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Enroque largo vs.

Enroque corto

Cuando los reyes están situados en diferente flanco, los impedimentos para enviar los peones al
ataque, y desplazar todas las piezas hacia el flanco opuesto donde está nuestro rey, naturalmente
decrecen, o desaparecen y no sólo es recomendable sino también a veces es hasta imperativo.

Nos es familiar el escenario donde ambos bandos atacan con todas sus fuerzas, y, como en una
carrera, el primero que llega a la meta, gana. Esa meta es superar las defensas del monarca
adversario, y terminar con mate o ventaja decisiva, el resultado es incierto hasta casi el final de la
lucha.

Más claro es el resultado cuando la carrera no es tal, y uno de los bandos ataca y el otro sólo
defiende, como es posible que el bando defensor no tenga todas sus fuerzas en la defensa, el
resultado suele ser nefasto.

Hay un tercer escenario, y es el de combinar el ataque propio con medidas preventivas en el flanco
donde está nuestro rey para dificultar, retrasar, o hasta neutralizar el progreso adversario; éste es
un tipo de lucha que se ve más en el ajedrez actual.

Ejemplo:

En la siguiente partida los reyes están enrocados en distinto flanco, el ataque blanco no tiene una
oposición seria, y es llevado de modo rectilíneo y eficaz, culminando con una ejecución en toda
regla. (Ver partida)

El éxito de la ofensiva blanca es indudable, aunque pocas veces veremos una defensa tan
"cooperativa" en una partida de dos aspirantes al Campeonato del Mundo, como lo eran los dos
maestros húngaros cuando se jugó esta partida, en el siglo XXI.

Las negras no pudieron frenar el ataque a su rey ni crear amenazas serias sobre el monarca
contrario, naturalmente aún no se conocían las ideas defensivas citadas a base de h6 de las
negras, evitando o postergando el g4 blanco, ni luego, tras g4, la jugada h6, frenando la expulsión
del Cf6, ni el recurso f5 citado en la jugada 13.

Veamos los ejemplos más modernos: (ver partida)

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