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Sobre la inserción de la temática ambiental en la carrera de

arquitectura.
Guillermo Bengoa / borrador elevado al decano para llevar al ARQUISUR, Abril 2011.

No es necesario puntualizar lo urgente e indispensable de la inclusión de la temática


ambiental en todas las carreras universitarias actuales, en especial las
profesionalistas. Alcanza un recorrido por las tapas de los diarios para darse cuenta
de que cualquier profesional y más aún los que trabajan en el vasto campo de las
ciencias del hábitat necesita hoy, pasada una década del siglo 21, un saber
ambiental que garantice la influencia menos destructiva posible de su actividad
sobre el ambiente.

Hay muchísima información y trabajos a nivel teórico que pueden fundamentar esa
necesidad, de modificar las curriculas universitarias en pos de una mejor relación
entre el hombre y el ambiente y en especial en el ámbito latinoamericano. A nivel
internacional son muy interesantes los trabajos de K. Yeang, y entre las de nuestro
subcontinente, se pueden consultar las propuestas de los argentinos R. Fernández
y R. Pesci, del mexicano E. Leff, del colombiano A. Rama. No es este el ámbito
para revisar el cambiante estado de la cuestión sobre el cual han trabajado estos
pensadores, tarea que se puede realizar si el ARQUISUR lo considera necesario.

Tampoco es necesario recordar que la arquitectura tiene, por ley, incumbencias que
abarcan de manera amplia lo ambiental, no solamente de manera inclusiva como
relación sociedad –naturaleza sino de manera específica a través de concretas
encomiendas profesionales, como las Evaluaciones de Impacto Ambiental o los
Planes de Seguridad e Higiene en la construcción que, cada vez más, requieren
conocimientos ambientales.

Estos campos disciplinares y profesionales son motivo de una dura y continua


disputa con otras profesiones, en especial las ingenierías, por lo cual es muy
importante la revisión e inclusión de la temática ambiental en nuestras currículas

Sí parece indispensable decir un par de cosas sobre las maneras de inclusión de la


temática en nuestras carreras.

La primera de ellas es que, vistas las experiencias realizadas en varias de nuestras


facultades, la inclusión de contenidos ambientales a través de materias aisladas, en
general electivas, es condición necesaria pero no suficiente para garantizar la
correcta formación del futuro arquitecto. Es muy bueno el dictado de materias
electivas u optativas que, en general a través de la transferencia de proyectos de
investigación, fortalecen la docencia y actualizan la curricula. Sin embargo, estas
materias no alcanzan al proceso formativo de todos los alumnos, y las incumbencias
las tienen todos, de modo que se hace necesario implementar otras metodologías de
inclusión de lo ambiental.

La segunda consideración es que no alcanza la inclusión de “temáticas”, “unidades”


o “seminarios” ambientales, es decir solamente contenidos, sino que se hace
necesaria una revisión más profunda que tenga que ver con la transformación de la
carrera a través de una visión o perspectiva ambiental. No se pueden incluir
“pinceladas” verdes, es fundamental un cambio de fondo de las maneras de

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proyectar que incluya desde los primeros bocetos una concepción ambiental del
diseño.

En vistas de esa circunstancia, se hace indispensable la formación de recursos


humanos, en especial de los docentes, que no debe restringirse como en la
actualidad a los niveles superiores o de posgrado, sino que debe alcanzar a todos
los docentes, en especial a los de años inferiores y de niveles de auxiliares, ya que
es allí, en el proceso pedagógico de los primeros años y en la relación cotidiana con
los ayudantes, donde se produce una mayor internalización de los características
distintivas de una forma de proyectar sustentable.

Por otra parte, es indispensable una convicción profunda de los profesores de todas
las áreas sobre esta necesidad. Esto no es sencillo, ya que –en especial en las
materias proyectuales- durante décadas se estuvo enseñando a través de la
observación de las influencias del entorno sobre el terreno del proyecto, y el nuevo
paradigma implica también observar a la inversa, los impactos del proyecto sobre su
entorno.

En resumen, se trata de transformar el plan de estudios –de manera lenta, no


automática- en un plan que incorpore “naturalmente” las variables ambientales, y no
en la mera inclusión de cierto porcentaje de contenidos ambientales.

En medidas concretas, se proponen las siguientes acciones (sin orden de prelación):

* Cambios a nivel institucional, que incluyan:

* cursos de capacitación para los docentes, que estén insertos en la carrera docente
cuando ésta exista.

* formalización de foros de discusión (internos a cada Facultad, por departamento o


área) con el problema de la temática ambiental como eje.

* creación en las Facultades en las que no exista, de Centros de investigación sobre


esta temática. Colaboración en horizontal entre las Facultades que si los tengan con
las que estén en etapa de desarrollo.

* creación de incentivos para docentes (becas, pasantías, etc.) para que puedan
cursar carreras de especialización y maestría que capaciten en la temática
ambiental.

* Formación de un Fondo Arquisur de becas que apoyen de manera directa las


Maestrías. Esto es, que ARQUISUR pague a las maestrías existentes un cupo, por
ejemplo 5 becas anuales, a la cual los docentes de las Facultades miembros puedan
acceder mediante concurso.

* Fortalecimiento de las bibliotecas de cada Facultad con materiales sobre


sustentabilidad de última generación.

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* Revisión de contenidos de materias actuales, que incluya:

* Revisión de los contenidos al interior de las materias del área construcciones, para
la enseñanza de la “mochila ambiental” que poseen cada uno de los materiales de
construcción. Inclusión de materiales tradicionales vistos bajo nuevas formas
operativas y desde una óptica ambiental (construcción con tierra, cañas, adobe,
junco, etc.)

* Revisión de los contenidos de las materias del área instalaciones para cambiar el
paradigma de “la tecnología resuelve todo” a “proyectar con el menor costo
energético”

* Revisión de los contenidos de las materias del área histórico-social, para explicar el
surgimiento del paradigma ambiental en el siglo XX y sus consecuencias actuales.
Inclusión y búsqueda no tradicionales

* Revisión de los contenidos de las materiales proyectuales para incluir de manera


explícita la sustentabilidad del edificio en sí y las relaciones edificio/ciudad en
términos de impactos ambientales.

*Revisión de los contenidos del área de urbanismo, con inclusión de teorias


ambientales, participación ciudadana en problemas urbanos, etc

*revisión de los contenidos del área práctica profesional/legal para incluir los nuevos
roles profesionales del arquitecto, con clara explicitación de incumbencias.

*Propuestas de nuevas materias, que incluyan:

*Ampliación del menú de materias electivas con temática ambiental, en las


Facultades que posean una curricula flexible. Entre las temáticas posibles se
destacan:

- Tecnologías ambientales.
- Diseño sustentable.
- Técnicas de evaluación ambiental de materiales: Análisis de Ciclo de Vida
- Técnicas de evaluación ambiental de proyectos: Evaluación de Impacto Ambiental.
- Técnicas de evaluaciones ambientales urbanas y territoriales: Ordenamiento
Territorial.
- Bioclimatismo.
- Teoría y crítica ambiental del proyecto.
- Energías alternativas en la arquitectura.
- Materiales de construcción: tratamiento de los desechos
- Ecología urbana.
- Economía ecológica urbana
- gestión ambiental de empresas constructoras.

* Creación a nivel ARQUISUR de un banco de estas materias optativas ambientales


que permitan el intercambio de experiencias docentes, incluyendo la posibilidad del
dictado en otras Facultades miembros.

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