La transfiguración muestra nuestra identidad, cuando vamos a hacer nuestro DNI, ¿que nos
sacan? Una foto del rostro, cuando hay un robo y hay un testigo que vio, los
 Publico: Seminaristas en Domingo de Cuarentena 6.8.20
 Materiales que use:
 Diccionario de griego-La Nueva Ratio-Raniero Cantalamessa.
Idea Central: “Jesús muestra su identidad a los discípulos”
Introducción:
Estamos celebrando queridos hermanos la fiesta de la Transfiguración del
Señor, en este contexto pandémico, de aislamiento social, preventivo y
obligatorio del cual progresivamente vamos volviendo a retomar las
actividades cotidianas, nuestros trabajadores vuelven a sus labores, las
fábricas, las empresas, los comercios vuelven a sus actividades, el campo, el
sector agrario activa su producción, el personal sanitario y de seguridad al
cual les estamos profundamente agradecidos también están normalizando
sus horarios, todo estas situaciones y realidades nos genera profunda
alegría. Si bien nosotros todavía permanecemos en nuestra casa las
actividades eclesiales mínimamente se va normalizando de acuerdo al
criterio de cada provincia y diócesis correspondiente. Nos relata el
evangelio de Mt 17,1-9 que Jesús sube al monte con Pedro, Santiago y Juan
y allí se transfiguró delante de ellos: “Su rostro resplandeció como el sol y
sus vestidos se volvieron blanco como la luz”. Quiero detenerme en dos
ideas, en dos palabra: Rostro (Prosopón) y Transfiguración y
(Metamorfosis).
Desarrollo de las Ideas centrales:
En primer lugar la palabra rostro: En la filosofía griega era muy importante
esta palabra
Prosopón: en griego antiguo: πρόσωπον. Romanización: prósōpon,
literalmente: «delante de la cara, máscara», es un término de la teología
patrística griega traducido comúnmente como "persona" El término está
compuesto por las raíz «pros-» que significa «delante de» y «-opos» que
significa «faz, cara».
Podríamos preguntarnos ¿Por qué era tan importante el prosopon, el rostro
para la filosofía griega? Esa importancia por el rostro también sigue patente
más de XX siglo después. Porque por el rostro nos damos a conocer,
policías, los peritos piden hacer un identikit con el rostro del sospechoso.
Entonces vemos la importancia que tiene el rostro humano. En definitiva
podríamos decir “mostrar el rostro es mostrar mi identidad”, hay un viejo
dicho o frase que dice “dar la cara” o “tenes que dar la cara, más cuando
hiciste algo”. Cuando uno es niño y ha rompido algo en la casa y teme
confesar su responsabilidad, nos decía nuestra mama o algún hermano
mayor ¡tenes que dar la cara! ¿Qué se quiere decir con eso? Es decir hacete
cargo, hacete responsable, date a conocer, mostrate. En la transfiguración
el Señor se da a conocer, da la cara, muestra su intimidad, se muestra como
es, muestra su ser, dice Raniero Cantalamessa en una meditación sobre la
Transfiguración: “Jesús en la transfiguración muestra no algo de él ,se
muestra tal como él es”. Podríamos decir: Jesús muestra su identidad a los
discípulos.
Dice el texto su rostro resplandeció (17,2) la belleza deslumbra, encandila,
te deja anonadado, cuando se ama se puede decir qué bueno! qué bello
que es mi amado/a!!. Por eso queridos hermanos que oportuno hacer
nuestra las palabras del Salmista “Muéstrame tu rostro Señor no me
escondas tu rostro” (Sal 26,9). Y siempre que estemos desorientados, que
caminemos a tientas, siempre que haya oscuridad en nuestra vida oremos al
Padre con humildad: “Señor mostráme tu rostro”; “mostráme tu rostro
Señor porque me encuentro perdido, confundido, porque ver tu rostro
Señor es volver a ver el camino”.
La 2° palabra que quisiera compartir con ustedes es:
Μεταμόρφωση=metamorfosi=cambiar de forma, transfiguración.
Dice la Nueva ratio n° 89. “Cada una de las dimensiones formativas se
ordena a la Transformación del Corazón, a imagen del corazón de Cristo” cf
OT n°4, PDV n°57. Podríamos anhelar “una metamorfosis del corazón, una
metamorfosis cardiaca”. En el Mt 17,4 dice Pedro “Señor que bien estamos
aquí”, que bien nos hace el aislarnos, la soledad, el recogimiento, el estar
solo con el Señor, esto es un gran desafío para el candidato a un ministerio
de “interioridad” o que tenga la Interioridad como base; para no vivir
dispersado o desparecido, ni fragmentados por muchos compromisos y
demandas pastorales. Citando nuevamente a la Ratio n° 41 “se espera de él,
que interiorice, día tras día. El espíritu evangélico, por medio de una
continua y personal relación de amistad con Cristo, hasta llegar a compartir
sus sentimientos e imitar su comportamiento” .Me animaría a decir que
todo el camino formativo del Seminario la Encarnación está impregnado
transversalmente por La transfiguración= por El conocimiento íntimo del
Rostro del Señor, del corazón del Señor, que lleva al discípulo a “tener los
mismos sentimientos de Cristo”

Un Peligro de esas lucecitas que obnubilan la vista: de aquel discípulo

que quiere servir como pastor es: Vivir entretenido en el camino, en el camino
de subida hacia el Tabor, vivir entretenido en la formación, voy subiendo, voy
avanzando en años, en conocimiento intelectual, pero No en intimidad, una
Espiritualidad Sin Rostro, una formación sin Rostro, una oración sin Rostro. Sin
embrago cuando más vamos intimando con el Señor y con Su Pueblo, nuestro
corazón se va llenando de Rostros, de personas concretas. Por qué en la
trasfiguración el Señor muestra su rostro, resplandece su mirada.

Conclusión/gracia

Queridos hermanos en esta celebración oremos al Señor Jesús el

transfigurado por el Padre y él irradiador de luz verdadera; que nuestros
ojos deseen mirar su rostro, como ya nos los recordaba el Salmista
“muéstranos tu rostro Señor no me escondas tu rostro”. Amen