Páginas DesdeThe Invisible War

Machine Translated by Google
la guerra invisible
EL PANORAMA DE LA CONTINUACIÓN
CONFLICTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL
GRANERO DONALD GREY
2
Prefacio
Dos características del ministerio del difunto Dr. Donald Gray Barnhouse hicieron
que su testimonio fuera único: su tremenda percepción de las Escrituras y su
notable habilidad para llevar las verdades que recogió de su estudio al laico
cristiano de tal manera que la Biblia cobrar vida. Aquellos que han oído enseñar al
Dr. Barnhouse, y aquellos que han leído sus escritos, pueden testificar que esto es
cierto.
En esta serie de estudios sobre La Guerra Invisible, el Dr. Barnhouse exploró un

tema que rara vez tocan los estudiantes de la Biblia: el gran conflicto que existe en
el reino de los espíritus. Aunque la humanidad no la reconoce casi en su totalidad,
esta guerra afecta, de una forma u otra, la vida de cada persona en la tierra y
especialmente la vida del hijo de Dios.
El Dr. Barnhouse rastrea el vasto conflicto espiritual hasta el período anterior al

comienzo de los Tiempos y, paso a paso, sigue su desarrollo hasta la batalla final
de voluntades al final de los Tiempos. En estas páginas, las preguntas que durante
mucho tiempo han preocupado a las personas pensantes acerca de las pruebas,
los sufrimientos y las dificultades de la vida, tienen una respuesta clara. Aquí
también hay sugerencias prácticas para enfrentar los obstáculos de la vida. Aquí
hay explicaciones sensatas y sensatas para la existencia continua del bien y el mal
en la tierra en lo que parece ser un tira y afloja sin fin. De manera brillante, el autor
ha alargado el panorama del Tiempo y enfocado sobre él la luz iluminadora de la Eternidad.
Tuve el privilegio de sentarme bajo el ministerio de enseñanza del Dr. Barnhouse

durante unos diez años y, más tarde, estar asociado con él en su trabajo durante
los últimos años de su vida abruptamente corta. Muchas de las ideas y conceptos
que se encuentran en estas páginas me llegaron con verdadera fuerza y bendición
cuando los impartió oralmente en su iglesia y clases bíblicas y, más tarde, en las
páginas de Eternity, la revista mensual que fundó.
3
Por lo tanto, estoy encantado de poder escribir este prefacio para el excelente
estudio de un maestro de la Biblia cuyo ministerio tuvo un efecto tan duradero en
mi propia vida y en la vida de tantas personas cristianas en todo el mundo. Estoy
seguro de que este libro ocupará su lugar como uno de los más grandes que
escribió el Dr. Barnhouse durante su vida, al revelar un área completamente nueva
de la verdad bíblica para muchos lectores que nunca antes habían contemplado
esta batalla invisible que involucra a Dios, Satanás, ángeles, demonios y la
humanidad. De hecho, no conozco ningún otro libro disponible en la actualidad que
ofrezca un tratamiento tan completo de un tema tan complejo.
Herbert Henry Ehrenstein
Director de Estudios Bíblicos de la

Fundación Evangélica, Inc.
4
Tabla de contenidos
1. El Gran Intervalo
Lucifer 2. 6 21,
3. Dos testamentos 29 39,
4. 5. La primera bocanada de polvo 49 60
El reinicio del escenario 76
6. El hombre del primer ataque 86
de Satanás, una baja 7. 8. 98, 107
Los Artículos de Guerra 117. 127
9. Dios anuncia la victoria 10. 135, 145
La organización de Satanás 11. La 156, 164
batalla del alma 12. Las artimañas 157, 179
de Satanás 13. El mundo, la carne y 191, 201
el diablo 14. Satanás y la historia 15. La batalla de 212, 221
la cruz 16. La gran frustración de Satanás 17. La 233, 253
El Cielo y el Tiempo 18. Las Fases de Su Venida 264, 272
286, 295
310, 321
333, 346
5
1. EL GRAN INTERVALO
Un oriental que circulaba en automóvil por la gran zona suroeste de nuestro país estudió un
mapa para trazar su itinerario. Decidió que quería ver el Gran Cañón del río Colorado y luego
seguir hacia el norte hasta Utah para echar un vistazo a algunas de las otras maravillas
naturales del Oeste. La ruta que dibujó en el mapa requería un viaje directo hacia el norte,
cruzando el Gran Cañón desde el borde sur al norte. Sin embargo, a un amigo que conocía el
país le tomó varios minutos darse cuenta de que la pequeña brecha de quince millas, que
apenas se mostraba en un mapa pequeño, no estaba salvada por ningún camino; y que, para
llegar desde El Tovar por el sur hasta Ángel Brillante por el norte, era necesario conducir
durante horas por caminos desérticos. Para el observador casual, parecía increíble que no
hubiera alguna forma de unir las dos grandes carreteras que se acercan tanto. Pero, cuando
el turista se paró en el borde sur del Cañón y vio el abismo de una milla de profundidad de
tierra retorcida y torturada, se dio cuenta de por qué su amigo le había dicho que pusiera un
día extra de conducción en su itinerario. Había una brecha que no podía salvarse, pero que
había que rodear en un amplio rango.
Un gran golfo arreglado
Se nos recuerda esto cuando leemos los dos primeros versículos de la Biblia.
Probablemente uno de los errores más comunes en la interpretación bíblica es la idea de que
el primer versículo de Génesis y el segundo versículo están estrechamente relacionados en el
tiempo. Este error lleva a muchos lectores a creer que Dios había creado originalmente la
tierra en forma caótica. Sus mentes son conducidas al borde del primer versículo: "En el
principio creó Dios los cielos y la tierra", y con demasiada facilidad suponen que es posible
pasar directamente al versículo siguiente: "Y la tierra estaba desordenada y vacía". , y las
tinieblas cubrieron la faz del abismo".
6
Sin embargo, no hay duda de que entre los dos hay un gran abismo abierto. Digo
"sin duda", porque el asunto está ampliamente demostrado por las Escrituras
mismas. Después del final del pasaje, la puntuación después del primer versículo
de la Biblia es un punto poderoso o, mejor aún, lo que los gramáticos ingleses
llaman un "punto final". En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Período. Ahí
está el preludio divino de la sinfonía de las Escrituras. Ese versículo nos retrotrae,
retrocede, retrocede a los límites de una eternidad pasada en la que Dios, el
Padre, el Hijo y el Espíritu, vivían en esa majestad del ser completamente suficiente
que abarca a la Deidad. Si esto se hubiera registrado en el libro de los Salmos,
bien podría haberse escrito aquí la palabra Selah : pausa. Deténgase y considere.
Estás al borde de un abismo. Algo sucedió con los cielos y la tierra que Dios había
creado. Millones de años pueden haber seguido su curso durante esa primera
creación, y otros millones pueden haber transcurrido en el intervalo entre los dos
versículos. No sabemos. Pero hubo un intervalo, y podemos estar absolutamente
seguros de que fue excelente.
Cómo leer la Biblia
Nuestra certeza descansa sobre la Palabra de Dios y sobre algunas de sus

declaraciones acerca de cómo debemos leer sus páginas. Una ilustración es,
quizás, la mejor manera de llegar al corazón del método. Hace algunos años entré
en la sala de juegos de nuestra casa una noche y encontré a mis dos hijos
trabajando en un gran rompecabezas que le habían dado a uno de los miembros
de la familia en Navidad. Era un rompecabezas finamente hecho, en madera de
tres capas, bellamente cortado, y entre sus cientos de piezas, una veintena o más
estaban diseñadas con la forma de cosas comunes. A la hermana pequeña, de
tres años, demasiado pequeña para combinar con los bordes intrincadamente
cortados de las piezas, se le había permitido seleccionar las piezas que se
parecían a los artículos que conocía y colocarlas en filas en el borde de la mesa.
Estaba ansiosa por mostrarme lo que había hecho. Aquí había una pieza en forma
de hoja de trébol; aquí había una manzana, una carretilla, la letra S, el cuatro, un
paraguas, un violín y un pájaro. En su opinión, esas y las otras piezas moldeadas eran las c
7
rompecabezas. Verlos e identificar algo que estaba en su mundo, lo hizo todo muy
interesante. Sin embargo, para sus hermanos mayores, la forma de las piezas
individuales era meramente incidental. Sabían que el violín se convertiría en parte
de una nube, que el paraguas se perdería en el patrón del vestido de una dama y
que las otras figuras se derretirían en un jardín de flores y árboles.
Cada verso tiene su lugar
Esta ilustración es casi perfecta para el estudiante de la Palabra de Dios. La

persona desafortunada que toma un texto por sí solo y trata de construir una
doctrina sobre él, estará completamente confundido antes de que haya llegado muy
lejos. Solo con este tipo incorrecto de lectura de la Biblia alguien puede llegar a la
conclusión absurda tan a menudo expresada: "Puedes probar cualquier cosa con la Biblia".
Sin embargo, cuando la forma del versículo individual encaja en todo el plan divino
de la revelación de Dios, comienza a verse el propósito eterno completo; y toda la
Palabra de Dios se convierte en algo tan estupendo, tan eterno, tan poderosamente
divino, que toda duda que surja es refrenada inmediatamente. Llega, entonces, un
conocimiento de la finalidad de la revelación de Dios que se convierte en una parte
tan importante del creyente como su respiración o su sensación de estar vivo. No
se puede contemplar ninguna otra posibilidad ni por un momento. El creyente sabe
que la Biblia es la Palabra de Dios, incluso más seguro que sabe que está vivo.
Si vamos a entender la Palabra de Dios, debemos tener una actitud espiritual hacia
ella. El Señor dijo que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14).
Dios se niega a revelarse a cualquier transeúnte casual. El Señor indicó esto cuando
dijo en el Sermón del Monte: "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas
delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen" (Mateo
8
7:6). Este mismo pensamiento debe haber estado en Su mente cuando oró,
diciendo: "Te doy gracias, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste a los
niños. Incluso así, Padre, porque así te agradó” (Mateo 11:25, 26). El hecho
de que se debe tener una actitud espiritual que proviene de la vida espiritual
para comprender las cosas profundas de la Palabra de Dios es también el
verdadero significado del gran versículo que citamos parafraseando: "Porque
todo el que tiene [vida nueva en Cristo ], se le dará [conocimiento del plan
divino y de la revelación], y tendrá más abundancia; pero al que no tuviere
[la vida nueva en Cristo], aun eso [el sentido común y la profunda erudición]
le será quitado. que pueda hacer de él uno de los líderes mundiales del
pensamiento del mundo] que tiene" (Mateo 13:12).
Armando el rompecabezas
El método apropiado de estudio de la Biblia, entonces, es análogo a armar

un rompecabezas. Para cualquier tema doctrinal dado, lea el volumen
completo, seleccionando cada versículo que se relacione con la verdad en
estudio. Ponga todos estos pasajes juntos, y la síntesis del resultado es la
verdadera doctrina bíblica sobre la cuestión que le preocupa. Un versículo
de Moisés, uno de Ezequiel y uno de Pablo, puestos uno al lado del otro,
cada uno iluminando a los demás, encajan en el patrón perfecto de todo el
diseño y dan toda la luz que a Dios le ha placido revelar sobre ese tema en
particular. . Tomados uno por uno, los versículos pueden no ser más que
meras formas, sin sentido en lo que se refiere al propósito general de la
revelación inspirada. Por eso el Señor dice que uno de los primeros
principios del estudio de la Biblia es que ninguna Escritura es de "interpretación priva
(II Pedro 1:20). La exégesis del griego muestra que este versículo no debe
interpretarse como una restricción del derecho del individuo privado a leer y
comprender la Biblia por sí mismo.
El Señor dice que la unción del Espíritu nos hace capaces de entender, de
modo que no necesitamos que nadie nos enseñe (I Juan
9
2:27). La existencia de maestros por orden y disposición divina es como la

institución original del divorcio, no porque fuera la primera elección de Dios,
sino por la dureza del corazón de los hombres (Mateo 19:8). La responsabilidad
de leer y conocer la Palabra y voluntad de Dios está en cada individuo, quien
debe averiguarlo por sí mismo, concluir lo que cree y estar listo para dar
respuesta a la esperanza que hay en él, sabiendo que será responsable ante
Señor por el contenido de su fe, y que no se le permitirá presentar la excusa
de que creía lo que alguna iglesia o grupo de clérigos le interpretó. Todo esto
para mostrar lo que el pasaje no enseña. Positivamente, lo que sí enseña es
que ningún pasaje de la Escritura debe tomarse por sí solo, sino que la
Escritura debe leerse a la luz del resto de la Biblia.
Muchas herejías surgen de una interpretación falsa de un solo versículo de la

Escritura, y el asunto es aún más triste cuando nos damos cuenta de que la
interpretación se habría corregido si el hereje se hubiera tomado el tiempo de
cotejar todos los pasajes que cubren el tema en el que se equivocó. El único
método seguro de continuar en el camino de la verdad es tener ante usted
todo lo que la Biblia revela sobre cualquier posible punto de discusión.
Obviamente, el hecho de que cualquier hombre conozca toda la verdad
significaría que ha compactado toda la Escritura, como una pirámide, y la ha
colocado sobre su vértice con todo su peso sobre un solo pasaje. Luego, todo
el proceso tendría que comenzar de nuevo y continuarse a través de todos los
miles de temas que podrían discutirse de la Biblia. El tiempo es demasiado
corto para que un solo hombre haga esto. Es por eso que ningún individuo ha
sido capaz de escribir un comentario satisfactorio sobre toda la Biblia.
Hombres que han dedicado su vida a un solo libro han producido los grandes
comentarios sobre esos libros individuales.
La doctrina de la Trinidad
Aunque ha fallado por completo en llevarlo a sus conclusiones correctas y

justificadas, la Iglesia a lo largo de los siglos ha reconocido este principio.
10
en los casos más obvios. Todo el mundo sabe que todo credo cristiano,
oriental, romano o protestante, reconoce la doctrina de la Trinidad.
¿Cómo llegó la Iglesia a esa doctrina? No hay ensayo, tratado ni siquiera un
solo pasaje en la Biblia que enseñe la verdad. La Trinidad , la palabra misma ,
no se encuentra en la Biblia, aunque la Iglesia correctamente ha encontrado
el hecho y la doctrina allí. Incluso un unitario, si es un unitario honesto y ha
estudiado la Biblia, se vería obligado a confesar que hay pasajes en las
Escrituras que atribuyen la creación del universo a cada uno de los tres
miembros de la Deidad. En Génesis, es el Padre quien es el Creador: "En el
principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). En el Nuevo Testamento,
es el Señor Jesucristo quien es el Creador: "Todas las cosas por él fueron
hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3). En el
libro de Job, es el Espíritu Santo quien es designado como el Creador: "Con
su espíritu ha adornado los cielos" (Job 26:13).
La Iglesia, desde el principio, ha tomado esos pasajes dispersos, y muchos

otros que tienen un pensamiento similar, y los ha reunido, audaz y
correctamente, formando la doctrina de la Trinidad tal como se encuentra en
los credos y teologías de sectas muy diversas. . Los padres y los reformadores
nunca encontraron extraño tomar un versículo de Génesis y adaptarlo a un
versículo de Juan, y traer un versículo de Job al lado para arrojar aún más luz sobre una
Tal método, que sería ultrajante en cualquier otro trabajo, es una necesidad
en el estudio de la Biblia. No puede tomar un párrafo de astronomía, uno de
psicología y otro de apicultura y unirlos para sacar una conclusión sobre el
equilibrio de la fuerza centrífuga y centrípeta. Pero una línea de la visión
profética de Ezequiel, una de los escritos mosaicos y una de la poesía de los
Salmos bien pueden juntarse para mostrarnos alguna verdad acerca de Dios y
Su cielo y Su voluntad para
hombre.
11
El Cordero Que Fue Inmolado
Como la aplicación de este método que estamos a punto de hacer puede sorprender a
algunos lectores, puede ser bueno ampliar esta discusión del método trayendo un
ejemplo más que se ha vuelto comúnmente conocido en todo el mundo.
la cristiandad por su uso en la Iglesia universal. Sería imposible conocer la doctrina

bíblica que rodea al símbolo familiar del Cordero sin tomar el relato del sacrificio de
Abel, el de Abraham ofreciendo a Isaac, el de Moisés y la Pascua, y juntándolos con el
orden del día. de expiación, para formar el fundamento de la doctrina del Cordero, como
el sacrificio expiatorio por el pecado. Solo entonces podemos entender el desarrollo
continuo de la doctrina a lo largo del resto de las Escrituras. En Isaías descubrimos el
primer indicio de que el Cordero será un hombre (53-5, 6). En el cuarto evangelio,
vemos a Juan el Bautista señalando a Jesús como Aquel que es el Cordero de Dios,
venido para llevar el pecado del mundo (1:29).
En las epístolas aprendemos que Cristo, nuestra pascua, ha sido sacrificado por
nosotros (I Corintios 5:7); y cuando lleguemos al Apocalipsis, estaremos listos para
unirnos a las miríadas para cantar: "Digno es el Cordero que fue inmolado de recibir el
poder, las riquezas, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la bendición" ( Apocalipsis
5:12).
Dios respiró el mensaje
Sería sencillo multiplicar las ilustraciones de este método de exponer las doctrinas de la
Palabra de Dios. Estos que hemos mencionado serán suficientes. Sin embargo, no
debemos pasar sin darnos cuenta de las implicaciones de este método de estudio. El
hecho de que muchos hombres de diferentes antecedentes, escribiendo durante un
período de mil seiscientos años, pudieran producir una obra en la que cada parte
encajara perfectamente en todas las demás, sin un verso de más ni un verso de menos,
demuestra que detrás de los autores humanos estaba Dios, quien insufló a través de
ellos el mensaje que Él deseaba que se registrara en el momento y en la manera y
forma que convenía a Su propósito.
12
Algunos objetan que las marcas de la personalidad humana en los escritos de varios
autores humanos indican que la Biblia es un libro humano. Responderíamos a esto con
una analogía. El ángel que anunció a María que ella sería la madre del Mesías, escuchó
a la Virgen preguntar: "¿Cómo será esto, si no conozco varón?" La respuesta vino: "El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
tanto, también lo santo que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios" (Lucas 1:35). Así
nació el bebé. Él era la segunda Persona de la Trinidad, el Hijo de Dios. Pero Él no era
un bebé chino, ni un bebé negro, ni un ario nórdico; Era un bebé judío. La mayor gloria
de Israel fue esta: "de quien en cuanto a la carne vino Cristo, el cual es Dios sobre todas
las cosas, bendito por los siglos" (Romanos 9:5).
Así como el Espíritu Santo descendió sobre el vientre de María, así descendió sobre el
cerebro de un Moisés, un David, un Isaías, un Pablo, un Juan y el resto de los escritores
de la biblioteca divina. El poder del Altísimo los cubrió con su sombra, por eso esa cosa
santa que nació de sus mentes se llama Santa Biblia, la Palabra de Dios. Los escritos
de Lucas, por supuesto, tendrán el vocabulario de Lucas, y las obras de Pablo llevarán
el sello de la mente de Pablo. Sin embargo, esto es solo de la misma manera que el
Señor Jesucristo podría haber tenido ojos como los de Su madre, o cabello del mismo
color y textura que el de ella. Él no heredó sus pecados, porque el Espíritu Santo había
venido sobre ella. Si preguntamos cómo puede ser esto, la respuesta es que Dios lo
dice.
Y los escritos de los hombres del Libro no heredaron los errores de sus mentes carnales,
porque los escritos fueron concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de sus
personalidades sin participar de su naturaleza caída. Si preguntamos cómo podría ser
esto, nuevamente la respuesta es que Dios lo dice.
Por todas estas razones, pues, por la naturaleza de la revelación divina y la manera en
que se fue desarrollando progresivamente, de corazón en corazón y de siglo en siglo,
debemos seguir el método de
13
traer textos de todas partes de la Escritura y juntarlos para formar una entidad coherente de
doctrina. Además, este método de estudio de la Biblia se establece en el segundo capítulo de
Primera de Corintios. Aquí el escritor insiste en la importancia suprema de las mismas palabras
del vocabulario bíblico, en oposición a los términos filosóficos humanos: "Y mi palabra y mi
predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del
Espíritu y de poder". ..." Y escribiendo de las cosas reveladas por Dios, continúa: "Las cuales
también hablamos, no con palabras que enseña sabiduría humana, sino que enseña el Espíritu
Santo, comparando las cosas espirituales con las espirituales" (I Corintios 2: 4, 13). Dar toda la
fuerza del griego sería traducirlo, "comparando las cosas espirituales con las
palabras espirituales".
Es este método de estudio de la Biblia el que nos proponemos aplicar al primer versículo de la
Biblia. Así como el cordero de Isaías 53 explica el cordero del Éxodo, así los detalles de la
creación dados por Isaías, Jeremías y Ezequiel arrojan su luz reveladora sobre los primeros
versículos de la Biblia.
Yo
A un lado del abismo se encuentra la frase: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra".
Llegamos al otro lado y leemos el segundo versículo tal como se encuentra en la versión King
James: "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían la faz del abismo". Los
revisores de las revisiones inglesa y estadounidense, no satisfechos con los términos "sin forma
y vacío", nos han dado la mejor traducción, "desperdiciado y vacío", aunque la RSV ha regresado
a la versión King James. Otro traductor más interpreta el hebreo como "una ruina y una ruina".
En francés hay una expresión común que traduce nuestra idea de patas arriba: es tohu-bohu ,
una expresión transliterada del hebreo de este segundo versículo del Génesis. Estas son las
palabras que varios traductores han traducido "sin forma", "vacío", "desperdicio", "desolado",
"vacío", "naufragio", "ruina".
14
Precisamente aquí se ve la importancia del método comparativo de estudio de la Biblia.

En Isaías 45:18, leemos que Dios no creó el mundo como se encuentra en el segundo
versículo de Génesis: "Porque así dice el Señor, que creó los cielos; el mismo Dios, que formó
la tierra y la hizo, él estableció él, él lo creó no tohu .
. ." Aquí está la misma palabra hebrea que en
el segundo versículo de la Biblia. Es una declaración formal: Dios no creó la tierra como se
describe en la descripción que comúnmente se ha llamado caos. El gran traductor católico
francés, Abbe Crampon, audazmente lo traduce así: "Él mismo lo estableció y no lo convirtió
en un caos [Qui l'a fondee Luimeme et qui n'en a pas fait un chaos]". adoptó esta lectura.
"Él no creó un caos".
Esta declaración categórica es suficiente para probar más allá de cualquier sombra de duda
que los versículos primero y segundo están separados por un intervalo. Podríamos leer los
dos versículos de Génesis y el de Isaías de la siguiente manera: "En el principio creó Dios los
cielos y la tierra. Y la tierra ...
aunque Dios ciertamente no lo creó de esa manera , se convirtió en un desastre y una ruina,
y las tinieblas cubrieron la faz del abismo ".
Que tenemos todo el derecho de traducir el verbo por la forma continua "se convirtió" está
ampliamente demostrado por el hecho de que esta forma precisa se traduce así en otras
partes del Antiguo Testamento, como por ejemplo, "La mujer de Lot miró hacia atrás y se
convirtió en columna de sal" (Génesis 19:26).
Hasta ahora, esto es muy satisfactorio para el corazón. Si un Dios perfecto creara un mundo
muy imperfecto, caótico, desolado y desolado, un desastre y una ruina, sería una violación de
uno de los grandes principios espirituales, declarados por el mismo Espíritu Santo: Una fuente
no puede dar agua dulce. y amargo (Santiago 3:11). Y si "el hombre bueno, del buen tesoro
del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca
15
cosas malas" (Mateo 12:35), ¿cuánto más un Dios bueno y perfecto debe producir una
creación buena y perfecta? La Sra. Mary Baker Eddy vio este dilema y trató de resolverlo
diciendo que Dios había creado todo perfecto, y que, por lo tanto, todo es perfecto, y
que cualquier impresión en contrario no es más que un error de la mente mortal. Lo que
ella no se dio cuenta fue que la guerra invisible había estallado contra el trasfondo de
una creación perfecta, y que Dios, por Sus propios propósitos, que estudiaremos en
detalle, expusieron Su Palabra para convertir esa creación perfecta en ruina y ruina. De
modo que nuestros corazones descansen tranquilos en la verdad expuesta por el
salmista: "En cuanto a Dios, perfecto es su camino". .
. .” (Salmo 18:30).
Se ha imaginado una objeción que haremos bien en enfrentar y dejar de lado de

inmediato. Se argumenta que el pasaje de los Diez Mandamientos sobre el séptimo día
contradice lo que hemos estado diciendo. Leemos lo siguiente: “Porque en seis días
hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el
séptimo día” (Éxodo 20:11). La respuesta es que hay una gran diferencia entre la
creación original de los cielos y la tierra, y la posterior formación, modelado y restauración
de esa misma tierra que se había convertido en caos.
El lector cuidadoso del primer capítulo de Génesis notará que la palabra crear se
encuentra en el primer versículo y no aparece más en el relato hasta la introducción de
la vida, en el quinto y sexto día de la restauración. Dios no buscaba un mero efecto
literario cuando usó los diversos verbos de Isaías: "Así dice el Señor, que creó los cielos;
Dios mismo, el que formó la tierra y la hizo; él la afirmó , él la creó ; no un caos, él la
formó ". para ser habitada: Yo soy el Señor, y no hay otro"
(Isaías 45:18).
Crear, como dijo el gran lingüista Rabino Naskman, es "producir de la nada". Es llamar
a la existencia algo material sin la ayuda de ningún material existente. Es la
materialización de un pensamiento de Dios. Los descubrimientos de la era atómica,
centrados en los conocimientos adquiridos recientemente
dieciséis
que la masa y la energía son la misma cosa en forma diferente, dan un significado
poderoso a la enseñanza bíblica de que el universo material es la expresión tangible de
la Palabra de Dios que se manifiesta en el mandato de Su deseo.
"Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos por el
aliento de su boca... habló, y fue... . .” (Salmo 33:6, 9).
No se nos dice en las Escrituras cómo Dios creó los cielos y la tierra.
No sabemos si sucedió en un instante, ya que Él seguramente podría haberlo hecho
aparecer si así lo hubiera deseado; o si el proceso de creación cubrió un período de
largas eras. Dios podría haberlo hecho de cualquier manera que quisiera. Él ha revelado
sólo la cantidad de verdad que le pareció mejor para Su propósito. No hay una línea en
la Biblia que esté colocada allí por un mero efecto retórico, o para satisfacer la curiosidad.
Satisfacer la mente carnal no era uno de los propósitos de Dios; de eso podemos estar
seguros. Todo lo que tenemos en el Libro es relevante para Su propósito principal. Él
nos está dando la historia del plan eterno, con énfasis especial en la ruina completa del
hombre en el pecado, y Su propio remedio perfecto en Cristo.
Los otros verbos que se usan para describir el trabajo de los seis días, como hacer,
dividir y colocar, se usan en otras partes del trabajo realizado con materiales existentes,
como cuando una mujer prepara una comida o un hombre construye un bote. La
creación original fue antes de la formación y la moda.
Que algo tremendo y terrible le sucedió a la primera y perfecta creación es cierto.

Sabemos que más tarde la tierra que se había vuelto desolada y vacía fue reformada y
remodelada en los seis días y poblada por los seres recién creados, Adán y su esposa;
y que esta tierra renovada y restaurada, de la cual se dice seis veces que Dios vio que
era buena (1:4, 10, 12, 18,21,25) y una vez que era muy buena (1:31), más tarde fue
maldecido a causa del pecado del hombre. Tenemos todo el derecho de argumentar por
analogía que la creación original, mucho antes de que el mundo rehecho de Adán fuera
maldecido a causa del pecado anterior, cayó en el caos debido al justo juicio de
17
Dios sobre algún brote de rebelión. Creemos que hay suficiente luz en la Palabra de
Dios para darnos más que unos pocos detalles. En algún lugar antes del caos del
segundo versículo de Génesis hubo una gran tragedia y una terrible catástrofe.
Cabe señalar, quizás, que el conocimiento de esta explicación de la Escritura no es

nada nuevo. Han pasado más de cien años desde que el Dr.
Thomas Chalmers de Escocia observó que debe haber un intervalo de tiempo
considerable entre los primeros dos versículos de Génesis. Y leemos en las notas de
Crampon, quien es quizás el más grande erudito bíblico producido por la Iglesia Romana
en los tiempos modernos y quien trabaja a la sombra de todos los padres de la iglesia,
lo siguiente: "El versículo dos se refiere al intervalo indefinido de tiempo que separa la
creación primordial de la organización del globo terrestre tal como el autor está a punto
de describirlo.
Este intervalo da toda la libertad para explicar las transformaciones que ha sufrido la
materia según las diversas hipótesis científicas.” Si la Iglesia hubiera seguido a estos
grandes estudiosos, protestantes y católicos, no habría habido tanto furor en torno a las
modernas teorías de la ciencia, y hubiera sido mucho más fácil aventar el trigo de la
verdad de las teorías y tirar la paja de las hipótesis especulativas.
Como hemos dicho, no sabemos nada del elemento tiempo involucrado.

Dios bien puede haber creado primero la tierra en el transcurso de millones o miles de
millones de años; o Él pudo haberlo hecho en un instante y luego permitir que continuara
en su forma perfecta durante incontables millones de años. No sabemos. Una vez más,
después de que la tierra fue destruida en el juicio y se convirtió en un desastre y una
ruina, pudo haber permanecido en ese estado por otro período de edades. No sabemos.
No hay una línea en la Biblia sobre ese tema. Todo lo que sabemos es que hay que
tener en cuenta dos períodos desconocidos , 2x para expresarlo matemáticamente , y si
algún científico quiere argumentar que la edad de la Tierra es 2x al enésimo grado, no
hace ninguna diferencia para el hijo de verdadera fe. Sabemos que nuestro Dios habló
el
18
palabra original de la creación, y materializó el pensamiento original de la idea divina

que se convirtió en los cielos y la tierra. Sabemos que fue la mano de un Dios santo la
que destruyó la tierra debido a un gran estallido de rebelión, y sabemos que fue la mano
de nuestro Señor la que se movió, todo en Su propio tiempo, para sacar la tierra. de ese
caos. Esta fue la misma mano que luego fue traspasada con clavos para la salvación
del pecador. Sabemos también que fue la voz de nuestro Dios la que pronunció el gran
fiat: "Hágase la luz...". Sabemos que esa misma voz está llamando a los corazones a
regresar a Él para descansar, y que esa misma luz está lista para brillar en los corazones
entenebrecidos para revelar la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo (II Corintios 4:6). Sabemos, también, que los otros verbos en el relato de la
historia de la tierra —Dios hizo, Dios formó, Dios modeló, Dios dijo— están todos dentro
del poder del Dios omnipotente que dijo: "Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos… Porque como son más altos los
cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8, 9).
Para una ilustración más, volvamos al Gran Cañón en Arizona.

Hace algún tiempo, llevé a mi familia a la casa de mi infancia en California.
A nuestro regreso, manejamos desde el sur de Utah para ver lo que sin duda se
encuentra entre las más grandes de todas las maravillas escénicas de la superficie de
esta tierra. Llegamos a nuestras cabañas justo cuando estaba oscureciendo, y ya era
de noche antes de que pudiéramos ir al borde del cañón. A nuestros pies yacía una
negrura tan profunda como la noche de arriba. Mis hijos se pararon a mi lado mientras
les decía lo que había a sus pies. Describí el gran caos que había entre nosotros y los
puntos de luz, quince millas de distancia en el borde sur. No se podía ver en la oscuridad
de la noche, y todo lo que les dije había que tomarlo con fe. Pero a la mañana siguiente
volvimos para el amanecer. En primer lugar pudimos ver el contorno de picos lejanos,
elevándose por encima del cañón. Eran visibles mientras el pozo debajo todavía estaba
en la oscuridad. A medida que pasaban los momentos, empezamos a ver los contornos
toscos del borde del cañón, aunque el fondo seguía siendo invisible en la oscuridad.
Fue sólo cuando el sol había
19
iluminó los picos por completo y el borde del cañón se bañó de luz que la escena
de abajo se hizo visible. Así es con el estudio de la Palabra de Dios.
La luz de Dios llega al corazón humano progresivamente. "El que viene a Dios
debe creer que él existe, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos
11:6). Entonces los picos se iluminan. Vemos el Sinaí y temblamos ante la ley,
dándonos cuenta de nuestra muerte en el pecado. Luego resplandece el Monte
Calvario y vemos al Salvador muriendo en nuestro lugar. Creemos y somos salvos.
Entonces la luz se vuelve más clara y comenzamos a saber más sobre nosotros
mismos y nuestro caminar diario. Entonces comenzamos a ver la luz de Dios
caer en las grandes profundidades de Su plan eterno; y solo así podremos
esperar tener la respuesta a las grandes preguntas del pasado y del futuro que
surgen del hecho de que existe una guerra invisible que se libra con furia y en la
que tenemos un papel estratégico mayor del que imaginamos .
20
2. LUCIFER
En el curso normal de la lectura del libro del Génesis llegaríamos, en el tercer

capítulo, a la introducción de un nuevo personaje, un ser maligno que se revela
inmediatamente como el enemigo acérrimo tanto de Dios como del hombre
recién formado y creado. ¿Quién es este ser y de dónde vino?
¿Debemos creer en la eterna dualidad del bien y el mal? Veremos la revelación
del origen del mal de tal manera que se prueba que esta dualidad es falsa.
Pero si, como algunos pretenden, el Señor creó los cielos y la tierra en seis
días y vio que todo estaba bien, ¿de dónde se metió este enemigo? No hay
lugar en tal teoría para el origen del mal y el comienzo de la rebelión contra el
Creador. Sin embargo, cuando vemos que "En el principio creó Dios los cielos
y la tierra", y que "no los creó como un caos", sino que llegaron a serlo como
resultado del juicio, tenemos la verdad, y estamos tanto instruido como
satisfecho.
En este tercer capítulo de Génesis, hay un ser sutil y lleno de odio, que se
identifica claramente en muchos pasajes de la Escritura bajo varios nombres.
Muchos matices de su horrible carácter se harán más claros a medida que
estudiemos el tema en su totalidad. Al principio se le describe como una
serpiente, y para que no haya ninguna duda en cuanto a la identidad de la
mente animadora detrás de la voz que habla, tenemos la clara identificación en
el otro extremo de la Biblia, donde leemos de "La gran dragón... la serpiente
antigua, que se llama Diablo y Satanás" (Apocalipsis 12:9). Estamos a punto
de considerar su origen y así encontrar la respuesta a la gran pregunta del
origen del pecado. El conocimiento de este hecho nos permitirá orientar nuestro
pensamiento en un mundo de problemas, económicos y políticos, y nos traerá
una imagen más clara del futuro que está ensombrecido con tantas nubes de
guerra y amenaza, y nos dará un conocimiento más simple de las luchas que
nos tocan personalmente, como la vida con todo su cambio, nos pone cara a
cara con la enfermedad, el dolor, la adversidad y la muerte.
21
Hay dos formas de abordar nuestro estudio. Sería posible tomar varias porciones
de las Escrituras y, poco a poco, construir un bosquejo del cual podríamos sacar
ciertas conclusiones. Pero habría algunos, no familiarizados con estudios como
este, que, al no saber la dirección de nuestro objetivo, estarían confundidos.
Tenemos la intención, por lo tanto, de adoptar el método que se utiliza en los
tribunales de justicia. Al comienzo de un juicio, el fiscal describe su caso, le dice
al tribunal y al jurado lo que se propone probar y luego procede a presentar a los
testigos, uno por uno, para corroborar el cuadro que ha esbozado.
En nuestro primer capítulo, hemos visto que hay un gran intervalo entre el primer
y el segundo versículo de Génesis. En el principio hubo una creación perfecta.
Cuánto tiempo duró esta creación, no lo sabemos. Pero sabemos que a cargo
de gran parte, si no de todo, Dios colocó a un ser poderoso y magnífico para
gobernar y gobernar en Su nombre. Mostraremos que Dios creó a este ser con
más poder y belleza de los que jamás le dio a ningún otro. Este ser espiritual fue
llamado Lucifer el "Hijo de la mañana". Gobernó para Dios como profeta,
sacerdote y rey. Cuánto tiempo soportó este gobierno justo en plena obediencia
a la única voluntad de Dios, de nuevo no lo sabemos.
Regla independiente
Llegó un momento en que este ser, lleno de orgullo por su propio poder y logros,
entretuvo en su corazón el pensamiento de que podía gobernar independientemente
de Dios. Por lo tanto, proclamó que establecería un gobierno independiente, por
lo que una multitud de seres angélicos del cielo decidió seguir su gobierno y
unirse a él en su rebelión contra Dios.
Estos forman la compañía de los ángeles caídos y probablemente los demonios.
Como resultado de esta rebelión orgullosa contra la voluntad de Dios, el Señor
Dios Todopoderoso arruinó el universo material con una maldición de juicio
temporal y la tierra se volvió desordenada y vacía, un desastre y una ruina, un
caos, y la oscuridad estaba sobre el cara del abismo. Mucho más tarde, con
motivo de la creación de Adán, Dios se movió para reformar, remodelar, esta tierra.
22
El drama que acabamos de esbozar tuvo lugar en ese intervalo entre los dos primeros versículos
del Génesis, pero es necesario ir a otras porciones de la revelación de Dios para encontrar los
detalles del origen de esta gran rebelión.
En el capítulo veintiocho de Ezequiel, hay una revelación de la verdad que puede, y de hecho
debe, encajar en el gran intervalo entre los primeros versículos del Génesis. La primera parte
del capítulo es un lamento contra uno que se llama príncipe de Tiro. No tenemos razón para
dudar de que esta parte del capítulo está dirigida por el Espíritu Santo al príncipe reinante de
Tiro, contemporáneo del profeta. Él es uno de los muchos hombres a lo largo de la historia
antigua y moderna que han sido exaltados con tal orgullo que se imaginaban a sí mismos como
partícipes de la deidad.
En el versículo once, sin embargo, hay una transición de pensamiento. Leemos: "Y vino a mí la
palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, eleva endechas sobre el rey de Tiro ..." Hasta
donde sabemos por la historia secular, no hubo rey de Tiro, solo el príncipe del que se habla. en
la primera parte del capítulo. ¿Quién es este rey de Tiro? Todo lo que se habla del príncipe se
podría decir sin dificultad de un gobernante terrenal. Pero en el juicio que se dirige al que es
llamado rey de Tiro, es inmediatamente evidente que se trata de un ser que está por encima y
más allá de la esfera de la vida humana. Esto tampoco debe sorprendernos. El Señor, en varias
ocasiones, se dirigió a Satanás indirectamente, y esperamos establecer que el poder detrás del
gobernante terrenal de Tiro es Lucifer, quien se convirtió en Satanás.
poder satánico
Cabe recordar que la primera vez en la Biblia donde se habla de Satanás se le habla a través
de la serpiente (Génesis 3:15) quien era su portavoz. Recordamos nuevamente que en los
evangelios el Señor habló a Satanás a través de Pedro. Cuando Pedro permitió la
23
enemigo para controlar sus labios por un tiempo, el Señor se volvió contra su
discípulo, diciendo: "Aléjate de mí, Satanás" (Mateo 16:22, 23). Hay otros casos
de alusiones indirectas a Satanás en la Biblia que mencionaremos a medida que
avancemos. No es extraordinario, por lo tanto, que Dios le hable a Satanás aquí
en Ezequiel a través de la intermediación de un gobernante terrenal. Muchas
cosas en la historia se volverán más claras para el estudiante de la Biblia que
también es estudiante de historia cuando se dé cuenta de que detrás de cada
poder terrenal hay un poder satánico al acecho, que busca controlar y dominar
para la gloria del rebelde que declaró la guerra. contra Dios No debemos dejarnos
engañar por la afirmación de que "los poderes que existen son ordenados por
Dios" (Romanos 13:1). Todo lo que Satanás ha hecho o está haciendo o hará es
por la voluntad permisiva de Dios, quien, puesto que el Señor Jehová es tanto
omnisciente como omnipotente, ciertamente nunca se asombró por el estallido
de Satanás. Cada vez será más claro que Satanás está obrando dentro de los
límites del plan eterno de Dios.
La primera declaración en este juicio es un reconocimiento de la alta posición

que Satanás había ocupado en el gobierno de Dios antes de su caída. "Así dice
el Señor Dios: Tú sellas la suma, lleno de sabiduría y perfecto en
hermosura . . ." (Ezequiel 28:12). Hay evidencia en el sentido de que Dios creó a
los seres del mundo espiritual en rangos y órdenes. Como un ejército que tiene
soldados rasos, suboficiales, oficiales de campo, oficiales de estado mayor y un
comandante en jefe, los seres espirituales parecen estar en rangos similares; los
ángeles, los arcángeles, los principados, las potestades, los serafines, los
querubines. De todos estos órdenes de creación, Lucifer fue el clímax en dones,
poder y belleza. Tan grande era su rango y poder que incluso después de su
caída, Miguel, el arcángel, uno de los más grandes mensajeros de Dios, "no se
atrevió a lanzar contra él una acusación injuriosa, sino que dijo: El Señor te
reprenda" (Judas 9). Que esto nos enseñe, de paso, que la actitud común de los
mundanos, hablando del diablo como "su majestad satánica", o "viejo Nick",
ciertamente no tiene fundamento en las Escrituras. Debemos tener hacia él ese
sano respeto que se da cuenta de que estamos más seguros cuando confiamos nuestra cu
24
poder de nuestro Redentor, el Salvador Cristo, y reconocer la verdad de esa línea del
himno:
El brazo de la carne te fallará, no

te atreves a confiar en el tuyo.
Cabe señalar que nos hemos abstenido en la medida de lo posible del uso de la palabra
"ángel" y hemos utilizado en su lugar el término "ser espiritual". La razón de esto surge
del verdadero significado de la palabra griega angelos.
que ha sido transliterado para formar nuestra palabra en inglés, ángel. La palabra griega
tenía un significado muy simple : un mensajero, y las buenas noticias traídas por el
mensajero se convirtieron en el evangelio. El hombre que cruzó corriendo las colinas
desde Maratón hasta Atenas con la noticia de la victoria griega fue un "ángel" para los
griegos, y la noticia que trajo fue el "evangelio". Cuando se comprende este hecho, no
deja ninguna posibilidad para el craso error en el que ha caído el grupo de personas
conocidas como "Testigos de Jehová". Se aferran a algunos de los pasajes de la Biblia
donde se presenta claramente a Jesucristo como un "ángel" y concluyen que Él era, por
tanto, menos que Dios, no más que una criatura, aunque lo presentan como la más alta
de todas las criaturas.
No ven que cualquiera, desde un demonio hasta un hombre, un ser espiritual, hasta el
mismo Hijo de Dios, puede ser un mensajero del Señor. Puedo enviar a mi hijo a hacer
un recado, y puedo enviar a un sirviente a hacer un recado, pero eso no convierte a mi
hijo en un sirviente, ni hace que el sirviente sea mi hijo. En los capítulos segundo y
tercero de Apocalipsis hay hombres que son presentados como "ángeles".
Se puede ver claramente que todas las referencias del Antiguo Testamento al "ángel de
Jehová" hablan del Señor mismo. Una gran mayoría de los pasajes donde se usa la
palabra "ángel" se refieren a los seres espirituales que son enviados para ministrar a los
que serán herederos de la salvación (Hebreos 1:14).
25
En el jardín
Claramente, nuestro pasaje en Ezequiel enseña que Lucifer, al ser creado, tomó su lugar
como la más alta, la más hermosa, la más poderosa y la más sabia de las criaturas de Dios.
La siguiente frase de la Escritura acerca de la naturaleza de este ser es: "En Edén, en el
jardín de Dios estuviste...". Sabemos, por supuesto, por el tercero de Génesis, que Lucifer, en
su estado caído, estaba en el Edén de Adán y Eva, pero no estaba allí en su estado no caído.
El Edén representado por Ezequiel no es el Edén en el que caminó Adán, porque ese Edén
fue descrito como un jardín de árboles y vegetales. Este Edén en Ezequiel es un lugar de rara
belleza mineral. La declaración es esta: "Cada piedra preciosa era tu cubierta, el sardio, el
topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la esmeralda, el carbunclo y el
oro..." Hay dos otros pasajes de la Escritura que arrojan luz sobre el significado de este
versículo. El uno es casi un pasaje paralelo. En el Apocalipsis hay una descripción de la Nueva
Jerusalén, cuyos cimientos se describen en términos no muy diferentes a los de nuestro
versículo (Apocalipsis 21:19, 20). Una gran cantidad de piedras preciosas forman los cimientos
de esta ciudad que será la morada del Señor Jesús y Sus santos en su gobierno sobre la
tierra. El otro pasaje une estos dos juntos. La ciudad enjoyada del pasado será reemplazada
por la ciudad enjoyada del futuro. Habrá una Nueva Jerusalén espléndida, morada de los
santos, porque allí estuvo el esplendor de la morada del primer gobernador de la tierra. El
gobierno de Cristo y sus redimidos ocurrirá en los tiempos de la restauración de todas las
cosas (Hechos 3:21). Podemos buscar en el futuro una analogía de todo lo que se revela en
el pasado, y podemos buscar en el pasado una analogía para todo lo que se revela del futuro.
No es necesario, por supuesto, concebirlas como joyas literales, aunque podrían serlo si Dios
así lo quisiera. son simbolos CS Lewis tiene un excelente párrafo sobre la naturaleza de los
símbolos en su Christian Behaviour. Él dice: "No hay necesidad de preocuparse por personas
graciosas
26
que tratan de ridiculizar la esperanza cristiana del 'cielo' diciendo que no quieren 'pasarse
la eternidad tocando el arpa'. La respuesta a esas personas es que si no pueden
entender los libros escritos para adultos, no deberían hablar de ellos. Toda la imaginería
bíblica (arpas, coronas, oro, etc.) es, por supuesto, un intento meramente simbólico de
expresar lo inexpresable.
Se mencionan los instrumentos musicales porque para muchas personas (no todas) la
música es lo conocido en la vida presente que sugiere con más fuerza éxtasis e infinito.
Las coronas se mencionan para sugerir el hecho de que aquellos que están unidos con
Dios en la eternidad comparten su esplendor, poder y alegría.
Se menciona el oro para sugerir la eternidad del cielo (el oro no se oxida) y su
preciosidad. ¡Las personas que toman estos símbolos literalmente podrían pensar que
cuando Cristo nos dijo que fuéramos como palomas, quería decir que íbamos a poner
huevos!
El perfecto Profeta, Sacerdote y Rey de Dios, con toda la hueste de los santos escogidos
para reinar con Él, verá en esta misma tierra, que fue escenario del primer pecado del
universo, todas las cosas restauradas como eran antes de que el pecado forzara su
aplastante destrucción. El hecho de que Lucifer estuviera protegido por tal magnificencia
de piedras preciosas es una indicación adicional de su rango y posición en la primera
tierra.
El estado exaltado de este poderoso príncipe se muestra además por la descripción de

los acompañamientos de música que lo rodearon desde el primer momento de su
existencia. Leemos: "La hechura de tus tamboriles y de tus flautas fue preparada para ti
el día en que fuiste creado". Hay dos lecciones importantes aquí. Primero vemos que
Lucifer fue creado. Esto termina el argumento sobre la eterna dualidad del bien y el mal.
Satanás y el mal tuvieron comienzos definidos. También tendrán un fin definido. Lucifer
fue una creación de Dios. La criatura está sujeta al Creador. El otro hecho de importancia
es el que muestra la magnificencia de Lucifer desde el momento de su creación.
Despertó en el primer momento de su existencia en la plena belleza y poder de su
exaltada posición; rodeado de toda la magnificencia que Dios le dio. Nunca había
conocido un momento menor.
27
Se vio a sí mismo por encima de todas las huestes en poder, sabiduría y

belleza. Solo en el trono de Dios mismo vio más de lo que él mismo poseía,
y es posible que incluso eso, en algún sentido, no fuera completamente
visible a los ojos de la criatura. Ciertamente no había evidencia externa que
le mostrara la futilidad de oponer una segunda voluntad a la de Dios. No
había ningún ejemplo de pecado en el universo. Esto no excusa su rebelión,
pero cuando llegamos al relato de su estallido, tal vez podamos, a pesar de
nuestras mentes pecaminosas, comprender un poco mejor cómo se produjo la insurge
El jefe de todos los seres creados fue puesto en el gobierno de Dios como
soberano sobre la creación de Dios. Esto se ve no sólo por el entorno real en
el que fue puesto, sino también por la declaración expresa de que Dios lo
puso en poder, porque este es el significado de la frase en el versículo
catorce: "Yo te puse y tú fuiste". sobre el santo monte de Dios" (La Versión
Autorizada traduce la línea, "Y así te he puesto ", como si se refiriera a la
frase anterior y con la última palabra en cursiva para mostrar que no está en
hebreo). Preferimos seguir Segond, como arriba, o la Versión Revisada que
dice: "Te he puesto para que estés sobre el santo monte de Dios". Una
referencia a la concordancia resaltará el hecho de que la montaña de Dios
es un símbolo del gobierno de Dios.
Aquí vemos la confirmación de una palabra pronunciada por Satanás al

Señor Jesucristo en la tentación. En el relato de Lucas leemos que el diablo
le mostró a nuestro Señor los reinos de este mundo y le dijo: "A ti te daré
todo este poder, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregado, y a
quien quiero le doy ella" (Lucas 4:6). En esto el padre de la mentira no estaba
mintiendo. Dios lo había colocado en la posición de gobernante y le había
dado la autoridad que él ejercía y que más tarde quiso iniciar de sí mismo.
Antes de su caída se puede decir que ocupó el papel de primer ministro de
Dios, gobernando posiblemente sobre el universo pero ciertamente sobre
este mundo. La escena del gobierno de Satanás, por lo tanto, se convierte en el teatro
28
toda la guerra invisible. Aquí, donde tuvo lugar la caída, el Señor Jesucristo
glorificó al Padre (Juan 17:4). . Aquí Satanás ha sido el príncipe supremo y
aquí todavía gobierna como príncipe. Veremos que este oficio aún no le ha
sido quitado, porque reinará hasta que sea puesto bajo los pies de Cristo.
La tierra será el escenario del triunfo final de Cristo y Su Iglesia y el
escenario de la derrota final de Satanás. Es el polvo de esta tierra el que
sazonará la dieta de Satanás por los siglos de los siglos.
3. Lucifer (Continuación)
El sacerdocio de Satanás es el siguiente de sus oficios a considerar.

Leemos: "Tú eres el querubín grande y protector" (Ezequiel 28:14). La idea
expresada en la palabra cubre ha sido ampliamente interpretada por los
comentaristas, pero encontramos la idea más satisfactoria no en un
comentario sino en la traducción francesa de Segond: "Tú eras el querubín
protector con las alas extendidas". Aquí comenzamos a verlo en su función
sacerdotal, asociado con los querubines que, aún ahora, dirigen la adoración
del cielo (Apocalipsis 4:9, 10; 5:11-14), y que estaban cerca del trono de
Dios. Las alas del querubín están extendidas como en el caso de los
querubines cuyas imágenes fueron colocadas encima del arca del pacto.
Otra referencia a su sacerdocio aparece en otro versículo en el mismo

contexto. Leemos: "Por la multitud de tus iniquidades has profanado tu
santuario" (versículo 18). El hecho de que Lucifer tuviera santuarios indica
tanto adoración como sacerdocio. Parecería que recibió la adoración del
universo debajo de él y se la ofreció al Creador por encima de él. Esto se
insinúa también en la declaración de que tuvo acceso a las regiones más
altas del cielo, a la misma presencia de Dios, porque leemos: "Tú estabas
en el santo monte de Dios; andabas arriba y abajo en medio de la piedras
de fuego" (versículo 14).
29
Un comentarista, Pember, ha explicado este versículo de la siguiente manera: "La montaña

de Dios es el lugar de Su presencia en gloria visible, donde Su Sumo Sacerdote, por supuesto,
estaría de pie ante Él para ministrar. Las piedras de fuego pueden, tal vez, ser explicado de la
siguiente manera. Sabemos que la posición de los querubines está justo debajo de la gloria
en el escabel del trono (Ezequiel 1:26). Ahora bien, cuando Moisés llevó a Aarón, Nadab, Abiú
y los setenta de los ancianos de Israel por el monte del Sinaí para ver al Dios de Israel, 'Había
debajo de sus pies como un embaldosado de piedra de zafiro, y como el cuerpo del cielo en
su claridad... Y la vista de la gloria del Señor era como fuego devorador en la cima del
monte" (Éxodo 24:10, 17). Esta obra pavimentada de zafiro que brilla con fuego devorador es,
quizás, lo mismo que las piedras de fuego; y si es así, la presencia de Satanás en medio de
ellos indicaría su disfrute del pleno privilegio querúbico de la cercanía al trono de Dios".
Solo Una Voluntad
Así vemos que se interpuso entre Dios y la creación. Toda su autoridad se derivaba de Dios
y Dios obró a través de él. Aquí, en la presencia de Dios, Lucifer trajo la adoración de un
universo de criaturas y recibió esos mandatos del Todopoderoso que, como profeta de Dios,
transmitió a la creación adoradora. Todo era orden, todo era armonía.
Solo había una voluntad en el universo y esa era la voluntad de Dios. Solo uno lo hará. Ese
hecho constituye la diferencia entre la eternidad y el tiempo. En la eternidad no hay sino la
voluntad de Dios; en el tiempo hay más de una voluntad.
El escritor dio el contenido de este capítulo como una conferencia en cierta ciudad y después
recibió una carta de un hermano cristiano acerca de la diferencia entre la eternidad y el
tiempo, con algunas frases sugerentes que merecen la mayor consideración, y con las cuales
estamos en acuerdo abundante. "Cualquier definición de tiempo está sin duda abierta a la
acusación de artificialidad, ya que las Escrituras prestan poca atención a la distinción entre él
y
30
y la eternidad Sin embargo, si tratamos de distinguir uno de otro, difícilmente podemos concebir
el tiempo sin un punto de partida. Desde entonces hasta que comienza la eternidad futura,
somos conscientes del tiempo a través de la secuencia de eventos que se pueden establecer
con referencia a un punto inicial. Dado que Dios nunca comenzó, tomaríamos apropiadamente
el hito más antiguo como nuestro punto de referencia.” Nuestro corresponsal da buenas razones
para comenzar con la creación de los cielos y la tierra, y terminar con la creación de los nuevos
cielos y la nueva tierra. Él escribe además: "Desde el punto de vista de las Escrituras, a diferencia
de las especulaciones de la filosofía, debo decir que el tiempo es esa parte de toda la eternidad
durante la cual Dios lleva a buen término sus consejos de gracia. En la eternidad pasada tenemos
Sus consejos; en la eternidad venidera tenemos las consecuencias permanentes de esos
consejos forjados en el tiempo. . . La caída de Satanás es indiscutiblemente un evento notable.
Sin embargo, no representa el primer paso de Dios hacia el cumplimiento de sus propósitos.
Podemos apreciar que la rebelión de uno de los más altos seres creados sería la forma más
impropia de conmemorar un comienzo. El hacerlo realza la estatura de Satanás como un
oponente más que como un subordinado rebelde. . ."
hijo de satanás
Estamos de acuerdo con todo esto, y mostraremos que el pecado del corazón y la mente de
Satanás precedió a su pecado de la voluntad. Ciertamente, no debemos pensar en Dios como
un mero oponente en la guerra invisible. En lugar de permitir que surja tal pensamiento,
hubiéramos llamado a esta obra La rebelión invisible, pero juzgamos que las facetas del problema
que reclaman nuestra atención con mayor urgencia son aquellas que reflejan la luz sobre el
conflicto en el que somos soldados en una batalla. eso se ganó antes de que tuviéramos que
empezar a luchar contra él.
También es importante que nos demos cuenta de que la condición de existencia con una sola
voluntad en el universo prevaleció hasta hace relativamente poco tiempo.
Porque ya hemos señalado que pueden transcurrir edades innumerables entre el tiempo del
juicio de la tierra, cuando fue devastada por primera vez
31
y vacío, y el tiempo, hace unos miles de años, cuando Dios se movió para
reformar la tierra durante los seis días, no debe suponerse que nos hemos
contradicho. Porque no debemos olvidar que Dios es eterno, y que antes de la
caída de Lucifer, Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, habían existido juntos
en mutuo gozo y satisfacción, por los siglos de los siglos en el pasado. Fue sobre
esta base que Agustín argumentó la necesidad de la Trinidad, porque como Dios
es amor, y el amor debe tener un objeto, estaba el Padre para originar el amor, el
Hijo como el objeto del amor y el Espíritu eterno de amor entre ellos. . Sólo cuando
miramos el tiempo a través de la Palabra nos damos cuenta de que detrás del
grandísimo pasado hay un pasado infinito durante el cual hubo la perfección de la
única voluntad de Dios.
origen del mal
El siguiente versículo del relato de Ezequiel nos da la clave del origen del mal en
este universo. “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,
hasta que se halló en ti maldad” (versículo 15). Cuál fue esta iniquidad se nos
revela con cierto detalle en la profecía de Isaías, pero ya hay indicaciones
interesantes en nuestro pasaje para que no pasemos de largo. El hecho dado aquí
es que la iniquidad vino por lo que podríamos llamar generación espontánea en el
corazón de este ser en quien se había combinado tal magnificencia de poder y
belleza ya quien se le había dado tal autoridad y privilegio. Aquí está el principio
del pecado. La iniquidad fue encontrada en el corazón de Lucifer. Hasta donde
sabemos, este es el único versículo de la Biblia que establece claramente el origen
exacto del pecado. Otros pasajes solo amplían este; por ejemplo, el pasaje que
consideraremos más adelante cuando lleguemos a la naturaleza del pecado del
hombre y lo que podríamos llamar las reglas bajo las cuales se practica el pecado
(Isaías 45:7). Pero el pasaje que tenemos ante nosotros es la cruda declaración
de Dios de que el pecado se originó en el corazón de Lucifer.
Tenemos una frase más en el relato de Ezequiel para considerar de cerca. La

Versión Autorizada dice: "Por la multitud de tus mercaderías se han llenado de
violencia en medio de ti, y has pecado" (versículo 16). Nosotros
32
Veremos esta imagen completa mucho más nítidamente si nos damos cuenta de que cada palabra
es como una lente que necesita ser enfocada finamente para dar una imagen claramente grabada.
En primer lugar, no debemos dejarnos desviar por nuestro uso común de la
palabra mercancía, que indica cosas compradas y vendidas. En el uso de
Ezequiel significa todo lo que pasa por las manos. Por ejemplo, diríamos,
en el lenguaje común, que un juez que usó su alto cargo en beneficio
personal había hecho mercancía de la justicia. Sabíamos de un insigne
músico que usó su gran talento, reconocido en todo el mundo, para
convertirse en el amo inmoral de la vida de algunos de sus alumnos. Su
mercancía era la personalidad y la capacidad artística.
Levantado con orgullo
Entonces Satanás, pasando a través de sus manos la mercancía de

autoridad de Dios arriba a la creación de abajo, y devolviendo la mercancía
de adoración del mundo de los seres espirituales a Dios arriba, decidió que,
puesto que él era sabio y hermoso hasta tal grado, podría retener parte de
la adoración para sí mismo, y podría originar parte de la autoridad en sí mismo.
Así llenó su corazón con la violencia de la rebelión. A él se le había confiado
el gobierno, el sacerdocio y la vocería de Dios, pero quería actuar
independientemente de Dios. El que era profeta , ¿ no podía dar órdenes
bajo su propia autoridad en lugar de depender por completo del Dios
invisible? El que se encontró, como era en verdad, tan magnífico, tan
hermoso, tan lleno de poder, sellando la suma , ¿ no podría tomar para sí
algo de la adoración de las multitudes? ¿No había algún valor en sí mismo
que debería ser reconocido? Aquí está el origen del pecado.
Hay un pasaje del Nuevo Testamento que arroja gran luz sobre esta fase
de la verdad. El Espíritu Santo está hablando de las características que
debe poseer alguien que ha de ser un supervisor en las cosas espirituales (I
Timoteo 3:1-6). Debemos entender que el principio espiritual involucrado es
aplicable a todo cristiano. Para supervisor se usa la palabra obispo , pero nosotros
33
debe entender el significado de la palabra. La raíz griega episkopos de la que

deriva obispo , y que también da nuestra palabra episcopal, es una palabra
compuesta. Parte de ello es la raíz que nos ha dado alcance y telescopio.
Esta parte significa "ver". La preposición epi significa sobre o sobre. Un episcopio
es simplemente un supervisor. Cuando Pedro aconseja a los ancianos que
asuman la "supervisión" del rebaño de Dios (I Pedro 5:1), los está llamando a
ejercer un obispado apropiado. Los latinos de labios gruesos dejaron caer la e y
hablaron de ebiscopus y luego de biscopus.
Los alemanes y los anglosajones de labios más pesados lo modificaron de una

docena de maneras, incluidos biscop, biscof y biscob, y finalmente se estableció
en Inglaterra como obispo. Entonces, en un sentido, un obispo es una mala
pronunciación de una mala pronunciación de una mala pronunciación. Eso puede
ser tolerado cuando la mala traducción es solo lingüística, pero si se vuelve
teológica el error es satánico. Así, en este pasaje, el Espíritu Santo compara las
acciones de algunos supervisores con las de Satanás y dice que un joven
convertido nunca debe ser puesto en un lugar de responsabilidad espiritual, "no
sea que, envanecido, caiga en la condenación del diablo". (I Timoteo 3:6). ¡Qué
ventana para dejar entrar la luz en nuestro pasaje sobre la caída de Satanás!
Un superintendente, sin importar cómo se le llame, debe tener el mayor cuidado

para evitar la trampa del orgullo espiritual. Hay una larga lista de calificaciones
para el hombre que tomaría un lugar de autoridad en la iglesia, ya sea su
supervisión la de ministro, anciano, diácono, síndico, sacristán, mayordomo,
maestro de escuela dominical o cualquiera de los otros términos que los hombres
han derivado de la Escritura o ideado por sí mismos. La lista incluye cuestiones
del bien y del mal: el hombre debe ser íntegro, no bígamo, vigilante, sobrio, de
buena conducta, hospitalario, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero
(es decir, no contencioso), no codicioso de ganancias deshonestas, paciente, no
pendenciero, ni codicioso, que gobierna bien su propia casa, teniendo a sus hijos
en sujeción con toda gravedad. Sabemos de iglesias que toman en serio estos
requisitos. No elegirán para puestos de autoridad a un hombre
34
que tiene un hijo que es un borracho, o una hija que ha consentido en casarse
en la Iglesia Romana para criar a sus hijos en la blasfemia de la misa. Porque,
dice la Palabra de Dios, si un hombre no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo
cuidará de la Iglesia de Dios?
Pero el peligro principal se expresa en las palabras "no es un novato". Un joven

converso nunca, nunca debe ser puesto al frente en un lugar de prominencia.
Cuán a menudo los cristianos yerran en contra de esta provisión. Algún joven
toma una decisión por Cristo, y hay quienes lo instan a que se levante la noche
siguiente y comience a predicar. Es totalmente contrario a la Palabra de Dios.
Hemos visto a jóvenes arruinados por haber sido empujados hacia adelante
demasiado rápido. Un joven converso, cuando el Espíritu Santo abre su boca,
bien puede testificar que ha confiado en Jesucristo como su Salvador. A medida
que pasa el tiempo, es posible que hasta testifique brevemente en una reunión
pública. Pero debe estar maduro y sano en la fe antes de ocupar un puesto de
gobierno o de enseñanza en la Iglesia de Jesucristo. Porque si se le da a luz
demasiado pronto, tendrá las grandes tentaciones que le sobrevienen a quien
se ve a sí mismo de pie frente a otros que escuchan en silencio mientras él
habla. Cuando un hombre siente esta influencia sobre una audiencia, y cuando
se da cuenta de que una congregación a menudo tiende a tomar todo lo dicho
desde el púlpito como final y autoritativo, se siente tentado a hablar en su propia
autoridad en lugar de en la autoridad de Dios. Como resultado cae en la condenación del
Hay dos ejemplos de la literatura que vale la pena citar. Sinclair Lewis, ganador
del premio Nobel de literatura, retrata en una de sus novelas a un ministro que
usa su lugar de poder en el sagrado púlpito para apoderarse del afecto de las
mujeres de su congregación; “Porque estos son los que se meten en las casas,
y llevan cautivas a las mujeres necias, cargadas de pecados, llevadas a diversas
concupiscencias” (II Timoteo 3:6). Y Milton, en su gran poema Lycidas, describe
a esos obispos que son "bocas ciegas". Esto puede parecer una metáfora mixta
de la primera categoría, pero Milton conocía el significado de
35
palabras. ¿Cuál es la función más alta de un obispo? Ser un supervisor. ¿Cuál

sería la característica menos parecida a un obispo posible? Estar ciego.
¿Cuál es la función de un pastor? Es un pastor, y su función es alimentar.
¿Cuál es la característica menos pastoral que puede tener un pastor? Querer
ser alimentado, es decir, ser boca. Así que la combinación de las características
menos pastoriles y poco obispales convertiría a un hombre en un "boca ciega".
Y como continúa diciendo Milton, en otro magnífico juego de palabras, la
congregación está "hinchada por el viento". La imagen proviene del hecho de
que la palabra griega para "viento" es la misma que se usa para el "Espíritu"
en todo el Nuevo Testamento. Las "bocas ciegas" soplan su aliento hediondo
de meras filosofías humanas en lugar de dejar pasar el dulce viento del Espíritu
Santo para dar vida a los oyentes. Y así como el principal síntoma externo del
hambre es un vientre hinchado, lo que parecería indicar que la víctima está
gorda y bien alimentada, así las personas que se sientan en la congregación
bajo la predicación que procede de los pulmones del hombre en lugar del
corazón de Dios, están hambrientas. , que se engañan a sí mismos con el vano
pensamiento de que están verdaderamente alimentados en lugar de hinchados por el ha
El ministro es así tentado de la misma manera que Lucifer fue tentado

originalmente. El ministro recibe bendición de Dios para poder alimentar al
pueblo con la Palabra de Dios. Cuando las personas son bendecidas dan
gracias y alabanzas a Dios, ya menudo lo dan al ministro ya través del mismo.
Hay una tentación terrible de tomar una comisión de este culto y estar en la
presencia de la gente como "señores sobre la heredad de Dios", para usar la
frase del Apóstol Pedro (I Pedro 5:3). Sólo el hombre —y bien puede ser un
hombre joven, aunque no un joven converso— que está sazonado con la gracia
de Dios puede tomar de las cosas de Dios y ministrarlas al pueblo sin pretender
hablar de sí mismo en lugar de hablar de Dios. ; y sólo un hombre así puede
conducir el culto del pueblo a Dios sin asumir presuntuosamente para sí mismo
una parte del culto que pertenece única y enteramente a Dios.
36
Una última ilustración de este principio de tomar una comisión para uno
mismo nos llega de los escritos de Oseas en el Antiguo Testamento. El pueblo
de Israel se había acostumbrado tanto a ser el receptor de las bendiciones de
Dios y el canal de Su poder que habían comenzado a pensar que tenían una
patente y derechos de autor sobre Dios. A su alrededor, las naciones gentiles
morían porque Israel no había obedecido el mandato implícito en la promesa
de Dios a Abraham, de que en él [Abraham] serían benditas todas las familias
de la tierra. Entonces, a través de Oseas, Dios habló al pueblo y dijo: "Mi
pueblo es destruido por falta de conocimiento; porque tú has rechazado el
conocimiento, yo también te rechazaré a ti, para que no seas un sacerdote
para mí ... A medida que se multiplicaron , así pecaron contra mí; por tanto,
cambiaré su gloria en vergüenza” (Oseas 4:6,7). Aquí hay una miniatura
perfecta del pecado de Satanás. La mercancía de la adoración de Dios había
pasado por sus manos y por las de ellos, y ambos se habían guardado algo para sí.
El siguiente versículo del relato de Oseas continúa: "Devoran el pecado de mi

pueblo, y ponen su corazón en su iniquidad". Esta es una imagen de los
sacerdotes que vivían del hecho de que las personas pecaban y, de acuerdo
con la ley, traían bestias a los altares para que su sangre fuera derramada
como símbolo de la remisión de los pecados. Los sacerdotes tomaban los
buenos cortes de carne de estas ofrendas. La idea envuelta en el verso es
que a los sacerdotes no les preocupaba demasiado el hecho de que la gente
siguiera pecando, ya que eso mantenía la comida en sus mesas, y la venta
de los animales superfluos los mantenía en lujos. Cuando veían a un pobre
pecador que se acercaba al altar con un becerro, ya no decían llorando: "Oh,
Dios, un pobre hermano ha pecado". Más bien dijeron: "Oh, hermano, aquí
hay carne asada para la cena".
El pasaje de Oseas se ve así como una declaración casi paralela a la de

Ezequiel sobre la caída de Lucifer. "Por la multitud de tus mercaderías se han
llenado en medio de ti de violencia, y has
37
pecado; por tanto, te arrojaré por profano del monte de Dios"

(Ezequiel 28:16). En muchos pasajes de la Biblia, el término "montaña"
se usa como símbolo de gobierno. Aquí pues, está el anuncio de que
Satanás es expulsado del gobierno de Dios. Por su pecado perdió,
necesariamente, el oficio de profeta ya que Dios ya no podía usar a este
impío como portavoz de los decretos divinos. Por su pecado perdió el
oficio de sacerdote porque robó el culto que se debía sólo a Dios y se lo
quedó. Ahora vemos que por su pecado ha perdido el derecho de
gobernar para Dios, quien dice: "Te destruiré, querubín gobernante, de
en medio de las piedras de fuego". La sentencia ha sido dictada pero aún
no ha sido ejecutada. Satanás todavía conserva su poder sobre esta
tierra porque Dios no se lo arrebató. Sin embargo, lo retiene como rebelde,
pensando que aún puede hacer algo para traer orden y paz dentro de los
límites de su caótico reino. Satanás está destinado a la frustración y la
perdición eterna. Dios le permite ejercer ese poder rebelde solo por un
momento más. El Señor, que hace que la ira de los hombres lo alabe,
finalmente hará que la guerra de Satanás lo alabe aún más.
38
4. DOS TESTAMENTOS
Ha habido mucho argumento teológico y especulación filosófica sobre el origen del

pecado. Incluso un niño sabe que no todo está bien en este mundo. El adulto puede ver
que hay guerras, catástrofes, muerte. El niño puede sentir dolor, tristeza y lágrimas.
Cuando se le dice al adulto o al niño que hay un Dios absolutamente perfecto, que
nunca ha cometido un error, en quien no puede haber sombra de injusticia, surge una
pregunta que no será ahogada.
¿Por qué permite Dios el pecado?
Hace algún tiempo, en medio de la Segunda Guerra Mundial, el escritor predicó un

sermón en el que se manifestó la omnipotencia de Dios. Se cita al Señor Jesucristo
diciendo: "Para Dios todo es posible" (Mateo 19:26). Al final de la reunión, un chico de
secundaria hizo una pregunta. Con un poco de vergüenza, preguntó: "Por favor, dígame
esto. Si Dios puede hacer absolutamente cualquier cosa, ¿por qué no golpea a Hitler?"
Esa misma pregunta en mil formas ha poseído la mente de los hombres a lo largo de
los siglos. ¿Por qué Dios permite el pecado? ¿Por qué Dios creó al diablo?
¿Por qué permite Dios las guerras y las calamidades? Nos atrevemos a decir que
tenemos la respuesta cierta, y que no es muy difícil.
Consideremos la misma pregunta formulada por una figura mundial. Hace algún tiempo
el problema lo planteó uno de los más grandes personajes literarios de esta generación,
Thomas Mann, el destacado exiliado alemán. En un ensayo escrito en alemán y
publicado en Quarterly Review de la Universidad de Virginia, Mann cuenta que el gran
terremoto que destruyó Lisboa en el siglo XVIII se cobró varios cientos de miles de
vidas, la mayoría de ellos cristianos profesantes cuya muerte les había llegado. en los
edificios de la iglesia a los que habían huido en busca de santuario. En toda Europa se
utilizó la catástrofe como argumento contra la bondad de Dios de tal manera que
multitudes de personas abandonaron la sombra de la Iglesia para convertirse en
39
librepensadores. Luego concluye que la última guerra, con todas sus secuelas,
fue una catástrofe infinitamente mayor y tendrá un efecto similar pero en una
escala mucho más amplia, y ve el fin de la religión en las masas, así como la
catástrofe de Lisboa acabó con la religión entre las masas. los pensadores Si la
conclusión de Mann es históricamente precisa o no, no viene al caso. Aquí hay
dos personas, un chico de secundaria y un escritor de fama mundial que se
preguntan sobre la supuesta dificultad que surge del concepto de un Dios
perfecto de amor y el estado de dolor en el que está sumido el mundo.
lealtad dividida
Sin embargo, decimos que tenemos la respuesta a este problema, y que es

simple y satisfactoria. La respuesta es que ahora hay más de una voluntad en
el universo. Cuando había una sola voluntad en el universo, en la eternidad
pasada, había paz y alegría. Cuando vuelva a haber una sola voluntad, todos
los problemas del mundo se resolverán. La dificultad en la que se encuentra el
mundo hoy no es el problema del capital y el trabajo, o el problema de la
producción y distribución, o el problema de las diferencias raciales, o cualquiera
de los otros problemas que preocupan a los sociólogos, los planificadores y los
filósofos. El mayor problema del hombre hoy, ya sea que lo reconozca o no, es
cómo hacer a un lado cualquier otra lealtad que no sea la eterna.
En el relato de Lucas sobre la tentación, hay una interesante secuencia de

palabras que revela claramente la naturaleza de la tentación de Satanás por
nuestra voluntad. El príncipe rebelde,
le mostró
llevando
todos
a nuestro
los reinos
Señor
del "a
mundo
un monte
en unalto,
momento. Y el diablo le dijo: A ti te daré todo este poder, y la gloria de ellos". :
porque eso me es entregado; ya quien quiero se la doy. Si tú me adorares, todo
será tuyo” (Lucas 4:5-7). Una lectura cuidadosa de estos versículos en los que
habla Satanás mostrará que, en las tres palabras que hemos puesto en cursiva,
dicen rotundamente: “ Mío es el reino, el poder y la gloria.” Este es, por supuesto,
un desafío flagrante por parte de Satanás del derecho de Cristo de entrar en el
principado que Satanás, desde el día en que fue
40
creado, había tenido en feudo, y sobre el cual ahora reclamaba soberanía por derecho
de posesión. Independientemente de lo que había perdido en su caída, su reino nunca
le había sido arrebatado. Él lo reclama. Es como un ocupante ilegal con una choza en
la esquina de una gran propiedad que le dice al señor de la casa: "¿Qué haces en mi
patio?"
Reino de Dios, Poder y Gloria
Cristo respondió a Satanás con un versículo de la Escritura que trajo las cosas de nuevo
a su perspectiva correcta: "Y respondiendo Jesús, le dijo: Apártate de mí, Satanás,
porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo tú servirás" (v. 8). En este
versículo, Cristo reprende a Satanás, anuncia la superioridad y el valor de Dios y
rechaza por completo el compromiso ofrecido. Pero quizás aún más significativa es la
acción del Señor, pues inmediatamente después de la tentación reúne a sus discípulos
en el monte y en el famoso sermón les enseña lo que debe llamarse la oración de los
discípulos (Mateo 6:9-13). En él se les dice que se acerquen a Dios como Padre, que
reconozcan su santidad, que deseen su reino y que se haga su voluntad. Deben orar
por el pan de cada día y por el perdón de sus pecados. Deben pedir que se les guarde
de la prueba y que se les libre del maligno. Luego, repitiendo el mismo orden de palabras
que Satanás había usado para presionar con su ridícula afirmación, se les enseña a los
discípulos a atribuir el reino, el poder y la gloria solo a Dios. ¡Cuántos millones de
millones de cristianos han rezado esta oración de corazón, diciendo así: "Yo y mi casa
serviremos al Señor"! (Es interesante notar de paso que la Iglesia Romana usa la forma
más corta de la oración, como se encuentra en Lucas, y no dice: "Porque tuyo es el
reino, el poder y la gloria").
El mundo no puede resolver ninguno de sus propios problemas porque está sujeto al
que es el dios de este siglo (II Corintios 4:4), que ciega el entendimiento de los
incrédulos, para que no se encienda la luz del evangelio de la gloria de Cristo. , quien es
41
la imagen de Dios, debe brillar para ellos. Los grandes problemas que dejan al
mundo en la miseria pueden, por lo tanto, ser resueltos solo por Dios. Esta es la
lección que Dios debe enseñar con los repetidos fracasos del hombre a lo largo de
todas las edades de su historia. El tiempo debe continuar hasta que se haya
demostrado completamente que no hay salud ni esperanza fuera de Dios. Aunque
significará el caos final de todo lo que el hombre aprecia en su civilización, la
bancarrota total de la capacidad tanto de Satanás como de los hombres para hacer
cualquier cosa por el hombre debe demostrarse completa y concluyentemente.
El propósito de la historia
Cuando comprendemos que Dios continúa teniendo paciencia con el hombre hasta
que esta lección se exponga completamente ante el universo, podemos comprender
el verdadero propósito de la historia. Cada pensamiento y dispositivo concebible
para la mente de Satanás y el hombre debe ser explorado y encontrado deficiente.
Aquí está la esencia de una relatividad que es más importante que la establecida
por Einstein. Una de las diferencias más visibles entre la eternidad y el tiempo es la
diferencia entre una voluntad y más de una voluntad. Hay algunos seres que pueden
comenzar a vivir la vida con la calidad de la eternidad incluso en medio del tiempo.
Estos son los que nacen de nuevo, y que así en la tierra comienzan a vivir la vida
eterna. El cristiano debe rechazar con decisión el pensamiento de que la vida eterna
comenzará cuando termine esta vida física. Leemos en una lápida que un hombre
"entró en la vida eterna" el día de su muerte, pero la Biblia enseña que para un
cristiano la vida eterna comienza, no el día que un hombre entra en el cielo, sino el
día que la vida eterna entra en el hombre a través del nuevo nacimiento. La vida
eterna para quien se hace hijo de Dios por la fe en Jesucristo comienza en el
momento del nuevo nacimiento. El verdadero creyente aprende a decir, incluso
ahora: "Venga tu reino; hágase tu voluntad , en mí , como en el cielo".
Esta es, de hecho, la meta de la vida cristiana en la tierra. Esta es la razón por la
cual somos dejados en la tierra después de haber sido preparados para el cielo por
la expiación provista por Cristo y la implantación de Su vida a través de la cual
somos hechos partícipes de la naturaleza divina.
42
No controlamos la tierra de Rusia, Gran Bretaña o los Estados Unidos, ni siquiera

nuestro jardín, donde la mala hierba lucha contra nosotros, y por lo tanto no podemos
someterlo a la voluntad de Dios. No tenemos poder sobre tierras extranjeras para
ver que la voluntad de Dios se haga en ellas. Pero sí controlamos ese trozo de tierra
del que estamos hechos y, como Pablo, debemos sujetar nuestro cuerpo y ponerlo
en sujeción (I Corintios 9:27), y llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de
Cristo (II Corintios 10:5). Sólo entonces, cuando hayamos entregado esta porción de
'polvo caído al control y poder del Señor resucitado, la eternidad tendrá control sobre
nuestra vida en el tiempo, y el problema de las voluntades comenzará a resolverse.
Habiendo considerado el hecho de la perfección y caída original de Satanás, ahora

procedemos a estudiar más a fondo las consecuencias de esa rebelión , la entrada
de la segunda voluntad , para que podamos tener una base para la respuesta al
problema de la continuación del mal y la fuerza presente. del pecado en el mundo.
Es necesario considerar, por un momento, cierto método que usaron algunos de los
profetas al exponer sus profecías. Con frecuencia es evidente en ciertos casos que
el escritor comienza a relatar algún acontecimiento, contemporáneo a su ministerio,
y de repente, sin pausa, el texto salta edades enteras y habla de hechos que están
a cientos o miles de años en el futuro o de otros eventos que fueron igualmente
distantes en el pasado.
Uno de los casos más obvios es el del capítulo cuarenta de Isaías. Aquí el profeta
habla del consuelo que había llegado a Israel porque había concluido alguna guerra
local de ese tiempo. Pero, sin apenas detenerse a tomar aliento, el profeta prosigue
con las palabras que identifican a Juan el Bautista y su ministerio. Estos, a su vez,
se ven como el anuncio del precursor del reino de paz que traerá el Mesías, cuando
todo valle sea exaltado y todo
43
el monte será abatido. Así, en el curso de cuatro o cinco versículos,

somos proyectados desde el tiempo de Isaías hasta el tiempo de Juan el
Bautista, y de ahí al regreso del Señor Jesucristo.
El capítulo catorce de Isaías, muy importante para nuestro tema, contiene

un ejemplo aún más notable de esta doble o triple aplicación de un pasaje
dado. El profeta primero escribe sobre uno que es llamado el rey de
Babilonia (Isaías 14:4), lo que puede tener una referencia principal al
gobernante contemporáneo de Babilonia. Recordamos que la visión de
Ezequiel comenzó con un gobernante terrenal y luego continuó con una
gran revelación con respecto al poder detrás de ese trono terrenal. El
Señor usa el mismo método literario en Isaías donde la alusión más
significativa es al poder siniestro que usan los monarcas terrenales.
Pronto vemos que el Señor, quien habló indirectamente a Satanás a
través de la serpiente en Génesis (3:16), a través de Pedro en los
evangelios (Mateo 16:17), y a través del rey de Tiro en Ezequiel (28:12),
es aquí hablando a Satanás a través del rey de Babilonia. La escena se
presenta en el tiempo del fin, cuando Satanás será atado y su poder
quebrantado. A los pueblos que han conocido tanto dolor, el Señor dice:
"Y acontecerá en el día que el Señor te dé descanso de tu dolor, y de tu
temor, y de la dura servidumbre en que fuiste hecho servir, que tomarás
este proverbio contra el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo ha cesado el
opresor! ¡Ha cesado la ciudad de oro! los pueblos en ira con llaga
continua, el que se enseñoreaba de las naciones con ira, es perseguido,
y no hay quien estorbe…”. (Isaías 14:3-6). Como resultado de la atadura
de Satanás, "toda la tierra está en reposo y en quietud; prorrumpen en
alabanza" (versículo 7). Los gobernantes de todos los tiempos que han
precedido a Satanás en el castigo lo ven llegar al abismo (cf. Apocalipsis
20, 3), y la escena se describe de la siguiente manera: "El infierno se
mueve desde abajo para encontrarte en tu venida: los muertos te remueve,
todos los principales [hebreo, ¡grandes machos cabríos!] de la tierra, ha
levantado de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
44
hablar y decirte: ¿Eres tú también débil como nosotros? ¿Eres como nosotros?
Tu pompa es abatida a la tumba, y el ruido de tus violas; el gusano se extiende
debajo de ti, y los gusanos te cubren"
(Isaías 14: 9-11). Y para asegurar la identidad, se habla directamente de
Satanás. "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero [lucero del día], hijo de la mañana!
¡Cómo fuiste cortado por tierra, tú que debilitabas a las naciones!" (versículo 12).
Luego, la escena vuelve al comienzo de la caída de Lucifer. Su alta posición

original se pone de relieve y se nos presentan las palabras de su declaración de
independencia. “Porque tú has dicho en tu corazón: Subiré al cielo, exaltaré mi
trono sobre las estrellas de Dios; también me sentaré en el monte del testimonio,
a los lados del norte; subiré sobre las alturas de las nubes; seré como el
Altísimo" (versículos 13, 14). Comparando este pasaje con el de Ezequiel, es
evidente que el origen del pecado en el orgullo de Satanás pronto fue seguido
por la manifestación externa de una rebelión de su voluntad contra la voluntad
de Dios.
Es de extrema importancia que captemos la transición que viene con la

introducción de este segundo testamento. Ahora es manifiesto que la eternidad
ha tomado un nuevo aspecto, o, dicho de otro modo, que el tiempo está en plena marcha.
La cualidad de la eternidad es el hecho de que hay una sola voluntad : la
voluntad de Dios. Entonces todo era santo, todo era justo: no había mal alguno.
La cualidad del tiempo es que hay más de una voluntad. Llegó al universo una
segunda voluntad, surgiendo del corazón de Lucifer, el más elevado y maravilloso
de todos los seres creados en el universo. Además de la voz de Dios, ahora
había una segunda voz que decía: “Yo . . .” Hubo rebelión; pero, más
importante, detrás de la rebelión, hubo dos voluntades.
Eso significa conflicto. Es posible decir que la definición más corta de pecado es
simplemente "Yo haré...". No importa quién pronuncia las palabras. La voluntad
de Dios es una línea de verdad y bondad que no se dobla. Se mueve recto y
con certeza a través del universo del espacio, el tiempo y el pensamiento. Ningún
45
la variación de esa voluntad de Dios, aunque sea en la más mínima fracción de grado,
causa una tangente de separación y desviación , y eso es pecado. En el futuro el
universo volverá a la eternidad; no habrá más tiempo, porque no habrá más desviación
de la voluntad de Dios. Cristo suprimirá todo dominio y toda autoridad y poder. Porque
es necesario que Él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de Sus
pies (I Corintios 15:24, 25). Aquellos de nosotros en quienes Dios plantó la vida eterna
somos hechos partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción
que hay en el mundo por querer seguir nuestro propio camino (II Pedro 1:4, griego).
Entonces podemos decir de corazón lo que ningún hombre que no haya nacido de
nuevo puede decir, a saber: "Hágase tu voluntad..."
Cuando apareció la segunda voluntad en el universo, Dios se ocupó de ella

inmediatamente y con carácter definitivo. Debemos admitir de inmediato que Dios podría
haber destruido el poder de Satanás en el primer momento de su rebelión si así lo
hubiera deseado. Tener cualquier otro pensamiento sería la negación de la omnipotencia
de Dios. ¿Por qué entonces Dios no derribó la rebelión de Satanás de un solo golpe,
evitando así las miserias y las catástrofes que han salido de esa rebelión como la lava
caliente de un volcán, quemando y destruyendo todo a su paso?
Para obtener la respuesta es necesario obtener el punto de vista de Dios. En la capital

de Estados Unidos hay un obelisco de más de quinientos pies de altura en memoria del
primer presidente. Si alguien te colocara con la cara a quince centímetros del monumento
y te dijera que lo miraras, tendrías la impresión de un muro de piedra, pero poco más. A
medida que fuera guiado desde allí para obtener una perspectiva adecuada, la punta de
la aguja en alza tomaría proporciones bastante diferentes en su mente y ojo. Lo mismo
ocurre con el problema del pecado y la rebelión de Satanás. Hay algunas escenas que
exigen distancia y ángulo para apreciar su alcance y grandeza. Satanás reconoció este
principio porque recordarán que llevó al Señor Jesucristo a un monte alto y le mostró
todos los reinos del mundo en un momento (Lucas 4:5). Todo hombre debe mirar esto.
46
problema ya sea del lugar elegido por Satanás o del de Dios. Si estás parado en la
montaña escogida por Satanás, tu vista está nublada por las neblinas y neblinas que él
hace surgir para ocultar las partes que le desagradan. Si estás dispuesto a someterte a
Dios Todopoderoso, el Autor del universo, Él pondrá tus pies en la cumbre desde la cual
podrás ver todo Su tremendo plan, y no habrá la menor sombra que nuble la visión.
Pero tenga la absoluta seguridad de que el punto ventajoso que Dios ofrece para la
inspección del plan eterno no puede alcanzarse excepto en los términos de Dios. Es
totalmente imposible comprender las cosas espirituales hasta que se te haya dado un
nuevo espíritu en la regeneración que Dios provee sobre la base de la muerte expiatoria
de Cristo. Si aceptan el veredicto divino en cuanto a su propia posición y condición
rebeldes, y si aceptan el veredicto divino de que Dios está eternamente satisfecho con
lo que Jesucristo realizó al morir en la cruz en sustitución de ustedes, llevando el golpe
de ira que te correspondía, entonces Dios plantará dentro de ti una nueva vida y
encontrarás que Cristo Jesús te ha sido hecho sabiduría y justicia (I Corintios 1:30). El
hombre que así ha confiado en Cristo podrá ser elevado a la misma montaña de Dios
para ver el plan de Dios. El hombre que rechaza al Señor Jesucristo como su Salvador
personal está "muerto en sus delitos y pecados" (Efesios 2:1). También es cierto que el
cristiano que ha sido hecho "partícipe de la naturaleza divina" (II Pedro 1:4), y que
camina en su propia voluntad en lugar de someterse a la voluntad de Dios, se dice que
posee una espiritualidad astigmatismo que lo hace "ciego", de modo que "no puede ver
de lejos" (II Pedro 1:9).
Sin embargo, desde la montaña de Dios, podemos ver la verdad divina. Él "juntamente
nos resucitó [con Cristo] y nos hizo sentar juntamente en los lugares celestiales con
Cristo Jesús" (Efesios 2:10). Desde este punto de vista podemos ver y entender.
47
Ahora consideramos esta cuestión desde el punto de vista del cielo y desde la
perspectiva de la eternidad. El tiempo se reduce a un momento insignificante entre dos
eternidades. Miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que hubo "un para siempre y
para siempre y para siempre" antes de que Dios creara a Lucifer. Miramos hacia el
futuro y vemos que habrá otro "por los siglos de los siglos", después de que Dios, el
Señor Jesucristo, haya "suprimido todo dominio, toda autoridad y poder".
Porque es necesario que él reine, hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies” (I
Corintios 15:24, 25).
Lo que a nosotros, desde el punto de vista de nuestro gusano, nos parece que son
vastos períodos de tiempo, que abarcan todas las generaciones de la historia del
hombre y las edades de la tierra, se reduce a un solo momento entre dos eternidades
durante las cuales Dios permite que el mal prevalezca por un tiempo. breve espacio y
del cual sacará una multitud de hijos capaces de compartir su gloria y de gobernar el
universo desde una posición superior a la de Lucifer antes de su caída. Aunque estos
hijos tendrán una dignidad y una gloria muy superiores a las que conoció Lucifer, y
aunque ejercerán poderes y tendrán prerrogativas mucho más altas que las otorgadas
al primer gobernador del universo, nunca surgirá en ningún corazón el pensamiento de
rebelión. contra la autoridad de Dios.
Si se nos pregunta por qué concluimos así, hay varias respuestas. Primero, la vieja
naturaleza de Adán con su corazón rebelde fue juzgada en la cruz de Cristo; y en el
momento de nuestra muerte o de la aparición transformadora de Cristo, deja de tener
un lugar dentro de nosotros para siempre. Segundo, la nueva creación (II Corintios
5:17), que nos hizo partícipes de la naturaleza divina (II Pedro 1:4), es una naturaleza
que no puede pecar (I Juan 3:9) porque Su simiente permanece en nosotros.
Por último, si el pecado volviera a estallar, demandaría otra expiación y la Escritura nos
dice que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere, la muerte no
tiene más dominio sobre Él (Romanos 6: 9).
Además, ningún hijo traído del lodo cenagoso y hecho pararse sobre el
48
roca alta, siempre deseará tomar alguna gloria para sí mismo, pero se dará cuenta de que toda
adoración pertenece a la Deidad. Ningún hijo, con el recuerdo indeleble de que fue levantado
del pozo del pecado, deseará jamás arrogarse una autoridad que sabe que pertenece
únicamente al Creador. Así Dios tendrá con Él una infinita compañía de hijos, gobernando el
universo para Él y dándole toda la gloria.
5. Dos testamentos (continuación)
Había por lo menos dos caminos abiertos a Dios cuando Lucifer pecó. Él podría, en Su
omnipotencia, haber destruido a Lucifer de un golpe. Si hubiera hecho esto, nunca podría
haber creado a otro ser tan alto y maravilloso como Lucifer, sentado como primer ministro del
universo, que posee el don de la voluntad y la elección, sin ver que la misma rebelión ocurre
una y otra vez. Podemos estar agradecidos de que Dios no derribó a Lucifer y así hizo de
la eternidad una serie de creaciones elevadas, rebeliones voluntarias y estallidos poderosos

de juicio y represión.
Sin embargo, la evidencia de las Escrituras y de la historia muestra que Dios prefirió darle al
rebelde una oportunidad plena de explotar cada avenida de su poder y sabiduría para que
pudiera demostrarse que nada bueno podría llegar jamás a la creación aparte de lo que se
origina en Dios mismo. El significado total de esto se entiende mejor después de haber
considerado los detalles de las pretensiones deliberadas de Satanás. Cuando Satanás concibió
una voluntad que era contraria a la de Dios, formuló un plan de ataque que se establece en los
cinco "yo quiero" del relato de Isaías.
La rebelión comenzó en la Tierra
El primero, "Subiré al cielo", es el anuncio de su objetivo general e incluye el hecho muy

importante de que la rebelión comenzó en esta tierra. Milton, en Paradise Lost, tiene a Lucifer
comenzando en el cielo, y
49
expulsado cuando reúne una hueste de ángeles para pelear contra Dios.
Expulsados con su líder, todos caen al infierno donde yacen espesos como las
hojas otoñales que bañan los arroyos de Vallombrosa.
Después de una consulta en el palacio de Satanás, que han construido en el

infierno y han llamado Pandemonio, se cuenta que ha corrido un rumor en el cielo
de que Dios estaba planeando crear un mundo nuevo y gobernarlo por una nueva
criatura que se llamaría hombre. Se decide, por tanto, que su mejor política es
investigar el rumor y, si se verifica, volver su atención al hombre, para que,
seduciéndolo, puedan frustrar los planes de Dios. El poema continúa mostrando la
realización de este plan, el consiguiente pecado del hombre y la pérdida del
Paraíso. Cuando hay una mitigación parcial del error a través de la presentación
del hecho de que la redención es a través de Cristo, un número incalculable de
estudiantes, al leer el poema en clase, tienen la idea de que el bosquejo doctrinal
anterior es bíblico. Esto está lejos de la verdad, la rebelión de Satanás comenzó
en esta tierra y avanzó hacia el cielo y el trono de Dios.
Trono de Dios el Centro
Los hombres han discutido durante mucho tiempo la cuestión del centro del
universo. Algunos, por tradición, enseñaban que la tierra era el centro de todas las
cosas. Esto como un punto de vista puramente humano, si no satánico. Cuando
Copérnico sacó a relucir su sistema astronómico, hubo quienes se opusieron con
el argumento de que no podía ser cierto, ya que suponían que la Biblia representa
un universo geocéntrico , un universo que es un círculo o globo del cual la tierra es la base.
centro. Pero, por supuesto, la Biblia en ninguna parte enseña tal cosa. No hace
falta decir que el cielo del trono de Dios es el centro de todas las cosas, pero el
universo material, en el plan soberano de Dios, fue creado como un vasto teatro
para declarar la gloria de Dios (Salmo 19:1). Ahora bien, ¿dónde está el centro de
un teatro? ¿Está en el piso en la intersección de los diámetros de su auditorio?
¿Está a medio camino entre el piso y el techo por encima de la intersección de sus
diámetros? ¿O es el escenario en el que se desarrolla la obra?
50
¿promulgada? La respuesta es obvia. En este teatro del universo, la tierra es el

escenario en el que se desarrolla todo el drama de la rebelión, la ruina, la caída, el
juicio, la redención, la salvación y el triunfo y última vindicación de la sabiduría y la
justicia de Dios en el asombroso espectáculo de lo invisible. guerra. Es bajo esta luz que
debemos entender las palabras de Cristo cuando llegó al final de su vida terrena y se
enfrentó a la cruz: "Yo te he glorificado en la tierra..." Esto se lo dijo al Padre, como
anunciando que el mismo polvo que había visto la rebelión original ahora había visto la
mayor obediencia de la cual debería provenir el destierro final del pecado del universo.
El territorio celestial
Consideremos ahora el territorio celestial que Satanás se proponía conquistar. La Biblia

usa la palabra o idea de cielo en cuatro sentidos diferentes: el de la atmósfera inmediata
de la tierra, incluyendo las nubes; la de nuestro sistema solar y el cielo de las estrellas;
el de los cielos inferiores, actualmente ocupado por las fuerzas de Satanás y el escenario
de su actividad espiritual; y la de los cielos muy por encima del trono de Dios. No
intentamos entrar en detalles sobre un tema tan maravilloso que cuando Pablo habla de
un hombre arrebatado al tercer cielo, lo describe como habiendo escuchado palabras
que "no son lícitas al hombre pronunciar" (II Corintios 12: 4).
Pero sí sabemos que a Moisés se le advirtió estrictamente que hiciera que cada detalle
del tabernáculo y su adoración sirvieran "para figura y sombra de las cosas
celestiales" (Éxodo 25: 40; Hebreos 8: 5) y el Nuevo Testamento
nos dice que el tabernáculo mismo era el modelo de las cosas en los cielos (Hebreos
9:23). Cuando leemos que el tabernáculo contenía un lugar santo y el más santo de
todos (Hebreos 9:2, 3), debemos entender que hay un plan similar en los lugares
celestiales. Así, leemos que Cristo en Su Ascensión entró en el Lugar Santísimo
(Hebreos 9:12), más alto que los cielos (Hebreos 7:26); o, como se dice en Efesios, fue
levantado a la derecha
51
mano del Padre que está en los cielos sobre todo principado y potestad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra (Efesios 1:20,21).
Ya hemos visto que el palacio de Satanás estaba en la tierra primigenia, en Edén, el

jardín de Dios (Ezequiel 28:13) que antecedió a la primera rebelión. Hemos notado
que uno de los principales títulos de Satanás se refiere a su principado sobre este
mundo en particular (Juan 14:30; 16:11). Ahora, lo más importante es que
determinemos dónde estaba Satanás en el momento de su rebelión. La mayoría de
los comentaristas han asumido que estaba en algún lugar del cielo, que su caída
tuvo lugar allí y que fue arrojado a la tierra.
Sin embargo, no encontramos evidencia para tal posición. Más bien encontramos
que la Biblia enseña específicamente que su rebelión tuvo lugar en la tierra y que su
primera manifestación fue una declaración audaz de Lucifer de que ascendería al
cielo.
El pasado profético
Tal vez esta dificultad haya surgido para algunos comentaristas por una mala
interpretación de una profecía hecha por Cristo acerca de la futura expulsión de
Satanás del cielo: "Vi a Satanás caer del cielo como un rayo" (Lucas 10:18).
Estableceremos que, aunque está en tiempo pasado, esta frase es seguramente
una profecía de algo que aún no ha sucedido. Dado que su ocurrencia final es parte
del plan de Dios, puede expresarse como algo hecho y logrado. Por lo tanto, muchos
eventos futuros se presentan en la Biblia en lo que se conoce como el tiempo pasado
profético.
Quizás el ejemplo más conmovedor de este uso es la declaración acerca de nosotros

mismos de que ya estamos glorificados y en el cielo: "A los que de antemano
conoció, también los predestinó para que fueran hechos conforme a la imagen de su
Hijo [tiempo pasado para un evento pasado]. Además a los que predestinó, a ésos
también los llamó [tiempo pasado para un evento pasado]; y a los que llamó, a ésos
también los justificó [tiempo pasado para un evento que una vez fue futuro para los
creyentes y ahora es pasado, pero que aún es futuro para aquellos que se guardará en días
52
venir]; y a los que justificó, a ésos también los glorificó [tiempo pasado para un
evento que es completamente futuro]” (Romanos 8:29,30). Hay muchos usos
similares del tiempo pasado en la Palabra de Dios.
Este es seguramente el principio que debe aplicarse al pasaje en cuestión. Los

setenta que habían sido enviados a predicar regresaron al Señor llenos de júbilo
porque hasta los demonios estaban sujetos a ellos. Mirando un momento más
allá de Sus discípulos y viendo ese día glorioso cuando Satanás y todas sus
fuerzas serían barridos del cielo, el Señor respondió: "Vi a Satanás caer del cielo
como un rayo".
Mucho más tarde el Señor volvió a hablar de esta remoción de Satanás de la

esfera celestial, diciendo: "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de
este mundo será echado fuera" (Juan 12:31). Aquí nuevamente debemos
entenderlo como profecía, como una proclamación del fundamento moral sobre
el cual Dios tratará con el pecado. Cristo, a punto de morir, está diciendo: "Ahora
se está cumpliendo la cruz, y es la base del juicio de este sistema mundial actual.
Ahora se está cumpliendo la cruz, y asegura la condenación de Satanás".
En vista de estos pasajes, por lo tanto, creemos que la carrera de Satanás debe
resumirse así: comenzó en la tierra como su príncipe. Entró al cielo llevando la
adoración de su principado a la presencia de Dios, hasta el mismo salón del
trono. Tan grande era el poder que se vio ejerciendo en la tierra, mayor que el
poder de criaturas menores estacionadas en varios niveles en los cielos, que
decidió mudarse al cielo y tomar posesión de su gobierno. Este es el significado
central del pasaje de Isaías con su serie de "yo quiero". Son cinco gritos de deseo
progresivo de más y más poder. Reflejan la mente interior de Lucifer donde su
imaginación ya lo había movido de su propio trono en la tierra al trono de Dios en
el cielo. Cada declaración sucesiva es un paso más allá del anterior. El primero,
"Subiré al cielo", es la demanda de que la esfera de su gobierno se eleve de la
tierra a los cielos. Viendo
53
mismo como más glorioso que las criaturas usadas por Dios en el
administración de los santuarios del cielo, expone sus pretensiones extravagantes de
que subirá, subirá, subirá, incluso hasta que haya desplazado al Dios Altísimo en el
trono del universo.
Su segunda pretensión, "Exaltaré mi trono por encima de las estrellas de Dios", no es

una mera repetición literaria de la cláusula anterior. Para entender esta frase es
necesario que comprendamos algunas cosas que la Biblia enseña acerca de las
estrellas. Si examinamos cada versículo de la Biblia donde se mencionan las estrellas,
veremos inmediatamente que los pasajes se dividen en dos grupos. Hay esos versos
que se refieren a las estrellas que vemos en el cielo, cuyo estudio cae en el campo de
la astronomía. Pero hay otros versículos que hablan claramente de estrellas que no se
ven en el cielo, pero que son mensajeros de Dios. Tampoco deberíamos tropezar con
tal diferenciación. ¡Cualquiera que reciba una carta de un viajero en el sur de California
diciendo que ha visto muchas estrellas tendría que descubrir por el contexto si había
estado en uno de los observatorios astronómicos en las montañas detrás de Los Ángeles
o en una película en Hollywood! Con la misma seguridad hay un doble uso de la palabra
"estrellas" en la Palabra de Dios.
La referencia más conocida a las estrellas mensajeras está en la visión de Juan de

Cristo en el Apocalipsis, donde se ve al Señor sosteniendo las siete estrellas en Su
mano, y se declara que estos son Sus mensajeros a las iglesias (Apocalipsis 1:16, 20). ).
Otro pasaje muy conocido ocurre en las palabras dirigidas por Jehová a Job,
preguntándole dónde estaba cuando Dios puso los cimientos de la tierra: "Sobre los
cuales están sus cimientos".
¿pegado? o quién puso su piedra angular; cuando las estrellas del alba alababan juntas
y todos los hijos de Dios daban voces de júbilo?" (Job 38:6,7). El estudiante cuidadoso
de la Biblia encontrará otras referencias que indican que otros siervos angélicos de Dios
llevan este título. Los creyentes en Cristo se les dice que "los sabios resplandecerán
como el resplandor del firmamento; y ellos
54
que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas por los siglos de los
siglos" (Daniel 12:3). Evidentemente hay en el cielo una gran multitud, a la que,
a falta de un mejor vocabulario de las cosas celestiales, llamaremos ángeles
estrellados, todos los cuales son conformados a la voluntad de Dios y tener un
lugar en el cielo.Es sobre ellos que Satanás desea exaltar su trono.
De hecho, quería ir aún más alto. Dijo en su corazón: "Me sentaré en el monte
de la reunión, a los lados del norte". Así como los pasajes bíblicos que contienen
referencias a las estrellas pueden dividirse en referencias astronómicas y
espirituales, un estudio detallado de la palabra congregación en la Biblia revelará
una serie de referencias a compañías terrenales, como los hijos de Israel, y otras
referencias que se aplican a una compañía gloriosa en el cielo. Algunos de estos
últimos pueden incluso haber seguido a Satanás en su caída, porque leemos:
"Dios está en la congregación de los poderosos; él juzga entre los
dioses. . ." (Salmo 82:1). Estos son los poderes rebeldes que aún usurpan las
funciones de la deidad en su seguimiento de Satanás. Cuán esclarecedor se
vuelve un pasaje como el Salmo ochenta y nueve cuando se ve en esta conexión.
"Y los cielos alabarán tus maravillas, oh Señor, tu fidelidad también en la
congregación de los santos. Porque ¿quién en el cielo se puede comparar con el
Señor? ¿Quién entre los hijos de los poderosos se puede comparar con el Señor?
Dios es muy temible en la asamblea de los santos, y digno de respeto por todos
los que le rodean" (Salmo 89:5-7). En otras palabras, Satanás deseaba tener la
posición de gobierno sobre las huestes angelicales que administraban el cielo.
Este escenario de gobierno está "en los lados del norte". Dejamos al lector el
deleite de estudiar todos los pasajes de la Biblia que se refieren al cielo como si
estuviera en el norte. A una lista de concordancia de tales pasajes, no debemos
olvidar agregar la palabra de los Salmos: "La promoción no viene del este, ni del
oeste, ni del sur, sino que Dios es el juez".
(Salmo 75:6, 7).
55
A continuación leemos que Lucifer declaró: "Subiré sobre las alturas de las nubes". Ya
existe un patrón para comprender el significado de estos pasajes. Así como hay estrellas
y estrellas, así como hay una congregación terrenal y otra celestial, así hay nubes y
nubes en la Biblia. Así como los escritores modernos tomaron la palabra nube para
describir la maravilla que
acompaña a una explosión atómica, aunque no es una nube, por lo que la palabra
también tiene un significado espiritual. Hay pasajes que hablan de nubes del tipo que
conocemos, que cruzan el cielo ante un viento de verano, o captan la gloria del sol al
final del día. Pero también hay nubes en la Biblia que hablan de la gloria de Dios, sin
tener conexión con lo que los meteorólogos clasificarían como cirros o cúmulos.
Recordamos la columna de fuego de noche y la nube de día que guiaba a los hijos de
Israel por el camino (Éxodo 13:21). Fue de esta nube que el Señor protegió a los
israelitas del ejército egipcio (Éxodo 14:19,20).
Nuevamente, cuando se instaló el tabernáculo, la nube fue enviada para cubrir el lugar
santo, y fue allí donde el Señor se apareció a Su pueblo (Éxodo 40:28-
34). Recordamos también que esta misma nube se vio regresar al cielo en el momento
de la visión de Ezequiel (Ezequiel 9:3; 10:4; etc.). Es de esta nube que leemos en el
Nuevo Testamento, cuando, en el nacimiento de Cristo, la "gloria" del Señor brilló
alrededor de los ángeles (Lc 2, 9). Cristo ascendió al cielo y una nube lo recibió y lo
ocultó de la vista de los apóstoles (Hechos 1:9). Cuando Él venga otra vez por Sus
santos, Él los llevará de esta tierra a esa nube de gloria (I Tesalonicenses 4:17). Anunció
al Sumo Sacerdote en el momento de Su juicio y muerte que regresaría a la tierra
"viniendo en las nubes del cielo" (Mateo 26:64; Apocalipsis 14:14-16). Estas nubes no
son lo que vemos en el cielo, sino las marcas visibles de una gloria que trasciende con
mucho el pensamiento humano y para la cual no hay palabra que pueda evocar imagen
alguna en nuestro pensamiento. Este es el símbolo de la gloria de Dios y el mismo trono
del cielo. Por encima de esto, Satanás deseaba escalar.
56
Para presentar el último grito desafiante de Satanás, permítanme contarles una

historia. Creo que sería posible tener una idea bastante precisa de la vida y el
carácter de un hombre simplemente estableciendo en orden los nombres,
apodos, apodos, títulos y epítetos que le aplicaron a lo largo de su vida. Sugiero
lo siguiente: Hombre, John Smith; precioso bebé; Júnior; Flaco; Marimacho;
Rojo; Herrería; Sí Touchdown- Smith; Juan B. Smith, BA; cariño; corporal;
sargento; teniente; DSO; Juan Smith, MA; el Reverendo John Smith, DD;
querida; papi; amado pastor; predicador intrépido; párroco entrometido; Smo;
entrometido entrometido; orador; autor; viajero; abuelo; Sr. Presidente; nuestro
venerable líder; oponente cascarrabias; pastor emérito; el difunto Reverendo
John Smith, DD, LL.D.; caballero cristiano; erudito; un hombre conforme al
corazón de Dios.
Si podemos seguir el curso de la vida de un hombre, desde su nacimiento hasta

su tumba, por medio de sus nombres y títulos, entonces seguramente los
nombres del Señor Dios Todopoderoso registrados en Su Palabra son
reveladores. Sin embargo, nuestra ilustración se cae. Los nombres y títulos
dados al hombre no tocan más que lo externo; pero los nombres de Dios revelan
la naturaleza más íntima de su carácter y ser. Por lo tanto, "el nombre del Señor
es una torre fuerte; el justo corre hacia él y está a salvo" (Proverbios 18:10). Hay
casi cuatrocientos nombres para Dios en la Biblia.
En su último ataque arrogante a Dios, ¿por qué gritó Satanás: "Seré como el
Altísimo"?
De todos los posibles nombres de Dios, ¿por qué Satanás escogió "al Altísimo"?
¿Por qué no dijo, seré como el Creador? ¿Por qué no aspiró a ser como Dios
en su nombre de Salvador, Redentor, Consolador? ¿Por qué no quiso ser como
el Verbo Eterno, el Pastor, el YO SOY, la Luz, el Camino, la Vida, la Verdad, o
de los otros nombres por los cuales podemos conocer a nuestro Dios? La
respuesta se encuentra en el significado del título, "el Altísimo", como se indica
en su primer uso en las Escrituras.
57
Volviendo a la historia de Abram, tenemos el registro de un incidente que revela la

interioridad del nombre "el Altísimo". Abram regresaba a casa después de la batalla con
los reyes y la liberación de Lot. Leemos que "Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y
vino [el elemento de la comunión]; y él era sacerdote del Dios Altísimo. Y lo bendijo, y
dijo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra…”. (Génesis
14:18, 19). Aquí está la clave del orgullo de Satanás. Dios se revela como El Elyon, el
Dios Altísimo, y en este carácter Él es "el Dueño del cielo y de la tierra". Esto es lo que
Lucifer quería ser. Su rebelión no fue una petición para que Dios se moviera para poder
compartir el trono de Dios. Fue un golpe a Dios mismo. Fue un intento de sacar a Dios
para que Satanás pudiera tomar Su lugar como poseedor de los cielos y la tierra.
Otro pasaje en el que aparece el nombre del Altísimo explica muchas cosas de la
historia humana. Antes de su muerte, Moisés cantó un cántico profético en el que
encontramos lo siguiente: "Acuérdate de los días de antaño, considera los años de
muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te mostrará; a tus ancianos, y ellos te lo
dirán. Cuando los más repartió a las naciones su heredad, cuando apartó a los hijos de
Adán, fijó los límites de los pueblos conforme al número de los hijos de
Israel” (Deuteronomio 32:7, 8). No hay autoridad para la lectura "hijos de Dios" como se
encuentra en la Septuaginta y la RSV. Todas las demás versiones, judía, protestante,
católica romana, inglesa, francesa y alemana concuerdan con el hebreo y la KJV : "hijos
de Israel".
El Altísimo fijó los límites del pueblo. Sin embargo, encontramos al rey asirio, tipo del
Anticristo del futuro, jactándose: "Quité los límites de los pueblos, y despojé de sus
tesoros, y derribé a los habitantes como a un hombre valiente" (Isaías 10:13). . ¿Es de
extrañar que el Señor haga que Isaías interrumpa al jactancioso para decir: "Cuando el
Señor haya terminado toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, yo
58
castigar el fruto de la altivez del corazón del rey de Asiria, y la gloria de su altivez de
ojos" (versículo 12).
Podemos ver que el empuje de los tiranos y la dominación de los pueblos por parte de
los dictadores es una cosa satánica, una rebelión directa contra los decretos fijos de
Dios.
La guerra ha sido declarada. El gran querubín gobernante se había convertido en el

enemigo maligno. Nuestro Dios no estaba ni sorprendido ni asombrado, porque, por
supuesto, Él sabía antes de que sucediera que sucedería, y tenía Su plan perfecto listo
para ser llevado a cabo. Aunque el Señor tenía el poder de destruir a Satanás con un
soplo, no lo hizo. Era como si se hubiera proclamado un edicto en el cielo: "Le daremos
a esta rebelión una prueba completa. Permitiremos que siga su curso completo. El
universo verá qué criatura, aunque sea la criatura más alta que haya surgido jamás". la
Palabra de Dios, puede hacer aparte de Él. Observaremos este experimento, y
permitiremos que el universo de las criaturas lo observe, "durante este breve intervalo
entre la eternidad pasada y la eternidad futura llamado tiempo. En él se permitirá que se
expanda el espíritu de independencia "hasta el extremo. Y la destrucción y la ruina que
resultarán demostrarán al universo, y para siempre, que no hay vida, ni gozo, ni paz
aparte de una completa dependencia del Dios Altísimo, Poseedor del cielo y la tierra".
59
6. LA PRIMERA BOCA DE POLVO

Cuando Satanás se rebeló y el pecado entró en el universo, hubo dos cursos de acción
abiertos para Dios, ya que Su naturaleza no le permitiría ignorarlo.
El Todopoderoso Jehová, el Altísimo, Poseedor del cielo y de la tierra, ciertamente tenía
poder para derribar a la criatura que había creado por medio de Su Palabra creadora, y
para aniquilarla o ponerla en prisión. No faltaba el poder ni la oportunidad. Pero si Dios
hubiera derribado así al primer enemigo, nunca podría haber creado otro ser poderoso
como Lucifer con libertad de elección, porque siempre habría existido la posibilidad de
otra rebelión y la necesidad de otra represión. La historia del cielo entonces habría
estado salpicada de una serie de desastres.
Una prueba completa
La otra alternativa abierta a Dios era la que conocemos por la Biblia y por la observación
que Él eligió seguir. Las pretensiones de Satanás de igualdad o superioridad en el poder
deben ser juzgadas por completo. El universo debería ver, de una vez por todas, si es
posible que cualquier criatura, de cualquier rango, por exaltado que sea, viva aunque
sea por un momento independiente de Dios el Creador. Esa prueba plena de las
posibilidades de una segunda voluntad en el gobierno es la naturaleza de la duración
que llamamos tiempo.
Pero había un asunto que debía ser atendido de inmediato. Un Dios santo no podía
permitir una rebelión sin mostrar su odio por el pecado.
La santidad tenía que ser manifestada. Debe, a menos que viole su carácter de santidad,
arder contra el pecado. Su actitud debe ser declarada a pesar de que estuvo a punto de
permitir una libertad sorprendente al rebelde por un período definido de tiempo. Dios,
por lo tanto, pronunció la Palabra de juicio y el mundo material , de hecho, todo el
dominio de Satanás , se convirtió en caos con un solo soplo de Dios. Hay muchas
pruebas de este hecho tanto en la ciencia como en la Biblia. Este es el evento que
ocurrió
60
entre el primero y el segundo versículo de Génesis. El mundo, desolado y vacío,

desordenado y vacío, fue el resultado de esta Palabra de juicio pronunciada por el
Dios Todopoderoso.
Revelación de cosas pasadas
Si bien estamos bastante acostumbrados a las revelaciones de Dios acerca del

futuro, ya sea inmediato o remoto desde el tiempo del escritor inspirado, no debemos
asustarnos por el pensamiento de las revelaciones de Dios acerca de las cosas del
pasado. ¿Será extraño que Dios, que conoce y revela el futuro, se haya complacido
también en revelar ciertas cosas que sucedieron en un pasado tenebroso , tenebroso
para nosotros que somos criaturas, pero sin sombras para Aquel que es luz y en
quien ¿No mora la oscuridad en absoluto?
Dios hace una gran acusación contra los hombres —contra los hombres pensantes—
porque no creerán lo que se revela sobre la historia pasada de esta tierra, aunque la
evidencia se presenta, no solo en la Biblia, sino en el mundo debajo de sus pies. A
través de Pedro, Dios dice: "Porque voluntariamente ignoran esto, que por la palabra
de Dios fueron hechos desde el principio los cielos [es decir, en Génesis 1:1], y la
tierra que surge del agua y en el agua, por lo cual el mundo de entonces pereció
anegado en agua [en Génesis 1:2]; pero los cielos y la tierra que existen ahora
[reformados en Génesis 1:3s], están reservados por la misma palabra, reservada
para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos" (II Pedro
3:5-
7). Note cuidadosamente la distinción entre los dos mundos: "el mundo que entonces
era" y "los cielos y la tierra que son ahora". Dejamos de lado la interpretación
superficial de que la destrucción mencionada en el versículo dos se refiere al tiempo
del diluvio. El mundo no pereció entonces, pero sí en el cataclismo del juicio anterior.
Los hombres postulan que todas las cosas han sido siempre como son ahora, y que
no ha habido grandes momentos de intervención divina ni para crear,
61
revelar o castigar. Todas las cosas continúan como estaban, dice la ciencia moderna.
Pero la Biblia dice que los hombres ignoran voluntariamente cuando expresan esta
doctrina de la continuidad. Todas las cosas no continúan como estaban. Fueron
comenzadas en perfección y alteradas en juicio una y otra vez. El mundo siguió su
camino de desintegración, y Dios intervino en el Calvario. Está a punto de intervenir de
nuevo en los quehaceres de la humanidad. De estas cosas, Dios acusa a los hombres
de ser voluntariamente ignorantes. Él los ha revelado. Se pueden conocer, pero los
hombres no las conocerán. La mayor acusación que se le puede hacer a un hombre que
se considera lógico es que ignora voluntariamente. Porque, en términos más audaces,
significa que es deshonesto.
Incredulidad Intelectual
Los escépticos deshonestos no desean saber la verdad; sólo buscan una excusa para
esconderse de la insistencia del Espíritu Santo. Como la mujer junto al pozo, recordada
de su adulterio, están dispuestos a encontrar refugio incluso en la discusión teológica
para evitar el dedo escrutador de Dios en la herida putrefacta de su ser pecaminoso.
Responda a una de sus objeciones imaginadas y admitirán a regañadientes la validez
de su argumento y cambiarán el fundamento de su objeción. Persígalos por la lógica de
la verdad eterna de una posición a otra, y sólo cuando hayan agotado todos los
argumentos conocidos por ellos, comenzarán a dar la vuelta al círculo de nuevo. No
esperamos convencer a tales mediante ninguna exposición de la verdad.
Los hombres aman más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas (Juan 3:19).
Pero reconocemos claramente que hay, por ejemplo, en nuestros círculos universitarios,
un número creciente de personas que se han alejado del trasfondo bíblico que era tan
común en la era victoriana.
Estos son probablemente escépticos honestos. No tienen el contenido de la conciencia
sobre el cual el Espíritu puede hacer Su obra. Sus mentes, totalmente ignorantes de lo
que la Biblia realmente enseña y, peor aún, llenas de ideas falsas que suponen que
enseña, están ocupadas con cuestiones filosóficas.
62
sobre Dios, el hombre, las cuestiones morales, etc. Sin duda buscan honestamente,
aunque sea a ciegas y en la dirección equivocada, respuestas a los problemas de la
vida. Muchos cristianos evangélicos, conociendo la llana declaración de Dios de que "no
hay quien busque a Dios" (Romanos 3:11), han considerado que estos tanteos bien
podrían descartarse con un simple texto de prueba.
Con demasiada frecuencia hemos sido tan inofensivos como palomas sin ser tan sabios
como serpientes. Esto ha llevado a muchos intelectuales hambrientos a concluir que no
hay respuestas en el cristianismo evangélico a los problemas que ven. Incluso ha sido
probablemente —puesto que la naturaleza aborrece el vacío— un factor no menor en
la conversión al catolicismo romano de muchos que, buscando la verdad y habiendo
suspendido voluntariamente la incredulidad en el cristianismo, han aceptado en la Iglesia
romana un desarrollo altamente intelectualizado de lo que en realidad es una premisa
falsa.
La espada del espíritu
Los cristianos que quieran trabajar con tales personas deben tener un conocimiento de
los problemas tal como aparecen en la mente del incrédulo pensante y una disposición
paciente para señalar en la Palabra de Dios cualquier respuesta aquí que sea para el
hombre natural. Al mismo tiempo, debemos recordar que "el hombre natural no percibe
las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14). Sin embargo,
como sabemos que la verdad no cambia y que el método de Dios para tratar con las
almas es siempre el mismo, debemos ser fieles en nuestro manejo de la espada
destructora del Espíritu. Sólo así podemos satisfacer su verdadera necesidad. Dios
nunca resucitó a ningún alma a la vida a través del Evangelio sin antes matarlo con la
ley. Con escépticos honestos, ya que a menudo caen en esta clase, debemos ser firmes
y valientes mientras hablamos la verdad en amor. Nuestra carga debe ser: un Dios santo
declara que todos son menos perfectos que Él, y por lo tanto pecadores; que la paga
del pecado es muerte eterna; sino que Él ha provisto a un portador de pecados en Cristo
que ha satisfecho completamente cada demanda de la justicia divina contra el pecador.
Es la entrada de tal palabra la que da luz. Ningún hombre ha sido jamás discutido en
63
salvación; ningún hombre jamás ha sido llevado a Cristo a través de la sabiduría

humana. Sólo la presentación plana de la necesidad humana y la suficiencia de Cristo
lo harán. "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice el Señor de los ejércitos"
(Zacarías 4:6).
Sin embargo, sea o no honesto el escepticismo, el veredicto de Dios sigue siendo el

mismo: los hombres son voluntariamente ignorantes en el asunto de la intervención divina.
Dios ha intervenido y volverá a intervenir. Fue la mano de Dios en la creación, juicio,
reforma, posterior creación y juicio, encarnación y redención. Su mano aún se verá en
el juicio futuro y en triunfo. Los hombres que rechazan la intervención divina en favor de
la teoría de la continuidad son, dice Dios, voluntariamente ignorantes de la verdad.
Consideremos ahora algunas de las pruebas que corroboran el hecho de la intervención

de Dios en la creación para destruirla mediante una gran catástrofe en el momento en
que Lucifer hizo su audaz apuesta por el poder. Se pueden encontrar muchos detalles
en varios pasajes del Antiguo Testamento que no se pueden aplicar a ningún momento
en el tiempo que no sea el descrito en el segundo versículo de la Biblia. En el libro de
Jeremías, leemos: "Miré la tierra, y he aquí que estaba desordenada y vacía; y los
cielos, y no tenían luz. Miré las montañas, y he aquí que temblaban, y todo las colinas
se movían levemente. Miré, y he aquí que no había hombre, y todas las aves del cielo
habían huido. Miré, y he aquí, el lugar fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban
asoladas en el presencia de Jehová y el ardor de su ira" (Jeremías 4:23-26). Al citar en
Jeremías el segundo versículo del Génesis, Dios ha puesto este pasaje en el tiempo
para nosotros. La visión de Jeremías es de la tierra devastada y desolada; de la tierra
en la catástrofe que vino en el juicio y no en la creación, ya que Dios dice tan
exactamente que Él no creó la tierra en el caos (Isaías 45:18, RSV).
La tierra estaba desordenada y vacía, desolada y vacía, un desastre y una ruina.
64
De la catástrofe que tocó todos los cielos siderales, hubo tremendas

manifestaciones en la tierra. Se produjo un terremoto de proporciones tan
violentas que se dice que las montañas temblaron y las colinas se movieron
ligeramente. Debe notarse que ligeramente no significa ligeramente. Los
cerros se movían con ligereza, sería una traducción más adecuada. La RSV
dice que las montañas temblaban y las colinas se movían de un lado a otro.
La descripción es comparable a la de otro juicio donde se dice que los montes
saltaban como carneros y los collados como corderos (Salmo 114:4). Es una
escena que, si hubiera habido un espectador terrenal para observarla, se
habría descrito en términos de la más violenta agitación: las cadenas
montañosas fueron arrojadas a través de los continentes, las colinas las
siguieron como guijarros esparcidos. Esta es la fuerza de la frase del salmista
de las colinas saltando como corderos por un campo. Nada más que una
explicación como esta satisfará los hechos de la geología, donde los diversos
estratos de la superficie terrestre, a veces verticales, a veces horizontales, a
veces al revés, muestran cómo las montañas fueron retorcidas y torturadas
hasta que yacen en montones agonizantes a través de los continentes, como el ceniza
Halley, el gran astrónomo, más conocido hoy en día por el cometa que lleva
su nombre, estaba muy interesado en el efecto que tal cuerpo celeste podría
tener sobre la Tierra si se acercara mucho a ella. Una de sus observaciones
registradas es significativa a este respecto. Señaló que el Polo Norte está a
unos pocos grados del norte verdadero y que nuestra tierra no se mueve
alrededor del sol en una órbita donde su masa es constante en el plano
vertical de su eje. Nuestro cambio de estaciones se basa en este hecho. En
los equinoccios la tierra está en posición vertical, pero a medida que pasan
los meses se inclina, ahora hacia el norte, ahora hacia el sur, en su movimiento
regular. Halley se preguntó si la Tierra había estado alguna vez en posición
vertical y si un cometa podría haberla arrancado ligeramente de su posición
original. Se preguntó, además, cuál habría sido el efecto de tal inclinación.
Así que se puso a calcular el volumen, la masa y el peso de los océanos del
mundo, y llegó a la conclusión de que tal cambio de equilibrio en el globo giratorio
sesenta y cinco
habría sacado a los mares de sus lechos y los habría enviado dando vueltas
alrededor de la tierra, recogiendo las cadenas montañosas y arrojándolas hacia
adelante [¿como carneros y corderos?] con la máxima fuerza centrífuga, hasta que el
el equilibrio del nuevo eje polar se había establecido y el mundo se asentó con
las montañas rotas en sus nuevas posiciones y los mares establecidos en sus
nuevos límites.
Tomamos tal hipótesis, muy moderna y bastante legítima en los círculos

científicos, y nos asombramos al encontrar los paralelismos con lo que Dios ha
revelado. En el noveno capítulo de Job, leemos: "Si él [Dios] contendere con el
hombre, no podrá responderle ni uno entre mil. Es sabio de corazón, y poderoso
en fortaleza, el que se endurece contra él, y tiene prosperó?" (Job 9:3,4). Y en
este punto, pensando en el endurecimiento original de Satanás contra Dios y el
naufragio que había venido a causa de esa rebelión, Job continúa describiendo
el juicio que había venido: "El que trastorna los montes y no saben, el que los
trastorna". en su ira, que sacude la tierra de su lugar, y sus columnas [postes?]
tiemblan [¿se mueven de la vertical?], que ordena al sol, y no sale, y sella las
estrellas.
. .” (Job
9:5-7).
Además de la catástrofe en la tierra, se declara claramente que hubo una

catástrofe en los cielos visibles. Jeremías declara que los cielos no tenían luz
(4:23), y Job dice que la luz del sol y las estrellas se apagaron en la tierra. El
cambio de luz en los cuerpos celestes aquí descrito en la Biblia no es desconocido
hoy en día para la astronomía moderna. En los cielos a veces se ven estrellas
que estallan en una gran explosión y luego se sumergen en la oscuridad. Estos
se llaman novas. Se sabe que una estrella de décima magnitud brilla hasta la
tercera o cuarta magnitud durante unos pocos días, y luego, después del breve
período de gran luz, la estrella se hunde de nuevo a la duodécima magnitud, o
se desvanece a proporciones aún más tenues. Pero incluso aparte de los hechos
visibles al ojo humano, el creyente reconocerá que
66
un Dios omnipotente puede hacer lo que Él quiera con Sus creaciones, y puede cambiar
con Su Palabra lo que Él primero creó con Su Palabra.
El apagar la luz del sol habría causado la precipitación de toda la humedad a la tierra, y
todas las aguas de la tierra se habrían congelado. Los geólogos nos dicen que hay
rastros de glaciares en toda la superficie de la tierra, con marcas de una gran capa de
hielo en el centro de África ecuatorial.
En uno de los Salmos, hay otra referencia a la intervención de Dios en el juicio

catastrófico: "Entonces la tierra tembló y tembló;
también los cimientos de los montes se movieron y se estremecieron, porque estaba
enojado... inclinó también los cielos, y descendió: y las tinieblas estaban debajo de sus
pies... Entonces se vieron los canales de las aguas, y los cimientos del mundo fueron
descubiertos por tu reprensión, oh Señor, por el soplo del soplo de tu nariz” (Salmo
18:7-15).
Al final de la gran prueba de Job, el Señor se le apareció y lo justificó en el asunto de

los cargos presentados contra él por sus "consoladores". Y en la revelación divina de la
persona y el poder de Dios a Su siervo sufriente, cuyo cuerpo y alma se habían
convertido en un campo de batalla en la guerra invisible, Dios hace referencia a la
creación original, la catástrofe del juicio y la reforma que siguió. . "¿Dónde estabas tú
cuando yo fundaba la tierra? Dilo, si tienes entendimiento. ¿Quién puso sus medidas, si
lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están asentados sus
cimientos? ¿O quién puso su piedra angular; cuando alababan juntas las estrellas del
alba, y todos los hijos de Dios daban voces de júbilo? (Job 38:4-7). Luego, en el próximo
versículo, después de esta descripción de la creación, pasamos inmediatamente a la
escena del gran juicio. ¿O quién cerró con puertas el mar cuando se rompía como si
hubiera salido de una matriz? Cuando puse la nube por su vestidura, y las densas
tinieblas por pañales para él, y rompí para él mis
67
decretaron el lugar, pusieron cerrojos y puertas, y dijeron: Hasta aquí llegarás,

y no más adelante, y aquí se detendrán tus ondas soberbias?” (Job 38: 8-11).
Después de estas dos secciones sobre la creación original y el juicio, el Señor
procede a hablar de la reforma, recordándole a Job el tiempo en que había
hablado sobre el primero de los seis días, mandando a la mañana y haciendo
que "la aurora conociera su lugar". ; para que se apodere de los confines de la
tierra, y los impíos sean sacudidos de ella?" (Job 38:12, 13).
Tampoco está tal juicio sobre el pecado fuera de acuerdo con la naturaleza de
Dios. De hecho, hay una revelación constante a lo largo de la Biblia del
odio de Dios por el pecado y, salvo que esté limitado por Su paciencia y gracia
para sus propios propósitos, de Su ira derramada sobre toda impiedad. La
tierra fue maldecida cuando Adán pecó (Génesis 3:17). El diluvio vino cuando
la raza estaba a punto de ser vencida por la posesión demoníaca (Génesis
6:4-7). La Gran Tribulación es anunciada para el final de esta era actual (Mateo
24:21). El mundo mismo, después de todo su pecado, arderá con fuego al final
de los tiempos (II Pedro 3:7-10), mientras que el lago de fuego abrazará a
Satanás (Apocalipsis 20:10) y a todos los que han persistido en siguiéndolo
(Mateo 25:41). A la luz de todo esto, podemos entender bien el comienzo de la
serie cuando el juicio de Dios se encendió contra el dominio de Satanás al
primer estallido de obstinación. La maldición de Dios tenía que salir en contra
de la creación que había sido corrompida por el pecado.
Dejando la discusión de los aspectos físicos de la maldición sobre el reino de

Satanás, consideremos el juicio de la tierra desde un punto de vista espiritual.
Fue un juicio particularmente adecuado, porque reveló al mismo tiempo el
poder de Dios y la impotencia de Satanás. Dios había creado la tierra y los
cielos por Su Palabra. Lucifer había anunciado que deseaba tomar posesión
de ellos para sí mismo. Por la simple Palabra de Dios, los cielos y la tierra
fueron derribados en el caos del juicio. En ese mismo momento, Satanás recibió
su primera bocanada de polvo.
68
El polvo en la boca es una figura perfecta para la derrota y la frustración.

Recordamos que, siendo un niño pequeño, nos ofrecieron lo que parecía ser
una hermosa manzana. Como niños, dimos el mayor mordisco posible y
partimos una manzana de imitación, hecha de algodón y pintada para
representar una deliciosa fruta. La boca había estado lista para un manjar y recibió polv
En la época de Adán, el Señor pronunció la maldición sobre la serpiente porque
ésta se había convertido en instrumento de Satanás. Anunció que "polvo
comerás todos los días de tu vida" (Génesis 3:14). En el futuro, con la única
excepción del método de la serpiente de comer, la maldición será eliminada de
la tierra. El lobo y el cordero pacerán juntos, el león comerá paja como el
becerro, y aun el veneno será quitado de los colmillos de la serpiente (Isaías
11:8). Sin embargo, aunque la creación es así restaurada, "el polvo será la
comida de la serpiente" (Isaías 65:25).
Desde el mismo momento en que Lucifer, en su orgullo, gritó: "Lo haré... lo

haré ...", estuvo condenado a una decepción eterna. La criatura que piensa
aunque sea por un momento que puede arreglárselas sin Dios, que puede
lograr cualquier cosa en su propio poder, está condenada a la sensación mejor
descrita como "polvo en la boca". La primera experiencia que conoció el
querubín caído fue la de ver su dominio en ruinas y desolación sin poder hacer
nada al respecto. Debe haberle asaltado con asombrada sorpresa el
conocimiento de que su belleza y sabiduría eran insuficientes para la tarea que
ahora tenía ante él. Había querido poseer el cielo y la tierra, pero descubrió
que era un universo juzgado y que no tenía poder para corregirlo. En su mente
oscurecida empezó a surgir el hecho de que su sabiduría no era omnisciente,
que su poder no era omnipotencia, que era una criatura y no tenía capacidad
para crear. Se había elevado hacia el cielo en una oleada de terrible deseo de
ser como Dios, y ahora su boca estaba llena de polvo. Había llevado consigo
un grupo de ángeles y demonios que habían estado dispuestos a aceptar su
autoridad, y aprenderían que todos ellos con su inteligencia y poder combinados
serían incapaces de volver a unir el caótico mundo.
69
Un poco más tarde vemos al Espíritu de Dios meditando sobre la faz del abismo, con
una meditación que era un pensamiento de amor y que contenía un plan de redención.
Debe haber habido otra cavilación también, la cavilación de Satanás, oscura y siniestra.
El orgullo estaba herido y el odio se alimentaba y engordaba a sí mismo. No hay imagen
más terrible que la de Satanás vagando en medio de la creación destruida, totalmente
impotente. Estaba el apetito del deseo de ser, de actuar, de poseer, y estaba el
cumplimiento de una sensación de vacío, de inacción por incapacidad, y de la posesión
de una concha, un fragmento, un desierto y una desolación. La boca se había hecho
agua por un manjar, el mordisco había llenado de polvo la lengua y los dientes. Aquí
estaba lo último en frustración absoluta. Satanás bien pudo haber delirado en la locura
de esa oscuridad caótica. Si gritaba: "Hágase la luz", no había respuesta salvo el eco
vacío de su grito que se extendía a través de las chispas muertas de los antiguos soles
y la desolación de una tierra arruinada.
Que todo hombre y mujer que desee ser independiente de Dios en Cristo sepa que el
camino de cualquier criatura que se libere de una dependencia entregada al Dios
Redentor está en el camino de Lucifer. 'Vacío, incapacidad, frustración, polvo: esta es
la porción del hombre que camina por su propio camino. La satisfacción no se encuentra
fuera de Dios como se revela en Jesucristo, y la obediencia a su voluntad. No hay otra
fuente de alegría. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas de Alemania
estaban en su punto más lejano de avance, se publicó una caricatura en el London Star
que ilustra perfectamente nuestro punto. Apareció en el momento en que los ejércitos
de Hitler estaban en las estribaciones del Cáucaso, y Rommel estaba parado dentro de
las fronteras de Egipto, jactándose de que estaría descansando en El Cairo dentro de
una semana o dos. Entonces, de repente, el poderío ruso comenzó a hacerse sentir, y
los ejércitos de Montgomery (que avanzaban con la Biblia y el Progreso del Peregrino),
iniciaron su marcha victoriosa por África. La caricatura mostraba a Hitler parado de
puntillas sobre un montón de calaveras, alcanzando el cielo donde sus dedos apenas
perdían una nube en forma.
70
de la palabra "Victoria". El título de la caricatura era: "Siempre está fuera de

alcance". Así es para Satanás, y así será para todos los que sigan cualquier
camino de rebelión contra la única voluntad de Dios.
71
7. EL REINICIO DEL ESCENARIO
Puede decirse que el drama de la guerra invisible se desarrolla en tres actos,

cada uno dividido en varias escenas y con interludios de juicio. Por momentos
los actores miran y por momentos el público interviene. Lo que hemos visto
en los capítulos anteriores comprende el primer acto que termina con la cortina
negra del juicio cayendo sobre la escena final. Resumámoslo en un párrafo:
Se levantó una cortina brillantemente iluminada, revelando un escenario de

gran magnificencia con multitudes de huestes angelicales a la vista. La más
espléndida de todas esas criaturas, llena de sabiduría y perfecta belleza, pasó
al centro de la escena. Habló: "Subiré... exaltaré... me sentaré... ascenderé...
seré semejante al Altísimo". De repente se oyó el estruendo de un trueno.
Todas las luces se apagaron. Toda la escena estaba oscura, y una cortina
aún más oscura envolvía el escenario. La audiencia universal quedó presa del
horror. Esperó el siguiente movimiento con una tensión sin aliento.
La cortina de la oscuridad
Así, el juicio de Dios sobre la rebelión de Satanás apagó las luces de este
mundo. No sabemos cuánto duró este período de juicio. Puede que hayan
sido largas eras. Los geólogos nos hablan de las cicatrices del trabajo de años
anteriores, y creen que han sido necesarios millones de años para haber
producido algunos de los fenómenos que se encuentran en la tierra. Que sean
millones de años. Cualquiera que sea la teoría sobre el tiempo primitivo, se
puede dejar caer en la inmensidad de Génesis. ¿Algún teórico desea afirmar
que transcurrieron mil millones de años para llevar el océano a su actual grado
de salinidad, o la tierra a sus actuales profundidades erosionadas y alturas
emergentes? Luego ponga ese billón de años entre el estallido de juicio de
Dios y el decreto de la luz. ¿Otro científico presenta una teoría que parece
destruir esto y establece una hipótesis que mostraría que todos los fenómenos
naturales pueden explicarse sobre la base de la brevedad? Luego diga que la
salida del mandato de la luz siguió a la devastación de
72
el naufragio del juicio por no más que el intervalo entre un relámpago y su trueno. Por el
momento, la ciencia sostiene una teoría de la duración de las edades. Esto no contradice
los hechos bíblicos, porque la Biblia proporciona sólo un bosquejo que nos permite
discernir la secuencia de eventos pero no la duración de los detalles de los eventos.
En cualquier caso, el telón de oscuridad cayó sobre el primer acto. El intervalo puede
considerarse corto desde el punto de vista de Dios y, sin embargo, largo desde el punto
de vista del científico. Un niño cuenta un año como mucho tiempo; un adulto ha aprendido
de manera diferente. Desde el punto de comparación con la eternidad, los intervalos de
tiempo no son más que instantes fulgurantes.
Por lo tanto, no tiene importancia cómo los hombres pueden teorizar sobre el tiempo
necesario para formar algunas de las cicatrices del juicio que están sobre nuestro mundo
y sobre los muertos y el sol agonizante. El hombre caído puede no estar dispuesto o ser
incapaz de identificar estas cicatrices con las marcas de las heridas del pecado y con el
juicio de un Dios santo cuya naturaleza resplandeció para revelarse tanto a sí mismo como
a su enemigo. Pero difícilmente puede esperarse que los hombres, que no reconocerán
heridas similares en sus propios corazones y que no reconocerán su distancia de su
Creador, vean claramente la naturaleza espiritual de los juicios que una vez tuvieron lugar
en esta tierra.
La impotencia de Satanás
Ya sea que el intervalo entre las escenas se cuente en momentos del hombre o en eones
de Dios, finalmente llegó a su fin y el segundo acto de este drama universal estaba listo
para comenzar. Por fin, el Espíritu de Dios entró en el reino de Lucifer y comenzó a meditar
sobre la faz de las aguas negras de la tierra.
Sin esta actividad divina, el mundo habría permanecido para siempre en la noche turbia
del juicio divino que envolvía su estado caótico. No sólo era imposible que las tinieblas de
la tierra se transformaran en luz, sino que Satanás no tenía poder para alterar el caos que
el orgullo había traído sobre su provincia.
73
Un periodista ha dicho que la idea de descifrar un huevo es el símbolo de lo imposible.

Cuando Dios destruyó el reino de Satanás, confrontó al querubín caído con tal problema. El
principado arruinado de Satanás yacía ante él.
Mientras estuvo envuelto en la oscuridad del juicio, estuvo oculto a la mirada de las huestes
angélicas. Pero la luz iba a caer sobre la creación juzgada. El pretendiente que había
afirmado que sería como el Poseedor del cielo y la tierra se revelaría como un fanfarrón
incapaz de disipar una nube o volver a formar un terrón. Debía yacer en impotencia desnuda
ante toda la creación. Ahora se vería que el que tenía el poder de traer destrucción no tenía
poder para crear, y el que había llamado a los seguidores a adorar su sabiduría vería que la
sabiduría demostró ser impotente. El podria
no poner orden en lo que Dios había estropeado. Como esto debe tener
acentuó el amargo roer en el corazón de Satanás.
No debemos pensar en una criatura "perfecta en todos sus caminos" convirtiéndose en un

instante en "el dragón... la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña
al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Más bien debemos notar una malignidad en desarrollo
en este ser depravado que creció con su odio cada vez mayor hacia Dios y que se
alimentaba de sí mismo y de sus frustraciones.
Milton en Paradise Lost vio la necesidad de tiempo en el desarrollo de tal degradación, y,
mientras que la idea de Milton de la precipitación del cielo al infierno con una posterior
invasión de la tierra es totalmente antibíblica, su pensamiento de la desintegración gradual
de Satanás y el declive de la alta nobleza a malignidad base está en la línea de la verdad.
Ciertamente, en el oscuro interludio entre el juicio de la primera creación y la aparición de la
luz que debía preceder a su rehabilitación, encontramos lugar para tal desarrollo.
el poder de Dios
Lo que Satanás no pudo hacer ni en siglos, Dios lo pudo hacer en una sola palabra. Toda la
Deidad estaba trabajando en unidad divina para reajustar el escenario para el próximo
desarrollo del drama. Así lo hizo el Padre, dando la orden,
74
"Que haya luz". Así lo hizo el Espíritu Santo, meditando sobre la faz del abismo. Así lo
hizo el Hijo, el Verbo eterno, siendo Él mismo el Verbo en la afirmación: "Y dijo Dios...".
Diez veces en el primer capítulo de Génesis encontramos esta frase, y cada vez Cristo
está presente en ella.
Cristo, en efecto, es el protagonista principal en todas las escenas de la guerra invisible.

"Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten"
(Colosenses 1:17). Aunque Él todavía no ha aparecido por su nombre en la narración
del Génesis, el libro es inexplicable sin Él, y uno de los principales propósitos del Nuevo
Testamento es revelar a Cristo como presente en cada parte del Antiguo. No nos
estamos desviando, por lo tanto, de la marcha hacia adelante de nuestra historia de la
guerra invisible si introducimos algunos de los textos en los versículos iniciales del relato
de la creación que lo descubren como el miembro de la Deidad que en realidad estaba
realizando la obra. Así, el Nuevo Testamento puede decir de Cristo: "Todas las cosas
por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3). Bien
podríamos traducir la frase inicial del evangelio de Juan, "En el principio era el Verbo, y
el Verbo estaba con Dios, y Dios era el Verbo. Todas las cosas fueron hechas por Él..."
Así que fue Cristo quien disipó las tinieblas. "Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz". La
luz que vino sobre el universo caótico fue una luz producida por la Palabra de Dios. "La
exposición de tus palabras alumbra", dice el salmista (Salmo 119:130). Y toda la historia
de Dios
tratos manifiesta el poder de la Palabra de Dios para sacar luz de las tinieblas, vida de
la muerte. Este es nuestro Dios, y no hay otro fuera de él.
Él solo puede hacer esto. Fiat lux , y se hizo la luz. El resplandor de la luz en la creación
desolada y desolada debe haber llamado la atención de Satanás al instante. Aunque en
el relato de Génesis Satanás aparece por primera vez el sexto día cuando Dios hizo al
hombre, podemos estar seguros de que no había estado despreocupado durante los
días anteriores. Desde el primer momento en que el Señor pronunció la Palabra que
hizo resplandecer la luz de las tinieblas, Satanás
75
estaba consciente de que Dios había intervenido en lo que ese ángel caído había
llegado a considerar como su propia posesión.
Es importante recordar que Satanás siempre ha considerado este mundo como su

propiedad personal. Hay mucho que permanecerá incomprensible si pasamos por
alto este hecho. Cuando Lucifer despertó por primera vez a la conciencia, fue con
el conocimiento de que él era el gobernante. Cuando fue colocado por primera vez
en autoridad, fue por edicto de Dios quien lo creó como querubín ungido para altos
propósitos. Dios había dicho: "Así te he puesto" (Ezequiel 28:14); e incluso en su
estado caído, Cristo lo llamó "el príncipe de este mundo" (Juan 14:30). Cuando el
Señor Jesucristo se enfrentó a la blasfemia de los fariseos que habían sugerido que
su poder era satánico, lo hizo con una respuesta que reconocía el "principado de
Satanás: "Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y una casa dividida contra
sí mismo". una casa se cae. Si también Satanás está dividido contra sí mismo,
¿cómo permanecerá su reino? (Lucas 11:17, 18). Donde el Señor mismo reconoció
que Satanás poseía un reino en la tierra, ¿cómo podemos imaginar que Satanás no
tenía un sentido supremo de su propio señorío? Es cierto que Satanás había
fracasado en su primer intento de aumentar su poder fuera de la esfera terrestre
donde Dios lo había puesto. Sin embargo, todavía tenía su principado, y trabajaría
tenazmente para mantenerlo y resistiría todo intento, incluso de Dios, de usurparlo.
Si Dios tratara de dotar a Adán, este intruso, con un señorío en el dominio de
Satanás, Satanás buscaría alterar la relación y convertir a Adán en su propia
criatura. Satanás quería poder. Era dulce para él, y lucharía por ello. Todo usuario
del poder tiende a atrincherarse en su posición y lugar de poder, y tiende a expandir
ese poder al máximo en todas las direcciones posibles. Esto es cierto para los
hombres de hoy, ya sean individuos o grupos, ya sean comités, ramas del gobierno,
oficinas, legislaturas, sínodos, presbiterios, pastores, capataces de tiendas, gerentes
de oficinas, policías, esposos, esposas o cualquier persona que tenga alguna
autoridad sobre otra. Esta es una de las leyes de la historia humana, y surge de la
naturaleza de Satanás y de la naturaleza de su rebelión contra Dios.
76
Dios sigue en el trono
Si el período de oscuridad y caos fue prolongado desde el punto de vista de la criatura, la

conmoción debe haber sido aún mayor cuando Satanás descubrió que Dios, después de una
larga era de silencio e inactividad en el reino del mundo en tinieblas, no había lo abandonó a
su gobernador, pero todavía tenía interés en él, todavía lo consideraba como Su provincia y
bajo Su soberanía y evidentemente ahora se estaba moviendo para llevar a cabo algún
propósito del cual Satanás estaba en la ignorancia.
La orden divina salió y la luz fluyó sobre el escenario que había conocido tanto el primer acto
de creación con la música de las estrellas de la mañana como el interludio de oscuridad que
había seguido. Cuando la luz descorrió las cortinas de oscuridad, se vio que el escenario
estaba vacío. Ningún personaje caminó por los tableros; ningún paisaje estaba en su lugar.
El juicio yacía iluminado ante los ojos del universo. Incluso aquellos que habían dado su
lealtad a Satanás y que con él no habían podido traspasar el velo de oscuridad ahora se
vieron obligados a ver el horror de un juicio divino sobre el universo material, ilustrando el
odio de Dios contra el pecado.
Pero ahora, en los días subsiguientes, Dios mismo comenzó a cambiar el escenario sobre
esa extensión desnuda, vacía y sin forma. Habría seis días de cambio de escena y luego se
presentaría el segundo acto del drama. Se crearía un nuevo personaje en torno al cual se
librarían las mayores batallas de la guerra invisible. Finalmente, después de seis días de
preparación, el nuevo personaje apareció en escena: era el hombre recién despertado a la
conciencia.
Como no estamos presentando un comentario detallado sobre Génesis, pasamos por alto las
grandes riquezas que se encuentran en la historia de los seis días para considerar al hombre
mismo. Simplemente resumimos de pasada, tal como lo hace la frase en los diez
mandamientos, los eventos de los seis días. Allí leemos: “Porque en seis días hizo el Señor
los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay”
77
(Éxodo 20:11). Note bien que no dice que el Señor creó estas cosas en seis días. El verbo
crear se usa para originación. Los otros verbos usados en la historia de los seis días no tienen
el concepto de creación en ellos. Estas nuevas palabras tienen que ver con la disposición y el
ordenamiento de los materiales existentes en nuevas formas. "Dios dividió.
. . Dios hizo . . Dios reunió. . .
Dios puso. . .” Estos son los predicados del relato de los seis días. Son palabras usadas de
trabajo secundario que no tiene ningún pensamiento de creación en él.
Por lo tanto, podemos repudiar por completo la idea de que el mundo fue creado en seis días,
y establecer que la Biblia, cuando se toma en su máxima literalidad, enseña que el mundo
creado perfecto fue destruido y desolado después de lo cual fue reformado y destruido.
reformado en los seis días como el escenario en el que se desarrollaría el drama del pecado
y la redención.
Esta es la razón por la cual Dios no destruyó la tierra por completo. Dios tenía un plan para
ello. El mismo lugar que había sido el escenario del desafío a la autoridad del Dios Altísimo
había de ver Su triunfante vindicación. Llegaría el día en que el Hijo de Dios, el Señor
Jesucristo, pondría fin a Su vida en la tierra y oraría en el jardín de Getsemaní: "Yo te he
glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste para hacer" (Juan 17:4). De esa caída
de Lucifer y la subsiguiente caída del hombre, a través de la redención provista en Cristo, Dios
traería una poderosa compañía de creyentes, niños, hijos, a quienes Él podría elevar al mismo
trono del cielo sin la más remota posibilidad de que alguien de ellos jamás reclamaría ningún
poder por derecho propio. Cuando estos santos estén en el cielo y trabajando en el gobierno
de Dios, serán los primeros en reconocer, y lo harán continuamente, que Dios es el único Dios
verdadero, que no hay nadie como Él, que Él es la fuente de vida y poder, y que a Él se
atribuya toda la alabanza y la gloria.
El ataque de Satanás a Génesis
Antes de llegar a la entrada del hombre en escena, notemos una de las estratagemas favoritas
de Satanás en su guerra contra Dios. sabiendo que el
78
El relato de su rebelión está detallado en las Escrituras, hace todo lo posible para
desacreditar el Libro. Sabiendo que Génesis presenta la intervención de Dios en el
reino de Satanás, es especialmente amargo en sus ataques a estas páginas. El
odio de Satanás hacia las Escrituras es evidente de muchas maneras; cada ataque
a la Biblia puede ser sabido que viene de él. Usará cualquier arma o instrumento
para menospreciar la veracidad y autenticidad de las Escrituras. A veces los
ataques son abiertos e incluso virulentos. A veces son ocultos y sutiles. Pero
siempre tiene un solo odio real, una enemistad, y ese es el odio al Dios vivo y
verdadero. Si Satanás puede hacer que los hombres no crean en el registro de las
primeras líneas de la Biblia, puede hacer que no crean en la deidad del Señor
Jesucristo mismo. Si Satanás no se dio cuenta de este hecho antes de la
encarnación del Señor Jesús, ciertamente lo ha sabido desde entonces; porque
Cristo declaró, como hemos visto, que ningún hombre podría jamás creer en el
Cristo de los evangelios si no creía en los escritos de Moisés, incluyendo por
supuesto estas páginas en Génesis (Juan 5:46,47). La razón por la que los judíos
rechazaron a Cristo fue porque habían rechazado a Moisés; es imposible para
cualquier hombre creer plenamente en los evangelios del Nuevo Testamento si ha
rechazado el Pentateuco. No es de extrañar, por lo tanto, que Satanás utilice todas
sus fuerzas contra esta porción de la Biblia.
Destruya esto y sabrá, porque Cristo lo ha enseñado, que el hombre no puede
creer en el Cristo de Dios.
Entre los ataques más frecuentes contra el libro de Génesis está la idea,
universalmente enseñada por teólogos liberales y, desafortunadamente, difundida
por muchos maestros que son simplemente los ecos de los ecos de los creadores
de la teoría; que los capítulos primero y segundo de Génesis contienen dos
historias diferentes de la creación, y que estas dos historias fueron unidas por un
editor posterior para hacer el relato que poseemos hoy. Esto, por supuesto, no es
así. En primer lugar, hemos mostrado que no hay un relato detallado de la creación
original en ninguna parte de la Biblia. No hay una sola línea que nos diga si esta
creación original tuvo lugar en el destello de una Palabra, o si a Dios le agradó
79
planta una ameba perfecta y deja que se divida y se vuelva a dividir durante
siglos y siglos. Simplemente no sabemos. En segundo lugar, estos dos
capítulos de Génesis ni siquiera contienen dos relatos diferentes de la
remodelación o restauración de la tierra. Lo que sí hace el relato de Génesis
es, en primer lugar, dar un bosquejo general del orden de los acontecimientos.
Luego el autor vuelve a seleccionar el ítem más importante de la serie que se
ha descrito y procede a ampliarlo porque es la base de todo lo que sigue.
Permítanme ilustrar esto en un ámbito diferente. Difícilmente pasa una semana

en la que no escribo una carta que se parezca mucho a la estructura de los
primeros dos capítulos de Génesis. Puedo escribir así a un amigo o a un ser
querido: "Salí de Filadelfia el lunes y prediqué en Nueva York esa noche.
Después de la reunión, tomé el tren a Ohio y prediqué en Canton el martes
por la noche, en Akron el miércoles, en Cleveland el El jueves. Regresé al este
en tren el jueves por la noche, prediqué en Lancaster el viernes y llegué a
Filadelfia a la medianoche para pasar tres días en casa antes de comenzar de
nuevo mi circuito de enseñanza". Después de haber dado este bosquejo de
toda la semana, bien puedo comenzar otro párrafo, diciendo: "En Cleveland,
el jueves, vi una exhibición muy notable de joyas en la tienda de un amigo
cristiano que durante años ha estado componiendo cuadros con joyas.
dispuestas sobre terciopelo negro. Utilizando cientos de piedras, grandes y
pequeñas, el diamante, el rubí, el topacio, la esmeralda, el zafiro, dispone
diseños brillantes que atraen a cientos de personas a sus escaparates. Vi uno
de un pavo real, con los multicolores de su plumaje formado por cientos de
joyas colocadas sobre el fondo de terciopelo". ¿Hay algo extraordinario en la
estructura de tal carta? Sin embargo, hay hombres que han atacado la Biblia
porque el primer capítulo da cuenta de los seis días de la restauración,
mientras que el segundo capítulo trata en detalle la aparición del hombre en el
sexto día.
Elohim y Jehová
A medida que su argumento en contra de la estructura se derrumba, también lo hace contra la estructura.
80
contenido de la narración. Dicen que las historias difieren porque se usan diferentes
nombres para Dios, pero cuando recordamos lo que hemos visto sobre los casi
cuatrocientos nombres de Dios y cómo Dios se revela a través de esos nombres, el
asunto se aclara. Elohim es el nombre de Dios usado en asuntos de creación y
poder. Jehová es el nombre que se usa en conexión con todos Sus actos que
conducen a la redención. Así en el relato del diluvio es Elohim, el Creador, quien le
dice a Noé que entre en el arca con dos de cada especie de animal para la
preservación de la especie, y es Jehová quien le dice que tome siete de los animales
limpios para sacrificio, y quién lo encierra para que esté a salvo.
Que estas páginas están divinamente inspiradas es un hecho que está entretejido
en cada parte del escrito. Un comentarista, que ha dedicado mucho pensamiento y
cuidado a la narración de los seis días, escribe sobre este primer capítulo: "La
manera ordenada en que Dios procedió, la facilidad con la que llevó a cabo Su obra,
la excelencia de lo que se produjo, y la sencillez de la narración, de inmediato
impresionan al lector. Del caos surgió el 'cosmos', que significa orden, disposición,
belleza; de las aguas surgió la tierra; se transformó un escenario de desolación,
oscuridad y muerte. en uno de luz, vida y fertilidad, de modo que al final todo fue
declarado 'muy bueno'... Génesis Uno debe ser considerado no como un poema, y
menos aún como una alegoría, sino como una declaración histórica literal de la
voluntad divina. revelación... Maravillosamente conciso es lo que se encuentra aquí:
un solo versículo basta para hablar de la creación original del cielo y de la tierra.
Otro verso es todo lo que se necesita para describir el terrible caos en el que se
hundió la tierra arruinada. Y menos de treinta versículos más hablan de los seis días
de trabajo, durante los cuales el Señor 'hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que
hay en ellos'. Ni toda la habilidad combinada de los más grandes artistas literarios,
historiadores, poetas o filósofos que este mundo jamás haya producido podría
diseñar una composición que comenzaría a igualar la primera de Génesis. Por la
profundidad del tema y, sin embargo, la sencillez del lenguaje: por la amplitud del
alcance y, sin embargo, por la concisión de la expresión; por la exactitud científica y, sin emba
81
evitación de todos los términos técnicos: no tiene rival, y no se puede encontrar nada en todo
el reino de la literatura que pueda compararse con él por un momento. Se sostiene por sí
mismo. Su brevedad evidencia la sabiduría divina de Aquel que la inspiró. Contraste las
elaboradas fórmulas de los científicos, contraste la prolija escritura de los poetas, contraste
las cosmogonías sin sentido de los antiguos y las tontas mitologías de los paganos, y la
singularidad de este relato divino de la creación y restauración aparecerá de inmediato. Cada
línea de este capítulo inicial de las Sagradas Escrituras tiene estampado el autógrafo de la
Deidad".
La paradoja de la caída afortunada
Cuando se ve toda la revelación en una vista panorámica, se hace evidente que la creación
del hombre fue un movimiento deliberado de la estrategia divina en la guerra invisible. De esta
creación y caída y de la redención que vendría después, vendría la revelación completa de
las profundidades de la sabiduría y del conocimiento de Dios (Romanos 11:33). A esto se le
ha llamado "la paradoja de la caída afortunada".
La comprensión de gran parte del resto de la Biblia depende de la comprensión del lugar del
hombre en las filas de los seres creados. Los seres angélicos se habían establecido en una
jerarquía ordenada. Lucifer fue creado como el más alto de todos; no había criatura superior
a él.
Debajo de él estaban todas las diversas órdenes de la creación angelical: querubines,
serafines, arcángeles, principados y potestades, los ángeles inferiores y aquellas criaturas
que eran los habitantes de la tierra pre-adamita cuyos espíritus incorpóreos, se ha sugerido,
se convirtieron en los demonios cuando siguieron a Lucifer en su rebelión. Todas estas
huestes, innumerables en sus rangos y gradaciones de posición y poder, estaban ante Dios
como modelos de creaciones anteriores. Además, estaba la infinita imaginación creadora de
Dios. Pero cuando el Todopoderoso se movió para crear al hombre, no usó ninguno de los
modelos angélicos que tenía ante sí. Al hombre no se le dio el poder de Lucifer. Él
82
no le fue dado el poderío de los que son llamados principados y potestades. No se le

dio la velocidad de los ángeles ni su libertad de movimiento por el aire y los cielos. Dios
creó al hombre por debajo de todos estos órdenes angélicos y lo ató a la tierra con la
ley de la gravedad, limitándolo en el espacio, en el tiempo, en la inteligencia y en el
poder. Era un principio de la estrategia divina que se hará más y más evidente a medida
que avancemos.
En el Salmo octavo, David canta: "¡Oh Señor, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre
en toda la tierra! ¿Quién ha puesto tu gloria sobre los cielos? , para que aquietes al
enemigo y al vengador. Cuando miro tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas
que tú formaste, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él? Y el hijo del hombre
que lo visitas, porque lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo has coronado
de gloria y de honra.
le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:
todas las ovejas y los bueyes, sí, y las bestias del campo; las aves del cielo, y los peces
del mar, y todo lo que pasa por los caminos de los mares. ¡Oh Señor, Señor nuestro,
cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!"
La frase clave en este pasaje es la que coloca al hombre en el esquema de la creación

como hecho "inferior a los ángeles". Aquí está ' la estrategia divina. De lo sacará
más bajo,
lo más
Dios
alto. Incluso Él mismo se dignará encarnarse en este bajo nivel de creación. Y de ese
nivel, sí, incluso del hombre caído por debajo del bajo nivel en el que fue creado, Dios
traerá una raza de hijos que estarán asociados con Él para siempre en el gobierno del
universo. Así vendrá la mayor gloria a Dios, y la plena victoria en la guerra invisible. El
segundo capítulo de Hebreos es el comentario divino que establece el texto y revela su
significado espiritual.
83
Aunque el científico no regenerado insistiría en que el hombre no fue creado,

Dios declara que el hombre es una criatura. El hombre no regenerado es el
hombre natural que "no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente" (1 Corintios 2:14). Si alguien se queja de que no
estamos de acuerdo con la ciencia moderna, señalamos el hecho de que si
la Biblia de 1870 hubiera estado de acuerdo con la ciencia de 1870, la
ciencia de 1880 habría arrojado la Biblia al descarte, así como descartó la
Biblia. ciencia de la década anterior. La ciencia de 1890 sonreía complaciente
a su vez a la ciencia de 1880, mientras que la ciencia de 1900, que ahora
había llegado al siglo XX, estaba tan actualizada que poco antes de ese
tiempo podía mantenerse. Así ha continuado, década tras década. Hoy en
algunos campos la ciencia de noviembre ha descartado a la ciencia de
febrero. En los sótanos de nuestras grandes bibliotecas hay ediciones
pasadas de las enciclopedias que revelan los cambios cambiantes en las
opiniones del hombre acerca de la ciencia, pero la Palabra de Dios
permanece siempre, sin cambios. Las primeras ediciones de las enciclopedias
se ríen de la autoría mosaico del Pentateuco sobre la base de que la
escritura no existía en la época de Moisés. Hoy los arqueólogos apuntan a
la escritura mil años antes de Moisés y hablan de la ironía del hecho de que
hay evidencias de que parte de esta escritura en el período premosaico se
hizo en la misma península del Sinaí donde Moisés vivió y escribió.
Una vez tuvimos a un hombre que se refirió a un artículo de la decimocuarta

edición de la Enciclopedia Británica como prueba de las afirmaciones que
estaba haciendo contra la Biblia. Le pedimos que tomara el primer volumen
y buscara el artículo en "Amazon". De esto notamos la longitud del gran río
sudamericano y el área de su cuenca. Luego le pedimos que volviera al
artículo en un volumen posterior sobre "Ríos". Aquí se da la longitud del
Amazonas en una cifra que difiere en más de mil kilómetros y la del área en
alrededor de un millón de kilómetros cuadrados. Si los escritores de un
volumen a otro no pueden ponerse de acuerdo sobre la longitud y el área de un río te
84
¿Cómo pueden esperar que apostemos nuestra fe en verdades eternas en sus

conjeturas sobre el río de la vida?
A través de todo el cambio de las hipótesis de los hombres, la Biblia permanece

sola en su posición única. Mientras el péndulo oscila de hipótesis en hipótesis,
mientras se avanzan y descartan teorías, el poco conocimiento verdadero que se
adquiere de una vez por todas, y que se va incrementando grano a grano, está
siempre en consonancia con las verdades anunciadas en la Palabra de Dios. Dios.
85
8. EL PRIMER ATAQUE DE SATANÁS
Después de la primera rebelión orgullosa de Lucifer contra Dios, y el juicio de

Dios sobre la provincia del príncipe rebelde, no hay evidencia de ninguna
actividad por parte de Satanás. Lo que sea que haya sucedido en el período
oscuro mientras la tierra estaba devastada y desolada no se menciona en
ninguna parte de la Biblia. Podemos entender esto, porque, como ya hemos
mencionado, está fuera del alcance de la revelación bíblica prestarse
meramente a la satisfacción de la curiosidad del hombre.
De repente, sin embargo, con la Palabra hablada de Dios, "Hágase la luz", se

produjo ese cambio profundo en los territorios gobernados por Satanás, que
fue el preludio de la obra subsiguiente de Dios de reformar el mundo. Este
movimiento de Dios, después de un período aparentemente largo de inacción,
estaba en preparación para llevar a cabo Sus decretos eternos que incluían
todo el plan de redención y varias fases de la guerra invisible. Cuando la luz de
Dios brilló sobre la bola giratoria de la tierra, revelando sus desiertos caóticos,
debe haber habido una gran ira en el corazón de Satanás y de los que lo
habían seguido, al recordar su gloria anterior y los esplendores de sus primeras
moradas.
Tierra Reformada
Como día tras día en la obra de Dios, Satanás debe haber observado cada
acto con un interés sombrío y creciente que era aún más resentido porque no
podía hacer nada al respecto. Apareció tierra seca de la inmensidad de las
aguas, y los mares comenzaron a bañar mil costas. Aparecieron árboles, flores
y hierba, y el verde suave de la belleza vegetal cubrió el mundo que hasta
hacía poco yacía sumido en un velo de horror. El sol, la luna y las estrellas
fueron una vez más visibles en la tierra cuando se disiparon las nieblas del
juicio. El mar comenzó a hervir con su miríada de criaturas, y el aire volvió a
conocer el canto de los pájaros. El orgullo de Satanás estimuló su envidia, pero
todavía no vio nada que despertara sus celos, porque todas estas aves y animales había
86
cuerpo y vida pero no espíritu, y sabía que no había ninguna criatura aquí que pudiera
desafiar el poder y la autoridad que aún poseía en este dominio.
Pero en el sexto día, Dios creó al hombre a Su propia imagen. En el quinto capítulo
de Génesis, leemos un resumen de todo lo que sucedió en la creación del hombre.
“El día que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo; varón y hembra los
creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron
creados” (Génesis 5:1, 2). ). Debe haber habido una conciencia casi instantánea en
la mente de Satanás de que aquí estaba su rival por fin. Porque el hombre despertó
para encontrarse a sí mismo como una criatura de noble belleza y sabiduría, y para
ser informado de que iba a tener dominio sobre toda la tierra renovada, sobre todo lo
que podía ver a su alrededor. Podemos estar seguros de que Satanás no estaba muy
lejos cuando el Señor Dios dijo a la pareja recién creada: "Fructificad y multiplicaos,
y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, y en las aves de
los cielos, y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra" (Génesis 1:28).
La creación del hombre
Aunque aquí nos interesa el hombre sólo en la medida en que es parte de la guerra
invisible, es un arma tan importante en esa guerra que es necesario comprender la
naturaleza de su creación. Dios estaba eligiendo al hombre como el brazo que
derrotaría a Satanás, tanto para reducirlo a la nada como para reemplazarlo en el
esquema del gobierno del universo. Cristo vendría del hombre, y sería a través de
ciertos miembros escogidos de la raza humana que Dios proclamaría la derrota de
Satanás (Efesios 3:10).
A menudo es posible leer los pensamientos de un hombre por sus acciones. Mire a
un ladrón en una tienda mirando a su alrededor en todos los sentidos, moviéndose
furtivamente, deslizando un artículo en su bolsillo antes de alejarse casualmente, y usted
87
puede leer los pensamientos del hombre. Observe a Satanás moviéndose hacia el
jardín del Edén, abriendo su ataque contra Eva, y podrá deducir sus pensamientos
cuando vio al primer hombre y mujer colocados en esta tierra. La tierra era el reino
de Satanás; Dios le había dado poder sobre ella (Ezequiel 28:14). Además, Satanás
nunca había sido desposeído por ningún edicto de Dios. El ataque de Satanás al
hombre fue un ataque frontal a Dios mismo. El Todopoderoso había colocado una
fuerza ofensiva en medio del territorio controlado por el enemigo. Proceder contra
esta fuerza era proceder contra el Poder que la había colocado allí.
Sin embargo, la acción terminaría, como deben terminar todas las demás acciones
satánicas, con polvo en la boca para Satanás. Porque la batalla del jardín de Edén,
aunque en la superficie fue una victoria para Satanás, en realidad fue el comienzo
de su última derrota; contenía la semilla a partir de la cual se desarrollarían las fases
más vergonzosas de su derrota final.
Más bajo que los ángeles
Para comprender estas ramificaciones de la caída del hombre, debemos recordar la

posición en la que Dios creó al hombre en relación con la escala de todos los demás
seres. Hemos notado que Dios no creó al hombre según ninguno de los modelos de
ángeles, serafines, querubines u otras órdenes de seres existentes. Dios no escogió
a ninguno de estos seres, los cuales, por sus nombres y por otras revelaciones
bíblicas concernientes a ellos, parecen poseer gran poder, llamados con razón
principados y potestades. Dios hizo algo nuevo; Dio a luz una criatura que estaría
atada a la tierra por la gravedad y que estaría por debajo del ángel más bajo en
poder y rango. Una de las grandes claves para la comprensión adecuada de la
guerra invisible, que se encuentra en los Salmos, y que el Espíritu Santo pone de
relieve en la epístola a los Hebreos, es la declaración relativa a la creación del
hombre: "Porque tú has lo hizo poco menor que los ángeles" (Salmo 8:5; Hebreos
2:6-8). La RSV traduce el pasaje de los Salmos, "Lo hiciste poco menos que Dios",
pero la cita del Nuevo Testamento de este pasaje, que se encuentra en el segundo
de Hebreos, es "Lo hiciste, por un poco de tiempo, inferior a Dios". los Angeles." La
palabra hebrea es una que a menudo se traduce como "Dios", pero está en
88
usos donde debe traducirse, "los dioses" o "los ángeles". Es lamentable que los traductores no
hayan seguido la pista dada por el Espíritu Santo, que es, por supuesto, más que una pista,
incluso una traducción positiva que debería haber sido aceptada sin cuestionamientos, y que
habría sido aceptada si los traductores hubieran creía en la inspiración de las palabras de la
Escritura. En todo caso, la cita del Nuevo Testamento es suficiente para justificar nuestra
enseñanza: al ser hecho por un poco de tiempo inferior a los ángeles, en verdad fue hecho inferior
a los ángeles.
Observadores angelicales
Debe haber habido muchos observadores interesados cuando Dios creó al hombre.
Todo el cielo debe haber sabido que Dios finalmente se estaba moviendo contra la rebelión de
Satanás. Dios había hablado luz a las cenizas oscurecidas de nuestro universo inmediato, y
Satanás de repente había sido arrancado de su hosca cavilación. Hay un pasaje en la Escritura
que indica el gran interés de las huestes angélicas por todos los acontecimientos que conciernen
a la tierra, a los hombres ya todo el plan de Dios. Pedro nos dice que los escritores del Antiguo
Testamento se dedicaron al estudio de sus propios escritos para descubrir el significado de las
revelaciones de las que habían sido canal (I Pedro 1:10-12). El Espíritu de Cristo había estado en
ellos para comunicarles la verdad, pero no estaban seguros del calendario y buscaron
diligentemente para clasificar las diferentes revelaciones y colocarlas en el orden correcto. El
pasaje cierra con una declaración, mucho más fuerte en griego que en inglés, en el sentido de
que los mismos ángeles estaban intensamente ocupados con este mismo estudio. Fácilmente
podemos entender, por lo tanto, que todo el universo de los ángeles, caídos y no caídos, debe
haber estado absorto con la acción que siguió a lo que podríamos llamar los Diez Mandamientos
de la re-creación, el "Hágase... Dejalo ser.
. ." En este mandato divino, llegaron a ser ordenados, la luz, un firmamento, las aguas, la tierra
seca, el mundo vegetal, las estrellas de los cielos por signos y por el calendario, las criaturas
móviles de la tierra, los animales superiores , y, finalmente, el hombre.
89
Combate renovado
¿No se refleja en sus acciones la furia del resentimiento de Satanás? ¿No estaba
diciendo en su corazón: "Aunque no pudiera disipar las tinieblas, poner orden en el
caos, o crear nuevos seres para seguirme, Dios piensa que Él me reemplazará con esta
criatura insignificante, hombre? Yo, que soy más alto que todos los ángeles, el arcángel,
los serafines y los querubines, ¿seré desposeído por uno que es inferior a los ángeles?
Bien puede Dios decir al hombre que ha de tener dominio sobre los peces del mar, las
aves de el aire, el ganado, y sobre toda la tierra, y todo animal que se arrastra sobre la
tierra (Génesis 1:26), pero tendrá que hacerlo mejor que Adán si piensa que me va a
expulsar. que Adán, y ahora me moveré para atacar a Dios seduciendo a Adán lejos de
Él, y lo uniré a mí. Así como conseguí que muchos de los ángeles me siguieran en mi
rebelión, así haré que el hombre deje a Dios y dadme lealtad".
Así, la guerra, que había permanecido en una fase tranquila durante todo el período en
que la tierra había sido un naufragio y una ruina, ahora se renueva con gran intensidad.
Dios movió un nuevo combatiente al campo, estableció una cabeza de puente y Satanás
atacó. Cuando recordamos su objetivo, comprendemos la naturaleza de su derrota. El
suyo era un propósito doble: se movía, por la diplomacia de la tentación seductora, para
alejar al hombre de Dios, pero más que eso, buscaba ahuyentar al hombre para que se
prestara lealtad a sí mismo.
El tercer capítulo de Génesis se ha convertido en uno de los grandes campos de batalla

del pensamiento humano. Satanás debe odiarlo más que cualquier otra página en la
historia de la escritura, quizás con la única excepción del clamor en la cruz que anunció
la condenación de Satanás: Consumado es" (Juan 19:30). Sus esfuerzos por destruirlo
y con ella, el recuerdo de su derrota tiene un paralelo muchas veces en las relaciones
humanas. Hay un ejemplo sorprendente en los intentos de Hitler de anular los desastres
de la Primera Guerra Mundial. Alemania, derrotada en 1918, se vio obligada a firmar la
capitulación del armisticio en un vagón de ferrocarril el un apartadero en el
90
Bosque de Compiègne. Fue en la cima del movimiento para borrar el

recuerdo de esa derrota que Hitler llegó al poder. Cuando Francia cayó ante
las fuerzas nazis veintidós años después, en lugar de seguir a sus tropas
hasta París y dictar la paz en Versalles o en el Louvre, Hitler, recordando
1918, hizo que sus ingenieros colocaran las vías del tren hasta el museo
militar donde estaba el vagón del armisticio. había sido exhibido entre las
guerras, y traerlo de vuelta a Compiègne. Fue en el lugar exacto donde el
poder alemán había cedido en 1918 que los generales franceses se vieron
obligados a firmar la capitulación de Francia en 1940. Las imágenes de esa
escena revelan un espectáculo notable. El cabo errático y frustrado de la
primera guerra, ahora dueño de Alemania y Francia, bailaba frente al carro
del armisticio cuando salió. Totalmente inconsciente de los clics de las
cámaras, se golpeó los muslos, sonrió extasiado, sacudió la cabeza de un
lado a otro y ejecutó animados pasos de júbilo. El recuerdo de la derrota iba
a ser erradicado por la sobrecarga de la victoria, superpuesta en el lugar mismo de la
Debido a que Satanás ha tratado de erradicar todo rastro de su maldición y

terrible derrota de la memoria del hombre, y debido a que el hombre ha
estado dispuesto a ayudar y ser cómplice en este intento ya que la caída es
una época tan vergonzosa en la historia del hombre mismo, la tercera
capítulo de Génesis ha sido asaltado como pocos otros en la Biblia lo han
sido. No haremos ningún intento aquí para responder a los argumentos que
se han presentado contra el hecho del pecado del hombre. Somos conscientes
del ridículo que se ha amontonado sobre el incidente. Sabemos del sutil
ataque hecho sobre el relato de la creación y caída del hombre por la teoría
de que el hombre no vino de la mano creadora de Dios, sino que es el
producto de algún proceso de desarrollo y está en camino hacia una vida
mayor y más grande. alturas mayores. Hemos leído los hallazgos de la
paleontología y la biología. Hemos escuchado las burlas del modernismo
contra el relato bíblico, y hemos visto los torpes intentos de algunos teólogos
de explicar el pecado actual del hombre sin admitir la historicidad de la caída.
Bruner, por ejemplo, en Der Mensch im Wiederspruch, busca explicar el pecado sin la
91
El trabajo de Whale, el teólogo inglés, sigue en la misma línea. Este último, retirándose
de la teoría insostenible del teólogo liberal del pasado, llega a admitir llanamente que el
hombre es una criatura caída aunque no admite la caída original. Él escribe: "La caída
no se refiere a alguna calamidad aborigen datable en el pasado histórico de la
humanidad, sino a una dimensión de la experiencia humana que siempre está presente ,
a saber, que nosotros, que hemos sido creados para tener comunión con Dios, la
repudiamos continuamente; y que toda la humanidad hace esto junto con nosotros".
Niebuhr ha seguido los pasos de estos otros teólogos. Entonces tenemos al nuevo
liberalismo admitiendo los resultados de la caída sin estar dispuesto a aceptar el hecho.
A partir de esto, continúan argumentando a favor de una salvación del pecado que es
aparte del regalo de Dios de su Hijo como un Salvador sustituto y vicario, tomando en
sí mismo la ira que la justicia de Dios merecía por el pecado de los rebeldes. Podemos
ver a Satanás, como el Hitler del armisticio francés, golpeándose los muslos y bailando
su giga.
Volviendo a la sencillez del relato bíblico: Dios hizo al hombre inferior a los ángeles,
pero también lo dotó de algo llamado "imagen de Dios". ¿En qué consistía esta imagen?
Ciertamente no concebimos a Dios como poseedor de cabeza, manos, brazos, pies y
otras características físicas. La Biblia no presenta un Dios antropomórfico. Es cierto que
la Palabra de Dios describe las acciones de Dios a favor del hombre bajo algunas figuras
retóricas que hacen uso de las características corporales del hombre: por ejemplo, "La
mano del Señor no se ha acortado para salvar, ni su mano pesado el oído para no
oír” (Isaías 59:1); y "Los ojos del Señor recorren de aquí para allá toda la tierra. . ." (II
Crónicas 16:9). Pero la Biblia también dice: "Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus
alas estarás confiado" (Salmo 91:4). Tal versículo no significa que Dios sea un pájaro.
Cualquiera puede entender que la última cita es una figura retórica. Así son las citas
anteriores y todas similares. Porque "Dios es Espíritu" (Juan 4:24); y "un espíritu no
tiene carne ni huesos" (Lucas 24:39). ¿En qué consiste, pues, la imagen en la que Dios
creó a Adán?
92
Sería posible, teológicamente, decir que el Dios eterno, Espíritu invisible, conoció de
antemano la imagen física en la que enviaría a su Hijo Jesucristo, y creó a Adán en esa
imagen física. Porque Cristo "es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
criatura" (Colosenses 1:15). Si bien es probable que haya mucha verdad en esa idea,
puede que se acerque más a la verdad de que Dios creó el cuerpo humano para que
tuviera funciones físicas que eran expresiones de funciones invisibles. ¿No es el ojo,
que nos da el significado de los reflejos de la luz que cae sobre varios objetos dentro del
campo de nuestra visión, un símbolo de la conciencia de Dios de todas las cosas, porque
Él es luz y en Él no hay oscuridad en absoluto ( 1 Juan 1:5)? ¿No es el brazo, con su
estructura muscular que controla la mano y su intrincado funcionamiento, un símbolo del
poder y la fuerza de Dios y Su habilidad para formar todas las cosas como Él las desea?
Así, en un sentido acomodado, es posible decir que el hombre, incluso en su condición
caída, contiene los restos vestigiales de la creación original. Y Dios prescribe la pena de
muerte para los homicidas porque hizo al hombre a su imagen (Génesis 9:6).
Pero en todos los significados más importantes del término, es imposible decir que el
hombre, en su presente condición caída, todavía retiene la imagen de Dios. La Biblia
contradice tal pensamiento, enseñándonos que el hombre perdió la imagen espiritual de
Dios en la caída, y que la verdadera imagen se recupera en nuestra regeneración. De
los hijos que procedieron de Adán y Eva leemos: "Y vivió Adán... y engendró un hijo a
su semejanza, conforme a su imagen".
(Génesis 5:3). Esa imagen caída de Adán a cuya semejanza engendró su descendencia,
estaba muy, muy lejos de la imagen de Dios en la que había sido creado el primer padre
humano. El hombre que vemos caminando en las calles de nuestras ciudades o en las
selvas de nuestros continentes más oscuros es el producto del Adán caído. Solo cuando
un hombre individual nace de nuevo a través de la fe en la obra redentora de Cristo, es
creado de nuevo a la imagen de Dios, como veremos con más detalle. "El primer hombre
es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor del cielo. Como es el terrenal,
tales son los terrenales:
93
y cual es el celestial, tales son también los celestiales. Y así como llevamos la imagen
del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial"
(I Corintios 15:47-49).
El hombre no regenerado no es a la imagen de Dios. La imagen que es meramente

carne y sangre no puede heredar el reino de Dios (I Corintios 15:50).
La falsa idea de que todos los hombres aún retienen la imagen divina está tan arraigada
en los pensamientos de los hombres que están más que sorprendidos cuando los
vientos frescos de la Palabra de Dios soplan la mente limpia de la herejía de la bondad
natural y la divinidad del hombre. En el siglo XVIII, South, un famoso predicador
londinense, asombró a los deístas de ideas sueltas de su época con la declaración de
que el hombre en su mejor momento era una criatura baja y caída. En su famoso
sermón, "El hombre creado a imagen de Dios", South escribió una línea que fue discutida
incluso en la Cámara de los Comunes: "Un Aristóteles no era más que la basura de un
Adán, y Atenas, los rudimentos del Paraíso". Ha habido quienes han calificado esta
frase de "fantástica", pero lo más seguro es que South esté de acuerdo con la Palabra
de Dios. Además, la ciencia moderna de la genética se está moviendo en esa dirección,
porque aquellos en los laboratorios del mundo que están estudiando los problemas de
la vida ya han llegado a conclusiones concernientes a las divisiones de los genes y
cromosomas que componen un individuo que harían cualquier verdadero El científico
duda antes de negar que todos los dones de la humanidad alguna vez se combinaron
en un solo par de padres. Todo lo que ha salido de la humanidad para bien desde el
origen de la especie humana estaba contenido en Adán y su novia. Entonces, debemos
considerar a esa pareja como una combinación aún mayor que los dones y las gracias
de un Shakespeare, un Platón, un Beethoven, un Miguel Ángel, un Isaac Newton y un
Einstein, y que superan en caridad a nuestros más tiernos filántropos y en valentía a
nuestros héroes más poderosos.
Hace algún tiempo encontré por casualidad un artículo en los periódicos que contenía
un análisis matemático cuidadosamente preparado de la posibilidad de tener cualquier
serie dada de cartas en una mano de bridge. Hay cincuenta y dos cartas en un paquete,
94
y un jugador dado recibe una cuarta parte de estos, o trece. Que reciba trece
de un palo dado es cuestión de millones y millones de reparticiones de las
cartas. Si hubiera cien cartas en lugar de cincuenta y dos, la probabilidad sería
de una entre billones de billones. Podemos entender, por lo tanto, que las
innumerables multitudes de genes y cromosomas que poseía el conjunto
original de padres podrían surgir en el patrón infinitamente variado de los dones
y personalidades humanos. Solo una vez en miles de años podría cobrar vida
el arreglo de un Shakespeare, y la historia se une a las leyes matemáticas del
azar para decirnos que así es.
Se puede aprender más acerca de la imagen de Dios en el hombre al examinar

ciertos pasajes del Nuevo Testamento. La Biblia enseña que el hombre caído
está "muerto en vuestros delitos y pecados" (Efesios 2:1), y "no sujeto a la ley
de Dios, ni tampoco puede estarlo" (Romanos 8:7). Pero cuando un hombre
nace de nuevo, hay una nueva creación (II Corintios 5:17), y el individuo llega
a ser partícipe de la naturaleza divina (II Pedro 1:4). ¿En qué consiste esta
naturaleza divina? Hay un incidente en la vida de Jesucristo que bien puede
ser el menos conocido o predicado de todos sus actos maravillosos. Incluso los
artistas lo han pasado por alto en sus innumerables descripciones de Sus grandes obras
En las galerías del mundo se pueden encontrar miles de lienzos que representan
las escenas que rodean la anunciación a la Virgen, el nacimiento del Niño
recién nacido en Belén, sus gloriosos milagros y la muerte y resurrección de
nuestro Señor. Pero, ¿quién vio alguna vez un lienzo que mostrara al Señor
Jesús con Su mano extendida debajo de la barbilla de uno de Sus discípulos
en el acto de soplar sobre él? No conocemos tal pintura. Sin embargo, en el
primer día de la resurrección, ocurrió tal incidente. Los discípulos, asustados
por el miedo a los judíos, se acurrucaron en un aposento alto, escondiéndose
de posibles peligros. El Pastor había sido asesinado y las ovejas estaban
aterrorizadas. De repente Jesucristo apareció en medio de ellos. Les habló paz,
y luego, dice el evangelio, Jesús "sopló sobre ellos", y les dijo: "Recibid el
Espíritu Santo...". (Juan 20:22). La mente espiritual recordará, por supuesto,
que en otra ocasión en la Biblia
95
encontrar a Dios inclinado sobre el hombre para soplar sobre él. En la historia
de la creación leemos: "Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y
sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un alma viviente".
(Génesis 2:7). A la luz del pasaje del Génesis, ¡cuán significativo se vuelve el
acto de Cristo!" La imagen de Dios había venido sobre Adán por la inspiración
divina del aliento de Dios. Esa imagen se había perdido en la caída. El Señor
Jesucristo resucitado , que acaba de salir de la muerte a la victoria de la vida
después de haber realizado la redención de un hombre caído, comienza su
obra entre sus discípulos soplando sobre ellos una vez más, esto es tanto más
"
significativo a la luz del significado de la palabra " aliento. Todos
conocemos la palabra griega para aliento sin saber que la conocemos. Lo
usamos cuando hablamos de la enfermedad que golpea ese órgano del cuerpo
que aspira aire, lo calienta y expulsa el aliento. Llamamos a esta enfermedad
"neumonía" porque es la enfermedad que afecta a la neumonía, al pulmón, a
la caja respiratoria. La misma palabra se encuentra cuando describimos un
neumático que tiene aire. Lo llamamos neumático "neumático", y un taladro
accionado por aire comprimido es un taladro "neumático". Todas estas palabras
provienen de la palabra griega común para aliento, que es pneuma, y es la
palabra que encontramos en la Biblia para el Espíritu Santo, el Santo Aliento, el Santo P
Así que cuando el Señor Jesús sopló sobre los discípulos, le devolvió al hombre
perdido el aliento, el espíritu, la imagen de Dios que se había perdido en la
caída. El hombre no regenerado no tiene la imagen de Dios. La diferencia es
invisible y espiritual. Pablo, en Colosenses, describe al creyente a este respecto
como "revestido del nuevo hombre, que se renueva en el conocimiento según
la imagen del que lo creó" (Colosenses 3:10). La imagen, pues, es una
semejanza moral e intelectual, y no física. Es una imagen que se perdió en la
caída y que se renueva en la nueva creación en el momento en que el individuo
cree en la Palabra de Dios acerca del Señor Jesucristo. En la carta a los
Efesios, el nuevo hombre es descrito como "creado en
justicia y santidad verdadera" (Efesios 4:24).
96
Cuando Dios creó al hombre, poseía esta superioridad moral e intelectual

que hacía posible hablar de él como "a imagen de Dios". El pecado no era
entonces inherente al hombre como lo es hoy. Es cierto que había sido
creado en un plano bajo, inferior a los ángeles en poder, fuerza y belleza,
pero había sido creado con un conocimiento y una justicia moral que eran
a la imagen de Dios. Fue la voluntad del hombre la que le permitió apartarse
del plan de Dios, y fue contra esta voluntad que Satanás lanzó su ataque.
Su estrategia principal fue dictada por su odio a Dios, y no por su odio a la
criatura que vio en el jardín. Buscaría separar al hombre de la voluntad de
Dios. Su estrategia posterior fue impulsada por su orgullo arrogante.
Buscaría aumentar el número de sus propios adoradores uniendo al hombre
a sí mismo. En parte, Satanás tuvo éxito. El hombre cayó. Pero aunque el
hombre se separó de Dios, no se unió a las fuerzas de Satanás. En el
mundo de hoy los hombres no buscan la voluntad de Satanás sino su
propia voluntad. Se han convertido en los "hijos de la ira"
(Efesios 2:3). Unos pocos se convirtieron en hijos del diablo (Juan 8:44).
Una multitud infinita se convirtió en "hijos de Dios" (Gálatas 3:26). Los hijos
de la ira y los hijos del diablo se unen como el "mundo" para oponerse al
curso de los creyentes (Juan 15:18, 19). Este conflicto se desarrollará en
un capítulo posterior.
97
9. HOMBRE, UNA VÍCTIMA
Cuando llegamos al tercer capítulo de Génesis, existe la tentación de pasar tiempo

discutiendo las muchas doctrinas que, en el desarrollo cronológico de la verdad
bíblica, tienen su raíz aquí. Tal enseñanza es necesaria para el crecimiento en el
conocimiento del estudiante de la Biblia. Si tiene alguna comprensión de estas
doctrinas, encontrará que aclaran muchas otras porciones de las Escrituras. Si llega
al resto del Libro sin esta base, no estará seguro en sus conclusiones. Aquí se
establecen los cimientos mismos de la fe cristiana.
Doctrina en Embrión
Dentro de este capítulo, casi todas las grandes doctrinas que aparecen en la
porción restante de la Biblia se encuentran en estado embrionario. Un escritor lo ha
resumido de la siguiente manera: "Aquí comienza el gran drama que se está
representando en el escenario de la historia humana, y que casi seis mil años aún
no se han completado. Aquí encontramos la explicación divina del actual caído y
arruinado. condición de nuestra raza. Aquí aprendemos de las artimañas sutiles de
nuestro enemigo, el diablo. Aquí contemplamos la total impotencia del hombre para
caminar en el camino de la justicia cuando la gracia divina le es retenida. Aquí
descubrimos los efectos espirituales del pecado. —
hombre que busca huir de Dios. Aquí discernimos la actitud de Dios hacia el
pecador culpable. Aquí marcamos la tendencia universal de la naturaleza humana
a encubrir su propia vergüenza moral por un dispositivo de la propia obra del
hombre. Aquí se nos enseña acerca de la provisión misericordiosa que Dios ha
hecho para suplir nuestra gran necesidad. Aquí comienza esa maravillosa corriente
de profecía que recorre toda la Sagrada Escritura. Aquí aprendemos que el hombre
no puede acercarse a Dios sino a través de un mediador". Todo esto y más se
encuentra en este maravilloso capítulo, y el estudiante hará bien en obtener toda la
luz que pueda sobre estos temas. Pero no debemos sucumbir. a la tentación de
desviarse por caminos apartados, por muy interesante que sea la perspectiva.
98
La naturaleza de Satanás
Nuestro tema es la rebelión de Satanás y las consiguientes ramificaciones en el reino de los

ángeles y el hombre, y el sofocamiento final de toda rebelión y poder que se exalta contra el
conocimiento de Dios. En este capítulo estamos particularmente interesados en la caída del
hombre.
A medida que avanzamos con la lectura ordenada de la Biblia, llegamos ahora a la primera
mención del diablo. Cuando aparece, ya es un ser maligno, odioso y odioso, manifestándose
como el seductor. Este solo hecho debería haber causado que todos los hombres pensantes
se maravillaran de su naturaleza y buscaran en otras partes de las Escrituras el conocimiento
de su origen y cómo llegó a ser lo que aquí vemos que es.
En este momento todavía había dos voluntades en el universo. La voluntad de Dios y la

voluntad del diablo. La voluntad del hombre todavía estaba en armonía con la voluntad del Creador.
El plan de la serpiente en la tentación era hacer que el hombre cambiara de bando en el
conflicto. De ese modo aumentaría el número de sus seguidores que había obtenido en su
rebelión original contra Dios, y así reforzaría su control como poseedor de la tierra al tener de
su lado a los que iban a reemplazar (porque este es el significado de "rellenar " en Génesis
1:28) los habitantes de la tierra en su estado original y que habían sido quitados por el primer
juicio de su posesión.
Un objetivo doble
Así que el objetivo del enemigo en la batalla del jardín de Edén era doble.
Quiso separar al hombre de Dios, pero también quiso unir al hombre consigo mismo. El
hombre depende de Dios y si se destruye esa dependencia, algo debe ocupar su lugar; el
diablo esperaba que fuera una dependencia de sí mismo. Cabe preguntarse si había previsto
que el hombre no sólo desearía la independencia de Dios, sino que aspiraría a ser
autosuficiente. Incluso los ángeles que lo habían seguido en la caída debían, a estas alturas,
haber conocido muchas de las dificultades de la independencia. Que
99
el hombre, creado inferior a los ángeles, debe presumir de depender sólo de sí

mismo, ni siquiera se le habría ocurrido al más bajo de los ángeles. Lucifer
había subestimado la arrogancia de la obstinación, aunque él mismo la poseía
en su grado más alto. La obstinación no tiene las alas extendidas para soportar
el peso de una criatura; sin embargo, la criatura se lanzaría desde su lugar alto
sin importar a dónde la llevara la caída. El diablo iba a lograr separar al hombre
de Dios. Pero, aunque apartó al hombre del lugar de la bendición divina, no lo
llevó a su propio campo ni como súbdito ni como aliado. Por el contrario, el
hombre fue trasladado al tercer punto de un triángulo, y las tensiones que se
establecerían a lo largo de las líneas entre estos centros focales opuestos de
la voluntad finalmente prepararían el escenario para la destrucción de Satanás.
La serpiente alejó al hombre de Dios, pero él mismo se llevó a una trampa. El
hombre alejado de Dios, pero también alejado de Satanás, iba a ser el canal
para el derrocamiento de Satanás. Pirro derrotó a los romanos a un costo tan
asombroso para él mismo que su evaluación de la victoria se ha convertido en
la medida estándar de ciertas derrotas costosas: "Otra victoria así y Pirro será
destruido". Entonces, en el mejor de los casos, en la contabilidad de Satanás,
la caída del hombre fue una derrota para el enemigo de Dios.
Derrota en victoria
Es muy importante que notemos la naturaleza del objetivo de Lucifer, porque

podremos juzgar mejor la naturaleza de su derrota. Se aferró a una cosa y se
la perdió: el hecho de que sostuviera otra cosa por un momento no era la
victoria. Perder lo que había buscado en primer lugar contribuyó a su
destrucción. Hay muchos paralelos en la historia. Uno de los más notables, por
sus vastas consecuencias, fue la declaración de objetivos de Hitler después de
declarar la guerra a Rusia. Anunció, durante el transcurso del primer otoño, que
Alemania estaba logrando los grandes objetivos de la campaña: la ocupación
del territorio y los recursos rusos y la destrucción de los ejércitos rusos. Más
significativamente, dijo que aunque ganaron batalla tras batalla y ocuparon área
tras área, su guerra sería un fracaso si no destruían a los ejércitos rusos. Esto
tuvo que
100
ser el objetivo supremo sin el cual los aparentes triunfos serían en realidad victorias vacías. La
razón que tenía salió a la luz en los años siguientes. Los alemanes avanzaron hasta el Volga.
Había docenas de victorias para celebrar en Berlín, pero al no poder destruir a los ejércitos rusos,
ellos mismos fueron destruidos.
la caída de adán
Al tratar de cumplir su doble objetivo de frustrar a Dios y mejorar su propia posición, el diablo
atacó a la primera pareja de la única manera en que podía haber alguna posibilidad de éxito. No
podemos juzgar sus métodos por nuestra experiencia presente debido al cambio revolucionario
en la naturaleza humana que se hizo operativo cuando el hombre se apartó de Dios. Desde la
caída, el hombre puede ser atacado desde cualquiera de las tres vías: el pecado puede acercarse
a él desde la carne, el mundo o el diablo. En el jardín de Edén, este no fue el caso. El hombre no
había caído, así que aún no tenía la carne en su presente forma malvada morando dentro de su
seno para actuar como una quinta columna para ayudar a Satanás. El mundo del hombre , con
una multitud de naturalezas caídas que reaccionan entre sí y compiten por el poder y la
prominencia , aún no había surgido. La única forma era que Satanás viniera con sus propias
fuerzas y tratara de separar al hombre de la dependencia de Dios y , esto es muy importante ,
hacer que el hombre se apegue a la causa de Satanás.
A ninguno de sus secuaces se le encomendó la tarea. Consideró el asunto de suficiente

importancia como para emprenderlo personalmente.
El primer punto de la estrategia enemiga se obtuvo fácilmente: el hombre cayó. A Satanás le

gustaría que el hombre creyera que también tuvo éxito en el segundo, y que ahora el hombre
depende de este malvado amo. Pero ése no es el caso. Adán no vendió su alma y la de la raza al
diablo. Satanás por la caída no se convirtió en amo de la raza humana. Tales ideas no son
bíblicas de ninguna manera. Hay muchas nociones de este tipo que las masas de personas tienen
por absorción de la literatura secular, pero la verdad espiritual viene de otra manera, por revelación
divina (I Corintios 2:9-13). La idea del alma-
101
vender es antiguo y es parte de la teología satánica que estudiaremos más de

cerca cuando veamos más de cerca lo que la Escritura llama sus "dispositivos".
La serpiente en el Edén
Cuando leemos que Satanás apareció como una serpiente, nos inclinamos a
pensar en el incidente en términos de los reptiles que conocemos y que la
mayoría de la gente instintivamente teme. Debemos borrar este pensamiento de
nuestra mente y proyectarnos al momento histórico, considerando a este
portavoz de Lucifer como Eva lo encontró. El temor y el pavor del hombre aún
no habían llegado al mundo animal, porque esto fue impuesto por Dios como
parte del juicio en el momento del diluvio (Génesis 9:2). Mientras Adán y Eva se
movían en su dominio, estaban rodeados por los animales que Adán había
nombrado previamente mientras Dios hacía desfilar cada especie en su
presencia para ver cómo los llamaría (Génesis 2:19, 20). Hay evidencia de que
la serpiente era la más maravillosa de todas las criaturas. Nuestro texto dice que
era más "sutil" que cualquier bestia del campo. Este es el único lugar donde esta
palabra hebrea se traduce como " sutil"; en otros lugares se traduce "prudente"
ocho veces y "astuto" dos veces.
El factor revelador en el análisis del ser de la serpiente es el nombre del animal

mismo. En hebreo , los eruditos han rastreado nachash en dos raíces diferentes:
la que significa silbar, susurrar, y que se usa en la Biblia para los susurros de
los adivinos y los encantamientos de los hechiceros; y el otro que significa brillar,
y al que se le han dado los derivados "latón" y "dinero" y, en sentido figurado,
"grilletes" o "lazos" y también lo que es "innoble". Es un grupo bastante sugerente
de palabras para contemplar como provenientes de una fuente. Cuando la
serpiente poseída se acercó a Eva, era "la resplandeciente". Debemos pensar
en él en términos de esplendor y de la impresión de belleza y asombro que
causó en Eva.
102
El vínculo con el poder satánico se encuentra a través de otras dos palabras en la

Escritura: serafín y Lucifer. Los serafines que Isaías vio rodeando el trono de Dios son
seres que trascienden nuestra experiencia y comprensión. Sin embargo, podemos
comprender mejor el significado de sus personas a partir del significado de su nombre,
"los ardientes". Y la palabra serafín es la que se usa para describir las serpientes, el
serafín nachash, las serpientes ardientes, que asolaron al pueblo en el desierto
(Números 21:6). La serpiente que se encontró con Eva era brillante, resplandeciente,
espléndida, y la voz era la voz de alguien que llevaba un nombre que era precisamente
sinónimo del nombre de la serpiente. Nachash y Lucifer son sinónimos. La serpiente es
"el que brilla" y Lucifer es "la estrella que brilla". La palabra Lucifer es, por supuesto,
latina y proviene de lux que significa "luz" y un sufijo que significa "llevar". El significado
literal de la palabra es "portador de luz". Cuando nos damos cuenta de que la frase
descriptiva, "hijo de la mañana", se añade al nombre del lucero, Lucifer, en la revelación
a Isaías (14:12), tenemos el hecho de que Lucifer, antes de su caída, dio a luz el
orgulloso título, "La estrella brillante de la mañana". Este es uno más en la lista de
nombres y títulos llevados imperfectamente por los hombres o por Satanás que el Señor
Jesucristo tomó sobre Sí, glorificándolos para siempre por las perfecciones que Él les
dio. Por eso es el Testigo por excelencia, y por eso quiso ser llamado Siervo. Así se
convierte en Profeta, Sacerdote y Rey. Así Él reemplaza a Israel como la Vid verdadera,
y al Adán caído convirtiéndose en el Último Adán.
Las tácticas de Satanás son fáciles de ver en el relato de la tentación y la caída. Tuvo
que empezar por un ataque frontal a la Palabra de Dios ya la bondad de Dios. Habría
sido imposible llegar al hombre sin la destrucción de su confianza en la mente y el
corazón del Creador.
Fue en la esfera del pensamiento religioso que Satanás avanzó en su proyectada

seducción de la nueva raza. Primero atacó la Palabra de Dios: "¿Ha dicho
Dios...?" (Génesis 3:1). Una sutil cuestión de duda sobre
103
la autenticidad y validez de las instrucciones de Dios al hombre es nuestra

introducción a este resplandeciente en el libro de Génesis. Si leemos la
puntuación de los primeros capítulos, podemos notar que el primer interrogante
de la Biblia está en el acercamiento de Satanás a la mujer. Es cierto que lo
que llamamos signos de puntuación no están en el idioma original de la
Escritura, pero hay una puntuación en el pensamiento mismo, y aquí
encontramos la primera interrogación. La duda y la ignorancia provienen de
Satanás y no de Dios, que es la fuente de la certeza y el conocimiento. Unos
versículos más adelante, Dios llama al hombre: "Adán, ¿dónde estás?" La
pregunta estaba diseñada para revelarle a Adán adónde lo había llevado su
pecado. Naturalmente, su presencia era conocida por el Dios que todo lo ve,
porque David exclamará más tarde: "¿A dónde me iré de tu presencia? Si
subo al cielo, allí estás tú; si hago mi cama en el infierno, allí estás tú". (Salmo 139:7,8
Dios, al poner al hombre sobre la tierra, le dio dominio sobre toda la tierra y
sus criaturas. Sólo un hilo muy delgado fue puesto sobre el hombre para
contenerlo. Se le ordenó no comer del fruto del árbol del conocimiento del
bien y del mal. Los escritores religiosos especulativos han tratado tontamente
de explicar el fruto que la mujer comió y le dio a Adán. Hay quienes
erróneamente llaman manzana a la fruta; no hay ninguna palabra en ese
sentido en la Biblia. Un escritor inglés dijo recientemente que creía que el
fruto era la uva, ¡y que el hombre pecó al hacer vino! Esto también es una
tontería a la luz del hecho de que no pudo haber fermentación antes de que
la caída trajera la muerte al mundo, porque la fermentación tiene en sí el
principio de la descomposición. Muchos escritores —especialmente un grupo
de teólogos católicos romanos, hace siglos— han expresado el pensamiento
de que el fruto era el sexo, y han buscado hacer de la unión de Adán y Eva la
materia del pecado original. Esta sugerencia fue presentada por muchos de
los protagonistas del monasticismo que concibieron la idea de que el estado
matrimonial tenía en sí algo que era esencialmente pecaminoso. ¡Qué
lamentable es tal explicación a la luz del mandato de Dios de que sean
fecundos y se multipliquen y llenen la tierra! Por supuesto, no hay pecado alguno en la
104
haber sido creado como una ilustración de la unidad y unión de la Iglesia con el Señor
Jesucristo en una comunión eterna (Efesios 5:32).
Cabría preguntarse, pues, si es posible decir con certeza cuál era el fruto prohibido a
la primera pareja. Respondemos sin dudarlo.
El fruto era el símbolo tangible que Dios colocó en el jardín como señal de la condición
de criatura del hombre. Era algo para imponerle una restricción, algo para recordarle
su dependencia de Dios. Qué tipo de fruta no hace ninguna diferencia en absoluto.
¿Por qué no aceptarlo simplemente como un fruto que creció en un árbol? Su naturaleza
es secundaria.
Podemos estar seguros de que cualquier cuestionamiento de la Palabra de Dios es

satánico en su origen. Ya sea que la duda provenga de un grupo de ateos, de
educadores seculares o de teólogos, su fuente es siempre la misma. Satanás nunca
puede ganar ninguna victoria, ni siquiera una pírrica, sobre el cristiano que se aferra a
la Palabra de Dios. "El nombre del Señor es torre fuerte; a ella corre el justo, y está a
salvo" (Proverbios 18:10), y la Palabra del Señor es una ciudadela aún más fuerte que
el nombre de Dios, porque se declara que el Señor ha engrandecido Su Palabra sobre
Su nombre (Salmo 138:2). ¿No es extraño, a la luz de estas declaraciones, que los
hombres que retrocedían ante
blasfemar el nombre de Dios, sin embargo, cometerá el pecado mucho más atroz de
dudar de la Palabra de Dios? Algunos que se consideran cristianos, incluso ministros,
incluso ministros conservadores, que nunca condenarían a un enemigo con el nombre
de Dios, enseñarán a los jóvenes que la Palabra de Dios contiene mito, folclore y
leyenda. Uno puede escuchar hoy por todas partes la repetición de la pregunta de
Satanás: "¿Ha dicho Dios...?" (Génesis 3:1), pero siempre es la pregunta de Satanás,
aunque se pronuncie desde un púlpito, o se enseñe en la literatura de la escuela
dominical de una denominación.
Que Satanás está obrando contra la Palabra de Dios también lo revela nuestro Señor
en Su parábola del sembrador. Él anuncia que Él mismo es el
105
sembrador, y que la semilla es la Palabra de Dios. Tan pronto como se siembra, viene el
enemigo y trata de arrebatar la semilla que ha sido esparcida. Es el jardín del Edén otra
vez, y en esta fase de la batalla Satanás ha tenido un éxito parcial. A partir de Eva, ha
ido cobrando fuerza en la medida en que multitudes de personas se han desprendido de
la única fuente de vida espiritual, la Palabra de Dios. Así, con su defensa
destruidos, están abiertos a todos los ataques y seguramente serán derrotados.
El segundo punto del ataque de Satanás fue hacer que el hombre dudara de la bondad
de Dios. Después de haber introducido en la mente de la mujer la duda en cuanto a la
finalidad y el carácter absoluto de la Palabra de Dios, el diablo dio un paso más y dijo:
"Porque sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos". , y seréis
como dioses sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:5).
La naturaleza interna de esta mentira de Satanás ha sido algo oscurecida por nuestra
traducción al inglés de la palabra hebrea Elohim, el nombre más usado para Dios en el
Antiguo Testamento. Debería decir "Serás como Dios...". Lucifer estaba sugiriendo
contundentemente que el hombre tenía derechos y debía declarar su independencia; que
tomara el lugar de Dios que le correspondía legítimamente en vista del hecho de que era
una criatura tan noble, sobre toda la vida animal en su dominio. También se incluyó en la
frase la insinuación de que Dios estaba reteniendo arbitrariamente algo bueno del
hombre, y que el hombre estaría mucho mejor si tan solo se apartara del mandato de
Dios y transgrediera en el único punto donde se le había impuesto la restricción. .
106
10. Hombre, una víctima (continuación)
La diferencia entre la naturaleza del hombre y la mujer se ve en la forma en que enfrentaron

la tentación. Era bastante consistente con el carácter de Satanás que él debería haberse
acercado primero a la más débil de los dos, y cuando su esposo no estaba con ella para
brindarle consejo y consejo. Cabe señalar que los legalistas que lucharon contra el
La doctrina de la gracia, tal como la enseñó Pablo, pudieron causarle problemas al

comenzar con "las mujeres piadosas y honradas" (Hechos 13:50). Fue a lo más alto y
mejor de su naturaleza a lo que apeló la resplandeciente, y fue aquí donde Eva sucumbió.
El Nuevo Testamento nos dice que la mujer tomó el fruto y lo comió, creyendo
verdaderamente que con su acto iba a mejorar la condición de su esposo. Esta revelación
nos llega a través de la epístola de Pablo a Timoteo, donde leemos: “Porque primero fue
formado Adán, luego Eva.
Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1
Timoteo 2:13, 14).
Eva engañada
Satanás vino a Eva en el lado bueno de su naturaleza de mujer. La tentación era similar a
la que podría tener una mujer hoy si se le dijera que cierto curso de acción resultaría en un
progreso tal para su esposo que él podría comprar la casa que ellos querían y que sus
hijos recibirían una educación universitaria. Eva transgredió con el pensamiento de que
estaba haciendo algo bueno por su esposo y su futura posteridad. Así, en la segunda fase
de la batalla del jardín, Satanás parecía haber obtenido una victoria completa. Había
apartado a la mujer de la Palabra de Dios, y la había apartado, por engaño, de la creencia
en la bondad de Dios.
La aparente victoria de Satanás
Asimismo, en la tercera fase de la batalla, Satanás parecería estar completo
107
Víctor. Cuando la mujer pecadora acude a su esposo, él se une a ella en lo que él sabe que es
una rebelión contra Dios. La caída del hombre no habría sido completa si Adán hubiera
transgredido primero. Entonces Eva podría haberle dicho correctamente al Señor que
simplemente había seguido lo que era inherente a la naturaleza de su creación, a saber, ser una
con su esposo y seguir su ejemplo. Pero cuando Eva transgredió primero, en la absoluta
ignorancia del engaño, y cuando Adán la siguió, con los ojos bien abiertos, sin ningún autoengaño
en absoluto, "se estaba rebelando deliberadamente" contra Dios; y su rebelión fue tan distinta y
específica como lo fue la rebelión original de Satanás.
Esta es la razón por la cual la Biblia nunca culpa a la mujer por la caída. Los periódicos
humorísticos y alguna literatura pueden hablar de las dificultades en las que nuestra madre Eva
nos metió a todos al comer la manzana, pero nunca hay una palabra de culpa o responsabilidad
sobre Eva en la Palabra de Dios.
Más bien leemos: "El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte; así
la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... Por la transgresión de un
hombre reinó la muerte por uno... Por la transgresión de un solo juicio vino sobre todos los
hombres para condenación. . . Por la desobediencia de un hombre, los muchos
fueron hechos [constituidos] pecadores. . .” (Romanos 5:12,17-19). Y de nuevo, en Corintios,
“La muerte entró por un hombre... Como en Adán todos mueren. . .” (I Corintios 15:21, 22).
Aquí está claramente el trasfondo del mandato de Dios de que las mujeres deben guardar
silencio en las iglesias (I Corintios 14:34), y no se debe permitir que las mujeres enseñen (I
Timoteo 2:12). Debe reconocerse, por supuesto, que la iglesia no hace referencia a lo que
llamamos un edificio de iglesia. No hubo tales durante siglos después de Cristo. La iglesia era
la asamblea del domingo por la mañana de los creyentes alrededor de la mesa de la comunión,
generalmente reunidos en la casa de alguien con el propósito de recordar la muerte del Señor y
aprovechar la instrucción del Espíritu en la Palabra. Aquí había un lugar donde Dios no hablaría
a través de una mujer.
108
Herejía de mujeres y hombres
A modo de digresión, es esclarecedor notar el patrón familiar de diferencia que

atraviesa esas religiones falsas que provienen de maestras mujeres en oposición a
las que provienen de hombres. La religión difundida por una Annie Besant, una Sra.
White, una Sra. Eddy o sus imitadoras, es mucho más sutil que lo que podría
llamarse una herejía masculina. Para
La Teosofía, el Adventismo del Séptimo Día, la Ciencia Cristiana, el Nuevo
Pensamiento, la Unidad y otras religiones que han venido de las mujeres, enfatizan
el amor de Dios, sin Su odio por el pecado, y con bellas palabras engañan. Ofrecen
una "clave" de la Biblia que dice que el Libro es verdadero y luego niega su verdad.
Los hombres son diferentes en sus herejías. Audazmente afirman que la Palabra
de Dios no es verdad. El modernismo ataca los primeros capítulos de Génesis
como folclore y leyenda, y declara que el nacimiento de nuestro Señor es una
imposibilidad biológica. Se equivocó, dicen, cuando declaró a Moisés como el autor
del Pentateuco, y así sucesivamente a lo largo del relato. Hay una característica
descarada en la mayoría de las herejías presentadas por los hombres que no se
encuentra en las herejías de las mujeres, y hubo esta misma diferencia en el
pecado del jardín como se ve en Eva y en Adán.
El espectador del drama universal puede disipar la nebulosa confusión que se

cierne sobre gran parte de la Biblia y gran parte de la vida de tantas personas si
comprende la siguiente verdad importante. En el pecado de Adán, donde Satanás
pareció obtener una victoria decisiva, hubo, como un hecho bíblico, una profunda
derrota para Satanás, que es la clave de gran parte del resto de la historia humana.
Expresémoslo en una serie de hechos sobre la caída. Satanás logró apartar al

hombre de la obediencia a la Palabra de Dios. Verdadero. Satanás también logró
apartar al hombre de la creencia en la bondad de Dios. Verdadero. De ese modo,
Satanás apartó al hombre de la confianza en Dios y de la dependencia de Dios. Verdadero.
Pero aunque Satanás ganó todas estas victorias, perdió toda la batalla por el hecho
de que no logró unir al hombre a sí mismo.
109
Su propio camino
En el principio había una sola voluntad, la voluntad de Dios, el Creador. Después de la rebelión de
Lucifer había habido dos voluntades, la de Dios y la del rebelde.
Pero ahora hay miles de millones de testamentos. Un verso significativo a este respecto es:
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, a todos nos convertimos en ..." ¿A todos nos
convertimos en qué? En el hecho de que nos hemos descarriado, leemos que todos hemos dejado
la voluntad de Dios. Pero al alejarnos de Dios, ¿nos volvimos todos a Satanás? ¿Fue un mero
cambio de lealtad? ¿Fue como Italia, luchando con Alemania en la primavera de 1943 y con los
aliados en otoño? Lejos de ahi. “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino” (Isaías 53:6). Esta es la declaración reveladora.
Ya no hay dos voluntades en el universo; hay más de dos mil millones de voluntades sólo en este
mundo.
El pecado de Adán fue, en última instancia, el eco de la propia declaración de independencia de

Satanás. Satanás había vislumbrado la gloria de Dios y la quería para sí mismo. "Seré como el
Altísimo...". gritó. Cuando Adán pecó, hubo la misma rebelión: "Yo también seré como el Altísimo".
El grito de Adán contra Dios ha sido expresado notablemente por un poeta inglés, William Ernest
Henley, en su Invictus:
Desde la noche que me cubre, Negra

como el abismo de polo a polo, Doy gracias
a los dioses que sean, Por mi alma
invencible.
En las feroces garras de las circunstancias,
no me he estremecido ni he gritado en voz
alta, bajo los golpes del azar, mi cabeza
está ensangrentada, pero no se ha doblado.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
110
Asoma sólo el Horror de la sombra, Y sin

embargo, la amenaza de los años Me
encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargado de castigos esté el rollo; Soy el
dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma.
¡El tonto poético! Así como Adán era un necio rebelde. Porque todo este clamor contra
Dios era inherente al pecado de Adán. Es el comienzo de aquello que desea ponerse a sí
mismo en el lugar de la deidad. El necio ha dicho en su corazón: "No hay Dios" (Salmo
14:1), y lo ha dicho para poder tomar el trono que cree haber vaciado.
Pero volvamos al lugar de Satanás en todo esto. ¿Cómo afecta esta revelación de la
naturaleza de la caída de Adán a Satanás en la guerra invisible? La Biblia y la historia del
hombre dan la respuesta. Podemos resumirlo mejor en un paralelo.
Hemos visto que en el principio Dios puso una maldición sobre la tierra cuando Lucifer se
rebeló y quedó en ruinas, yerma y desolada, y las tinieblas cubrieron la faz del abismo.
Entonces Dios se retiró al majestuoso silencio de Su cielo infinito y dejó a Satanás
meditando sobre la masa caótica de la tierra. Todas las huestes angélicas fueron
espectadores de aquella horrible escena. ¿Qué haría Satanás con su planeta arruinado?
Poco a poco se vio que no podía hacer nada. Estaba completamente impotente ante el
caos que había venido de una simple palabra de juicio del Dios Todopoderoso.
Entonces vino una puñalada de luz de esta misma Palabra creativa de Dios. La devastación
se reveló en todo su caos, y por primera vez puede haber resonado de estrella en estrella
esa risa de Dios que un día sacudirá al mundo: "El que se sienta en los cielos se reirá: el
Señor los tendrá en escarnio" (Salmo 2:4).
111
Una vista previa de la historia
Todo esto parece extrañamente como un anticipo del espectáculo que iba a seguir en la historia
del hombre. Porque una vez más hubo una rebelión, y desde las altas alturas para las que Dios
había creado al hombre, la criatura cayó a ignominiosas profundidades. Ahora se están librando
dos batallas separadas: Satanás contra Dios en la guerra invisible, de la cual la historia registra
las primeras fases y en las últimas fases de las cuales vivimos nosotros mismos. ¿Podrá Satanás
organizar a la humanidad en un reino para sí mismo? Esa es la única pregunta que motiva todos
sus frenéticos esfuerzos. ¿Será capaz el hombre de organizarse a sí mismo, a la humanidad, a la
civilización, de modo que pueda traer al menos una apariencia de paz y orden a su reino? Esa es
la cuestión en la que los hombres se afanan y con la que luchan.
Antes de terminar, veremos que la masa viviente de la humanidad es más incapaz de ser
organizada por el hombre o el diablo que la tierra arruinada en su oscuridad primigenia. Porque la
tierra no era más que materia, sin voluntad propia. Si Satanás hubiera traído a todos sus ángeles
para tratar de amontonar sus aguas en un solo lugar para que apareciera la tierra, no habrían
tenido más que la tarea de un ingeniero. Un ingeniero lo suficientemente capaz podría haber
logrado algo. El agua permanecerá en su lugar si se condena adecuadamente. La tierra se puede
graduar y nivelar. La roca se sujetará a la tierra por la fuerza de atracción universal que llamamos
gravitación. Pero el hombre tiene una voluntad rebelde. Está activo en rebelión contra Dios; y, en
muchos casos, es en la rebelión tanto contra Satanás como contra la autoridad cuando una
voluntad humana se eleva por encima de otra.
La tierra y el mar no tienen deseos, lujurias, apetitos, que son ilimitados.

No hay satisfacción para el anhelo inquieto del hombre sin Dios.
Agustín lo expresó perfectamente en sus famosas palabras: "Oh, Dios, Tú nos has formado para
Ti mismo; y nuestras almas no pueden conocer el descanso hasta que descansen en Ti". Hay
aquellos en medio de la humanidad que han venido a descansar en Dios, por medio del Señor
Jesucristo. Sin embargo, no han llegado por su propio esfuerzo, sino a través de la obra creativa
de Dios, paralela a Su obra de los seis días. "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz,
112
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios

en la faz de Jesucristo" (II Corintios 4:6).
¿Hasta dónde cayó el hombre por su desobediencia? ¿Hasta dónde se extravió el hombre
cuando tomó el camino de su propia voluntad? ¿Es posible que él vuelva a subir por sí mismo
a las alturas que Adán conoció antes de la rebelión? ¿Puede el hombre encontrar su camino
de regreso a Dios a través de los campos del deseo en los que ha estado vagando? Cuando
se entienden correctamente estas preguntas, realmente uno
pregunta, reflejan las cosas que dividen a los hombres en su pensamiento religioso hoy.
¿Qué tan bajo cayó Adán? El humanismo dice que el hombre no cayó, que está subiendo. El
sacerdotalismo afirma que el hombre resbaló por el borde, pero que puede ser empujado
nuevamente por los sacramentos: que el bautismo quita el pecado original; que la muerte de
un trozo de pan convertido en Cristo quita los pecados permanentes del hombre; que la
extremaunción quita más pecados en el momento de la muerte, y que en el purgatorio el
hombre puede purgar más de sus pecados.
¡Esto deja poco para que Dios haga!
Algunas ramas del protestantismo sostienen que aunque el hombre se cayó, fue solo a un
estante, y que tiene la voluntad de elegir volver a subir si desea ejercerla. Otros creen, y
nosotros somos de ese número, que el hombre cayó hasta el fondo, cayó en un pozo descrito
en las Escrituras como "muerte". El hombre está en una triple incapacidad. Su voluntad, su
mente, su corazón están todos enajenados. No puede saber, no puede agradar, no puede
entender a Dios. “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (I
Corintios 2:14). “Porque la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la
ley de Dios, ni tampoco puede. Así pues, los que viven según la carne no pueden agradar a
Dios” (Romanos 8:7). No hay justo, ni aun uno. No hay quien entienda, no hay quien busque
a Dios. Todos se han desviado.
. .” (Romanos 3:10-12).
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, e incurablemente enfermo” (Jeremías
17:9, Hebreo).
113
Estas citas anticipan un poco nuestro pensamiento, pero debe verse al principio de la
guerra invisible que Satanás no puede hacer nada por el hombre caído, y que el hombre
caído no puede hacer nada por sí mismo. Dios Todopoderoso debe hacer todo lo que
se debe hacer por el hombre para traerlo de vuelta a su posición no caída, e incluso a
un lugar por encima de aquel de donde cayó.
Dios, el hombre o el diablo: estas son las tres posibles fuentes de esperanza. La
estrategia de la guerra invisible ha sido planeada por Dios para que estas preguntas
sean respondidas, de una vez por todas, en presencia de todos los seres creados, sean
humanos, celestiales o infernales. La historia humana es el registro de los intentos del
hombre y de Satanás para hacer algo por el hombre. Cuando se le pregunta por qué un
Dios omnipotente permite el holocausto de la historia humana, la respuesta de la Palabra
de Dios debe ser que lo permite para demostrarle al universo que ni Satanás ni el
hombre pueden hacer nada por sí mismos ni por los demás. Si fuera de otra manera,
estas fuerzas, que están enemistadas entre sí y ambas contra Dios como su enemigo
común, podrían decir por separado o juntas: "Lo hemos hecho. Hemos logrado
organizarnos y ya no dependemos de Dios". .
Hemos demostrado nuestra capacidad y habilidad. Hemos establecido un reino, y no

necesitamos los planes de Dios para Su reino de los cielos sobre la tierra. . ."
El Sr. HG Wells ha dicho que, frente a lo que vemos a nuestro alrededor en el mundo,
nos vemos obligados a concluir que Dios tiene el poder y no le importa, o que a Dios le
importa pero no tiene el poder. La lógica es incompleta.
Hay una tercera posibilidad que es sin duda la expresión del pensamiento bíblico. Es
que Dios se preocupa y tiene el poder, pero que Él está planeando algo que exige el
caos venidero del mundo del hombre en
para demostrar a todos que la ayuda se encuentra sólo en Él mismo. Dios sabe que el
mundo está en una condición terrible. Dios tiene el poder de alterarlo, pero no lo hará
hoy debido a Su mayor propósito. a dios le importa
114
tremendamente Esto es evidente en el Calvario. Pero Él sabe que Su cuidado puede

manifestarse hoy sólo a la selecta compañía de individuos que han aceptado los
principios que surgen de Sus decretos eternos. Estos admiten el principio de su propia
bancarrota espiritual y se han vuelto completamente al Señor Jesucristo como la única
respuesta de Dios al problema.
Hay un sentido, por lo tanto, en el que Dios no ejerce ningún cuidado sobre los rebeldes
que pueblan este mundo. Algo de esto se ve en la oración del Señor Jesucristo: "No
ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son" (Juan 17:9). Esto es lo
que el Sr. Wells vio sin la percepción espiritual para comprender. Por eso los mundanos,
al ver los desastres del sufrimiento humano, sacan la conclusión de que Dios no está
cuidando de Su creación. No entienden a Dios; no entienden el significado del cuidado,
y no entienden la diferencia entre las criaturas que rechazan el Señorío de Dios y las
que se han inclinado ante él en Cristo y así se han convertido en hijos de Dios.
En resumen, no reconocen que hay una guerra y que Dios no quiere ni puede ceder.
Debe haber la entrega incondicional a Él de Su universo. Él es el Señor de toda
estrategia y, cuando en Su juicio se hayan hecho evidentes ciertas lecciones para la
torpeza de la creación caída, Él actuará para poner fin a la fase actual de la lucha y traer
la justicia que, con toda certeza, vendrá. a la creación en el momento que Dios ha
elegido para ella. Mientras tanto, la guerra continúa, y se libra enteramente bajo un
conjunto de reglas que han sido redactadas por Dios y que Él puede imponer, incluso
ahora, a los enemigos reacios en los ejércitos de Satanás y en el campo de la humanidad.
115
11. LOS ARTICULOS DE GUERRA
La guerra invisible la libran los hombres y Satanás unos contra otros y contra Dios. El
Señor, por encima de todo, no está en las listas como un oponente, un combatiente. Él
es el Eterno, obrando Sus decretos eternos. El hombre y Satanás se oponen entre sí, los
dos en sus posiciones cada uno subordinado a Dios, formando un triángulo con Aquel
que está por encima de todo. Veremos que hay odio de Satanás hacia Dios, odio del
hombre hacia Dios, y odio de Dios hacia el pecado que está en Satanás y el pecado que
está en el hombre. También veremos que Dios mismo creó la fuerza del odio que iba a
existir entre el hombre y Satanás y entre Satanás y el hombre. Es este último el que es
uno de los principales factores en la frustración de Satanás, ya que es la existencia de
esta enemistad lo que hace imposible para siempre que los dos cooperen en la
organización de la humanidad contra Dios.
Un triángulo ideológico
Una analogía de la Segunda Guerra Mundial puede aclarar esto. Mucha gente pensó que
algunas de las naciones estaban en el lado equivocado del conflicto al final de la guerra.
Los católicos romanos de mentalidad fascista, por ejemplo, pensaban que Estados
Unidos debería haberse aliado con Alemania e Italia desde el principio para luchar contra
el comunismo ruso. De hecho, Estados Unidos y Gran Bretaña se aliaron con su enemigo
potencial para luchar contra el nazismo y el fascismo de acuerdo con la política de
enfrentar primero la amenaza más cercana, incluso a costa de fortalecer a nuestro mayor
enemigo con bienes y suministros que luego podrían ser usado contra nosotros.
Había un triángulo ideológico: Rusia contra Alemania, Rusia contra el capitalismo; Gran
Bretaña y Estados Unidos contra Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos contra el
comunismo; Alemania contra el capitalismo, Alemania contra el comunismo. Las líneas
se dibujaron de manera tan fluida que antes de que concluyeran las hostilidades, algunas
naciones lucharon en bandos opuestos. Italia, por ejemplo, comenzó como un traidor por
avaricia, y terminó como un
117
aliada reconocida de Gran Bretaña y Estados Unidos por el bien de su propia estabilidad.
Rusia comenzó con un tratado de neutralidad benévola con Alemania y luego sintió el
poder del ataque alemán.
Guerra espiritual
De la misma manera, la gran guerra espiritual es una guerra triangular. Lucifer se convirtió
en Satanás y le declaró la guerra a Dios. Dios, por naturaleza odiando la rebelión, el
pecado, la injusticia y la imperfección, inmediatamente manifestó Su justicia por medio
del juicio y el conflicto comenzó. Para Dios, por supuesto, no podía haber sido una mera
contienda entre Lucifer y el Altísimo.
El Todopoderoso no se digna entrar en las listas como oponente de una de Sus criaturas.
Debía haber una prueba concluyente ante todos los testigos del universo para demostrar
que ningún ser creado podía triunfar fuera de la voluntad divina, ni poner orden ni en el
caos de la creación juzgada ni en el de la humanidad juzgada. Solo hay una voluntad en
el universo que puede proporcionar paz, orden y justicia, y esa es la voluntad de Dios.
Cuando el hombre pecó, se separó de Dios, pero no se apegó a Satanás. Por el contrario,
el hombre se volvió "a su propio camino" (Isaías 53:6), un camino que produjo odio del
corazón humano hacia Dios y exigió odio del corazón santo de Dios contra la rebelión y
obstinación del hombre. "La mente carnal es enemistad contra Dios, porque no se sujeta
a la ley de Dios, ni tampoco puede hacerlo. De modo que los que viven en la carne no
pueden agradar a Dios" (Romanos 8:7, 8). Así vemos al Dios del universo en la parte
superior de un triángulo con líneas que emanan de Él hacia Satanás y hacia el hombre.
Hay un odio de dos vías a lo largo de cada una de estas líneas: odio de Satanás contra
Dios y del hombre contra Dios, y opuesto del Dios santo contra la rebelión y el pecado en
Sus criaturas.
118
Odio bidireccional
Pero es igualmente importante que nos demos cuenta de la existencia de un odio

bidireccional a lo largo de la línea base de este triángulo, el odio entre Satanás y el hombre
y entre el hombre y Satanás. Tan pronto como el hombre pecó, Dios anunció que Él
establecería las reglas bajo las cuales se pelearía la rebelión. Dios establecería las reglas
bajo las cuales se debe pecar el pecado.
Bien podemos imaginar que Satanás hubiera deseado al hombre como su aliado, si no
como su súbdito, pero Dios no lo permitiría así. En Sus primeros pronunciamientos después
de que el pecado entró en el corazón del hombre, Dios decretó que habría odio en ambas
direcciones entre Satanás y el hombre, y que Él, Dios mismo, pondría ese odio allí.
Habiendo quebrantado la única restricción que Dios les impuso, Adán y Eva huyeron cuando
escucharon su voz. Los efectos de la caída ya eran visibles, incluso para el hombre. Debido
a que se había desprendido de su dependencia de Dios, el hombre debe tratar de confiar
en sí mismo. Pero la criatura, mirando a su alrededor a la perfección de su entorno dado
por Dios, se asombró por las discrepancias, ya perceptibles para su alto intelecto, entre lo
que había sido y lo que ahora se veía a sí mismo. En ese momento nació el miedo en el
corazón del hombre. Era inevitable que así fuera. Dios había creado las reglas de la guerra,
y Él, en Su gran amor, había creado este miedo para rondar la mente del hombre, para que
el hombre no se sentara en la autosatisfacción y permaneciera en el paraíso de los necios
de autoengaño hasta el día. de su necesario destino. Había surgido la primera de las leyes
que establecían las condiciones bajo las cuales se debía pecar el pecado: el hombre huiría
de Dios, pero sería perseguido por sus propios temores. Durante toda su vida, el miedo se
aferraría a él, y aunque pudiera tratar de crear ficciones que le dieran una base de trabajo
para vivir sin miedo, nunca escaparía por completo de él.
Sin libertad del miedo
La psiquiatría moderna, que ha hecho tanto para sacar a la luz la evidencia de que las
enfermedades corporales a menudo son causadas por trastornos mentales y emocionales, busca
119
efectuar la cura aislando el miedo y sacándolo a la luz donde el paciente, supuestamente,

puede verlo y, por lo tanto, ya no tener miedo de él.
Los psiquiatras pueden tener éxito con algunos tipos de miedo, pero el mundo no salvo
siempre estará sujeto a temores que el verdadero cristiano nunca necesita saber. Nosotros
"no nos entristecemos como los demás que no tienen esperanza" (I Tesalonicenses 4:13), y
hemos sido librados del "temor de la muerte" que es servidumbre durante toda la vida a
aquellos que no conocen al Señor de la resurrección (Hebreos 2:15).
La Biblia reconoce dos tipos distintos de temor del Señor. Desafortunadamente, nuestra
palabra "miedo" se ha usado en un sentido peyorativo durante tanto tiempo que uno de sus
significados más nobles a menudo se oscurece. Cuando Adán dice: "Tuve miedo", no poseía
ese temor del Señor que es el principio de la sabiduría. Tuvo el temor del Señor. Una joven
novia, que cocinaba su primera comida en casa, procedió con sumo cuidado para que todo
fuera exactamente perfecto para su joven esposo. Al contarlo después, dijo: "Tenía tanto
miedo de quemar el asado". Cuando alguien dijo: "¿Miedo? ¿Por qué? ¿Juan
golpeado?" Su respuesta fue una mera mirada de desdén porque tal significado se le había
dado a la palabra que había usado. No quería decir que tenía miedo de su esposo, sino que
lo amaba tanto que deseaba con su corazón que todo debe ser de acuerdo a su voluntad. El
"temor" de su marido fue el comienzo de la buena cocina. El término "temor" del Señor nunca
tuvo la intención de expresar ningún temor del Señor.
el miedo de adán
Lo que ahora se apoderó de Adán fue un susto del Señor que era terror. El se escapo. Así
como un niño, sin darse cuenta de la ley de la gravedad, podría saltar por una ventana y así
entrar en la ley de la gravedad, así Adán salió de la voluntad de Dios y entró en las leyes que
rigen la guerra contra Dios. Ahora estaba condenado a ser poseído por sus miedos. Cuando
el Señor alcanzó al hombre que huía y se escondía y le preguntó el motivo de su huida,
inmediatamente se vio un segundo resultado de la caída: el hombre se había vuelto cobarde
y mentiroso. Él
120
intentó cambiar la culpa de sí mismo a la mujer y, en realidad, de vuelta a Dios. “La mujer que
me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Génesis 3:12). Culpar a la mujer ya era
bastante malo, pero culpar a Dios por inferencia era mucho peor.
Dios le había dado la mujer al hombre como una ayuda adecuada para su necesidad, pero
Adán le estaba diciendo al Señor: "Si no me hubieras dado esta mujer, no estaría ahora en esta
situación". Por lo tanto, buscó negar su propia responsabilidad individual y echar la culpa
directamente a la mujer e indirectamente a Dios.
El Señor se volvió hacia la mujer y dijo: "¿Qué es esto que has hecho?"
En la respuesta de la mujer aparecen los mismos pecados psicológicos. Se había vuelto
cobarde y engañosa. Y ella también trató de echar la culpa a otra parte, al enemigo, Satanás.
"La serpiente me engañó, y comí".
El descanso del hombre perturbado
El hombre había elegido acostarse en el pecado, pero el Señor había plantado las ortigas que
iban a crecer en su lecho. El miedo, la cobardía y el engaño han de perturbar la vida del hombre.
descansar.
El Señor no discutió más el asunto con la mujer. Pero Él se volvió hacia la serpiente y dijo: "Por
cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo;
sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. .."(Génesis 3:14). La
serpiente, sin embargo, era simplemente el portavoz de Satanás, y la maldición que convirtió a
la serpiente en el repugnante reptil reptante que conocemos es relativamente poco importante,
especialmente si se compara con la maldición que se pronuncia a través de la serpiente sobre
Satanás. Después del pronunciamiento sobre la serpiente, el Señor continuó hablando, y
dirigiéndose ahora al rebelde, Satanás, diciendo: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer,
121
y entre tu simiente y la simiente de ella; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el

calcañar” (Génesis 3:15).
En este pasaje está el primer anuncio de la creación del odio por parte de Dios, un odio
que fluirá a lo largo de la línea de base del triángulo entre el hombre y Satanás, y que
completará las enemistades, santas e impías, que se mueven alrededor del triángulo de
Dios. , el hombre y el diablo. Es sobre el fondo negro de estos odios que la doctrina del
amor de Dios brillará con mayor esplendor. El odio que fue creado por Dios entre el
hombre y Satanás, Satanás y el hombre, iba a ser especialmente marcado en su salida
de Satanás contra el Hijo del Hombre, el Señor Jesucristo, que aquí se anuncia por
primera vez.
Alguien puede cuestionar nuestra afirmación de que Dios creó este odio. Pero aquí está
la explicación de uno de los versículos de la Biblia frecuentemente malinterpretados y
mal aplicados. En la profecía de Isaías leemos: “Yo soy el Señor, y no hay otro. Yo
formo la luz y creo las tinieblas; hago la paz y creo el mal. Yo, el Señor, hago todas
estas cosas” (Isaías 45:6,7) . Ha habido quienes han intentado proteger a Dios de las
implicaciones que extraen de este versículo y que en realidad no están allí en absoluto.
Incluso el Dr. Scofield en la Biblia de referencia anotada, cometiendo uno de sus raros
errores, comentó sobre la palabra "maldad" en este versículo. Él escribe: "Heb. ra,
traducido 'dolor', 'miseria', 'adversidad', 'aflicción', 'calamidades', pero nunca traducido
pecado. Dios creó el mal solo en el sentido de que Él hizo el dolor, la miseria, etc. , para
ser los frutos seguros del pecado ". Esta nota es engañosa, porque se basa en el
tecnicismo de que la palabra ra nunca se traduce por la palabra inglesa "sin". Si bien es
cierto que la palabra se traduce un total de trece veces por las palabras en inglés
sinónimo de dolor y adversidad, también es cierto que se traduce por la palabra "maldad"
y "maldad" varios cientos de veces, incluidos usos como que en la gran acusación de la
humanidad en el tiempo del diluvio: "Y vio Dios que la maldad de los hombres era mucha
en la tierra, y que todo designio
122
de los pensamientos del corazón de él era de continuo solamente el mal ra ” (Génesis 6:5). Dr.
La nota de Scofield habría sido correcta si hubiera escrito: "Heb. ra, la palabra común
para el mal moral, pero que a veces se usa como la antítesis de la paz, así como la
antítesis general del bien. Dios creó la miseria y el dolor y la calamidad que siempre
sigue al pecado".
Sin violar lo que sabemos de la naturaleza santa de Dios y sin contravenir ninguna de
las grandes enseñanzas de la Palabra de Dios, el pasaje puede entenderse de otra
manera que no solo explica el significado del versículo sino que arroja luz sobre nuestro
tema general. . El pecado se originó en el corazón de Lucifer, como hemos visto
extensamente al discutir la profecía de Ezequiel. Surgió allí por un proceso que
podríamos comparar con la combustión espontánea espiritual. Fue seguido por una
declaración de independencia de Dios, una acción que anunció que el rebelde ya no
tomaría su autoridad y poder del Creador sino que buscaría su autoridad en sí mismo.
Aparentemente, Lucifer, ebrio de su propia belleza, había decidido que él era tan digno
de adoración como el Creador, y que volvería la adoración divina hacia sí mismo. Este
fue el origen del pecado. En el pasaje de Isaías está el anuncio de que Dios crea el mal.
No es una negación de Ezequiel.
Es más bien una declaración de los artículos de la guerra divina: Dios crea todas las
reglas bajo las cuales se llevará a cabo la rebelión de Lucifer. Lucifer declara la guerra;
pero Dios anuncia que Él es el Señor de la estrategia y mantendrá el combate dentro
de los límites señalados, y que no permitirá que el enemigo traspase los límites fijados
por la sabiduría divina.
Es difícil, quizás, encontrar una ilustración que, sin simplificar demasiado el asunto,
cubra un punto como este. Pero supongamos que la única manifestación de dependencia
de Dios, en lugar de ser una prohibición de comer cierto fruto, debería haber sido una
prohibición de pisar cierta piedra de la cornisa de un edificio alto. El hombre está en
total ignorancia de cualquiera de las consecuencias de pisar la piedra. No sabe que la
piedra girará debajo de él y lo precipitará en un vacío.
123
debajo. Es ignorante de todo lo que sucederá en un orden definido. No sabe nada

de la ley de la gravedad, de la ley del impulso creciente, de la ley del impacto físico,
de la ley de la debilidad a la tracción de los huesos humanos y de todas las demás
leyes involucradas en tal paso. Finalmente decide que no va a estar restringido por
una orden que le dice que puede caminar libremente por todo el edificio pero que no
puede pisar la cornisa. Está impaciente ante lo que considera una violación de sus
derechos de personalidad, y pisa firmemente la piedra de la desobediencia. La fuerza
de la gravedad atrae inmediatamente su cuerpo hacia la tierra, el impacto aplastante
le rompe los huesos en muchos lugares y el hombre muere instantáneamente.
Cuando Lucifer salió de la voluntad de Dios y cuando Adán salió de la voluntad de

Dios, entraron en un conjunto de leyes morales y espirituales creadas por Dios que
instantánea e inevitablemente operaron. Algunas de esas leyes incluían incluso la
naturaleza del mal. Aunque ninguna ilustración puede revelar completamente una
verdad, cambiemos la forma de hablar para desarrollar la idea y sacarla a la luz.
Algunas de las carreteras de Georgia recorren muchas millas a través de vastos
pantanos y pantanos de cipreses. Un automóvil puede ser conducido a alta velocidad
a lo largo de estas espléndidas carreteras, pero en casi cada pie del camino es
posible correr hacia el pantano. Como la calzada es pantano, así cada tipo de justicia
tiene un tipo correspondiente de injusticia. Si un hombre permanece en el camino del
honor, está en paz. Si se sale del camino de Dios, se ponen en marcha todas las
ramificaciones de la deshonra, y en ellas queda atrapado. Si un hombre permanece
en el camino de la verdad, está en justicia y paz. Si se sale de la carretera, cae en las
inevitables consecuencias. Dios ha creado la naturaleza de la mentira; y, puesto que
una mentira no puede valerse por sí sola, se requieren dos mentiras para encubrir
una, cuatro para encubrir dos, ocho para encubrir cuatro, y así sucesivamente a
través de la maraña de falsedad en la que el mentiroso queda inextricablemente
enredado.
Hace varios años, dos parejas se sentaron en nuestro estudio mientras tratábamos
de salvar las dos casas de los escombros causados por el adulterio del hombre de una
124
casa y la mujer del otro. En el transcurso de la conversación, la culpable estalló en este

grito: “Pero dime cómo es posible que algo que al principio parecía tan hermoso, tan
noble, tan real, haya degenerado en algo tan degradante y odioso. ?" Explicamos que
esta era la naturaleza de las reglas que Dios había hecho para pecar. Leemos el pasaje
en II Samuel donde Amnón cometió su gran crimen contra Tamar. En el punto de la
historia donde se había cometido el pecado, hay un verso profundamente significativo:
"Entonces Amnón la aborreció en gran manera, de modo que el odio con que la
aborreció fue mayor que el amor con que la había amado" (II Samuel 13). :15). El
principio divino del efecto desintegrador de todo pecado está claramente expresado en
la Biblia. “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído
y seducido. Luego, la concupiscencia, una vez concebida, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14, 15). ). Pueden continuar
aplicando este principio a cada manifestación de la voluntad humana contra la voluntad
divina que es posible en las elecciones del corazón del hombre caído, y encontrarán
que siempre está en operación. Dios ha hecho las reglas bajo las cuales el pecado debe
ser pecado. Él ha creado el terreno de desviación de Sus caminos de justicia. La más
mínima tangente de partida nos lleva al territorio del mal, y bajo la operación de todas
sus leyes.
Cuando comprendemos este principio, podemos comprender el estado de la humanidad,

las razones de las perversiones de los viciosos y las hipocresías de lo que los hombres
llaman sus virtudes humanas. Dios hizo todas las cosas perfectas: Suya era perfecta
sabiduría, perfecta justicia, perfecta rectitud. Pero una segunda voluntad , que no era la
de Dios y, por lo tanto, no era perfecta , se alardeó contra la Suya, y luego multitudes de
voluntades humanas. A fin de que pudiera demostrarse para siempre que no hay bien
aparte de Su voluntad, Dios en Su amor y gracia creó la naturaleza de todo el horrible
patrón de consecuencias que debe seguir la elección de cualquier otra voluntad que no
sea la Suya. Si esta verdad pudiera establecerse como una parte definida de nuestro
pensamiento y mantenerse constantemente ante nuestras mentes, tal vez no nos
apartaríamos de
125
la voluntad de Dios tantas veces. Si el hombre se dijera a sí mismo que es imposible

ganar, no lo intentaría tan a menudo. Cualquier pensamiento de victoria sobre Dios es
una ilusión. Satanás continúa actuando como el croupier en un juego deshonesto donde
los dados están cargados contra la víctima, a quien se le permite ganar pequeñas
cantidades para que arriesgue todo en el momento en que se ha determinado que no
ganará.
La existencia de este odio creado por Dios entre Satanás y el hombre es la explicación
de gran parte de la historia humana. Cuando Dios dijo: "Enemistad pondré entre ti y la
mujer, entre tu simiente y la simiente suya", también añadió: "Te herirá en la
cabeza" (Génesis 3:15). Dios anunció no sólo la creación de un odio de parte de Satanás
hacia los hombres, sino también que la condenación final de Satanás tendrá lugar a
través de la simiente de la mujer. Puesto que Satanás sabía que iba a ser derrotado y
destruido por medio de un niño que nacería de la raza humana, es fácilmente
comprensible que, desde ese momento, intentara protegerse contra la eventualidad, y
que buscara destruir la línea de la promesa para destruir la posibilidad de cumplimiento.
La enemistad de Satanás contra la humanidad es, en realidad, una enemistad contra
Dios porque Dios se ha complacido en Su gracia soberana en planear la salvación a
través de la Palabra hecha carne; y el odio primordial de Satanás es, por lo tanto, Cristo.
Su odio por la humanidad era, primero, un odio racial, que ciegamente intentaba destruir
a todos los hombres para poder borrar la línea de la promesa. Entonces, cuando Satanás
descubrió que había algunos hombres que habían sido escogidos por Dios para un
propósito eterno, su principal odio se volvió contra ellos. Esto se ve en el odio de los
hijos de este mundo, la simiente de Satanás, hacia los hijos de Dios porque están
apegados a Cristo.
“Si fuerais del mundo”, dice el Señor a sus discípulos, “el mundo amaría lo suyo; mas
porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os
aborrece” (Juan 15:19). Cuanto más cerca caminemos de Él, más sentiremos el odio del
enemigo.
126
12. Los Artículos de Guerra (Continuación)
Hay un sentido en el que la enemistad de Satanás no es solo una enemistad contra

Dios, sino un odio definido hacia el hombre mismo. Satanás tenía motivos para odiar a
la humanidad porque no sabía qué bebé nacido podría convertirse en la Simiente que
dañaría su poder. Tenía más motivos para un odio celoso debido a los anuncios
subsiguientes a través de la Palabra de Dios de que el Señor se proponía quitar todas
las glorias y funciones con las que originalmente había investido a Satanás y colocarlas
sobre algunos de los hijos del Adán caído. A estos los elevaría más alto que a los
ángeles, más alto que el mismo Satanás, al mismo trono al que Satanás había aspirado.
Les daría el lugar y el título de hijos, y finalmente llamaría a un grupo, la Iglesia, para
ser el sucesor de Satanás como profeta, sacerdote y rey.
Caín y Abel
La historia no se aleja mucho del jardín de Edén antes de que veamos la obra de
Satanás en los dos hijos de Adán. Si Satanás puede destruirlos, habrá borrado la
simiente de la mujer y frustrado el
realización de los designios de Dios. Caín estaba tan entregado a Satanás que la
Palabra dice más tarde que él era "del maligno" (I Juan 3:12), y
por eso mató a su hermano. Así la muerte ha eliminado a Abel, y el pecado ha eliminado
a Caín, porque Dios no obrará a través del pecado. Pero Dios le dio a la primera pareja
otros hijos, estableció la línea de uno de estos hijos, Set, y la guerra continúa.
La raza corrompida
En el sexto capítulo de Génesis, vemos que Satanás estaba haciendo un esfuerzo

decidido para corromper a toda la raza. No cabe duda del hecho de que el lenguaje de
los primeros versículos de este capítulo habla de un estupendo intento de Satanás de
infectar a toda la humanidad por posesión demoníaca.
Algunos de los ángeles que siguieron a Satanás en su rebelión original abandonaron su
primer estado y pecaron en una desobediencia aún mayor a los mandamientos de Dios.
127
Si bien la Biblia en todas partes enseña que Satanás tiene huestes de ángeles caídos que
cumplen sus órdenes, también hay una declaración de que ciertos ángeles ya han sido
confinados en el lugar de su castigo eterno. Se afirma además que esto ocurrió en el
momento de la inundación. “Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos
al Tártaro los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y no perdonó al
mundo antiguo, sino que salvó a Noé” (II Pedro 2:4, 5, griego ).
Parece que los ángeles que aún están libres son conscientes de esto y buscan evitar lo que
sus compañeros ya han experimentado. La legión de demonios en los maníacos de Gadara
clamaba contra Jesús, preguntándole si había venido a atormentarlos "antes de
tiempo" (Mateo 8:29), y le pedía que les ordenara no ir al abismo (Lucas 8). :31, griego
abismo, igual que Apocalipsis 20:1). La familia humana entera, con la excepción de Noé y su
casa, evidentemente fue corrompida por esta irrupción de fuerzas demoníacas en la tierra.
Qué sin sentido las quejas de quienes acusan a Dios de crueldad por destruir el mundo
cuando se entiende que Él borró el intento más descarado de destruir a la raza humana que
se tiene registro. El diluvio fue un acto de la maravillosa bondad amorosa de Dios al conservar
intacta la raza para que de la Virgen naciera el Redentor, el Señor Jesucristo; pues
ciertamente no pudo haberse encarnado en el vientre de una mujer endemoniada.
El odio de Satanás hacia los judíos
A medida que la derrota siguió a la derrota en la guerra que ahora se estaba volviendo muy
visible para el hombre, el odio a Satanás aumentó. Cuando las naciones fueron divididas en
Babel y Abraham fue escogido como la cabeza del pueblo de Dios, se le dijo que a través de
él y su simiente todas las familias de la tierra y todas las naciones de la tierra —dos promesas
distintas y completamente diferentes—
debe ser bendecido (Génesis 12:3; 18:18). El antisemitismo nace de este odio de Satanás
por el pueblo a través del cual Dios va a demostrar finalmente los triunfos de su justo
gobierno. Esta fase de la
128
La batalla se resume en el Apocalipsis: "Y apareció en el cielo un gran prodigio:

una mujer [Israel] vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su
cabeza una corona de doce estrellas; y estando encinta, lloró , con dolores de
parto, y dolores de parto. Y apareció otra maravilla en el cielo: y he aquí un gran
dragón rojo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y siete coronas en sus
cabezas. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba lista para dar a . .
luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera" (Apocalipsis 12:1-4). Esta
es una visión que resume toda la lucha de Israel a través de los siglos. Por
supuesto, termina en triunfo cuando el Señor proporciona un poder milagroso
para derrotar al enemigo. No puede ser de otra manera cuando se trata del plan
de Dios, y en esto, como en todo, el diablo una vez más conoció el sabor del
polvo.
Los ángeles caídos conocen su final
Así podemos seguir el odio de Satanás por la familia de Israel. Tampoco

debemos asombrarnos de esto. Dios nos dice que los ángeles del cielo son
estudiantes cuidadosos de la Biblia. Hay una veintena de palabras en griego
que se traducen por nuestra palabra "mirar". La palabra que se usa de los
ángeles mirando las Escrituras (I Pedro 1:12), significa "inclinarse a una cosa
para mirarla; mirar con la cabeza inclinada hacia adelante; mirar dentro con el
cuerpo inclinado; agacharse y mirar dentro; mirar cuidadosamente, inspeccionar
con curiosidad, como quien se familiariza con algo”.
Entonces, ¿deberíamos sorprendernos de que los ángeles de Satanás sean

estudiantes menos cuidadosos de la estrategia de aquel de quien se han
convertido en enemigos? Acabamos de ver que los demonios sabían que se
acercaba su "tiempo". Pueden saber esto sólo por la Biblia o por el anuncio directo de Di
Por lo tanto, deben saber que su poder actual sobre esta tierra caída les será
arrebatado un día y puesto en manos de los judíos que lo administrarán para el
Señor Jesucristo, a quien ellos (Israel) entonces conocerán y servirán. No habrá
paz establecida en esta tierra por ninguna liga, conferencia, alianza o unión de
naciones hasta que Dios envíe al León del
129
tribu de Judá para reinar a través de los instrumentos que Él ha escogido para la
administración de esta tierra.
El antisemitismo es una de las cosas más comprensibles en la historia humana cuando

se ve en el contexto de la guerra invisible. Es lo más inevitable en los tratos de Satanás,
así como la frustración y la derrota de Satanás son lo más inevitable en el plan de Dios.
Satanás trabaja contra Israel
De acuerdo con esta misma estrategia, vemos que Satanás movió a David a enumerar
al pueblo de Israel en contra del mandato de Dios, y así trajo la ira sobre la nación.
Satanás indujo al pueblo a seguir dioses falsos, trayendo así la maldición y la dispersión
que permitieron a Satanás trabajar en los remanentes en circunstancias aisladas y
ajenas. Hoy, Satanás obra en contra de la reunión de Israel en la tierra que Dios les ha
jurado. Los árabes les impiden físicamente la posesión de la tierra, mientras que
teológicamente, todos los dispositivos se utilizan para enterrar la verdad en la oscuridad.
Algunos sostienen que las naciones anglosajonas son las supuestas tribus perdidas y
que, por lo tanto, no hay promesas para los judíos. Los amilenaristas toman todas las
promesas que pertenecen a los judíos y las aplican a la Iglesia, dejando las maldiciones,
como le gusta hacer a Satanás, para los judíos. Los cultos de los Testigos de Jehová,
los Adventistas del Séptimo Día y otros sostienen varias teorías que privan a Israel de
las glorias de su reino. Pero así como el Señor siempre ha cumplido Sus promesas y ha
mantenido a Satanás lejos de su meta, Él seguirá siendo fiel hasta el final. Un día
gobernará esta tierra a través de una judería redimida.
El odio de Satanás hacia el Mesías
Cuando el Señor Jesucristo nació, el odio de Satanás llegó al rojo vivo.

Podemos ver el odio de Satanás en cada punto de la historia terrenal de la vida de
nuestro Señor. José se sintió impulsado a desechar a María porque sabía que ella aún
no había sido su esposa y sacó la conclusión natural de que había pecado de su parte.
Pero el Señor se manifestó y José aceptó a María
130
por esta revelación divina. Nació el hijo de la promesa, la simiente de la mujer, el

vástago de David, el Verbo Eterno se hizo carne.
Satanás movió a Herodes a matar a todos los niños menores de dos años de acuerdo
con el tiempo que él había inquirido diligentemente de los magos. Pero Dios había
dispuesto el escape de antemano y había traído regalos de oro a la familia del niño
pequeño para que fuera posible una huida a Egipto. A los doce años de edad fue dejado
en Jerusalén entre los seguidores de Satanás y los enemigos de Dios. El niño crecía
ante Su Padre como una planta tierna y el cuidado celestial estaba sobre Él.
Tan pronto como nuestro Señor se manifestó públicamente, inmediatamente Satanás lo

enfrentó y buscó en las tres tentaciones desviarlo del camino trazado para Él en los
consejos con el Padre. Cuando fue derrotado con la espada de la Palabra, Satanás dejó
al Señor, pero volvió una y otra vez, tanto personalmente como a través de los líderes
religiosos que se habían convertido en verdaderos hijos del diablo, para destruir al Señor
antes de que llegara a la hora. de la cruz, fue Satanás quien incitó a la gente de Nazaret
a llevar a Cristo a la cima de la colina y empujarlo a Su muerte en ocasión de Su primer
sermón público. Él había anunciado la doctrina de la salvación por gracia aparte de las
obras sobre la base de la voluntad soberana de Dios (Lucas 4), y el corazón del hombre
se rebeló contra ella y se volvió fácilmente al enemigo que exaltaría la carne. “Pero él,
pasando por en medio de ellos, se fue”. Una y otra vez Satanás interpretó el viejo
argumento con diferentes escenas y personajes. A veces recogían piedras para
apedrearlo; enviaron oficiales para arrestarlo; sus líderes intentaron incitar al pueblo
contra él. Siempre el nervio de su acción estaba paralizado. Su deseo era el de la mente
carnal que es enemistad contra Dios. Ahora, por primera vez en la historia, Dios estaba
visiblemente ante ellos como el objeto de su odio. Eran los hijos de los que habían
matado a los profetas, pero ellos mismos habrían matado a su Dios. Los describió
completamente en la parábola de los labradores que mataron a los mensajeros y cuando
el dueño, el último de todos, envió a su Hijo, exclamó: "Este es el
131
heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad" (Mateo 21:38). Siempre

salía ileso. Era dueño de cada situación. Dijo: 'Nadie me la quita [mi vida]; pero yo
mismo lo doy” (Juan 10:18).
Cuando los aliados humanos fallaron, Satanás se movió directamente para matar al Hijo
de Dios. En una ocasión los discípulos del Señor estaban con Él en una barca en el mar
de Galilea. Eran pescadores de toda la vida que estaban en sus aguas natales. Habían
pensado que no había una ola que pudiera ser desconocida para ellos.
Pero de repente estalló una tormenta de tal furia que incluso estos marineros endurecidos
se quedaron helados de miedo. Corrieron hacia el Señor mientras dormía en la barca y
lo despertaron con su grito de angustia, sintiéndose al borde de la muerte: "¡Maestro,
sálvanos que perecemos!" La narración del evangelio afirma que el Señor se levantó
ante la llamada de los asustados discípulos y "reprendió al viento". Que los negadores
de la Escritura se den cuenta de que si Satanás no estuviera detrás del poder de esa
tormenta, entonces la acción de Cristo debe compararse con la de un niño que, herido
al tropezar con una silla, comienza a patear la silla, gritando con petulancia contra ella.
Pero si entendemos que Satanás había levantado esa tormenta para matar al Señor
Jesús, a fin de que Él no viviera para ir a la cruz y convertirse en el Salvador, vemos el
patrón completo de estos ataques, y entendemos la fuerza de las palabras dirigidas a la
tormenta, "Paz, enmudece" (Marcos 4:35-41). El verbo en griego significa "amordazar",
y en la vida doméstica antigua a veces se dirigía a un perro para silenciarlo.
Finalmente, las profecías se cumplieron y Satanás hirió el calcañar del Señor Jesucristo
y su propia cabeza fue aplastada por la herida. Estudiaremos la batalla de la cruz con
algún detalle en su conexión con la victoria sobre el enemigo, pero notaríamos aquí que
la obra redentora de Cristo no cambió la naturaleza del rebelde. La clave de la historia
de los últimos dos mil años es la misma clave de la historia de los tiempos antes de
Cristo. Nunca entenderemos nuestra propia época si no comprendemos
132
el principio de interpretación en el que vemos a Satanás atacando al

pueblo de Dios. Busca construir su propio reino, y ataca a los
subterráneos de Dios que permanecen fieles al Soberano ausente del
universo. En los primeros siglos de la era cristiana se desató toda la fuerza
de Satanás para destruir a la Iglesia naciente. Diez grandes persecuciones,
ola tras ola, amenazaron con barrer a los creyentes de la tierra. Tan
terrible fue la carnicería que se produjo entre los fieles que la palabra
griega para testigo, mártir, se ha aceptado en nuestro idioma como una
que describe a un hombre que muere por su fe. La furia del poder secular
romano fue la furia de Satanás. Habiendo fallado la violencia, el enemigo
cambió su ataque a la astucia. Después de los siglos de persecución, vino
el esfuerzo sostenido de Satanás para casar a la Iglesia con el mundo,
que finalmente se logró con la "conversión" de Constantino y la
entronización de la iglesia en el palacio de los césares. Este traslado de
las catacumbas al palacio fue casi fatal, pero Dios, a través de las tinieblas
espirituales de la Edad Media, tenía a los suyos escondidos que le eran
fieles. Aunque la organización de la iglesia se corrompió en extremo, Dios
aún preservó la simiente elegida y, en el curso de su propio tiempo, trajo
la Reforma para restablecer las grandes verdades de la gracia que casi se
habían perdido. Satanás respondió con la Inquisición y las guerras
religiosas. Se fundó la orden de los jesuitas, y todo intento fue hecho para
aplastar la verdad y todos los que la sostuvieron.
La estrategia milenaria de Satanás siguió siendo la misma. En la primera

frase registrada que jamás había dirigido al hombre, "Sí, ¿ha dicho Dios?"
Satanás había atacado la Palabra de Dios. Todo brazo de infidelidad se
desenvainó contra la revelación divina. Al deísmo inglés del siglo XVIII le
correspondía el ateísmo francés de los enciclopedistas. En la naciente
república que había brotado en las costas americanas, Tom Paine sembró
su racionalismo pueril contra el Libro que era el fundamento de la vida
espiritual que se había plantado en este desierto, y que había dado las
primeras libertades en siglos a los judíos que iban a ser albergados aquí hasta que
133
tiempo para su regreso a la tierra. Si Satanás pudiera destruir la confianza en

la Palabra de Dios, tendría alguna esperanza de lograr una victoria sobre
algunas de las criaturas de Dios. Si no podía destruir la fe en la Palabra de
Dios, sería derrotado. Lutero sabía esto cuando escribió en el himno de batalla
de la Reforma: "Una pequeña palabra lo derribará". En la batalla contra la
Palabra de Dios, que se ha librado aún más vigorosamente desde que la
invención de la imprenta puso el Libro a disposición de millones, Satanás ha
manipulado todos los medios y ha utilizado todos los artificios a su disposición.
La Biblia fue quemada y prohibida, despreciada y ridiculizada. Los que negaron
el poder de su verdad lo dijeron de boquilla. Fue en nombre de la ciencia
construida sobre hipótesis falsas que el gran ataque a la Biblia y a la Iglesia
se produjo en el siglo XIX, y en nuestros días la psicología y la psiquiatría
afirman duplicar la eficacia de la sangre de Cristo para quebrantar el poder
del pecado. en la vida.
Multitud de sectas falsas han surgido fuera de las iglesias que todavía son
fieles a su credo, el corazón de todo lo cual es la negación de la persona y la
obra del Señor Jesucristo. Dentro de los límites de la comunidad de aquellos
que confiesan la finalidad de la Palabra, viva y escrita, hay divisiones y sectas
que se basan principalmente en algo que el hombre debe hacer por Dios en
lugar de lo que el Señor Dios ha hecho por Su personas a través de la obra
de Su Hijo, Jesucristo. Además, dentro de las iglesias cuyos credos aún son
impecables, encuentran su lugar varios delirios de error.
Allí, con acompañamiento de música de órgano y suave predicación,
multitudes de bautizados caen en las trampas del sacerdotalismo, del
legalismo y, sobre todo, de una forma de piedad que niega su eficacia (II
Timoteo 3:5).
Pero, a pesar de todas las estratagemas de Satanás, su destino es seguro:

porque está escrito: "El Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo
vuestros pies" (Romanos 16:20). Esto es posible porque en la cruz nuestro
Dios ya hirió a Satanás bajo los pies del Señor Jesucristo.
134
13. DIOS ANUNCIA LA VICTORIA
Hay un solo Ser en el universo que conoce el fin desde el principio, y ese es nuestro Dios en
las tres Personas de Su ser, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por lo que hemos visto hasta aquí,
se ha demostrado que tanto Satanás como el hombre, por la misma naturaleza de su rebelión,
tenían esa miopía que caracteriza a la criatura y que es una de las pruebas de que nuestros
caminos no son los caminos de Dios y que nuestros pensamientos no son Sus pensamientos
(Isaías 55:9).
El tiempo no será más
El anuncio a Satanás en el jardín del Edén no sólo puso en marcha las leyes de la historia,
caracterizadas principalmente por el odio de Satanás hacia el pueblo de Dios —Israel y la
Iglesia— y por su odio hacia la Palabra de Dios, sino que también pronunció el absoluto
condenación de Satanás y de los impenitentes hijos de Adán y proclamó el triunfo final de
nuestro Dios. Junto a la eternidad de la única voluntad de Dios había llegado el comienzo del
tiempo y la introducción de una segunda voluntad. Este breve momento de tiempo, Dios nos
ha asegurado desde el principio, llegará a su fin. Los reinos de esta tierra se convertirán en
los reinos de nuestro Señor y de Su Cristo, y Su gobierno se fusionará con la eternidad y la
única voluntad de Dios. Se habrá demostrado que las pretensiones de otras voluntades son
infundadas y no habrá más que una sola voluntad en todo el universo y para siempre. Las
voluntades rebeldes que aún pueden arder con su odio eterno contra la rectitud y la justicia de
Dios serán restringidas para siempre en una oscuridad exterior, y serán desconocidas y
olvidadas para el universo de los seres que están con Dios. Esta es la consumación que ahora
esperamos. El poder de Satanás será absolutamente aplastado y quitado para siempre,
mientras que el Libertador de Dios, el Señor Jesucristo, será exaltado, y los que creemos en
Él compartiremos esa exaltación.
135
Un problema moral
En el momento en que decimos que algunos miembros de la raza de Adán caído van a estar
en el cielo con un Dios santo, participando con Él en el gobierno y gobierno del universo,
planteamos un gran problema moral y expresamos un dilema que debe ser resuelto. ¿Cómo
puede un Dios santo tomar criaturas pecaminosas para sí mismo? ¿Cómo puede llegar al
cielo cualquier miembro de la raza de Adán? La irreflexión de la mente humana quizás no
se ilustre en ninguna parte más claramente que en esa fácil indiferencia de la persona
común hacia la idea del cielo.
La masa de la humanidad caída considera una vida placentera después de la muerte como
parte del derecho de nacimiento humano. La mente primitiva del indio americano consideraba
la vida después de la muerte como un coto de caza feliz. Los incrédulos de la generación
pasada leyeron y distribuyeron una novela con el título Todo esto y el cielo también, que
evidentemente incluye la idea de que la tierra es un lugar hermoso, que la vida es maravillosa
y que cuando hemos bebido todas las alegrías de este tierra, pasaremos a los gozos del
cielo. Si bien esto es cierto para una persona regenerada que ha creído que Dios mismo ha
satisfecho todas las demandas justas de Su santidad por la muerte de Cristo en nuestro
favor, ciertamente no es cierto para la masa de personas no regeneradas que llenan la tierra
e incluso muchas iglesias. . El cielo está tan por encima de la tierra espiritualmente como
físicamente. Si bien es cierto para el cristiano que "todo el infierno que tenemos está aquí
en la tierra", es igualmente cierto para el no cristiano que todo el cielo que tendrá está aquí
en la tierra. Los negros son más realistas y ciertamente teológicamente más precisos cuando
cantan en el coro de su espiritualidad: "Heaven . . . Heaven . .
.
Todo el mundo hablando de que el cielo no va a...
Seguramente Satanás, quien antes de la caída había sido el querubín protector ocupado
con la santidad de Dios, sabía que este dilema surgiría del santo odio de Dios por el pecado
y la consiguiente necesidad de juicio sobre cualquier criatura que se apartara de la única
voluntad de Dios. Parecería que el
136
El pensamiento, o al menos un pensamiento, que estaba en el fondo de su mente en la seducción

de la raza humana era que le había dado la vuelta a Dios y había puesto al Señor en una situación
imposible. ¿Acaso Dios no había destruido la tierra de Lucifer, dejándola desordenada y vacía, un
desastre y una ruina, y Lucifer no podía hacer nada al respecto? Ahora bien, si Satanás pudiera
hacer que el hombre pecara, habría logrado hacer de la nueva creación de Dios un desastre y una
ruina; y la santidad de Dios no le permitiría hacer nada al respecto.
Razonamiento de Satanás
El pensamiento de la respuesta de Dios en la encarnación a través de la cual se obraría la redención

de una compañía elegida nunca había entrado en la mente del enemigo. Vio simplemente en las
líneas rectas de la lógica simple de las criaturas. Su razonamiento podría exponerse de la siguiente
manera: Este Dios es absoluto en Su santidad, y Él es absoluto en Su justicia. Sus bendiciones
caen como una cascada, y el hombre permanece allí en el lugar de bendición porque no hay pecado
en él. Pero si tan solo pudiera lograr que saliera del lugar de la bendición al lugar del pecado, Dios
tendría que derramar sobre él la caída ácida de Su ira divina. Porque lo único que un Dios de
santidad y justicia nunca podría hacer sería perdonar el pecado de ninguna manera.
Que Satanás debe haber pensado así lo concluimos de sus acciones verbales que dijeron: "Dios ha
creado a esta criatura insignificante, el hombre, y le ha dado dominio sobre la provincia que era mía,
sí, que todavía es mía. Haré que el hombre peque". y Dios se frustrará, y conocerá el bocado de
este polvo que se ha convertido en mi comida”.
Hay una gran ilustración de esta idea en la historia de Balaam. Los hijos de Israel, después de su
victoria sobre los amorreos, acamparon cerca del país de Moab. El rey de los moabitas, Balac,
estaba asustado por el destino de sus vecinos, y su primera reacción fue hacer que Balaam, el
profeta asalariado, viniera en su ayuda. El Dios verdadero intervino y le advirtió al profeta que debía
bendecir a Su pueblo, porque ellos eran escogidos de Dios. Balac envió más
137
mensajeros honorables, con ofrecimientos de recompensas más ricas, pero el Señor le

reveló a Balaam que, aunque se sometió a la voluntad permisiva de Dios para con el rey de
Moab, tendría que hablar las palabras que el Señor le dio a él.
hablar. Balaam siguió el consejo de su codicia y actuó en contra de la voluntad directiva de
Dios. Estamos familiarizados con la historia del asno en cuya boca el Señor puso las
palabras para refrenar al profeta egoísta. Entonces Balaam fue a Balac y tres veces profetizó
gran bendición para los hijos de Israel.
El plan de Balak
Lo que Balac no había podido obtener dando salario a un profeta asalariado, ahora lo obtuvo
por un método de seducción. Las mujeres de Moab rodearon el campamento de Israel y los
hombres de Israel tomaron a las mujeres de Moab. Siempre ha habido una línea psicológica
muy estrecha entre el instinto sexual y el de la religión, y no pasó mucho tiempo antes de
que los hombres de Israel comenzaran a asistir a los sacrificios de los dioses de los
moabitas, participaran de sus fiestas y se inclinaran ante ellos. los ídolos Luego leemos: “E
Israel se unió a Baalpeor, y la ira de Jehová se encendió contra Israel” (Números 25:3). Esto
era precisamente lo que Balac, rey de Moab, había deseado : que la ira del Señor se
encendiera contra Israel; y, cuando no pudo obtener una maldición contra el pueblo de los
labios de Balaam, obtuvo una maldición por la ira del Señor contra este pueblo a causa de
la desviación espiritual del Señor.
La estrategia de Satanás
Esta fue exactamente la estrategia que Satanás estaba empleando en el Jardín del Edén. El
hombre estaba en el lugar de bendición, y Dios, por lo tanto, no podía llenarse de ira contra
él. Ninguna palabra de maldición podía ser pronunciada contra el hombre por ningún ser
dentro del campo del enemigo, porque el hombre aún no estaba en enemistad contra Dios.
Pero haga que el hombre se aparte del lugar de bendición, y Dios mismo se vería obligado,
por la naturaleza misma de Su ser, a maldecir al hombre y aparentemente jugar el juego de
Satanás. Satanás pensó que esto
138
tendría que ser necesariamente una maldición eterna y universal, y que por lo tanto
habría superado a Dios y le habría dado a Dios una muestra de la frustración que estaba
apretando en su propia boca. No conocía las profundidades del corazón de Dios o la
naturaleza de los tratos de Dios con el pecado por la muerte de un sustituto.
¿Es de extrañar que Pablo, el gran lógico espiritual, se encontrara a sí mismo clamando
en una jaculatoria de gozo sobrenatural: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría
y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, y cuán pasados son sus
caminos! descubriendo!" (Romanos 11: 33). Satanás había entendido el camino de la
santidad de Dios y el camino de la justicia de Dios, porque había sentido la plenitud de
estos caminos en la separación que se había invocado contra él y en el golpe del juicio
que había caído sobre él. Pero no tenía un punto de referencia para medir la bondad
amorosa del corazón divino. No tenía conocimiento de la doctrina de la gracia.
Más allá de la comprensión del hombre
Nuestras mentes finitas no pueden entender todo el plan divino. En algún lugar de la
línea, vamos a encontrar una pregunta que nos hace admitir que no sabemos todas las
respuestas y que debemos abandonarnos a la marea completa de la fe, confiando en
Dios que la comprensión será nuestra en algún día futuro. Es posible que no seamos
capaces de comprender plenamente las declaraciones positivas de Dios en cuanto a Su
soberanía absoluta y las declaraciones igualmente positivas en cuanto al lugar de la
voluntad del hombre. Puede que no seamos capaces de comprender la aparente
superposición de la depravación total de la humanidad y la responsabilidad total de cada
individuo por su propia posición y condición. Pero lo que mejor satisface la mente de
este escritor, cuando pensamos en las razones por las que Dios permitió una caída que
indudablemente tenía el poder de evitar, es que sin esa caída nunca podría haber habido
ningún conocimiento de Su bondad amorosa, Su tierna misericordia, Su longanimidad,
Su libre gracia soberana , doctrinas de las cuales Satanás aparentemente ignoraba por
completo.
139
Para continuar con el estudio del método de Dios de obrar en la redención

del hombre y la derrota de Satanás, es necesario que retrocedamos por un
momento y recojamos un hilo de verdad que hemos mencionado antes.
Nuevamente hacemos la pregunta: Cuando Adán pecó, ¿cuánto cayó la raza
humana? De la respuesta a esa pregunta depende todo el resto del desarrollo
del conocimiento doctrinal. No necesitamos considerar la doctrina humanista
de que el hombre no cayó, sino que está en camino hacia cosas más grandes
y mejores; ni dedicaremos tiempo a la doctrina católica romana de que el
hombre se deslizó por el borde y que es restaurado por el sacramento
administrado a manos de un sacerdocio. Aquellos que acuden a la Biblia
como a la corte suprema rechazarán estas dos posiciones sin vacilación ya
que están manifiestamente tan alejadas de la verdad. Por otro lado, la gran
mayoría de las personas que creen que la Biblia es la Palabra de Dios se
aferran a una de dos doctrinas: a saber, que el hombre cayó por un largo
camino, pero que todavía tiene en sí mismo el poder de salir de él. el pozo
del pecado, y que él es de alguna manera el hacedor de su propio destino; o,
la doctrina opuesta, que cayó desde una distancia tan grande que no tiene el
poder en sí mismo para levantarse de su condición perdida. Sostenemos, sin
cuestionamientos, que la Escritura enseña la última de estas dos posiciones,
aunque al mismo tiempo demostraremos que el hombre es plenamente
responsable de su condición.
Ahora bien, cuando mostramos que la Biblia enseña la doctrina de la

depravación total, no estamos afirmando que no hay nada bueno en el
hombre, sino que no hay nada bueno en el hombre que pueda satisfacer a
Dios. Ya hemos señalado de la Escritura que "el hombre natural no percibe
las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las
puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios
2:14); y, "la mente carnal es enemistad contra Dios, porque no se sujeta a la
ley de Dios, ni tampoco puede hacerlo. De modo que los que viven en la
carne no pueden agradar a Dios" (Romanos 8:7); y, "No hay quien entienda,
no hay quien busque a Dios... no hay quien haga lo bueno, ni aun uno" (Romanos 3:1
140
son indicativos de toda una línea de revelación divina que puede resumirse en las frases del
Antiguo Testamento: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, e incurablemente
enfermo" (Jeremías 17:9, hebreo); y "todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia" (Isaías
64:6).
Repetimos, estas declaraciones no enseñan que no hay nada bueno en el hombre, desde el
punto de vista del hombre, sino que no hay nada bueno en el hombre desde el punto de vista de
Dios, porque Dios no puede exigir nada menos que la perfección.
Se cuenta la historia de un conocido dramaturgo de Nueva York que había nacido en el Lower
East Side de la ciudad. Era la historia de la pobreza a la riqueza de un hombre de origen judío
inmigrante pobre que, sin embargo, había tenido éxito en su profesión. Un día, después de haber
hecho parte de su fortuna, llevó a su anciana madre judía a dar un paseo en su yate que tenía
anclado en el río Hudson. Para impresionarla, el dramaturgo llegó vestido con un uniforme naval.
"Mira, mamá", dijo, "soy capitán". La anciana negó con la cabeza. "Izzy", dijo, "por ti, eres una
capitana. Y por mí, tú también puedes ser una capitana. Pero por capitanas, Izzy; ¡ah! por
capitanas, no eres una capitana".
De la misma manera, el hombre puede pensar en sí mismo como bueno. Puede hacer todo lo
posible para convencer a sus semejantes de que es bueno. Puede vestirse con todos los
uniformes de la bondad. Pero a los ojos de Dios, el Autor de todo bien, el hombre ciertamente
no es bueno. Es un pecador, completamente desprovisto de todo lo que pueda llamarse
genuinamente bueno según los estándares de Dios.
Fue Chalmers de Escocia quien dijo: "La justicia de Dios es aquella justicia que Su justicia
requiere que Él requiera". La justicia que requiere el hombre de los hombres es algo imperfecto
que ni siquiera puede clasificarse como una pequeña parte de la justicia divina, sino que es de
una esencia completamente diferente. Dios mismo así diferencia a los dos. Hablando del Israel
descarriado, dice: "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia,
141
no se han sujetado a la justicia de Dios" (Romanos 10:3).
Muchas personas no regeneradas son mejores personas que muchos cristianos. Debe
confesarse que preferiríamos confiar en ciertas personas no salvas en asuntos de moral,
finanzas y manifestaciones similares de carácter que en algunas personas salvas.
Medidos por los estándares del hombre, hay muchos seres humanos que son bastante
elegibles para lugares de honor público y de confianza, para lugares de estima personal
pero que no son elegibles para el cielo. Las cualidades que hacen que un joven sea
elegible para ser yerno en la familia de uno no lo hacen elegible para ser un hijo en la
familia de Dios. El dinero de scrip puede pagar la factura de la compra durante una
depresión, pero no será aceptable en una oficina de correos para estampillas o en la
Oficina de Impuestos Internos para el pago del impuesto sobre la renta. Allí se necesitará
buen dinero federal.
El carácter es dinero en efectivo que pagará el camino en cualquiera de los círculos de
la tierra, pero no será aceptable para el precio de entrada a la puerta del cielo.
¿Cómo, entonces, ha de salvarse el hombre? ¿Ha ganado Satanás la guerra al separar

al hombre de Dios y llevarlo a un lugar donde las leyes de la ira de Dios deben operar
contra el pecado? Si miramos el problema de cerca, nos vemos obligados a admitir que
si Dios hubiera destruido inmediatamente a Adán y Eva, habría sido perfectamente justo
al hacerlo. Merecían la destrucción. Si Él hubiera permitido que la raza humana creciera
y se multiplicara y luego hubiera arrastrado a toda la raza al lago de fuego, habría sido
perfectamente justo al hacerlo. La desviación del hombre de la justicia mereció la
maldición de Dios.
Nunca podremos llegar a ningún crecimiento en el conocimiento de Dios hasta que
estemos listos para admitir que personalmente merecemos la ira de Dios. Sería una
experiencia muy saludable para cada uno de nosotros si nos detuviéramos aquí y
tomáramos el lápiz y el papel más cercano para que pudiéramos verlo con nuestra
propia letra: "Yo, John Smith (ponga su nombre aquí) verdaderamente merezco la ira
de Dios, y bajo las leyes de la justicia perfecta debo pasar
142
eternidad en el lago de fuego.” No creemos que ningún ser humano sea verdaderamente
salvo hasta que haya visto esa verdad en toda su cruda y desnuda realidad.
¿Cómo, entonces, puede ser salvo cualquier hombre? Dios respondió a este dilema
con la doctrina de la elección basada en la expiación vicaria y sustitutiva provista en la
muerte del Señor Jesucristo. El gran odio que existe en algunos sectores contra la
doctrina de la elección es fácilmente comprensible a la luz del hecho de que Satanás la
ignoraba, y que su introducción, como una especie de arma secreta, aseguró su propia
derrota eterna y proveyó para la vida. salvación de la gran compañía de creyentes que,
bajo el título y la posición graciosamente otorgados de hijos de Dios, gobernarán el
universo para Dios por toda la eternidad.
Cristo anunció el odio del mundo hacia la doctrina de la elección en términos claros: "Si
el mundo os aborrece, sabéis que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes
yo os he escogido [elegido] del mundo, por eso [—por tanto— ] el mundo os
aborrece” (Juan 15). :18, 19). La primera epístola de Juan amplía esto de una manera
hermosa. Es, por supuesto, una verdad general del Nuevo Testamento que las
expresiones "hijos de Dios", "los elegidos", "los santos", "los creyentes" y nombres y
títulos similares son sinónimos. Juan declara específicamente que está escribiendo a
aquellos que han creído en el nombre del Hijo de Dios, y que, por lo tanto, son
poseedores de la vida eterna (I Juan 5:13). En en un capítulo anterior de esta misma
epístola dice: "Mirad cuál amor [qué tipo especial de amor] nos ha dado el Padre [a los
nacidos de nuevo], para que seamos llamados hijos de Dios [los elegidos] [a diferencia
de las masas no salvas que son solo criaturas pero no hijos]: por lo tanto [—por lo tanto
— ] el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. Amados [a pesar de todo lo
que cualquiera, salvo o no, pueda decir al respecto], ahora somos hijos de Dios [y eso
es algo que los no salvos no son], y aún no se manifiesta lo que hemos de ser. . .” (I
Juan 3:1,2).
143
Cuando encuentre cristianos que muestren antagonismo hacia la doctrina de

la elección, puede estar seguro de que es un remanente de su vieja mente
carnal que es enemistad contra Dios. Se ven obligados a borrar grandes
secciones de la Palabra de Dios para eliminar la doctrina, y, además, se les
obliga a negar la doctrina, que se encuentra a lo largo de toda la Biblia, de
que el hombre cayó hasta el final, no parte. camino, y que está muerto,
totalmente muerto, en sus delitos y pecados. Pero no debemos asombrarnos,
porque es meramente una ilustración del gran deseo del hombre caído de ser
exaltado y de atribuirse parte del mérito de la salvación.
144
14. Dios anuncia la victoria (continuación)
Hace mucho tiempo que adoptamos el método anticuado del balancín para probar todas las
doctrinas. Cuando los niños están montando dos extremos de un tablón en un balancín,
sabemos que si un extremo está hacia abajo, el otro está hacia arriba, y si el primero está
hacia arriba, el segundo está hacia abajo. Así es en el asunto de todas las doctrinas. Hay
todo un conjunto de interpretaciones doctrinales que exaltan al hombre y humillan a Dios, y
hay otro conjunto que exalta a Dios y humilla al hombre. Podemos estar absolutamente
seguros de que el camino de la verdad, en todos los casos, exalta a Dios. ¿Hasta dónde
cayó el hombre? Solo en parte, dicen algunos, para que todavía tenga el poder dentro de su
adorable ser para elevarse de regreso a Dios. El hombre está arriba en esa interpretación, y Dios está
Pero, ¿cayó el hombre hasta el final, de modo que ningún hombre podría haberse salvado
a menos que Dios se hubiera movido para hacerlo todo? Eso rebaja al hombre al lugar
donde Dios ha dicho que está, pero exalta a Dios, y esa es la verdadera interpretación de la
Palabra de Dios. La misma regla de interpretación puede aplicarse a todas las doctrinas de
la teología.
Así entendemos por qué, en el mismo versículo que anunciaba que habría odio entre
Satanás y la humanidad, Dios declaró que Satanás sería destruido por Aquel que sería la
simiente de la mujer, y que el Salvador sería molido en Su aplastamiento del enemigo. Aquí
está el anuncio del método por el cual Dios puede salvar a un pecador, sin ninguna violación
de Su propia santidad y justicia. Que Dios enviara a toda la raza humana al lago de fuego
no hubiera implicado ninguna injusticia; porque Dios llevaría a un solo pecador al cielo
contaminaría el cielo si no se encontrara la manera de cambiar al pecador de nuevo a la
semejanza de un Dios santo.
dos factores
En la estrategia de Dios, entonces, hay dos factores: la elección de algunos, no todos, de

los descendientes de Adán a un lugar fuera de Él en el cielo, y la proclamación de las bases
justas y rectas para este procedimiento. Al mismo
145
tiempo, se proclama la responsabilidad absoluta del individuo. Algunos pueden pensar

que hay una contradicción entre estas dos declaraciones, pero resolveremos cualquier
dilema que pueda parecer en la superficie que existe entre los dos lados de esta gran
pregunta.
Que Dios elige solo a algunos es evidente en el mundo que nos rodea, así como en la
Palabra de Dios. Ni siquiera nos detenemos a prestar atención a las afirmaciones de
aquellos, como los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová, que niegan el
castigo eterno, mientras admiten el hecho práctico de que sólo una parte de la raza
humana se salvará.
Dos preguntas
Para aquellos que han entregado su fe a la Palabra de Dios y que no están muy seguros
de lo que enseña y por lo tanto de lo que creen, tenemos dos preguntas, cuyas
respuestas meditadas aclararán el pensamiento de cualquier cristiano en este asunto.
La primera pregunta es esta: Dentro de diez millones de años, cuando estés en el cielo,
suponiendo que el tiempo haya pasado hace mucho tiempo, que los juicios de Dios se
hayan completado y que la eternidad haya comenzado hace mucho tiempo, ¿habrá allí
algún hijo de Adán que no haya sido escogido en Cristo antes de la fundación del mundo
(Efesios 1:4)? La respuesta debe ser negativa. La segunda pregunta es igualmente
pertinente: ¿Faltará de estar allí en ese tiempo alguno de los así escogidos en Cristo?
Nuevamente la respuesta debe ser negativa. Entonces se debe sacar la conclusión
lógica: habrá en el cielo los elegidos de Dios, elegidos en Cristo. Si Dios no se hubiera
movido así, Satanás habría ganado la guerra invisible.
Le hice estas dos preguntas a una mujer misionera que estaba desesperada porque
ella, su esposo y sus compañeros de trabajo casi no veían fruto de su trabajo entre los
seguidores de Mahoma. Otros misioneros, a unas pocas millas de distancia entre las
tribus paganas de África, pudieron contar sus creyentes por miles. Señalé que si Dios
hubiera enviado a varios misioneros, cada uno al otro campo, el número de los salvos
habría
146
sido lo mismo. Los misioneros que vieron a mil salvados en el centro de Nigeria habrían
visto tres salvados en el Kano islámico, mientras que los misioneros que vieron a tres
salvados en Kano habrían ganado mil en el otro campo. La Iglesia de Jesucristo en el
último siglo y medio ha gastado cien millones de dólares en misiones mahometanas y
ha visto sólo unos pocos convertidos. La razón es que Dios, en Su inescrutable
providencia, no ha elegido a muchos mahometanos. Si vamos a cometer la locura de
creer lo contrario, nos vemos obligados a concluir que la salvación de los individuos se
basa en el celo del misionero y que la Iglesia ha enviado misioneros pobres a tierras
mahometanas y buenos a otras partes. El hecho es que algunos de los siervos más
devotos de Dios han pasado sus vidas siendo olor de muerte para muerte (II Corintios
2:16) para el mundo del Islam, y para cumplir el plan de Dios.
La base de la selección
Entonces, ¿cuál es la base sobre la cual Dios selecciona a los que estarán con Él en el
cielo? La respuesta se encuentra claramente en la Biblia, especialmente en la epístola
a los Romanos.
Para entender esta declaración, detengámonos un momento y hagamos un breve

resumen de las enseñanzas de la más grande de todas las epístolas. El capítulo uno
muestra que todos los gentiles están bajo la ira de Dios. El capítulo dos presenta la
misma verdad que afecta a los judíos. El capítulo tres comienza agrupando a toda la
humanidad y mostrando que todo está perdido, y luego presenta claramente la cruz de
Jesucristo como la base para el perdón otorgado por Dios. El capítulo cuatro ilumina la
doctrina de la salvación por gracia aparte de cualquier rectitud en el individuo al dibujar
ilustraciones de las vidas de Abraham y David. El capítulo cinco muestra los resultados
de la implantación de la nueva vida en aquel a quien Dios imputa la justicia en Cristo, y
comienza la historia de la lucha entre la vida vieja de Adán y la vida nueva de Cristo;
esta enseñanza nos lleva a través de los capítulos sexto y séptimo. En el capítulo
octavo se extraen las grandes conclusiones: el hombre
147
quien es justificado está libre de toda condenación ya que se le considera en Cristo, y nada
se le puede imputar o separar del amor de Dios.
¿Qué hay de los judíos?
Inmediatamente surge una pregunta. Si esto es así , si los dones de Dios se basan en Su
gracia soberana, totalmente aparte de cualquier cosa en el hombre, ¿por qué Dios ha
desechado a Israel? La respuesta es que no lo ha hecho; Israel simplemente se aparta por un
tiempo esperando el día en que Dios restaurará a Su antiguo pueblo a un lugar de utilidad en
medio de Su plan. Esta pregunta se responde en los próximos tres capítulos , del nueve al
once , que contienen nuestro mayor pasaje sobre la elección. Los capítulos restantes desde
el duodécimo hasta el final están ocupados con los principios de vida que surgen de nuestra
alta y santa posición como elegidos de Dios, y la aplicación práctica de estos principios a la
vida diaria del creyente.
Al responder a la pregunta sobre la posición segura de aquellos que son llamados por Dios,
la Palabra declara que la obra que Dios hace en cualquier corazón escogido por Él es para
siempre, "porque los dones y el llamamiento de Dios son sin arrepentimiento" (Romanos 11).
:29). El principio sobre el cual Él ha escogido a los elegidos está encerrado en la soberanía
de Su propio ser. Él ha hecho lo que le agradó hacer, y no le ha placido darnos ninguna razón
para Su elección. "Cuando Rebeca también hubo concebido de uno, sí, de nuestro padre
Isaac; (porque los niños aún no habían nacido, ni habían hecho ni bien ni mal, para que el
propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras, sino por él que
llama;) se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: Yo amé a Jacob, pero aborrecí
a Esaú.
(Romanos 9:10-13).
148
El amor de Dios por Jacob
Hay una vieja anécdota sobre este pasaje que lo pone en su perspectiva adecuada. La historia
cuenta que un escéptico se acercó a un cristiano con una mueca de desdén de que la Biblia no
podía ser cierta debido a este pasaje. "'¡Esaú he
aborrecido!' ", dijo el escéptico. "¡Imagina que en la Biblia se habla de un Dios que se dice que
es amor!" El cristiano respondió que, de hecho, había una gran dificultad en el versículo, y el
escéptico lo felicitó por su disposición a admitirlo. "Pero", respondió el cristiano, "no hay
dificultad alguna en la frase que has citado. Esaú era un pecador odioso, y no podríamos tener
mucho respeto por un Dios que lo amaría en su condición inalterable e inmutable. Dios en su
justicia debe encontrar odioso a Esaú. La gran dificultad radica en la frase anterior, 'Jacob he
amado', porque Jacob era un mentiroso y un estafador, y el hecho de que Dios pudiera
manifestar amor hacia él constituye nuestro verdadero problema. Esto sólo puede entenderse
a la luz de la muerte de Jesucristo".
¡Realmente hay un gran problema! ¡Que Dios amara a Jacob es una maravilla superada solo
por el hecho de que Dios me amó a mí! A veces cantamos el coro:
¡Maravilloso Salvador! ¡Amigo maravilloso!
¡Maravillosa vida que nunca terminará!
¡Maravilloso lugar que ha ido a preparar!
Hasta aquí cantamos con fe, creyendo lo que hemos cantado; pero cuando llegamos a la última
línea, cuántos de nosotros hemos comprendido realmente la profundidad de la verdad que se
encuentra en esta declaración: ¡Maravilla de maravillas! ¡Estaré allí!
No hay lógica humana en la doctrina del cielo; la única lógica se encuentra en el castigo del
pecado por parte de un Dios santo y la separación del pecador de Su santo Ser. Que Él pudo,
en lo más profundo de Su ser, encontrar una manera por la cual el pecado pudiera ser sustituido
y el pecador saliera libre, es una de las mayores glorias de Su naturaleza que Él se ha
complacido en hacer.
149
revelarnos. Una y otra vez debemos clamar: "¡Oh profundidad de las riquezas,
tanto de la sabiduría como del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son
sus juicios e inescrutables sus caminos!"
Nuestro propósito en este trabajo no es dar una explicación de las doctrinas

cristianas, sino un esbozo de la gran guerra invisible que ruge en el universo
del tiempo, los sentidos y el espacio. Pero podría no ser de valor en este
punto agregar un párrafo que ilumine la doctrina de la elección. Un grupo de
jóvenes nos pidió que creáramos una analogía que arrojaría luz sobre la más
controvertida de todas las doctrinas y que respondería a la falsa acusación
de que la elección anula la necesidad del evangelismo.
Después de un año o dos de pensar en el asunto, que permaneció en el fondo

de la mente como uno de los muchos problemas que exigían aclaración, la
siguiente analogía se hizo realidad, una noche mientras caminábamos por
Times Square en Nueva York. El letrero eléctrico más grande del mundo
estaba sobre nosotros y recientemente habíamos leído un artículo en una
revista que decía cuántos miles y miles de globos de luz componían el letrero.
De repente, vimos la analogía de un tablero mucho más grande en el que
había incontables millones de globos muertos, todos ellos desenroscados en
sus zócalos y todos ellos con filamentos rotos. Ninguno de ellos, hay que
decirlo, emitía luz porque, por dos razones, era imposible que la corriente
alcanzara el punto de iluminación. Esto representa a la raza humana. Todo
hombre está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) — el filamento
está roto — y todo hombre está apartado de la vida de Dios (Colosenses 1:21)
— las bombillas están desenroscadas.
¿Cómo ha de llegar la vida a cualquier hombre? ¿Cómo ha de llegar la luz a

cualquier bombilla? Acudimos a un hombre y le proclamamos el Evangelio.
Es como si enroscáramos la bombilla en su sitio. El hombre es por ese acto
evangelizado. Hemos cumplido la función de heraldo del Evangelio. Nadie
puede invocar al Señor si no ha creído y no puede creer si no ha oído y no puede oír
150
sin predicador (Romanos 10:14). En otras palabras, es la proclamación de las palabras

de la revelación divina sobre la condición perdida del hombre y la obra salvadora de
Dios en Cristo lo que pone al hombre en contacto con la fuente de luz y poder. Pero a
medida que giramos todas las bombillas que alcanzamos, predicando el Evangelio a
toda criatura por todos los medios, de repente hay algunas que se encienden, y también
hay algunas que quedan en tinieblas. Sabemos que en el momento en que algunos
resplandecen es porque en ellos se ha hecho un milagro. Han sido los objetos de la
nueva creación (II Corintios 5:17), y han sido hechos partícipes de la naturaleza divina
(II Pedro 1:4). Esta nueva creación no es de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
hombre, sino de Dios (Juan 1:13). Por su propia voluntad nos engendró con la Palabra
de verdad (Santiago 1:18). Por eso, ni el que hace girar un poco la bombilla en el
portalámparas, ni el que lo hace un poco más, es nada, sino Dios, que crea el filamento.
Este es el significado de esta misma verdad en otra analogía donde leemos: "Ni el que
planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento".
(I Corintios 3:7).
Si alguien objetara que Dios ha dicho que Él no hace acepción de personas,

responderíamos que el verdadero significado de esto no es que haya una salvación
universal, sino que al elegir a aquellos a quienes Él ha querido elegir, Él no mira cualquier
diferencia humana. Él toma a un pobre tan fácilmente como a un príncipe, y a un hombre
depravado tan fácilmente como a uno que es justo a la vista de los hombres. De hecho,
"No muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles son
llamados; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios". para avergonzar lo que es fuerte, y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que
ninguna carne se jacte en su presencia (1 Corintios 1:26-29).
151
Estos estudios se dieron originalmente como conferencias en varias ciudades diferentes.

Una noche, en Washington, DC, contamos cómo el estudio de la Palabra nos había
llevado a abandonar muchos de los métodos de evangelización que se conocen solo en
Estados Unidos y donde han ido los estadounidenses; el tipo de evangelismo canta dos
versos más mientras cuatro pecadores más vienen a Jesús, y que hacía mucho tiempo
que habíamos llegado al lugar donde nos arrojamos sobre la gracia y el poder de Dios,
dándonos cuenta de nuestra propia la nada, y dependiendo enteramente de Él.
Predicamos la Palabra, y Él vivificaba a quien Él quería.
Nos contentamos con ser sabor de vida para vida para aquellos en quienes Él creó el
nuevo hilo de vida, y de muerte para muerte para aquellos que permanecieron en su
condición de muertos y perdidos. Al final de la reunión, un comandante del Ejército de
los Estados Unidos dijo: "Usted encendió mi bombilla la noche en que Dios creó el
filamento en mí en Boston hace once años". Su padre, un predicador, estaba presente y
nos alegramos de decir que el padre había plantado y nosotros habíamos regado, pero
Dios había dado el crecimiento.
Si alguien nuevamente objeta, citando algunos de los pasajes de "todo el que quiera",
respondemos que estos, cuando encajan en todas las Escrituras, y no se toman por sí
mismos excluyendo grandes cuerpos de verdad, son los papeles de tornasol que
muestran la bajeza del corazón humano fuera de Cristo. Porque aunque predicamos "el
que quiera" en cada ocasión posible, sabemos la respuesta a esa pregunta tan
importante: ¿Quién quiere? Buscamos predicar a cada hombre en el mundo, y
proclamamos, como debemos, "el que quiera puede venir..." Sin embargo, sabemos que
solo vendrán aquellos que sean vivificados :
vivificados — de su estado de oscuridad y muerte por un acto definitivo de Dios en la
soberanía de Su propósito eterno en la gracia.
Antes de que un hombre crea, hay tres obras que deben haber ocurrido en su favor, una
de Dios Padre, una de Dios Hijo y una de Dios Espíritu. El creyente ha sido, primero,
escogido por Dios Padre antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4); ha sido, en
segundo lugar,
152
redimido por Dios el Hijo (I Pedro 1:18, 19); y, en tercer lugar, ha sido vivificado por
el Espíritu Santo (Juan 3:3-8): sólo entonces, cuarto en la secuencia, cree.
Ahora, giremos la medalla y miremos la efigie en el reverso. No sostenemos ni por

un momento que el hombre sea un autómata y que pueda compararse con un títere
con un hilo. Hay algunos que creen así, y han sido bien descritos y refutados por
muchos teólogos. Citamos lo siguiente de AW Pink y lo hacemos nuestra propia
posición: "Aquellos que pertenecen a esta escuela de teología insisten en que sería
tan sensato visitar nuestros cementerios y pedir a los ocupantes de sus tumbas que
salgan como exhortar a aquellos que estn muertos en vuestros delitos y pecados que
arrojen las armas de guerra y se reconcilien con Dios. Pero tal razonamiento es
pueril, porque hay una diferencia enorme y vital entre un alma espiritualmente muerta
y un cuerpo sin vida. El alma de Adn se convirti en sujeto de la muerte penal y
espiritual, sin embargo, conservó todos sus poderes naturales. Adán no perdió todo
conocimiento, ni se volvió incapaz de querer, ni cesaron en él las operaciones de la
conciencia. Todavía era un ser racional, un ser moral. agente, una criatura
responsable: aunque ya no podía pensar ni querer, amar u odiar, de conformidad con
la Ley de Justicia.
"Lejos de lo contrario es con la disolución física. Cuando el cuerpo muere se vuelve

tan inactivo, sin inteligencia y sin sentimientos como un pedazo de materia
desorganizada. Un cuerpo sin vida no tiene responsabilidad, pero un alma
espiritualmente muerta es responsable ante Dios. Un cadáver en el cementerio no 'despreciará
Cristo (Isaías 53:3), no 'resistirá al Espíritu' (Hechos 7:51), no desobedecerá el
Evangelio (II Tesalonicenses 1:8); pero el pecador puede y hace estas mismas cosas,
y es justamente condenado por las mismas. ¿Estamos, entonces, sugiriendo que el
hombre caído no está 'muerto en sus delitos y pecados'? De hecho no. Pero insistimos
en que estas solemnes palabras sean correctamente interpretadas y que no se
saquen de ellas falsas conclusiones. Porque el alma ha sido así trastornada por el
pecado, porque todas sus operaciones son impías, con razón se dice que está en un estado
153
de muerte espiritual, porque no cumple más el propósito de su ser que un cuerpo muerto.
“La caída del hombre, con su muerte espiritual resultante, no disolvió nuestra relación
con Dios como el Creador, ni nos eximió de Su autoridad; pero perdió Su favor y
suspendió esa comunión con Él por la cual solo podía ser preservado ese excelencia
moral con la que el alma estaba originalmente dotada En lugar de intentar establecer
analogías entre la muerte espiritual y física y derivar inferencias de ellas, debemos
ceñirnos muy de cerca a las Escrituras y regular todos nuestros pensamientos de
acuerdo con ellas.
La Palabra de Dios dice: "Él os dio vida a los que estabais muertos en vuestros delitos
y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo " (Efesios 2:1, 2). Así, la muerte
espiritual del pecador es un estado de oposición activa contra Dios , un estado por el
cual él es responsable, la culpa y la enormidad de la cual el predicador siempre debe
presionarlo. Si se pregunta, ¿Por qué hablar de un estado de oposición activa contra
Dios como estar muerto en pecados? La respuesta es, porque en la Escritura 'muerte'
no significa la cesación del ser, sino una condición de separación y alienación de Dios
(Efesios 4:18)."
La Palabra de Dios enseña claramente, pues, la total depravación del hombre, su total
impotencia y su total responsabilidad.
Si llegara al corazón de un individuo alguna preocupación acerca de si está incluido en

el plan divino, podemos decirle que el curso general de la enseñanza de las Escrituras
nos autoriza a creer que tal preocupación nunca surgirá en el corazón de la persona.
cualquiera que no haya sido escogido por Dios. Dios nunca ara un campo que no tiene
la intención de plantar. “La predicación de la cruz es locura a los que se pierden” (I
Corintios 1:18). Si tú que lees estas líneas contemplas la cruz de Cristo como la eterna
respuesta de Dios a los problemas que plantea la guerra invisible, y si ves que Él
proclama que está satisfecho con la muerte de Su Hijo en lugar de tu muerte como
pecador merecedor, y si te entregas por completo a esa redención provista en el
Salvador, puedes saber, más allá de toda duda, que
154
la predicación de la cruz es para vosotros "poder de Dios". A aquellos que así

aceptan la declaración de Dios de satisfacción con Cristo como cubriendo todas
sus necesidades podemos declarar, como Dios ha dado a cada hijo de Dios para
proclamar a aquellos que están siguiendo el mismo camino de fe: Tus pecados ya
no te son retenidos; tus pecados son remitidos. Tenga la seguridad de su posición
dada divinamente y entre, para poseer las bendiciones que acompañan a su herencia.
155
15. LA ORGANIZACIÓN DE SATANÁS
Hay ciertas fases de la guerra invisible que sólo pueden entenderse si primero
conocemos algunas de las fuerzas opuestas y la naturaleza de su organización.
La Palabra de Dios es la revelación de la verdad, y contiene la revelación de la
verdad acerca de la gran multitud de adversarios en esta guerra que son
invisibles a nuestros ojos, pero que juegan un papel definido en nuestra historia
y en nuestras vidas. Estos seres, algunos de los cuales son fieles a Dios y otros
en rebelión, son comúnmente conocidos como seres angélicos.
Mensajeros
Hemos señalado anteriormente que el significado básico de la palabra original
para ángel es "mensajero". El Oxford English Dictionary tiene varias definiciones
de la palabra "ángel", dos de las cuales se pueden establecer para nuestra guía:
"Un espíritu ministrador o mensajero divino; uno de una orden de seres
espirituales superior al hombre en poder e inteligencia, que . . . son los asistentes
y mensajeros de la Deidad . . .
"Del sentido literal del griego angelos:
"Cualquier mensajero de Dios, como profeta o predicador. Un helenismo de la

Biblia y los escritores teológicos; a veces un literalismo afectado de traducción".
Este literalismo de traducción nos ha dado la palabra en inglés, porque la palabra
"ángel" no es realmente una traducción sino una transliteración. Si la palabra
siempre se hubiera traducido por su verdadero equivalente en inglés, se
encontraría en nuestras Biblias como la palabra "mensajero". Cuando
entendemos esto, no importa que el Señor Jesús sea identificado como "el ángel
del Señor", o que los pastores de las siete iglesias de Asia sean llamados "ángeles".
Tendremos una idea más completa de la palabra si tomamos la segunda

definición del diccionario y la cambiamos para que se lea: "Cualquier mensajero
de Dios, como profeta, o predicador, o incluso Jesucristo, así como los seres
espirituales mencionados bajo las primeras definiciones". Con esta idea en mente nos
156
puede proceder a estudiar las órdenes de seres espirituales superiores al

hombre en poder e inteligencia, y que difieren entre sí de la misma manera.
Jerarquías
Anteriormente comparamos estos variados rangos con las gradaciones de un
ejército. Quizás sería aún mejor describir la comparación en el mundo religioso.
En el sistema católico romano, los diversos rangos incluyen diáconos,
archidiáconos, obispos, arzobispos, cardenales y el Papa. Es común hoy en
día hablar de tal gradación de dignidades eclesiásticas como una jerarquía,
pero esta es una palabra joven, como dicen las palabras, que no se usó para
tal propósito hasta el siglo XVII. Trescientos años antes encontramos a
Wycliffe usando la palabra para describir "las tres jerarquías" de los ángeles.
Esta es una alusión a la obra del siglo IV atribuida a Dionisio el Areopagita,
quien dividió a los seres celestiales en tres jerarquías, cada una de las cuales
se suponía que contenía tres coros u órdenes.
La más alta de estas jerarquías estaba compuesta por los querubines, los
serafines y los tronos; el segundo comprendía dominios, virtudes y potestades;
el tercero contenía los otros mencionados en la Escritura, principados,
arcángeles y ángeles. Ciertamente hay algo de imaginación en la división de
Dionisio, aunque no cabe duda de que todas las palabras se encuentran en la
Biblia. Una buena concordancia conducirá fácilmente a todas las expresiones
excepto "virtudes", y esta es la antigua palabra inglesa que traduce el griego
de un pasaje que habla de "los ángeles poderosos" (II Tesalonicenses 1:7).
Una gradación de poder
No estamos demasiado interesados en los escritos de los místicos de los

primeros siglos. Las Escrituras mismas nos dan garantía definitiva, sin
embargo, para la enseñanza de que hay una gradación de poder e inteligencia,
y que algunos seres de todos los rangos han permanecido fieles a Dios y que
algunos de todos los rangos han seguido a Satanás en su rebelión.
Quizá la forma más sencilla de exponer la verdad es dar un esbozo de la
157
gran imagen y luego para completar algunos de los detalles. Por sus propias
razones, Dios no se ha complacido en darnos un retrato grabado con cada línea
finamente dibujada. Pero hay suficientes detalles para que la imagen no sea
aburrida y confusa para la mente espiritual.
Si volvemos a la ilustración militar, parecería que los ángeles de todos los rangos
en ambos campos están constantemente en guerra unos con otros en el reino
invisible, y que, dado que no se trata de dar muerte a uno de estos seres
espirituales, el la victoria o la derrota se obtienen mediante la aplicación del poder
y la retirada de la fuerza inferior. La importancia de todo esto para los creyentes de
nuestros días es que se puede demostrar a partir de la Palabra de Dios que la
guerra en el reino invisible concierne principalmente a los individuos en el reino
humano.
En el libro de la profecía de Daniel, hay una revelación de la verdad al profeta que

incluye, no solo la verdad que él escribió, sino el método por el cual la verdad le
fue comunicada a través de un mensajero angélico. No nos interesa aquí la
profecía, sino la enseñanza incidental sobre el poder y la fuerza del mensajero en
comparación con Daniel, la debilidad del mensajero en comparación con otro ser
espiritual y su triunfo final con la ayuda de la intervención. de un ser espiritual aún
más poderoso.
Sacaremos la historia del molde de la versión King James, porque la majestuosa

prosa de esa traducción es tan familiar para nuestros oídos que a veces perdemos
algunos matices de significado debido a esa familiaridad y al lenguaje arcaico.
La respuesta a la oración de Daniel
En el décimo capítulo de su profecía, Daniel habla de la aparición de un mensajero

de Dios que vino en respuesta a su oración. Daniel había estado leyendo la profecía
de Jeremías y había algo en ella que no entendía. Rezó por la iluminación y
pasaron tres semanas.
158
sin ninguna señal de una respuesta a su oración. De repente, en el día veintiuno

apareció un ser descrito en los siguientes términos: "He aquí un hombre vestido
de lino, cuyos lomos estaban ceñidos con oro fino de Uphaz. También su cuerpo
era como el berilo, y su rostro como el aspecto de relámpago, y sus ojos como
lámparas de fuego, y sus brazos y sus pies semejantes al color del bronce
bruñido, y la voz de sus palabras como la voz de una multitud" (Daniel 10:5, 6).
Esta aparición, por supuesto, fue por el bien de los ojos de Daniel. No hay
evidencia en las Escrituras de que esta sea la aparición permanente del ser
angélico. Por el contrario, podemos deducir de varios pasajes el hecho de que
los ángeles no tienen cuerpos en el sentido humano de la palabra. El último
versículo del primer capítulo de Hebreos nos dice que todos ellos son espíritus
ministradores, enviados para ministrar a los que serán herederos de la salvación.
El Señor en Su Resurrección, mostró Sus manos y Su costado a los discípulos,
diciendo: "Palcadme y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo" (Lucas 24:39). Parecería claro, por lo tanto, que los ángeles
no tienen cuerpo, aunque sin embargo son personalidades reales.
la reacción de daniel
El efecto de esta aparición sobre Daniel y sus compañeros fue muy marcado.
Daniel solo vio la visión, pero los hombres que estaban con él, aunque no vieron
al ángel, tuvieron un gran temor, de modo que huyeron para esconderse. Daniel
dice: "Por eso me quedé solo, y vi esta gran visión, y no me quedó fuerza; porque
mi hermosura se tornó en mí en corrupción, y no me quedó fuerza" (versículo 8).
Sin embargo, veremos que este visitante angélico era un ángel de bajo rango.
Podríamos decir que era un teniente de las fuerzas de Dios. Tan pronto como se
le opuso un ángel mayor de las fuerzas de Satanás, fue detenido de inmediato y
no pudo continuar con su poderoso ministerio a favor de Daniel hasta que hubo
159
fue una intervención de Dios mismo, quien envió un ángel aún más alto
de los fieles para aliviar al teniente de su lucha con poderes adversos
superiores, permitiéndole así completar su misión a Daniel.
La aparición del ángel había hecho que Daniel cayera en un profundo

sueño, con el rostro contra el suelo. El ángel tocó al profeta y lo puso
sobre sus manos y rodillas y luego le habló, diciendo: "Oh Daniel, varón
muy amado, entiende las palabras que te hablo, y levántate, porque a ti
he sido enviado ahora". (versículo 11).
Entonces Daniel se paró temblando ante él y escuchó la asombrosa

historia. El ángel contó que tan pronto como Daniel oró, veintiún días
antes, su oración había sido escuchada en el cielo inmediatamente y él,
el ángel teniente, había sido enviado con la respuesta. En el camino tuvo
que pasar por territorio custodiado por ángeles fieles a Satanás. Estos
ángeles eran evidentemente del orden de los principados, porque se les
llama Príncipe de Persia y Príncipe de Grecia. Fue el primero de estos
dos, el ángel le reveló a Daniel, quien lo había resistido durante veintiún
días, lo que explica la demora en la respuesta a su oración.
De repente, uno de los más poderosos de los ángeles fieles de Dios

apareció en escena. Este no era otro que Miguel, a quien Judas llama el
"arcángel". Tan pronto como este gran poder se unió al combate, se
permitió que el ángel de la revelación saliera para llevar el mensaje a Daniel.
La historia continúa, con el contenido de la revelación y la impresión que
el ángel le hizo a Daniel, y luego nos dice que el ángel le dijo a Daniel sus
propios planes inmediatos. Estaba a punto de regresar a la escena del
conflicto donde había estado luchando con el Príncipe de Persia hasta
que Michael intervino. Iba a retomar el conflicto allí, y otro de los ángeles
de Satanás entraría en el conflicto, no está muy claro si con el ángel o
con Daniel. Este ángel fue llamado el Príncipe de Grecia (versículo 20).
160
La introducción de Michael en la historia nos lleva a una ilustración adicional

del principio de dominación al imponer el poder de un rango superior.
Miguel es descrito por el ángel de la revelación como interesado en las
profecías especiales concernientes al pueblo judío. Las palabras son: "Pero
yo te mostraré lo que está escrito en la Escritura de verdad: y no hay quien
discrepe conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe" (versículo 21).
Llamar a Miguel "tu príncipe" sería oscuro si no fuera por el hecho de que
más adelante en el mismo libro encontramos escrito que "En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo ..."
(Daniel 12:1). Esto nos llevaría a creer que Miguel es el ángel de Dios a
cargo de los asuntos judíos en la tierra, y que dado que los judíos son
escogidos por Dios para propósitos especiales, la posición de Miguel es muy
alta. De hecho, él es el ángel que se llama el "arcángel". Dionisio habla del
coro de los arcángeles, pero la Biblia no da ninguna garantía para creer que
hay más de un arcángel.
En la epístola de Judas leemos: "Así también estos inmundos soñadores

contaminan la carne, desprecian el dominio y hablan mal de las dignidades.
Sin embargo, el arcángel Miguel, cuando contendía con el diablo, disputaba
sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a traer contra él". le insultó, sino
que dijo: El Señor te reprenda» (Judas 8, 9). Michael está ocupado con la
tarea de enterrar el cuerpo de Moisés. El libro de Deuteronomio nos habla de
la muerte de Moisés y del hecho de que fue sepultado por Dios mismo
(Deuteronomio 34:5, 6). Judas nos dice que Miguel era el mensajero de Dios
en esta obra y que Satanás vino a interferir con él. Las razones del conflicto
son oscuras, pero podemos suponer que se centraron en el hecho de que iba
a haber algo especial en la disposición del cuerpo de Moisés, ya que Dios
había planeado resucitarlo de entre los muertos en el tiempo de la Gran
Tribulación como uno de los dos testigos (Apocalipsis 11:3-6). Los fariseos
habían entendido así las profecías e interrogaron tanto a Juan el Bautista
como a Jesús para averiguar si alguno de ellos afirmaba ser Moisés.
161
En todo caso, Satanás interfirió con el trabajo de Miguel, y como Miguel era de un rango
inferior al anterior jefe de estado mayor de las huestes del Señor, no había nada que
Miguel pudiera hacerle directamente a Satanás. Ni siquiera presentó contra él una
acusación de injuria debido a la gran dignidad de su posición como el querubín ungido.
Él tenía disponible, sin embargo, el poder de invocar al Señor directamente. Esto lo hizo
y la reprensión de Satanás vino del mismo Señor (Judas 9).
El despliegue de las fuerzas de Satanás, según lo registrado por Daniel, nos lleva a
creer que todo el globo está organizado bajo principados, correspondientes a gobiernos
terrenales. Si hay un Príncipe de Persia y un Príncipe de Grecia, no nos asombremos si
hay un Príncipe de Rusia o un Príncipe de la India, un Príncipe de Gran Bretaña y un
Príncipe de los Estados Unidos. Esto no es una mera conjetura porque se afirma sin
rodeos que el gobierno de la tierra está en manos de Satanás. Pablo les dice a los
creyentes de Éfeso que es necesario que se vistan con toda la armadura de Dios,
"porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra maldad en
las alturas"
(Efesios 6:12). Satanás puede incluso tener cabos a cargo de los asuntos municipales.
No debemos pensar que el número de seres espirituales que siguieron a Satanás en su

rebelión es pequeño. En Gadara el Señor confrontó al pobre hombre que estaba poseído
por los poderes de Satanás. Llamó a la fuerza del mal para que se declarara por su
nombre y el espíritu maligno respondió: "Mi nombre es Legión, porque somos
muchos" (Marcos 5:9). Si podemos hacer hincapié en el significado del nombre, es muy
significativo señalar que en la época de Augusto una legión romana contaba con 6.100
soldados de infantería y 726 jinetes.
Pero aunque Satanás es poderoso, Dios es todopoderoso. El Señor Jesús señaló que
podía orar al Padre para que inmediatamente le diera
162
más de doce legiones de ángeles (Mateo 26:53). Y si así lo deseara, no

tendría que limitarse a los ángeles que habían estado mucho tiempo a su
servicio. Nuestro Dios es el Creador, y Aquel que de las piedras pudo suscitar
hijos a Abraham (Mateo 3:9) pudo con una sola palabra llamar a la existencia
frescas multitudes de huestes aún no creadas.
163
16. La Organización de Satanás (Continuación)
Podemos estar seguros del hecho de que las fuerzas del Señor nunca han sido superadas en
número en ningún momento a menos que el omnisapiente Creador tuviera un propósito definido
al permitir que Satanás obtuviera una ventaja temporal para enseñarle mejor a él y al universo
observador la absoluta impotencia de cualquier voluntad fuera de la voluntad divina. Satanás
puede hacer lo mejor que pueda con las fuerzas que tiene bajo su control, pero podemos estar
seguros de que el resultado final es el desconcierto, la frustración, la derrota y la derrota. Nunca
mezclará su dieta de polvo con dulzura alguna.
Aquellos que piensan que el diablo está ganando la victoria son como el siervo de Eliseo.
En una de las revistas más importantes, había un artículo sobre poesía de limerick que incluía
el siguiente ejemplo:
El plan de Dios tuvo un comienzo esperanzador,
pero el hombre arruinó sus posibilidades al pecar.
Confiamos en que la historia terminará en la gloria de Dios,
pero, en la actualidad, el otro lado está ganando.
Para algunas personas, esto puede provocar una sonrisa irónica ante el supuesto humor del
hombre que lo escribió, pero su ignorancia de la verdad espiritual, como la ignorancia del
sirviente de Eliseo, causa verdadera lástima por parte de aquellos que saben. La ignorancia
del plan de Dios conduce a la ignorancia de la omnisciencia y la omnipotencia de Dios.
Ben-Hadad y Eliseo
Una de las historias más impactantes en la Palabra de Dios es la del intento de Ben-Hadad, rey
de Siria, de frustrar el plan de Dios al destruir a Su profeta Eliseo. La enemistad del rey se
había despertado contra Eliseo porque Eliseo podía conocer todos los planes que los líderes
de su ejército habían hablado en la cámara secreta del rey. Cuando el rey se dio cuenta de que
lo estaban burlando constantemente en el campo, enojado
164
preguntó a sus consejeros cuál de ellos era un traidor. Le dijeron la verdad, que sus conversaciones
secretas fueron comunicadas a Eliseo (probablemente por medio de ángeles), y Eliseo, a su vez,
se las comunicó al rey de Israel, permitiéndole escapar de las fuerzas muy superiores del enemigo.
Cuando Ben-Hadad supo esto, decidió enviar una expedición contra Eliseo, para tomarlo prisionero.
Vale la pena notar, de paso, que un solo hombre de Dios, rendido a Dios, puede llegar a ser tan
importante en la guerra invisible que el rey enemigo terrenal encuentre digno de enviar un ejército
contra él, y que, en el reino espiritual , un gran número de ángeles caídos serán desplegados por
el príncipe de este mundo, para frustrar el plan de Dios.
El ejército de Ben-Hadad llegó al pequeño valle de Dotán en medio de la noche, sabiendo que el
profeta de Dios estaba viviendo allí en ese momento. Las tropas fueron arrojadas por el pueblo, sin
dejar escapatoria para el escape humano. Al amanecer, cuando el criado de Eliseo salió para
comenzar sus tareas diarias, vio las indicaciones de la fuerza enemiga, por todos lados y se
apresuró a volver a la presencia de su amo con palabras de advertencia y preguntas de
consternación y duda. . "¡Ay, señor mío! ¿Cómo haremos?" (II Reyes 6:15) es la frase que Dios ha
grabado para revelar el estado de su mente.
La respuesta de Eliseo
La respuesta de Eliseo es un versículo de gran importancia para nosotros en nuestro estudio.

"No temas", dijo Eliseo, "porque más son los que están con nosotros que los que están con
ellos" (versículo 16). "Ellos", "nosotros", "ellos" y "ellos", son las cuatro palabras que alinean todas
las fuerzas, terrenales y sobrenaturales, y calculan la extensión de los poderes que se oponen
entre sí en el campo de batalla. La alineación humana se puede contar. El "nosotros" se refiere a
Eliseo y su sirviente, solo dos personas. El "ellos" se nos indica en la narración con la afirmación
de que Ben-Hadad, al oír que Eliseo estaba en Dotán, "envió
165
caballos, y carros, y un gran ejército; y vinieron de noche, y rodearon la ciudad.”
Normalmente, el ojo humano no puede ver las fuerzas espirituales que están
dispuestas en el reino invisible. El ojo de la fe puede mirar en la Palabra de Dios y
conocer la verdad del poder del Señor al que servimos, y puede estar seguro de que
nada nos tocará a menos que haya pasado por la voluntad de Dios. Podemos estar
seguros de que aunque puede haber sabiduría del otro lado, la omnisciencia está
solo de nuestro lado. Podemos estar seguros de que aunque encontramos que un
enemigo es poderoso, podemos encontrar que solo nuestro Dios es omnipotente.
Tratamos con el único Ser en el universo que nunca se ha equivocado, que nunca
se ha asombrado, que nunca ha sido sorprendido en desventaja, que nunca ha sido
sorprendido por una fuerza o estratagema superior. Este es el pensamiento que está
en la mente del adorador cuando canta: "El Señor es alto sobre todas las naciones,
y su gloria sobre los cielos. ¿Quién como el Señor nuestro Dios, que habita en las
alturas" (Salmo 113: 4,5).
Las Huestes del Cielo Visibles
Eliseo sabía que las fuerzas de Dios eran más grandes que las fuerzas satánicas
que vigilaban a Ben-Hadad. Satanás no pudo reunir lo suficiente para hacer que su
grupo de poderes angélicos fuera más que "ellos" que estaban con Eliseo. El profeta
oró y le pidió al Señor que abriera los ojos de su siervo. Estropearía la grandeza de
la visión contarla con otras palabras que no sean las que Dios mismo nos ha dado.
La sencillez de la frase, arrojada contra la gloria del hecho, nos da a ver algo más
que un cuadro de la imaginación. Porque "el Señor abrió los ojos del joven, y vio: y
he aquí, el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo" (II
Reyes 6:17).
El escritor pasó una vez por Dothan. Se encuentra en un pequeño valle al este del
camino que corre hacia el sur desde Galilea a través de Samaria. Nos detuvimos allí y
166
Caminó sobre los campos marrones hacia el montículo que posiblemente fuera el sitio de la
antigua ciudad. Las colinas de los alrededores estaban desnudas y secas bajo el sol del verano,
y no había más movimiento que el aire resplandeciente que se elevaba de la tierra reseca. Nos
sentamos a la sombra bajo un árbol flacucho que brindaba un pequeño refugio contra el sol
abrasador y leímos partes de la historia de Eliseo, incluida la que acabamos de contar. Bien
podríamos imaginar al sirviente sobresaltado saliendo por la mañana y, caminando hacia el pozo
para sacar un poco de agua, viendo el destello de la luz fresca de la mañana en los escudos de
los soldados sirios. Pero cerramos nuestros ojos para ver la montaña llena de caballos y carros
de fuego, y, dado que vivimos en una era en la que Dios ha ordenado que nuestra norma sea la
fe y no la vista, vimos más que las huestes angélicas que cumplen los mandatos de Dios en
nuestro nombre. Ciertamente, es cierto, existen ángeles de la guarda que nos protegen de los
embates del enemigo.
Ciertamente, es verdad, que los ángeles fieles son nuestros servidores, que somos los herederos
de la salvación. Ciertamente, es cierto, que los que están con nosotros son más que los que
están con cualquier enemigo o combinación de enemigos. Pero ese día, mientras pensábamos
en estas cosas, recordamos un versículo aún mayor que tiene la misma alineación de pronombres
que cubren la guerra terrenal y la celestial.
El Espíritu Santo en nosotros
Nosotros, de este lado de la cruz, tenemos algo mucho más grande de lo que Eliseo jamás tuvo.
Está lo que trasciende la visión de las cosas invisibles. El Señor les dijo a Sus propios discípulos
que el Espíritu Santo moraba con ellos, pero que vendría el día en que Él moraría en ellos (Juan
14:17). Tener un miembro de la Deidad que viene a hacer Su morada dentro de nosotros nos
coloca en un plano espiritual por encima de lo que era conocido por los hombres del Antiguo
Testamento.
El Señor Jesucristo dijo que Juan el Bautista no estaba ni un ápice detrás de Moisés, Elías, Eliseo
o cualquiera de los otros valientes sobre los cuales había descendido el Espíritu; de todos los
que le habían precedido no hubo uno mayor que Juan el Bautista (Mateo 11:11). Y tenemos la
palabra de nuestro Señor que los más pequeños y humildes desde el tiempo de la venida del
Espíritu Santo a morar dentro,
167
sería considerado a los ojos de Dios, mayor que Juan el Bautista debido a la presencia
del Espíritu Santo en su interior.
Es a la luz de este gran hecho que el escritor del Nuevo Testamento alinea las fuerzas
invisibles para mostrarnos la plenitud del suministro que está disponible para nosotros.
"Vosotros sois de Dios, hijitos", se les dice a los creyentes, "y los habéis vencido, porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" (I Juan 4:4). Recordemos
esto cuando enfrentemos dificultades o sintamos que las fuerzas que están contra
nosotros son más de las que podemos enfrentar. "Él", "tú", "él", "el mundo", son las
cuatro palabras que dibujan la línea de demarcación, que mide todas las fuerzas,
terrenales y espirituales, y calcula la extensión de los poderes que se oponen entre sí
en el campo de batalla. Aún más, porque no sólo hay caballos y carros de fuego
alrededor del Eliseo de la antigüedad y del Eliseo de este siglo, sino que también están
las huestes angélicas incluso para los humildes siervos de Eliseo. Aún más, es nuestro
privilegio ondear la bandera de la alegría en nuestras vidas todos los días, como la
bandera se despliega en un reino en cualquier castillo o palacio que el rey esté usando
en este momento, porque no solo tenemos ángeles con nosotros sino el Rey. de reyes,
Mismo, está en residencia.
Entonces, ¿qué nos importa si la organización de Satanás es muy unida y está muy
extendida? Sólo la mente de incredulidad puede pensar, aunque sea por un momento,
que en la actualidad el lado de Satanás está ganando. "Sabemos que un ídolo no es
nada en el mundo, y que no hay otro Dios sino uno. Porque aunque haya algunos que
se llaman dioses, ya sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos
señores), pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las
cosas, y nosotros en él, y un solo Señor Jesucristo, por quien son todas las cosas, y
nosotros por él” (I Corintios 8:4-6).
168
17. La batalla del alma

Ni siquiera las guerras modernas se libran con gran intensidad en todo momento.
La Segunda Guerra Mundial tuvo meses preliminares que se llamaron "la guerra falsa".
El intervalo entre la Segunda Guerra Mundial y la inevitable Tercera Guerra Mundial
ha sido llamado "la guerra fría". Desde el punto de vista humano, puede parecer que
hay fases similares de relajación de la intensidad en la guerra invisible.
Pero en este ámbito como en el ámbito del carácter, "El hombre mira la apariencia
externa". No hay tregua en la guerra invisible. No hay armisticio en la guerra invisible.
Lo que puede parecer solo una escaramuza puede ser en realidad un enfrentamiento
importante. La importancia de una batalla espiritual no se mide por el número de tropas
entabladas sino por los principios envueltos y, sobre todo, por la manifestación de otra
fase de la impotencia de toda voluntad que no sea la voluntad de Dios.
Hay cientos de millones de batallas que se libran todos los días en la guerra invisible.
El campo de cada batalla es el corazón del hombre. Para comprender la verdadera
naturaleza de la guerra, debemos disipar una o dos ideas falsas que se han convertido
casi en parte del marco del pensamiento humano, y que han sido sembradas y
fomentadas por Satanás. En nuestra civilización occidental, que incluye a la mayoría
de los que son creyentes en el Señor Jesucristo, se han difundido ideas falsas a través
de la gran literatura secular que se ha desarrollado sobre el tema de este conflicto.
Desde el punto de vista de la Biblia, estos no solo son erróneos en su enseñanza
doctrinal, sino que de hecho son engañosos y conducen a un bajo nivel de vida.
¡Cuántos conceptos erróneos se han introducido en el pensamiento popular a través
del Infierno de Dante, el Paraíso perdido de Milton y el Fausto de Goethe! El principal
error es que Satanás y Dios están luchando por el alma del hombre, y que el hombre
tiene la voz decisiva en su destino. Cualquiera que haya nacido de nuevo sabe, si es
honesto con su propia experiencia, que la primera decisión de creer en la Palabra de
Dios sobre la propia condición del hombre y sobre la satisfacción de Dios con la muerte
del Señor Jesucristo vino cuando Dios entró en la naturaleza adámica del pecador,
dándole vida en Cristo
169
con una vida que era capaz de creer. Es un gran error pensar que la fe precede
a la vida; la clara enseñanza de la Biblia es que la vida precede a la fe. Al hombre
no le gusta creer esto porque le quita el crédito al hombre y le da toda la gloria a
Dios, quien ha dicho: “Yo soy Jehová; ese es mi nombre; ya otro no daré mi
gloria…” (Isaías). 42:8).
La idea de que la vida sigue a la fe proviene en parte de un malentendido del

pasaje del evangelio de Juan: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra,
y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá". a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida" (Juan 5:24). La mayoría de los lectores entienden que
la vida es una consecuencia de la creencia, como si el pasaje pudiera ser
parafraseado: "Si escuchas Mi Palabra y crees en el que Me envió, obtendrás la
vida eterna". Muchas oraciones en inglés son capaces de interpretaciones casi
opuestas, y esta es una de esas oraciones. Un buen ejemplo de doble
interpretación se toma de una de las revistas nacionales de imágenes. La historia
se refería a la hija de un expresidente de los Estados Unidos que, decía el
artículo, había sido explotada por un profesor de música ambicioso y un
empresario sin escrúpulos. La gira de conciertos había salido mal. La chica tenía
una bonita voz de salón, pero no del calibre de un concierto. El artículo terminaba:
"No podría haberle pasado a una chica más amable". En el lenguaje
estadounidense común, eso significa que la niña era muy, muy agradable y que
fue desafortunado que fuera víctima de tal explotación. Este era el sentido en el
que la revista quería decir la línea. En buen inglés, la oración también podría
significar que si la niña hubiera sido más amable, tal cosa no le habría sucedido.
Hagamos un paralelo con la oración en Juan para resaltar su verdadero

significado. Imagine un campo de batalla sobre el que avanzan las tropas bajo un
intenso fuego. Se aplanan contra el suelo y mantienen su posición boca abajo
hasta que la artillería enemiga es silenciada. Por el bien de nuestro ejemplo,
vamos a imaginar que todos los soldados están muertos o vivos y sin heridas. cuando el co
170
para avanzar es dado, el que se levanta y camina tiene vida. ¿Significa eso que la vida
se da a los soldados que se levantan y andan, o que los soldados que poseen vida la
manifiestan levantándose y andando? Es obvio que sólo puede haber este último
significado. Este es el significado exacto del pasaje en el cuarto evangelio. “El que oye
mi palabra y cree al que me envió, lo hace porque tiene plantada en él la vida eterna”.
El oír y creer son las marcas de la existencia de la nueva vida de Dios implantada en el
individuo.
Cuando se comprende esto, podemos darnos cuenta de que no hay lucha entre Dios y
Satanás por la posesión del alma del hombre. Dios es irresistible, y todo lo que Él ha
planeado sucederá. Satanás nunca puede, bajo ninguna circunstancia, frustrar la gracia
de Dios. Lo que Dios ha prometido, Él lo cumplirá. Dios le prometió a Cristo antes de la
fundación del mundo que le daría a Cristo todo el cuerpo de los que habían sido así
escogidos en la eternidad, y Cristo mismo declaró: "Todo lo que el Padre me da, vendrá
a mí, y el que viene a no me echaré fuera" (Juan 6:37).
En Fausto, Satanás hace que Goethe presente la idea de que un hombre puede vender
su alma al diablo. Me gusta contrarrestar esa historia con una escrita por un alemán
mucho más grande, Martín Lutero. Lutero una vez tuvo un sirviente que lo dejó enojado
en el momento en que se servía la cena. Años después, cuando la sirvienta se estaba
muriendo, Lutero fue a verla. Ella estaba llorando y dijo: "Oh, doctor, le vendí mi alma al
diablo el día que salí de su casa de mal humor".
Lutero le respondió: "Supongamos que hubieras firmado un contrato de venta mientras
trabajabas para mí, acordando vender a uno de mis hijos como esclavo. ¿Tendría algún
valor ese acuerdo?" La pobre mujer respondió: "Claro que no. No tendría derecho a
vender uno de tus hijos". Lutero luego señaló que ella se había convertido en hija de
Dios años antes y que no era suya sino que había sido comprada con el precio de la
sangre de Jesucristo. Ella no tenía derecho alguno en la disposición eterna de su alma.
Por ella
171
opciones, después de haber sido regenerada, ella podía fijar el curso de su

vida diaria pero no el curso de su vida eterna. Por sus elecciones pudo
establecer sus recompensas en el cielo pero no su entrada al cielo.
La batalla entre el Señor y Satanás en el alma del hombre no puede ser por la
posesión del alma. La batalla está dentro del alma del redimido en cuanto a si
honrará y glorificará a Dios o si vivirá para sus propios fines. Hay dos historias
en la Biblia que indican que a veces Dios mismo escoge el campo de batalla,
como con Job, y que a veces Satanás se aventura a seleccionar el escenario
de la lucha como con Pedro.
Vamos a volver a contar parte de la historia de Job, tomándola en el mismo

orden en que se presenta en la Biblia. Puede parecer sin contorno, pero la vida
a veces es inconexa y ocurren episodios que parecen no tener conexión con lo
que precede y lo que sigue. Mientras contamos esta historia, habrá un hilo a
través de todo: la revelación de verdades que nos dan entendimiento de las
fuerzas espirituales involucradas en la guerra invisible y que nos explican
mucho que de otro modo sería incomprensible en nuestra vida diaria. Hace
algunos años, cuando yo era estudiante universitario en Francia, uno de los
profesores de historia, conociendo mi posición cristiana, dijo: "¡Ah, señor, si tan
solo un erudito hubiera podido elegir los materiales para su Biblia! ¡Qué libro
tan diferente ¡Sería! ¡Todas esas genealogías interminables de sinvergüenzas
judías, y cuarenta capítulos dedicados a un infortunado granjero que tenía un mal caso d
Si tan solo tuviéramos esa cantidad de páginas sobre los métodos utilizados
por los faraones para recaudar sus impuestos , ¡eso sería algo de valor!" De
poco sirve discutir con una mente que tiene tal perspectiva; aunque le di la
respuesta correcta. Aparentemente, no hubo impresión en el erudito. Las
genealogías del Antiguo Testamento son de suma importancia en la historia
humana porque cubren la ascendencia del Señor Jesucristo en Su humanidad
y conciernen al pueblo que Dios ha escogido para ser el último. administradores
del mundo.Los furúnculos de Job son de importancia porque fueron provocados
por Satanás en medio de un conflicto directo con el
172
Señor de todo el universo. Fueron el resultado del intento de Satanás de

demostrar a la hueste angélica que observaba que Dios no podía satisfacer un
alma humana con cosas espirituales cuando se le quitaban las cosas materiales.
No perderemos tiempo discutiendo el llamado "problema del libro de Job".
No creemos que sea una parábola o una alegoría. Creemos que es tan
literalmente historia como lo es la historia de la batalla de Guadalcanal. La batalla
por esa isla en medio de la guerra contra Japón no deja de tener un paralelismo
con la batalla de Job. Japón, con su ataque a Pearl Harbor, había declarado la
guerra a Estados Unidos. Los japoneses pensaron que estaban seguros detrás
de las vastas extensiones del océano y los muchos miles de islas puntiformes en
las que habían puesto una fuerza mínima para la defensa. Pensaron que
tendríamos que avanzar en un ataque frontal, isla por isla, en sus términos. Pero
nuestro Estado Mayor, examinando la situación, dijo en efecto que no eligieron
pelear la guerra en los términos de la estrategia japonesa, sino que harían sus
propios planes sobre dónde y cuándo caerían los ataques.
Los japoneses esperaban, a la defensiva, sin saber dónde caería el ataque. De

repente, los hombres de la isla de Guadalcanal escucharon el
estruendo de la artillería y el zumbido de los aviones. Los obuses y las bombas
empezaron a explotar en sus posiciones y se inició la batalla de Guadalcanal.
De todos los millones de personas en Estados Unidos, solo unos pocos habían
oído hablar del nombre de la isla antes de que los periódicos anunciaran el
ataque. Los mapas debían publicarse con flechas que apuntaran al lugar para
que la gente pudiera tener una idea general de dónde se encontraba. Para
algunos, incluso para algunos que tenían chicos encendiendo en la ocupación,
era solo un lugar que estaba muy lejos, y no tenían un punto de referencia para
la ubicación o la comparación. Incluso tomaron la pronunciación del nombre de
los locutores de radio. La isla obtuvo su fama por el hecho de que nuestro Estado
Mayor tomó la decisión soberana de luchar allí.
173
Es precisamente por las mismas razones que el nombre de Job tiene su

lugar en la historia. Hay miles de islas más grandes y conocidas que
Guadalcanal. Había miles de seres humanos con más derecho a la fama
que Job. No era un monarca sobre un trono. No era un faraón ni un
Nabucodonosor. Era un agricultor con un inventario de existencias que puede
haber sido grande para la época y la sección, pero que sería
considerada una operación de segundo orden por los grandes agricultores
de los llanos y las pampas del mundo actual. El hombre tenía siete hijos y
tres hijas. Su ganado se componía de siete mil ovejas, tres mil camellos,
quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas. Había un número de
sirvientes para cuidar de los animales y la casa. ¿Cómo funciona la historia
personal de un hombre que nunca comandó un ejército, que, hasta donde
sabemos, nunca escribió una palabra, que nunca dejó una marca en el arte
o la arquitectura, que nunca hizo una ley o un estatuto, que nunca alcanzó la
grandeza medida según los estándares humanos , ¿ cómo es que su historia
ocupa un lugar tan grande en la historia bíblica? La respuesta es que el
Señor Dios Todopoderoso, examinando a todos los miembros de la raza
humana, como el Estado Mayor inspeccionaba las islas del océano, dijo:
"Job será el próximo campo de batalla en la guerra invisible. Todas las
fuerzas del enemigo se les permitirá lanzarse contra este hombre. Le daré
fuerza y lo sustentaré en el dolor y el desastre. Los hombres, los ángeles y
los demonios verán que la vida espiritual del trono del cielo es suficiente para
atraer un alma. En un mundo donde la prosperidad y el lujo son los objetivos
de la mayoría de los esfuerzos, donde la salud y la felicidad personales son
el objeto de la mayoría de las oraciones, donde el compañerismo de los
seres amados es el compañerismo más elevado, permitiré que el enemigo
se lleve los rebaños y las manadas. ; Dejaré que sus hijos e hijas mueran;
permitiré que su cuerpo sea azotado por la peste y atormentado por el dolor;
dejaré que su mujer se aleje de él y se ponga del lado del enemigo; enviaré
a sus amigos para que le den el consejo de la desesperación. e llevado al
nadir de la desolación humana. Sin embargo, se sentará, intransigente,
intransigente, sin vacilar, con los ojos llenos de cosas eternas y la mente consciente d
174
visión humana Comprenderá que no hay voluntad que pueda competir con
la voluntad de Dios. Y, como resultado de esta batalla, no sólo quedará
reivindicado en su firme resolución, sino que habrá consuelo para miles de
miles de almas a lo largo de los siglos venideros, y Satanás tendrá una gran
bocanada de polvo para sus dolores. "
"Y así sucedió." Los hombres leen esas palabras, y puede que no tengan
más que un efecto literario en sus mentes. Pero quieren decir que, de
repente, en medio de una vida tranquila, ordenada y pacífica, se desataron
todas las fuerzas de Satanás. La guerra, el bandolerismo, la muerte, la
enfermedad, la contienda, la contienda y el debate inundaron la vida de un
hombre que, sin duda, era recto y que no había hecho nada específico que
mereciera tales golpes si vinieran como castigo o castigo.
Los sufrimientos de Job comenzaron no solo por el permiso de Dios sino por
la dirección de Dios. En los versículos iniciales del Libro de Job, se nos
revela la corte del cielo con todas las huestes angelicales presentes, incluso
los caídos, porque Satanás estaba allí entre ellos. El Señor llamó a Satanás
para que rindiera cuentas por sus movimientos. "¿De dónde vienes?" fue la
pregunta a la que respondió el príncipe caído: "De ir y venir en la tierra, y
andar por ella" (Job 1:7). Esta parecería ser una respuesta bastante honesta,
incluso sugiriendo que Satanás le estaba diciendo a Dios cuán industrioso y
activo era, tal vez incluso sugiriendo que estaba activo en nombre de Dios.
Ha habido un desacuerdo entre dos comentaristas de la Biblia, Pember y
Jennings, en cuanto a la naturaleza de la obra original de Satanás. Pember
escribió que Lucifer había estado ocupado antes de la caída con el gobierno
del universo para Dios. Jennings, afirmando que esto estaba mal, enseñó
que Lucifer se había ocupado de exponer la justicia de Dios, siendo el
querubín ungido que cubría el trono de Dios. Jennings sostiene que las
palabras de Satanás en el primer capítulo de Job indican que este ser
maligno aún pretendía ante Dios estar activamente interesado en la gloria
del Creador y que su deseo más profundo era proteger esa gloria de la
175
maldad en el corazón de Job. Quizás la dificultad entre estos dos escritores es

simplemente que ninguno vio el cuadro completo, ninguno se dio cuenta de que
ambos tenían razón y que Satanás era aún más de lo que ninguno de ellos había visto.
Lucifer, como hemos mostrado en un capítulo anterior, estaba en un oficio triple
para Dios. Fue profeta, sacerdote y rey. Dios ya no habló a través de Satanás :
había perdido para siempre el oficio de profeta. Sabía, sin embargo, que todavía
poseía el oficio de gobierno, Príncipe de este mundo, y bien podría haber
pretendido en este momento que estaba muy ocupado con el oficio de sacerdote,
y que en esta capacidad estaba revelando a Dios que este último había sido
engañado con Job. Bien puede imaginarse que el padre de la mentira aún buscaría
engañar a Dios si pudiera. Si pudiera hacer que la mentira se mantuviera, sería
liberado de una posición difícil a la que había sido maniobrado por la integridad de
Job y el fracaso de todos los ataques contra ese hombre justo.
En todo caso, Satanás, yendo y viniendo por la tierra, había recibido los informes
de todos sus secuaces a través de los diversos órdenes de su jerarquía. Sus
subordinados evidentemente le habían llamado la atención sobre la existencia de
este hombre, Job, a quien ninguna de sus artes seductoras podía desviar. He aquí
un hombre cuya alma no habían podido conmover con los atractivos incentivos
del poder mundano, cuyo cuerpo no habían podido seducir con las embelesadoras
tentaciones de la carne, y cuyo espíritu no habían podido halagar a un orgullo que
han destronado a Dios de la adoración que por derecho le corresponde. De hecho,
Job había sido un hombre muy bueno, y pudo señalar su bondad en sus
conversaciones posteriores con los consoladores que vinieron a aconsejarlo en su
angustia. Pudo decir de la opinión pública con respecto a sí mismo: "Los jóvenes
me vieron y se escondieron: y los ancianos se levantaron y se pusieron de pie.
Los príncipes se abstuvieron de hablar, y se llevaron la mano a la boca. Los nobles
mantuvieron su paz, y su lengua estaba pegada al paladar. Cuando el oído me
oyó, entonces me bendijo; y cuando el ojo me vio, dio testimonio de mí: porque
libré a los pobres que lloraban, a los huérfanos y a los el que tenia
176
nadie para ayudarlo. La bendición del que estaba a punto de perecer vino sobre
mí; e hice regocijarse el corazón de la viuda. ... Fui ojos para los ciegos, y pies
para los cojos. Fui padre de los pobres: y busqué la causa que no conocía. Y
quebranto las quijadas de los impíos, y arranco despojos de sus dientes” (Job
29:8-17).
No es de extrañar que Satanás se sintiera ofendido de que un hombre tan justo

viviera y se moviera en medio de su principado. Su odio contra Job debe haber
aumentado en cada buena obra que Job realizó y en cada mala obra que Job
bloqueó. Por lo tanto, cuando el Señor le preguntó a Satanás si había considerado
a Job, a quien ennobleció con el título de "Mi Siervo", Satanás sabía demasiado
bien la naturaleza de la humillación que estaba ahora ante él. Incluso puede ser
posible que esta frase esconda una gran ironía. Si Satanás hubiera estado
atacando a Job y si Job hubiera permanecido firme, todo el cielo, que se regocija
por la conversión de un pecador, debe haberse regocijado por la rectitud de esta
alma firme que permaneció inconmovible en medio de las fuerzas opuestas que
habrían golpeado derribarlo podrían haberlo alcanzado.
Cuando Dios mencionó el nombre de Job, Satanás arremetió con una respuesta
que contiene una de las verdades más gloriosas de la Biblia: el cerco de Dios
sobre el creyente. Cuando el padre de la mentira se ve obligado a admitir una
verdad que va a traer sublime consuelo y fuerza a las almas fatigadas que, por
un poco de tiempo, se han cansado de la lucha por la vida, podemos estar
seguros no sólo de que lo desgarró sino que también que tal admisión de derrota
contendrá la verdad que es pertinente para nuestra victoria y nuestro
fortalecimiento. "¿Teme Job a Dios por nada?" gritó. "¿No has hecho cercado
alrededor de él, y alrededor de su casa, y alrededor de todo lo que tiene por todos lados?"
Esta respuesta muestra el alcance del ataque de Satanás. Revela que Satanás
había estado atacando a Job personalmente, que lo había estado atacando a
través de su familia, que lo había estado atacando a través de sus posesiones y que
177
este ataque había sido desde todos los ángulos posibles y con todos los dispositivos
conocidos por Satanás. Pero la respuesta revela mucho más que esto. Al admitir que
había un cerco alrededor de Job, Satanás admite que ha tratado de alcanzar a Job y ha
fallado repetidamente. Él revela que odia a los hombres rectos y que golpearía al
creyente si pudiera, pero que no puede por el amor protector de Dios que eclipsa a
todos los que han puesto su confianza en su gracia salvadora. ¡Si Satanás pudiera
traspasar el cerco! Pero admite que no puede. Había una barrera de nubes entre los
hijos de Israel y los ejércitos de Faraón. Lo que era luz para el pueblo de Dios, era
oscuridad para el enemigo. Lo que es una defensa para nosotros es un obstáculo para
Satanás. Nos atacaría si pudiera. Su brazo es lo suficientemente largo pero Dios
interviene. Él nos traspasaría con sus dardos de fuego, pero Dios es nuestro escudo y
nuestro adarga, nuestra defensa fuerte y nuestra torre alta.
En los Salmos, Dios nos dice estas verdades en un canto. En la historia de Job, Satanás
los confiesa. ¡Qué seguros estamos! Es por este principio que "sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados" (Romanos 8:28).
Satanás continuó respondiendo a Dios con un ataque sutil y malvado contra Job.
Satanás buscó poner a Job en el mal y mostrar que él mismo era el protagonista de la
justicia de Dios. Podría parafrasearse: "Aquí tienes una criatura que aparentemente
anda haciendo el bien, y todos piensan que él es la última palabra en bondad. Pero yo
lo conozco por debajo y en realidad es un hipócrita empedernido. Es bueno simplemente
porque él es sano y rico. Si tan solo lo pincharas con la calamidad, toda esa insípida
justicia rezumaría, y lo verías por lo que realmente es. Él te maldeciría en Tu cara si
estuviera desinflado y el verdadero núcleo de que se le permita hacerse evidente".
Habiendo experimentado ya la derrota a manos de Job, Satanás iba a conocer ahora

toda la amargura de la derrota total. Debería haberse dado cuenta de que el
178
El Dios del seto, el Dios que había estado cuidando a Job, continuaría con ese
cuidado amoroso. Evidentemente, lo impulsaba ese odio que siempre motiva
a Satanás tanto contra aquellos que se niegan a rendirle lealtad en su intento
de organizar y gobernar la tierra como contra aquellos que se apartan de los
premios visibles y tangibles de esta tierra para contemplar el pensamiento
invisible. delicias no menos reales que pertenecen a aquellos que prefieren lo
oculto porque pertenece al único Dios verdadero.
Llevado por su hostilidad vengativa, Satanás se extralimitó. Un boxeador que

ha recibido un golpe que excita su ira y que busca tomar represalias con una
estocada destructiva que acabará con su oponente, a veces solo logra
desequilibrarse y abrir sus defensas para su propia derrota. Así Satanás,
forzado por su arrogante orgullo y su envidiosa malicia, desafió a Dios a
quitarle las posesiones a Job alegando que el resultado sería una maldición
de la criatura sobre el Creador.
El Señor respondió con brevedad puntiaguda. Derribaría el seto, pero con una
limitación definitiva. Satanás tenía permiso para hacer lo que quisiera con la
familia y las posesiones de Job. Pero se le prohibió rigurosamente tocar al
mismo Job.
18. La Batalla del Alma (Continuación)
Qué consuelo hay para el creyente cuando los ataques se levantan contra él
en su vida, su familia, su negocio y sus otras asociaciones, saber que Dios ve
el fin desde el principio y lo está permitiendo para Su propia gloria y el bien del
creyente. ! Satanás puede hacer lo que le plazca con aquellos que no son de
la familia de Dios, pero los de Dios no pueden ser tocados sin permiso. Los
que están fuera de la fe son llevados cautivos por la voluntad del diablo (II
Timoteo 2:26). Aún más que esto, tenemos en la historia del maníaco de
Gadarene la evidencia de que los demonios ni siquiera podían tocar
179
los cerdos que estaban paciendo en la cima de la colina hasta que el Señor dio permiso
(Lucas 8:32, 33). La escena indica el deseo jadeante de los demonios que estaban a punto
de ser expulsados del maníaco por poseer algún tipo de cuerpo, aunque solo fuera el cuerpo
de un cerdo. Pero incluso la creación animal está a salvo de Satanás, y en el caso citado, solo
el permiso específico del Señor les permitió entrar a los cerdos que luego corrieron
precipitadamente por el despeñadero hacia el mar.
El poder de Satanás limitado
A la luz de estas verdades, cómo cobran renovada fuerza las palabras del Señor a Satanás
acerca de las limitaciones del ataque contra el creyente.
Ha salido del trono de Dios un decreto que prohíbe a nuestro enemigo actuar contra nosotros
de cualquier manera que esté fuera del plan del Padre.
¡Qué seguros estamos! Ninguna arma forjada contra nosotros prosperará (Isaías 54:17).
Ahora toda la fuerza del rencor de Satanás se enciende contra Job. Los soldados saquean.
Los sirvientes son asesinados. Se roban bienes. El viento sopla. La caída de rayos.
Las casas caen. Los niños mueren. Estos son los actos de Satanás. Hoy en día los hombres
llaman a tales cosas "actos de Dios", y las compañías de seguros usan estas mismas palabras
al escribir pólizas diseñadas para protegernos de las pérdidas involucradas en tales
calamidades que, sin saber la verdad, atribuyen a un Creador inescrutable. Él, quien le sugirió
a Eva en el Jardín del Edén que Dios era cruel y que les privaría de los gozos y privilegios
que provendrían de comer el fruto prohibido, ha vendido a muchos de la raza humana la idea
de que las calamidades y los desastres son todos de Dios. Dios es el Creador del universo, y
cada fuerza de la naturaleza dentro del universo ha sido creada por Dios y está sujeta a Su
completo control. Pero no puede haber duda de que Satanás puede usar algunas de estas
fuerzas y que las usa para sus fines. Los usa contra los no regenerados a su propio antojo, y
los usa contra los hijos de Dios cada vez que el Señor derriba el cerco y le permite lanzar su
fuerza contra el creyente. En este sentido
180
son actos de Dios para un creyente, pero siempre son actos del diablo para
los no salvos.
Triste pero Gozoso
Job se mantuvo firme. El ataque de Satanás fue detenido. El golpe cayó, pero
la fe supo conjurar sus peores efectos. El ataque alcanzó las emociones,
mientras Job lloraba por sus hijos; pero el golpe no hirió su espíritu, porque
éste fue fortalecido en el Señor; y Job yacía en duelo, afligido por su pérdida
pero gozoso en el Señor (cf. 2 Corintios 6:10). "Job se levantó y rasgó su
manto, y se rapó la cabeza, y se postró en tierra y adoró. Y dijo: Desnudo salí
del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá; el Señor dio, y el Señor ha
quitado; bendito sea el nombre de Jehová" (Job 1:20,21).
Hay algo casi majestuoso en la deliberación serena de este santo agraviado,

que procede metódicamente con la preparación física de los signos exteriores
del duelo. No hubo gritos salvajes de lamentos.
Ciertamente no hubo maldición de Dios. Si podemos leer entre líneas, casi
podemos oírle decir al sirviente: "Tráeme un poco de agua y jabón, y trae mi
navaja para que me afeite la cabeza". Mientras los tres sirvientes restantes
permanecían asombrados, su mano no tembló cuando llevó el instrumento
afilado a su cabeza. Los hijos de Satanás pueden usar la navaja para
degollarlos cuando han sido despojados de sus seres queridos y despojados
de sus propiedades, porque esa ha sido su vida y ahora no les queda nada
por qué vivir. Pero Job continúa su tarea; los mechones caen de su cabeza,
y las lágrimas caen dentro de su corazón y son todas reunidas en el odre de Dios (Sal
La Escritura añade que en toda esta angustia Job no pecó, ni acusó a Dios
de injusticia.
Aquí está la fe triunfante. Job no pensó en ningún derecho personal o de

propiedad sobre los hijos o sobre las posesiones. Reconoció \ que todo lo
que poseía en la vida era un encargo de Dios. El Señor yo que le había dado
181
tenía derecho a tomar de él si así lo deseaba. Dios es el único ser en el universo que
conoce el fin desde el principio, y Su perspectiva es la de la perfección. Job creyó esto y
así pudo adorar a Dios.
Informe de Satanás
Mientras el estruendo de los cañones en Guadalcanal causaba eco en todo el mundo, y

una nación se dedicaba a su trabajo con un ojo en los titulares y un oído en las noticias, y
una oración en el corazón por los hijos y hermanos que luchan en un lejano isla, por lo que
el cielo estaba interesado en el conflicto que se estaba librando dentro y alrededor de Job.
Una vez más Dios convocó la corte del cielo, y las huestes de ángeles estaban presentes.
Una vez más, se señaló a Satanás y se le pidió que presentara un informe sobre sus actos.
Esta vez, su declaración de que había estado yendo y viniendo en la tierra y caminando de
un lado a otro parece evasiva y salva las apariencias. Había estado en el patio trasero de
Job, y todo el cielo lo sabía. Había tenido algo de polvo en la tierra, pero debía comer más
a la vista de todo el cielo.
Una vez más se hace la pregunta directa sobre Job. Esta vez la respuesta es un gruñido y
una mentira. La primera vez que había dicho algo de verdad. Esta vez se atreve a mentir
directamente a Dios. Esto es, en sí mismo, una indicación del carácter de Satanás. La
mayoría de las mentiras se dicen cuando existe la posibilidad de que la persona a quien se
le dice la mentira sea engañada. El mentiroso puede ganar una ventaja momentánea con
su engaño. Pero aquí hay una mentira a Dios, quien es luz y en quien no mora ninguna
oscuridad. "Piel por piel, todo lo que el hombre tiene, dará por su vida. Pero extiende ahora
tu mano, y toca sus huesos y su carne, y te maldecirá en tu misma cara" (2:4, 5) .
Los anales del hombre están llenos de historias de hombres que han regalado la vida a
bajo precio, con frivolidad, sin sentido. No hay moneda de estupidez y superficialidad que
no haya sido aceptada por el hombre a cambio de la vida.
Aunque parezca absurdo e irracional, los hombres han dado la vida por la sonrisa de una
mujer sin valor que no se preocupaba por ellos. Aunque puede
182
Parecen tontos y absurdos, los hombres han dado la vida por la bravuconería de un atrevimiento.
No había periódicos sensacionalistas en la época de Job que registraran la cháchara sobre tales
hechos extraños, sin embargo, deben haber sido conocidos ya que encontramos un registro de
Lamec, quien se jacta: "He matado a un joven que no hizo más que herirme". "He matado a un
tipo que no hizo más que lastimarme. Si Dios piensa que tiene que andar protegiendo a Caín con
una marca en él para evitar que alguien lo lastime, no tiene que preocuparse por mí. Si se
vengaría. siete veces Caín, yo mismo me vengaré setenta veces siete” (Génesis 4:23, 24). Tales
hombres toman o dan vida sin pensarlo. La mentira, entonces, tiene más de descaro que de
engaño.
La locura de Satanás revelada
El plan de Dios es llevar a este enemigo a revelar su propia locura. Satanás es poderoso desde
nuestro punto de vista pero insignificante desde el cielo. Se le permite hacer declaraciones ante
la corte del cielo que revelan la vanidad de su pretensión y cometer acciones ante los hombres
que muestran la maldad de su propósito. Además, el que había pretendido tener la capacidad de
gobernar el universo sin Dios está mostrando su debilidad intrínseca cuando se enfrenta a un ser
incluso inferior al ángel más bajo. Está por demostrar que un frágil hijo de Adán, sirviéndose del
poder espiritual provisto por un Dios amoroso, es más poderoso que el más alto de todos los
seres creados.
Nuevamente el Señor responde con brevedad: "He aquí, él está en tu mano; pero salva su
vida" (2:6). Ahora Satanás tiene permiso para tocar a Job, pero no hasta el punto de la muerte.
Aquí, nuevamente, vemos parte del poder que posee Satanás. Tiene el poder de traer
enfermedades y sufrimiento al hombre y, en algunos casos, de poner fin a su vida en la tierra.
¡Qué luz arroja esto sobre algunos de los cuentos de maravillas que las religiones falsas de la
tierra publican de vez en cuando! Satanás tiene el poder de poner su mano sobre un individuo no
salvo y enfermarlo; entonces tiene el poder de quitarle la mano a ese individuo, efectuando así
una curación, para gloria, quizás, de una Mary Baker Eddy de Nueva Inglaterra o de una Mary
de Lourdes. Nunca debemos olvidar que toda religión en
183
el mundo que no acepta plenamente la persona y obra del Señor Jesús es religión
satánica. El Nuevo Testamento establece significativamente el hecho de que los
espíritus controlados por Satanás están detrás de los santuarios de las religiones
de la tierra, y que toda oración que se hace en estos santuarios es oración a Satanás
y que toda la adoración ofrecida allí es acumulada por él (I Corintios 10 : 19,20).
Una vez más, toda la fuerza del rencor de Satanás se enciende contra Job. "Satanás
hirió a Job con un sarpullido desde la planta del pie hasta la coronilla". Pero
nuevamente Job se mantuvo firme, parando el ataque de Satanás. El golpe cayó,
pero la fe supo conjurar sus peores efectos. No hirió el espíritu de Job, porque eso
fue descansar tranquilamente en el Señor. "Tomó para sí un tiesto para rascarse, y
se sentó entre las cenizas". Puede haber un momento en que el dolor físico llegue
casi como una liberación de los mayores sufrimientos de la mente y el corazón.
Ciertamente, Satanás jugó mal su estrategia, porque una mente que había sufrido
la pérdida de diez hijos en un día de calamidad encontraría un buen caso de
furúnculos algo parecido a un opiáceo.
En este punto, Satanás atacó con algo mucho peor que forúnculos :
La esposa de Job se volvió contra él. Sin comprender en absoluto lo que le sucedía,
como el siervo de Eliseo que vio a los soldados pero no vio a los ángeles, esta
compañera de su vida y madre de sus hijos le dijo a su esposo: "¿Todavía conservas
tu integridad? Maldice a Dios, y muere."
¿Cómo podemos explicar esta deserción? De acuerdo con toda la enseñanza de
las Escrituras, debemos atribuirlo al origen separado de este mal dentro de la
esposa de Job como hija de Adán o al impulso de Satanás y su cumplimiento
voluntario. En cualquier caso es de Satanás.
Esta mujer está muy por debajo de la tarea que Dios le encomendó en su posición
de esposa. La mujer fue dada originalmente al hombre como una ayuda adecuada
para su uso. El no darle consuelo y fortaleza en el momento de su gran necesidad
espiritual, que ahora se vio agravada por una necesidad física, fue traición, ya que
esta era la única razón de su existencia sobre la tierra. A
184
la mujer debe ser como un cálido fuego de hogar por el cual un hombre, cuando ha
trabajado en el mundo frío, puede entrar y calentarse antes de salir una vez más a su
trabajo. Para ella, haber sido pasiva en el momento de su necesidad habría sido que el
fuego se hubiera reducido a cenizas. Para ella, hablar positivamente contra él era que
el fuego se encendiera y lo quemara. Ella era una herramienta de Satanás. Job tuvo el
valor de hablarle desde lo más profundo de su miseria: "Como habla una de las mujeres
insensatas, hablas tú". El término es uno que se utiliza para la locura. Continuó con una
reprensión que era al mismo tiempo una magnífica expresión de fe. Él preguntó: "¿Qué?
¿Recibiremos el bien de la mano de Dios, y no recibiremos el mal?"
Aquí había una declaración de la fe de Job en el derecho soberano de Dios de hacer

con su criatura lo que le plazca. Fue la expresión de fe en el hecho de que el Padre
nunca se ha equivocado. El Señor sabe lo que está haciendo. Dado que Él es
omnisciente y omnipotente, y dado que Su nombre es amor, debe seguir cualquier tipo
de lógica que cualquier cosa que Él haga es lo mejor que podría hacerse en cualquier
conjunto de circunstancias. Job sabía esto, por lo que estaba tan dispuesto a aceptar el
desastre de la mano del Señor como lo estaba a aceptar las ricas bendiciones que había
conocido durante tantos años. En todo esto Job no pecó con sus labios.
La siguiente fase de la batalla, que es la más larga en el registro de la lucha, puede

tratarse brevemente. Job fue visitado por amigos que intentaron satisfacer su necesidad
con lógica mundana. Su idea era que debe haber una causa espiritual detrás de cada
adversidad y que la condición de Job era prima facie
evidencia de que debe haber ofendido a Dios. Esta idea dominó la Edad Media y todavía
está vigente en gran parte del pensamiento de los espiritualmente ignorantes en la
actualidad. Había alguna excusa para los consoladores de Job en el sentido de que
vivieron antes de que se escribiera la mayor parte de la Biblia. No hay excusa para los
que han vivido desde entonces. El Señor Jesús respondió a los discípulos cuando le
preguntaron si la calamidad del hombre ciego de nacimiento fue causada por su propio
pecado o por el de sus padres por un categórico, “Tampoco este hombre
185
pecó, ni sus padres; sino para que las obras de Dios se manifiesten en él” (Juan 9:3).
Aquí estaba un Job del Nuevo Testamento, escogido para sufrir ceguera de nacimiento,
para que pudiera ser un campo de batalla en la guerra invisible.
La gloria de Dios se manifestaría en Él, y la impotencia de Satanás se manifestaría
aún más.
Cuando el último de los consoladores de Job hubo hablado, el Señor se le

apareció a Job para poner fin a la batalla que se había estado librando a su alrededor
y dentro de él. Las palabras iniciales de Su mensaje fueron palabras que repudiaron
su tesis: “¿Quién es éste que oscurece el consejo con palabras sin
conocimiento?” (Job 38:2). Tal vez nunca se haya dicho tanto en una frase, y bien
podría estar escrito en la portada de la mayor parte de la filosofía humana. El cristiano
debe negarlo porque Dios ya lo ha hecho. Es una ilustración de la declaración:
“Porque escrito está : Destruiré la sabiduría de los sabios, y anularé el entendimiento
de los entendidos. ¿Dónde está el sabio?
¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este mundo? ¿No ha enloquecido
Dios la sabiduría de este mundo? Porque después de que en la sabiduría de Dios, el
mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes
por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:19-21).
Job había tenido razón al mantener su integridad ante los consoladores. Él conocía a
Dios lo suficientemente bien como para saber que la salvación viene de Dios y no del
hombre. No tenemos ninguna declaración histórica en la Biblia que vincule a Job con
alguno de los profetas para mostrar un contacto con la corriente de la verdad que vino
a través de la revelación de Dios acerca del Salvador, el Cordero, pero ciertamente
Job tenía tal conocimiento. Había clamado a sus adversarios: “Porque yo sé que
mi redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y aunque después de mi piel los
gusanos destruyan este cuerpo, en mi carne veré a Dios” (19:25,26). Además, sabía
que Dios tenía un plan definido para todos Sus redimidos, y que lo mejor era estar en
ese plan.
Él dijo, hablando desde su condición ulcerada en el montón de ceniza: "Porque él
186
hace lo que me está ordenado; y muchas de estas cosas están con él” (23:14).
Sin embargo, cuando Dios se reveló a Job, hubo un gran cambio en su

actitud. El que había resistido a los filósofos durante más de treinta capítulos
escuchó en silencio cuando Dios habló. Entonces respondió en uno de los
grandes clímax de la fe humana: “De oídas he oído hablar de ti, pero
ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y
ceniza” (42:5,6).
Entonces el Señor mostró Su ira contra los filósofos y les ordenó traer un
sacrificio de sangre. Finalmente, se registra un incidente de lo más conmovedor.
Job oró por estos hombres que, en medio de su sufrimiento, le habían
causado tanta miseria. Fue una revelación del carácter perdonador de su
corazón, del amor de Dios que moraba en él. El Señor canceló el permiso de
Satanás para tocar a Job, volvió a poner el cerco para su protección y le
restauró las marcas externas del favor divino. Leemos: "Y el Señor hizo volver
el cautiverio de Job, cuando oraba por sus amigos; también el Señor le dio a
Job el doble de lo que tenía antes" (42:10).
Ha habido muchos miles de cristianos que han pasado por fuegos tan feroces
como el de Job y que han salido ilesos. Algunos han terminado esta vida sin
ver su reivindicación y triunfo ante sus enemigos terrenales. Eso debe esperar
hasta el día en que todos esos errores se manifiesten ante todo el cielo y la
tierra. Aunque suframos sin ver la doble restauración de los bienes perdidos,
hay un detalle en las matemáticas del amor de Dios que debe brindar gran
consuelo, valor y esperanza al pueblo del Señor cuando se le coloca en el
horno de la adversidad.
Nunca pueden perder a sus hijos. Pueden ir al cementerio y ver el ataúd que
contiene sus restos enterrado, pero los seres queridos que se han ido siguen
siendo los hijos de sus padres.
187
Las primeras líneas de la epopeya de Job habían dado un inventario de sus posesiones.
Este tuvo siete hijos, tres hijas, siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de
bueyes y quinientas asnas. En el último párrafo de la narración, después de la afirmación
de que el Señor le dio a Job el doble de lo que tenía antes, está el nuevo inventario de
sus bienes.
Hay catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. El orden
del inventario se invierte para enseñarnos, de forma más aguda, la gran lección del
confort. En el principio se colocaba primero el número de hijos, y así como el lector,
habiendo revisado los ítems uno por uno, descubre que hay, de hecho, el doble de
animales de los que poseía Job al principio, se da el número de los hijos, y es, una vez
más, siete hijos y tres hijas. Toma un momento darse cuenta de que lo que Dios está
diciendo con esto es que las ovejas, los camellos, los bueyes y los asnos deben
duplicarse en número porque no tienen una existencia eterna, pero al darle a Job siete
hijos más y tres hijas más, Job ahora tenía catorce hijos y seis hijas. La mitad de ellos
vivían en casa con él y la otra mitad se había mudado a la casa del Padre celestial
donde Job los encontraría en la mañana. Eso es cierto para cada padre cristiano que ha
perdido a un hijo. Nuestros seres queridos están a salvo bajo Su protección. Si tienes
cuatro hijos y uno muere, nunca digas que ahora tienes tres hijos. Di que tienes cuatro,
y que uno de ellos se ha ido al cielo.
Batallas como la que se libró en el alma y el cuerpo de Job se están librando en todas
partes del mundo todos los días. En los hogares para incurables, en la vida de muchos
ciegos, de los deformes, sí, en la vida de hombres y mujeres exteriormente robustos
que tienen el hierro del conflicto en el alma, rugen las batallas. A veces, como en el caso
de Job, Dios mismo indica al cristiano en quien está preparado para dar batalla al
enemigo. A veces Satanás viene con una mueca diciéndole a Dios que Él no está
dispuesto a pelear en algún creyente que parece ser débil.
188
Podemos cerrar este capítulo con una ilustración de tal conflicto. En realidad,
no está registrado en la Biblia, pero sabemos que sucedió porque es posible
reconstruir la historia a partir de un incidente posterior que implica lo que no
está escrito. Contaremos la historia y luego la corroboraremos con pruebas
colaterales de las palabras de nuestro Señor mismo. Un día, Satanás se
acercó al Señor Jesucristo y se burló de la variopinta compañía que lo seguía
como discípulos. ¿Había que compararlos con las nobles criaturas que
adornaban las cortes de Roma o los eruditos salones de Atenas? ¿Qué
pensó el Señor que sería capaz de hacer en la guerra invisible por parte de
tales discípulos andrajosos? ¡Sobre todo, este tal Simón! Si Satanás tuviera
la oportunidad de soplar sobre él, ¡puf! Simon quedaría impresionado como
un poco de paja. La idea del desafío parece ser que Satanás le está
sugiriendo al Señor que lo único que mantiene a raya a los seguidores débiles
es el cerco del Señor. Los hombres no se mantendrán firmes ni se beneficiarán
por la fe del poder que ha sido provisto, sino que se derrumbarán ante el
primer estallido del ataque de Satanás.
Este incidente tuvo lugar, aunque no hay un registro principal de ello en las
Escrituras. Lo reconstruimos a partir del hecho de que el Señor Jesús vino a
Pedro y le dijo: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo" (Lucas 22:31). Satanás hizo la petición; el Señor
lo dice. Pero, ¿hay alguna indicación del fracaso de Simón en el hecho de
que el Señor no lo llama por su nuevo nombre de Pedro, ni se dirige a él
como Simón Pedro? En cambio, repite el nombre humano, "Simón, Simón",
que tal vez se deriva de una palabra griega que sugiere características de
vacilación y debilidad. Ciertamente no había nada en Simón que pudiera
resistir los vientos de Satanás, pero a Satanás se le permitió descargar su
furia contra el discípulo débil. ¿Qué sucedió? La paja fue aventada y el trigo
permaneció. Cuando todo terminó, había menos de Simón y más de Pedro,
que significa "roca". Hacía mucho tiempo que había sido hecho partícipe de
la naturaleza divina, pero tenía que darse cuenta de la nada de su propia
herencia de la que tanto tiempo se había jactado. El secreto de la victoria estaba
189
en la intercesión de Cristo: "Pero yo he rogado por ti, que tu fe decaiga; y cuando te

hayas convertido, confirma a tus hermanos" (versículo 32). El término "convertido" no
hace referencia a la regeneración, que había tenido lugar mucho antes en la vida de
Simón, que se había convertido en Pedro. Esto se asegura por el hecho de que el Señor
rehusó lavar la cabeza y las manos de Pedro en el aposento alto, pero le dijo
definitivamente que ya estaba limpio por la palabra que le había sido dicha (Juan 13:10;
15:3) . La "conversión" fue un giro espiritual dentro del cristiano, y tal puede ocurrir
muchas veces en el curso de la vida, aunque la implantación de una nueva vida puede
ocurrir sólo una vez.
En todo caso, Satanás sopló sus vientos contra Pedro; se sacó la paja; quedó el trigo; el
discípulo se convirtió en uno de los más fuertes, el instrumento del poder y la fuerza de
Dios; los hombres se dieron cuenta de que había estado con Jesús; y llegó el día en que
entregó su vida como mártir por el nombre de su Señor.
Estemos atentos para que cuando tales batallas lleguen a quienes están cerca de
nosotros, podamos ser rápidos para comprender lo que está sucediendo en la vida de
nuestros seres queridos, no sea que seamos como la esposa de Job, y cuando la batalla
se arremolina dentro de nuestro propio ser, seamos recuerda que nuestro Señor nunca
permitirá que seamos probados más de lo que podemos, sino que con la prueba hará
una vía de escape para que podamos soportarla (I Corintios 10:13).
190
19. Las artimañas de Satanás

Aunque es la más sabia de todas las criaturas que jamás hayan surgido de
la palabra creativa de Dios, Satanás tiene una sabiduría estrictamente
limitada. No parece que Satanás haya originado nuevas Ideas, planes o
métodos desde el momento en que la Escritura reveló su retrato y mostró
todos sus rasgos. Fue Tertuliano quien escribió, a fines del siglo II, Diabolus
est Dei simia : el diablo es el mono de Dios. Ciertamente, todo lo que Satanás
puede hacer es imitar y copiar o imitar las cosas que ha visto hacer a Dios o
que encuentra en la Biblia como parte del plan de Dios.
Trucos y estratagemas
Pablo escribió a los corintios que no ignoramos las artimañas de Satanás (II
Corintios 2:11). La palabra es muy interesante. La definición del diccionario
es "algo ideado o inventado para lograr algún fin o resultado; un arreglo,
plan, esquema, proyecto, artificio; un recurso ingenioso o astuto; a menudo
uno de carácter turbio o malvado; una trama, estratagema, truco. " En los
días de la traducción King James, Shakespeare estaba escribiendo en
Noche de Reyes, "Excelente, huelo un dispositivo". La palabra original en el
Nuevo Testamento era una usada desde la época de Homero para la fuente
del pensamiento, la inteligencia y, por lo tanto, para las intenciones, proyectos
y planes, generalmente en un sentido maligno. Es la palabra usada para las
mentes que están cegadas o corrompidas por Satanás (II Corintios 3:14;
4:4; 11:3), y la mente que será guardada por la paz de Dios (Filipenses 4:7).
Es el pensamiento que ha de ser llevado cautivo a la obediencia de Cristo (II
Corintios 10:5).
Podemos parafrasear la línea, entonces, para leer que no ignoramos los

esquemas, los planes, las estratagemas, los trucos de Satanás. Sabemos
cómo funciona su mente. Esta es una verdad muy importante. Todo estado
mayor busca conocer la psicología de los jefes enemigos para que puedan
anticipar sus movimientos en la guerra. Dios nos ha dado tal retrato de
191
la mente de Satanás que todas sus artimañas son conocidas, y nunca debemos ser tomados por
sorpresa.
Cómo funciona la mente de Satanás
En otra frase, Pablo les dijo a los cristianos que debían vestirse con toda la armadura de Dios para
que pudieran estar firmes contra las asechanzas del diablo. La palabra inglesa es prácticamente
sinónimo de dispositivos
en el otro verso, pero la palabra original está apenas un poco alejada de la que ha sido transliterada
como nuestra palabra para métodos. Su significado más profundo sería la búsqueda de un fin por
caminos tortuosos, y por lo tanto significa fraude y artificio. Poniendo las ideas expresadas por las
dos palabras maquinaciones y artimañas en un significado común, encontramos que la Escritura nos
dice que el funcionamiento de la mente de Satanás, en el fraude, truco, estratagema y artificio no
tiene por qué ser desconocido para nosotros. La razón por la que Pablo pudo decir que no ignoramos
estas cosas es, por supuesto, porque tenemos la clara revelación de la enseñanza de la Palabra de
Dios con respecto a ellas. Seguramente una de las mayores estratagemas de Satanás ha sido el
intento de mantener a los hombres en la ignorancia de la verdadera naturaleza de su ser y las
fraudulentas dimensiones de sus pretensiones.
Consideraremos en este capítulo las artimañas y artimañas de Satanás con respecto a sí mismo, su
existencia, su naturaleza, su apariencia, su lugar de residencia pasado, presente y futuro, su poder
y su conocimiento.
Desconocido para ellos
Fue Baudelaire quien dijo: "La artimaña más astuta del diablo es hacer creer a los hombres que no
existe". Para multitudes de personas, generalmente entre las más cultas, la idea de un demonio es
algo que debe recibirse con una divertida tolerancia. Denis de Rougemont, al comienzo de su libro
La Part du Diable escribe: "Reconozca inmediatamente que esta estratagema de difundir la idea de
su propia inexistencia nunca ha tenido más éxito que en la actualidad. Incluso aquellos que 'todavía'
creen en Dios
192
Creo tan poco en el diablo que seguramente se me acusará de oscurantismo, o

simplemente de falta de seriedad, si persevero en mi proyecto de escribir un libro
completo sobre el tema. El primer truco del diablo es su incógnito. Dios dice, Yo soy el
que es.' Pero el diablo, que está poseído por el deseo de imitar la verdad torciendola,
nos dice, como Ulises al cíclope, yo no soy nadie. ¿A qué le temes? ¿Vas a temblar ante
lo inexistente?" Este autor suizo continúa afirmando que la Biblia proclama la existencia
del diablo en casi todas las páginas, pero lamentablemente no tiene un conocimiento de
la Biblia lo suficientemente amplio como para poder hacerlo. usar sus grandísimos
talentos para presentar al diablo desde el punto de vista de la Palabra de Dios. Él mismo
cae en algunas de las trampas tendidas por el diablo, y, mientras hace muchas
observaciones astutas sobre la naturaleza de la tentación, y mientras que él hace la llana
afirmación de que cualquiera que crea en la verdad de la Biblia ciertamente debe creer
en la realidad objetiva de Satanás, no comprende la verdadera naturaleza y propósito de
Satanás en la guerra invisible.
Sin enemigo, sin necesidad de defensa
Negar la existencia de Satanás lleva a negar la existencia de Dios tal como Él se

presenta en la Palabra. Negar la existencia del verdadero Dios es negar la existencia
del perdón y dejar al pecador en medio de su pecado. Fácilmente se puede ver, por lo
tanto, por qué el enemigo no quiere que los hombres piensen que él existe. Si no hay
enemigo, no hay preparación para la defensa. Si no hay preparación para la defensa, el
enemigo puede atacar donde quiera.
A la inversa, por supuesto, la negación de la existencia de Dios lleva consigo la negación
de la existencia de Satanás. El resultado es el mismo cualquiera que sea el camino por
el que se aborde la cuestión.
A veces se logra el mismo resultado mediante la negación de otro mundo. Por supuesto,
si no hay otro mundo, no hay Dios personal ni Satanás, y estamos de vuelta en el mismo
objetivo. Si no hay cielo, no hay infierno.
Si no hay Juez eterno, no hay pecado ni autor del pecado. Si hay
193
no hay verdad, no hay mentira y no hay padre de mentira. De Rougemont

escribe: "El ángel caído dice: 'Yo soy tu cielo, no hay otra esperanza'. El
Príncipe de este mundo dice, 'No hay otro mundo.' El Tentador dice, 'No hay
juez.' El Acusador de los hermanos dice: 'No hay perdón'. El mentiroso lo
resume todo ofreciéndonos un mundo sin obligaciones ni sanciones, cerrado
sobre sí mismo pero recreado sin cesar a imagen de nuestras complacencias,
'No hay realidad'. Finalmente, Legión pronuncia la máxima blasfemia: 'No hay
nadie'. El mundo moderno (y cada uno de nosotros en él) en la medida en que
sueña con deificar al hombre por su saber, o en que niega la trascendencia, o
en que se entrega al imperio del poder o de la pasión, o en que ahoga al
individuo en el anonimato irresponsable de las masas : el mundo moderno (y
cada uno de nosotros en él) se somete a la ley de Satanás y, al mismo tiempo,
se vuelve incapaz de saber a quién está sirviendo realmente... Así, el propio
Satanás la acción sirve para ocultarlo a los ojos de quien domina. Satanás
desaparece en sus éxitos y su triunfo es su incógnita. La prueba de que el
diablo existe, actúa y triunfa está en que el mundo inteligente ya no cree en él. ."
Cuernos, pezuñas y cola
Para aquellos que ven que el diablo debe existir, les ha propuesto otra artimaña
para argumentar su inexistencia haciendo circular ideas falsas sobre su ser.
Busca argumentar su inexistencia presentando nada más que cuernos, pezuñas
y cola. En la Edad Media, cuando la gran mayoría de los hombres eran
analfabetos, la Iglesia presentaba obras de teatro milagrosas que contaban
historias religiosas desde un escenario. La virtud fue asediada por el vicio, con
la incitación de Satanás, y la nobleza acudió en ayuda de la virtud que siempre
triunfó al final. ¿Cómo se iba a representar al diablo en el escenario para que
el siervo más bajo pudiera reconocerlo de inmediato? Una figura vestida de
rojo, con protuberancias córneas en la cabeza, con pezuñas hendidas y con
cola se desarrolló para representar al diablo. Además, este era retratado como
el amo del infierno y el que estaba a cargo de atormentar las almas en el infierno. De don
194
la idea de una caricatura física del ser que ya hemos visto era la criatura más
hermosa, la más maravillosa que jamás haya surgido de la palabra creadora de
Dios?
La evolución de esta idea parece haberse producido de la siguiente manera: en

la profecía de Isaías contra Babilonia, se dice que el lugar de la ciudad antigua
sería un desierto y que habitarían allí ciertos animales salvajes. En la versión
King James estos se presentan como "bestias salvajes de las islas"
(Isaías 13:21,22). Estas palabras representan una serie de palabras hebreas
cuyo significado, en algunos casos, es oscuro. Cuando nos detenemos a pensar
que el ser humano promedio no puede distinguir entre una liebre y un conejo, ya
sea por vista o por definición, o entre un coyote, un lobo y un chacal, la dificultad
para identificar a los animales salvajes descritos por palabras raras en un el
lenguaje muerto puede volverse más evidente. La traducción francesa más
importante del Antiguo Testamento traduce las cinco palabras citadas
anteriormente como "animales del desierto", "búhos", "avestruces", "cabras" y "chacales".
Sátiro
Nos interesa sólo una de estas palabras, la que se traduce como "cabra" en
francés y "sátiro" en inglés. En hebreo la palabra es sair, y podemos entender
bien cómo los hombres que estaban traduciendo la Biblia, y que llegaron a incluir
listas de animales salvajes totalmente desconocidos en la Inglaterra del
Renacimiento, tomaron la palabra satyr que sonaba un poco como sair, y la
insertaron por la traducción. Pero hay una gran diferencia. La palabra "sátiro" se
usa tanto en latín como en griego para los dioses o demonios del bosque, en
forma en parte humana y en parte bestial, que se supone que son los compañeros
de Baco. En el arte griego de la época prerromana, el sátiro se representaba
con orejas y cola de caballo. Los escultores romanos lo asimilaron en cierta
medida al fauno de su mitología nativa, dándole orejas, cola y patas de cabra y
cuernos en ciernes.
195
La palabra hebrea debería haber sido traducida simplemente por algún término como
"cabra salvaje", que usa la versión revisada en inglés. En su lugar, se usó la palabra
sátiro (quizás también porque Lutero había traducido la palabra Feldgeister - espíritus
del campo - siguiendo quizás los demonios de la Septuaginta), y la carrera de Satanás
como un monstruo, ya iniciada en el mundo pagano, parecía tener el sello de las
Escrituras La figura cómica de los dramas milagrosos, degeneró en la figura porcina
retratada por Durero; y, aunque Miguel Ángel lo describió como la personificación
masiva de las fuerzas del mal, se ha convertido, en los tiempos modernos, en el
personaje elegante y suave, el delgado caballero-diablo del Fausto de Gounod , o las
estatuillas alegres (porque hay un Mrs. Devil in France) que se encuentran en el
vestíbulo de uno de los salones más importantes de la moda parisina.
Así que hay quienes, fascinados por la imagen tradicional del diablo que es tan
evidentemente pueril, no piensan que tal vez el verdadero diablo está trabajando en una
forma muy diferente, tal vez incluso la suya. Qué ilógico es el imperdonable sofisma de
estos escépticos que arguyen: "El diablo es un muchachito inteligente vestido de rojo,
con cuernos y rabo; nunca podría creer en un muchachito inteligente vestido de rojo,
con cuernos y rabo; por eso no creo en el diablo". Eso es todo lo que quiere.
Todavía hay otro subterfugio en el que Satanás se ha escondido para engañar mejor a
algunos. Tiene seguidores que niegan su existencia pensando en él, no como un
demonio personal, sino como la figura mitológica del mal. Podemos ver cuán sutil es
realmente el diablo cuando es capaz de inventar una noción de que se esconde en el
pecado mismo. De Rougemont señala que este truco de Satanás es muy efectivo porque
los hombres se aterrorizarían al ver al verdadero Satanás, mientras que el pecado
despierta un sentimiento que es menos miedo que deseo. Él escribe: "Si pudiéramos
ver al diablo mismo en medio de cada pecado, seríamos mucho más prudentes, porque
el pecado atrae pero el diablo asusta.
El arte del diablo, por lo tanto, es hacerse invisible en nuestras tentaciones. Es un
maestro en mostrar patas blancas, como el lobo feroz en
196
Caperucita roja. En verdad, el diablo no es peligroso cuando es tan visible que

nos asusta, sino solo cuando está donde no podemos verlo". las cosas que vio.
Adjuntó una tarjeta al borde de la pantalla, que decía: "¡Ten cuidado! ¡El diablo
está en esta caja!"
¿Cuál podría haber sido el resultado si la llamada oración del Señor se hubiera
traducido correctamente, "No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal"?
— porque la palabra griega que se traduce mal en el Libro de oración y en las
versiones comunes es la palabra que se usa para el maligno o el inicuo en muchos
pasajes del Nuevo Testamento (Mateo 13:19, 38; Juan 17:15; I Juan 2: 13, 14;
3:12; 5:18, 19).
De Rougemont tiene una frase más adecuada en relación con el diablo
escondiéndose en el pecado. "Tan pronto como crees que lo ves porque ha
actuado de una manera extrema, tan pronto como intentas desenmascararlo
dentro de los pecados, se te escapa haciendo que los hombres de ciencia te
enseñen que el pecado no existe: lo que realmente es el problema es algún
problema con las glándulas endocrinas, o alguna fantasía de la mente
subconsciente, o alguna enfermedad mental, o un ajuste social inapropiado... No
somos responsables de nada. No somos malos; simplemente están enfermos. . .
”. En vista de la actualidad ganada por los conceptos psicológicos falsos, es
importante darse cuenta de que estas ideas son satánicas en todas partes y que
Satanás se esconde dentro de estas frases modernas tal como se escondió en los sátiros y
Además de estos artificios y artimañas de Satanás en relación con su existencia

o inexistencia, y sus intentos de ocultarse en diversas formas o ficciones, el padre
de la mentira está especialmente preocupado por difundir ideas falsas sobre su
origen, su historia pasada, su morada presente y su destino futuro. Hemos tocado
ciertas fases de esto en puntos anteriores de este estudio, pero a riesgo de repetir,
creemos que es necesario exponer en un solo lugar toda la verdad bíblica sobre
la morada de Satanás.
Hemos señalado que el pecado no comenzó en el cielo; comenzó en la tierra.
197
El gran movimiento de Satanás fue hacia el cielo, y Dios ha permitido que Satanás
ocupe una parte de su dominio desde el primer grito arrogante: "Subiré al
cielo" (Isaías 14:13). Lucharemos contra huestes espirituales de maldad en los
lugares celestiales (Efesios 6:12).
Muchos han sido engañados por el uso del pasado profético en la declaración de
nuestro Señor: "Vi a Satanás caer del cielo como un rayo" (Lucas 10:18).
De Rougemont comienza uno de los capítulos de su obra sobre el diablo con la cita
de este texto y la frase inicial: "La Biblia nos enseña que Lucifer es un ángel caído
del cielo". La Biblia no nos enseña nada por el estilo.
Una de las mentiras comunes que el diablo ha hecho pasar entre los hombres
como una buena moneda es la idea de que Satanás está ahora en el infierno, que
él es el gobernante del infierno y que tiene el poder de castigar a los hombres en el
infierno. La verdad es que el diablo nunca ha sido castigado todavía; que no sabe
cómo es el infierno sino por la Palabra de Dios; que, cuando finalmente llegue al
lugar de su castigo, estará allí como el principal preso fuera de la ley y no como
gobernante, gobernador, carcelero o torturador. Hay una gran confusión que surge
de esta ilusión generalizada de que Satanás está actualmente en el infierno y que él
es el gobernante de ese lugar.
El difunto CS Lewis ha escrito el libro más famoso de la última generación sobre el

tema del diablo. Las Screwtape Letters, si bien contienen una porción de fantasía,
están fuertemente cargadas de excelentes enseñanzas sobre los métodos que usa
el diablo para seducir a hombres y mujeres para sus fines. Incluso podríamos sugerir
una lectura cuidadosa del libro como posdata de este capítulo. CS Lewis enmarca
toda su obra como escrita en Screwtape in hell, que el demonio llama "la casa de
nuestro Padre", y lo hace hablar de Satanás como "Nuestro Padre Abajo". Esto
puede ser inteligente, pero no es cierto. Satanás aún no está "abajo". En la
decimonovena carta de Screwtape a Wormwood, leemos: "Cuando se planteó por
primera vez la creación del hombre y cuando, incluso en esa etapa, el Enemigo ( es
decir, Dios) confesó libremente que
198
previó un cierto episodio sobre una cruz, el Padre Nuestro ( es ,decir , el diablo)
muy naturalmente buscó una entrevista y pidió una explicación. El Enemigo no
dio más respuesta que la de producir la historia absurda sobre el amor
desinteresado que ha estado circulando desde entonces. Este Padre Nuestro,
naturalmente, no podía aceptar. Le imploró al Enemigo que pusiera Sus cartas
sobre la mesa y le dio todas las oportunidades. Admitió que sentía una verdadera
ansiedad por conocer el secreto; el Enemigo respondió: 'Deseo con todo mi
corazón que lo hayas hecho'. Fue, me imagino, en esta etapa de la entrevista
que el disgusto de Nuestro Padre por una falta de confianza tan no provocada
lo llevó a alejarse una distancia infinita de la Presencia con una brusquedad que
ha dado lugar a la ridícula historia enemiga de que fue forzado. echado del
cielo.” Espiritualmente, por supuesto, Satanás está exiliado, pero físicamente
todavía tiene acceso al cielo y aún no conoce el infierno.
De Rougemont le da a Satanás el título del infierno en frases aún más definidas.

Y ciertamente podría tenerlo todo, ya que en los evangelios se le llama Príncipe
de este mundo, pero nunca tendrá otra cosa que este mundo.
Nunca reconquistará el cielo, que es realmente el alma de este mundo. No
tendrá nada más de nuestro universo que el cadáver material. Y Satanás
probablemente usará los escombros de esta Casa transformada y degradada
como combustible para calentar su infierno". Nada podría estar más lejos de la
verdad que hablar del infierno de Satanás. Satanás no tiene infierno. Solo hay
un infierno y ese es el de Dios. El infierno lo preparó, y lo preparó para el diablo
y sus ángeles (Mateo 25:41) Si los hombres finalmente van allí, es porque Dios
lo ensancha, para que su boca se abra sin medida (Isaías 5:14) El Señor Jesús
enseñó muy claramente que es nuestro Dios quien tiene el poder del castigo
eterno y quien lo ejerce: "No temáis a los que matan el cuerpo", dijo a los
discípulos, "y a los que no pueden matar el alma: temed más bien a aquel [Dios]
que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28).
199
En el tímpano, el espacio triangular sobre la entrada de las puertas de muchas

catedrales góticas, hay una escultura, a veces en bajorrelieve, a veces en altorrelieve,
que representa con frecuencia un gran error. Bajo la punta del arco está la cabeza
barbada que representa al Padre.
Debajo hay una paloma con las alas extendidas, que representa al Espíritu Santo. El
centro del triángulo es la figura de Cristo entronizado, rodeado por la Virgen y los
ángeles o apóstoles. Debajo de los pies del Señor, el espacio oblongo restante se llena
con una representación del supuesto juicio final. En el centro hay una balanza en la que
se pesan las almas, mientras el ángel registrador comprueba el procedimiento a partir
de un pergamino. A un lado, los ángeles dan alas a las almas de los bienaventurados
que se elevan boquiabiertos con un canto hacia los ángeles. Por otro lado, hay diablillos
y demonios que aguijonean las almas de los condenados que aúllan y hacen muecas
hacia las llamas del tormento que a veces se pintan de rojo para hacer que la escena
sea más aterradora. Podemos estar seguros por la Palabra de Dios que Satanás fue el
autor de esa idea artística, y que es simplemente una parte de sus mentiras para ocultar
su pasado, glorificar su presente y oscurecer su futuro.
El diablo ciertamente sabe todo lo que la Biblia tiene que decir acerca de él, y lo entiende
muy bien. Los ángeles no caídos de Dios sumergen ansiosamente su mirada (el verbo
griego es muy fuerte) en las profundidades de la Escritura para sondear el significado (II
Pedro 1:12). Los demonios también creen y tiemblan (Santiago 2:19). Podemos estar
seguros de que el jefe de los rebeldes conoce cada línea y palabra de las Escrituras. Él
se lo citó a Cristo (Mateo 4:6), y él mismo ha sido gravemente herido por sus estocadas,
no solo cuando lo empuñaba el Señor, sino también cuando lo usaban los creyentes,
porque se nos dice que "lo vencieron por la sangre". del Cordero, y por la palabra del
testimonio de ellos" (Apocalipsis 12:11), que es un testimonio de alineamiento con la
Palabra de Dios.
200
20. Las artimañas de Satanás (continuación)
El diablo sabe, entonces, que su destino es seguro. Sabe que su poder siempre ha
estado limitado por las carencias de su propio ser, y que nunca se ha permitido que su
malignidad se extienda más allá de los límites de la voluntad permisiva de Dios. Él sabe,
como veremos en detalle, que en el Calvario estuvo expuesto a la mirada de todas las
huestes angélicas, y que desde el momento en que se dictó el juicio, era sólo cuestión
de tiempo hasta que el veredicto fuera ejecutado en su contra. . Él sabe que la sentencia
se ejecutará así como la Palabra la extiende en el registro, de modo que un día irá al
lago de fuego que fue preparado para él y sus ángeles (Mateo 25:41). Podemos entender
bien, por lo tanto, por qué el diablo busca hacer creer a la gente que tiene un poder que
nunca tuvo, y que este poder es de alguna manera independiente del poder de Dios y
no está sujeto a él. Si pudiera sostenerse que tenía algún interés en el gobierno del
infierno, sería visto, en cierto sentido, como un vencedor eterno. Pero se limita a mentir
sobre su prestigio y posición, exhibiendo así los andrajos andrajosos en el revestimiento
de su orgullo.
Si Satanás establece mentiras acerca de su origen, su morada y su futuro, no debemos

sorprendernos de que mienta acerca de sus atributos.
Si bien tiene un gran poder, sin embargo, no se debe pensar ni por un momento que el
diablo tiene todo el poder, o incluso que tiene algún poder fuera de la voluntad permisiva
de Dios. Satanás es una criatura. Si entendemos el significado de esa palabra, todo el
asunto está dicho. Satanás fue lo suficientemente audaz para venir al mismo Señor
Jesús y decir: "Mío es el reino, y el poder y la gloria" (Lucas 4:5, 6). Pero el Señor Jesús
rápidamente enseñó a Sus discípulos a atribuir el reino, el poder y la gloria al único Dios
verdadero (Mateo 6:13). Cristo dijo cuando estaba a punto de regresar al cielo: "Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:20). El Espíritu le enseñó a
Juan a decirle a la Iglesia: "Mayor es el que está en vosotros que el que está en el
mundo" (I Juan 4:4).
201
Satanás no omnipresente
Un error que es más común es el pensamiento de que Satanás es omnipresente.

Hay quienes piensan que Satanás puede estar presente al mismo tiempo en América y
en África, en China e Inglaterra, lanzando personalmente sus dardos de fuego a quien
quiera. Esto simplemente no es cierto. Es dudoso que muchos de los que leen estas
palabras hayan conocido alguna vez la atención personal del diablo. Si un viejo soldado
en una convención de veteranos comenzara a tejer un cuento sobre un combate cuerpo
a cuerpo personal con Hitler o Mussolini, sus camaradas se reirían de él. Los grandes
líderes del poder enemigo no estaban en trincheras luchando con soldados de la
retaguardia. Eliseo era un enemigo de suficiente importancia como para enfrentarse a
una poderosa fuerza de las huestes de Satanás, pero no se menciona que Satanás
mismo esté presente. Daniel solo atrajo a uno o dos capitanes de los principados y
potestades para impedir la transmisión de la revelación divina. Pablo, al menos en una
ocasión, no tuvo más que un mensajero de Satanás para abofetearlo (II Corintios 12:7).
El mayor de los ángeles que permanecieron fieles a Dios se encontró cara a cara con
Satanás. Miguel, el arcángel, cuando cumplía una orden de Dios concerniente al cuerpo
de Moisés, fue interrumpido personalmente por Satanás, y Miguel podía tratar con él
solo encomendándolo al Señor para reprensión (Judas 14).
Entre aquellos seres humanos que se encontraron personalmente con Satanás, según
la Escritura, se pueden nombrar los siguientes: Eva (Génesis 3:1), Pedro (Mateo 16:23;
Lucas 22:31), Ananías (Hechos 5:3), y , tal vez, Pablo en una ocasión diferente a la
mencionada anteriormente (I Tesalonicenses 2:18). Decimos tal vez porque hay una
sombra de diferencia entre una tentación que es traída personalmente por el mismo
diablo y una que es traída por uno de sus secuaces. Puede que no haya mucho consuelo
en esto para alguien que es abofeteado por un mensajero de Satanás, pero creemos
que se debe hacer la distinción para señalar ciertos hechos relacionados con las
limitaciones de Satanás.
La hija de Abraham, quien estuvo atada por Satanás durante dieciocho años (Lucas
13:16), indudablemente fue retenida por un miembro de las legiones de Satanás.
Creemos que una idea similar se expresa en pasajes como los que hablan
202
de Satanás tentando (I Corintios 7:5) y obteniendo ventaja sobre el creyente (II Corintios
2:11).
Judas
Al mencionar el hecho de que siete personajes de la Biblia se presentan como objeto
del ataque personal de Satanás, no mencionamos a Judas a propósito. La razón de
esto es la declaración de Cristo de que Él había elegido a los doce, uno de los cuales,
Judas, como muestra el texto original, es "el diablo" (Juan 6:70). Que los discípulos no
tenían la más remota idea de que Judas era algo diferente de los demás lo prueba el
hecho de que cuando el Señor anunció más tarde en la mesa de la Pascua que uno de
ellos lo traicionaría, no hubo ningún pensamiento en absoluto. entre ellos que Judas era
el indicado, pero cada uno comenzó a decir: "Señor, ¿soy yo?" Este parece ser un caso
de completa y absoluta posesión satánica de Judas por parte de Satanás, quizás a
intervalos al principio, y luego finalmente, cuando el Señor le dio a Judas el bocado en
la mesa y Satanás entró nuevamente en él para llevarlo a la desesperada muerte. final.
Judas nunca fue en ningún momento un creyente; nunca en ningún momento un hijo de
Dios. Se convirtió en un hijo del diablo, y el diablo lo llevó a la tumba.
De Rougemont tiene un excelente pasaje sobre el suicidio que vale la pena resumir
aquí. Hablando de la tentación de Eva, señala que no fue el mal en ella lo que la tentó,
sino la imaginación de un bien mejor que el que Dios le había ofrecido. Era una tentación
a la utopía, y todo movimiento hacia cualquier utopía es siempre una tentación satánica.
Primero fue la imaginación, luego el deseo de un bien que estaba más allá de la realidad
y que el plan divino no ofrecía. Es más tarde, varias generaciones de pecadores en la
historia más allá de Eva, y después de ceder continuamente al pecado interior, que el
mal llega a dominar al individuo, a convertirse en una segunda naturaleza. Luego cita a
Baudelaire: "El hombre y la mujer saben desde que nacen que la voluptuosidad se
encuentra en el mal. La voluptuosidad única y suprema
radica en la certeza de hacer el mal". Entonces De Rougemont concluye: "Pero al
203
en este punto se desencadenan complicados mecanismos que conducen, a través de la

perversión, el autocastigo y la conciencia desgarrada, al deseo de autodestruirse. ¡Destruirse
para volverse inocente! Escapar a su manera de las consecuencias del mal que ha hecho;
castigarse sin recuperación. Este es el misterio del suicidio y la lógica de Judas, la última
tentación, la utopía suprema”.
Dios guarda lo suyo
Si bien Satanás, sin duda, recibe informes de todos sus lugartenientes, él mismo no está en
todas partes. Aunque puede atacar a un cristiano, siempre hay un término para su ataque.
Así como los ángeles vinieron y ministraron a Cristo cuando el diablo lo dejó después de la
tentación (Mateo 4:11), así podemos estar seguros de que nuestro Dios protege de los
ataques del enemigo contra todos los Suyos después de un límite predeterminado y nos
ministra. Él mismo. Dios nunca permitirá que seamos probados más allá de nuestra
capacidad para enfrentar la prueba (I Corintios 10:13).
Hijos de la ira
La vieja naturaleza adámica es suficiente en sí misma para mantener en jaque a muchos

millones de almas perdidas. Tenga en cuenta que no los llamamos súbditos de Satanás, ni
siquiera los hijos de Satanás. No creemos que todos los nacidos de Adán sean, por lo tanto,
hijos de Satanás. La Biblia indica que todos nacen hijos de la ira (Efesios 2:3), pero que uno
llega a ser hijo de Satanás como otro llega a ser hijo de Dios. Resaltaremos esto más
claramente en el capítulo sobre los motivos y la religión de Satanás. Las fuerzas de Satanás
están ocupadas únicamente en su gran esfuerzo por construir su reino y oponerse a los que
son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. El resto del mundo descansa recostado en su
abrazo, porque la palabra griega en I Juan 5:19 describe el mundo en los brazos de Satanás
en un término que representa a una ramera en los brazos del que la ha contratado: cuerpo
entregado. , tal vez, pero aún con una poderosa voluntad propia. Nunca debemos olvidar
que el hombre tiene una naturaleza que en esencia no desea nada más que su propia
voluntad. Para que una naturaleza adámica desee la voluntad de Satanás, debe haber una
perversión de la voluntad y una inclinación consciente a Satanás que podría incluso
204
describirse como una regeneración satánica. El verbo keitai que se usa para
describir el mundo que yace en el maligno es el mismo que en el proverbio
repetido a menudo de Homero sobre los asuntos que yacen en el regazo de
los dioses ( Ilíada 17:514; 20:435; etc.; Odisea 1:267; etc.).
Sin terreno de vivienda común
Aunque Satanás pueda viajar con la velocidad del pensamiento y aunque sea
el señor supremo de una gran cantidad de subordinados que le reportan,
nunca podrá estar en el trono de Dios ni podrá entrar en el cuerpo o ser de
alguien que tiene nacido de nuevo y cuyo cuerpo ha llegado a ser templo del
Espíritu Santo (I Corintios 6:19). Presentamos esta declaración categóricamente
a pesar de los trabajos del grupo inglés conocido como los Vencedores, cuya
biblia es frecuentemente el libro de la Sra. Penn-Lewis, War on the Saints. No
conocemos idea más insalubre que la que llevaría a los cristianos a la
introspección, buscando ataques de Satanás en su interior, o a una
circunspección que haría que los cristianos vieran impurezas al darse la mano,
o tocar de alguna manera a una persona que pudiera estar poseída por el
demonio. No hay compañerismo entre la justicia y la injusticia.
No hay comunión entre la luz y la oscuridad. No hay concordia entre Cristo y
el diablo. No hay una morada común para la fe y la infidelidad. No hay acuerdo
entre el templo de Dios y los ídolos (II Corintios 6:14-16). Ante estas
afirmaciones definitivas de la Palabra de Dios debemos permanecer firmes.
Puede haber ataques contra el cristiano por parte del enemigo, pero el cristiano
puede no estar poseído. La Biblia muestra ataques a la salud física de Job.
Enseña que los líderes cristianos tienen el derecho de entregar a los cristianos
descarriados en las manos de Satanás por tales ataques (I Timoteo 1:20),
incluso hasta el punto de la muerte física como juicio para que el alma liberada
pueda ir inmediatamente al cielo, pero con todas las obras quemadas, salvos
como por fuego (I Corintios 3 15). Hay tentaciones de afuera sobre el alma que
vienen de Satanás a través de la carne (I Corintios 7:5). Hay tentaciones de
afuera sobre el alma a través del mundo (I Juan 2:15-17). Hay tentaciones
sobre el alma.
205
que provienen directa y personalmente de Satanás, pero aunque hay posibilidades de

acción enemiga, no hay posibilidad de que el diablo pueda poseer el alma o el cuerpo
del que ha nacido de nuevo.
La ignorancia de Satanás
Otro dispositivo más de Satanás es hacer que los hombres crean en su sabiduría más
allá de sus límites reales. Sin duda, Lucifer fue la criatura más sabia que jamás haya
surgido de la Palabra de Dios. Aunque Satanás ha retenido la sabiduría de Lucifer en
un sentido pervertido, ciertamente no es omnisciente. Hay dos cosas, por lo menos, que
Satanás no sabe. Puede ser psicológicamente astuto y un buen adivino, pero no sabe lo
que sucede dentro del
mente y corazón del hombre, y éste no conoce el futuro.
En uno de los Salmos, David canta: "Oh Señor, me has examinado y me has conocido.
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; entiendes mi pensamiento a lo lejos... Ninguna
palabra llega a mi lengua hasta mucho después de haberla conocido". (Salmo 139:1-4).
Tal lenguaje, usado por Dios, nunca podría ser usado por Satanás. Él tiene la larga
experiencia del seductor malvado. Conoce los gestos y las miradas del género humano
sin excepción. Su habilidad para conocer los motivos y los pensamientos de los hombres
está muy por encima de la que posee el simple hombre. Todos nosotros, en mayor o
menor medida, leemos la mente de los que nos rodean, pero no podemos entrar en sus
mentes para saber que las hemos leído correctamente. Satanás, en un grado mucho
mayor, puede leer las mentes de los hombres desde afuera. La Biblia no apoyará ni por
un momento la opinión de que el diablo tiene el poder, poseído sólo por Dios mismo, y
que Él usa por medio de la Palabra que es la que "discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón" (Hebreos 4: 12). Quizá en ningún campo ha ganado Satanás
el interés de más gente que en el que ha creado mediante la circulación de la idea de
que puede conocer el futuro o de que puede revelar el futuro al hombre. Su primera
mentira a Eva incluyó la promesa de saber algo que estaba oculto. La misma búsqueda
del futuro es el hecho subyacente del gran evento que tuvo lugar
206
lugar en las llanuras de Shinar y que hizo que el Señor Dios interviniera en un
juicio que confundió las lenguas de los hombres e instituyó la maldición de la
nacionalidad. La torre de Babel no era una torre que los hombres intentaban
construir más allá de las altísimas alturas de las colinas circundantes, sino
que, como muestra el lenguaje original, era un zigurat en cuya parte superior
había un zodíaco donde los sacerdotes consultaban las estrellas para sus
pronósticos, y donde se centró un culto al sol y la luna y las estrellas.
En el gran juicio sobre Babilonia expuesto en la profecía de Isaías, hay un

resumen de la historia de Israel con respecto a su búsqueda del conocimiento
del futuro aparte de Dios. Leemos: "Estad firmes en vuestros encantamientos,
y en vuestras muchas hechicerías, con que os afanáis desde vuestra juventud;
tal vez podáis tener éxito, tal vez podáis inspirar terror. Estáis cansados de
vuestros muchos consejos: que ahora el astrólogos, los astrónomos, los
adivinos mensuales, levántense y os salven de lo que os ha de
sobrevenir” (Isaías 47:12, 13). La frase clave es que habían trabajado en sus
hechicerías desde su juventud. Fue contra estas prácticas que el Señor había
advertido a Israel incluso antes de que entraran en la tierra prometida. Habían
dejado las diabluras de Egipto, que estaban todas ligadas a la adoración de
los dioses astrológicos, y ahora se dirigían a Palestina, donde tendrían a los
paganos a su alrededor. Pero debían tener cuidado de sí mismos, el Señor les
dijo a través de Moisés, "no sea que alcen sus ojos al cielo, y cuando vean el
sol y la luna y las estrellas, incluso todo el ejército del cielo, se desvanezcan".
y adoradles" (Deuteronomio 4:19).
Con el paso de los siglos, los hijos de Israel se corrompieron precisamente en

esto. El Señor envió a los asirios a conquistarlos porque habían intentado
conocer el futuro a través de los medios satánicos que se habían establecido
en todas las naciones paganas. Leemos de la invasión asiria: "Y esto fue así
porque los hijos de Israel habían pecado contra Jehová su Dios... y los hijos
.
de Israel hicieron en secreto cosas que no eran
207
justo contra Jehová su Dios: y les edificaron lugares altos en todas sus ciudades
(es decir, torres con zodiacos para profecías astrológicas concernientes al futuro
como en Babel) desde la torre del atalaya hasta la ciudad fortificada. y adoraron. .
todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal" (II Reyes 17).
A lo largo de los últimos años de la historia de los hijos de Israel, la historia es la
misma, contada una y otra vez. Construyeron lugares altos; adoraron al ejército
del cielo. El Señor envió juicio sobre ellos.
Las implicaciones de cualquier idea religiosa que busque obtener conocimiento
del futuro por medios fuera de la Palabra de Dios es que la revelación divina no
es lo suficientemente grande para el hombre. Se merece algo mejor de Dios que
los estrechos confines de un libro tan limitado; por lo tanto, el hombre buscará el
conocimiento del futuro aparte de Dios. La idea es antigua. Comed de este fruto,
y seréis como dioses, conociendo el fin desde el principio.
La historia de los esfuerzos del hombre por descubrir el futuro y los métodos que
ha usado en la búsqueda llenaría muchos estantes de libros. La literatura de
adivinación no es pequeña. Todas las sibilas, los augurios, las profecías, los
presagios y los presagios del pasado pueden ser igualados por los métodos que
se usan hoy. En el pasado, los hombres estudiaban el vuelo de los pájaros, el
paso de las nubes, las entrañas de las aves recién sacrificadas para conocer el
futuro. Consultaron oráculos y brujas, adivinos y videntes, y todo porque no les
gustaba tener a Dios en su conocimiento (Romanos 1:28). Hoy los hombres
deciden sus acciones sobre la base de las viejas diabluras tanto como de las nuevas.
Todavía hay multitudes que leen horóscopos y consultan las estrellas.
Otros actúan sobre el lanzamiento de una moneda, el corte de una baraja, el
movimiento de un tablero de ouija. Algunos de ellos hacen esto sin saber que
ouija es la combinación de la palabra sí en francés y alemán. El diablo siempre
dice sí, sí a sus seguidores. No les gusta un No por respuesta; por lo tanto,
tendrán Sí. Y todo ello bajo el pretexto de un ser que no tiene ni la más remota
idea de lo que va a ocurrir mañana, más allá de lo que puede leer en las profecías
de la Biblia, o puede prever a la manera de un buen comentarista político o
columnista.
208
El hecho de que Satanás no supiera el futuro es una prueba segura de su condición de criatura.
El Señor ha presentado un desafío definitivo sobre este punto que Satanás nunca podría
enfrentar. Expongan su caso, dice Jehová; traigan sus pruebas, dice el Rey de Jacob.
Expónganlas, y explíquennos lo que ha de acontecer; díganos las cosas anteriores, cuáles son,
para que las consideremos, para que podemos saber su resultado, o anunciarnos las cosas por
venir.
Dinos lo que sucederá después de esto, para que sepamos que ustedes son dioses. . . .
He aquí, nada sois, y nada es vuestra obra; abominación es el que os escoge" (Isaías 41:21-24).
Aunque Dios ha desafiado a los hombres para que anuncien el futuro, es cierto que tal poder
es reclamado por médiums espirituales, aunque los acontecimientos no lo confirman. Jennings,
en su obra sobre Satanás, tiene un excelente párrafo sobre esta afirmación. "Todavía debemos
recordar que cuando los hombres se apartan de la luz, una doble oscuridad cae sobre ellos, y
que así se ponen de una manera peculiar en el poder del maligno, de modo que el 'fuerte
engaño' del que leemos en 1 Tesalonicenses 2 tiene muchos precursores en engaños menores,
pero aún muy sorprendentes, incluso en la actualidad.
"En aquel día Dios le permitirá engañar al mundo entero con las mismas evidencias que hicieron
decir a Israel: 'Jehová, Él es Dios; Jehová, Él es Dios' (I Reyes 18:39). Entonces parecerá que
sale fuego de cielo. Una imagen hecha de materia muerta parecerá tener vida ya que
aparentemente respira libremente (Apocalipsis 13:15). ¿Quién podrá resistir tales 'pruebas'?
Así que hoy los que tienen comercio con esos espíritus malignos a menudo tienen las cadenas
del engaño se clavó más fuertemente sobre ellos de la misma manera.
Tienen que ver con la sutileza sobrehumana , la habilidad y la inteligencia sobrenaturales y, en

consecuencia, trasciende naturalmente los poderes de la habilidad humana para comprender
los engaños. Cuanto más se entregan los hombres a este tráfico inmundo, más se permite que
los poderes del mal los atrapen. Se predicen eventos futuros, y aunque a veces estas profecías
están completamente equivocadas, a veces parecería como si Dios permitiera su cumplimiento
literal.
209
cumplimiento, posiblemente incluso por la agencia directa de los mismos poderes

espirituales que dieron la profecía. Maravillosa memoria y conocimiento de la
vida de los individuos muestran estos espíritus; habilidad maravillosa, derivada
tanto de sus poderes por creación, como de 6.000 años de tratar con la
humanidad, en discernir los motivos que poseen; y la misma habilidad en el uso
de lo que saben; sin embargo, el Príncipe más alto de todos estos espíritus es
una criatura y de poderes limitados; no puede predecir infaliblemente el futuro".
No daríamos a los médiums espirituales actuales tanto crédito como a Jennings.

Creemos que la porción de fraude en sus tratos es mucho mayor de lo que
muchos imaginan. Hoy todavía no es el día del gran engaño, pero el día se
acerca y el cristiano debe estar listo en todo momento para probar todas las
pretensiones de la Palabra de Dios. Aquí en nuestras manos está el único medio
infalible por el cual podemos detectar lo que es de la verdad y lo que es del
padre de la mentira.
Finalmente, hay una estratagema de Satanás que se usa con más frecuencia y
que es prácticamente pasada por alto por la gran cantidad de personas que
tienen el más mínimo interés en la religión. Este ardid, uno de los más simples y
fáciles de detectar, pero uno de los más difíciles de señalar a la mayoría de las
personas, es que Satanás es ordenado y habla desde los púlpitos cristianos. No
estamos en este punto para estar ocupados con lo que él enseña cuando llegue
allí; eso formará el tema de otro capítulo cuando discutamos los motivos y la
religión de Satanás. Presentamos aquí el simple hecho de que los ministros de
Satanás hablan todos los domingos desde muchos miles de púlpitos.
Hace varios años, en una conferencia de una conferencia bíblica, al hablar de la

fuente del error en la teología cristiana, dije: "No olviden que la Biblia nos enseña
que debemos esperar errores del púlpito. Está ese versículo en el libro de
Corintios". epístola que dice: 'Cuando busques al diablo, no olvides mirar en el
púlpito'". Para mi sorpresa, la audiencia se echó a reír. Me apresuré a decir: "Oh,
admito que esa es mi propia traducción del griego", y
210
una vez más hubo risas. Señalé que no era cosa de risa; que yo era muy
serio. La Versión Revisada dice así: "Porque tales hombres son falsos
apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan a sí mismos como
apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se
disfraza a sí mismo como ángel de luz. No es extraño, pues, que sus
ministros (a menudo con un DD y otros grados) formarse como ministros
de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras" (II Corintios 11:13-15).
La verdad viene de la Palabra de Dios. El error viene del púlpito. Si lo

piensas bien, te darás cuenta de que este debe ser el caso. Los errores
espirituales y religiosos se difunden en su mayor parte desde el púlpito. Es
la doctrina falsa que se predica en miles de sermones la que da validez a
las ideas falsas que sostienen las multitudes. La línea divisoria entre la
verdad y el error está estrictamente en la cuestión del punto de referencia.
Hay quienes apelan a algo fuera de la Palabra de Dios, y hay quienes
apelamos enteramente a la Palabra de Dios.
No hace falta decir que hemos tratado sólo algunos de los artificios y
artimañas del diablo , los que conciernen a su persona, su apariencia y
sus deficiencias. No hemos hablado de sus formas de seducción y
cautivación. Algunos de estos se verán más claramente, quizás, en los
capítulos que siguen. Muchos, por supuesto, se harán evidentes solo en
medio del conflicto a medida que el individuo aprenda a apoyarse en el
poder que ha sido provisto en Cristo y a medir todas las cosas por la
Palabra de Dios. Incluso en este punto, debemos romper por la mitad y
decir que aquellos que vencieron los ataques de Satanás lo hicieron "por
la sangre del Cordero y la palabra del testimonio de ellos" (Apocalipsis 12:11).
211
21. El mundo, la carne y el diablo

El autor de la confusión y las mentiras", como Robert Burton llamó a Satanás en Anatomía
de la melancolía, ha realizado uno de sus actos de mistificación más efectivos al crear
desconcierto, incluso entre muchos cristianos, en relación con sus métodos de ataque. Estos
son triples. No sabemos sabe qué estudiante de la Palabra de Dios acuñó por primera vez
la frase, "el mundo, la carne y el diablo." El uso más antiguo de esta triple división del campo
de ataque se encuentra en el Libro de Oración Común en una oración por un infante, "Dale
poder y fuerza para tener victoria, y para triunfar, contra el diablo, el mundo y la carne".
Ataque triple
En este capítulo mostraremos que el enemigo nos ataca desde estos diferentes ángulos
porque el hombre es un ser triple. Luego mostraremos la naturaleza de la diferencia entre
estas tres tentaciones, y finalmente, mostraremos los métodos establecidos por la Palabra
de Dios a través de los cuales el cristiano puede tener victoria en cada una de las tres
esferas.
Cuando Dios creó a Adán, el acto de la creación se describe de la siguiente manera: “Y

Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un alma viviente” (Génesis 2:7). ). El versículo nos revela que el cuerpo fue hecho
del polvo de la tierra, que el espíritu vino del aliento de Dios y que la combinación produjo el
alma. Sería correcto, a la luz de este versículo, que un hombre dijera: "Soy un alma, tengo
un cuerpo y tengo un espíritu".
Ha habido muchos teólogos que han negado la naturaleza tripartita del hombre. No
encuentran diferencia entre el alma y el espíritu. Sin embargo, la Palabra de Dios
definitivamente hace tal diferencia, y veremos que la diferencia es importante en la psicología
detrás de las diferencias en las tentaciones que vienen a un hombre. Uno de los más obvios.
212
Versículos que nos dicen cómo debemos distinguir entre el alma y el espíritu está
en la epístola a los Hebreos: "La Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante
que cualquier bisturí de dos filos, y penetra hasta dividir el alma y el espíritu". , de
las coyunturas y los tuétanos, y es el crítico de los pensamientos y las intenciones
del corazón" (Hebreos 4:12).
Cuerpo, Alma y Espíritu
Daremos sólo un breve resumen del uso de las palabras cuerpo, alma y espíritu,
porque no sólo será instructivo para nuestro propósito, sino que también mostrará
la extensión de la tarea.
La palabra hebrea que con mayor frecuencia se traduce como "alma" es nephesh.
Se encuentra 754 veces en el texto hebreo y se traduce como "alma" 472 veces.
En los otros 282 lugares, se traduce por no menos de cuarenta y cuatro palabras
o frases en inglés diferentes. Aparte de su uso en la traducción de la palabra
nephesh, "alma" se encuentra solo en otras dos ocasiones en el Antiguo
Testamento (Job 30:15 e Isaías 57:16). Veintidós veces se usa la palabra de los
animales inferiores sin ninguna conexión posible con el hombre, mostrando así
que la Biblia enseña que los animales tienen alma, aunque definitivamente no
tienen espíritu.
El hombre es un alma, y como alma conserva su propia identidad aunque tenga

el mismo nombre que los demás hombres. John Smith en la Tercera Avenida no
se confunde con John Smith en la Cuarta Calle. El departamento de correos puede
enviar su correo a las direcciones equivocadas, pero si están sobrios, llegan a sus
hogares correctos. También los animales, pues nuestro Señor señaló que "las
zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo nidos" (Mateo 8:20), y sabemos
por observación que cada uno va a su casa y nunca se confunde con cualquier
otro. Evidentemente, un animal o un pájaro tiene una individualidad tan distinta
como la del hombre. El alma es autoconciencia.
213
La palabra psuche del Nuevo Testamento no altera el significado que hemos

extraído de la palabra del Antiguo Testamento. Se encuentra 105 veces en el
Testamento griego y es la única palabra que se traduce como "alma". Por lo
tanto, se usa 58 veces y ninguna otra palabra se traduce así. También se ve
como "vida" 40 veces, "mente" tres veces, y una vez como "nosotros", "mente",
"tú", "corazón" y "de todo corazón". Es psuche, que es la palabra que se usa
para traducir el nephesh del Antiguo Testamento cuando hay una cita en el Nuevo Testam
Espíritu del hombre
El alma, que es el yo, el ego, el yo, tiene un espíritu. Las palabras para esta idea
son tan definidas como las que acabamos de ver. En el Antiguo Testamento,
tenemos ruach que se encuentra 389 veces en el texto, y se traduce como
"espíritu" 237 veces. En los otros 152 lugares, se representa con veintidós
palabras diferentes en inglés. Aparte de su uso en la traducción de ruach,
"espíritu" se encuentra solo en otras dos ocasiones en el Antiguo Testamento
(Job 26:4 y Proverbios 20:27). Mientras que a veces la palabra significa viento o
aliento, su significado metafórico se usa para la vida de Dios y para el nombre
de la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo. Esto es lo que se insufló
en Adán cuando fue creado, y esto es lo que distingue al hombre de los animales.
Ningún hombre, por muy bajo que esté en la escala de las inteligencias humanas,
falló tarde o temprano en reconocer que había algo en él superior a él. Aristóteles
dijo que "el hombre es por naturaleza un animal político"; Séneca dijo que "el
hombre es un animal social", y en otro lugar, "el hombre es un animal razonador".
Crisóstomo dijo que "el hombre es un animal manso", y Agustín lo llamó "un
animal terrenal". Puede haber una medida de verdad en todo esto, pero estaría
mucho más cerca de la verdad revelada en las Escrituras que usan la palabra
"alma" y "espíritu" para decir que el hombre es un animal religioso. Justificamos
el uso de la palabra "animal" mediante el uso de la palabra "alma", y
fundamentamos la palabra "religioso" mediante el uso de la palabra "espíritu".
214
La palabra pneuma del Nuevo Testamento no altera el significado de la palabra del

Antiguo Testamento. Se encuentra 379 veces en el Testamento griego de los mejores
editores críticos. Usado con la palabra Santo, se traduce "Espíritu Santo" o "Espíritu
Santo" 93 veces. Se traduce "Espíritu" 130 veces y "espíritu" 150 veces. La cuenta
completa se completa con el uso de la palabra como "fantasma" dos veces, y una vez
como "espiritual", "espiritualmente", "vida" y "viento".
Psicología Espiritual
De hecho, existe una gran necesidad de un estudio detallado de la psicología espiritual

(nótese la unión de nuestras dos palabras en esa frase), pero esto es suficiente para
establecer el hecho de que el hombre es un alma y que tiene un espíritu. No
necesitamos ampliar el hecho de que él también tiene un cuerpo. Es, de hecho, el
cuerpo el que es el fundamento que sostiene a los otros dos en su lugar, de modo
que si el cuerpo es destruido, el alma y el espíritu se van.
¿Por qué, entonces, algunos teólogos afirman que no hay diferencia entre alma y
espíritu? Porque gran parte de la teología popular se basa en la dicotomía del hombre
en cuerpo y alma, más que en la tricotomía bíblica de cuerpo, alma y espíritu. Tal vez
una ilustración lo explique. Cuando el hombre fue creado, era algo así como una casa
de tres pisos. Después de la caída, era más como esas casas que habían sido
bombardeadas: el tercer piso había caído sobre el segundo; las paredes del segundo
estaban abiertas para que un transeúnte pudiera ver los escombros de los dos
mezclados, y el primer piso estaba lleno de grietas, aunque parte de la casa aún
podría estar en condiciones de habitar.
Cuando Adán pecó, el espíritu del hombre cayó en su alma. Los dos son casi
inseparables en los no regenerados.
No hay adjetivo en nuestro idioma para la palabra alma. Los estudiosos anteriores
han visto la necesidad de tal palabra, y los grandes diccionarios nos dan alma, pero la
marcan obsoleta durante más de un siglo. En el griego del Nuevo Testamento hay tal
adjetivo. Los conceptos espirituales de los hombres perdidos son realmente conceptos
anímicos. Surgen del hombre natural (almático)
215
que no recibe las cosas del espíritu (I Corintios 2:14). No necesitamos insistir en la analogía
obvia de que el cuerpo es como una pared agrietada. En vista de la confusión de alma y espíritu
en el hombre no salvo, ¿no es comprensible que los filósofos y los teólogos hayan pensado que
eran uno y lo mismo? Es la Palabra de Dios la que divide a los dos.
Un nuevo espíritu
Cuando un hombre nace de nuevo, la obra del Espíritu Santo planta dentro de él un espíritu
nuevo. Es una nueva tercera historia que está sostenida desde arriba por el poder de Dios. Así
como el hombre viejo era de tres pisos sostenido por el cuerpo, y siempre tirando hacia abajo
por lo que podríamos llamar una atracción gravitacional anímica, así el hombre nuevo es de tres
pisos con el centro de su ser en el nuevo espíritu y siempre está siendo tirado hacia arriba por
una atracción magnética espiritual. La vida cristiana es el desarrollo de las fuerzas del nuevo
espíritu para que sus influencias lleguen a conjugar toda el alma y el ser del cristiano. "Yo" estoy
crucificado con Cristo, significa que el alma vieja tiene que ser tratada de la única manera que
traerá algún cambio. "Sin embargo, vivo" significa que la vida de lo alto está penetrando las
fortalezas del alma y que la esfera de la victoria se está ensanchando constantemente en la
vida del creyente.
Toda la estrategia de Satanás está, por lo tanto, dirigida a continuar la confusión del alma y el
espíritu ya usar todos los artificios posibles para aumentar la atracción de la carne que codicia
contra el espíritu. Debido a la naturaleza tripartita del hombre, el diablo ha dispuesto sus ataques
para asaltar cada fase del ser del hombre. Contra el cuerpo trae las tentaciones de la carne.
Contra el cuerpo trae las tentaciones del mundo. Contra el espíritu, él mismo viene, aunque sea
a través de uno de sus agentes menores, buscando ganarse la lealtad del viejo espíritu para
que se adore a sí mismo. Por lo tanto, es importante que distingamos claramente entre los tres
tipos de tentaciones. No hacerlo es en sí mismo una victoria para el enemigo.
216
La importancia de delinear las líneas del conflicto y reconocer las diversas vías de ataque
de la carne, el mundo y el diablo puede ilustrarse con una simple analogía de la guerra
visible. Supongamos que durante la última guerra se hubiera producido una repentina
explosión en uno de los grandes hoteles de Miami Beach que estaban siendo utilizados
en el entrenamiento de miles de aviadores.
Supongamos que la Oficina Federal de Investigaciones, encargada de mantener nuestra
guardia contra el sabotaje, concluyendo apresuradamente que los ataques eran desde
tierra, inmediatamente comenzó una búsqueda de los espías enemigos que podrían
haber introducido el explosivo por baúl o paquete en el área destruida.
Se bloquean las carreteras, se examinan los automóviles, se interroga a los sospechosos
y continúa un frenesí general de búsqueda, inútil porque no hay enemigos en tierra.
Mientras tanto, el capitán de un gran submarino enemigo se sienta tranquilamente en
alta mar y, con sus lentes de alta potencia, examina la escena de la devastación que ha
causado al lanzar una enorme granada de mortero contra el balneario. Cuando está bien
satisfecho con lo que ve, se vuelve, con una sonrisa sardónica, para dar la orden de
sumergirse y continuar sin ser molestado. Está en paz porque su enemigo ha sido tan
estúpido que ha confundido un ataque desde el mar con un ataque desde la tierra.
La analogía puede continuar fácilmente con la introducción del tercer elemento, un avión
de alto vuelo. Supongamos que la explosión no fue causada por una bomba colocada
por saboteadores, ni por un proyectil disparado desde un submarino, sino por una bomba
lanzada desde diez mil pies. Qué tontos serían los defensores si corrieran en automóviles
buscando a alguien que no estaba allí, si se lanzaran sobre las aguas en botes de alta
velocidad buscando a alguien que no estaba allí, si todo el tiempo el enemigo estuviera
lejos en las nubes ¡sobre ellos! Cada rama de la guerra tiene su propia defensa y cuando
el enemigo ataca, debe encontrar la defensa adecuada para su ataque. El FBI busca a
los saboteadores, los submarinos son buscados por aviones y destructores para ser
rematados con cargas de profundidad, mientras que los aviones deben ser localizados
por radar y perseguidos por naves más rápidas. juzgar mal
217
la fuente de cualquier ataque, o intentar una defensa contra un ataque con medios
adaptados para hacer frente a otro es arriesgarse a una dura derrota.
La carne, el mundo y el diablo son tan diferentes en sus modos de ataque como lo son
las diversas ramas del servicio en la guerra terrenal. El éxito de nuestra defensa
dependerá de nuestra comprensión de las diferencias entre los tres y el uso de los
métodos divinamente designados para su derrota.
Hace muchos años, una anciana se acercó a un ministro al comienzo de su ministerio

en cierta iglesia y comenzó a advertirle contra una mujer en la congregación. No debía
confiarle ninguna tarea espiritual porque, según las habladurías, ella era "mundana". El
pastor había sido informado de la verdadera situación en la iglesia y salió en defensa
del acusado. Su informante insistió diciendo que la mujer en cuestión bailaba, bebía
cócteles, fumaba y usaba demasiado maquillaje. El pastor conocía su Escritura y dijo:
"Al contrario, no me has dicho nada que me haga pensar que ella es mundana. Ella es
lo que la Escritura llama 'carnal'; eres tú quien es mundana". La mujer estaba horrorizada
y protestó que ella no hizo esto, ella no hizo eso; que se abstuvo de esto y evitó aquello.
El ministro respondió: "Sin embargo, tú eres la mundana. Todas las cosas que
mencionaste contra ella están en el ámbito de la carne. Eres mundana porque eres la
que desea el poder y ama la ostentación. Quieres ser la cabeza de organizaciones
Te deleitas en el espectáculo y la posición. Cuando los diversos círculos se reunían en

diferentes casas, las otras mujeres finalmente regresaron a la iglesia para las reuniones
porque ninguna de ellas podía seguirte el ritmo. Cuando las mujeres habían ido a tu
casa, habías hecho un espectáculo ostentoso de tu ropa blanca, tu porcelana, tu cristal.
Como no has tenido hijos, has tenido más ingresos para gastar en otras cosas. Su
conversación se refirió a la tela y las servilletas que había comprado en las Azores, el
adorno de Dresde y la antigüedad de una pequeña tienda en Inglaterra. Tu supuesto
escudo de armas
218
estaba enmarcado en un lugar destacado de su pared, y cada vez que alguien

comentaba alguna de sus reliquias familiares, explicaba de qué antepasado
procedía y describía sin subestimar sus honores particulares en la vida".
No sabemos el resultado del incidente. Lo usamos simplemente para ilustrar el

hecho de que existe una confusión generalizada por parte del cristiano promedio
en cuanto a lo que constituiría la mundanalidad y lo que constituiría la carnalidad.
La Biblia no es un libro de reglas, sino que contiene un gran conjunto de

principios que permitirán a cada cristiano llegar a una decisión correcta en cada
elección de la vida. La naturaleza del hombre es tan compleja que un evento
que puede llegar a un hombre como una prueba en el campo del espíritu puede
llegar a otro en el campo del alma y aún a otro en el campo de la carne. También
debemos darnos cuenta de que la palabra carne en la Biblia se usa a veces
para cubrir todo el ser del hombre, incluyendo su alma caída y su espíritu caído.
En Gálatas tenemos dos versículos que se equilibran entre sí, uno da una lista
de las obras de la carne y el otro una lista de cualidades que comprenden el
fruto del Espíritu. “Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son estas:
fornicación, impureza, inmundicia, sensualidad, idolatría, hechicería, odios,
pleitos, celos, mal genio, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgías y semejantes" (Gálatas 5:19-21).
Frente a estos pecados que proceden del ser caído del hombre, está el fruto
que el Espíritu Santo va cultivando en la vida del creyente: "El fruto del Espíritu
es amor, alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre,
dominio propio" (Gálatas 5:22). A medida que examinamos más de cerca la
naturaleza de las tentaciones individuales, veremos que los pecados
mencionados en la primera lista incluyen a todos. Algunos vienen a un hombre
cuando sucumbe a las tentaciones del mundo. Los celos y las disensiones pueden estar i
219
este grupo. Por otro lado, la idolatría y la hechicería pueden llegar a un hombre
directamente de Satanás o de uno de sus agentes. Aún otras tentaciones pueden caer
a veces en un campo ya veces en otro, dependiendo del individuo y las circunstancias.
Una lista similar de las obras de la carne se encuentra en los evangelios, dicha por
nuestro Señor mismo, en relación con una reprensión administrada a los fariseos. Él
había sido reprendido por estos líderes ciegos porque sus discípulos no cumplieron con
todos los lavados rituales prescritos por el Talmud. El Señor respondió que la inmundicia
en un hombre no viene de afuera sino de adentro. Cuando estuvo a solas con sus
discípulos, le pidieron más explicaciones. Él respondió: "Lo que sale del hombre, eso
niega al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, la lujuria, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, la avaricia, la
maldad, el engaño, la sensualidad, la envidia, calumnia, soberbia, necedad; todas estas
maldades de dentro salen, y contaminan al hombre” (Marcos 7:20-23).
En otras palabras, el hombre no debe echar la culpa de su naturaleza o de su pecado a

las circunstancias externas, oa una personalidad ajena. El hombre debe llevar la peor
parte de la responsabilidad por sí mismo. Es su propia naturaleza caída la que es
esencialmente culpable. Que nadie diga: "No pude evitarlo. El diablo me tentó". Dios
nunca quiso que el diablo fuera un consuelo y una excusa para el hombre.
Es cierto que el diablo es responsable en un sentido de todas las tentaciones que le
llegan al hombre, ya sea directamente de él mismo en el campo de la religión, o del
mundo circundante en el que se encuentra el hombre, o de las propias pasiones bajas
del hombre. Esto es cierto solo porque Satanás causó la seducción original del hombre.
Pero el hombre también es responsable , totalmente responsable.
220
22. El mundo, la carne y el diablo (continuación)
No nos detendremos aquí en la demostración de que algunos de los pecados del

hombre resultan en la derrota de los propósitos mayores de Satanás, y que Satanás
se ve frustrado en su intento de regir la raza humana porque el hombre desea
seguir sus propias propensiones a la carnalidad o la mundanalidad en lugar de que
acceder al deseo de Satanás de tener un reino perfecto que pueda mostrar a Dios
como prueba de su propia habilidad para organizar y gobernar. Más bien,
presentemos una analogía que mostrará las responsabilidades entrelazadas de
Satanás y el hombre por los actos del hombre.
Un cazador se adentra en el bosque para cazar un ciervo y finalmente ve uno en la

ladera de una colina y lo hiere. El ciervo gira y se pierde de vista en el bosque.
Después de unos momentos, el cazador llega al lugar donde había estado el ciervo
cuando le dispararon y comienza a seguir el rastro sangriento. Sigue y sigue, sube
y baja por el bosque sin caminos, y finalmente llega a un arroyo donde la presa lo
ha eludido al meterse en el agua por una cierta distancia y salir en un lugar
desconocido. El hombre busca en vano y finalmente se da por vencido y se va a
casa. Algunas semanas más tarde, cierto pueblo es atacado por una epidemia de
fiebre entérica. Una investigación revela que un ciervo herido, infectado con el
bacilo de la fiebre tifoidea, ha caído al suministro de agua y, al no poder levantarse,
ha muerto allí. ¿Quién es el responsable de la epidemia, el cazador o el venado?
De tales diferencias se hacen a veces grandes argumentos teológicos. El cazador
es Satanás; el ciervo es hombre. Satanás disparó el dardo de fuego; hombre fue
herido. El hombre tiene la naturaleza que es susceptible a las heridas, y de su caída
han venido todos los males que infectan al mundo hoy.
La carne
Consideremos ahora en detalle la carne, el mundo y el diablo. Estamos definiendo

la "carne" en su significado metafórico. No nos referimos a la sustancia blanda del
cuerpo vivo, que cubre los huesos y es penetrada con
221
sangre. Dios creó esa carne y se la dio al hombre, y el uso adecuado de cada una de
sus funciones es normal, natural y moral. No hay pecado involucrado en nada en
relación con el cuerpo humano en sí mismo. Pero hay un significado figurativo de la
palabra carne (especialmente cuando se usa en antítesis del espíritu), que tiene un
sentido ético y denota la mera naturaleza humana, la naturaleza terrenal del hombre
aparte de la influencia divina y, por lo tanto, propenso al pecado y opuesto a Dios. Es
esta carne la que con frecuencia ha degradado el cuerpo y convertido algunas de sus
funciones más altas en las más innobles. Pero debemos tener cuidado de que la palabra
carne tenga que ver meramente con los pecados del cuerpo. Es cierto, como veremos,
que los pecados carnales tienden al vicio y la depravación y los pecados mundanos a
veces tienden a la nobleza de carácter. Pero seguimos a Lutero en su Prefacio a la
Epístola a los Romanos, donde escribe: "Tú no debes entender 'carne', por lo tanto,
como si solo fuera 'carne' lo que está conectado con la falta de castidad, pero San Pablo
usa 'carne'. ' de todo el hombre, cuerpo y alma, incluida la razón y todas sus facultades,
porque todo lo que hay en él anhela y se esfuerza por la carne".
Hay una forma definida para que el cristiano trate con la carne muy diferente de la forma
en que debe tratar con las tentaciones del mundo o del diablo. Después de que todo el
hombre se haya rendido a Dios en ese reconocimiento de Su señorío como principio
general, y después de que nos hayamos entregado a Él para lo que la Biblia llama la
crucifixión del yo, debe haber una huida definitiva de las tentaciones del carne. “Huye
también de las pasiones juveniles” (II Timoteo 2:22); "huye de la fornicación" (I Corintios
6:18); "absteneos de los deseos carnales que luchan contra el alma" (I Pedro 2:11). La
consigna contra las tentaciones de la carne es: huida.
El mundo
El mundo, además, no debe ser considerado en su sentido literal sino en su simbólico.

No nos referimos al globo terráqueo, oa sus habitantes, y sólo secundariamente a la
multitud impía, la masa entera de hombres alienados de Dios, y por lo tanto hostiles a la
causa de Cristo. Usamos la definición
222
que el Oxford English Dictionary da: "asuntos mundanos; el conjunto de cosas terrenales;
el círculo completo de bienes terrenales, dotes, riquezas, ventajas, placeres, etc., que,
aunque huecos, frágiles y fugaces, despiertan el deseo, seducen de Dios , y son
obstáculos para la causa de Cristo". De todo esto es que Satanás es el príncipe.
El mundo opera enteramente por los sentidos. El Señor declaró que el mundo nunca
podría recibir el Espíritu Santo porque no podían verlo (Juan 14:17). Anunció su
antagonismo cuando dijo a los discípulos que no debían esperar un trato diferente del
que Él mismo había recibido, y que lo llevó a la muerte. “Si fuerais del mundo, el mundo
amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece” (Juan 15:19). Le dijo al Padre Celestial en la oración del jardín que
"el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del
mundo" (Juan 17:14). Fue a este ambiente que el Señor resucitado envió a sus discípulos
(Juan 17:18), anunciando que ya lo había vencido (Juan 16:33).
La enseñanza adicional del Nuevo Testamento sobre esta palabra es muy esclarecedora.
Se nos revela que Dios ha enloquecido la sabiduría de este mundo, y que nadie puede
conocer a Dios por medio de ella (I Corintios 1:20). Él nos ha dicho que el diablo está
en el mundo (I Juan 4:4), y que antes de ser salvos andábamos en su corriente,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera entre nosotros.
los no salvos, los hijos de desobediencia (Efesios 2:2).
Adorno
Quizás una de las declaraciones más significativas que se hacen sobre el mundo se
esconde bajo la traducción que se le ha dado a la palabra en un pasaje de Pedro. El
tema en discusión es el hecho de que las esposas cristianas deben estar en sujeción a
sus maridos, incluso si estos últimos no son salvos,
223
y que tal hombre pudiera ser ganado por el comportamiento de su esposa cristiana que
iba a vivir para el universo de lo espiritual, las cosas ocultas del corazón. En inglés, la
traducción dice: "Cuyo adorno no sea el exterior de peinados ostentosos, de adornos de
oro o de prendas de vestir" (I Pedro 3:3). Ha habido algunos que han interpretado este
pasaje como una prohibición contra el uso de adornos de oro de cualquier tipo. Que no
es una prohibición se ve fácilmente al aplicar la prohibición al trenzado del cabello o al
uso de ropa. La idea de estar descuidado o desnudo no está en el pasaje. Pero cuando
nos damos cuenta de que la palabra que se traduce como "adornar" es la misma que se
traduce como "mundo" en más de cien pasajes, el versículo no solo se explica sino que
se vuelve poderoso en su llamado a la separación del mundo. "Cuyo mundo, que no sea
el mundo del salón de belleza, del joyero o del modista, sino que sea el del hombre
escondido del corazón, en lo que no es corruptible, sí, el mundo del espíritu manso y
apacible, que es de gran precio a los ojos de Dios" (I Pedro 3:4).
De la misma manera, podemos comprender los innumerables "mundos" que atraen a

hombres de diferentes temperamentos y los alejan de Dios. Hace varios años, durante
una serie de reuniones en Boston, un joven, entonces instructor en Harvard, vino a
hablar conmigo a pedido de un pariente cristiano. El joven simplemente no estaba
interesado en el Evangelio, y su afán por terminar la cita que se le había hecho por
amoroso celo era muy evidente. Él no estaba interesado en el Evangelio, dijo, y lo llevé
a la Palabra para mostrarle por qué esto era cierto. Leemos juntos: "Y esta es la
condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la
luz, porque sus obras eran malas".
(Juan 3:19). Se enfureció y habló en contra de aquellos de nosotros que siempre

buscábamos el mal en la vida de otras personas. Lo detuve diciendo: "No me
malinterpretes. No te estoy acusando de haber matado a nadie, o de haber pasado el
fin de semana en la inmoralidad o de haber plagiado la tesis de otro hombre. Tu mala
acción puede consistir en sentarte en
224
las pilas de la Biblioteca Widener se estremecen de alegría porque has

descubierto la respuesta a algún problema sobre las obras de Shakespeare que
ha desconcertado a los eruditos. Si te mantiene alejado de Dios, el mundo de los
libros es tan malo como el mundo del bandolerismo o el mundo de la lujuria".
Estaba apaciguado, bastante dispuesto a que el mundo del aprendizaje lo
apartara de Dios, y algo orgulloso de pertenecer a él. a ese mundo, y contento
de que se pudiera reconocer que no pertenecía a mundos de maldad moral, era
un hombre bueno con un mundo entre él y Dios.
No ames al mundo
No importa cuál sea la naturaleza de su mundo. Si te aparta de Dios, es malo. La

relación entre una carrera que se tiene en feudo de Dios y una que se tiene por
el alma de y para sí, es la misma que existe entre el matrimonio y el adulterio. El
médico, por ejemplo, teniendo como don de Dios su habilidad en la que desea
que el Señor sea exaltado, tiene una carrera tan honrosa como el matrimonio. El
médico que tiene su trabajo como un logro propio y que ama por sí mismo y por
sí mismo, tiene una carrera tan deshonrosa como el adulterio. Ama el mundo y
ha sido engullido por él. Quizás con esto podamos comprender por qué el Señor
dijo: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que está en el mundo,
los deseos de la carne, y los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
son del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; mas el que hace
lo voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:15-
17).
Hay una forma definida para que el cristiano trate con el mundo, muy diferente
de la forma en que debe tratar con las tentaciones de la carne o del diablo.
Después de que todo el hombre se haya rendido a Dios en ese reconocimiento
de Su señorío como principio general, y después de que podamos decir con
Pablo: "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo"
225
(Gálatas 6:14), debe haber un alejamiento definitivo de la conformidad con el mundo.

"Él ha puesto la eternidad en el corazón" (Eclesiastés 3:11, RSV).
Sabiendo esto, tenemos la victoria. “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra
fe” (I Juan 5:4). A medida que continuamos en la fe, seremos más y más conformados
a la imagen del Hijo de Dios, y así aprenderemos el significado de "no os conforméis a
este siglo" (Romanos 12:2). La consigna contra el mundo es: fe.
El diablo
Queda por considerar la naturaleza especial de las tentaciones que nos llegan
directamente del diablo. Podemos tratar este punto más brevemente aquí, ya que todo
este trabajo es sobre el tema general y la lectura del todo aclarará este punto. En
capítulos anteriores, hemos mostrado la naturaleza del pecado de Satanás y algunas
de las artimañas que utiliza para engañar los corazones de los hombres. En un capítulo
futuro, hablaremos de sus motivos y de lo que podríamos llamar su religión, tan
prevalente en nuestros días y sin embargo tan ignorada por lo que realmente es. No
necesitamos definir o ilustrar más. Todo lo que será necesario aquí es resumir los
hechos que hemos visto: a saber, que la esfera del gran interés del diablo es el espíritu
del hombre, que él desea evitar que el espíritu degradado y caído del hombre mire a
Dios como el verdadera fuente de guía y luz, y que desea que el hombre se vuelva y lo
adore. Algunos hombres se entregan a él, y estos se convierten en esos terribles guías
ciegos de los ciegos, los hijos del diablo (Juan 8:44).
Tendrán un castigo eterno mucho peor porque el Señor dijo que algunos serían azotados
con muchos azotes. La mayoría de los hombres, sin embargo, serán azotados con
menos azotes (Lucas 12:48) que estos. Realmente no han seguido al diablo para
convertirse en sus hijos. Han caído ante los pecados menores de la conformidad con el
mundo o los pecados aún menores del cuerpo.
El menor de los pecados es, por supuesto, muy atroz, porque los hombres que viven
en tales pecados son hijos de ira. Pero "Él conoce nuestra condición; se acuerda de
que somos polvo" (Salmo 103:14). Por eso toda clase de pecados y blasfemias pueden
ser perdonadas a un hombre que es hijo de la ira. Pero el
226
la blasfemia contra el Espíritu Santo, que es el pecado de un hijo del diablo, es la

negación de la obra de Dios en el corazón y la vida, y la atribución de esa obra a una
fuente vil. Esto es imperdonable; es el pecado más diabólico y coloca al hombre fuera
de toda esperanza. (Cualquier persona preocupada por haber sido culpable de este
pecado puede tener esperanza en el hecho de que la preocupación espiritual proviene
del Espíritu Santo, y su presencia en la vida es prueba suficiente de que Dios todavía
está obrando en su interior).
La buena batalla de la fe
Hay una manera definida para que el cristiano enfrente las tentaciones satánicas, muy
diferente de la manera en que debe enfrentar las tentaciones de la carne o del mundo.
Después de que todo el hombre se haya rendido a Dios en ese reconocimiento de Su
señorío como principio general, y después de que nos hayamos entregado a Él para lo
que la Biblia llama la crucifixión del yo, debe haber una lucha definitiva contra el poder
del Señor. enemigo. Se nos dice que nos pongamos toda la armadura de Dios para que
podamos estar firmes contra las asechanzas del diablo (Efesios 6:11); y nuevamente,
para "pelear la buena batalla de la fe" (I Timoteo 6:12). Otro pasaje más ordena: "Resistid
al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7). La consigna contra las tentaciones del
diablo es: lucha.
En conexión con este último versículo, bien podemos explicar por qué hemos sido tan
cuidadosos en notar en cada caso que ninguna de estas tentaciones podría enfrentarse
hasta que hubiera una entrega preliminar del yo para la muerte por crucifixión. Hace
años, en mis primeros intentos de caminar en la vida cristiana, tuve un amigo mayor
que me guió en el camino de muchas victorias. Este hombre me dijo que había
momentos en que era necesario aferrarse a la Palabra de Dios y luchar hasta la victoria.
Dijo que hubo ocasiones en las que literalmente puso el dedo sobre un versículo de la
Biblia y dijo: "Oh Dios, ahí está Tu promesa. No eres un mentiroso. Debes responder.
Debes proporcionar
227
liberación". Meses más tarde tuve algunas luchas en mi propia vida, y seguí clamando
a Dios que Él nos había dicho que resistiéramos al diablo y que huiría de nosotros, pero
que mientras resistía, parecía como si el enemigo “huyó de mí.” Finalmente, tomé la
Biblia y puse mi dedo en este pasaje de Santiago.
Parecía que no había alivio de la tensión de la batalla y clamé a Dios incesantemente.
Finalmente, de una manera que cualquier cristiano experimentado sabe que es verdad,
el Señor definitivamente habló y dijo: "Lee todo el versículo". Fue entonces cuando vi
que había estado citando solo la mitad del verso. Cuando se leyó toda la verdad, la
perspectiva fue muy diferente. Antes de que se nos diga que resistamos al diablo, está
la línea anterior, que es una verdad prerrequisito: "Sométanse, pues, a Dios".
Vuelo, Fe y Lucha
Tres consignas, pues, son las banderas de la victoria en la vida del creyente. Debemos
abstenernos; debemos creer y no conformarnos, y debemos resistir. En una sola
palabra, vuelo, fe y lucha. Si no logramos comprender las diferencias, seremos como
buscadores que corren por la tierra buscando
un submarino, o un piloto persiguiendo saboteadores.
Creemos que la vida cristiana práctica es una doctrina fundamental, y que se enseña
en la Palabra de Dios, pues después de una larga lista de los pecados de la carne,
Pablo agrega: "y si hubiere alguna otra cosa que se oponga a la sana doctrina (1
Timoteo 1:10). Es cierto que la línea divisoria entre una fase de la tentación y otra puede
ser bastante fluida, y estar marcada en el mapa espiritual con incertidumbre como esas
áreas sin medir que los cartógrafos marcan con líneas de puntos. Hay ciertos actos
idénticos que pueden ser carnales en una persona y mundanos o diabólicos en otra.
Los pecados no siempre se pueden clasificar claramente. Puede haber una combinación
de circunstancias que haga que la misma tentación se aplique a diferentes campos de
ataque. Me hablaron, por ejemplo, de la compra de un vestido de dos mil dólares por
parte de una mujer de fortuna en la sociedad. Si la mujer fuera simplemente lujuriosa y
comprara el vestido como parte de una campaña para seducir a un deseado
228
amante, sería un pecado de la carne. Si la compra la hiciere una mujer, de naturaleza

casta, pero que desease conformarse al conjunto social en que se mueve, sería
pecado del mundo. Si la compra la hizo una par place, hinchada de orgullo porque
había atraído a un hombre capaz de pagar su modisto, y que deseaba usar el vestido
como arma para ponerla en su lugar, sería un pecado endiablado, El pecado de
Satanás, el pecado original del orgullo.
La embriaguez puede ser un pecado de la carne cuando se comete por el mero

placer de buscar el olvido. Puede ser mundanalidad cuando se acepta la copa amistosa
para que las personas que establecen las normas de la costumbre social piensen bien
de él. El adulterio sería de la carne si no fuera más que por la complacencia carnal;
sería intensamente diabólico si se usara para poner a la pareja bajo el dominio de un
espíritu orgulloso y altivo que deseaba ejercer el control de la criatura sobre otro ser
humano para inflar el orgullo propio.
Aquí puede estar la explicación de muchas relaciones de oficina entre empleadores

mayores y empleados jóvenes que ciertamente no se dejan seducir por el glamour de
sus socios mayores y panzudos. En el primer caso, existe la simple satisfacción de la
lujuria; en el segundo caso, está el logro de los deseos mundanos por dinero extra
ganado o la satisfacción diabólica de demostrar que ella es tan atractiva como la mujer
que consiguió al hombre en primer lugar. Y si la esposa quiere romper el hogar porque
piensa que hay algo de amor involucrado en el asunto, no está comprendiendo.
Su acción precipitada bien puede ser un pecado diabólico de orgullo ultrajado donde
el verdadero amor habría esperado pacientemente el paso de la fiebre del pecado.
Dejar que un niño se salga con la suya puede ser un pecado carnal de blandura,
debilidad e indecisión. Podría ser un pecado mundano conformarse con un vecindario,
hacer algo porque "todo el mundo lo está haciendo". Podría ser un pecado diabólico
de orgullo imponente si el niño fuera consentido por el bien de
229
gloria propia. De las observaciones hechas en mi ministerio juzgaría que este es

uno de los pecados más comunes, y uno que rara vez se nombra o piensa.
Los resultados son de tan largo alcance en la vida del niño que un incidente
ilustrativo podría servir como advertencia. Conozco a una mujer que, hace unos
treinta años, tuvo una amarga decepción en su primer año de vida universitaria.
Fue "apresurada" por tres hermandades de mujeres. En su mente deseaba unirse
a cierto. Rechazó, pues, de inmediato la invitación de la menos deseable, y después
de gran angustia, rechazó también la segunda, apostando a que la invitaría la que
deseaba unirse. Para su gran disgusto, la invitación no llegó. Pasó los años
restantes de su vida universitaria fuera del ámbito social de esa institución en
particular, donde la pertenencia a una de las hermandades de mujeres era el sello
del éxito social.
Varios años después esta mujer se casó y tuvo un hijo, una hija. Quienes la
conocían bien podían observar que la hija estaba siendo criada según un patrón
determinado que se alejaba del ambiente cristiano que había rodeado a la madre
en su infancia. Cuando la hija llegó a la adolescencia, la madre se mudó a cierta
comunidad donde se hizo amiga de madres que habían sido miembros de la
hermandad idealizada en sus diversas universidades. Casi todas las amistades se
formaron después de comprobar que había existido esta conexión. La hija fue
enviada a una pequeña universidad donde la mayoría de estos amigos enviaban a
sus hijas, quienes generalmente estaban seguras de ser comprometidas con la
hermandad porque sus madres habían sido miembros. Para su enorme deleite, que
parecía casi obsceno para los observadores de mentalidad espiritual, la hija se
convirtió en miembro del codiciado grupo. Esto no fue todo. Al final del primer año,
la madre, que ahora era viuda y parecía vivir solo por una cosa, se mudó a su
propia ciudad universitaria, y su hija, una segura
miembro por transferencia de la primera universidad, ahora vivía en la hermandad

que había desairado a su madre una generación antes. Esta última observaba
desde su apartamento cercano y parecía vivir su propia vida de nuevo, regodeándose en
230
la posición de su hija refiriéndose constantemente al hecho de que su hija era

una Kappa.
Los psiquiatras pueden llamar a tal patrón de vida en términos de "fijación" y

"complejo", pero el hecho bíblico permanece de que si los motivos eran lo que
parecían ser, tal vida era simplemente pecado, y era un pecado diabólico.
Debido a que el corazón humano es un escenario en el que el individuo
camina por las tablas con grandeza solitaria, pronunciando nada más que
soliloquios, el motivo humano es algo difícil de determinar. “El hombre mira la
apariencia exterior (hebreo, los ojos), pero el Señor mira el corazón” (I Samuel
16:7). Es por eso que nunca podemos juzgar, y el Señor dice que no podemos
juzgar, los motivos de los demás. De hecho, tenemos estrictamente prohibido
juzgar en materia de conducta (Mateo 7:1). Si bien se nos ordena juzgar en
asuntos de doctrina primaria como la Persona y la obra de Cristo (I Juan
4:1-3), se nos ordena con la misma seguridad que no juzguemos en asuntos
de doctrina secundaria, como los asuntos de dieta o la observancia de un
cierto día por encima de los demás en lugar de todos los días por igual
(Romanos 14: 1-10). Dios dice que el cristiano es un fideicomisario, y que el
requisito en alguien que tiene tal relación con Dios es la fidelidad (I Corintios
4:2). Dado que esto es así, todos los hombres se liberan de la carga de la
preocupación por los juicios de los demás por la contrapartida de la enseñanza que nos
Pablo dice: "Pero para mí es muy poco que yo sea juzgado por vosotros, o por
el día del hombre (griego): sí, no me juzgo a mí mismo. Porque nada sé por mí
mismo, pero no soy así justificado: mas el que me juzga a mí es el Señor. Así
que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los designios de los
corazones" (I Corintios 4: 3-5).
El corazón, en la Escritura, no se refiere a la bomba cardíaca que hace circular

la sangre a través del sistema arterial; es el símbolo del "alma del hombre es
el centro de su ser. Cada ataque de Satanás se dirige contra este
231
ciudadela, porque es aquí en el alma donde reside la voluntad y donde cada hombre
decide su parte en la guerra invisible.
En los no salvos, Satanás está en guerra para mantener esta voluntad centrada en el
hombre mismo, para que no se vuelva al Salvador. Él está dispuesto a que un hombre
se convierta en una bestia carnal si eso es lo que el hombre quiere, para mantener su
lealtad lejos de Cristo. Prefiere tener hombres buenos, nobles, incluso religiosos, que
tenerlos como bestias, porque su única esperanza de ganarlos para su propia causa es
a través de sus pecados del espíritu. En los que nacen de nuevo, Satanás sabe bien
que la nueva vida ha sido sembrada dentro del ser, que la influencia del nuevo espíritu
está impregnando todo el ser y que habrá un progreso continuo por pequeño que sea.
Dios le ha dicho a los Suyos que "El que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6). Las tácticas de Satanás se
centran en mantener pobre la vida espiritual del hombre cristiano y anulado su testimonio.
Los ataques de la carne tienen el propósito de alcanzar el centro de la voluntad del

hombre, para "los deseos carnales", se nos dice, "guerra contra el alma" (I Pedro 2:11).
Los ataques del mundo tienen el propósito de desviarnos de las cosas primeras para
que las cosas segundas, y a veces las setenta segundas, se conviertan en primeras,
porque si lo temporal puede dominar nuestro pensamiento, lo eterno ocupa el segundo
lugar. Los ataques del demonio se dirigen de nuevo hacia abajo, a nuestra voluntad,
porque si se puede exaltar nuestro orgullo de modo que pensemos que somos
autosuficientes, es evidente que buscaremos en nosotros mismos el plan de vida y las
órdenes de orden en lugar de descansar en una fe tranquila mirando a la voluntad de
Dios. El pecado del espíritu de apoyarse en el propio entendimiento resulta en el pecado
del alma de no confiar en el Señor con todo el corazón (Proverbios 3:5). Si con todo
nuestro corazón renovado verdaderamente lo buscamos, seremos victoriosos en la
guerra invisible.
232
23. Satanás y la historia

En un capítulo anterior expusimos algunos de los resultados del odio que hay en el
corazón de Satanás contra el pueblo de Dios. Si bien tal odio se registra aquí y allá
en las páginas de la historia, no ocupa un lugar importante en los registros del
hombre, ya que la historia, en su mayor parte, ha sido escrita por hombres que no
han estado interesados, principalmente, en la espiritualidad. cosas.
Los historiadores se ocupan de los hechos y sucesos materiales en la vida de los
hombres a lo largo de los siglos y en todo el mundo, y tratan de vincularlos en lo
que llaman historia, pero en el mejor de los casos es un registro muy incompleto.
Con frecuencia, nos brindan imágenes magníficas de vidas individuales o décadas
restringidas, pero rara vez relacionan o son capaces de relacionar sus incidentes
con la escena universal o transmitir la idea de que el caleidoscopio cambiante de
los eventos humanos no es la caída casual de cristales en un patrón de luz, sino
más bien una revelación momentánea del drama invisible, cuyas escenas se están
representando con espantosa continuidad. La historia humana, tal como se
encuentra en los libros, contiene con frecuencia, por lo tanto, una gran parte de
desinformación y, a veces, incluso de engaño.
Actitud Evolutiva
La razón de esto radica en el hecho de que los historiadores modernos, en su

mayoría, han adoptado una actitud evolutiva hacia la historia y no ven ninguna
interrelación entre eventos que ocurrieron lejos unos de otros en el tiempo y el
espacio, pero cuyo verdadero significado exige un marco de referencia. que ha
sido descuidada o despreciada y rechazada por los escritores de la historia. Los
eventos humanos son tratados como fenómenos puramente humanos. No
dispuestos a creer que Dios ha intervenido en los asuntos de los hombres, y que
aún está interviniendo —aún más reacios a creer que hay un diablo personal que
es el príncipe de este mundo y el dios de esta era— son totalmente incapaces de
vea las causas espirituales e invisibles que están por encima y más allá de la arena
terrenal, y confunda los títeres de Satanás con los actores reales y vivos de Dios.
Los eventos que son realmente consecuentes los tratan como si no estuvieran relacionados, y los incidentes
233
que son verdaderamente inseparables, los registran como si los acontecimientos

ocurrieran en mundos diferentes. ¿Qué historiador ha conectado la construcción del
primer puente sobre el Éufrates y la declaración de Catón en Roma de que Cartago
debía ser destruida? ¿Quién ha unido estos dos hechos con la lucha entre Sara y Agar
después del nacimiento de Ismael, y todos ellos con la derrota del faraón Necao en la
batalla de Carquemis? En buena medida, agreguemos la estrecha relación de esta serie
aparentemente inconexa con hechos tales como las plagas en Egipto, uno de los títulos
más utilizados por el Papa, y una calumnia contra los negros que es de origen
relativamente moderno. Admitiremos que la yuxtaposición de todas estas piezas parece
imposible y su unidad increíble, pero un poco de atención a algunos versículos de la
Biblia traerá todo el asunto a una perspectiva que revelará el vínculo común entre todos
ellos.
Un programa anunciado
Satanás había intentado corromper a toda la población de la tierra durante sus primeros
siglos, y Dios había respondido con la destrucción de todos por el repentino cataclismo
del diluvio. Ocho personas se habían salvado con vida, Noé, su esposa, sus tres hijos y
sus esposas. En la nueva vida que siguió al diluvio, los tres hijos y sus familias se
convirtieron en los progenitores de todas las razas de la tierra. Pero las diferencias entre
ellos eran muy grandes, y su historia estaba trazada de antemano con un anuncio de
Dios de Su programa y los consiguientes esfuerzos de Satanás para frustrar el plan y
deshacer la voluntad de Dios. Es a la luz de este programa anunciado que debemos ver
algunas de las causas subyacentes, no sólo de la extraña serie antes mencionada, sino
de todos los grandes acontecimientos de la historia, del surgimiento de ciertas
personalidades, de los movimientos de ejércitos y incluso para la destrucción de algunas
civilizaciones.
Después del diluvio, Noé se embriagó con vino y se acostó en su tienda. Su hijo Cam
entró en la tienda y sucedió algo horrible que evidentemente está oculto bajo las
palabras del relato de las Escrituras. Puede que no sea
234
ajeno a nuestro pensamiento para recordarnos que Sodoma y Gomorra están incluidas dentro
de los límites del territorio de Cam (Génesis 10:19). Salió y se lo contó a sus hermanos, Sem
y Jafet, quienes tomaron un manto y se lo pusieron sobre los hombros, y entrando de espaldas
en la tienda, cubrieron la desnudez de su padre. Cuando Noé despertó, supo lo que había
sucedido, e indudablemente, bajo la inspiración del Espíritu Santo, pronunció una maldición y
una bendición sobre sus hijos, que ha tenido más influencia en la historia humana posterior
que casi cualquier otra línea hablada en el curso. de esa historia.
Terquedad y Rebeldía
Sabemos que la Palabra de Dios otorga un valor muy alto a la piedad filial. El cuarto de los
diez mandamientos, el único mandamiento "con promesa", es el que exige honra para el padre
y la madre (Éxodo 20:12).
Cuando Moisés revisó la ley antes de la entrada de los hijos de Israel en la tierra de Canaán,
el pecado de desobediencia a los padres se consideró tan terrible que se le impuso la pena de
muerte. “Si alguno tuviere un hijo terco y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre, ni
a la voz de su madre, y cuando le hubieren castigado, no les escuchare, entonces su padre y
su madre apresadlo, y sacadlo a los ancianos de su ciudad, y a la puerta de su lugar, y dirán a
los ancianos de su ciudad: Este nuestro hijo es terco y rebelde, no obedece a nuestra voz. Y
todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá; así quitarás el mal de en
medio de ti, y todo Israel oirá y temerá” (Deuteronomio 21:18-21). Quizás este pecado de
terquedad y rebelión fue considerado entonces tan terrible porque los hijos de Israel estaban
por entrar a la tierra de Canaán, es decir, los hijos de Sem estaban por entrar a la tierra de
Cam, porque Canaán era hijo de Cam, nombrado con su padre en la maldición original contra
la familia.
235
Este mismo pecado fue acentuado una vez más en el discurso de despedida de
Moisés. Pronunció la maldición sobre él "que menosprecia por su padre o su madre"
(Deuteronomio 27:16), "y todo el pueblo dijo: Amén". La palabra hebrea que aquí
se traduce como alumbrar por es la misma que en otros lugares se traduce como
vil, menospreciar, menospreciar, estimar a la ligera y parecer vil. Vale la pena
señalar, también, que una de las marcas del tiempo del fin, los días desesperados
que preceden al regreso del Señor Jesucristo, es que los hijos serán "desobedientes
a los padres" (II Timoteo 3:2). De paso, digamos que los padres que disciplinan
adecuadamente a sus hijos no sólo les enseñan la obediencia a sí mismos como
padres, sino que desarrollan un modelo que les permite obedecer a Dios durante
toda su vida. Los niños disciplinados han aprendido el gran e importante principio
del reconocimiento y la sumisión a la autoridad, y esta actitud es la que Dios exige
de sus criaturas.
La maldición que pronunció Noé fue breve pero muy completa. "Maldito sea
Canaán; esclavo de esclavos será para sus hermanos. Y él dijo: Bendito sea el
Señor Dios de Sem, y Canaán será su esclavo. Dios engrandecerá a Jafet, y
habitará en las tiendas de Sem; y Canaán será su esclavo" (Génesis 9: 25-27).
Bendición de la maldición
Cuando Dios pronunció por primera vez una maldición sobre la humanidad en el
jardín de Edén, tanto Adán como la mujer se sometieron a ella y el resultado fue
una gran bendición. Es posible que Dios tome un segundo mejor (¡o un sexagésimo
cuarto mejor!) y lo convierta en algo muy maravilloso cuando se acepta como la
condición actual en la que el hombre se encuentra, y cuando se mueve hacia Dios
desde esa condición. condición. Si toma su situación, tal como es, y le pide a Dios
que la desarrolle hasta la plenitud de sus posibilidades en bendición y sumisión a
Su voluntad, no puede dejar de ser una gran bendición. Una de las glorias de Dios
en Cristo es que puede hacer música con cañas cascadas y prender fuego al
pabilo que humea (Mateo 12:20).
236
El Satanás que había fracasado en su intento de corromper a toda la raza humana antes
del diluvio ahora obraría a través de Cam y su hijo Canaán, quienes están llenos de un
espíritu malvado de rebelión ante la maldición de Dios sobre sus acciones.
No quisieron ocupar su lugar como esclavos de sus hermanos, y el resultado fue más de mil
años de guerra que terminaron en el virtual exterminio de algunas ramas de la familia camita
y en la mayor degradación de otras ramas.
Satanás incluso ha intentado oscurecer la historia de la gran derrota de los pueblos camitas
al hacer circular el escándalo calumnioso de que la raza negra es el único descendiente de
Cam, y que su color y esclavitud son el resultado de la maldición de Noé. Creemos que las
tablas genealógicas del décimo capítulo de Génesis refutan esta enseñanza. No hay más
evidencia de ello que la calumnia común sobre una mujer del Nuevo Testamento, María de
Magdala, a quien se ha llamado ramera con tanta frecuencia que el nombre de su pueblo se
ha convertido en sinónimo de prostitución, y mujer de maldad. reputación puede llamarse
Magdalena. La Biblia no enseña esto ni siquiera lo sugiere.
Nos proponemos mostrar que como resultado del gran pecado de Cam y posiblemente de
su hijo Canaán, y como resultado de la terrible maldición pronunciada por Dios sobre ellos y
toda su descendencia, Satanás se apoderó de esta rama de la humanidad y comenzó a usar
en su intento de traer a toda la humanidad bajo su dominio. El resultado fueron grandes
guerras que duraron casi hasta la época de Cristo, cuando la última de las naciones camitas
fue destruida por los romanos en Cartago.
los hijos de jamon
Los hijos de Cam se registran como "Cus, Mizraim, Phut y Canaán".

(Génesis 10:6). Algunos de estos se identifican fácil y positivamente: sin duda Mizraim es
Egipto, y así lo traduce la RSV, mientras que Canaán es el padre de los pueblos que
ocuparon lo que ahora llamamos Tierra Santa y sus alrededores. Además, el siguiente
versículo declara que el hijo de
237
Cus era Nimrod. La mayoría de nuestras traducciones son tan débiles en el

párrafo relacionado con Nimrod que la verdad detrás de la historia no se ha
vuelto tan evidente como lo justifican los hechos. Nunca ha habido una lección
regular de escuela dominical y rara vez un sermón sobre este personaje
satánico, este nieto de Cam, que tomó la maldición de Dios como un desafío y
luchó contra Dios, contra el juicio divino y contra el pueblo que había sido
prometido. superioridad sobre su familia. El uso de la palabra cazador para
describir a Nimrod ha aumentado la confusión, ya que un buen cazador es
alguien digno de admiración, e incluso se ha tomado el nombre como un
cumplido para los hombres que trajeron a casa una gran bolsa de caza. Pero
un estudio detallado del uso de la palabra en todo el Antiguo Testamento revela
que Nimrod era un cazador de hombres y no un cazador de animales.
Esto ciertamente queda claro en el pasaje de Jeremías que habla de los juicios
que vendrán sobre el Israel disperso, y de cómo Dios los buscará y los traerá
de regreso a su tierra. Leemos: "He aquí que yo envío muchos pescadores,
dice Jehová, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los
cazarán de todo monte, y de todo collado, y de los huecos de las
peñas" (Jeremías 16:16). Estos cazadores de hombres son los Nimrods que
han marcado la historia en su odio al pueblo escogido de Dios. Han sido los
déspotas, los tiranos, los esclavizadores de las almas, los subyugadores, los
soberbios, los soberbios, los desafiantes, que encuentran en su propio seno su
única autoridad y desprecian al Dios vivo y verdadero.
A la luz de un pasaje como este, bien podemos traducir el pasaje de Nimrod de

la siguiente manera: "Y Cus engendró a Nimrod; comenzó a ser un poderoso
déspota en la tierra. Era un tirano arrogante, desafiante ante la faz del Señor".
por lo cual se dice: Así como Nimrod, el poderoso déspota, altivo ante la faz del
Señor. Y la patria de su imperio fue Babel, luego Erec, y Acad, y Calne, en la
tierra de Sinar. Desde esta base él invadió el reino de Asur, y edificó Nínive,
Rehoboth-Ir, y
238
Calah, y Resen entre Nínive y Calah. Estos forman una gran ciudad "(Génesis 10: 8-12).
Note los cambios que hemos hecho de la versión King James. Le hemos dado a Nimrod
la calidad de un tirano en lugar de la de un mero cazador; hemos visto que su actitud
fue presuntuosa y arrogante ante el Señor, que invadió Asiria, un país semítico, ya que
el versículo 22 registra que Asur era hijo de Sem.
No daremos aquí espacio a la prueba de que en Nimrod fue el comienzo de la religión

satánica. Un volumen monumental de Alexander Hyslop, The Two Babylons, está
disponible para la demostración de este hecho. Sólo una ilustración es muy pertinente
para la historia del siglo XX. El rey de Babilonia construyó un puente sobre el Éufrates y
se dio a sí mismo el título de gran constructor de puentes. Este título fue transferido,
siglos más tarde, a un rey de Asia Menor, fue tomado por los césares y finalmente
recayó en los Papas que hoy se jactan de él, Pontifex Maximus. La supervivencia de las
prácticas camitas en la Iglesia Romana es asombrosa para quien las conoce por primera
vez. Sin embargo, no debería sorprendernos darnos cuenta de que Satanás, el dios de
Cam, todavía desafía al verdadero pueblo de Dios como lo ha hecho a lo largo de los
siglos.
El gran historiador judío Josefo, escribiendo poco después de la vida terrenal de Cristo,
ha conservado para nosotros en sus Antigüedades de los judíos el resumen de la
tradición judía sobre Nimrod. Si los traductores de nuestras versiones modernas hubieran
tenido esto en cuenta, no habrían dado un párrafo tan defectuoso sobre Nimrod.
Después de escribir sobre la temprana prosperidad de los hijos de Cam, y su deseo de

permanecer juntos, desobedeciendo el mandamiento de Dios de llenar la tierra, Josefo
dice (1.4): "Imaginaban que la prosperidad que disfrutaban no se derivaba del favor de
Dios". , pero suponiendo que su propio poder era la causa propia de la abundancia en
que se encontraban, no le obedecieron. Más aún, añadieron a esto su desobediencia a
la voluntad divina, la sospecha de que
239
por lo tanto, se les ordenó que enviaran colonias separadas, para que, al estar divididas
en dos, pudieran ser oprimidas más fácilmente.
"Ahora bien, fue Nimrod quien los excitó a tal afrenta y desprecio de Dios. Él era el nieto
de Cam, el hijo de Noé, un hombre audaz y de gran fuerza de mano. Él los persuadió a
no atribuirlo a Dios, como aunque era a través de sus medios eran felices, pero creer
que era su propio valor que procuró esa felicidad.También gradualmente cambió el
gobierno en tiranía, no viendo otra manera de apartar a los hombres del temor de Dios,
sino traerlos en una dependencia constante de su poder. También dijo que se vengaría
de Dios, si tuviera la intención de ahogar al mundo de nuevo, y que se vengaría de Dios
por destruir a sus antepasados.
“Ahora bien, la multitud estaba muy dispuesta a seguir la determinación de Nimrod, y a

considerar que era una cobardía someterse a Dios, y construyeron una torre, sin
escatimar esfuerzos ni descuidar en grado alguno la obra; y, debido a la multitud de
manos empleadas en él, se hizo muy alto, antes de lo que nadie podía esperar; pero su
espesor era tan grande y estaba tan sólidamente construido, que por eso su gran altura
parecía, a la vista, ser menos de lo que realmente era. Estaba hecha de ladrillo cocido,
pegada con argamasa, hecha de betún, para que no entrara agua. Cuando vio Dios que
obraban tan locamente, no resolvió destruirlos. del todo, ya que no se hicieron más
sabios por la destrucción de los primeros pecadores, sino que Él causó tumulto entre
ellos, produciendo en ellos diversos lenguajes, y haciendo que por la multitud de esos
lenguajes, no pudieran entenderse unos a otros El lugar donde edificaron su torre es
ahora llamada Babilonia, porque los hebreos quieren decir con la palabra Babel,
Confusión".
La invasión militar de la tierra de Asur por parte de Nimrod fue solo el comienzo de
cientos de años de ascendencia camita. Desde nuestra atalaya del siglo XX de la era
cristiana y de una Biblia abierta con
240
su revelación completa de los planes de Dios y su cumplimiento, podemos ver el cuadro

completo, a pesar del hecho de que parece haberse hecho todo lo posible para ocultar
los resultados a la posteridad.
Cuando Kipling escribió
Lo, toda la pompa de ayer es una
con Nínive y Tiro, estaba poniendo
en poesía el obituario de los pueblos camitas.
Satanás incluso usa sus derrotas como un arma para atacar la Biblia. Entre los hijos de
Cam se cuentan los hititas. Tan aplastante fue su derrota, tan definitivo el final de su
gran imperio que en el siglo XIX había críticos más acérrimos que negaban la inspiración
de la Biblia con el argumento de que nunca existió un pueblo como los hititas. Las
primeras ediciones de la Enciclopedia Británica , que se encuentran en los sótanos de
la mayoría de las bibliotecas, contienen largos artículos sobre la crítica bíblica en los
que el desprecio de los eruditos (hamitas espirituales) se vuelve contra la Biblia debido
a sus referencias a los hititas como un gran y poderoso gente. Pero, de repente, los
descubrimientos arqueológicos hicieron que la enciclopedia fuera risible y bastante
desfasada. He caminado por las ruinas de Boghazkoy, la antigua Hattusa, la capital
hitita cuya existencia se negaba, y he pasado días con las reliquias de esa civilización
en el museo que se ha construido en Angora para albergar los hallazgos. A cien millas
de distancia, en las paredes de un cañón rocoso, hay bajorrelieves que se encuentran
entre los más grandes del mundo y muestran las hazañas de los reyes hititas. Estos
hititas, hijos de Cam, mantuvieron a los semitas en sujeción durante siglos. ¡Cómo
deben haberse regodeado ellos y Satanás a la luz del hecho de que Dios había dicho
que iban a ser los esclavos! ¡Y aquí estaban los maestros! Pero Dios no cuenta la
historia por minutos.
Los hijos de Cam que vivían cerca de Jerusalén fueron un aguijón constante en la carne
de Israel porque este último no obedeció el mandato de Dios de destruirlos por completo
al entrar en la tierra. Que aquellos que critican a Dios porque Él ordenó la destrucción
de hombres, mujeres y
241
hijos del ejército de Israel, acordaos de que Él mandaba a la luz de la omnisciencia, y

que los cananeos tenían mucho tráfico con los demonios. Esto se evidencia en el
informe de los espías que descubrieron que los "gigantes" estaban en la tierra , los
nephilim que estaban controlados por demonios, si no propagados por demonios.
Ya que podemos tratar en una frase la última rama del pueblo camítico, los de las costas
de Canaán que sobrevivieron y lucharon contra Sem y Jafet, comprendamos que Tiro y
Sidón eran ciudades de Cam, y que sus marineros fenicios que vagaban por el
Mediterráneo fundaron Cartago, la gran ciudad de avanzada en la costa norte de África,
desde donde continuaron luchando contra las naciones designadas por Dios hasta que
Cartago fue destruida.
Cato en el senado romano terminó todos los debates, ya sea sobre impuestos,
suministros de alimentos, movimientos del ejército o lo que sea, con la famosa frase:
"Cartago debe ser destruida". Aunque es casi seguro que desconocía el ímpetu divino
que estaba detrás de sus palabras, hubo un movimiento de Dios en las guerras púnicas.
Es interesante recordar que así como el nombre de Dios se encuentra en la última sílaba
de Israel, el nombre de Baal se encuentra en la última sílaba del nombre del líder
cartaginés, Aníbal.
Sólo con la destrucción de Cartago se estableció la era de Jafet sobre la historia de
Europa y del mundo.
242
24. Satanás y la historia (continuación)
El mayor símbolo de la enemistad de Satanás contra los hijos de Israel es el de

Egipto. El viajero va hoy a esa tierra antigua y se llena de asombro por lo que
ve. Uno puede acostumbrarse rápidamente a las vistas de otras tierras y
tomarlas en su curso normal, pero Egipto todavía tiene el poder de evocar un
extraño asombro por lo que queda de esa estupenda civilización. La magnitud
de los edificios, las salas hipóstilas, las columnas gigantes de los templos, las
calles de esfinges y, sobre todo, las grandes pirámides, nos recuerdan la fuerza
creciente de un pueblo que hizo todo este trabajo con nada más que sus manos.
Y este pueblo salió de los lomos del maldito Cam. Incluso hoy en día, en el
idioma de la tierra, el nombre del pueblo y el país en el que habitan es el del
segundo hijo de Cam, Mizraim.
Las Escrituras dicen claramente que Satanás hizo una alianza especial con
este hijo de Cam y construyó en él el orgullo colosal que corría por las venas
de este pueblo y les proporcionó la fuerza física para desgarrar las rocas y
montañas de su tierra como para compensar. por su maldición. Iban a ser
esclavos, ¿verdad? Luego esclavizarían a todos los pueblos sobre los que
pudieran forjar cadenas, y reorganizarían el desorden cósmico de colinas
pedregosas y áridas en montañas inteligentes de pirámides y otros monumentos
que mostrarían la grandeza de Cam.
La risa de Dios
La primera vez que llegué a las pirámides fue por la lenta aproximación de la
carretera y el paso más lento del camello. El peso de la evidencia de la habilidad
del hombre insignificante fue asombroso, y uno se paró sin temor reverencial
ante estos restos de la energía hirviente de la gente antigua. En una ocasión
posterior llegué a las pirámides en la cabina de un stratoliner, volando por la
costa del Mar Rojo, cautivado por las cadenas de montañas que caían. Giramos
tierra adentro al anochecer y las primeras luces de El Cairo comenzaban a parpadear.
243
La tierra era plana ante nosotros y desde nuestra gran altura las pirámides se podían
distinguir con dificultad. Entonces, de repente, pudieron identificarse claramente, diminutas
verrugas en la vasta llanura, excrecencias en el desierto limpio y arenoso. Entré en la risa
de Dios. Me pareció que los hijos de Cam, hormigas arrastrándose por el gran río de
abajo, deben haber sido la causa de la sonrisa triste del Espíritu Santo cuando registró la
ira de las naciones y la imaginación vana de la gente. "Se levantarán los reyes de la
tierra, y los gobernantes consultarán juntos contra el Señor y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ataduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos
se reirá; el Señor se burlará de ellos, entonces les hablará en su ira y los afligirá en su
ira” (Salmo 2:2-5).
Satanás desconcertado
La clave de todo lo que sucedió en Egipto se encuentra en un versículo enterrado en el

libro de Números. Digo "sepultado", aunque nada está sepultado en la Palabra de Dios
excepto por la negligencia del hombre. “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Solo cuando comprendemos esto, y
vemos, por ejemplo, la forma en que nuestro Señor en Su tentación desconcertó a
Satanás con tres pequeñas frases tomadas del libro de Deuteronomio, podemos ver la
verdadera naturaleza del volumen que está en nuestras manos. .
En el capítulo treinta y tres de Números, hay un registro de los viajes de los hijos de Israel
después de que salieron de la tierra de Egipto. La fuerza del verso debe ponernos de pie
con todos los nervios despiertos y todas las venas latiendo.
Viene en medio de lo que podría llamarse un relato monótono de los movimientos
geográficos de las tribus. Primero leemos: "Estas son las jornadas de los hijos de Israel,
que salieron de la tierra de Egipto con sus ejércitos al mando de Moisés y de Aarón. Y
Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato del Señor: y estas son
sus jornadas según sus salidas.
244
partió de Ramsés en el primer mes, el día quince del primer mes; Al día siguiente de la
Pascua , los hijos de Israel salieron con mano alta a la vista de todos los egipcios.
"
Es solo una crónica
ordinaria hasta que nos damos cuenta del drama de la última cláusula que hemos
puesto en cursiva para prepararnos para el próximo verso que necesita tener una parte
escrita en mayúsculas. "Porque los egipcios enterraron a todos sus primogénitos, que el
Señor había herido entre ellos: SOBRE SUS DIOSES TAMBIÉN EL
SEÑOR EJECUTÓ SENTENCIAS" (Números 33:1-4). La siguiente línea se remonta al
relato ordinario del viaje: "Y los hijos de Israel partieron de Ramsés y acamparon en
Sucot".
Las plagas de Egipto
Aquí está la declaración formal de que las fuerzas de Satanás estaban en alianza con
los hijos de Cam, y que las plagas en Egipto fueron el método de Dios para hacer que
las cosas volvieran al curso que Él había determinado. Aquí está la prueba de que no
fue simplemente el hombre el que actuó en contra de un decreto de esclavitud, sino que
fue Satanás con toda la fuerza de su poder en la guerra invisible, la ingeniería de los
movimientos de la historia durante largos períodos de tiempo mientras Dios esperaba
pacientemente lo que tenía. llamado "la plenitud de los tiempos" (Gálatas 4:4).
Este versículo por sí solo sería suficiente para justificar nuestra posición de que todo el
movimiento de los pueblos camitas fue diseñado por Satanás y fue parte de su campaña
de rebelión. En el Nuevo Testamento, hay una revelación directa del hecho de que el
poder detrás de los tronos de la tierra es siempre un poder satánico. El Espíritu Santo
nos dice que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra espíritus
inicuos en los lugares celestiales".
(Efesios 6:12). Se nos dice, por lo tanto, que tomemos toda la armadura de Dios para
que podamos estar firmes contra las asechanzas del diablo.
En otro lugar se revela que "las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas
en Dios para la destrucción de fortalezas" (II Corintios 10:5).
245
El diablo estaba en Egipto. El diablo estaba gobernando Egipto. Detrás de Faraón estaba
Satanás. Cuando Dios envió a Moisés a la tierra, fue para quitar la esclavitud de Cam de los
hijos de Sem. También fue para levantar la esclavitud de Satanás y aplastar esa fuerza
siniestra que estaba aliada con Cam y que es responsable de la sabiduría de los egipcios y la
maravilla de su civilización.
Estándares de poder
La Biblia registra que hay tres estándares de poder exhibidos por Dios en el curso de la
historia. El primero de estos estándares de poder es el que Él ejerció al romper el yugo de los
hombres valientes y los demonios más poderosos de Egipto y al sacar a los hijos de Israel a
la libertad.
El tercero de estos patrones de poder, en el tiempo, se vincula con el primero en una
comparación que lo saca de su orden cronológico.
Cien veces en el curso de la narración bíblica tenemos el registro de la apelación al primer

estandarte de poder desplegado cuando el Señor quebró el arco de Egipto y anuló a los
poderosos de esa tierra. Pero cuando Dios les dijo a los hijos de Israel que serían echados
de la Tierra Prometida a causa de su pecado, y que serían esparcidos por todo el mundo en
una esclavitud que sería peor que su esclavitud en Egipto, anunció su futuro liberación, y lo
vinculó con una próxima demostración de poder que empequeñecerá todo lo que sucedió en
las orillas del Nilo.
Dios habla a través de Jeremías, diciendo: "Por tanto, os arrojaré de esta tierra a una tierra
que no conocéis, ni vosotros ni vuestros padres [seguramente en su imaginación más salvaje
no podrían haber pensado en Manhattan y el Bronx, o la prisión campos de Hitler!] y allí
serviréis a otros dioses día y noche, donde no os mostraré favor. Por tanto, he aquí que
vienen días, dice el Señor, en que no se dirá más: Vive el Señor, que hizo subir los hijos de
la tierra de Egipto; sino: Vive Jehová, para que
246
hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había
arrojado; y los haré volver a la tierra que di a sus padres” (Jeremías 16:13-15).
Nuevamente, hablando a través de Miqueas, Dios describe las obras milagrosas que
realizará Dios al traer a los judíos , hasta el último de ellos , de sus rincones de la tierra.
"Conforme a los días de tu salida de la tierra de Egipto, le mostraré cosas maravillosas. Las
naciones verán y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán su mano sobre su boca, sus
oídos ensordecerán. Ellos lamerá el polvo como la serpiente" (Miqueas 7:15-17).
Maravillas por venir
Las maravillas que Dios aún realizará sobre esta tierra serán de tal magnitud que harán que
los hombres olviden todo lo que Él hizo con las plagas de Egipto. "El polvo será la comida
de la serpiente", se habló del diablo en el jardín del Edén. Aquí se afirma que todos los que
le sigan conocerán el mismo desconcierto. En la boca de los hombres estará el polvo de la
derrota total, así como en Egipto ejecutó juicios sobre los dioses de la tierra.
La segunda medida de poder, la más grande de todas, es la que el Señor ha hecho por
nosotros al resucitar a Cristo de entre los muertos, y con Él, contados como resucitados y
sentados en los lugares celestiales, toda la multitud de los que han poner su confianza en
Su Palabra y han seguido por fe el camino de Dios que parecía ser el camino de la
humillación pero que termina en los cielos. Porque cuando Cristo resucitó de entre los
muertos, la infinita compañía de los creyentes, escogidos en Cristo antes de la fundación del
mundo, fueron libres para siempre de la esclavitud de la tierra y de Satanás, y se unieron al
Señor resucitado. Se revisa el vocabulario griego para reunir las expresiones de fuerza,
poder y poder que Dios desplegó en esa hora triunfal cuando manifestó "cuál es la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación
de Dios".
247
su gran poder, el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos. . . y
vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados. . . y juntamente nos
resucitó y nos hizo sentar juntamente en los lugares celestiales con Cristo"
(Efesios 1:19,20; 2:1,6).
Juicio a los dioses
Ahora nos ocupamos del primero de estos estándares de poder en el que se declara
expresamente que el Señor ejecutó juicios sobre los dioses de Egipto. Para comprender
este pasaje y todos los capítulos del Éxodo relacionados con las plagas, es necesario
que comprendamos un poco la naturaleza de la religión de Egipto.
La adoración de la tierra a lo largo del Nilo es la mayor ilustración de la verdad de la

revelación en el primero de Romanos acerca de la separación del hombre de Dios y su
consiguiente degradación. La historia del descenso de la humanidad a la adoración del
diablo es clara y detallada. "No tienen excusa: porque habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se
hicieron necios, y cambió la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de
hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual Dios también los entregó. . .” (Romanos 1:20-24).
Ahí está la descripción perfecta de la religión de Egipto. El cuadro completo se vuelve

comprensivo cuando nos damos cuenta del alcance de la identificación de los dioses
demoníacos con la tierra, el agua y el cielo de Egipto. Para comprender esto plenamente,
es necesario comprender algunas de las características especiales de la vida en Egipto.
El país es como uno de los pequeños pueblos de América donde los habitantes han
construido sólo a lo largo de la carretera durante varias millas; el pueblo tiene así
cuarenta cuadras de largo y una cuadra de ancho. Multiplique esto y tendrá una imagen
de gran parte de Egipto.
248
El Nilo era la carretera de la tierra antigua como lo es hoy. El río procedía

del sur impenetrable y su fuente se perdía en el misterio de la leyenda. Las
cataratas impedían la navegación en la parte superior del río y los desiertos
ardientes llegaban hasta el borde del agua en lo que conocemos como
Sudán, mientras que más allá de la división del río yacían gigantescas
cadenas montañosas, intransitables para los hombres de esa época. Vagos
rumores acerca de la fuente del Nilo habían llegado a las tierras bajas, y se
habían distorsionado hasta tal punto que Heródoto informó simplemente
que el río provenía de las montañas de la luna. Es muy comprensible,
entonces, que un pueblo que había partido de la tierra firme, la verdadera
revelación de Dios, y había entrado en las laderas escarpadas del politeísmo,
haya identificado algunas de sus divinidades con el río.
En ciertas estaciones del año el río se desbordaba, y cuando se retiraba a

su cauce acostumbrado, dejaba tras de sí un depósito aluvial de rica tierra
vegetal que hacía posible que la tierra produjese en abundancia. Era
natural, por lo tanto, que los egipcios asociaran a otros de sus dioses con el
suelo fértil que daba tanta abundancia por tan relativamente poco trabajo.
Finalmente, casi nunca llovió en Egipto, y el cielo azul claro arriba, con su
sol sin nubes, atrajo la mirada y pronto la adoración de la gente que había
abandonado al Señor Dios y que no quería retenerlo en su conocimiento. .
Con el desierto siempre a sus espaldas, la gente estaba en la prisión feliz

de la estrecha franja de tierra a lo largo de su río, y su trinidad de múltiples
deidades estaba centrada en el agua, la tierra y el cielo. Satanás, tan
hambriento de adoración, había traído sus principados y potestades a la
tierra con gran fuerza y estaba recogiendo toda la adoración que tanto los
líderes cultos y educados como los simples campesinos eran capaces de
ofrecer. Era contra estos dioses que el Señor estaba a punto de ejecutar
juicio. Hay evidencia de que el mismo Satanás vino a Egipto para dirigir su lado del
249
guerra. La palabra hebrea que se usa para las serpientes de los magos (Éxodo 7:10,
12) es la palabra que se traduce dragón cada vez que esa palabra se encuentra en el
Antiguo Testamento en inglés. El último libro de la Biblia identifica al dragón con "la
serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero" (Apocalipsis 12:9).
La contienda en Egipto no era un asunto para dejarlo en manos de uno de sus secuaces,
sin importar cuán elevado pudiera ser ese rango. La presencia del maligno en persona
no sorprende dada la importancia del conflicto. Todo el grupo de los hijos de Abraham
eran esclavos en las garras de los amos camitas, ellos mismos bajo las garras de
Satanás. Si pudieran ser aplastados y destruidos en Egipto, la promesa de Dios se
frustraría y el Señor sería derrotado. Fue una oportunidad audaz, pero la única
oportunidad, y Satanás echó todas sus reservas y vino a guiarlos en persona. El
desconcierto de sus anfitriones es, por lo tanto, tanto más marcado. El Dios que anunció
que "contra todos los dioses de Egipto ejecutaré juicio; yo, Jehová" (Éxodo 12:12), es el
Dios que anunció a través de Moisés en el pasaje que hemos leído de Números, que
ejecutó juicio contra estos dioses.
El primero de los juicios fue sobre las aguas de Egipto. No sólo el Nilo, sino también las
demás aguas de la tierra, incluso el agua que se sacaba para usar en las casas, y que
se guardaba en vasijas de madera y tinajas de piedra, se convirtió en sangre, y durante
siete días toda la tierra estuvo en este horror, con los peces muriendo y el río hediendo
(Éxodo 7:19-25). Para comprender el desprestigio que debió suponer esta plaga para
los dioses de Egipto, debemos darnos cuenta de cuán importantes y numerosos eran
los dioses del río. Osiris, uno de los principales dioses de Egipto, fue ante todo dios del
Nilo. Él, junto con su compañera, la diosa madre, Isis, y su hijo, Horus, eran dioses con
cabeza humana, entre los muchos que tenían cabezas de pájaros, bestias y reptiles.
Esta trinidad de dioses era la más favorecida entre la gente común, el campesino
ordinario que fue predecesor de los felaheen que trabajan en las orillas del Nilo en la
actualidad. Había otros dioses del Nilo: Hapimon en el norte,
250
y Tauret en Tebas, en cuyo honor y culto se centraba la mayor fiesta del año, y que era
conocida como la grande, la diosa hipopótamo del río. También estaba Nu, el dios de la
vida en el Nilo.
A estos dioses se habían dirigido oraciones durante siglos y se habían hecho

innumerables ofrendas para propiciarlos. Ahora se ven como nada. Con una sola
palabra, el judío Moisés, hablando a través de su hermano Aarón, declara la maravilla,
y el río se convierte en sangre. La palabra hebrea traducida maravilla indica algo fuera
del conocimiento del hombre.
Incluso los hijos de Israel no sabían lo que estaba pasando, porque en los Salmos, se
revela que "nuestros padres no entendieron tus maravillas en Egipto" (Salmo 106:7). Si
los semitas escogidos no pudieron comprender la obra maravillosa de Dios, ¡cuánto
mayor la ignorancia de los egipcios camitas!
Hay mucha evidencia en la Biblia de que los hombres no entienden el lenguaje de la

gracia, y que comprenden poco del lenguaje del juicio. Si son arrinconados, retroceden
con odio y sus corazones no cambian para mejor, sino para peor. Así fue con Faraón :
su corazón se endureció. Ha habido quienes han atacado las Escrituras y al Dios de las
Escrituras a causa de esta frase. Su argumento es que Faraón no podría hacer nada
más si Dios Todopoderoso endureciera su corazón, y ¿podría ser justo endurecer su
corazón y luego responsabilizarlo? La Versión King James dice que el Señor endureció
el corazón de Faraón, pero la Versión Revisada está más cerca del hebreo donde no se
menciona el nombre del Señor. "El corazón de Faraón se endureció" es la verdadera
traducción, y si se pregunta quién endureció su corazón, hay una doble respuesta. Como
señalamos en un capítulo anterior, Dios establece las reglas bajo las cuales el pecado
debe ser pecado, aunque Él mismo no es el autor del pecado. Si un hombre elige ir por
un camino de rechazo, el curso de ese camino lo lleva inevitablemente a la dureza de
corazón. Con cada paso de su
251
obstinado en el error, se aleja más del poder derretidor de la gracia de Dios, y es llevado
por su propio camino. Pero, ¿no hay una respuesta en el hecho de que Satanás estaba
en la tierra, que Faraón era su principal representante humano y que estaba en posesión
del alma del hombre? Esto, por supuesto, no disminuye la responsabilidad de Faraón,
ya que cada hombre es completamente responsable de sus propias elecciones y
acciones.
Faraón tenía ante él abundante evidencia de la verdad de Dios, pero su trono se había
mantenido confiando en las fuerzas de Satanás, quien era el verdadero poder detrás de
ese trono. A pesar de la evidencia, y a pesar del hecho de que el Señor había dicho al
principio que fortalecería el corazón de Faraón (Éxodo 7:3) , lo suficientemente fuerte
para resistir a Satanás si realmente lo deseaba , esa mente carnal era enemistad .
contra Dios y no estaba sujeto a su ley (Romanos 8:7). El corazón de Faraón fue
endurecido por una
combinación de los hechos de que odiaba a Dios, que el diablo quería que él dirigiera
sus fuerzas en la guerra contra Dios, y que Dios había creado las condiciones bajo las
cuales los corazones de los hombres operan en el pecado.
La segunda de las maravillas también probó la vacuidad de los poderes de los dioses
de Egipto. La tierra se cubrió de una plaga de ranas en tal abundancia que entraron en
las casas de los egipcios y fueron encontradas en sus mismos lechos (Éxodo 8:2-14).
Hablamos del hecho de que la trinidad de Osiris estaba representada por ídolos con
cabezas humanas. Estos eran comparativamente raros entre el panteón de Egipto.
Aunque casi todos los dioses estaban representados con cuerpos humanos, casi todos
estos estaban representados con cabezas de pájaros, bestias y reptiles. Una de las
principales diosas de la tierra era Hekt, esposa del creador del mundo, quien siempre
se mostraba con cabeza y cuerpo de rana.
¿Qué debía hacer la gente? Tenemos una ilustración viva de su situación en las
acciones de algunos de los devotos de la India que consideran la vida tan sagrada que
ni siquiera matarán a los bichos. Es posible ver mendigos en
252
los mercados de la India eliminan con cuidado las pulgas y los piojos de sus cuerpos y
los dejan caer vivos a la distancia de un brazo, desde cuyo punto pronto regresan al
cadáver de su huésped que les pica. De modo que los egipcios, poseídos por ideas
similares, no podían hacer la guerra a las ranas que infestaban sus moradas, se subían
a ellas con sus cuerpos fríos y pegajosos, y penetraban hasta en sus hornos y en las
artesas de amasar donde se hacía el pan. Para empeorar las cosas, estas ranas habían
salido todas de su sagrado Nilo (Éxodo 8:3). Cuando las miríadas de ranas murieron,
sus cuerpos en descomposición debieron de convertir los campos y las orillas del Nilo
en un horror apestoso. Con qué pérdida de rostro ante los dioses debieron acompañarse
estos eventos, pero con el respiro Faraón endureció su corazón.
25. Satanás y la historia (continuación)
El SEÑOR y el Dios de la Tierra
El tercero de los juicios sobre Faraón y sobre los dioses de Egipto salió del suelo de
Egipto. Los depósitos aluviales de las inundaciones anuales hicieron de este suelo, y lo
hacen hoy, uno de los suelos más ricos del mundo. En ninguna parte puede haber
cosechas más abundantes. Los hebreos recordaban los puerros, las cebollas, los ajos,
los melones de Egipto, y el viajero de hoy puede encontrar en Egipto abundancia de
deliciosas frutas a precios módicos. Nuestras versiones en inglés traducen la plaga
como una plaga de piojos, pero esto deja algo que desear. El margen de la revisión
muestra la vacilación de los traductores que agregaron moscas de la arena y pulgas
como posibles interpretaciones de la palabra hebrea ken , que proviene de una raíz que
significa cavar. Es probable que el insecto fuera uno de esa variedad que cava debajo
de la piel de los hombres, y que todavía se encuentra hoy en muchas partes del mundo
en diferentes formas.
Pero, ¿dónde estaba el gran dios de la tierra, Geb, a quien los sacerdotes hacían
ofrendas por la generosidad del suelo? El artificio de los sacerdotes les falló en este
punto. No podían duplicar tales cosas con su magia.
253
como lo habían hecho antes, ¡y estaban demasiado ocupados con los

inconvenientes de la picazón para continuar con su farsa!
El SEÑOR y el Dios Escarabajo
Nuestra versión registra la cuarta de las plagas como " enjambres de moscas".
Las últimas palabras están en cursiva porque no están en el original. La plaga
consistía en enjambres, y tal vez la palabra signifique que los enjambres eran
insectos de todo tipo. Esto sería una gran ironía de parte de Dios debido a la
posición del escarabajo sagrado entre los dioses de Egipto. Los arqueólogos han
descubierto decenas de miles de escarabajos, muchos tallados en las piedras
más preciosas y con inscripciones en huecograbado en la espalda. La razón de la
deificación del escarabajo es típica y muy interesante. El insecto es tan grande
como una moneda de cinco centavos, pero se alimenta de estiércol en los campos
de una manera muy curiosa. Cuando los rebaños y las manadas defecan, estos
insectos salen de sus agujeros en el suelo y recogen su forraje para sus futuras
comidas. Toman la materia estercoral y la forman en una esfera matemáticamente
perfecta del tamaño de una pelota de golf y la hacen rodar por los campos hasta
su vivienda subterránea. Los egipcios no eran muy buenos entomólogos, pero no
podían dejar de observar las miles de bolas perfectamente formadas que rodaban
por sus campos. Pronto hicieron una conexión en sus mentes entre las esferas de
estiércol y el sol en el cielo y concibieron la idea de que un escarabajo gigante
hacía rodar al sol desde la tarde hasta la mañana a través del inframundo hasta
que el amanecer lo devolvía al cielo una vez más. También tenían la falsa idea de
que el escarabajo depositaba su larva en la esfera, pero la entomología moderna
ha demostrado que esto no es cierto. El sol como semilla de vida, sin embargo, lo
encontraron ilustrado en el trabajo del escarabajo, y algunos de los gigantes
recibieron el honor de momificación y sepultura con los faraones. Amon-Ra, a
quien se consideraba el rey de los dioses, tenía la cabeza de un escarabajo. Bien
podemos imaginar la consternación que cubrió el terreno ante la llegada de
enjambres de estos insectos sagrados a las casas. Poseídos como están con
mandíbulas tan dentadas en un lado que pueden serrar a través de la madera,
254
sus cualidades destructivas superarían a las de las termitas. Al mismo tiempo, fueron mirados con una reverencia
que podría compararse con la de un sacerdote católico romano hacia el trozo de pan que supuestamente ha
convertido en el cuerpo de Cristo. La plaga de los enjambres tenía otro aspecto que humillaba a los dioses de
Egipto. Dios el Señor había dividido entre Egipto y la tierra de Gosén donde los israelitas estaban acampados.
Los enjambres cayeron sobre los camitas en Egipto, pero los semitas no fueron tocados. La presencia de los
enjambres hizo que Faraón llamara a Moisés y suplicara el cese de la plaga y ofreciera el primer indicio de
compromiso, incluso pidiendo que se orara por él (Éxodo 8:28). Pero Dios no se compromete, exigiendo siempre
una entrega incondicional. Esto no fue aceptable para Faraón, y los juicios continuaron.
El SEÑOR y el Dios Toro
La quinta plaga fue contra los animales domésticos de Egipto. El culto a Apis, el dios toro, y a la cabeza de vaca
Hathor, diosa de los desiertos, estaba tan extendido que los propios hijos de Israel se habían contagiado de este
culto, y más tarde, cuando pensaron que Moisés había desaparecido, dieron su oro para hacer un becerro, la
imagen de Apis, y clamaron: "Estos son tus dioses, oh Israel, que te sacaron de la tierra de Egipto" (Éxodo 32:4).
Verdaderamente no entendían las maravillas que Dios estaba haciendo. En la India también el viajero ve a la
vaca, el más sagrado de todos los animales, caminando por las principales calles de las ciudades, entrando
libremente en tiendas y comercios, olfateando los mostradores u obstruyendo el tránsito en las calles. En Egipto
los animales domésticos eran sagrados, y en cada templo había un corral en el que sólo podían penetrar los
sacerdotes y el faraón. En un corral de este tipo en cada templo se guardaba y adoraba un toro vivo como si
fuera la encarnación de uno de los dioses. La plaga que vino ahora sobre la tierra fue una "muerte", una
enfermedad contagiosa entre el ganado, y hasta los toros sagrados en el templo murieron (Éxodo 9:3-7). Los
otros animales domésticos también eran sagrados, y el murrain hirió a las cabras y carneros, cuyas cabezas
adornaban los cuerpos de muchos ídolos. Quizás incluso Bubastis, el
255
gato diosa del amor, lo femenino y la moda, fue azotada con la pestilencia. En todo
caso, los juicios ejecutados contra los dioses habían llegado a los patios traseros de
todos los granjeros ya los recintos sagrados de todos los templos. Una vez más los hijos
de Sem fueron perdonados, y cuando la noticia de esto llegó a Faraón, envió mensajeros
para investigar. El informe probó que efectivamente hubo división entre los dos pueblos
y que ni siquiera se tocó el ganado de los hebreos. Sin embargo, Faraón todavía
endureció su corazón.
Cenizas de maldición
La sexta maravilla se manifestó contra los cuerpos de los hombres. La plaga fue una de
"forúnculos" (Éxodo 9:8-11), aunque esta palabra puede esconder algo aún más terrible
de lo que vemos a primera vista. La raíz hebrea significa ardor, y la concordancia revela
que la misma palabra se traduce como lepra (Levítico 13:18-20), y como la llaga egipcia
(Deuteronomio 28:27,35) que se declara incurable. El relato de la plaga no da ninguna
indicación de que algún egipcio se haya curado, porque tales curaciones podrían haber
sido atribuidas a los dioses de la tierra, a muchos de los cuales atribuían grandes
poderes curativos. Entre estos se encontraban notablemente Thoth, el dios de la
inteligencia y el saber médico con cabeza de ibis, Apis, Serapis e Imhotep. El autor del
artículo sobre la religión egipcia en la Encyclopedia Britannica confiesa una confusión
entre los estudiosos acerca de los atributos de las deidades egipcias, y parece
perturbado por ello, pero cuando consideramos que había deidades locales que asumían
diversas características en casa y se superponían por deidades nacionales, la dificultad
desaparece. La mente politeísta es propensa a considerar que cualquier dios tiene algún
atributo en tiempos de necesidad. Hoy podemos estudiar el mismo fenómeno donde se
atribuyen varios poderes a una determinada estatua de la Virgen María que no poseen
otras estatuas de la misma persona, y donde, por ejemplo, la Virgen de Lourdes y la
Virgen de La Salette y la Virgen de Fátima compite por la fidelidad de diferentes devotos
en el mismo edificio de la iglesia. En todo caso, esta sexta plaga llevó el conflicto al final.
256
individuo, y los magos no escaparon. Se nos informa directamente que estaban

contaminados con la peste y, por lo tanto, deben haber sido incapaces de llevar a cabo
sus funciones sacerdotales. La gente pudo haber traído sus regalos y ofrendas en
manos febriles, pero los sacerdotes febriles los recibieron, y los dioses que eran
impotentes deben haber sido impotentes servidos. Cada vez más se les imponía a los
líderes que sus dioses eran vanidad. Para colmo de males, los sacerdotes bien pueden
haber conocido los medios particulares utilizados por Moisés para lanzar esta plaga
contra ellos. Había sacrificios humanos en la religión egipcia, y era costumbre tomar las
cenizas de estos sacrificios y arrojarlas al aire. Llevados por el viento, flotaron sobre la
multitud que se arremolinaba, que consideró una señal de bendición segura que algunas
de las cenizas cayesen sobre ellos. De esta costumbre pagana se deriva la práctica
moderna de ponerse ceniza en la frente el primer día de Cuaresma.
Ahora Moisés se acerca al horno y arroja cenizas al aire. No se nos da la identificación

del horno, y es inútil especular. Pero el Moisés que tenía acceso al patio interior de
Faraón debe haber tenido acceso a los recintos sagrados de los templos reales. Su vara
que se transformó en una serpiente y su mano que podía volverse leprosa o curarse
clavándola en su seno deben haberle abierto el camino a cualquier lugar al que deseara
ir. Es posible que las cenizas fueran de la misma fuente que las cenizas de bendición
egipcias, pero al toque de Moisés estas cenizas eran cenizas de maldición. Terrible de
registrar, una vez más leemos que "el corazón de Faraón se endureció".
El agrietamiento de la opinión pública
La llegada de la séptima maravilla debe haber traído terror a los corazones de la gente.
Una gran tempestad vino sobre la tierra (Éxodo 9:18-
33), aterrador porque Egipto es la tierra soleada donde casi no llueve. Ahora bien, no
solo hubo lluvia —el relato nos dice dos veces que hubo lluvia, como para asegurarnos
doblemente de que comprendemos la naturaleza fenoménica de la tormenta— , sino
que también hubo granizo y fuego. Los egipcios adoran el agua roja y el fuego, y ahora
estas dos cosas iban a estallar y maldecirlos.
257
¿Dónde estaba Shu, el dios del viento? ¿Y dónde estaba Nut, la diosa del cielo?
¿Dónde estaba Horus el mayor, el dios del cielo con cabeza de halcón del alto Egipto?
¿No podrían proteger la tierra de estos terribles brotes en la naturaleza que se suponía
que estaba subordinada a ellos?
Con esta maravilla llegó el primer resquebrajamiento de la opinión pública. Se había

anunciado que los animales que quedaran en el campo serían destruidos, pero que los
animales que se pusieran a cubierto se salvarían. Hubo algunos que creyeron, porque
leemos: "El que temía la palabra del Señor entre los siervos de Faraón, hacía huir a sus
siervos y su ganado a las casas" (Éxodo 9:20). Una vez más, el gobernante endurecido
envió por Moisés y confesó su pecado y el pecado de su pueblo, incluso usando los
nombres hebreos de Dios. "He pecado esta vez: el Señor [Jehová] es justo, y yo y mi
pueblo somos malvados. Rogad al Señor [Jehová] que no haya más truenos poderosos
[voces de Elohim]" (Éxodo 9:27,28) . Pero es posible que un hombre confiese su pecado y
pida oración y, sin embargo, sea un pecador empedernido. Los franceses tienen una frase
que debe circular en inglés. Hablan de aquellos que usan lenguaje espiritual pero cuyo
corazón está lejos de Dios como usando le patois de Canaan, el dialecto de Canaan.
Faraón tenía el corazón de Cam, aunque su boca estaba llena de los nombres de Dios
que habían sido revelados a los semitas. Por lo tanto, los juicios debían continuar.
Parece que hubo un largo intervalo entre algunas de las primeras plagas, pero la octava
siguió a la séptima. Las langostas fueron traídas a la tierra. Parecería que esto era algo
nuevo para Egipto. Las langostas se habían conocido en otros lugares, pero ahora el
terrible flagelo del oeste de África del Norte y del oeste de Asia iba a llegar a la tierra del
Nilo, donde no se había conocido antes. Cada grano, ramita y hoja que había escapado
del fuego y del granizo ahora fue arrebatado por las langostas. ¿Dónde estaba Nepri, el
dios del grano? ¿Dónde estaba Ermutet, diosa del parto y de las cosechas?
¿Dónde estaba Anubis, guardián de los campos con cabeza de chacal? Sobre todo, donde
258
Cuál era Osiris, gran cabeza de la trinidad camita, que también era un dios agrícola? El
pueblo de Egipto perdió toda fe en sus dioses. La rebelión llegó incluso al palacio.
Porque antes de que vinieran las langostas, los cortesanos de Faraón le habían
suplicado que dejara ir a los semitas. "Deja ir a esos hombres para que sirvan al Señor,
su Dios [Jehová, el Dios]; ¿aún no sabes que Egipto está destruido?" (Éxodo 10:7). Pero
después de muchas vacilaciones e intentos de compromiso, el corazón de Faraón se
endureció y llegó la plaga. Los devoradores fueron rápidos y la tierra fue devastada.
Entonces el Señor tomó un fuerte y poderoso viento del oeste y arrastró todas las
langostas al Mar Rojo. Una vez más el corazón de Faraón se endureció.
El SEÑOR y el Dios-Sol
El movimiento de los acontecimientos iba aumentando de ritmo. Rápidamente llegó la

novena maravilla. La oscuridad cayó sobre la tierra, oscuridad que se podía sentir.
Josefo escribe (II, 14, 15): "Pero cuando Moisés dijo que lo que él [Faraón] deseaba era
injusto, ya que estaban obligados a ofrecer sacrificios a Dios de esos ganados, y el
tiempo se prolongó por este motivo, una espesa oscuridad , sin la menor luz, se extendió
sobre los egipcios, por lo que su vista estaba obstruida y su respiración impedida por la
espesura del aire, estaban aterrorizados de ser tragados por la espesa nube.Esta
oscuridad, después de tres días y medio tantas noches se disipó".
La oscuridad absoluta podría ser algo normal en la tierra del sol de medianoche, pero
esto no era Noruega o Alaska, esto era Egipto. Esta era la tierra del sol perpetuo.
Trescientos sesenta y cinco días en el año, el sol brilla en Egipto. Y trescientas sesenta
y cinco noches en el año, los cielos están tan iluminados con la luna y las estrellas que
no se ve nada parecido desde la tierra. Los planetas parecen más cercanos que las
luces de los vecinos, y las estrellas cuelgan en el cielo, líquidas en su temblorosa
belleza. A través de nuestras nieblas, los cielos pueden estar a millones de años luz de
distancia, pero en Egipto parecen estar justo al otro lado de la ventana y más allá de las
copas de los árboles.
259
De repente el cielo y la luz fueron eclipsados por un fenómeno que cayó sobre la tierra.
El verbo es uno que denota rapidez como cuando un león cae sobre una presa
desprevenida. La vida se detuvo. Las personas fueron obligadas a permanecer en sus
camas durante tres días. La frase de Josefo de que la densidad del aire dificultaba su
respiración puede significar que había tanta humedad en la atmósfera que no podía
haber combustión para las llamas abiertas de sus velas o antorchas. Las provisiones no
se almacenan en tierras cálidas, y en aquellos días no había refrigeración. El pueblo
estaba sin comida; no podían verse; vivían, ahogándose y jadeando, en sus camas.
Hemos mencionado más de una veintena de los dioses de Egipto al relatar la ejecución
del juicio de Dios contra ellos, pero el mayor llega al final. Porque sobre todos los dioses
de Egipto estaba el gran Ra, dios del sol. Ra era tan grande que en algunas partes de
Egipto algunas personas tenían una posición religiosa que se parecía mucho al
monoteísmo. En la escuela de On, o Heliópolis, ciudad del sol, Ra era el único dios. Él
y Atón, el disco del sol, eran adorados, y el ankh, símbolo de la vida procedente del sol,
formaba con ellos otra especie de trinidad que era, sin embargo, una trinidad monoteísta.
Ahora Ra, el gran Ra, ha desaparecido. ¿El escarabajo sagrado lo perdió en el
inframundo de los muertos mientras lo empujaba desde el ocaso hasta el amanecer?
¿Como una bola de estiércol ha sido aplastado bajo el pie de un monstruo y destruido?
¿Dónde estás Ra? Y si Ra se ha ido, no hace falta hablar del dios del amanecer, Horus,
ni del dios del atardecer, Tem, ni del dios de la luz, Shu, ni de las deidades de la luna y
los planetas. Faraón llama a Moisés en cuanto amanece y le ofrece dejar ir al pueblo,
hombres, mujeres y niños. ¿Esto es rendirse? No. El Faraón comprometedor exige que
se vayan sin su ganado. El texto por encima de todos los demás textos de la Biblia que
habla en contra de la posibilidad de compromiso es la declaración resonante de Moisés:
"¡No quedará ni una pezuña!"
260
Una vez más Dios hizo la división entre los hijos de Cam y los hijos de Sem. Aunque había
oscuridad sobre todo Egipto, oscuridad que se podía sentir, sin embargo, los hijos de Israel
tenían luz en sus viviendas. Es una figura maravillosa de la diferencia que Dios ha puesto hoy
entre el verdadero creyente y el incrédulo. Una de las glorias que los hijos de Dios tienen en la
densa oscuridad de esta era presente del príncipe de las tinieblas es que tenemos luz en
nuestros corazones que hace que las tinieblas y la luz del mundo sean semejantes para
nosotros, así como la oscuridad y la luz son iguales para nosotros. ambos por igual a Dios
(Salmo 139:12). Tenemos esa luz porque el Hijo de Dios vino en la gran oscuridad de la cruz,
clamando: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46). El Padre
abandonó a Su Hijo en esa oscuridad para no tener que abandonarnos a nosotros y para
llevarnos a la santidad de Su luz eterna.
Lo que el Señor Jesucristo debía ser y hacer ahora se ilustraba en la Pascua. Se puso sangre
en las puertas de las casas de los israelitas. El ángel de la muerte, mensajero del juicio de
Jehová Dios, caminó por la tierra. Donde no había sangre en la puerta, había muerte. Los
dioses de Egipto fueron exhibidos como vanidosos pretendientes. En el anuncio de la muerte
de los primogénitos de Egipto, también se incluye el juicio sobre los dioses diabólicos de la
tierra. “Porque esta noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra
de Egipto, tanto de hombres como de animales; y ejecutaré juicio contra todos los dioses de
Egipto; yo soy el Señor” (Éxodo 12). :12).
Pero donde había sangre en la puerta no había muerte en la casa.

Dios en Su juicio los pasó por alto porque la sangre estaba allí. Dentro pudo haber un niño
hebreo temblando, llorando de terror por miedo al juicio que había sido anunciado. En otra casa
puede haber habido un muchacho lleno de fe y cantando de alegría. El ángel de la muerte pasó
sobre el primero tan fácilmente como sobre el segundo. Dios no había dicho: "Cuando te vea
feliz, pasaré de ti"; pero "Cuando vea la sangre pasaré de ti".
261
¡Oh, la preciosidad de la sangre del Hijo de Dios!
Las plagas de Egipto libraron al pueblo de Dios de los hijos de Cam.

El poder de la gran tierra se rompió. Habría otros faraones sentados en el
trono del gobernante que no tenía más tumba que la tumba de agua del
Mar Rojo, pero Egipto nunca volvería a ser una amenaza material. Dios
continuaría advirtiendo a los hijos de Israel contra cualquier giro espiritual
hacia Egipto. Nunca sancionaría ninguna unión con esa tierra. Como en
los primeros días cuando se negó a reconocer a Ismael, ya que Agar era
egipcia y nunca podría dar a luz al hijo de la promesa, aunque la fuerza
de Abraham engendró al hijo, así hasta el final de los días Dios advertiría
a su pueblo contra los males. que estaban latentes en Egipto y todo lo que
representaba. Siglos después, el faraón Necao haría marchar un ejército
cientos de kilómetros hacia el norte para ayudar a los hititas, otros hijos
de Cam, contra el poder de Asiria. Sería un gesto vano. Se alejarían en
Carquemis de otros hijos de Sem y se retirarían ignominiosamente a su
tierra natal, que pronto sería invadida por Grecia y luego por Roma. Nunca
más serían otra cosa que un reino base. Dios diría a través de Ezequiel:
“Hijo de hombre, pon tu rostro contra Faraón, rey de Egipto, y profetiza
contra él, y contra todo Egipto; habla y di: Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí yo estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, el gran dragón que yace
en medio de sus ríos, el cual ha dicho: Mi río es mío, y yo lo he hecho
para mí... Yo te sacaré de en medio de tus ríos... Te dejaré arrojado en el
desierto... y todos los habitantes de Egipto sabrán que yo soy el Señor...
y la tierra de Egipto será asolada y desolada, y sabrán que yo soy el
Señor, porque él ha dicho: Mío es el río, y yo lo he hecho... Allí será un
reino ruin, será el más ruin de los reinos, y nunca más se enaltecerá sobre
las naciones, porque yo las disminuiré, para que no tendrán más dominio
sobre las naciones, ni será más la confianza de la casa de Israel la que
trae a la memoria su iniquidad. mi cuando
262
los cuidarán, pero sabrán que yo soy el Señor Dios"

(Ezequiel 37). Así ha sucedido.
Hoy es el tercer hermano, Jafet, quien habita en las tiendas de Sem, tal
como Dios lo anunció (Génesis 9:27). Así como los muchos hilos de la
historia de la rebelión de Cam han hecho el extraño desmoronamiento que
hemos visto, así los hilos de la historia de Jafet han hecho un enredo aún
mayor que será cortado por un golpe gordiano en el propio tiempo de Dios.
Las maravillas de la Segunda Venida de Cristo, mucho mayores que las
maravillas obradas en Egipto, acompañarán la liberación de Sem del poder de Jafe
Esa es otra historia. La visión es para un tiempo señalado. Ciertamente
vendrá y no tardará (Habacuc 2:3; Hebreos 10:37).
263
26. La Batalla de la Cruz
Perspectiva de la batalla
En un sentido, por supuesto, la cruz no fue una batalla en absoluto. En el mismo sentido,
la guerra invisible no es una guerra en absoluto. ¿Podemos llamarlo batalla o guerra
cuando un lado tiene toda la sabiduría y todo el poder y todo el poderío y todo el
dominio, y cuando ese lado sabe antes de que todo comience exactamente lo que
sucederá, de modo que cada detalle es el simple cumplimiento de un plan eterno?
Pero en el sentido más limitado es una guerra, y en ese sentido la cruz de Jesucristo es
la batalla central y de suma importancia en esa guerra. Fue en la cruz donde se
manifestaron los grandes principios de los caminos de Dios. El tema de los caminos de
Dios ocupa el segundo lugar en la Biblia después de las verdades doctrinales de Dios.
En un gran pasaje Él dice: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos" (Isaías 55:8).
La cruz de Jesucristo es la demostración suprema de los caminos de Dios.

Aquí, ante los hombres, ángeles y demonios, los principios del propósito y método
divinos serán revelados para que todos los que sigan puedan conocer y comprender el
buen propósito de Su voluntad y puedan ver la santidad de la obra de Su voluntad. esa
voluntad.
Se han predicado miles de sermones sobre la cruz, la mayoría de los cuales han
enfatizado el efecto de la expiación en el creyente como el fundamento básico de su
salvación del pecado. Pero veremos que hay algo en la obra de la cruz mucho más
grande que la salvación del pecador. Una nación puede pelear una gran guerra y miles
de sus soldados pueden morir. En un pueblo remoto, la preocupación de una madre
solitaria es principalmente que su único hijo regrese sano y salvo. Para la nación, lo
importante es que se gane la guerra, aunque se cuestionen una cierta cantidad de miles
de vidas.
264
gastado en el conflicto. Mi salvación individual es muy importante para mí, pero el honor y la
gloria de Dios son mucho más importantes. La vindicación de la justicia y la santidad divinas
trasciende con mucho cualquier interés humano en el gran conflicto.
El alcance de la batalla
En este capítulo nos proponemos mostrar que (1) la obra redentora de Cristo es aplicable a
nosotros porque Dios la estaba usando para anular la ley que estaba contra nosotros; (2) al
hacerlo, reveló al universo que Satanás es en realidad un mero farsante jactancioso; (3)
sobre la base de la justicia manifestada por Cristo en la forma en que Él procedió a la cruz,
nuestro Señor pudo despojar a Satanás de todas sus pretensiones; (4) Él nos dio a nosotros,
los creyentes, todos los poderes y oficios que una vez le habían sido dados a Satanás o que
él había usurpado. Al hacer estas cuatro cosas, Dios reveló el método de operación de Su
santidad.
Uno de los pasajes clave de este tema se encuentra en la epístola a los Colosenses. Allí
leemos: "Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de
vuestra carne, Dios os dio vida juntamente con él, perdonándonos todos nuestros pecados,
cancelando el vínculo que nos oponía con sus demandas legales; esto fijó a un lado,
clavándolo en la cruz, y despojando a los principados y potestades, hizo de ellos un ejemplo
público, triunfando sobre ellos en ella» (2, 13-15).
La ley anulada
Procediendo ahora a la exposición de este pasaje, tenemos primero la declaración de que

de alguna manera la cruz de Jesucristo anuló la ley que estaba contra nosotros. Con
frecuencia se ha argumentado que Dios no era justo, porque Él tomó los pecados de los
creyentes y los puso sobre Cristo, el Cordero sin mancha ni mancha. La respuesta se
encuentra en la naturaleza de lo que Cristo llegó a ser antes de que Dios le diera muerte.
Cuando nosotros tenemos
265
entendido esto, podemos ver cómo las disposiciones de la ley que estaban contra
nosotros han sido completamente anuladas.
Es cierto que el Señor Jesucristo era sin pecado e infinitamente perfecto. De todas las
formas posibles Su divinidad y santidad fueron anunciadas. En el momento de su
concepción se le anunció a su madre, la Virgen María, que su hijo sería llamado Hijo de
Dios porque "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el un niño que va a nacer de ti será llamado santo, Hijo de Dios" (Lc 1,
35).
Cabe señalar que este versículo vicia la doctrina romanista de que María era "la madre
de Dios". Lo que habría sido un niño humano ordinario si hubiera nacido de ella por
generación natural, fue llamado Hijo de Dios solo porque el Espíritu Santo lo cubrió con
su sombra. Cuando Juan el Bautista lo identificó como el Cordero, Dios el Padre no
permitió que el testimonio humano de Juan describiera al Señor Jesús. Juan sólo podía
decir que el que venía era más poderoso que él y que él, el precursor, no era digno de
inclinarse para atar las correas de sus sandalias. Pero, en el mejor de los casos, esa
era la estimación de un hombre, considerando las apariencias externas. Fue Dios, que
mira el corazón, quien habló desde el cielo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia" (Mateo 3:17).
A lo largo de los evangelios, se aprovecha cada oportunidad para revelar al Señor Jesús
como el Mesías, el Santo de Israel. Al final de tres años de ministerio, ha llegado el
momento de que Él vaya a la cruz y sea sacrificado. Pero, ¿sigue siendo Él el Cordero
sin mancha ni defecto? Porque se ha sentado en tabernas con publicanos y pecadores.
Los escarnecedores lo han llamado comilón y bebedor de vino (Mateo 11:19). Las malas
mujeres lo han tocado y lo han mirado a los ojos. ¿Está todavía sin pecado? El hombre
no puede discernir, pero Dios lleva al Señor Jesús al monte de la transfiguración, y la
santidad del cielo brilla a través de Él, visible incluso para los discípulos dormidos que
tropiezan en la escena. La voz de Dios habla una vez más desde el cielo,
266
y Dios Padre, el todo santo, asume la responsabilidad de declarar una vez más: "Este
es mi Hijo amado en quien tengo complacencia" (Mateo 17:5).
El transgresor sin pecado
Entonces, ¿cómo puede el Dios Santo dar muerte a este Hijo Santo? La respuesta está
en el misterio de que Él se hizo pecado por nosotros. Leemos: "Porque Dios, al que no
conoció pecado, hizo a Cristo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él" (II Corintios 5:21). ¿Cómo podría ser esto? La respuesta se
encuentra en otro pasaje de la Escritura: "Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
hecho por nosotros maldición , porque está escrito: 'Maldito todo el que es colgado en
un madero'" (Gálatas 3: 13). El Señor Jesús, aunque sin pecado, se convirtió en
transgresor de la ley y así atrajo la maldición de Dios sobre Sí mismo.
Para entender esto, debemos darnos cuenta de que Dios Padre no cuenta la transgresión
de la misma manera que el hombre la cuenta. La ley humana nunca considera culpable
a un hombre hasta que haya cometido una transgresión real. No es así con Dios. La
policía podría arrestar a un hombre que se encuentra en un callejón oscuro junto a una
ventana abierta a través de la cual se puede ver dinero y otros objetos de valor. Si el
policía llegaba a la escena a tiempo y no se encontraba ningún botín en el hombre,
podría ser arrestado solo por vagabundeo, allanamiento de morada o merodeo.
Si hubiera sacado la mano por la ventana y sacado cinco o diez dólares, sería juzgado
en un tribunal de policía y condenado por hurto menor.
Si hubiera tomado cinco mil dólares, sería juzgado en otro tribunal y acusado de hurto
mayor. Si él mismo hubiera abierto la ventana, habría un mayor grado de culpa. Si la
ventana hubiera estado cerrada con llave y él la hubiera abierto a la fuerza, el crimen
sería aún mayor. Si hubiera estado en posesión de un arma en ese momento, el cargo
y la pena alcanzarían un nivel aún mayor. La ley del hombre opera sobre esta base; así
que cada vez que arrestan a un hombre, su primer pensamiento es conseguir un buen
abogado que pueda acusarlo de algo menos de lo que realmente ha hecho. Un buen
abogado puede
267
liberar a un asesino de la horca persuadiendo al fiscal y al juez para que acepten

una declaración de homicidio involuntario. La ley del hombre dice que un hombre
no es ladrón hasta que ha robado, no es asesino hasta que, con premeditación,
ha matado a otro. Dios dice que el hombre roba porque es ladrón y que mata
porque es un homicida de corazón.
Por eso Dios no reconoce muchos y variados matices de culpa.

Cualquier ser humano que sea moralmente menos perfecto que Dios es declarado
pecador. “Cualquiera que guarda toda la ley pero falla en un punto, se hace
culpable de todo” (Santiago 2:10). Así, ningún ser humano puede escapar de la
acusación de ser pecador en la definición de la ley de Dios. No importa en qué
punto se haya transgredido la ley; la culpa es la misma en todos
casos.
Este principio se amplía en otro pasaje que relata cómo el Salvador sin pecado se
convirtió en un violador técnico de la ley y, por lo tanto, culpable de todo; por
tanto, sujetos a la ira de un Dios santo contra el pecado. Leemos: "Porque todos
los que confían en las obras de la ley están bajo maldición; porque está escrito:
'Maldito todo aquel que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la
ley, y las hace'" (Gálatas 3:10). Si parafraseamos ese versículo, se lee que hay
una maldición de Dios contra cualquiera que no sea absolutamente perfecto en el
sentido más profundo y absoluto de la santa perfección.
Los siguientes versículos continúan diciendo cómo el Señor Jesús se convirtió en

el violador técnico de esa ley perfecta. Allá en el libro de Deuteronomio, el Señor
Dios se había encargado de que hubiera una frase cargada de significado
incorporada en la entrega de la ley. Es posible que los hombres nunca hayan
entendido la tremenda parte que esa línea iba a tomar en el plan de Dios. Allí se
declaró, y en nuestra versión King James se presenta en forma casi casual en un
paréntesis, "Y si un hombre ha cometido un pecado digno de muerte, y ha de
morir, y lo cuelgas de un árbol; su cuerpo no permanecerá toda la noche sobre el
árbol, pero tú lo enterrarás de cualquier manera ese día; (porque el que está colgado es
268
maldito de Dios;) para que no sea profanada tu tierra, la cual el Señor tu Dios te da en
heredad" (Deuteronomio 21:22,23). El pasaje del Nuevo Testamento hace de este
versículo el secreto por el cual el justo y santo Padre Dios podía maldecir Su Hijo, el
Señor Jesús, y alejarse de Él cuando estaba muriendo en la cruz. Leemos: "Cristo nos
redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición, porque está escrito [en
ese paréntesis en Deuteronomio]: 'Maldito todo el que es colgado en un madero'"
(Gálatas 3:13).
Ahora podemos entender que los sufrimientos del Señor a manos de hombres malvados
en la sala de guardia o en el camino a la cruz no fueron sufrimientos por el pecado. La
sangre que fue derramada al presionar la corona de espinas en Su frente no fue sangre
derramada para la expiación del pecado. Él era en ese momento el Dios santo y
perfectamente justo. Esa fue sangre derramada para mostrar a todos los mártires que lo
seguirían que Él había sufrido por causa de la justicia a manos de hombres malvados.
Fue un sufrimiento que Él nos permite compartir con Él. Pero cuando los verdugos
tomaron los clavos y se los clavaron en las manos y los pies y levantaron la cruz en
posición vertical, en ese momento se convirtió en un violador de la ley de Dios. Él fue
hecho pecado. Él fue hecho la maldición. Dios Padre pudo derramar sobre Él toda la ira
que había acumulado contra el pecado, ya cometido o por cometer, por una multitud
innumerable de hombres. Cuando el Señor Jesús colgó así de la cruz, fue maldito. Dios
no podía hacer otra cosa que alejarse de Él. Este es el fundamento de ese terrible
clamor que brotó de Sus labios en aquellas horas oscuras: "Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?" (Mateo 27:46). El Dr. Harry Emerson Fosdick dijo una vez
que Cristo se equivocó cuando clamó así en la cruz y que el Padre nunca estuvo más
con Él que en esa hora oscura de Su sufrimiento. Tal negación muestra una total
incapacidad para comprender la santidad de Dios, la pecaminosidad del pecado o la
naturaleza de la obra que el Señor Jesús estaba realizando al hacerse pecado por
nosotros.
269
¿Quién dio muerte a Cristo?
Ningún hombre jamás comprenderá la muerte de Jesucristo hasta que se dé cuenta de que
el Señor fue muerto por Dios el Padre. El hecho de que los judíos lo entregaron a la muerte
es relativamente poco importante, incluso si clamaron que su sangre sería sobre ellos y sus
hijos. El hecho de que los gentiles martillaron los clavos a través de las manos y los pies de
Cristo nuevamente es relativamente poco importante. Lo único que realmente importa es que
Dios el Padre dio muerte a Dios el Hijo. Esto es lo que hace la expiación por el pecado. El
suplente está recibiendo el golpe que por derecho debería haber sido nuestro. Así había sido
profetizado: "Mas Jehová quiso quebrantarlo; lo afligió" (Isaías 53:10). En el día de
Pentecostés, Pedro inmediatamente proclamó este hecho en el primer sermón cristiano
registrado : "Él, siendo entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de
Dios" (Hechos 2:23).
Así el amor de Dios en Cristo se presentó como el Sustituto, pagando la multa a la justicia
de Dios y satisfaciendo las demandas de la santidad de Dios.
Por lo tanto, se realizó el pago vicario y sustitutivo completo. Así tenemos al Salvador.
Inmediatamente se sigue que no puede quedar ningún reclamo contra el pecador cuya culpa
ha sido puesta sobre el Salvador. Él lo pagó todo, y no puede quedar nada que cobrar del
transgresor. Si Dios intentara exigir el pago de un creyente después de que Él mismo hubiera
puesto toda su culpa sobre el portador del pecado, habría injusticia con Dios.
Cuando cantamos, "Jesús lo pagó todo", estamos afirmando el hecho de que Dios mismo se
ha obligado a sí mismo de tal manera que debe considerar al creyente como libre de deudas,
como Cristo mismo lo fue cuando exclamó: " Consumado es" (Juan 19:30). Es por esta razón
que el Espíritu Santo puede traernos la maravillosa promesa: "Ahora, pues, ninguna
condenación [ningún juicio] hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1). Cuando
lleguemos al estudio de la diferencia entre el juicio de los creyentes y el juicio de los incrédulos,
debemos recordar este punto. Dios llevará a los creyentes al cielo sin ningún tipo de juicio en
cuanto a su
270
culpa por el pecado. Eso está en el pasado, y el creyente nunca más lo enfrentará en el
tiempo ni en la eternidad. El creyente será juzgado por su vida cristiana, de modo que
se determinará su posición y recompensas en el cielo; pero la cuestión de su presencia
en el cielo se ha resuelto en la cruz, y el mismo Señor Dios Todopoderoso no puede ser
culpable de poner al creyente en doble riesgo.
Recuerdo haber escuchado una historia sencilla que ilustra la certeza de nuestra
posición y que deleita al alma confiada. Se dice que un joven ministro escocés, recién
salido de la escuela, fue a visitar a un querido y anciano santo de Dios que yacía
agonizante. Estaba llena de la gloria que llega al ocaso de una vida rica, pasó en un
caminar cercano con el Salvador y alababa a Dios con gran alegría. El joven tenía
mucha teología y poca Biblia y nunca antes había estado tan cerca de un compañerismo
tan rico. Intentó traerla de vuelta a una experiencia más cercana a la suya. Le dijo que
cuidara de poner diligencia en hacer segura su vocación y elección; que ella debe
recordar que el que piensa que está firme debe tener cuidado de no caer. La querida
anciana estaba mucho más allá de esto en experiencia espiritual que no se molestó ni
por un instante. Ella le dijo al joven ministro: "Muchacho, si yo no estuviera en el cielo,
el guía Laird perdería mucho más que yo". Esto asustó al ministro y comenzó a protestar
aún más hasta que ella lo interrumpió: "Muchacho, si no estuviera en el cielo, el guía
Laird perdería su honor. Su palabra se perdería". Y, por supuesto, tenía toda la razón.
"¿Qué más puede decir de lo que te ha dicho?"
La doctrina que aquí hemos expuesto explica una parte de lo que hemos visto en
Colosenses: “Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión
de vuestra carne, Dios os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos nuestros
pecados, habiéndonos anulado la atadura que se oponía a nosotros con sus demandas
legales, la anuló, clavándola en su cruz”.
Esto nos lleva a la siguiente fase de la verdad: "Él desarmó a los
271
principados y potestades, e hizo de ellos un ejemplo público, triunfando sobre ellos en

ella”.
Encontramos más fácil comprender el despojo de los principados y potestades cuando

hemos comprendido el gran hecho de que en el triunfo de la cruz el Señor Jesús hizo un
ejemplo público de ellos. La cruz fue la revelación de la verdad de los caminos de Dios
y la falsedad de los caminos de Satanás. Cuando esto se realice, toda nuestra civilización
será vista bajo una nueva luz. La loca carrera de los hombres por llegar al pináculo de
sus deseos egoístas escalando — escalando incluso a expensas de aquellos a los que
despiadadamente apartan en la carrera por lo que llaman éxito — se ve como lo que
realmente es cuando lo ponemos al lado de Satanás. método similar para lograr el poder
y la adoración, y cuando lo ponemos al lado de la obra del Señor Jesucristo.
7. La Batalla de la Cruz (Continuación)
El Exaltado Humillado
Es bien sabido que el Señor Jesús repitió algunos de Sus sermones. Un estudio
minucioso de los evangelios revela el hecho de que Él expuso ciertas verdades en
circunstancias muy diferentes, usando las mismas ilustraciones una y otra vez y, en
ocasiones, sacando la misma conclusión de incidentes muy diferentes.
Esto se ve especialmente en una frase que pronunció en tres ocasiones diferentes: "El
que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido". Creo que la frase
repetida tres veces sólo puede entenderse a la luz de lo que Él mismo hizo en la cruz.
O para decirlo de otra manera, lo que hizo en la cruz fue la ejemplificación final de la
verdad de Su declaración y, al mismo tiempo, la prueba completa de la vacuidad de la
pretensión endeble de Satanás. La primera vez que encontramos esta frase es al final
de un pasaje de aguda crítica a los escribas y fariseos. El Señor le dijo al pueblo que
debían seguir estos
272
líderes en la enseñanza de Moisés, pero no debían seguir sus obras,

porque hacían sus obras para ser vistos por los hombres. Llevaban anchas
señales en la frente y amplios ribetes en sus vestiduras. Les encantaban
los saludos en las plazas de mercado y los títulos que les otorgaba la
multitud. Pero, dijo Cristo, "El que es mayor entre vosotros será vuestro
servidor. Y el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será
enaltecido" (Mateo 23:1-12).
En otra ocasión el Señor fue invitado a comer en casa de un fariseo.

Había muchos invitados y vio cómo todos se agolpaban en los lugares de
honor. El Señor dijo: "Cuando seas invitado por alguien a un banquete de
bodas, no te sientes en un lugar de honor, no sea que alguien más
eminente que tú sea invitado por él; y el que los invitó a ambos vendrá y te
dirá 'Da lugar a este hombre, y entonces comenzarás con vergüenza a
tomar el lugar más bajo. Pero cuando te inviten, ve y siéntate en el lugar
más bajo, para que cuando llegue tu anfitrión, te diga: 'Amigo, sube más
alto"; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan a la
mesa contigo. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que
se humilla será ensalzado" (Lc 14, 8-12).
En otra ocasión habló de lo que se conoce como la parábola del fariseo y

el publicano. El fariseo miró dentro de sí mismo con los ojos de la carne y
pensó que había cumplido con los requisitos de la ley moral porque había
cumplido con la ley ceremonial. Dio gracias a Dios por haber hecho todo lo
que se le requería y por no ser como el pobre publicano. Este último, sin
embargo, entendió la doctrina de la salvación por gracia. Aceptó la
bancarrota de su propia posición ante Dios. Podemos parafrasear lo que
hizo y dijo así: "Oh Dios, no tengo obras que ofrecer. Vengo sin atreverme
a mirar hacia el cielo. No me trates a base de juicio, sino, Dios, trátame en
pura gracia". Sus palabras literales fueron "Dios, sé propicio a mí, pecador".
Ha habido un malentendido incalculable debido a la traducción, "Dios sea
misericordioso".
273
Dios, por supuesto, ha sido misericordioso, y no hay nada más que pueda
hacer por el pecador o que necesite hacer por el pecador. "Dios sea el
propiciatorio" significa: trata conmigo sobre la base del sacrificio de sangre,
la propiciación que el Sumo Sacerdote derrama sobre el propiciatorio en el
gran día de la expiación. Cristo añadió: "Os digo que este descendió a su
casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será
humillado; pero el que se humilla será enaltecido" (Lucas 18:10-14).
El humilde exaltado
He aquí, pues, un principio divino que impregna las enseñanzas del Señor
Jesús y toda la Escritura. Se encuentra ya en el libro de Job, "Cuando los
hombres estén abatidos, entonces dirás: Hay altivez; y tendrá al humilde" (Job
22:29). David, en los Salmos, canta: "Tú librarás al pueblo humilde, pero
abatirás los ojos altivos" (Salmo 18:27). Salomón lo expresó en los
Proverbios: “La soberbia del hombre lo humillará; el que es humilde de
espíritu alcanzará honra”
(Proverbios 29:23). Santiago escribió: "Dios se opone a los soberbios, pero
da gracia a los humildes" (Santiago 4:6). Pedro usó las mismas palabras
que usó Santiago (I Pedro 5:5) y agregó: "Humíllense, pues, bajo la poderosa
mano de Dios, para que él los exalte a su tiempo".
A pesar de su uso constante a lo largo de la Biblia y el énfasis especial

puesto sobre él por el triple uso que nuestro Señor le da, el principio nunca
ha sido aceptado por el mundo; ni se encuentra en la historia, antigua o moderna.
El mundo ha construido sus propios proverbios que son absolutamente
contrarios a la enseñanza divina: "Cada uno por sí mismo y el diablo al
último"; "El Señor ayuda a los que se ayudan a sí mismos"; "Podría estar
bien"; "El dinero habla"; "Dios está del lado de la artillería más fuerte". Los
proverbios son expresiones de actitudes muy difundidas. En nuestros días
de métodos de alta presión, agencias de publicidad y publicidad de Hollywood, parec
274
no hay posibilidad posible de que el mundo esté equivocado y el Señor tenga

razón. La fórmula del éxito en el mundo simplemente no tiene nada en común
con la verdad expresada por la Palabra de Dios.
Sin embargo, fue la muerte del Señor Jesucristo la que reveló la bancarrota de
todo aquello a lo que el mundo todavía se aferra, y que proporcionó la base
para el triunfo final del principio divino que ahora se encuentra en un eclipse
total en el mundo dominado por Satanás. , príncipe de este mundo y dios de
este siglo.
Satanás había hablado primero. Su idea había sido expuesta en su declaración

original de independencia. “Subiré… exaltaré… me sentaré… ascenderé… seré
como el Dios Altísimo” (Isaías 14: 13, 14). A ese gran grito de orgullo, el Señor
Jehová había respondido: "Aunque serás abatido al infierno, a los lados del
abismo" (versículo 15).
El movimiento del Señor Jesús había sido exactamente en la dirección opuesta.

Satanás había dicho: "Yo ascenderé". El Señor Jesucristo dijo en efecto:
"Descenderé". La descendencia séptuple se establece: "El cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a
los hombres. Y hallándose en forma humana, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Filipenses 2:6-8).
La bancarrota de Satanás
La muerte del Señor Jesucristo demostró la bancarrota de toda la teoría del

éxito de Satanás. Fue en esto que hizo un ejemplo público de Satanás y todos
sus principados y potestades. Sus esfuerzos en batalla para construir un reino
en la tierra fracasarían. Buscarían darle poder al hombre a través del lugar del
orgullo; su reino caería. Tomaría un poco de tiempo para que el efecto completo
se manifieste, pero la guerra invisible llegaría a su conclusión triunfal y toda la
fuerza de Satanás sería puesta sobre el
275
principios que fueron establecidos cuando el Señor Jesús se humilló a sí mismo hasta
la muerte, y muerte de cruz.
Fue sobre la base de este desenmascaramiento de Satanás en el Calvario que el

Señor Dios le quitó al pretendiente todos los oficios que le habían sido dados en su
estado no caído y lo privó de todo lo que había tomado en la rebelión.
Lucifer era el poseedor original de ciertos derechos, títulos y oficios otorgados por Dios.
Como Satanás, procedió a reclamar otros privilegios. La muerte del Señor Jesucristo lo
despojó de todo lo que se le había dado y de todo lo que se había apoderado. Debemos
entender la frase como una metáfora militar. Por ejemplo, al final de las grandes batallas
alrededor de Stalingrado que resultaron en el derrocamiento del poder alemán en
Rusia, se anunció que se había tomado un gran botín de las fuerzas de Hitler. Se
publicaron las listas: se tomaron tantos tanques, tantos camiones, tantas piezas de
artillería pesada, tantas piezas de artillería ligera, tantas ametralladoras, tantos
prisioneros, todo por decenas de miles; se incautaron tantos millones de rondas de
municiones y se recuperaron tantos cientos de millas de territorio.
Pero después de esto vino algo más. Los alemanes habían poseído originalmente
Alemania por derecho de herencia. Habían ocupado otras tierras por la fuerza.
Ahora iban a perder todo lo que habían ocupado, y finalmente perderían su propia
tierra y su poder original y serían aplastados hasta la muerte.
El botín que el Señor Jesucristo le quitó a Satanás en la cruz puede contarse en más
categorías y en dimensiones aún mayores. En su creación, a Lucifer se le dio el oficio
de profeta, para hablar por Dios; el oficio de sacerdote para llevar el culto del universo
de las criaturas a Dios; el oficio de rey para gobernar para Dios. En el momento de su
rebelión, por supuesto, perdió el derecho a todos estos oficios y la práctica de algunos
de ellos.
En la naturaleza misma de su caída, renunció al oficio de profeta. Ya no habló por Dios,
aunque nunca dejó de insistir en que su voz es la voz de Dios. En la naturaleza misma
de su fracaso, renunció al oficio de sacerdote. Él
276
ya no adoraba a Dios, aunque de un millón de maneras busca tal adoración y engaña a

las multitudes al darle la adoración que debería ir solo a Dios. Entendido cuidadosamente,
se verá también que en la misma naturaleza de su caída perdió el oficio de rey, aunque
todavía retuvo ciertos dominios, cuyo título incluso el Señor Jesucristo admitió que era
válido. Él sigue siendo príncipe de este mundo (Juan 12:31), todavía príncipe de la
potestad del aire (Efesios 2:2), todavía la cabeza de los gobernantes del mundo de esta
oscuridad (Efesios 6:12), todavía el dios de esta era (II Corintios 4:4). La cruz estableció
la base de la destitución final de todos estos oficios. Dios no se apoderó de la autoridad
y los oficios que le había dado a Satanás, cuando la rebelión salió a la luz por primera
vez. Podría haberlo hecho, por supuesto, porque la omnipotencia está infinitamente más
allá de cualquier grado de poder finito. Dios estaba esperando la cruz para comenzar la
obra de desarmar a Satanás. El proceso puede parecer lento para los hombres, viviendo
dentro de los momentos de tiempo, pero a la vista del Dios eterno y los seres espirituales
que están más allá del tiempo, el proceso fue inexorable y seguro. Desde el momento
en que Cristo muriera, el universo observador vería que Satanás y sus huestes estaban
sentenciados y que la manifestación presente y futura de su impotencia y su completo
despojo se llevaría a cabo de acuerdo con principios tan verdaderos, tan ciertos, tan
perfectos, que nunca podría levantarse un susurro , ni siquiera en el lago de fuego ,
contra el hecho o el método del procedimiento.
El descenso a los infiernos

Aunque la victoria fue totalmente ganada por el descenso del Señor de la gloria a la
cruz, iba a haber un descenso más del Salvador, incluso al reino del infierno. La victoria
había sido ganada por el principio de la humillación y la muerte. El premio sería tomado
por una zambullida triunfal más en el descenso. Lo recitamos en el Credo de los
Apóstoles: "Descendió a los infiernos...".
Los primeros cristianos que formularon este credo tenían un claro entendimiento de la
importancia de la doctrina, y correctamente incluyeron esta frase que ha sido omitida
por algunos editores modernos del credo, porque no
277
no entiendo la naturaleza maravillosa de la victoria que el Señor Jesús ganó en Su

muerte.
Satanás estaba en posesión de un botín muy grande. Él tenía en una parte del infierno
todas las almas de todos los creyentes desde el justo Abel, quien había sido el primer
ser humano en morir, hasta el alma del ladrón penitente, quien permanecería en la vida
por un breve momento después de Cristo. entregó Su espíritu, y que moriría después
de que los verdugos le rompieran las piernas a golpes. Tales golpes nunca podrían
tocar al Salvador porque ya se había pagado todo el precio, y estaba escrito que ningún
hueso de Él sería quebrado (Éxodo 12:46; Números 9:12; Salmo 34:20; Juan 19: 36).
El triunfo de Cristo y la naturaleza del botín es tanto más maravilloso cuando entendemos
cuál había sido el estado de los muertos antes del tiempo de la cruz. La Biblia enseña
claramente que los cuerpos de todos los que mueren vuelven al polvo del que fueron
hechos (Génesis 3:19). En la tumba del cuerpo, no había conocimiento ni retorno. Los
cuerpos de los muertos no sabían nada. Todos los versículos de la Escritura que hablan
de
la inconsciencia después de la muerte se refieren al sueño del cuerpo.
Longfellow captó bien la verdad cuando escribió:
Desempolvar el arte, volver al polvo No se habló
del alma.
Pero el infierno, ya sea que hablemos de él bajo la palabra hebrea "seol" o la palabra
griega "hades" o bajo nuestra traducción al español, "infierno", era el lugar de la
existencia consciente de las almas y espíritus de todos los muertos, creyentes e
incrédulos, que murieron antes del tiempo de la muerte del Señor Jesucristo. Este
infierno estaba en dos compartimentos, tormento y paraíso, y entre los dos había un
gran abismo fijo. En la historia, no la parábola —
asegúrese de entender que no era una parábola : del hombre rico y Lázaro, el Señor
Jesús describe la diferencia entre la muerte de un creyente y un incrédulo mientras Él
mismo aún vivía en la tierra (Lucas 16: 19-31) . El mendigo murió y fue llevado por
ángeles a
278
"el seno de Abraham"; el hombre rico murió y "en el infierno alzó sus ojos estando en
tormentos". Abraham y Lázaro eran visibles "desde lejos", y Abraham le dijo al hombre
rico que "entre nosotros y tú hay un gran abismo".
Fue al Paraíso en el infierno que el Señor Jesucristo fue en Su Espíritu en el momento

en que lo despidió en la cruz. Fue una invasión directa de un territorio que Satanás
había considerado como suyo. Estamos muy tentados a dejar volar nuestra imaginación
a lo que debe haber sucedido cuando el Señor de la gloria hizo Su aparición allí. ¡Qué
debe haber en los corazones de todos los que se le opusieron en Sus justos a través de
todas las generaciones! ¡Qué debe haber estado en los corazones de aquellos que se
habían aventurado todo en la fe, con nada más que Su promesa, esperando este
momento! Pero como nuestro Dios no se ha complacido en revelar ninguno de los
detalles, nunca iremos más allá de lo que está escrito.
La llegada de Cristo al infierno y su subsiguiente partida, llevándose consigo todos los

espíritus y almas de todos los creyentes, vaciando el infierno de los santos, arroja gran
luz sobre varios pasajes de la Escritura y revela más sobre la naturaleza del botín que
tomó de Satanás por esta obra de expiación y sus consecuencias. El triunfo de la
humillación había revelado la rectitud de los métodos divinos frente a los falsos métodos
del orgullo y la arrogancia. El descenso de Cristo a los infiernos fue para traer el anuncio
inmediato de Su victoria a todo el mundo de los espíritus y para mostrar la autoridad que
Él había ganado ahora por medio de la conquista.
Hasta ese momento, el diablo había tenido el poder de la muerte (Hebreos 2:14), y
también tenía a su cargo las llaves de la muerte y del infierno (Apocalipsis 1:18).
Cuando el hombre pecó, la ley del pecado y de la muerte comenzó a operar, y Satanás
tenía el poder de hacer cumplir esta ley dentro de los límites establecidos por Dios.
Parecería que todos los no regenerados están bajo el poder del diablo en cualquier
momento y son tomados cautivos por él a su voluntad (II Timoteo 2:26). Cuando lo
desea, puede hacer que un hombre no salvo se enferme, o puede curarlo, o puede tomar su
279
cuerpo en la muerte. Antes de la cruz, él tenía las llaves, o la autoridad, sobre la

descomposición de la tumba y la entrada al infierno, pero no hay línea que diga que
tenía poder alguno en el infierno. Sabemos por el libro de Job que Satanás ejercía el
poder de la muerte sobre los hijos de Job solo cuando Dios lo permitía, y que no podía
tocar el cuerpo de Job hasta que tuviera el permiso divino. El Nuevo Testamento nos
revela que todavía es el agente obligado por Dios a realizar alguna tarea real en
relación con la muerte física, incluso de un creyente (I Corintios 5:5). Quizás aquí está
una parte de la explicación del conflicto entre Miguel, el arcángel y Satanás con respecto
al cuerpo de Moisés. Dios había diseñado que Moisés apareciera con Cristo en la
transfiguración (Lucas 9:30), y que resucitara de entre los muertos como uno de los
dos testigos del Apocalipsis (Apocalipsis 11:3), y por lo tanto, se hizo una excepción.
hecho en relación con su cuerpo en el momento de su muerte. Aunque la tarea de
Satanás con respecto a la muerte podría haber sido detestable para alguien, se ofendió
cuando Michael interfirió.
Pero cualquiera que sea su obra en relación con los cuerpos, los espíritus y las almas
de los creyentes nunca estuvieron, ni por un instante, en su poder, y al morir son
tomados a cargo por los ángeles de Dios, quienes, antes del tiempo de la cruz, los llevó
al Paraíso (Lucas 16:22).
La muerte del Señor Jesucristo destruyó —redujo a la nada— " al que tenía el imperio
de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:14). La palabra "destruir" no sospecha
ningún significado como aniquilación sino más bien el de volver inofensivo, inútil, sin
valor. Así el Señor hizo un ejemplo público de Satanás e inmediatamente probó la
decadencia del poder de Satanás al tomar las llaves con las que Satanás pretendía
tener alguna autoridad sobre los espíritus justos y, entrando entre ellos hasta que se
cumplieran los tres días y las tres noches, anunció la liberación de los que así habían
sido detenidos.
El hecho de que nuestro Señor le dijera al ladrón arrepentido que estarían juntos ese
mismo día en el Paraíso también demuestra que Él no tenía que ir
280
para atormentar en el infierno, donde los espíritus no regenerados habían sido confinados.
Aquí radica la explicación de tres pasajes de la Biblia. Primero, aquí está el significado de
la oración de nuestro Señor en el huerto de Getsemaní: "Padre mío, si es posible, pase
de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú" (Mateo 26:39). . Algunos han
pensado que Él se estremecía ante el pensamiento de la agonía de la cruz que estaba por
venir. Tal estremecimiento habría sido una mancha y una imperfección, que habría
lo hizo inelegible para ser el Cordero inmolado por los pecadores. Algunos han pensado
que Satanás había venido con un ataque feroz que hubiera significado una muerte
prematura, cuando sudó grandes gotas de sangre y que el intento se hacía para evitar que
pasara a la cruz para convertirse en el Salvador. Tal explicación haría que Satanás
poseyera un poder superior al del Hijo de Dios y negaría Su propia declaración expresa:
"Nadie [en griego, nadie] me quita [mi vida], sino que yo de mí mismo la doy". Tengo poder
para ponerlo, y tengo poder para volverlo a tomar” (Juan 10:18). La copa, como muestra
claramente otro pasaje, era el vino de la ira de Dios, la paga completa del pecado, la
muerte segunda, la separación de Dios en tormento en el infierno y la eternidad final en el
lago de fuego. Así se describe toda la escena de la copa: "Quien en los días de su carne,
habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía salvarlo de
la muerte, fue oído...". (Hebreos 5:7). Que este es el verdadero significado del pasaje
también lo prueba la naturaleza de la oración. Dios debe contestar toda oración que esté
en Su voluntad (I Juan 5:14, 15). Cristo, siendo de la deidad, no podría haber rezado una
oración fuera de la voluntad divina; de lo contrario, habría sido un pecador. Por lo tanto, la
oración por el paso de la copa debe haber sido escuchada y respondida afirmativamente.
Esto es lo que afirma claramente el autor de Hebreos: oró y fue oído.
Esto también explica el grito de triunfo de Pedro el día de Pentecostés. Cita al salmista:
"Porque David dice de él: Vi al Señor siempre
281
delante de mí, porque está a mi diestra, para que no sea conmovido; por lo cual se
alegró mi corazón, y se regocijó mi lengua; además mi carne morará en esperanza,
porque no abandonarás mi alma en el Hades, ni dejarás que tu Santo vea corrupción.
Me has dado a conocer los caminos de la vida; me llenarás de alegría con tu presencia.
Varones hermanos, puedo deciros confiadamente del patriarca David, que murió y fue
sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Siendo, pues, profeta, y
sabiendo que con juramento Dios le había jurado que del fruto de sus lomos, según la
carne, levantaría al Cristo para que se sentara en su trono; previó y habló de la
resurrección de Cristo, que su alma no fue abandonada en el Hades, ni su carne vio
corrupción” (Hechos 2:25-31).
Entonces Cristo descendió al Paraíso y al tercer día el Señor Dios lo sacó y con Él vació
el infierno de los espíritus y almas de toda la vasta compañía de los redimidos. ¡Qué
botín! ¡Qué presa! Ahora, ante todos los ángeles del universo, caídos y no caídos, el
plan de Dios podría comenzar a verse en toda su justa perspectiva. Los espíritus y las
almas de todos los redimidos fueron llevados al cielo en ese día de Su Resurrección,
porque fue en el día de la Resurrección que esto sucedió. Se apareció a María y le dijo
que no lo tocara porque aún no había subido a su Padre (Juan 20:17), sin embargo,
unas horas más tarde estaba de nuevo en medio de los discípulos, diciendo: "Tocadme
y veréis". (Lucas 24:39).
Nuestro Señor no solo había usado las llaves del infierno para vaciarlo de todos los
espíritus y almas de los creyentes, sino que había cerrado ese compartimento para que
ninguno de los Suyos, para siempre, se viera obligado a pasar ni un momento lejos de
Él. . Aquí estaba el cumplimiento de Su anuncio acerca de Su Iglesia, que las puertas
del infierno nunca prevalecerían contra ella (Mateo 16:18). ¡Cuántas veces ha prevalecido
la fuerza de Satanás contra la Iglesia en la tierra! La prueba se encuentra incluso en una
mirada casual a Roma, Corinto, Galacia, Éfeso, Filipos, Colosas y Tesalónica. Pero
"subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad" (Efesios 4:8). De ahora en adelante la
muerte sería
282
llevar a todos los creyentes directamente a la presencia del Señor. Estar ausente del
cuerpo significaría estar presente con el Señor (II Corintios 5:8); partir significaría estar
con Cristo, lo cual es mucho mejor (Filipenses 1:23).
Además, para revelar al universo que la victoria sobre la muerte era completa, Él invadió
el polvo mismo de la tierra en Su Resurrección y sacó los cuerpos de una compañía
selecta y les dio cuerpos resucitados.
"Se abrieron los sepulcros; y muchos de los cuerpos de los santos que dormían se
levantaron, y después de su resurrección, salieron de los sepulcros, y entraron en la
ciudad santa, y se aparecieron a muchos" (Mateo 27:52, 53). No tenemos idea alguna
de quiénes eran o de su número. Simplemente sabemos que aquí estaba el cumplimiento
de la gran fiesta de las primicias que había sido practicada anualmente por Israel. El día
de la cosecha, tomaron una gavilla del campo y la pusieron delante del Señor (Levítico
23:10). En el día de la Resurrección, nuestro Señor metió Su hoz en los cementerios de
la tierra y atrajo una gavilla hacia Sí. Los cuerpos eternos están allí en el cielo, un primer
puñado de todos los miles de millones que van a seguir. ¿Es de extrañar que clamara a
Juan: "No temas, yo soy el primero y el último, yo soy el que vive; morí y he aquí que
vivo por los siglos de los siglos, Amén, y tengo las llaves de la muerte y del Hades"?
(Apocalipsis 1:17, 18).
Todo lo que se hizo fue por la condescendencia del amor y la gracia. El Hijo de Dios
vino del cielo solo y fue solo a la cruz. Pero cuando salió de la muerte, trajo consigo no
solo las huestes de los creyentes que habían esperado este momento de triunfo en el
Paraíso, sino que trajo consigo, en previsión, a todos aquellos que alguna vez creerían
en Él como su Salvador. . “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas,
y por quien todas las cosas subsisten, que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por medio de las aflicciones al iniciador (el originador y el que lleva a
cabo) de la salvación de ellos” (Hebreos 2). :10). Como Dios había dicho: "No es bueno
que el hombre esté solo" (Génesis 2:18), así no era bueno que el Hijo de Dios estuviera
solo. Debía ser perfeccionado poniendo a su lado el
283
redimida que debe ser como una novia con un novio. Del costado de Adán, Dios
había tomado una costilla de la cual hizo la mujer para el hombre.
Del costado herido del Salvador, el Señor Dios traería a la iglesia, "la plenitud
de aquel que todo lo llena en todo" (Efesios 1:23).
Esa compañía de creyentes, llamada en las Escrituras por tantos nombres—

la novia, el cuerpo, los amigos, los escogidos, la ekklesia, la iglesia, los llamados
a salir — se les ha dado la potestad de llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:12).
Cualquiera que se llame a sí mismo hijo de Dios sin haber nacido de nuevo, es
realmente un hijo de Satanás, el no-dios. Pero los que, por obra de la cruz, han
sido hechos partícipes de la naturaleza divina (II Pedro 1:4), son hijos de Dios
por engendramiento divino por su voluntad (Santiago 1:18), por medio del divino
e incorruptible esperma, la Palabra (I Pedro 1:23), y por lo tanto son poseedores
de la misma vida de Dios, una vida que está por encima y más allá de cualquier
cosa con respecto a la vida física, una vida que vino por la inspiración divina
(Génesis 2 :7), una vida que se perdió como consecuencia de la caída.
Uno de los mayores propósitos divinos al llamar a esta gran compañía de

creyentes fue para que pudieran reemplazar a Satanás y todas sus huestes.
Así se vería que una compañía de seres, hechos inferiores a los ángeles, pero
que estaban dispuestos a contarse como uno con Cristo en Su muerte
humillante por el pecado, podría asumir todas las funciones que le habían sido
dadas a Satanás o usurpadas. por él y sus seguidores. Estos realizarían
perfectamente, a través de la humilde sumisión a los principios divinos de total
dependencia de Dios, todo lo que pudiera ser requerido en el gobierno divino.
Así leemos que el propósito de Dios es "que, por medio de la iglesia, la
multiforme sabiduría de Dios sea ahora (desde la cruz) dada a conocer a los
principados y potestades en los lugares celestiales" (Efesios 3:9,10). ¡A través
de la Iglesia! No la organización, por supuesto, sino el organismo. El cuerpo
vivo y vital de los creyentes, redimidos por su sangre y aceptando los principios
que subyacen a la redención que es en Cristo, sabiendo que uno mismo es
nada y que Cristo es todo en todos, está destinado, con Cristo, a juzgar al mundo (I
284
Corintios 6:2), para juzgar a los ángeles (versículo 3), para sentarse en el trono
mismo del Salvador (Apocalipsis 3:21). Ahora veremos cómo la multiforme sabiduría
de Dios debe ser conocida a través de la Iglesia, a todas las huestes de los variados
rangos del mundo angélico.
285
28. La gran frustración de Satanás
Un problema que enfrenta Satanás
En un capítulo anterior, hablamos del hecho de que algunos de los pecados del hombre resultan en
la derrota de los propósitos mayores de Satanás: que Satanás se ve frustrado en su intento de regir
la raza humana porque el hombre desea seguir sus propias propensiones a la carnalidad y la
mundanalidad. en lugar de acceder al deseo de Satanás de tener un reino perfecto que Satanás
pueda mostrar a Dios como prueba de su propia capacidad para organizar y gobernar. En los días
de su primer pecado, Satanás se había quedado con un mundo revuelto que no pudo organizar, pero
que yacía, un desastre y una ruina, bajo las tinieblas del juicio de Dios. Fue necesaria la Palabra de
Dios para traer luz y vida al planeta muerto.
Ahora en bancarrota, Satanás se encuentra espiritualmente como se encontraba materialmente en

el tiempo antes de que Dios dijera: "Hágase la luz". Entonces no pudo hacer nada con los elementos
físicos. Hoy se encuentra ante el mundo de los hombres, sin forma y vacío, con tinieblas cubriendo la
faz de lo más profundo de sus corazones, y nada puede hacer con estos elementos espirituales. Su
problema es mucho mayor, la frustración es más humillante y el polvo será aún más amargo que
cualquier otro que se haya visto obligado a comer en el pasado. Su tarea es organizar lo que no se
puede organizar y poner en conformidad con su voluntad los miles de millones de voluntades que no
se conforman. Porque desde el momento en que Dios dijo: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y
entre tu simiente y la simiente suya" (Génesis 3:15), se podría decir, parafraseando la actitud rebelde
del hombre hacia Dios, que la mente carnal es enemistad contra Satanás, no está sujeta a la ley de
Satanás. Existe esta diferencia, que mientras la mente carnal no puede moverse hacia arriba al plano
de la voluntad de Dios, puede por un acto de la voluntad deslizarse hacia abajo al plano de la voluntad
de Satanás. Así el hombre deja de ser lo que es por naturaleza, hijo de desobediencia, hijo de ira
(Efesios 2:2, 3), y se convierte en hijo del diablo (Juan 8:44).
Satanás debe apoderarse de todas las voluntades que vuelan en las órbitas de la fuerza centrífuga
del yo y llevarlas a la quietud dentro de sí mismo. El que está inquieto debe encontrar la manera de
decirle al hombre: "Ven a mí y yo
286
te dará descanso.” El polo negativo que repele debe encontrar alguna forma de
convertirse en el polo positivo que atrae.
Un reino dividido
El asunto es tanto más difícil cuanto que ya no se encuentra en las primeras

fases de su guerra. Al principio, los principados y potestades que lo seguían en
su loca causa estaban cerca de él. A medida que han pasado las edades, las
primeras lealtades se han disipado. El que una vez fue Lucifer, sol de la
mañana, con el brillo de su belleza creada, se ha convertido en una brasa gris,
incapaz ya de mantener la primera llama del entusiasmo de sus satélites. Para
el tiempo de la encarnación del Señor Jesucristo, la guerra civil era evidente. El
Señor Jesús, cuando los fariseos lo acusaron de usar el poder satánico,
respondió que "si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido";
y preguntó: "¿Cómo, pues, permanecerá su reino?"
(Mateo 12:26). Aquí, en esta declaración y pregunta, se esconde una verdad
que responde a muchas preguntas y explica muchos hechos. Satanás aún
puede dividir, pero no puede unir. En sus frenéticas correrías de un lado a otro,
es impotente porque no puede contar con la lealtad de sus tropas.
El colapso inminente
Satanás en su caída fue seguido por muchos ángeles de varios rangos. Vieron
la belleza y la sabiduría de Lucifer y optaron por darle su lealtad a él en lugar
de al Creador, Poseedor y Sustentador del universo. No sabían que una mala
elección lleva dentro de sí la ley divina de la desintegración y la decadencia. Su
amor por Lucifer inevitablemente tuvo que erosionarse, y su amor por sí mismos
inevitablemente tuvo que crecer. Habiéndose disuelto así la constancia de su
sumisión a su amo elegido, la fuerza de Satanás se ha dividido cada vez más
contra sí misma. Entendiendo esto, el cristiano es capaz de comprender el
fracaso a través de las edades de los esfuerzos de Satanás y prevé el inminente
colapso de su imperio. La estructura de su poder está hecha de voluntades
ajenas, y su reino se derrumbará por completo en el momento en que Dios
decida soplar sobre él. Desde el instante de su partida
287
de Dios, Satanás estaba condenado a ganar pequeñas batallas pero a perder

todas las guerras. Se esforzaría a través de las edades hacia su objetivo, pero en
cada puesta de sol se encontraría al borde de un pozo sin fondo que se interponía
entre él y su deseo. Agarró la espada de poder con ambas manos, pero la tomó
por la hoja y se hirió tanto en sus bordes afilados que no pudo con sus manos
tomar su comida y de ahora en adelante la lamió de la tierra, y el polvo ha sido el
sabor de todo lo que ha probado.
El padre de la mentira no puede engendrar más que engaño. Irónicamente,

aunque es el archiengañador, él mismo puede ser engañado y está siendo
engañado por las conspiraciones de sus partidarios. Tal vez podamos ver el punto
más claramente al comparar toda la lucha de Satanás con un incidente que tuvo
lugar durante la Segunda Guerra Mundial. La gran flota japonesa yacía justo en el
horizonte de la flota estadounidense. Después de que se hicieron los primeros
contactos, los japoneses en fuerza superior comenzaron su movimiento contra
nosotros. Volantes de la Marina de los Estados Unidos, sin embargo, cayeron del
aire y en los primeros momentos de la batalla destruyeron el puente en el barco
del almirante al mando. Las comunicaciones por radio con el resto de la flota
japonesa se destruyeron en un instante, y desde ese momento el capitán de cada
barco estuvo más o menos solo. En la oscuridad de la noche que siguió, algunos
de los barcos japoneses se dispararon entre sí y la derrota se convirtió en una derrota.
El caos de la historia
Ahora bien, si Satanás es incapaz de unificar sus propias fuerzas espirituales

detrás de sí mismo, ¿cómo organizará el mundo de la humanidad con sus
múltiples deseos y voluntades enfrentadas? El desorden resultante es el caos de
la historia. Cualquier intento de comprender la historia aparte de esto, terminará
en fracaso. Spengler y Toynbee han creado grandes filosofías de la historia que
ven la desintegración sin ver la causa. No han comprendido el hecho de Dios y el
hecho de la rebelión de Satanás. No se han dado cuenta de que Dios tenía y
todavía tiene todo el poder y ha respondido a la rebelión contra Su
288
simplemente permitiendo que los rebeldes manejen todo dentro de los límites
prescritos, y dejando que el caos resultante sea testigo en su contra. Los
acontecimientos deben continuar hasta que se haga evidente ante los
hombres, los ángeles y los demonios que ninguna voluntad aparte de la
voluntad de Dios es capaz de traer orden, paz y justicia. Cuando se vea esta
verdad, no sólo se entenderá la confusión actual del mundo, sino que se
esperará, y se anticipará el colapso final de todos los esfuerzos del hombre
hacia la unión y la unidad, la paz y la estabilidad. La fe, por supuesto, irá más
allá y verá la rehabilitación final de todas las cosas por la intervención de Dios
en el regreso del Mesías, "por quien fueron creadas todas las cosas, las que
están en los cielos y las que están en la tierra, visibles e invisibles". , ya sean
tronos, dominios, principados o potestades; todas las cosas fueron creadas
por él y para él; y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten... para que en todas las cosas tenga él la preeminencia (Colosenses 1:16-18
La gran frustración de Satanás, entonces, sólo puede verse contra el trasfondo

del propósito anunciado de Dios. Satanás hizo su reclamo y su gloria: Dios
quitó Sus manos y anunció lo que sucedería. La revelación del propósito de
Dios nos proporciona el único marco de referencia que nos dará una
comprensión del pasado, presente o futuro. Con el pecado de Satanás y el
pecado del hombre, una inundación de caos se extendió por el mundo, y esa
inundación cubrió todas las fases de la vida: espiritual, física, política,
económica, social, cultural y todo lo que se pueda imaginar. La tarea de
Satanás es detener el diluvio y ponerlo en límites, organizar la raza y traer
calma y orden a su vida. Es el propósito anunciado de Dios dejar que fluya la
inundación del caos y salvar a algunos individuos del naufragio de la
humanidad y su civilización, y luego regresar en Cristo para restaurar el orden
por la fuerza de Su poder y majestad. Desde el punto de vista humano, el
conflicto se ve en el nivel de nuestras propias experiencias aquí en esta vida.
Los partidos opuestos son las fuerzas del mal y el cuerpo de Cristo, los
creyentes. En las Escrituras, estas dos fuerzas se describen como "el mundo"
y "la Iglesia". Examinemos estos dos para tener el problema claramente ante nosotros.
289
El mundo y la iglesia
Existe cierta confusión posible por el hecho de que la palabra inglesa mundo traduce varias
palabras griegas diferentes. Así, en el Gloria, cantamos: "Como era en el principio, es ahora
y será por los siglos de los siglos.
Amén." Habiendo cantado acerca de un mundo sin fin, entonces tenemos una lectura bíblica
que habla del "fin del mundo" (Mateo 13:39, 40; 24:3; 28:20; etc.). Ambos mundos se refieren
a una palabra de tiempo, aión, que significa una era, una era, un eón. El fin del aión será el
fin de esta presente era mala (Gálatas 1:4), pero habrá una era eterna que sin fin.
Hay otra palabra, oikumene, que se traduce como mundo, en el sentido de mundo civilizado
y de la que se deriva ecuménico. Decimos, en nuestro pensamiento borroso, que todo el
mundo sabe algo, cuando nos referimos, por supuesto, a aquellos con radios y periódicos ,
una pequeña fracción de la raza humana. Uno de los léxicos incluso da a oikumene la
definición específica del imperio romano. Oikumene es la esfera donde el Evangelio ha de ser
predicado a todos para testimonio antes de que venga el fin (Mateo 24:14); es la esfera
cubierta por el decreto de César Augusto de que todo el mundo , el imperio romano , debería
pagar impuestos (Lucas 2:1).
La palabra más importante para mundo, sin embargo, y la que Cristo usó para referirse a ese
elemento que se opone a los suyos, es la palabra kosmos. Originalmente significaba orden y
belleza, pero Satanás tomó el cosmos y lo ensució con su abrazo. “El mundo entero está bajo
el maligno” (I Juan 5:19). La importancia del significado de la palabra se encuentra en su uso
por el Señor Jesucristo. La palabra se encuentra nueve veces en Mateo, tres veces en Marcos
y Lucas, pero setenta y nueve veces en Juan, de las cuales cuarenta y un usos (sin mencionar
los pronombres que la sustituyen) se pronunciaron en la noche de la Última Cena, en sus
experiencias con los discípulos en el Cenáculo y en el huerto de Getsemaní. Más allá de
cualquier duda, la palabra es escogida por Cristo para representar la esfera de las actividades
de Satanás en esta tierra: este es el mundo del cual Satanás es llamado el príncipe (Juan
14:30), y que tanto amó Dios que dio a su Hijo unigénito.
290
(Juan 3:16). Este es el mundo del cual Jesús es llamado el Salvador (Juan 4:42), y del cual
Él se llamó a sí mismo la Luz (Juan 8:12).
El mundo odia al creyente
Lo que Cristo estaba a punto de hacer dividiría a la humanidad en dos campos irreconciliables.
Satanás era el príncipe de un ejército, y Él, el Señor mismo, era el Príncipe del otro. Incluso
el lector casual puede ver que el pensamiento que prevalecía en la mente de Cristo, cuando
llegó a la última noche de su vida y enfrentó la cruz, fue la terrible lucha que enfrentarían sus
amados cuando los dejara. solos como Sus representantes en la provincia extranjera de la
tierra. Al entender esto podemos obtener el verdadero significado de la primera frase del
relato: "Cuando Jesús supo que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, amó ellos hasta el fin" (Juan 13:1).
No es de extrañar, por lo tanto, que Cristo dijo: "El mundo no puede aborreceros a vosotros
(en el momento en que habló), pero a mí me aborrece, porque yo doy testimonio de que sus
obras son malas" (Juan 7:7). Al anunciar el curso de esta era, testificó además: "Si el mundo
os aborrece, sabéis que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo,
el mundo amaría a los suyos; pero como no sois del mundo, pero yo os he escogido del
mundo, por eso el mundo os aborrece" (Juan 15:18, 19).
Este mundo, por supuesto, está compuesto de seres humanos, y en la masa ha sido
abandonado por Dios (Romanos 1:24-28), sentenciado a juicio (Salmo 2:8, 9) y dejado para
ser el escenario de la muerte del cristiano. conflicto y victoria (I Corintios 1:20-27; I Juan 5:4).
A pesar del hecho de que Dios ha dicho que "el mundo pasa y sus deseos" (I Juan 2:17),
Satanás ha patrocinado la idea de que el mundo se convertirá en un hermoso reino, llamado
el reino de Dios. El mensaje es claro y sencillo en la Biblia, pero Satanás ha confundido el
pensamiento de muchas personas con enseñanzas religiosas que son falsas.
La enseñanza satánica se ha vuelto tan común que muchas personas miran con asombro al
maestro de la Biblia que quita la
291
incrustaciones de falsedad y vuelve a la roca limpia de la verdad. El Señor Dios hoy

no está salvando al mundo. El Señor Jesucristo anunció que todas sus obras eran
malas y se negó a orar por él (Juan 17:9).
Al negarse a orar por el mundo, el Señor no se negó a orar por una parte del pueblo
en medio del mundo. Oró por aquellos que le fueron dados por el Padre (Juan 17:9).
Toda la obra del Señor hoy está relacionada con este grupo, al que Él ha llamado la
Iglesia. La palabra griega es ekkesia, y proviene de la preposición ek, “fuera de”, y el
verbo keleo, “llamar”. Dios no está salvando al mundo, y en ningún momento,
desde la creación o antes, tuvo la idea de salvar al mundo entero. Dios no está
salvando a ninguna nación en su totalidad, aunque todos los miembros de una nación
que vivan en un cierto tiempo futuro serán salvos en ese tiempo. Dios no está salvando
a todos los miembros de ninguna denominación de iglesia. Lo que Dios está haciendo
es sacar un pueblo para Su nombre. Este hecho fue claramente establecido en el
primero de los concilios de la iglesia. El Señor les había dicho a los discípulos que todo
lo que desataran en la tierra sería desatado en el cielo. Estaba el laberinto de la ley
ceremonial que ni ellos ni sus padres habían podido soportar. Los apóstoles debían
reunirse y tomar las decisiones sobre cuáles de estas prácticas serían vinculantes para
la Iglesia, cuáles no, de las cuales podrían ser liberadas. Después de la Ascensión
de Cristo, los líderes de la Iglesia se reunieron en Jerusalén en respuesta a esta
orden de su Señor y discutieron la relación de las ordenanzas de la ley judía con la
vida de libertad de los creyentes bajo el nuevo pacto. Santiago, el oficial que presidía
(es interesante notar que Pedro habló pero no presidió) expuso el propósito divino
en una frase notable: 'Simón os ha declarado cómo Dios visitó al principio a los
gentiles para tomar de los rebeldes, no regenerados. mundo es la verdadera Iglesia.
Es un verdadero rebaño, aunque en muchos rediles, o incluso fuera de cualquier redil.
Note bien que Cristo anunció que Él tenía otras ovejas de Su único rebaño – las
versiones revisadas son correctas – y un Pastor (Juan 10:16). El Señor no está tratando
principalmente con el mundo de hoy; Él está en el proceso de llamar a Su rebaño. el
mundo que
292
ha abandonado a Dios por mucho tiempo ha sido abandonado por Él (Romanos 1:24,
26, 28), y Su única preocupación durante esta época es el llamado y el cuidado de Su
rebaño de creyentes.
Ahora que hemos identificado los dos cuerpos de individuos en la tierra, la Iglesia y el
mundo, pasemos al elemento tiempo en el problema y veamos el curso de la era en la
que vivimos y el proceso de maduración que se desarrolla dentro de los dos cuerpos.
En la actualidad, el pueblo escogido de Dios, la verdadera Iglesia, que es sacado del
mundo espiritualmente, queda en el mundo físicamente y está tan completamente
mezclado con el mundo no salvo que solo Dios puede decir qué individuo pertenece a
qué grupo. . Las parábolas del capítulo trece de Mateo exponen el doble movimiento de
la tierra de manera notable. Ya sea que estemos con Cristo y miremos la interpretación
de las parábolas como algo futuro, como un bosquejo de la historia escrita con
anticipación, o que nos sumerjamos en la historia presente y retrocedamos a través de
los años hasta lo que Él anunció en ese día, la resultado es el mismo. Las parábolas
son un espectáculo del desarrollo de la historia en los dos pueblos que habitan esta
tierra, a saber, la Iglesia y el mundo.
En la primera de estas parábolas, se nos dice que esta era sería una era de siembra
de semillas. Habría una multitud de hombres que proclamarían la verdad divina con
resultados que variarían mucho, dependiendo de si el mensaje estaba o no mezclado
con fe en el corazón de los que lo escuchaban (Hebreos 4:2); dependiendo de si la
recibieron como palabra de hombres, o, como es en verdad, la Palabra de Dios (I
Tesalonicenses 2:13). Parte de la semilla, dijo el Señor, caería en tierra dura, y las aves
del diablo se la arrebatarían. Una parte caería en terreno espinoso, y las preocupaciones
de este mundo y el engaño de las riquezas la ahogarían a medida que crecía. Algunas
caían en pedregales y se quemaban por la poca profundidad de sus raíces. Esto
sucedería, dijo el Señor, cuando se presentara la persecución “por causa de la Palabra”.
Es interesante notar que
293
las divisiones reales dentro del cristianismo de hoy pueden atribuirse a una actitud
diferente hacia la Biblia. Ya sea que Roma ponga la tradición y la autoridad eclesiástica
por encima de la Biblia, o que sea un protestantismo liberal que ponga las facultades
críticas humanas por encima de la Biblia, siempre es el Libro inspirado la piedra de
toque de la verdad. Pero alguna semilla, y sólo una parte, caería en buena tierra y
crecería hasta madurar,
produciendo cien, sesenta y treinta. Esta es la propia enseñanza del Señor y la propia
interpretación del Señor.
En la segunda parábola, el Señor anunció que en medio de Su propia siembra de trigo,

el enemigo vendría con una siembra de trigo de imitación. Esto crecería en una confusión
tan mezclada que ningún hombre podría distinguir lo verdadero de lo falso. Además,
ordenó a Sus discípulos , ya través de ellos a Sus seguidores en todos los siglos desde
entonces , que no intentaran ninguna separación durante esta era presente. Cualquier
intento de separar el trigo verdadero del trigo de imitación durante la era actual sólo
pondría en peligro parte de Su trigo verdadero, parte del cual evidentemente se parece
tanto a la plantación del diablo que incluso los hombres espirituales son incapaces de
distinguirlos. Los discípulos debían seguir sembrando la semilla. No debían preocuparse
por la mezcla de lo verdadero con lo falso. La cosecha vendría al final de la era; el Señor
mismo enviaría a los ángeles como segadores; e infaliblemente separarían el trigo de la
cizaña, llevando el primero a la casa del Señor y llevando la segunda a la destrucción
(Mateo 13:36-43). Esto, también, es la propia enseñanza del Señor y la propia
interpretación del Señor.
Más evidencia en la misma línea proviene de la descripción de nuestro Señor de los

habitantes de la tierra en el momento de Su propio regreso. Si la verdad fuera otra, con
qué facilidad el Señor habría podido encontrar ejemplos para describir una situación de
amor, de luz y de fraternidad. Si tales características hubieran llegado a dominar los
corazones de todos los hombres, ciertamente Él lo habría dicho. Podría haber dicho, por
ejemplo, "Como fue en los días de Enoc, así será
294
será cuando venga el Hijo del Hombre; todos andarán con Dios”. Pero Él no escogió tal
evento para Su comparación. Con todo el Antiguo Testamento yaciendo ante Él, Él
escogió los incidentes que exponen la iniquidad y rebelión más profundas del hombre
como la descripción del estado más profundo. como la que prevalecerá de nuevo sobre
la tierra al final de esta era presente. "Como eran los días de Noé, así será también la
venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo
y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el
arca, y no supo hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será también la
venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39). Y otra vez: “Así también como fue en los
días de Lot; comieron, bebieron, compraron, vendieron, plantaron, edificaron; pero el
mismo día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a
todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste"
(Lucas 17:28-30).
Entonces, para resumir, encontramos que la Biblia enseña que el mundo odia a Cristo,
es abrazado por Satanás y está en enemistad con el verdadero pueblo de Dios. Dios ve
el curso de esta era, que es mala y, lejos de hacer algo al respecto, Dios ha abandonado
definitivamente la carrera en su precipitación hacia el juicio. Ese juicio seguramente
vendrá, y será en un momento en que haya una mezcla de bien y mal, que Dios separará
por medios sobrenaturales mediante la intervención personal del Señor Jesucristo y sus
ángeles. Dios está obrando hoy en día eligiendo individuos del naufragio antes de hundir
a toda la masa en los terribles juicios que solo son comparables a la destrucción de
Sodoma por fuego y la destrucción de la tierra por el diluvio.
Naturalmente, Satanás odia esta imagen, que muestra tan definitivamente su propia
impotencia y revela el fracaso de todos sus esfuerzos para organizar el kosmos en un
reino que será dueño de su gobierno. Recuerda la amargura de ese período cuando el
universo físico yacía destrozado y arruinado, con la oscuridad cubriendo la faz del
abismo, y donde él era totalmente impotente.
295
hacer nada al respecto. Recuerda el momento cegador cuando el juicio del caos sobre
la creación material fue revelado a todo el universo, cuando Dios quitó el manto de las
tinieblas con Su fiat, "Sea la luz" (Génesis 1:4). No le gusta hacer una comparación de
esa era de tinieblas pasada, cuando su impotencia fue repentinamente revelada, con la
oscuridad presente y su promesa de otro momento catastrófico cuando Cristo vendrá
del cielo y expondrá todo con el resplandor de Su venida. Le gustaría pensar que lo que
no pudo hacer con la materia inerte, podría hacerlo con las voluntades de los hombres.
Pero su frustración es tan grande hoy como lo fue en el pasado, y su fracaso para tener
éxito está tan claramente escrito en las profecías de la Palabra de Dios como su fracaso
en el pasado está escrito en las páginas de la historia. El mundo de los hombres está
desordenado y vacío, y la oscuridad cubre la faz de sus corazones. Satanás clama:
"¡Que haya organización!" Y hay caos. Él grita: "¡Que haya Naciones Unidas!" Y hay
vetos y guerras. Eleva el tono de su voz, "¡Que haya paz mental!" Y hay más casos
psiquiátricos. Él ordena: "¡Que haya hermandad!" Y hay disturbios raciales. En las
provincias de la tierra que han sido casi totalmente suyas, es incapaz de producir una
civilización en la que los niños puedan crecer para perderse. Lo mejor que puede hacer
en China e India es que ocho de cada diez bebés mueran antes de cumplir los cinco
años y, por lo tanto, vayan a Dios. Sus demandas se convierten en delirios, y lo serán
cada vez más a medida que la época se acerque a su fin.
Pero Dios, el Espíritu Santo, dice a algunos corazones: "¡Hágase la luz!" Y el mandato
de Dios se cumple instantáneamente. Así la exposición de Su palabra alumbra (Salmo
119:130). Aquellos a quienes Él habla son inmediatamente librados del poder de las
tinieblas y trasladados al reino de Su amado Hijo (Colosenses 1:13).
A pesar de la clara enseñanza de la Palabra de Dios, el maligno, como ser maligno que
es , sigue su camino desesperado, sin esperanza. Los veinte siglos desde la cruz de
Cristo están marcados por su constante esfuerzo por
296
organizar a la humanidad en un gran reino y están sembrados de sus fracasos.
29. La gran frustración de Satanás (continuación)
En la profecía de Daniel, Dios había anunciado una sucesión de imperios

mundiales. Le había dicho a Nabucodonosor que él era la cabeza de oro
representada por la gran estatua en el sueño que Daniel había recuperado e
interpretado para él. Después de Nabucodonosor, habría el imperio de plata de
los medos y los persas, sucedido por el reino de bronce de los griegos y, en última
instancia, por el imperio de hierro de Roma (Daniel 7). Aunque Dios ha dicho que
los reinos del mundo no durarán, sino que serán derribados en una aplastante
derrota ante el poder del Señor Jesús que regresa, Satanás ha hecho todo lo que
estaba a su alcance para reforzar los imperios terrenales a fin de poder tener
algún poder humano. fuerza para usar en su lucha contra los planes de Dios.
Hemos visto cómo dio poder a las naciones que salieron de Cam por más de mil
años. Cuando se hizo evidente que Jafet de hecho iba a dominar, Satanás cambió
sus esperanzas a este tercer hijo de Noé y las naciones que surgieron de él. Dios
había dicho que Jafet habitaría en las tiendas de Sem, y así ha sido durante unos
dos mil años. Satanás sabe que las promesas son para los hijos de Sem, por lo
que le agrada apoyar a Jafet. Busque por un momento una o dos características
de la historia de la era "cristiana". El poder del Imperio Romano era grande, pero
tenía las fuerzas de la decadencia en su interior y estaba destinado a ser
eclipsado. Una y otra vez Satanás trató de dar vida a su fantasma.
Carlomagno fue el primer esfuerzo. El Sacro Imperio Romano Germánico (que,

como señaló Lord Bryce, no era ni sagrado, ni romano ni un imperio) se puso la
toga gigante de los césares como un enano, pero el inadaptado era obvio, y tuvo
más problemas para levantar la espada de César que David. tenia con eso de
297
Goliat. Carlos V de España, Napoleón, Kaiser Wilhelm, Hitler : varios títeres de

Satanás se movieron en la misma dirección pero nunca con éxito final. Los reyes
adoptaron el nombre de los césares, y su distorsionada grandeza resonó en
Europa hasta nuestra propia generación, cuando su forma alemana, kaiser,
desapareció con la Primera Guerra Mundial, y su última sílaba, zar, se perdió en
la revolución rusa.
El hecho debe ser evidente. Satanás no puede unir al mundo político. Si un intento
de unión mundial como la Liga de las Naciones o las Naciones Unidas realmente
llegara a buen término, Satanás podría señalar su éxito en unir a la humanidad y
traer la paz a la tierra mediante una combinación de sus esfuerzos con los de los
hombres, y no habría no habrá necesidad de una mayor intervención de Dios. Al
señalar la necedad de los esfuerzos del carácter humano para traer la salvación a
un individuo, Dios ha dicho: "Si la justicia es por la ley, entonces Cristo murió en
vano" (Gálatas 2:21). Es igualmente cierto que si la justicia pudiera venir por los
esfuerzos conjuntos de los constructores del reino, el regreso de Cristo sería
innecesario.
Satanás intenta la unión religiosa
Mientras Satanás ha estado trabajando en sus esfuerzos para unir políticamente

al hombre político, no ha pasado por alto la posibilidad de unir religiosamente al
hombre religioso. Un esfuerzo tan decidido como el de construir un imperio a
través de reyes y ejércitos ha sido su esfuerzo por construir un reino religioso a
través del papado. Pero no puede haber duda del hecho de que las promesas de
Dios a los creyentes son promesas espirituales, no temporales durante esta era presente.
Así, no leemos que los creyentes serán amados por el mundo, sino que "los que
viven piadosamente en Cristo Jesús sufrirán persecución" (II Timoteo 3:12). No
leemos que el mundo aceptará nuestro liderazgo, pero "el mundo no nos conoce
porque no le conoció a él" (I Juan 3:1). Nuestro Señor dijo: "Mi reino no es de este
mundo, de otra manera mis siervos pelearían" (Juan 18:36). Si tenemos batallas,
deben ser en el ámbito espiritual. Si tenemos enemigos, no son de carne y sangre,
sino entre los principados y
298
potestades, los gobernantes de las tinieblas de este mundo, las huestes espirituales de
maldad en los lugares celestiales (Efesios 6:12). Es en esta guerra que podemos triunfar.
Vestidos con la armadura que Él nos ha provisto (Efesios 6:13), podemos esperar la
victoria, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas (II Corintios 10:4).
El diablo ha obrado por lo menos de dos maneras para vencer el plan anunciado de
Dios de traer justicia sobre la tierra mediante el regreso del Señor Jesucristo y mediante
la superposición del reino de Dios por obra directa del Señor mismo. El único esfuerzo
ha sido construir un reino religioso temporal y reclamar todas las promesas para él; la
otra ha sido negar la realidad material del reino futuro y buscar la venida gradual de
algún reino de dulzura y luz por el esfuerzo del hombre. Uno ha sido en gran parte
católico romano, el otro ha sido en gran parte protestante.
Roma — El Reino Religioso Temporal
El primero de estos esfuerzos encuentra su punto de apoyo en la colina del Vaticano.

Miramos hacia atrás en las Escrituras y vemos que la verdadera Iglesia debía estar
compuesta por aquellos que nacieron de nuevo, llamados fuera del mundo y odiados
por él. El cuerpo de creyentes debía ser una compañía de testigos de la verdad en
medio de un mundo que rechazaba a Cristo, despreciado y rechazado por ese mundo
así como Cristo había sido rechazado por los hombres (Isaías 53:3). Iba a haber una
organización, sí, pero iba a ser algo simple : doce discípulos, siete diáconos y ancianos
ordenados en cada comunidad.
De repente se produjo un crecimiento grande y anormal. El Señor lo había descrito de

antemano en la tercera de las parábolas de Mateo 13. No dio la interpretación de esta
parábola de la semilla de mostaza, y la imaginación de los hombres se ha desbocado
buscando una interpretación que agradara a la mente carnal, en cambio de darse cuenta
de la absoluta necesidad de adoptar la interpretación que no se burla de las parábolas
que nuestro Señor mismo explicó. Los hombres han imaginado que la diminuta mostaza
299

Páginas DesdeThe Invisible War

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Páginas DesdeThe Invisible War

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Machine Translated by Google

Machine Translated by Google

En esta serie de estudios sobre La Guerra Invisible, el Dr. Barnhouse exploró un

El Dr. Barnhouse rastrea el vasto conflicto espiritual hasta el período anterior al

Tuve el privilegio de sentarme bajo el ministerio de enseñanza del Dr. Barnhouse

Herbert Henry Ehrenstein

Director de Estudios Bíblicos de la

Un gran golfo arreglado

Cómo leer la Biblia

Nuestra certeza descansa sobre la Palabra de Dios y sobre algunas de sus

Cada verso tiene su lugar

Esta ilustración es casi perfecta para el estudiante de la Palabra de Dios. La

El método apropiado de estudio de la Biblia, entonces, es análogo a armar

2:27). La existencia de maestros por orden y disposición divina es como la

Muchas herejías surgen de una interpretación falsa de un solo versículo de la

Aunque ha fallado por completo en llevarlo a sus conclusiones correctas y

La Iglesia, desde el principio, ha tomado esos pasajes dispersos, y muchos

El Cordero Que Fue Inmolado

la cristiandad por su uso en la Iglesia universal. Sería imposible conocer la doctrina

Dios respiró el mensaje

Precisamente aquí se ve la importancia del método comparativo de estudio de la Biblia.

"Él no creó un caos".

Se ha imaginado una objeción que haremos bien en enfrentar y dejar de lado de

Que algo tremendo y terrible le sucedió a la primera y perfecta creación es cierto.

Cabe señalar, quizás, que el conocimiento de esta explicación de la Escritura no es

Como hemos dicho, no sabemos nada del elemento tiempo involucrado.

palabra original de la creación, y materializó el pensamiento original de la idea divina

Para una ilustración más, volvamos al Gran Cañón en Arizona.

En el curso normal de la lectura del libro del Génesis llegaríamos, en el tercer

La primera declaración en este juicio es un reconocimiento de la alta posición

El brazo de la carne te fallará, no

El estado exaltado de este poderoso príncipe se muestra además por la descripción de

Se vio a sí mismo por encima de todas las huestes en poder, sabiduría y

Aquí vemos la confirmación de una palabra pronunciada por Satanás al

El sacerdocio de Satanás es el siguiente de sus oficios a considerar.

Otra referencia a su sacerdocio aparece en otro versículo en el mismo

Un comentarista, Pember, ha explicado este versículo de la siguiente manera: "La montaña

Solo Una Voluntad

origen del mal

Tenemos una frase más en el relato de Ezequiel para considerar de cerca. La

Levantado con orgullo

Entonces Satanás, pasando a través de sus manos la mercancía de

debe entender el significado de la palabra. La raíz griega episkopos de la que

Los alemanes y los anglosajones de labios más pesados lo modificaron de una

Un superintendente, sin importar cómo se le llame, debe tener el mayor cuidado

Pero el peligro principal se expresa en las palabras "no es un novato". Un joven

palabras. ¿Cuál es la función más alta de un obispo? Ser un supervisor. ¿Cuál

El ministro es así tentado de la misma manera que Lucifer fue tentado

El siguiente versículo del relato de Oseas continúa: "Devoran el pecado de mi

El pasaje de Oseas se ve así como una declaración casi paralela a la de

pecado; por tanto, te arrojaré por profano del monte de Dios"

Ha habido mucho argumento teológico y especulación filosófica sobre el origen del

¿Por qué permite Dios el pecado?

Hace algún tiempo, en medio de la Segunda Guerra Mundial, el escritor predicó un

Sin embargo, decimos que tenemos la respuesta a este problema, y que es

En el relato de Lucas sobre la tentación, hay una interesante secuencia de

Reino de Dios, Poder y Gloria

No controlamos la tierra de Rusia, Gran Bretaña o los Estados Unidos, ni siquiera

Habiendo considerado el hecho de la perfección y caída original de Satanás, ahora

el monte será abatido. Así, en el curso de cuatro o cinco versículos,

El capítulo catorce de Isaías, muy importante para nuestro tema, contiene

Luego, la escena vuelve al comienzo de la caída de Lucifer. Su alta posición

Es de extrema importancia que captemos la transición que viene con la

Cuando apareció la segunda voluntad en el universo, Dios se ocupó de ella