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“...Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”
Artículo 44 de la Constitución Política de Colombia
Octubre de 1996: 2.400.000 niños votaron por el MANDATO DE LOS NIÑOS POR LA PAZ
encanta un cuento o una historia bien narrada. Un helado, un dulce, una colombina y
las bebidas gaseosas los paralizan. No entienden aspectos relacionados con el
pasado y el futuro no les preocupa: es hoy. Les aburren los discursos de los
adultos, pero cuando en vez de “discursearlos”, los acompañan y les permiten
hacer muchas cosas, o los acompañan haciéndolas, se emocionan. Los abuelos y
familiares divertidos, que juegan con ellos, los acompañan y son amables, los llenan
de satisfacción. Entienden perfectamente las normas explicadas y razonadas. Les
molesta la arbitrariedad y les choca la imposición. Poco les gusta la melosería, las
visitas, los adultos que hablan en media lengua y se exceden en caricias, los
saludos obligatorios, los silencios, las filas, las respuestas poco claras. Los ofenden
las mentiras, los gritos, la burla, el sarcasmo y el menosprecio.
Una sonrisa amable, una carcajada, una cara de picardía o unas lágrimas
desconsoladas, deberían paralizarnos. Una palabra amable, un abrazo oportuno, un
gesto de complicidad, una sonrisa, un acompañamiento silencioso, una mano firme y
segura, sin limitaciones, los serena y les da confianza. Y cuando hablemos con
ellos, debemos agacharnos para estar a su altura. Así les evitamos la asfixia y que
se puedan romper el cuello.
Si partimos de que “así son”, que van a un preescolar y luego a un colegio, ¿cómo
deberemos trabajar con ellos?
En la unidad (así le decimos al colegio), hemos venido trabajando sobre los
principios de la Pedagogía Activa, Escuela Activa, Escuela Moderna, Nueva
Educación, desarrollados desde finales del siglo pasado, como un movimiento
progresista, una propuesta alternativa y de innovación al sistema imperante (el
tradicional), en algunos casos asociados nacional e internacionalmente, en otros, la
mayoría, aislados. [Estos principios fueron asumidos por el M.E.N. en 1984 cuando
se publicó el “Libro Azul”, Fundamentos Generales del Currículo. Lamentablemente
para los niños y niñas de éste país, se quedaron escritos].
Las propuestas de innovación han sido múltiples y variadas. Son numerosos los
pedagogos que han desarrollado diversos proyectos. Desafortunadamente el
movimiento progresista ha sido impulsado e implementado mayoritariamente en el
sector privado y, desafortunadamente, minoritariamente en el público.
Rodeados siempre del escepticismo y la desconfianza de los observadores (padres
de familia; autoridades; niños, niñas y jóvenes; maestros y maestras; colegios,
facultades y centros de investigación; etc.), los que desarrollamos proyectos de
innovación nos debatimos entre nuestra propia búsqueda (de por sí compleja pero
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fotocopiadas del original manuscrito, se envían a los padres de familia. Han sido
muy importantes cuando se trata de organizar actividades en las que las casas
deben participar. Es fundamental entender que la escritura nos permite
comunicarnos con otro. Hemos enviado correspondencia a otros países, por
intermedio de UNICEF, y estamos en espera de las respuestas. La sostuvieron con
niños de la zona de Araracuara, en el Caquetá, con niños y niñas indígenas. Hemos
diseñado cuadernos de rayas y cuadrículas grandes para facilitar el proceso;
utilizamos siempre lápices y no permitimos el uso de bolígrafos. Se utilizan
materiales estructurados y definidos, como bloques, regletas, loterías que
complementan el desarrollo de habilidades y destrezas. No hacemos dictados ni se
proponen planas. Los cuadernos son de los niños y niñas. Se revisan para observar
el desarrollo del trabajo. No se corrigen con lápiz rojo.
La lectura se convierte en algo necesario por lo placentero. Desde el prejardín
están presentes los libros. Las maestras de estos grupos les leen cuentos
fantásticos y maravillosos e historias de hombres, animales y de aventuras. Los
acompañan mostrándoselos y enseñándoles su manejo y cuidado. Luego leerán por
que es agradable y, además, por que permite encontrar explicaciones y caminos a
sus múltiples preguntas. Nunca preguntamos cual es la trama, ni los personajes
principales, ni hacemos resúmenes de lo leído. Esto es matar a la lectura.
Las matemáticas son un juego maravilloso que se fundamenta en su propia vivencia.
Entender lo que es un número y luego operar con él es todo un camino de
comprobación experimental. Desde los once-doce años, aparecerá el rigor de la
deducción, una proposición será verdadera en tanto que racionalmente se
demuestre su validez. Para eso, tendrá años de experimentación.
Hemos encontrado que para un trabajo así, cada curso debe tener un maestro o
maestra permanente. Que permanezca con los niños y niñas todo el tiempo de tal
manera que llegue a conocerlos y entenderlos. Tiene el apoyo de tres maestros o
maestras que trabajarán educación física, música e inglés. Hasta dónde sea
posible, como parte del proyecto integrado.
En un proceso así se excluyen los exámenes, las calificaciones, las tareas
impuestas, los horarios de clase en las que las disciplinas se presentan aisladas y
sin ninguna relación y en la que los niños y niñas reproducen lo que los maestros y
maestras les han dicho y explicado por horas, los señalamientos a los niños y niñas
como “buenos o malos”.
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Ese debe ser nuestro reto para el siglo XXI. Educar niños y niñas productores
(con sus cerebros y sus manos), participativos, democráticos, abiertos a los
cambios, tolerantes, respetuosos en la diferencia y la divergencia, éticos
individual y socialmente.
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ANEXO.
BREVE Y SIMPLE APROXIMACIÓN A ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES ACTORES DEL
MOVIMIENTO INNOVADOR DE LA ESCUELA.
podemos llegar a otros médicos, María Montessori (1870-1952), quién desde 1907
trabaja con niños en lo que será “La Casa del Niño”; Ovide Decroly (1871-1932), con los
Centros de Interés y “Escuelas del Ermitage” en Bélgica; Eduard Claparede (1873-
1940), La Pedagogía Funcional y “La casa de pequeños” y el “Instituto de Ciencias de la
Educación” en Ginebra.
Puede ser por filósofos como John Dewey (1859-1952) o de sociólogos como Adolphe
Ferriere (1879-1960), quién dio el nombre de Escuela Activa a las propuestas de
innovación y Emile Durkheim (1858-1917).
Por el camino de los psicólogos e investigadores como Lev Vigotsky (1896-1934); Henry
Wallon (1879-1962); Jean Piaget (1896-1980); Bruno Bettelheim (1903-1990) hasta
llegar a los trabajos de Ausubel, Novak y otros con el Constructivismo o Goodman,
Gardner, Perkins y otros con el Harvard Project Zero.
Y en Colombia, un abogado, Agustín Nieto Caballero (1889-1975), fundador en 1914 del
Gimnasio Moderno, obra pionera de la propuesta de innovación.
Célestin Freinet (1896-1966), quién empieza en 1920 su propuesta, una de las más
significativas a nivel francés y con gran repercusión en España e Italia. Los métodos
naturales se constituyen en el eje de su trabajo y el lugar que encontró para la imprenta,
el texto libre y la correspondencia. Discutió la denominación de Escuela Activa a la que
consideraba tradicional y habló desde 1946 de la Escuela Moderna.