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Trabajo
Extracla
se Abril
de 2016

Leonardo
Santo
Alejandro
Santos
I. Introducción

Durante el últimos siglo la ciencia ha tenido un desarrollo vertiginoso que ha


proporcionado a la humanidad nuevos y cada vez más sofisticados instrumentos que
mejoran las condiciones de trabajo, óseo y por ende de vida, pero ¿mejoraran
realmente la vida en todo el sentido de lo que la palabra abarca? El criterio que el
hombre tenga en respuesta a esto determina hacia dónde se dirigen sus esfuerzos en
un mundo donde la conceptualización de la vida es reducida a lo material y pudiera
parecer que, en la medida que el hombre sea capaz de rodearse de lo último en
tecnología y comodidades inevitablemente obtendrá estándares de felicidad elevados.
Pero el hecho de que el suicidio y los estados depresivos crónicos proliferen entre los
que han logrados obtener todo lo que el dinero puede comprar, demuestra que algo
está mal y que el camino no es en esa dirección. Cuando miramos a los que sin Dios
buscan afanosamente en las posibilidades materiales las respuestas a sus faltas,
entendemos las enseñanzas de Jesús alertando a sus discípulos sobre el peligro del
afán y la ansiedad. Respecto a esto las sagradas escrituras en Lucas (12:22-31) hace un
llamado “Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre
sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas
cosas os serán añadidas “. Independientemente de la época o la sociedad en que viva
el hombre en este trabajo se dará respuesta mediante una investigación exegética de
Lucas 12:30-31 a la siguiente situación problema: ¿Cuál es el correcto orden de
prioridad que debe poner en práctica en su vida el hijo de Dios?

En el capítulo 11 de Lucas Jesús enseña a sus discípulos la manera correcta de orar y es


en esta oración donde expone principios que toda oración tiene que tener, principios
que muestran una dependencia y confianza en Dios y lo que él puede hacer, a partir
de ahí sus enseñanzas fundamentalmente están marcadas por la necesaria
comprensión de sus seguidores de la importancia de buscar en la dependencia de Dios
la solución de todos y cada uno de nuestros problemas, escases o faltas, alertando
sobre los resultados negativos que produce el desoír sus enseñanzas.
En el capítulo 12 se alerta sobre los fariseos; sus enseñanzas obran como fermento o
levadura por su penetrante efecto sobre la sociedad, teniendo una influencia
corruptora a causa de su hipocresía. La avaricia, o el deseo de tener más de lo que uno
necesita, no solo lleva a contiendas sino que también expresa una filosofía de vida
equivocada, de acuerdo a la cual las posesiones son lo que realmente importa. En
cualquier momento el hombre cesará de vivir, aunque se trate de una persona que
piensa en retirarse a una vida cómoda y tranquila, gracias a una abundante cosecha
(Lucas 12:15-21). Resalta cuán inútiles pueden resultar las posesiones. El dinero no
puede comprar una recta relación con Dios. Insensatos aquellos que ponen su
confianza en los recursos materiales que pueden tener, en un mundo en el cual los
hombres se sienten movidos a correr una carrera desesperada por mejores
condiciones de vida, es preciso que los discípulos busquen primeramente el reino de
Dios y todas las demás cosas les sean añadidas. Desde que el hombre decidió apartar
a Dios de la ecuación mediante la cual busca respuesta a los problemas que le
aquejan, el afán y la ansiedad se ha convertido en un elemento desorientador que
obstaculizar el acercamiento del hombre a Dios y aún trata de confundir a los que se
acercan a Dios y no tienen cuidado del peligro de esa tendencia, fruto de nuestra
naturaleza caída (Lucas:12;22-31).

El libro de Lucas consta de un prefacio (1:1-4); la venida del salvador(1:5-2:52);


preparación para el ministerio del salvador(3;1-4;13); ministerio en galilea (4:14-9:50);
ministerio durante el viaje final a Jerusalén(9:51-19:28), dentro del cual se encuentra el
pasaje analizado, para continuar con la semana de la Pasión(19:29-23:56);y terminar
con la resurrección y la ascensión(24:1-53).

El autor de Lucas nunca menciona su nombre pero evidentemente era amigo y


compañero de Pablo, la tradición en cuanto a la autoría de Lucas, se remonta a la
iglesia primitiva. Las listas y descripciones antiguas de los libros del NT (Nuevo
Testamento) que datan de entre el 160 y 190 d c, concuerdan en que Lucas, médico y
compañero de Pablo, escribió el evangelio que lleva su nombre. Ya desde el 185d.c
muchos de los primeros padres de la iglesia aceptaron inmediatamente a Lucas como
el autor del tercer evangelio. Lucas hizo referencia a sus viajes con Pablo y sus
compañeros en Hechos 16:10-17; 20:5-15; 21:1-18; 27:1-28:16).
Muchos eruditos creen que Lucas escribió el evangelio y el libro de los Hechos desde
Roma durante el primer encarcelamiento del apóstol en esa ciudad. Aparentemente,
Lucas también permaneció junto a Pablo durante el segundo encarcelamiento romano
del apóstol. Poco antes de su martirio, Pablo declaro:” Solo Lucas está conmigo” (2Tim
4:11). Los primeros padres de la iglesia Jerónimo y Eusebio entendían que Lucas
provenía de Antioquia. Filopos fue el hogar adoptivo de Lucas, y permaneció allí para
supervisar a la joven iglesia mientras Pablo fue a Corinto en el segundo viaje misionero
(Hecho. 16:40). Pablo señaló que era médico (Col. 4:14) y lo diferenció de los de la
circuncisión (Col. 4:11). Fuentes antiguas indica que era gentil. La tradición sostiene
que era griego. Las circunstancias sobre la conversión de Lucas no se revelan.

El Evangelio de Lucas es el tercer libro del NT y el más extenso. Es la primera parte de


dos volúmenes dedicada al “Excelentísimo Teófilo” (Luc. 1.3; Hech, 1.1). El libro de
los Hechos es la continuación de Lucas donde el autor explica “todas las cosas que
Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día que fue recibido arriba” (Hecho, 1:1,2).

Lucas registra la profecía de Jesús sobre la destrucción del templo (Luca 19:41-44 Y
21:20-24). Este evento catastrófico del judaísmo antiguo tuvo lugar en el año 70 d.C. Es
poco probable que Lucas haya dejado sin registrar este acontecimiento significativo.
Asignarle al evangelio una fecha posterior al 70d.C haría que se ignorara este
concepto. No obstante, muchos eruditos continúan apoyando una fecha posterior al
80 d.C.

En cuanto al lugar donde se escribió el libro de Lucas, lo más probable es que haya sido
Roma. El mismo Lucas identifica el propósito del evangelio (Luc. 1:1-4). Quería
confirmarle a Teófilo la certeza de las cosas que le habían enseñado. También
deseaba que esa información estuviera a disposición de un grupo más amplio de
lectores. La mayoría de los eruditos creen que eran los gentiles que deseaban
información y los cristianaos que necesitaban ser fortalecidos en la fe. Lucas presenta
esta obra “por orden”. La mayoría de sus narraciones siguen una secuencia
cronológica. Más allá de los propósitos inmediatos del autor, el Espíritu Santo escogió
el Evangelio de Lucas para alcanzar a todas las naciones con la maravillosa historia del
amor de Dios en Cristo. La mayoría de los eruditos creen que Lucas dependió del
Evangelio escrito por Marcos. Es probable que este haya sido testigo presencial de
algunos sucesos de la vida de Jesús.

II. El Texto

Seguidamente se presenta el texto (Lucas 12: 30-31) en griego consultado en un Nuevo


Testamento Interlineal (2000) y posteriormente la forma en que el mismo es traducido
por diferentes versiones en idioma español reconocidas. El objetivo que se persigue
en esta sección es el análisis de la homogeneidad de los diferentes manuscritos
originales vista a través de las traducciones hechas por aquellos que tuvieron acceso
los originales para realizar sus trabajos.

 Biblia de Jerusalén (1976): Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del
mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso. Buscad más
bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.
 Nueva Biblia de los Hispanos: Porque los pueblos del mundo buscan
ansiosamente todas estas cosas; pero el Padre de ustedes sabe que necesitan
estas cosas. Pero busquen Su reino, y estas cosas les serán añadidas.
 Reina-Varela de 1960: Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo;
pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el
reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
 Reina-Varela de 1995: Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo,
pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de ellas. Buscad, más bien, el
reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
 La Biblia de Las Américas: Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente
todas estas cosas; pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas. Mas
buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas.

Con una simple inspección de la manera en que se ha traducido Lucas 12:30-31 en
cada una de las versiones es posible advertir que los textos son prácticamente
idénticos. Las diferencias observadas se han resaltado con letras “negritas” pero al
comparar los significados de las palabras que se han usado alternativamente es notoria
su igualdad en cuanto a correspondencia. Sin embargo, para dejar bien fundamentado
este hecho a continuación se listan para cada una de ellas, con ayuda de su
significado a partir del término original que aparece en el Nuevo Testamento
Interlineal.

 Afanan, buscan (ansiosamente): ἐπιζητέω epizetéo; de [ἐπί epí; preposición


primitiva; propiamente superimposición (de tiempo, lugar, orden, etc.), como
relación de distribución, esto es; sobre, encima, etc., de descanso; a, sobre,
etc., de dirección; hacia, sobre, etc.: espacio, (en el) tiempo, untar, verdad. En
compuestos retiene esencialmente el mismo sentido, a, sobre, etc. (literal o
figurativamente)] y [ζητέω zetéo; de nafinidad incierta; buscar (literal o
figurativamente), especulativamente, adorar (a Dios), o (en un mal sentido)
complotar (contra la vida): pedir (señal), preguntar, preocupar, procurar,
querer, requerir, buscar, demandar, ir]. Su compuesto significa buscar (inquirir)
por; intensivamente; demandar, anhelar: pedir, buscar, demandar, desear. En
la mayoría de las versiones se ha traducido como “buscan”, sin embargo,
debido a la profundidad de la búsqueda que encierra en sí este compuesto del
idioma griego en la Nueva Biblia de los Hispanos se ha añadido el adjetivo
ansiosamente y en Biblia de Jerusalén (1976) la palabra se tradujo como
afanen. Todas estas variantes aunque de manera fría parezcan diferentes entre
sí, resultan a la luz del texto original, adecuadas.
 Gentiles, pueblos, gentes (del mundo): ἔθνος édsnos; raza (como del mismo
hábito), esto es, tribu; especulativamente alguien foráneo (no judío)
(usualmente por implicación pagano): gente, gentil, linaje, nación, pueblo.
Cualquiera de las tres variantes encontradas en las versiones consultadas es
admisible para la traducción de esta palabra. Aún el término “gentiles”, que
aunque encontrado solo en la Biblia de Jerusalén (1976), está perfectamente
adecuado al contexto dado que acentúa, de manera más vidente, el hecho de
que los comportamientos ansiosos y afanados son característicos de quienes
viven sin el descanso que provee la confianza en Dios.
 Más bien, Mas, Pero (buscad): πλήν plen; de {πλέον pléon; comparativo de
[πολύς polus: grande, muchísimo, mucho, abundancia, cantidad, muchas
cosas.]; más en cantidad, número, o calidad; también (en plural) la porción
mayor: más adelante, más excelente, mayor, mayoría} todavía más (además),
esto es, encima de eso, más bien, todavía: no obstante, salvo, sin embargo.
Cualquiera de los términos se corresponden con la palabra griega del original.
 Darán, serán (añadidas): προστίθημι prostídsemi; de [πρός pros; preposición
de dirección; hacia (con el genérico el lado de; pertinente a; con el dativo por el
lado de; cerca a; por lo general con el acusativo, el lugar, tiempo, ocasión, o
respecto, que es el destino de la relación; a lo que o por lo que se enuncia en el
predicado): acercar, las cosas (necesarias). En composición denota
esencialmente las mismas aplicaciones, es decir, movimiento hacia, acceso a, o
cercanía a.] y [τίθημι tídsemi; forma prolongada de un primitivo θέω dséo;
colocar (en la aplicación más amplia, literal y figurativamente; propiamente en
una postura pasiva u horizontal): encargar, guardar, meter, acordar, colocar,
constituir, dar, destinar, penetrar bien, poner, proponerse, servir] y significa
colocar adicionalmente, esto es, poner al lado, anexo, repetir: agregar, añadir,
aumentar, hablar más, proceder a, proseguir. De ahí que este término se
traduzca al español como “darán, serán añadidas” refiriéndose a lo que el
cristiano necesita.
Al no encontrase ninguna distinción que implique un cuestionamiento de la
fidelidad de los manuscritos conocidos a partir de los cuales se hicieron las
diferentes traducciones es posible asumir la fidelidad e integridad de este pasaje a
sus original.
III. Interpretación

Si miramos en el AT (Antiguo Testamento) podemos ver a la primera pareja en el


huerto de Edén y a Dios proporcionándoles todo lo necesario para que pudieran
experimentar una vida plena (Gen 2:7-9), pero en la escena aparece el tentador con
una oferta, sembrando dudas sobre la capacidad de Dios para cubrir sus necesidades
(Gen3:1-5), proporcionando un sentimiento de insatisfacción irreal ante lo que Dios
les había proporcionado, estimulándoles a creer que existía algo mejor que debían
tener(Gen3:7). El hombre estaban en el mejor lugar donde se puede estar, todo lo que
Dios había creado era bueno y en gran manera (Gen1:31) y él estaba allí con todo esto
a su disposición. Pero desobedeció, creyendo al enemigo de Dios y de él mismo, dando
un salto hacia el mal, desconocido por él hasta este momento y que solo podría ser
revertido por la intervención del único ser en existencia con la capacidad, el poder y
santidad necesaria para hacerlo, el mismo Dios. De esta forma el hombre estaba
abriendo la puerta a una constante insatisfacción hacia lo que podía lograr que pasó a
ser endémica en el hombre, convirtiéndose en una constante en su conducta.

Alguien dijo alguna vez que el hombre más feliz (en el sentido de lo que venimos
diciendo) es el que es feliz con lo que tiene. Cuando revisamos la historia podemos
encontrar detrás de cada traición, conflicto y guerra el flagelo de la insatisfacción que
produce un profundo afán por obtener aquello que nos parece extremadamente
necesario pero al obtenerlo la ansiedad y el afán no son eliminados porque siempre se
necesita un poco más.

Los discípulos de Jesús fueron alertados sobre ello (Lucas12:22-31), la indicación


estaba dirigida a aclararles que aunque la tendencia del hombre es reducir la vida a lo
que este puede obtener para alimentar el cuerpo, y el cuerpo a lo que puede obtener
para cubrirlo, la vida es más que la comida y el cuerpo más que el vestir. Ha sido tan
efectiva la fórmula empleada por el maligno para desenfocar al hombre de lo que es
realmente importante, que la empleó con Jesús en el desierto al proponerle que
convirtiera las piedras en pan ante la necesidad de alimentarse por haber pasado 40
días en ayuno y oración (Mat 4: 3). Sin embargo, Jesús indicó el orden correcto, pues
no minimizó la necesidad de alimentarse, pero si priorizó el necesario contacto con la
palabra de Dios, porque esto produce (vida) (Mat4:4).

En (Lucas 12: 24-28) se muestra otro detalle importante que viene aparejado a ese
proceso afanoso en que el hombre invierte su vida. En este estado, se obvia el hecho
de que Dios es Padre, pero no es un padre cualquiera, en Él están todos los recursos,
y está dispuesto a ponerlo a disposición de sus hijos, así que cuando el hombre se
esfuerza, independiente de Dios, para solucionar sus problemas, se encontrara en
una carrera en la que la meta a lograr siempre originará otra que necesita ser
alcanzada. En estos versículos también se proporciona un elemento comparativo: las
aves y las flores del campo, éstos ultimo de poca importancia con respecto al hombre
creado a imagen y semejanza de Dios, pero a pesar de ello Dios no solo los tiene
presente sino que tiene cuidado de ellos (Luc 12:28), cuánto más cuidado tendrá del
hombre si éste decide confiar en la suficiencia de Dios.

En los versículos 30 y 31 del capítulo 12 Jesús fotografía el comportamiento social de


su tiempo, dividiendo a la sociedad en dos grupos; el primero, enfrascado en lograr
solucionar las situaciones a las que se enfrenta confiando en lo que pueden logra sin la
intervención divina y además dándole prioridad a lo que es menos importante (lo
material), identificados aquí como los gentiles, y el otro grupo, formado por los que,
no exentos de problemas, buscan en su Padre los recursos que necesitan, dándole
prioridad en su vida a lo que realmente la tiene ( lo espiritual).

En nuestros tiempo estos problemas no han dejado de existir, al contrario, se han


agudizado, la sociedad ha alcanzado niveles de desarrollo (en cuanto a los
ofrecimientos de índole material) inimaginable para el hombre de los tiempos bíblicos,
una sociedad donde las metas a establecer, se hacen cada vez más elevadas, lo que
provoca un estado de afanosa frustración en aquellos que deciden apostar a lo ellos
pueden lograr y no a lo que Dios puede ofrecer. Aunque Jesús identifica a los no
miembros de su pueblo como aquellos en que el afán es una constante, no descarta la
posibilidad de que los cristianos puedan ser arrastrados a ello, para ello establece
algunas indicaciones que si los cristianos siempre tuvieran en cuenta evitarían el ser
víctimas de este flagelo que destruye la humanidad.

1-Reconocimiento de que somos hijos de un Padre excepcional, rey de reyes, poseedor


de recursos inagotables, los cuales pone a la disposición de sus hijos.

2-Nuertro Padre no está ajeno a nuestras necesidades.

3-Somos seres con libertad para decidir, por lo que no podemos esperar una
intervención obligada de Dios si no se lo pedimos, esto nos hace responsables de la
dirección en la que encausamos la solución de nuestras dificultades.

4-El priorizar lo espiritual (el reino de Dios) hace al hombre beneficiario de los
abundantes recursos material que Dios ofrece para el bienestar del hombre.

Esta alerta de Jesús que Lucas recoge en su evangelio, no debiera ser desoída por los
cristianos de estos tiempos, el peligro de equivocar el orden en cuanto a nuestras
verdaderas prioridades (lo espiritual antes que lo material) está presente, existe una
naturaleza caída que se esfuerza por tomar nuevamente el trono de la vida del hombre
y espera el menor descuido para hacerlo. Es cierto que en los tiempos actuales el
hombre está rodeado de una abundante variedad de ofertas que atentan contra la
vida espiritual que Dios demanda, pero después que en pentecostés el Espíritu Santo
fue derramado, el creyente ha podido disfrutar de su presencia de manera
permanente, algo que los hijos de Dios del AT no pudieron contemplar.

IV. Bibliografía

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2000. The Greek New Testament, USA, Soiedades Bíblicas Unidas.

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