Está en la página 1de 5

63

La diversidad,
¿obstáculo
u oportunidad?
Ana Cristina Abad Restrepo
Jefe Universidad de los niños EAFIT

Imagen: Juegos con el cuerpo para explorar los estados de la materia


en el taller ¿Cómo flota un barco? 2014
64 Catalejo

“Sólo nos resultaría posible percibir, escu-


char y adivinar al otro, abriendo nuestros
sentidos y haciendo pensar a nuestro co-
razón sobre la perturbación que en noso-
tros produce su posible presencia”.
Nuria Pérez de Lara Ferré

La diversidad es uno de los principios que guían el trabajo de la Universidad


de los niños EAFIT. Contar con niños de contextos socioeconómicos y
culturales diversos es una de las riquezas del programa, pero también
uno de sus mayores retos. Este artículo plantea cómo este asunto se vive
entre los participantes al interior de los talleres.

Diversidad es una de esas palabras que En la Universidad de los niños, la diver-


han sido usadas de múltiples formas en sidad ha sido uno de los principios que
los discursos educativos institucionales permanecen desde la creación del pro-
del momento. Se habla de diversidad en grama en 2005. EAFIT se convierte en un
los planes políticos de desarrollo, en los lugar de acogida donde los participantes
tratados institucionales, en los manua- pueden ser ellos mismos, manifestar su
les de convivencia. singularidad y expresar sus ideas.

“Educar para la diversidad” y “aceptar y Niños y jóvenes de diferentes condicio-


respetar la diferencia”, son frases que se nes culturales y económicas, de colegios
repiten una y mil veces. Pareciera que públicos y privados, de múltiples zonas
con solo escribir esta palabra, nombrarla de Medellín y sus alrededores, vienen una
y repetirla, ya se hubiera logrado el co- vez al mes a la Universidad EAFIT a par-
metido. Pero como dice el refrán popular: ticipar activamente de talleres de comu-
“del dicho al hecho, hay mucho trecho”. nicación de la ciencia que les permiten
acercarse a la investigación y al conoci-
Desde una visión crítica, entendemos la miento producido en esta Institución.
diversidad en la educación como el acto
de educar en la diferencia. Como “una Pero, ¿cómo darle sentido a esta diver-
puesta a disposición del otro, de todo sidad?; ¿cómo describirla en nuestros
aquello que le posibilite ser distinto de lo participantes?; ¿inciden las diferencias
que es en algún aspecto. Una educación de origen y de oportunidades en las rela-
que apueste a transitar por un itinerario ciones de unos y otros, y en la construc-
plural y creativo, sin reglas rígidas que de- ción colectiva de conocimiento?; ¿qué
finan los horizontes de posibilidad” (Dus- dilemas aparecen?; ¿qué aprendizajes se
chatzky y Skliar, 2001:210). Ahora bien, han obtenido al observar este principio
¿cómo volver este enunciado acción? en la práctica? Dichas preguntas, que
Diversidad 65

acompañan el día a día de los talleres, diferencia: el otro se convierte en ame-


son las que guían la intención de este naza.
artículo.
Esto hace que la interacción comuni-
Pensar la diversidad cativa entre los niños se bloquee en los
primeros encuentros y, por consiguiente,
desde diferentes la disposición a escuchar sea selectiva.
perspectivas En medio de esa extrañeza, el otro es
visto con una actitud crítica y bajo cali-
Con Duschatzky y Skliar (2001), hay tres ficativos negativos. Hay exceso de auto
formas de pensar la diversidad y de re- aprobación y esto hace que aquel que se
conocer al otro: parece a mí sea aceptado y el que rompe
con la línea, sea rechazado o percibido
El otro como fuente de todo mal (si no como amenazante, peligroso.
cumple con el estereotipo, se le asignan
de inmediato calificativos negativos); el Veo y convivo con el otro como un extraño:
otro como un sujeto con una marca cul- quienes miran las relaciones interper-
tural (no hay ninguna identificación con sonales bajo esta lupa, reconocen y evi-
él; hay reconocimiento de la diferencia, dencian las diferencias, pero no están
pero no hay interés en dejarse permear en ningún momento interesados en ar-
por ella); y el otro como alguien a tolerar ticularse con el otro. Al estar amparados
(hay respeto, se soporta, así repugnen en una cultura, en creencias y estilos de
sus opiniones). vida homogéneos, identidades plenas,
tienen marcas únicas de identificación
Si trasladamos estas miradas a la Uni- que obstaculizan las posibilidades del
versidad de los niños EAFIT, aparecen diálogo y la mezcla.
cuatro distintas maneras de asumir la
diversidad y entender las diferencias Lo anterior, produce relaciones en las
entre los participantes: que se hacen recorridos turísticos por la
vida de aquel que es distinto y no tiene
Me enfrento al otro como una amenaza: las mismas oportunidades, para seguir
bajo esta mirada, quien se sale de los viéndolo desde el déficit. Así, hay auto-
moldes estereotipados o no cumple con rización para que el otro continúe siendo
lo establecido, con la norma imperante, “ese otro”, pero desde la lejanía.
es visto como alguien negativo.
Existen, en la Universidad de los niños
Para los niños y jóvenes en la Univer- EAFIT, actividades que propician un lu-
sidad de los niños EAFIT, la novedad de gar privilegiado de conversación o in-
los primeros encuentros –el entorno, los cluso, actividades corporales donde hay
compañeros, la metodología y las activi- necesidad de tomarse de la mano con
dades propuestas– da lugar, en algunas alguien que no se conoce, asunto que
ocasiones, a expresiones de rechazo y produce miradas de extrañeza entre al-
una necesidad de poner en evidencia la gunos participantes.
66 Catalejo

Así mismo, se evidencian expresiones ponibilidad para llevar a cabo actividades


de indiferencia y rechazo a la idea de del taller donde se ponga en evidencia el
trabajar en equipo, pues para estos ni- pensamiento crítico y reflexivo.
ños las actividades no se pueden hacer
si no es de la manera a la que se está El otro como alguien legítimo con el que
acostumbrado (pesa la marca, la brecha puedo conversar y a quien me interesa
cultural). El otro no es legítimo, genera escuchar: hay también participantes
novedad y aunque dirijo la mirada hacia que, sin importar la condición, son par-
él, hay desinterés en la implicación real ticipativos (desde diferentes expresio-
(en algunas ocasiones por inseguridad, nes) y capaces de entablar vínculos con
en otras por desmotivación). conciencia de la diferencia. Se estable-
cen relaciones sin importar quien sea el
El otro existe, pero me ausento: en esta otro, y hay una disposición a escuchar y
categoría, aparece la tolerancia frente a a conversar.
la diferencia, con el propósito de evitar
la implicación con el otro. Es preferible Son niños y jóvenes que traen consi-
permanecer sin criterio para evitar el go un trayecto familiar y cultural y una
conflicto. manera de relacionarse que les permite
ver al otro y reconocerlo genuino en la
Según la Real Academia de la Lengua conversación, independiente de su bre-
Española, tolerancia significa respeto cha social o de género. Con este grupo,
y consideración hacia las opiniones de las actividades fluyen y logran cumplir
los demás, así repugnen a las nuestras. con los objetivos propuestos.
De esta forma, “la tolerancia debilita las
diferencias discursivas y enmascara las Los participantes que llevan más de tres
desigualdades. Cuanto más polarizado años en el programa, van cambiando
se presenta el mundo y más proliferan sus maneras de relacionarse entre ellos.
todo tipo de búnkeres, más resuena el Cada año que transcurre, logran inte-
discurso de la tolerancia y más se tole- ractuar y conversar con el otro desde su
ran las formas inhumanas de vida” (Dus- subjetividad y con la idea de construir
chatzky y Skliar, 2001: 208). Al evitar las colectivamente, de co-crear.
contaminaciones, las mezclas, las dis-
cusiones, se sufre una especie de men-
tira en la manera de relacionarnos con Una visión crítica de
el otro. la diversidad
En la Universidad de los niños EAFIT, Los participantes pueden transitar en-
quienes se relacionan amparados bajo tre estas cuatro maneras de asumir la
esta categoría, están por inercia y sin una diversidad. De acuerdo a sus circunstan-
concernida disposición a estar presentes. cias particulares y a su contexto de vida,
Así, aunque hay un reconocimiento del cada uno, desde su singularidad, va de-
otro en la diferencia, se observa dificul- finiendo su manera de relacionarse con
tad para el trabajo en equipo y poca dis- el otro. Así, la metodología desarrollada
Diversidad 67

por la Universidad de los niños EAFIT obstáculos en la interacción. Al contra-


pretende que se entablen relaciones más rio, es una oportunidad para enriquecer
concernidas y con consciencia del otro. las posibilidades de integración social
que se dan en el programa.
El proceso de cada taller y los dispositi-
vos pedagógicos puestos al servicio de Este primer ejercicio de observación
los participantes, no tienen ninguna in- frente a los participantes y sus maneras
tención de homogenizar o de esconder de construir colectivamente conocimien-
dichas disparidades. Todo lo contrario, to, permite a la Universidad de los niños
permiten que el reconocimiento de esa EAFIT afirmar que no basta con hacer
perturbación causada por la diferencia, concurrir, en un mismo espacio, a niños
amplíe las posibilidades de relacionarse. de distintas proveniencias y contextos
socio-económicos; tampoco es suficiente
Así, la diversidad se convierte en una con uniformarlos con la misma camiseta
oportunidad para entender las posibili- o proponer el círculo como figura de los
dades que ofrece el otro y para recono- encuentros. Es necesario, además, desa-
cer que, finalmente, cada niño y joven es rrollar estrategias discursivas y simbó-
tan parecido a todos los demás, como a licas para que la diversidad se entienda
la vez diferente. y asuma desde su sentido más complejo
y, de este modo, conduzca a la inclusión
A partir de lo anterior, se plantean las si- social que busca el programa.
guientes preguntas para continuar con
la reflexión: ¿cómo sostener en la Uni- Bibliografía
versidad de los niños espacios donde se
reconozcan las subjetividades diferen- Duschatzky, Silvia y Carlos Skliar, (2001), “Los nom-
ciadas, sin necesidad de homogeneizar bres de los otros. Narrando a los otros en la cultura
y en la educación”, en Jorge Larrosa y Carlos Skliar,
ni uniformar?,“¿existe alguna probabi- eds., Habitantes de Babel. Políticas y poéticas de la dife-
lidad de encontrar al otro, alguna posi- rencia, Barcelona, Editorial Laertes.
bilidad de ofrecernos a ese ser-otro del González Placer, Fernando (2001), “El Otro hoy, una
otro, sin devorarlo inmediatamente, sin ausencia permanentemente presente”, en Jorge
reconstruirlo y petrificarlo con nuestros Larrosa y Carlos Skliar, eds., Habitantes de Babel. Po-
líticas y poéticas de la diferencia, Barcelona, Editorial
benditos criterios humanitarios y nues- Laertes.
tra santísima voluntad liberadora?, ¿que-
rremos algún día suspender nuestros
principios de identificación, de visión, de
jerarquización y clasificación?, ¿podre-
mos?, ¿sabremos?” (González, 2001:143).

Reconocer la diversidad con una visión


crítica –tanto en los niños, como en los
investigadores, los talleristas e incluso
en el equipo coordinador– permite evi-
tar que las diferencias emerjan como

También podría gustarte