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Perdida de Pinares en Nicaragua
Perdida de Pinares en Nicaragua
(http://agroecologia-nica.blogspot.com/p/pinos-en-nicaragua.html)
Nicaragua goza de una flora riquísima, gracias a su ubicación en el istmo
Centroamericano. Varios centenares de especies crecen en el territorio nicaragüense,
a pesar de la destrucción del bosque durante las últimas décadas, Nicaragua posee
todavía recursos forestales significativos.
Nuestra riqueza se define en términos forestales por la calidad del fenotipo, es decir, el
aspecto físico del árbol, y su genotipo, que es la suma de los genes desarrollados tras
generaciones de reproducción de acuerdo con el proceso de salvación natural.
EL GENERO PINUS EN NICARAGUA
El género Pinus de la Familia Pinaceae, es uno de los tres géneros de Gimnospermas
que se encuentran en Nicaragua. Las Gimnospermas no producen flores y sus semillas
se forman en conos o estructuras modificadas de conos. Pinus se diferencia fácilmente
de sus parientes; Cupressus de la Familia Cupressaceae y Podocarpus de la Familia
Podocarpaceae; por el hecho de que las hojas (acículas) nacen en fascículo de 2-6
rodeadas por vainas basales de brácteas. Los conos consisten de escamas que se
ponen duras leñosas al madurar; cada escama produce dos semillas aladas. Cupressus
lusitámica produce hojas más pequeñas y conos pequeños y redondeados. Se
encuentra en Nicaragua pero no es nativo del país. Podocarpus guatemalensis tiene
hojas anchas, planas parecidas a la de una Angiosperma; el fruto es pequeño y consiste
de 2-4 escamas carnosas, maduras son de color azul rojizo, solo una semilla se
encuentra en cada cuerpo del fruto.
El cuarto taxón: Pinus patula subsp. tecunumanii, fue descrito hasta hace poco y el
precedente material en Nicaragua es ahora referido a ello (styler 1985) debido a que
los 4 taxones se encuentran al límite sur de su distribución son de suma importancia
genética, hecho que ha quedado en evidencia a través del rendimiento de por lo
menos dos de ellos en los ensayos internacionales de procedencias.
ACTIVIDADES PRIMARIAS:
Se exploran los sitios en donde se colectarán las semillas, se selecciona la fuente, ósea,
se escogen los tipos de pinos de los que se extraerán las semillas, esto se hace por
medio de selección por familias de los árboles plus. A la semilla una vez recolectada se
le realiza termo plasma (mejoramiento genético).
a) Pinus oocarpa
b) Pinus maximinoii
c) Pinus tecunumanii
d) Pinus caribaea
Los sitios en donde se encuentran estas especies son: Darío, Apate (Matagalpa), San
Fernando (Ocotal, Nueva Segovias), Camelias (Santa Clara), Dantal (Jinotega), Dipilto
(Jalapa). El Pino tecunumanii se encuentra en estas regiones y solo en Dipilto
encontramos las 4 clases de pinos.
De esas cantidades de pino se debe diferenciar entre pino abierto y pino cerrado; del
primero se ha perdido casi el treinta por ciento de su cobertura, es decir, de casi 29 mil
hectáreas en 2011 el año pasado se contabilizaron 23 mil hectáreas en un periodo de
cinco años.
Y de bosque de pino cerrado se perdió aproximadamente casi dos mil hectáreas por la
deforestación. En 2011 se contaba con 10,455 hectáreas y para el año pasado se
encontraron 8,599 hectáreas.
Esta expansión de la siembra de café que cada vez apunta más hacia arriba, a causa de
los efectos del cambio climático y los trastornos en los regímenes de temperatura, están
sacrificando zonas de pinos en las áreas altas de Nueva Segovia, la cordillera de Dipilto
y Jalapa.
A diferencia del bosque latifoliado, que es el que se encuentra en la Reserva del Volcán
Masaya, el bosque de pino debido a su propia dinámica no tiene la capacidad de
recuperarse tan rápido como otros ecosistemas, ya que no tiene muchas especies
asociadas a ellos.
La pérdida tan abismal implica que el ecosistema va a tardar un buen tiempo en poder
recuperarse, sumado al manejo que se le está dando y las pocas campañas de
reforestación para los bosques de ese tipo.
A un año que se publicara el decreto presidencial a través del que se permitiera la tala
de pinos hasta en las zonas protegidas aún no se sabe si este se prorrogará por doce
meses más. Jaime Incer, ambientalista dijo que “al autorizar cortar los pinares, van a
terminar de destruir la producción de agua de los bosques en Nueva Segovia”, con lo
cual quien destaca el impacto de la pérdida de bosque respecto a la infiltración del agua.
Como conservar los pinares de Nicaragua.
(https://www.boletinecologico.org/enfoque-cientifico-como-conservar-los-pinares-
de-nicaragua/)
El pino es un árbol pionero en suelos de baja fertilidad, es decir su función ecológica es poblar
sitios difíciles y luego cederlos a otras especies forestales. Por eso un pinar tiende a entrar en
decadencia después de un tiempo en el mismo sitio, por ejemplo por ataques del gorgojo, y
luego otras especies como el roble encino van tomando su lugar.
A peste arrasó con la población de Europa, cuando la agricultura no podía dar abasto con
alimentos para la población en constante incremento. También se sabe que hay poco riesgo de
infección de una enfermera sana y bien nutrida que atiende epidemias en zonas de desastre.
El pino no tiene un sistema propio de control poblacional, y tiende a formar rodales más densos
que los suelos arenosos y áridos de Las Segovias puedan alimentar. En estos últimos años muy
secos, no hay agua para todos los árboles y se da el debilitamiento que abre camino para el
gorgojo.
Ante esta debilidad inherente el pino solo ha podido subsistir por siglos en Las Segovias por su
alianza con el fuego. En el ámbito natural el fuego arrasa los pinares con frecuencia, elimina los
árboles más débiles y deja solo una cantidad menor de árboles sanos, no más que los suelos
pueden alimentar. A la vez el fuego elimina las otras especies que podrían invadir el sitio y
establecerse en un bosque más variado.
Para las comunidades humanas los incendios en los pinares implican mucho riesgo e
incomodidad, y por ende se hace un trabajo constante de prevención de incendios. Si el trabajo
tiene éxito, se pierde el control natural de las poblaciones de pino, y quedan dos opciones: O se
hacen raleos constantes ó se deja el trabajo de eliminar los árboles sobrantes al gorgojo.
En varios parques nacionales de los Estados Unidos, donde el manejo no es una opción, se ha
tomado la decisión de eliminar el control de incendios, porque no encontraron otra forma de
combatir el gorgojo y conservar los pinares que son el objetivo de estas reservas.
Es decir, no existe una opción de tener pinares sin tocar. Si el fuego no los sanea, y no se hace el
manejo forestal, el gorgojo entrará.
Existe la experiencia de Jalapa que implementó una veda local al pino en la década noventa.
Aparentemente fue un éxito, porque al entrar en el nuevo milenio la masa forestal por hectárea
era 3 veces mayor que en el vecino San Fernando. Pero cuando vino el gorgojo la afectación fue
mucho más severa en Jalapa, y el primera ataque prácticamente coincidía con el límite
municipal.
Se ha escuchado el reclamo que no solo se cortan los árboles afectados, sino árboles sanos que
los rodean. No voy a responder por lo que hace cada propietario, o lo que avalan los
funcionarios en cada caso, pero no cabe duda que cuando el árbol ya está afectado, la
intervención vino tarde. Son los árboles bien nutridos que resisten la plaga, y si no hay agua
para todos, se debe ir raleando antes que entra el debilitamiento. La prevención del gorgojo
consiste en extraer árboles aparentemente sanos en riesgo de debilitamiento.
Antes de caer en el alarmismo sobre una tala específico, tal vez se debe hacer una revisión de la
situación en general. Con las imágenes satelitales que se ponen a disposición en el Internet, es
fácil hacer un sobrevuelo sobre cualquier área a estudiar.
Así que me hice unas vueltas por la zona de Dipilto y Jalapa haciendo comparaciones de
imágenes de diferentes años. Hay imágenes del periodo entre aprox. 2000 (no es 1970 como
dice la leyenda) y enero 2015 – es decir desde el ataque anterior del gorgojo hasta bastante
reciente.
¿Y qué encontré? Que la cobertura forestal en la zona ha sido estable, tal vez con una leve
tendencia de aumento – pero se requeriría un mejor material para decir esto.
Conservemos los pinares para tener agua en el norte de Nicaragua.
“No sé si en este país vale más la madera que la gente, o la destrucción del bosque que el
derecho a beber agua”, y lo digo porque al parecer las declaraciones del titular del Instituto
Nacional Forestal (INAFOR), trata de justificar la destrucción de los pinares a causa del gorgojo
descortezador en el área protegida de la Cordillera de Dipilto – Jalapa.
El pretexto desoye el clamor de los 250 mil habitantes del departamento de Nueva Segovia, que
dependen enteramente del agua que los bosques de pino condensan en la más elevada cordillera
del país, y en este contexto las autoridades forestales desconocen que el gorgojo descortezador y
el pino han mantenido una relación antagónica desde la época de los dinosaurios, cuando
aparecieron las primeras especies de coníferas hace 250 millones de años.
A través de estas edades el pino siempre ha logrado sobrevivir a los ataques del “dendroctunus”,
el gorgojo descortezador, porque la naturaleza es tan sabia que equilibra las relaciones
conflictivas entre parásitos y parasitados, de modo que estos últimos logran sobrevivir los
ataques de los primeros. “Nicaragua es el país que posee los rodales más sureños del continente
americano, ya que el pino creciendo en forma natural ha logrado extender su rango desde el
norte de Canadá hasta las montañas del norte, razón más que perentoria para que conservemos
estas especies que son las mejores adaptadas a las latitudes tropicales”.
Sobre este aspecto, los pinos de Centroamérica han sido periódicamente afectados por las plagas
de este gorgojo, pero siempre han logrado sobrevivir a esta situación, porque quedan especies
remanentes o semillas dispersas que aseguran su regeneración natural. “En la actualidad los
pinares sometidos a tala rasa y los espacios antes sombreados y húmedos, son ahora más
soleados, secos y despejados, lo cual favorece el desarrollo de especies competidoras más
rápidas que impiden la regeneración natural del pino en las áreas extensamente devastadas por
esas prácticas”.
Por otro lado, según los expertos de la FAO, la mejor manera de reducir los efectos y daños que
provoca el gorgojo es a través de un monitoreo y buen manejo de rodales y no la destrucción de
los pinares a tala rasa, como actualmente lo están justificando las autoridades del país. Resulta
sospechoso que las tucas que cargan los camiones, vienen ya descortezadas para que no se
diferencien los árboles parasitados de aquellos sanos, dejando la misma corteza infestada en el
campo para que esta plaga se siga extendiendo y se continúe con las prácticas despaladoras.
Además de los argumentos ecológicos aducidos, la principal preocupación debe enfocarse en la
pérdida de la capacidad de los bosques de altura para condensar humedad, captar el agua de las
nubes e infiltrarla en el terreno, dando origen a vertientes y ríos, situación que ya no se está
produciendo en la cordillera de Dipilto – Jalapa, tal como se comprueba actualmente con la
pérdida parcial o total del caudal de los ríos que bajan de esa cordillera, con grave afectación a
las poblaciones, tanto urbanas como campesinas, que están careciendo como nunca de los
beneficios del agua. Sin duda, “Ahora tenemos una nueva y más agresiva especie de gorgojo, el
dendroctunus corruptus”, que ha sido introducida por la mafia maderera.
http://www.fao.org/3/j0602s/j0602s02.htm