wechsler, etc, al plantear un diagnóstico mediante fases, posiciones,
estadios, escalas de desarrollo o escalas de inteligencia.
La psicopatología es otro jalón necesario en Psicodiagnóstico. La observación de signos y
síntomas permite establecer criterios y categorías de clasificación que, organizados en ejes, facilitan la
decisión de pertenencia a una u otra categoría diagnóstica que requiere, a su vez, del ‘juicio clínico’
del psicólogo o terapeuta.
Seguir gradualmente los pasos del proceso diagnóstico significa clarificar la información,
aportada en la demanda inicial, plantear hipótesis susceptibles de ser contrastadas hasta concluir, con
la indicación y evaluación de tratamiento o seguimiento, la última fase del proceso en el contexto de
una metodología científica.
Desde la perspectiva de la Psicología Clínica, las hipótesis se verifican mediante entrevistas,
observaciones, tests y técnicas, siendo la entrevista uno de los procedimientos imprescindibles en todo
proceso diagnóstico infantil. Gracias a ella, se podrán entrever y constatar los indicadores
psicopatológicos, si los hubiere, conocer la fase evolutiva o posición en la que se sitúa el sujeto;
incluso tomar posteriormente las decisiones oportunas con objeto de indicar el tratamiento pertinente a
la demanda efectuada.
La entrevista, a la que dedicamos un capítulo, puede considerarse en palabras de Fernández
Ballesteros, una de las mejores pruebas que poseemos en Psicodiagnóstico que permite recabar la
información esencial y necesaria para tomar posteriormente las decisiones oportunas. La anamnesis,
introducida en la fase media de la entrevista, permite completar la información recopilada, gracias a
una actitud semidirectiva del entrevistador.
10 Psicodiagnóstico clínico infantil
Junto a la entrevista y anamnesis, observación clínica y sesión de juego, pueden situarse otras
pruebas de sobrada fiabilidad y validez: observación sistematizada, WISC-IV, NEPSY, Rorschach
(Sistema Comprehensivo), etc.
A lo anteriormente expuesto, habría que añadir la influencia del modelo teórico del evaluador-
investigador que puede marcar, tanto el procedimiento como las técnicas que se vayan a utilizar, y las
intervenciones que se deriven de las conclusiones diagnósticas efectuadas. Aunque creemos que lo
más significativo es saber entender la demanda inicial, captar el grado de sufrimiento del paciente,
recopilar cuidadosamente los datos mediante el procedimiento pertinente para que, una vez
examinados los resultados, se pueda orientar o indicar el tratamiento que mejor permita desarrollar los
recursos que posee.
ÍNDICE
Presentación .............................................................................................................................. 7
Introducción .............................................................................................................................. 9
Índice ......................................................................................................................................... 11
1. INTRODUCCIÓN
‘Los clínicos están implicados en la comprensión y ayuda a los individuos en el malestar psicológico.
(…) Intervienen en las vidas humanas individuales, respetando su complejidad y unicidad (…). Su
aproximación es necesariamente personológica considerando las variables psicológicas y de
personalidad en su convergencia en las personas individuales’ (1976, p. 23).
Hace pocos años (2002), el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte emitía los primeros
títulos de ‘Especialista en Psicología Clínica’; sin embargo, poco se dice de la especialidad en
Psicología Clínica Infantil, que se iniciaba muchos años atrás con el diagnóstico, tratamiento e
investigación de niños y adolescentes jóvenes por numerosos profesionales psiquiatras, psicólogos
20 Psicodiagnóstico clínico infantil
‘La Psicología Clínica Infantil se ocupa de la comprensión y mejora del funcionamiento del ser humano
en el período de desarrollo. En su función científica se ocupa de los niños en general y, en la clínica,
del niño en particular’. Más adelante continúa: ‘El psicólogo clínico infantil usa sus mejores
conocimientos para mejorar los malestares individuales, pero también se esfuerza en la investigación
para depurar sus técnicas y mejorar su intervención en el futuro’ (1985, p.1).
‘El estudio científico del funcionamiento bio-psico-social del niño en interacción con el medio al que
pertenece con objeto de determinar para el sujeto y su familia, la orientación o el tratamiento más apto
a las necesidades planteadas y a la personalidad del sujeto evaluado’.
Vamos a comentar brevemente los principales aspectos que se subrayan en esta definición:
Si nos centramos en la comprensión de ‘Psicodiagnóstico como estudio científico’,
observamos que en la mayoría de las definiciones existentes sobre dicho término (Cronbach y
Glesser, 1965; Maloney y Ward, 1976; Pelechano, 1976, 1988; Fernández Ballesteros, 1980-2005;
Silva, 1985, 1999; Ávila, 1986, 1992, 1996, 2004; Forns, 1993, 2004 y tantos otros autores), se
considera el Psicodiagnóstico como una disciplina o subdisciplina de carácter científico que forma
parte de la Psicología y que tiene por objeto el estudio del comportamiento humano.
1
Sin embargo, para que el Psicodiagnóstico sea considerado estudio científico necesita
paralelamente de la solidez de una teoría y un método de análisis. Son varias las teorías con las que se
ha interpretado el concepto de psicodiagnóstico: la teoría psicoanalítica, el modelo de rasgos, el
modelo médico y el modelo conductual con sus respectivas derivaciones.
1
En este contexto, Psicodiagnóstico y Evaluación son considerados como sinónimos. Fernández Ballesteros (1980,
2004) considera que el psicodiagnóstico hace referencia a la evaluación del comportamiento, tanto normal como anormal
(pág.13). Pelechano (1988) señala cómo junto al término psicodiagnóstico surgen otros de diferente significado y con los que
incluso se le ha confundido (evaluación, evaluación psicológica, mental testing) (pág. 35).
Concepto de psicodiagnóstico clínico infantil 21
Este ‘estudio científico’ versa sobre el ‘funcionamiento psico-afectivo y bio-social del niño
y adolescente joven’. El análisis se realiza, bien sobre el funcionamiento de la estructura psíquica
-instancias psíquicas: Ello, Yo, Super-Yo-; bien sobre los rasgos y síntomas -modelo dinámico y
derivados; modelo de rasgos; modelo médico-, bien sobre el comportamiento humano y el
procesamiento de la información -modelos conductual y cognitivo, respectivamente-.
El funcionamiento bio-psico-social comprende aspectos procedentes de una base biológica
y numerosos aspectos psicológicos y emocionales derivados de la construcción gradual de una
estructura interna y personal, considerada desde unas coordenadas espacio-temporales y relacionales
(Ballús, 1984).
Según este planteamiento, el estudio científico del funcionamiento bio-psico-social
englobaría, según Fernández Ballesteros, los tres tipos clásicos de variables que permiten el estudio de
la personalidad humana:
- Las conductas motoras, relacionadas con la manifestación más externa del comportamiento.
- Las conductas fisiológicas que comprenden las actividades del SNC y autónomo -EEG, tasa
cardíaca, tensión muscular, reacciones neuroendocrinas-.
- Las respuestas cognitivas, referidas a construcciones, estructuras, procesos, funciones, imágenes
y contenidos del pensamiento.
Estas tres categorías de variables no pueden considerarse independientes unas de otras, sino
que se hallan interrelacionadas, de modo que la conducta motora está vinculada a la estructura
biológica y psicológica del organismo, contribuyendo a determinar un tipo de comportamiento.
El análisis psicoemocional nos permitirá adentrarnos en el estudio de la estructura interna
que se desarrollará en el Cap. III, de la mano de autores de la talla de S. Freud, M. Klein, A. Freud, A.
Gesell, J. Piaget y algunas de las críticas que del cognitivismo efectúa Vigotsky.
2
La revisión de los cambios de significado otorgados al medio permite apreciar que en una
primera época, se consideró que el ambiente no ejercía una influencia directa e inmediata sobre el
comportamiento del sujeto y que éste actuaba de manera estable a través del tiempo; la consistencia de
la conducta precedía y era preferente a la condición específica del ambiente, y la conducta se explicaba
en función de variables internas -fantasías inconscientes, rasgos o atributos-, según la fórmula [C =f
(P)] (Fernández Ballesteros, 1987, 2005). Del Modelo psicoanalítico se desprenden otros modelos, no
valorados del mismo modo por sus contemporáneos, y que han dado lugar a diferentes técnicas de
tratamiento psicológico.
Esta formulación teórica, propia de posiciones denominadas intrapsíquicas -modelo
psicoanalítico, modelo de rasgos, modelo médico-, coexistió con el paradigma conductista que en su
versión más radical, mantiene que la conducta depende del ambiente, es una función del ambiente [C =
3
f (S)] .
El situacionismo o la defensa de la especificidad del comportamiento en función del
ambiente fue causa de que la explicación de la conducta basada en variables internas al sujeto, fuera
infravalorada.
2
Este análisis se ha desarrollado a partir de las aportaciones de Fernández Ballesteros (El ambiente, 1997, 2005)
y otros autores (Jiménez Burillo, 1981, 1986; Moss, 1989).
3
Recordemos las diferents generaciones y modelos o posiciones conductistas (conductual radical, mediacional,
interaccionista, conductual cognitivo).
Concepto de psicodiagnóstico clínico infantil 23
conjuntamente, tanto por variables de matiz interno-aprendido -los repertorios- como por las
condiciones específicas de la situación particular vivida. Ambas líneas de causalidad pueden estar
mediatizadas por las variables del organismo. En este esquema, los repertorios básicos de conducta se
han equiparado a la ‘Personalidad’ y a las variables de orden intrapsíquico.
De hecho, en gran número de ocasiones, son los padres quienes solicitan ayuda,
especialmente en el caso de niños autistas, psicóticos (hoy hablaríamos de niños con trastornos
generalizados del desarrollo), con trastornos de carácter y adolescentes con adicción a substancias;
mientras que, en otras, es el terapeuta quien sugiere la conveniencia de una doble y paralela
intervención que contemple, junto al tratamiento individual, el seguimiento o tratamiento de los padres.
Resumen
La revisión del concepto Psicodiagnóstico Clínico Infantil pone de relieve la idea de
psicodiagnóstico como estudio científico del funcionamiento bio-psico-social del niño -se aplica el
método científico al proceso de evaluación psicológica, vinculándolo a una teoría-.
24 Psicodiagnóstico clínico infantil
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