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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

PROYECTAR EN ACERO:
PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Proyecto Editorial: Instituto Chileno del Acero

Equipo Profesional:
Luis Leiva A. Ingeniero Civil, M.Sc.
Pablo Matthews Z. Ingeniero Civil, PhD(c).
Miguel Medalla R. Ingeniero Civil, M.Eng., PhD.(c)
Ramón Montecinos C. Ingeniero Civil
Marlena Murillo S. Ingeniero Civil, M.Eng.
Carlos Peña L. Ingeniero Civil, M.Eng., PhD.(c).
Verónica Reveco C. Ingeniero Civil en Metalurgia, M.Eng.
Rodrigo Silva M. Ingeniero Civil, PhD.
Cristian Urzúa A. Ingeniero Civil, M.Sc.

Diseño y Diagramación: Tandem Estrategia

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y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares de la misma mediante
alquiler o préstamos públicos.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Índice

Prólogo 9

1 Calidades del Acero 11


1.1 Acero 13
1.2 Acero estructural 13
1.2.1 Clasificación 14
1.2.2 Propiedades mecánicas 15
1.2.3 Ensayo de doblado 16
1.2.4 Composición química 17
1.2.5 Soldabilidad 18
1.3 Acero estructural para construcciones sometidas a cargas de
origen dinámico 20

2 Tipología de Perfiles y Productos 21


2.1. La versatilidad del acero 23
2.2. Perfiles laminados 23
2.3. Perfiles soldados 25
2.4. Perfiles plegados 26
2.5. Perfiles conformados en frío 28
2.6. Perfiles cerrados 30
2.7. Uso común de los perfiles 30
2.8. Referencias 31

3 Panorama de la Normativa de Diseño en Acero 33


3.1 Introducción 35
3.2 Organización de las normativas de diseño en acero 35
3.3 Diseño general de estructuras de acero 35
3.3.1 Origen de la norma NCh427 36
3.3.2 Norma NCh427: Condición de diseño por resistencia
y métodos de diseño 36
3.3.3 Principales diferencias entre la normativa
correspondiente a perfiles soldados y laminados (Parte 1) y
los perfiles conformados en frío (Parte 2) 38
3.3.4 Otros temas incluidos en la norma NCh427 40
3.3.5 Comentarios de las disposiciones de la norma 41
3.4 Diseño de elementos y sistemas sismorresistentes en acero 41
3.5 Comentario final 43
3.6 Referencias 44

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4 Métodos de Diseño 47
4.1 Introducción 49
4.2. Rol de los códigos de diseño 50
4.3. Estados límites 52
4.4. Método LRFD 53
4.5. Método ASD 57
4.6. Relación ASD – LRFD 58
4.7 Referencias 59

5 Cargas y Combinaciones de Cargas 61


5.1. Cargas: conceptos generales 63
5.2. Cargas para el diseño de edificios 64
5.3. Cargas para el diseño de estructuras e instalaciones industriales 64
5.4. Combinaciones de cargas: conceptos generales 71
5.5. Combinaciones de cargas en edificios 73
5.6. Combinaciones de cargas en estructuras industriales 73

6 Criterios de Estructuración 77
6.1. El origen del ingeniero estructural 79
6.2. Importancia de la configuración estructural 80
6.3. Requisitos de Estructuración 82
6.4. Irregularidades estructurales indeseables 86
6.4.1 Irregularidades estructurales horizontales 87
6.4.2 Irregularidades estructurales verticales 89
6.5. Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales básicos 90
6.5.1 Marcos rígidos 90
6.5.2 Marcos arriostrados 91
6.5.3 Sistemas mixtos 92
6.6 Referencias 93

7 Criterios de Diseño Sísmico 95


7.1 Introducción 97
7.2. Contexto Sismogénico 99
7.3. Respuesta estructural 101
7.4. Criterios de diseño sísmico para estructuras urbanas 105
7.4.1 Recomendaciones Generales 106
7.4.2 Marcos especiales resistentes a momento (SMF) 107
7.4.3 Marcos especiales arriostrados concéntricamente (SCBF) 111
7.5. Criterios de diseño sísmico para estructuras industriales 117
7.5.1 Recomendaciones generales 118
7.5.2 Recomendaciones para marcos arriostrados concéntricamente 119
7.5.3 Recomendaciones para marcos rígidos 121
7.5.4 Recomendaciones para anclajes de bases de columna 122

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7.6 Referencias 123

8 Diseño de conexiones 125


8.1 Generalidades sobre conexiones 127
8.2 El concepto básico del diseño de las conexiones 128
8.3 Los esfuerzos para el diseño de las conexiones 129
8.3.1 Esfuerzos de diseño para conexiones de miembros que
soportan esfuerzos no sísmicos 130
8.3.2 Esfuerzos de diseño para conexiones de miembros que
soportan esfuerzos sísmicos 131
8.4 Conectores mecánicos 131
8.5 Soldaduras 132
8.6 Consejos para el diseño de conexiones 134
8.6.1 Consideraciones geométricas 134
8.6.2 Diseño estructural de la conexión 135

9 Modelación Estructural 137


9.1 Introducción 139
9.2 ¿Qué es un modelo estructural? 139
9.3 ¿Para qué sirve un modelo estructural? 140
9.4 Modelación con programas computacionales 142
9.5 Análisis con elementos finitos planos (tipo Shell) 143
9.6 Errores en la lectura de resultados en elementos planos 145
9.7 Criterios de estandarización de la modelación 153
9.8 Comentarios finales 154
9.9 Referencias 160

10 Marco Normativo y Códigos de Referencia 161


10.1 Introducción 163
10.2 Conceptos iniciales 164
10.3 Normativa nacional general 168
10.4 Normativa nacional de materiales 169
10.5 Normativa nacional de cargas 170
10.6 Normativa nacional sísmica 171
10.7 Otras publicaciones nacionales 172
10.8 Códigos y publicaciones internacionales generales 173
10.9 Códigos y publicaciones internacionales de materiales 173
10.10 Códigos y publicaciones internacionales de temas específicos 174
10.11 Otros códigos y publicaciones internacionales 175

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Prólogo

Desde el comienzo del trabajo de redacción del libro “Proyectar en Acero: Práctica
Chilena” del Instituto Chileno del Acero - ICHA, se estableció un marco que sirviera de
guía para unificar los trabajos de los diferentes autores, resumiendo las discusiones previas
y sintetizando el espíritu buscado para el texto.

En primer lugar, es bueno recordar que desde el inicio la visión de todos los integrantes
del comité técnico de ICHA fue la misma: es necesario para la ingeniería nacional contar
con un libro de diseño de proyectos incorporando nuestra experiencia, ya que existen
numerosos y excelentes libros de cálculo de estructuras de acero.

Esto nos lleva a una primera reflexión, diferenciar “diseño” de “cálculo”, ya que en general
los libros de texto de acero tienden a incorporar en su título el de “diseño”, pero su real
contenido es el estudio del comportamiento y del cálculo de las secciones de acero, esto
es, la aplicación de los métodos de la mecánica de los materiales para establecer la bondad
de las secciones y verificar su resistencia a ciertos esfuerzos, estimar las deformaciones, etc.

En ese contexto y recordando al gran ingeniero español Eduardo Torroja, los libros
disponibles enseñan a calcular las secciones de las vigas mientras que el diseño se enfoca
en la necesidad de que la estructura tenga vigas o no.

Ampliando, el diseño tiene relación con la concepción de la estructura, con su forma, la


disposición de los perfiles mientras que el cálculo determina las tensiones y deformaciones
con que esa forma estructural responde a las acciones aplicadas.

Pero esa forma estructural que el diseño proyectó, fue resultado de un proceso de
invención, intuición y experiencia. Poco cálculo.

Mirado desde esa perspectiva, calcular y especialmente, enseñar a calcular, es una


actividad para la que se cuenta con muchos recursos, los temas son ampliamente tratados
en los cursos universitarios y se dispone de numerosos textos.

Diseñar y especialmente, enseñar a diseñar, es un desafío para el que las guías son inciertas
y cada cosa que se dice lleva aparejado un “si, pero...”.

Inevitablemente el aprendizaje del diseño pasa por la propia experiencia y es esta la única
verdad que podemos asegurar.

Por ello, el libro “Proyectar en Acero: Práctica Chilena” que se ofrece a la comunidad es
en esencia una muestra de nuestra experiencia como grupo de trabajo que sintetiza la
práctica chilena en el diseño de proyectos de estructuras de acero de los últimos 50 años,
con todas las singularidades y los “si pero...“ que sea del caso.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Finalmente, es conveniente agregar una advertencia:

En el mundo del diseño casi todo es algo relativo, un poco arbitrario, discutible y casi
siempre provisorio.

Este libro ha sido preparado con cuidado por un equipo experimentado y competente,
que ha participado en la mayor parte de los grandes proyectos ejecutados en nuestro país
y que desea compartir su visión y experiencia (siempre parcial, siempre provisoria) con el
resto de la comunidad, especialmente los jóvenes que inician su vida profesional y a los
que damos el único consejo que podemos: estudie, reflexione y tenga una visión alerta y
crítica.

Ramón Montecinos C.

Comité Técnico ICHA

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Verónica Reveco C.
Ingeniero Civil en Metalurgia, M.Eng.

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1.1 Acero

El acero es una aleación de base Hierro (Fe) y Carbono (C), hasta un máximo de 2%
principalmente, y otros elementos tales como Manganeso (Mn) en un rango de 0,4-1,5% y
Silicio, empleado como desoxidante en la obtención del acero, en un rango de 0,2 a 0,8%.
Además, el acero presenta elementos considerados como impurezas, tales como Azufre (S)
y Fósforo (P).

La amplia utilización del acero en las obras de ingeniería se debe a que es posible lograr
una amplia gama de propiedades mecánicas (desde materiales muy dúctiles y de baja
resistencia hasta aleaciones de ultra - alta resistencia mecánica), con pequeñas variaciones
en su composición (% de carbono y cantidad de elementos aleantes) y proceso de
manufactura empleado (proceso de producción y/o tratamiento térmico).

Lo que hace que las aleaciones fierro – carbono sean materiales tan versátiles es que el
hierro puro presenta transformaciones alotrópicas, lo que significa que puede tener más
de una estructura cristalina, y el carbono forma una solución sólida intersticial con el hierro,
debido a su diferencia de radio atómico. Esto produce una serie de posibilidades de
transformaciones, cada una con sus microestructuras típicas, resultando en una diversidad
de propiedades. Debido a esto se puede encontrar en el mundo diferentes grados y
calidades de acero.

Los aceros son los materiales que tienen el mayor número de aplicaciones industriales y su
consumo se relaciona proporcionalmente con el nivel de desarrollo de los países. Esto se
debe a su presencia en diferentes campos de aplicación, como la construcción, transporte,
minería e infraestructura en general.

Los aceros se pueden clasificar según el nivel de contenido de carbono, en aceros bajo
carbono (<0,30%), medio carbono (0,30-0,55%C) y aceros altos en carbono cuando el
contenido supera el 0,6% C en peso.

1.2 Acero estructural

El acero estructural es un tipo de acero que se utiliza para la fabricación de estructuras


urbanas e industriales. Se caracteriza por sus cifras mecánicas de tensión fluencia y máxima,
porcentaje de elongación, composición química y requerimientos especiales para el caso
de elementos sismorresistentes.

En el acero estructural existen diferentes calidades o grados de acero. En Chile, la norma


NCh203, estandariza las propiedades mecánicas y químicas de los aceros de uso estructural
y los clasifica según su tensión de fluencia.

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Dentro de los aceros estructurales, se puede diferenciar en:

i. Aceros estructurales para construcciones generales: son productos de acero


destinados a la construcción de estructuras de usos y aplicaciones generales, en
las cuales las cargas dinámicas no se consideran preponderantes y

ii. Aceros estructurales para construcciones sometidas a cargas de origen


dinámico: son productos de acero destinados a la construcción de estructuras
y/o elementos proyectados para resistir los esfuerzos producidos por cargas
sísmicas u otras cargas dinámicas.

1.2.1 Clasificación

Cualquier acero puede ser clasificado dentro de la nomenclatura de la norma NCh203,


siempre que cumpla los valores de propiedades mecánicas y composición química que se
establecen en la norma y teniendo algunas consideraciones adicionales para el caso de
elementos sometidos a cargas de origen dinámico, según se explica en detalle a
continuación.

Las designaciones de los aceros estructurales en Chile se basan en la tensión de fluencia y


el tipo de acero, y tienen la forma general de codificación siguiente:

{A o M} ZZZESPN {RH o RP} TO

La forma inicial es AZZZES o MZZZES y se le agregarán las otras letras (P, N, RH, RP, T y O),
cuando el uso que se le dará al acero lo requiera y cumpla con las condiciones que se
especifica para cada letra. Estas tienen el significado que se detalla en Tabla 1.1.

Los dos primeros símbolos (A o M), son excluyentes entre sí y definen el tipo de acero
especificado. Los símbolos RH o RP también son excluyentes entre sí.

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Tabla 1.1: Nomenclatura para la designación de los aceros.

1.2.2 Propiedades mecánicas

Los aceros estructurales clasificados según su tensión de fluencia, en la norma NCh203,


tienen las propiedades mecánicas que se muestran en la Tabla 1.2.

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Tabla 1.2: Propiedades mecánicas de aceros estructurales.

Los aceros estructurales, tanto para construcciones generales y construcciones sometidas


a cargas de origen dinámico, pueden requerir el ensayo de tenacidad como requisito
suplementario con valores de Temperatura del Ensayo y Energía Absorbida iguales o
diferentes a los indicados en la tabla 1, según se especifique.

1.2.3 Ensayo de doblado

Los aceros deben resistir un doblado en 180o sin que se observen grietas en la zona
sometida a esfuerzo de tracción, con excepción de los bordes cortados en ángulo recto y
sin redondear, los que pueden contener pequeñas fisuras de largo no mayor que 6 mm.
Este ensayo se debe efectuar según NCh201 en probetas transversales al sentido del
proceso de laminación principal y alrededor de un mandril, cuyo diámetro se indica en
Tabla 1.3.

Tabla 1.3: Radio interior para ensayo de doblado (en 180o).

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1.2.4 Composición química

Además, los aceros deben cumplir con los límites de composición química para análisis de
vaciado o análisis de comprobación según se indica en Tabla 1.4.

Tabla 1.4: Análisis de vaciado y de comprobación cuando se indica en ( ).

Los aceros A345ES, que contienen elementos de microaleación como Nb, V, N u otros
pasan a denominarse M345ES y pueden tener una o más de las siguientes condiciones de
elementos microaleantes:

- Nb 0,005 a 0,05 (0,004 a 0,06), %.


- V 0,01 a 0,15, %.

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- Nb 0,005 a 0,05 (0,004 a 0,06) + V 0,01 a 0,15 con (Nb + V) = 0,02 a 0,15
(0,01/0,16),%.
- V 0,01 a 0,15 + N 0,015 máx., con V 4 veces el N como mínimo, %.
- Ti 0,006 a 0,04 + N 0,003 a 0,015 + V 0,06 máx., %.

Un acero microaleado tipo M345ES con resistencia a la corrosión mejorada puede contener
el elemento Si hasta 0,70% máx. y debe contener ciertos porcentajes de algunos de los
elementos Cr, Ni, Mo, Cu, V, etc., para asegurar esta condición, debiendo cumplir con un
índice de corrosión mayor que 6.

1.2.5 Soldabilidad

Los aceros estructurales tienen como característica ser aceros de soldabilidad garantizada,
esto quiere decir que son aceros que, sin ser sometidos a ningún tratamiento especial,
pueden ser soldados a la intemperie en las condiciones de una obra o en un taller, dando
garantías de seguridad de la unión bajo las cargas de servicio prefijadas. Para el alcance
de la norma NCh203, se entiende que la soldabilidad se refiere a la aplicación de soldadura
eléctrica por arco protegido, efectuada por operadores, soldadores y procedimientos
calificados de soldadura de acuerdo con las normas correspondientes.

En general, estos aceros se sueldan mediante el código AWS D1.1 “Structural Welding
Code”, el que considera las uniones estructurales precalificadas y todas las condiciones
que se deben tener presente para un buen resultado.

Como criterio preliminar se utiliza el carbono equivalente que está dado por una formula
empírica basada en el cumplimiento de los límites de composición química que indica la
norma para el producto y determinado con los valores obtenidos durante el análisis de
vaciado o análisis de comprobación.

Para el caso de aceros de usos estructurales generales y sometidos a cargas de origen


dinámico, la mayoría de las normas para este tipo de productos utiliza la fórmula dada por:

CE = %C + (%Mn)/6 + (%Cr + %Mo + %V)/5 + (%Ni + %Cu)/15

En la Tabla 1.5 se observa el carbono equivalente máximo para los distintos grados de
acero presentes en la norma NCh203.

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Tabla 1.5: Carbono equivalente (CE) máximo permisible.

Además, de los aceros especificados en NCh203, es posible usar aceros ASTM, según lo
establecido en norma NCh2369 y que se detalla en la Tabla 1.6:

Tabla 1.6: Otros grados de acero estructural.

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1.3 Acero estructural para construcciones sometidas a cargas de origen dinámico

Los aceros estructurales para construcciones sometidas a cargas de origen dinámico,


denominados ESP deben cumplir con los siguientes requisitos adicionales, para garantizar
su buen desempeño en los lugares donde estarán ubicados:

a. La relación entre la tensión de fluencia y la tensión máxima debe ser menor o igual
a 0,85 (fy/fu≤0,85)
b. La tensión de fluencia debe ser menor a 450 MPa, excepto para los aceros con
tensión de fluencia menor a 250 MPa, donde la tensión de fluencia tiene por cota
superior 350 MPa.
c. Para el caso de piezas de espesor mayor o igual a 38 mm*, deben tener una
tenacidad mínima de 27 J a 20°C ± 3°C medida mediante el ensayo de impacto
con entalle en V, según NCh926. Las probetas de ensayo se deben extraer con su
eje longitudinal paralelo a la dirección de laminación o paralelo al eje mayor de la
plancha.

*Para espesores menores puede ser solicitado como requisito suplementario y


según las consideraciones del diseño.

Los aceros estructurales para construcciones sometidas a cargas de origen dinámico, con
tensión de fluencia mayor a 345MPa y superiores deben ser calmados (desoxidados) de
grano fino austenítico (tipo de microestructura del acero) no inferior que No5.

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Pablo Matthews Z.
Ingeniero Civil Estructural, PhD.(c)
Marlena Murillo S.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng.

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2.1 La versatilidad del acero

La maleabilidad del acero como material permite generar múltiples formas, abiertas y
cerradas, mediante diversos métodos y técnicas, como lo es la laminación en caliente, la
soldadura, el plegado, el conformado en frío y otros. De ese modo, hay muchas opciones
tradicionales a considerar al momento de definir un elemento estructural. Además, es
posible generar tantas como la imaginación y las técnicas modernas lo permitan.

Es importante conocer el proceso mediante el cual se generan estas secciones, pues


dependiendo del tratamiento térmico o la forma en que se generan los pliegues y
deformación en frío, la respuesta estructural puede variar.

2.2 Perfiles laminados

En cuanto al proceso de laminación, la colada continua produce las “palanquillas”, que


luego son procesadas en caliente por una máquina laminadora que se encarga de
deformarlas en varios pasos a través de rodillos hasta lograr la forma deseada. En la Figura
2.1 se muestra el proceso de laminación en caliente de un perfil doble T, denominados
también H o I. Las formas comúnmente producidas mediante este proceso son los de alas
paralelas (como “H” o “C”) y en ángulo (“L”) como se muestra en la Figura 2.2.

Figura 2.1: Perfiles laminados. De izquierda a derecha: T, doble L (alas desiguales), L, C,


doble T de ala ancha, doble T de ala angosta.

En Chile, actualmente se produce localmente solo perfiles laminados tipo “L” para uso
estructural, aunque también se puede encontrar barras de sección cuadrada y circular,
fabricadas bajo norma NCh203. En general, los perfiles laminados que se comercializan y
utilizan son importados y se fabrican bajo dos estándares: americano (ASTM A6) y europeo
(EN 10025). Se debe notar que estos estándares describen propiedades más allá de las
características de resistencia mecánica, incluyendo tolerancias de fabricación (dimensiones,
espesores). En la Tabla 2.1. se muestran las dimensiones y grados de perfiles laminados
más comunes en Chile.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 2.2. Laminación en caliente de perfil “H” o doble T.

Otro punto para tener en cuenta es que el origen del estándar de fabricación (norma) no
es lo mismo que el origen o procedencia del material mismo. Muchos países con industria
metalúrgica desarrollada (China, India, Corea del Sur, Ucrania, Brasil, por ejemplo), buscan
abrir sus mercados fabricando bajo las especificaciones americanas o europeas, aun
cuando cuentan con sus propias normas.

Los perfiles americanos utilizan una denominación que combina la altura y el peso (por
ejemplo, W8x31 indica un perfil H de altura aproximada de 8 pulgadas y un peso de
31lb/pie). Por otro lado, los perfiles europeos sólo utilizan la altura, pero cuentan con
diferentes series de peso.

Tabla 2.1. Dimensiones y grados de perfiles laminados más comunes en Chile

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

2.3 Perfiles soldados

En general la denominación de perfiles soldados se refiere a perfiles tipo “H” o “doble T”,
que se asemejan en forma, dimensiones y espesores a los perfiles laminados
correspondientes. Sin embargo, en la práctica es posible combinar dos o más secciones
cualesquiera, ya sea placas o perfiles, soldándolas ente sí para obtener un nuevo perfil que
sea adecuado a los requerimientos del diseñador.

Para los perfiles nacionales H, también se debe hacer una distinción, ya que el Manual
ICHA del año 1971 entrega dos series de perfiles en forma de H: la serie IN y HN. La
primera se compone de perfiles que se utilizan comúnmente como vigas y la segunda por
perfiles que se utilizan como columnas. En los perfiles HN, para alturas menores a 500 mm,
el ancho de ala es igual a la altura del perfil.

El proceso más común para unir las placas es el arco sumergido, recomendado en la
práctica para espesores de 5 mm o superiores como se observa en la Figura 2.3. Espesores
más bajos se pueden soldar mediante procesos que eviten una deformación excesiva
producto de los efectos térmicos. En teoría, no hay límite para el espesor máximo de placa
a unir, salvo que se debe seguir las recomendaciones de precalentado, preparación de la
junta y del proceso de soldadura apropiado.

Al especificar un perfil soldado, se debe tener en cuenta los espesores disponibles


comercialmente dentro del contexto del proyecto, en la calidad de acero requerida. Para
el tamaño mínimo de perfil se sugiere considerar 200 mm, para asegurar acceso de la
boquilla de soldadura al punto de unión. Para el tamaño máximo, en teoría no hay límite,
salvo la capacidad de manipulación de los fabricantes considerados para el proyecto (por
ejemplo, en Chile se han fabricado vigas para puentes de hasta 2500 mm de altura y 600
mm de ancho).

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 2.3: Soldadura de perfil “H” mediante arco sumergido.

Cabe mencionar que los perfiles soldados en forma de H se han ido optimizando, lo que
ha generado una industria de perfiles “alveolares”, los que son más livianos al considerar
que tienen zonas huecas. Las más comunes son las formas circulares y hexagonales. Estos
perfiles se obtienen cortando un perfil H, y soldando las dos partes con un desplazamiento
o paso entre ellas, como se muestra en la Figura 2.4.

Figura 2.4: Perfil alveolar de sección hexagonal (Fuente: Documento Geometría de


los Perfiles Alveolares, José́ Monfort Lleonart).

2.4 Perfiles plegados

Otra manera de obtener una gran diversidad de secciones es mediante el plegado en frío
de planchas de acero. Si bien el espesor máximo a doblar depende de la capacidad de
presión de la plegadora y de la ductilidad del acero, la mayoría de los perfiles comerciales
se encuentran hasta en 6mm. de espesor.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

El método de plegado consiste en realizar el doblez colocando la plancha dimensionada


en una prensa que cuenta con una matriz adaptada para la forma y radio que se desea
lograr, como se muestra en las figuras 2.5, 2.6 y 2.7. Por lo mismo, el largo máximo del
elemento suele estar limitado a los 6 m. (tamaño de las prensas más grandes), siendo
habitual 3 m. El proceso se realiza cargando la plancha un par de veces, según sea
necesario, controlando dimensionalmente la forma lograda. Los radios de curvatura
resultantes son menores que los de perfiles conformados en frío.

Figura 2.5: Plegadora (Fuente: Internet, mecanizado Sinc)

Figura 2.6: Detalle plegado en máquina plegadora (Fuente: Internet Mecanizado Sinc)

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 2.7: Detalle plegado donde Ri es el radio interno de plegado de la lámina, T es el


espesor de la lámina o chapa, F es la fuerza de plegado, V es la anchura de la matriz y b
es el ala mínima de plegado.

2.5 Perfiles conformados en frío

En el caso del conformado, el procedimiento de fabricación consiste en introducir flejes de


bobinas ya pre-dimensionados dentro de máquinas conformadoras (“roll formers”), en las
cuales se disponen una serie de rodillos formadores que van trabajando en frío (sin aporte
de calor) el fleje y dándole forma por deformación. Los perfiles abiertos (ángulos, canales,
sombrero, zeta entre otros) se fabrican en menos pasos, dado que los perfiles cerrados
(tubulares y cañerías) tienen la componente de soldadura sin aporte de calor para cerrarlos,
lo que se describe en la sección 2.6. Las secciones más comunes de perfiles conformados
en frío se ilustran en la Figura 2.8.

Los espesores mínimos para estos perfiles van desde 0.4 mm. (0.5 mm. si es acero
galvanizado liviano) hasta 6.4 mm. Los largos fluctúan habitualmente entre 6 y 12 m como
máximo. Este límite superior está condicionado sólo por condiciones de transporte, pues
podrían ser de mayores longitudes. Las empresas suelen suministrar el largo exacto según
la cantidad solicitada. En la Tabla 2.2 se presentan las dimensiones de algunos perfiles
conformados en frío más comunes en Chile.

Las normas de diseño AISI S100 contemplan el cálculo de elementos estructurales


conformados en frío y existen estándares que definen el proceso productivo. Sin embargo,
no existen los mismos estándares para los elementos plegados, aunque suele usarse en la
práctica los mismos procedimientos de cálculo. En ambos casos, dado que el acero
experimenta deformaciones plásticas producto del doblado, se produce un incremento en
la fluencia esperada y una posible disminución de capacidad de deformación.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 2.8: Secciones de perfiles conformados en frío más utilizados (Fuente: Figura 1.2
Cold-Formed Steel Design Wei-Wen Yu)

Tabla 2.2: Dimensiones de algunos perfiles conformados en frío más comunes en Chile
(en acero negro).

Además de los perfiles mencionados con anterioridad, existen las placas atiesadas, que se
ocupan tanto para techumbre o revestimiento, como para la construcción de sistemas de
losa de hormigón con placa colaborante.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 2.9: Placa (deck) para techumbre y como losa colaborante (Fuente: Internet Cintac)

2.6. Perfiles cerrados

Combinan el conformado en frío con una costura de soldadura, según NCh3518. En el


mercado se encuentran en sección transversal tubular cuadrada, rectangular y circular. Se
utilizan para transporte de fluidos, gases como también para uso estructural. Según la
dimensión que tengan, algunos son denominados HSS (“Hollow Steel Sections”) que
tienen prestaciones de resistencia mayores.

Para producir perfiles cerrados fabricados con soldadura por resistencia eléctrica, en los
últimos pasos de la conformadora, después de haber tomado forma el perfil, se realiza la
fusión de los cantos en contacto mediante corriente eléctrica de alta frecuencia. Para efecto
de terminación, se retiran los excedentes de soldadura, quedando todas las caras iguales,
sin ningún tipo de protuberancia producto de este trabajo. Cuando la sección es
rectangular o cuadrada, siguen pasos con rodillos deformadores hasta llegar a dar la forma
deseada al perfil.

También se fabrican perfiles cerrados aplicando soldadura helicoidal por arco


sumergido.Con esta opción se pueden construir tubos de mayor dimensión (diámetros
entre 400 a 2500 mm. y espesores hasta 13 mm.) en largos entre 6 y 12 m. En esta categoría
también existen en el mercado perfiles armados de más de una geometría, por ejemplo,
perfiles atiesados para el alma y perfiles en forma de canal atiesada para las alas,
generando perfiles tubulares de mayor dimensión y de distintos espesores.

2.7. Uso común de los perfiles

Si bien los perfiles pueden ser ocupados en múltiples formas, algunas geometrías suelen
usarse preferentemente para ciertas funciones estructurales donde se desempeñan más
eficientemente, como, por ejemplo:

Perfiles en forma de H è Columnas


Perfiles en forma de I y C è Vigas

30
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Perfiles C, CA, Z è Costaneras Techumbre


Perfiles L, O è Arriostramientos (diagonales)
Perfiles tubulares y HSS è Columnas y Vigas (de marcos) y arriostramientos
Perfiles redondos macizos è Arriostramientos (diagonales), tomando especial
cuidado con los grados y su uso sísmico

2.8. Referencias

1. NCh203:2006, “Acero para uso estructural – Requisitos”, Instituto Nacional de


Normalización, Santiago, Chile.

2. NCh3518:2017, “Acero – Tubular estructural de acero al carbono conformado en frío


soldado con una costura”, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.

3. NCh428:2017, “Estructuras de acero - Ejecución de construcciones de acero - Perfiles


laminados, soldados y tubos”, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.

4. ASTM A6 / A6M – 17a, “Standard Specification for General Requirements for Rolled
Structural Steel Bars, Plates, Shapes, and Sheet Piling”.

5. UNE-EN 10025-2:2006, “Productos laminados en caliente de aceros para estructuras.


Parte 2: Condiciones técnicas de suministro de los aceros estructurales no aleados”.

6. ASTM A500 / A500M – 13, “Standard Specification for Cold-Formed Welded and
Seamless Carbon Steel Structural Tubing in Rounds and Shapes”.

7. AISI S100-16, “Standard North American Specification for the Design of Cold Formed
Steel Structural Members”, American Iron and Steel Institute.

8. Wei-Wen Yu, “Cold-Formed Steel Design”, Third Edition, 2000

31
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

32
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Luis Leiva A.
Ingeniero Civil Estructural, MSc-

33
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

34
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

3.1 Introducción

El diseño de las estructuras de acero se basa en el principio que, al aplicar todas las
combinaciones de carga apropiadas, no se debe sobrepasar ningún estado limite, ya sea
de resistencia o de servicio. La condición básica de diseño por resistencia de elementos
estructurales queda definida por la siguiente desigualdad, la cual representa un estado
límite de resistencia:

Demanda < Resistencia

Este capítulo trata sobre la normativa relativa a la determinación de la resistencia de los


elementos componentes de sistemas estructurales de acero. La determinación de la
demanda se relaciona con la determinación de las cargas que actúan sobre el sistema
estructural y sus combinaciones. Este tema se cubre en el Capítulo 5 del presente libro.

3.2 Organización de las normativas de diseño en acero

Para el diseño de estructuras de acero se cuenta con dos cuerpos normativos:

a. Normas relativas al diseño general de estructuras de acero


b. Normas relacionadas con el diseño específico de elementos y sistemas
sismorresistentes en acero

A continuación, se presenta un panorama de ambos cuerpos normativos.

3.3 Diseño general de estructuras de acero

La normativa de diseño general de las estructuras de acero se organiza de acuerdo al tipo


de perfiles según su fabricación.

Desde el punto de vista de la forma de fabricación de los perfiles de acero, estos pueden
ser:
- Laminados en caliente
- Soldados
- Conformados en frío

Si bien hay aspectos comunes para todas las secciones de acero, se presentan diferencias
entre los perfiles laminados y soldados con respecto a los perfiles conformados en frío en
relación a:

- Los espesores de los elementos componentes del perfil (alas, alma)


- Tamaño de las secciones de los perfiles

35
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

- Distribución y tamaño de las tensiones residuales que se producen durante el


proceso de fabricación
- Tipos de fallas
- Tipos de conexiones

Estas diferencias llevan a la necesidad de contar con normas diferentes que cubran
adecuadamente el comportamiento estructural de los distintos perfiles de acero.

Las disposiciones de diseño de estructuras de acero en Chile están contenidas en la norma


NCh427. Esta norma se organiza en dos partes según los tipos de perfiles que considera:

a. NCh427 – Parte 1: Normativa relativa al diseño de estructuras compuestas por perfiles


laminados y soldados. NCh427/1:2016 Especificaciones para el cálculo de estructuras
de acero para edificios.

b. NCh427 – Parte 2: Normativa que cubre el diseño de los perfiles conformados en frío.
NCh427/2 (i).

Si bien ambas partes de la norma se organizan según lo señalado, existe una excepción: la
norma NCh427 – Parte 1 incluye un tipo de perfil conformado en frío, los perfiles cerrados
de sección cuadrada y rectangular. La norma NCh427 – Parte 2 se aplica a perfiles
conformados en frío de hasta 25 mm de espesor.

3.3.1 Origen de la norma NCh427

La norma chilena de diseño en acero se basa en dos normas norteamericanas.

La norma NCh427 Parte 1 (perfiles laminados y soldados) constituye una traducción y


adecuación de la norma AISC 360-10 Specification for Structural Steel Building.

La norma NCh427 Parte 2 (perfiles conformados en frío) se define a partir de una traducción
y adecuación de la norma AISI S100-12 North American Specification for the Design of
Cold Formed Steel Structural Members.

En ambas normas se han incorporado adecuaciones que se han estimado necesarias para
su aplicación en el país.

3.3.2 Norma NCh427: Condición de diseño por resistencia y métodos de diseño

En ambas partes de la norma NCh427 se consideran dos métodos generales de diseño: el


Método de la Resistencia Admisible ASD (Allowable Strength Design), y el Método de
Factores de Carga y Resistencia LRFD (Load and Resistance Factor Design).

36
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

De acuerdo al método ASD el diseño se realiza según la siguiente relación:

Ra ≤ Rn / Ω

Donde,
Ra es la resistencia requerida de acuerdo a las combinaciones de carga ASD Rn es la
resistencia nominal.
Ω es el factor de seguridad.
El cociente Rn / Ω se denomina resistencia admisible de diseño

De forma análoga en el método LRFD el diseño se realiza de acuerdo a la relación:

Ru ≤ ø Rn

Donde,
Ru es la resistencia requerida de acuerdo a las combinaciones de carga LRFD Rn es la
resistencia nominal
ø es el factor de reducción de la resistencia
El producto øRn se denomina resistencia de diseño.
El factor común para ambos métodos es la resistencia nominal, Rn.

La resistencia nominal, Rn, representa la resistencia mínima especificada del elemento


estructural la cual no depende del método de diseño que se utilice. Esta resistencia es
nominal ya que se basa en la tensión de fluencia o ruptura mínima garantizada según la
calidad del acero utilizado. Sin embargo, las tensiones de fluencia y de ruptura reales que
se obtienen en ensayos son normalmente mayores a los valores mínimos nominales.

En la norma se entregan las expresiones para la determinación de la resistencia nominal Rn


para distintas solicitaciones. La norma define el termino resistencia disponible el cual
abarca indistintamente la resistencia admisible de diseño (Rn / Ω y la resistencia de diseño
Rn / Ω.

Ambas partes de la norma incluyen capítulos asociados a las solicitaciones principales


(tracción, compresión, flexión, corte) y a las conexiones entre miembros estructurales. En
cada capítulo se entregan expresiones para el cálculo de la resistencia nominal, Rn, y los
factores de resistencia ø y factores de seguridad Ω. En el capítulo 4 se muestran los factores
ø y Ω correspondientes a perfiles laminados y soldados (Parte 1) para distintas
solicitaciones.

37
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

3.3.3 Principales diferencias entre la normativa correspondiente a perfiles soldados y


laminados (Parte 1) y los perfiles conformados en frío (Parte 2)

Si bien ambas partes de la norma se basan en principios comunes de ingeniería, existen


diferencias en los enfoques relativos a:

- Eventuales aumentos del valor nominal de la tensión de fluencia,


- El factor Q correspondiente al pandeo local, y
- Tipos de pandeo a considerar.

Consideración del aumento del valor nominal de la tensión de fluencia

Durante la fabricación de los perfiles conformados en frío, en las zonas de los pliegues
entre alas y almas el acero sufre grandes elongaciones, quedando con deformaciones
permanentes, como se muestra en la Figura 3.1. En esas zonas, la curva de trabajo del
acero se modifica alcanzando tensiones de fluencia mayores. Debido a esto, en el diseño
de elementos en tracción y flexión, la norma permite considerar una tensión de fluencia
promedio que resulta mayor que la tensión de fluencia nominal.

Figura. 3.1: Perfil conformado en frío. Curva de trabajo.

Pandeo Local, Factor Q y Área efectiva

Para los perfiles soldados y laminados, el diseño de miembros en compresión con


elementos esbeltos se efectúa considerando un factor Q que reduce la tensión critica de
pandeo global.

La norma distingue entre elementos atiesados y no atiesados. Los elementos no atiesados


son aquellos que tienen un borde libre y un borde unido al resto de la sección del perfil.
Los elementos atiesados son aquellos que tienen ambos bordes unidos al resto de la
sección.

El factor Q está compuesto por el producto de los factores Qs y Qa. El factor Qs se obtiene
del análisis de los elementos no atiesados. El factor Qa se obtiene del análisis de los

38
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

elementos atiesados. El factor Qa se obtiene a partir del cociente entre un área efectiva y
el área total del elemento. Para esto se define un “ancho efectivo”, el cual corresponde a
la zona que permanece resistiendo una vez que la zona central del elemento atiesado ha
sufrido pandeo local.

Para los perfiles conformados en frío, NCh427, Parte 2, la norma no diferencia el


tratamiento entre elementos atiesados y no atiesados. Para todos los elementos se
considera un ancho efectivo (ver Figura 3.2). Considerando las zonas efectivas, al diseñar a
la compresión se calcula un área efectiva Ae. Al diseñar a la flexión se calcula un módulo
resistente efectivo, Se.

Figura 3.2: Perfil canal. (a) Área efectiva para perfil en compresión. (b) Área efectiva
para el cálculo del módulo resistente del perfil en flexión. (Se descuentan las zonas
achuradas).

(a) (b)

Tipos de pandeo

Para los perfiles laminados y soldados en compresión, la norma considera tanto el pandeo
general de los miembros como el pandeo local de los elementos.

Al tratar tanto el diseño a compresión como el diseño a flexión de los perfiles conformados
en frío, la norma incorpora además el análisis de un tipo de pandeo propio de los perfiles
abiertos de pared delgada: el pandeo distorsional. Este pandeo consiste en la distorsión
que sufre una sección al producirse el pandeo, como se muestra en la Figura 3.3. Los
elementos se abren al pandearse perdiéndose por ejemplo la ortogonalidad entre el ala y
el alma de un perfil.

39
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 3.3: Pandeo Distorsional. (a) Perfil Omega, (b) Perfil Z.

a) b)

Diseño de conexiones

En el diseño de perfiles laminados y soldados se incluyen las uniones apernadas y soldadas


(Parte 1). En el diseño de los perfiles conformados en frío (Parte 2) además de las uniones
apernadas y soldadas se consideran las uniones atornilladas considerando tornillos con
diámetro d en el rango 2.03 < d ≤ 6.35 mm. Se incluyen tipos de fallas específicas para las
uniones atornilladas, como, por ejemplo, extracción y punzonamiento.

3.3.4. Otros temas incluidos en la norma NCh427

Además de los diseños de miembros de acero para las distintas solicitaciones, la norma
incluye otros temas, entre ellos los siguientes:

Parte 1

La Parte 1 de la norma NCh427, capítulo I, cubre el diseño de estructuras compuestas de


hormigón armado-acero estructural: columnas tubulares de acero rellenas con hormigón,
vigas y pilares de acero embebidos en hormigón.

El diseño para estados límites de servicio se incluye en el capítulo I.

En el Anexo 3 se presentan las disposiciones de diseño por fatiga.

En el Anexo 6 se incluyen disposiciones para el diseño de arriostramientos para proveer


estabilidad a columnas y vigas.

40
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Parte 2

El diseño de diafragmas de piso, techo y muro conformados por placas y perfiles se incluye
en el capítulo D.

En el apartado E4 se incluye el diseño de conexiones atornilladas. Estas disposiciones son


diferentes a las correspondientes a las conexiones apernadas.

3.3.5 Comentarios de las disposiciones de la norma

Para una mejor comprensión de los fundamentos de las disposiciones de la norma se


recomienda consultar los comentarios de las normas de origen: Comentario de AISC 360-
10 para la Parte 1 de la norma NCh427 y Comentario de la AISI S100-12 para la Parte 2 de
la norma.

3. 4. Diseño de elementos y sistemas sismorresistentes en acero

Exceptuando estructuras muy livianas, el diseño de las estructuras de acero esta


determinado fuertemente por las condiciones sísmicas de nuestro país.

En el análisis de cada estructura se debe diferenciar los miembros que pertenecen al


sistema sismorresistente de aquellos que solo deben resistir cargas gravitacionales. Para
estos últimos se aplican las disposiciones de la norma NCh427.

La norma NCh427 establece que, en materias relacionadas con el diseño sismoresistente,


se deben considerar las normas:

- Norma NCh433 – Diseño sísmicos de edificios


- Norma NCh2369 – Diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales
- Norma NCh2745 – Análisis y Diseño de Edificios con Aislación Sísmica
- Norma NCh3411 – Diseño Sísmico de Edificios con Sistemas Pasivos de Disipación
de energía

Los requisitos definidos por estas cuatro normas prevalecen por sobre lo establecido en la
norma NCh427.

Las normas NCh433 y NCh2369 han sido desarrolladas en Chile y no se basan en alguna
norma extranjera especifica. Sus disposiciones corresponden a la combinación de la
experiencia de la ingeniería chilena junto con el estudio de diversas normativas de otros
países.

41
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Las normas NCh2745 y NCh3411 constituyen una adaptación de los requisitos contenidos
en la norma norteamericana ASCE 7.

La norma NCh2369 cubre en una mayor extensión el diseño de estructuras de acero.


Muchas de sus disposiciones pueden ser aplicadas razonable y criteriosamente a edificios
de acero y no solo a instalaciones industriales.

Los contenidos de las normas NCh433 y NCh2369 se pueden complementar con las
disposiciones de la norma norteamericana AISC 341 Seismic Provisions for Structural Steel
Buildings dependiendo del tipo de sistema sismorresistente que se analice.

El capítulo 8 de la norma NCh2369 se debe utilizar para el diseño de los sistemas


estructurales más comunes en acero:

- Marcos arriostrados concéntricamente


- Marcos rígidos
- Sistemas arriostrados horizontales (diafragmas)

Para el diseño de otros sistemas estructurales se debe utilizar el estándar norteamericano


AISC 341 Seismic Provisions for Structural Steel Buildings. Esta norma contiene
disposiciones que cubren los siguientes sistemas estructurales:

- Marcos arriostrados excéntricamente


- Marcos arriostrados con pandeo restringido (BRBF)
- Muros de corte de acero
- Marcos rígidos con vigas reticuladas
- Marcos con miembros compuestos de acero - hormigón
- Muros de corte compuestos de acero – hormigón

Cabe señalar que el sistema disipador BRBF debe ser diseñado y aprobado adicionalmente
de acuerdo a las disposiciones de la norma NCh3411.

En la tabla 5.6 de la norma NCh2369 se indican los factores de modificación de la respuesta


R para las estructuras de acero. Estos factores varían entre R=3 y R=5.

La última versión de la norma NCh2369, actualmente en consulta pública, permite que


marcos arriostrados excéntricamente en V o V invertida sean considerados como marcos
arriostrados concéntricamente si la separación de los puntos de trabajo de las diagonales
es no mayor a dos veces la altura de la viga.

Por otra parte, para estimar la capacidad real de los elementos en el diseño, la nueva
versión de la norma NCh2369 incluye el concepto de capacidad esperada de los elementos
estructurales. La capacidad esperada de los elementos se calcula considerando la tensión

42
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

de fluencia esperada, RyFy, en lugar del valor nominal. El factor Ry da cuenta del hecho que
la tensión de fluencia real es mayor que la tensión de fluencia nominal. La tensión de
fluencia nominal corresponde en realidad un valor de resistencia mínimo garantizado.

Para obtener el valor del factor Ry, la norma NCh2369 dirige a la norma AISC 341, Tabla
A3.1 . A modo de ejemplo, para un perfil laminado de acero A36, los factores son Ry = 1.5
y Rt = 1.2.

Si se diseña con el método LRFD, las capacidades esperadas son:

Capacidad en tracción esperada: Tye=Ry Fy Ag


Capacidad en compresión esperada: Pne=1,14 Fcre Ag (Fcre calculado con RyFy)
Capacidad residual en compresión esperada: 0,3 Pne
Capacidad flexural esperada: Mpe=Ry FyZ

En los casos que se requiera evaluar un diseño a la rotura, la tensión última esperada es
RtFu.

Usando el método ASD, las capacidades esperadas corresponden aproximadamente a las


capacidades definidas para el método LRFD divididas por 1.5.

Diseño de conexiones

En relación al diseño de conexiones, la nueva versión de la norma NCh2369 establece que


la resistencia requerida no necesita ser mayor que el menor valor entre:

- La capacidad esperada del elemento a conectar


- La máxima carga que el sistema puede transferir a la conexión

Por otra parte, la resistencia requerida no debe ser menor que la mitad de la capacidad
esperada del elemento.

Las combinaciones de carga a considerar en el diseño están contenidas en la sección 4.5


de la norma NCh2369. La resistencia requerida de las conexiones se define según dichas
combinaciones, en las cuales el estado de carga sísmico se debe amplificar por 0.7R1 ≥
2.0.

3.5 Comentario final

Las normas y especificaciones son documentos que se van actualizando en el tiempo,


incorporando nuevos conocimientos obtenidos tanto a través de la investigación como de
la práctica de la ingeniería.

43
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

En este capítulo se ha reseñado la normativa actual existente. Sin embargo, hay nuevas
versiones de la normas actualmente en proceso.

Las normas NCh433 y NCh2369 relativas al diseño sísmico de estructuras están en proceso
de actualización.

La parte 2 de la norma NCh427, relativa al diseño de perfiles conformados en frío, está


comenzando su proceso de oficialización.

Las especificaciones norteamericanas sobre perfiles laminados y soldados (AISC) y perfiles


conformados en frío (AISI) se actualizan cada 5 años aproximadamente.

El proceso normativo continua y el aumento del conocimiento en la ingeniería no se


detiene.

3.6. Referencias

Diseño de estructuras de acero compuestas por perfiles laminados y soldados

1. NCh427/1:2016 – Especificaciones para el cálculo de estructuras de acero para


edificios.

2. ANSI/AISC 360-16 – Specification for Structural Steel Buildings.

3. Especificación ANSI/AISC 360-10 - Para Construcciones de Acero, Versión en


español de la norma norteamericana publicada por ALACERO. El archivo en
formato PDF de esta norma puede bajar de la página:
www.construcionenacero.com

Diseño de estructuras de acero compuestas por perfiles conformados en frío

4. NCh427/2:2019 – Especificaciones para el diseño de perfiles conformados en frío


(Título tentativo). A la fecha de esta publicación, esta norma esta en consulta
pública por parte del INN.

5. AISI S100-16 – North American Specification for the Design of Cold-Formed Steel
Structural Members.

6. AISI S100-16-C – Commentary on the Specification, 2012 Edition.

7. Especificación para el Diseño de Miembros Estructurales de Acero Conformado en


Frio, ICHA 2009. Versión español de la especificación norteamericana AISI S100-7.

44
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

8. Comentarios a la Especificación para el Diseño de Miembros Estructurales de Acero


Conformado en Frío, ICHA 2009. Versión en español de los comentarios de la
especificación norteamericana AISI S100-7-C.

Normas relacionadas con el diseño de elementos y sistemas sismorresistentes en acero

9. NCh2369.Of2003 – Diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales.

10. ANSI/AISC 341-16 – Seismic Provisions for Structural Steel Buildings.

11. Norma NCh433.Of96 – Diseño sísmico de edificios.

12. Norma NCh2745 – Análisis y Diseño de Edificios con Aislación Sísmica.

13. Norma NCh3411 - Diseño Sísmico de Edificios con Sistemas Pasivos de Disipación
de Energía.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Miguel Medalla R.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng., PhD.(c)

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

4.1. Introducción

Salvo contadas excepciones, el diseño de los distintos sistemas estructurales (industriales,


habitacionales, infraestructura, etc.) esta regido por códigos, normas o especificaciones
de diseño. Sin importar cuanta experiencia tenga el ingeniero estructural es imposible que
haya enfrentado todas las posibles situaciones o desafíos de diseño. Las especificaciones,
que son generadas por diversas organizaciones especializadas, cumplen con recopilar el
estado del arte y de la práctica para luego ponerlas al servicio de la comunidad, en este
caso en particular de los proyectistas estructurales, y así obtener diseños con niveles de
seguridad adecuados y factibles económicamente.

En este sentido, se debe hacer notar que los países que presentan un fuerte desarrollo
normativo (diseño, construcción e inspección técnica) establecen índices de colapso o falla
estructural bastante menores que los presentes en países normativamente menos
rigurosos.

Aún está latente la idea de que los estándares impiden al ingeniero proponer ideas
originales. Si bien en cierta medida esto puede ser una realidad, los beneficios asociados
a la estandarización suelen ser inmensamente superiores a esta pérdida de “talento
ingenieril”. Continuamente se alaba, y con razón, a los antiguos ingenieros que diseñaron
y construyeron con escasas especificaciones grandes obras que aún perduran, por nombrar
algunas: las antiguas pirámides (Egipto, Centroamérica, etc.), los grandes puentes
romanos, etc. Ahora bien, ¿cuántos proyectos de los diseñados sin un control o
estandarización adecuada perduraron en el tiempo?, ¿cuántos de estos incorporaron
variables como los costos de materiales, mano de obra o incluso de vidas humanas?
(McCormarc, Csernak, 2012).

En la actualidad podemos encontrar diversos proyectos, tanto local como


internacionalmente, que compiten en términos de magnitud e importancia con estas
famosas estructuras, pero que al mismo tiempo deben ser rentables y materializados
dentro de plazos y bajo estándares bastante más exigentes. Es evidente que dejar a libre
elección los métodos constructivos, de diseño, e inspección aumentaría notablemente la
probabilidad de fallas estructurales, entendiendo todo lo que esto puede significar es una
realidad inadmisible.

El presente capítulo se limita a la presentación de los métodos de diseño que han


adoptado las normativas y/o especificaciones de diseño nacionales para el
dimensionamiento de edificaciones de acero estructural.

La normativa nacional NCh427, que rige el dimensionamiento de estructuras de acero, ha


considerado como principal referente a las especificaciones AISC (American Institute of
Steel Construction) y, por tanto, han adoptado y aceptado dos métodos para el
dimensionamiento estructural: el método Diseño con Factores de Carga y Resistencia

49
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

(LRFD: Load and Resistance Factor Design) y el método Diseño por Resistencia Admisible
(ASD: Allowable Strength Design). Como se podrá observar, ambos métodos se basan en
los mismos principios de análisis estructural y definición de estados límites, y sus diferencias
en general están más asociadas a razones de índole práctico.

Sin desmedro de lo antes indicado, es fundamental entender que sin importar cuántos
códigos, normas o especificaciones de diseño existan, estos tienen un campo de aplicación
acotado y. por tanto, debemos entenderlos como el mínimo nivel de seguridad que las
edificaciones deben poseer. Es responsabilidad del ingeniero estructural por tanto evaluar
caso a caso, y bajo su criterio, todos los requisitos adicionales que deben ser considerados
para lograr los objetivos de seguridad adecuados que cada sistema requiere, luego “el
talento ingenieril” sigue presente en cada nuevo proyecto que se emprende.

4.2. Rol de los códigos de diseño

El proceso de desarrollo de infraestructura contempla, entre otros, etapas de planificación,


diseño, fabricación, transporte, montaje o construcción, operación o uso, y en ocasiones,
pasados los años, demolición. Es evidente por tanto que distintos individuos participaran
de este proceso. En general será posible agruparlos en cuatro categorías principales: los
inversionistas o dueños, los diseñadores, los constructores y los usuarios u operarios. Ahora
bien, es esperable que cada uno de estos grupos posea distintos intereses, los cuales en
oportunidades incluso se contraponen de manera directa. Normalmente se encontrara a
un inversionista que deseará maximizar utilidades y por tanto disminuir costos de
construcción versus un usuario que deseará obtener el mayor nivel de confort y seguridad,
lo que contrario al grupo anterior, en líneas generales es sinónimo de aumentar costos de
construcción. En el medio de esta contienda, y bajo mucha presión, se encontrará tanto el
diseñador como el constructor, quienes deben lograr complacer, tanto al inversionista,
como al usuario. Es por esto que los códigos o especificaciones de diseño cumplen con el
objetivo de dar los lineamientos generales de responsabilidad en la construcción, además
de establecer formalmente los requisitos mínimos que un sistema estructural debe poseer
para establecer diseños confiables y a costos razonables. El rol central del código de diseño
se aprecia en la Figura 4.1

50
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 4.1. Rol central del código de diseño en el proceso constructivo (Adaptada de
Nowak, A y Collins K, 2012)

Diseñador

Inversionista Código Usuario

Constructor

En esta misma dirección, y entendiendo que las fallas estructurales son sin duda eventos
no deseados, encontraremos que los códigos de diseño, para evitarlas, tenderán a
sobreestimar las cargas esperadas y a subestimar su homólogo en términos de resistencias
para obtener factores de seguridad adecuados.

Ahora bien, ¿qué entendemos como factor de seguridad admisible o adecuado? ¿Cómo
podemos definir este factor? En general, esta definición ha sido establecida por la sociedad
en términos del valor que le asigna a la vida humana, a la pérdida de materiales, a la
interrupción de los procesos productivos, etc. Se desprende, por tanto, que la definición
de un factor de seguridad admisible ha evolucionado a través de los años. En sus orígenes
la definición de una estructura segura se relacionaba sólo con que la estructura no
colapsara en un determinado periodo de tiempo. El constructor era responsable absoluto
de que las estructuras no fallaran en dicha ventana temporal. Es así que el código de diseño
más antiguo conservado, que corresponde al código Hammurabi de la antigua Babilonia
(2.200 AC), presentaba entre otras, definiciones conceptuales como las siguientes:

a. Si el constructor construye una casa a un hombre y esa casa no es construida de


manera firme y por tanto colapsa y mata al dueño, el constructor deberá ser
asesinado.
b. Si el colapso mata al hijo del dueño de la casa, se deberá asesinar al hijo del
constructor.
c. Si el colapso mata a un esclavo del dueño de la casa, el constructor deberá proveer
al dueño de un esclavo de igual valor.

51
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Estas extremas reglas, sin duda debatibles, han evolucionado y en la actualidad la


definición de una estructura segura proviene del desarrollo de códigos que establecen
ecuaciones de diseño desarrolladas con enfoques probabilísticos y bajo la supervisión de
comités técnicos conformados por ingenieros de la práctica, investigadores, científicos, etc.
Esta rama de la ingeniería es conocida como Confiabilidad Estructural y es la que dio inicio
a los métodos actuales de diseño, tales como los métodos LRFD y ASD, y sin duda sentó
las bases para el futuro de la ingeniería estructural orientada el diseño por desempeño.

En conclusión, el rol principal de los códigos y especificaciones de diseño es lograr sistemas


estructurales confiables que permitan proteger tanto los intereses propios de los usuarios,
de los dueños, de la producción, etc. así como también de los diseñadores y constructores
del proyecto.

4.3. Estados límites

Como se ha indicado, el diseño normativo nacional de elementos de acero considera dos


métodos aceptables, los métodos LRFD y ASD. Tal como se mostrará durante el desarrollo
de este capítulo, ambos métodos basan sus disposiciones en el objetivo de controlar
ciertos estados límites, siendo estos quienes definen los márgenes para la aceptación o
rechazo de un elemento o sistema estructural.

Los estados límites son definidos por los especialistas o la autoridad como las condiciones
que debe verificar un sistema o elemento estructural para dar cumplimiento a la función
proyectada. En este sentido podemos clasificar a los estados límites en dos grandes
grupos: los de resistencia y los de servicio.

Los estados límites de resistencia son los que definen la estabilidad contra fallas locales o
globales que pueden ocurrir durante la vida útil proyectada de la estructura. Se incluyen
dentro de esta categoría la fluencia excesiva, la fractura, el pandeo, la fatiga, etc. Algunos
ejemplos asociados al estado límite de resistencia se muestran en la figura 4.2.

A su vez, los estados límites de servicio están orientados al confort y operatividad de los
sistemas estructurales. Se encuentran dentro de esta categoría las deformaciones
excesivas, el agrietamiento, la amplitud de vibraciones, etc. Como un ejemplo de control
de estados límites de servicio, el gráfico de la Figura 4.3 muestra las aceleraciones
vibratorias máximas recomendadas para un adecuado confort en distintas estructuras
donde se desarrollen actividades humanas (AISC, 2003). A diferencia de los estados límites
de resistencia, que están bastante normados, los estados límites de servicio son
establecidos muchas veces en base al criterio y juicio del diseñador considerando los
objetivos específicos de cada proyecto en particular.

52
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 4.2. Ejemplos de Estado Límite de Resistencia

a. Estado Límite de Pandeo Local en b. Estado Límite de Ruptura de


columnas. (Crisafulli, 2012) arriostramiento en cruz. (Naeim, 2001)

Figura 4.3. Ejemplo de Estado Límite de Servicio

4.4. Método LRFD

Desde hace 30 años, el método general de diseño por estados límites, ha sido aceptado
ampliamente como el método para el dimensionamiento de elementos estructurales.
Desarrollado y dirigido originalmente por T.V. Galambos, el método de Diseño con
Factores de Carga y Resistencia LRFD (por su nombre en inglés Load and Resistance Factor
Design) es un método basado en definiciones probabilísticas de la seguridad estructural
y/o del riesgo. A diferencia de sus predecesores, el método LRFD define explícitamente a
las cargas Q y resistencias R como variables aleatorias estadísticamente independientes
entre sí, permitiendo de esta forma, tal como se observa en la Figura 4.4, establecer
racionalmente cuán probable es sobrepasar cierto nivel de carga (cambio de uso,
deficiencias constructivas, simplificaciones de diseño, etc.), o en la otra dirección cuán

53
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

probable es desarrollar una resistencia menor a cierto nivel (imperfecciones geométricas,


tensiones residuales, aproximaciones de diseño).

Figura 4.4. Definición método LRFD para las cargas Q y resistencias R.

En adición a la definición probabilística antes indicada, el método LRFD, definido en los


códigos de diseño nacionales para el dimensionamiento de acero estructural (basados en
AISC), fue formulado considerando otros dos aspectos:

1. La calibración con el método predecesor de diseño, ASD 1978, para algunos


miembros seleccionados que en base a la experiencia presentaban niveles de
seguridad adecuados. El método fue calibrado para la relación de carga L=3D,
donde: L = Cargas Vivas y D = Cargas Muertas.
2. Evaluación de las disposiciones resultantes mediante el juicio, experiencia y
comparación con estructuras representativas de oficinas de diseño estructural.

La Figura 4.5 vincula en el mismo gráfico las distribuciones probabilísticas de carga Q y de


resistencia R. Es posible apreciar que el no cumplimiento del estado límite de resistencia,
en oportunidades definido como falla, es definido por el área achurada. En términos
matemáticos podemos describir dicha porción como 𝑅 − 𝑄 < 0.

Cuan probable sea la falla dependerá por tanto de qué tan grande sea el área achurada.
Esta a su vez dependerá, entre otros, de la intersección de las distribuciones probabilísticas
de carga y resistencia. Dicha intersección se define por la relación entre los parámetros 𝛾 y
∅ que acompañan a las cargas 𝑄𝑐 y a las resistencias 𝑅𝑐 respectivamente.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 4.5. Definición de Falla método LRFD.

Reescribiendo la definición de falla en términos logarítmicos se tiene la Ecuación 4-1. La


distribución de 𝑙𝑛(𝑅/𝑄) se aprecia en la Figura 4.6.

𝑃(𝑅 − 𝑄 ≤ 0) = 𝑃 (𝑅 ≤ 1) = 𝑃 (ln (𝑅) ≤ 0) (4-1)

El estado límite es superado si 𝑙𝑛(𝑅/𝑄) es negativo y la probabilidad de falla nuevamente


es representada por el área achurada, la que variará en tamaño de acuerdo con la distancia
entre el valor medio de 𝑙𝑛(𝑅/𝑄) y el origen. Dicha distancia es comúnmente denominada
como margen de seguridad. Esta distancia dependerá de dos factores: la desviación
estándar de la distribución 𝜎𝑙𝑛(𝑅/𝑄) y un factor 𝛽 definido como índice de confiabilidad. Se
desprende que mientras mayor sea 𝛽, menor será la probabilidad de superar un
determinado estado límite. Lamentablemente las distribuciones de probabilidad de R y Q
se conocen sólo para pocas configuraciones de cargas y resistencias. Afortunadamente la
determinación de valores medios y desviaciones estándar sí pueden se obtenidos. Dado el
conocimiento de estas variables y de algunas aproximaciones razonables, es posible definir
al índice de confiabilidad de acuerdo con la expresión indicada en la Figura 4.6, donde 𝑉
es conocido como el coeficiente de variación (relación entre la desviación estándar y el
valor medio de una determinada distribución). Cabe notar, que la definición del índice de
confiabilidad proviene de análisis probabilísticos bastante rigurosos, que por su extensión
se presentan en este capítulo de manera superficial. Se recomienda la lectura de (Nowak,
2012).

55
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 4.6. Distribución 𝒍𝒏(𝑹/𝑸) , e índice de confiabilidad.

Frecuencia

l n( 𝑅' ⁄𝑄' )
𝛽=
𝑉,- + 𝑉/-
Falla
Falla

Finalmente, la expresión general del método LRFD se indica en la Ecuación (4-2). La


obtención de los factores de mayoración de carga, γ, y de minoración de resistencia, φ, se
relacionan directamente a través de la definición de índices de confiabilidad adecuados y
por tanto son dependientes entre sí.

(4-2)
∑𝛾𝑖𝑄𝑖 ≤𝜙𝑅𝑛

La Ecuación (4-2) establece que los efectos obtenidos por la combinación de los estados
de carga mayorados por sus correspondientes factores γ deberán ser menores, o iguales,
a las resistencias minoradas por sus correspondientes factores 𝜙. Algunos índices de
confiabilidad considerados en la formulación original del método LRFD se presentan a
continuación:

Tabla 4.1. Índices de confiabilidad.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Finalmente, es posible apreciar que el método LRFD permite a los ingenieros estructurales
considerar cargas, resistencia o situaciones que estén fuera del marco estándar o normativo
sin alterar el nivel de riesgo estándar de los diseños. Recomendaciones respecto de valores
objetivos para el índice de confiabilidad, así como también respecto del procedimiento de
cálculo puede observarse en la sección de comentarios (ASCE, 2010).

Distintas combinaciones de carga con sus correspondientes factores de amplificación


pueden observarse en el capítulo 6 del presente documento.

4.5. Método ASD

Denominado originalmente como Diseño por Tensiones Admisibles ASD (por su nombre
en inglés Allowable Stress Design), este método se rige por la Ecuación (4-3) que establece
que un determinado patrón o combinación de cargas no puede superar un cierto nivel
tensional dividido por su correspondiente factor de seguridad Ω

(4-3)
𝑹𝒏
∑𝑄𝑖 ≤
𝛀

Si bien los factores de seguridad originales fueron utilizados sin mayores modificaciones
por aproximadamente 75 años, estos provenían del juicio y experiencia de diversos
especialistas, obteniendo en general buenos resultados con estructuras que demostraron
comportamientos adecuados. Ahora bien, el nivel de riesgo asociado a la diversidad de
cargas, tipos de falla e incertidumbre de cada una de ellas no era cuantificada en términos
formales. Algunos análisis desarrollados por Galambos y otros (1982) mostraron que la
variación del índice de confiabilidad 𝛽 era notablemente mayor en el método ASD que en
el método LRFD, esto influenciado principalmente por la inexistencia de factores de
amplificación definidos para cada tipo de carga.

Conceptualmente usado durante los últimos 100 a 110 años aproximadamente, este
método evolucionó, y el año 2005 fue definido por la especificación AISC como un método
alternativo al método LRFD, pero esta vez modificando su nombre a Diseño por Resistencia
Admisible y por tanto manteniendo su sigla ASD (Allowable Strength Design). Esta nueva
era del método ASD, que responde principalmente a la presión de la práctica ingenieril
acostumbrada a utilizar este método de diseño, reconoce que el diseño, al igual que el
método LRFD, debe estar basado en estados límites, considerando por tanto las mismas
definiciones para la estimación de las resistencias nominales que el método LRFD.

Las distintas combinaciones de cargas para este método pueden observarse en el capítulo
6 del presente documento.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

4.6. Relación ASD - LRFD

Para lograr diseños que presenten los mismos niveles de confiabilidad y seguridad
descritos por el método LRFD, y considerando que las resistencias nominales son
equivalentes para ambos métodos, el método ASD relacionó a los factores de minoración
de resistencia 𝜙 con los factores de seguridad Ω. Esta relación adoptó la calibración original
del método LRFD al método ASD 1978 considerando nuevamente la razón L = 3D junto
con la combinación estándar de cargas muertas D y cargas vivas L. Se tiene por tanto la
siguiente relación para 𝜙 y Ω:

𝜙𝑅𝑛 =1.2𝐷 1.6𝐿(𝐿𝑅𝐹𝐷)| 𝑅𝑛 Ω=𝐷 𝐿 (𝐴𝑆𝐷) 𝜙𝑅𝑛 =1.2𝐷 1.6∙3𝐷(𝐿𝑅𝐹𝐷)| 𝑅𝑛 Ω=𝐷 3𝐷 (𝐴𝑆𝐷) 𝑅𝑛
=6𝐷 =4𝐷∙Ω 𝜙

𝜙
Ω = 1.5

𝜙𝑅: = 1.2𝐷 + 1.6𝐿 (𝐿𝑅𝐹𝐷) | 𝑅: ⁄Ω = 𝐷 + 𝐿 (𝐴𝑆𝐷)

𝜙𝑅: = 1.2𝐷 + 1.6 ∙ 3𝐷 (𝐿𝑅𝐹𝐷) | 𝑅: ⁄Ω = 𝐷 + 3𝐷 (𝐴𝑆𝐷)

6𝐷
𝑅: = = 4𝐷 ∙ Ω
𝜙

1.5
Ω =
𝜙 (4-3)

La Ecuación (4-3) define la relación entre los factores 𝜙 y Ω que son considerados por la
especificación (salgo algunas excepciones de calibración). Conforme a aquello podemos
encontrar que los típicos factores de minoración 𝜙 = 0.90 y 0.75 (falla dúctil y frágil
respectivamente) están relacionados con los factores de seguridad Ω = 1.67 y 2.00
respectivamente. No obstante, el método ASD presentará algunas diferencias respecto al
método LRFD para relaciones de carga L/D distintas a 3. La Tabla 4.2 presenta un listado
con factores de minoración 𝜙 y factores de seguridad Ω para distintos estados límites a
verificar en elementos prismáticos.

En resumen, el presente capítulo permite establecer que el método LRFD presenta una
formulación racional probabilística adaptable a nuevos estados de carga y a distintos
materiales, y de la misma forma es flexible para poder controlar los distintos niveles de
riesgo a considerar en el diseño. Por otro lado, el método ASD no tan robusto en términos
teóricos, aunque es un método que ha demostrado buenos resultados y por tanto aún es
considerado por los ingenieros estructurales. Sin embargo, a medida que avanzan los
tiempos este método ha comenzado a quedar atrás para el cálculo de las resistencias
nominales.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Finalmente, es importante mencionar que en la actualidad el método LRFD es el preferido


para el dimensionamiento de los elementos estructurales a través de criterios de
resistencia. A su vez, el método ASD sigue siendo considerado de manera predominante
en criterios de verificación de serviciabilidad, estabilidad y diseño de refuerzos, definiendo
usualmente nivel de diseño como esfuerzos de trabajo.

Tabla 4.2. Factores de minoración de resistencia y seguridad.

4.7. Referencias

1. AISC, 2010, “Specification for structural steel buildings, ANSI/AISC 360-10”.


American Institute of Steel Construction, Inc., Chicago, IL.

2. AISC, 2003, “Floor Vibrations Due to Human Activity -11 Steel Design Guide
Series”. American Institute of Steel Construction, Inc., Chicago, IL.

3. ASCE, 2010, "Minimum Design Loads for Buildings and Other Structures",
ASCE/SEI 7-10, American Society of Civil Engineers, Reston, Virginia.

4. Crisafulli, F., 2014, “Diseño sismorresistente de construcciones de acero”,


Asociación Latinoamericana del Acero – Alacero, Santiago, Chile.

5. Galambos T.V, 1972, “Load Factor Design of Steel Buildings”, Engineering Journal,
AISC, 9, 3, 108-113.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

6. Galambos T.V, Ellingwood B., MacGragor J, Cornell C, 1982, “Probability Based


Load Criteria: Assessment of Current Design Practice”, Journal of the Structural
Division 108(5):959-977.

7. McCormac, J., Csernak, S., “Structural Steel Design”, Pearson Education 5ta
Edición.

8. Naeim, F., 2001, “Seismic Design Handbook, Chapter 9. Seismic Design of Steel
Structures” Kluwer Academics Publisher, USA.

9. NCh427/1:2016, 2017, “Estructuras de Acero – Parte 1: Requisitos para el cálculo


de estructuras de acero para edificios”, Instituto Nacional de Normalización,
Santiago, Chile.

10. Nowak, A. Collins, K., 2012, “Reliability of Structures”, CRC Press Taylor & Francis
Group, Abingdon, Reino Unido.

11. Salmon, C. G. y Jhonston, B. G., 2008, “Steel Structures, Design and Behavior”,
Harper Collins Publishers, 5ta Edición.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Ramón Montecinos C.
Ingeniero Civil Estructural

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

5.1 Cargas: conceptos generales

Probablemente el mejor nombre para designar las acciones que la naturaleza o el uso
imponen a una estructura, sería justamente ese: “acciones”, sin embargo, lo frecuente es
denominarlas “cargas” en una referencia a la solicitación histórica original: la carga o peso
que una estructura recibe.

Con esa salvedad, que no es irrelevante pues alerta al error frecuente identificar las cargas
únicamente con fuerzas que recibe la estructura ignorando otras acciones de diferente
naturaleza, seguiremos el uso y nos referiremos a “cargas” en el sentido más amplio que
le corresponda.

La determinación de las cargas es una tarea engañosamente simple y es frecuente que el


diseñador invierta en ella una fracción menor del tiempo para dedicar la mayor parte al
modelo de análisis, ignorando que el mejor modelo si es solicitado por un sistema errado
o incompleto de cargas, entregará un resultado peor que el que se obtiene con un modelo
simple con cargas bien estimadas.

Al referirnos a las cargas y su determinación, ilumina usar el verbo “estimar”. En efecto,


cualquiera sea la estructura, nuestra aproximación a sus cargas solo será una estimación
con el contenido de incertidumbre que la palabra transmite, lo que debe inducir al
diseñador a tener presente que el análisis más refinado sólo entregará aproximaciones de
los esfuerzos internos con un nivel de certeza no superior al que tengan las cargas.

Para establecer las cargas, el diseñador debe comenzar por entender la naturaleza de cada
acción, recordando que siempre es preciso idealizar para comprender: ¿Se trata de una
fuerza concentrada como la descarga de la rueda de un vehículo sobre una losa? ¿Es una
presión como la que ejerce el viento? ¿Una aceleración en la base como la que impone un
sismo? ¿Una dilatación como la que genera un incremento de temperatura?.

Una vez comprendida la acción, podemos cuantificar y para ello se cuenta con normas para
las cargas más comunes, literatura técnica para casos especiales y necesidad de pensar
para los casos únicos. Pero todo comienza con la comprensión.

Rara vez el conjunto de cargas se reduce a una única carga. Por el contrario, lo usual es
que exista un número variable de cargas actuando sobre la estructura en general y sobre
cada miembro de ella en particular.

Es por consiguiente necesario comenzar siempre por identificar en extenso el número de


cargas que están presentes y para ello lo mejor es preparar un listado completo de todas
las cargas, sean relevantes o no, ya que la peor es la carga olvidada.

63
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

5.2. Cargas para el diseño de edificios

En los edificios las cargas que siempre es preciso considerar son las permanentes, las
sobrecargas o cargas de uso, el viento y el sismo.

De manera adicional y normalmente afectando sólo de manera local, se agregan algunas


cargas debidas a la operación de equipos menores, temperatura, retracción, etc. Para
construcciones ubicadas en zonas cordilleranas es necesario agregar la nieve.

Las cargas permanentes son aquellas que no experimentan variaciones significativas a lo


largo del tiempo. En general se identifican con las fuerzas gravitacionales o peso de los
miembros y partes de la construcción que no varían en el tiempo. También se denominan
“peso propio” o “dead load”.

De acuerdo con esa definición restringida, bajo ese concepto se debe incluir a:

- Peso propio de los elementos estructurales y las terminaciones.


- Peso propio de equipos fijos y sus instalaciones.

La identificación del peso como única carga permanente, es una visión limitada: en el
sentido más amplio, cargas permanentes son todas las que tienen una variación muy
pequeña en el tiempo y en ese sentido es razonable designar de esa manera, por ejemplo,
los empujes permanentes que experimenta un estanque siempre lleno de agua.

Sin embargo por razones de comodidad, lo normal es que se reserve la denominación


“carga permanente” para las derivadas del peso, pero el concepto de carga permanente
como todas aquellas que presentan variaciones marginales en el tiempo, se debe retener
al momento de construir las combinaciones de cargas, ya que para todas aquellas cuya
variación es marginal en el tiempo y que se pueden estimar con un grado de certidumbre
similar al del peso propio, se puede utilizar el mismo tratamiento que el que se da a las
cargas gravitacionales.

Las sobrecargas o cargas de uso corresponden a las acciones variables provenientes del
uso que tiene la construcción, excluyendo las permanentes y las acciones del ambiente
(viento, nieve, sismo, etc.).

En el caso de los edificios, normalmente esta carga se asimila a una fuerza vertical por
unidad de superficie, que está bien establecida en las normas y es diferente según el uso
de la construcción. Es esa la “sobrecarga” o “carga uniforme” que de inmediato se viene
a la mente del diseñador, con el riesgo de olvidar otras acciones que pueden estar
presentes.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Producto de una larga tradición y de investigaciones estadísticas, la sobrecarga de uso está


bien establecida en la normativa para una amplia variedad de casos y usos del edificio. En
Chile la norma que las establece es la NCh1537.

Viento, nieve y sismo son acciones del ambiente que no requieren mayor explicación para
los efectos de este capítulo y su cuantificación corresponde a las normas dedicadas a cada
una de ellas.

En Chile las normas que definen estas cargas son:

- NCh431: Diseño estructural-Cargas de nieve.


- NCh432: Cálculo de la acción del viento sobre las construcciones.
- NCh433: Diseño sísmico de edificios.
- NCh2745: Análisis y diseño de edificios con aislación sísmica.
- NCh3411: Diseño sísmico de edificios con sistemas pasivos de disipación de
energía.

Finalmente, es preciso considerar que en algunos edificios hay otras cargas como
circulación de vehículos, equipos mecánicos o eléctricos menores, ascensores y otros cuyas
cargas deben ser consideradas en el diseño. La metodología usual es asimilarlas a cargas
estáticas equivalentes, incorporando parámetros de ajuste.

5.3. Cargas para el diseño de estructuras e instalaciones industriales

Las estructuras industriales en general reciben cargas de la misma naturaleza que los
edificios y algunas adicionales derivadas de su uso, que si bien pueden incluirse en el
amplio concepto de “sobrecarga” o “cargas de uso” por conveniencia del diseño es
preferible explicitar de manera más detallada.

En primer lugar, siempre es necesario tener presente que en el caso de los edificios, la
estructura tiene como objeto recibir acciones del ambiente y cargas de uso normalmente
estáticas, en general sencillas de evaluar. Son las que denominamos “sobrecargas”, que
en los casos de edificios típicos de hormigón son de magnitudes inferiores a las de peso
propio, lo que determina un escenario con claro predominio de las cargas permanentes.

Diferente es el caso de las instalaciones industriales, ya que las cargas de uso son en estos
casos de muy variado origen, normalmente con amplificaciones dinámicas y magnitudes
superiores a las cargas provenientes del peso propio.

Si a lo anterior sumamos que en ese escenario incierto el ambiente solicitará a la estructura


con vientos inesperados y muchas veces superiores a los que se espera en el radio urbano
o sobrevendrá un sismo severo frente al cual se espera que la operación de la planta se
interrumpa por un tiempo breve, es necesaria una visión de las cargas detallada y

65
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

cuidadosa para establecer el marco de las solicitaciones.

El tratamiento de las cargas tiene dos etapas: la enumeración cuidadosa de todas ellas, lo
que puede requerir una investigación con los especialistas del proceso y luego, la
cuantificación de las acciones enumeradas.

El mejor consejo que se puede dar en relación con las cargas es destinar tiempo suficiente
a su identificación y cuantificación, reconociendo que se trata de una tarea tediosa para un
ingeniero ansioso de iniciar la modelación y el análisis de sus pórticos tridimensionales y
que muchas veces deberá realizar ingratas investigaciones previas al anhelado ingreso a su
espacio de confort.

Esas investigaciones casi siempre requieren trabajos que involucran estudios de otras
disciplinas: efectos eléctricos (cortocircuitos, etc.), hidráulicos (golpes de ariete, efectos de
flujos, etc), mecánicos (impactos, amplificaciones dinámicas, etc.) y otras difíciles de prever
acá.

En consideración a la variedad de procesos industriales, equipos y sistemas mecánicos o


eléctricos, es imposible establecer un listado de todas las acciones que las estructuras
pueden recibir, por lo que el énfasis de este texto es alertar al diseñador a asumir una tarea
que inevitablemente enfrentará solo y el único acompañamiento que le podemos entregar
son solo algunas alertas y consejos.

En términos muy generales, es necesario que el ingeniero entienda en primer lugar la física
del proceso (mecánico, eléctrico, hidráulico, etc.) que genera la acción solicitante y para
ello no debe dudar en pedir ayuda a los especialistas de otras disciplinas y a los
proveedores de los equipos.

Mostrar que se ignora algo es indicio de sabiduría y nadie le pide a un ingeniero saber
todo de todo. Sin embargo, es altamente recomendable que el diseñador intente, con la
información recogida y apelando a sus limitados conocimientos de las otras disciplinas,
estimar las acciones que los equipos y procesos impondrán a su estructura. Si sus números
gruesos confirman los que entrega el proveedor, el camino del diseño será venturoso y se
sentirá mucho más seguro.

En la mayor parte de los casos especiales será necesario apelar a normas internacionales,
especificaciones de los fabricantes o trabajos de la literatura técnica. En todos ellos la
responsabilidad de su uso, comprensión y aplicación queda en manos del diseñador, que
antes de aplicarlos, debe entenderlos en lo relativo a su alcance, hipótesis, grados de
seguridad, valores extremos y medios, etc.

Es importante que en el proceso de búsqueda de información se utilicen fuentes


reconocidas y validas dentro del contexto. La utilización de fuentes informales o poco

66
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

fiables puede conducir a errores muy significativos durante el diseño, los cuales para todo
efecto práctico serán atribuibles únicamente al ingeniero responsable del proyecto.

A continuación, se entrega una lista de cargas frecuentes que aparecen en los diseños
industriales y la manera usual de enfrentar su cuantificación:

Tabla 5.1: Recomendaciones para estimar cargas

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

En teoría, el tratamiento de las cargas debe ser estadístico y para ello se debería contar
con la información que permita construir las distribuciones respectivas. La realidad es que
salvo para la sobrecarga de pisos en edificios habitacionales y urbanos en general, esa
información es desconocida y, por consiguiente, su tratamiento probabilístico es limitado
y solo se puede hacer analogías y aproximaciones cualitativas.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

En general el criterio que se debe aplicar es estimar las cargas de uso de la estructura como
aquellas que sean las mayores en cualquier condición de operación, normal, defectuosa o
incluso extrema.

Deben ser, por consiguiente, una cota conservadora y para ello el diseñador es libre de
amplificar los valores entregados por los proveedores de equipos o los especialistas en el
proceso, en un difícil equilibrio entre la seguridad de la obra y el incremento del costo.

Como ejercicio instructivo, haga una estimación conservadora el peso por unidad de
superficie del recinto en que se encuentra y de otros similares, construyendo una pequeña
estadística y compárelo con la sobrecarga de uso que la norma NCh 1537 indica para ellos.
De esa manera tendrá una vivencia del grado de seguridad que la norma incorpora en las
cargas: la sobrecarga de la norma no es la media, sino una cuya posibilidad de ser superada
es extremadamente baja.

Ese debe ser el concepto que guie la estimación de las cargas.

Dado que en la industria las cargas de uso dependen del proceso y sus muchas variaciones,
es imprescindible contar con la información y el apoyo de los especialistas en las diversas
disciplinas y posteriormente, el diseñador debe introducir las correcciones y factores que
su buen juicio recomiende. A continuación, se entregan algunos criterios:

Tabla 5.2: Criterios para estimar cargas

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Cuadros de cargas o cuadros de reacciones: En el caso de equipos importantes, el


proveedor debe entregar cuadros de cargas o cuadros de reacciones.

Se trata de cuadros que resumen las reacciones en los apoyos del equipo para permitir el
diseño de los miembros estructurales que lo recibirán.

El cuadro de reacciones debe contener toda la información de los esfuerzos en los apoyos,
ya sea como reacciones específicas en cada uno de los soportes o como reacciones
globales del sistema. Todas deben ir con sus signos.

Las reacciones deben entregarse como estados de cargas puros, sin mayorar ni combinar,
pero debe contener toda la información que permita entender cómo se deben o pueden
combinar.

Se debe considerar: cargas permanentes, sobrecargas de uso, sismo en sus tres


componentes y en ambas direcciones, viento, otros estados de carga de relevancia a juicio
del fabricante (impactos, amplificaciones), etc.

Es recomendable que el cuadro de reacciones se complemente con un plano de


disposición de pernos de anclaje que contenga toda la información necesaria para el
posicionamiento y detalle de esos elementos: posición en planta de cada uno de los pernos
y disposición de cada conjunto, con todas sus cotas en planta, coordenadas, vínculos con
ejes generales u otra información que permita ubicar el equipo en el conjunto de la planta.

El fabricante también se debe entregar los requisitos especiales que el equipo demande a
sus apoyos: deformaciones máximas tolerables, rigideces mínimas necesarias para la buena
operación, giros máximos, límites de frecuencias, etc.

5.4. Combinaciones de cargas: conceptos generales

La normativa de las combinaciones de carga es general y no es posible aplicarla de manera


directa a todo tipo de estructuras sin mediar una reflexión que permita confirmar algunos
de los términos previstos en ella, modificarlos o generar nuevas combinaciones.

Eso es reconocido por la normativa, cuya intención si bien es cubrir la mayoría de los casos,
reconoce la imposibilidad de conseguirlo, explicitando que las combinaciones indicadas
en ella no son exhaustivas, debiendo el diseñador ejercer su criterio para establecer las
combinaciones más desfavorables para cada situación.

En el caso de las instalaciones industriales complejas y sus estructuras complementarias,


esa tarea es imprescindible y se debe realizar a la luz de los principios generales que deben
regir la construcción de las combinaciones de cargas.

71
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Entre esos principios o criterios guía tenemos:

a. Se deben establecer las combinaciones de cargas que produzcan los efectos más
desfavorables en la estructura, fundación o elemento estructural considerado.
Ellas pueden, por consiguiente, ser diferentes para distintos elementos.
Las combinaciones deben ser posibles aunque su probabilidad sea baja.
b. En algunos casos lo anterior puede ocurrir cuando una o más cargas no están
presentes.
Se debe considerar que las únicas cargas que siempre están presentes son las
derivadas del campo gravitacional y también ellas pueden presentar variaciones
cuya sensibilidad debe ser recogida por las combinaciones de cargas.
c. Si una carga tiene un efecto favorable para una combinación particular, debe ser
considerada como no presente. Si se trata del peso propio u otra acción
inevitablemente presente, debe ser considerada reducida.
d. Para determinar las combinaciones de cargas que incluyan las derivadas de la
operación de equipos, el diseñador debe estudiar el conjunto de acciones
compatibles y sincrónicas (fuerzas, momentos, torques, etc.) de manera de cubrir
todo el rango de las posibilidades de funcionamiento del equipo, tanto en
magnitud como en dirección o sentido de la acción.

El término “compatible” se refiere a que las acciones supuestas simultaneas, deben ser
consistentes y posibles desde el punto de vista físico.

La “sincronicidad” de ellas dice relación con la condición de que la ocurrencia de una cierta
acción que implica la de otras, obliga a que ellas sean consideradas en la combinación.

De manera opuesta, si una acción no es físicamente compatible con otra, no pueden ambas
formar parte de la misma combinación.

Lo anterior se puede traducir en el sentido que la construcción de la combinaciones de


cargas debe recoger el principio que, si una acción mecánica actúa, no pueden estar
presentes aquellas que son incompatibles con ella y a su vez, pueden estar todas las que
no tienen esa incompatibilidad y deben estar las que generen situaciones de mayor
criticidad.

e. En el caso específico de cargas provenientes de equipos mecánicos o eléctricos, su


valor debe considerar las eventuales amplificaciones dinámicas, de impacto, etc. En
los casos en que esos efectos tengan diferentes valores para situaciones distintas
(amplificación dinámica en condición normal de operación, en condición de falla,
etc.) se adoptaran valores consistentes con la situación considerada en el diseño.
f. En el caso específico de cargas provenientes de dispositivos mecánicos cuya
capacidad de uso esta reducida por factores de seguridad, para las combinaciones

72
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

en que el diseñador las incluya como cargas extremas, ellas deben tomar el valor
máximo posible.

Lo anterior se traduce en el sentido que en aquellas combinaciones en que la carga


proviene de la resistencia o capacidad del dispositivo, ese valor debe ser determinado sin
usar factores de reducción o seguridad y el material debe evaluarse en sus condiciones
más probables de resistencia.

Ello es análogo al procedimiento que se utiliza para el diseño de las conexiones por
capacidad del elemento, en que la resistencia del material a considerar debe utilizarse su
valor más probable y no el mínimo característico de diseño.

g. La construcción de las combinaciones de cargas puede materializarse en cualquiera


de los espacios de diseño: ASD de cargas sin mayorar y resistencias admisibles o
LRFD de cargas mayoradas y resistencias minoradas.
Para cada combinación, la construcción de ella en uno de los espacios debe ser
consistente con la correspondiente en el otro, de manera que ambos diseños sean
similares.
Es importante recordar que todas las verificaciones de estados de serviciabilidad
(deformaciones, vibraciones, etc.), se deben realizar en el marco de las
combinaciones ASD.

5.5. Combinaciones de cargas en edificios

Las combinaciones de las cargas que se deben considerar en el diseño de los edificios
están bien cubiertas en la norma NCh3171, análoga a en este aspecto a la ASCE 7.

Situaciones especiales en que otras cargas diferentes de las típicas aparezcan en el diseño,
pueden ser fácilmente resueltas agregando algunas combinaciones construidas de acuerdo
con los criterios presentados.

En el caso de edificios de estructura de acero, es posible que sea necesario algún cuidado
para incorporación de combinaciones con cargas ausentes para el diseño de elementos
particulares con miras a obtener sus esfuerzos máximos.

5.6. Combinaciones de cargas en estructuras industriales

En las estructuras industriales, especialmente aquellas en que los procesos que alojan son
de gran complejidad o con equipos especiales, la construcción de las combinaciones de
cargas inevitablemente demandara reflexión y dedicación. Eso hay que respetarlo y
considerarlo en los plazos de desarrollo del proyecto.

73
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Al igual que para el diseño de edificios, el documento base para construir las
combinaciones es la norma NCh3171 que tiene las mismas combinaciones que la ASCE 7,
sin embargo, en este caso su uso no es tan directo y se deben poner en acción todos los
principios enumerados en orden a construir las combinaciones que, siendo
conservadoramente realistas y físicamente factibles, maximicen los esfuerzos.

En la NCh3171 las cargas que figuran son:

- D: Carga permanente
- L, Lr : Cargas de uso de piso y techo, respectivamente
- R: Carga de lluvia (rara vez es crítica en nuestros proyectos)
- S: Carga de nieve (muy importante para la minería de alta cordillera)
- W: Carga de viento (critica para estructuras livianas o que puedan estar vacías)
- E: Carga sísmica
- F: Carga debida a líquidos
- H: Empujes laterales: tierra y graneles, con o sin sismo
- T: Fuerzas internas

A ellas es preciso agregar dos cargas especiales que pueden presentarse durante los
sismos (y por extensión y analogía, en los temporales de viento):

- SO: Carga especial de operación que estando activa al inicio del sismo, no se
interrumpe por su ocurrencia.
- SA: Carga accidental de operación derivada de la ocurrencia del sismo.

Tabla 5.3: Combinaciones de cargas básicas consideradas en la NCh 3171

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Para extender razonablemente la construcción de combinaciones de cargas se debe tener


presente el concepto básico que guía su construcción en el escenario LRFD de la ASCE 7:
Cada combinación se construye considerando presente de manera simultánea las cargas
permanentes, una de las cargas variables con el valor máximo que puede alcanzar en la
vida de la estructura (carga primaria) y todas las restantes cargas (cargas concurrentes) con
valores de operación normal razonablemente conservadores.

Por otro lado, para que ambos escenarios de diseño sean equivalentes, se debe cumplir
que la resistencia requerida que entregan ambos diseños, LRFD y ASD, deben ser iguales
o muy similares. Esto equivale, para cada combinación, que Ru = 1.5 Ra.

Lo anterior permite una simplificación sencilla y razonable, considerando la falta de


sustento estadístico para las cargas de operación en la industria: construya las
combinaciones en ASD, tratando todas las cargas de operación como la norma trata “L” y
para obtener la respectiva en el diseño LRFD, amplifique la combinación completa por 1.5.

Para construir las combinaciones requeridas en ASD, nos remitimos a las de la norma NCh
3171 y tratamos todas las cargas permanentes como es tratada “D” y todas las de
operación, incluso “SO” y “SA”, como es tratada “L”.

Recomendaciones finales
1. Determinar las cargas es tan importante como construir el modelo de análisis y se
debe destinar a esa tarea el tiempo que requiera.
2. Un error frecuente es transar en aras del tiempo y utilizar cargas no afinadas,
exageradas o simplemente erróneas. El error de las cargas es siempre inferior al
error de los esfuerzos que el análisis entrega. En el mejor de los casos, igual.
3. Al inicio del trabajo, se debe hacer una lista con todas las cargas y luego ir
descartando las que no tienen importancia o no controlan el diseño.
4. La peor carga es la olvidada.
5. En el mundo industrial, es preciso pensar cuidadosamente las cargas, estimado
cada una de ellas como la máxima conservadoramente posible.
6. Construir las combinaciones de carga es una tarea igual de importante. No es
solución sumar todas las cargas o combinarlas todas con todas.
7. Las combinaciones de cargas buscan representar todos los escenarios posibles,
incluso aquellos con muy baja probabilidad de ocurrir, para encontrar las
situaciones extremas de solicitación de los diversos elementos de la estructura. Sin
embargo, deben evitarse los escenarios imposibles o los inviables físicamente.
8. Algo de perogrullo: viento y sismo tienen que ser considerados en ambos sentidos
para cada dirección (¡¡cualquier dirección!!), sin embargo, esa no es una ley
universal: no todas las cargas tienen ±: por ejemplo, el tirón de una correa tiene
una dirección bien definida y única.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

9. En todo diseño, el ingeniero debe intuir o deducir un pequeño grupo de


combinaciones críticas: no más de 5, de preferencia 2 o 3, ojalá 1, que pueda
manejar manualmente para controlar los procesos computacionales.
10. Evite como su peor enemigo toda acción automática de diseño. El principal
resultado de su trabajo es el que proviene de su reflexión solitaria.
11. Las recomendaciones del presente capítulo tienen un grado de arbitrariedad y
reflejan en gran medida las preferencias y experiencia del autor: son los mejores
consejos que puede entregar pero que al ser aplicados a un escenario de diseño
particular, ¡¡el diseñador (Ud.!!) deberá caminar solo y modificar o adaptar lo que
le parezca mejor a su buen criterio, que el autor espera haber alimentado con este
texto.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Cristian Urzúa A.
Ingeniero Civil Estructural, MSc.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

6.1 El origen del ingeniero estructural

Hoy en día la intervención de los ingenieros estructurales en el diseño y construcción de


obras de infraestructura nos parece algo normal e ineludible, sin embargo, esta
participación es reciente en términos de la historia humana. Para poder mirar hacia
adelante es necesario que entendamos un poco el pasado, revisando cuales fueron los
factores que impulsaron la participación de los ingenieros en el diseño de obras civiles, y
como este acercamiento ha contribuido al desarrollo de la construcción hasta niveles
desconocidos en épocas anteriores.

En la antigüedad, el diseño y construcción de obras estaban a cargo del “arquitecto”.


Etimológicamente, “arquitecto” proviene del griego αρχιτεκτων, compuesto por αρχι
(archi) “jefe, guía, principal” y τεκτων (tecton) “construcción, obras”. El “arquitecto”, o
jefe de obras, era el encargado de todas las actividades relacionadas con la construcción,
pasando desde la elección de formas y materiales, hasta la dirección de la faena misma de
construcción.

Ya en el siglo I a.C. Vitruvio postula que el “arquitecto” se debe tanto a la práctica como a
la teoría, y que “aquellos arquitectos que confían exclusivamente en sus propios
razonamientos y teorías, y no son hábiles en el trabajo manual de obra, persiguen más una
sombra que la realidad”. En la Edad Media este enfoque se mantiene, siendo los
“arquitectos” los maestros albañiles más experimentados, conocedores del arte de la
geometría y la composición de las formas, capacitados tanto para el diseño como para
labrar la piedra. Un maestro masón (del francés “maçon”, albañil) debía ser versado tanto
en el diseño, como en el trabajo de la piedra, para ser reconocido como tal.

Por otra parte, el “ingeniero” moderno aparece recién en el siglo XVI, nombre derivado
del término francés “engin” (artefacto o máquina de guerra) y era el encargado de diseñar
y construir los elementos de protección y destrucción en tiempos de guerra.
Progresivamente los ingenieros comienzan a involucrarse en asuntos no militares, y en 1716
se crea en Francia el cuerpo de Ponts et Chaussées, formado por ingenieros del estado a
cargo de las obras publicas. La formación específica de estos ingenieros impulsa en 1747
la fundación de la École Nationale des Ponts et Chaussées y en 1794 la Ecole
Polytechnique; estas escuelas serán el modelo para seguir por el resto de Europa. En Chile,
en tanto, la primera escuela de ingeniería perteneciente a la Universidad de Chile se
inaugura en 1842 bajo el gobierno del presidente Manuel Bulnes.

A finales del siglo XIX la aparición del hierro revoluciona la construcción y la arquitectura
en todo ámbito de manera radical, siendo el estudio y entendimiento del comportamiento
mecánico de este y siguientes nuevos materiales, como el hormigón armado, la
especialización que separa definitivamente las funciones de arquitectos e ingenieros. De
aquí en adelante, los ingenieros estructurales pasaran a ser parte indispensable del
proceso de diseño, lo que cimenta el origen de la compleja relación entre arquitectos e

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

ingenieros tal como la conocemos hoy en día.

6.2 Importancia de la configuración estructural

Es común encontrar en la práctica profesional el vicio de la incorporación tardía del


ingeniero estructural en los proyectos de construcción. Esto se traduce en que la
configuración estructural se ha definido en gran medida antes de que el ingeniero haya
podido intervenir para velar por una transmisión fluida de cargas desde la estructura al
suelo de fundación. Lo anterior ocurre tanto en estructuras de edificación urbana; donde
el arquitecto enfrenta el diseño a partir de un enfoque estético y de optimización de los
espacios disponibles; como en estructuras industriales, donde la definición de la
disposición mecánica de equipos y zonas de tránsito predeterminan la forma de las
instalaciones en gran medida. En este contexto, los ingenieros deben hacer importantes
esfuerzos analíticos y de diseño para proveer de resistencia y rigidez suficiente al esqueleto
estructural deficientemente preconcebido, resultando estructuras de comportamiento no
siempre predecible o deseable.

Aun cuando hoy en día las estructuras pueden tener altos grados de sofisticación en
términos de su análisis estructural y diseño, la experiencia ha mostrado que estructuras con
estructuraciones sanas, incluso diseñadas sin cálculos complejos o análisis sísmicos
refinados, han presentado un comportamiento adecuado durante sismos severos pasados.
Ejemplo de esto en nuestro país, donde la experiencia en la construcción en acero se
encuentra fundamentalmente en el área industrial, es la siderúrgica Huachipato de CAP
(Figura 6.1). Huachipato, inaugurada el año 1950, fue la primera siderúrgica emplazada en
una zona de alto riesgo sísmico. En 1960, la planta se vio expuesta al terremoto más grande
registrado por la humanidad, el que con una magnitud Mw de 9.5 y una distancia al
epicentro de 160 km., no causó grandes daños a las instalaciones.

Figura 6.1: Siderúrgica Huachipato de CAP (Fuente: CChC).

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Por otra parte, estructuras que han sido objeto de análisis sísmicos complejos, pero que en
su configuración estructural muestran un alto grado de irregularidad, tendiente a la
concentración de esfuerzos en singularidades, han presentado fallas considerables,
llegando en varias oportunidades al colapso global. Caso emblemático de lo anterior es el
edificio Alto Río en Concepción (Figura 6.2), el cual colapsó durante el sismo del 27 de
febrero de 2010 por razones atribuibles a efectos combinados, tanto de cálculo estructural
como de construcción, más que a condiciones especiales del terreno o propias del evento
sísmico.

Figura 6.2: Edificio Alto Río en Concepción (Fuente: Claudio Núñez).

De esta manera, la intervención temprana del ingeniero estructural en el diseño


arquitectónico es fundamental para asegurar un comportamiento adecuado de la
estructura, tanto para cargas estáticas como sísmicas. Como señala el célebre ingeniero
español Eduardo Torroja en su libro Razón y ser de los Tipos Estructurales: “Es un error
demasiado corriente empezar a calcular la viga número 1 sin haber antes meditado si la
construcción debe llevar vigas o no”.

Por su parte, definir qué es una estructuración sana no es una tarea trivial, dado el gran
número de condicionantes que pueden modificar el comportamiento estructural de una u
otra manera. Tanto es así que este esfuerzo ha sido hecho desde las versiones más
tempranas de los códigos de diseño sísmico, manteniéndose hasta hace poco
fundamentalmente como una declaración de buenas intenciones. A continuación, se
intentará revisar desde aspectos generales a particulares, los factores que definen una
estructuración saludable.

81
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

6.3. Requisitos de Estructuración

En términos generales se pueden definir cuatro conceptos como las bases de una buena
estructuración de una estructura sismorresistente:

a. La estructura debe poseer una configuración de elementos estructurales que le


confiera resistencia y rigidez a cargas laterales en cualquier dirección. Esto se logra
generalmente, proporcionando sistemas resistentes en dos direcciones ortogonales
(Figura 6.3).

Figura 6.3: (Izq.) Estructuración inestable en el sentido transversal. (Der.) Estructuración


estable en todas las direcciones (ejes extremos no mostrados análogos a los mostrados).

b. La configuración de los elementos estructurales debe permitir un flujo continuo,


regular y eficiente de las fuerzas desde el punto en que estas se generan hasta el
suelo de fundación. Este principio aplica tanto a cargas verticales (peso propio,
sobrecargas de uso, etc.), como a cargas laterales (viento, sismo u otras) (Figura
6.4).

Figura 6.4: (Izq.) Estructuración de flujo discontinuo de cargas a la fundación. (Der.)


Estructuración con flujo de carga continuo.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

c. Se debe evitar la amplificación de vibraciones, concentración de esfuerzos y la


vibración torsional que pueden producirse por la distribución irregular de masas o
rigideces en planta o elevación. Para tal fin conviene que la estructuración sea:

i. Sencilla: El flujo de carga debe transitar por la ruta más corta desde donde se
origina hasta el suelo de fundación.

ii. Regular: La distribución de peso propio y sobrecarga de uso no debe


experimentar variaciones considerables en altura. Debe evitarse la concentración
de peso relativo importante en los niveles superiores, debido a la amplificación de
aceleración que experimentan dichos niveles por efectos dinámicos durante un
sismo severo. En planta en tanto, se debe tratar de que el centro de masa (CM) de
cada nivel coincida con el centro de rigidez (CR), de manera de minimizar la
vibración torsional de la estructura (Figura 6.5).

iii. Simétrica: Las líneas resistentes deben ser simétricas respecto a los ejes
horizontales de la estructura, de manera de minimizar la deformación torsional.
Además, para maximizar la resistencia torsional en planta, conviene que las líneas
resistentes se dispongan en lo posible cercanas al perímetro de la estructura.
También es recomendable que en cada nivel el sistema de piso se deforme como
un cuerpo rígido en el plano horizontal (Diafragma rígido). Este comportamiento
permite que la transferencia de carga sea estable y se aproveche toda la
redundancia que el sistema pueda presentar (Figura 6.6).

Figura 6.5: Concentración excéntrica de peso en el último nivel induce amplificación de


aceleraciones y torsión en planta.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 6.6: Planta arriostrada con comportamiento rígido para cargas laterales (Diafragma
rígido). Notar que la simetría del sistema (arriostramientos verticales en negro) favorece
minimizar la torsión en planta.

iv. Continua: El flujo de carga no debe interrumpirse en su viaje al punto de


resistencia. Esto implica evitar las discontinuidades del sistema resistente, tanto en
planta como en elevación, dada la concentración de esfuerzos que se producen en
dichas singularidades (Figura 6.7).

Casos típicos de este tipo de discontinuidades son el llamado “Piso Blando” y las
estructuras fundadas en desnivel con columnas de distinta altura (Figura 6.8). En el primer
caso, la rigidez se reduce fuertemente en un nivel respecto a los niveles superiores, y en el
segundo, las columnas más cortas son más rígidas que las más largas. En ambos casos se
genera una importante concentración de esfuerzos en ciertos elementos, debido a la alta
demanda local de ductilidad, lo que puede inducir su colapso. El resto de los elementos
se comportan fundamentalmente de manera elástica. Estructuraciones de este tipo son
propensas al colapso global.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 6.7: Concentración de esfuerzos producto de cambios bruscos de rigidez en el


sistema resistente. En oscuro elementos sobre exigidos.

Figura 6.8: (Izq.) “Piso Blando”: Primer nivel presenta una resistencia ostensiblemente
menor al resto, fomentando la concentración de daño en esta zona. (Der.) Columnas más
cortas toman la mayor parte de la demanda lateral, concentrando el daño en estos
elementos.

d. El sistema resistente lateral de las estructuras sismorresistentes debe ser


redundante y dúctil. Esto significa que, durante sismos excepcionalmente severos,
por un lado, el sistema resistente sea capaz de redistribuir esfuerzos en caso de
pérdida de resistencia de algún elemento del sistema; y por otro, que por medio
de deformación inelástica la energía sísmica introducida sea disipada de manera
estable y eficiente, sin presentar fallas frágiles locales o globales. Adicionalmente,
los elementos resistentes deben tener capacidades de disipación de energía fuera
del rango lineal similares, de lo contrario, podrían generarse excentricidades
torsionales, no consideradas en el diseño inicial, que incrementen la concentración
de esfuerzos y demanda de ductilidad durante la fase inelástica (Figura 6.9).

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 6.9: Líneas resistentes con diferente rigidez y resistencia fuera del rango lineal. En
oscuro continuo, cables; y en segmentado, perfiles metálicos (sólo se muestra sistema
resistente longitudinal).

6.4. Irregularidades estructurales indeseables

Si bien en la normativa nacional no existen requerimientos específicos para controlar


irregularidades del sistema resistente, dejando la estructuración al buen juicio del
ingeniero, sí existen disposiciones tendientes a controlar la rigidez de las estructuras. Como
se mencionó anteriormente, la experiencia nacional en la construcción en acero se
encuentra fundamentalmente en el área industrial, por lo que la mayor parte de las
recomendaciones en este sentido están contenidas en el capítulo 8 de NCh2369. En este
capítulo, disposiciones relativas a la distribución y rigidez de arriostramientos verticales y
horizontales, límites de corte basal y deriva de piso buscan controlar la rigidez y
comportamiento inelástico de las estructuras. En la edificación urbana, en tanto, las
disposiciones contenidas en NCh433 están orientadas principalmente al control de la
rigidez por medio de limitaciones de corte mínimo y deriva de piso máxima. Sin embargo,
dado que NCh433 referencia a las “Seismic Provisions” de ASIC341 para el diseño sísmico
de estructuras de acero, de manera indirecta y un tanto antojadiza, se deberían aplicar las
disposiciones de irregularidades de ASCE7. Lo anterior no está exento de complejidad
debido a las inconsistencias que existen entre NCh433y ASCE7.

Actualmente, la definición de irregularidades más completa disponible corresponde a la


indicada en el estándar ASCE7. ASCE7 incrementa las fuerzas sísmicas para el diseño de
elementos susceptibles de daño por concentración de tensiones, entre otros requisitos,
por lo que es recomendable evitar dichas configuraciones en la mayor medida de lo
posible. A continuación, se presentan esquemáticamente estas irregularidades de modo

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

de tenerlas en consideración desde fases tempranas del diseño. Se deriva al lector


directamente a estándar para más detalles respecto a los requerimientos específicos para
estructuras irregulares.

6.4.1. Irregularidades estructurales horizontales

a. Irregularidad Torsional: Una estructura presenta irregularidad torsional si la deriva


de piso máxima en un extremo, calculada considerando la torsión accidental y
medida perpendicularmente a un eje de la estructura, es mayor a 1.2 veces la deriva
de piso promedio (Figura 6.10).

Figura 6.10: Definición de irregularidad torsional para un nivel dado de la estructura.

b. Irregularidad de Esquina Reentrante: Una estructura presenta irregularidad de


esquina reentrante si las proyecciones de la planta más allá de la esquina reentrante
son mayores al 15% de la dimensión de la planta en la dirección de análisis (Figura
6.11).

Figura 6.11: Definición de irregularidad de esquina reentrante para un nivel dado de la


estructura.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

c. Irregularidad de Diafragma Discontinuo: Una estructura presenta irregularidad de


diafragma discontinuo si la planta presenta una abertura superior al 50% del área
total de la planta (Figura 6.12), o si el diafragma tiene una variación de rigidez mayor
al 50% respecto a los niveles contiguos.

Figura 6.12: Definición de irregularidad de diafragma discontinuo.

d. Irregularidad del Sistema Resistente Fuera de su Plano: Una estructura presenta


irregularidad del sistema resistente fuera de su plano si el sistema resistente lateral
presenta un desfase abrupto de su posición en planta en algún nivel (Figura 6.13).

Figura 6.13: Definición de irregularidad del sistema resistente fuera de su plano.

e. Irregularidad de Sistema No Paralelo: Una estructura presenta irregularidad de


sistema no paralelo si los ejes del sistema resistente no son paralelos a los ejes
principales de la estructura (Figura 6.14).

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 6.14: Definición de irregularidad de sistema no paralelo. En negro líneas del


sistema resistente.

6.4.2. Irregularidades estructurales verticales

a. Irregularidad de Rigidez de Piso Blando: Una estructura presenta irregularidad de


rigidez de piso blando si un nivel cualquiera posee una rigidez lateral menor al 70%
del nivel inmediatamente superior, o menor al 80% de la rigidez promedio de los
tres niveles inmediatamente superiores.

b. Irregularidad de Peso: Una estructura presenta irregularidad de peso si un nivel


cualquiera posee un peso superior al 150% del peso de un nivel adyacente. Si el
último nivel es más liviano que el nivel anterior no se considera irregular.

c. Irregularidad Geométrica Vertical: Una estructura presenta irregularidad geométrica


vertical si la dimensión horizontal del sistema resistente en un nivel cualquiera es
mayor al 130% de la dimensión de este en un nivel adyacente (Figura 6.15).

Figura 6.15: Definición de irregularidad geométrica vertical.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

d. Irregularidad del Sistema Resistente en su Plano: Una estructura presenta


irregularidad del sistema resistente en su plano si el sistema resistente lateral
presenta un desfase abrupto de su posición en elevación en algún nivel (Figura
6.16).

Figura 6.16: Definición de irregularidad geométrica vertical.

e. Irregularidad de Resistencia de Piso Blando: Una estructura presenta irregularidad


de resistencia de piso blando si un nivel cualquiera posee una resistencia lateral
menor al 65% del nivel inmediatamente superior.

6.5. Ventajas y limitaciones de los sistemas estructurales básicos

A continuación, se presentan las principales características de los sistemas estructurales


básicos para la edificación en acero en zonas sísmicas, en términos de su resistencia, rigidez
y capacidad de disipación de energía. Los sistemas básicos corresponden a marcos rígidos,
marcos arriostrados y sistemas mixtos, compuestos por la combinación de los sistemas
básicos anteriores.

6.5.1. Marcos rígidos

Las estructuraciones basadas en configuraciones tridimensionales de marcos rígidos


permiten gran libertad arquitectónica, debido a que los únicos elementos que se proyectan
en altura son las columnas, de sección menor respecto al área en planta de la edificación.
La principal ventaja en términos de su comportamiento sísmico es la gran ductilidad y
capacidad de disipación de energía que presenta. Cuando este sistema se encuentra
correctamente diseñado, la plastificación ocurre en las vigas de manera uniformemente
distribuida en altura (Figura 6.17). Esta amplia distribución de plastificación le permite
disipar grandes cantidades de energía sísmica de manera estable. Su principal desventaja
radica en la flexibilidad que el sistema presenta frente a cargas laterales, dado que la

90
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

rigidez del sistema es función de la rigidez flexura de vigas y columnas. Lo anterior,


presenta dificultades a la hora de mantener las deformaciones de entrepiso dentro de los
márgenes normativos, lo que resulta particularmente crítico en el caso chileno. Si la
restricción de deformación impuesta por la normativa resulta en un diseño demasiado
robusto, se tendrá que la estructura presentara un comportamiento fundamentalmente
elástico. En este caso, es muy importante verificar que la estimación de cargas sísmicas
laterales, basada en una cierta capacidad de reducción de la respuesta por deformación
inelástica, sea consistente con la respuesta real de la estructura, siendo necesario revisar
los factores de reducción utilizados en el diseño para evitar un sub-dimensionamiento del
sistema lateral.

Por otra parte, la flexibilidad del sistema puede ser beneficiosa en términos de la respuesta
dinámica si la estructura se encuentra fundada en suelo firme, debido a que su mayor
periodo fundamental, respecto a estructuraciones más rígidas, reduce la aceleración basal
que la estructura experimenta. Por el contrario, si el suelo de fundación es blando, la
flexibilidad del sistema aumentara la aceleración basal sobre la estructura.

Figura 6.17: Distribución adecuada de rotulas plásticas en un marco rígido de acuerdo al


criterio de viga débil – columna fuerte.

6.5.2. Marcos arriostrados

Las estructuraciones basadas en configuraciones tridimensionales de marcos arriostrados


permiten menor libertad arquitectónica que el caso anterior, debido a que los ejes
arriostrados restringen el libre tránsito y ocupación de la planta de la edificación. La
principal ventaja en términos de su comportamiento sísmico corresponde a la gran
resistencia y rigidez que el sistema presenta, permitiendo cumplir sin mayores
inconvenientes las restricciones normativas de deformación de entrepiso y corte basal,
incluso para pesos sísmicos considerables. Esto hace al marco arriostrado el sistema
preferente para la edificación en acero de estructuras industriales chilenas. Su principal
desventaja corresponde a la menor ductilidad y capacidad de disipación de energía

91
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

respecto al caso del marco rígido, lo que, en Chile, para estructuras con relaciones
altura/ancho bajas, se mejora con el uso de pernos de anclaje dúctiles a la fundación. Otra
complicación ocurre cuando el sistema presenta poca redundancia estructural, lo que
genera la concentración de esfuerzos en los elementos colectores (elementos que
transmiten la carga sísmica desde los centros de masa de cada nivel a los ejes resistentes)
y en los altos momentos volantes en las fundaciones de los marcos arriostrados. Lo anterior
requiere aumentar la redundancia del sistema, incrementando el número de ejes
arriostrados, limitándose aún más el uso del espacio en planta.

6.5.3. Sistemas mixtos

Existen diversas combinaciones de los sistemas anteriormente descritos que permiten


aprovechar lo mejor de cada uno. Ejemplo tradicional de esto, es el uso de un núcleo
arriostrado en una zona determinada del edificio que por definición presente
confinamiento, como es el caso de la caja de escaleras y ascensores, junto con el uso de
marcos rígidos en el resto de la estructura (Figura 6.18). Esta combinación permite
aumentar la rigidez estructural y reducir las deformaciones de entrepiso, siendo los marcos
rígidos utilizados como elementos fundamentalmente gravitacionales, que ayudan a
mejorar la respuesta torsional cuando el núcleo arriostrado es excéntrico respecto al centro
de masa en planta. En este caso, se debe tener presente el importante momento volcante
que se generará en la base del núcleo arriostrado, lo que puede ser de cuidado en el caso
de suelos compresibles.

Otra forma usual de mejorar la resistencia y rigidez de la estructura corresponde a la


rigidización de la fachada del edificio (Figura 6.19). En este caso, el perímetro del edificio
se arriostra de manera de generar una cascara externa rígida, la que permite reducir la
deformación de entrepiso, da control de la torsión en planta y permite el libre uso del
espacio disponible. El resto del sistema se configura en base a marcos de momento, los
que cumplen una función estática además de proveer redundancia al sistema resistente
lateral. Una desventaja de este sistema es que dependiendo de las dimensiones de la
planta y su relación largo/ancho, puede haber una dirección principal de la estructura que
no tenga espacio suficiente para acomodar los arriostramientos requeridos en dicha
dirección. Esto requerirá la disposición de marcos arriostrados al interior de la planta,
reduciendo las ventajas de libertad de uso mencionadas anteriormente.

En resumen, el uso de los sistemas estructurales, o de la combinación de estos, requiere el


análisis específico de la estructura en la cual se quieren aplicar. Como en cualquier arte, no
existe receta universal de estructuración, y será la experiencia y el buen juicio del ingeniero
estructural los que permitan proveer a la estructura de un sistema confiable, que responda
de manera óptima ante los diversos requerimientos que el diseño considere; los que van
desde requerimientos normativos (resistencia, rigidez, detallamiento, etc.) hasta
requerimientos de uso (libertad de tránsito, uso de espacios, consideraciones estéticas y/o
arquitectónicas).

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 6.18: Planta de estructuración con núcleo arriostrado y marcos rígidos en el resto
de la estructura.

Figura 6.19: Planta de estructuración con fachada arriostrada y marcos rígidos en el resto
de la estructura.

6.6. Referencias

1. ASCE, 2010, "Minimum Design Loads for Buildings and Other Structures",
ASCE/SEI 7-10, American Society of Civil Engineers, Reston, Virginia.

2. AISC, 2010a, "Seismic Provisions for Structural Steel Buildings", ANSI/AISC 341- 10,
American Institute for Steel Construction, Chicago, Illinois.

3. AISC, 2010b, "Specification for Structural Steel Buildings", AISC/ANSI 360-10,


American Institute of Steel Construction, Chicago, Illinois.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

4. INN, 2003, “Diseño Sísmico de Estructuras e Instalaciones Industriales”,


NCh2369.Of2003, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.

5. INN, 2016, “Construcción - Estructuras de acero - Parte 1: Requisitos para el cálculo


de estructuras de acero para edificios”, NCh2369.Of2003, Instituto Nacional de
Normalización, Santiago, Chile.

6. Ramón Montecinos, 2016, “Avances en el Diseño de Estructuras Industriales en


Chile”. Revista del Colegio de Ingenieros, Edición No. 215. Chile.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Miguel Medalla R.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng., PhD.(c)
Cristian Urzúa A.
Ingeniero Civil Estructural, MSc.
Carlos Peña L.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng., PhD.(c)

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

96
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

7.1 Introducción

El contexto en que las estructuras chilenas deben desempeñarse es altamente exigente:


Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, producto de la alta tasa de
convergencia de la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana frente a
las costas chilenas. Ejemplo de esto es el sismo ocurrido el 22 de mayo de 1960 en Valdivia,
que con una magnitud Mw=9.5 (Magnitud de Kanamori), un área de ruptura de 1000 km
de largo y 60-200 km de ancho, y un desplazamiento promedio de la falla de 20-24 m
representa el mayor sismo registrado por la humanidad (Figura 7.1).

Figura 7.1: Daño en edificaciones del centro de Valdivia tras el terremoto del 22 de mayo
de 1960 (Fuente: NGDC Natural Hazards with Caption Header)

En términos de la edificación en acero, la experiencia chilena es fundamentalmente


industrial, siendo icónico el desempeño de la planta siderúrgica de Huachipato de CAP
(Figura 7.2). La siderúrgica, inaugurada en 1950, fue la primera siderúrgica emplazada en
una zona de alto riesgo sísmico, y su comportamiento durante el sismo de Valdivia de 1960
es notable, pues no presentó daños mayores producto del intenso evento.

97
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 7.2: Siderúrgica Huachipato de CAP (Fuente: CChC).

Por otra parte, la experiencia chilena en la edificación urbana en acero es limitada, siendo
hasta la fecha derechamente evitada por la práctica nacional frente al uso del hormigón
armado. En este contexto, el uso del acero se ha remitido principalmente a galpones
livianos, elementos estáticos de edificaciones mixtas con sistemas sismorresistentes de
hormigón armado, locales comerciales de baja altura, etc. Considerando que en general
este tipo de edificaciones son livianas, es difícil evaluar si las disposiciones orientadas a
proveer resistencia y ductilidad a la estructura son adecuadas, dado que es usual que el
dimensionamiento del sistema sismorresistente esté controlado por requisitos mínimos o
por demandas de otra naturaleza (ej. demandas eólicas).

Esta predilección por el hormigón armado se arrastra de épocas anteriores donde la mano
de obra calificada para el trabajo en acero era escasa y costosa, frente a la requerida para
la construcción en hormigón armado. Actualmente esta brecha se ha ido acortando
fuertemente, impulsando el uso del acero y de sus ventajas respecto al hormigón, tales
como su mucho menor peso a nivel de estructura, mayor flexibilidad arquitectónica y
estructural, mayor control predictivo de su comportamiento sísmico, etc.

Por otra parte, debido a que los requisitos de diseño industrial han sido probados y
calibrados por sismos reales chilenos, representan un know-how de alta confiabilidad para
los ingenieros de la práctica nacional. En tanto que a falta de experiencia local, los
requisitos de diseño para edificación urbana se confían a disposiciones extranjeras de alto
prestigio como las “Seismic Provisions” de AISC, aun cuando la experiencia real de diseños
concebidos bajo esta filosofía ante terremotos subductivos como los chilenos, es limitada.
Lo anterior es relevante porque se estima que la demanda de deformación impuesta por
sismos impulsivos, característicos de fallas transcursivas como la falla californiana de San
Andrés y en los cuales se basan las disposiciones estadounidenses de AISC, son del orden
del doble de la demanda impuesta por sismos subductivos. Sin embargo, la duración del
movimiento fuerte de los sismos subductivos es notablemente superior al de los sismos

98
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

transcursivos, siendo estos últimos más parecidos a un pulso sobre la estructura que a una
excitación armónica. Considerando lo anterior, se debe ser cuidadoso con la extrapolación
directa de disposiciones símicas concebidas para sismos de distinta naturaleza (Figura 7.3)

Figura 7.3: Comparación de registros de acelerogramas de distinta sismogénesis


(Fuente: Chopra, 1995)

7.2. Contexto Sismogénico

En Chile, la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana es la principal


fuente de sismicidad. Su alta velocidad de convergencia, de aproximadamente 7 cm/año,
es la causante de la fuerte sismicidad observada en el país. La Placa de Nazca subducta en
un plano inclinado hacia el Este con un buzamiento que va entre los 15° y los 40° respecto
a lo horizontal, dependiendo de la latitud del lugar. La zona de acoplamiento entre ambas
placas se denomina como Zona o Plano de Benioff, y es en esta zona donde se produce la
liberación de tensiones y deformaciones inducidas por el movimiento relativo de las placas
una vez que la tensión acumulada vence la trabazón mecánica entre las placas.

99
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

El acoplamiento produce una sismicidad que se puede caracterizar a grandes rasgos en 4


tipos de sismos (Figura 7.4):

a. Sismos “Outer-Rise”: Sismos generados por la flexión de la placa oceánica inducida


por la subducción. En general tienen magnitudes menores a 8.0 Mw. Ejemplo de
este tipo de sismos es el Terremoto de Valparaíso de 2001 (Mw=6.7).
b. Sismos Interplaca: Sismos generados por el acoplamiento entre placas. Exhiben las
mayores magnitudes y se asocian a la generación de tsunamis (levantamiento del
lecho marino). Ejemplos de este tipo de sismos son el gran Terremoto de Valdivia
de 1960 (Mw=9.5) y el Terremoto del Maule de 2010 (Mw=8.8).
c. Sismos Intraplaca – Oceánica: Sismos generados en la placa oceánica debido al
peso de la placa subductada. Ocurren a profundidades mayores a 60 km (contacto
interplaca) hasta la máxima profundidad en que la placa sigue siendo frágil o
presente cambios de fase capaces de producir sismos (aproximadamente 700 km).
Este tipo de sismos poseen un potencial de daño mayor que los sismos interplaca
de igual magnitud. Ejemplos de este tipo de sismos son el Terremoto de Chillán de
1939 (Ms=8.3) y el Terremoto de Punitaqui de 1997 (Mw=7.1).
d. Sismos Intraplaca – Continental: Sismos generados en la placa continental a
profundidades menores a 30 km, debido a tensiones locales inducidas por la
convergencia de placas. En general, estos sismos ocurren en torno a la cordillera
de los Andes, tanto en Chile como en Argentina. Ejemplo de este tipo de sismos
es el Terremoto de Las Melosas de 1958 (Mw=6.3) en el Cajo n del Maipo, frente
a Santiago.

Figura 7.4: Esquema de la subducción indicando los distintos tipos de fuentes


sismogénicas (Fuente: www.csn.uchile.cl).

100
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

7.3. Respuesta estructural

En la Figura 7.5 se muestra la respuesta estructural de un sistema resistente lateral típico


sometido, por simplicidad, a una carga lateral monotónica (Pushover).

Figura 7.5: Respuesta típica de un sistema estructural ante una carga lateral monotónica.

El punto A representa la respuesta estructural esperada para un comportamiento elástico


del sistema. Dado que la respuesta elástica puede inducir esfuerzos muy significativos en
zonas de alto riesgo sísmico, los códigos de diseño sísmico modernos aceptan el daño
controlado en la estructura, de modo de reducir los costos de fabricación y construcción.
De esta manera, la aceptación de daño reduce la respuesta elástica original, en una
cantidad que podemos denominar Factor de Reducción de la Respuesta (𝑅), a un nivel de
diseño de menor demanda (punto B). Si la resistencia del sistema se apega estrictamente
a este nivel de diseño (despreciando los factores de seguridad del método de diseño y
asumiendo propiedades esperadas para el material), se generará para esta demanda el
primer evento relevante en términos del desarrollo del comportamiento no lineal del
sistema (por ejemplo, el desarrollo de rotulas plásticas en marcos de momento o el pandeo
de arriostramientos en marcos arriostrados). Cuando la estructura es redundante y posee
la capacidad de redistribuir esfuerzos sísmicos desde zonas que presentan plastificación a
otras que no, el sistema estructural seguirá presentando rigidez y deformación estable por
sobre el nivel de diseño. Si definimos como Sobrerresistencia (𝛺0) la razón entre la
resistencia máxima que el sistema desarrolla (𝑉𝑦) y la solicitación de diseño (𝑉𝑑); y como
Factor de Reducción por Ductilidad (𝑅𝜇) la razón entre la demanda elástica (𝑉𝑒) y la
resistencia máxima (𝑉𝑦), tendremos que:

101
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Ω0 = 𝑉𝑦/𝑉𝑑 (1)
R𝜇 = 𝑉𝑒/𝑉𝑦 (2)
𝑅= R𝜇Ω0 (3)
𝑉𝑑 =𝑉𝑒/𝑅 (4)

Alcanzada la máxima capacidad, el sistema presentará degradación de rigidez y resistencia
hasta desarrollar algún modo de colapso por resistencia o inestabilidad geométrica. La
deformación a este nivel la llamaremos Deformación Última (𝛿𝑢) y puede relacionarse con
la deformación elástica (𝛿𝑑) por medio del Coeficiente de Deformación (𝐶𝑑).

𝛿𝑢 = 𝛿𝑑𝐶𝑑 (5)

En Chile, la norma sísmica industrial considera la hipótesis de Newmark (𝐶𝑑 = 𝑅) para la


estimación de la deformación última, teniéndose:

𝛿𝑢 = 𝛿𝑑𝑅 (6)

En general, la incursión inelástica en la estructura será deseable sólo en ciertos elementos


de comportamiento predecible y controlado. A estos elementos les llamaremos elementos
fusibles. El resto de los elementos estructurales deberá presentar una resistencia que al
menos permita a los elementos fusibles incursionar inelásticamente.

Si definimos la Ductilidad (𝜇) como la capacidad de deformación inelástica del sistema,


podemos plantear la siguiente relación:

𝜇 = 𝛿𝑢/𝛿𝑦 (7)

El diseño requerirá que la deformación última del sistema se encuentre por debajo de algún
límite preestablecido; ya sea de serviciabilidad (e.g. deformación de elementos
secundarios), resistencia (e.g. plastificación de columnas) o que restrinja el desarrollo de
inestabilidad global (e.g. efecto P-Δ considerable). Asumiendo que el límite de
deformación es fijo para el sistema, notaremos que entre mayor sea el factor R considerado
en el diseño, mayor también será la demanda de deformación inelástica requerida sobre
el sistema. Para permitir una alta deformación inelástica se requiere que los elementos
fusibles presenten ciclos de carga estables, evitando desarrollar fisuración, fracturación o
gran degradación de rigidez y/o resistencia. Para esto, dichos elementos deberán ser
detallados verificando que su materialidad, compacidad local, esbeltez global y su relación
de resistencia respecto a otros elementos en su entorno sean consistentes con la demanda
inelástica esperada.

De lo anterior, se tendrá que siempre habrá una relación inversa entre la solicitación de
diseño y los requerimientos de detallamiento en el sistema, es decir, a menor solicitación
de diseño, más riguroso deberá ser el detallamiento, en términos de asegurar una

102
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

secuencia de plastificación optima en la estructura. Por otra parte, si la demanda es más


cercana a un nivel elástico, la incursión inelástica será limitada, pudiendo en teoría el
diseñador ser más permisivo en el detallamiento respecto al caso anterior.

Como se mencionó anteriormente, los elementos no fusibles deberán permitir la incursión


inelástica de los elementos fusibles. Esto puede entenderse desde un enfoque local o
global, dependiendo del poder de análisis con el que el diseñador cuente. Un enfoque
local, por ejemplo, se utiliza generalmente en el diseño de conexiones; donde se
dimensiona la conexión para desarrollar la capacidad esperada del elemento conectado, o
en el diseño de elementos cuyo equilibro de fuerzas se verá fuertemente afectado durante
la fase no lineal; como es el caso de vigas de marcos chevron (arriostramientos en V
invertida) o vigas puntales en cuyo extremo concurren otros arriostramientos. En este
último caso, los arriostramientos pandeados durante la fase no lineal presentarán su
resistencia residual en compresión, a la vez que los elementos en tracción podrían llegar a
presentar eventualmente su resistencia esperada en tracción. También este enfoque se
utiliza para el diseño de columnas, preestableciendo un mecanismo de colapso, de cuyo
equilibro, se obtendrá la máxima carga que el sistema puede transmitir a las columnas. En
particular, este enfoque puede resultar muy conservador en la medida que el mecanismo
de colapso real difiera fuertemente del mecanismo preestablecido para la verificación de
columnas. Recordar que la dinámica no lineal (THNL) puede ser muy diferente de la estática
no lineal (Pushover).

La capacidad esperada de un elemento estructural será la máxima resistencia probable que


este pueda desarrollar considerando su resistencia nominal y la sobrerresistencia natural
que el acero que lo compone puede presentar.

Para el método LRFD (basado en la formulación del AISC) la capacidad esperada de los
elementos estructurales está dada por:

• Capacidad en tracción esperada: 𝑇𝑦𝑒 = 𝑅𝑦𝐹𝑦𝐴𝑔


• Capacidad en compresión esperada: 𝑃𝑛𝑒 = 1.14𝐹𝑐𝑟𝑒𝐴𝑔
• Capacidad en residual en compresión esperada: 𝑃𝑟𝑒 = 0.3𝑃𝑛𝑒
• Capacidad flexural esperada: 𝑀𝑝𝑒 = 𝑅𝑦𝐹𝑦𝑍
• Capacidad flexural esperada en elementos cargados axialmente:
𝑀′𝑝𝑒 =𝑀𝑝𝑒 (1−|Pu|)
Tye

Donde,

𝑅𝑦 Razón entre fluencia esperada y fluencia especificada Fy


𝐹𝑦 Tensión de fluencia especificada para el acero
𝐴𝑔 Área bruta de la sección transversal del elemento
𝐹𝑐𝑟 Tensión de pandeo considerando 𝐹𝑦 = 𝐹𝑦𝑒

103
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

𝐹𝑒 Tensión critica de pandeo elástico


𝑍 Módulo plástico de la sección transversal de acero
Pu Máxima carga axial LRFD

Por su parte, las capacidades esperadas para el método ASD se pueden aproximar a las
capacidades anteriormente definidas para el método LRFD divididas por 1.5. Cabe
destacar que el diseño por capacidad se define formalmente a nivel último (LRFD), por lo
que su equivalencia ASD sólo tiene el objeto de permitir el uso indistinto de cualquier
método.

Un enfoque global en tanto, y siempre que la capacidad de análisis lo permita, buscará la


modelación explicita de la no linealidad del sistema resistente, estimando directamente
cual es el máximo esfuerzo en cada elemento estructural para un nivel de demanda
predeterminado. Este tipo de análisis es complejo y requiere de software especializado y
un alto grado de juicio y experiencia por parte del diseñador, dado que los resultados
pueden estar fuertemente influenciados por las consideraciones de modelación y dinámica
del sistema; por lo que su aplicación hoy, si bien es posible, es limitada; requiriendo de
manera imprescindible la verificación externa y cuadratura de resultados por parte del
ingeniero.

Una alternativa para evitar la modelación directa de la no linealidad del sistema es estimar
cual es la sobrerresistencia característica de la estructura en estudio. De esta manera, se
puede estimar cual sería el esfuerzo sobre ciertos elementos no fusibles, sin necesidad de
asumir a prori que alcanzarán su capacidad esperada. Este concepto es válido, por ejemplo,
para el diseño de conexiones donde el elemento conectado está fuertemente
sobredimensionado respecto a la solicitación de diseño, o en el caso de elementos cuyo
equilibro plástico asumiendo la resistencia esperada de elementos traccionados induce
cargas demasiado conservadoras. Ejemplo de esto último es el caso de las vigas chevron
o de las vigas puntales en cuyo extremo concurren arriostramientos que se encuentran
traccionados.

Dado lo complejo que resulta estimar la sobrerresistencia que un sistema puede presentar,
particularmente en el caso de edificios industriales donde la estructuración debe privilegiar
el layout mecánico, se puede asumir razonablemente que la sobrerresistencia característica
es comparable con un nivel de desempeño de la estructura levemente menor al
comportamiento elástico. De acuerdo a lo anterior, se puede considerar que una
estimación prudente de la máxima fuerza que la estructura puede desarrollar es equivalente
a amplificar las fuerzas de sísmicas de diseño por un factor Ω0 = 0.7𝑅 (entre 2.0 y 3.5 para
condiciones convencionales). La aplicación en detalle de este concepto para el caso
industrial se trata en el punto 7.5 del presente capítulo.

104
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

7.4. Criterios de diseño sísmico para estructuras urbanas

Tal como se indicó en 7.1 la experiencia chilena en diseño sísmico de estructuras de acero
para uso urbano (habitacional, oficinas, etc.) es escasa y a la vez poco documentada. El
adecuado desempeño registrado en edificaciones de hormigón armado luego de grandes
terremotos de subducción (muchos de ellos dentro de los más grandes registrados a nivel
mundial) ha generado una inercia en los diseñadores tan fuerte, que el acero ha quedado
relegado y olvidado como una alternativa válida a la hora de emprender proyectos
estructurales. Es necesario establecer que la presente sección no tiene por objeto
desacreditar o negar el correcto desempeño de las edificaciones de hormigón armado, si
no que por el contrario es dar a conocer una alternativa (con virtudes y defectos) que puede
desarrollar similares desempeños a los ya registrados, pero a la vez que permite incorporar
otras variables que deben ser analizadas dentro de los análisis de factibilidad de proyectos
(costos, montaje, plazos, medioambiente, etc.). Tal como ha sido considerado en países
sísmicos desarrollados.

En relación con el párrafo anterior, la norma nacional de diseño sísmico de edificios


NCh433 presenta un set de requerimientos (nuevamente, avalados por la experiencia en
hormigón armado) que deben ser respetados de manera íntegra y en conjunto con las
disposiciones de AISC341. A diferencia de NCh2369 (norma de diseño sísmico de
estructuras e instalaciones industriales), NCh433 no contempla disposiciones o definiciones
que permitan liberar, modificar o adecuar las especificaciones de AISC341. Esto es
particularmente relevante ya que AISC341 es un documento que se limita sólo al
dimensionamiento de los elementos de acero estructural del sistema resistente a cargas
laterales, pero, que está definido para trabajar en conjunto con otros códigos o estándares
de diseño o análisis sísmico-norteamericanos (ej. ASCE/SEI 7). Estos códigos adicionales
muchas veces presentan requisitos o disposiciones que difieren de manera importante con
las definiciones de la normativa nacional. Relevantes y diferentes son las definiciones
asociadas a la estimación y control de derivas de entrepiso (normativa chilena es más
exigente), ya que son estas las que posteriormente definen el nivel de detallamiento
sísmico (esbelteces locales y globales, capacidades esperadas, etc.) que AISC341
establece. En otras palabras, el detallamiento exigido por AISC341 está orientado a
garantizar niveles de ductilidad que pueden ser notablemente superiores a lo que el diseño
o práctica nacional espera desarrollar, al menos en términos de objetivos.

A diferencia de la práctica industrial, el diseño urbano comúnmente permite estructuras


regulares, con distribuciones de rigidez y masa sísmica uniformes en altura y en planta. Para
estas condiciones el diseño AISC341 permite, en zonas de alta sismicidad, un desarrollo
importante de ductilidad o incursión inelástica ante sismos extremos y, por consiguiente,
define un set de requisitos que permitan proveer a las estructuras de dicha capacidad de
deformación (tal como se indica en la sección 7.3). De acuerdo con lo ya descrito es posible
entender que la experiencia chilena de diseño sísmico, de origen industrial, dista en cierta
medida de la práctica norteamericana AISC341 dado que no pretende desarrollar grandes

105
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

niveles de ductilidad ya que su filosofía de diseño no tan sólo tiene por objetivo el control
del colapso sino más bien apuesta a niveles superiores como: la continuidad operacional,
y control de daño de elementos no estructurales (equipos y maquinarias industriales).

Dado que las expresiones, nomenclatura, definiciones, etc. Son ampliamente abordadas
tanto por la especificación AISC341 como por la norma NCh433 la presente sección se
limita a una descripción general, a nivel conceptual, del comportamiento esperado y los
correspondientes requisitos que deben ser respetados en el diseño de sistemas dúctiles
resistentes a cargas laterales. De acuerdo con los sistemas estructurales normalmente
considerados en nuestro territorio, sólo se hará referencia a Marcos Especiales Resistentes
a Momento (SMF por sus siglas en inglés) y a Marcos Especiales Arriostrados
Concéntricamente (SCBF por sus siglas en inglés).

7.4.1. Recomendaciones Generales

• Los factores de modificación de respuesta R (o R*) son definidos en la normativa


nacional NCh433. Para la definición de los factores de sobrerresistencia se
recomienda el uso de los factores Ω0 definidos en ASCE/SEI 7.

• En sistemas poco redundantes se recomienda el uso del factor de redundancia


definido en ASCE/SEI 7.

• Cuando AISC341 solicite el uso de cargas que incluyan la sobrerresistencia de


diseño (combinaciones de carga amplificadas) se debe ponderar las demandas
definidas en NCh433 por el factor Ω0. De manera alternativa, aunque es complejo
de establecer, es posible limitar los valores anteriores considerando los máximos
valores esperados que se puedan desarrollar en los elementos. Esto puede ser
determinado mediante análisis plásticos racionales.

• Cuando se requiera explícitamente conocer los desplazamientos que el sistema


estructural desarrollará (al menos en términos de diseño), se deberá considerar el
espectro elástico de desplazamiento del Decreto Supremo N° 61 (publicado en
Diario Oficial 2 de noviembre de 2011) o las definiciones para este efecto en futuras
ediciones de NCh433. Esto no anula o sustituye el control de deriva de entrepiso
definido en NCh433, el cual debe ser desarrollado considerando el espectro de
pseudo- aceleraciones reducidas por el factor de modificación de respuesta R (o
R*).

• En la actualidad NCh433 no define explícitamente un coeficiente sísmico de diseño


vertical. Sin embargo, se recomienda el uso de un coeficiente sísmico vertical
equivalente a 2/3 Ao, el que no será considerado como una carga reducida por el
coeficiente de respuesta R (o R*) y deberá ser amplificado por el correspondiente

106
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

coeficiente de importancia según corresponda.

7.4.2. Marcos especiales resistentes a momento (SMF)

Para comprender por qué de muchos de los requisitos que AISC341 define para el
dimensionamiento de SMF es necesario entender previamente cuál es el objetivo de
desempeño que dicho código establece. A continuación, se describe brevemente el
comportamiento esperado para estos sistemas resistentes.

La Figura 7.5 muestra los elementos típicos de un marco resistente a momento. Se destaca
el concepto de zona protegida que corresponde a la zona fusible donde se espera se
generen las incursiones inelásticas y la disipación de energía del sistema. Salvo las definidas
en AISC358 (documento específico para conexiones viga-columna en SMF) estas zonas
deben estar exentas de cualquier tipo de irregularidad que pueda generar concentraciones
de tensiones no deseadas. Por otro lado, es importante destacar la base de columna, que,
a diferencia de la práctica nacional de diseño industrial, es diseñada normalmente con
pernos sin longitud expuesta debido a que no se espera un comportamiento disipativo por
parte de ellos, y por el contrario son diseñados para permanecer elásticos y tolerar la
capacidad de la columna que conectan.

Dada su configuración, el dimensionamiento de los marcos de momento es controlado


predominantemente por esfuerzos de flexión, los que se concentran tanto en los extremos
de las vigas como en los de las columnas, siendo estas dos zonas potenciales sectores de
disipación de energía o incursión inelástica. Ahora bien, hay dos diferencias entre columnas
y vigas que vale la pena mencionar: 1) Las columnas están sujetas a demandas de
importantes de carga axial y que incluso en condición dinámica pueden variar fuertemente
(p.ej. columnas externas de edificios medios-altos), esta condición afecta su resistencia,
capacidad de giro y por tanto su ductilidad. 2) La falla en columnas puede originar colapsos
parciales o incluso el colapso global del sistema. Por su lado, las fallas en vigas si bien son
importantes, son en general locales y mucho menos catastróficas.

Figura 7.5: Marco Resistente a Momento Típico (Modificada NIST, 2017)

107
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Son estos dos aspectos los que han definido que el mecanismo de colapso ideal para los
SMF sea través de la plastificación generalizada de los extremos de las vigas. El concepto
de diseño se basa entonces en que una vez plastificados los extremos de las vigas todo el
resto de los elementos estructurales deben permanecer elásticos y serán definidos como
elementos no fusibles (Figura 7.6). Si bien la gran mayoría de las disposiciones de AISC341
van en la dirección de lograr este mecanismo de Viga Débil–Columna Fuerte a través de
criterios de diseño por capacidad (sección 7.3), las disposiciones permiten, y por cierto
esperan, que en determinadas condiciones ciertas inelasticidades menores y controladas
se desarrollen en otros elementos del sistema. La Tabla 7.1 muestra los elementos y el nivel
de comportamiento inelástico que AISC341 espera se desarrolle durante un evento severo.

Figura 7.6: Der. Mecanismo de Colapso Esperado, Izq. Detalle de agujero para acceso de
soldadura (Crisafulli, 2018).

Tabla 7.1: Incursión No Lineal Esperada SMF.

108
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Diversas son las disposiciones y requisitos que AISC341 define para el dimensionamiento
de SMF, pero tal como se mencionó previamente el objetivo de este documento no es
repetir dichas expresiones ya publicadas y de libre acceso. Se recomienda
encarecidamente la lectura profunda y no selectiva de cada una de dichas disposiciones.
En términos generales la Tabla 7.2 recopila y resume los requisitos medulares que AISC341
define para el diseño de los SMF.

Tabla 7.2: Resumen requisitos principales SMF-AISC341

Tal como se desprende de lo expuesto en la presente sección, así como también de sus
tablas y figuras, una de las etapas críticas (probablemente la más importante) durante el
diseño de un SMF es la definición y selección adecuada de la unión viga-columna. Aspectos
de diseño por capacidad esperada, consideraciones de deformación por endurecimiento,
procedimientos rigurosos de fabricación y montaje (por ej. Detalle de preparación para
soldadura en Figura 7.6), así como también de control de calidad de los materiales deben
ser considerados. Es por esto por lo que no cualquier unión viga columna puede ser usada
en el contexto AISC341 (y por lo tanto en el contexto de NCh433), muy por el contrario, la
especificación requiere conexiones validadas experimentalmente de acuerdo a protocolos
específicos muy rigurosos. De manera alternativa el documento AISC358 (indicado
previamente) cuenta con una batería de conexiones precalificadas, con sus
correspondientes requerimientos y campos de aplicación, que dan cumplimiento y pueden

109
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

ser consideradas en el contexto AISC341. Particularmente conocidas son las conexiones


con vigas de sección reducida (RBS por su nombre en inglés) y la conexión de alas y alma
soldadas a las columnas (WUF-W).

Figura 7.7: Ejemplos de conexiones precalificadas. Der. Conexión RBS, Izq. Conexión
WUF-W (AISC, 2010).

Si bien no es tratado explícitamente en AISC341, la variable que comúnmente controla el


dimensionamiento de los miembros de los SMF es la deriva de entrepiso, la que en general
define la altura requerida de vigas y posteriormente conforme a aquello la sección de las
columnas (para dar cumplimiento el criterio viga débil / columna fuerte). En el contexto
nacional esto es aún exacerbado debido al estricto control de las derivas de entrepiso que
NCh433 define. Tan fuertes son los requerimientos de NCh433 para el control de
deformaciones de entrepiso que muchas veces los diseños que resultan de la aplicación
normativa presentan niveles de sobrerresistencia que definen comportamientos, al menos
en términos de diseño, 100% elásticos y por tanto muy lejanos al objetivo esperado de
AISC341. Esta contradicción o incongruencia entre las definiciones propias de NCh433 y
los objetivos de diseño con los que se define la especificación AISC341 ha afectado
profundamente el diseño de edificios urbanos de acero en Chile, y se requiere análisis
racionales al respecto. Se vislumbran dos caminos: 1) La relajación cuidadosa de las derivas
de entrepiso, ó 2) La relación o adecuación de los requisitos de ductilidad de AISC341 en
el contexto nacional.

En directa relación con lo antes descrito, no han sido comentados los requisitos de
estabilidad de piso y efectos de segundo orden que ASCE/SEI 7 establece, y que muchas
veces definen las dimensiones de los miembros de los SMF en el contexto norteamericano,
ya que el control de derivas de entrepiso chilenas anula el impacto que dichas restricciones
puedan establecer.

110
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

7.4.3. Marcos especiales arriostrados concéntricamente (SCBF)

Muy usados en el contexto industrial chileno e internacional por su gran capacidad de


subministrar alta resistencia y rigidez. Estos sistemas estructurales se caracterizan porque
los puntos de trabajo de los miembros que los componen son concéntricos (al menos
nominalmente), formando así una estructura reticulada que, al menos en términos elásticos,
presentará un comportamiento predominantemente axial.

A diferencia de los SMF estos sistemas presentan diversas configuraciones que a su vez
establecen mecanismos de trabajo post-pandeo bastante diversos. Ahora bien, como todo
sistema sismorresistente definido como “especial” de acuerdo con AISC341 cada una de
estas configuraciones debe tolerar grandes incursiones inelásticas estables durante sismos
severos. Algunos ejemplos de arriostramientos concéntricos son mostrados en la Figura
7.8.

Figura 7.8: Sistemas Arriostrados Concéntricos (Crisafulli, 2018). De Izq. A Der.: X de dos
niveles, V invertida (o Chevron), X, V.

Si bien existen otros sistemas de arriostramiento concéntricos, los dos primeros sistemas
(X de dos niveles y V invertida) son con distancia los sistemas más utilizados en la práctica
de diseño urbano norteamericano. Destinaremos esta sección a describir a estos sistemas
de manera genérica, ya que los conceptos son extrapolables a cualquier sistema tradicional
arriostrado concéntricamente.

El mecanismo de trabajo y por tanto las disposiciones de diseño que a nivel conceptual
establece AISC341 para el dimensionamiento de estos sistemas, no dista mucho de los
conceptos históricamente usados en la experiencia chilena de marcos arriostrados
(industriales), y de hecho las nuevas tendencias y recomendaciones de modificación de la
normativa industrial van en la dirección de acercarse aún más a las disposiciones
norteamericanas. Sin embargo, el nivel de incursión inelástica que tiene por objetivo la
norma industrial chilena es menor y, por tanto, si bien el concepto y origen de las
disposiciones provienen de un mismo lugar, las definiciones de AISC341 tienden a ser más

111
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

rigurosas en términos de los requisitos de ductilidad. Conforme a lo anterior parece


razonable que ambas filosofías de diseño presenten requisitos similares, pero con
diferencias en la implementación de estos.

Si bien en los años setenta las disposiciones iban en la dirección de evitar el pandeo global
de diagonales por tratarse de un mecanismo de falla repentino y no dúctil, la evidencia
experimental posterior mostró que con un adecuado detallamiento los sistemas
arriostrados concéntricamente si tienen capacidad de disipar energía post-pandeo. Ahora
bien, la definición de un adecuado detallamiento involucra una selección cuidadosa de la
configuración de las diagonales a utilizar, un diseño del resto de los elementos del sistema
resistente en función de la definición anterior y por supuesto un detallamiento exhaustivo
de las conexiones del sistema. De esta forma, la capacidad de disipar energía de estos
sistemas en un evento sísmico se define a través de la fluencia de las diagonales en tracción
y del comportamiento post-pandeo de las diagonales comprimidas, las cuales deben tener
la capacidad de plastificar en flexión tanto en la zona central como en sus extremos
producto de los momentos generados luego de que la diagonal se desplaza fuera del
plano. Siguiendo con la analogía de este documento las diagonales son entonces los
fusibles sísmicos del sistema y el resto de la estructura debe tolerarlos. El código por tanto
define que las zonas protegidas (homólogo a SMF) de los SCBF corresponden al centro de
la diagonal, extendiéndose en una longitud L/4 (siendo L la longitud del elemento), y los
extremos de esta, considerando a la conexión y una distancia igual a la altura de la diagonal
(desde el fin de la conexión).

Es importante aclarar que al igual que en la filosofía de diseño de SMF, los SCBF
disenñados de acuerdo con AISC341 no tienen considerados como fuentes de disipación
a los pernos de anclaje de las bases de columnas y conforme aquello no contemplan el uso
de pernos con longitud expuesta. Resultados preliminares de algunos estudios en
desarrollo han concluido que el aporte de la fluencia de los pernos con longitud expuesta
puede significar en edificios medios o bajos aportes de disipación comparables a los
provistos por las diagonales.

Retomando el concepto del “trade off”, el aceptar que las diagonales pandeen debe ser
“financiado por alguien”. La Figura 7.9 es un ejemplo del comportamiento histerético que
se espera desarrolle un arriostramiento durante una carga cíclica como las sísmicas. Luego
de un par de ciclos o de alcanzada cierta amplitud de deformación, el elemento de
arriostramiento presentará degradación de rigidez y de resistencia que puede incluso llegar
a valores de resistencia residual, de acuerdo AISC341, del orden del 30% de la capacidad
esperada en compresión (tal como se indica en 7.3). El equilibrio de los nudos de
arriostramiento ya no podrá ser definido sólo por los elementos de arriostramiento
principales u “originales” y otros elementos deberán “financiar” o resistir dichas
demandas.

112
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 7.9: Histéresis de un arriostramiento bajo carga cíclica (Bruneau et al, 2018)

La Figura 7.10 ejemplifica el equilibrio plástico que debe considerar por tanto en un SCBF
de cuatro pisos luego de pandeadas las diagonales. Se presenta una estructuración en
base a diagonales en X y V invertidas. Nótese que elementos que originalmente (en
condición elástica) parecieran no pertenecer al sistema de resistencia lateral en esta
condición presentan demandas importantísimas que deben superponerse a las precargas
gravitacionales que estos presenten, específicamente es posible observar un aumento
notable de compresión en los puntales horizontales de la configuración en X así como
también un aumento relevante de los esfuerzos flexurales y axiales de la viga del sistema
de V invertida.

113
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 7.10: Equilibrio Plástico de SCBF (Crisafulli, 2018).

La Figura 7.11 presenta una condición más detallada del mismo fenómeno. En esta ocasión
lo que se busca identificar y transmitir al lector es el nivel de carga axial que las columnas
deben tolerar para asegurar el comportamiento dúctil del sistema. A diferencia de lo
definido para SMF el código AISC341 no permite considerar solicitaciones provenientes
de los estados sísmicos amplificados por la sobrerresistencia, y explícitamente establece
que las demandas deben provenir del más desfavorable de los siguientes casos:

- Análisis en el que se supone que las riostras desarrollan la resistencia esperada a


compresión y tracción.
- Análisis en el que se asume que las riostras traccionadas desarrollan su resistencia
esperada, mientras que las comprimidas desarrollan su resistencia de post-pandeo.

En este análisis la especificación permite despreciar los momentos flectores que puedan
generarse en las riostras para simplificar los análisis y así obtener las demandas en forma
directa, tal cual se aprecia en las Figuras 7.9 y 7.10. Ahora bien, la resistencia requerida por
las columnas no necesita ser mayor que las obtenidas luego del levantamiento de las
fundaciones producto del vuelco o las obtenidas luego de análisis dinámicos de respuesta
no lineal (tanto geométrica como de material), si bien ambas clausulas son válidas, en la
práctica no son siempre sencillas de implementar.

114
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 7.11: Demanda de Carga Axial de Diseño en Columnas AISC341.

Se enfatiza de sobremanera sobre este requerimiento por dos motivos relevantes:

1. En edificios medianos o altos establece niveles de compresión muy elevados


definiendo secciones muy robustas; investigaciones recientes han establecido que
en edificios de altura media y altos el requisito parece ser en extremo conservador
ya que la probabilidad de fluencia de todas las diagonales en altura es
extremadamente baja (Richards, 2009).

2. Debido a que es una de las grandes diferencias con las definiciones industriales de
diseño sísmico chilenas que se han propuesto en la actualidad, en donde los análisis
por capacidad son locales (tal como se verá en las secciones siguientes) y las
columnas deben ser diseñadas al menos con un nivel de carga axial igual al menor
entre las solicitaciones determinadas con combinaciones de carga amplificadas
(incorporando la sobrerresistencia del sistema) y la plastificación generalizada de
los arriostramientos (normalmente es menor la primera).

De manera análoga a lo definido en los SMF, y en el entendido que no es parte del alcance
de este documento reproducir todas las disposiciones de AISC341, la Tabla 7.3 resume los
principales requerimientos para el diseño de SCBF. Se destaca que en adición a las
estimaciones de fuerzas post-pandeo ampliamente descritas arriba, AISC341 define
diversos requerimientos específicos, tanto desde el punto de vista de demandas de
resistencia como de compatibilidad geométrica, para el diseño de las uniones viga-
columna y las placas de conexión que forman parte del sistema resistente a cargas laterales.

115
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Tabla 7.3: Resumen requisitos principales SCBF-AISC341.

Por tratarse de sistemas no considerados comúnmente en edificaciones urbanas


(habitacionales, oficinas) no se ha comentado en este documento respecto de los
arriostramientos multicanal (arriostramientos múltiples entre niveles), muy considerados en
estructuraciones industriales. Se establece sin embargo que los requisitos a nivel
conceptual son equivalentes a los previamente descritos, con la salvedad que en este caso
las demandas flexurales producto del pandeo de las diagonales no solicitan directamente
a un nudo de piso si no que deben ser resistidas tanto flexural como torsionalmente por
las columnas y elementos puntales que conforme el sistema de arriostramiento.

Si bien se definen diversos criterios de diseño es importante recalcar que el correcto


desempeño de los sistemas SCBF está supeditado, como todo sistema estructural, al
criterio y juicio de quienes lo proyecten. En necesario que en adición a las disposiciones
previamente indicadas el lector comprenda que una buena estructuración (Capitulo 8) es
fundamental a la hora de proyectar SCBF. En particular una buena definición de los ángulos
de las diagonales de arriostramientos es necesario, se recomienda ángulos entre 30° y 60°
para la correcta transferencia de cargas, así como también para la facilidad y buena
ejecución de las conexiones y puntos de trabajo. De la misma forma disposiciones de
arriostramientos relativamente simétricos son agradecidos (tanto en términos de rigidez
como de resistencia). Se recomienda el uso de pares de diagonales de igual longitud,
inclinación y sección de manera de controlar de buena forma las demandas de origen

116
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

cíclico y evitar concentraciones de deformación inelástica sólo en una dirección.

Finalmente, y pensando en la aplicación directa de las disposiciones para SCBF de AISC341


en Chile, se debe considerar que el mecanismo de trabajo de estos sistemas (tracción,
pandeo, tracción, pandeo..., etc.) es particularmente propenso a la fatiga de bajo ciclaje.
Este estado límite es muy relevante en zonas sísmicas demandadas por terremotos
subductivos de larga duración (como el caso chileno), en donde se espera un nivel de
ciclaje muy superior a los definidos por terremotos superficiales (como la costa suroeste de
EEUU), se debe tomar precauciones en esta dirección y establecer requisitos en nuestros
códigos de diseño.

Nuevamente, se observan en el horizonte dos caminos o alternativas de diseño para


considerar en edificaciones urbanas: 1) ¿mantener las disposiciones actuales de alta
ductilidad de NCh433?, pero evaluando profundamente el impacto del ciclaje inelástico
en el comportamiento sísmico de las estructuras, o 2) ¿virar hacia nuestra satisfactoria
experiencia industrial?, de menos ductilidad, pero de más sobrerresistencia, y adaptarla a
la realidad urbana. Es un tema de amplio debate y profundo análisis.

7.5. Criterios de diseño sísmico para estructuras industriales

La filosofía detrás del diseño de estructuras industriales difiere de la utilizada para la


edificación urbana, fundamentalmente por dos razones. La primera, es que las estructuras
industriales deben adecuarse a la disposición de equipos e instalaciones definidas por otras
disciplinas diferentes a la estructural, lo que induce que la estructuración del sistema
resistente no siempre permita una distribución amplia de plastificación durante la fase
inelástica (lo que generalmente tiende a fomentar la aparición de un mecanismo de piso
blando, concentrando la demanda de inelasticidad en ciertos niveles de la estructura). Y la
segunda, es que el nivel de desempeño esperado para las estructuras industriales
considera la continuidad de operación durante un sismo severo, y no sólo el resguardo de
la vida como en el caso de diseño urbano.

La experiencia chilena ha sido exitosa enfrentando este problema por medio del uso de
estructuras robustas, redundantes, dúctiles en la medida de lo posible y con un detalle
crucial que la diferencia de la práctica estadounidense; el uso de un anclaje dúctil a la
fundación. El uso de un anclaje dúctil, fusible sísmico preferido por la normativa nacional,
pretende en cierta forma limitar la energía sísmica que puede ingresar a la estructura en la
medida que la secuencia de plastificación sea adecuada. Aquí es justamente donde queda
un largo camino por recorrer, dado que la normativa nacional no da mayores indicaciones
para asegurar, o al menos fomentar, que la plastificación de los pernos de anclaje ocurra
lo suficientemente temprano para ser un mecanismo de disipación efectivo, pero sin
presentar fractura por elongación excesiva. También el dimensionamiento del anclaje debe
ser tal que la plastificación efectivamente ocurra, evitando un comportamiento elástico del
anclaje.

117
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

7.5.1. Recomendaciones generales

Dado que los requisitos de diseño de estructuras industriales son normativos (NCh2369),
se presenta a continuación disposiciones adicionales a las normativas, que, si bien
corresponden a recomendaciones de buena práctica por el momento, ayudan a mejorar el
comportamiento sísmico de la estructura en estudio.

• No se recomienda el uso de ningún tipo de reducción de rigidez en los elementos


estructurales, producto de la aplicación de algún método de diseño por estabilidad
indicado en NCh427 Parte I, al momento de evaluar los efectos sísmicos mediante
las metodologías elásticas expuestas en esta norma. El método de Análisis Directo
considera la reducción de rigidez de los componentes estructurales y la
incorporación de efectos de segundo orden globales y locales (P-Δ, P-δ). El uso de
este método es adecuado para estructuras sometidas a solicitaciones de viento u
otras cuya magnitud y sentido son fundamentalmente independientes de la
respuesta dinámica de la estructura. La solicitación sísmica en tanto depende
fuertemente de la respuesta dinámica de la estructura, por lo que la reducción de
rigidez de los componentes puede conducir a una subestimación de la demanda.

Cabe destacar que el método de Análisis Directo aplicado al diseño sísmico elástico
tradicional presenta 2 severos inconvenientes: primero, no es posible hacer un
análisis de segundo orden en el contexto de un análisis modal-espectral; y segundo,
la aplicación de cargas sísmicas reducidas no incorpora la eventual concentración
de deformaciones en la estructura, por lo que cualquier precisión ganada por
incorporación del efecto P-Δ es irrelevante frente al error en la estimación de la
deformada real. En este sentido, sigue siendo más recomendable el uso de
nomogramas tradicionales para la estimación de la resistencia axial de los
elementos comprimidos, que el uso del método de Análisis Directo en el contexto
del diseño sísmico.

• Para preservar el sistema resistente gravitacional la resistencia axial requerida de las


columnas (tracción y compresión) debe ser determinada utilizando las
combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las cuales el estado de carga
sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0. Para esta verificación adicional se
permite despreciar los momentos flexurales, a excepción de aquellos generados
por cargas presentes en el vano. La resistencia axial requerida no necesita ser mayor
que la máxima carga que el sistema le puede transferir a la columna.

• La resistencia requerida de las conexiones debe ser determinada utilizando las


combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las cuales el estado de carga
sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0. La resistencia requerida no necesita ser
mayor que el menor valor entre:

118
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

a. La capacidad esperada del elemento a conectar.


b. La máxima carga que el sistema puede transferir a la conexión.

La resistencia requerida no debe ser menor que la mitad de la capacidad esperada


del elemento. Este requisito no es aplicable a anclajes de bases de columnas.

7.5.2. Recomendaciones para marcos arriostrados concéntricamente

• En configuraciones con arriostramiento en V o V invertida, la viga debe ser continua


en la conexión con las diagonales y se debe diseñar considerando que las
diagonales no constituyen un apoyo vertical para cargas gravitacionales. El efecto
sísmico en la viga se debe determinar por equilibrio considerando que la diagonal
comprimida presenta su capacidad residual y la diagonal traccionada presenta su
capacidad esperada. La tracción en la diagonal no necesita ser mayor que aquella
determinada utilizando las combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las
cuales el estado de carga sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0, o que la
máxima carga que el sistema puede transferir a la viga (Figura 7.12).

La separación entre los puntos de trabajo de las diagonales, medida en el eje de la


viga, debe ser menor o igual a 2 veces la altura de la viga. El modelo de análisis
debe ser consistente con esta configuración.

La viga se debe diseñar para resistir una carga transversal (dirección fuera del plano
de las diagonales) ubicada en el punto de unión con la diagonal comprimida, igual
al 2% de la capacidad esperada en compresión de dicha diagonal. La conexión que
une la viga a la columna debe ser diseñada para resistir simultáneamente los
esfuerzos generados por la condición que controle el diseño de la viga.

Figura 7.12: Equilibrio plástico último (LRFD) para una viga de un marco arriostrado
chevron. (Cv: Coeficiente sísmico vertical, D: Carga muerta, L: Carga viva, E: Carga
sísmica).

119
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• Las vigas o puntales horizontales que unen los extremos de las diagonales se deben
diseñar suponiendo que las diagonales comprimidas presentan su capacidad
residual y que las diagonales traccionadas presentan su capacidad esperada. La
tracción en las diagonales no necesita ser mayor que aquella determinada utilizando
las combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las cuales el estado de
carga sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0, o que la máxima carga que el
sistema puede transferir al puntal (Figura 7.13).

Figura 7.13: Equilibrio plástico último (LRFD) para una viga puntal de un marco
arriostrado concéntricamente. (E: Carga sísmica).

• Las conexiones de puntales y diagonales sísmicos se deben diseñar para resistir


tanto la capacidad esperada en tracción como la capacidad esperada en
compresión del elemento. La resistencia requerida en la conexión no necesita ser
mayor que aquella determinada utilizando las combinaciones de cargas definidas
para el diseño, en las cuales el estado de carga sísmico ha sido amplificado por
0.7𝑅 ≥ 2.0, o que la máxima carga que el sistema puede transferir a la conexión.

• Las diagonales sismorresistentes de marcos arriostrados deben presentar


conexiones en sus extremos diseñadas para soportar los momentos flexurales o las
rotaciones generadas por el pandeo del elemento. Para esto, deben cumplir una
de las siguientes disposiciones (Figura 7.14):

a. Resistencia flexural: La conexión debe ser diseñada para resistir la capacidad


esperada flexural del elemento (flexión consistente con la dirección de
pandeo de la diagonal).

b. Capacidad de rotación: La geometría del gusset de conexión debe definirse


de forma que este sea capaz de resistir y acomodar los giros plásticos

120
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

derivados del pandeo de la diagonal sin presentar fallas (rotación


consistente con la dirección del pandeo de la diagonal).

Figura 7.14: Esquema de rótula elíptica en conexión de arriostramiento tubular. Esta


configuración permite geometrías de conexión compatibles con la práctica chilena.

7.5.3. Recomendaciones para marcos rígidos

• En estructuras de varios niveles, la suma de las capacidades flexurales esperadas


reducidas por carga axial de las columnas que concurren a un nudo debe ser mayor
o igual a 1.2 veces la suma de las capacidades flexurales esperadas de las vigas
conectadas en dicho nudo. Este requisito no es aplicable en nudos del nivel
superior. Se pueden exceptuar de esta exigencia aquellas columnas en que la
resistencia requerida para todos los esfuerzos sea determinada utilizando las
combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las cuales el estado de carga
sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0. No es necesario cumplir con este
requisito si el esfuerzo de corte sísmico de todas las columnas en que no se cumple
la disposición anterior es menor que el 20% del esfuerzo de corte sísmico del piso
correspondiente.

• Las conexiones de momento de vigas a columnas de marcos rígidos


sismorresistentes, los atiesadores de continuidad y la zona panel se deben diseñar
para resistir la capacidad esperada en flexión de la viga y el esfuerzo de corte
asociado. La resistencia requerida en la conexión no necesita ser mayor que aquella
determinada utilizando las combinaciones de cargas definidas para el diseño, en las
cuales el estado de carga sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0, o que la
máxima solicitación que el sistema puede transferir a la conexión (Figura 7.15).

121
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 7.15: Esquema de esfuerzos en un nudo viga-columna de un marco rígido


(Crisafulli, 2018).

• Las zonas panel que definen el nudo de la conexión de momento dentro de la


columna deben encontrarse limitadas por atiesadores de continuidad. El ancho
atiesado de la columna no puede ser menor que el ancho del ala de la viga más
ancha o de la placa que entrega la carga. El espesor del atiesador no debe ser
menor que el mayor espesor entre las alas de vigas que llegan al nudo o de la placa
que entrega la carga.

• Las vigas de marcos rígidos deben satisfacer las siguientes condiciones:

a. En zonas próximas a eventuales rotulas plásticas y en el tramo de la viga


ambas alas deben arriostrarse lateralmente o la sección transversal debe ser
arriostrada torsionalmente.
b. Los arriostramientos deben estar separados a una distancia no mayor a
0.086 𝑟𝑦𝐸/𝐹𝑦.
c. La resistencia requerida de los arriostramientos laterales debe ser de 0.06
𝑅𝑦𝐹𝑦 𝑍 (LRFD) o 0.06 𝑅𝑦𝐹𝑦 𝑍 /1.5 (ASD).
d. La rigidez requerida de los arriostramientos laterales debe cumplir los
requisitos del Anexo 6 de NCh427 Parte I, considerando que la resistencia
flexural requerida corresponde a la capacidad flexural esperada (𝑀𝑟 = 𝑅𝑦𝐹𝑦𝑍
(LRFD) o 𝑀𝑟 = 𝑅𝑦𝐹𝑦 𝑍/1.5 (ASD)) y que la viga presenta momento uniforme
(𝐶𝑏 = 1.0).

7.5.4. Recomendaciones para anclajes de bases de columna

• En los sistemas de anclaje la resistencia debe estar controlada por la capacidad


de los dispositivos metálicos, evitando que la eventual falla se produzca en el

122
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

hormigón armado. Se pueden exceptuar de esta exigencia aquellos sistemas de


anclaje cuya resistencia requerida (tanto en corte como en tracción) sea
determinada utilizando las combinaciones de cargas definidas para el diseño,
en las cuales el estado de carga sísmico ha sido amplificado por 0.7𝑅 ≥ 2.0. (El
diseño debe fomentar que la plastificación de anclajes ocurra idealmente de
manera simultánea con la plastificación del resto de los elementos fusibles del
sistema sismorresistente, de manera de maximizar la disipación de energía
sísmica).

7.6. Referencias

1. ASCE, 2010, "Minimum Design Loads for Buildings and Other Structures",
ASCE/SEI 7-10, American Society of Civil Engineers, Reston, Virginia.

2. AISC, 2010a, "Seismic Provisions for Structural Steel Buildings", ANSI/AISC 341- 10,
American Institute for Steel Construction, Chicago, Illinois.

3. AISC, 2010b, "Specification for Structural Steel Buildings", AISC/ANSI 360-10,


American Institute of Steel Construction, Chicago, Illinois.

4. Bruneau, M., Uang, C. M., & Sabelli, S. R. (2011). Ductile design of steel structures.
McGraw Hill Professional.

5. Crisafulli, F., 2018, “Diseño sismorresistente de construcciones de acero 5ta


Edicio n”, Asociación Latinoamericana del Acero – Alacero, Santiago, Chile.

6. INN, 2003, “Diseño Sísmico de Estructuras e Instalaciones Industriales”,


NCh2369.Of2003, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.

7. INN, 2016, “Construcción - Estructuras de acero - Parte 1: Requisitos para el cálculo


de estructuras de acero para edificios”, NCh2369.Of2003, Instituto Nacional de
Normalización, Santiago, Chile.

8. NIST. (2017b). Recomended Modeling Parameters and Acceptance Criteria for


Nonlinear Analysis in Support of Seismic Evaluation Retrofit, and Design, NIST GCR
17-917-45. National Institute of Standards and Technology, Gaitthersburg, MD.

9. Ramón Montecinos, 2016, “Avances en el Diseño de Estructuras Industriales en


Chile”. Revista del Colegio de Ingenieros, Edición No. 215. Chile.

10. Richards, P.W. (2009). Seismic columns demands in ductile braced frames. Journal
of Structural Engineering 135(1), 33-41.

123
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

124
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Ramón Montecinos C.
Ingeniero Civil Estructural
Rodrigo Silva M.
Ingeniero Civil Estructural, PhD.

125
126
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

8.1 Generalidades sobre conexiones

El objeto de este capítulo es entregar elementos para la comprensión y el diseño de


conexiones en el contexto del proyecto actual de las estructuras de acero.

Interesa recalcar dos palabras de las líneas anteriores: “comprensión” y “proyecto actual”.

Tenemos la convicción que la comprensión cabal de las estructuras es la base del buen
diseño: sin comprensión ningún análisis matemático sirve y con una buena comprensión,
incluso los análisis más simples son suficientes para obtener un buen diseño.

Al hablar de “proyecto actual” nos referimos a la manera en que hoy se están diseñando
las conexiones en Chile, cuando ha ido cambiando la clásica idea con la que trabajamos
durante muchos años: “las conexiones de taller serán soldadas y las de terreno, apernadas”
y surgen nuevos conceptos como conexiones en piezas “tarea cero”, los atiesadores de
pronto se transforman en planchas-problema y en algunos casos, las conexiones
completamente apernadas parecen ser las preferidas en el diseño y la fabricación.

Las estructuras de acero están compuestas por miembros que deben ser unidos para
formar el producto final. Un montón de vigas, columnas y diagonales acumuladas en el
patio de una maestranza no es una estructura, de la misma manera que una bolsa de huesos
no es un esqueleto.

Son las uniones o conexiones las que arman el sistema, le permiten existir y recibir cargas
y otros esfuerzos.

Desde el punto de vista de la resistencia, una estructura cuyos elementos han sido bien
diseñados y cuyas conexiones son débiles será una estructura débil.

Más crítico aún: una estructura que tenga algunos elementos deficitarios pero que tenga
buenas conexiones, poseerá una capacidad resistente interna adicional que le permitirá
redistribuir sus esfuerzos, entregando los esfuerzos excesivos de los elementos que hayan
quedado deficitarios a otros miembros con capacidad suficiente de manera que
globalmente la estructura podrá seguir resistiendo a pesar de contar con algunos
elementos débiles. Y eso gracias a las buenas conexiones.

Una estructura con buenas conexiones será siempre menos vulnerable y tendrá un grado
de seguridad mayor que otra de conexiones menos cuidadas, sin necesariamente ser más
pesada.

Para conseguir buenas conexiones es preciso que el diseñador tenga presente algunos
consejos generales:

127
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

1. Es necesario entender qué se está conectando, qué esfuerzos deben ser


transmitidos, qué conectores son los mejores para esas acciones, etc.
Lo anterior se relaciona de manera muy cercana con la idea de “flujo de fuerzas”,
que no es otra cosa que intuir la manera en que los esfuerzos se transmiten dentro
de la conexión.
2. Siempre hay que tener presente que la conexión la deben construir manos humanas
y se deberá montar con manos y medios humanos. Muchas veces aparecen
conexiones que deberán ser construidas por ángeles de manos muy finas y que
deberán ser montadas por Dios.
3. El diseño de las conexiones requiere 50% de sentido común, 20% de conocimientos
teóricos, 20% de experiencia y 10% de valentía e iniciativa.

El sentido común dice que es el bien mejor repartido del mundo ya que nadie quiere tener
más que lo que tiene, los conocimientos teóricos necesarios son relativamente sencillos y
al alcance de cualquiera, la experiencia se adquiere más rápido que lo que uno piensa.

La valentía e iniciativa son virtudes más escasas.

El objetivo final de este capítulo es ayudar a desarrollar esas dos cualidades: valentía e
iniciativa para intentar diseñar conexiones.

8.2 El concepto básico del diseño de las conexiones

Toda conexión es un pequeño sistema compuesto por tres elementos siempre presentes:

a. Las partes directamente afectadas de los miembros conectados.


b. Los elementos adicionales que forman parte de la conexión.
c. Los conectores.

Aclaremos con un ejemplo. Estudiemos la conexión en los soportes de una viga


simplemente apoyada.

En este caso la conexión involucra el extremo de la viga misma, que corresponde a aquella
parte del miembro directamente vinculado a la conexión.

Toda conexión involucra, afecta, altera y comprende una zona del miembro a conectar. En
el ejemplo, inevitablemente el extremo de la viga deberá ser alterado: sus alas serán
destajadas parcialmente, su alma se deberá recortar un poco, se deberán hacer
perforaciones, etc.

Todas esas alteraciones y sus efectos forman parte de la conexión.

128
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Los elementos de conexión son aquellas piezas, planchas o partes adicionales que se
agregan para poder materializar la conexión.

Salvo casos especiales, siempre es necesario agregar algunas piezas (planchas, trozos de
perfiles, etc.) adicionales para poder conectar.

En el ejemplo de la viga, estas piezas adicionales serán los trozos de ángulos (“clips”) o la
plancha que permitan materializar la transmisión del corte desde la viga a su soporte.

Finalmente, el último elemento que constituye este pequeño sistema que es toda
conexión, son los conectores mismos, o sea los dispositivos que transfieren los esfuerzos
entre un miembro y el otro.

En el ejemplo de la viga los conectores son los pernos o soldaduras que unen todo.

El diseño de la conexión comprende los tres elementos descritos y cada uno de ellos debe
ser pensado y calculado. No es suficiente diseñar bien los pernos de conexión si las
planchas de conexión utilizadas son muy delgadas o si la alteración del extremo del
miembro a conectar lo debilita.

En todos esos casos la conexión será deficiente.

8.3 Los esfuerzos para el diseño de las conexiones

Toda conexión debe transmitir fuerzas que provienen de los miembros que convergen a
ella. Debido a la necesidad que haya equilibrio, estas fuerzas son iguales (pero de distinto
sentido) en cada uno de los miembros a unir.

En teoría simple, las fuerzas a conectar podrían ser las calculadas de acuerdo con el análisis
estructural que considera la geometría de la estructura y las cargas que actúan sobre ella.

En teoría, insistimos, si se realiza un análisis estructural adecuado, considerando las cargas


máximas que se esperan sobre la estructura (“cargas de diseño”), los esfuerzos que ese
estudio entrega podrían ser las fuerzas que emplear para calcular las conexiones.

Sin embargo, la incertidumbre inevitable que proviene de variaciones geométricas, de las


propiedades de los materiales y de la real imposibilidad de acotar todas las acciones sobre
la estructura, determina un escenario en el que los esfuerzos previstos en el diseño pueden
ser superados en la realidad.

En esa situación, al ser las conexiones zonas limitadas, de pequeño tamaño, tienden a tener
comportamiento menos dúctil que el resto del elemento y un buen diseño debe evitar que
en situaciones de eventual falla, ella se inicie por las zonas con menor ductilidad, lo que

129
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

podría ocurrir si la conexión se diseña exactamente para las fuerzas teóricas.

Por otro lado, ocurre con frecuencia que las dimensiones de la sección utilizada en algún
miembro de la estructura son mayores que las necesarias, ya sea por alguna consideración
geométrica o por normalización de las secciones utilizadas.

En esos casos, los esfuerzos que entrega el análisis, al ser muy bajos en relación a la
capacidad de la sección elegida, llevarían a conexiones muy pequeñas, con muy poca
soldadura o con muy pocos pernos.

En esos y en otros casos en que las fuerzas del análisis son muy bajas con respecto a la
capacidad de la sección, las conexiones se diseñan con cargas mínimas que tienen relación
con la capacidad de la pieza, independientemente de sus esfuerzos reales.

Adicionalmente, las normas establecen valores absolutos mínimos de las reacciones y se


exigen conexiones mínimas: filetes de cierto tamaño a lo menos, uso de a lo menos dos
pernos en caso de conexiones apernadas, etc.

En resumen: Si bien las cargas del análisis indican (en teoría) los esfuerzos que tendrá que
transmitir la conexión, las normas y procedimientos exigen diseñar las conexiones, además,
para fuerzas que dependen de la sección misma.

Principio general: cada conexión debe ser diseñada para la fuerza máxima de análisis, pero
no menos que una fracción de la capacidad de la sección en ese tipo de esfuerzo.

En la práctica actual ese criterio de diseñar las conexiones para fuerzas que dependen de
la capacidad de las secciones lleva en numerosas ocasiones a exigencias superiores a los
esfuerzos obtenidos del análisis, lo que implica una ventaja desde el punto de vista del
diseño de la conexión al independizar la fuerza de diseño del resultado del análisis lo que
permite trabajar cada miembro por separado.

8.3.1 Esfuerzos de diseño para conexiones de miembros que soportan esfuerzos no


sísmicos (Ref: Capítulo J de NCh 427 Parte 1)

a. Vigas simplemente apoyadas.

El criterio usualmente considerado en estos casos es diseñar la conexión para:

• Vigas de piso que no reciben equipos: 75% de la capacidad de corte


• Vigas de piso que reciben equipos: 100% de la capacidad de corte
• Vigas maestras: 100% de la capacidad de corte

130
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

En todos esos casos, no es necesario que el corte de diseño de la conexión supere el


máximo que la viga puede entregar agotando su capacidad flexural.

b. Vigas de marcos o pórticos.

El criterio en este caso es:

• Desde el punto de vista de la transmisión del corte, estas conexiones se diseñan


para transmitir una fuerza de corte igual al 100% de la capacidad de la sección.
• Si la conexión de la viga debe ser capaz de transmitir momento de flexión (conexión
indicada con “c.m.” en el plano de diseño), también deben ser conectadas las alas
de manera que la conexión sea capaz de transferir el 100% de la capacidad flexural
de la sección.

c. Empalmes de columnas

Todos los empalmes deben restituir la capacidad plena del elemento. Se debe
conectar por lo tanto el 100% de la capacidad de corte de la sección y el 100% de
la capacidad de tracción del elemento.

d. Empalmes de cordones de enrejados.

El empalme se debe diseñar para el esfuerzo máximo de diseño, pero no menos


que el 50% de la capacidad del elemento en tracción.

e. Diagonales de enrejados.

El empalme se debe diseñar para el esfuerzo máximo de diseño, pero no menos


que el 50% de la capacidad del elemento en tracción.

8.3.2 Esfuerzos de diseño para conexiones de miembros que soportan esfuerzos sísmicos

En estos casos el diseñador se debe remitir a las indicaciones de la norma de diseño


respectiva.

8.4 Conectores mecánicos

Por conectores mecánicos entendemos los pernos (en algunos países los llaman tornillos),
remaches y otros dispositivos cuya forma de trabajo y transmisión de fuerza se relaciona
con un mecanismo y no con un proceso térmico, para diferenciarlo de las soldaduras.

Se recomienda estudiar la excelente publicación:

131
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• AISC Design Guide 17: High Strengh Bolts. A Primer for Structural Engineers.
• ICHA: Libro de diseño para estudiantes.

En el escenario actual, los pernos de conexión han ido ganando terreno a expensas de las
soldaduras.

Consejos de diseño:

a. Utilice de preferencia pernos ASTM A 325 y diámetros 3⁄4”, 7⁄8” y 1”. Evite usar
pernos de mayor diámetro.
b. Es una buena costumbre nacional instalar todos los pernos con apriete controlado.
c. Todos los pernos se diseñan en condición de aplastamiento, salvo los
correspondientes a uniones de miembros sometidos a vibraciones, fatigamiento o
continuidades.
d. Salvo construcciones con un nivel muy alto de control e inspección, los pernos se
deben considerar como hilo incluido.
e. Nunca use los mismos diámetros para pernos de alta resistencia y pernos corrientes.
f. Considere en el diseño de la conexión los requisitos de espacio para apriete de los
pernos o tuercas.
g. Todas las conexiones apernadas deben materializarse con pernos de alta
resistencia, salvo:
- Conexiones de elementos secundarios: conexiones de costaneras, peldaños de
escaleras y barandas.
- Pernos de anclaje, ya que ellos conectan planchas de acero con pedestales de
hormigón.
Los diámetros preferidos para los pernos corrientes son: 3/8” y 5/8”.
Para pernos de anclaje: 3⁄4”, 7/8”, 1”, 11⁄4”, 11⁄2” y 2”.
h. Los pernos de alta resistencia A 325 pueden ser galvanizados.

8.5 Soldaduras

Las soldaduras son los procedimientos de unión de planchas por acción de la temperatura
que las lleva a un estado plástico o fluido y materializa la unión con aporte de material
externo o por presión entre las partes.

En las estructuras de acero el primero de los procedimientos es el usual y el calor es


normalmente producido por un arco eléctrico.

Se recomienda estudiar alguno de los siguientes textos:

• AISC Design Guide 21: Welded Connections. A Primer for Engineers.


• Salmon, Johnson & Malhas: Steel Structures. Design and Behavior. Capítulo 5.
• McCormac & Csernak: Structural Steel Design. Capítulo 14.

132
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• ICHA: Libro de diseño para estudiantes.

Consejos de diseño:

a. Las conexiones soldadas representan el sistema natural de unir piezas en taller, en


condiciones favorables de ambiente (temperatura, humedad, sin viento, etc.), con
instalaciones fijas tecnificadas (procesos automáticos, etc.) y niveles de control.
En terreno también se pueden realizar soldaduras, sin embargo, sus resultados son
sensibles a las condiciones de trabajo y a la pericia del operario. Dentro de lo
posible, se deben evitar las soldaduras de terreno.

b. En la ejecución de las soldaduras, el arco eléctrico produce temperaturas muy altas,


que pueden alcanzar más de 3000 °C, que funden el electrodo en los casos en que
él es de acero y la zona superficial del metal base.

La conexión se realiza al solidificarse las zonas fundidas.

El hecho de la fusión del acero y del calentamiento a temperaturas muy elevadas


genera un fenómeno metalúrgico que es imprescindible que sea entendido por
todo diseñador:

Las altas temperaturas generadas en el área del arco superan la temperatura critica
que produce en el acero una estructura cristalina casi uniforme (austenítica) del
acero involucrado.

A partir de esa estructura cristalina, la velocidad de enfriamiento produce dos


estructuras alternativas que determinan las propiedades mecánicas del acero:
Si la velocidad de enfriamiento es alta, o sea si el acero se enfría rápidamente, la
estructura austenítica se solidifica en una de alta resistencia mecánica, pero de baja
ductilidad, compuesta mayoritariamente por martensita. En este caso el acero es
duro pero frágil, apto para hacer, por ejemplo, herramientas, pero carente de la
ductilidad que el diseño estructural requiere.

Si la velocidad de enfriamiento es baja, o sea si el acero se enfría lentamente, la


estructura austenítica cambia a una estructura dúctil y de menor resistencia
mecánica llamada perlita.

En este caso, el acero es dúctil, con fluencia marcada y cumple las demandas de
ductilidad que nuestros diseños requieren.

Este punto es extremadamente importante y debe ser cabalmente entendido: en


estructuras y diseño de conexiones, siempre deseamos que el acero se mantenga
dúctil y, por lo tanto, su ruta de enfriamiento debe ser la lenta para asegurar que se

133
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

produzca la estructura austenítica.

En esa dirección apuntan las exigencias de no utilizar filetes demasiado pequeños


que al enfriarse muy rápido dejaran zonas frágiles.

8.6 Consejos para el diseño de conexiones

Dada la infinita variedad de posibilidades de encuentro entre piezas de acero, las posibles
conexiones son también infinitas y no es posible desarrollar un método general de diseño
y cálculo de ellas.

En general el aprendizaje es desde la casuística, sin embargo, es posible entregar algunos


consejos de buen criterio y esperar que el proyectista que haya entendido los
procedimientos y especialmente el espíritu de los casos típicos pueda por sus propios
medios, desarrollar los nuevos casos a los que se vea enfrentado.

8.6.1 Consideraciones geométricas

En primer lugar, las conexiones deben cumplir exigencias geométricas básicas que
aseguren por un lado que ellas sean fabricables con los medios disponibles y, por otro
lado, que tanto la zona del perfil que se debe alterar para materializarla como las planchas
y elementos accesorios que se agreguen, no tengan dimensiones o alteraciones que los
debiliten o fragilicen en exceso.

En primer lugar, la conexión debe ser factible de construir por operarios que ocupan
equipos que tienen tamaño y dimensiones que se deben tener en cuenta.

Veamos ejemplos: No deben haber planchas tan juntas que no se pueda soldar entre ellas,
no deben quedar zonas inaccesibles ni configuraciones que impidan el montaje en terreno,
los pernos deben estar suficientemente espaciados para que las llaves puedan acceder a
ellos, etc.

Recomendaciones de sentido común:

a. Diseñe la conexión pensando en su fabricación y en su montaje.


b. Recuerde que, para soldar, el operario debe poder acceder a la zona en un ángulo
no demasiado cerrado. Ojala no menos de 30.
c. La separación mínima para que quepa una mano y un electrodo es de 150 mm.
d. Evite las soldaduras sobrecabeza
e. Tenga presente que al instalar un elemento (atiesador, refuerzo, etc.), se va
limitando el acceso a zonas que quedan cerradas por ellos.
f. Recuerde que todo perno debe ser apretado y deben poder entrar las llaves
correspondientes.

134
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

g. Recuerde que no es suficiente que la llave se pueda colocar, también debe poder
girar. Y girar en un ángulo amplio para facilitar el apriete.
h. Los atiesadores, especialmente los de las columnas, pueden impedir el montaje de
las vigas.
i. Para asegurar distancias mínimas y otras restricciones geométricas, son de utilidad
los estándares.

8.6.2 Diseño estructural de la conexión

El tema de este punto es el cálculo de la conexión bajo la acción de las fuerzas que debe
resistir. Para esto aplicaremos los conceptos de la Resistencia de los Materiales, de las leyes
del equilibrio, la intuición del comportamiento del elemento y el sentido común.

a. Intuir los flujos de fuerzas


En primer lugar, debemos tener claridad en el “flujo de fuerzas” que la conexión
tiene que transmitir.
Esos esfuerzos pueden ser de cualquiera de los tipos que el análisis estructural
reconoce: fuerzas axiales, cortantes, momentos flexurales, torsiones, etc.

b. Evitar los esfuerzos combinados


En general el buen diseño apunta a evitar o al menos, controlar, la pluriacción de
un elemento estructural. Esto es, en lo posible que cada elemento de la conexión
trabaje respondiendo a un solo tipo de esfuerzo, evitando las interacciones y
excentricidades en la medida que ello sea posible.

c. Mejor evitar que calcular


En la disyuntiva de calcular esfuerzos para acciones especiales o complejas
utilizando métodos refinados, como elementos finitos, siempre es preferible evitar
el problema antes de calcular, ya sea incrementando un poco los espesores,
agregando atiesadores, etc.

d. Sencillez del diseño


El diseño debe ser simple, directo y sencillo. Explicable a cualquiera.

e. Evitar las excentricidades


En esto nos referimos no solo a las excentricidades de las fuerzas, sino también a
las excentricidades del diseño y del diseñador.

135
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Carlos Peña L.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng., PhD.(c)

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

9.1 Introducción

Existe un sinnúmero de excelentes textos, manuales, y publicaciones en general, en los


cuales es posible encontrar desarrollos en extenso sobre la formulación matemática de los
conocidos elementos prismáticos-unilineales, placas-membranas, solidos 3D, histeréticos-
no lineales, etc. (Frame, Shell, Solid, Link), ya sea en su condición de trabajo elástico o
inelástico. Pues bien, en este capítulo el lector no encontrará dicha información. Más aún,
no encontrará ecuaciones o matrices de ningún tipo. En lugar de eso, se propone exponer
racionalmente un contexto de “buen uso” (concepto etéreo) de las herramientas analíticas
con las que el ingeniero estructural cuenta actualmente y de las cuales se puede servir para
llevar a cabo un buen diseño. De hecho, en el presente capítulo el lector podrá encontrar
discusiones conceptuales más enfocadas en definir limitaciones en el uso de algunas
herramientas o conceptos que a exponer sus ventajas. La razón de esto es que la literatura
que difunde las ventajas infinitas de los métodos matemáticos complejos y los programas
computacionales asociados es abundante y muy completa.

Dado que el tema de la modelación estructural es extenso e inabarcable en sí mismo, se


ha elegido tocar sólo algunos temas específicos, y siempre considerando el punto de vista
práctico y útil para el ingeniero de proyectos. Por lo anterior, las exposiciones que se
ofrecen en el presente capítulo pueden no cumplir con el nivel de rigurosidad que la
investigación académica profunda requiere, ya que en general los objetivos que persigue
la producción dentro de proyectos industriales y urbanos (habitacionales y oficinas) son
diferentes.

Desde ya debe quedar en claro que las discusiones que se ofrecen asumen que el lector
posee un conocimiento básico, tanto teórico como práctico, en el uso de programas
computacionales que implementen el método de elementos finitos.

9.2 ¿Qué es un modelo estructural?

Debemos iniciar la discusión estableciendo que en nuestro contexto y para efectos de


diseño, un modelo estructural no corresponde a una representación gráfica de un edificio-
estructura-equipo que tenga una elevada “similitud” con aquello que se espera como
resultado de la construcción-fabricación. Es decir, que una figura determinada se vea en la
pantalla del computador idéntica a lo que se espera de la materialización en terreno, no
entrega garantías de ningún tipo a nivel del diseño estructural. Por el contrario, para el
ingeniero diseñador, un modelo siempre tendrá relación directa con una representación
analítico-matemática de un fenómeno bien determinado. Cualquier representación gráfica
de las condiciones matemáticas definidas por el ingeniero no será más que una ayuda
adicional tendiente a llevar un mejor control y entendimiento de los procesos a realizar a
partir de los datos de entrada del problema.

139
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

De lo anterior, podemos establecer desde ya que un modelo estructural no corresponde


directamente a un archivo digital, y tampoco requiere necesariamente el uso de un
programa computacional para su generación y procesamiento.

Por ejemplo, pensemos en el mástil de una bandera que flamea al viento. En este caso, la
representación analítico-matemática del sistema estructural resulta más o menos evidente.
Podemos convenir fácilmente el uso de un “elemento estructural” vertical en voladizo cuyo
extremo inferior se encuentra empotrado y cuyo extremo superior (libre) recibe una carga
lateral relativamente concentrada. Básicamente, a partir de estas consideraciones
simplificadoras del fenómeno real, se pueden aplicar los principios de la teoría elástica y
verificar el cumplimiento teórico del sistema bajo las condiciones de borde que
correspondan, las cuales son a su vez evaluaciones matemáticas de un “estado límite”
específico.

En el ejemplo anterior tenemos dos aspectos que vale la pena explicitar. Por un lado, la
“simplicidad” del fenómeno a estudiar no requirió de una representación gráfica para
lograr el entendimiento sin perder el control de los resultados. Sin embargo, el modelo
estructural existe y corresponde al elemento en voladizo mencionado (problema resuelto
en la literatura). Por otra parte, la representación matemática del fenómeno requirió de
una cantidad de supuestos simplificadores implícitos de los cuales probablemente no
tenemos conciencia. Entre los más importantes de estos supuestos están el asumir que
conocemos las propiedades mecánicas de los materiales y que podemos evaluar las fuerzas
solicitantes.

En resumen, en adelante entenderemos que un modelo estructural es en esencia un


modelo analítico-matemática (no una “maqueta”) que con el uso de variadas hipótesis
simplificadoras (no necesariamente conservadoras) busca representar de manera suficiente
un fenómeno real o una respuesta estructural especifica.

9.3 ¿Para qué́ sirve un modelo estructural?

De lo expuesto hasta el momento podemos entender que un modelo puede ser muchas
cosas, menos una representación exacta. Siempre deberá incluir simplificaciones que
hagan posible su “procesamiento” y cuya sola existencia implique “perdida de precisión”
o de “representatividad general”. Por estos motivos es que la primera pregunta que se
debe hacer el ingeniero es: ¿para qué quiero el modelo? Con esto, implícitamente ya
estamos reconociendo que no es posible generar un modelo representativo “de todo” y
que al mismo tiempo sea práctico. Nunca debemos olvidar que dentro del contexto de la
ingeniería de proyectos un modelo estructural será procesado y modificado innumerables
veces antes de poder considerarse como el modelo “final”.

La respuesta a la pregunta ¿cuál es la información que espero obtener del modelo? definirá
también cuál es la información que debo incorporar con mayor calidad y cual será

140
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

susceptible de caer en las simplificaciones necesarias y convenientes.

En palabras simples, un modelo no debe incluir “todo”, sino únicamente aquello que
garantice que la calidad de la respuesta que se obtendrá sea suficiente para los fines
específicos del diseño. Comúnmente para el ingeniero diseñador es bastante claro cuál es
el mínimo de información a considerar en un modelo estructural. Sin embargo, no es tan
claro cuál es la información que podría ser innecesaria para los fines específicos. En
ocasiones esto se genera por la búsqueda de una representatividad más allá de lo útil e
incluso más allá de lo que realmente es capaz de captar el modelo elegido. Este es un
punto bastante importante a tener presente al momento de construir un modelo
cualquiera. Un exceso de información, tanto de entrada como de salida, podría conducir a
un modelo que “distorsione” los resultados de interés. O peor aún, una innecesaria
complejidad en la representación del problema podría hacer que se genere una pérdida
de control en los resultados, impidiendo el discernimiento intuitivo, o a través de
verificaciones simples, acerca de la buena o mala calidad de los datos obtenidos. Este
último aspecto resulta especialmente relevante cuando hablamos de modelos
computacionales, en los cuales la incorporación de una multitud de opciones por defecto
o de rutinas complejas de cálculo conduce a que el ingeniero pierda el total control de lo
que se está haciendo.

Recordemos el ejemplo del mástil presentado en la sección anterior. Si nuestro objetivo de


diseño es la validación estructural del poste, y ya hemos elegido a priori que se tratará de
un tubo de acero de sección constante en altura, solo bastaría con conocer las
solicitaciones en la base para tener el problema resuelto. Dado que el problema es
isostático, solo requerimos las ecuaciones de equilibrio mínimas para determinar las cargas
de diseño. No obstante, tenemos a disposición la opción moderna, y podemos elegir
modelar el tubo utilizando un programa comercial sofisticado e incluir: elementos finitos
(planos o 3D) de mallado automático, deformaciones por corte, efectos dinámicos (viento),
geometría no lineal, inelasticidades potenciales, inestabilidades locales y globales,
combinaciones de diseño automáticas, módulo de verificaciones de diseño integrado, y un
largo etc. ¿Como es verificado el tubo por programa? ¿A nivel tensional local considerando
estados triaxiales o integrando en una sección y evaluando “globalmente”? ¿El modelo de
verificación detecta inestabilidades locales o debo controlar razones ancho-espesor “por
fuera”? ¿Como obtengo los esfuerzos para diseñar después la placa base y los pernos de
anclaje? ¿Cuál sería el aporte efectivo que las complejidades incorporadas entregarían a la
solución encontrada con las ecuaciones de equilibrio? ¿Cambiaría el tubo elegido
inicialmente? Notar dos aspectos importantes. La cuadratura de valores que podría permitir
el uso responsable de los resultados obtenidos del modelo computacional descrito
requiere al menos la comparación con las ecuaciones de equilibrio mencionadas
originalmente. Además, las decisiones que se tomen antes de comenzar la resolución
matemática del problema, como la elección del tubo de sección constante, ya constituyen
información valiosa de la que se puede sacar provecho en el cálculo posterior.

141
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

En general, un modelo “automático” altamente complejo e imposible de verificar al menos


parcialmente, pierde toda utilidad para el ingeniero diseñador responsable, ya que impide
relacionar el conocimiento personal y la respuesta esperada con la información obtenida.
Nunca se debe olvidar que el modelo debe contribuir a la solución del problema y no a la
generación de dudas o conflictos adicionales.

Como regla general, el modelo estructural no debiera sobrepasar el conocimiento del


ingeniero que lo genera.

9.4. Modelación con programas computacionales

En aquellos casos en que, a pesar de las simplificaciones aplicables, el modelo estructural


contiene una cantidad de información difícil de manejar por otros medios, se hace
necesaria la utilización de un software como ayuda al procesamiento. En esta etapa aún no
hablamos necesariamente de un programa de análisis estructural propiamente. En la
mayoría de los casos es posible desagregar un problema y resolverlo por partes. Algunas
de esas partes podrían requerir el uso de procedimientos cuya solución numérica no
justifica el uso de algo más que una “planilla de cálculo” o de un método gráfico
aproximado. Sin embargo, otras partes del problema podrían requerir, por ejemplo, el uso
de un programa computacional enfocado especialmente en el análisis estructural.

En la actualidad existe a disposición de los ingenieros una amplia variedad de programas


computacionales comerciales de análisis y “diseño” estructural, desde los más simples y
económicos hasta los más complejos y costosos. No obstante, incluso el más simple de
ellos es capaz de desarrollar evaluaciones numéricas que están fuera del alcance del
ingeniero y su calculadora. Esta situación en principio ofrece a los ingenieros actuales una
ventaja comparativa invaluable en relación a aquellos que debían resolver situaciones
similares hace más de cien años, pero también genera uno de los mayores problemas de
la profesión, la temida “caja negra”. Para aquellos no familiarizados con el concepto, se
trata de lo siguiente. Se tiene una cantidad de datos determinada, se introduce en la “caja
negra”, y se extraen resultados. Todo el proceso, que se desconoce en sus detalles, lo
ejecuta la “caja negra”, sin interferencia alguna del usuario. Para algunos ingenieros la
generación espontánea de soluciones milagrosas en base a un input de dudosa calidad
podría representar la panacea de la ingeniería de la era espacial. Sin embargo, ¿Cómo
puede el ingeniero estar seguro de que la “caja negra” hace lo que cree que hace? La
respuesta a esta pregunta es lo que entrega realmente valor a los resultados obtenidos, y
no solo el hecho de que el programa comercial se encuentre certificado por algún
organismo “reconocido”. El no conocer los procesos que se desarrollan al interior de un
programa computacional impide discernir con claridad cuál es la información importante
que se debe suministrar y cuáles son los resultados en los cuales se puede confiar.

Controles básicos, aunque no suficientes, que el ingeniero debiera ejecutar siempre al usar
un programa computacional son los siguientes:

142
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• Equilibrio input-output: Las fuerzas o efectos que se han ingresado a modo de


solicitaciones deben encontrarse en equilibrio con las reacciones que
correspondan.
• Consistencia fuerza-deformación: Las fuerzas o solicitaciones generales que se
incorporen deben generar deformaciones consistentes tanto en dirección como en
magnitud.
• Estabilidad matemática: En líneas generales jamás debiera aceptarse la presencia
de “kartings” o errores al procesar un modelo computacional. Menos aún si
posteriormente obtenemos resultados a partir de la “corrección automática
interna” que hace el programa a esas inestabilidades numéricas.

En las secciones siguientes se entregan comentarios y recomendaciones que provienen de


la experiencia del autor en el uso de programas computacionales, que en la mayoría de los
casos aplican transversalmente al uso de cualquier programa, ya que descansan en el
conocimiento que el usuario común posee a la hora de construir un modelo estructural. No
obstante, los ejemplos específicos que se incluyen han sido desarrollados con SAP2000. Es
importante establecer que los ejemplos han sido tomados de casos reales, en los cuales
ha sido necesario mirar varias veces los resultados de un modelo computacional a fin de
decidir su utilidad práctica como herramienta de decisión.

9.5. Análisis con elementos finitos planos (tipo Shell)

Los Elementos Finitos planos hoy por hoy se encuentran entre los más utilizados por la
práctica profesional. En estructuras de acero permiten la representación de estanques,
tolvas, silos, calderas, y placas generales, las cuales tienen un trabajo notoriamente distinto
del que puede desarrollar un elemento uniaxial prismático. Incluso su uso se ha masificado
en los últimos años a la hora de evaluar concentraciones de tensiones en elementos
prismáticos comunes formados por placas de acero, además de anclajes y conexiones
generales. Sin embargo, la relativa simplicidad en el uso de estos elementos conduce a
que en ocasiones se cometan errores graves en la interpretación de los resultados, o
directamente se generen modelos erróneos en relación al objetivo o respuesta buscada.

A continuación, se presentan algunos temas a tener en consideración a la hora de usar


elementos finitos planos (del tipo Shell), con el fin de prevenir la interpretación errónea de
resultados y su correspondiente incidencia en los diseños posteriores.

Tipos de elementos planos y vínculos cinemáticos

Tradicionalmente los programas computacionales presentan tres tipos de elementos


planos: Plate, Membrane, y Shell. Los elementos “Plate” reaccionan sólo fuera del plano
que los contiene (flexión y cortes de losa), y los elementos “Membrane” reaccionan sólo
dentro del plano que los contiene (tracciones, compresiones, y cortes en el plano del
elemento). El elemento Shell simplemente superpone los efectos anteriores y reacciona

143
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

dentro y fuera de su plano.

Los Grados De Libertad (GDL) presentes comúnmente en cada nodo de estos elementos
son los siguientes:

• Plate: 2 giros, 1 desp. (fuera del plano)


• Membrane: 1 giro, 2 desp. (dentro del plano)
• Shell: 3 giros, 3 desp.

Es importante hacer notar que el uso de elementos con menos GDL que los que exige la
definición general del modelo estructural (6 en 3D, 3 en 2D) implica que deben restringirse
mediante algún sistema adicional todos aquellos GDL que “faltan” (direcciones en las
cuales el elemento no aportará rigidez o resistencia). De lo contrario, se producen
inestabilidades numéricas en el modelo que podrían alterar los resultados. Estas
restricciones pueden llevarse a cabo a través del uso de vínculos cinemáticos
(“constraints”), barras-elementos “rígidos”, o simplemente anulando los GDL que no son
requeridos para la solución del problema en estudio si el programa lo permite.

Se debe tener presente que la incorporación de vínculos cinemáticos perfectos


(“constraints”) siempre anula la necesidad de traspaso de algún tipo de esfuerzo por medio
de los elementos ubicados entre los nodos comprometidos. Esto es inherente a la
asignación de una condición de compatibilidad geométrica “esclava”, y no puede evitarse
a menos que se utilice otra manera de generar el acople, por ejemplo, las barras
numéricamente “rígidas” (su uso es un tema de estudio por si sólo y por el momento no
se incluye). En consecuencia, se ignora el nivel de esfuerzo al cual estaría sometido
realmente el elemento de acople que se está considerando como vinculo forzado.

Uso de elementos que incluyan efectos de corte fuera del plano

Los elementos finitos planos entregan “mejores” resultados al considerar los efectos de
corte fuera del plano que los contiene. En SAP2000, esto se consigue definiendo el
elemento como “Shell-Thick” en lugar de “Shell-Thin”. En caso de no incorporar el efecto
mencionado, los resultados podrían no ser adecuados en la medida que el espesor tenga
importancia en relación al tamaño de los lados. Por ejemplo, si se tiene una placa de acero
modelada con elementos de 30cmx30cm y espesor 1cm, los resultados no debieran ser
sensibles a los efectos del corte fuera del plano, pero si se tiene una losa de hormigón
modelada con elementos de 30cmx30cm y espesor 10cm, podrían generarse diferencias
relevantes para el diseño.

Relación de lados y forma

Es conveniente no olvidar que un elemento de tipo Shell de razón de lados fuera del rango
0.5 a 2 comienza a perder “precisión” en los resultados, debido a su formulación

144
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

matemática propia. Por otra parte, el uso de elementos triangulares para generar
transiciones entre un sector de mallado fino y otro de mallado grueso puede incorporar
imprecisiones mayores que el uso de elementos de 4 lados fuera de su “rango de forma
óptimo”. La razón de esto es porque las tensiones al interior del elemento de 3 nodos son
constantes, a diferencia del elemento de 4 nodos.

Discontinuidad de esfuerzos en bordes de elementos finitos

Sin duda se trata del tema de mayor importancia al momento de utilizar elementos finitos
de cualquier tipo. Los diagramas de esfuerzos en los elementos finitos no requieren
necesariamente ser continuos en los bordes comunes entre elementos, en estricto rigor no
debieran serlo. No es posible evitar “saltos” de tensión, por más pequeños que estos sean,
entre elementos contiguos. Esto se debe a que la formulación matemática del elemento
en si misma (cinemática y constitutiva) no es 100% compatible para esfuerzos en los bordes.
Sin embargo, los desplazamientos y giros en los nodos sí son 100% compatibles, por esto
es por lo que la solución por el método de rigidez resulta adecuada. Recordemos que la
discretización del continuo en elementos finitos es en sí misma una aproximación numérica.
Adicionalmente, las matrices de rigidez de los elementos se evalúan de forma numérica
(sin expresión analítica general) y usualmente a través de aproximaciones como la
cuadratura de Gauss. Con estos aspectos en mente, la sola definición de una malla
adecuada de elementos pasa a ser un tema importante.

Todos los esfuerzos y deformaciones dentro del elemento son obtenidos a partir del
comportamiento de los nodos, los cuales representan el único vínculo del elemento con
“el exterior” o con otros elementos. Cualquier tipo de carga, aunque no se ubique
gráficamente en los nodos, es llevada por el programa (mediante un proceso matemático
compatible con la formulación del elemento) a un efecto equivalente en los nodos, por
donde puede “entrar” al elemento y ser reconocida. No se logran resultados “mejores”
que los que están limitados por la formulación discontinua del elemento elegido. Por lo
anterior, donde se esperen fuertes gradientes tensionales, se debe afinar la malla de forma
suficiente para capturar estos efectos, de lo contrario se corre el riesgo de que los
elementos planos “no detecten” estos gradientes o no sean capaces de representar de
buena forma el comportamiento.

Sectores típicos de altas concentraciones son: apoyos, continuidad con elementos


prismáticos, cargas puntuales, aberturas o pasadas, etc.

9.6. Errores en la lectura de resultados en elementos planos

En las páginas siguientes se desarrolla un ejemplo completo sobre el asunto en cuestión,


que es uno de los más importantes al momento de dar valor a los resultados de un análisis
computacional. Si bien en el ejemplo se trabaja con “muros de hormigón”, no existe
diferencia conceptual para el caso de placas de acero, por lo que todos los razonamientos

145
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

expuestos deben considerarse validos dentro del campo de aplicación práctico. Como ya
se ha dicho, los ejemplos se construyen con el programa SAP2000, no obstante, el lector
debe centrar su atención en el problema conceptual en discusión más que en el programa
comercial.

Al resolver un problema cualquiera mediante el uso de elementos finitos planos, es común


que los programas computacionales muestren por defecto el output mediante curvas de
nivel “promediadas” y continuas en todos los bordes de los elementos (SAP2000: “Stress
Averaging – At All Joints”). Esto se hace sin considerar la continuidad física de los esfuerzos
en los elementos, sino promediando los valores numéricos de igual denominación de una
de las placas con los de igual denominación en las otras placas concurrentes, aun cuando
se trate de esfuerzos en distintas direcciones (SAP2000: F22, M22, F11, M11, etc.). En
muchos casos, estos valores promediados carecen absolutamente de sentido físico.

Figura 9.1: Direcciones de esfuerzos principales SAP2000 (Manual de Referencia


SAP2000).

La Figura 9.2 corresponde a una vista en 3D tomada de un modelo muy simplificado para
el estudio conceptual de un edificio Chancador Primario.

146
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 9.2: Vista general modelo en análisis.

Centremos nuestra atención en la zona destacada (círculo rojo) de la vista 3D del modelo
de muros presentado. Específicamente enfoquémonos en el punto en que se unen los dos
muros verticales de llegada perpendicular con la losa de fundación. La Figura 9.3 muestra
en detalle la orientación de ejes locales que presenta dicho sector. Como aclaración
podemos decir lo siguiente:

• Eje Rojo: Dirección 1


• Eje Blanco: Dirección 2
• Eje Celeste: Dirección 3

Notar que la dirección 2 en el caso de los muros coincide con la vertical, y en todos los
casos la dirección 3 corresponde al eje perpendicular al plano que contiene al elemento.

Figura 9.3: Orientación de ejes locales principales de los elementos.

147
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Si en nuestro modelo procesado pedimos por ejemplo el esfuerzo F22 (compresiones


verticales en los muros) para una combinación “estática” típica, se muestra “por defecto”
una superficie promediada y continua en todos los bordes (ver Figura 9.4), especialmente
en las intersecciones de losa y muros.

¿Tiene sentido físico que el diagrama de F22, sea continuo entre muro y losa?

¿Es lo que el ingeniero diseñador debiera esperar?

Veamos ahora el mismo diagrama de la Figura 9.4, pero sin “pedir” curvas de nivel
promediadas, sino leyendo directamente el output sin pos-procesamiento, tal y como el
programa lo calculó a partir de las condiciones impuestas por el ingeniero originalmente
(SAP2000: “Stress Averaging – None”). Es esto lo que nos presenta la Figura 9.5.

Figura 9.4: Fuerzas F22, t/m, promediadas en 3D.

148
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 9.5: Fuerzas F22, t/m, sin promediar en 3D.

Se aprecia una diferencia notable entre el diagrama presentado por la Figura 9.4 y el
presentado por la Figura 9.5, aun tratándose de los mismos esfuerzos y la misma
combinación de cargas (sea cual sea). Claro está que el diagrama de la Figura 9.5 se acerca
más a lo que el ingeniero podría esperar, es decir, una losa horizontal sin mayores
compresiones o tracciones en su plano (para este caso específico) y muros verticales cuyas
compresiones tienden a aumentar hacia las secciones bajas (efecto gravitacional). Cabe
hacer notar que este diagrama discontinuo es realmente el output de resultados del análisis
estructural realizado. El promediar esfuerzos no pasa de ser un pos-procesamiento de
dicho output original, no corresponde al resultado por si mismo. En el caso en estudio,
claramente las altas discontinuidades del diagrama de esfuerzos en los bordes de los
elementos nos informan que nuestra malla no ha resultado suficientemente “fina”. Es decir,
los valores de los esfuerzos podrían tener un error importante en relación a los que
entregaría una malla más fina, en la cual el diagrama de resultados (no promediados) sea
“casi” continuo en los bordes de los elementos, o al menos muestre “saltos” aceptables.

Pasemos ahora desde la vista de valores promediados en 3D de la Figura 9.4, a una vista
2D correspondiente al muro de color morado en la Figura 9.3. Esto es, una vista plana de
los mismos elementos (sin intervención alguna aún). Esto es lo que presenta la Figura 9.6.

149
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 9.6: Vista plana de muro del lado derecho en Figura 9.3.

Teniendo ya la vista 2D del muro de la Figura 9.6, volvemos a pedir el diagrama de F22
con curvas promediadas (SAP2000: “Stress Averaging – At All Joints”), de la misma forma
en que se hizo en la vista 3D, pero ahora en 2D. Esto es lo que presenta la Figura 9.7.

Figura 9.7: Fuerzas F22, t/m, promediadas en 2D.

150
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Claramente al hacer una comparación entre los valores presentados por las Figuras 9.5,
9.6, y 9.7, los cuales representan exactamente “lo mismo”, vemos una tercera distribución
de esfuerzos para la misma combinación, muy distinta a las presentadas anteriormente.
¿Qué diagrama usamos para el diseño?.

En este caso debemos notar que el programa elegido “promedia” dentro de los elementos
que “vemos”. Por ejemplo, si seleccionamos algunos elementos Shell y los removemos de
la vista (“esconderlos”, no borrarlos), y luego promediamos otra vez, el diagrama volverá a
cambiar los resultados que se muestran para adecuarse a la nueva condición gráfica.

Analicemos ahora un ejemplo teórico-conceptual, el que podría ser representativo de


algún caso práctico, y apliquemos los conceptos discutidos. Pensemos en una losa de piso
típica, a la que llegan muros desde abajo y continúan hacia arriba. Queremos diseñar el
refuerzo de corte (fuera del plano) de la losa, si es que lo requiere. ¿Dónde se espera que
se ubiquen los máximos esfuerzos de corte? Sabemos que salvo condiciones atípicas
deben encontrarse en las cercanías de las llegadas de la losa a los muros (apoyos verticales).
Sabemos también que el esfuerzo de corte debiera ser máximo positivo en la losa que llega
por un lado del muro, y máximo negativo en la losa que llega por el otro lado. Asumamos
por un momento que decidimos no solicitar al programa resultados promediados en 3D
porque sabemos que en general carecen de significado físico, por lo que
“razonablemente” decidimos revisar la losa usando una vista en planta (2D) de resultados
promediados. ¿Cuánto será el promedio del máximo positivo y el máximo negativo de los
esfuerzos de corte justo sobre los muros? ¿Es razonable diseñar la losa para un esfuerzo de
corte cercano al nulo sabiendo que en ese punto debiera alcanzar valores máximos?.

Continuando con el mismo ejemplo de la losa típica apoyada sobre muros. Los diagramas
de flexión de la losa vista en planta serán continuos sobre todos los muros (promedio
forzado). Es decir, la flexión de tipo placa que toma el muro en la intersección con la losa
será siempre nula. ¿No parece extraño que ninguno de los muros tome un poco de flexión?.

El lector no debe entender que estos ejemplos buscan demonizar el uso de los elementos
finitos o de los programas computacionales. Sino por el contrario, lo que se busca es
transmitir la idea de que el buen uso implica conocimiento y capacidad de análisis crítico
sobre los resultados obtenidos. Un programa computacional es incapaz de cometer
“errores”, ya que realiza los procedimientos de acuerdo a reglas que fueron
preestablecidas. Es el usuario el único “facultado” para cometer todos los errores posibles,
y por lo tanto, es también el responsable de actuar consecuentemente con esta facultad.

Retomando la discusión en cuanto a la variedad de posibles output gráficos de un análisis


estructural. Siempre podremos usar los valores correspondientes al procesamiento
“original”. Esto es, sin promediar o forzar continuidades de manera artificial. De hecho, es
este el resultado que efectivamente se calculó con el modelo definido por el ingeniero.
Otra opción que poseen algunos programas es definir partes de muros o losas como

151
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

grupos de elementos Shell y luego pedir curvas promediadas sólo dentro de los grupos de
elementos definidos (SAP2000: “Stress Averaging – Over Objects and Groups”). En este
sentido es necesario tener claridad total sobre qué parte de un muro o losa corresponde a
un elemento continuo (en esfuerzos) internamente y sobre la validez de usar valores
promediados en cada zona. Es decir, debemos reconocer a priori que los sectores de
encuentros de muros, losas, contrafuertes, vigas, etc. marcan líneas de separación entre
grupos de elementos Shell, ya que imponen claras discontinuidades en los diagramas
esperados de esfuerzos que requieren ser captadas.

En todos los casos, y sea cual sea el modo de uso de un programa computacional, lo más
importante es entender que los resultados mostrados en la Figura 9.4, que corresponden
a los entregados “por defecto”, no presentan valor alguno para efectos de diseño. Esto se
debe a que no poseen una coherencia mínima desde el punto de vista de la física del
problema.

Conclusiones y recomendaciones

• Solo se recomienda usar aquellos elementos matemáticos y herramientas


computacionales que realmente se sepa cómo funcionan.
• Los programas computacionales realizan buenos análisis estructurales y otros
procesamientos matemáticos, pero en general no pueden ayudar con la
estructuración de un edificio ni sustituir el conocimiento del ingeniero. Tampoco
deben ser tratados como programas de dibujo.
• La complejidad del modelo estructural construido con un programa no
necesariamente tiene relación con la calidad de los resultados que son necesarios
para el diseño o análisis de comportamiento. Más aún cuando no se tiene absoluta
claridad en la forma correcta de leer los resultados que se necesitan.
• No existen los modelos estructurales que sirven “para todo”. Cada modelo tiene
un rango de utilidad muy acotado para la información que nos entrega, la cual
depende fuertemente de los supuestos incorporados tanto explicita como
implícitamente. La construcción de cada modelo (elementos elegidos y maneras de
incorporar solicitaciones) debe enfocarse en los resultados que se desea obtener.
• Un programa computacional no remplaza (y esperemos que nunca remplace), al
criterio y al conocimiento del ingeniero, el cual debiera estar por sobre cualquier
listado computacional de números generados con cualquier herramienta.
• Jamás utilizar modelos en los cuales no sea posible realizar algún tipo de chequeo
simple, de manera tal que pueda existir la seguridad de que los resultados que se
están obteniendo corresponden a los que se deben obtener. Si no se logra
determinar la coherencia de los resultados del modelo, se debe encontrar el origen
de las discrepancias antes de continuar.
• Los elementos finitos no hacen “magia”, solo hacen trucos que en ocasiones
distraen en exceso al ingeniero diseñador. Debe mantenerse el máximo cuidado en
su uso.

152
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

9.7. Criterios de estandarización de la modelación

En este capítulo ya hemos hablado sobre criterios técnicos básicos y sobretodo acerca de
los cuidados especiales que deben considerarse a la hora de construir un modelo
computacional, ya sea al usar códigos propios o programas comerciales. No obstante,
existe un aspecto adicional en el uso de modelos computacionales que muy rara vez se
discute. Se trata de la “estandarización de la modelación”, ya sea a nivel personal o dentro
de un equipo de profesionales.

Si bien al momento de utilizar un programa computacional específico existen infinitas


formas de desarrollar la modelación, la experiencia muestra que resulta altamente
conveniente en el mediano y largo plazo adoptar procedimientos preestablecidos
tendientes a definir una metodología de modelación clara, precisa, y básicamente
invariante en el tiempo. Las ventajas de la modelación metódica son múltiples. Desde el
considerable ahorro de tiempo al realizar modelos nuevos en base a “plantillas” anteriores
reutilizables, hasta la facilidad en la detección de errores al incorporar nuevas herramientas
o criterios de uso.

Por ejemplo, si se invierte tiempo en pensar y definir una sola vez cual es la forma de
nombrar a los estados de cargas y decidir que se incluye en cada uno de ellos, también
se puede numerar o nombrar las combinaciones de cargas correspondientes. Siendo así,
en el futuro el usuario podrá evaluar rápidamente y solo a partir del nombre de la
combinación, si tiene sentido físico el que dicha combinación controle el
dimensionamiento de un elemento específico (¿se espera comúnmente que una costanera
de techo sea controlada por una combinación sísmica?). En esta misma línea, podemos
estandarizar las formas en que trabajamos cada aspecto de la modelación, y con el tiempo
llegar a tener absoluto control de los input y output solo con la revisión parcial de
definiciones específicas.

La aplicación constante de una metodología y protocolos de modelación permite


incrementar la experiencia efectiva del ingeniero con cada modelo, sin necesidad de
“perder tiempo” tomando una y otra vez decisiones sobre aspectos que se repiten en la
gran mayoría de los modelos. Sin duda esto incrementa el control sobre un modelo
(confiabilidad) y la rapidez en el desarrollo de este (economía).

En las secciones siguientes se entregan sugerencias y ejemplos respecto a posibles


estandarizaciones o metodologías de modelación relativos a aspectos específicos. En este
sentido es importante que el lector no interprete que estas sugerencias corresponden a la
única forma de trabajo aceptable, ni siquiera deben entenderse como “las mejores
formas”. El mensaje que se desea transmitir es que sea cual sea la forma que se elija usar,
es importante que sea solo una y que se pueda mantener en el tiempo como una “regla
personal”. Para esto es importante que el usuario se tome el tiempo de evaluar la
implementación de una “regla de estandarización” que le signifique un aporte y cuyo

153
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

cumplimiento sea suficientemente simple, ya que tampoco se trata de imponer limitaciones


incomodas o de perder flexibilidad al momento de desarrollar un modelo.

Modelación de Elementos Prismáticos

Como se ha dicho, un modelo estructural es en esencia una representación matemática, y


no un “dibujo”, por lo que es deseable mantener algunas medidas de control que nos
permitan detectar “cosas raras” al momento de leer los resultados de interés. En esta línea,
se sugiere que los elementos prismáticos (“Frame”) sean modelados de acuerdo a un
patrón definido. Por ejemplo:

• Ejes locales axiales orientados en la dirección positiva de los ejes globales (en la
medida de lo posible).
• En elementos “en diagonal” preferir utilizar como nodo inicial el más cercano al
“suelo”.
• Si el programa lo permite, dividir los elementos sólo en aquellos casos en que
cambian de sección, y no necesariamente en todas las intersecciones con otros
elementos (todos los nodos). Claramente se pueden realizar más divisiones en la
medida en que sea un aporte a los objetivos específicos de la modelación.
• Incorporar rotulas flexurales (SAP2000: M2, M3) en los extremos de vigas y
diagonales, pero evitar su uso en columnas. No utilizar rotulas torsionales en otro
lugar que no sea la base de columna (SAP2000: RZ), ya que en la realidad no son
simples de lograr. Es preferible que los miembros desarrollen niveles torsionales
despreciables por efecto de la estructuración elegida.

En la Figura 9.8 se muestra un ejemplo de uso de las “reglas” sugeridas. En específico se


muestran columnas y diagonales modeladas desde abajo hacia arriba, vigas de izquierda a
derecha, y elementos sin subdivisiones que a priori no sean un aporte. Notar que los
elementos pertenecientes a una misma elevación y orientación tienen en lo posible todos
los ejes locales orientados de manera idéntica.

154
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Figura 9.8: Ejemplo de modelación de elementos prismáticos.

Modelación de elementos planos

A diferencia del caso de los elementos prismáticos, en los cuales una modelación
rigurosamente ordenada y metódica podría no ser imprescindible, en el caso de los
elementos de área se trata de un tema crucial. Resulta en extremo necesario tener claridad
absoluta sobre la orientación consistente de ejes locales de cada elemento y
principalmente del conjunto de ellos que modelan una misma “pieza”.

En la Figura 9.3 puede notarse un ejemplo de muro “triangular” en el sector izquierdo,


dentro del cual coexisten elementos triangulares y cuadriláteros, los cuales presentan ejes
locales consistentes entre ellos y no necesariamente alineados con alguno de los lados-
bordes de cada elemento. Conviene aclarar que la orientación de ejes locales dentro de
un elemento de área se encuentra íntimamente relacionada a las direcciones de esfuerzos
que posteriormente serán importantes para el diseño, y no son necesariamente las
direcciones que el programa impondrá por defecto aquellas que nos sean útiles. En
ausencia de información específica, puede ser conveniente elegir como direcciones
principales de los elementos, aquellas que coincidan con los ejes globales del problema.
No obstante, debe evaluarse la conveniencia en cada caso. Por ejemplo, la Figura 9.9
muestra una alineación de ejes locales cilíndrica, debido a que dadas las condiciones
propias del problema está definición parece ser intuitivamente la adecuada.

155
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Se aclara que los problemas presentados en las secciones 9.5 y 9.6 del presente capítulo
asumen la correcta y conveniente definición inicial de la orientación de los elementos.

Figura 9.9: Ejemplo de modelación de elementos de área.

Modelación de vínculos cinemáticos o acoplamientos

El uso de vínculos cinemáticos dentro de un programa computacional comercial es un tema


delicado y complejo desde el punto de vista del control de resultados de un modelo. Se
sugiere considerarlo sólo cuando se sabe claramente cómo funcionan, y además no se
desee estudiar los esfuerzos de acople que se perderán necesariamente debido a su
implementación. En la medida de lo posible, se sugiere evaluar el uso de “barras”
numéricamente rígidas (“indeformables” y sin masa) para acoplar desplazamientos
(vínculos cinemáticos). Estas barras pueden trabajar de forma axial y/o flexural
dependiendo de la necesidad específica, y tienen la ventaja de que existe claridad acerca
de cuanto es realmente el esfuerzo que debe pasar por el elemento, lo que permite
discernir si es o no físicamente posible realizar el acoplamiento teórico que asumimos.

Se podría entender como razonablemente rígido (indeformable) un material cuyo módulo


de elasticidad sea del orden de 100 a 1000 veces el del acero común. Esto debido a que
considerar rigideces “infinitas” o “nulas” podría inducir inestabilidades que afecten la
resolución numérica. Además, se debe tener claro que, si una “barra rígida” sufre
deformaciones considerables para las cargas de diseño que se están evaluando, es muy
probable que el vínculo cinemático que representa no pueda ser generado en la realidad.

156
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Esta situación podría obligar a reevaluar los criterios de modelación que se han usado.

Figura 9.10: Vínculos cinemáticos modelados utilizando barras “rígidas” (color rojo).

Acoplamiento de Barras
Rígidas

En la Figura 9.10 se muestra un ejemplo de acoplamiento de nodos mediante el uso de


“barras rígidas”. Si bien existen infinitas formas y situaciones en las que el ingeniero podría
requerir generar vínculos, en este caso particular se ha optado por extraer del modelo
mostrado unos discos horizontales “rígidos” no estructurales, debido a que su inclusión no
genera un aporte para los fines que se buscan, y se han reemplazado por el efecto que se
espera que produzcan en el manto de acero en estudio. En específico, se ha utilizado un
círculo de barras “rígidas”, las cuales permitirán “acoplar” y a la vez leer esfuerzos, de
forma que el ingeniero sea capaz de discernir si el disco no estructural (que no ha sido
modelado) podría resultar dañado por efecto de tales esfuerzos.

Modelación de equipos simples

Reconociendo que existen variadas maneras aceptadas por la práctica para modelar
equipos que se encuentren vinculados a sistemas estructurales, dentro de lo posible y
dependiendo de las características propias de cada equipo, se sugiere aplicar las cargas o
efectos que correspondan en un nodo que represente el CG del mismo. Luego, se puede
acoplar dicho nodo con los puntos en donde descargará el equipo dentro de la estructura.
Para esta aplicación también pueden ser útiles los entramados de “barras rígidas”. El
considerar la carga de un equipo solamente a través de reacciones “proporcionales” a su

157
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

peso en cada apoyo, puede afectar fuertemente la dinámica del modelo, generando una
respuesta no representativa.

Por ejemplo. Si tenemos un equipo con un eje de simetría, de 10tonf de peso, que se
apoya en cuatro puntos de una misma plataforma, y hacemos equilibrio vertical en torno a
su centro de gravedad, podríamos, por ejemplo, definir rápidamente que dos patas reciben
3tonf cada una y que las otras dos reciben 2tonf cada una. En líneas generales esta manera
de distribuir “pesos” no es la mejor idea. Por una parte, y pensando únicamente en temas
gravitacionales, la descarga en cada apoyo depende de la rigidez relativa de cada uno en
caso de tener más de tres (tres puntos definen un plano). Siendo de esta manera, si
aplicamos el peso del equipo dando por asumido que tenemos las 3tonf y 2tonf en las
patas que correspondan, en la gran mayoría de los casos obtendremos que los puntos ya
no estén en el mismo plano. Para equipos rígidos (la gran mayoría lo son) esto no es una
buena noticia, ya que puede causar fallas. Si implementamos para el equipo del ejemplo
una modelación como la que se ha sugerido, es probable que las barras rígidas vinculadas
al CG garanticen razonablemente que los apoyos se mantengan coplanares. Esto en la
mayoría de los casos conduce a que al menos un apoyo se encuentre “traccionado”, y en
consecuencia las reacciones debidas al peso en los otros apoyos deben elevarse para
mantener el equilibrio. Notar que los esfuerzos de acople al usar las barras no sean
perdidos, y por lo tanto es posible determinar cuánto está “sufriendo” el equipo debido a
la diferencia de rigidez en los apoyos y si se trata de valores aceptables.

Es posible argumentar entre otras cosas que, al momento de montar un equipo, el proceso
incorporará latinas que mantengan los apoyos a la misma elevación en todo momento y
por lo tanto la descarga por equilibrio es válida. Si el ingeniero así lo resuelve, no hay
problema, pero se sugiere que los procedimientos que se encuentren fuera de lo estándar
se documenten en los planos de proyecto.

Desde el punto de vista de la respuesta dinámica el problema es diferente. Retomemos el


equipo de 10tonf modelado como 4 cargas puntuales en sus apoyos. Si deseamos
desarrollar un análisis sísmico con el uso del método modal espectral (o integración en el
tiempo), por lo general utilizaremos opciones de definición de masa a partir de cargas
verticales ya introducidas. Siendo así, las 4 cargas que desean representar un solo equipo
serán interpretadas como 4 masas diferentes sin ningún tipo de relación entre ellas. En
particular cada una de ellas podría vibrar con diferentes frecuencias ya que las rigideces
laterales asociadas difícilmente harán que coincidan en un solo modo de vibrar. Si el equipo
es pequeño y su masa no altera el comportamiento global de la estructural, probablemente
esta situación pueda ser aceptada, pero si el equipo es influyente en la respuesta global
(10% de la masa total, por ejemplo) entonces pueden generarse errores importantes al
momento de resolver el modelo. En el caso de la modelación de CG con acoplamientos
de “barras rígidas” este problema no se genera, debido a que el vínculo es explícito y los
apoyos reciben directamente “lo que les toca”. Adicionalmente, la modelación del CG a
una altura representativa por sobre el plano horizontal de los apoyos, también contribuye

158
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

a incluir directamente los efectos del volcamiento sísmico que puede generar un equipo.
Si bien los requisitos de diseño para equipos montados sobre estructuras “castigan” estas
cargas en función de la ductilidad local esperada, requieren de un valor inicial
suficientemente razonable.

Figura 9.11: Ejemplo de modelación de equipos.

Estanque de cabeza

Cajón Alimentador

Barras rígidas

La Figura 9.11 muestra un ejemplo de modelación computacional que incluye un equipo


“pequeño” y casi sin volcante sísmico local, que ha sido incorporado como descarga en
apoyos, y otro equipo mayor que ha requerido el uso de acoplamientos (“barras rígidas”)
con el fin de capturar la distribución en apoyos y el volcante sísmico. Notar que en este
ejemplo los equipos se encuentran montados sobre una estructura secundaria, la cual a su
vez se ubica sobre una plataforma. Esta situación genera un momento volcante a nivel de
la plataforma que controla el diseño de las vigas de apoyo directo.

9.8. Comentarios finales

Dado que el objetivo del presente capítulo no es más que intentar transmitir al lector que
la modelación estructural es un tema serio y delicado, y que el uso de programas
computacionales está muy lejos de resolver los problemas de diseño por sí solo, ha sido
necesario dejar muchos temas fuera de la discusión, los cuales podrían incorporarse en
159
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

ediciones posteriores de este texto. Algunos de estos temas son los siguientes:

• Análisis de vibraciones.
• Uso de constitutivas inelásticas.
• Análisis modal espectral y tiempo-historia.
• Interacción suelo estructura.

Como ha quedado en evidencia en el presente capítulo, es bastante común que al decidir


el uso de un programa computacional el tema de la modelación se confunda rápidamente
con el de “estructuración” del edificio. Esto se debe a que al incorporar miembros
estructurales a un edificio el diseñador inmediatamente establece un uso o necesidad de
trabajo para dicho elemento, situación que el modelo debe representar.

Se invita al lector a explorar las diferencias que se obtienen en los resultados al elegir una
u otra manera de implementar la modelación de un mismo edificio o problema. Este
camino le puede permitir al ingeniero ganar mayor control y poder de decisión sobre la
coherencia y utilidad de los resultados que se obtengan.

9.9. Referencias

1. Medalla M., 2013, Charla “Criterios de Disenño y Modelamiento”. ARA-


WorleyParsons.

2. Peña C., 2011, Charla “Uso SAP2000 y Elementos Finitos”. ARA-WorleyParsons.

3. Peña C., 2014, Charla “Errores de Modelación”. UNAB.

160
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Marco Normativo y
Códigos de Referencia

Carlos Peña L.
Ingeniero Civil Estructural, M.Eng., PhD.(c)

161
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

162
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

10.1 Introducción

Si bien los estudios específicos sobre las condiciones para el diseño en cada proyecto y
cada lugar del territorio nacional constituyen la mejor opción para el diseño estructural, en
nuestro país no es usual contar con ellos al momento de comenzar las definiciones
estructurales. Es en este contexto en que el manejo normativo nacional e internacional se
torna indispensable al momento de tomar decisiones técnicas que puedan comprometer
la seguridad de las personas o la inversión de las industrias.

Si bien muchos de los códigos de los Estados Unidos son aceptados por la práctica para el
diseño en nuestro país sin mayores correcciones (diseño en acero y hormigón estructural,
por ejemplo), y esto limita de gran forma el problema de la adaptación de requisitos de
diseño a la realidad nacional, la filosofía de diseño sismorresistente de ambos países resulta
“distinta” (alta ductilidad v/s sobrerresistencia). Es este el motivo principal que impide el
uso de normativa sísmica “internacional” por sobre la normativa específica nacional. Vale
la pena hacer las siguientes aclaraciones desde ya. En estructuras industriales la filosofía
chilena es clara en apostar a la sobrerresistencia, pero en estructuras habitacionales se trata
de una consecuencia que se deriva de la aplicación de requisitos de rigidez exigentes y no
directamente de los objetivos primarios que declara la normativa. Esto es, a pesar de que
la normativa habitacional se enfoca en el objetivo de protección de vida (al igual que la
norteamericana), la experiencia indica que lo común es lograr el objetivo de ocupación
inmediata (daños menores), que es un nivel superior de desempeño. Otra aclaración
importante es que aun cuando es común que la normativa nacional recoja o referencie a la
normativa internacional, siempre es la primera la que indica las maneras en que se deben
implementar las potenciales correcciones para uso local.

Más allá de las preferencias locales, ambas filosofías son correctas y consistentes dentro de
su propio entorno de uso y reflejan las necesidades de cada país en estos aspectos. Se
trata de dos filosofías de diseño perfectamente definidas, pero no compatibles en sus ideas
de fondo. Si tratamos de utilizar, por ejemplo, nuestro nivel nacional de exigencia sísmica
(solicitaciones generalmente mayores), pero aplicando un detallamiento dúctil como el que
exige la normativa norteamericana (AISC 341), podemos llegar a situaciones en que los
diseños se tornen fuertemente complejos y notablemente más costosos, pero sin un
beneficio en el nivel de seguridad que la estructura puede proveer. Esto se debe a que el
nivel de ductilidad que podríamos estar entregando a la estructura no debiera ser utilizado
en razón de las bajas deformaciones de entrepiso y plastificaciones limitadas que se
esperan durante la ocurrencia del sismo de diseño de acuerdo a nuestra normativa
nacional. Vale la pena aclarar que si bien la normativa industrial permite bajo condiciones
especiales liberar las limitaciones de deformación (no así la habitacional), no se trata de
una práctica común.

Este tipo de situaciones hace imperativo que el ingeniero mantenga su manejo normativo
actualizado y entienda claramente el contexto de aplicación de los criterios de diseño que

163
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

se usan en cada proyecto específico. En el caso de Chile, en donde el nivel de exigencia


sísmico se encuentra entre los más elevados del mundo, el ingeniero debe poner especial
cuidado en diseñar de manera consistente y entender que no toda la normativa mundial
(por muy alta calidad que esta tenga) necesariamente se ajusta a la realidad nacional y
puede ser aplicada directamente. Esto de ninguna forma significa que se trate de
documentación errónea en su fondo, sino que simplemente se encuentra definida para un
contexto de uso diferente.

Si bien el marco normativo nacional actual cubre una gran cantidad de escenarios, no
necesariamente plantea soluciones explicitas a la totalidad de los problemas de diseño que
deben resolverse en la práctica. Es por esto por lo que en ocasiones resulta más importante
que el cumplimiento de un requisito en específico, el entender la filosofía y espíritu de la
idea y razonamiento que se encuentra detrás de los mismos. En estos aspectos, la
ingeniería estructural chilena tiene bastante que decir.

En el presente capítulo se incorpora un recorrido general a través de la documentación


técnica, orientada al diseño estructural, más importante y seria. Desde ya debe quedar
claro que no se trata de una exposición exhaustiva, sino por el contrario, apunta a dar a
conocer las fuentes de información más relevantes, esperando que a partir de ellas sea
posible profundizar el conocimiento en aquellos temas de interés propios de cada lector.

Cabe hacer notar que la información que se expone en las siguientes páginas no se
circunscribe únicamente al diseño de estructuras de acero, sino que cubre una amplia gama
de temas relacionados con el diseño estructural.

10.2. Conceptos iniciales

Dado el tema que se aborda en el presente capítulo, es conveniente especificar qué es lo


que se entiende al hablar de algunos conceptos, al menos desde el punto de vista del
diseño estructural.

• Estado del arte: Hace referencia a toda la información publicada, validada, y


reconocida. Siempre dentro de un contexto formal.
• Estado de la práctica: Esencialmente hace referencia a “lo que se usa” dentro del
estado del arte.
• Investigación/Conocimiento en desarrollo: Se encuentra compuesto de “lo que se
sabe”, pero que no se encuentra suficientemente difundido y por lo tanto no es
parte aún del estado del arte.
• Normas y códigos: Se trata de publicaciones generadas comúnmente por
organismos reconocidos (“reguladores” o no) y que contienen las reglas básicas
para el diseño. Los códigos, por lo general, se encuentran asociados a organismos
técnicos más específicos, como es el caso de institutos o similares.

164
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• Guías: Contienen explicaciones adicionales destinadas a definir cómo usar los


códigos en casos específicos y a entregar formas en que se debieran llenar los
vacíos técnicos propios de cualquier normativa.
• Norma oficial (Chile): Norma (INN) cuyo uso es obligatorio por motivos “legales”.

Validez del contenido técnico de una norma

¿Puede una norma nacional estar obsoleta? ¿Puede contradecir a otra norma?.

En Chile existe la figura particular de Norma Oficial, la cual no es tan común en el mundo.
Por el contrario, la figura típica (Estados Unidos, por ejemplo) consiste en contar con
organismos técnicos especializados en un tema (asociaciones, institutos, etc.) que emiten
códigos de diseño basados en el estado del arte, y que la profesión adopta en razón de
que su contenido técnico se encuentra actualizado y avalado por paneles de expertos
(académicos y practicantes) del área que corresponda. Adicionalmente, en algunos casos
estos códigos también son citados por algún documento legal que refuerza la necesidad
de aplicarlos. En nuestro país, el organismo encargado de la publicación formal de normas
es el Instituto Nacional de Normalización (INN). No obstante, existen otros organismos
técnicos especializados que publican códigos complementarios y guías para el diseño.

Algunas de las normas publicadas por INN son oficializadas posteriormente (MOP, MINVU),
lo que en términos simples implica que su cumplimiento es obligatorio a nivel legal. Sin
embargo, en ocasiones y con el paso del tiempo una norma que ha sido oficializada es
sometida a revisión y actualización por INN, lo que genera una nueva versión del
documento. En estos casos, INN le entrega la categoría de “vigente” a la publicación más
reciente y declara “no vigente” a las anteriores. Esto significa que a nivel de INN no existe
contradicción de ningún tipo en relación al documento que representa el estado del arte
en el país y a aquellos que se encuentran obsoletos en su contenido técnico. El conflicto
se genera al considerar que la categoría de oficial pertenece a una versión especifica de
una norma (año), y la actualización de esta no hereda automáticamente la condición de
oficial. Por el contrario, las actualizaciones de una norma oficial deben atravesar el proceso
completo de la misma manera en que lo haría un documento nuevo.

Dado que no existe un plazo preestablecido para que una norma se transforme en oficial
(ni la obligatoriedad de oficializar nuevas versiones), existen casos en que coexisten
versiones vigentes (categoría INN) no oficiales con versiones oficiales no vigentes. En lo
práctico, si una versión vigente difiere levemente de su predecesora oficial, podrían
respetarse “ambas” sin que se generen inconvenientes técnicos y de esta manera evadir
una elección conflictiva. Desgraciadamente, existen casos en que los cambios resultan
abismales, incluso contradictorios, y se hace imposible el cumplimiento de ambos
documentos. Además, dado que desde el punto de vista técnico la actualización de una
norma se coordina con las versiones vigentes de otras, el problema práctico de intentar

165
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

utilizar versiones obsoletas puede conducir a incoherencias graves en los diseños.

Retomando entonces las preguntas iniciales, efectivamente en nuestro país es


perfectamente posible encontrar normas oficiales obsoletas y contradictorias. Sin embargo,
al considerar la normativa vigente los conflictos técnicos decrecen notablemente, ya que
por definición se trata de documentos que definen al menos el estado de la práctica en el
país.

¿Y si no hay norma nacional?

Es claro que en nuestro país no existe una normativa que cubra toda la amplia gama de
problemas que el diseño estructural debe abordar. Esta necesidad obliga a adoptar
documentación de distintos orígenes en busca de soluciones particulares. En líneas
generales, conviene seguir la siguiente jerarquía en la validación de la información
requerida.

1. Códigos estadounidenses.
2. Códigos europeos.
3. Códigos de otros lugares suficientemente “serios”.
4. Documentos o guías generados por institutos u otra entidad de investigación
formal.
5. Libros especializados desarrollados por autores reconocidos.
6. Artículos e investigaciones publicados en revistas científicas especializadas.
7. Experiencia personal y sentido común.
8. Artículos e investigaciones publicados en congresos.
9. Jamás usar información cuya procedencia o veracidad sea dudosa (Internet) sin un
análisis y validación adecuados.

Si bien los códigos europeos en varias ocasiones incluyen contenido técnico de una calidad
superior a los códigos estadounidenses (ejemplo emblemático es el caso de cargas para
diseño de silos con flujo excéntrico), es más natural en nuestro país adoptar estos últimos
debido a la gran coherencia que presentan con nuestro marco normativo general. Dicha
coherencia es el resultado obligado de nuestra historia técnica, la cual siempre ha bebido
en primera instancia del conocimiento norteamericano.

Vale la pena aclarar la razón de que las publicaciones en revistas científicas se encuentren
en el sexto lugar y las publicaciones en congresos en el octavo. Esto se debe a que las
publicaciones en revistas científicas prestigiosas requieren cumplir con un proceso bastante
serio de revisión y aprobación de pares especialistas, quienes validan el contenido técnico
a publicar, de esta manera la posibilidad de errores disminuye. En cambio, los procesos de
revisión asociados a congresos suelen ser menos exigentes en el detalle técnico y centrarse
más en la clasificación de los temas a presentar en las distintas jornadas y sesiones.
Pensando en estos antecedentes, resulta más adecuado entender el artículo de congreso

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

como una “opinión” de los autores sobre el tema que se expone, pero no necesariamente
desde un punto de vista objetivo e irrefutable. Como recomendación, siempre es
conveniente considerar a los autores principales de un artículo como indicador de la validez
del contenido.

En relación al noveno lugar de la lista la indicación es clara. Las nuevas tecnologías de


información han causado un “colapso” en la cantidad de datos digitales con que se puede
contar al realizar una búsqueda, pero esta cantidad no necesariamente dice relación con la
calidad de los contenidos. La experiencia indica que una amplia mayoría de la información
de origen “informal” constituye documentación que no es suficientemente válida para
propósitos de diseño responsable. Vale la pena mantener la prudencia en todos los casos,
ya que en última instancia es el ingeniero diseñador quien debe responder ante posibles
conflictos posteriores.

Calibraciones y correspondencia entre códigos de diseño

¿Qué edición usar?.

No siempre es tan claro que lo correcto sea el uso de la normativa de referencia más
reciente, sobre todo en el caso chileno. Dado que los códigos nacionales no se actualizan
de manera continua, sino cuando se estima necesario y existen los recursos para hacerlo,
las publicaciones a las que hacen referencia podrían generar nuevas ediciones que el
código de origen no ha considerado en su desarrollo. En palabras simples, una “NChX-
2003” no puede haber conocido el contenido de una publicación del año 2010, y
consecuentemente es claro que al menos en principio no se encuentra calibrada de manera
explícita para ese uso.

En este contexto es importante entender que cuando una norma nacional cita a una versión
especifica de otro documento, es esa versión y no otra la que se ha considerado en la
calibración de dicha norma. En caso de que no se cite una versión especifica o un
documento complementario específico (por ejemplo “publicaciones API”), es razonable
pensar que la norma puede haber tenido en consideración aquellos documentos que
existían formalmente antes de la publicación de esta y no necesariamente otros
posteriores. Si bien los criterios anteriores cierran el tema de la calibración y
correspondencia normativa con otros documentos, no necesariamente resuelven la forma
en que se puede realizar la incorporación al diseño diario de la actualización continua del
estado del arte. ¿Puedo usar un documento formal publicado en 2010 como complemento
de una NChX- 2003? La respuesta rigurosa es “no”, a menos que otra norma de la misma
jerarquía lo permita. Sin embargo, en un entorno técnico los límites podrían ser más
difusos. El primer paso siempre será definir si mi documento “en duda” es técnicamente
compatible con la norma principal, puesto que de no serlo las adaptaciones necesarias
para su uso podrían no resultar del todo adecuadas y se corre el riesgo de descontextualizar
el conocimiento nuevo que se desea incorporar (pierde su valor). Si existe compatibilidad

167
PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

plena, y el documento “en duda” corrige/mejora/complementa/no contradice requisitos


que la normativa original considera como correctos, entonces es razonable pensar en su
aplicación como una incorporación válida de conocimiento mejorado, pero siempre bajo
la mirada responsable del ingeniero diseñador.

Como recomendación, podríamos decir que desde el punto de vista técnico se debe usar
lo que sirve y nunca descontextualizar.

Estudios específicos

En caso de existir estudios de sitio sobre cualquier condición, desarrollados por


profesionales especialistas debidamente certificados, cuyo contenido técnico indique la
necesidad de incrementar exigencias de diseño específicas por sobre los niveles mínimos
(estándares) establecidos en la normativa aplicable, deben adoptarse dichos estudios en
tanto no entren en contradicción con otros estudios específicos del mismo tipo.

¿Y si hay estudios contradictorios?.

No es de extrañar que estudios desarrollados por profesionales diferentes entreguen


resultados distintos, aun cuando se trate del mismo tema. Esto se debe a que comúnmente
en el desarrollo de los estudios de sitio deben tomarse decisiones que dependen de la
experiencia y conocimiento del profesional. Si bien los valores a elegir comúnmente se
encuentran dentro de ciertos rangos, la elección de un valor en específico puede causar
variaciones en el resultado final. En los casos en que los resultados a nivel de diseño sean
menores, puede ser razonable optar por la solución más conservadora. Sin embargo, si las
diferencias son sustanciales, e inciden fuertemente en los costos y riesgo del proyecto, se
hace necesario optar por uno u otro. En estos casos la recomendación no es adoptar
directamente el valor de diseño más conservador, sino analizar y discernir en base a
argumentos técnicos cual es el estudio que presenta los resultados más robustos y
aplicables al contexto específico del proyecto (analizar supuestos y decisiones), ya que en
principio ambos resultados pueden ser calificados como “correctos”. En el caso netamente
sísmico, una técnica usada actualmente (por ejemplo, en leyes de atenuación) es el
concepto de árboles lógicos. En palabras muy simples, se trata de ponderar de acuerdo a
la calidad de los métodos y la calidad de los datos.

10.3. Normativa nacional general

A continuación, se menciona la normativa nacional más relevante para el diseño estructural.


Dado que el presente texto es esencialmente de carácter técnico, queda fuera de la
discusión el concepto de “oficialización”, refiriéndonos siempre a la normativa vigente de
acuerdo con los registros de INN. No obstante, cuando corresponde se indica entre
paréntesis si existe una versión oficial previa.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• NCh1508-2014 Geotecnia – Estudio de mecánica de suelos (Of2008).


Esta norma incluye condiciones y procedimientos que ayudan a estandarizar la
calidad y contenido de los diferentes estudios de mecánica de suelos que pueden
contratarse. Desde ese punto de vista es un buen aporte a la práctica. No obstante,
siempre queda bajo la responsabilidad del diseñador del edificio el solicitar
parámetros de diseño específicos en caso de requerir realizar análisis que vayan
más allá de lo estándar.

• NCh3206.Of2010 Geotecnia - Excavaciones, entibaciones y socalzados –


Requisitos.

• NCh3171-2017 diseño Estructural - Disposiciones generales y combinaciones de


cargas (Of2010).
Esta norma es una de las más importantes con que se cuenta actualmente, ya que
no solo concentra y unifica combinaciones de cargas para el diseño, sino que
entrega de manera explícita un conjunto de criterios de diseño generales y
condiciones que anteriormente se entendían como parte de la buena práctica, pero
que no necesariamente resultaban obligatorias.

• NCh3.Of1961 Escala de intensidad de los fenómenos sísmicos


En la actualidad esta norma se encuentra vigente (y oficializada). Sin embargo, su
contenido aporta más a la cultura general del lector que al uso práctico.

• NCh3359-2015 Requisitos para edificaciones estratégicas y de servicio comunitario


(NTM N°3).
Esta norma, así como algunas otras, corresponde al reconocimiento por parte de
INN del contenido técnico original que anteriormente se exponía en las Normas
Técnicas MINVU (NTM).

• NCh3332-2013 Estructuras - Intervención de construcciones patrimoniales de tierra


cruda - Requisitos del proyecto estructural.

10.4. Normativa nacional de materiales

A continuación, se menciona la normativa nacional más relevante para el diseño estructural


orientado a materiales específicos.

• NCh430.Of2008 Hormigón armado - Requisitos de diseño y cálculo + DS60-2011.


Esta norma nacional permite el uso de ACI318 sujeto a las correcciones que se
indican de manera explícita. En al caso de la versión 2008 se definía el uso de
ACI318-05, mientras en el caso de DS60-2011 (supera y reemplaza a versión 2008)
se define el uso de ACI318-08. Es importante mencionar que una de las principales

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

diferencias que aporta la actualización realizada a través de DS60 corresponde al


confinamiento en cabezas de muros altamente exigidos bajo condiciones sísmicas.

• NCh427/1-2016 Construcción – Estructuras de acero – Parte 1: Requisitos para el


cálculo de estructuras de acero para edificios (cR1977, EOf1974).
Esta norma nacional corresponde a una adaptación de ANSI/AISC360-10. Dado
que se trata de requisitos de uso general, su adaptación no incorpora cambios
relevantes en relación al documento original. Todo requisito relativo a condiciones
sísmicas se encuentra en la normativa específica que corresponda.

• *NCh427/2-2018 Construcción – Estructuras de acero – Parte 2: diseño de


estructuras con perfiles conformados en frío
Al momento de la publicación del presente texto esta norma se encuentra con
condición de “Proyecto INN”. Esta norma, al igual que su primera parte,
corresponde a una adaptación del código norteamericano que la práctica chilena
ha adoptado históricamente, en este caso AISI S100-16.

• NCh2123.Of1997 Mod2003 Albañilería confinada – Requisitos de diseño y cálculo.

• NCh1928.Of1993 Mod2009 Albañilería armada – Requisitos para el diseño y


cálculo.

• NCh3073-2011 Albañilería armada y confinada de hormigón celular curado en


autoclave

• NCh1198-2014 Madera - Construcciones en madera – Cálculo (Of1991).

• NCh2165.Of1991 Tensiones admisibles para la madera laminada encolada


estructural de pino radiata.

10.5. Normativa nacional de cargas

A continuación, se menciona la normativa nacional más relevante para el diseño estructural


orientado a cargas generales (no de origen sísmico).

• NCh431-2010 Diseño estructural – Cargas de nieve (Of1977).


Esta norma corresponde a una adaptación del capítulo correspondiente del
documento ASCE7. La versión vigente difiere fuertemente de su predecesora, no
solo en los valores de diseño para casos específicos, sino en la metodología y muy
amplio campo de uso. Representa un avance técnico notable en relación al limitado
campo a aplicación que ofrecía la versión anterior.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• NCh432-2010 Diseño estructural – Cargas de viento (Of1971).


Tal como en el caso anterior. Esta norma corresponde a una adaptación del capítulo
correspondiente del documento ASCE7. La versión vigente también difiere
fuertemente de su predecesora, no solo en los valores de diseño diferenciados
(sistema resistente principal y sistemas secundarios), sino en la metodología y muy
amplio campo de uso. También representa un avance técnico notable en relación
al limitado campo a aplicación que ofrecía la versión anterior.

• NCh1537.Of2009 Diseño estructural – Cargas permanentes y cargas de uso.

• NCh3363-2015 Diseño estructural – Edificaciones en áreas de riesgo de inundación


por tsunami o seiche (NTM N°7).
Esta norma se encuentra basada en el documento FEMA P646, el cual se orienta a
la definición de cargas de diseño para estructuras de evacuación vertical.

10.6. Normativa nacional sísmica

A continuación, se menciona la normativa nacional más relevante para el diseño estructural


sismorresistente. Dado que Chile se encuentra entre los países de mayor exigencia sísmica
del mundo, esta normativa resulta especialmente relevante para el ingeniero diseñador.

• NCh433.Of1996 Mod2009 Diseño sísmico de edificios + DS61-2011.


Esta norma contiene la enorme experiencia que nuestro país posee en lo que se
refiere al diseño sismorresistente de edificios urbanos de hormigón armado (no es
tan clara la calibración en acero). Sus requisitos han sido validados y ajustados a
través de la experiencia en múltiples terremotos. En su versión actualizada a través
de DS61, contiene cambios relevantes en comparación con su versión anterior.
Dichos cambios tienen su origen en gran medida en el evento 27F (2010). Entre lo
más importante se puede mencionar lo siguiente: se incorpora una nueva
clasificación de suelos, se presentan nuevos espectros de diseño, y se incorpora la
figura del espectro para evaluación de desplazamientos, el cual debe utilizarse en
el contexto del confinamiento de cabezas de muros de hormigón armado.

• NCh2369.Of2003 Diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales.


Esta norma hereda la experiencia documentada en NCh433, pero la complementa
en función del cumplimiento de un objetivo de desempeño más exigente que la
protección de vida, se trata de la continuidad de operación (limitación de pérdidas
económicas). Para esto desarrolla requisitos propios orientados en su gran mayoría
a estructuras de acero, debido a que se trata de la preferencia general al hablar de
estructuras industriales sismorresistentes. Desde este punto de vista, es esta norma
la que contiene la experiencia del país en diseño en acero. Al momento de la
publicación del presente texto esta norma cuenta con un Proyecto de Actualización
desarrollado por el Instituto de la Construcción por encargo de MINVU.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

• NCh2745-2013 Análisis y diseño de edificios con aislación sísmica (Of2003).


Esta norma, si bien toma como base el capítulo correspondiente del documento
ASCE7, realiza adaptaciones técnicas mayores para su uso dentro de la realidad
nacional. Cabe mencionar que en principio esta norma se ha desarrollado para
trabajar en conjunto con NCh433, por lo que su aplicación a estructuras industriales
puede requerir el uso de algunos ajustes.

• NCh3411-2017 diseño sísmico de edificios con sistemas pasivos de disipación de


energía – Requisitos y métodos de ensayo.
Tal como el caso anterior, esta norma, si bien toma como base el capítulo
correspondiente del documento ASCE7, realiza adaptaciones técnicas mayores
para su uso dentro de la realidad nacional. Cabe mencionar que en principio esta
norma también se ha desarrollado para trabajar en conjunto con NCh433, por lo
que su aplicación a estructuras industriales puede requerir el uso de algunos ajustes.

• NCh3357-2015 diseño sísmico de componentes y sistemas no estructurales (NTM


N°1).

Como comentario adicional, cabe mencionar que actualmente cada código de diseño
sísmico de nuestro país define sus propios espectros de diseño (incluyendo Manual de
Carreteras), y les asigna una validez limitada de acuerdo a los objetivos propios de cada
contexto. Por este motivo (a diferencia del caso norteamericano) debe definirse con
claridad antes de comenzar los análisis cual es el objetivo de uso de la estructura y sus
características propias, para luego evaluar cuál es la normativa adecuada a considerar.

10.7. Otras publicaciones nacionales

A continuación, se mencionan las publicaciones nacionales que, a pesar de no tener la


categoría de norma, resultan relevantes para el diseño estructural.

• Manual de Carreteras. Dirección de Vialidad MOP (actualización permanente).


Esta publicación orientada al diseño estructural de túneles y puentes corresponde
a una de las referencias obligadas en el diseño de estructuras de contención de
tierra, estructuras enterradas, y similares.

• Guía de Diseño, Construcción, Operación y Conservación de Obras Marítimas y


Costeras. Dirección de Obras Portuarias MOP – ARAWP.

• Guías AICE:
AICE-PRC-001-0 (2015) Estanques Atmosféricos de Acero Apoyados en el Suelo.
AICE-PRC-002-0 (2015) Edificios de Chancado Primario.
AICE-PRC-003-0 (2015) Silos de Acero.
AICE-PRC-005-0 (2015) Pedestales de Estructuras Metálicas.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

AICE-PRC-010-0 (2015) Fundaciones de Secadores Rotatorios y Hornos de Cal.


AICE-PRC-016-0 (2015) Soportes para Correas Transportadoras.

• Documentos ICHA.

10.8. Códigos y publicaciones internacionales generales

Dado que nuestro país no cuenta con un marco normativo que resuelva todos los
problemas que el diseño estructural requiere, es común recurrir a publicaciones extranjeras.
A continuación, se mencionan publicaciones relevantes para el diseño.

• ASCE/SEI 7-16 Minimum Design Loads and Associated Criteria for Buildings and
Other Structures.
Sin duda se trata de uno de los documentos sobre diseño estructural más
importantes. Esto se debe a que contiene definiciones de uso para múltiples
estados de cargas, formas de análisis y diseño, y definiciones detalladas sobre cómo
realizar coordinación con otros códigos. Se trata de un documento de un nivel
técnico superior cuyo contenido conviene conocer en detalle. Cabe mencionar que
al momento de la publicación del presente documento la versión utilizada por la
práctica es ASCE7-10.
• ASCE/SEI 41-17 Seismic Evaluation and Retrofit of Existing Buildings.
• ASCE/SEI 59-11 Blast protection of buildings.
• AASHTO LRFD Bridge Design Specifications. 7th Edition (2014).
• ASME Boiler & Pressure Vessel Code Sec. VIII, Div. 1.

10.9. Códigos y publicaciones internacionales de materiales

Dado que nuestro país cuenta con un marco normativo suficiente en relación al diseño
estructural con materiales tradicionales, a continuación, se mencionan los códigos
internacionales en los cuales tiene origen nuestra propia reglamentación.

• ANSI/AISC 360-16 Specification for Structural Steel Buildings.


• ANSI/AISC 341-16 Seismic Provisions for Structural Steel Buildings.
• AISI S100-16 (CSA S136-16) North American Specification for the Design of Cold-
Formed Steel Structural Members.
• AWS D-1.0, D-2.0 Structural Welding (AWS).
• AWS D1.1 Structural Welding Code.
• ACI318 Requisitos de Reglamento para concreto estructural

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

10.10. Códigos y publicaciones internacionales de temas específicos

A continuación, se mencionan publicaciones internacionales orientadas a ciertos temas


específicos dentro del diseño estructural.

Obras marítimo-potuarias:

• Technical Standards and Commentaries for Port and Harbour Facilities in Japan
(2009).
• Shore Protection Manual (Coastal Engineering Research Center 1984).
• Seismic Design Guidelines for Port Structures (PIANC/AIPCN 2001).
• Recommendations of the Committee for Waterfront Structures Harbours and
Waterways EAU 2012.
• Recomendaciones de Obras Marítimas y Portuarias (ROM, España).
• Coastal Engineering Manual (USACE 2002).
• ASCE/SEI 61-14 Seismic Design of Piers and Wharves.
• Port of Long Beach Wharf Design Criteria. Version 3.0 (2012).

Diseño de estanques:

• API 650 Welded Steel Tanks for Oil Storage.


• API 620 Design and Construction of Large, Welded, Low-Pressure Storage Tanks.
• Seismic Design of Storage Tanks. New Zeland National Society for Earthquake
Engineering.
• AWWA D100. Welded Steel Tanks for Water Storage.
• NACE International. Standard RP0294. Design, Fabrication and Inspection of Tanks
for the Storage of Concentrated Sulfuric Acid and Oleum at Ambient Temperatures.
• ACI350 Code Requirements for Environmental Engineering Concrete Structures.
• ACI350.2 Concrete Structures for Containment of Hazardous Materials.
• ACI350.3 Seismic Design of Liquid-Containing Concrete Structures.

Diseño de Silos:

• Eurocode 1. Actions on structures. Part 4: Silos and Tanks, EN 1991-4:2006.

Fundaciones:

• ACI351.1 Grouting between Foundations and Bases for Support of Equipment and
Machinery.
• ACI351.2 Foundations for Static Equipment.
• ACI351.3 Foundations for Dynamic Equipment.

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PROYECTAR EN ACERO: PRÁCTICA CHILENA

Agrietamiento y juntas:

• ACI224 Control de la Fisuración en Estructuras de Hormigón.


• ACI224.1 Causas, Evaluación y Reparación de Fisuras en Estructuras de Hormigón.
• ACI224.2 Fisuración de Miembros de Hormigón en Tracción Directa.
• ACI224.3 Joints in Concrete Construction.

Hormigón prefabricado:

• PCI Design Handbook: Precast and Prestressed concrete. 8th edition (2017)

Grúas, monorrieles, y equipos móviles:

• AISE Technical Report N°13 (2003). Guide for the Design and Construction of Mill
Buildings
• ISO 5049-1 Mobile equipment for continuous handling of bulk materials.
• CMAA Specification N°70. Specification for top running bridge and gantry type,
multiple girder electric Overhead Traveling Cranes.
• CMAA Specification N°74. Specification for top running and under running single
girder electric traveler cranes utilizing under running trolley hoist.

Análisis de vibraciones en estructuras:

• Design of Structures and Foundations for Vibrating Machines. Arya, O’Neil, y Pincus.

10.11. Otros códigos y publicaciones internacionales

A continuación, se mencionan publicaciones internacionales que, si bien no constituyen


códigos propiamente, entregan información valiosa para el diseño.

Guías de diseño AISC:

• Design Guide 1: Base Plate and Anchor Rod Design (Second Edition)
• Design Guide 2: Design of Steel and Composite Beams with Web Openings
• Design Guide 3: Serviceability Design Considerations for Steel Buildings (Second
Edition)
• Design Guide 4: Extended End-Plate Moment Connections Seismic and Wind
Applications (Second Edition)
• Design Guide 5: Design of Low- and Medium-Rise Steel Buildings
• Design Guide 6: Load and Resistance Factor Design of W-Shapes Encased in
Concrete
• Design Guide 7: Industrial Buildings--Roofs to Anchor Rods (Second Edition)
• Design Guide 8: Partially Restrained Composite Connections

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• Design Guide 9: Torsional Analysis of Structural Steel Members


• Design Guide 10: Erection Bracing of Low-Rise Structural Steel Frames
• Design Guide 11: Vibrations of Steel-Framed Structural Systems Due to Human
Activity (Second Edition)
• Design Guide 12: Modification of Existing Steel Welded Moment Frame
Connections for Seismic Resistance
• Design Guide 13: Wide-Flange Column Stiffening at Moment Connections
• Design Guide 14: Staggered Truss Framing Systems
• Design Guide 15: Rehabilitation and Retrofit Guide: Historic Shapes and
Specifications
• Design Guide 16: Flush and Extended Multiple-Row Moment End-Plate
Connections
• Design Guide 17: High Strength Bolts--A Primer for Structural Engineers
• Design Guide 18: Steel-Framed Open-Deck Parking Structures
• Design Guide 19: Fire Resistance of Structural Steel Framing
• Design Guide 20: Steel Plate Shear Walls
• Design Guide 21: Welded Connections--A Primer for Engineers
• Design Guide 22: Facade Attachments to Steel-Framed Buildings
• Design Guide 23: Constructability of Structural Steel Buildings
• Design Guide 24: Hollow Structural Section Connections
• Design Guide 25: Frame Design Using Web-Tapered Members
• Design Guide 26: Design of Blast Resistant Structures
• Design Guide 27: Structural Stainless Steel
• Design Guide 28: Stability Design of Steel Buildings
• Design Guide 29: Vertical Bracing Connections--Analysis and Design
• Design Guide 30: Sound Isolation and Noise Control in Steel Buildings
• Design Guide 31: Castellated and Cellular Beam Design
• Design Guide 32: Design of Modular Steel-Plate Composite Walls for Safety-Related
Nuclear Facilities
• Documentación FEMA y NIST

Estos últimos organismos norteamericanos poseen publicaciones que cubren diversos


temas relacionados con el diseño estructural y con metodologías de análisis. Si bien su
contenido se asemeja más a libros de texto, es común que los temas tratados por estos
organismos ingresen posteriormente en los códigos y reglamentos que correspondan.

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