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La fantástica historia del abanico

Desde tiempo inmemorial forman los abanicos parte principalísima en la indumentaria


de los japoneses...

Biblioteca Nacional. Revista: Por esos mundos, Marzo 1902 0

Angelito. Dios Cupido, celoso de Céfiro


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El abanico ¿el ala del dios Céfiro?


Aunque el idioma del abanico no está ya en moda, lo cierto es que aquel adorno no
será nunca cosa del pasado. Es tan antiguo que su origen es legendario, y tan moderno
que nunca estorba su uso ni deja de ser elegante.

"Fantástica" historia del abanico


Existe una versión en la que se cuenta que hallándose Psíquis somnolienta en la florida
orilla de un río, la abanicaba dulcemente el gentil Céfiro , dando lugar a que el celoso
Cupido le arrancara furiosamente una de sus alas y la entregara a Psiquis para que
en sucesivo pudiera ella disponer de los céfiros a voluntad. De entonces data la
importancia y celebridad del abanico.

Desde tiempo inmemorial forman los abanicos parte principalísima en la


indumentaria de los japoneses, para quienes aquel artefacto es emblema de vida
significando el pequeño remache o punta del mango el punto de partida de nuestra
existencia, mientras que los rayos o varillas simbolizan los caminos que nos conducen a
la dicha o a la desgracia.
Abanico japonés. Abanico japonés
Gadini - Pixabay

Tanta importancia conceden los japoneses al abanico, que no hay objeto entre ellos que
juegue mejor papel. En aquel imperio, todo joven noble de la corte del Mikado usa
un abanico que difiere en su forma de los que ordinariamente se llevan allí. Están
adornados con cintas de seda de los colores blanco, amarillo, verde, rojo y negro, que
forman combinación con el traje especial que solo pueden usar los privilegiados a
quienes se consiente llevar ese abanico.

Aparte otras aplicaciones importantes que los japoneses dan al paipay, allí no se ponen
los soldados en marcha sin llevar tal adherente consigo; se sirven de ellos para sustituir
a las bandejas en que deban presentar a sus amadas los regalos que las hacen, y a
los criminales se les anuncia su sentencia de muerte presentándoles un abanico especial
y cortándoles la cabeza en el momento en que los desgraciados se inclinan para extender
la mano y recibir aquel artefacto.

En China existe una preciosa leyenda acerca del abanico

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Se cuenta que en una de las grandes y suntuosas fiestas denominadas de las antorchas,
que allí se celebran, la hermosa Kan-Si, hija de poderoso mandarín, sentía tan sofocante
calor que para aliviarse de él separó de su rostro la mascarilla que la cubría, según
costumbre en las doncellas chinas; pero como la estaba vedado por las leyes del pudor
exponer su belleza a las miradas de los donceles que en la fiesta estaban presentes, Kan-
Si agitó rápidamente la mascarilla para hacerse aire con ella mas sin alejarla de sus
facciones.
La idea fue comunicándose a las concurrentes a la fiesta en número de unas ocho
mil, las cuales, sintiendo el mismo calor que la bella hija del mandarín, agitaron también
las mascarillas que llevaban para mitigar con ello la pesadez de la atmósfera que las
asfixiaba. De aquí el origen del abanico que después, durante tantos siglos, había de
imponerse a las mujeres.

Máscara oriental. Máscara oriental


miapowterr - Pixabay

Por último, en China, todo hijo del Celeste Imperio que se tenga por distinguido, debe
lucir el abanico en la mano. No solamente en Oriente ha obtenido el abanico honores
de tal naturaleza. Dice un tratado referente a aquellos artefactos que hemos consultado
la confección del presente artículo, que en la Edad Media los abanicos eran verdaderos
flabelos de plumas de pavo real, de avestruz, de papagayo o de faisán, sujetas a mango
de oro, plata o marfil.

Las damas los colgaban de la cintura por medio de una cadenita de oro y eran tan
estimados que ellos solos constituían uno de los comercios más lucrativos de los
mercados de Levante, de donde eran exportados a Venecia y otras ciudades de Italia.

 Lenguaje del abanico, según las costumbres francesas


 Partes del abanico
 Tipos de abanico
 Historia del abanico
 Lenguaje del abanico

En la Catedral de Monzase conserva el flabelo o abanico de la reina Teodolinda, casada


el año 558 con Antario, rey de los lombardos: es de plumas pintadas y montadas sobre
un mango de metal esmaltado.
Durante el reinado de Isabel de Inglaterra se confeccionaron flabelos de plumas, fijas
alrededor de un círculo de madera y en su mismo plano, del que salía un mango
torneado. Un hilo que pasaba por las barbas de las plumas contribuía a mantenerlas en
posición. Otros flabelos consistían en dos vistosas alas de pájaros, adosadas por su
parte convexa. Los retratos de la época representan a las damas con abanicos de esta
clase. En Inglaterra usaron entonces flabelos de plumas, tanto las señoras como los
caballeros, y los mangos solían ostentar ricas incrustaciones y piedras de gran precio.
Era moda entre las señoras llevar colgando de la cintura un espejito asegurado a una
cadena de oro; pero el espejo pronto perdió su independencia, y pasó a formar parte de
las incrustaciones de los flabelos, encadenados a su vez, y pendientes también de la
cintura.

Gestos abanico. Lenguaje del abanico. Gestos y movimientos


Ilustración - Revista por esos mundos

Cuando leyeron a la condesa de Essexsu sentencia de muerte, llevaba uno de éstos, con
el cual se cubría la cara durante la lectura. La reina Isabel poseía nada menos que
veintiocho, regalados, en su mayor parte, por sus cortesanos. Uno de ellos valía dos mil
duros.

También registra la historia el regalo hecho por Moctezumaa Hernán Cortésde seis
abanicos de plumas de diferentes colores, de ellos cuatro montados sobre diez varillas,
uno sobre trece y el sexto sobre treinta v siete varillas incrustadas en oro.

En Suecia, el año 1774, la reina Luisa Ulrickefundó para las damas de su corte la Orden
del Abanico, pero permitió a algunos caballeros que entrasen en ella.

En 1827, el 30 de Abril, el rey de Argel, en un acceso de cólera dio a Mr. Duval,


entonces cónsul de Francia en aquel Estado, un terrible abanicazo, y la consecuencia
de tal arrebato fue la conquista de Argel por los franceses.

En la liturgia cristiana también juega un importante papel el abanico. En Grecia y en


Roma hubo sacerdotes ocupados en defender de los insectos voladores las sagradas
especies de la Eucaristía, agitando continuamente el aire por medio de flabelos hechos
con plumas de pavo real.
San Atanasio fue flabelífero, y en una antigua patena encontrada en las Catacumbas de
Roma se ve grabado un flabelo de esta clase y destinado a tal uso, habiendo llegado
hasta nosotros uno que representa un querubín con seis alas.

Cuando el Papa es conducido en su silla portátil en ciertas procesiones y actos


pontificales, dos camareros secretos de Su Santidad, colocados a derecha e izquierda
de aquella silla, agitan cada uno un flabelo.

Por esto, con decir que el abanico será siempre un bello artefacto y que el arte de
adornarlo con preciosas pinturas no decaerá nunca, ni pasará jamás de moda, como lo
demuestran los exquisitos ejemplares de trabajos modernos hechos por Vibert y por
Mauricio Selvis, hacemos punto final en estas líneas con las que creemos haber
proporcionado un rato de distracción a los lectores.

https://www.protocolo.org/social/usos-sociales/la-fantastica-historia-del-abanico.html

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