Está en la página 1de 103

-Õ«i“i˜ÌœÊÓÊUÊ œÛˆi“LÀiÊÓ䣣Ê

Archivos
-Õ«i“i˜ÌœÊÓÊUÊ œÛˆi“LÀiÊÓ䣣Ê

de Cardiología
de México
Fundada en 1930 – ISSN 1405-9940 – Año 81, Vol. 81

Guía de la práctica clínica basada en la evidencia


para el manejo posquirúrgico del paciente
llevado a cirugía cardiaca
ÀV…ˆÛœÃÊ`iÊ
>À`ˆœœ}‰>Ê`iÊj݈Vœ

Disponible gratis en: Incluida en: PubMed/MEDLINE


www.elsevier.es Scopus/SciVerse

acmrevista@gmail.com
ISSN 1405-9940
Indicador de trascendencia: SCImago Journal Rank (SJR)=0.042
Para comparar con otras revistas, visite: www.scimagojr.com

(Arch Cardiol Mex). Continuación de Archivos Latinoamericanos de Cardiología y Hematología (1930),


de Archivos del Instituto de Cardiología de México (1944) y de Principia Cardiológica (1954).
©
1944 y 1961 por Instituto Nacional de Cardiología (registro 303757).
Todos los derechos reservados por Archivos de Cardiología de México, 2001. (Registro 1405-9940).
Propiedad del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.

Los ARCHIVOS DE CARDIOLOGÍA DE MÉXICO representan el órgano oficial del Instituto Nacional de Cardiología
Ignacio Chávez, de la Sociedad Mexicana de Cardiología y de la Sociedad de Internos y Becarios de dicho Instituto
(SIBIC-Internacional). Esta revista está destinada a la publicación de trabajos de investigación cardiovascular,
clínica y experimental. Se publicará en fascículos trimestrales en número de cuatro al año. La mayor parte del
espacio se destinará a trabajos originales, y el resto a revisión de temas cardiológicos y a comunicaciones breves.
Se reservará un pequeño lugar para noticias médicas que se juzguen importantes.
La revista está indexada o listada en:
PubMed/MEDLINE, Excerpta Medica/EMBASE, Biological Abstracts/BIOSIS, Índice de Revistas Mexicanas de Investigación
Científica y Tecnológica (CONACYT), ISI-Master Journal List, MD Consult (Elsevier), SJR SCIMAGO, SCOPUS, Periódica
(Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias), Latindex, Ulrich’s International Directory, Medigraphic (Literatura
Biomédica).
Archivos de Cardiología de México (ISSN-1405-9940) is an open-access, peer-reviewed general cardiology journal
published uninterrupted since 1930. Former “Archivos Latinoamericanos de Cardiología y Hematología”, it
changed its name to “Archivos del Instituto de Cardiología de México” when the Instituto Nacional de Cardiología
was founded in Mexico City in 1944. Its name was changed again in 2001 to “Archivos de Cardiología de México”,
its current name. It is the official journal of the Sociedad Mexicana de Cardiologia since 1935. The journal is
published every three months by Elsevier.
Archivos de Cardiología de México welcomes reports on clinical or experimental cardiovascular research, mainly
original investigations but also reviews and brief communications (including case series and case reports). Special
articles on clinical practice guidelines and national or international registries are also welcome. Articles can be
published in Spanish or English.

Archivos de Cardiología de México provides:


Open-access—freely accessible online.
Peer review by expert, practicing researchers.
Worldwide visibility through PubMed/MEDLINE.

Los giros o cheques deben enviarse a nombre de:


Masson Doyma México, S.A.
Insurgentes Sur No. 1388 Piso 8, Col. Actipan, 03230 México, D.F., Tel.: (+52-55-5524-4920),
Fax: (+52-55-5524-1069), Correo electrónico: suscripciones@elsevier.com.mx
ARCHIVOS DE CARDIOLOGÍA DE MÉXICO publicada por el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Volumen anual:
4 números, uno cada tres meses. Toda la correspondencia deberá enviarse a Archivos de Cardiología de México, Departa-
mento de Publicaciones, Juan Badiano No. 1, Col. Sección XVI, Delegación Tlalpan, 14080 México, D.F. Tel.: (015) 573 2911
Ext. 1310, Fax.: (015) 485 2947. http://www.cardiologia.org.mx. Correo electrónico: acmrevista@gmail.com. La repro-
ducción parcial o total del contenido de este número puede hacerse previa autorización del editor y mención de la revista.
Editor responsable: Dr. Manlio F. Márquez. Número de la reserva al título en derecho de autor 04-2011-030413221400-102.
Número de certificado de licitud de título: 11844. Número de certificado de licitud de contenido 8444. Impreso en México
por Editorial de Impresos y Revistas, S.A. de C.V., Tel.: (55) 5532 0003 y 04. Correo electrónico: eirsa@data.net.mx. Tiraje
2 000 ejemplares. Publicación periódica.
Órgano oficial de la Sociedad Mexicana de Cardiología, del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y de SIBIC-Internacional
Fundado en 1930

Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez


Dr. Marco Antonio Martínez Ríos
Director General
Dr. José Antonio Lorenzo Negrete
Subdirector de Enseñanza

Sociedad Mexicana de Cardiología


Dr. Carlos Martínez Sánchez
Presidente
Dr. Carlos Zabal Cerdeira
Secretario

EDITOR FUNDADOR
Dr. Ignacio ChávezU

CONSEJO EDITORIAL
Editor en Jefe: Editor Ejecutivo: Consejeros: Editores Asociados:
María del Carmen Ávila Casado Francisco Martín Baranda Tovar
Manlio F. Márquez Alfredo de Micheli Serra Alfonso Buendía Hernández
Jesús Antonio González Hermosillo
José Fernando Guadalajara Boo Guering Eid Lidt
Pedro Iturralde Torres
Gustavo Pastelín Hernández Mauricio López Meneses
Gilberto Vargas Alarcón Humberto Martínez Hernández
Jesús Vargas Barrón Francisco J. Roldán Gómez
Luis Efren Santos Martínez
Maite Vallejo Allende
CONSEJO CONSULTIVO
Fernando Alfonso Ignacio Chávez Rivera Mario Delmar Valentín Fuster José Jalife
España México Estados Unidos Estados Unidos Estados Unidos

COMITÉ EDITORIAL NACIONAL


Arturo Abundes Velasco José Luis Criales Cortes Pedro Gutiérrez Fajardo Jorge Luna Guerra Gerardo Rodríguez Díez
Carlos Alberto Aguilar Salinas Luis Eng Ceceña Valentín Herrera Alarcón Pastor Luna Ortiz Lydia Rodríguez Hernández
Erick Alexánderson Rosas Julio Erdmenger Orellana Enrique Hong Chon Manuel Martínez Lavín Martín Rosas Peralta
Carlos Alva Espinoza Emilio Exaire Murad Hermes Ilarraza Lomelí Jesús Martínez Reding Eduardo Salazar Dávila
Antonio Arias Godínez Guillermo Fernández de la Oscar Infante Vázquez Jesús Martínez Sánchez Julio Sandoval Zarate
Rodolfo Barragán García Reguera Raúl Izaguirre Ávila Gabriela Meléndez Ramírez Enrique Vallejo Venegas
David Bialostozky Krichevsky Martha Franco Guevara Carlos Jerjes Sánchez Díaz Javier Molina Méndez Clara Vázquez Antona
Rafael Bojalil Parra Armando García Castillo Eric Kimura Hayama Rafael Moreno Sánchez Juan Verdejo Paris
Juan Calderón Colmenero Adolfo García Sainz María del Carmen Lacy Niebla Luis Muñoz Castellanos Carlos Zabal Cerdeira
Jesús Canale Huerta Jorge Gaspar Hernández José Luís Leiva Garza Santiago Nava Townsend
Manuel Cárdenas Jorge R. Gómez Flores Guillermo Llamas Esperón Marco A. Peña Duque
Victoria Chagoya Hazas Héctor González Pacheco Manuel de la Llata Romero Tomás Pulido Zamudio
Edmundo Chávez Cosío Sergio González Romero Luís Llorente Peter Samuel Ramírez Marroquín

COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL


Max Amor Ernst García Héctor Lucas Luciardi Julio E. Pérez Eduardo Sosa
Francia Estados Unidos Argentina Estados Unidos Brasil
Sam Asirvatham Miguel Ángel Gómez Sánchez Cándido Martín Luengo Leopoldo Pérez de Isla Joelci Tonet
Estados Unidos España España España Francia
Antonio Bayés de Luna Enrique Gurfinkel Carlos Macaya Sergio Perrone Guillermo Torre Amione
España Argentina España Argentina Estados Unidos
Pedro Brugada Magda Heras Alicia Manceira Francisco J. Puga Jorge Trejo
Bélgica España España Estados Unidos Estados Unidos
Marcelo Di Carli Francoise Hidden Lucet Félix Malpartida de Torres Alfredo Ramírez José Luis Zamorano
Estados Unidos Francia España Chile España
Horacio Faella Juan Carlos Kaski Juan Muntaner Expedito E. Ribeiro
Argentina España Argentina Brasil
Robert Frank Francisco López Jiménez Francisco Navarro López Leonardo Rodríguez
Francia Estados Unidos España Estados Unidos
Paul Friedman José Luis López Sendón Natesa Pandian Conrad Simpfendorfer
Estados Unidos España Estados Unidos Estados Unidos
EQUIPO EDITORIAL
Susana Báez Pérez  Diana Kristel García Rivero Rebeca Roldán Solano

ARCHIVOS DE CARDIOLOGÍA DE MÉXICO, es el órgano oficial de la Sociedad Mexicana de Cardiología, del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y de SIBIC-Internacional.
ISSN 1405-9940 Publicación trimestral.
© Copyright 2011 Instituto de Cardiología Ignacio Chávez.
© Copyright 2011 Sociedad Mexicana de Cardiología.
Reservados todos los derechos. El contenido de la presente publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, ni
registrado por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma, ni por ningún medio, sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación de la misma. Cualquier forma
de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Órgano Oficial del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez ,
de la Sociedad Mexicana de Cardiología y de SIBIC-Internacional
Fundado en 1930
Sumario

6 Prólogo
Dr. Marco Antonio Martínez Ríos

7 Manejo posquirurgico en cirugía cardiaca


Francisco Martín Baranda-Tovar

9 Valoración preoperatoria en cirugía cardiovascular


Francisco Javier Molina-Mendez, Juan Carlos Alonso-Mercado, et al.

16 Cuidados posoperatorios del paciente no complicado


Agustina Moreno-González, et al.

24 Hemorragia mayor de lo habitual


Sergio Arévalo-Espinoza, et al.

Volumen 81
30 Síndrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía
Supl. 2
Ma. Elena Reyes-Sánchez, et al.
Noviembre 2011

41 Hipertensión pulmonar posoperatoria y síndrome de bajo gasto cardiaco derecho


Luis Efren Santos-Martínez, et al.

47 Síndromes coronarios agudos posoperatorios


María Alejandra Madrid-Miller, et al.

58 Síndrome vasopléjico
Janet Silvia Aguirre-Sánchez, et al.

64 Mediastinitis posquirúrgica
Gabriel Soto-Nieto, Guillermo Fernández-de la Reguera, et al

73 Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en cirugía cardiovascular


Manuel Antonio de la Viña, et al

82 Trasplante cardiaco
Eduardo Heberto Herrera-Garza, et al.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):1

www.elsevier.com.mx

Guía de la práctica clínica basada en la evidencia


para el manejo posquirúrgico del paciente
llevado a cirugía cardiaca.

Documento de consenso

Francisco Martín Baranda Tovar


Editor huésped

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
PINTURA EN PORTADA

AUTOR: Jorge Oseguera Moguel

FICHA TÉCNICA:
Título: “Dimensión postquirúrgica no lineal”
Año: 2010
Técnica: Mixta, dibujo a lápiz y digital.
Dimensiones: 50 x 38 cm

El imaginario del corazón


El corazón,
además de órgano vital,
es y puede ser tantas cosas,
está en tantos y tan diversos sitios
como se pueda uno imaginar.
COMITÉ ORGANIZADOR

Marco Antonio Martínez Ríos


Director General del Instituto Nacional de
Cardiología Ignacio Chávez (INCICh)
José Fernando Guadalajara Boo
Director de Enseñanza del INCICh
Juan Verdejo Paris
Director Médico del INCICh
Guillermo Fernández de la Reguera
Subdirector de Servicios de Diagnóstico y Tratamiento del INCICh
Rodolfo Barragán García
Subdirector de Especialidades Médico-Quirúrgicas del INCICh
Francisco Martín Baranda Tovar
Jefe de Terapia Intensiva Posquirúrgica del INCICh y
Coordinador General del Consenso

COORDINADOR GENERAL
Francisco Martín Baranda Tovar

COORDINADORES DE ÁREAS TEMÁTICAS

Francisco Javier Molina Méndez


Juan Carlos Alonso Mercado
Agustina Moreno González
Sergio Arévalo Espinoza
Ma. Elena Reyes Sánchez
Luis Efren Santos Martínez
Ma. Alejandra Madrid Miller
Janet Silvia Aguirre Sánchez
Gabriel Soto Nieto
Guillermo Fernández de la Reguera
Manuel Antonio De la Viña
Eduardo Heriberto Herrera Garza

REVISORES

Carlos Martínez Sánchez


Sergio Arévalo Espinoza
Gabriela Borrayo Sánchez
Marco Antonio Hernández Mercado
Manuel Antonio de la Viña
Silvio A. Ñamendys Silva
Óscar Ortega Durán
Octavio González Chon
Francisco Martín Baranda Tovar
Consuelo Orihuela Sandoval
Sandra García López
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):4-5

www.elsevier.com.mx

INSTITUCIONES PARTICIPANTES

Instituto Nacional de Cardiología Dr. Guillermo Fernández de la Reguera Subdirector Médico


Ignacio Chávez (INCICh), Dr. Francisco Martín Baranda Tovar Jefe de Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
México, DF Dr. Carlos Martínez Sánchez Jefe de Unidad Coronaria
Dr. Valentín Herrera Alarcón Jefe de Cirugía Cardiotorácica
Dr. Francisco Javier Molina Méndez Jefe de Anestesiología
Dr. Raúl Izaguirre Ávila Jefe de Hematología
Dr. Gabriel Soto Nieto Departamento de Infectología
Dra. Agustina Moreno González Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
M. en C. Eduardo Bucio Reta Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
M. en C. Eduardo Chuquiure Valenzuela Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Dr. Manuel Ruiz Goytortua Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Dr. Nurivan López Madrigal Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
CMN Siglo XXI IMSS, M. en C. Martín H Garrido Garduño Director Médico del Hospital de Cardiología
México, DF M. en C. Gabriela Borrayo Sánchez Jefe de la División de Cardiología
M. en C. Ma. Alejandra Madrid Miller Jefe de la División de Investigación en Salud
M. en C. Luis Efrén Santos Martínez Jefe del Departamento de Cardioneumología
Dra. Beatriz Mendoza Pérez Unidad de Cuidados Intensivos Posoperatorios
Dr. Alex Pacheco Bouthillier Unidad de Cuidados Intensivos Posoperatorios
M. en C. Luz Elena Medina Concebida Unidad de Cuidados Intensivos Posoperatorios
UMAE 34 IMSS, Dr. Sergio Arévalo Espinoza Jefe de Terapia Posquirúrgica
Monterrey, Nuevo León Dr. Manuel Antonio de la Viña Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Dr. Eduardo Heberto Herrera Garza Clínica de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante Cardiaco
Dr. Óscar Ortega Durán Departamento de Cirugía Cardiaca

Hospital Universitario Dr. José Eleuterio Dr. José Luis Herrera Garza Medicina Interna y Hematología Clínica
González UANL Monterrey NL Dr. Julio David Molina Gamboa Medicina Interna e Infectología Clínica
CMN La Raza IMSS, México, DF Dra. Ma. Elena Reyes Sánchez Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Dr. Jesús Alberto Carrillo Rojas Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Instituto Cardiovascular Dr. Fernando Flores Figueroa Terapia Posquirúrgica Cardiovascular
Guadalajara, Jalisco

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Instituciones participantes 5

Instituto Nacional de Enfermedades Dr. Edgar Bautista Bautista Jefe de Terapia Intensiva
Respiratorias (INER), México, DF
Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), M. en C. Silvio A. Ñamendys Silva Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva
México, DF
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Dr. Eduardo Rivero Sigarroa Jefe de Terapia Intensiva
Nutrición Salvador Zubirán, México, DF Dr. Jorge Oseguera Moguel Jefe de Cardiología Clínica
Dr. Jaime Galindo Uribe Cardiología Clínica
Dra. Consuelo Orihuela Sandoval Cardiología Clínica
Hospital Médica Sur, Dr. Octavio González Chon Director de Enseñanza
México, DF Dr. Víctor Ochoa Pérez Unidad Coronaria
Dra. Sandra García López Jefe del Servicio de Cardiología
Centro Médico ISSEMyM Dr. Marco Hernández Mercado Jefe de Terapia Posquirúrgica Cardiovascular y Unidad
Toluca, Estado de México Coronaria
Dr. Juan Carlos Alonso Mercado Terapia Posquirúrgica Cardiovascular y Unidad
Coronaria
Hospital Español, México, DF Dr. Ulises Cerón Díaz Terapia Intensiva
Hospital Ángeles del Pedregal, Dra. Julisa Martínez Monter Jefe de Unidad Coronaria
México, DF
Hospital General de México Dr. Guillermo Cueto Robledo Jefe de Terapia Respiratoria/
CMN 20 de Noviembre ISSSTE, México, DF Terapia Intensiva Posquirúrgica
M. en C. Luz Elena Medina Concebida Unidad de Terapia Intensiva
Hospital ABC, Dra. Janet Silvia Aguirre Sánchez Subjefe de Terapia Intensiva
México, DF M en C Gustavo Sánchez Miranda Jefe de Unidad Coronaria
Hospital Sur de Alta Especialidad PEMEX Dr. Leonel Martínez Ramírez Unidad Coronaria
Picacho, México, DF Dr. Rogelio Mondragón Galicia Unidad Coronaria
Hospital Regional de Alta Especialidad de La Dr. Jorge Alejandro Amaro Camacho Unidad de Cuidados Coronarios y Terapia
Península Yucatán Posquirúrgica Cardiovascular
Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada Dr. Drander M. López Pineda Subdirector de Cuidados Intensivos Polivalentes de
y de Conferencias Médicas y Telemedicina CEDIMAT
(CEDIMAT)
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):6

www.elsevier.com.mx

Prólogo

L
a cirugía cardiaca ha presentado avances importantes en las últimas décadas, es
un recurso imprescindible para el manejo de diversas patologías. El reto quirúrgico
cada vez es mayor ya que a través de los años el perfil de riesgo ha aumentado
considerablemente, más aun en países como México en donde se conjuga la patología de
países desarrollados como la cardiopatía isquémica y los países emergentes en donde la
prevalencia de cardiopatía valvular reumática es todavía importante y el tratamiento es
generalmente tardío.
A este panorama de alto riesgo se suma una gran diversidad de escenarios posquirúr-
gicos ya que en la actualidad los avances en la tecnología han permitido desarrollar una
gama muy amplia de técnicas quirúrgicas complejas e innovadoras (tratamiento quirúr-
gico de la falla cardiaca avanzada, tromboendarterectomía pulmonar, cirugía de aorta
con técnicas híbridas, asistencia ventricular compleja, trasplante cardiaco etcétera). El
panorama es tan complejo que se requiere de personal altamente especializado para el
manejo posquirúrgico de estos pacientes, de hecho se plantea la necesidad de una nueva
subespecialidad que reúna lo mejor de dos especialidades: la cardiología y la medicina
crítica. Del cardiólogo se requieren los conocimientos profundos de la función ven-
tricular y su amplia experiencia en el manejo de la falla cardiaca aguda y del intensivista
la experiencia y bases sólidas para el manejo del paciente críticamente enfermo.
Existe un importante vacío de información en la literatura actual en este campo, el
nivel de evidencia es todavía muy bajo por lo que el manejo se da en función a la experiencia
de cada centro con las limitantes que esto implica, es por ello que hemos considerado
que el desarrollo de unas guías de manejo que concentren los conocimientos y experien-
cias de los principales centros de cirugía cardiovascular en México, puede tener grandes
implicaciones al estandarizar los protocolos posquirúrgicos de tratamiento y con ello
mejorar la calidad de atención aún en centros de menor experiencia.
Éste es el primer consenso publicado en la literatura en esta área de la medicina y en-
frenta grandes retos, se tiene proyectado que estas recomendaciones se actualicen cada
tres años y desde luego se trata de una carta abierta a todos los centros de cirugía cardiaca
del país para que participen y hagan que este consenso sea extensivo al resto de la
república.
Quisiera hacer un reconocimiento especial a los médicos e instituciones participan-
tes por su entusiasmo, compromiso y trabajo para la realización del presente consenso,
entendiéndolo como un esfuerzo común en beneficio de nuestro país.

Dr. Marco Antonio Martínez Ríos


Director General
Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):7-8

www.elsevier.com.mx

Manejo posquirurgico en cirugía cardiaca


Francisco Martín Baranda-Tovar

Objetivos hospitales privados. Las especialidades de los integrantes


fueron Cardiología, Medicina Intensiva, Anestesiología,
Hematología, Infectología y Cirugía Cardiovascular.
El objetivo principal del presente consenso es proveer re- El proyecto requirió diferentes colaboraciones de los
comendaciones para el manejo posquirúrgico de los pa- especialistas participantes:
cientes llevados a cirugía cardiovascular. • Coordinador General
Favorecer el intercambio de conocimientos y expe- • Coordinadores temáticos
riencia entre los centros de excelencia de cirugía cardia- • Participantes de las mesas de trabajo
ca en México y compartirlos con centros quirúrgicos de • Revisores de capítulos
menor experiencia, favoreciendo prácticas clínicas de ca-
lidad basadas en la evidencia científica actual. El Coordinador General desarrolló el temario del con-
Sería deseable que el consenso sirviera para estandarizar senso y designó a un coordinador para cada capítulo
los protocolos de manejo en las instituciones participantes. con una lista de participantes de acuerdo al tema.
El Coordinador de areas temáticas desarrolló un ante-
Metodología proyecto del capítulo durante los meses de agosto, septiem-
bre y octubre de 2010. Este anteproyecto contaba con un
El proyecto inició en el primer semestre del año 2010 a marco teórico y una lista de recomendaciones de manejo,
propuesta de la dirección del Instituto Nacional de Car- señalando el nivel de evidencia de las mismas.
diología Ignacio Chávez ante la disposición de desarrollar Los Participantes de las mesas de trabajo realizaron
proyectos interinstitucionales que eleven la calidad de una exhaustiva revisión bibliográfica del tema de acuerdo
atención a nivel nacional. con lo estipulado en la sección “Búsqueda de las publica-
Se convocó a los especialistas con mayor experien- ciones biomédicas”.
cia nacional en la terapia intensiva posquirúrgica de ciru- El consenso se lleó a cabo los días 3, 4 y 5 de diciembre
gía cardiaca en México para constituir el Primer Grupo de de 2010 en la ciudad de Querétaro. En esa reunión se for-
Trabajo Interinstitucional para el Consenso de Manejo maron mesas de trabajo en las cuales el coordinador expuso
Posquirúrgico en Cirugía Cardiaca con el objetivo de el anteproyecto y revisó con los Participantes de la mesa las
analizar los principales tópicos del manejo posoperato- recomendaciones emitidas en esa propuesta; se realizaron
rio y emitir recomendaciones terapéuticas basadas en la las modificaciones pertinentes y el coordinador modificó su
evidencia escrita y la experiencia de cada centro. De los propuesta con las observaciones formuladas en el consenso.
55 especialistas inicialmente convocados participó un to- Los coordinadores entregaron los capítulos finales en el mes
tal de 49 provenientes de 18 instituciones de salud, cinco de marzo de 2011.
centros médicos nacionales, cuatro institutos nacionales Para la validación objetiva de cada capítulo se efectuó
de salud, cinco hospitales de alta especialidad y cuatro una revisión cruzada entre los participantes del consenso.

Correspondencia: Francisco Martín Baranda Tovar. Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, Terapia Intensiva Posquirúrgica,
Juan Badiano No. 1, Sección XVI, Tlalpan, 14080. México D F, México. Teléfono: 5573 2911, extensión 1351. Correo electrónico:
francisco_baranda@yahoo.com.mx

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
8 Francisco Martín Baranda-Tovar

Los Revisores fueron principalmente los jefes de terapia una cirugía cardiovascular con o sin bomba de circulación
intensiva de los centros participantes, teniendo como re- extracorpórea (CEC), por lo que no deben aplicarse en
quisito indispensable no haber formado parte del capítulo otra población quirúrgica o en una pediátrica.
revisado.
Los Coordinadores realizaron modificaciones a los ca- Usuarios
pítulos de acuerdo con las observaciones emitidas por los Este trabajo se elaboró para el personal especializado de-
revisores. dicado a la atención del paciente posquirúrgico de cirugía
El Coordinador General organizó y supervisó cada cardiaca: cardiólogos, intensivistas, cirujanos, anestesió-
una de las etapas y asimismo realizó las correcciones ne- logos, residentes y enfermeras especializadas.
cesarias para el cumplimiento del consenso.
Búsqueda de las publicaciones biomédicas
Nomenclatura de las recomendaciones Cada una de las mesas de trabajo realizó la investigación
y búsqueda en las publicaciones e información biomédica
Se utilizó la metodología recomendada por la el Ameri- con los siguientes criterios de inclusión:
can College of Cardiology y la American Heart Association 1. Tipos de estudio. Ensayos clínicos con asignación aleato-
(ACC/AHA) para la clasificación de las recomendaciones y ria, revisiones sistemáticas, estudios de cohortes, casos
el nivel de evidencia expresados en las Tablas 1 y 2. y controles, estudios descriptivos y series de casos.
2. Tipos de pacientes. Adultos sometidos a cirugía car-
Tabla 1. Clasificación de la recomendación. diovascular, tales como cirugía de revascularización
coronaria, cirugía valvular, corrección de cardiopa-
Clase I tías congénitas y cirugía de aorta.
Condiciones para las cuales hay evidencia y/o acuerdo general de que un La identificación de los estudios relevantes se efec-
procedimiento o un tratamiento dados son beneficiosos, útiles y eficaces. tuó mediante una búsqueda electrónica de todos aquellos
Clase II relacionados con los temas propuestos desde el 1 de ene-
Condiciones para las cuales hay testimonio contradictorio y/o divergencia de la ro de 2000 hasta diciembre de 2010. Fueron consultados
opinión sobre la utilidad/eficacia de un procedimiento o un tratamiento. MEDLINE a través de PUBMED (1 de enero de 2000 a 1
Clase IIa
diciembre de 2010), las siguientes bases de datos de la bi-
El peso de la evidencia y la opinión están en favor de la utilidad y la eficacia. blioteca Cochrane: CDSR (Cochrane Database of Systema-
tic Reviews), CENTRAL (Cochrane Central Register of Con-
Clase IIb trolled Trials), DARE (Database of Abstracts of Reviews
La utilidad y la eficacia están menos establecidas por evidencia y/o opinión.
of Effects), NHS EED (National Health Service Economic
Clase III Evaluation Database) a través de The Cochrane Library
Condiciones para las cuales hay evidencia y/o acuerdo general de que un número 4, 2006, y la base de datos LILACS (Literatura La-
procedimiento/tratamiento no son útiles/eficaces y en algunos casos pueden tinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud).
ser dañinos.

Tabla 2. Nivel de evidencia. Actualización de la guía


Se propone que la guía sea actualizada a los tres años de
la fecha de publicación.
Nivel de evidencia A (Fuerte)
Datos derivados de múltiples ensayos clínicos aleatorizados o meta-análisis
Recomendación final
Nivel de evidencia B (Moderada)
El Coordinador General quisiera recordar al lector que
Datos derivados de un solo ensayo aleatorizado o ensayos no aleatorizados.
las guías de manejo son sólo una herramienta útil para
Nivel de evidencia C (Leve) mejorar las decisiones médicas y que nunca sustituyen
Datos derivados sólo de consensos de expertos y estudios de caso. al criterio médico experimentando; es necesario tener
en cuenta que los conocimientos vertidos en el presente
Limitaciones trabajo pueden modificarse a la luz de nuevas investiga-
Las recomendaciones del presente consenso se emitie- ciones clínicas, por lo que las recomendaciones podrían
ron para pacientes adultos (>18 años) programados para cambiar en los próximos años.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):9-15

www.elsevier.com.mx

Valoración preoperatoria en cirugía cardiovascular


Juan Carlos Alonso-Mercado,1 Francisco Javier Molina-Mendez,1
Eduardo Julían Chuquiure-Valenzuela,2 Víctor Ochoa-Pérez,2 Gabriel
Soto-Nieto,2 Francisco Martín Baranda-Tovar,2 Luz Elena Medina-
Concebida2
1
Coordinador
2
Participante

El avance en las técnicas quirúrgicas, anestésicas y de Valoración por aparatos y sistemas


cuidado posquirúrgico ha posibilitado un incremento sig-
nificativo de la sobrevida de los pacientes sometidos a una Es deseable que el interrogatorio y la exploración física se
intervención cardiovascular, a pesar de que la población realicen en forma sistemática con los aparatos y sistemas,
tiene cada vez mayor riesgo quirúrgico, dado que su edad para establecer el estado preoperatorio de cada uno de
y comorbilidades son mayores. El panorama posoperatorio los pacientes y que el médico tenga un marco de referencia
es complejo por lo que es imprescindible una exhaustiva sobre la normalidad del paciente en cuestión (p. ej. índi-
y completa historia clínica que permita al cardiólogo o in- ces de oxigenación).
tensivista prever las complicaciones posquirúrgicas y con
ello instituir medidas incluso desde la etapa preoperato- Valoración Cardiovascular
ria para disminuirlas. El interrogatorio debe ser pormenorizado en la cardiopatía
El objetivo de la evaluación preoperatoria es la utiliza- que indica la cirugía; no obstante, también es necesario in-
ción sistemática de mecanismos de vigilancia y control con vestigar otras cardiopatías asociadas que pueden determinar
el con el fin de reducir riesgos y optimizar el resultado quirúr- un mayor riesgo quirúrgico, o bien complicar la evolución
gico. Es importante conocer desde los detalles más obvios del posoperatoria, entre ellas cardiopatía isquémica, enferme-
padecimiento actual hasta los factores que pueden parecer dad valvular, anomalías congénitas, miocardiopatías, enfer-
insignificantes como los fármacos naturistas que toma el medades de la aorta, vasculopatía periférica, y otras más.
paciente toda vez que estos detalles menores pueden es- Los signos de dolor torácico, disnea, fatiga, hemoptisis, sín-
tablecer la diferencia en el resultado final. cope, palpitaciones, edema periférico y cianosis se observan
El riesgo quirúrgico se valora con diferentes tasas o en este grupo de pacientes se recomienda cuantificarlos en
índices de predicción y en el caso de la revasculariza- una escala universal para su mejor compresión, por ejemplo
ción coronaria, o incluso en el cambio valvular aórtico, que la capacidad funcional se valore a través de la clasifi-
son muy completos y exactos; empero, con respecto a las cación de la New York Heart Association (Tabla 2) o que la
valvulopatías múltiples (sobre todo las de origen reumá- gravedad de la angina de pecho se establezca mediante los
tico), no existe en la actualidad una escala de riesgo que criterios de la Canadian Cardiovascular Society (Tabla 3).
permita valorar el riesgo quirúrgico real razón por la La exploración física preoperatoria es una parte crítica
cual su determinación casi siempre es resultado de la ex- de la evaluación del paciente programado para una ope-
periencia de los especialistas (Tabla 1). ración cardiovascular. Durante el examen físico se puede

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
10 Juan Carlos Alonso-Mercado et al

Tabla 1. Factores de riesgo para complicaciones perioperatorias en cirugía cardiaca.

A. En relación con el paciente

1. Edad > 70 años


2. Anemia preoperatoria (Hb preoperatoria < 10 g/dl)
3. Baja área de superficie corporal
4. Enfermedades hematológicas
I. Coagulopatía hereditaria: enfermedad de von Willebrand, enfermedad de Glanzmann, hemofilias A o B, deficiencia conocida de factores de la coagulación, etc.
II. Coagulopatía adquirida: anomalías en el recuento plaquetario, alteraciones de tiempos de coagulación, leucemias, alteraciones de fibrinólisis relacionadas con
daño hepático, anticoagulante lúpico, policitemia vera, síndrome mielodisplásico, talasemia β, etc.
5. Deterioro de la función renal (depuración de creatinina < 30 ml/min)
6. Terapia preoperatoria:
I. Alto riesgo:
I.1 Antiagregantes plaquetarios: abciximab, clopidogrel, tirofibán, eptifibatida
I.2 Inhibidores directos de la trombina, heparinas de bajo peso molecular, hirudina, hirulog
I.3 Trombolíticos: alteplasa, estreptocinasa, metaplasa, etc.
II. Bajo riesgo: ácido acetilsalicílico, dipiridamol
7. Estado hemodinámico inestable: choque cardiogénico, insuficiencia cardiaca congestiva o disminución de FEVI < 25%
8. Diabetes mellitus descompensada (límites < 200 mg/dl)
9. Enfermedad vascular periférica
10. Estado infeccioso preoperatorio: cultivo positivo a cualquier nivel, criterios de sepsis
11. Insuficiencia hepática crónica, Child B o C
12. Nivel de albúmina < 3.5 mg/dl
B. Variables relacionadas con el procedimiento
1. Tiempo de circulación extracorpórea prolongado (> 90 min)
2. Reintervención quirúrgica
3. Dosis altas de protamina posterior a la bomba de circulación extracorpórea
4. Alteraciones en el estado hídrico (hemodilución o sobrecarga de líquidos)
5. Sangrado que requiere mayor transfusión perioperatoria
6. Hipotermia profunda
7. Cirugía de urgencia

obtener información valiosa para el control posoperatorio cuidado con la manipulación de catéteres y dispositivos de
que de manera retrospectiva sería muy difícil investigar asistencia ventricular intravasculares, entre ellos el balón
(p. ej., datos de claudicación intermitente o síntomas de intraaórtico de contrapulsación o dispositivos como el Impe-
endocarditis subaguda); desde luego, es indispensable lla. En las mujeres con antecedente de mastectomía radical
buscar intencionadamente indicios de focos sépticos, así izquierda o radioterapia mamaria, la permeabilidad de la ar-
como el tratamiento adecuado de infecciones diagnosti- teria mamaria interna izquierda puede verse comprometida
cadas con anterioridad. debido a alteraciones del ujo sanguíneo torácico y como
Una parte fundamental de la evaluación es la valoración resultado, la arteria descendente anterior se convierte en un
del sistema vascular. La exploración física de los pulsos cen- conducto ineficaz.
trales y periféricos es de utilidad para determinar si existe on indispensables los estudios de gabinete (radiográfi-
vasculopatía periférica que contraindique el uso del balón cos ecocardiográficos cateterismo resonancia magnética
intraaórtico de contrapulsación en caso de requerirse, o tomografía) que confirman el diagnóstico clínico son úti-
de tal manera que se evite un empeoramiento del escenario de les para la valoración de complicaciones vinculadas con el
bajo gasto poscardiotomía. En la cirugía de revasculariza- sistema cardiovascular y establecen la pauta basal para
ción coronaria también es muy importante esta evaluación, el seguimiento posoperatorio de los enfermos.
dado que el éxito de este procedimiento depende del estado • Se recomienda realizar una historia clínica y exploración
en que se encuentran las arterias mamarias o radiales, en física exhaustiva y completa antes de la operación.
el caso de los puentes arteriales y las safenas en el caso de Recomendación clase I, nivel de evidencia C
los puentes venosos. Pequeños detalles en la historia clínica
pueden volverse un factor fundamental en la calidad de vida Valoración hematológica
posoperatoria, como conocer si el sujeto es zurdo o diestro La hemorragia posquirúrgica es un suceso habitual en la
o bien si es dibujante o escritor, lo cual puede determinar la cirugía cardiaca, pero después de ciertos límites se con-
selección del vaso tomado para el injerto (p. ej., la arteria vierte en una complicación mayor que provoca altos cos-
radial); así se previenen posibles problemas de claudicación tos; es por ello que determinar el riesgo de sangrado se
intermitente en una extremidad valiosa . n los individuos convierte en un elemento fundamental para solicitar el
con antecedentes de daño vascular es preciso tener especial apoyo del banco de sangre.
Valoración preoperatoria en cirugía cardiovascular 11

Tabla 2. Clasificación funcional de la e or Heart Association Tabla 3. Clasificación de la angina de pecho según la ociedad
( HA). Canadiense de Cardiología.

Clase I Asintomáticos. Clase I La actividad física de rutina no produce angina.


Sin limitación a la actividad física habitual. Actividades tales como caminar o subir escaleras, no producen
angina.
Clase II Síntomas leves y ligera limitación a la actividad física habitual.
La angina se produce con ejercicio extenuante, en el trabajo o en
Asintomático en reposo.
actividades recreativas.
Clase III Marcada limitación a la actividad física, incluso siendo inferior a la
Clase II “Ligera limitación a la actividad ordinaria”.
habitual.
Caminar o subir rápidamente escaleras, caminar cuesta arriba,
Sólo asintomático en reposo.
caminar o subir escaleras después de haber consumido
Clase IV Limitación severa, con síntomas incluso en reposo. alimentos, o bien realizar estas actividades en tiempo de frío o
bajo estrés emocional, o bien durante las primeras horas del día.
Angina que se produce al caminar más de dos cuadras o que se
produce cuando se sube más de un piso de escaleras a un paso
normal y en condiciones normales.

Riesgo hemorrágico Clase III “Marcada limitación en la actividad física ordinaria”.


El grupo de mayor riesgo de sangrado lo constituyen los pa- Caminar de una a dos cuadras sin inclinación y subir un piso en
escaleras en condiciones normales y a un paso normal.
cientes de edad avanzada, con reintervención, hepatopatías,
portadores de anemia crónica y superficie corporal reducida. CLASE IV “Síntomas en reposo”.
Otros factores a valorar en el preoperatorio como factores de Inhabilidad para llevar a cabo cualquier actividad física sin
síntomas.
riesgo son las operaciones de urgencia, consumo de fármacos
potencialmente hemorragíparos anomalías específicas de la
coagulación y alteraciones cualitativas y cuantitativas de
la función plaquetaria. receptor de ADP, inhibidores directos de la trombina,
• En grupos de alto riesgo para sangrado posquirúrgico heparinas de bajo peso molecular, inhibidores de la
se recomienda protocolizar las medidas de conserva- glucoproteína plaquetaria, activador tisular del plas-
ción sanguínea. minógeno y estreptocinasa), se vincula con mayor he-
Recomendación clase I, nivel de evidencia B morragia en el posoperatorio. Es razonable suspender
• Transfundir en la etapa preoperatoria concentrados estos medicamentos antes de la operación de acuer-
eritrocitarios en sujetos con niveles de hemoglobina do con la vida media de cada uno de ellos.
mg/dl. Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C • El dipiridamol no está indicado para prevenir la
• Realizar pruebas de laboratorio para evaluar la fun- oclusión del injerto después de la revascularización
ción hemostática global y las específicas. coronaria y puede aumentar de modo innecesario el
Recomendación clase I, nivel de evidencia A riesgo de sangrado.
• Transfusión de concentrados eritrocitarios en porta- Recomendación clase III, nivel de evidencia B
dores de isquemia crítica de órganos no cardiacos (p.
ej., sistema nervioso central o isquemia intestinal) Valoración respiratoria
en presencia de niveles de hemoglobina mg/dl. En la cirugía cardiaca, uno de los sistemas más afectados es
Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C el respiratorio, ya que no sólo se altera de manera sustan-
• No es útil la transfusión para mejorar el transporte cial la mecánica por la amplia toracotomía sino que es
de oxígeno cuando la concentración de hemoglobina la función ventilatoria la más comprometida tanto en la
es g/dl. capacidad funcional como en la reserva pulmonar; en con-
Recomendación clase III, nivel de evidencia C secuencia, las complicaciones pulmonares son una causa
• El uso de las tienopiridinas en el preoperatorio incre- frecuente de estancia prolongada y muerte en este grupo de
menta el riesgo de sangrado y es preciso tener parti- pacientes. Las complicaciones pulmonares posoperatorias se
cular cuidado con la suspensión súbita de la terapia definen como alteraciones respiratorias originadas por una
antiplaquetaria en sujetos portadores de stents libe- enfermedad determinada o relacionada con un trastorno de
radores de fármacos. relevancia clínica que invariablemente modifica y afecta la
• Suspender las tienopiridinas (cinco a siete días antes evolución clínica del paciente. Estas complicaciones inclu-
de la operación) con el objetivo de reducir sangrados yen atelectasias, neumotórax, derrames pleurales, parálisis
y necesidades transfusionales. diafragmática, exacerbación de neumopatías preexistentes,
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C neumonía asociada a la ventilación, etcétera. En la valora-
• Es razonable interrumpir los antiagregantes plaque- ción preoperatoria debe investigarse si el sujeto es portador
tarios de baja intensidad (p. ej., ácido acetilsalicíli- de alguna neumopatía crónica que se agudice o si, a pesar de
co) en los procedimientos electivos y de bajo riesgo no contar con un diagnóstico establecido, cuenta con facto-
en pacientes programados para un procedimiento de res de riesgo que lo predispongan a este tipo de complica-
cirugía de revascularización coronaria. ciones.
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia A La anestesia interrumpe la actividad normal de los
• La administración de fármacos antitrombóticos, así músculos respiratorios, un hecho que se inicia desde la
como de antiagregantes plaquetarios (inhibidores del misma inducción; este deterioro se puede perpetuar en
12 Juan Carlos Alonso-Mercado et al

el posoperatorio inmediato y su efecto es una reducción • Se recomienda continuar la administración de estatinas


de la capacidad vital en a mientras que la ate- en el posoperatorio, sobre todo en la revascularización
nuación de la capacidad residual funcional es de un 30%. coronaria.
Estas reducciones se vinculan con un aumento del ries- Recomendación clase I, nivel de evidencia B
go de aparición de atelectasia, neumonía y alteraciones Se debe tener especial cuidado en aquellos enfermos
fisiológicas de la relación ventilación/perfusión. Asimis- con daño renal, así como cuando coexista una elevación
mo, los efectos residuales de la anestesia como el uso de de las concentraciones de creatinfosfocinasa.
agentes opioides para mitigar el dolor en el posoperatorio
deprimen el centro respiratorio, lo cual se traduce en hi- Valoración Renal
poventilación que promueve atelectasias. Es necesario tener un conocimiento exacto de la función
Es importante la evaluación de la mecánica respiratoria renal en todo sujeto programado para una operación car-
a través de las pruebas de función pulmonar, sobre todo diovascular, ya que durante todo el proceso quirúrgico
en los individuos con disnea inexplicable o pobre toleran- existen factores que pueden agravar alguna afección in-
cia al ejercicio. Dentro de las pruebas de funcionamiento cipiente o, cuando ya existe un daño renal, éste se con-
respiratorio, el volumen espiratorio forzado en el primer vierte en un factor de riesgo independiente de mortalidad
segundo (VEF1) es un predictor independiente de compli- hospitalaria.
caciones posquirúrgicas y, aunque ningún nivel de función • e recomienda estadificar la función renal mediante
pulmonar es una contraindicación absoluta para la opera- pruebas de depuración de creatinina.
ción cardiaca electiva, debe considerarse que un VEF1 < 1 Recomendación clase I, nivel de evidencia B
L o < 40% del predicho representa una elevada morbimor- • En los pacientes con daño reciente o en riesgo de ne-
talidad un riesgo que sólo se justifica en la cardiopatía fropatía inducida por contraste es preciso realizar un
crítica o inestable que amenaza la vida. tratamiento de protección renal con una hidratación
• Se recomienda realizar pruebas de funcionamiento óptima y la administración de N-acetilcisteína oral.
respiratorio en personas con enfermedades pulmo- Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C
nares crónicas diagnosticadas o sujetos con fac-
tores de riesgo y disnea de esfuerzo de origen no Valoración Hepática
cardiogénico. Es importante el conocimiento del funcionamiento hepático,
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B dado que la reserva hepática se pone a prueba con la bomba
• Un entrenamiento muscular preoperatorio inten- de circulación extracorpórea y la medicación anestésica. El
sivo puede reducir las complicaciones pulmonares hígado se ve afectado especialmente en individuos con car-
posoperatorias en pacientes sometidos a toracoto- diopatías como la insuficiencia cardiaca congestiva valvulo-
mía, por lo que se recomienda efectuar un programa patías tricuspídeas, disfunción derecha e hipertensión pul-
de ejercicios respiratorios con incentivador inspirato- monar. En estos pacientes es necesario efectuar pruebas de
rio al menos tres días antes de la intervención. funcionamiento hepático y valorar su capacidad de síntesis y
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C conjugación (albúmina, tiempo de coagulación, bilirrubinas
• El periodo posoperatorio de los sujetos con niveles y transaminasas). En caso de encontrar afectación hepática
de VEF1 o DCO2 < 80% del predicho causan disfunción se valora el grado de daño a través de la clasificación de
pulmonar posoperatoria, por lo que debe considerar- Child-Pugh. También debe determinarse si existe algún crite-
se la evaluación de los enfermos con una prueba de rio clínico de encefalopatía o ascitis.
esfuerzo y la realización de una tomografía pulmonar. • En todo sujeto que se someta a bomba de circula-
Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C ción extracorpórea se solicitan pruebas completas
de funcionamiento hepático que incluyan albúmina,
Valoración Endocrinológica bilirrubinas, transaminasas, fosfatasa alcalina, deshi-
Con una incidencia cada vez mayor del síndrome meta- drogenasa láctica y glutamintranspeptidasa gamma.
bólico en la población mexicana y su nexo con la cardio- Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C
patía, es de esperar que exista un aumento en el posope- • Ante la sospecha fundamentada de deterioro se pue-
ratorio de las complicaciones metabólicas, en particular de solicitar un panel viral hepático para el comple-
hiperglucemias y trastornos de los lípidos en la población mento del estado funcional.
sometida a una intervención cardiaca. Recomendación clase I, nivel de evidencia B
• Es necesario contar con protocolos de control me-
tabólico en el preoperatorio para que el paciente Valoración de otros órganos y sistemas
ingrese a quirófano con un control adecuado de las • n varones mayores de años debe verificarse el
concentraciones de glucosa. grado de crecimiento prostático que impida una colo-
Recomendación clase I, nivel de evidencia B cación de sonda vesical.
• Para los casos de infusión de insulina es necesario asegu- Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C
rar un aporte de glucosa parenteral o por nutrición en- • Se debe considerar que los trastornos musculoesque-
teral con el fin de reducir los riesgos de hipoglucemia. léticos, como deformaciones del esqueleto, son ano-
Recomendación clase I, nivel de evidencia B malías que pueden interferir con la mecánica venti-
• Los niveles recomendados de glucemia deben aproxi- latoria; por lo tanto, es recomendable realizar una
marse a 150 mg/dl; los valores superiores obligan adecuada terapia física encaminada a participar en
invariablemente al empleo de insulina intravenosa. la rehabilitación posquirúrgica expedita.
Recomendación clase I, nivel de evidencia B Recomendación clase IIb, nivel de evidencia B
Valoración preoperatoria en cirugía cardiovascular 13

• Está indicada la valoración del sistema nervioso • En cirugía valvular electiva, una evaluación clínica
central en búsqueda de antecedentes de episodios por otorrinolaringología, odontología, y en mujeres
vasculares (isquémicos, trombóticos o hemorrágicos) por ginecología y obstetricia.
y antecedentes de crisis convulsivas, así como el tra- Recomendación clase I, nivel de evidencia A
tamiento de cualquier alteración neurológica que • En cirugía de revascularización coronaria electiva,
conlleve un riesgo cardiovascular. obtener una evaluación clínica por otorrinolaringo-
logía, odontología, y en mujeres por ginecología y
obstetricia.
Estudios paraclínicos
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B
Pruebas de laboratorio • Complementar la evaluación clínica con toma de
En el grupo de pacientes sometidos a una operación cultivos de secreciones o líquidos corporales, como
programada se sugiere la obtención de pruebas de la- urocultivo, cultivo de secreción vaginal, cultivo de
boratorio, que son útiles para la valoración integral y herida (si la hay) y cultivo nasal.
por sistemas de la condición clínica del sujeto; los es- Recomendación clase I, nivel de evidencia A
tudios propuestos para la evaluación sistemática son los • Cuando exista evidencia de una infección en una cirugía
siguientes: electiva se debe instituir tratamiento antimicrobiano
• Biometría hemática de acuerdo con el resultado del antibiograma y con-
• Química sanguínea, glucosa, creatinina y nitróge- firmar la erradicación de la infección mediante un
no ureico nuevo cultivo antes de la operación.
• Electrólitos séricos: potasio, sodio, magnesio y Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C
calcio • Si hay signos de una infección en una intervención de
• Tiempos de coagulación: tiempo de protrombi- urgencia es preciso iniciar el tratamiento antimicro-
na tiempo de tromboplastina parcial y fibrinógeno biano antes de la abertura del tórax y continuar su
• Pruebas de funcionamiento hepático: colesterol to- tratamiento en el posoperatorio de acuerdo con el
tal, triglicéridos, colesterol, bilirrubinas, albumina, resultado del cultivo.
deshidrogenasa láctica ( HL) y fosfatasa alcalina Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C
• Examen general de orina • En pacientes en estado crítico, con alteraciones del
• Depuración de creatinina de 24 h estado de conciencia o con intubación orotraqueal,
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C se recomienda solicitar estudios paraclínicos preo-
peratorios necesarios para confirmar la ausencia de
Radiografía de tórax infección.
De acuerdo con la afección cardiaca, se deben solicitar las Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C
proyecciones posteroanterior, oblicua derecha y oblicua Control farmacológico perioperatorio
izquierda, aunque no existen ensayos controlados sobre la El control de los medicamentos en la etapa preoperatoria
eficacia de la radiografía de tórax sistemática. s necesa- tiene un efecto directo en el paciente desde el quirófano,
rio reconocer el estado de aireación pulmonar y determi- y sobre todo en la etapa posoperatoria.
nar alteraciones pulmonares en ambos diafragmas. Es ne- Es indispensable continuar la administración de los
cesario relacionar las imágenes con los signos y síntomas fármacos en los siguientes casos:
referidos por el paciente. • Si al suspenderlos de manera súbita pueden inducir
• En todo sujeto programado para una intervención efectos de rebote o síndromes de supresión (bloquea-
cardiaca debe solicitarse una telerradiografía de tó- dores clonidina benzodiazepinas estatinas y cor-
rax preoperatoria. ticosteroides)
Recomendación clase I, nivel de evidencia C • Cuando su administración se relaciona con una menor
morbimortalildad posoperatoria (bloqueadores es-
Electrocardiograma tatinas agonistas y antagonistas del calcio)
Es una prueba imprescindible para el diagnóstico del rit-
mo basal, además del diagnóstico de arritmias, isquemia Se debe suspender todo medicamento relacionado con
y trastornos de la repolarización que afectan el pronós- un incremento de las complicaciones como sangrado, hi-
tico. poglucemia e interacciones adversas con anestésicos.
• En todo paciente programado para una operación • Fármacos que incrementan el sangrado: anticoagu-
cardiaca se solicita un electrocardiograma preopera- lantes y antiagregantes.
torio de 12 derivaciones en reposo. • Fármacos que elevan el riesgo de hipoglucemia: hipo-
Recomendación clase I, nivel de evidencia C glucemiantes orales.

Erradicación de focos sépticos Hierbas y complementos


Con el fin de reducir infecciones posquirúrgicas en espe- Es interesante señalar que en Estados Unidos hasta el 33%
cial endocarditis infecciosa vinculada con el acto quirúr- de los pacientes programados para una operación mayor
gico, se recomienda tener un plan preoperatorio para la ingiere infusiones o tés prescritos por ellos mismos y que
detección y erradicación de focos sépticos; para ello se definitivamente esto puede tener efectos deletéreos en
recomienda lo siguiente: el procedimiento quirúrgico; entre las complicaciones
14 Juan Carlos Alonso-Mercado et al

Tabla 4. Principales hierbas y complementos con sus efectos sis- evolución posoperatoria. Los dos sistemas mostraron un
témicos. aumento progresivo en la clase de riesgo con el aumento
del índice de riesgo cardiaco.
Compuesto Efecto sistémico El algoritmo euroSCORE se ha utilizado para predecir
Ginseng Hipoglucemia el riesgo perioperatorio. Se ha evaluado la utilidad para
Inhibe agregación plaquetaria (irreversible) ponderar el riesgo del algoritmo euroSCORE, el cual ha
↑ TP-TPT en animales demostrado que proporciona una mejor capacidad discri-
↑ efecto anticoagulante de warfarina minatoria (mortalidades a 30 días y un año; C-estadística,
Efedra IAM, ECV . y . respectivamente). l modelo original de
(ma-huang) Agota los depósitos endógenos de catecolaminas euroSCORE lo presentó en Bruselas en 1988 el comité de la
→ Inestabilidad hemodinámica intraoperatoria Asociación Europea de Cirugía Cardiotorácica y desde
Interacción letal con IMAO 2010 se encuentra en revisión una nueva versión que
Ajo Inhibe agregación plaquetaria (irreversible) pueda tener mayor valor predictivo.
↑ fibrinólisis → ↑riesgo de hemorragia Las escalas existentes valoran adecuadamente el ries-
Actividad hipotensora errática go operatorio en cirugía de revascularizacion coronaria;
Gingko-biloba Inhibe factor activador de plaquetas tienen también un alto valor predictivo en cirugía de cam-
↑ riesgo de hemorragia bio válvular aórtico, existe sin embargo un gran vació en
Kava kava Sedación, ansiólisis la determinación del riesgo operatorio en cirugía válvular
↑ Efecto sedante de anestésicos (mitral, tricúspidea y pulmonar), congénitos y cirugía de
Potencial adictivo → supresión aorta ya que existen diversos elementos que no se valo-
St. John’s Wort (hierba Múltiples interacciones farmacológicas → ran en forma adecuada en estas escalas como lo son la
de San Juan) inducción del sistema microsomal (P-450) función ventricular derecha, la hipertensión pulmonar,
la repercusión en la función ventricular en la cirugía val-
IAM, infarto agudo del miocardio; ECV, enfermedad cerebral vascular; vular múltiple, etc.
IMAO, inhibidores de la monoaminooxidasa; TP, tiempo de protrombi- • Se recomienda utlizar modelos predictivos para la
na; TPT, tiempo parcial de tromboplastina.
determinación del riesgo quirúrgico en pacientes que
van a ser sometidos a cirugía de revascularización co-
ronaria y cambio valvular aórtico.
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B
vinculadas con estos compuestos figuran el infarto agudo • No se recomienda utlizar modelos predictivos actual-
del miocardio, hemorragia, desequilibrio hidroelectrolíti- mente existentes para la determinación del riesgo
co y tolerancia a los anestésicos. quirúrgico en pacientes que van a ser sometidos a
En la Tabla 4 se señalan los principales compuestos cirugía de cambio valvular mitral, tricuspideo y pul-
con sus efectos sistémicos. monar, cirugía de cardiopatia congénita compleja y
procedimientos mixtos.
Recomendación clase III, nivel de evidencia C
Escalas preoperatorias para evaluar el riesgo
de morbilidad y mortalidad
Bibliografía
La evaluación del riesgo preoperatorio tiene implicacio-
Adriaensen H aele Camu et al. ecommendations on pre
nes importantes para el pronóstico del paciente, los cos- anaesthetic evaluation of patients put for ard jointly ith
tos hospitalarios y la planeación óptima de los recursos the BSAR and the BPASAR. Acta Anaesthesiol Belg 1998;49:47–
materiales. 50.
ebido al complejo perfil de los pacientes sometidos American ociety of Anesthesiologists as orce on reanesthe-
a una intervención cardiaca la estratificación precisa del sia Evaluation. Practice advisory for preanesthesia evalua-
riesgo preoperatorio se torna una tarea difícil. Los facto- tion: a report by the American Society of Anesthesiologists
res que se valoran en estas escalas son el tipo de opera- as orce on reanesthesia valuation. Anesthesiology
ción, la edad y sexo del enfermo, la fracción de expulsión, .
Arozullah A Conde La rence A. reoperative evaluation
la hipertensión pulmonar, la urgencia del procedimiento, la
for postoperative pulmonary complications. Med Clin N Am
función renal y la presencia de endocarditis. Las escalas 2003;87:153-173.
más utilizadas son la de Parsonnet, el euroSCORE (Sistema Association of Anaesthetists of Great Britain and Ireland. Preopera-
Europeo para la Evaluación del Riesgo Quirúrgico Cardia- tive assessment. The role of the anaesthetist, 2001. Disponible
co) y la de la Sociedad de Cirujanos Torácicos (STS). Todas en .aagbi.org
ellas tienen grandes limitaciones y se han ideado original- ersntein A arsonnet . edside estimation of ris as an aid for de-
mente para diferentes objetivos. cision ma ing in cardiac surgery. Ann hor urg .
Las escalas se desarrollaron para la estratificación Campeau L. rading of angina pectoris. Circulation .
del riesgo preoperatorio, la determinación de la mor- Chuquiure Valenzuela E. Evaluación del riesgo hemorrágico en ciru-
gía cardíaca. Anest Cardiov ( ) .
talidad y estancia hospitalaria esperada para cada pa-
riedman L . he ris of surgery in patients ith liver disease. Hepa-
ciente. Las tres escalas señalas son las que han demos- tology .
trado mayor valor predictivo que el resto (C-estadística, vanov eisel irone et al. ifteen year trends in ris se-
. y . .) Las calificaciones de Higgins y las escalas verity and operative mortality in elderly patients undergoing co-
francesas son especialmente útiles para predecir la ronary artery bypass graft surgery. Circulation .
Valoración preoperatoria en cirugía cardiovascular 15

Kulier A, Levin J, Moser R, et al. Impact of preoperative anemia on renal failure after cardiac surgery. Am J Cardiol 2008;101:1112–
outcome in patients undergoing coronary artery bypass graft sur- 1118.
gery. Circulation . Solca M. Evidence-based preoperative evaluation. Clin Anesthesiol
Munro J, Booth A, Nicholl J. Routine preoperative testing: a .
systematic revie of the evidence. Health echnol Asses ha ar C orley Arrigain et al. n uence of renal dysfunction
. on mortality after cardiac surgery: modifying effect of preopera-
Murphy GJ, Reeves BC, Rogers CA, et al. Increased mortali- tive renal function. idney nt .
ty, postoperative morbidity, and cost after red blood cell he Criteria Committee for the e or Heart Association. omen-
transfusion in patients having cardiac surgery. Circulation clature and criteria for diagnosis of diseases of the heart and
. great vessels. th ed. Little ro n and Company .
Nashef F, Roques P, Michel E, et al. The euroSCORE Study Group Euro- op ara Cheema H esavaramanujam et al. Coronary artery
pean ystem for Cardiac perative is valuation (euro C ). bypass grafting in patients ith lo ejection fraction. Circula-
ur Cardiothor ur . tion 2005;112:I344–1350.
atel . urgery in the patiente ith liver disease. ayo Clin roc ang upuis athan H et al. An analysis of the association
1999; 74:593-599. bet een preoperative renal dysfunction and outcome in cardiac
anucci allotta A un l A et al. n uence of the timing of car- surgery: estimated creatinine clearance or plasma creatinine
diac catheterization and the amount of contrast media on acute level as measures of renal function. Chest .
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):16-23

www.elsevier.com.mx

Cuidados posoperatorios del paciente no complicado


Agustina Moreno-González,1 Leonel Martínez-Ramírez,2 Fernando
Flores-Figueroa,2 Guillermo Cueto-Robledo,2 Manuel Antonio-de la
Viña,2 Francisco Martín Baranda-Tovar2
1
Coordinador
2
Participantes

Introducción y sus mecanismos lesivos. Por lo tanto, la intervención


oportuna y radical en el tratamiento posoperatorio incide
En México existe un número considerable de pacientes que en el control de la morbimortalidad de estos pacientes.
se someten a una intervención cardiovascular, con un ries- Es necesaria una completa vigilancia de diversos paráme-
go operatorio mayor respecto de las décadas anteriores; tros fisiológicos en la C C y un control muy dinámico de
en consecuencia, es indispensable contar con protocolos las medidas de apoyo hemodinámico y respiratorio con-
de atención que optimicen los resultados posquirúrgicos.
forme cambia el estado clínico del enfermo.
Este capítulo se enfoca en los cuidados posoperatorios
del paciente no complicado de la cirugía cardiaca, que
se define como aquel individuo extubado en las primeras h Traslado del paciente del quirófano a la UCIC
del posoperatorio, con índices de oxigenación normales, un
Una vez que el procedimiento quirúrgico concluye y
sangrado mediastínico perioperatorio < 1 000 ml en las pri- que el anestesiólogo considera apto al paciente para su
meras h un perfil hemodinámico con un índice cardiaco trasladado, el equipo en sala debe comunicarse con el
2.4 L/m2/s un gasto urinario ml/ g/h con requerimientos equipo de la C C para notificar el estado del paciente
mínimos de aminas que disminuyen en las primeras 24 h en la los fármacos en infusión y los dispositivos especiales de
unidad de cuidados intensivos cardiovasculares (UCIC) y, por asistencia (BCIA, DAV, ON, etcétera), de tal forma que el
último, nula necesidad de dispositivos externos para mante- equipo de la UCIC conozca el posible escenario clínico del
ner un perfil hemodinámico normal. paciente a su ingreso.
El manejo posquirúrgico del paciente sometido a una El traslado de estos sujetos representa un riesgo real
operación cardiovascular es un desafío permanente y de muerte, por lo que debe realizarse con un protoco-
complejo; las condiciones biológicas anteriores a la in- lo adecuado, con el personal idóneo y en las condiciones
tervención, los desequilibrios producidos por el acto qui- más apropiadas.
rúrgico y los efectos secundarios ocasionados por la circu-
lación extracorpórea hacen que cada paciente tenga una Equipo y personal de traslado. El personal mínimo
evolución particular. El manejo posoperatorio de estos su- necesario para realizar el traslado es de cuatro indivi-
jetos requiere del conocimiento de la afección cardiovas- duos: el anestesiólogo, el cirujano designado y dos enfer-
cular y los mecanismos compensatorios que interactúan meras (de anestesia y circulante); en condiciones ideales
para establecer la homeostasia, las técnicas quirúrgicas y es posible incluir a un terapista en cuidados respiratorios
anestésicas llevadas a cabo en el quirófano y los efectos o un técnico en cuidados intensivos.
sistémicos y locales de la circulación extracorpórea (CEC) Recomendación I, nivel de evidencia A

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Cuidados posoperatorios del paciente no complicado 17

Ventilación. Los pacientes con ventilación espontánea no existan cambios de bomba de infusión y que sean las
y saturación por oximetría de pulso pueden aban- mismas del quirófano la que se utilicen en la UCIC, ya que
donar el quirófano extubados si la saturación es a la suspensión incluso temporal y rápida de los fármacos
pesar del 02 complementario con mascarilla, no pueden (arterenol, adrenalina o dopamina) puede representar un
salir extubados y se requiere una nueva intubación para gran riesgo.
proteger la vía respiratoria. Todas las fuentes de oxígeno Recomendación IIa, nivel de evidencia C
deben tener la capacidad de suministrar al paciente por lo
menos durante 30 min, por lo que es necesario revisarlas
Recepción del paciente en la UCIC
de forma continua.
Recomendación I, nivel de evidencia A Los cuidados posoperatorios comienzan aún antes de la
llegada del paciente a la UCIC; en esta etapa, la pre-
Presión arterial y accesos venosos. Todo paciente paración de la habitación donde se recibirá al individuo
sometido a una intervención cardiaca debe salir del qui- operado está a cargo del jefe de enfermería y el médico
rófano con un acceso arterial y dos venosos (al menos uno intensivista.
de ellos central). Recomendación IIa, nivel de evidencia B
Recomendación I, nivel de evidencia B
Antes de la recepción
Ritmo cardiaco. En una operación cardiaca, el paciente El equipo encargado de recibir al paciente debe preparar
debe tener un marcapaso epicárdico externo; su función los siguientes implementos:
es regular la frecuencia cardiaca, así como las arritmias • Ventilador.
transoperatorias y posoperatorias. Existen diversos tipos • Sistema de monitoreo invasivo y no invasivo.
de cirugía (como la valvular), que se relacionan con fre- • Sistemas de aspiración.
cuencia con bloqueos auriculoventriculares, lo que hace • Fármacos requeridos por el paciente de respaldo, de
indispensable el apoyo de un marcapaso externo; asimis- acuerdo con la información del quirófano .
mo, dado que esta alteración no puede anticiparse con • Carro de paro adecuado para realizar una reanima-
facilidad, es importante colocar un marcapaso en toda ción cardiopulmonar, si se requiere.
persona programada para una intervención cardiaca. En
ocasiones, cuando se tratan las arritmias posoperatorias, Recepción del paciente
es deseable disponer de un marcapaso que asegure un rit- La recepción del paciente exige la transmisión de la informa-
mo de emergencia en el caso de posibles bloqueos farma- ción clínica por parte de cirujano y anestesiólogo al equipo
cológicos. médico y de enfermería que atiende al paciente en la UCIC.
Recomendación I, nivel de evidencia A De manera inicial deben continuarse las medidas terapéuti-
La frecuencia cardiaca programada en el marcapaso cas instituidas en el quirófano mientras se activan los siste-
depende de la situación clínica y hemodinámica del enfer- mas de vigilancia y se analiza la situación del sujeto.
mo. En situaciones en las que existe un evidente riesgo de Recomendación I, nivel de evidencia A
bloqueo, se debe dejar el marcapaso a demanda con una Para la adecuada recepción del paciente es preciso con-
frecuencia segura (50 a 60 lpm) o mantener 10 latidos por tar con un protocolo pormenorizado de las acciones que lleva
debajo del ritmo de base de tal modo que se mantenga a cabo cada integrante del personal asignado; además, es
una adecuada perfusión y presión. Siempre que sea posi- deseable contar con una recepción guiada por objetivos para
ble, es preferible colocar un marcapaso bicameral para optimizar el trabajo del personal en la UCIC (Tabla 1).
asegurar la contribución auricular en apoyo de la función
ventricular.
Recomendación IIa, nivel de evidencia B Atención general
Soluciones
En el posoperatorio, la mayoría de los pacientes experi-
Drenajes menta una sobrecarga de volumen alrededor de de
Drenajes torácicos. Los pacientes sometidos a toracoto- su peso preoperatorio como resultado de la hemodilución
mía tienen drenajes pleurales o mediastínicos, según sea en la circulación extracorpórea. Debido a factores secun-
el caso, y deben estar permeables y conectados a siste- darios a esta última, como fuga capilar, vasodilatación y
mas cerrados de aspiración. disminución de la presión osmótica, este estado puede no
Recomendación IIa, nivel de evidencia C re ejarse en las presiones de llenado las cuales pueden
indicar normovolemia o hipovolemia. Asimismo, durante
Sonda vesical. La sonda vesical debe conectarse a una las primeras horas del posoperatorio, algunos sujetos re-
bolsa colectora cerrada. gistran volúmenes urinarios elevados, como consecuencia
Recomendación I, nivel de evidencia A de la administración de manitol, y presiones de llenado
bajas (también son posibles volúmenes urinarios bajos).
Traslado En un estado en el cual se altera la permeabilidad de la
Es aconsejable que el cambio de la mesa de quirófano a la membrana por el proceso in amatorio secundario a la cir-
cama de traslado se efectúe directamente a la cama de culación extracorpórea es preferible utilizar soluciones
la UCIC, de tal manera que se eviten las movilizaciones que expandan el espacio intravascular y atenúen la ex-
adicionales peligrosas; asimismo, es recomendable que pansión del espacio intersticial.
18 Agustina Moreno-González et al

Tabla 1. Protocolo de recepción guiado por metas. e deben suministrar soluciones cristaloides con la fi-
nalidad de mantener una adecuada volemia intravascular;
Tiempo Acción responsable los parámetros empleados con frecuencia para tomar esta
Minuto 0 a) Recepción y valoración inicial Médico UCIC
decisión son la presión venosa central, presión pulmonar
t Exploración física en cuña o la variación de la presión arterial invasiva, to-
das las cuales tienen sus limitaciones.
Minutos Instalación en la UCIC
Recomendación IIa, nivel de evidencia A
0a5 a) Conexión al ventilador Anestesiólogo
t FiO2: 100% Se pueden infundir también soluciones coloides para
t PEEP: 5 cm H2O la reposición y las cargas de volumen.
t Volumen corriente: 6-10 ml/kg Recomendación IIb, nivel de evidencia B
t Frecuencia respiratoria: 12-16 rpm
b) Monitoreo Hemodinámico Invasivo Anestesiólogo Electrólitos
t Presión arterial sistémica
Deben mantenerse en límites normales y su aporte se de-
t Presión venosa central
t Presiones pulmonares (PSAP, PMAP, termina de acuerdo con las pérdidas y necesidades del
PCP) paciente, en particular potasio y magnesio.
c) Conexión de dispositivos especiales Médico UCIC Recomendación I, nivel de evidencia A
t Balón de contrapulsación intraaórtico Las soluciones cristaloides deben contener potasio, de
t Óxido nítrico tal forma que se conserven concentraciones séricas de 3.7
t Dispositivos de asistencia ventricular a 5.5 mEq/L para prevenir arritmias ventriculares.
d) Llevar al paciente a normotermia Enfermera UCIC La adición de dosis bajas de magnesio a las soluciones
t Colocar sábana de calefacción
cristaloides es útil para impedir las arritmias supraven-
e) Conexión de tubos y sondas de drenaje Enfermera UCIC
t Conectar la sonda de Foley a triculares y ventriculares (dosis de 2-6 g/día).
derivación Recomendación IIa, nivel de evidencia B
t Conectar los tubos mediastínicos y
pleurales a aspiración continua a una Fármacos
presión de -20 cm H2O
t Conectar sonda orogástrica a Antiagregantes plaquetarios
derivación Ácido acetilsalicílico
Minutos a) Primera toma de muestras Enfermera UCIC La administración temprana de antiagregantes plaqueta-
5 a 10 t Gasto cardiaco rios ha mejorado la permeabilidad de los puentes coronarios
t Gasometría arterial y venosa central y reducido la mortalidad en los pacientes sometidos a
t Muestra para tromboelastografía una revascularización coronaria. Goldman y colaborado-
(punción directa) res realizaron un estudio aleatorizado (n = 772) con los
t Laboratorios centrales (punción siguientes brazos: a) ácido acetilsalicílico, 325 mg cada
directa) 24 h; b) ácido acetilsalicílico, 325 mg como dosis única;
- Tiempo de protrombina
c) sulfinpirazona mg y d) placebo. o encontraron
- Tiempo parcial de tromboplastina
- Biometría hemática diferencias en la mortalidad en relación con los diferentes
- Química sanguínea y electrólitos antiagregantes, pero sí respecto del grupo control en el
séricos cual se identificó un aumento de la mortalidad. acey y
- Enzimas cardiacas colaboradores, en un estudio de casos y controles, com-
Minutos a) Toma de paraclínicos, exploración pararon el uso del ácido acetilsalicílico preoperatorio con
10 a 20 física detallada y revisión de los primeros la mortalidad intrahospitalaria (n = 8 461). Estos espe-
resultados cialistas hallaron que la administración del ácido acetil-
t Toma de ECG Enfermera UCIC salicílico, siete días antes de la operación, disminuía la
t Toma de placa simple de tórax Técnico Rx mortalidad en los sujetos posoperados ( . C
t Toma de decisiones de acuerdo con Médico UCIC 0.31-0.98). Mangano, en un estudio de cohorte y prospec-
el perfil hemodinámico y gasometrías tivo, investigó el consumo temprano de ácido acetilsalicí-
t Exploración física completa Médico UCIC
lico después de la revascularización coronaria (n = 5 065)
cardiovascular, respiratoria y
neurológica Médico UCIC dentro de las primeras 48 h posoperatorias. Los pacientes
t Valorar transfusión de acuerdo que recibieron ácido acetilsalicílico tuvieron una menor
con el sangrado y resultado del mortalidad en comparación con los que no lo recibieron
tromboelastograma ( . C . . P <0.0001). En consecuen-
Minutos a) Revisión de laboratorios centrales Médico UCIC cia, debe emplearse este fármaco a dosis de 100 a 325
20 a 45 y revalorar manejo hemodinámico y mg en las primeras 24 h si no hay sangrado; cuanto más
transfusional temprano mejor, ya que algunos estudios en los que se
Minutos a) Monitoreo Hemodinámico No Invasivo Médico UCIC
administró a las 6 h del posoperatorio mostraron una me-
45 a 60 t Realizar estudio ecocardiográfico (si joría de la permeabilidad de los puentes y disminución
se requiere) de la mortalidad. Esta terapéutica debe continuarse de
t Realizar algún otro estudio si es manera indefinida.
necesario Recomendación I, nivel de evidencia A
Cuidados posoperatorios del paciente no complicado 19

Clopidogrel l tramadol es una buena alternativa cuando la efica-


El American College of Physicians recomienda el uso del cia de los opioides, solos o en combinación con los AINE
clopidogrel junto con ácido acetilsalicílico en pacientes o paracetamol no inducen una analgesia eficaz o están
sometidos a revascularización coronaria luego de un in- contraindicados. Durante el posoperatorio de un proce-
farto, sin elevación del segmento ST, durante nueve a 12 dimiento cardiaco es preferible emplear analgésicos del
meses posteriores a la operación. La mayoría de los ciru- tipo de los AINE, paracetamol o tramadol, en caso de no
janos lo utiliza en individuos que requieren revasculari- obtener una analgesia eficaz o se encuentren contraindi-
zación de urgencia y en personas que sufrieron un infarto caciones.
sin elevación del segmento ST. Sin embargo, esta relación Recomendación clase Ia, nivel de evidencia A
incrementa el riesgo de sangrado y no ha demostrado ma-
yor beneficio que el uso del ácido acetilsalicílico solo. Antibióticos profilácticos
Recomendación III, nivel de evidencia B Cobertura para Staphylococcus
La evidencia se basa en estudios de grupos pequeños, Las infecciones nosocomiales se desarrollan en un a
no aleatorizados, no controlados y no doblemente cega- de los pacientes sometidos a una operación cardiaca
dos, por lo que se ha concluido que en caso de utilizarse las heridas quirúrgicas son sitios comunes, al igual que el
debe administrarse junto con el ácido acetilsalicílico, lue- sistema respiratorio y el tracto urinario. El riesgo relati-
go de 48 h, para reducir el riesgo de sangrado y en pacien- vo (RR) de muerte por infecciones en estos individuos se
tes que requieren intervenciones de urgencia o luego de incrementa a . ( con intervalo de confianza de .
un infarto sin elevación del segmento ST. 5.8) y el tiempo de estancia hospitalaria prolongada es
tres veces mayor. El régimen antimicrobiano debe incluir
Analgésicos cobertura para Staphylococcus y se administra la primera
Inducir una adecuada analgesia durante el posoperatorio dosis una hora antes de la incisión quirúrgica y durante 48
temprano minimiza la ansiedad, el dolor y el estrés hemo- a 72 h posoperatorias. En caso de alergia se emplea otro
dinámico que contribuyen a la hipertensión y la isquemia. antibiótico con la misma cobertura.
Los opioides son los analgésicos más usados después de un Recomendación I, nivel de evidencia A
procedimiento cardiaco (morfina y oxicodona). in embar-
go, no deben administrarse hasta que el paciente mani- Protección gástrica
fieste la intensidad del dolor a pesar de que ofrecen un
Inhibidores H2 e inhibidores de la bomba de pró-
adecuado alivio del dolor, son susceptibles de producir
una sedación prolongada y depresión respiratoria. El ob- tones
jetivo de la analgesia consiste en iniciar un opioide oral Tanto los inhibidores H2 como los inhibidores de la bomba
dentro de las primeras 24 h posteriores a la intervención. de protones se han estudiado ampliamente en pacientes
Éste ayuda a facilitar la tolerancia a la vía oral, la mo- críticos y han demostrado su eficacia en la prevención de
vilización del paciente y la realización de la fisioterapia la úlcera por estrés, neumonía relacionada con el venti-
pulmonar. lador y mortalidad, sin encontrar diferencias entre ellos.
Recomendación I, nivel de evidencia A Sin embargo, con los inhibidores H2 la rápida taquifilaxia
or su parte los antiin amatorios no esteroideos limita su eficacia.
(AINE) son los más administrados para el dolor agudo. En Recomendación IIa, nivel de evidencia A
un meta-análisis se demostró el efecto potencial de los
AINE para reducir el consumo de opiáceos en cerca del Sucralfato
. Aunque su eficacia analgésica está demostrada sus n un meta análisis de profilaxis de úlcera por estrés en
efectos adversos pueden presentarse, los más comunes de pacientes críticos la eficacia del sucralfato se comparó
los cuales son gastritis úlcera péptica insuficiencia re- con los inhibidores H2 en nueve estudios y con antiácidos en
nal, broncoespasmo mediado por leucotrienos y sangrado ocho protocolos. l sucralfato fue más eficaz que los in-
posoperatorio. En cuanto al uso de los inhibidores de la hibidores H2 ( . C . . ) e igual de
ciclooxigenasa II, se han vinculado con un mayor índice efectivo que los antiácidos ( . C .
de trombosis coronaria (valdecoxib/parecoxib). El rafe- 1.667). La aparición de neumonía en estos individuos fue
coxib tiene un claro nexo con mayor trombosis coronaria más frecuente con los inhibidores H2 (RM, 0.316 - 0.783) y
y cerebrovascular en la analgesia crónica, por lo que debe con los antiácidos ( . C . . ). ese
evitarse al máximo. a ello, existe poca evidencia que sustente con solidez el
La dosis regular de AINE puede atenuar la intensidad uso del sucralfato porque los estudios realizados incluyen
del dolor y minimizar el consumo de opioides; no obstan- un número no significativo de pacientes.
te, debido a sus efectos adversos, debe evitarse en suje- Recomendación IIa, nivel de evidencia B
tos con riesgo de sangrado úlcera péptica e insuficiencia
renal. Control glucémico
Recomendación clase I, nivel de evidencia A El control glucémico en los sujetos sometidos a una opera-
El paracetamol, al igual que los AINE, disminuye hasta ción cardiaca es parte integral de los cuidados posoperato-
en la utilización de los opioides en las primeras h rios su finalidad es disminuir la incidencia de infecciones
del posoperatorio; su efecto analgésico es mayor con la en tejidos blandos, mediastinitis y mortalidad. El control
administración intravenosa. estricto de la glucosa en estos pacientes todavía es contro-
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia A versial, con un estudio que sugiere una mayor mortalidad
20 Agustina Moreno-González et al

vinculada con hipoglucemia en las personas que utilizan incidencia de FA (por las vías intravenosa y oral). En un
insulina para mantener niveles óptimos de glucosa. Se meta análisis de estudios se confirmó que la amioda-
ha demostrado que la conservación de una glucosa por rona reduce la incidencia de A y úter auricular (riesgo
debajo de 200 mg/dl durante el periodo intraoperatorio relativo . C . a . ). n un estudio doble
reduce la mortalidad y la incidencia de infecciones. El ciego aleatorizado y controlado la profilaxis con amioda-
control estricto intraoperatorio de la glucosa se ha acom- rona para la prevención de FA (PAPABEAR) demostró una
pañado también de una menor morbilidad cardiopulmonar reducción del en aquellos pacientes que recibieron
y renal en pacientes diabéticos, mientras que la hiperglu- amiodarona ( mg/ g/día) seis días antes de la opera-
cemia durante el bypass cardiopulmonar se ha considera- ción en comparación con el grupo que recibió placebo.
do un factor independiente de una mayor mortalidad. Los La amiodarona es una terapéutica profiláctica apro-
niveles intraoperatorios de glucosa deben mantenerse por piada para individuos con alto riesgo posoperatorio de FA
debajo de 130 mg/dl; en el posoperatorio, el objetivo es y contraindicación para el uso de los bloqueadores .
preservar una glucosa menor de 110 mg/dl dentro de Recomendación clase IIb, nivel de evidencia A
las primeras 3 h del posoperatorio, con cifras de 90 a 110 mg/
dl, y evitar un descenso de la glucosa por debajo de 90
Antagonistas del calcio y digital
mg/dl para prevenir el riesgo de hipoglucemia. Se deben
Los antagonistas del calcio no han mostrado disminución
realizar determinaciones de la glucemia capilar en el pe-
de la incidencia de la A con su uso profiláctico. n dos
riodo intraoperatorio cada 30 min para ajustar la insulina;
meta-análisis, la digital no redujo la incidencia de las ta-
en la UCIC se deben tomar determinaciones de glucosa
quiarritmias posoperatorias en pacientes de revasculari-
por lo menos cada hora hasta alcanzar los niveles objetivo
zación coronaria. Sin embargo, puede administrarse de
(90-110 mg/dl) y posteriormente cada 2 h hasta suspender
forma conjunta con los bloqueadores . La digoxina al
la infusión de insulina y luego cada 4 h durante la estancia
igual que el verapamilo, es de Clase IIa para el control de
en terapia intensiva (es preciso aplicar insulina de acción
la frecuencia ventricular. No hay indicación para el uso
rápida si la concentración es mayor de 130 mg/dl); en los
profiláctico de la digital en la prevención de A.
pacientes que desarrollan hiperglucemia se recomienda
mantener glucemias de 90 a 110 mg/dl. Recomendación clase IIb, nivel de evidencia B
Recomendación clase I, nivel de evidencia A
Sulfato de magnesio
ofila i de a i mia e ha estudiado el empleo del magnesio como profiláctico
Las taquiarritmias en las primeras 24 h del posoperatorio de la FA, pero los resultaos han sido inconsistentes.
son poco comunes en relación con el posoperatorio tardío, Recomendación clase IIb, nivel de evidencia B
ya que pueden presentarse a las 48 h, sobre todo en per-
sonas sometidas a intervenciones valvulares. La arritmia Estatinas
auricular más frecuente es la es la fibrilación auricular A Algunos protocolos sobre la administración de las estatinas
que se identifica en a de los pacientes (aparece en el periodo preoperatorio de una intervención cardiaca
en de los individuos sometidos a revascularización en identificaron una disminución de la incidencia de isque-
a de los tratados con operaciones valvulares y en mia/infarto y menor mortalidad. Dotani y colaboradores
de los sujetos sometidos a ambas intervenciones). n demostraron en un estudio retrospectivo una reducción de
los pacientes postrasplantados se presenta en a . la mortalidad a los 60 días y un año tras la revasculariza-
Las bradiarritmias se han informado en . a . de los ción. Pan y colegas realizaron un estudio de cohorte retros-
enfermos y la taquicardia ventricular en un . a . en pectivo que incluía a 1 663 pacientes sometidos a revascu-
este último caso la mortalidad en los 30 días posteriores a larización: 943 individuos recibieron estatinas y 920 fueron
la operación es mayor. controles. Una vez realizado el ajuste en las diferencias
clínicas y demográficas entre los casos y controles se de-
lo eado e mostró una disminución del de la mortalidad por todas
La eficacia en la disminución de la A posoperatoria con las causas a los 30 días. Sin embargo, las publicaciones ac-
el uso de los bloqueadores solos o en combinación tuales no son concluyentes en cuanto al efecto benéfico
con otros antiarrítmicos (bloqueadores de los canales de del uso de las estatinas, ya que Subramaniam y colabora-
calcio y digital), está bien demostrada. Estos fármacos dores, así como Ali y Buth, no observaron una reducción de
deben administrarse en el perioperatorio, sobre todo en la morbimortalidad (incluidos FA e infarto al miocardio)
el caso de las personas intervenidas con una revasculari- de los pacientes tratados con revascularización.
zación coronaria, si no hay contraindicación para su uso. Hay muy pocos estudios prospectivos y aleatorizados
Recomendación clase I, nivel de evidencia A sobre el uso de las estatinas en la cirugía cardiaca; uno de
El fármaco más utilizado en los diferentes estudios es el los más recientes es el de Mannacio en el cual el grupo
metoprolol no existe una dosis específica aunque se han que utilizó rosuvastatina a 20 mg presentó un bajo pero sig-
prescrito dosis desde 12.5 mg cada 12 h hasta 100 mg cada nificativo número de pacientes que elevaron rop (
12 h. vs ) mioglobina ( vs ) y creatina cinasa ( vs
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia A ) en comparación con el grupo control.
Hindler analizó 10 estudios que incluían el consumo
Amiodarona de estatinas en la cirugía cardiaca y demostró una dismi-
La amiodarona se ha evaluado en numerosos estudios nución de del riesgo de mortalidad en los sujetos que
aleatorizados y ha demostrado una disminución de la recibieron estatina ( . vs . ).
Cuidados posoperatorios del paciente no complicado 21

Lia opoulos realizó un meta análisis que incluyó a Bibliografía


pacientes y observó una reducción significativa de la morta-
Aasbo JD, Lawrence AT, Krishnan K, et al. Amiodarone prophylaxis
lidad por todas las causas (2.2 vs . ) así como de presen-
reduces major cardiovascular morbidity and length of stay after
tación de un episodio vascular cerebral (2.1 vs 2.9), no así de cardiac surgery: a meta-analysis. Ann Intern Med 2005;143:327–
la presentación de infarto del miocardio e insuficiencia renal. 336.
Las dosis administradas no están estandarizadas, aunque la Albert MA. HNAE: preoperative evaluation for cardiac surgery. In:
mínima dosis utilizada en los diferentes estudios es de 20 mg Cohn LH editor. Cardiac surgery in the adult. rd ed. e or
(dosis máxima, 80 mg); si se eligen estos fármacos, es mejor McGraw-Hill 2008;261–280.
suministrar la dosis de 20 mg. Ali IS, Buth KJ. Preoperative statin use and outcomes following car-
Los hallazgos están limitados por la naturaleza retros- diac surgery. Int J Cardiol 2005;103:12–18.
Ali T, Harty R. Stress - induced ulcer bleeding in critically Ill Patients.
pectiva de los estudios y la falta de protocolización en la
Gastroenterol Clin N Am 2009;38:245–265.
medicación, dosis e inicio de tratamiento, además de Amar D. Prevention and management of perioperative arrhythmias
la estandarización de los resultados. in the thoracic surgical population. Anesthesiol Clin 2008;26:325–
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B 335.
American College of Critical Care Medicine: Critical care delivery in
the intensive care unit efining clinical roles and the best prac-
Alta de la UCIC tical model. Crit Care Med 2001;29:2007-2019.
La estancia promedio esperada para los pacientes con una André A, DelRossi A. Hemodynamic management of patients in the
first hours after cardiac surgery. Crit Care ed .
evolución satisfactoria en la UCIC es de 48 a 72 h, consi-
Aran i ha Adams H et al. redictors of atrial fibrillation
derando que el periodo crítico de la recuperación poso- after coronary artery surgery: current trends and impact on hos-
peratoria de la mayoría de estos pacientes cardiacos, una pital resources. Circulation 1996;94:390–397.
vez que abandonan el quirófano, comprende las primeras Ascione R, Reeves BC, Santo K, et al. Predictors of new malignant
24 a 36 h. Durante este tiempo debe restablecerse la es- ventricular arrhythmias after coronary surgery. J Am Coll Cardiol
tabilidad hemodinámica, disminuir el aporte farmacológi- 2004;43:1630–1638.
co si el paciente lo ha requerido y, por último, retirar la Baron JA, Sandler RS, Bresalier RS. A randomized trial of rofecoxib
vigilancia invasiva. for the chemoprevention of colorectal adenomas. Gastroentero-
logy 2006;131(6):1674–1682.
Bojar R. Manual of perioperative care in adult cardiac surgery. 4a ed.
Retiro de la vigilancia y procedimientos invasivos . lac ell publishing. p. .
Bombardier C, Laine L, Reicin A, et al. Comparison of upper gas-
Ventilación mecánica. Por lo general se exige un mínimo trointestinal toxicity of rofecoxib and naproxen in patients with
de 4 h de asistencia respiratoria mecánica para garantizar rheumatoid arthritis. N Engl J Med 2000;343:1520–1528.
una adecuada oxigenación y ventilación en aquellos suje- Bradley D, Creswell LL, Hogue CWJr, et al. Pharmacologic pro-
phylaxis: American College of Chest Physicians guidelines for the
tos que salen de quirófano aún con ventilación mecánica;
prevention and management of postoperative atrial fibrillation
la desconexión se logra en la mayor parte de los casos en after cardiac surgery. Chest 2005;128:39S–47S.
las 8 a 12 h del posoperatorio. Braman SS, Dunn SM, Amico CA, et al. Complications of intrahospital
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia A transport in critically ill patients. Ann Int Med 1987;107:469-473.
n la actualidad se prefiere todavía en procedimientos Connolly Cybuls y Lamy A et al. eta loc er Length of tay
quirúrgicos de bajo riesgo trasladar a los pacientes con in- (BLOS) Study. Double-blind, placebo controlled, randomized trial
tubación orotraqueal y luego extubarlos con seguridad en la of prophylactic metoprolol for reduction of hospital stay after
UCIC, de tal forma que se evitan así riesgos innecesarios. heart surgery the beta loc er Length of tay ( L ) trial. Am
Heart J 2003;145:226-232.
Recomendación clase IIb, nivel de evidencia B
Crystal Connolly lei et al. nterventions on prevention
of postoperative atrial fibrillation in patients undergoing heart
Accesos. El acceso arterial puede retirarse en cuanto se surgery: a meta-analysis. Circulation 2002;106:75–80.
consiga la estabilidad hemodinámica y, en condiciones Dacey LJ, Munoz JJ, Johnson ER, et al. Effect of preoperative aspirin
ideales, se retira en las primeras 12 a 24 h una vez que el use on mortality in coronary artery bypass grafting patients [see
paciente no depende ya de los vasopresores. comment]. Ann Thorac Surg 2000;70:1986- 1990.
Recomendación clase I, nivel de evidencia B Davison R, Hartz R, Kaplan K, et al. Prophylaxis of supraventricu-
Los accesos venosos periféricos y la sonda vesical se lar tachyarrhythmia after coronary bypass surgery with oral
verapamil: a randomized, double-blind trial. Ann Thorac Surg
deben retirar en las primeras 24 h.
1985;39:336–339.
Recomendación clase I, nivel de evidencia B oenst ijeysundera ar outi et al. Hyperglycemia during
Los drenajes mediastínicos los extrae el cirujano y deben cardiopulmonary bypass is an independent ris factor for morta-
obtenerse menos de 100 ml en 8 h, o 50 ml en 5 h, además de lity in patients undergoing cardiac surgery. J Thorac Cardiovasc
que las características de los líquidos deben ser serosas. Se Surg 2005;130:1144–1150.
solicita una radiografía de tórax en los pleurales. otani lnic i . ffect of preoperative statin therapy and car-
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B diac outcomes after coronary artery bypass grafting. Am J Car-
Los cables de los marcapasos epicárdicos se pueden diol 2000;86:1128–1130.
Eagle KA, Guyton RA, Davidoff R, et al. ACC/AHA 2004 guideline up-
retirar en cuanto se encuentre en ritmo estable y estabi-
date for coronary artery bypass graft surgery: a report of the
lidad hemodinámica, sin perder de vista que la falla en el American College of Cardiology/American Heart Association as
sensado y la captura ocurren aproximadamente al cuarto Force on Practice Guidelines (Committee to Update the 1999
o quinto días del posoperatorio. Guidelines for Coronary Artery Bypass Graft Surgery). Circulation
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B 2004;110:e340–437.
22 Agustina Moreno-González et al

Eagle KA, Guyton RA, Davidoff R, et al. ACC/AHA 2004 guideline up- Lecomte P, Foubert L, Nobels F, et al. Dynamic tight glycemic control
date for coronary artery bypass graft surgery: summary article. during and after cardiac surgery is effective, feasible, and safe.
A report of the American College of Cardiology/American Heart Anesth Analg 2008;107:51–58.
Association as orce on ractice uidelines (Committee to p- Lia opoulos Choi Halden ang L et al. mpact of preoperative
date the 1999 Guidelines for Coronary Artery Bypass Graft Sur- statin therapy on adverse postoperative outcomes in patients
gery). J Am Coll Cardiol 2004;44:e213–310. undergoing cardiac surgery: a meta-analysis of over 30,000 pa-
d ards H ngelman Houc et al. he ociety of horacic tients. Eur Heart J 2008;29:1548–1559.
Surgeons practice guideline series: antibiotic prophylaxis in car- Lin Chang C ing Hsu et al. he efficacy and safety of proton
diac surgery, part I: duration. Ann Thorac Surg 2006;81:397–404. pump inhibitors vs histamine-2 receptor antagonists for stress
Fernández AP, Carreño R. Manejo del postoperatorio de cirugía car- ulcer bleeding prophylaxis among critical care patients: a meta-
diaca. Principios de urgencias, emergencias y cuidados críticos. analysis. Crit Care Med 2010; 38:1197–1205.
2005. Editorial Médica Panamericana. p.95-106 Magder S, Potter B, De Varennes B, et al . Fluids after cardiac sur-
Filion K, Pilote L, Rahme E. Perioperative use of cardiac medical gery: a pilot study of the use of colloids versus crystalloids. Crit
therapy among patients undergoing coronary artery bypass graft Care Med 2010;38:2117-2124.
surgery: a systematic review. Am Heart J 2007;154:407. aisel H a n tevenson . Atrial fibrillation after cardiac
urnary A ao run emeier et al. Continuous infusion surgery. Ann Intern Med 2001;135:1061–1073.
reduces mortality in patients with diabetes undergoing co- Mangano DT. Cardiovascular morbidity and CABG surgery– a perspec-
ronary artery bypass grafting. J Thorac Cardiovasc Surg tive: epidemiology, costs, and potential therapeutic solutions. J
2003;125:1007–1021. Cardiovasc Surg 1995;10:366–368.
Gandhi G, Nuttall G, Abel M, et al. Intensive intra-operative insulin Mangano DT. Multicenter Study of Perioperative Ischemia Research
therapy versus conventional glucose management during cardiac Group. Aspirin and mortality from coronary bypass surgery. N
surgery. Ann Intern Med 2007;146:233–243. Engl J Med 2002;347:1309 -1317.
Giri S, White CM, Dunn AB, et al. Oral amiodarone for prevention of Mannacio VA, Iorio D. Lipid-lowering effect of preoperative statin
atrial fibrillation after open heart surgery the Atrial ibrillation therapy on postoperative major adverse cardiac events after
Suppression Trial (AFIST): a randomized placebo-controlled trial. coronary artery bypass surgery. J Thorac Cardiovasc Surg 2007;
Lancet 2001;357:830–836. 134:1143–1149.
Goldman S, Copeland J, Moritz T, et al. Improvement in early saphe- athe ar s avino et al. Atrial fibrillation follo ing coro-
nous-vein graft patency after coronary-artery bypass-surgery nary artery bypass graft surgery: predictors, outcomes, and re-
with antiplatelet therapy—results of a Veterans Administration source utilization: Multicenter Study of Perioperative Ischemia
Research Group. JAMA 1996;276:300–306.
Cooperative Study. Circulation 1988;77:1324-1332.
McIlroy Dr, Kharasch ED. Acute intravascular volume expansion with
Guidelines Committee of the American College of Critical Care Me-
rapidly administered crystalloid or colloid in the setting of mod-
dicine: Society of Critical Care Medicine and American Associa-
erate hypovolemia. Anesth Analg 2003;96:1572-1577.
tion of Critical Care urses ransfer uidelines as orce ui-
McQuay H, Moore A. Oral tramadol versus codeine and combination
delines for the transfer of critically ill patients. Crit Care Med
analgesics. In: McQuay H, Moore A, editors. An evidence based
1993;21:931-937.
resource for pain relief; oral analgesic league table. Oxford
Haupt e es C rilli et al. uidelines on critical care services
(UK): Oxford University Press; 1999;140–145.
and personnel: recommendations based on system of categori-
Mitchell LB, Exner DV, Wyse DG, et al. Prophylactic Oral Amiodarone
zation of three levels of care. Crit Care Med 2003;31:2677-2683.
for the Preventionof Arrhythmias that Begin Early After Revascu-
Hindler K, Shaw AD, Samuels J, et al. Improved postoperative out-
larization, Valve Replacement, or Repair (PAPABEAR): A random-
comes associated with preoperative statin therapy. Anesthesiol-
ized controlled trial. JAMA 2005;294:3093–3100.
ogy 2006;105:1079–1080. Myles PS, Daly D. A systematic review of the safety and effectiveness
Iglesias R. Cuidados perioperatorios en cirugía cardiovascular. Buenos of fast trac cardiac anesthesia. Anesthesiology
Aires: Editorial Médica Panamericana 2000. 987.
Insel J, Weissman C, Kemper M, et al. Cardiovascular changes during Nussmeier NA, Welton AA, Brown MT, et al. Complications of the cy-
transport of critically ill and postoperative patients. Crit Care clooxygenase-2 inhibitors parecoxib and valdecoxib after cardiac
Med 1986;14:539-542. surgery. N Engl J Med 2005;352:1081–1091.
sa son Hubbard . Chapter on nonsteroidal anti in ammatory Ouattara A, Lecomte P, Le Manach Y, et al. Poor intra-operative
drugs. Anaesthetic pharmacology: physiologic principles blood glucose control is associated with a worsened hospital out-
and clinical practice. Oxford (UK): Churchill Livingsto- come after cardiac surgery in diabetic patients. Anesthesiology
ne;2004;447–448. 2005;103:687–694.
ones H Hannan L Hammermeister et al. dentification of Pan W, Pintar T, Anton J, et al. Statins are associated with a reduced
preoperative variables needed for ris adjustment of short term incidence of perioperative mortality after coronary artery by-
mortality after coronary artery bypass graft surgery. he or ing pass graft surgery. Circulation 2004;110(11 Suppl 1):1145–1149.
Group Panel on the Cooperative CABG Database Project. J Am Patel J, Stoner J, Owora A, et al. Evidence for using clopidogrel alone
Coll Cardiol 1996;28:1478–1487. or in addition to aspirin in post coronary artery bypass surgery
Kehlet H. Acute pain control and accelerated postoperative surgical patients. Am J Cardiol 2009;103:1687–1693.
recovery. Surg Clin North Am 1999;79:431–443. Pavri BB, O’Nunain SS, Newell JB, et al. Prevalence and prognostic
ollef H harpless L lasni et al. he impact of nosocomial significance of atrial arrhythmias after orthotopic cardiac trans-
infections on patient outcomes following cardiac surgery. Chest plantation. J Am Coll Cardiol 1995;25:1673–1680.
1997;112:666–675. erel oberts earson . Colloids versus crystalloids for uid
Konstantatos A, Silvers A, Myles P. Analgesia best practice after car- resuscitation in critically ill patients. Cochrane Database of Sys-
diac surgery. Anesthesiol Clin 2008;26:591–602. tematic Reviews 2007.
Kowey PR, Taylor JE, Rials SJ, et al. Meta-analysis of the effective- Reade MC. Temporary epicardial pacing after cardiac surgery: a prac-
ness of prophylactic drug therapy in preventing supraventricular tical review. Part 1: General considerations in the management
arrhythmia early after coronary artery bypass grafting. Am J Car- of epicardial pacing. Anaesthesia 2007;62:264-271.
diol 1992;69:963–965. Remy C, Marret E, Bonnet F. Effects of paracetamol on mor-
Lauer agle A uc ley et al. Atrial fibrillation follo ing co- phine side-effects and consumption after surgery: meta-
ronary artery by-pass surgery. Prog Cardiovasc Dis 1989;31:367– analysis of randomized controlled trials. Br J Anaesth
378. 2004;94(4):505–513.
Cuidados posoperatorios del paciente no complicado 23

Roediger L, Larbuisson R, Lamy M. New approaches and old contro- Tryba M. Sucralfate versus antacids or H2-antagonists for stress ulcer
versies to postoperative pain control following cardiac surgery. prophylaxis a meta analysis on efficacy and pneumonia rate.
Eur J Anaesthesiol 2006;23:539–550. Crit Care Med 1991;19:942–949.
Shiga T, Wajima Z, Inoue T, et al. Magnesium prophylaxis for arr- Van den Berghe G. Does tight blood glucose control during cardiac
hythmias after cardiac surgery: a meta-analysis of randomized surgery improve patient outcome? Ann Intern Med 2007;146:307–
controlled trials. Am J Med 2004;117:325–333. 308.
Silverstein FE, Faich G, Goldstein JL, et al. Gastrointestinal toxicity a e Cheng C. ostoperative intensive care in cardiac surgery.
ith celecoxib vs nonsteroidal anti in ammatory drugs for os- Curr Opin Anaesthesiol 2001;14:41-45.
teoarthritis and arthritis (CLASS). JAMA 2000;284:1247–1255. Wallace A, Cason B. Association of the pattern of use of periope-
Stein PD, Schunemann HJ, Dalen JE, et al. Antithrombotic therapy rative bloc ade and postoperative mortality. Anesthesiology
in patients with saphenous vein and internal mammary artery 2010;113:794–805.
bypass grafts: the Seventh ACCP Conference on Antithombotic Warren J, Fromm R, Orr R, et al. Guidelines for the inter-and in-
and Thombolytic Therapy. Chest 2004;126:600S– 608S. trahospital transport of critically ill patients. Crit Care Med
Stein PD, Schunemann HJ, et al. Antithrombotic therapy in patients 2004;32:256-262.
with saphenous vein and internal mammary artery grafts. The Webb A, Leong S. The addition of tramadol infusion to patient con-
Seventh ACCP Conference on Antithombotic and Thombolytic trolled analgesia with morphine after abdominal surgery: a dou-
Therapy. Chest 2004;126:600S-608S. ble-blinded, placebo-controlled randomized trial. Anesth Analg
Subramaniam K, Koch CG, Bashour A, et al. Preoperative statin in- 2002;95:1713–1843.
ta e and morbid events follo ing isolated coronary artery bypass Williams DB, Misbach GA, Kruse AP, et al. Oral verapamil for pro-
grafting. J Clin Anesth 2008;20:4–11. phylaxis of supraventricular tachycardia after myocardial re-
Topol EJ, Lerman BB, Baughman KL, et al. De novo refractory ven- vascularization: a randomized trial. J Thorac Cardiovasc Surg
tricular tachyarrhythmias after coronary revascularization. Am J 1985;90:592–596.
Cardiol 1986;57:57–59. Yazigi A, Rahbani P, Zeid HA, et al. Postoperative oral amiodarone as
ramer illiams Carroll et al. Comparing analgesic effi- prophylaxis against atrial fibrillation after coronary artery sur-
cacy of nonsteroidal anti in ammaroty drugs given by different gery. J Cardiothorac Vasc Anesth 2002;16:603–606.
routes in acute and chronic pain: a qualitative systematic re-
view. Acta Anaesthesiol Scand 1998;42:71–79.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl 1.):24-29

www.elsevier.com.mx

Hemorragia mayor de lo habitual


Sergio Arévalo-Espinoza,1 Raúl Izaguirre-Ávila,2 Valentín Herrera-Alarcón,2
Ulises Cerón-Díaz,2 Eduardo Bucio-Reta,2 Manuel Ruiz-Goytortua2
1
Coordinador
2
Participante

efinición y causas médicas o por coagulopatía. Los pacientes se


incluyen dentro de las causas quirúrgicas si en el momen-
La definición de hemorragia mayor de lo habitual (H H) to de la reexploración se identifica un sitio específico de
es muy variable ya que diversos autores difieren en rela- sangrado puede controlarse por medios quirúrgicos y se
ción con la cantidad y el tiempo de sangrado permisibles. reduce más del 80% el gasto de las sondas torácicas. El
ambién se la conoce como hemorragia anormal excesiva control quirúrgico se definió como la aplicación de sutu-
o microvascular. n realidad la hemorragia es un episodio ras cauterio eléctrico o un sellador de fibrina para uno o
esperado luego de la práctica de una operación cardiaca más puntos hemorrágicos. La hemorragia microvascular es
siempre que no rebase ciertos límites en términos de can- un sangrado difuso sin una fuente quirúrgicamente corre-
tidad y tiempo sin embargo cuando la hemorragia supera gible y a simple vista la sangre no coagula (Tabla 1).
estos parámetros se la debe considerar una complica-
ción es entonces una hemorragia mayor de lo habitual
un término que aceptó de manera uniforme el grupo de Etiología
expertos que participó en el panel. Las causas de la H H después de un procedimiento cardia-
Con base en la evidencia publicada disponible y el co son diversas y pueden relacionarse con la complejidad
consenso del grupo se estableció que en presencia de quirúrgica el uso de heparina antiplaquetarios y anticoagu-
esta complicación era necesario tomar medidas para con- lantes durante la operación la coexistencia de aberra-
trolarla de acuerdo con los siguientes criterios hemorra- ciones hemostáticas múltiples que se producen durante
gia ml la primera hora después de la intervención el bypass cardiopulmonar la lesión de la pared de los va-
ml en la segunda hora y ml de la tercera hora sos durante la intervención y la calidad del tejido sub-
en adelante. Hay que considerar que esta complicación yacente posterior al procedimiento quirúrgico. ambién
sólo se presenta en las primeras h posteriores al acto pueden intervenir defectos adquiridos en la hemostasia
quirúrgico de manera más específica en las primeras entre ellos coagulopatía por hipotermia hemodilución o
h cuando se la identifica y se trata. fibrinólisis anormal contribución anormal de las plaque-
na característica de la H H es que puede ser secun- tas a la hemostasia debido al consumo previo de antipla-
daria al manejo quirúrgico o a la reexploración del pa- quetarios activación de las plaquetas por el circuito del
ciente por lo que pueden reconocerse causas quirúrgicas bypass consumo o pérdida de plaquetas. A pesar de la

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Hemorragia mayor de lo habitual 25

Tabla 1. iagnóstico. hipotermia. n el caso de la cirugía de revascularización


coronaria en la que se utilizan las dos arterias mamarias
1. Hemorragia mayor de lo habitual es el término que debe describir esta la tasa de hemorragia es mayor que en los procedi-
complicación mientos que emplean una sola arteria mamaria o bien in-
2. Criterios para diagnosticar la hemorragia mayor de lo habitual: jertos venosos de safena. Asimismo el reemplazo valvular
t Primera hora: drenaje de sangre en una cantidad > 300 ml aórtico con autoinjerto pulmonar (procedimiento de oss)
t Segunda hora: > 200 ml es técnicamente una operación más difícil con una tasa
t Tercera hora en adelante: > 100 ml mayor de sangrado y necesidad de realizar una reexplora-
(en las primeras 12 a 24 h tras la operación) ción quirúrgica y una tasa más elevada de mortalidad. La
3. La hemorragia mayor de lo habitual puede tener una causa médica disfunción hemostática y las anormalidades de la coagu-
(coagulopatía) y una causa quirúrgica lación concomitantes son comunes en sujetos sometidos
a la implantación de dispositivos de asistencia ventricular
o corazones artificiales.

Causas de la hemorragia relacionadas con el mé-


reversión completa de la heparina y la administración de
dico
agentes antifibrinolíticos el sangrado excesivo todavía
Las prácticas quirúrgicas difieren ampliamente y pueden
ocurre.
in uir en la hemorragia perioperatoria y la necesidad
La H H se ha vinculado con una duración de la circu-
de efectuar una transfusión. xisten diferencias en la
lación extracorpórea mayor de . h ( min) pro-
aplicación consistente de criterios homogéneos para el
cedimientos repetidos o combinados disfunción renal
uso de sangre en el perioperatorio entre médicos y en
edad avanzada área de superficie corporal pequeña y
distintos centros hospitalarios; algunas medidas son con-
utilización de anticoagulantes o antiplaquetarios. es-
servadoras y otras liberales para su empleo. Las diferen-
de la demostración del beneficio de A A en el curso de
cias en los patrones de prácticas relacionadas con el
la isquemia aguda y el infarto al miocardio el cirujano
reconocimiento corrección y exploración en el caso de
debe enfrentar el riesgo incrementado de encontrar un
una hemorragia posoperatoria excesiva también contri-
sangrado mediastínico en la cirugía de revasculariza-
buyen a la amplia variabilidad de uso de los productos
ción miocárdica.
sanguíneos.
La H H posoperatoria resistente al tratamiento com-
plica un número significativo de procedimientos de la ci-
rugía cardiaca e incrementa tanto la morbilidad como la Causas de la hemorragia relacionadas con los
mortalidad. xisten medidas convencionales que afectan fármacos
la hemostasia desde la reexploración quirúrgica hasta la Es razonable suspender las tienopiridinas de cinco a siete días
administración de productos sanguíneos. n algunos ca- antes del procedimiento quirúrgico para limitar la pérdida de
sos la hemorragia intratable persiste y ello obliga a insti- sangre y las necesidades de transfusión aunque es necesario
tuir alternativas de tratamiento. Las causas pueden divi- tomar precauciones al suspender súbitamente los antipla-
dirse como sigue: quetarios en pacientes portadores de stent liberadores de
1. Causas de la hemorragia relacionadas con el paciente. fármacos. Esto puede precipitar trombosis del stent por lo
2. Causas de la hemorragia relacionadas con el proce- que el equipo quirúrgico debe instituir medidas para evitarlo.
dimiento. Lo anterior puede incluir hospitalización del paciente y el
3. Causas de la hemorragia relacionadas con el médico. cambio de la tienopiridina por un inhibidor b/ a de acción
4. Causas de la hemorragia relacionadas con los fárma- corta por unos pocos días antes de la intervención.
cos. Nivel de evidencia B
s razonable discontinuar los antiplaquetarios de baja
Causas de la hemorragia relacionadas con el pa- intensidad (ácido acetilsalicílico) en pacientes electivos y
sin síndrome coronario agudo antes de la operación con la
ciente
esperanza de que la transfusión sanguínea sea reducida.
on los pacientes que tienen trombocitopenia (número de
Nivel de evidencia A.
plaquetas ) con una respuesta excesiva al áci-
uchos fármacos antiplaquetarios y antitrombóticos
do acetilsalicílico u otros fármacos antiplaquetarios. e
de alta intensidad como el activador tisular del plas-
manifiesta por pruebas de función plaquetaria anormal
minógeno estreptocinasa heparinas de bajo peso mo-
tiempos de sangrado prolongados y defecto cualitativo de
lecular inhibidores de los receptores A inhibidores
las plaquetas constituye un grupo de individuos con ele-
directos de la trombina inhibidores de las glucoproteí-
vado riesgo de hemorragia. or lo tanto las técnicas de
nas plaquetarias se relacionan con un incremento de la
conservación de sangre tienen la mayor importancia en la
hemorragia en la cirugía de corazón en consecuencia
cirugía de este grupo de enfermos.
está indicado suspender estos medicamentos un tiempo
Nivel de evidencia B
razonable (cinco a siete días antes de la intervención)
de acuerdo con su vida media y capacidad de revertir sus
Causas de la hemorragia relacionadas con el pro- efectos. La heparina no fraccionada es el único fármaco
cedimiento que sí puede suspenderse inmediatamente antes de la
Corresponden sobre todo a procedimientos de rein- operación (Tabla 2).
tervención urgentes o que requieren la inducción de Nivel de evidencia C.
26 ergio Arévalo spinoza et al

Tabla 2. Etiología. Tabla 3. Pacientes de alto riesgo.

Las causas de la hemorragia mayor de lo habitual en cirugía cardiaca son Identificar al paciente con alto riesgo de hemorragia mayor de lo habitual.
diversas
Solicitar la valoración de un hematólogo experimentado en este tipo de
Causas de la hemorragia relacionadas con el paciente: problemas
t Trombocitopenia
t Respuesta excesiva al ácido acetilsalicílico
t Defecto cualitativo de las plaquetas
Causas de la hemorragia relacionadas con el médico:
t Variabilidad en las prácticas quirúrgicas
Causas de la hemorragia relacionadas con el procedimiento: Criterios de reexploración por sangrado
t Reintervención quirúrgica
t Tiempo de circulación extracorpórea prolongado (> 150 min) Los sujetos que tienen criterios para reexploración son
t Cirugía de emergencia aquellos que experimentan sangrado ml en la pri-
t Uso de hipotermia mera hora ml/h por h ml/h por h y
t Empleo de doble mamaria en cirugía de coronarias ml/h en las primeras 4 h. Para ello es preciso primero
t Procedimientos quirúrgicos más complejos
corregir las anormalidades de coagulación. La morbilidad
t Dispositivos de asistencia ventricular
y mortalidad en estos enfermos son mayores dado que
Causas de la hemorragia relacionadas con los fármacos: se exponen a un mayor número de productos sanguíneos
t Consumo de tienopiridinas una mayor incidencia de síndrome de bajo gasto cardiaco
t Antiplaquetarios antes de la operación
insuficiencia renal tiempo de ventilación mecánica sep-
t Antitrombóticos de alta intensidad
sis estancia prolongada en la unidad de cuidados intensi-
vos y una mayor mortalidad (hasta cinco veces más que
la mortalidad esperada según algunas publicaciones).

Diagnóstico
Valoración hematológica preoperatoria
Pruebas de coagulación convencionales
i se toma en cuenta que la H H es la primera causa de
La hemorragia es a menudo etiológicamente multifacto-
morbilidad en la cirugía cardiaca que se indican productos
rial pero se consideran los siguientes criterios para esta-
sanguíneos en un 30% por lo menos de los pacientes some-
blecer una causa originada en defectos de la coagulación
tidos a una revascularización coronaria y que la causa es • iempo de protrombina ( )/ (International nor-
multifactorial los grupos hospitalarios que atienden a estos malized ratio) s o . veces el control normal.
pacientes deben identificar en su evaluación preoperatoria • iempo parcial de tromboplastina ( ) o tiempo de
a los sujetos con alto riesgo de sufrir sangrado ya que re- tromboplastina parcial activado ( A) s o .
quieren una evaluación preoperatoria por un hematólogo y veces el control normal.
las medidas necesarias para evitar el sangrado reducir sus • ecuento de plaquetas si hay hemorragia
efectos y prever las medidas terapéuticas de una forma di- o si no la hay.
rigida. También es necesario documentar en el expediente • ibrinógeno mg/dl o a mg/dl si es refrac-
clínico del paciente esta valoración y las medidas institui- tario al uso de plaquetas y plasma fresco congelado.
das con la finalidad de prevenir una mayor morbilidad y • ivel del dímero que es un producto de la degrada-
mortalidad en este grupo de individuos. or lo tanto deben ción de la fibrina su presencia indica un proceso de
identificarse en el preoperatorio a las personas de alto ries- fibrinólisis posterior a una trombosis y su valor normal
go y aplicar medidas efectivas en términos del costo para no debe ser mayor de ng/ml.
solicitar formas de conservación de sangre. • Los productos de la degradación del fibrinógeno o
e consideran pacientes de alto riesgo de H H los su- (proteínas y ) que son fragmentos proteicos so-
jetos son problemas hematológicos conocidos con altera- lubles formados por la acción proteolítica de la plasmina
ciones en exámenes de laboratorio operaciones cardiacas sobre la fibrina o el fibrinógeno y que dañan profun-
de reintervención procedimientos urgentes personas en damente el proceso hemostático son la causa princi-
quienes se anticipa una circulación extracorpórea pro- pal de la hemorragia en la coagulación intravascular y
longada ( min) individuos sometidos a hipotermia la fibrinólisis. u elevación indica anormalidad y valores
profunda procedimientos quirúrgicos complejos (revascu- normales no deben ser mayores de g/dl.
larización coronaria con recambio valvular cirugía de • Las pruebas estándar que deben solicitarse en todo
aorta doble valvular en sujetos con congestión hepática paciente programado para una operación de cirugía
crónica) pacientes programados para la colocación de cardiaca en el posoperatorio inmediato y que sirven
dispositivos de asistencia ventricular o corazones artifi- para identificar alteraciones comunes de la coagula-
ciales e individuos en quienes no pueden suspenderse los ción son plaquetas y fibrinógeno.
antiagregantes plaquetarios potentes. • Todas estas alteraciones hemostáticas deben inter-
En este grupo particular de pacientes debe existir un pro- pretarse en el contexto de un paciente con H H si
tocolo de atención que incluya al hematólogo y que acate no hay hemorragia no debe intentarse la corrección
las indicaciones para minimizar esta complicación (Tabla 3). de estas anormalidades de laboratorio (Tabla 4).
Hemorragia mayor de lo habitual 27

Tabla 4. Laboratorio. Tabla 5. Tromboelastografía.

Las pruebas de coagulación convencionales siempre deben estar disponibles Es un método diagnóstico que permite evaluar la coagulación en tiempo real y
e incluyen tiempo de protrombina (TP), tiempo parcial de tromboplastina (TPT), mide la función y la calidad de la coagulación
recuento plaquetario, nivel de fibrinógeno en sangre
Se consideran anormales:
t TP y TPT (INR = Índice normalizado internacional) > 1.5 veces el testigo
t Plaquetas < 100 000
t Fibrinógeno < 100 mg/dl de la causa de la hemorragia en tiempo real y hace posi-
Son pruebas adicionales, y necesarias para un correcto análisis de la ble disminuir los requerimientos de transfusión por el uso
coagulación, en el contexto de un paciente con hemorragia mayor de lo de la tromboelastografía (Tabla 5).
habitual:
t El dímero D
t Productos de la degradación del fibrinógeno Tratamiento
Su interpretación y corrección deben relacionarse siempre en el contexto de l tratamiento médico inicial incluye la transfusión de pla-
la hemorragia mayor de lo habitual, y no está justificado su corrección en quetas en forma empírica y protamina cuando esté indica-
ausencia de sangrado do; el plasma fresco congelado debe solicitarse con posterio-
ridad puede ser necesaria la transfusión de paquete globular
en este escenario. En la hemorragia más grave se administran
plasma fresco congelado y plaquetas de manera simultánea
en forma empírica. ólo de manera ocasional se utilizan crio-
precipitados y factor activado cuando fracasa el uso de
Tromboelastografía plasma y plaquetas. os situaciones exigen un regreso urgen-
s el método que cuantifica las propiedades viscoelásticas te al quirófano la hemorragia excesiva y persistente y el
de la sangre. El tromboelastograma es un dispositivo compu- taponamiento cardiaco.
tarizado que determina las propiedades viscoelásticas de
la sangre de una forma dinámica y global ya que docu-
Protamina
menta la integración de las plaquetas con la cascada de la
El sulfato de protamina es un fármaco indicado para re-
coagulación. sta prueba se realiza in vitro y emplea una
vertir por unión molecular los efectos anticoagulantes
cubeta o copa en la cual se depositan 0.36 cm3 de sangre
de la heparina. Hoy en día se produce a través de bio-
la cual se gradúa previamente de acuerdo con la tempera-
tecnología recombinante. Este medicamento está indi-
tura del paciente y durante un periodo de s. La muestra
cado para el tratamiento de pacientes con hemorragia
se somete a un proceso de rotación y oscilación a .
por sobredosis de heparina en pacientes sometidos a
La sangre depositada en la copa se encuentra en contacto
un procedimiento cardiovascular con circulación extra-
con un pin el cual se halla suspendido libremente dentro
de la muestra y a su vez conectado por su extremo distal corpórea que necesitan neutralizar el efecto de la he-
a una guía o cable de torsión que lo hace girar a medi- parina utilizada.
da que la sangre se coagula modifica la resistencia del n la actualidad el uso de la circulación extracorpó-
pin; estas variaciones obtenidas por las características rea en la que se utilizan grandes cantidades de hepari-
del coágulo y su etapa evolutiva las registra un transduc- na para evitar la coagulación de la sangre en el circuito
tor electromecánico que convierte la rotación del pin en extracorpóreo se vigila a través del tiempo de coagula-
una señal eléctrica y documenta así las distintas etapas ción activado ( CA) al inicio de la operación y antes de
de la coagulación es decir la formación de la fibrina la la administración de heparina se toma un control que
retracción del coágulo la agregación plaquetaria y la lisis debe ser normal luego se vigila el CA hasta alcanzar las
del coágulo. cifras deseadas de anticoagulación requerida y al final
Las diferentes etapas de la coagulación se verifican en sus de la operación se obtiene otro control a continuación
respectivos momentos mediante el uso de siete variables o se neutraliza la heparina circulante por lo que se toma
tiempo de reacción o tiempo de coagulación ángulo A un CA final al terminar la circulación extracorpórea el
o amplitud máxima L e índice de coagulación. cual se espera normal lo que indica que toda la heparina
l uso de un tromboelastógrafo es una prueba muy utilizada se ha neutralizado con heparina. i se considera
útil dado que puede utilizarse en quirófano y en la uni- esto y que la protamina se une a la heparina (aunque si
dad de cuidados intensivos sus resultados se obtienen en se administra en ausencia de heparina circulante puede
poco tiempo y permite tomar decisiones en tiempo real actuar como anticoagulante) su uso en el transoperatorio
como desventaja debe mencionarse su bajo poder de pe- es aceptable y útil en el posoperatorio en el caso de un
netración en éxico. paciente con un TCA normal; puede ser cuestionable su
ado que la hemorragia anormal o excesiva después utilidad si se emplea de forma empírica.
de una operación cardiaca ocurre en a de los or otro lado la protamina no es benigna y puede
pacientes se requiere una reexploración quirúrgica en causar hipotensión durante su administración sobre todo
aproximadamente de los casos en los cuales se iden- en pacientes diabéticos. Esta inestabilidad hemodinámi-
tifica una hemostasia inadecuada en alrededor del al ca resulta de la liberación de tromboxano que induce
de los sujetos con un incremento de la mortalidad vasoconstricción pulmonar bradicardia e hipotensión y
de tres a cuatro veces. s muy útil guiar el tratamiento produce una insuficiencia cardiaca derecha (Tabla 6).
28 ergio Arévalo spinoza et al

Tabla 6. Protamina Tabla 7. Antifibrinolíticos

La protamina se utiliza para revertir el efecto de la heparina circulante y Los antifibrinolíticos similares a los análogos de la lisina, como el ácido
neutralizarla aminocapróico, se utilizan desde hace muchos años
Su uso está justificado en el transoperatorio y con vigilancia del tiempo de El ácido tranexámico y la aprotinina no están disponibles en México
coagulación activado
Su uso de recomienda sólo cuando existe evidencia directa o indirecta del
efecto de heparina (TPT prolongado con dosis insuficiente de protamina en el
transoperatorio o cuando existe corrección de la R con el uso de heparinasa con inhibidores de los factores o . l r a se ha
en el tromboelastograma) estudiado de manera prospectiva en diversas operaciones
electivas incluidas las prostatectomías retropúbicas re-
Antes de su administración se recomienda revisar los registros
transoperatorios de anestesia en búsqueda de reacciones adversas al uso de sección hepática e intervenciones cardiacas. stos estu-
protamina que limiten su uso dios pequeños han mostrado una reducción de los reque-
rimientos de transfusión en los pacientes tratados pero
un bajo beneficio en la mortalidad o la mejoría a largo
plazo. s claro que se requieren estudios bien diseñados
con ensayos clínicos que prueben una hipótesis para guiar
a los clínicos en el quirófano la unidad de cuidados inten-
Antifibrinol ticos sivos de esta manera es posible considerar la aplicación
La terapia antifibrinolítica con derivados de la lisina (ácido de este potente pero costoso fármaco y cuyo uso puede
aminocaproico ácido tranexámico) o los inhibidores de las provocar morbilidad.
proteasas como la aprotinina han sido las principales medi- ritapepe y colaboradores demostraron que la terapia
das para reducir las pérdidas sanguíneas perioperatorias en de rescate con r a es efectiva para reducir los requeri-
la cirugía cardiaca e intervenciones de alto riesgo. mientos de transfusión corregir la coagulopatía y contro-
Los análogos de la lisina como el ácido aminocaproico lar la hemorragia que pone en riesgo la vida en individuos
y el ácido tranexámico están indicados como intervencio- con disección aórtica aguda que requirieron una opera-
nes terapéuticas para limitar la necesidad de transfusión ción con paro circulatorio hipotérmico profundo. odos
y disminuir la hemorragia su perfil de seguridad es mejor los pacientes recibieron ácido tranexámico y r a en el
que el de la aprotinina. cuarto de operaciones o la unidad de cuidados intensivos
Recomendación clase I, nivel de evidencia A al final de un protocolo de transfusión en el cual la he-
l ácido aminocaproico es un fármaco que ha superado morragia significativa fue evidente a pesar de la reanima-
la prueba del tiempo y su uso e indicaciones han cambiado ción radical y la exploración quirúrgica exhaustiva. Cuatro
pero hoy en día es útil en estos escenarios uso en quirófa- personas necesitaron una segunda dosis del medicamento
debido a persistencia de la hemorragia.
no apoyo en la tromboelastografía y pacientes con factor de
n cuanto al uso del factor r a casi toda su experien-
riesgo como son la circulación extracorpórea prolongada y la
cia es empírica. Hasta que no se disponga y documente una
insuficiencia hepática a la que puede añadirse la congestión
mayor evidencia el uso de este fármaco debe ponderarse en
pasiva crónica del hígado (Tabla 7).
relación con su riesgo y beneficio y sólo se recomienda como
terapia de rescate para hemorragia grave intratable sin una
Desmopresina fuente quirúrgica reconocida y sin respuesta al tratamiento
l uso del acetato de desmopresina ( A ) es poco ra- regular después de procedimientos cardiacos que utilizan
zonable para atenuar la hemorragia excesiva en ciertos circulación extracorpórea.
pacientes con disfunción plaquetaria específica y que e necesitan estudios prospectivos multicéntricos
responden a estos agentes (disfunción plaquetaria causa- controlados por placebo y doble ciego con un adecuado
da por la circulación extracorpórea disfunción plaqueta- poder estadístico específicamente en el campo de la ciru-
ria urémica enfermedad de von illebrand tipo ). gía cardiaca con paro circulatorio e hipotermia profunda.
Recomendación clase IIb, nivel de evidencia B sta área es pequeña y el riesgo de morbilidad (insuficien-
l uso profiláctico sistemático del A no es reco- cia renal aguda y enfermedad vascular cerebral) y mor-
mendable para reducir la hemorragia o la indicación de talidad son elevados. l alto costo del r a (alrededor
transfusión después de una operación cardiaca en la que de dólares para una dosis simple de g/ g en un
se utiliza circulación extracorpórea. paciente de g) y las circunstancias extremas para las
Clase de indicación III, nivel de evidencia A que se administra deben convertir en un reto para los co-
umerosos estudios incluidos tres meta análisis que mités de revisión institucionales la aprobación de su uso.
evalúan la eficacia de utilizar A para limitar la he- or último debe señalarse que la administración de fac-
morragia en cirugía cardiaca no fundamentan su uso en tor r a debe utilizarse como terapia de rescate y como
forma profiláctica. dato adicional nunca en sujetos mayores de años.

Factor VII recombinante


Conclusiones
l de marzo de la U.S. Food and Drug Adminis-
tration aprobó el uso del factor a recombinante (r a) La H H figura dentro de las principales complicaciones de
para la hemorragia en pacientes con hemofilia A o o la cirugía cardiaca su efecto en el pronóstico establece la
Hemorragia mayor de lo habitual 29

Tabla 8. esumen de recomendaciones en H H. alsam L ime A elletier . actor eight inhibitor bypas-
sing activity ( A) for refractory bleeding in cardiac
Clase de Nivel de surgery revie of clinical outcomes. Card urg
Recomendación 23:614-621.
recomendación evidencia
ro n ir meyer Connor . eta analysis comparing the
Usar una hoja de cuantificación del sangrado y effectiveness and adverse outcomes of antifibrinolytic agents in
IIa C
valorar las medidas para minimizar el sangrado cardiac surgery. Circulation .
Criterio para la reexploración quirúrgica Castells olina Hernández érez . armacología en enfermería
(previa corrección de las alteraciones de la da . dición. spaña lsevier spaña p. .
coagulación): el Campo A A Heredia y amos Cano H et al. valuación de
t Primera hora: > 500 ml IIa B factores predisponentes para el sangrado mediastinal en cirugía
t Segunda hora: > 400 ml/h de revascularización miocárdica. apel del ácido acetilsalicílico
t Tercera hora: > 300 ml/h otros agregantes antiplaquetarios y anticoagulantes. Arch Car-
t Cuarta hora: > 200 ml/h diol ex ( ) .
espotis ilos oys et al. actors associated ith ex-
Realizar pruebas de coagulación cessive postoperative blood loss and hemostatic transfusion re-
convencionales: quirements a multivariate analysis in cardiac surgical patients.
t Tiempo de protrombina (TP) Anesth Analg . isponible en http //circ.ahajour-
I B
t Tiempo parcial de tromboplastina (TPT) nals.org/manual/manual_IIstep6.shtml
t Fibrinógeno ngoren C Habib H acharias A et al. ffect of blood transfusion
t Recuento plaquetario on long term survival after cardiac operation. Ann horac urg
Uso del tromboelastógrafo en quirófano y en la 2002;74:1180-1186.
IIa C ergusson A Hébert C azer C et al. A comparison of aprotinin
unidad de cuidados intensivos
and lysine analogues in high ris cardiac surgery. ngl ed
Administración de protamina con un tiempo de 2008;358: 2319-2331.
coagulación activado normal, aún en presencia III C erraris A. erioperative blood transfusion and blood conservation
de hemorragia in cardiac surgery he ociety of horacic urgeons and the o-
Uso del ácido aminocaproico para limitar ciety Cardiovascular Anesthesiologists Clinical ractice uideli-
la necesidad de transfusión y disminuir la I A nes. Ann horac urg .
hemorragia Hall revetti oultchi A et al. e exploration for hemorr-
hage follo ing open heart surgery differentiation on the causes
Administración profiláctica de DDAVP para of bleeding and the impact on patient outcomes. Ann Thorac
III A
reducir el riesgo de hemorragia Cardiovasc urg .
Uso de DDAVP por la sospecha de disfunción ar outi Cohen cClus ey A her . A multivariable model
IIb B for predicting the need for blood transfusion in patients under-
plaquetaria
going first time elective coronary bypass graft surgery. ransfu-
Administración del factor VIIa recombinante sion 2001;41:1193-1203.
como terapia de rescate para hemorragia oulton Cres ell LL ac ey et al. eexploration for blee-
grave intratable sin una fuente quirúrgica IIb C ding is a ris factor for adverse outcomes after cardiac opera-
reconocida y sin respuesta al tratamiento tions. horac Cardiovasc urg .
regular unoz ir meyer acey L et al. rends in rates of reex-
ploration for hemorrhage after coronary artery bypass surgery.
orthern e ngland Cardiovascular isease tudy roup. Ann
horac urg .
affán amírez Cuervo A et al. romboelastografía. ev Col
Anest ( ) .
necesidad de conocer su fisiopatología así como los mé- anucci ozzetti itta A et al. urgical reexploration after
todos necesarios para instituir una adecuada prevención cardiac operations hy a orse outcome Ann horac urg
y terapéutica además no debe perderse de vista que su 2008;86:1557-1562.
tratamiento implica efectos secundarios en lo absoluto ay rien . Comparison of epsilon aminocaproic acid and
insignificantes y que esto debe obligar a los hospitales lo dose aprotinin in cardiopulmonary bypass efficiency safety
que practican este tipo de procedimientos a crear proto- and cost. Ann horac urg .
ellman ntonti A vert . eoperations for bleeding after coro-
colos terapéuticos para establecer una prevención y tra-
nary artery bypass procedures during years. ur Cardiotho-
tamiento adecuados (Tabla 8). rac urg .
ilver A. ecombinant activated factor in cardiac surgery ill
Bibliografía e ever no for sure Crit Care ed .
teiner espotis . ransfusion algorithms and ho they apply
Andreé AC el ossi A. Hemodynamic management of pa- to blood conservation the high ris cardiac surgical patient. He-
tients in the first hours after cardiac surgery. Crit Care ed matol ncol Clin Am .
2005;33:2082-2093.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):30-40

www.elsevier.com.mx

Síndrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía


Ma. Elena Reyes-Sánchez,1 Jesús Alberto Carrillo-Rojas,2 Marco Antonio
Hernández-Mercado,2 Jorge Alejandro Amaro-Camacho,2 Eduardo Heberto
Herrera-Garza,2 Drander M. López Pineda,2 Martín H. Garrido-Garduño,2 Rogelio
Mondragón-Galicia,2 Francisco Martín Baranda-Tovar2
1
Coordinador
2
Participante

Introducción diversos procedimientos quirúrgicos. La mortalidad con la


circulación extracorpórea se aproxima a 6% y las causas
En 1977, Goldman señalaba que no debía practicarse una son diversas; en muchas de ellas interviene directamente
operación electiva en pacientes con signos de insuficien- el síndrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía ( ).
cia cardiaca. En los más de 30 años transcurridos desde la l es una variedad diferente de la insuficiencia car-
publicación de su célebre índice, las cosas han cambiado diaca común descrita. Aun cuando los cardiólogos e intensi-
de forma notoria hasta el punto de que la insuficiencia vistas han tratado este síndrome desde que nació la cirugía
cardiaca no contraindica ya de forma absoluta ningún pro- cardiaca, existen en la actualidad pocos estudios multicéntri-
cedimiento quirúrgico, aunque debe valorarse cuidadosa- cos que suministren conocimientos con un nivel de evidencia
mente como un claro factor de riesgo de complicaciones, elevado. Esto ha llevado a algunos centros a extrapolar el
dado que el riesgo relativo de complicaciones cardiacas conocimiento de la insuficiencia cardiaca aguda y la crónica
perioperatorias oscila entre 0.4% y 11%. agudizada no obstante el tiene rasgos muy particula-
El periodo posoperatorio de una intervención cardiaca es res en cuanto a etiología pronóstico y tratamiento. l
uno de los más críticos desde el punto de vista de las compli- prolonga el tiempo de monitorización invasiva y ventilación
caciones, diagnóstico y tratamiento de éstas, ya que a dife- mecánica, un factor que eleva de forma considerable la tasa
rencia de otros órganos y sistemas que pueden colocarse en de infecciones y propicia en buena medida el deterioro de la
“reposo” después del procedimiento, el corazón debe reasu- función renal y de otros órganos lo cual se re eja en el au-
mir sus funciones en el propio quirófano, al margen de cuán mento de la mortalidad, además de que es una causa directa
extenso sea el daño que in ija el trauma quirúrgico. de nuevas complicaciones.
l desarrollo de mejores técnicas quirúrgicas y anesté-
sicas junto aunado a diagnósticos más precisos ha trans-
formado a muchos pacientes considerados previamente
Incidencia
no recuperables en individuos más aptos para el trata- La incidencia del es variable en las distintas series
miento quirúrgico, lo cual ha incrementado el número de publicadas, desde 4% hasta 15%, con una mortalidad que
enfermos con pobre función ventricular que se someten a se aproxima al 20%, si bien en enfermos mayores de 70

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
índrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía 31

Tabla 1. Criterios diagnósticos de bajo gasto poscardiotomía.


60%

t %BUPTDMÓOJDPTZQBSBDMÓOJDPTEFIJQPQFSGVTJØOTJTUÏNJDB
t #BKPHBTUPDBSEJBDP¶OEJDFDBSEJBDP-NJON
t 1SFTJPOFTEFMMFOBEPOPSNBMFTPBMUBT1$1NN)H 50%

40%

años el síndrome puede estar presente hasta en un 63%.


A pesar del desarrollo de mejores técnicas de cardiopro- 30%
tección y cuidados transoperatorios, la incidencia de este
síndrome en poblaciones de alto riesgo no se ha modifica- Pre-Qx 2 horas 24 horas 7 días
do en una proporción significativa.
Figura 1. Curva de disfunción ventricular posoperatoria con cirugía
efinición de revascularización coronaria y fracción de expulsión normal.
Crit Care Med 2005;33(9):2082-2092.
stá claro que tanto en la insuficiencia cardiaca aguda
como en el hay una disfunción miocárdica sin em-
bargo el término de insuficiencia cardiaca aguda es de-
masiado amplio y general; en las áreas quirúrgicas, el tér-
Una vez establecido el daño, las principales causas
mino preferido es síndrome de bajo gasto que define con
que conducen a un síndrome de bajo gasto cardiaco en el
enorme precisión la situación clínica del enfermo.
posoperatorio se señalan en la Figura 2.
l se distingue por la incapacidad del corazón
para mantener un volumen por minuto adecuado para sa-
tisfacer las necesidades tisulares de oxígeno y nutrien- Predictores preoperatorios
tes en el posoperatorio de una intervención cardiaca,
Existen factores de riesgo independientes para el desarro-
concepto que implica dos factores: el gasto cardiaco y
la in uencia de los vasos periféricos sobre la resistencia llo del como el tiempo de derivación cardiopulmonar
al ujo sanguíneo y la perfusión tisular. Aunque existen ( C ) tiempo de pinzamiento aórtico tiempo de estancia
varias definiciones el se considera cuando existe la en la UCI, tiempo de estancia hospitalaria, tiempo de apoyo
necesidad de un apoyo inotrópico o un balón de contra- ventilatorio y el nivel de CPK/troponinas en el posoperatorio.
pulsación intraaórtica por más de 30 min después del in- Los estudios dirigidos de manera específica a la búsqueda de
greso del paciente a la unidad de cuidados intensivos para predictores preoperatorios de han identificado en or-
mantener un índice cardiaco > 2.2 L/min/m2, con una pre- den de importancia los siguientes factores:
sión capilar pulmonar >15 mmHg durante las primeras 6 • Fracción de expulsión del ventrículo izquierdo menor
h posoperatorias (Tabla 1). Cuando el persiste y se de 30%
presenta hipotensión sistémica grave y sostenida (presión • Reintervención
arterial sistólica mmHg) se enfrenta una complica- • Operación de urgencia
ción mayor, el choque cardiogénico poscardiotomía, que • exo femenino
supone una mayor morbimortalidad. • iabetes mellitus
• Edad > 70 años
• Enfermedad del tronco coronario izquierdo.
Etiología • Infarto del miocardio reciente
Por lo regular, cuando el paciente se somete a una cirugía • Enfermedad de tres vasos
cardiaca en la que se utiliza la bomba de circulación ex- e todos ellos el más importante es la disfunción ven-
tracorpórea existe una disminución de la función ventricular tricular grave preoperatoria, debido a que el margen para
posoperatoria que tiene su pico máximo entre las 8 y la protección miocárdica es limitado, aunque en ciertos
12 h posteriores al procedimiento; la función ventricular casos el daño puede ser reversible en presencia de un miocar-
se recupera de modo gradual a partir de las 24 h y se nor- dio “aturdido” o “hibernante”. Los pacientes sometidos
maliza hasta el séptimo día (Figura 1). a una reintervención tienen mayor enfermedad difusa,
Existen diversos mecanismos que pueden afectar la
función ventricular luego de una intervención cardiovascular
(Tabla 2) entre ellos la mala protección miocárdica, el
daño por reperfusión, el miocardio aturdido y la isquemia Tabla 2. Mecanismos de daño miocárdico transoperatorio.
miocárdica. El mantenimiento del metabolismo depende
de la provisión a los tejidos corporales de sangre oxigena- t *OBEFDVBEBQSPUFDDJØONJPDÈSEJDB
da a velocidad fisiológica y a temperatura adecuada. La t *TRVFNJBNJPDÈSEJDB
falta de cualquiera de estos requerimientos se advierte t *OGBSUPQFSJPQFSBUPSJP
t %B×PQPSSFQFSGVTJØO
por la aparición de varios re ejos fisiológicos y con poste-
t .JPDBSEJPBUVSEJEP
rioridad por un profundo deterioro metabólico.
32 a. lena eyes ánchez et al

PRECARGA POSTCARGA DISMUNCIÓN DE LA


DISMINUIDA AUMENTADA CONTRACTILIDAD
Hemorragia Vasoconstricción Mala protección
Poliuria (Hipotermia) Miocárdica
Respuesta inflamatoria Hipertensión arterial Oclusión de un puente
(fuga al tercer espacio) Sistémica Revascularización
Pérdida de líquidos Hipertensión arterial Incompleta
diferentes a la sangre Pulmonar Lesión vascular
Ventilación con Espasmo coronario
presión positiva Lesión inducida por la
cardioplegía
Activación de la
cascada inflamatoria

MECÁNICAS ARRITMIAS EMBOLISMO PULMONAR

Taponamiento Fibrilación auricular Estasis venosa


Defecto residual Ritmo nodal Daño endotelial
(ej. CIV residual) Arritmias ventriculares Alteraciones de la
Restricción Bradicardia coagulación
(ej. Estenosis pulmonar Presencia inadvertida
residual, Estenosis de de aire y cuerpos
la anastomosis del extraños
injerto) Defecto septal
Disfunción protésicas
Lesión no corregida
Neumotórax a tensión

Figura 2. tiología del .

adherencias y casi siempre corazones dilatados, así como al evento agudo y la enfermedad arterial coronaria tri-
un alto riesgo de embolismo desde los injertos coronarios vascular sin dejar de lado la enfermedad del tronco de la
previos. n la operación urgente en particular del sujeto arteria coronaria izquierda.
con angina inestable o insuficiencia cardiaca los pacien-
tes llegan al quirófano con las reservas metabólicas ago-
Predictores posoperatorios
tadas y con pobre respuesta metabólica compensatoria.
El género femenino se ha vinculado con mayor morbilidad iversos grupos han documentado que la hiperlactatemia
y mortalidad; en realidad, se han postulado algunas teo- sérica es un predictor posoperatorio temprano de disfun-
rías sobre vasos coronarios de pequeño calibre suscepti- ción ventricular y aducen que la recuperación tardía del
bles de trombosis en el perioperatorio. Los individuos con metabolismo miocárdico aeróbico normal puede afectar
diabetes mellitus, dado que acusan mayor enfermedad de modo adverso los resultados del procedimiento cardia-
aterosclerosa difusa, pueden limitar la revascularización co. La hiperlactatemia se ha reconocido como marcador
completa y mostrar además isquemia silente. l sujeto de falla circulatoria y su gravedad se ha vinculado con
70 años también es susceptible, no sólo por los efectos incremento de la mortalidad luego de una operación car-
obvios de la edad sino por la mayor prevalencia de comor- diaca. n anucci y colaboradores refirieron que
bilidades. e incluye también a las personas con infarto durante la derivación cardiopulmonar ( C ) el incremen-
agudo del miocardio en los primeros 30 días posteriores to del lactato ocurre en procedimientos que requieren
índrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía 33

Tabla 3. anifestaciones clínicas del . anuria, que en muchos casos precede al incremento de la
creatinina. Cuando este síndrome se presenta en los días
t %JTGVODJØOSFOBM siguientes a la extubación, a los datos renales y acido-
0MJHVSJB básicos se suman signos claros de disfunción neurológica
"OVSJB (desorientación bradipsiquia delirio etcétera.) y esti-
t %FTDBSHBBESFOÏSHJDB mulación adrenérgica (taquicardia diaforesis ansiedad).
5BRVJDBSEJB
%JBGPSFTJT
"OTJFEBE Diagnóstico
5FHVNFOUPTGSÓPT Una vez que se sospecha el diagnóstico por las manifestacio-
t "DJEPTJTNFUBCØMJDB nes clínicas y resultados de laboratorio el abordaje diagnós-
t )JQFSMBDUBUFNJB tico debe encaminarse a confirmarlo mediante un monitoreo
hemodinámico invasivo y determinar así el tipo de disfunción
t -MFOBEPDBQJMBSSFUBSEBEP ventricular que presenta el paciente, ya que el tratamiento
t %JTGVODJØOOFVSPMØHJDB debe siempre tener un carácter etiológico. En la Figura 3
$POGVTJØO se muestra un algoritmo diagnóstico que se establece con
-FUBSHP base en mediciones de las presiones de llenado de las ca-
%FMJSJVN
vidades derechas ( C) e izquierdas ( C ) y en la medición
directa del gasto cardiaco por termodilución mediante un ca-
téter de otación pulmonar. Con esta información es posible
determinar a partir de criterios hemodinámicos si el es
prolongada exposición a la C lo cual parece vincularse efecto de la disfunción ventricular izquierda (Tabla 4) falla
de manera independiente con una disponibilidad de oxí- derecha (Tabla 5) o falla biventricular (Tabla 6) y establecer
geno baja y casi invariablemente con hiperglucemia por un manejo adecuada.
lo tanto, se considera un marcador de malos resultados En la actualidad se dispone de una herramienta de
posoperatorios en términos de morbilidad. gran utilidad para complementar la información de la vi-
Con anterioridad, Maillet y colaboradores demostra- gilancia invasiva la evaluación ecocardiográfica tempra-
ron que el incremento del lactato desde el ingreso a la na. Con ella es posible visualizar la función cardiaca des-
unidad de cuidados intensivos tiene factores de riesgo re- de el quirófano (ecocardiografía transoperatorio) hasta
lacionados. e igual manera que anucci refiere la dura- la cabecera del paciente en la unidad de cuidados intensi-
ción prolongada de C además del uso de vasopresores vos cardiovasculares. l ecocardiograma puede identificar
intraoperatorios. En el posoperatorio, los requerimientos la causa de la falla cardiovascular, incluida la disfunción
de aminas vasoactivas y el descontrol metabólico grave valvular, descartar embolismo pulmonar, obstrucción del
son factores de riesgo independientes para el desarrollo tracto de salida del ventrículo izquierdo y taponamiento
de hiperlactatemia. cardiaco. e ese modo puede diferenciarse entre la falla
Los factores mencionados tienen un fundamento me- derecha, la izquierda o la global. En muchos centros de
tabólico bajo condiciones normales e isquémicas como lo cirugía cardiaca se ha establecido una terapia guiada por
demostraron tanley y colaboradores quienes mencionan ecocardiografía con excelentes resultados.
que el metabolismo de los carbohidratos es complejo y está
ligado al sustrato arterial y niveles de hormonas ujo coro-
Tratamiento
nario estado inotrópico y estado nutricional de los tejidos.
La función cardiaca óptima bajo condiciones normales y pa- l tratamiento del sigue los principios generales del
tológicas es dependiente de la glucólisis y la oxidación del tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda aunque
piruvato. El ciclo del ácido tricarboxílico y la oxidación existen evidentes diferencias. l es casi siempre un
del piruvato y los ácidos grasos están estrechamente rela- estado transitorio que tiende a mostrar mejoría después
cionados con el trabajo contráctil e inversamente el tra- de 48 a 72 h de la operación si no existe daño permanente
bajo contráctil está acoplado con el aporte de oxígeno y la y si se trata de forma adecuada.
velocidad de la fosforilación oxidativa. En consecuencia, l tratamiento racional del y la selección de los
la presencia de hiperlactatemia traduce la alteración de es- fármacos requieren un profundo conocimiento de los pro-
tas vías metabólicas condicionada por isquemia baja dispo- cesos fisiopatológicos que llevan al paciente al bajo gasto
nibilidad de O2, hipoperfusión sistémica y, en el plano cardia- de los mecanismos compensadores para una determinada
co, se relaciona con un deterioro de la función contráctil y cardiopatía y de los efectos cardiovasculares de cada fár-
por ende manifestaciones de bajo gasto cardiaco. maco disponible. e manera arbitraria es posible estable-
cer diferentes medidas de manejo del
1. Tratamiento del entorno metabólico posoperatorio.
Manifestaciones clínicas
Recomendación clase I, nivel de evidencia B
Las manifestaciones clínicas dependen en esencia de los 2. Optimización de los determinantes del gasto cardiaco.
signos de hipoperfusión sistémica (Tabla 3). or lo regular Recomendación clase I, nivel de evidencia C
cuando se presentan en las primeras horas del posoperato- 3. Apoyo inotrópico.
rio, el paciente muestra datos de diaforesis, palidez de te- Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B
gumentos, llenado capilar retardado, acidosis metabólica . ispositivos de asistencia ventricular.
y datos de hipoperfusión renal con oliguria o incluso Recomendación clase I, nivel de evidencia B
34 a. lena eyes ánchez et al

Bajo gasto cardiaco

Presión arterial baja, gasto urinario < 0.5 ml/h, hipotermia,


elevación de lactato, mala perfusión

Presión
venosa
central

> 20 5 a 20 <5

> 15 mmHg Presión de Hipovolemia


oclusión de
la arteria
pulmonar
(PCP)

Cardiogénico < de 15 mmHg

Figura 3. Algoritmo diagnóstico del .

El trauma quirúrgico en la cirugía cardiaca es consi- profusos, con la consiguiente necesidad de transfusión
derable, ya que no sólo se expone al paciente a la reac- masiva, sin contar con el traumatismo cardiaco directo
ción in amatoria posterior al uso de la bomba de circulación de la cardiotomía. ste complejo escenario ocasiona en
extracorpórea sino también a estados de hipotermia-nor- el enfermo profundos estados de desequilibrio hidroelec-
motermia, condiciones transitorias de hipoperfusión sis- trolítico y acidobásico que afectan directamente la fun-
témica (mesentérica renal cerebral etcétera) y trastor- ción ventricular; tan sólo la hipotermia misma pone al
nos de coagulación que causan con frecuencia sangrados miocardio en gran riesgo de sufrir arritmias y alteración
índrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía 35

Tabla 4. Criterios de por disfunción ventricular izquierda. Tabla 5. Criterios de por disfunción ventricular derecha.

Patrón hemodinámico de disfunción ventricular izquierda Patrón hemodinámico de disfunción ventricular derecha
%BUPTEFCBKPHBTUP %BUPTEFCBKPHBTUP
%BUPTDMÓOJDPTZQBSBDMÓOJDPTEFIJQPQFSGVTJØOTJTUÏNJDB %BUPTDMÓOJDPTZQBSBDMÓOJDPTEFIJQPQFSGVTJØOTJTUÏNJDB
¶OEJDFDBSEJBDP-NJON ¶OEJDFDBSEJBDP-NJON
1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTJ[RVJFSEBTJODSFNFOUBEBT 1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTJ[RVJFSEBTOPSNBMFTPEJTNJOVJEBT
1$1NN)H 1$1NN)H
1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTEFSFDIBTOPSNBMFTPEJTNJOVJEBT 1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTEFSFDIBTJODSFNFOUBEBT
17$NN)H 17$NN)H

de la vasorregulación periférica. Por todas estas circuns- Tabla 6. Criterios de secundario a falla biventricular.
tancias, el primer esfuerzo debe enfocarse en estabilizar
este entorno metabólico relacionado con el procedimien- Patrón hemodinámico de disfunción biventricular
to quirúrgico. %BUPTEFCBKPHBTUP
El siguiente paso en el tratamiento es la optimización %BUPTDMÓOJDPTZQBSBDMÓOJDPTEFIJQPQFSGVTJØOTJTUÏNJDB
de las variables de gasto cardiaco del paciente en cues- ¶OEJDFDBSEJBDP-NJON
tión; no obstante, aun cuando se han descrito de manera
1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTJ[RVJFSEBTJODSFNFOUBEBT
general los determinantes del gasto cardiaco, cada uno 1$1NN)H
de ellos tiene un peso específico diferente en cada car-
diopatía y su in uencia sobre la función ventricular global 1SFTJPOFTEFMMFOBEPFODBWJEBEFTEFSFDIBTJODSFNFOUBEBT
17$NN)H
puede ser variable. Comparemos por ejemplo la in uen-
cia que ejerce la frecuencia cardiaca como determinante
del gasto en dos escenarios diferentes: por un lado un
paciente con disfunción sistólica (p. ej. un individuo con
cambio valvular mitral por insuficiencia grave y disfun-
ción ventricular avanzada) y otro con disfunción diastó- sustancias vasoactivas deben ser suficientes para mante-
lica predominante (p. ej. un sujeto con cambio valvular ner una perfusión tisular óptima para el restablecimiento
aórtico por estenosis aórtica crítica y normal) am- del metabolismo oxidativo normal. l gasto cardiaco ( C)
bos con bajo gasto poscardiotomía la frecuencia cardiaca y un adecuado aporte de oxígeno dependen en gran medi-
es un determinante básico del gasto cardiaco ( C Lx da de un apropiado volumen intravascular, por lo que en
C) pero en ciertas circunstancias puede tener un efec- primera instancia deben formularse las siguientes consi-
to opuesto sobre la función ventricular global. En el caso deraciones:
del paciente con disfunción sistólica, que las más de las • A los individuos hipovolémicos con taquicardia e inade-
veces se encuentra en fibrilación auricular el gasto car- cuadas presiones de llenado, la terapéutica inicial debe
diaco depende en gran medida de la frecuencia cardiaca,
ser la optimización del volumen. Con pequeñas defi-
razón por la cual es frecuente ver al individuo taquicár-
ciencias de volumen y presiones de oclusión de la ar-
dico en un intento por compensar la insuficiencia cardia-
teria pulmonar ( C ) mmHg se debe suministrar
ca, aunque en el caso del sujeto con disfunción diastólica
volumen con precaución; la elevación marcada de las
la taquicardia (y aún más la fibrilación auricular rápida)
presiones debe llevar a suspender la administración
agrava la insuficiencia cardiaca porque la función ventricu-
de líquidos. La utilización de sistemas de gasto car-
lar depende en gran proporción del tiempo que dispone
el ventrículo izquierdo en llenarse (precarga) y a mayor diaco continuo o la vigilancia de presiones de pulso,
frecuencia cardiaca menor tiempo de llenado diastólico. y su respuesta a la diferencia de presiones ante una
Es probable que la dobutamina sea el fármaco de elección carga de volumen permite identificar fácilmente a
para el primer caso, ya que incrementaría la contracti- los “respondedores” a éste y los que requerirán apo-
lidad y la frecuencia cardiaca por su efecto mimético yo inotrópico. La terapia debe enfocarse en el man-
al mejorar de manera global el gasto cardiaco empero, tenimiento de una presión arterial media ( A )
en el segundo caso la dobutamina sólo empeoraría el es- mmHg.
cenario: al aumentar la contractilidad miocárdica incre- • e recomienda infundir dobutamina cuando el sujeto
mentaría el consumo miocárdico de oxígeno; al aumentar continúa en con una A mmHg a pesar de
la frecuencia cardiaca disminuiría el tiempo de llenado optimizar la precarga.
diastólico; y, por último, con el incremento de la con- Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C
tractilidad un porcentaje considerable de los pacientes • Cuando el enfermo tiene una PAM > 65 mmHg se re-
desarrollaría gradientes intraventriculares, de tal modo comienda utilizar un sensibilizador del calcio, como
que se incrementaría la poscarga, efectos todos que em- el levosimendán.
peorarían la disfunción diastólica del paciente. Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B, o
l establecimiento de objetivos bien definidos sobre algún inhibidor de la fosfodiesterasa ( ).
el aporte de líquidos, así como el apoyo con inotrópicos o Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C
36 a. lena eyes ánchez et al

METAS HEMODINAMICAS DE MANEJO


POP EN CIRUGIA CARDIACA
t *$-NJON 7"-03"$*»/13&01&3"503*"
t 1". NN)H *EFOUJmDBSBQBDJFOUFTDPOBMUPSJFTHP
t 17$ NN)H EF4#(1 QSFEJDUPSFTQSFPQFSBUPSJPT

t 10"1 oNN)H
t 4W0 P47D0

t 6SFTJTNMLHI
t -BDUBUPNNPM-

{4FMPHSBMBNFUB
1BDJFOUFTDPOBMUPSJFTHPDPOTJEFSBS
NBOFKPQSFPQFSBUPSJPPUSBOTPQFSBUPSJP
SÍ NO DPOTFOTJCJMJ[BEPSEFDBMDJP

&7"-6"3

RITMO PRECARGA POSCARGA $0/53"$5*-*%"%


'SFDVFODJBDBSEJBDB 17$
1SFTJØOBSUFSJBM
'SBDDJØOEFFYQVMTJØOEFM7*
;+*//%0"'()'=>?@$&%0"'
'

"SSJUNJB /PSNBM
#SBEJDBSEJB "MUB )JQPUFOTJØO )JQFSUFOTJØO ECOCARDIOGRAFÍA
5BRVJDBSEJB PCBKB

"OÈMJTJTEF .BSDBQBTPT 7BTPEJMBUBEPS


BSSJUNJBDPOUSPM
*OPUSØQJDP
-FWPTJNFOEÈO **B#
#BKPHBTUPDPO #BKPHBTUPDPO
7PMVNFO %PCVUBNJOB **C$
'&7*CBKB '&7*DPOTFSWBEB
*OIJCJEPS1%& **C$



&QJOFGSJOB ***$

*OTUBMBS4XBO(BO[
%FTDBSUBS
3FTJTUFODJBT
 %JTGVODJØOEJBTUØMJDB7*
7BTDVMBSFTTJTUÏNJDBT
1FSTJTUFOCBKBTBQFTBSEF 7"4013&403  5BQPOBNJFOUPDBSEJBDP
SFQPTJDJØOEFWPMVNFOZP  )JQFSUFOTJØOQVMNPOBS
VTPEF*OPUSØQJDPT  %JTGVODJØOEFM7%
Disfunción del VD
'
RESPUESTA
'
7"-03"3 '
SÍ NO #$*" *#

'
4PQPSUFWFOUSJDVMBSPCJWFOUSJDVMBS *#

5SBTQMBOUFDBSEJBDP *#


0#4&37"3:
3&7"-03"3

Figura 4. Algoritmo del tratamiento del .


índrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía 37

• La administración de vasopresores, como la norepine- la cirugía cardiaca, diversos autores señalan su uso con
frina o epinefrina, está indicada cuando este aborda- una recomendación clase A y nivel de evidencia Ib. No
je terapéutico no mejora la hipotensión. obstante las consideraciones sobre el empleo del L en
• n con hipotensión sostenida nunca debe uti- el posoperatorio son limitadas y pocas de ellas pro-
lizarse un vasopresor sin el apoyo del efecto ino- ceden de estudios aleatorizados. e publicaron tres series
trópico, ya que esto sólo aumentaría la poscarga y clínicas con bajo número de pacientes lochl ( pacien-
agravaría la insuficiencia cardiaca. tes) Labriola ( pacientes) y o uda (nueve pacientes).
• Individuos con adecuada precarga, incremento de la Las tres coinciden en demostrar una mejoría significativa
POAP >15 mmHg, oliguria y aumento del lactato: pue- de los parámetros hemodinámicos con L . lvarez y colabo-
den usarse dobutamina ( C) o un inhibidor de radores evaluaron en forma aleatorizada a 41 pacientes
( C). in embargo hay que considerar el uso inicial con posoperatorio en un estudio que como los an-
de la norepinefrina como tratamiento en la hipoten- teriores valoró los datos hemodinámicos y comparó la L
sión intensa. con dobutamina; estos investigadores concluyeron que
• n personas sometidas a la operación con insuficiencia ambos fármacos produjeron mejoría hemodinámica si
cardiaca crónica debe presuponerse que existe un fenó- bien el L redujo en grado significativo la resistencia vas-
meno de regulación a la baja de los adrenorreceptores cular sistémica y pulmonar con mayor descenso de la pre-
por lo que es prudente considerar la administración sión arterial sistémica, pulmonar, venosa central y capilar
de un sensibilizador del calcio por el efecto sistémico pulmonar. Tasouli y colaboradores compararon en forma
limitado de los inotrópicos miméticos. aleatorizada dos momentos diferentes del empleo de L
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia B en pacientes con quienes ya se hallaban bajo
• La ausencia de respuesta debe llevar a considerar el tratamiento con inotrópicos o balón de contrapulsación.
uso del balón de contrapulsación intraaórtico. l estudio refiere resultados superiores entre los tratados
• Pacientes hipervolémicos con claro incremento de la en fase temprana, con menor tiempo de apoyo inotrópico,
precarga ( A mmHg) pero con C bajo oli- menor incidencia de sepsis y menor tiempo de estancia en
guria, etcétera: la eliminación de volumen debe ser cuidados intensivos y estancia general.
el objetivo primario mediante apoyo farmacológico o Existen contextos posoperatorios especiales, como las
terapias de sustitución renal. La terapia farmacológi- correcciones quirúrgicas de las cardiopatías congénitas com-
ca inotrópica utilizada puede ser levosimendán Reco- plejas u operaciones valvulares con insuficiencia derecha por
mendación clase IIa, nivel de evidencia B, dobuta- incremento de las resistencias pulmonares, que se tratan en
mina Recomendación clase IIb, nivel de evidencia otro capítulo pero en los que los inhibidores de la fosfodies-
C, o un inhibidor de Recomendación clase IIb, terasa juegan un papel preponderante. n la Figura 4 se
nivel de evidencia C. sugiere un algoritmo de tratamiento del .
La información publicada relacionada con el uso de En la Tabla 7 se señalan las recomendaciones de
inotrópicos en el es escasa y muchas veces contra- acuerdo con el grado de recomendación y nivel de evi-
dictoria. Los inotrópicos optimizan el gasto cardiaco por dencia para cada uno de los inotrópicos.
medio de sus efectos sobre la contractilidad miocárdica o
resistencias vasculares.
Choque cardiogénico poscardiotomía
Por lo regular, el grupo de inotrópicos más utilizados
es el de los miméticos con in uencia principal sobre Cuando existe un daño miocárdico extenso el pue-
la contractilidad y la frecuencia más que sobre la vaso- de complicarse con el choque cardiogénico, situación que
moción periférica. e ellos el fármaco más empleado ocurre entre 2% y 6% de todos los procedimientos quirúr-
es la dobutamina, que si bien en presencia de disfunción gicos cardiovasculares, de acuerdo con las publicaciones
sistólica es el fármaco de elección por su disponibilidad anglosajonas no obstante tanto en éxico como en Amé-
y costo, tiene el inconveniente de que en todas la se- rica Latina esta cifra es probablemente tres veces mayor
ries notificadas su uso se relaciona con un incremento de por la elevada incidencia de la cirugía valvular de etiolo-
la mortalidad y su capacidad arritmogénica podría ser gía reumática y por el tratamiento quirúrgico tardío de la
causa de problemas en el control del . n la actuali- cardiopatía. n este escenario catastrófico la utilización
dad está disponible un grupo de fármacos con efecto ino- de dispositivos de asistencia ventricular avanzada ( A)
trópico positivo que además tiene in uencia sobre las re- es una notable opción terapéutica cuando el choque car-
sistencias periféricas y por tanto sobre la poscarga al ser diogénico es refractario al manejo convencional (inotrópi-
vasodilatadores lo que les confiere propiedades especiales cos/ AC). La tasa de éxito en la utilización de la A ha
porque tienen diferentes mecanismos que mejoran la función cambiado de forma significativa en la última década. n
ventricular; no obstante, por este mismo efecto muestran 1992, Pae y colaboradores analizaron la tasa de sobrevida
grandes limitantes en estado de hipotensión sostenida. En de los pacientes que desarrollaron esta complicación y se
este grupo de fármacos se destacan los sensibilizadores les colocó un A en un registro de casi pacientes
del calcio como el levosimendán (L ) y los inhibidores de se encontró una sobrevida de tan sólo 25%. Con el desarro-
la fosfodiesterasa como la milrinona. e este grupo llo tecnológico, y sobre todo con la adquisición de expe-
de fármacos el L posee mayor nivel de evidencia se- riencia en el manejo de la asistencia ventricular en centros
gún las guías de la ociedad uropea de Cardiología en de referencia estos resultados han mejorado de manera
el tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda ( CA) y notoria. En el año 2007, Hernández y colaboradores anali-
bajo los criterios del Colegio Americano de Cardiología zaron los resultados de años del registro de la ociedad
con recomendación clase IIa, nivel de evidencia B. En acional de Cirujanos de órax en donde se incluyó a
38 a. lena eyes ánchez et al

DIAGNÓSTICO DE CHOQUE CARDIOGÉNICO


ESTABLECIDO (ETIOLOGÍA IDENTIFICADA)

NORMALIZAR VOLEMIA

PAS 70 - 100 mmHg PAS 70 – 100 mmHg PAS < 70 mmHg


SIN SIGNOS O SÍNTOMAS CON SIGNOS O SÍNTOMAS CON SIGNOS O SÍNTOMAS
DE CHOQUE DE CHOQUE DE CHOQUE

Terapia inotrópica
Dobutamina 2 – 20 µg/kg/min IV TERAPIA INOTRÓPICA
+
NOREPINEFRINA
Si se sospecha de Terapia Inotrópica 0.5 – 30 µg/kg/min IV
SÍNDROME VASOPLÉJICO Dopamina 5-20 Mcg/kg/minuto IV
o respuesta inflamatoria sistémica +
como causa del choque Dobutamina 2 – 20 Mcg/Kilo/Minuto IV
Vasopresina, bolo de 40 U IV
Infusión 0.01 – 0.1 U/min IV (*)
SIN MEJORÍA HEMODINÁMICA:
NOREPINEFRINA 0.5 – 30 µg/min IV (+)

SIN MEJORÍA HEMODINÁMICA


TRAS 30 MIN DE MEDICACIÓN

CONSIDERAR BALÓN DE
CONTRAPULSACIÓN INTRA AÓRTICO

SIN RESPUESTA HEMODINÁMICA


TRAS 30 MIN DE ASISTENCIA

Si está disponible en la institución: SI ESTÁ DISPONIBLE EN LA INSTITUCIÓN:


asistencia ventricular percutánea ASISTENCIA VENTRICULAR QUIRÚRGICA TIPO ABIOMED O
especialmente en choque cardiogénico posinfarto THORATEC, SOBRE TODO EN CASOS DE CHOQUE
del miocardio CARDIOGÉNICO POSCARDIOTOMÍA

Figura 5. Algoritmo del tratamiento del choque cardiogénico.


índrome de bajo gasto cardiaco poscardiotomía 39

Tabla 7. ratamiento inotrópico para el . Tabla 8. anejo del refractaria al tratamiento.

Recomendación en Tipo de Nivel de Procedimiento Tipo de Nivel de


Fármaco
SBGP Recomendación evidencia recomendación evidencia
-FWPTJNFOEÈO 5"4NN)H IIa B #$*" I B
%PCVUBNJOB 5"4NN)H **C $ %JTQPTJUJWPEFBTJTUFODJBWFOUSJDVMBS I B
*OIJCJEPSFTEFMB 5SBTQMBOUFDBSEJBDP I B
5"4NN)H **C $
GPTGPEJFTUFSBTB***
%PQBNJOB 5"4NN)H **C $
&QJOFGSJOB 5"4NN)H III $

Bibliografía
lvarez ouzada ernández AL et al. Comparación de
pacientes en quienes se implantaron A en los efectos hemodinámicos del levosimendán con la do-
centros de cirugía cardiaca; se compararon cuatro perio- butamina en pacientes con bajo gasto después de cirugía
dos comprendidos entre enero de 1995 y diciembre del cardíaca. Rev Esp Cardiol 2006;59:338-345.
2004, con los siguientes resultados. lvarez . Levosimendán en el síndrome de bajo gasto cardia-
co. isminuye realmente la mortalidad ev sp Cardiol
e demostró una reducción significativa de la mortali-
2008;61:454-457.
dad, 75% a 40% durante el periodo más reciente; esta me- Antman Anbe Armstrong et al. odification de ACC/AHA
joría ocurre a pesar de que la población quirúrgica es más uidelines for the anagement of atients ith levation
longeva y con mayor comorbilidad. Existen varias posibles Myocardial Infarction: a report of the American College of Cardi-
explicaciones para la mejoría de los resultados posterior ology/American Heart Association as orce on ractice uide-
al implante de la A C lines (Committee to evise the uidelines for the anage-
ment of atients ith Acute yocardial nfarction). Circulation
2004;110;e82-e293.
Mejorías tecnológicas de los DAV. Muchos centros rule Hoedemae ers C ic ers . Clinical outcome benefits of
han cambiado a dispositivos de fácil implantación que pretreatment ith levosimendan. r Anaesth
requieren menos mantenimiento. Estos avances tecno- 884.
lógicos incluyen el uso de bombas pulsátiles más durables Christa is irnbaum L eisel et al. he changing pattern
en lugar de bombas centrífugas. Las bombas pulsátiles son of coronary bypass surgery. Circulation ( uppl ) .
Christa is eisel remes et al. Coronary artery bypass
más fáciles de implantar debido a los avances en las
surgery in patients ith poor ventricular function. horac Car-
técnicas de canulación y son menos propensas a sus- diovasc urg .
tituirse. Gracias a estos avances existen menos pro- e ac er iston evriendt et al. Comparison of dopamine
blemas de sangrado, infecciones, hemólisis y episodios and norepinephrine in the treatment of shoc . ngl ed
embólicos. ( ) .
ic stein Cohen olal A ilippatos et al. C guide-
lines for the diagnosis and treatment of acute and chronic
Mejores protocolos de atención posquirúrgica. Mu-
heart failure . ur Heart .
chos centros han estandarizado protocolos terapéuticos ietzman H. Lo output syndrome. horac Cardiovasc urg
para la anticoagulación y la profilaxis de infección con el .
uso temprano de antibióticos. Un adecuado control de la isher L ennedy avis et al. Association of sex physical
anticoagulación reduce la necesidad de reoperación por size, and operative mortality after coronary artery bypass in the
sangrado y previene los episodios embólicos en el caso de Coronary Artery urgery tudy (CA ). horac Cardiovasc urg
1982;84:334-341.
una anticoagulación subterapéutica. Otros procedimien-
ollath Cleland ust H et al. fficacy and safety of intrave-
tos en la atención posterior al implante, como la intro- nous levosimendan compared with dobutamine in severe low-
ducción de sustitución dialítica continua de ujos lentos y output heart failure (the L study) a randomized double blind
fármacos especiales como el óxido nítrico y el factor trial. Lancet 2000;360:196-202.
han contribuido a estas mejorías. eorge inter . he clinical value of measuring cardiac output.
rit Hosp ed .
heorghiade annad op o et al. Acute heart failure syn-
Implante temprano de DAV. Por último, estos avan-
dromes current state and frame or for future research. Circu-
ces de la tecnología, la fácil implantación y las medidas lation 2005;112: 3958-3968.
de atención posoperatoria han llevado a los cirujanos a la illies ellomo oolan L uxton . ench to bedside revie
utilización temprana de los A antes del inicio de la in- inotropic drug therapy after adult cardiac surgery- a systematic
suficiencia orgánica como la insuficiencia renal aguda el literature revie . Critical Care .
síndrome de dificultad respiratoria del adulto o la translo- oldman L Caldera L ussbaum et al. ultifactorial index
of cardiac ris in noncardiac surgical procedures. ngl ed
cación bacteriana, que suelen ensombrecer el pronóstico
1977;297:845-850.
final de los pacientes (Figura 5). n la Tabla 8 se señalan oldstein yrnes eraci . harmacologic therapy of lo out-
las indicaciones de A en presencia de resistente put syndromes after cardiac surgery. Arch ntern hysiol iochem
al tratamiento. 1984;92s:21.
40 a. lena eyes ánchez et al

González-Chon O, García L, Chacon M, et al. Levosimendan: nueva another inodilator searching for a clinical application Anesth
estrategia en el manejo de la falla cardiaca. Arch Cardiol éx Analg 2007;104:759-761.
2005;75:130-139. lochl aje A. he use of the novel calcium sensitizer le-
Hayashida onomidis eisel et al. Antegrade distribu- vosimendan in critically ill patients. Anaesth Intensive Care
tion of arm cardioplegic solution. horac Cardiovasc urg 2004;32:471-475.
1995;110:800-812. olonen uo onen Hippelainen et al. A prospective ran-
Ho ell . pidemiology of perioperative cardiac complications. domised study of goal-oriented haemodynamic therapy in car-
n Ho ell epper C ahn editors. Heart disease and diac surgical patients. Anesth Analg 2000;90:1052-1059.
the surgical patient. e or nforma Healthcare aja ayen . Levosimendan in cardiac surgery current best
1-14.1. available evidence. Ann horac urg .
Labriola C iro rigiani Carrata et al. Hemodynamic effects anucci offol . Hyperlactatemia during cardiopulmonary by-
of levosimendan in patients with lowoutput heart failure after pass: determinants and impact on postoperative outcome. Crit
cardiac surgery. nt Clin harmacol her . Care 2006;6.
Large . urgery for heart failure. Heart . ao vanov . Lactate release during reperfusion predicts lo car-
Lazar HL uc berg anganaro A et al. yocardial energy re- diac output syndrome after coronary bypass surgery. Ann Thorac
plenishment and reversal of ischemic damage by substrate en- urg .
hancement of secondary blood cardioplegia with amino acids ash in C os en C aughman . xygen delivery in critically
during reperfusion. horac Cardiovasc urg . ill patients. Relationship to blood lactate and surviv. Chest
Levin L egrange A orcile et al. uperioridad del sensibili- 1985;87:580-584.
zante al calcio levosimendán comparado con dobutamina en el ousou A ngelman Anisimo icz L et al. etabolic enhance-
síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio. ev sp Cardiol ment of myocardial preservation during cardioplegic arrest.
2008;61:471-479. horac Cardiovasc urg .
alliota is eni a is Linarda is . et al. Haemodynamic effects uffenach A Lessana A rodaty aillet Le esnerais Cantoni
of levosimendan for low cardiac output after cardiac surgery: a M, Nataf P. Chest 2003;123:1361-1366.
case series. Hellenic Cardiol . ociedad spañola de Cirugía Cardiovascular. Actividad . ispo-
ebazaa A ieminen ac er et al. Levosimendan vs dobuta- nible en: http://www.sectcv.es
mine for patients with acute decompesated heart failure. The t. Andre A el ossi A. Hemodynamic management of patients
andomized rial. A A . in the first hours after cardiac surgery. Crit Care ed
Mebazza A. Clinical review: practical recommendations on the man- ( ) .
agement of perioperative heart failure in cardiac sugery. Critical tanley C Lopaschu Hall et al. egulation of myocardial
Care 2010;14:201. carbohydrate metabolism under normal and ischaemic condi-
iceli A iorani Hinna anesi et al. rophylactic intra aortic tions: potential for pharmacological interventions. Cardiovasc
balloon pump in high ris patients undergoing coronary artery Res 1997:33:243-257.
bypass grafting a propensity score analysis. nteract Cardio asc asouli A apadopoulos Antoniou et al. fficacy and safety of
horac urg . perioperative infusion of levosimendan in patients with compro-
isare ru en amp Levits y . Age dependent sensitivity to mised cardiac function undergoing open-heart surgery: impor-
unprotected cardiac ischemia the senescent myocardium. tance of early use. ur Cardiothorac urg .
horac Cardiovasc urg . o uda rant olfenden H et al. Levosimendan for patients
oiseyev oder Andrejevs et al. afety and efficacy of a with impaired left ventricular function undergoing cardiac sur-
novel calcium sensitizer, levosimendan in patients with left ven- gery. nteract Cardio asc horac urg .
tricular failure due to an acute myocardial infarction ( LA ritapepe L e antis itale et al. Levosimendan pre treatment
study). ur Heart . improves outcomes in patients undergoing coronary artery by-
ieminen Harjola . efinition and epidemiology of acute heart pass graft surgery. Br J Anaesth 2009;102:198-204.
failure syndromes. Am Cardiol ( A) . ritapepe L e antis itale ofroni et al. recondi-
vergaard C zaví . notropes and vasopressors. evie of tioning effects of Levosimendan in coronary artery bypass
physiology and clinical use in cardiovascular disease. Circulation grafting a pilot study. r Anaesth .
2008;118:1047-1056. eil H Afifi AA. xperimental and clinical studies on lactate and
agel . Levosimendan in cardiac surgery a unique drug for the pyruvate as indicators of the severity of acute circulatory failure
treatment of perioperative left ventricular dysfunction or just (shoc ). Circulation .
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):41-46

www.elsevier.com.mx

Hipertensión pulmonar posoperatoria y síndrome de bajo


gasto cardiaco derecho
Luis Efren Santos-Martínez,1 Édgar Bautista-Bautista,2 Eduardo Rivero-
Sigarroa,2 Silvio A. Ñamendys-Silva,2 Jesús Alberto Carrillo-Rojas2
1
Coordinador
2
Participante

Introducción que re eja la incapacidad del para llenarse o expulsar


su contenido apropiadamente. La manifestación clínica
La función primordial del ventrículo derecho (VD) es con- cardinal es la retención hídrica”.
trolar el retorno venoso al corazón y mantener las presiones Asimismo se considera que la disfunción del ventrículo
bajas en el lecho vascular pulmonar. Esta función es posi-
derecho ( ) se refiere a anormalidades del llenado o con-
ble por su diseño geométrico y morfológico. Sus paredes
tracción del VD sin referencia a signos y síntomas de insu-
delgadas, la distensibilidad y sus presiones bajas lo hacen
ficiencia cardiaca. stos pacientes asintomáticos pueden
adecuado para la circulación del volumen, que en presencia
considerarse como una etapa temprana de la FVD”.
de sobrecarga de presión aguda produce dilatación.
Su función depende, al igual que en el ventrículo izquier-
do (VI), de la frecuencia cardiaca, precarga, poscarga y con- Falla del vd en el posoperatorio de la cirugía
tractilidad. El VD puede fallar por diversos factores, como cardiaca
sobrecarga de presión, volumen o isquemia, pero un solo me-
canismo parece no ser suficiente para propiciar la falla. n El síndrome de bajo gasto cardiaco (GC) derecho ocurre
este contexto, la estabilidad hemodinámica es efecto de la por FVD. Después de un procedimiento de cirugía cardiaca
contracción del VI y el septo interventricular (SIV), contrac- es una causa importante de morbilidad y mortalidad. La
ción auricular, sincronía atrioventricular y el mantenimiento forma refractaria de la puede identificarse luego de
de su perfusión sistólica-diastólica. En consecuencia, el una cardiotomía en 0.1%, después de un trasplante car-
VD debe proporcionar una precarga adecuada al VI y, de diaco en 2% a 3% y con el uso de dispositivos de asistencia
acuerdo con su poscarga (resistencia vascular pulmonar [RVP] ventricular izquierda (DAVI) en 20% a 30%. La mortalidad
o la impedancia de la circulación pulmonar), adoptar una intrahospitalaria puede ser hasta de 70% a 75%.
función de bomba semejante a la del VI.
Fisiopatología
efinicione La disfunción miocárdica y la hipertensión pulmonar (HP)
e ha formulado la siguiente definición La falla del ven- después de circulación extracorpórea (CEC) casi siempre
trículo derecho ( ) puede definirse como un síndrome son leves y no inducen un bajo GC posoperatorio. Se ha

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
42 Luis Efren Santos-Martínez et al

informado FVD en diferentes contextos, por ejemplo tras disminución de la supervivencia a largo plazo y una inci-
una cardiotomía posterior a CEC y en presencia de isque- dencia elevada para desconectarse de la CEC. En 60 pa-
mia y disfunción miocárdica; en pacientes que requieren cientes posoperados con inestabilidad hemodinámica, la
DAVI, ya que el volumen expulsado provoca cambios en la DVD se acompañó de una mortalidad alta, con un análisis
geometría del VD; en el trasplante cardiaco con sustrato prospectivo y el marcador fue la RVFAC <35%. En cuanto
isquémico o enfermedad vascular pulmonar e HP. Otros a la cirugía valvular, en dos estudios retrospectivos se in-
factores relacionados con FVD posoperatoria son protec- cluyó a 382 individuos sometidos a un procedimiento val-
ción miocárdica insuficiente durante la operación tiempo vular mitral o mitroaórtico y a 50 pacientes posoperados
de CEC prolongado; isquemia o infarto al miocardio por tras una intervención de cirugía valvular de alto riesgo; la
embolia coronaria u obstrucción de puentes; pérdida de definición de fue clínica o bien se utilizaron la AC
la sincronía atrioventricular o arritmias; HP inducida por <32% y el índice de función miocárdica ventricular dere-
protamina; daño pulmonar por reperfusión con desarrollo cha >0.50 y se concluyó que la FVD fue el mayor predictor
de HP secundaria; tromboembolia pulmonar posoperato- de mortalidad y que se vinculó con una elevada incidencia de
ria; y depresión miocárdica vinculada con sepsis; de igual insuficiencia circulatoria.
modo, la interdependencia ventricular, en un VD previa- Las series de casos retrospectivos sobre cirugía de
mente dilatado o con HP, y la infusión de volumen pueden defectos congénitos y comunicación interatrial, en los
ocasionar desplazamiento del septo interventricular hacia cuales el criterio de DVD fue el remodelado del VD,
el lo que modifica la geometría ventricular y su rela- los resultados mostraron que la edad avanzada y la re-
ción de presión-volumen. La consecuencia puede ser la lajación anormal del VD se relacionaron con remodelado
disminución de la distensibilidad y la contracción del VI, incompleto del VD. En tres estudios prospectivos efec-
con un bajo GC resultante. tuados en personas con tetralogía de Fallot, que inclu-
yeron a 35, 41 y 17 sujetos, respectivamente, la DVD fue
la fisiología restrictiva del en los dos primeros y el
Manifestaciones clínicas
remodelado del VD en el tercero; las conclusiones fueron
La expresión clínica cardinal es la congestión venosa sis- la predicción de bajo GC posoperatorio, estancia prolon-
témica e inestabilidad hemodinámica y la regurgitación gada en cuidados intensivos, mejor tolerancia al ejer-
tricuspídea debido a la dilatación del VD e HP. Otro signo cicio y VD más pequeños; la dilatación del VD (volumen
es la hipoxemia de grado variable debido al cortocircuito final diastólico ml/m2) se vinculó con remodelado
de la aurícula derecha (AD) a la izquierda a través de un incompleto del VD. En dos trabajos retrospectivos, uno
agujero oval permeable o a la desigualdad de la ventila- con 31 pacientes, efectuados en individuos con FVD que
ción-perfusión secundaria a un bajo GC. requirieron DAVI, se utilizó una fracción de expulsión de
11.8% como marcador de DVD y se concluyó que era ne-
cesario un A en presencia de fiebre edema pulmo-
Importancia clínica de la falla ventricular de-
nar y transfusiones sanguíneas intraoperatorias; en un
recha segundo estudio que analizó a 245 sujetos con DAVI y FVD
En condiciones no quirúrgicas, la FVD puede ser un mar- como definición ( ) de ellos requirió dispositivos
cador pronóstico modifica la calidad de vida y altera la de asistencia del VD y los predictores de riesgo fueron
evolución natural o el estado hemodinámico en diferentes género femenino y causas no isquémicas.
afecciones clínicas, como la hipertensión arterial pulmo- En otro protocolo retrospectivo sobre trasplante car-
nar idiopática, la tromboembolia pulmonar aguda y cróni- diaco que utilizó la base de datos de la Sociedad Interna-
ca, y el infarto agudo del miocardio con extensión al VD. cional de Transplante de Corazón y Pulmón, el marcador
Además, la FVD es un marcador pronóstico o funcional en fue con falla circulatoria y se identificó muerte tem-
pacientes con disfunción del VI consecutiva a cardiopatía prana en más de 20% de los casos.
isquémica o valvular.
En condiciones posoperatorias del corazón (válvulas, Importancia de la función del vd en pacientes
anomalías congénitas, arterias coronarias, DAVI o tras-
con hipertensión pulmonar
plante), se ha sugerido que los datos de la función del
podrían ayudar a estratificar mejor a los pacientes En los modelos de riesgo Parsonnet y euroSCORE se in-
incluidos aquéllos con inestabilidad hemodinámica poso- cluyó la H y se la definió como el factor de riesgo para
peratoria. u limitación ha sido la definición de la en mortalidad más importante en pacientes posoperados de
la validación de índices pronósticos, como el euroSCORE o cirugía cardiaca. Este riesgo no dependió del nivel
el Parsonnet. La información disponible procede de traba- de presión arterial pulmonar y sí pareció relacionarse
jos pequeños retrospectivos en casi todos los casos, en los con el estado de la función del VD. En la cirugía valvular
cuales se ha definido la de manera diversa. mitral, la DVD fue predictor de falla circulatoria poso-
n la revascularización miocárdica ( ) se ha defi- peratoria; en la tromboendarterectomía de la tromboe-
nido la DVD por el cambio en la fracción del área ven- mbolia pulmonar crónica, la FVD es un factor de riesgo
tricular derecha (RVFAC) <35% o la obstrucción dinámica para mortalidad perioperatoria, aunque ahora se recono-
del tracto de salida del VD (gradiente >25 mmHg), con ce que el principal predictor de muerte es la HP residual
41 pacientes obtenidos retrospectivamente de un pri- posoperatoria. En sujetos con HP programados para un
mer protocolo y con 800 del segundo de manera retros- procedimiento no cardiaco la DVD fue el mejor predictor
pectiva prospectiva. n estos estudios se notificó una de supervivencia.
Hipertensión pulmonar posoperatoria y síndrome de bajo gasto cardiaco derecho 43

Tratamiento preferible la administración en bolo de soluciones crista-


loides de 250 a 500 ml, seguido de una cuidadosa reeva-
En la actualidad, el tratamiento dirigido a los pacientes luación. Se ha sugerido establecer objetivos de perfusión
con HP está enfocado principalmente en los mecanismos para hacer un uso racional de las cargas con líquidos y evi-
de vasoconstricción, trombosis y proliferación celular. Sin tar efectos adversos. La reanimación con volumen debe
embargo, es poca la evidencia existente acerca del tra-
iniciar cuando la presión venosa central es < 10 mmHg con
tamiento de la DVD y, en casi todos los casos, el conoci-
seguimiento estrecho del GC. Las cargas con volumen se
miento a este respecto deriva de subanálisis de estudios
deben evitar o suspender cuando la presión de la AD se in-
con los enfoques ya mencionados. De manera adicional,
crementa más de 3 mmHg sin observar cambios en el GC.
la mayor parte de estos estudios incluye a pacientes con
formas crónicas de la HP, por ejemplo la hipertensión ar-
terial pulmonar idiopática y la secundaria a otros pade- Ventilación mecánica
cimientos o la tromboembolia pulmonar aguda y crónica.
Es común observar disfunción pulmonar después de opera-
Por esta razón se considera que son necesarios más estu-
ciones que requieren CEC. La disfunción pulmonar puede
dios acerca del tratamiento de la DVD aguda, sobre todo
manifestarse en la forma de daño pulmonar agudo o síndro-
en el contexto de la terapia intensiva posoperatoria.
me de insuficiencia respiratoria aguda ( A) en de los
casos, y cursar con vasoconstricción pulmonar hipóxica e in-
Identificación de los pacientes de alto ries- cremento de la poscarga al VD. El SIRA tiene una mortalidad
go aproximada de y es de gran importancia identificarla en
el periodo posoperatorio con el fin de establecer un mane-
Se consideran individuos de gran riesgo aquéllos progra- jo ventilatorio adecuado. La sobredistensión pulmonar debe
mados para una intervención de cirugía cardiaca con HP
evitarse debido a que puede aumentar en grado significativo
o DVD previa, con tiempos de CEC o tiempo de isquemia
la RVP, por colapso de los vasos alveolares, y llevar a la FVD.
prolongados, y personas con desigualdad en el tamaño
Durante la evolución del SIRA se requieren con frecuencia
respecto de quienes reciben un DAVI.
incrementos progresivos de las presiones en la vía respira-
toria como intento de asegurar un adecuado intercambio de
Medidas para reducir el riesgo oxígeno, lo que podría resultar en sobredistensión alveolar.
Se ha aconsejado instituir medidas de protección pulmonar
Se han sugerido las siguientes: optimizar la protección
en aquellos enfermos que cursan con daño pulmonar agu-
miocárdica, evitar la hipotensión arterial sistémica, es-
do o SIRA en el periodo posoperatorio. El volumen corriente
tablecer vigilancia y optimizar la precarga, instituir un
debe ajustarse de modo sistemático y calculado con base
control adecuado de la oxigenación y la ventilación me-
en el peso predicho para género y talla; se recomienda em-
cánica (VM) y utilizar vasodilatadores pulmonares de ma-
nera selectiva. plear volumen corriente bajo (4-6 ml/kg) para mantener una
presión meseta < 30 cm H2O; la frecuencia respiratoria se
debe ajustar para mantener el pH arterial entre 7.30 y 7.45.
Control de la frecuencia y el ritmo cardiaco Además, se sugiere utilizar una apropiada combinación de
Los trastornos del ritmo cardiaco, y en particular las arrit- fracción inspiratoria de oxígeno y presión positiva al final de
mias supraventriculares y el bloqueo auriculoventricular de la espiración para alcanzar una adecuada oxigenación (PaO2:
grado diverso, ocurren con frecuencia en pacientes posope- 55 a 80 mmHg o saturación por oximetría de pulso de 88%
rados de una operación cardiaca lo cual puede modificar a 95%). Las medidas de protección pulmonar tienen como
el GC. Es importante mantener el ritmo sinusal y la sincro- objetivo limitar la presión en la vía respiratoria y, por lo tan-
nía auriculoventricular en presencia de DVD. Asimismo, to, reducir la sobredistensión pulmonar, es decir, la presión
deben aplicarse medidas farmacológicas o eléctricas para transpulmonar. En teoría, esto genera una menor poscarga
establecer un apropiado ritmo cardiaco antes de iniciar por disminución de la compresión de vasos intraalveolares
vasopresores o instituir apoyo mecánico. durante la VM y, en consecuencia, un menor trabajo del
VD. Las medidas de protección pulmonar también ofrecen
protección cardiaca y contribuyen a mantener una baja im-
Precarga del ventrículo derecho pedancia ventricular derecha. Asimismo, deben evitarse la
La reanimación hídrica debe ser conservadora y el uso hipoxemia, hipercapnia o acidosis, ya que pueden exacerbar
de diuréticos está indicado para evitar la sobrecarga de la HP. Se ha aconsejado la implementación de protocolos de
volumen central. El equilibrio de líquidos es de suma impor- retiro de la VM en aquellos pacientes con requerimientos
tancia, ya que puede relacionarse con el riesgo de hi- de VM por más de 24 h. Diferentes estudios han demostrado
povolemia o la sobrecarga de volumen. La hipovolemia que la aplicación de pruebas de ventilación espontánea como
puede desencadenar hipotensión sistémica debido al GC parte del proceso del retiro de la VM disminuye la duración de
bajo relacionado con un inadecuado llenado ventricular ésta. Completar una prueba de ventilación espontánea
durante la diástole y la sobrecarga de volumen puede de forma satisfactoria implica una elevada probabilidad de
afectar la función cardiaca debido al principio de inter- éxito en el retiro. ambién se ha notificado la institución
dependencia ventricular. La reanimación con líquidos, de protocolos de sedación y analgesia con interrupción diaria
ante un VD dilatado, puede incrementar su volumen e en pacientes críticos cuando la condición clínica es óptima
interferir con el llenado del VI. Por esta razón, es para el retiro de la VM.
44 Luis Efren Santos-Martínez et al

Vasodilatadores pulmonares para la hiperten- Tabla 1. Tipo de recomendaciones y niveles de evidencia en el


síndrome de bajo gasto cardiaco derecho posoperatorio.
sión pulmonar o la FVD posoperatorias
Los vasodilatadores pulmonares (VP) se han utilizado en Clase de Nivel de
Recomendación
forma inhalada en los procedimientos de cirugía cardiaca. recomendación evidencia
Éstos incluyen milrinona, óxido nítrico (NO), prostaciclina,
Identificación de pacientes con alto riesgo
sildenafilo e iloprost. e ha demostrado en modelos expe- para FVD
IIb C
rimentales que el uso de VP, como la milrinona y la prosta-
ciclina en forma inhalada, reduce la disfunción endotelial Medidas para minimizar el riesgo de FVD IIb C
arterial pulmonar. Con esta observación, el compromiso
pulmonar observado con la CEC y su efecto en la poscarga Control de la frecuencia y el ritmo
I C
al VD podrían ser menores. La prostaciclina, milrinona e cardiaco
iloprost demostraron disminuir la HP y requieren menor Manejo de la precarga y equilibrio hídrico I B
apoyo vasoactivo que un grupo placebo. El momento de
su administración parece tener efecto diferencial entre su Ventilación mecánica, volumen pulmonar
I A
uso anterior y posterior a la CEC. La CEC previa redujo y oxigenación
más la presión arterial pulmonar (PAP) y la frecuencia de Administración de vasodilatadores para el
reingreso a CEC respecto del grupo al cual se le adminis- tratamiento de la FVD posoperatoria IIa B
tró al final. stas observaciones fueron reproducibles con
Uso de vasopresores o inotrópicos en
prostaciclina y NO inhalados en comparación con VP intra- IIb B
la FVD
venosos de uso habitual y milrinona. Además, el tiempo
de estancia en cuidados intensivos y en el hospital fue Tratamientos alternos, como uso de
digoxina y nivel de hemoglobina No hay No hay
menor. La evidencia retrospectiva sugiere que los VP (NO)
podrían reducir la FVD refractaria después de dispositivos
de asistencia del VD, trasplante o cirugía de cardiopatías
congénitas. La equivalencia de ambos (prostaciclina inha-
lada y óxido nítrico) son de similar eficacia al mejorar la
En la Tabla 1 se resumen las recomendaciones y sus
hemodinámica pulmonar; la diferencia podría encontrar-
niveles de evidencia en el control y tratamiento del sín-
se en las vías de administración, tipo de fármaco, costo,
drome de bajo gasto cardiaco derecho posoperatorio.
posibilidad de causar hipotensión sistémica y desigualdad
en la relación ventilación-perfusión pulmonar.
Bibliografía
Apoyo vasopresor e inotrópico Ardehali A, Hughes K, Sadeghi A, et al. Inhaled nitric oxide for pulmo-
nary hypertension after heart transplantation. Transplantation
Este apoyo puede ser necesario si sobreviene inestabili- 2001;72:638-641.
dad hemodinámica por FVD aguda posoperatoria. El ob- Argenziano M, Choudhri AF, Moazami N, et al. Randomized, double-
jetivo debe ser evitar la hipotensión arterial y con ello el blind trial of inhaled nitric oxide in LVAD recipients with pulmo-
desarrollo de isquemia del VD. En pacientes con DVD leve nary hypertension. Ann Thorac Surg 1998;65:340-345.
a moderada, después de una operación cardiaca sin hipo- Aubin MC, Laurendeau S, Mommerot A, et al. Differential effects of
tensión grave, se han utilizado dobutamina y milrinona; inhaled and intravenous sildenafil in the prevention of the pul-
monary endothelial dysfunction due to cardiopulmonary bypass.
ambos podrían disminuir el GC y la PAP. El mismo efecto se
J Cadiovasc Pharmacol 2008;51:11-17.
ha observado en sujetos con HP (PAP media > 25 mmHg), Barnard D, Alpert JS. Right ventricular function in health and disea-
en quienes si bien decreció la presión capilar pulmonar, se. Curr Probl Cardiol 1987;12:417-449.
también lo hizo la resistencia vascular sistémica. El levo- Beck JR, Mongero LB, Kroslowitz RM, et al. Inhaled nitric oxide im-
simendán, un sensibilizador de calcio, se ha prescrito en proves hemodynamics in patients with acute pulmonary hyper-
el síndrome de bajo GC y falla cardiaca, pero la experien- tension after high-risk cardiac surgery. Perfusion 1999;14:37-42.
cia en la FVD es aún escasa. Berstein AD, Pasonnet V. Bedside estimation of risk as an aid for de-
cision-making in cardiac surgery. Ann Thorac Surg 2000;69:823-
828.
Tratamientos alternos o adyuvantes de la FVD Bogaard HJ, Abe K, Vonk Noordegraaf A, et al. The right ventricle un-
der pressure. Cellular and Molecular Mechanisms of right-heart
Los niveles ideales de hemoglobina en pacientes con FVD failure in pulmonary hypertension. Chest 2009;135:794-804.
no se han establecido; sin embargo, cuando se agrega ade- Brook AD, Ahrens TS, Schaiff R, et al. Effect of a nursing-implemen-
más oxigenación tisular comprometida, es probable que ted sedation protocol on the duration of mechanical ventilation.
los niveles sugeridos actualmente en el paciente crítico Crit Care Med 1999;27:2609–2615.
sin enfermedad cardiopulmonar previa sean insuficientes. Chen JM, Levin HR, Rose EA, et al. Experience with right ventricular
La administración de fármacos bloqueadores e in- assist devices for perioperative right-sided circulatory failure.
hibidores de la enzima convertidora de angiotensina Ann Thorac Surg 1996;61:305-310.
Clark SC. Lung injury after cardiopulmonary bypass. Perfusion
mejora la hemodinámica de pacientes con falla biventri-
2006;21:225-228.
cular, aunque en el paciente con FVD pura se sugiere no Cullen S, Shore D, Redington A, et al. Characterization of right ven-
emplearlos de manera sistemática y existe poca evi- tricular diastolic performance after complete repair tetralogy of
dencia que sustente su empleo al igual que el de la Fallot. Restrictive physiology predicts slow post-operative reco-
digoxina. very. Circulation 1995;91:1782-1789.
Hipertensión pulmonar posoperatoria y síndrome de bajo gasto cardiaco derecho 45

Davlouros PA, Niwa K, Webb G, et al. The right ventricle in congenital Kaul TK, Fields BL. Posoperative acute refractory right ventricular
heart disease. Heart 2006;92:127-138. failure: IIncidence, pathogenesis, management and prognosis.
Denault AY, Chaput M, Couture P, et al. Dynamic right ventricular Cardiovasc Surg 2000;8:1-9.
out o tract obstruction in cardiac surgery. horac Cardiovasc Kerbaul F, Gariboldi V, Giorgi R, et al. Effects of Levosimendan on
Surg 2006;132:43-49. acute pulmonary embolism-induced right ventricular failure.
Doyle AR, Dhir AK, Moors AH, et al. Treatment of perioperative low Crit Care Med 2007;35:1948-1954.
cardiac output syndrome. Ann Thorac Surg 1995;59:S3-S11. Kieler-Jensen N, Lundin S, Ricksten SE, et al. Vasodilatar therapy
Ely EW, Baker AM, Dunagan DP, et al. Effect on the duration of me- after heart transplantation: effects of inhaled nitric oxide and
chanical ventilation of identifying patients capable of breathing intravenous prostacyclin, prostaglandin E1, and sodium nitro-
spontaneously. N Engl J Med 1996;335:1864–1869. prusside. J Heart Lung Transplant 1995;14:436-443.
Esteban A, Alia I, Gordo F, et al.: Extubation outcome after sponta- Kormos RL, Gasior TA, Kaway A, et al. Transplant candidate´s clini-
neous breathing trials with T-tube or pressure support ventila- cal status rather than right ventricular function defines need for
tion. Am J Respir Crit Care Med 1997;156:459–465. univentricular versus biventricular support. J Thorac Cardiovasc
Esteban A, Alia I, Tobin MJ, et al.: Effect of spontaneous breathing Surg 1996;111:773-782.
trial duration on outcome of attempts to discontinue mechanical Kress JP, Pohlman AS, O`Connor, et al. Daily interruption of sedative
ventilation. Am J Respir Crit Care Med 1999;159:512–518. infusions in critically ill patients undergoing mechanical ventila-
Fattouch K, Sbraga F, Sampognaro R, et al. Treatment of pulmonary tion. N Engl J Med 2000;342;1471-1477.
hypertension in patients undergoing cardiac surgery with car- Lahm T, McCaslin Ch, Wozniak T, et al. Medical and surgical
diopulmonary bypass: a randomized, prospective, doubled-blind treatment of acute right ventricular failure. J Am Coll Cardiol
study. J Cardiovasc Med 2006;7:119-123. 2010;56;1435-1446.
Feneck RO, Sherry KM, Withington PS, et al. Comparison of the he- Lamarche Y, Malo O, Thorin E, et al. Inhaled but not intravenous
modinamic effect of milrinone and dobutamine in patients after milrinone prevents pulmonary endotelial dysfunction after car-
cardiac surgery. J Cardiothorac Vasc Anesth 2001;15:306-315. diopulmonary bypass. J Thorac Cardiovasc Surg 2005;130:83-92.
Ferlinz J. Right ventricular function in adult cardiovascular disease. Lamarche Y, Perrault LP, Maltais S, et al. Preliminary experience with
Prog Cardiovasc Dis 1982;25:225-267. inhaled milrinone in cardiac surgery. Eur J Cardiothorac Surg
ollath Cleland ust H et al. fficacy and safety of intravenous 2007;31:1081-1087.
Levosimendan compared with dobutamina in severe low-output Leather HA, Ver EK, Segers P, et al. Effects of levosimendan on acute
heart failure (the LIDO study): a randomized double blind trial. pulmonary embolism-induced right ventricular failure. Crit Care
Lancet 2002;360:196-202. Med 2003;31:2339-2343.
Gatzoulis MA, Clark AL, Cullen S, et al. Right ventricular diastolic Levine S, Nguyen T, Taylor N, et al. Rapid disuse atrophy of dia-
function 15 to 35 years after repair of tetralogy of Fallot. Res- phragm fibers in mechanically ventilated humans. ngl ed
trictive physiology predicts superior exercise performance. Cir- 2008;358;1327-1335.
culation 1995;91:1775-1781. MacLaren R, Plamondon JM, Ramsay KB, et al. A prospective eva-
Ghio S, Gavazzi A, Campana C, et al. Independent and additive prog- luation of empiric versus protocol-based sedation and analgesia.
nostic value of right ventricular systolic function and pulmonary Pharmacotherapy 2000;20:662–672.
artery pressure in patients with chronic heart failure. J Am Coll Maslow AD, Regan MM, Panzica P, et al. Precardiopulmonary bypass
Cardiol 2001;37:183-188. right ventricular function is associated with poor outcome after
Guarracino F, Cariello C, Danella A, et al. Right ventricular failure: coronary artery bypass grafting in patients with severe left ven-
pPhysiology and assessment. Minerva Anestesiol 2005;71:307- tricular systolic dysfunction. Anesth Analg 2002;95:1507-1518.
312. Missant C, Rex S, Segers P, et al. Levosimendan improves right ven-
Hache M, Denault AY, BelisleS, et al. Inhaled epoprostenol (prosta- triculovascular coupling in a porcine model of right ventricular
cyclin) and pulmonary hypertension before cardiac surgery. J dysfunction. Crit Care Med 2007;35:707-715.
Thorac Cardiovasc Surg 2003;125:642-649. Moazami N, Pasque MK, Moon MR, et al. Mechanical support for isola-
Haddad F, Ashley E, Michelakis E. New insights for the diagnosis and ted right ventricular failure in patients after cardiotomy. J Heart
management of right ventricular failure, from molecular ima- Lung Transplant 2004;23:1371-1375.
ging to targeted right ventricular therapy. Curr Opin Cardiol Morelli A, Teboul JL, Maggiore SM, et al. Effects of levosimendan on
2010;25:131-140. right ventricular afterload in patients with acute respiratory dis-
Haddad F, Couture P, Tousignant C, et al. The right ventricle in cardiac tress syndrome: a pilot study. Crit Care Med 2006;34:2287-2293.
surgery, a perioperative perspective: II. Pathophysiology, clinical Nashef SA, Roques F, Hammill BG, et al. Validation of European Sys-
importance, and management. Anesth Analg 2009;108:422-433. tem for Cardiac Operative Risk Evaluation (euroSCORE) in North
Haddad F, Denault AY, Couture P, et al. Right ventricular myocardial American cardiac surgery. Eur J Cardiothoracic Surg 2002;22:101-
performance index predicts peri-operative mortality or circula- 105.
tory failure in high risk valvular surgery. J Am Soc Echocardiogr Ochiai Y, McCarthy PM, Smedira NG, et al. Predictors of severe right
2007;20:1065-1072. ventricular failure after implantable left ventricular assist devi-
Hill NS, Roberts KR, Preston IR. Postoperative pulmonary hyperten- ce insertion: analysis of 245 patients. Circulation 2002;106:I198-
sion: etiology and treatment of a dangerous complication. Respir I202.
Care 2009;54:958-968. Oz MC, Ardehali A. Collective review: perioperative uses of inhaled
Hoeper MM, Mayer E, Simonneau G, et al. Chronic thromboembolic nitric oxide in adults. Heart Surg Forum 2004;7:E584-E589.
pulmonary hypertension. Circulation 2006;113:2011-2020. Pinzani A, de GG, Pinzani V, et al. Pre and postoperative right cardiac
Hosenpud JD, Bennett LE, Keck BM, et al. The registry of the Interna- insufficiency in patients ith mitral or mitral aortic valve disea-
tional Society for Heart and Lung Transplantation: Seventeenth ses. Arch Mal Coeur Vaiss 1993;86: 27-34.
official report . Heart Lung ransplant . Rastan AJ, Bittner HB, Gummert JF, et al. On-pump beating heart
Jurnois D, Baufreton C, Mauriat P, et al. Inhaled nitric oxide as a the- versus off-pump coronary artery bypass surgery evidence of
rapy for pulmonary hypertension after operations for congenital pump-induced myocardial injury. Eur J Cardiothorac Surg
heart defects. J Thorac Cardiovasc Surg 1994;107:1129-1135. 2005;27:1057-1064.
Jurnois D, Pouard P, Mauriat P, et al. Effects of inhaled nitric oxide Reichert CL, Visser CA, van den Brinck RB, et al. Value of biventri-
administration on early postoperative mortality in patients ope- cular function in hypotensive patients after cardiac surgery as
rated for correction of atrio-ventricular canal defects. J Thorac assessed by esophageal echocardiography. J Cardiothorac Vasc
Cardiovasc Surg 1994;107:1129-1135. Anesth 1992; 6:429-432.
46 Luis Efren Santos-Martínez et al

Santamore W, Dell´Italia LJ. Ventricular iInterdependence: Ssigni- Tscholl D, Langer F, Wendler O, et al. Pulmonary thromboendarte-
ficant left ventricular contributions to right ventricular systolic rectomy-risk factor for early survival and hemodynamic impro-
function. Prog Cardiovasc Dis 1998:40:4:289-308. vement. Eur J Cardiothorac Surg 2001;19:771-776.
Stobierska-Dzierzek B, Award H, Michler RE. The evolving manage- Vlahakes GJ. Right ventricular failure following cardiac surgery. Co-
ment of acute right-sided heart failure in cardiac transplant re- ron Artery Dis 2005:16:27-30.
cipients. J Am Coll Cardiol 2001;38:923-931. Wang H, Gong M, Zhou B, et al. Comparison of inhaled and
Taylor DO, Edwards LB, Boucek MM, et al. Registry of the Internatio- intravenous milrinone in patients with pulmonary hy-
nal Society for Heart and Lung Transplantation: Twenty-fourth pertension undergoing mitral valve surgery. Advan Ther
official adult heart transplant report . Heart Lung rans- 2009;26:462-468.
plant 2007;26:769-781. Webb G, Gatzoulis MA. Atrial septal defect in the adult recent pro-
The Acute Respiratory Distress Syndrome Network. Ventilation with gress and overview. Circulation 2006;114:1645-1653.
lower tidal volumes as compared with traditional tidal volumes Yeo TC, Dujardin KS, Tei C, et al. Value of Doppler-derived index
for acute lung injury and the acute respiratory distress syndro- combined systolic and diastolic time intervals in predicting
me. N Engl J Med 2000;342:1301–1308. outcome in primary pulmonary hypertension. Am J Cardiol
Theodoraki K, Panagiota R, Thanopoulos A, et al. Inhaled iloprost 1998;81:1157-1161.
controls pulmonary hypertension after cardiopulmonary bypass. Zamanian RT, Haddad F, Doyle RL, et al. Management strategies for
Can J Anesth 2002;49:963-967. patients with pulmonary hypertension in the intensive care unit.
Therrien J, Provost Y, Merchant N, et al. Optimal timing for pulmo- Crit Care Med 2007;35:2037-2050.
nary valve replacement in adults after tetralogy of Fallot repair.
Am J Cardiol 2005;95:779-782.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):47-57

www.elsevier.com.mx

Síndromes coronarios agudos posoperatorios


María Alejandra Madrid-Miller,1 Guillermo Fernández-de la Reguera,2 Beatriz
Mendoza-Pérez,2 Alex Pacheco-Bouthillier,2 Gustavo Sánchez-Miranda,2 Janet Silvia
Aguirre-Sánchez,2 Eduardo Julian Chuquiure-Valenzuela,2 Octavio González-Chon,2
Juan Carlos Alonso-Mercado2
1
Coordinador
2
Participante

Los síndromes coronarios agudos que pueden observarse por cardiopatías distintas de la isquémica debido a la
en el posoperatorio de una intervención cardiovascular ateroesclerosis coronaria.
son esencialmente dos: el infarto agudo del miocardio y La patogenia del daño celular miocárdico posterior
la angina inestable. a la operación cardiaca ha sido objeto de distintos es-
tudios; se considera que la causa puede relacionarse
con el injerto o con otras anomalías no relacionadas
Infarto perioperatorio
(Tabla 1).
Etiología
Durante la cirugía cardiaca, a pesar de la protección Daño celular relacionado con el injerto
miocárdica intraoperatoria y la mejoría en la técnica • Trombosis aguda de injerto: se considera la causa
quirúrgica, se puede producir cierto grado de aturdi- más frecuente y se vincula con diversos factores téc-
miento miocárdico debido a la liberación de citocinas nicos, entre ellos un calibre pequeño del vaso revascu-
proin amatorias y la apoptosis. in embargo del a larizado, cuyo resultado es un pobre flujo distal; la
de los pacientes sometidos a un procedimiento de desproporción del tamaño y el ujo competitivo en-
revascularización miocárdica sufren infarto del miocar- tre el injerto y el vaso nativo lo que genera ujo
dio perioperatorio; la incidencia de esta complicación turbulento y favorece la trombosis; el doblamiento
es menor en una persona con diagnóstico preoperato- o la sobredistensión del injerto, que dan lugar a la
rio de angina estable y la mayor frecuencia se identifica reducción del ujo.
en individuos con síndrome coronario agudo o pacientes • Isquemia del injerto.
inestables. • Lesión del endotelio como resultado del traumatis-
Los pacientes sometidos a revascularización miocárdi- mo mecánico; esta pérdida del endotelio promueve
ca con colocación de injertos aortocoronarios conforman la la adhesión plaquetaria y trombosis, así como el va-
mayor parte de los casos; sin embargo este problema tam- soespasmo resultante por disminución de los niveles
bién se presenta en sujetos intervenidos quirúrgicamente del óxido nítrico.

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
48 María Alejandra Madrid-Miller et al

Tabla 1. Etiología del daño celular miocárdico. procoagulantes al estimular la liberación de la interleuci-
na y fibrinógeno entre otras acciones mediante curva
Etiología relacionada con el Etiología no relacionada con el ROC se ha considerado un punto de corte de 3.8 pg/ml.
injerto injerto
Trombosis aguda (factores técnicos) Pronóstico
Pobre flujo distal l istema uropeo para la valuación del iesgo de Ciru-
Tamaño competitivo entre vaso e Inadecuada perfusión durante la gía Cardiaca (euro C ) es un sistema predictor de mor-
injerto cardioplejía
talidad e identifica tres tipos de factores de riesgo facto-
Doblamiento o sobredistensión del
injerto
res relacionados con el paciente (edad años género
enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad
Isquemia del injerto Inadecuada conservación miocárdica arterial periférica, disfunción neurológica, operación car-
Alteración del endotelio Revascularización incompleta diaca previa, creatinina sérica > 200 µmol/L, endocarditis
Rotura de placa aterosclerótica activa y estado preoperatorio crítico); factores cardiacos
inestable (angina inestable o nitratos intravenosos, fracción de ex-
pulsión ventricular izquierda infarto del miocardio
Microembolización distal
reciente presión sistólica de la arteria pulmonar
mmHg); y factores relacionados con la intervención (ope-
ración de urgencia, operación con revascularización mio-
cárdica, procedimiento de aorta torácica, operación por
rotura septal posinfarto). l resultado del índice euro C -
Daño celular miocárdico no relacionado con el in-
RE pronostica la mortalidad estimada: cuanto mayor
jerto sea la puntuación resultante, mayor será la mortalidad
• Inadecuada perfusión durante la cardioplejía y con- estimada (se considera alto riesgo si el puntaje es ).
servación miocárdica intraoperatoria subóptima Esta escala se encuentra bien validada y por ello algu-
debido a que ambas desencadenan la liberación de nos autores han comparado su resultado con los niveles
mediadores de la in amación del tipo interleucina de troponina I; por consiguiente los pacientes que sufren
interleucina interleucina y factor de ne- infarto del miocardio perioperatorio y tienen concen-
crosis tumoral que puede precipitar la cascada de traciones de troponina I muy elevadas se consideran de
la apoptosis celular. alto riesgo y necesitan tratamientos radicales para dis-
• Revascularización incompleta. minuir la incidencia de episodios adversos. in lugar a
• Rotura de una placa aterosclerótica inestable con la duda, aun cuando este índice se encuentra ya validado,
subsecuente oclusión trombótica coronaria; asimismo, existe la necesidad de diseñar nuevos instrumentos que
se han observado roturas de placas con microémbolos incluyan, además de las variables inherentes al pacien-
distales, casi siempre compuestos por agregados pla- tes como el euro C biomarcadores de in amación y
quetarios y material hialino, y de la placa ateroscle- probablemente también metabólicos (proteína C reacti-
rótica, incluidos cristales de colesterol. va e interleucinas, hemoglobina glicada, entre otros), así
En diferentes estudios, con base en análisis de re- como variables inherentes al procedimiento (caracterís-
gresión multivariado, se han descrito factores de riesgo ticas anatómicas de las arterias coronarias dificultades
independiente para el desarrollo de infarto del miocar- técnicas quirúrgicas, etcétera.), de tal modo que sea
dio perioperatorio, los cuales incluyen sobre todo tiem- posible identificar a los sujetos de alto riesgo de infar-
po de pinzamiento aórtico > 100 min, debido a que se to perioperatorio e instituir las medidas preventivas o los
ha vinculado con concentraciones elevadas de citocinas; tratamientos oportunos.
operación urgente; infarto del miocardio reciente (den- De los pacientes sometidos a revascularización miocárdi-
tro de la semana anterior a la intervención); antecedente ca se considera que al año cerca del al de los injertos
de revascularización (angioplastía coronaria transluminal se habrán concluido. Entre uno y seis años después de la ope-
percutánea o puentes aortocoronarios); aterosclerosis di- ración de injerto aortocoronario, el índice de oclusión anual
fusa de las arterias coronarias distales; problemas téc- es del al con posterior incremento del al por
nicos relacionados con las anastomosis de los injertos, año. espués de diez años sólo el de los injertos venosos
mayores necesidades de oxígeno del miocardio como en permanece permeable. En aquellos pacientes con un pro-
la hipertrofia ventricular izquierda endarterectomía en- cedimiento cardiaco, y que además experimentaron infarto
fermedad grave del tronco común izquierdo; trastornos del miocardio perioperatorio, la mortalidad hospitalaria es del
hemodinámicos durante el periodo posoperatorio; y expe- al mayor que en aquellos que no sufrieron infarto.
riencia del cirujano. Además, a los dos años tras la operación, la probabilidad de
En fecha reciente ha cobrado especial interés la de- permanecer libre de episodios cardiovasculares es del
terminación de los niveles de proteína C reactiva, tras en personas que presentaron infarto perioperatorio compara-
considerar que ésta induce la síntesis del factor tisular do con en aquéllos sin esta complicación.
de monocitos y del inhibidor del activador del plasminó- Las características de los pacientes que incrementan
geno 1 (marcador de aterotrombosis); las cifras > 3 mg/L el riesgo de muerte a corto plazo, después de un infarto del
parecen tener un efecto como factor pronóstico en pa- miocardio perioperatorio incluyen edad años angi-
cientes sometidos a una operación cardiaca (p = 0.04). na inestable preoperatoria, infarto del miocardio durante
s el mismo caso de la interleucina que posee efectos la semana anterior a la operación, aneurisma ventricular
índromes coronarios agudos posoperatorios 49

Tabla 2. Factores de riesgo para el desarrollo de infarto del mio- Criterios diagnósticos
cardio perioperatorio y la mortalidad posoperatoria. La variabilidad en la frecuencia del infarto perioperatorio
notificada por los diferentes estudios puede deberse a la
Variables inherentes al paciente Variables inherentes al procedimiento dificultad para establecer el diagnóstico y el tiempo de
presentación del episodio después de la intervención. e
1. Infarto perioperatorio considera como infarto perioperatorio aquel que se pre-
Infarto del miocardio reciente antes senta durante el procedimiento quirúrgico y hasta 30 días
Cirugía urgente
de la operación después de éste. Aun cuando de acuerdo con la clasifica-
Revascularización previa (ICP u Tiempo de pinzamiento aórtico >100 ción de la definición universal del infarto del miocardio
operación) min publicada en el 2007, se considera un infarto tipo 1 cuan-
do se presenta en forma espontánea debido a un episodio
Problemas técnicos en anastomosis
Aterosclerosis difusa
de injertos
coronario primario por rotura o erosión de la placa, y al
infarto tipo 2 cuando éste es consecuencia del desequili-
Enfermedad del TCI Endarterectomía concomitante brio en el aporte-demanda prolongado, la frecuencia de
estas causas como origen del infarto en el contexto qui-
Hipertrofia ventricular izquierda Experiencia del cirujano rúrgico se desconoce. Por lo tanto, cuando un infarto se
vincula con una operación de revascularización miocár-
Inestabilidad hemodinámica dica, se considera un infarto tipo 5, en el cual también
prequirúgica se incluyen las posibles diferentes etiologías vinculadas
con el procedimiento (daño por manipulación, inadecua-
Proteína C reactiva >3 mg/L
da cardioprotección, disección, embolismo microvascular,
etcétera). n esta definición universal se describen los si-
Interleucina >3.8 pg/ml guientes criterios diagnósticos para su identificación
• Elevación de marcadores de necrosis miocárdica
• veces el percentil del valor basal normal
2. Mortalidad • Cambios electrocardiográficos
• Ondas Q de novo
Edad > 65 años Revascularización incompleta
• BRIHH
CPK MB >10 veces el valor basal • videncia angiográfica de oclusión del injerto o arte-
normal ria nativa revascularizada o no revascularizada
• Pérdida de tejido viable de nueva aparición: sea por
Índice de euroSCORE > 6 imágenes ecocardiográficas medicina nuclear o reso-
nancia magnética.
Angina preoperatoria

Infarto del miocardio en la semana Electrocardiograma


anterior a la operación Los cambios electrocardiográficos que se observan en el
infarto perioperatorio son similares a los que se presentan
Aneurisma ventricular en otras anomalías. No obstante, en personas sometidas
a una intervención cardiaca, los cambios en la morfología
Deterioro de la función ventricular de las ondas y segmento también se presentan por
otras causas, sin que su aparición sea dato inequívoco de
Infarto posoperatorio un compromiso circulatorio en el lecho coronario. Por lo
tanto, los criterios de mayor peso considerados hasta este
Arritmias ventriculares malignas momento son la presencia de ondas Q de novo, así como
el bloqueo de rama izquierda de nueva aparición, por lo
que es preciso hacer énfasis en el análisis comparativo
con los trazos electrocardiográficos con los que cuente el
paciente antes de la operación. Para considerar como sig-
nificativa la presencia de ondas éstas deben tener una
duración de 0.02 s en las derivaciones V2 y V3, o bien la
izquierdo, trastorno de la conducción interventricular y presencia de ondas en estas mismas derivaciones con
necesidad de reoperación por hemorragia. Alrededor de una duración de 0.03 s y una profundidad mayor de 0.1
las dos terceras partes de la mortalidad posoperatoria se mV en el resto de las derivaciones. La presencia de ondas
deben al fracaso de la función de bomba y la otra ter- Q de novo se ha relacionado con un peor pronóstico; en
cera parte es consecuencia de taquiarritmias ventricu- el estudio CA se observó que los pacientes que presen-
lares malignas. El infarto del miocardio posoperatorio tam- taron esta alteración tenían un incremento de la morta-
bién tiene efecto adverso sobre el pronóstico a largo plazo, lidad intrahospitalaria ( . vs . de los paciente que
en particular si se vincula con revascularización incomple- no lo presentaron). Resultados similares se comunicaron
ta y función ventricular izquierda deprimida. En la Tabla en el estudio BARI, pero con incremento de la mortalidad
2 se describen los factores relacionados con la mortalidad a cinco años ( . en pacientes con cambios nuevos en el
en pacientes posoperados de cirugía cardiaca. C vs . sin cambios con riesgo ajustado de . p =
50 María Alejandra Madrid-Miller et al

0.04). Diferentes estudios informaron que la presencia de reactiva y la endotelina con fines pronósticos. ólo se
cambios en el segmento sobre todo elevación del seg- ha demostrado un nexo significativo con la oclusión de los
mento, se vinculó con falla de los puentes coronarios. En puentes y episodios cardiovasculares cuando la L se en-
realidad, Alter y colaboradores señalaron que la elevación cuentra por arriba de 3.8 pg/mL, además de que una PCR
del segmento tenía una sensibilidad de . especifi- > 3 mg/L se correlacionó con la oclusión de los injertos.
cidad de 0.70, valor predictivo positivo de 0.53 y valor La endotelina no demostró ser un marcador confiable
predictivo negativo de 0.83 para diagnosticar apropiada- de compromiso del injerto ni de episodios cardiovascula-
mente la isquemia miocárdica posoperatoria. Aun cuando res. Alter y colaboradores señalaron que la combinación
la sensibilidad y especificidad son bajas diferentes estu- de criterios diagnósticos (leucocitosis >14 000 más cam-
dios consideran estos cambios como criterios de sospecha bios electrocardiográficos de elevación en el segmento
de isquemia miocárdica. o elevación de la C /L en las primeras h tras
la revascularización) incrementa la sensibilidad para de-
Biomarcadores tectar infarto perioperatorio en forma más temprana.
La necrosis miocárdica conlleva la liberación de diferen- En conclusión, tanto la CK MB como las troponinas han
tes proteínas al torrente sanguíneo, como CK, CK-MB, DHL mostrado su utilidad para establecer el diagnóstico de ne-
y troponina I y T, que se liberan al momento de la mani- crosis miocárdica, si bien los estudios recientes apoyan
pulación quirúrgica. e ha demostrado que la elevación el hecho de que la elevación de troponinas ofrece mayor
de biomarcadores de necrosis miocárdica se relaciona sensibilidad, pero además se ha demostrado que es un
con una morbimortalidad significativamente mayor tanto predictor independiente de muerte a corto plazo, por lo
a corto, mediano y largo plazos (seis meses, uno, tres y que se consideran como primera opción como apoyo diag-
hasta cinco años). Klatte y colaboradores demostraron en nóstico. En caso de no contar con este recurso, la CPK MB
el estudio GUARDIAN que la magnitud de la elevación es una buena alternativa. Pese a la elevación de los bio-
de CPK MB era directamente proporcional al incremento de marcadores de reacción in amatoria con excepción de
la mortalidad a seis meses en 2 918 individuos sometidos la proteína C reactiva aún no existe evidencia suficiente
a revascularización, con una elevación <5 veces del valor que apoye su determinación en forma sistemática.
basal la mortalidad fue menor del . de cinco a seis
veces fue de . de a veces fue de . y veces Ecocardiograma
fue de . incluso ajustado a posibles factores de con- El ecocardiograma es un método útil, no invasivo, con el
fusión. Brener y colaboradores publicaron resultados simi- cual es posible determinar en tiempo real, con una re-
lares en 3 812 individuos sometidos a procedimientos de solución espacial y temporal, el grosor miocárdico y su
revascularización quirúrgica; la elevación de CPK MB > 10 movilidad en la cama del enfermo. Para el diagnóstico de
veces fue un predictor independiente de muerte, con un infarto perioperatorio, además de los criterios enzimáti-
cociente de riesgo de . ( C . . ) lo que implica cos y electrocardiográficos el ecocardiograma ocupa el
un incremento del del riesgo de muerte. tercer lugar de los métodos más aceptados. El movimien-
e acuerdo con la definición universal de infarto se to anormal circunscrito a uno o más segmentos parietales
considera que una elevación de cualquier marcador de es el dato a considerar, en particular cuando es posible
necrosis miocárdica veces respecto del percentil demostrar que se trata de una alteración nueva en com-
de los niveles normales basales es indicativa de infarto del paración con un estudio ecocardiográfico preoperatorio.
miocardio en el posoperatorio de cirugía cardiaca. Algunos autores señalan que los cambios en la movilidad
Con respecto a las troponinas, aún se debate el valor de la pared, luego de la revascularización miocárdica, no
preciso que determina la sospecha de un episodio coro- siempre son secundarios a infarto perioperatorio, sobre
nario agudo en el paciente sometido a revascularización todo en los que se han requerido la utilización de circula-
miocárdica. Carrier y colaboradores publicaron concen- ción extracorpórea; aducen que éstos pueden deberse al
traciones de troponina T > 3.4 ng/L a las 48 h después fenómeno de aturdimiento miocárdico. En realidad, Yang
de la operación como predictivo de un infarto periope- y colaboradores demostraron que la presencia de nuevas
ratorio con una sensibilidad del y una especificidad zonas acinéticas correspondientes a áreas irrigadas por ar-
del además de un valor predictivo positivo del terias no revascularizadas, en un sujeto sometido a revas-
y uno negativo del . Los niveles de troponina . cularización miocárdica sin bomba, sugeriría que la causa
ng/L a las h después de la intervención confirman el de esas alteraciones de la contractilidad podía deberse
diagnóstico de infarto con una sensibilidad del y una a la manipulación quirúrgica y no a una oclusión tem-
especificidad del un valor predictivo positivo del prana de los puentes, hecho que se corroboró mediante
y uno negativo del . tros autores como Onorati y co- tomografía helicoidal. En el mismo estudio se demostró
legas definieron concentraciones de troponina . ng/L incluso que sólo los niveles elevados de troponinas eran
a las 12 h de la operación como el mejor marcador de in- variables predictoras de infarto perioperatorio. Por consi-
farto. in embargo hielman y colaboradores notificaron guiente si se identifica una nueva zona de acinesia debe
concentraciones mayores de las informadas previamente, juzgarse cautelosamente la presencia de un episodio co-
troponina . ng/ml a las h (sensibilidad de y ronario perioperatorio y realizarse además ecografías de
especificidad de ) y de . ng/ml a las h (sensibi- control.
lidad de y especificidad de ). e ha considerado el uso de la ecocardiografía de
e han realizado determinaciones de marcadores contraste como una alternativa para demostrar alte-
de in amación como la interleucina la proteína C raciones en la perfusión miocárdica, movilidad parietal
índromes coronarios agudos posoperatorios 51

segmentaria y global, como técnica no invasiva, rápida, de que, en pacientes que se encuentran con inestabilidad
fácil y segura para reducir los resultados falsos positivos o hemodinámica o con intubación bucotraqueal, existe ma-
negativos en aquellos paciente en quienes, por su condi- yor riesgo en trasladar al sujeto que el potencial beneficio
ciones de gravedad se presentan dificultades para la rea- que podrían obtenerse con dicho estudio, lo cual no justi-
lización del estudio debido a la inestabilidad del pacien- fica su uso en estos casos.
te dificultades para colocarlo en posición óptima para el Es importante recordar que la simple elevación de los
estudio, dado que se encuentra bajo asistencia mecánica biomarcadores no es diagnóstica de infarto y debe tomar-
ventilatoria, la herida quirúrgica, la presencia de sondas se en cuenta, además, cualquiera de los hallazgos descri-
torácicas, etcétera. Este método, además, hace posible to para considerar ese diagnóstico (Tabla 3).
diferenciar la presencia de miocardio aturdido o necrosis
al permitir valorar la integridad microvascular. Indicaciones de cateterismo, reintervención y
El ecocardiograma transesofágico se considera de ma- tratamiento
yor utilidad para identificar de forma transoperatoria a La isquemia miocárdica y el infarto perioperatorio con
pacientes de alto riesgo de infarto perioperatorio, en par- daño celular miocárdico irreversible son las complicacio-
ticular aquellos en los que se visualizan alteraciones de la nes más graves después de la cirugía de revascularización
movilidad de forma sostenida (3 h) luego del pinzamiento miocárdica, que se vincula con un incremento sustancial de
aórtico; sin embargo, no se sugiere la realización de este los índices de morbilidad y mortalidad intrahospitalaria. e
estudio de forma sistemática. ha informado una incidencia muy variable desde hasta
El ecocardiograma tridimensional y el strain rate se con una mortalidad intrahospitalaria del y con re-
consideran técnicas promisorias de detección temprana ducción de los índices de sobrevida a largo plazo. La oclu-
de isquemia miocárdica y pueden ofrecer mejoría de la sión temprana del puente de AMI tiene una incidencia del
morbimortalidad del infarto perioperatorio. a pero es el puente causante en la tercera parte
El ecocardiograma es una herramienta útil en el diag- y hasta más de la mitad de las complicaciones isquémicas
nóstico de infarto perioperatorio, en particular cuando las después de la revascularización aun cuando sólo el al
alteraciones electrocardiográficas no son concluyentes de los pacientes presenta manifestaciones clínicas de is-
pero existe elevación de los marcadores de necrosis mio- quemia miocárdica. Zhao y colaboradores demostraron la
cárdica. in embargo su uso se ve limitado debido a las presencia de de defectos angiográficos significativos en
molestias que produce la herida quirúrgica en el posopera- los pacientes posoperados de revascularización miocárdi-
torio inmediato y mediato; las nuevas tecnologías podrían ca, pese a que ellos demostraron que el procedimiento con
favorecer su utilidad. menor riesgo y mejor resultado, en este grupo de paciente,
es la intervención coronaria percutánea para el tratamien-
Otros métodos de evaluación to de esta complicación.
La tomografía helicoidal multicorte ha demostrado ser Por lo tanto, es importante establecer en forma opor-
una herramienta útil en la evaluación de la permeabili- tuna el diagnóstico diferencial entre la trombosis tem-
dad de los puentes, ya que permite combinar una alta prana o aguda de los puentes y otras causas de daño ce-
resolución espacial con la capacidad de demostrar la ana- lular miocárdico posoperatorio, para establecer la mejor
medida terapéutica y, si es necesaria, una reintervención
tomía a través de imágenes de volumen, lo que produce
para revascularización mediante intervención coronaria
una evaluación más sensible que la tomografía convencio-
percutánea o reoperación con revisión de los puentes,
nal o espiral. e ha descrito que tiene buena capacidad
de tal modo que se salve el daño isquémico reversible,
para detectar la oclusión de los puentes; en realidad, la
con la finalidad de preservar la función ventricular y me-
sensibilidad para la detección de oclusión de los puentes
jorar el pronóstico del pacientes. n realidad en a
varía de acuerdo con los estudios desde un . hasta
de los pacientes que presentan datos enzimáticos
un y una especificidad del al . La frecuen- clínicos y electrocardiográficos altamente sugestivos de
cia cardiaca, y por lo tanto el movimiento del miocardio, infarto perioperatorios, y que se someten a angiografía
es un factor que puede dificultar la interpretación de los coronaria, se logra demostrar oclusión de los puentes o de
resultados sobre todo en los puentes dirigidos a la arte- las arterias nativas no revascularizadas.
ria coronaria derecha. En comparación con la angiogra- e considera que los criterios para realizar una angio-
fía coronaria, ésta tiene la ventaja de no someter a un grafía coronaria en pacientes posoperados, ante la sospe-
procedimiento invasivo al paciente con sus posibles com- cha de infarto perioperatorio, son los siguientes:
plicaciones, si bien pocas. • Elevación de troponinas >20 ng/ml, dentro de las pri-
Las pruebas de medicina nuclear, como los estudios meras 24 h de la operación o CPK MB >35 mg/dl en
perfusorios reposo-reposo con talio 201 en los cuales se las primeras h.
demuestra una zona de hipocaptación persistente del ra- • Cambios de desnivel del segmento en dos deriva-
diotrazador, podrían ser sugestivas, aunque se requeriría ciones contiguas, >0.2 mV en derivaciones V1, 2 o 3,
un estudio antes de la intervención para su comparación. y >0.1 mV en cualquier otra derivación, o aparición
Asimismo, el estudio de Tc pirofosfatos podría ser de uti- de nuevas ondas Q
lidad en personas sin complicaciones hemodinámicas; un • uevos episodios de taquicardia ventricular o fibrilación.
estudio positivo es altamente indicativo de infarto pe- • Inestabilidad hemodinámica a pesar de apoyo con
rioperatorio. in embargo para sujetos con infartos no inotrópicos intravenosos (>3 µg/kg/min) y signos de
transmurales, la sensibilidad del estudio es baja. Además, falla ventricular izquierda, con datos de bajo gasto
al igual que otros estudios de imagen, tienen la limitante cardiaco o choque cardiogénico.
52 María Alejandra Madrid-Miller et al

Tabla 3. Resumen de recomendaciones en métodos diagnósticos. Las guías de práctica clínica de la ociedad uropea
de Cardiología y de la Asociación Europea de Cirugía Car-
Clase de Nivel de diotorácica establecen que la angiografía coronaria está
Recomendación indicada en pacientes muy sintomáticos, o con inestabi-
recomendación evidencia
lidad hemodinámica posoperatoria, o con la presencia de
El electrocardiograma de 12 derivaciones
biomarcadores y cambios electrocardiográficos sugestivos
debe realizarse en el posoperatorio inmediato
y cada 24 h durante su estancia en la terapia I C de infarto perioperatorio, con una clase de recomenda-
intensiva en todo paciente con operación ción I y nivel de evidencia C.
cardiaca La intervención coronaria percutánea (ICP) se reco-
mienda en pacientes que cursan con datos sugestivos de
Es recomendable realizar electrocardiograma
de 12 derivaciones a todo paciente que isquemia o infarto en la fase temprana después de una
I C operación de revascularización (dentro del primer mes) y
presenta inestabilidad eléctrica o deterioro
hemodinámico en el posoperatorio es técnicamente posible de realizar. La intervención coro-
Es recomendable realizar a todos los
naria se realiza sobre la arteria nativa cuyo puente esté
pacientes determinación de biomarcadores ocluido. in embargo los principales riesgos del procedi-
IIa C miento son la posibilidad de perforación arterial o altera-
de necrosis miocárdica en las primeras 24 h
de una operación de corazón ción de suturas, cuando la dilatación se lleva a cabo en
Todos los pacientes con datos sugestivos
el sitio de anastomosis con el puente arterial, en suturas
de isquemia o infarto del miocardio después recientes y el riesgo de sangrados. Thielmann y colabo-
de la operación cardiaca deben someterse I B radores señalaron que de 5 427 pacientes sometidos a
a determinaciones seriadas de CPK MB o un procedimiento de revascularización, 118 presentaron
troponinas datos sugestivos de infarto perioperatorio, los cuales se
Es recomendable realizar ecocardiograma sometieron a angiografía coronaria 13.5 ± 1 h después de
transtorácico en los pacientes que presentan la operación en se confirmó falla aguda de puentes y
I C
datos sugestivos de isquemia o infarto del 25 se sometieron a ICP en un promedio de 13 ± 3min; 15 se
miocardio perioperatorio programaron para una reoperación en un promedio de 4.7
Es recomendable realizar ecocardiograma ± 0.4 h y 27 permanecieron con tratamiento médico. La
transesofágico en pacientes de alto riesgo causa más frecuente de la falla de los puentes fue la oclu-
o con deterioro hemodinámico, cuando por IIa C sión, seguido del doblamiento del puente y por último la
dificultades técnicas no sea valorable el modo estenosis de la anastomosis. En el grupo de reoperación se
transtorácico observó mayor elevación de troponinas, las más de las ve-
La elevación de marcadores de necrosis ces del síndrome de bajo gasto cardiaco, pero sin relevan-
miocárdica > 10 veces el valor basal normal I B cia estadística. in embargo el grupo de sujetos someti-
es sugestivo de infarto perioperatorio dos a ICP requirió con mayor frecuencia tratamiento renal
La onda Q de novo o BRIHH persistente en sustitutivo. e presentó una mortalidad intrahospitalaria
electrocardiogramas seriados deben hacer I B y a un año del y en los individuos sometidos a
sospechar infarto perioperatorio C de y en reoperación y de . y . con
La elevación del segmento ST > 0.1 mV tratamiento médico, respectivamente. La limitante del
u onda monofásica, más la elevación de estudio, así como de la mayoría que se ha descrito has-
I C ta la actualidad, es que no son aleatorizados y además,
marcadores de necrosis miocárdica, son
sugestivos de infarto perioperatorio aun cuando la decisión se tomó con base en una sesión
Las arritmias graves (TV o FV) recurrentes en médico-quirúrgica conjunta, es susceptible de sesgos de
las primeras 24 h de una operación cardiaca IIa C selección. Fabricius y colegas publicaron resultados simi-
indican posible isquemia miocárdica lares; de una cohorte de 2 052 pacientes, 113 cumplieron
La elevación de marcadores de necrosis
criterios para infarto perioperatorio se confirmaron por
miocárdica (troponina >12 ng/ml en las angiografía oclusión de los puentes en de los cuales
primeras 8 h o >20 ng/ml en las primeras 24 requirieron reoperación en quienes se registró una morta-
h) junto con cambios electrocardiográficos, I C lidad del . en comparación con paciente que se so-
deterioro hemodinámico o inestabilidad metieron a reoperación sin angiografía previa y que mos-
eléctrica, es altamente sugestiva de infarto traron un mortalidad del . sólo nueve pacientes se
perioperatorio sometieron a C (con un . de mortalidad publicada).
La elevación de marcadores de necrosis Hanratty y colaboradores informaron que de 494 pacien-
miocárdica (CPK MB > 10 veces el valor tes sometidos a la operación ( . ) presentaron datos
basal normal en las primeras 24 h) junto sugestivos de infarto perioperatorio (elevación o depre-
IIa C
con cambios electrocardiográficos, deterioro sión del segmento mm episodios de taquicardia o
hemodinámico o inestabilidad eléctrica, es
fibrilación ventricular nuevos o recurrentes inestabilidad
altamente sugestiva de infarto perioperatorio
hemodinámica súbita o inexplicable) y fueron sometidos a
Es razonable considerar isquemia miocárdica angiografía coronaria en ellos se identificó la oclusión del
con la presencia de acinesia segmentaria de IIa C puente en pacientes ocho se programaron a reopera-
novo por ecocardiografía
ción y ocho a ICP, sin que se presentaran complicaciones
por el procedimiento. En este mismo sentido, Rasmussen
y colegas encontraron que de 2003 pacientes sometidos
índromes coronarios agudos posoperatorios 53

a operación en forma consecutiva el . ( pacientes) Tabla 4. Resumen de recomendaciones en cateterismo.


mostró cambios sugestivos de isquemia miocárdica, de los
cuales 11 se sometieron a reoperación debido al deterioro Clase de Nivel de
Recomendación
hemodinámico considerable; 59 sujetos se programaron para recomendación evidencia
angiografía coronaria y se demostró falla de los puentes en
La angiografía coronaria está indicada en
el de los casos ( pacientes) la causa más frecuente pacientes con inestabilidad hemodinámica
fue la trombosis en el seguido de bajo ujo a través de o cambios electrocardiográficos y elevación IIa C
las arterias nativas. in embargo en individuos ( ) no de biomarcadores sugestivos de infarto del
se logró detectar una causa objetiva como causante de la miocardio perioperatorio
isquemia. De los 43 sujetos con oclusión de los puentes, 27 Se considera ICP como la mejor alternativa
se sometieron a una reintervención quirúrgica y los pa- para revascularización en pacientes con
cientes restantes quedaron con tratamiento conservador. e I B
datos indicativos de isquemia temprana en
comunicó una mortalidad hospitalaria del de los pacientes pacientes operados de corazón
a quienes se les practicó angiografía coronaria antes de la Se considera ICP de los vasos nativos o
reintervención y del en los pacientes que se programaron el cuerpo del puente de arteria mamaria
I C
para una intervención por deterioro hemodinámico. interna, en caso de oclusión aguda de
Hasta el momento es poca la experiencia informada puentes coronarios
en las publicaciones que permita evaluar los resultados de La reoperación para puentes coronarios
la ICP con el empleo de stents liberadores de fármacos es una alternativa para paciente que
en este grupo de enfermos; al parecer, su uso y la necesi- muestran oclusiones no susceptibles de
I C
dad de emplear esquemas antiagregantes dobles o triples, ICP, ICP fallida u oclusión de varios puentes
además de antitrombóticos, incrementan el riesgo de san- importantes que irriguen a una amplia zona
grado en etapas muy tempranas después de la operación, del miocardio
por lo que su utilización debe considerarse sólo después Se considera la reoperación inmediata
de una estratificación del riesgo de sangrado y evaluar la dentro de las primeras 4 h, idealmente
relación riesgo beneficio con su empleo. en las primera 2 h, en un paciente con I C
La reoperación en pacientes con procedimiento de re- deterioro hemodinámico considerable en el
posoperatorio o arritmias graves (TV o FV)
vascularización previo está indicada en pacientes en quienes
se demuestra la oclusión de los puentes, pero que muestran La decisión de un nuevo procedimiento de
enfermedad del tronco de la coronaria izquierda o enferme- revascularización en caso de oclusión aguda
I C
dad de múltiples vasos en particular cuando se han identifi- de los injertos debe tomarse en una sesión
conjunta médico-quirúrgica
cado por métodos no invasivos áreas muy amplias en riesgo.
e debe tomar en consideración que los pacientes que cursan No es recomendable realizar ICP en puentes
con complicaciones isquémicas después de una operación de vena safena reversa en el posoperatorio III C
cardiaca pueden cursar con daño miocárdico, lo que incre- inmediato o mediato
menta su morbilidad y riesgo de muerte. En los pacientes Se sugiere tratamiento conservador para
no susceptibles de ICP o con ICP fallida también se ha con- pacientes que se encuentran estables
siderado la revisión de los puentes mediante Doppler con la eléctrica y hemodinámicamente, que
ujometría del tiempo de ujo de tránsito a través de ellos muestran área isquémica limitada o
pequeña, sin repercusión sobre la función
para verificar la funcionalidad. Los puentes que muestren u- I C
ventricular, en aquellos que mediante
jo insatisfactorio deben sustituirse por nuevos injertos y es angiografía coronaria no se demuestra
necesario remover los trombos tanto de las arterias nativas oclusión de los injertos o se demuestra
como de los puentes. En caso de que el puente de arteria oclusión de novo de pequeños ramos
mamaria interna sea la que falle, se coloca nuevo injerto secundarios no susceptibles de ICP
de vena safena reversa; debe considerarse la posibilidad de
requerir apoyo con balón de contrapulsación intraaórtico Intervención coronaria percutánea (ICP); Taquicardia ventricular (TV);
Fibrilación ventricular (FV).
para salir de la bomba extracorpórea. De cualquier forma, se
ha observado un incremento del riesgo de muerte hospitala-
ria hasta tres veces mayor en la reoperación, en comparación
con la primera intervención.
La reoperación inmediata se debe considerar en los que muestran áreas isquémicas limitadas o pequeñas, que
casos en que el puente venoso o de arteria con sospecha no representan repercusión sobre la función ventricular,
de oclusión comprometa un área muy amplia y que pro- y aquellos sujetos en quienes no se demuestra mediante
voque rápido deterioro hemodinámico, signos de choque angiografía coronaria oclusión de los injertos o se recono-
cardiogénico o arritmias graves refractarias o recurrentes ce la presencia de oclusión de novo de pequeños ramos
en el posoperatorio inmediato. secundarios no susceptibles de ICP (Tabla 4).
e consideran como medidas conservadoras el trata-
miento antiisquémico radical, el control del dolor, el em-
pleo de bloqueadores A A heparina además del apoyo
Angina
circulatorio mediante balón de contrapulsación intraaórti- e ha notificado la presencia de episodios de isquemia re-
co. El tratamiento conservador se aconseja para sujetos que currente en fase temprana (dentro de los primeros 90 días)
se encuentran estables eléctrica y hemodinámicamente, después de una operación de revascularización miocárdica,
54 María Alejandra Madrid-Miller et al

Tabla 5. Resumen de recomendaciones en la angina. éstos para su anastomosis, genera un endotelio altamente
trombogénico; también lo producen diferentes mecanismos
Clase de Nivel de relacionados con problemas técnicos de las anastomosis,
Recomendación
recomendación evidencia la calidad de los injertos y otros aspectos vinculados con
Se considera tratamiento conservador el procedimiento quirúrgico. Por esta razón se considera
cuando el área isquémica es pequeña y no necesario iniciar la terapia antiagregante plaquetaria en
representa repercusión sobre la función forma temprana después de la intervención si no existe
ventricular o ante la ausencia de lesiones I C contraindicación para su uso. En realidad, el meta-análi-
significativas de arterias coronarias nativas sis sobre ensayos clínicos que realizó el Antiplatelet Tria-
o de injertos, en presencia de obstrucciones lists’ Collaboration mostró un efecto protector del inicio
de pequeños vasos secundarios
del ácido acetilsalicílico (A A) dentro de las primeras seis
Se recomienda iniciar tratamiento con ácido a 24 h tras la operación de revascularización, con una re-
acetilsalicílico (75 a 325 mg) 6h después ducción de la probabilidad de oclusión del puente del
de la operación de revascularización y I A en un promedio de un año; no se encontró un gradiente de
continuarlo de manera indefinida, si no hay
dosis y las diferencias no fueron significativas cuando se
contraindicación
comparó el efecto de la dosis habitual contra la dosis alta.
Es razonable la terapia dual antiagregante Recomendación clase I, nivel de evidencia A
plaquetaria (ácido acetilsalicílico + El estudio CURE, que incluyó a pacientes con
clopidogrel) 6 h después de la operación
I A síndrome coronario agudo sin elevación del segmento
y continuarla por un año en pacientes con
síndrome coronario agudo sin elevación del de los cuales 4 577 se aleatorizaron para algún procedi-
ST sometidos a revascularización quirúrgica miento de revascularización quirúrgica o percutánea, aun
cuando sólo ( . ) se sometieron a revasculariza-
En casos de intolerancia o alergia al ácido
acetilsalicílico, el clopidogrel es una buena I A
ción quirúrgica, demostró que el tratamiento con clopi-
alternativa de tratamiento dogrel (300 mg de carga, seguido de 75 mg/día) comparado
con placebo, en adición al ácido acetilsalicílico, tenía un
efecto protector con menor riesgo de episodios primarios
(muerte, infarto no letal o episodio vascular cerebral) a
un año ( . C . . ) cuando se analizó
desde un hasta un debido a la estenosis de los el grupo completo de pacientes revascularizados (no se
puentes, con o sin oclusión total. Otros mecanismos que cuenta con los resultados independientes para los pa-
se han observado como causantes de la recurrencia de an- cientes con revascularización quirúrgica). De cualquier
gina pueden deberse a lesiones coronarias de arterias que forma no se observó un incremento significativo del
no fueron susceptibles de puentearse (revascularización riesgo de sangrado con la terapia dual. Por consiguiente,
incompleta) y lesiones obstructivas de las arterias nativas se considera que para este grupo de pacientes de alto
en segmentos distales al sitio de anastomosis del injerto, riesgo con síndrome coronario agudo, sin elevación del
además de los mecanismos ya mencionados para el in- segmento sometidos a revascularización la terapia
farto perioperatorio, como la trombosis del puente, que dual con ácido acetilsalicílico y clopidogrel es razonable
puede presentarse hasta en un de los puentes de vena iniciarla h después de la intervención y continuarla por
un año (Tabla 5).
safena reversa a pesar del empleo de la terapia antiagre-
Recomendación clase I, nivel de evidencia A
gante plaquetaria. En este grupo de pacientes, la angio-
En el estudio CAPRIE (clopidogrel o ácido acetilsalicíli-
plastia coronaria parece ser una mejor alternativa tera-
co en pacientes con riesgo de episodios isquémicos), que
péutica que la reoperación, con una menor mortalidad.
incluyó a un total de 19 185 pacientes, en un seguimiento
En realidad, uno de los indicadores de la necesidad de
de uno a tres años, se encontró riesgo relativo para episo-
reoperación a mediano y largo plazos es la recurrencia
dios cerebrales isquémicos, infarto del miocardio o muer-
de la angina. e ha calculado una incidencia de episodios de
te vascular de . y . para A A y clopidogrel respecti-
angina recurrente de . a . por año esta recurren-
vamente. Los resultados proporcionaron evidencia de que
cia de los síntomas extrapolada a diez años podría ser de
el clopidogrel es tan efectivo como el A A. in embargo
a de los pacientes y pueden requerirse nuevos
aun cuando en el subanálisis que incluyó a 1 480 pacientes
estudios para evaluar la isquemia y reconsiderar algún sometidos a operación de revascularización, se encontró
procedimiento de revascularización. Kahn y colaborado- una reducción de la frecuencia de episodios cardiovas-
res informaron de éxito en la angioplastia de arterias culares al año (muerte, infarto, accidente cerebrovascu-
nativas y en puentes aortocoronarios y lograron al- lar y necesidades de rehospitalización) en los pacientes
canzar un de revascularización completa limitando aleatorizados para recibir clopidogrel ( . ) en compa-
los episodios de angina en el de los pacientes. ración con los que recibieron A A ( . p <0.001); con
ambos se observó una reducción del riesgo relativo anual
Tratamiento antitrombótico para cada uno de los puntos finales. En consecuencia, se
in lugar a dudas la principal complicación de la opera- considera que el clopidogrel puede ser una buena alter-
ción de revascularización es la oclusión de los injertos. La nativa en el tratamiento de pacientes con alergia o into-
denudación del endotelio vascular de los injertos de vena lerancia al A A (Figura 1).
o arteria, que se presenta después de la manipulación de Recomendación clase I, nivel de evidencia A
índromes coronarios agudos posoperatorios 55

Sospecha de isquemia o infarto perioperatorio

CPK MB > 35 mg/dl o Tn > 20 ng/ml


ECG: onda Q de novo, BRIHH,
elevación ST, TV o FV

+ —
+
Datos de choque o Pacientes con
inestabilidad
+ Angiografía — ramos secundarios Tratamiento
hemodinámica coronaria ocluidos, permeabi- convencional
considerable urgente lidad de puentes,
revasc. incompleta
+ Considerar BCIA y
catéter de flotación

No susceptible de ICP, áreas ICP de arterias nativas o Considerar pruebas


REOPERACIÓN muy amplias de isquemia, distal a sitios de no invasivas para
enf. TCI, ICP fallida anastomosis demostrar isquemia

Figura 1. Algoritmo terapéutico de los pacientes con signos sugestivos de isquemia o infarto perioperatorio.

Bibliografía Carrier M, Pellerin M, Perrault LP, et al. Troponin levels in patients


with myocardial infarction after coronary artery bypass grafting.
Alamanni F, Dainese L, Naliato M, et al. On-and off-pump coronary Ann horac urg .
surgery and perioperative myocardial infarction: an issue bet- Chaitman Alderman L heffield L et al. se of survival analysis
ween incomplete and extensive revascularization. Eur J Cardio- to determine the clinical significance of ne aves after coro-
thorac urg . nary bypass surgery. Circulation .
Ali K, Ziba J, Anthony J, et al. Apoptosis: pathophysiology and the- Croal B, Hillis G, Gibson P, et al. Relationship between postoperative
rapeutic implications for the cardiac surgeon. Ann horac urg cardiac troponin I levels and outcome of cardiac surgery. Circu-
2004;78:1109-1118. lation .
Alter ogt Herzum et al. ndications for angiography sub- CURE Investigators. Effects of clopidogrel in addition to aspirin in
sequent to coronary artery bypass grafting. Am Heart J patients ith acute coronary syndromes ithout segment ele-
2005;149:1082-1090. vation. N Engl J Med 2001;345:494–502.
Anselmi A, Abbate A, Girol F, et al. Myocardial ischemia, stunning, ahlin L lin C vedheholm . erioperative myocardial infarction
in ammation and apoptosis during cardiac surgery a revie of in cardiac surgery—risk factors and consequences. A case control
evidence. ur Cardiothorac urg . study. cand Cardiovasc ( ) .
Antiplatelet Trialists’ Collaboration. Collaborative overview of ran- iller asan yriacou A et al. ffect of coronary artery bypass
domised trials of antiplatelet therapy-II: Maintenance of vas- surgery on myocardial function as assessed by tissue Doppler
cular graft or arterial patency by antiplatelet therapy. BMJ echocardiography. ur Cardiothorac urg .
. Eagle KA, Guyton RA, Davidoff R, et al. ACC/AHA 2004 Guideline Up-
assri H alari oohi et al. valuation of early coronary graft date for Coronary Artery ypass raft urgery. A eport of the
patency after coronary artery bypass graft surgery using multis- American College of Cardiology/American Heart Association Task
lice computed tomography angiography. BMC Cardiovasc Disord Force on Practice Guidelines (Committee to Update the 1999
2009;9:53-57. uidelines for Coronary Artery ypass raft urgery). Circulation
rener Lytle chneider et al. Association bet een C 2004;110;e340-e437.
MB elevation after percutaneous or surgical revascularization abricius A erber Han e et al. arly angiographic control
and three year mortality. Am Coll Cardiol of perioperative ischemia after coronary artery bypass grafting.
. ur Cardiothorac urg .
CA teering Committee. A randomised blinded trial of clopido- reaves utherford Aran i et al. Current incidence and de-
grel versus aspirin in patients at risk of ischaemic events. Lancet terminants of perioperative myocardial infarction in coronary
. artery surgery. Am Heart .
María Alejandra Madrid-Miller et al

Guiteras P, Conrad L, Galinanes M, et al. Diagnostic criteria and prog- asmussen C hiis Clemmensen et al. ignificance and ma-
nosis of perioperative myocar¬dial infarction following coronary nagement of early graft failure after coronary artery bypass
bypass. horac Cardiovasc urg . grafting. Feasibility and results of acute angiography and re-re-
Hanratty C oyama ard . Angioplasty and stenting of the vascularization. ur Cardiothorac urg .
distal coronary anastomosis for graft failure immediately after Reilly J, Tunick P, Timmermans R, et al. Contrast echocardiography
coronary artery bypass grafting. Am J Cardiol 2002;90:1009- clarifies uninterpretable all motion in intensive care unit pa-
1011. tients. J Am Coll Cardiol 2000;35:485-490.
Hedman A Larsson Alam et al. C L and endothelin levels ibeiro ihoyannopoulos arah et al. ole of transient is-
in patients undergoing coronary artery bypass grafting. Do preo- chaemia and perioperative myocardial infarction in the genesis
perative in ammatory parameters predict early graft occlusion of new septal wall motion abnormalities after coronary bypass
and late cardiovascular events? Intern J Cardiol 2007;120:108- surgery. Br Heart J 1985;54:140–144.
114. ubenson uc er C London et al. o dimensional echocar-
Ishida M, Kobayashi J, Tagusari O, et al. Perioperative advantages of diographic analysis of segmental left ventricular wall motion
off pump coronary artery bypass grafting. Circ before and after coronary artery bypass surgery. Circula-
799. tion .
s andrian A Heo ostel . he role of radionuclide cardiac ima- ergeant lac stone eyns . alidation and interdependence
ging in coronary artery bypass surgery. Am Heart ith patient variables of the in uence of procedural variables
170. on early and late survival after CA . . . Leuven Coronary ur-
ones H Hannan L Hammermeister et al. dentification of gery rogram. ur Cardiothorac urg .
preoperative variables to risk adjustment of short-term mortali- imon C Capuano oscitano A et al. Cardiac troponin vs euro -
ty alters coronary artery bypass graft surgery. he or ing roup CORE: myocardial infarction and hospital mortality. Asian Car-
Panel on the Cooperative CABG Database Project. J Am Coll Car- diovasc horac Ann .
diol . yschally A rbel Heusch . Coronary microembolization. Cir
Kahn JK, Rutherford BD, McConahay DR, et al. Early postoperative .
balloon coronary angioplasty for failed coronary artery bypass mith C r eldman Hirshfeld r et al. ACC/AHA/ CA
grafting. Am Cardiol . uideline pdate for ercutaneous Coronary ntervention um-
Klatte K, Chaitman BR, Theroux P, et al. Increased mortality after mary Article: A Report of the American College of Cardiology/
coronary artery bypass graft surgery is associated with increased American Heart Association Task Force on Practice Guidelines
levels of postoperative creatine kinase-myocardial band isoen- (ACC/AHA/ CA riting Committee to pdate the ui-
zyme release: results from the GUARDIAN trial.J Am Coll Cardiol delines for Percutaneous Coronary Intervention). Circulation
2001;38:1070-1077. .
olh ijns anchin et al. uidelines on myocardial revas- tein ch nemann H alen et al. Antithrombotic therapy
cularization. The Task Force on Myocardial Revascularization of in patients with saphenous vein and internal mammary artery
the uropean ociety of Cardiology ( C) and the uropean Asso- bypass grafts. he eventh ACC Conference on Antithrombotic
ciation for Cardio horacic urgery ( AC ). ur Cardiothorac and hrombolytic herapy. Chest .
urg . Thielmann M, M.P., Beate R, et al. Emergency re-revascularization
Koolen J, Visser A, Reichert L, et al. Improved monitoring of myocar- with percutaneous coronary intervention, reoperation or conser-
dial ischaemia during major vascular surgery using transoesopha- vative treatment in patients with acute perioperative graft failu-
geal echocardiography. Eur Heart J 1992;13:1028-1033. re following coronary artery bypass surgery. Eur J Cardiothorac
Larmann heilmeier . n ammatory response to cardiac surgery urg .
cardiopulmonary bypass versus non-cardiopulmonary bypass sur- Thielmann M, Massoudy P, Marggraf G, et al. Role of troponin I, myo-
gery. Best Pract Res Clin Anaesthesiol 2004;18:425-438. globin, and creatine kinase for the detection of early graft failu-
Lytle lac stone H Loop et al. o internal thoracic ar- re following coronary artery bypass grafting. Eur J Cardiothorac
tery grafts are better than one. horac Cardiovasc urg urg .
117:855-872. hielmann assoudy chmermund A et al. iagnostic discrimi-
Marban E. Myocardial stunning and hibernation: The physiology be- nation between graft related and non-graft-related perioperati-
hind the colloquialisms. Circulation . ve myocardial infarc¬tion with cardiac troponin I after coronary
McGregor C, MacLeod M, Muir A, et al. Myocardial infarction related artery bypass surgery. ur Heart .
to valve replacement surgery. r Heart . hygesen Alpert hite H et al. niversal definition of myocar-
uneretto C egri A anfredi et al. afety and usefulness of dial infarction. Circulation .
composite grafts for total arterial myocardial revascularization: Vanden F, Cartier R, Marcheix B, et al. Prognosis of perioperative
A prospective randomized evaluation. horacic Cardiovasc urg myocardial infarction after off-pump coronary artery bypass sur-
. gery. Cardiovasc urg .
Nalysnyk L, Fahrbach K, Reynoulds M, et al. Adverse events in coro- irani Alam endoza C et al. Clinical significance angiogra-
nary artery bypass graft (CABG) trials: A systematic review and phic characteristics, and short-term outcomes in 30 patients with
analysis. Heart . early coronary artery graft failure. Neth Heart J 2009;17:13-17.
Nathoe H, Moons K, Van Dijk D, et al. Risk and determinants of myo- ard Lang . yocardial contrast echocardiography in acute
cardial injury during off-pump coronary artery bypass grafting. coronary syndromes. Curr pin Cardiol .
Am Cardiol . Yang H, Youn Y, Yoo K, et al. Correlation of akinesia with graft paten-
Obarski T, Loop F, Cosgrove D, et al. Frequency of acute myocardial cy and cardiac enzyme after off-pump coronary artery bypass
infarction in valve repairs versus valve replacement for pure mi- graft surgery. Circ .
tral regurgitation. Am Cardiol . au Alexander H Ha ey et al. mpact of perioperative myocar-
Onorati F, De Feo M, Mastroroberto P, et al. Determinants and prog- dial infarction on angiographic and clinical outcomes following
nosis of myocardial damage after coronary artery bypass graf- coronary artery bypass grafting (from Project of Ex vivo Vein
ting. Ann horac urg . graft Engineering via Transfection [PREVENT] IV). Am J Cardiol
Parang P, Arora R. Coronary veingraft disease: Pathogenesis and pre- .
vention. Can Cardiol e e . li tiyry Hui uri H . Clinical and angiographic prediction of
rice Housman L eirstein . escue percutaneous coronary myocardial infarction and recurrence of severe angina during a
intervention early after coronary artery bypass grafting in the five year follo up after coronary artery bypass grafting. Am
drug eluting stent era. Am Cardiol . Cardiol 1993;72:1371-1375.
índromes coronarios agudos posoperatorios 57

Yokoyama Y, Chaitman BR, Hardison RM, et al. Association between Zhao DX, Leacche M, Balaguer JM, et al. Routine intraoperative com-
new electrocardiographic abnormalities after coronary revas- pletion angiography after coronary artery bypass grafting and
cularization and five year cardiac mortality in A randomized 1-stop hybrid revascularization results from a fully integrated
and registry patients. Am Cardiol . hybrid catheterization laboratory/operating room. J Am Coll
Cardiol 2009;53:232-241.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):58-63

www.elsevier.com.mx

Síndrome vasopléjico
Janet Silvia Aguirre-Sánchez,1 Eduardo Bucio-Reta,2 Leonel Martínez-
Ramírez,2 Drander M. López-Pineda,2 Luis Efren Santos-Martínez,2
Fernando Florez-Figueroa2
1
Coordinadora
2
Participante

Introducción Si bien un número considerable de reportes considera la


vasoplejía como una reconocida complicación del posope-
La cirugía cardiovascular, que se realiza desde mediados ratorio de la cirugía cardiaca, debe establecerse que este
del siglo XX, es un procedimiento ampliamente difundido cuadro puede también manifestarse en relación con anoma-
y utilizado en la medicina asistencial contemporánea. Sus
lías distintas de las operaciones, como pancreatitis, sepsis,
complicaciones son múltiples y se han estudiado desde los
síndrome de insuficiencia respiratoria aguda o vinculado con
albores de este tipo de intervenciones. Las cardiovascu-
la infusión de fármacos como la amiodarona o la protamina.
lares son las más frecuentes y constituyen, además, las
Asimismo, este tipo de complicación se ha confundido
causas de muerte más comunes.
con el síndrome de respuesta in amatoria sistémica relacio-
Desde hace unos años se ha advertido la aparición
nada con la bomba de circulación extracorpórea o la transfu-
relativamente frecuente de un cuadro posoperatorio carac-
sión sanguínea, dado que estas entidades se acompañan de
terizado en esencia por hipotensión arterial grave, presiones
de llenado ventricular bajas y respuesta terapéutica parcial vasodilatación. En el contexto de la cirugía cardiovascular,
a la expansión del espacio intravascular con grandes volú- se ha introducido el término síndrome vasopléjico, que hace
menes de líquidos. Algunos grupos médicos denominaron ini- énfasis en la refractariedad de la vasodilatación.
cialmente a esta complicación síndrome vasopléjico (SV), en La incidencia del síndrome vasopléjico en el posope-
referencia a la vasodilatación marcada que la caracteriza; su ratorio inmediato de una intervención cardiaca es muy
expresión máxima es el choque por vasodilatación. variable, según sean los reportes. En Brasil, Gomes regis-
Los estados de vasodilatación marcada también se han tró una incidencia del 0.4%, una de las más bajas, mien-
observado en otros subgrupos de pacientes sometidos a tras que en el extremo opuesto, Argenziano y colabora-
operaciones de cirugía cardiovascular sujetos con insufi- dores encontraron en Estados Unidos un 42% de pacientes
ciencia cardiaca terminal e implantación de un dispositivo con esta complicación. Es muy probable que la incidencia
de asistencia ventricular izquierda e individuos que cur- de este síndrome dependa de la población estudiada, la uti-
san el posoperatorio del trasplante cardiaco; en ambos lización de criterios diagnósticos clínicos o hemodinámicos,
grupos la mortalidad se triplica. el valor umbral que se elija para ellos, la consideración o
La denominación de este estado de vasodilatación no no del efecto del tratamiento sobre los criterios diagnósti-
tiene una uniformidad de criterios. Los términos utiliza- cos, y el momento histórico en el que se realizó el estudio,
dos son diversos, desde hipotensión, en relación con su ya que la comunidad científica comenzó a percatarse de
signo más notorio, hasta el choque, usado por el estado esta complicación a partir de mediados de la década
de baja resistencia vascular sistémica, que pone de relie- de 1990, lo cual implica un proceso de aprendizaje sobre
ve el mecanismo hemodinámico causante. la anomalía.

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Síndrome vasopléjico 59

efinición Muchas veces se observa que los pacientes que cur-


san con este síndrome vasopléjico requieren para su
s la manifestación clínica de una respuesta in amato- estabilización hemodinámica dosis altas de fármacos
ria caracterizada por hipotensión refractaria a volumen vasoconstrictores o conjunción de dos o más de estas
y drogas presoras, sin evidencia de un foco séptico o un sustancias, con persistencia del cuadro crítico durante
deterioro grave de la función ventricular después de una varios días.
cirugía cardiaca. Esta forma de presentación se vincula con aparición
de complicaciones graves y las más frecuentes son la insu-
Diagnóstico ficiencia renal aguda la insuficiencia respiratoria aguda y
la falla multiorgánica.
El diagnóstico del síndrome vasopléjico en el curso del Con respecto al tratamiento del síndrome vasopléjico,
posoperatorio puede establecerse a través de la clínica y ya se ha mencionado que la administración de líquidos
los indicadores hemodinámicos, cuando se cuenta con un por sí sola casi nunca es suficiente para estabilizar la he-
catéter de otación en la arteria pulmonar. modinamia. El tratamiento de mantenimiento se basa en
la administración de fármacos con efecto vasoconstric-
Los criterios clínicos incluyen los siguientes tor con la finalidad de mantener una presión de perfusión
Recomendación IIa, nivel de evidencia B: adecuada en los órganos. Las sustancias más empleadas
1. Hipotensión arterial sistémica (presión sistólica me- son las catecolaminas con efecto adrenérgico (dopami-
nor de 90 mmHg) que no responde de manera adecua- na, noradrenalina, adrenalina). Puesto que la mortalidad
da a la expansión suficiente con líquidos. informada es elevada es de vital importancia la identifi-
2. Volumen urinario bajo, normal o alto. Cuando se realiza cación temprana de este síndrome, debido al conocimien-
una expansión intravascular marcada es frecuente ob- to del mismo y su posible fisiopatología ya que hoy día
servar diuresis conservada o aumentada ( ml/ g/h). han surgido nuevas medidas terapéuticas con resultados
3. Falta de respuesta a la expansión del volumen intra- prometedores, pero sin evidencia concluyente hasta el
vascular con líquidos. Este último es un signo carac- momento. ntre ellas figuran la vasopresina o sus aná-
terístico y es habitual que a estos pacientes se les logos, el azul de metileno y los corticoides a bajas dosis,
infundan dos, tres o más litros de líquido en pocas ho- entre otras.
ras en un intento por restaurar los valores de presión
arterial sistémica. Por ello, el equilibrio hídrico acu- Etiología
mulativo en las primeras 12 h suele ser > 2 000 ml, en
particular si el sujeto no se trata con vasopresores. La etiología del síndrome vasopléjico en el posoperatorio
4. Necesidad de vasopresores (dopamina, noradrenalina, inmediato de una operación cardiaca no es clara. Se han
etcétera.) para conservar el estado hemodinámico del investigado y propuesto como factores causales el tiempo
paciente, que no es posible estabilizar con la admi- de circulación extracorpórea (CEC) prolongado, la utiliza-
nistración de líquidos intravenosos. Para diagnosticar el ción de normotermia durante la CEC, la administración de
síndrome vasopléjico, el paciente debe presentar grandes volúmenes de solución cardiopléjica, la depresión
en forma simultánea todos los criterios mencionados, de la función ventricular preoperatoria, y el tratamiento
preoperatorio con inhibidores de la enzima convertidora
debido a la baja sensibilidad y especificidad de pre-
de angiotensina (IECA), antagonistas cálcicos y heparina
sentación de los signos clínicos.
endovenosa.
Respecto de los IECA, se ha postulado su acumulación
Los criterios hemodinámico incluyen los siguientes tisular, con liberación en el periodo posoperatorio y efec-
Recomendación IIa, nivel de evidencia B: to vasodilatador por reducción de las resistencias vascula-
1. Resistencia vascular sistémica baja, elemento clave res sistémicas, junto con su acción sobre el sistema reni-
en el diagnóstico ya que representa vasodilatación. na-angiotensina-aldosterona con reducción de los niveles
El índice de resistencia vascular sistémica siempre se del vasopresor angiotensina II, además del aumento de la
encuentra por debajo de los valores normales (2 000- bradicinina y los prostanoides como la prostaciclina y
2 400 dinas.seg.cm-5.m2) y en los casos más graves ha la disminución de la norepinefrina circulante, lo cual pre-
llegado a 700 dinas.seg.cm-5 .m2. cipita la respuesta vascular de vasodilatación.
2. Índice cardiaco alto o normal. Además de la generación de mediadores de la reacción
3. Presiones de llenado ventricular derecho e izquierdo in amatoria otro efecto remarcable del uso de la circu-
bajas. Éste es otro de los elementos característicos, lación extracorpórea es la exclusión del pulmón, órgano
probablemente debido a la dilatación de las venas donde ocurre el catabolismo de diversos fármacos vasodi-
sistémicas y pulmonares y a la hipovolemia por el u- latadores, como la bradicinina. Esto supone la presencia
jo de líquidos del espacio vascular al extravascular en plasma de mayores elementos vasodilatadores (y me-
(PVC < 5, PCP < 10 mmHg). nos elementos vasoconstrictores) que alteran el equilibrio
También existen criterios diagnósticos del síndrome natural del tono vasomotor.
vasopléjico en el quirófano, con tórax abierto, cuando se En ocasiones, al terminar la CEC, cuando se revierte
observa hipotensión arterial con presión venosa central el efecto de la heparinización sistémica con sulfato de
baja (< 5 mmHg) refractaria a volumen, en relación con la protamina se observa un cuadro catastrófico de hipoten-
observación directa de excelente contractilidad del ven- sión, exantema cutáneo generalizado, broncoconstric-
trículo izquierdo. ción y, algunas veces, hipertensión pulmonar aguda grave
60 Janet Silvia Aguirre-Sánchez et al

secundaria a vasoconstricción del pequeño circuito. Esta tratamiento médico radical en virtud de la morbilidad y
reacción a la protamina puede tener un origen anafilác- mortalidad relacionadas con él.
tico dependiente de IgE, como puede verse en diabéticos En 2007 se publicó un meta-análisis en el cual se in-
que requieren insulina o en individuos alérgicos al pesca- cluyeron estudios desde 1980 hasta 2006; cabe mencionar
do también puede tratarse de una reacción anafilactoide que en la metodología se excluyeron los estudios escritos
dependiente de IgG idiosincrática en la que interviene la en otra lengua distinta del inglés, los protocolos realiza-
activación de la vía común del complemento por el com- dos en animales y los estudios pediátricos. El interés
plejo heparina-protamina. particular se enfocó en la capacidad de cada vasopre-
Este síndrome vasopléjico se presenta tanto con la uti- sor para incrementar la presión arterial, los efectos de
lización de CEC como sin ella. Algunos autores sostienen cada fármaco en la hemodinamia, el costo de la perfusión
que el síndrome vasopléjico es una entidad multifactorial. y función de órganos, los episodios clínicos mayores gene-
Recomendación IIb, nivel de evidencia C rados por cada fármaco, los medicamentos y la interac-
ción con la probabilidad de sobrevida y los efectos colate-
rales de cada fármaco. Se encontraron 786 artículos en las
Fisiopatología publicaciones, 164 correspondientes a la cirugía cardiaca;
e han propuesto varias hipótesis fisiopatológicas para de éstos, sólo 56 eran estudios clínicos de vasopresores
explicar los mecanismos de los estados de vasodilatación y apenas 37 relacionados con el escenario posquirúrgico.
grave; sin embargo, las más admisibles parecen ser las
tres que se resumen a continuación. Uso de las catecolaminas
1. La primera es aquella que relaciona el factor des-
encadenante con la producción de acidosis, o hi- Norepinefrina
poxia tisular de manera más global y, a través de Estimulación de los receptores 1 y receptores ß en el
ésta, la generación de vasodilatación o resistencia riñón que da lugar a la liberación de angiotensina II.
a los vasopresores. En este supuesto tienen una fun- 1. e estudios sólo siete notificaron el efecto sobre la
ción central los canales de potasio de la membrana presión arterial media (PAM) después de la circula-
de la célula del músculo liso vascular, los cuales ción extracorpórea. El incremento de la PAM se ge-
son activados por la hipoxia y la acidosis. Su activa- neró sin aumento de la frecuencia cardiaca, índice
ción conduce al ujo de potasio de la célula y esto a cardiaco, presión capilar pulmonar y presión venosa
su hiperpolarización lo cual produce al final reduc- central con un incremento significativo del índice de
ción de la concentración de calcio intracelular y, por trabajo del ventrículo izquierdo.
lo tanto, vasodilatación y resistencia a los vasopre- 2. lujo coronario no se observó modificación del ujo de
sores endógenos y exógenos. los puentes arteriales (arteria mamaria) e incremento
2. La segunda hipótesis presupone que el factor genera- del ujo en los puentes venosos en un (n = 21).
dor o desencadenante produce hipotensión intensa, 3. Al comparar el uso de la epinefrina con la norepi-
la cual da lugar a la liberación de vasopresina de la nefrina se demostró que ningún paciente desarrolló
neurohipófisis como mecanismo compensador. ste acidosis hiperlactatémica o un incremento significa-
hecho se relaciona con el déficit posterior de vaso- tivo del exceso de bases o cambios en el potencial de
presina y concentraciones sanguíneas relativamente hidrogeniones (pH) con la infusión de norepinefrina.
bajas de la hormona en relación con el grado de hipo- Al comparar la norepinefrina con la epinefrina se ob-
tensión. A esto se atribuye la pérdida del tono vascu- servó que la primera incrementaba más el déficit de
lar y la resistencia a los vasopresores. bases y el pH, además de generar un menor índice
3. La tercera hipótesis se relaciona con el óxido nítrico. cardiaco y una menor presión parcial de oxígeno.
En este caso, el factor desencadenante del proceso 4. Sólo en tres estudios se midió la perfusión de órganos
produce la expresión de la sintetasa inducible del y se observó que la norepinefrina no alteraba la per-
óxido nítrico. Esto podría tener la mediación de va- fusión de la mucosa intestinal; tanto la norepinefrina
rias citocinas (interleucinas 1 y 6, factor de necrosis como la fenilefrina aumentaban la tasa de extracción
tumoral interferón ) en el contexto de un síndrome de oxígeno.
de respuesta in amatoria sistémica ( ). La expre- Recomendación IIa, nivel de evidencia B
sión de la enzima encargada de su síntesis conduce a
un exceso de producción de este compuesto de cono- Fenilefrina
cida acción vasodilatadora. 1. Es un agonista 1 selectivo y activa a los receptores
Si bien estas hipótesis se han descrito de modo esque- ß en concentraciones más altas que la norepinefrina
mático por separado, es probable que intervengan meca- y la epinefrina.
nismos mixtos o que se superpongan en diferente grado. 2. Nueve estudios utilizaron fenilefrina en el posopera-
torio de una intervención cardiovascular; seis de ellos
refieren que el uso de la vasopresina es útil para ele-
Tratamiento
var la PAM. En un solo estudio se utilizó la fenilefrina
Aun cuando no existe una estadística y un criterio uni- como tratamiento de los pacientes que tomaron IECA
forme para el diagnóstico y los datos epidemiológicos y la fenilefrina no sirvió para elevar la PAM.
son muy amplios, el consenso señala que el síndrome 3. En 1991 se demostró que la fenilefrina a dosis de
vasodilatador posquirúrgico es una situación que requiere . . g/ g/min elevó la presión media en
Síndrome vasopléjico 61

mmHg (25.3%) sin cambios en la frecuencia cardia- sepsis, con disminución del índice cardiaco sólo en los
ca, presión capilar pulmonar, presión venosa central individuos con sepsis.
e índice cardiaco. En otro estudio se encontró que la 5. En cuanto a la perfusión y función de órganos, se iden-
utilización de la fenilefrina generaba un incremento tificaron seis estudios. unser demostró que el uso
de la A en y un aumento del ujo de la arte- concomitante de vasopresina y norepinefrina elevó
ria mamaria interna en 100% cuando se administraba las concentraciones de bilirrubina y redujo el número de
junto con milrinona. En otro estudio se demostró que plaquetas y los niveles de PaCO2 en la mucosa gástrica
aumentaba el ujo del injerto radial en . con un menor nivel de lactato que los controles.
4. Existen sólo dos estudios en los que se midió la perfu- 6. Morales y colaboradores encontraron que el uso de
sión tisular con el uso de la fenilefrina y se encontró la vasopresina más norepinefrina disminuía el tiempo
que no hay alteración en la depuración de la creati- de intubación y estancia en cuidados intensivos.
nina con el uso de este fármaco. Cabe mencionar que 7. Otro estudio demostró que la administración de vaso-
el suministro de la fenilefrina no altera la sobrevida. presina en el choque vasodilatador junto con el uso
5. El uso de la fenilefrina, al igual que la dopanina y la de asistencia circulatoria aumentaba el volumen uri-
dobutamina, es factor de riesgo independiente para nario en grado significativo.
el desarrollo de fibrilación atrial en el análisis univa- Recomendación IIa, nivel de evidencia B
riado la incidencia es menor con el uso de la fenilefri-
na respecto del empleo de la dopamina. Dopamina
Recomendación IIa, nivel de evidencia B s una catecolamina que se une a los receptores y y
tiene efectos predominantes a dosis bajas y efectos a
Arginina vasopresina dosis altas. No se recomienda como primera opción.
Es un receptor agonista de la vasopresina; su principal fun- 1. Cinco artículos publicaron el uso de dopamina (> 10
ción es incrementar la resorción de agua al aumentar la gamas) en cirugía con utilización de la bomba de cir-
permeabilidad de los ductos colectores (receptores V2). Tam- culación extracorpórea; sólo en tres de ellos se des-
bién la vasopresina es un vasoconstrictor potente y ejerce cribió el comportamiento de la PAM.
un efecto directo sobre los receptores V1, que aumentan el 2. La dopamina a dosis de 10 gamas eleva la presión
calcio iónico intracelular y contribuyen a la vasoconstricción, arterial media entre 15 y 23 mmHg. La dopamina a
glucogenólisis, agregación plaquetaria y liberación de la hor- dosis alta puede provocar un incremento de la pre-
mona adenocorticotrópica. Son múltiples los estudios que se sión arterial, el índice cardiaco y la presión capilar
han generado con el uso de la vasopresina, 14 de los cuales pulmonar de manera considerable.
se enfocan en el posoperatorio cardiovascular. Una vez establecido el diagnóstico, el principal objetivo
1. Hay tres estudios aleatorizados; el primero de ellos terapéutico es mantener la perfusión de órganos vitales,
(1977) fue pequeño, doble ciego, controlado con pla- como el riñón, el cerebro, el hígado y el propio corazón.
cebo (nivel 2) y utilizó 6 IU/h de vasopresina en com- Esto implica, además del empleo inicial de volumen, la
paración con el placebo en pacientes sometidos a la utilización de dos tipos de medicamentos: fármacos con
colocación de dispositivos de asistencia circulatoria que efecto vasopresor, vinculados con su acción exclusiva o
incrementó la PAM en 47.3% y redujo la dosis de la nore- no selectiva sobre los receptores adrenérgicos como
pinefrina en 60% sin cambios en el índice cardiaco. metaraminol o fenilefrina entre los primeros; y adrenali-
2. En el año 2003, en un estudio aleatorizado, doble cie- na, noradrenalina o dopamina, entre los segundos. Si bien
go con placebo, se utilizó como preventivo en pacien- constituyen habitualmente la primera línea de tratamien-
tes con ingesta de IECA antes del procedimiento qui- to en la vasoplejía, su utilización suele vincularse con dos
rúrgico para revascularización coronaria; se observó tipos de problemas. En primer lugar, su empleo puede no
que los pacientes sometidos a vasopresina requerían resultar inocuo en el crítico periodo del posoperatorio
menos dosis de norepinefrina y menor tiempo de in- inmediato, fundamentalmente en pacientes coronarios.
fusión de catecolaminas, además de menores episo- l empleo de fármacos con efecto adrenérgico adjunto
dios de hipotensión. induce, en alguna medida, un incremento del consumo
3. Dunser y colaboradores utilizaron la vasopresina en miocárdico de oxígeno. En el mismo sentido, también se
estudios aleatorizados junto con la norepinefrina ha notificado su relación con arritmias posoperatorias. l
en el síndrome vasopléjico y comunicaron que se segundo inconveniente, y probablemente el de mayor im-
requería una cantidad menor y menos tiempo portancia clínica, es la refractariedad a los vasopresores
de norepinefrina en los pacientes que consumieron que ciertas formas de vasoplejía posoperatoria manifies-
vasopresina en comparación con el placebo. Estos tan. Esta resistencia plantea la utilidad de los antagonistas
mismos investigadores administraron la vasopresina o inhibidoras del óxido nítrico, y la enzima guanilato ci-
en pacientes que tenían asistencia ventricular y los clasa, una aproximación terapéutica racionalmente más
hallazgos fueron los mismos. fisiológica. os fármacos son los más estudiados el azul
4. El mismo grupo usó la vasopresina en el choque re- de metileno y la vasopresina.
sistente a las catecolaminas en la cirugía de puen- Recomendación III, nivel de evidencia B
teo. En los sujetos sometidos a un procedimiento de
puenteo y sepsis hallaron aumento de la PAM en más Azul de metileno
de 40% y menores requerimientos de norepinefrina Es un fármaco que inhibe la sintetasa del óxido nítrico
(30%), algo más evidente en aquellos pacientes sin y la guanilil ciclasa y puede prevenir la vasodilatación
62 Janet Silvia Aguirre-Sánchez et al

Tabla 1. Principales vasopresores indicados en el síndrome vaso- Bibliografía


pléjico.
Argenziano M, Chen JM, Cullinane S, et al. Arginine vasopressin in the
management of vasodilatory hypotension after cardiac trans-
Recomendación Clase de Nivel de
plantation. J Heart Lung Transplant 1999;18:814–817.
recomendación evidencia
Argenziano M, Chen JM, Choudhri AF, et al. Management of vasodi-
Norepinefrina IIa B latory shoc after cardiac surgery identification of predisposing
factors and use of a novel pressor agent. J Thorac Cardiovasc
Fenilefrina IIa B
Surg 1998;116:973-980.
Vasopresina IIa B Argenziano M, Choudhri AF, Mozami N, et al. A prospective
Dopamina III B randomized trial of arginine vasopressin in the treatment
of vasodilatory shoc after left ventricular assist device
Azul de metileno IIa B placement. Circulation 1997;96:286-290.
Ar in aidman L enumof L. Case history number
hypotension following cardiopulmonary bypass. Anesth Analg
1977;56:720-724.
yrne Leacche aul et al. is factors and outcomes for
“vasoplegia syndrome” following cardiac transplantation. Eur J
mediada por óxido nítrico. Se recomienda su uso en caso Cardiothorac Surg 2004;25:327-332.
de fracaso de dos fármacos vasoactivos. Existen pocos re- Carrel T, Englberger L, Mohacsi P, et al. Low systemic vascular re-
portes de su uso en el posoperatorio de una intervención sistance after cardiopulmonary bypass: incidence, etiology, and
cardiaca, pero tres de ellos son los más relevantes. clinical importante. J Card Surg 2000;15:347-353.
1. En el primero de los estudios controlados con Cremer artin edl H et al. ystemic in amatory response syn-
placebo aleatorizado se empleó una dosis de 1.5 drome after cardiac operations. Ann Thorac Surg 1996;61:1714-
1720.
mg/ g/ h en pacientes con vasoplejía ( A
Chamberlain JH, Pepper JR, Yates AK. Dobutamine, iso-prenaline
mmHg C mmHg e C . L/min/m 2) con and dopamine in patients after open heart surgery. Inten Care
requerimiento elevado de vasopresores. Se demos- Med 1980;7:5–10.
tró que después de recibir azul de metileno tuvie- DiNardo JA, Bert A, Schwartz MJ, et al. Effects of vasoactive drugs
ron una menor mortalidad, una menor incidencia on o s through left internal mammary artery and saphenous
de insuficiencia renal, neuropatía, arritmias, sep- vein grafts in man. J Thorac Cardiovasc Surg 1991;102:730–735.
sis y falla orgánica múltiple. Dunser MW, Fries DR, Schobersberger W, et al. Does arginine vaso-
pressin in uence the coagulation system in advanced vasodila-
2. En otro estudio observacional se probó la adminis-
tory shoc ith severe multiorgan dysfunction syndrome Anesth
tración de azul de metileno ( mg/ g en min) en Analg 2004;99:201–206.
54 pacientes con vasoplejía refractaria al uso de no- Dunser MW, Hasibeder WR, Wenzel V, et al. Endocrinologic response
repinefrina con RVS < 600 dinas/seg/cm-5 durante la to vasopressin infusion in advanced vasodilatory shoc . Crit Care
infusión de norepinefrina a una dosis promedio de 0.5 Med 2004;32:1266–1271.
g/ g/min. n estos pacientes la A se incrementó Dunser MW, Mayr AJ, Stallinger A, et al. Cardiac performance du-
de 68 a 72 mmHg y la dosis de norepinefrina se redujo ring vasopressin infusion in postcardiotomy shoc . ntensive Care
Med 2002;28:746–751.
de . a . g/ g/min después de h de infusión Dunser MW, Mayr AJ, Ulmer H, et al. Arginine vasopressin in advan-
al cumplir las 6 h la dosis de norepinefrina disminu- ced vasodilatory shoc a prospective randomized controlled
yó hasta . g/ g/min y la A promedio fue de study. Circulation 2003;107:2313–2319.
71 mmHg. Estos cambios se acompañaron de una dis- Dunser MW, Mayr AJ, Ulmer H, et al. The effects of vaso- pressin on
minución notoria del gasto cardiaco; los niveles de systemic hemodynamics in catecholamine-resistant septic and
creatinina no difirieron demasiado de los valores an- postcardio tomy shoc a retrospective analysis. Anesth Analg
2001;93:7–13.
teriores a la infusión.
Dunser MW, Werner ER, Wenzel V, et al. Arginine vaso- pressin and
3. e ha utilizado el azul de metileno profiláctico a una serum nitrite/nitrate concentrations in advanced vasodilatory
dosis de mg/ g/ min una hora antes de la ope- shoc . Acta Anaesthesiol cand .
ración en aquellos pacientes con riesgo de síndro- Gomes WJ, Carvalho AC, Palma JH, et al. Vasoplegic syndrome after
me vasopléjico; se compararon dos grupos (n = 50 open heart surgery. J Cardiovasc Surg 1998;39:619-623.
pacientes). En este estudio se encontraron grandes Gomes WJ, Carvalho AC, Palma JH, et al. Vasoplegic syndrome.: A
diferencias en la incidencia del síndrome vasopléji- new dilemma. J Thorac Cardiovasc Surg 1994;107:942-943.
Gray R, Shah PK, Singh B, et al. Low cardiac output states after open
co (0% vs 26%; p < 0.0001) y tiempo de estancia en
heart surgery. Comparative hemodynamic effects of dobutami-
cuidados intensivos de 1.2 vs 2.1 días en los controles ne, dopamine, and norepinephrine plus phentolamine. Chest
(p < 0,0001). 1981;80:16–22.
stos planteamientos de utilización profiláctica de Hata JS, Dellinger RP. Nitric oxide inhibition in the treatment of sep-
sustancias inhibidoras del óxido nítrico y la enzima guani- tic shoc . Crit Care ed .
lato ciclasa parecen promisorios, pero se requieren estu- Hoffman BB. Catecholamines, sympathomimetic drugs, and adrener-
dios de mayor número de pacientes que permitan definir gic recepter antagonists. Goodman & Gilman’s the Ann Thorac
Surg 2007;83:715–23 pharmacological basis of therapeutics. 10th
su exacta utilidad. ed. e or c illan .
Recomendación IIa, nivel de evidencia B Imai T, Saitoh K, Kani H, et al. Combined dose ratios of dopamine
En la Tabla 1 se resumen los principales fármacos indi- and dobutamine and right ventricular performance after cardiac
cados en el síndrome vasopléjico. surgery. Chest 1992;101:1197–1202.
Síndrome vasopléjico 63

ac son . asopressin and oyher agents affecting the renal conser- Egi M, Bellomo R, Langenberg C, et al. Selecting a vasopressor drug
vation of water. Goodman & Gilman’s the pharmaco- logical basis for vasoplegic shoc after adult cardiac surgery a systematic
of therapeutics. th ed. e or c ra Hill . literature review. Ann Thorac Surg 2007;83:715–723.
ac son . on channels and vascular tone. Hypertension Myles PS, Davis BB. “Low SVR Syndrome” or SIRS after cardiac ope-
2000;35:173-178. rattions Ann Thorac Surg 1998;65:297-306.
Johnson MR. Low systemic vascular resistance alter cardiopulmonary ygren A horen A ic sten . asopressors and intestinal mucosal
bypass Are e any closer to understanding the enigma Crit perfusion after cardiac surgery: norepinephrine vs. phenylephri-
Care Med 1999;27:1048-1050. ne. Crit Care Med 2006;34: 722–729.
ir lin arrat oyes . ostoperative care. n ir lin a- choa de u A illiar et al. itrogen oxide levels in pa-
rrat oyes editors. Cardiac surgery ( ir lin arrat oyes tients after trauma and during sepsis. Ann Surg 1991;214:621-
eds.), 2nd ed. e or Churchill Livingstone . 626.
Landry Levin H allant et al. asopressin deficiency Ozal E, Kuralay E, Yildirim V, et al. Preoperative methylene blue ad-
contributtes to the vasodilation of septic shoc . Circulation ministration in patients at high ris for vasoplegic syndrome du-
1997;95:1122-1125. ring cardiac surgery. Ann Thorac Surg 2005;79:1615-1619.
Levin RL, Degrange MA, Bruno GF, et al. Methylene blue reduces mor- Roncoroni A, Navia J, Cuello A, et al. Cirugía cardiovascular. En: Ber-
tality and morbidity in vasoplegic patients after cardiac surgery. tolasi CA, editor. Cardiología clínica (Bertolasi CA, ed). Buenos
Ann Thorac Surg 2004;77:496-499. Aires, Inter-Médica 1987:1182.
Leyh . ofidis tr ber et al. ethylene blue the drug of Salaria V, Mehta NJ, Abdul-Aziz S, Mohiuddin SM, Khan IA. Role of
choice for catecholamine-refractory vasoplegia after cardiopul- postoperative vasopressor use in occurrence of atrial fibrillation
monary bypass. J Thorac Cardiovasc Surg 2003;125:1426-1431. after coronary artery bypass grafting. Am J Cardiol 2005;95:247–
asetti urphy ouchou os . asopressin therapy for vaso- 249.
plegic syndrome following cardiopulmonary bypass. J Card Surg Sato Y, Matsuzawa H, Eguchi S. Comparative study of effects of adre-
2002;17:485-489. naline, dobutamine and dopamine on systemic hemodynamics
e ontso essap A Hou l oustelle C et al. is factors and renal blood o in patients follo ing open heart surgery.
for post-cardiopulmonary bypass vasoplegia in patients Jpn Circ J 1982;46:1059–1072.
with preserved left ventricular function. Ann Thorac Surg Smith CE, Higgins TL, Kraenzler EJ, et al. Alpha-adrenergic agonist
2001;71:1428-1432. drugs, left ventricular function, and emergency from cardiopul-
Menasché P, Ferry JP, Veyssié L, et al. Limitation of vasodilation monary bypass. J Cardiothorac Anesth 1990;4:681–686.
associated with warm Herat operation by a “mini-cardioplegia” Speziale G, Ruvolo G, Marino B. A role for nitric oxide in the vasople-
delivery technique. Ann Thorac Surg 1993;56:1148-1153. gic syndrome. J Cardiovasc Surg 1996;37:301-303.
Menasché P, Haydar S, Peynet J, et al. A potencial mechanism Taylor KM, Bain WH, Russel M, et al. Peripheral vascular resistance
of vasodilation after warm heart surgery. The temperatura- and angiotensin II levels during pulsatile and non-pulsatile car-
dependent release of cyto ines. horac Cardiovasc urg diopulmonary bypass. Thorax 1979;34 594-598.
1994;107:293-299. eoh H radley CA auldie et al. teroid inhibition of cyto in
Morales DL, Gregg D, Helman DN, et al. Arginine vasopres- sin in mediated vasodilation after warm heart surgery. Circulation
the treatment of 50 patients with postcardiotomy vasodilatory 1995;92: S347-S353.
shoc . Ann horac urg . Tönz M, Mihaljevi T, von Segesser LK, et al. Normothermia versus
Morales DS, Garrido MJ, Madigan JD, et al. Double-blind randomized hypothermia Turing cardiopulmonary bypass: a randomized con-
trial: prophylactic vasopressin reduces hypotension after cardio- trolled trial. Ann Thorac Surg 1995;59:137-143.
pulmonary bypass. Ann Thorac Surg 2003;75:926-930. Van Trigt P, Spray TL, Pasque MK, et al. The comparative effects of
Morimatsu H, Uchino S, Chung J, et al. Norepinephrine for hypo- dopamine and dobutamine on ventricular mechanics after coro-
tensive vasodilatation after cardiac surgery: impact on renal nary artery bypass grafting: a pressure-dimension analysis. Cir-
function. Intensive Care Med. 2003;29:1106 –1112. culation 1984;70:112–117.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):64-72

www.elsevier.com.mx

Mediastinitis posquirúrgica
Guillermo Fernández-de la Reguera,1 Gabriel Soto-Nieto,1 Nurivan López-
Madrigal,2 Agustina Moreno-González,2 Luz Elena Medina-Concebida,2
Valentín Herrera-Alarcon,2 Jorge Alejandro Amaro-Camacho,2 Francisco
Martín Baranda-Tovar2
1
Coordinador
2
Participante

Introducción Los protocolos terapéuticos iniciales incluían el des-


bridamiento sin cierre de la herida; con posterioridad se
La mediastinitis es una complicación poco frecuente de la incluyeron tanto el desbridamiento como la irrigación con
cirugía cardiaca y representa alrededor del 0.3% al 4.4% de antibióticos mediante un sistema de catéteres y drenajes
las infecciones del sitio quirúrgico cardiovascular; sin em-
con cierre de la herida. En la actualidad se ha agregado
bargo, reviste gran importancia por su elevada morbilidad y
al tratamiento el uso del epiplón y la superposición de
mortalidad. Entre los múltiples factores predisponentes re-
pectorales, con lo cual se ha logrado una disminución
conocidos figuran obesidad diabetes mellitus enfermedades
de la mortalidad.
pulmonares, reintervenciones quirúrgicas, bajo gasto cardia-
co, ventilación mecánica prolongada, tiempo quirúrgico y de
derivación cardiopulmonar prolongado, entre otros. efinicione cla ificación
El diagnóstico temprano de mediastinitis en el periodo
posoperatorio requiere un alto grado de sospecha clínica. Según las CDC (Centers for Disease Control and Preven-
En general, las infecciones de la herida quirúrgica apare- tion) la mediastinitis se define como la entidad que cum-
ce entre el quinto y séptimo día posterior al procedimien- pla con los siguientes criterios:
to quirúrgico; no obstante, en el posoperatorio habitual
de las intervenciones cardiacas se puede presentar fiebre 1. Uno o más de los siguientes signos y síntomas:
en ausencia de algún proceso infeccioso reconocido du- • iebre ( C)
rante el cuarto o quinto días; las reacciones farmacológi- • Dolor torácico
cas ebitis atelectasias embolia pulmonar así como el • Inestabilidad esternal
síndrome pospericardiotomía son las causas de la fiebre • Drenaje purulento del área mediastínica
más frecuentes después del sexto día. • Germen aislado en hemocultivos o del área me-
Se debe establecer el diagnóstico temprano para ini- diastínica
ciar la atención médica y quirúrgica a la brevedad. La • Ensanchamiento mediastínico
mediastinitis debe considerarse un problema quirúrgico, 2. Un cultivo bacteriano positivo del espacio mediastínico.
ya que las medidas médicas no constituyen el tratamiento 3. Evidencia de mediastinitis durante la operación o por
definitivo a pesar de que son necesarias. histopatología.

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Mediastinitis posquirúrgica 65

Incidencia son cefazolina (1 g si el peso es < 80 kg y 2 g si es > 80 kg)


o cefuroxima (1.5 g). La vancomicina intravenosa (1 g [10 a
La incidencia de la mediastinitis oscila entre 0.34% y 4.4% mg/ g ) se prefiere si el paciente se ha colonizado con
y aumenta de manera considerable en subgrupos especia- SARM o si es alérgico a las penicilinas o las cefalosporinas, o
les, como en quienes se practica un trasplante de corazón bien si la operación se realiza en un hospital donde el SARM
(2.5% al 7.5%) o poscolocación de dispositivos de asisten- o el estafilococo negativo a la coagulasa es una causa común
cia ventricular. de infecciones posquirúrgicas. Se debe considerar duplicar la
dosis de los antibióticos en individuos obesos.
Mortalidad
Erradicación nasofaríngea preoperatoria
La mortalidad secundaria a la mediastinitis uctúa entre
Recomendación
12% y 47% en diversas series. En 13 series de estudios que
Realizar detección de S. aureus a todo paciente progra-
analizan la mortalidad durante los primeros 90 días pos-
mado para un procedimiento quirúrgico.
teriores a la operación de pacientes con mediastinitis, la
Recomendación clase I, nivel de evidencia B
mortalidad fue del 11.8%, en comparación con 5.5% de los
pacientes sin mediastinitis. En un protocolo prospectivo
ificación Se recomienda la detección oportuna
de casos consecutivos de mediastinitis se identifica-
en todos los individuos antes del procedimiento cardiaco
ron factores de riesgo vinculados con la mortalidad en la mediante un exudado nasal, ya que la detección de S.
unidad de terapia intensiva; los factores de riesgo inde- aureus sensible a la meticilina ( A ) o A modifica la
pendientes fueron la edad > 70 años, otra intervención morbimortalidad; el SARM es un factor de riesgo indepen-
además de la revascularización coronaria, condiciones diente de mortalidad en los pacientes con mediastinitis
médicas de gravedad (A ACH ) insuficiencia orgánica causada por este germen. La mediastinitis posquirúrgica
más de tres días con ventilación mecánica y hemocultivos secundaria a SARM se presenta más a menudo en el con-
persistentemente positivos. texto de una colonización nasal por SARM, tras considerar
Existe una disminución de la mortalidad en los sujetos que esta infección parece ocurrir a través de la transmis-
tratados en los primeros siete días posteriores a la opera- ión nosocomial entre los pacientes. Esto lo ha propuesto
ción de mediastinitis con antibióticos específicos para el un estudio en el cual se estudió a 1 432 sujetos sometidos
germen causal (HR, 0.4). La mayoría de los individuos con a una operación cardiaca que presentaron mediastinitis
mediastinitis posquirúrgica tiene infecciones monomicro- (22); entre los nueve casos infectados por SARM, en siete
bianas. En dos revisiones con un total de 350 pacientes se aislaron cultivos prequirúrgicos idénticos nasales y en
con mediastinitis, 290 (83%) presentaron un germen pató- el sitio quirúrgico; de los ocho casos por SARM, en ninguno
geno aislado en el mediastino o la sangre. se aisló el mismo cultivo y el mismo A se identificó en
todos estos casos, lo que demostró que la rápida detec-
Evolución ción del S. aureus y su rápida eliminación con mupirocina
reduce el riesgo de infección por este agente, así como
Casi todos los pacientes con mediastinitis muestran evi- la estancia intrahospitalaria. La aplicación de mupirocina
dencia de infección en los primeros 14 días tras el pro- intranasal erradica a S. aureus en un 90% a 100% a un año
cedimiento; sin embargo, el inicio puede retrasarse por tras la intervención y reduce la infección en un 67%. La
meses. En un reporte, por ejemplo, el periodo de incuba- mortalidad es más elevada en aquellos pacientes con in-
ción fue de tres a 417 días después de la intervención; no fección por SARM respecto de aquéllos por SASM. Esto se
obstante, el tiempo medio de aparición fue de siete días describió en una serie de 41 pacientes con mediastinitis,
y comenzó dentro de las dos semanas en dos tercios de 15 con SARM y 26 con SASM; la mortalidad más alta se
los enfermos. registró en personas con SARM, en comparación con las
que presentaban infección por SASM al mes posterior al
Recomendaciones diagnóstico de mediastinitis (40% vs 15%) y al año (48%
vs 21%) y tres años (74% vs 21%). Ante esta evidencia, se
ofila i recomienda que la erradicación por colonización nasal
Tratamiento antimicrobiano se realice con ungüento de gluconato de clorhexidina o
Recomendación mupirocina.
Administrar profilaxis antibiótica min antes de la inci-
sión o al momento de la inducción anestésica. Prevención de infecciones profundas de la herida
Recomendación clase I, nivel de evidencia A quirúrgica
Recomendación
ificación s necesario administrar lactámicos (ce- Seguir las recomendaciones generales de los CDC para
falosporinas de primera generación). Los glucopéptidos sólo prevenir las infecciones profundas en el sitio quirúrgico.
se prescriben en personas alérgicas a los lactámicos (larin- Recomendación clase I, nivel de evidencia A
goespasmo o choque anafiláctico) o en centros hospitalarios
con incidencia de infección del sitio quirúrgico por S. aureus ificación
resistente a la meticilina (SARM) mayor de 5%. El tiempo • No remover el vello antes de la operación, a menos
de administración de los antibióticos profilácticos es de que éste se encuentre alrededor del sitio de incisión, que
a 72 h. Los fármacos intravenosos de elección habituales pueda interferir con el procedimiento quirúrgico.
66 Guillermo Fernández-de la Reguera et al

Nivel de evidencia I A. Si el vello se elimina, de pre- • Días de ventilación mecánica (> 2 días)
ferencia hay que hacerlo inmediatamente antes de la • Más de un puente de arteria mamaria
intervención con una rasuradora eléctrica. • Número de transfusiones de concentrados eritro-
Nivel de evidencia I A citarios (> 3 U).
• Los pacientes deben bañarse o asearse con un agen- No hay un consenso sobre cuál es el factor de ries-
te antiséptico, por lo menos una noche antes de la go más importante para el desarrollo de mediastinitis; es
operación probable que todos o muchos de los factores de riesgo
Nivel de evidencia I B in uyen en el desarrollo de la infección en particular
• Se requieren lavado y limpieza estrictos alrededor cuando dos o más están presentes.
del sitio de la incisión para remover la contaminación La obesidad es un factor de riesgo encontrado en nu-
antes de la preparación antiséptica de la piel. merosos estudios de grandes series de pacientes. En estos
Nivel de evidencia I B estudios se reconoce la obesidad como un factor de riesgo
• Uso de un agente antiséptico apropiado para la pre- independiente, debido a la concentración sérica inade-
paración de la piel. Nivel de evidencia I B. Los pro- cuada de los antibióticos por subdosificación además de
ductos que contienen alcohol de yodopovidona al 70% la pobre perfusión alcanzada en el tejido adiposo y las
y el gluconato de clorhexidina son los agentes más dificultades quirúrgicas añadidas como el aumento del
usados. La aplicación de preparaciones antisépti- tiempo quirúrgico.
cas en la piel en el periodo preoperatorio exige movi- La diabetes mellitus tipo 2 se ha informado como un
mientos en círculos concéntricos hacia la periferia. El factor pronóstico para desarrollar mediastinitis en muchos
área preparada debe ser lo suficientemente gran- estudios, casi todos observacionales. Ya se ha informado
de desde la incisión para crear una nueva incisión o en estudios que la infusión de insulina perioperatoria re-
sitio de drenaje si fuera necesario. duce la incidencia de mediastinitis en pacientes diabéti-
Nivel de evidencia II cos y que las concentraciones de glucosa > 200 mg/dl han
demostrado ser un factor para mediastinitis.
Los lineamientos basados en la evidencia de los CDC
Nivel de evidencia I A
para la prevención de la infección del sitio quirúrgico en
El tabaquismo incrementa el riesgo de infecciones
el periodo posoperatorio, así como los cuidados del sitio
en las heridas de esternotomía posquirúrgica, según lo
de la incisión, incluyen los siguientes:
han informado numerosos estudios tanto observacionales
• roteger con un apósito estéril o h en el periodo
como de casos y controles. Este factor, junto con la ven-
posoperatorio, la incisión cerrada de primera intención.
tilación prolongada y la enfermedad obstructiva crónica,
Nivel de evidencia I B
incrementan el riesgo de infecciones en pacientes fuma-
• Lavado de manos antes y después del cambio de apó-
dores, ya que se eleva el riesgo de complicaciones pulmo-
sitos y de cualquier contacto con el sitio quirúrgico.
nares posoperatorias, además de que existe colonización
Nivel de evidencia I B
de la herida quirúrgica por ora de la nasofaringe y daño de
• Cuando el apósito de la incisión debe cambiarse se
debe realizar bajo una técnica estéril. la respuesta inmunitaria.
Nivel de evidencia I B Nivel de evidencia I A
• ducar al paciente y la familia acerca del cuidado de Tanto el antecedente de una operación como el uso
la incisión, reconocimiento de síntomas de infección prolongado de tiempo de circulación extracorpórea se han
del sitio quirúrgico, así como de la necesidad de noti- referido en numeroso estudios como factores de riesgo
ficar dichos síntomas. independientes para el desarrollo de mediastinitis, sea en
Nivel de evidencia II el análisis multivariado como en el univariado. Repetidas
• o se recomienda cubrir una incisión cerrada de pri- esternotomías medias requieren mayor tiempo para la
mera intención más de 48 h ni tampoco durante el disección de adhesiones mediastínicas y esto incrementa
tiempo del baño o aseo en una incisión descubierta. la duración del tiempo quirúrgico y con ello el riesgo de
Nivel de evidencia I B contaminación en la herida.
Nivel de evidencia I A
ontrol e los actores e riesgo o ificables Aunque el uso de las arterias mamarias se considera
Recomendación un factor de riesgo para desarrollar mediastinitis, lo cual
dentificar y controlar los factores de riesgo modificables se indica en la Tabla 1, la isquemia esternal posterior a la
para desarrollar mediastinitis posesternotomía en la ciru- movilización de una o dos mamarias está bien documen-
gía cardiaca. tada por tomografía a las semanas primera y cuarta tras
Recomendación clase I, nivel de evidencia A la realización de esternotomía, debido a que un hemies-
ternón pierde más del 90% de la perfusión sanguínea con
ificación Los siguientes factores de riesgo se han la movilización de una arteria mamaria, lo cual explica la
descrito en diferentes estudios. cicatrización de la herida.
• Obesidad La hemorragia posoperatoria en las primeras 24 h y la re-
• Diabetes mellitus o hiperglucemia exploración por sangrado son factores de riesgo para medias-
• Tabaquismo tinitis lo cual se ve re ejado en el número de transfusiones
• Días de estancia en la terapia intensiva (>3 días) realizadas, lo que incrementa el riesgo de infección en la
• Reintervención herida. En un estudio se encontró que el sangrado de vinculó
• Tiempo de uso de la bomba de circulación extra- con una mayor incidencia de mediastinitis en pacientes poso-
corpórea (> 100 min) perados de cirugía de revascularización coronaria y el origen
Mediastinitis posquirúrgica 67

Tabla 1. Escala de riesgo de Toronto para predecir infecciones en mediastinitis. En este protocolo por puntaje se le asignó
herida quirúrgica. a la diabetes 1 punto, al IMC de 29 a 35 kg/m2 1 punto
y al IMC de 35 kg/m2 o mayor 2 puntos; cada punto do-
Factor de riesgo Instrucciones Puntuación bla aproximadamente el riesgo de infección en el sitio
¿El pacientes es diabético Sí 2.5 de la herida quirúrgica. La validación subsecuente de este
(tipo I o II)? No 0 índice de riesgo se realizó en otro estudio separado de
¿Se utilizó una arteria mamaria en la Sí 3
269 casos de infección de la herida quirúrgica, después
operación? No 0 de un procedimiento de revascularización coronaria.
¿El paciente necesitó reoperación debido
Sí 4 lasificación e la e iastinitis
a complicaciones dentro de los primeros 4
No 0 Recomendación
días posteriores a la primera intervención?
¿El paciente tuvo una estancia mayor
Aplicar la clasificación de eida y a ley para la elección
Sí 5 del procedimiento quirúrgico más adecuado al tipo de
de 4 días de posoperatorio en la terapia
No 0 mediastinitis (Tabla 2).
intensiva?
Recomendación clase I, nivel de evidencia B
Total

Muy bajo riesgo 0 a 5 puntos ificación Las infecciones en la herida profundas o


Bajo riesgo 5.5 a 9 puntos la mediastitinis se clasifican en cinco subtipos con base en el
Riesgo intermedio 9.5 a 11.5 puntos tiempo de aparición, la presencia o ausencia de factores de
Alto riesgo 12 o más puntos
riesgo y la posible falla del tratamiento previo.
sta clasificación se describe en diversos artículos (es-
tudios descriptivos, prospectivos, reporte de caso, casos
y controles y revisiones) para tomar decisiones acerca del
del sangrado fue el ventrículo derecho, con elevación de la tipo de tratamiento. Athanassiadi refiere el uso de trans-
mortalidad hasta un 26.7%. posición de epiplón como parte de la resolución de la me-
Nivel de evidencia I A diastinitis en 15 pacientes con mediastinitis tipos IIIB, IVA,
IVB. En otro estudio, en el que se le dio seguimiento a 125
stratificación el riesgo pacientes con uso de VAC (vaccum-assited closure) se uti-
lizó esta clasificación y se informó que individuos eran
Recomendación
de tipo IIIA y 14 de tipo IVA; el VAC redujo la incidencia de
Utilizar alguna escala de riesgo (en este caso se recomienda
recurrencia, así como los días de terapia en comparación
la Escala de Toronto) para calcular el riesgo de los pacientes
con aquellos pacientes no sometidos a esta terapia. En
con sospecha de mediastinitis y estratificar su riesgo.
otro estudio en el que se empleó la clasificación de eida
Recomendación clase I, nivel de evidencia A y Oakley para el uso de la superposición de pectorales
se valoró una subclasificación tras considerar cuatro gru-
ificación s útil estratificar a los pacientes con pos, según fuera que la presentación de la mediastinitis
sospecha de mediastinitis de acuerdo con la Escala del era mayor o no de seis semanas, posible existencia de
riesgo de Toronto en muy bajo riesgo (0 a 5 puntos), inestabilidad y germen aislado. Se concluyó que la super-
bajo riesgo (5.5 a 9 puntos), riesgo intermedio (9.5 a 11.5 posición de pectorales reduce los días de estancia y la
puntos) y alto riesgo (12 o más puntos). Tabla 1. recurrencia de osteomielitis, la cual fue del 20%. Sjogren
Se han descrito varios índices del riesgo de infección utilizó en sujetos la clasificación de eide y a ley
en las heridas esternales secundarias a una operación car- y comparó el VAC con el tratamiento de desbridamien-
diaca. Un sistema de puntuación preoperatorio basado en to y colocación de irrigaciones. En dicho estudio, el VAC
una escala máxima de tres puntos se evaluó en un estudio aumentó la sobrevida de los pacientes y redujo la recu-
de cohorte de 4 987 pacientes para predecir el riesgo de rrencia en comparación con el tratamiento convencional.

Tabla 2 .Clasificación de la mediastinitis.

Clase Descripción
Tipo I Mediastinitis que se presenta dentro de las primeras 2 sem después de la operación en ausencia de factores de riesgo
Tipo II Mediastinitis que se presenta entres la 2° y 6° semanas tras la operación en ausencia de factores de riesgo
Tipo III A Mediastinitis tipo I en presencia de uno o más factores de riesgo
Tipo III B Mediastinitis tipo II en presencia de uno o más factores de riesgo
Tipo IVA Mediastinitis tipo I, II o III después de la falla del tratamiento inicial
Tipo IVB Mediastinitis tipo I, II o III después de fallar más de un tratamiento
Tipo V Mediastinitis que se presenta por primera vez después de 6 semanas tras la primera operación
68 Guillermo Fernández-de la Reguera et al

En un análisis retrospectivo en 68 pacientes se com- que la bacteriemia puede ser el primer signo de medias-
pararon los resultados clínicos del uso del VAC con el tinitis posquirúrgica, debe vigilarse de manera cuidadosa
tratamiento de lavado e irrigaciones y se clasificaron a durante la evaluación de todos los sujetos sometidos a un
los pacientes de acuerdo con la clasificación de eide procedimiento de cirugía cardiaca o torácica.
y Oakley; concluyeron que el uso del VAC mejora los
resultados clínicos en comparación con el tratamiento Cultivos
convencional. Recomendación
Ante la sospecha de mediastinitis se deben tomar hemoculti-
Diagnóstico vos (catéter central y por punción), cultivos de secreción de la
Historia clínica y exploración física herida y cultivos del procedimiento quirúrgico (tejido celular
Recomendación subcutáneo, cultivo de hueso y cultivo de líquido mediastí-
Realizar la historia clínica y la exploración física detalladas. nico). Esto está indicado cualquiera que sea la observación
Recomendación clase I, nivel de evidencia A macroscópica que haga el cirujano.
Recomendación clase II, nivel de evidencia A
ificación El diagnóstico de mediastinitis es esen-
cialmente clínico, por lo que deben efectuarse una histo- ificación En un estudio se examinó la utilidad de
ria clínica y una exploración física detalladas tras consi- los cultivos en el diagnóstico de la mediastinitis. En esta
derar los factores de riesgo. Hay que tener claro que el cohorte de 5 500 pacientes, la detección de S. aureus por
tratamiento oportuno y adecuado depende de un diagnós- toma de cultivo antes de los 90 días tiene un índice de
tico temprano. probabilidad de para identificar mediastinitis ( C
La triada clínica más característica de la mediastinitis 14.7- 44.4); 46 de 60 sujetos (77%), quienes presentaron
posoperatoria es: bacteriemia secundaria a S. aureus, desarrollaron me-
• Fiebre en el 83% de los casos, con bacteriemia en diastinitis por el mismo microorganismo. La bacteriemia
alrededor del 60%. por otros microorganismos no tuvo la misma relevancia
• Secreción purulenta en el 75% de los casos. pronóstica: sólo 15 de 126 pacientes (12%) con bacterie-
• Dolor esternal muy intenso en el 61% de los casos. Su mia sin S. aureus desarrollaron mediastinitis, con un ín-
presencia indica osteomielitis adjunta. dice de probabilidad de 1.0 (IC 95, 0.6-1.7). Las personas
La presencia de fiebre dolor y secreción purulenta es con cultivos negativos presentaron menos probabilidad de
indicativa de mediastinitis y debe tener resolución médi- presentar mediastinitis, con un índice de probabilidad
ca (antibióticos) y quirúrgica en las siguientes 24 h. de 0.45 (IC 95%, 0.35-0.58).
La mediastinitis posquirúrgica puede seguir un curso
fulminante o subagudo. En la mayoría de los pacientes Radiografía de tórax
puede presentarse con fiebre taquicardia dolor torácico Recomendación
o inestabilidad esternal, dolor y rubor local, así como sali- En personas con sospecha de mediastinitis posquirúrgica
da de secreción purulenta del área mediastínica. no se recomienda la radiografía de tórax para su diagnós-
or lo general la fiebre y los síntomas sistémicos apa- tico debido a su baja sensibilidad y especificidad.
recen primero en casi todos los pacientes, aunque los sig- Recomendación clase IIb, nivel de evidencia C
nos de infección de la herida esternal pueden presentarse
antes o después establecer el diagnóstico definitivo. ificación El ensanchamiento mediastínico obser-
Otros hallazgos que se presentan en los sujetos con vado en la radiografía de tórax posteroanterior puede ser
mediastinitis son los siguientes: un hallazgo de mediastinitis no quirúrgica y rara vez se
• Inestabilidad esternal: 46% de los casos. Se inicia con observa en sujetos bajo operación cardiaca. Otra anor-
el movimiento del esternón a la palpación que puede malidad poco frecuente es la observación de niveles hi-
progresar hasta la dehiscencia ósea. droaéreos en el mediastino o el tejido subcutáneo y aire
• índrome de reacción in amatoria sistémica. mediastínico en la radiografía de tórax lateral. Sin em-
• Flogosis de la herida esternal bargo, este último hallazgo no es valorable en pacientes
• Celulitis verificada en el acto quirúrgico posquirúrgicos.
• Crepitación
• Edema de la pared torácica Tomografía axial computarizada
El signo de Hamman es la auscultación de un sonido Recomendación
crujiente sincronizado con la sístole del corazón por aus- Se recomienda realizar una tomografía axial computariza-
cultación y originado por la presencia de enfisema en el da de tórax en pacientes con sospecha clínica de medias-
mediastino. Este signo está presente en más del 50% de tinitis posterior a los 14 días del posoperatorio.
los individuos con neumomediastino. Recomendación clase I, nivel de evidencia B
La bacteriemia puede presentarse antes o después
del reconocimiento de la mediastinitis. Un estudio señala ificación La tomografía computarizada (TC) ha
que la bacteriemia es un dato común en la mediastinitis demostrado dos signos que sugieren mediastinitis: líquido
posquirúrgica y ocurre en el 57% de los pacientes. Otra mediastínico localizado y neumomediastino.
serie publica que la mediastinitis fue la causa subyacen- stos resultados son más significativos después de
te de la bacteriemia en 16 de 27 pacientes con cultivos días tras la práctica de la operación cardiaca. Se ha infor-
positivos en el periodo posquirúrgico temprano. Debido a mado que la sensibilidad y especificidad de la tomografía
Mediastinitis posquirúrgica 69

para la detección de mediastinitis antes de los 14 días Tratamiento


posoperatorios son de 100% y 33%, respectivamente, que Tratamiento antimicrobiano
se incrementan al 100% después de las dos semanas de la Recomendación
intervención. Se recomienda iniciar antibioticoterapia temprana.
Recomendación clase I, nivel de evidencia A
Punción esternal
Recomendación ificación El tratamiento antimicrobiano debe
i el paciente presenta dolor torácico y fiebre se reco- administrarse tan pronto como haya sospecha clínica de
mienda realizar la punción esternal. mediastinitis y después de tomar hemocultivos. La admi-
Recomendación clase IIa, nivel de evidencia C nistración de antibióticos no debe retrasar el inicio del
tratamiento quirúrgico. La selección del antibiótico debe
ificación Benlolo y colaboradores estudiaron a pa- basarse en la prevalencia de gérmenes en cada institución
cientes con esternotomía media en la cual efectuaron una y debe ajustarse tan pronto se obtengan resultados de los
punción esternal para el diagnóstico de mediastinitis. Ellos cultivos (hemocultivo, cultivos de la secreción de la heri-
colocaron una aguja número 21 a través de los márgenes del da o del mediastino por punción).
sitio de la esternotomía y aspiraron a una profundidad de 1
cm; si en el aspirado inicial no se obtenía secreción, el aspi- Tratamiento quirúrgico
rado se repetía en dos o tres porciones distintas de la herida Recomendación
quirúrgica. De esta forma, de 1 024 sujetos posoperados de Se recomienda realizar el tratamiento quirúrgico en todo
una intervención cardiaca, la punción esternal se practicó en paciente con sospecha clínica de mediastinitis y apenas
un subgrupo de 49 pacientes con sospecha de mediastinitis; se establezca el diagnóstico sin espera de un resultado de
los cultivos de punción esternal fueron positivos en todos las laboratorio o gabinete.
personas con verdadera mediastinitis (n = 23), sensibilidad Recomendación clase I, nivel de evidencia A
del 100% y negativos en 24 de 26 pacientes sin mediastinitis,
especificidad del con ello el diagnóstico fue rápido y ificación Reida y Oakley informaron que un des-
redujo los días de ventilación mecánica y los días de estancia bridamiento radical en forma adecuada y el uso de la
en la terapia intensiva. Al realizar la punción, si la tinción superposición de pectorales es uno de los tratamiento
de Gram y el cultivo son negativos (24 h) no se recomienda efectivos en comparación con aquellos en los que no se
administrar antibióticos. realiza; asimismo, estos autores reiteran el tipo de trata-
miento quirúrgico según sea el tiempo en que se presenta
Retiro y cultivo del cable de los marcapasos la mediastinitis, si existen o no factores de riesgo y se
Recomendación existe o no falla al tratamiento. Se sabe que el retraso de
Los cables de los marcapasos deben retirarse en las primeras más de tres días para el desbridamiento de la esternoto-
48 h posquirúrgicas (no si existe una contraindicación). mía altera directamente la mortalidad (HR, 6.3).
Recomendación clase I, nivel de evidencia C
Irrigaciones esternales
ificación Solicitar cultivo del cable de los mar- Recomendación
capasos tras su retiro en búsqueda de S. aureus. Los cul- Todo paciente sometido a exploración mediastínica por
tivos del cable del marcapaso epicárdico pueden ser de sospecha de mediastinitis debe egresar con irrigaciones
utilidad en los pacientes con mediastinitis posquirúrgica esternales.
de inicio temprano. En un reporte, cuyos cultivos pre- Recomendación clase I, nivel de evidencia B
sentaron una sensibilidad del y una especificidad de
83%, el valor predictivo negativo del cultivo individual ificación Shumacker y Mandelbaum describieron
fue del 99% con muy bajo valor predictivo positivo. Resul- este procedimiento y realizaron un lavado mediastínico y
tados similares se obtuvieron en un estudio de 2 200 su- recierre, en conjunto con irrigación esternal en 1963. Las
jetos en quienes se solicitó cultivo del cable de los ventajas de este procedimiento son la inmediata estabili-
marcapasos en 1 607 personas; se informó que el cultivo zación del tórax, así como el lavado del sitio de infección por
del cable del marcapaso tiene un valor predictivo del irrigación y son innecesarias las reconstrucciones con cirugía
5.7% y un alto valor predictivo negativo del 95.9% con plástica, que complican aún más la operación. Sin embar-
una exactitud diagnóstica del 70.4% por lo que aún es go, no pueden permanecer durante periodos largos, ya
cuestionable. Cuando el cultivo del marcapaso epicár- que pueden presentarse fístulas, se limita la movilidad
dico resultó positivo para S. aureus aumentó la sensi- de los pacientes y se incrementa la estancia intrahospi-
bilidad del . y especificidad del . con un valor talaria. Molina y colaboradores presentaron un estudio
predictivo positivo del 32.3%. con 114 pacientes con infección mediastínica en la que
se practicó 1) desbridamiento con resección esternal; 2)
Medicina nuclear con leucocitos marcados disección bilateral de la piel y tejido subcutáneo; 3) im-
Recomendación plantación del sistema de irrigación/aspiración con doble
No se recomienda realizar estudios de medicina nuclear tubo, uno en la parte anterior y otro en la parte posterior
con leucocitos marcados. del esternón; 4) reforzamiento lateral del esternón y re-
Recomendación clase III, nivel de evidencia C cierre con doble alambre; 5) cierre en una sola capa de
70 Guillermo Fernández-de la Reguera et al

Tabla 3. Resumen de recomendaciones para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la mediastinitis.

Tipo de Nivel de
Recomendación
recomendación evidencia
Administrar profilaxis antibiótica 60 min antes de la incisión o al momento de la inducción anestésica I A
Duplicar la dosis de antibióticos en sujetos obesos I A
Realizar detección de S. aureus en todo paciente que se someta a procedimiento quirúrgico I B

Seguir las recomendaciones generales de los CDC para prevenir las infecciones profundas en el sitio quirúrgico
I A

Identificar y controlar los factores de riesgo modificables para desarrollar mediastinitis posesternotomía en cirugía cardiaca
I A

Utilizar una escala de riesgo para calcular el riesgo de los pacientes con sospecha de mediastinitis (Escala de Toronto)
I A

Aplicar la clasificación de Reida y Oakley para elegir el procedimiento quirúrgico más adecuado para el tipo de mediastinitis
I B
Realizar historia clínica y exploración física detalladas I A

Ante la sospecha de mediastinitis se deben tomar hemocultivos (catéter central y por punción), cultivos de secreción de herida y
cultivos del procedimiento quirúrgico (tejido celular subcutáneo, cultivo de hueso y cultivo de líquido mediastínico)
II A
Si se sospecha mediastinitis, no se recomienda tomar radiografía de tórax con fines diagnósticos IIb C
Si se sospecha mediastinitis, se recomienda realizar una tomografía axial computarizada de tórax posterior a los 14 días del
I B
posoperatorio
Si se sospecha mediastinitis por dolor torácico y fiebre, se recomienda realizar punción esternal IIa C
Realizar cultivo del cable del marcapasos a su retiro en búsqueda de estafilococos I C
No se recomiendan estudios de medicina nuclear III C
Se recomienda iniciar antibioticoterapia temprana (al momento del diagnóstico) I A
La selección de los antibióticos iniciales depende de la prevalencia de gérmenes en cada institución y se debe ajustar con los
resultados de los cultivos I A
Se recomienda realizar el tratamiento quirúrgico a todo paciente con sospecha clínica de mediastinitis I A

Todo paciente sometido a exploración mediastínica por sospecha de mediastinitis debe salir con irrigaciones esternales
I B
Usar sistema VAC como tratamiento adjunto I B
Superposición de pectorales en aquellos pacientes en los que la infección es recurrente y uso de VAC con pobre calidad del esternón
o cuadro clínico de gravedad con inestabilidad hemodinámica y fiebre I B

piel y tejido subcutáneo. El 95% de los enfermos tuvo una que se utilizó VAC como tratamiento inicial y tratamiento
recuperación satisfactoria después del procedimiento, adjunto al lavado e irrigación con adecuados resultados.
con un promedio de 14 días de estancia intrahospitalaria
y además no se documentó ninguna muerte durante el Superposición de pectorales
estudio. Se concluyó que el procedimiento representa una Recomendación
técnica efectiva. Se recomienda realizar la superposición de pectorales en
aquellos individuos en los que la infección es recurrente y
VAC el uso del VAC con posterior superposición de pectorales en
los pacientes cuya calidad del esternón sea pobre y en el
Recomendación paciente con un cuadro clínico de gravedad con inestabi-
Usar el sistema VAC como tratamiento adjunto. lidad hemodinámica y fiebre.
Recomendación clase I, nivel de evidencia B Recomendación clase I, nivel de evidencia B

ificación El uso del VAC como terapia inicial o ificación Se recomienda utilizar la superposición
tratamiento adjunto ha reducido en forma considera- de pectorales en los enfermos que tienen falla de un pri-
ble la morbilidad y la mortalidad comparado con el uso mer procedimiento quirúrgico y debe valorarse el retiro
del lavado y la colocación de irrigaciones, lo cual se ha total del esternón. La incidencia de infecciones recurren-
comprobado en numerosos estudios. Se encontraron ocho tes de la herida después del desbridamiento es menor
estudios, tres retrospectivos y cinco prospectivos, en los si se utiliza la superposición de epiplón o músculos para
Mediastinitis posquirúrgica 71

cerrar la herida. l beneficio de este abordaje se demos- Friedman ND, Bull AL, Russo PL, et al. An alternative scoring sys-
tró en un estudio de 274 pacientes en el cual la incidencia tem to predict risk for surgical site infection complicating
de infección recurrente de la herida fue de 86% en los coronary artery bypass graft surgery. Infect Control Hosp Epide-
miol 2007;28:1162.
sujetos sometidos a drenaje abierto sin cierre de la heri-
Fuchs U, Zittermann A, Stuettgen B, et al. Clinical outcome of pa-
da, 26% en aquellos que se sometieron a desbridamiento tients ith deep sternal ound infection managed by vacuum
seguido del cierre inmediato con la colocación de tubos assisted closure compared to conventional therapy ith open
de drenaje, y sólo el 8% en aquellos quienes experimenta- packing: a retrospective analysis. Ann Thorac Surg 2005;79:526-
ron cierre inmediato mediante superposición de músculo 531.
o epiplón (Tabla 3). Gardlund B, Bitkover CY, Vaage S. Postoperative mediastinitis in car-
diac surgery –microbiology and pathogenesis. Eur J Cardiothorac
Surg 2002;21:825-830.
Bibliografía elape CL. urgical ound infection follo ing heart surgery. Arq ras
Cardiol 2007:89; e3- e9.
Abboud CS, Wey SB, Baltar VT. Risk factors for mediastinitis after
riffith ormos Hardesty L. he artificial heart nfection
cardiac surgery. Ann Thorac Surg 2004;77:676-683.
–related morbility and its effect on transplantation. Ann Thorac
Athanassiadi K, Theakos N, Benakis G, et al. Omental transposition:
Surg 1998;45:409.
the final solution for major sternal ound infection. Asian Car-
Gualis J, Flores S, Tamayo E, et al. Risk factors for mediastinitis and
diovas Thorac Ann 2007;15:200-203.
endocarditis after cardiac surgery. Asian Cardiovasc Thorac Ann
ald in adovancivic eeny . acterial mediastinitis after
2009;17:612-616.
heart transplantation. J Heart Lung Transplant 1992;11:545. Guaragna J, Facchi L, Guerra C, et al. Predictors of mediastinitis af-
Baskett R, MacDougall C, Ross D. Is mediastinitis a preventable com- ter cardiac surgery. Rev Bras Cir Cardiovasc 2004;19(2):165-170.
plication A year revie . Ann horac urg . ustafsson j gren ngemansson . eep sternal ound infec-
enlolo ateo as ine L et al. ternal puncture allo s an early tion a sternal sparing technique ith vacuum assisted closure
diagnosis of poststernotomy mediastinitis. J Thorac Cardiovasc therapy. Ann Thorac Surg 2003;76:2048-2053.
Surg 2003;125:611. Hammermesiter urchfiel C ohnson et al. dentification
Bitkover CY, Gardlund B. Mediastinitis after cardiovascular ope- of patient at greatgest risk for developing major complica-
rations: a case-control study of risk factors. Ann Thorac Surg tion at cardiac surgery. Circulation 1990; 82: IV 380-389.
1988;65:36-40. Hirata Hatsuo a Amemiya A et al. e strategy for
Bor DH, Rose RM, Modlin JF, et al. Mediastinitis after cardiovascular treatment of MRSA mediastinitis: one-stage procedure for
surgery. Rev Infect Dis 1983;5:885. omental transposition and closed irrigation. Ann Thorac Surg
Braxton JH, Marrin CA, McGrath PD. Mediastinitis and long term sur- 2003;76:2104-2106.
vival after coronary artery bypass graft surgery. orthern e Horan C aynes artone et al. C C definitions of nosoco-
England Cardiovascular Disease Study Group. Ann Thorac Surg mial surgical site infections a modification of C C defini-
2000;70:2004-2007. tions of surgical ound infections. nfect Control Hosp pidemiol
Careaga G, Aguirre G, Medina L, et al. Factores de riesgo para me- 1992;13:606-608.
diastinitis y dehiscencia esternal después de cirugía cardiaca. Horan C aynes artone et al. C C definitions of nosoco-
Rev Esp Cardiol 2006;59:130-135. mial surgical site infections a modification of C C defi-
Chen L Anderson aye et al. alidating a ne predictive instru- nitions of surgical ound infections. Am nfect Control
ment for surgical site infections follo ing cardiac bypass surgery. 20(5): 271-274.
Presented at the Annual IDSA Meeting. San Diego, CA. October mmer urrer hlemann et al. eep sternal ound infection
4-7, 2007. after cardiac surgery: modality of treatment and outcome. Ann
Clara L, Stern L, Barcán L, et al. Mediastinitis post-quirúrgica: estu- Thorac Surg 2005;80:957-961.
dio caso- control. Rev Chil Infect 2002;19:37-48. olles H Henry A oberson et al. ediastinitis follo ing median
Co an eague L ue et al. acuum assisted ound closure of sternotomy C findings. adiology .
deep sternal infections in high-risk patients after cardiac sur- Karra R, Mc Dermott L, Connelly S, et al. Risk factors for 1-year
gery. Ann Thorac Surg 2005;80:2205-2212. mortality after postoperative mediastinitis. Gen Thor Surg
De Feo M, Renzulli A, Ismeno G, et al. Variables predicting adverse 2006;132:537-543.
outcome in patients ith deep sternal ound infection. Ann ho- Kohli M, Yuan L, Escobar M, et al. A risk index for sternal surgical
rac Surg 2001;71:324- 331. ound infection after cardiovascular surgery. nfect Control
Diez C, Koch D, Kuss O, et al. Risk factors for mediastinitis after Hosp Epidemiol 2003; 24:17.
cardiac surgery-a retrospective analysis of 1700 patients. J Car- Kohman LJ, Coleman MJ, Parker FB. Bacteremia and sternal in-
diothor Surg 2007;2:23. fection after coronary artery bypass grafting. Ann Thorac Surg
om o s i mith onyon et al. valuation of vacuum assis- 1990;49:454.
ted closure in the treatment of poststernotomy mediastinitis. J Loop Lytle Cosgrove et al. ternal ound complications
Thorac Cardiovasc Surg 2003;126:386-390. after isolated coronary artery bypass grafting early and late mor-
Eklund A, Lyytikäinen O, Klemets P, et al. Mediastinitis after more tality, morbility and cost of care. Ann Thorac Surg 1990;49:179-
than 10 000 cardiac surgical procedures. Ann Thorac Surg 186.
2006;82:1784-1789. Luckraz H, Murphy F, Bryant S, et al. Vacuum-assisted closure as a
Farinas MC, Peralta G, Bernal F, et al. Suppurative mediastinitis after treatment modality for infections after cardiac surgery. J Thorac
open-heart surgery: a case-control study covering a seven-year Cardiovasc Surg 2003;125:301-305.
period in Santander, Spain. Clin Infect Dis 1995;20:272. Machín JC, Martínez JO, Ortiz A, et al, Nuestra experiencia en el tra-
lec oidl iovanoli et al. A conclusion from the first tamiento de la mediastinitis aguda (artículo en línea). MEDISAN
patients treated ith the vacuum assisted closure system for 2005;9(1).
postoperative sternal ound infection. nteract Cardio acs ho- Maroto LC, Aguado JM, Carrascal Y, et al. Role of epicardial pacing
rac Surg 2006;5:145-148. ire cultures in the diagnosis of poststernotomy mediastinitis.
o ler r aye imel L et al. taphylococcus aureus bacte- Clin Infect Dis 1997;24:419.
remia after median sternotomy: clinical utility of blood culture Mekontso A, Honoré S, Kirsch M, et al. Usefulness of routine epicar-
results in the identification of postoperative mediastinitis. Cir- dial pacing ire culture for early prediction of poststernotomy
culation 2003;108:73. mediastinitis. J Clin Microbiol 2004:5245-5248.
72 Guillermo Fernández-de la Reguera et al

Mekontso-Dessap A, Kirsch M, Brun-Buisson C, et al. Postesterno- oy C Her aldt LA mbrey et al. oes the Centers for isea-
tomy mediastinitis due to Staphylococcus aureus: comparison se Control’s NNIS system risk index stratify patients undergoing
of methilcillin-resistant and methicillin-susceptible cases. Clin cardiothoracic operations by their risk of surgical-site infection?
Infect Dis 2001;32:877. Infect Control Hosp Epidemiol 2000; 21:186.
errill H A hter A olf et al. implified treatment of posto- usso L pelman . A ne surgical site infection ris index using
perative mediastinitis. Ann Thorac Surg 2004;78:608-612. ris factors identified by multivariate analysis for patients under-
Milano CA, Kesler K, Archibald N, et al. Mediastinitis after bypass going coronary artery bypass graft surgery. Infect Control Hosp
graft surgery. Risk factos and long-term survival. Circulation Epidemiol 2002;23:372.
1995;92:2245-2251. San Juan R, Chaves F, López Gude MJ, et al. Staphylococcus aureus
Molina E, Nelson E, Robin R, et al. Treatment of postoperative eter- poststernotomy mediastinitis description of t o distinct acqui-
nal dehiscence ith mediastinitis t enty four year use of single sition path ays ith different potential preventive approaches.
method. J Thorac Cardiovasc Surg 2006;132:782-787. J Thorac Cardiovasc Surg 2007;134:670.
Muñoz P, Menasalvas A, Bernaldo de Quiros JC, et al. Postsurgical Schimmer C, Sommer S, Bensch M, et al. Management of poststerno-
mediastinitis: a case –control study. Clin Infect Dis 1997;25:1060- tomy mediastinitis: experience and results of different therapy
1064. modalities. Thorac Cardiov Surg 2008;56:200-204.
Nagachinta T, Stephens M, Reitz B, et al. Risk factors for surgi- Shumacker HB, Mandelbaum I. Continuous antibiotic irrigation in the
cal ound infection follo ing cardiac surgery. nfect is treatment of infection. Arch Surg 1963;86:384–387.
1987;156:967. Sjögren J, Gustafsson R, Nilsson J, et al. Clinical outcome after
mran A arimi A Ahmadi et al. uperficial and deep sternal poststernotomy mediastinitis: vacuum-assisted closure versus
ound infection after more than coronary artery bypass conventional treatment. Ann Thorac Surg 2005;79:2049-2055.
graft (CABG): incidence, risk factors and mortality. BMC Infec Sjogren J, Malmsjo M, Gustafsson R, et al. Poststernotomy medias-
Dis 2007;7:112. tinitis a revie of conventional surgical of the Lund niversi-
Petzina R, Ugander M, Gustafsson L, et al. Hemodynamic effects of ty Hospital mediastinitis algorithm. Eur J Cardiothorac Surg
vacuum-assisted closure therapy in cardiac surgery: assessment 2006;30:898-905.
using magnetic resonance imaging. J Thorac Cardiovasc Surg Sjogren J, Nilsson J, Gustafsson R, et al. The impact of vacuum-assis-
2007;133:1154-1162. ted closure on long-term survival after post-sternotomy medias-
Poncelet A, Lengele B, Delaere B, et al. Algorithm for primary closure tinitis. Ann Thorac Surg 2005;80:1270-1275.
in sternal ound infection a single institution year experien- Trouillet JL, Vaugnat A, Combes A, et al. Acute possternotomy me-
ce. Eur J Cardiothorac Surg 2008;33:232-238. diastinitis managed ith debridement and closed drainage aspi-
Reddy SL, Grayson AD, Smith G, et al. Methicillin resistant Staphylo- ration factors associated ith death in the intensive care unit.
coccus aureus infections follo ing cardiac surgery incidence J Thorac Cardiovasc Surg 2005;129:518.
impact and identifying adverse outcome traits. Eur J Cardiotho- Valla J, Corbineau H, Langanay T, et al. Mediastinitis after cardiac
rac Surg 2007;32:113. surgery. A 10-year evaluation (1985-1995). Ann Cardiol Angiol
eida a ley right . ostoperative mediastinitis classifi- 1996;369-376.
cation and management. Ann Thorac Surg 706 1996;61:1030- ong C ene iratne arlic et al. o stage management of
1036. sternal ound infection using bilateral pectoralis major advan-
cement ap. ur Cardiothorac urg .
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):73-81

www.elsevier.com.mx

Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en la


cirugía cardiovascular
Manuel Antonio de la Viña,1 Alejandra Madrid-Miller,2 Jaime Galindo-Uribe,2
Francisco Martín Baranda-Tóvar,2 Sergio Arévalo-Espinoza,2 Jorge Oseguera-
Moguel,2 Silvio A. Ñamendys-Silva2
1
Coordinador
2
Participante

Introducción y la obesidad, en la cuales existe escasa o ninguna posibilidad


de intervención por parte del paciente o el médico.
El cuidado intensivo perioperatorio del paciente sometido
a un procedimiento cardiovascular es sumamente com-
plejo, aún más en el paciente de alto riesgo. El riesgo Protección miocárdica
quirúrgico elevado en cirugía cardiovascular es un tema Durante el procedimiento de cirugía de corazón siempre se
muy vasto e incluye procedimientos de revascularización presentan (en diversos grados) diferentes mecanismos de le-
coronaria, valvulares, aórticos, congénitos o de remode- sión miocárdica, muchos de ellos relacionados con el uso de
lación ventricular, que no podrían abarcarse de manera la bomba de circulación extracorpórea y otros con la anoma-
exhaustiva en el presente trabajo, si bien en este capítu- lía misma; pueden mencionarse también la isquemia miocár-
lo se describe en cierta medida la intervención coronaria dica, el daño por reperfusión o el aturdimiento miocárdico.
dado que se trata de la operación cardiaca más frecuente. Es por ello que desde hace varias décadas se han diseñado
Por lo regular, el alto riesgo se ha relacionado con uno medidas que intentan minimizar este daño: la denominada
o más de los siguientes factores: edad avanzada, sexo fe- protección miocárdica. Existe una amplia variedad de medios
menino, trastornos concomitantes como hipertensión ar- y forma de protección miocárdica, pero en los pacientes con
terial, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstruc- función cardiaca normal es difícil encontrar en los estudios
tiva crónica insuficiencia renal crónica infarto agudo del algunos que registren una mejoría significativa. sto no ocu-
miocardio, operación cardiaca previa, disección aórtica rre en aquellos en quienes existe evidencia de insuficiencia
aguda, o bien con alguna enfermedad agregada de riesgo cardiaca, ya sea aguda o crónica (Tabla 1).
elevado como la insuficiencia renal aguda choque car-
diogénico o comunicación interventricular posterior a un
infarto.
Edad avanzada
Algunos datos señalan que se ha incrementado el riesgo En el paciente de edad avanzada, la mortalidad calcu-
en la cirugía cardiovascular en las últimas décadas y se han lada es de 1.65% para el grupo etario de 50 a 60 años y
identificado como causas la edad avanzada el sexo femenino se eleva en grado considerable en los mayores de 80 años,

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
74 Manuel Antonio de la Viña et al

Tabla 1. Recomendaciones para la protección miocárdica transo- Tabla 2. Recomendaciones para la cirugía de revascularización en
peratoria. pacientes de edad avanzada.

Fármaco / Clase de Nivel de Clase de Nivel de


Recomendación Edad Recomendación
Procedimiento recomendación evidencia recomendación evidencia
CRVM urgente/ Igual que en pacientes
< 80 años I B
Cardioplejía emergente más jóvenes
I B
hemática para IAM o angina
Según las enfermedades
inestable > 80 años I B
concomitantes
CRVM en disfunción
ventricular izquierda IIa B
crónica
Tabla 3. Recomendaciones para la cirugía de revascularización de
BCIA Choque cardiogénico I B acuerdo con el IMC.
En presencia de
isquemia Clase de Nivel de
miocárdica o índice IIa B IMC Recomendación
recomendación evidencia
cardiaco anormal
IMC < 25 IIb C
IMC 25 - 40 Normal I A
IMC > 40 IIb C

aunque se consigue una notable mejoría en la calidad de


vida lo cual debe llevar a valorar la relación riesgo beneficio
en estos individuos. Su atención es similar respecto de los
pacientes más jóvenes y la morbimortalidad sólo se incre- sólo 35% se realizó en mujeres, sobre todo en aqéllas con
menta por enfermedades concomitantes. En este sentido, síndrome isquémico coronario agudo (SICA) de alto ries-
los pacientes mayores se benefician más de una cirugía de go; más aún, la mortalidad no ajustada y las complicacio-
revascularización miocárdica (CRVM) y menos de una an- nes fueron mayores respecto del sexo masculino. Además
gioplastia (ACTP) en ausencia de falla cardiaca, enfermedad de estos datos, también se observa mayor frecuencia de
pulmonar o vascular periférica, por lo que debe considerarse edad avanzada, de SICA NST (SICA sin elevación del seg-
en primer instancia en personas > 80 años de edad. mento ST), más comorbilidades, menor acceso al labo-
Se ha observado que los individuos > 65 años, así como las ratorio de cateterismo y por ende menos intervenciones
personas más jóvenes pero de sexo femenino, tienden a reci- de revascularización; asimismo es más frecuente la pre-
bir bloqueadores en menor cantidad o menos veces que los sencia de choque cardiogénico. Como ya se mencionó, se
pacientes < 65 años o de sexo masculino, lo que predispone a ha observado que los sujetos > 65 años, o personas más
mayores complicaciones posquirúrgicas (Tabla 2). jóvenes pero de sexo femenino, tienden a recibir menor
cantidad de bloqueadores esto ha llevado a considerar
Obesidad que el sexo femenino no es específicamente un factor de
riesgo independiente para la CRVM, sino que su relación
En un estudio de Engel y colaboradores efectuado en se atribuye a la falta de oportunidad en tiempo y forma
el Hospital del Buen Samaritano en Cincinnati, Ohio, se de dicho procedimiento.
notificó la inexistencia de un riesgo adicional entre los
pacientes con sobrepeso, obesidad y peso adecuado, de
acuerdo con el índice de masa corporal (IMC), incluidos Arritmias
los pacientes obesos mórbidos (IMC > 40). No ocurre así Por mucho, la arritmia posquirúrgica más frecuente es la
entre los enfermos con bajo peso, para los cuales se en- fibrilación auricular. n los pacientes valvulares constitu-
contró un riesgo mayor de morbilidad y mortalidad. Sin ye con frecuencia el ritmo preoperatorio de base, aunque
embargo, el estudio de Prabhakar de la base de datos de se presenta también en sujetos programados para CRVM,
la Sociedad de Cirujanos de Tórax de Estados Unidos re- particularmente personas que consumen bloqueadores
gistra un incremento de la morbilidad en sujetos mórbi- de manera crónica y que los suspenden en el posoperato-
damente obesos (IMC > 40), si bien este estudio tiene la rio inmediato; por consiguiente, en diversos estudios se
desventaja de que no incluyó a pacientes con bajo peso ha señalado la necesidad de iniciar o continuar el proce-
para su análisis. No se dispone aún de datos procedentes dimiento antiarrítmico (Tabla 4).
de estudios controlados y aleatorizados en el aspecto de
obesidad para inferir conclusiones, por lo que resulta ne-
cesaria la conducción de mayores estudios (Tabla 3).
Infarto agudo del miocardio
Se ha demostrado que la cirugía de revascularización co-
ronaria conlleva no sólo una mejoría de la sobrevida del
Sexo femenino
paciente sino también una mejoría significativa de la cla-
De acuerdo con estadísticas de Estados Unidos, de las in- se funcional y con ello de la calidad de vida posterior a
tervenciones coronarias percutáneas practicadas en 2006, un infarto agudo del miocardio (IAM). Sin embargo, no se
Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en la cirugía cardiovascular 75

Tabla 4. ecomendaciones para la profilaxis y tratamiento de las Tabla 5. Recomendación para la revascularización coronaria en el
arritmias posoperatorias. infarto agudo del miocardio.

Clase de Nivel de Clase de Nivel de


Recomendación Procedimiento Recomendación
recomendación evidencia recomendación evidencia
BB, administración Revascularización
Arritmia prequirúrgica en coronaria en el Esperar 7 días
I B IIa B
posoperatoria FA pacientes sin infarto agudo del mínimo
contraindicación miocardio
Amiodarona,
administración
prequirúrgica en
pacientes IIa B
con contraindicación
de BB general, los sobrevivientes se programan para trasplante
Sotalol, administración cardiaco o implantación de un dispositivo de larga esta-
en día. En la actualidad existen 17 estudios importantes en
pacientes con IIb B las publicaciones sobre IAM con choque cardiogénico y
contraindicación de BB A y muestran que no existe una mejoría significativa
Control de Digoxina y antagonistas si la colocación del DAV no se vincula con algún procedi-
frecuencia del calcio no miento de reperfusión temprana, por lo que en las guías
IIa B
ventricular dihidropiridínicos de la ACC/AHA para el tratamiento del IAM con elevación
del segmento ST se recomienda la revascularización en los
bloqueadores . pacientes con IAM ST complicado con choque cardiogénico
< 75 años mediante CRVM o ACTP (en los mayores de esta
edad está indicada la CRVM). En un estudio de Hochman y
colaboradores, la mortalidad del IAM ST con choque car-
ha demostrado el tiempo óptimo para la realización de diogénico no mostró beneficio en la sobrevida a días
la intervención. Se ha postulado la espera de un tiem- entre los pacientes sometidos a revascularización pron-
po “prudente” para la operación por considerar el incre- ta o en aquellos en quienes se retrasó el procedimiento,
mento del riesgo de transformar la zona infartada en una aunque se registró una diferencia significativa en el punto
hemorrágica, pero no se ha determinado con precisión el final a seis meses en favor de la revascularización pronta.
tiempo de espera para el cuadro agudo (las publicaciones Por lo tanto, es altamente recomendable llevar a cabo
indican desde 6 h hasta ocho días). Diversos estudios han dicho procedimiento en estos pacientes. Se sugiere la es-
señalado que la mortalidad de una revascularización coro- pera de la estabilización en la mayoría de los pacientes no
naria dentro de la primera semana del infarto es siete ve- complicados con choque cardiogénico o mecánico.
ces mayor que en un paciente con angina estable, por lo En la planeación quirúrgica de un paciente con un
que se debe considerar, si las condiciones hemodinámicas infarto de gran tamaño, y que ha desarrollado un aneu-
lo permiten, un plazo no menor de ocho días para llevar a risma ventricular, se debe insistir en la resección de la
cabo el procedimiento (Tabla 5). cicatriz posterior al IAM con la reducción consecuente
La revascularización coronaria debe realizarse antes del volumen telediastólico final del VI, lo que permi-
de los cuatro meses para obtener las mejorías del proceso de te la restauración de la geometría ventricular y con
revascularización; en diversos estudios han resultado evi- ello la función miocárdica global. Este procedimiento
dentes los beneficios de una terapia invasiva temprana no sólo mejora la función sistólica, sino que también
cuando se controlan los síndromes coronarios agudos con disminuye de manera significativa las arritmias y los
respecto al tratamiento médico conservador; en la ma- mediadores neurohumorales que determinan la cardio-
yor parte de los estudios los pacientes se programan para rremodelación posterior al infarto; en consecuencia,
CRVM o ACTP (Figura 1). con esta medida se observa una mejoría general y sos-
tenida de la insuficiencia cardiaca posterior al episodio
isquémico.
Choque cardiogénico En cuanto a la realización de procedimientos adyuvan-
En los pacientes con infarto agudo del miocardio (IAM), tes, debe insistirse en la necesidad de realizar siempre un
el choque cardiogénico se desarrolla de 7% a 10% y su estudio ecocardiográfico transtorácico ( ) y colocación
mortalidad ha permanecido elevada a través del tiempo de BCIA cuando exista compromiso hemodinámico. Pese a
(50% a 60%) a pesar del tratamiento óptimo que incluye que la información es contradictoria cuando el paciente
inotrópicos uidoterapia balón de contrapulsación intra- desarrolla choque cardiogénico sin daño neurológico, está
aórtico (BCIA), angioplastia e incluso posterior a la implan- indicada la colocación de DAV, lo cual hace posible am-
tación de un dispositivo de asistencia ventricular (DAV), pliar la terapéutica a opciones como el puente a trasplan-
que aún hoy en día es una opción controversial. Si bien te o la recuperación ventricular. No existe un consenso en
es cierto que se ha incrementado la sobrevida posterior la actualidad para su instalación y, pese a que ha mejo-
a la implantación DAV, todavía la evidencia existente es rado los parámetros hemodinámicos, no ha sido así con la
escasa y relacionada con mayores complicaciones. Por lo sobrevida a 30 días (Tabla 6).
76 Manuel Antonio de la Viña et al

ESTUDIOS

FRISC-II 45 67 24

TRUCS 3 9 12

TIMI-18 37 39 6

VINO 2 9 6

RITA-3 102 132 60

ISAR-COOL 0 3 1

ICTUS 15 15 12

Invasivo Conservador Seguimiento


Todos RR (IC 95%), 0.75 (0.63-0.90)
(meses)
0.1 1 10
En favor de la terapia En favor de la terapia
invasiva temprana conservadora

Figura 1. Disminución de la mortalidad por una terapia invasiva temprana (CRVM/ACTP) en los síndromes coronarios agudos .
J Am Coll Cardiol 2006;48(7):1319-25.

Tabla 6. Recomendación de asistencia ventricular en el choque 400 cm3 de drenaje torácico y 0.5 a 1 unidad de sangre
cardiogénico. transfundida por este hecho). Asimismo, esto se correla-
ciona con otro hecho en cardiología: a menor dosis de
Clase de Nivel de este fármaco mayor reducción de episodios cardiovascu-
Recomendación
Recomendación Evidencia lares (19% de reducción de la dosis, de 500 a 1 500 mg,
Realización de ETT I A en comparación con 32% de reducción de la dosis, de 75
a 150 mg diarios). De igual modo, en el estudio de Mu-
Instalar BCIA sólo en presencia de
compromiso hemodinámico
I A hammad y colaboradores no se encontró mayor sangrado
en el posoperatorio, aunque su estudio incluyó en reali-
Instalar DAV en choque cardiogénico sin dad un número muy reducido de pacientes. En general, se
IIa B
deterioro neurológico
ha evidenciado que si bien el ASA incrementa el sangrado
estudio ecocardiográfico transtorácico A dispositivo de asis- posoperatorio no aumenta la mortalidad final por lo que
tencia ventricular. no se recomienda su suspensión en pacientes de alto ries-
go (véase más adelante). En los sujetos con terapia anti-
plaquetaria dual (ASA + tienopiridinas) debe evaluarse el
riesgo; en pacientes con situaciones de emergencia debe
continuarse con la operación (en individuos seleccionados
Alteraciones de la coagulación se suspende el tratamiento).
Existe una gran cantidad de informes inconsistentes acer- especto del uso de los inhibidores fibrinolíticos se ha
descrito una gran cantidad de estudios en favor o en contra de
ca de la suspensión o no del ácido acetilsalicílico (ASA)
su uso; en el protocolo de Greilich se estudió a tres grupos,
antes de la CRVM. La Sociedad de Cirujanos de Tórax rea-
uno con aprotinina, otro con ácido aminocaproico y el ter-
lizó una recopilación de estudios en este sentido. De 21
cero con placebo. o se evidenció diferencia significativa
estudios identificados seis eran aleatorizados y controla-
entre los grupos de fármacos y sí con el placebo en cuanto
dos con nivel de evidencia A y de ellos cinco identificaron a sangrado, lo cual establece que no hay diferencia respec-
este fármaco como un factor que favorece el sangrado to de estos fármacos. Otro aspecto estudiado, además del
posoperatorio (sólo uno no lo hizo). De 16 estudios con ni- sangrado es su nexo con la insuficiencia renal y episodios
vel de evidencia B, siete reconocieron un mayor sangrado vasculares cerebrales relacionados con anomalías trombó-
posoperatorio y en nueve el ácido acetilsalicílico no provo- ticas; en términos generales, sólo se recomienda su uso en
có mayor sangrado posoperatorio. Curiosamente, en esta cirugía de alto riesgo de sangrado, como las reoperaciones,
recopilación se observa una tendencia longitudinal, es hepatopatías o bien cuando la CRVM se acompaña de valvulo-
decir, los estudios anteriores a 1994 muestran sangrado patías complejas. En la actualidad se dispone en el mercado
posoperatorio, mientras que los posteriores no; este ha- sólo del ácido aminocaproico y el ácido tranexámico que
llazgo hace posible incluso determinar la cantidad del in- en estudios contralados no implica el riesgo trombótico mos-
cremento de sangrado por el ácido acetilsalicílico (200 a trado por la aprotinina (Tabla 7).
Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en la cirugía cardiovascular 77

Tabla 7. Recomendaciones de manejo preoperatorio de anticoagu- Tabla 8. Indicación de cirugía de revascularización miocárdica en
lantes y antiagregantes plaquetarios. pacientes con diabetes mellitus.

Clase de Nivel de Clase de Nivel de


Fármaco Recomendación Recomendación
recomendación evidencia recomendación evidencia
Ácido Conservar en pacientes Angina estable y lesiones coronarias
II A I A
acetilsalicílico de alto riesgo extensas
Heparina no Continuar hasta 1-2 h Lesiones coronarias en presencia
II B
fraccionada pre-Qx de enfermedad mitral que requieran IIa B
operación
Heparina de
bajo peso Detener 12-24 h pre-Qx II B Infusión de GIK III B
molecular
Cirugía de revascularización miocárdica
Detener varios días preferida sobre trombólisis y angioplastia IIa A
Warfarina B
pre-Qx en lesiones complejas
Inhibidores Evitar metformina si existe daño renal
I C
directos de Continuar (bivalirudina) grave o enfermedad renal crónica
trombina Detener (hirudina, II C
(hirudina, argatrobán)
bivalirudina)
Bloqueadores
ADP de
plaquetas Detener 5-7 días pre-Qx I A
(ticlopidina, se observó a seis años una mejoría de la sobrevida de los
clopidogrel) enfermos diabéticos sometidos a CRVM. El control crónico
de la diabetes debe ser similar al de los pacientes con DM
Bloqueo IIb/
IIIa (abciximab, sin enfermedad cardiaca, por ejemplo HbA1C de 7 (cifras
Detener 4-6 h pre-Qx II B mayores representan un riesgo mayor) (Tabla 8).
tirofibán,
agrastat)
Reinicio
de ácido En cuanto no exista
IIa C n ficiencia enal
acetilsalicílico o riesgo de sangrado
clopidogrel El primer problema en pacientes con alteraciones de la fun-
ción renal es la definición de falla renal o insuficiencia renal.
xisten más de ocho definiciones lo cual tiende a compli-
car más que a facilitar el estudio de ésta y esto se torna
en verdad crítico cuando se agrega CRVM. La enferme-
dad cardiovascular es la principal causa de mortalidad en
Diabetes pacientes nefrópatas, en particular cuando se acompaña
de diabetes mellitus. La C mejora definitivamente la
Los pacientes con cardiopatía isquémica y diabetes co- sobrevida de estos enfermos, pero el requerimiento de
rresponden cada vez más a una mayor proporción de la angiografía diagnóstica es la principal causa de daño
aquellos que tan sólo padecen cardiopatía isquémica. renal en sujetos hospitalizados.
Además, tienen un riesgo mayor del doble de padecer un La National Kidney Foundation ha definido la enferme-
IAM que aquellos que no son diabéticos. dad renal crónica (ERC) como el daño renal o la presencia
Después de un episodio agudo de infarto del miocar- de un filtrado glomerular ( ) disminuido durante un pe-
dio debe pensarse en una revascularización pronta, en los riodo mayor de tres meses. Se reconocen cinco estadios
primeros 14 días posteriores al episodio agudo, ya sea an- de C y se aplica el término de insuficiencia renal cuan-
gioplastia o CRVM. Esto supone una reducción de la mor- do el filtrado glomerular es ml/min/ . m2. El daño
talidad de un 64% en pacientes diabéticos frente a 53% en renal o el nivel de función renal determinan el estadio de
los no diabéticos Asimismo, parece razonable sugerir la la clasificación independientemente de la causa (Tabla 9).
utilización de bloqueadores en todos los individuos dia- n las etapas y es claro el beneficio de la C y
béticos y aún más la administración de un antagonista 1 aún más cuando se relaciona dicha afección con diabetes
específico en pacientes con insulina y 1 en aquéllos con mellitus; no es tan evidente en cuanto a las etapas 4 y 5
enfermedad vascular periférica o resistentes a la insuli- (terminal). La C confiere una mejor evolución a lar-
na. En cuanto a la posibilidad de angioplastia o CRVM en go plazo, pero con una mortalidad perioperatoria mayor
estos sujetos, es preferible la operación dada la mejoría (lo contrario ocurre para la angioplastia). n definitiva la
de la sobrevida y sobre todo en relación con las múltiples mejor terapéutica es la prevención, esto es, mantener el
lesiones coronarias. En los estudios multicéntricos EAST y estado hídrico y volémico del paciente en estado óptimo,
CABG, Patch observó una mejoría en la sobrevida de los lo cual se evalúa mejor por ETT en la dimensión de la vena
individuos sometidos a operación y angioplastia más que cava inferior más que con el catéter de otación y mucho
al tratamiento médico óptimo. Más aún, en el estudio SOS más que con la mera evaluación de la PVC (Tabla 10).
78 Manuel Antonio de la Viña et al

Tabla 9. Clasificación de los estadios de la enfermedad renal cróni- Tabla 10. Indicación de cirugía de revascularización miocárdica en
ca (ERC) según las guías K/DOQI 2002 de la National Kidney Foun- pacientes con insurficiencia renal crónica.
dation.
Clase de Nivel de
Recomendación
Estadio Descripción FG (ml/min/1.73 m2) recomendación evidencia
La cirugía de revascularización
Riesgo aumentado de ERC ≥ 60 con factores de riesgo
miocárdica es preferible a la
angioplastia en enfermedad renal IIa B
1 Daño renal con FG normal ≥ 90 crónica moderada a grave
Daño renal con FG ligeramente La cirugía de revascularización
2 60 – 89 miocárdica sin circulación
disminuido IIb B
extracorpórea es preferible
3 FG moderadamente disminuido 30 – 59

4 FG gravemente disminuido 15 – 29

5 Insuficiencia renal < 15 o diálisis BCIA en pacientes de alto riesgo sin choque car-
diogénico
Filtración glomerular (FG). Enfermedad renal crónica (ERC). Desde hace varios años se ha estudiado el efecto real que
Factores de riesgo de: edad avanzada, antecedente familiar de ERC, tiene la utilización preoperatoria del balón de contrapul-
hipertensión arterial sistémica, diabetes, reducción de masa renal, sación intraaórtico (BCIA) en el paciente de alto riesgo y
bajo peso al nacer, enfermedades autoinmunitarias, infección de vías
urinarias, litiasis, enfermedades obstructivas de las vías urinarias ba-
sólo ha sido hasta los últimos años que se dispone de una
jas, consumo de fármacos nefrotóxicos, razas afroamericanas. creciente evidencia de que su uso reduce la mortalidad
Daño renal: alteraciones patológicas o marcadores de daño, sobre posoperatoria, la morbilidad y la duración de la estancia
todo una proteinuria/albuminuria persistente (índice albúmina/crea- hospitalaria. Un reciente meta-análisis reveló que el BCIA
tinina > 30 mg/g aunque se han propuesto cortes específicos de sexo
preoperatorio se vinculó con la reducción del riesgo ab-
en > 17 mg/g en varones y 25 mg/g en mujeres)
Nefrología 2004;24: 27-34 soluto del 3.6% en la mortalidad y una reducción del 59%
de las probabilidades de mortalidad en pacientes de alto
riesgo sometidos a CVRM. Con esta evidencia existe cada
vez más un consenso en el uso del BCIA preoperatorio;
donde no lo existe es en la definición de los factores de
alto riesgo. En fecha reciente, Miceli y colaboradores del
Transfusión sanguínea y métodos conserva- Bristol Heart Institute propusieron una calificación para
identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de la
dores
inserción de BCIA; entre los factores que lograron identi-
La hemotransfusión en pacientes sometidos a CRVM es un ficar figuran los siguientes
tema ampliamente revisado y con posiciones incluso con- • Baja fracción de expulsión (< 30%)
tradictorias. El sangrado posoperatorio en el episodio is- • Edad avanzada (> 70)
quémico puede tener diversas causas; de las médicas, las • Enfermedad del tronco coronario izquierdo (> 50%)
más frecuentes son alteraciones cualitativas por antiagre- • Reintervención
gación y cuantitativas por anticoagulación y los objetivos • Infarto agudo del miocardio reciente (< 30 días)
en el nivel del hematócrito para la corrección de la ane- • Clase funcional baja (NYHE III-IV o CCS III-IV)
mia todavía no son universales y la evidencia actual no es • Cirugía de emergencia
concluyente para iniciar o indicar el momento exacto de Para evaluar el momento óptimo de inserción preope-
la transfusión. Por lo regular se ha utilizado 10 g/dl de he- ratoria del BCIA, Christenson y colaboradores evaluaron a
moglobina, pero al parecer esto no es cierto en todos los pacientes de alto riesgo con al menos dos de los siguientes
casos e incluso puede ser perjudicial para la sobrevida del factores de riesgo: baja fracción de expulsión (< 30%),
sujeto. Es más razonable guiarse para los productos deri- angina inestable, reoperación o enfermedad de tronco
vados por métodos como el tromboelastógrafo (Tabla 11). coronario izquierdo (> 70%), y no encontraron diferencia
significativa en los resultados en la instalación entre las
Cirugía de revascularización y reemplazo val- o las 24 h anteriores a la operación.
Dyub y colaboradores concluyeron en un meta-análisis
vular que existe una reducción significativa de la mortalidad en
La coexistencia de CRVM con un procedimiento de cambio los pacientes de alto riesgo sometidos a un BCIA preope-
valvular es un contexto clínico que se presenta con mayor ratorio. Rubino y colaboradores analizaron la evolución
frecuencia en poblaciones > 60 años, ya que el nexo entre clínica bioquímica y ecocardiográfica de pacientes so-
la cardiopatía isquémica y la estenosis aórtica degenera- metidos a CRVM e inserción de BCIA intraoperatorio o po-
tiva es cada vez más importante. Asimismo, el grado de soperatorio y compararon los resultados del posoperatorio
disfunción valvular es el que determina cuando realizar su inmediato; observaron una disminución de la mortalidad in-
cambio (Tabla 12). mediata, pero no en el seguimiento a dos años.
Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en la cirugía cardiovascular 79

Tabla 11. Recomendaciones para la transfusión sanguínea y mé- Tabla 12. Recomendaciones de cirugía de revascularización y re-
todos de conservación en cirugía de revascularización miocárdica. emplazo valvular.

Fármaco / Clase de Nivel de Clase de Nivel de


Recomendación Recomendación
Procedimiento recomendación evidencia recomendación evidencia
Transfusión CRVM con estenosis aórtica (GTV aórtico >
CRVM con Hb < 6 g% IIa I B
sanguínea 50 mmHg)
CRVM con Hb < 7 g% + CRVM con insuficiencia mitral significativa IIa B
enfermedad cardiaca o IIb
pulmonar o > 75 años CRVM con estenosis aórtica moderada
(GTV aórtica 30-50 mmHg) y riesgo IIa B
CRVM estable con Hb 7 aceptable
a 10 g%, el beneficio no IIa
es claro CRVM con estenosis aórtica media (GTV
IIb C
aórtica < 30 mmHg) y riesgo aceptable
Hemotransfusión con Hb
III
> 10 g%
Disminución del Tabla 13. Recomendación del balón de contrapulsación intraaór-
Aprotinina III A
sangrado tico en pacientes sometidos a un procedimiento de revasculariza-
ción de alto riesgo sin choque cardiogénico.
Ácido aminocaproico
IIa A
Ácido tranexámico
Clase de Nivel de
Ácido tranexámico Recomendación
IIa B Recomendación evidencia
tópico
Insertarlo desde 1 día antes y hasta 2 h
Tromboelastografía IIa B
antes de la operación I B
Factor VIIa sólo en
sangrado no quirúrgico y IIa B
refractario
Tabla 14. esultado del uso profiláctico del C A en pacientes de
alto riesgo.

En otro estudio, Christenson encontró una mejoría de Complicaciones posoperatorias


la sobrevida y estancia en la UCI con la instalación del dis-
Grupo B Grupo A
positivo preoperatorio. Asimismo, Craver y colaboradores
(control) (BCIA)
utilizaron BCIA preoperatorio en pacientes de alto riesgo
(que incluían insuficiencia renal y enfermedad cerebro- Mortalidad intrahospitalaria 5.3 (3.30-7.94) 1.89 (1.15-3.12)
vascular documentada, entre otras) en CRVM sin circula- Mortalidad a 30 días 4.77 (3.56-6.15) 2-06 (1.03-4.77)
ción extracorpórea y encontraron una disminución del uso Infarto del miocardio perioperatorio 4.25 (2.71-6.64) 2.33 (0.04-0.73)
de inotrópicos y mejor estabilidad hemodinámica en el
transoperatorio a la dislocación del corazón para realizar Síndrome de bajo gasto 4.85 (3.10-6.26) 2.05 (1.15-4.21)
las anastomosis distales. Estancia en UCI > 90 h 3-05 (1.71-5.09) 1.26 (0.82-2.57)
Lorusso y colaboradores llevaron a cabo un estudio Estancia hospitalaria > 14 días 2.21 (1.13-4.49) 1.23 (0.82-2.40)
prospectivo multicéntrico en 2010 en el cual se insertó de
manera profiláctica un C A preoperatorio a pacientes Eur J Cardioth Surg 2010;38:585—591.
de alto riesgo y que incluyó a 956 pacientes. Se reconoció
una mejoría de la sobrevida intrahospitalaria, la sobre-
vida a 30 días, menor tasa de IAM posoperatorio, menor
estancia en la UCI y mejoría en la fracción de expulsión, medical care in diabetes 2010. Diabetes Care 2009;33:S11-
pero no en la sobrevida a cinco y ocho años. Ramnarin y S61.
colaboradores sugieren en su estudio que el mejor tiempo Antman EM, Anbe DT, Armstrong PW, et al. ACC/AHA guidelines for
the management of patients with ST-elevation myocardial infarc-
para su inserción es el preoperatorio, si bien adolece del
tion: a report of the American College of Cardiology/American
tiempo exacto esto es no difiere si es una hora o un día Heart Association as orce on ractice uidelines (Committee
pese a ello, es clara la disminución de las complicaciones to Revise the 1999 Guidelines for the Management of Patients
inmediatas en el grupo con BCIA (Tablas 13 y 14). With Acute Myocardial Infarction). Circulation 2004;110;e82-
e293.
avry A umbhani assi A et al. enefit of early invasive
Bibliografía therapy in acute coronary syndromes. A meta-analysis of
Abizaid A, Costa MA, Centemero M, et al. Clinical and econo- contemporary randomized clinical trials. J Am Coll Cardiol
mic impact of diabetes mellitus on percutaneous and surgical 2006;48:1319–1325.
treatment of multivessel coronary disease patients: insights Booth J, Clayton T, Pepper J, et al. Randomized, controlled trial of
from the Arterial Revascularization Therapy Study (ARTS) Trial. coronary artery bypass surgery versus percutaneous coronary in-
Circulation 2001;104:533-538. tervention in patients with multivessel coronary artery disease:
Alonso-Martín JJ, Cursio-Ruigómez A, Cristóbal-Varela C, et al. six-year follow-up from the Stent or Surgery Trial (SoS). Circula-
Indicaciones de American Diabetes Association. Standards of tion 2008;118:381-388.
80 Manuel Antonio de la Viña et al

ridges C d ards H eterson et al. Cardiac surgery in no- shock; overall results of the SHOCK Trial Registry. N Engl J Med
nagenarians and centenarians. J Am Coll Surg 2003;197:347-56; 1999;341:625-634.
discussion 356-357. Jacobs AK. Coronary intervention in 2009: are women no different
Cheng JM, den Uil CA, Hoeks SE, et al. Percutaneous left ventricular than men? Circ Cardiovasc Interv 2009;2:69-78. Review.
assist devices vs. intraaortic balloon pump counterpulsation for Jacobs AK. Coronary revascularization in women in 2003: sex revisi-
treatment of cardiogenic shock: a meta-analysis of controlled ted. Circulation 2003;107;375-377.
trials. Eur Heart J 2009;30:2102-2108. K/DOQI clinical practice guidelines for chronic kidney disease: part
Christenson imonet adel et al. valuation of preopera- . efinition and classification of stages of chronic idney disea-
tive intra-aortic balloon pump support in high risk coronary se. 2002;39:S46-S75.
patients. Eur J Cardiothorac Surg 1997;11:1097-1103. Kamran M. Effect of aspirin on postoperative bleeding in coronary
Christenson imonet adel et al. ptimal timing of preope- artery bypass grafting. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2008;14:224-
rative intraaortic balloon pump support in high-risk coronary pa- 229.
tients. Ann Thorac Surg 1999;68(3):934-939. Levey A. efinición y clasificación de la enfermedad renal crónica
Craver JM, Murrah CP. Elective intraaortic balloon counterpulsation propuesta de KDIGO (Kidney Disease: Improving Global Outco-
for high-risk off-pump coronary artery bypass operations. Ann mes). Kidney Inter (Edición español) 2005;1:135–146.
Thorac Surg 2001;71:1220-1223. Lorusso R, Gelsomino S, Carella R, et al. Impact of prophylactic
unning ersteegh abbri A et al. uideline on antiplatelet intra-aortic balloon counterpulsation on postoperative outcome
and anticoagulation management in cardiac surgery. Eur J Car- in high-risk cardiac surgery patients: a multicentre, propensity
diothorac Surg 2008;34:73-92. score analysis. Eur J Cardiothorac Surg 2010;38:585-591.
Dyub AM, Whitlock RP, Abouzahr LL, et al. Preoperative intra-aor- Marín R. Guía de la Sociedad Española de Nefrología sobre riñón
tic balloon pump in patients undergoing coronary bypass sur- y enfermedad cardiovascular. Versión abreviada. Nefrología
gery: a systematic review and meta-analysis. J Cardiac Surg 2006;26:31-44.
2008;23(1):79-86. ezzano A Aros C. nfermedad renal crónica clasificación meca-
Eagle KA, Guyton RA, Davidoff R, et al. ACC/AHA 2004 guideline up- nismos de progresión y estrategias de renoprotección. Rev Méd
date for coronary artery bypass graft surgery: a report of the Chile 2005;133.
American College of Cardiology/American Heart Association Task Miceli A, Duggan SM, Capoun R, et al. A clinical score to predict the
orce on ractice uidelines (Committee to pdate the need for intraaortic balloon pump in patients undergoing coro-
Guidelines for Coronary Artery Bypass Graft Surgery). J Am Coll nary artery bypass grafting. Ann Thorac Surg 2010;90:522-526.
Cardiol 2004;44;e213-e310. Murphy GJ, Reeves BC, Rogers CA, et al. Increased mortality, posto-
Engel AM, McDonough S, Smith JM, et al. Institute for Research and perative morbidity, and cost after red blood cell transfusion in
Education, Good Samaritan Hospital, Department of Surgery, patients having cardiac surgery. Circulation 2007;116:2544-2552.
and Cardiac, Vascular, and Thoracic Surgery Inc, Cincinnati, Nguyen HL, Goldberg RJ, Gore JM, et al. Age and sex differences,
Ohio. Does an obese body mass index affect hospital outcomes and changing trends, in the use of evidence-based therapies in
after coronary artery bypass graft surgery? Ann Thorac Surg acute coronary syndromes: perspectives from a multinational
2009;88:1793– 800. registry. Coronary Artery Dis 2010;21:336–344.
erraris A erraris aha et al. erioperative blood trans- Prabhakar G, Haan CK, Peterson ED, et al. The risks of moderate and
fusion and blood conservation in cardiac surgery: the Socie- extreme obesity for coronary artery bypass grafting outcomes:
ty of Thoracic Surgeons and The Society of Cardiovascular a study from The Society of Thoracic Surgeons’ Database. Ann
Anesthesiologists clinical practice guideline. Ann Thorac Surg Thorac Surg 2002;74:1125–1131.
2007;83:S27. Raghavan R, Benzaquen BS, Rudski L. Timing of bypass surgery in
erraris A. erraris oliterno et al. he ociety of horacic stable patients after acute myocardial infarction. Can J Cardiol
Surgeons Practice Guideline Series: aspirin and other antiplate- 2007;23:976-982.
let agents during operative coronary revascularization (executi- Ramnarine IR, Grayson AD, Dihmis WC, et al. Timing of intra-aortic
ve summary). Ann Thorac Surg 2005;79:1454-1461. balloon pump support and 1-year survival. Eur J Cardiothorac
Garatti A, Russo C, Lanfranconi M, et al. Mechanical circulatory sup- Surg 2005;27:887-892.
port for cardiogenic shock complicating acute myocardial infarc- Reddy RC, Stone GW, Urban PM. Trends in intraaortic balloon coun-
tion: an experimental and clinical review. ASAIO J 2007;53:278- terpulsation complications and outcomes in cardiac surgery. Ann
287. Thorac Surgrevascularización: aspectos clínicos. Rev Esp Cardiol
Gheorghiade M, Goldstein S. Beta-Blockers in the post-myocardial 2005;58:198-216.
infarction patient. Circulation 2002;106:394-398. ubino A norati antarpino et al. arly intra aortic balloon
Greilich PE, Jessen ME, Satyanarayana N, et al. The effect of epsilon- pumping following perioperative myocardial injury improves
aminocaproic acid and aprotinin on fibrinolysis and blood loss hospital and mid-term prognosis. Interact Cardiovasc Thorac
in patients undergoing primary, isolated coronary artery bypass Surg 2009;8:310-315.
surgery: a randomized, double-blind, placebo-controlled, nonin- Rydén L, Standl E, Bartnik M, et al. Guidelines on diabetes, pre-
feriority trial. Anesth Analg 2009;109:15–24. diabetes, and cardiovascular diseases: executive summary. Eur
Guilfoyle MR, Drain AJ, Khan A, et al. Cardiac surgery in no- Heart J 2007;28:88-136.
nagenarians: single-centre series and review. Gerontology Sami S, Willerson JT. Contemporary treatment of unstable angina
2010;56(4):378-84. Epub 2009 Dec 23. Review X. and non-ST-segment elevation myocardial infarction (part 1).
Hajjar LA incent L alas et al. ransfusion requirements after Tex Heart Inst J 2010;37:262-275. Review.
cardiac surgery: the TRACS randomized controlled trial. JAMA Sami S, Willerson JT. Contemporary treatment of unstable angina
2010;304(14):1559. and non-ST-segmentelevation myocardial infarction (part 2). Tex
Hammoud T, Tanguay J, Bourassa MG. Management of coronary ar- Heart Inst J 2010;37:262-75. Review.
tery disease: therapeutic options in patients with diabetes. J Am Sedlis SP, Morrison DA, Lorin JD, et al. Percutaneous coronary
Coll Cardiol 2000;36(2):355-365. intervention versus coronary bypass graft surgery for diabetic
Hochman JS, Buller CE, Dzavik V, et al. Early revascularization and patients with unstable angina and risk factors for adverse
long-term survival in cardiogenic shock complicating acute myo- outcomes with bypass: outcome of diabetic patients in the
cardial infarction; overall results of the SHOCK Trial Registry. AWESOME randomized trial and registry. J Am Coll Cardiol
JAMA 2006;295:2511-2515. 2002;40:1555-1566.
Hochman JS, Buller CE, Dzavik V, et al. Early revascularization Shander AS, Goodnough LT. Blood transfusion as a quality indicator in
in acute myocardial infarction complicated by cardiogenic cardiac surgery. JAMA 2010;304:1610-1611.
Tratamiento perioperatorio del paciente de alto riesgo en la cirugía cardiovascular 81

Sheridan BC, Stearns SC, Rossi JS, et al. Three-year outcomes of Thiele H, Smalling RW, Schuler GC. Percutaneous left ventricular as-
multivessel revascularization in very elderly acute coronary syn- sist devices in acute myocardial infarction complicated by car-
drome patients. Ann Thorac Surg 2010;89:1889–1895. diogenic shock. Eur Heart J 2007;28(17):2057-63. Epub 2007 num
Sjauw KD, Engström AE, Vis MM, et al. A systematic review and meta- 22. Review.
analysis of intra-aortic balloon pump therapy in ST-elevation Whang W, Bigger JT, The CABG Patch Trial Investigators and Coordi-
myocardial infarction: should we change the guidelines? Eur nators. Diabetes and outcomes of coronary artery bypass gra-
Heart J 2009;30:459-468. ft surgery in patients with severe left ventricular dysfunction:
oriano Cabrera . efinición y clasificación de los estadios de la en- results from The CABG Patch Trial database. J Am Coll Cardiol
fermedad renal crónica. Prevalencia. Claves para el diagnóstico 2000;36:1166-1172.
precoz. actores de riesgo de enfermedad renal crónica. efro- Wijns W, Kolh P, et al. Guidelines on myocardial revascularization.
logía 2004;24: 27-34. he as orce on yocardial evascularization of the uropean
Thiele H, Sick P, Boudriot E, et al. Randomized comparison of in- Society of Cardiology (ESC) and the European Association for Car-
tra-aortic balloon support with a percutaneous left ventricular dio-Thoracic Surgery (EACTS). European Heart J 2010;31:2501-
assist device in patients with revascularized acute myocar- 2555.
dial infarction complicated by cardiogenic shock. Eur Heart J
2005;26:1276-1283.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):82-89

www.elsevier.com.mx

Trasplante cardiaco
Eduardo Heberto Herrera-Garza,1 Julio David Molina-Gamboa,2 José Luis Herrera-
Garza,2 Gustavo Sánchez-Miranda,2 Martín H. Garrido-Garduño,2 Luis Efren Santos-
Martínez2
1
Coordinador
2
Participante

Introducción debe contar con la especialidad y entrenamiento espe-


cífico en la materia. odo hospital que disponga de pro-
El presente consenso presenta algunos lineamientos para gramas de procuración y trasplante de órganos y tejidos
la atención del receptor de un trasplante cardiaco, des- debe contar con un Comité de Trasplantes, cuya función
de su etapa previa hasta los primeros días posteriores a es vigilar de forma estrecha las decisiones tomadas para
la intervención, mientras el individuo se encuentra en el evaluar, tratar y aceptar la inclusión en el Registro de Pa-
área de terapia intensiva. Para la redacción de estas re- cientes en Espera de un Órgano (antes lista de espera),
comendaciones clínicas acerca del tratamiento intensivo para la realización de un trasplante cardiaco, tratamiento
del paciente sometido a trasplante de corazón en México médico, etcétera.
se consultó en meses recientes la publicación de las guías El equipo que valora al receptor y efectúa el trasplan-
para el manejo de los receptores de trasplante cardiaco te tiene una naturaleza multidisciplinaria y sólo el personal
de la Sociedad Internacional de Trasplante de Corazón y adiestrado en trasplantes está autorizado para tomar decisio-
Pulmón. nes que directamente modifiquen la atención del paciente.
Debido al escaso número de trasplantes de corazón Nivel de evidencia B
practicados a nivel mundial, existe una escasa productivi-
dad de estudios multicéntricos y el número de pacientes Selección del donador
que sustente un nivel de evidencia A para cualquier re- Este texto va dirigido a médicos relacionados con la tera-
comendación es insuficiente por ello el lector adverti- pia intensiva; es importante disponer de la información
rá que la mayoría de las indicaciones tiene un nivel de vinculada con el entorno de la donación de órganos, ante
evidencia C basado en la experiencia de expertos en la la posibilidad de entrar en contacto con éstos, y que la
materia. sala de terapia sea el origen del proceso de donación mul-
tiorgánica. Diversos factores relacionados con el donador
Antes del trasplante pueden determinar el resultado final del trasplante por lo
tanto, es imprescindible considerar las condiciones en las
Equipo de trasplantes que se encuentra el receptor al momento de establecer-
La Ley General de Salud Mexicana (artículo 335), al igual se la oferta de un órgano, ya que aún el corazón de un
que las legislaciones de otros países, exige con claridad que donador no ideal debe aceptarse si se considera muy ele-
el personal encargado de realizar trasplantes cardiacos vado el riesgo de muerte por la gravedad del receptor.

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Trasplante cardiaco 83

Tabla 1. Indicaciones para el trasplante. Tabla 2. Contraindicaciones para el trasplante.


Contraindicaciones
Indicaciones
t )JQFSUFOTJØOQVMNPOBSJSSFWFSTJCMF
t 4FSQPSUBEPSEFJOTVmDJFODJBDBSEJBDBUFSNJOBM DVBMRVJFSBRVFTFBMB
t *OGFDDJØOTJTUÏNJDBHSBWFOPDPOUSPMBEBQPSBOUJCJPUJDPUFSBQJBFTQFDÓmDB
DBVTBEFMBDBSEJPQBUÓB

t /FPQMBTJBBDUJWBFOFMSFDFQUPSPBOUFDFEFOUFEFOFPQMBTJBDPOQPUFODJBM
t 5SBUBNJFOUPNÏEJDPZDPOEJTQPTJUJWPTØQUJNP SFTJODSPOJ[BEPS EJTQPTJUJWPT
EFSFDVSSFODJB
EFBTJTUFODJBWFOUSJDVMBS FUD
ZTJOQPTJCJMJEBEEFPUSBBMUFSOBUJWB
UFSBQÏVUJDB t &OGFSNFEBEDFSFCSPWBTDVMBSPQFSJGÏSJDBHSBWFDBVTBOUFEFMJNJUBDJØOGÓTJDB
NBSDBEB
t $POTVNPNJPDÈSEJDPEFPYÓHFOPBMFKFSDJDJPNÈYJNPNMLHNJO
t $VBMRVJFSQBEFDJNJFOUPRVFMJNJUFMBTFYQFDUBUJWBTEFWJEBEFMSFDFQUPSB
t *TRVFNJBHSBWFTJOUPNÈUJDBSFTJTUFOUFBMUSBUBNJFOUPNÏEJDPF
QFTBSEFMUSBTQMBOUF
JSSFWBTDVMBSJ[BCMF
t 'BSNBDPEFQFOEFODJBBDUJWB
t "SSJUNJBTWFOUSJDVMBSFTJODPOUSPMBCMFTDPOUSBUBNJFOUPBOUJBSSÓUNJDPP
QBDJFOUFDPOVOEFTmCSJMBEPSBVUPNÈUJDPJNQMBOUBCMFRVFOPDFTBEF t 'BMUBEFBQFHPBMUSBUBNJFOUPNÏEJDPZDJUBTQSPHSBNBEBTBOUFTEFM
EFTmCSJMBS USBTQMBOUF
t &OGFSNFEBETJTUÏNJDBDPOBGFDUBDJØOEFØSHBOPTCMBODP

Cuando las circunstancias lo permiten, la selección de un


buen órgano suministra sin duda mejores posibilidades de
éxito. En la Tabla 1 se señalan las indicaciones universales En situaciones en las que el tiempo de isquemia es > 4
aceptadas para el trasplante cardiaco; por su parte, en la h, el injerto puede aceptarse si otros factores propios de
Tabla 2 se mencionan sus contraindicaciones. un donador ideal están presentes, como edad temprana,
función cardiaca normal y ausencia de apoyo inotrópico.
Recomendaciones para la función cardiaca en el Nivel de evidencia C
donador
Clase I Clase IIa
1. El injerto cardiaco considerado como ideal es aquel 1. Para seleccionar a un donador de corazón, la edad
que registra una función ventricular completamente nor- ideal es menor de 35 años; sin embargo, se ha considerado
mal en el ecocardiograma y en el cual, en el peor de los que incluso los injertos de donadores menores de 45 años son
casos, el apoyo inotrópico es leve a moderado (niveles de capaces de superar las adversidades propias del acto quirúr-
apoyo con dopamina o dobutamina < 20 µg/kg/min o equi- gico, o las impuestas por fenómenos propios del receptor. En
valentes en otras sustancias adrenérgicas) y sin arritmias consecuencia, al disponer de un injerto proveniente de un do-
ventriculares graves. nador de 45 a 55 años en quienes se ha excluido enfermedad
Nivel de evidencia C arterial coronaria, se debe asignar a un receptor en el cual no
existan factores comórbidos o posibles problemas quirúrgi-
2. Si las condiciones del receptor hacen posible ele- cos para el trasplante (operaciones cardiacas previas, riesgo
gir un órgano en buenas condiciones, es preciso descar- esperado de sangrado profuso en la intervención quirúrgica,
tar un injerto cardiaco en el que se demuestren arritmias receptor en malas condiciones generales). Si se dispone de
ventriculares graves, paro cardiorrespiratorio 24 h antes un donador mayor de 55 años, se aconseja rechazarlo, a me-
de la procuración y apoyo inotrópico elevado (dopamina nos de que el riesgo de muerte calculado a corto plazo para
o dobutamina > 20 µg/kg/min o su equivalente en otros el receptor sea muy elevado y se considere que el beneficio
fármacos adrenérgicos), a pesar de la optimización de la de trasplantar mediante un injerto con reservas miocárdicas
precarga y la poscarga. La presencia de anormalidades re- limitadas supere el porcentaje reducido de éxito conocido.
gionales de la contractilidad ventricular o una fracción de En otros países con mayor demanda de trasplantes cardia-
expulsión del ventrículo izquierdo < 40%, no obstante la cos que México, los injertos de donadores de mayores 55
optimización de la terapia inotrópica es razón suficiente años se emplean en receptores de edad avanzada.
para no aceptar el órgano. Nivel de evidencia B
Nivel de evidencia B
2. La presencia de infección en el donador se consi-
3. Si la diferencia de peso entre el donador femenino dera un factor no óptimo, si bien podría aceptarse el in-
y el receptor masculino es < 20%, se puede considerar jerto si los hemocultivos son negativos, si se establece un
segura su utilización. Diferencias mayores deben tomarse tratamiento antimicrobiano específico y la función car-
en cuenta antes de decidir la aceptación del injerto. En diaca es normal antes de la donación. Tras el trasplante,
el caso de un donador de sexo masculino, se considera se- el receptor debe recibir los mismos antibióticos que se
gura la donación si su peso es > 70 kg, cualquiera que sea utilizaban en el donador antes de la procuración, y es ne-
el peso del receptor. cesario mantener una vigilancia con hemocultivos de ma-
Nivel de evidencia C nera estrecha. Una excepción para aceptar el corazón de
un donador infectado es la presencia de una endocarditis
4. El tiempo de isquemia ideal para contar con ma- bacteriana en el injerto.
yores posibilidades de éxito tras el trasplante es < 4 h. Nivel de evidencia C
84 Eduardo Heberto Herrera-Garza et al

3. El antecedente de consumo de cocaína en el poten- Clase IIb


cial donador no excluye la donación en todos los casos, 1. El factor recombinante VIIa puede suministrarse en
siempre y cuando no se haya utilizado la vía intravenosa, caso de hemorragia excesiva intratable en la cirugía de tras-
la función ventricular sea normal y no exista hipertrofia plantes.
ventricular izquierda. Nivel de evidencia C
Nivel de evidencia C
Clase III
4. El alcoholismo tampoco debe asumirse como una . A pesar de la eficacia de la aprotinina para reducir
contraindicación para la procuración del corazón. el sangrado durante el trasplante, su uso sistemático no
Nivel de evidencia C está recomendado por el riesgo de precipitar episodios
clínicos adversos.
5. La presencia de enfermedad coronaria focal en Nivel de evidencia B
el injerto cardiaco debe ser una razón suficiente para
desechar el injerto; sólo en caso de que la práctica del 2. No está indicada la administración sistemática de la
trasplante sea una urgencia real está justificada la procu- desmopresina por su efecto leve en la reducción del san-
ración, a condición de que antes del trasplante se coloque grado posoperatorio y su incidencia elevada de episodios
un puente aortocoronario en el vaso enfermo. clínicos adversos.
Nivel de evidencia C Nivel de evidencia A

6. El objetivo siempre debe ser la obtención de un


injerto con anatomía y función ventricular normales. En Después del trasplante
caso de detectarse hipertrofia ventricular izquierda pue-
Recomendaciones para la atención posoperatoria
de aceptarse para procuración y trasplante si el grosor de
la pared ventricular izquierda es < 14 mm. temprana
Nivel de evidencia C Clase I
1. En condiciones ideales, la vigilancia perioperatoria
Durante el trasplante del paciente receptor del trasplante cardiaco debe incluir
trazo electrocardiográfico continuo ecocardiografía tran-
Clase I sesofágica, acceso arterial, catéter venoso central, caté-
1. Al momento del trasplante, el paciente debe contar ter de Swan-Ganz para medición de la presión en cuña de
con determinaciones del tiempo de protrombina, tiempo la arteria pulmonar y gasto cardiaco, oximetría de pulso,
de tromboplastina parcial activado y cuenta de plaque- medición del gasto urinario y electrocardiograma de 12
tas. El tiempo de coagulación activado debe obtenerse en derivaciones en el posoperatorio.
varias ocasiones durante el acto quirúrgico para vigilar la Nivel de evidencia C
actividad de la heparina.
Nivel de evidencia C . La insuficiencia tricuspídea posoperatoria debe vi-
gilarse y evaluarse en los primeros días después del tras-
2. La relación normalizada internacional (INR) debe plante mediante ecocardiografía; si no se corrige o es
descender, en la medida de lo posible, por debajo de 1.5 grave, puede considerarse una anuloplastia de la válvula
antes del trasplante. tricúspide en el injerto.
Nivel de evidencia C Nivel de evidencia C
3. Para corregir las alteraciones del INR en el pa- 3. El derrame pericárdico ocurre con frecuencia des-
ciente sometido a tratamiento anticoagulante crónico pués del trasplante, especialmente en pacientes con
y programado para trasplante, debe recibir dosis bajas grandes cardiomegalias anteriores al procedimiento, en
de vitamina K (2.5 a 5 mg IV para evitar la anafilaxia las que un injerto cardiaco de tamaño normal ocupa sólo
con dosis mayores); pueden agregarse plasma fresco una porción de la cavidad pericárdica. En caso de demos-
congelado (10 cm3/kg) o factor VII recombinante si es trarse compromiso hemodinámico por taponamiento car-
necesario. diaco o sospecharse un proceso infeccioso subyacente en
Nivel de evidencia C el pericardio, es indispensable su drenaje percutáneo o
quirúrgico con solicitud de cultivos y estudios fisicoquí-
4. Si los niveles de productos relacionados con la coa- micos y citoquímicos del líquido pericárdico.
gulación son bajos y existe sangrado operatorio, se pue- Nivel de evidencia C
den transfundir (además de sangre en paquete globular)
plaquetas plasma fresco congelado o fibrinógeno según 4. Puede requerirse apoyo inotrópico a las menores
sean las deficiencias. dosis posibles en las primeras horas posteriores al tras-
Nivel de evidencia C plante cardiaco.
Nivel de evidencia C
Clase IIa
1. La tromboelastografía es útil antes, durante y des- 5. Si es necesario mantener una presión arterial media
pués de la intervención para vigilar el estado hemostásico adecuada, se sugieren infusiones continuas de adrenérgi-
del paciente. cos como fenilefrina norepinefrina o epinefrina.
Nivel de evidencia C Nivel de evidencia C
Trasplante cardiaco 85

6. Si se intenta corregir un estado de choque vasodilata- 14. El tratamiento de las taquiarritmias posterior al
dor debe estar disponible la vasopresina (0.03 a 0.1 U/min). trasplante debe controlar la frecuencia cardiaca.
Nivel de evidencia B Nivel de evidencia B

7. En el caso de disfunción del ventrículo derecho con 15. La presencia de taquiarritmias persistentes jus-
presión arterial preservada, las alternativas son: nitrogli- tifica la realización de una biopsia intramiocárdica para
cerina o nitroprusiato de sodio como vasodilatadores sis- identificar un rechazo celular más aún si ésta es normal
témicos y pulmonares, dobutamina o isoproterenol como o descarta un rechazo celular de consideración, está in-
inotrópicos y milrinona o levosimendán como inotrópicos dicado el estudio electrofisiológico. i la arritmia es una
con efecto vasodilatador pulmonar. taquicardia ventricular sostenida, se solicita una angio-
Nivel de evidencia C grafía coronaria.
Nivel de evidencia B
8. Ante la disfunción del ventrículo derecho es factible
la utilización de vasodilatadores pulmonares selectivos, 16. Debido a la desnervación, el injerto cardiaco se
como óxido nítrico inhalado, alprostadilo, prostaciclina o adapta con dificultad a los estados de hipovolemia y por
sildenafilo. tanto es necesario mantener una precarga y poscarga
Nivel de evidencia C adecuadas y es recomendable conservar la presión veno-
sa central en un nivel suficiente para optimizar el gasto
9. Si no es posible retirar al paciente de la bomba de cardiaco (tan baja como 5 mmHg o tan elevada como 20
circulación extracorpórea, a pesar de la optimización mmHg a condición de que no exista evidencia de insufi-
de la precarga y poscarga, el apoyo inotrópico y los va- ciencia del ventrículo derecho).
sopresores, la siguiente alternativa es el uso del balón Nivel de evidencia C
de contrapulsación intraaórtico; si éste falla, no debe
17. Para la adecuación de la volemia se administran
demorarse la decisión de utilizar un dispositivo de apo-
como fármacos de primera elección los productos sanguí-
yo ventricular, capaz de proporcionar uno a cinco días de
neos compatibles con el receptor, en caso necesario; de
asistencia mientras se resuelve la insuficiencia ventricular
lo contrario, pueden requerirse otros coloides en las pri-
o se coloca al paciente en lista para un retrasplante. En
meras 24 a 48 h luego del trasplante.
algunos centros del país se puede tener acceso a disposi-
Nivel de evidencia C
tivos de asistencia ventricular percutánea (como Impella)
o de colocación quirúrgica (p. ej., Abiomed BVS 5000 o AB
18. En caso de sobrevenir trastornos de la función re-
5000 y Thoratec).
nal en el posoperatorio, puede necesitarse apoyo diu-
Nivel de evidencia B
rético para evitar la sobrecarga volumétrica; se sugiere
como primera elección prescribir los diuréticos de asa,
10. En el posoperatorio inmediato y en las primeras 48 pero puede administrarse una combinación con tiazidas o
h posteriores al trasplante cardiaco es inevitable observar antagonistas de la aldosterona para establecer un bloqueo
los efectos de la desnervación cardiaca; se ha calculado secuencial de la nefrona.
que hasta un 30% de estos pacientes desarrolla disfunción Nivel de evidencia C
del nodo sinusal, que puede ser temporal y requerir el
apoyo con isoproterenol o teofilina con lo cual se incre- 19. Si se desarrolla una elevación notoria de la creatinina
menta la frecuencia cardiaca. sérica en el posoperatorio temprano, o el paciente se en-
Nivel de evidencia B cuentra anúrico a pesar de una precarga y poscarga óptimas,
puede ser necesaria la hemodiálisis temprana en el receptor.
. Ante una dificultad temprana del injerto cardiaco Nivel de evidencia B
de incrementar el gasto cardiaco, la frecuencia cardiaca
se torna un factor útil para este propósito. Se sugiere la 20. En el banco de sangre deben sustraerse los leuco-
utilización en el perioperatorio y posoperatorio inmediato citos de los productos sanguíneos; cuando no es seguro
del isoproterenol para lograr una frecuencia cardiaca su- que la sangre carezca por completo de leucocitos deben
perior a los 100 latidos por minuto. usarse filtros leucorreductores ya que los leucocitos
Nivel de evidencia C constituyen una forma de transmisión de citomegalovirus.
Si el receptor es negativo a estos últimos, debe recibir
12. Luego del trasplante, el paciente debe egresar del de preferencia un injerto cardiaco y productos sanguíneos
quirófano con marcapasos epicárdicos auricular y ventri- negativos a citomegalovirus.
cular, independientemente de que se obtenga un ritmo Nivel de evidencia B
sinusal desde la estancia en el quirófano.
Nivel de evidencia B 21. Los productos sanguíneos, con excepción de las
células madre, deben radiarse de acuerdo con las reco-
13. En caso de incompetencia cronotrópica en el injer- mendaciones internacionales para reducir el riesgo de la
to a las tres semanas del trasplante cardiaco, se sugiere enfermedad de injerto contra huésped transmitida por
la colocación de un marcapaso definitivo de preferencia transfusión, dado que es una alteración de elevada morta-
uno con programación bicameral con modulación de fre- lidad; algunos centros sugieren no radiar el plasma, pero
cuencia (DDDR). esto es controversial .
Nivel de evidencia C Nivel de evidencia B
86 Eduardo Heberto Herrera-Garza et al

22. Es necesaria la administración de antibióticos pro- trimetoprim y sulfametoxazol a dosis de 360/800 mg,
filácticos en el quirófano antes de efectuar la incisión en respectivamente, cada tercer día por un mínimo por seis
la piel para el trasplante; dicho esquema se selecciona de meses. En caso de alergia a la fórmula mencionada, la
acuerdo con la sensibilidad a los antibióticos demostrada segunda alternativa es la dapsona (100 mg diarios), sin
en el hospital y debe cubrir la ora de la piel en particu- olvidar que ésta se metaboliza por la misma vía que el
lar estafilococos. itraconazol y deben observarse las mismas precauciones .
Nivel de evidencia B Nivel de evidencia B

23. Si el receptor del trasplante es portador de un dis- 30. La vigilancia del rechazo celular del injerto cardia-
positivo de apoyo ventricular o un marcapaso infectados co se establece mediante biopsias endomiocárdicas (obte-
de manera crónica, debe recibir en el perioperatorio an- nidas con frecuencia los primeros seis a 12 meses; puede
tibióticos seleccionados ajustados a la sensibilidad micro- ser factible, si las circunstancias lo permiten, efectuarlas
biológica demostrada por cultivos y antibiogramas. anualmente, o ante la sospecha clínica de rechazo, con o
Nivel de evidencia B sin compromiso hemodinámico).
Nivel de evidencia C
. La profilaxis contra citomegalovirus debe iniciarse
en las primeras 24 a 48 h tras la práctica del trasplante.
Clase IIa
Nivel de evidencia A
1. Cuando en las primeras horas o días después del
trasplante el paciente muestra signos clínicos o hemodi-
25. Se considera que un paciente tiene alto riesgo de
námicos de una clara disfunción ventricular progresiva, es
sufrir infección por citomegalovirus cuando muestra una
indispensable descartar el rechazo hiperagudo mediado
serología negativa y recibe un injerto o transfusión de
por anticuerpos, rechazo celular o taponamiento cardia-
donador con serología positiva. En esta circunstancia, se
co. Si a pesar de descartar esto e instituir un tratamiento
administra ganciclovir intravenoso en el receptor a dosis
adecuado el deterioro hemodinámico persiste, es preciso
de 5 a 10 mg/kg/día (la dosis debe ajustarse de acuer-
considerar la colocación de un dispositivo de apoyo ven-
do con la función renal); algunos centros suministran de
tricular percutáneo o quirúrgico, cualquiera que esté dis-
forma conjunta inmunoglobulina hiperinmunitaria para
ponible en el hospital donde sobrevenga el episodio.
citomegalovirus y se continúa en el alta hospitalaria con
Nivel de evidencia C
valganciclovir, 900 mg cada 12 h durante los primeros seis
meses tras el trasplante.
Nivel de evidencia A 2. Siempre que el paciente se encuentre bajo apoyo
con un dispositivo de asistencia ventricular y demuestre
26. En el receptor positivo a citomegalovirus debe ini- una mejoría clínica y funcional del injerto, corroborada
ciarse una terapia anticipada con ganciclovir intravenoso mediante estudios de gabinete cardiológico (ecocardio-
(a las mismas dosis recomendadas en el punto 24), segui- grafía, mejoría del gasto cardiaco, presiones pulmonares,
da en el egreso hospitalario de valganciclovir oral por seis etc.), se debe considerar el retiro del dispositivo de asis-
meses. tencia. Si en caso contrario, tras cuatro a cinco días de
Nivel de evidencia A asistencia ventricular no se reconoce mejoría o recupera-
ción funcional del injerto, es necesario considerar la co-
27. Una alternativa al tratamiento constante contra locación de ese paciente otra vez en lista para someterlo
citomegalovirus es la vigilancia ambulatoria de la antige- a un retrasplante.
nemia contra citomegalovirus; en caso de una exacerba- Nivel de evidencia C
ción de la antigenemia, se indica el valganciclovir a dosis
de 900 mg cada 12 h. . Los bloqueadores de los receptores y los blo-
Nivel de evidencia C queadores de los canales de calcio no dihidropiridínicos
pueden administrarse en receptores de trasplante para
. La profilaxis contra Aspergillus debe iniciarse una controlar la frecuencia en las taquiarritmias.
vez que se demuestre la estabilidad en el paciente, al Nivel de evidencia B
principio por la vía oral; se recomienda el itraconazol (200
mg diarios por esta vía) y la profilaxis se mantendrá por 4. Los antiarrítmicos de clase III como la amiodarona o el
un mínimo de seis meses. No debe perderse de vista que sotalol pueden indicarse con seguridad, en caso de requerirse
el metabolismo del itraconazol tiene lugar a través de la debido a su escasa interacción con los inmunosupresores.
CYP3A4, y la administración concomitante de fármacos Nivel de evidencia C
metabolizables por esta vía, o que tengan un efecto esti-
mulador o inhibidor de ella, altera las concentraciones y . La ultrafiltración se recomienda en caso de sobre-
efectos del itraconazol o bien éste modifica la acción de carga volumétrica y se alcanzan presiones venosas cen-
los otros fármacos. trales superiores a los 20 mmHg, a pesar de las maniobras
Nivel de evidencia B farmacológicas para estimular la diuresis.
Nivel de evidencia B
29. Siempre debe establecerse en el periodo pos-
trasplante la profilaxis contra Pneumocistys jiroveci (an- 6. Debido al acto quirúrgico y a la administración de
tes carinii); la primera elección es la combinación de esteroides, no es rara la aparición de hiperglucemia; en
Trasplante cardiaco 87

tal caso, se requiere una infusión de insulina intravenosa a trasplante cardiaco no ha demostrado ser superior a los
para mantener una glucemia por debajo de 200 mg/dl, en esquemas convencionales de inmunosupresión.
el control intraoperatorio y posoperatorio inmediato de Nivel de evidencia B
la terapia intensiva, o durante todo el internamiento si
es necesario. Clase III
Nivel de evidencia B 1. El análisis regular de los parámetros electrocardio-
gráficos ecocardiográficos o de resonancia magnética nu-
Inmunosupresión temprana clear cardiaca no están recomendados como medidas de
Clase I vigilancia ni como sustitutos de la biopsia endomiocárdica
1. El Comité de Trasplantes de cada centro debe de- en el seguimiento del rechazo del injerto cardiaco.
finir el esquema de inmunosupresión a seguir en su pro- Nivel de evidencia C
grama.
Nivel de evidencia B
2. No están recomendadas las determinaciones del
péptido natriurético cerebral, troponina I o C, proteína C
2. Se recomienda iniciar estatinas a dosis bajas en las
reactiva o marcadores in amatorios sistémicos como for-
primeras dos semanas después del trasplante, al margen
ma de vigilar el rechazo del injerto cardiaco.
de las cifras de colesterol del paciente, para aprovechar
Nivel de evidencia C
sus efectos pleiotrópicos que pueden generar una reduc-
ción de los episodios de rechazo celular.
Nivel de evidencia A Tratamiento del rechazo celular agudo acompaña-
do de síntomas
Clase IIa Clase I
1. El tratamiento con inhibidores de la calcineurina 1. El receptor de trasplante cardiaco con rechazo ce-
todavía se considera la piedra angular en los esquemas de lular agudo sintomático debe tratarse en un medio hospi-
inmunosupresión tras el trasplante cardiaco; no obstan- talario. Si existe compromiso hemodinámico a consecuen-
te, en virtud de su conocido efecto nefrotóxico, se han cia del rechazo celular (hipotensión, bajo gasto cardiaco,
adoptado esquemas de suspensión temprana de ellos o reducción de la fracción de expulsión de ventrículo iz-
esquemas combinados que incluyen dosis muy bajas de quierdo, etc.) el paciente debe recibir atención en una
ciclosporina o tacrolimus. unidad de terapia intensiva.
Nivel de evidencia B
Nivel de evidencia C
2. Los esquemas que incluyen sirolimus, mofetilo de
2. Los bloqueadores de los receptores de interleucina
micofenolato o everolimus han mostrado un efecto be-
2 no deben administrarse para revertir un episodio de re-
néfico en la reducción del inicio y progresión de la enfer-
chazo celular agudo.
medad coronaria del injerto, demostrado por ultrasonido
Nivel de evidencia C
intravascular, razón por la cual deben considerarse en los
esquemas convencionales de inmunosupresión.
3. La primera medida terapéutica para prevenir el
Nivel de evidencia B
rechazo celular agudo sintomático son los esteroides in-
3. En casos de deterioro grave de la función renal desde travenosos a dosis altas (cualquiera que sea la gravedad
el inicio de la recuperación del trasplante, es posible utilizar del rechazo celular) acompañados de optimización de la
un esquema de inmunosupresión libre de inhibidores de calci- terapia inmunosupresora coexistente (ciclosporina, tacro-
neurina, al combinar sirolimus, ácido micofenólico, mofetilo limus, sirolimus, ácido micofenólico, etc.).
de micofenolato o everolimus con los esteroides. Nivel de evidencia C
Nivel de evidencia B
4. Si tras 24 h de la administración de los este-
4. Es posible considerar la inducción de la inmunosu- roides intravenosos a dosis elevadas para atender un
presión con preparados de anticuerpos policlonales con la rechazo celular sintomático no hay signos de mejoría
intención de retardar la necesidad de iniciar los inhibido- clínica, se recomienda el tratamiento inmunosupresor
res de calcineurina si el riesgo de la aparición de insufi- citolítico con anticuerpos antitimocito o anticuerpos
ciencia renal temprana es muy elevado. monoclonales.
Nivel de evidencia B Nivel de evidencia C

Clase IIb 5. Al incrementar la inmunosupresión con dosis ele-


1. Los resultados de ensayos clínicos sugieren que los vadas de esteroides o terapia citolítica para atender un
esquemas que utilizan tacrolimus se vinculan con menores episodio de rechazo celular es necesario garantizar una
tasas de rechazo que la ciclosporina, aunque no con mejor profilaxis antimicrobiana contra gérmenes oportunistas.
sobrevida. Nivel evidencia C
Nivel de evidencia B
6. Dos semanas después de iniciar el tratamiento de
2. La utilización sistemática de la terapia inductora un episodio de rechazo celular se debe realizar una biop-
de inmunosupresión para todos los pacientes sometidos sia endomiocárdica para vigilar la respuesta celular al
88 Eduardo Heberto Herrera-Garza et al

tratamiento; se recomienda la vigilancia de la recupera- Constanzo MR, Taylor D, Burch M, et al. The International So-
ción de la función del injerto cardiaco con ecocardio- ciety of Heart and Lung Transplantation Guidelines for the
gramas seriados. care of heart transplant recipients. J Heart Lung Transplant
2010;29:914-956.
Nivel de evidencia C
Coons JC, Shullo M, Schonder K, et al. Terbutaline for cChrono-
tropic support in heart transplantation. Ann Pharmacother
Tratamiento del rechazo celular agudo asintomático 2004;38:586-589.
Clase I Cooper LT, Baughman KL, Feldman AM, et al. The role of endomyo-
cardial biopsy in the management of cardiovascular disease: a
1. El rechazo celular grave diagnosticado por biopsia
scientific statement from the American Heart Association the
endomiocárdica debe tratarse incluso en ausencia de sín- American College of Cardiology and the European Society of Car-
tomas o disfunción ventricular en el injerto cardiaco. diology. Endorsed by the Heart Failure Society of America and
Nivel de evidencia C the Heart Failure Association of the European Society of Cardio-
logy. J Am Coll Cardiol 2007;50:1914-1931.
2. El rechazo celular grave asintomático debe tratarse De la Zerda DJ, Cohen O, Beygui RE, et al. Alcohol use in donors is a
con dosis elevadas de esteroides intravenosos. protective factor in a recipients´ outcome after heart transplan-
Nivel de evidencia C tation. Transplantation 2007;83:1214-1218.
e anto L astroianni C omano et al. ole of sildenafil in acu-
te posttransplant right ventricular dysfunction: successful expe-
3. El rechazo celular moderado asintomático puede rience in 13 consecutive patients. Transplant Proc 2008;40:2015-
tratarse con esteroides orales o intravenosos. 2018.
Nivel de evidencia C Delgado DH, Miriuka SG, Cusimano RJ, et al. Use of basiliximab and
cyclosporine in heart transplant patients with preoperative renal
Clase IIa dysfunction. J Heart Lung Transplant 2005;24:166-169.
Dengler TJ, Gleissner CA, Klingenberg R, et al. Biomarkers after heart
1. La biopsia endomiocárdica de seguimiento se lleva
transplantation: nongenomic. Heart Fail Clin 2007;3:69-81.
a cabo dos a cuatro semanas tras el ajuste de la inmuno- Dvorak L, Pirk J, Cerny S, et al. The role of leukocyte deple-
supresión en casos de rechazo celular moderado o grave ting filters in heart transplantation early outcomes in pros-
asintomáticos. pective, randomized clinical trial. Eur J Cardiothorac Surg
Nivel de evidencia C 2006;30:621-627.
Eisen HJ, Tuzcu EM, Dorent R, et al. Everolimus for the prevention of
2. Si en la biopsia endomiocárdica de seguimiento no allograft rejection and vasculopathy in cardiac transplant reci-
se determina una resolución del grado de rechazo celular, se pients. N Engl J Med 2003;349:847-858.
Francis GS, Greenberg BH, Hsu DT, et al. ACCF/AHA/ACP/
recomienda el tratamiento inmunosupresor citolítico.
HFSA/ISHLT 2010 clinical competence statement on mana-
Nivel de evidencia C gement of patients with advanced heart failure and car-
diac transplant: a report of the ACCF/AHA/ACP Task Force
Bibliografía on Clinical Competence and Training. J Am Coll Cardiol
2010;56:424-453.
Agarwal P, Ray VL, Choudhury N, et al. Effect of pre-storage gamma Goland S, Czer LS, Coleman B, et al. Induction therapy with thymo-
irradiation on red blood cells. Indian J Med Res 2005;122:385- globulin after heart transplantation: impact of therapy duration
387. on lymphocyte depletion and recovery, rejection and cytome-
Ardehali A, Huges K, Sadeghi A, et al. Inhaled nitric oxide for pulmo- galovirus infection rates. J Heart Lung Transplant 2008;27:1115-
nary hypertension after heart transplantation. Transplantation 1121.
2001;72:638-641. Goldsmith KA, Demiris N, Gooi JH, et al. Life years gained by redu-
Arora S, Gullestad L, Wergeland R, et al. Probrain natriuretic peptide cing donor heart ischemic times. Transplantation 2009;87:243-
and C reactive protein as markers of acute rejection, allograft 248.
vasculopathy and mortality in heart transplantation. Transplan- Green H, Paul M, Vidal L, et al. Prophylaxis of Pneumocystis pneu-
tation 2007;83:1308-1315. monia in immunocompromised non HIV infected patients: Syste-
Boyle JM, Moualla S, Arrigain S, et al. Risk and outcomes of acute matic review and meta-analysis of randomized controlled trials.
kidney injury requiring dyalisis after cardiac transplantation. Am Mayo Clin Proc 2007;82(9):1052-1059.
J Kidney Dis 2006;48:787-796. Grimm M, Rinaldi M, Yonan NA, et al. Superior prevention of acu-
rie e A rishnamani ocha et al. n uence of donor cocaine te rejection by tacrolimus vs cyclosporine in heart transplant
use on outcome after cardiac transplantation: analysis of the recipients—a large European trial. Am J Transplant 2006;6:1387-
United Network for Organ Sharing Thoracic Registry. J Heart 1397.
Lung Transplant 2008;27:1350-1352. Groentzner J, Meiser B, Landwehr P, et al. Replacement of calci-
Carrier M, Leblanc MH, Perrault LP, et al. Basiliximab and rabbit anti- neurin-inhibitors with sirolimus as primary immunosuppression
thymocyte globulin for prophylaxis of acute rejection after heart for late cardiac transplant recipients with chronic renal failure.
transplantation: a non inferiority trial. J Heart Lung Transplant Transplantation 2004;77:568-574.
2007;26:258-263. Groetzner J, Meiser B, Landwehr P, et al. Mycophenolate mofetil
Chee YL, Crawford JC, McCrindle BW, et al. Guidelines on the as- and sirolimus as calcineurin inhibitor-free immunosuppression
sessment of bleeding risk prior to surgery or invasive procedures. for late cardiac transplant recipients with chronic renal failure.
British Committee for Standards in Haematology. Br J Haematol Transplantation 2004;77:568-574.
2008;140:496-504. Hanley JP. Warfarin reversal. J Clin Pathol 2004;57:1132-1139.
Chin C, Pittson S, Luikart H, et al. Induction therapy for pediatric Hauer D, Beiras–Fernandez A, Kur F, et al. The management of severe
and adult heart transplantation: comparison between OKT3 and primary graft failure after cardiac transplantation. J Cardiotho-
daclizumab. Transplantation 2005;80:477-481. rac Vasc Anesth 2009;23:203-205.
Constanzo uglin altzberg et al. ltrafiltration versus Hershberger RE, Starling RC, Eisen HJ, et al. Daclizumab to pre-
intravenous diuretics for patients hospitalized for acute decom- vent rejection after cardiac transplantation. N Engl J Med
pensated heart failure. J Am Coll Cardiol 2007;49:675-683. 2005;352:2705-2713.
Trasplante cardiaco 89

Holt ND, Mc Comb JM. Cardiac transplantation and pacemakers: Pedotti P, Matucci DA, Gabbrielli F, et al. Analysis of the complex
when and what to implant. Card Electrophysiol Rev 2002;6:140- effect of donor´s age on survival of subjects who underwent
151. heart transplantation. Transplantation 2005;80:1026-1032.
Hussey JC, Bonser RS, Rudge CJ. Ischaemia time in cardiac transplan- Perrottet N, Decosterd L, Meylan P, et al. Valganciclovir in adult
tation: A UK national study. J Heart Lung Transplant 2006;25:115. solid organ transplant recipients: pharmacokinetic and phar-
Ibrahim M, Hendry P, Masters R, et al. Management of acute seve- macodynamic characteristics and clinical interpretation of
re perioperative failure of cardiac allografts: a single-centre plasma concentration measurements. Clinical Pharmacokinetics
experience with a review of the literature. Can J Cardiol 2009;48:399-418.
2007;23(5):363-367. Quin JA, Tauriainen MP, Huber LM, et al. Predictors of pericardial
Keogh A, Richardson M, Ruygrok P, et al. Sirolimus in de novo heart effusion after orthotopic heart transplantation. J Thorac Cardio-
transplant recipients reduces acute rejection and prevents coro- vasc Surg 2002;124:979-983.
nary artery disease at 2 years: a randomized clinical trial. Circu- Raichlin E, Khalpey Z, Kremers W, et al. Replacement of calcineurin
lation 2004;110:2694-2700. inhibitors with sirolimus as primary immunosppression in stable
Kobashigawa JA, Miller LW, Russell SD, et al. Tacrolimus with myco- cardiac transplant recipients. Transplantation 2007;84:467-474.
phenolate mofetil (MMF) or sirolimus vs cyclosporine with MMF Rajagopal V, Steahr G, Wilmer CI, et al. A novel percutaneous mecha-
in cardiac transplant patients: 1 year report. Am J Transplant nical biventricular bridge to recovery in severe cardiac allograft
2006;6:1377-1386. rejection. J Heart Lung Transplant 2010;29:93-95.
Kobashigawa JA, Moriguchi JD Laks H, et al. Ten year follow up of a Segovia J, Rodriguez-Lambert JL, Crespo-Leiro MG, et al. A rando-
randomized trial of pravastatin in heart transplant patients. J mized multicenter comparison of basiliximab and muronomab
Heart Lung Transplant 2005;24:1736-1740. (OKT3) in heart transplantation: SIMCOR study. Transplantation
Kobashigawa JA, Tobis JM, Mentzer RM, et al. Mycophenolate mofetil 2006;81:1542-1548.
reduces intimal thickness by intravascular ultrasound after heart Shanahan A, Malani P, Kaul D. Relapsing cytomegalovirus infection in
transplant: reanalysis of the multicenter trial. Am J Transplant solid organ transplant recipients. Transplant Infectious Disease
2006;6:993-997. 2009;11:513-518.
Kubak BM, Gregson AL, Pegues DA, et al. Use of hearts transplanted Shulman S, Bijsterveld NR. Anticoagulants end their reversal. Trans-
from donors with severe sepsis and infectious deaths. J Heart fus Med Rev 2007;21:37-48.
Lung Transplant 2009;28:260-265. Stehlik J, Starling RC, Movsesian MA, et al. Utility of long term sur-
Kuppahally S, Valantine H, Weishaar D, et al. Outcome in cardiac veillance endomyocardial biopsy: a multi-institutional analysis. J
recipients of donor hearts with increased left ventricular wall Heart Lung Transplant 2006;25:1402-1409.
thickness. American Journal of Transplantation 2007;7(10):2388- Theodoraki K, Tsiapras D, Tsourelis L, et al. Inhaled iloprost in
2395. eight heart transplant recipients presenting with post-bypass
Liu MZ, Wang JH, Du J, et al. Impact of pulmonary hypertension acute right ventricular dysfunction. Acta Anaesthesiol Scand
on early hemodynamics after orthotopic heart transplantation. 2006;50:1213-1217.
Zhoghua Yi Xue Za Zhi 2007;87:2618-2622. Tigen E, Tigen K, Karaahmet T, et al. Concomitant Aspergillus and Ci-
Mattei MF, Redonnet M, Gandjbakhch I, et al. Lower risk of infectious tomegalovirus infection in heart transplant: early diagnosis is the
deaths in cardiac transplant patients receiving basiliximab ver- key to successful treatment. Exp Clin Transplant 2009;7:168-172.
sus anti-thymocyte globulin as induction therapy. J Heart Lung Vaseghi M, Boyle NG, Kedia R, et al. Supraventricular tachycardia
Transplant 2007;26:693-699. after orthotopic cardiac transplantation. J Am Coll Cardiol
McIlroy DR, Silvers AJ. Recombinant factor VIIa for life-threatening 2008;51:2241-2249.
bleeding in high-risk cardiac surgery despite full-dose aprotinin. Weis F, Beiras-Fernandez A, Kacsmarek I, et al. Levosimendan: a
Anesthesia & Analgesia 2004;99:27-30. new therapeutic option in the treatment of primary graft dys-
Mehra MR, Zucker MJ, Wagoner L, et al. A multicenter prospective, function after heart transplantation. J Heart Lung Transplant
randomized double blind trial of basiliximab in heart transplan- 2009;28:501-504.
tation. J Heart Lung Transplant 2005;24:1297-1304. Wilmot I, Kanter KR, Vincent RN. OKT3 treatment in refractory
Meiser B, Reichart B, Adamidis B, et al. First experience with de novo pediatric heart transplant rejection. J Heart Lung Transplant
calcineurin-inhibitor-free immunosuppression following cardiac 2005;24:1793-1797.
transplantation. Am J Transplant 2005;5:827-831. Wilson M, Weinreb J, Hoo GW. Intensive insulin therapy in critical
Morales DL, Garrido MJ, Madigan JD, et al. A double-blind rando- Care: a review of 12 protocols. Diabetes Ccare 2007;30:1005-
mizedt rial: prophylactic vasopressin reduces hypotension after 1011.
cardiopulmonary bypass. Ann Thorac Surg 2003;75:926-930. Zakliczynski M, Nozynnski J, Zakliczynska H, et al. Diagnosis and
Park MH, Starling RC, Ratliff NB, et al. Oral steroid pulse without treatment of steroid resistant cellular rejction in heart trans-
taper for the treatment of asymptomatic moderate cardiac allo- plant recipients—single center experience. Ann Transplant
graft rejection. J Heart Lung Transplant 1999;18:1224-1227. 2003;8:25-36.
Patel ND, Weiss ES, Nwakanma LU, et al. Impact of donor to recipient Zieroth S, Ross H, Rao V, et al. Permanent pacing after cardiac
weight ratio on survival after heart transplantation. Circulation transplantation in the era of extended donors. J Heart Lung
2008;118:S83-S88. Transplant 2006;25:1142-1147.
Arch Cardiol Mex 2011;81(Supl. 2):90-93

www.elsevier.com.mx

ANEXO

Adscripción de participantes del consenso

Dra. Janet Silvia Aguirre Sánchez


Subjefe del departamento de Medicina Crítica “Dr. Mario Shapiro”
Centro Médico ABC Campus Observatorio
e_mail: jaguirre@abchospital.com
Dr. Juan Carlos Alonso Mercado
Médico adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, México D.F.
e_mail: jace290698@hotmail.com
Dr. Jorge Alejandro Amaro Camacho
Médico adscrito Encargado de la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios y Terapia Posquirúrgica Cardiovascular,
Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán
e_mail: chomac7@hotmail.com
Dr. Sergio Arévalo Espinoza
Jefe de Terapia Intensiva y Enseñanza. Hospital CIMA. Monterrey Nuevo León
e-mail: sarevaloe@cimamonterrey.com
Dr. Francisco Martin Baranda Tovar
Jefe de la Terapia Intensiva Posquirúrgica Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: francisco_baranda@yahoo.com.mx
Dr. Edgar G. Bautista Bautista
Jefe del Departamento de Medicina Crítica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Ville-
gas”, INER.
e_mail: ebegbautista1@gmail.com
M. en C. Gabriela Borrayo Sánchez
Jefe de la División de Cardiología. UMAE Hospital de Cardiología, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS
e_mail: gborrayos@yahoo.com.mx
M. en C. Eduardo Bucio Reta
Médico adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: ebureta@yahoo.com.mx
Dr. Jesús Alberto Carrillo Rojas
Médico adscrito a la Unidad de Terapia Intensiva Posquirúrgica Dr. Gaudencio González Garza Centro Médico Nacional
la Raza IMSS. Distrito Federal, México.
e_mail:acarrillorojas@gmail.com
Dr. Ulises Cerón Díaz
Médico adscrito de la Terapia Intensiva Hospital Español, México DF
e_mail: ulicesceron@prodigy.net.mx

1405-9940/$ - see front matter © 2011 Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
Dr. Guillermo Cueto Robledo
Jefe de la Terapia Respiratoria del Hospital General de México
e_mail: gmocue3@hotmail.com
M. en C. Eduardo Julián Chuquiure Valenzuela
Médico adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: echuquiurev@yahoo.com
Dr. Manuel Antonio De la Viña
Médico Cardiólogo adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica. Unidad Médica de Alta Especialidad No. 34 IMSS.
Monterrey Nuevo León
Dr. Guillermo Fernández de la Reguera
Subdirector de Especialidades Médico Quirúrgicas del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: gf_reguera@yahoo.com
Dr. Fernando Flores Figueroa
Cardiólogo del Instituto Cardiovascular Guadalajara Jalisco
e mail f oresfigueroa hotmail.com
Dr. Jaime Galindo Uribe
Medico adscrito al servicio Cardiología Clínica y Coordinador de Cuidados Perioperatorios Cardiovasculares del Institu-
to Nacional de Ciencias Medicas y Nutrición Salvador Zubirán
e_mail: galindouribe@hotmail.com
Dra. Sandra García López
Dirección Servicio de Cardiología Hospital Médica Sur
M. en C. Martín Horacio Garrido Garduño
Director Médico del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS.
e_mail: martin_garrido@terra.com.mx
Dr. Octavio González Chon
Dirección Académica Enseñanza Médica Sur
e_mail: ogchon@medicasur.org.mx
Dr. Marco Antonio Hernández Mercado
Jefe de Terapia Posquirúrgica Cardiovascular y Unidad Coronaria . Centro Médico ISSEMYM Toluca, Estado de México.
e-mail: drmarcohdez@gmail.com
Dr. Valentín Herrera Alarcón
Jefe del departamento de Cirugía Cardiovascular del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: alarconv@yahoo.com
Dr. Eduardo Heberto Herrera Garza
Coordinador de trasplantes UMAE 34 IMSS
e_mail: eduardoherreragarza@gmail.com
Dr. Raúl Izaguirre Ávila
Jefe del servicio de Hematología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail; Izaguirre@yahoo.com
Dr. José Luis Herrera Garza
Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González UANL, Monterrey NL
e_mail: joseluis_hega@hotmail.com
Dr. Nurivan López Madrigal
Especialista en Terapia Intensiva Posquirúrgica Cardiovascular
e_mail: nuriloma@hotmail.com y nurivanlm@yahoo.com.mx
Dr. Drander M López Pineda
Subdirector de Terapia Intensiva Polivalente CEDIMAT
e_mail: drander_lopez@hotmail.com
M. en C. Dra. Ma. Alejandra Madrid Miller
Jefatura de la División de Investigación en Salud. U.M.A.E. Hospital de Cardiología C.M.N. SXXI
e_mail: akmadrid@prodigy.net.mx
Dra. Julisa Martínez Monter
Jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Ángeles Pedregal, México DF
e_mail: monterjul@hotnail.com
Dr. Leonel Martínez Ramírez
Cardiólogo adscrito a la Unidad de Cuidados Coronarios del Hospital de Alta Especialidad de PEMEX Picacho
e_mail: leonelm68@hotmail.com
Dr. Carlos Martínez Sánchez
Jefe del Servicio de Urgencias y Unidad Coronaria del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
M. en C. Luz Elena Medina Concebida
Médico Especialista adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica Cardiovascular. UMAE Hospital de Cardiología, Centro
Médico Nacional Siglo XXI, IMSS
e_mail: lemc_m@yahoo.com.mx
Dra. Beatriz Carolina Mendoza Pérez
Adscrita a la Unidad de Cuidados Intensivos Posoperatorios. U.M.A.E. Hospital de Cardiología C.M.N. SXXI
e_mail: beatrix77@hotmail.com
Dr. Javier Molina Méndez
Jefe del servicio de Anestesiología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez México DF
Dr. Rogelio Mondragón Galicia
Médico Cardiólogo especialista adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios del Hospital de Alta especiali-
dad PEMEX Picacho.
e_mail: rogmongall@hotmail.com
Dr. Julio David Molina Gamboa
Especialidad: Medicina Interna e Infectologia Clínica (INNSZ)
e-Mail: julio.molina@udicem.org.mx
Dra. Agustina Moreno González
Médico adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
e_mail: amgmc@hotmail.com
M. en C. Silvio A. Ñamendys Silva
Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Instituto Nacional de Cancerología, México DF
e_mail: snamendys@incan.edu.mx
Dr. Víctor Ochoa Pérez
Médico Cardiólogo adscrito al servicio de Hemodinamia del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, México DF
Dra. Consuelo Orihuela Sandoval
Médico adscrito al servicio de Cardiología Clínica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zu-
birán, México DF
e-mail: c_orisan@hotmail.com
Dr. Oscar Alejandro Ortega Durán
Departamento Cirugía Cardiaca UMAE 34 Monterrey Nuevo León
e_mail: oscarortegad@yahoo.com
Dr. Jorge Oseguera Moguel
Jefe del departamento de Cardiología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición –Salvador Zubirán
e_mail : jomcardio@gmail.com
Dr. Alex Pacheco Bouthillier
Adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos Posoperatorios. U.M.A.E. Hospital de Cardiología C.M.N. SXXI
e_mail: alexpachecob@gmail.com
Dra. Ma. Elena Reyes Sánchez
Médico adscrito a la Unidad de Terapia Intensiva Posquirúrgica Dr. Gaudencio González Garza Centro Médico Nacional
la Raza IMSS. Distrito Federal, México
e_mail: helenintensive@yahoo.com.mx
Dr. Eduardo Rivero Sigarroa
Jefe de Departamento Unidad de Terapia Intensiva, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zu-
birán”
e_mail: edrivero@prodigy.net.mx
Dr. Manuel Ruiz Goytortua
Médico adscrito a la Terapia Intensiva Posquirúrgica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez
M. en C. Luis Efren Santos Martínez
Jefe del Departamento de Cardioneumología, UMAE Hospital de Cardiología, Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS.
e_mail: lefren@hotmail.com y sanlui@cardiologia.org.mx
M. en C. Gustavo Sánchez Miranda
Jefe Unidad Coronaria Centro Médico ABC Campus Observatorio
e_mail: gusami@hotmail.com y gsanchezm@abchospital.com
Dr. Gabriel Israel Soto Nieto
Especialista Medicina Interna
e_mail; gisn@yahoo.com
Clave  de  almacén:  FP:  05031411-­F

También podría gustarte