entre las clases más humildes de Japón una técnica del cultivo del bonsái que con-
para un jardín sistía en mantener el cepellón de raíces sin
maceta, envuelto en una arcilla especial. Con el tiempo, para mantener húmeda
suspendido y contenida dicha arcilla, se empezaría a
envolverlo con musgo. Con ello se conso- lidaba este bonsái de los pobres, en el que además de árboles y arbustos comenzaron En japonés, kokedama significa literalmente bola de musgo, a usarse plantas herbáceas de todo tipo. por el tapiz verde que envuelve el cepellón de estos peculiares El kokedama es literalmente el cultivo de plantas en una bola de musgo. Hoy en día parientes del bonsái. Suspendidos de finas cuerdas llenan de se usan en ellos helechos, begonias, pe- poesía cualquier espacio interior o exterior. Estos pequeños queñas bulbosas, ficus, pequeñas palme- mundos flotantes se pueden posar también sobre un plato. ras, papiros, fresas, hiebabuena, frutales enanos, esparragueras, gramíneas orna- mentales... ¡No parece haber límites! El interés que despiertan hoy los koke- damas no obedece solo a su facilidad de cultivo, sino también a su estética. Apor- tan una nota verde y fresca tanto dentro como fuera de casa, ya que admiten plan- tas de interior y exterior. Normalmente se colocan encima de un pequeño plato o recipiente plano, aunque últimamente la tendencia es suspenderlos mediante finas cuerdas o hilos desde un techo o soporte, en solitario o varios de ellos a diferentes alturas. Esto los dota de cierta magia y mucho encanto. Los kokedamas pueden convertir terrazas y porches en espacios tan especiales como sorprendentes, y se integran especialmente bien en ambien- tes arquitectónicos modernos.
Un kokedama bien cuidado
Mantener un kokedama es sencillo, solo hay que tener dos precauciones básicas: • Un lugar muy luminoso: Se debe colo- car en un lugar donde reciba mucha luz, pero fuera del sol directo y alejado de la calefacción o el aire acondicionado. Si es un kokedama de una planta de exterior debe situarse en la terraza o el jardín. • Riego por inmersión: Los kokedamas se riegan sumergiéndolos durante uno o dos minutos en agua, idealmente de llu- FOTOS: STRINGGARDENS; ROMAN HOLBA
via o libre de cal. Se retiran y se dejan es-
currir; cuando ya no goteen ha llegado el momento de devolverlos a su sitio. No se debe dejar que el musgo se seque del todo. Normalmente el riego se lleva a cabo dos veces por semana. Se pueden abonar con un fertilizante muy diluido, como el de orquídeas, una o dos veces al mes. ✿