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Carrera: Psicología.

Materia: Inteligencia Emocional.

Trabajo: “Coeficiente Intelectual vs. Coeficiente Emocional”

Profesor(a): Margarita Miranda Luna

Alumno: Pérez García Ricardo

Grupo: 401

1/10/2020, Veracruz, Ver.


“la persona necesita del Coeficiente Intelectual, pero para tener éxito hace falta

Desarrollar el Coeficiente Emocional” (Daniel Goleman).

El análisis del coeficiente intelectual empezó ya hace varios años y por medio de diversos
estudios se ha evidenciado como maneras de sabiduría a la sabiduría musical, la
cinestésico-corporal, la lógico-matemática, la lingüística, la espacial, la interpersonal y la
intrapersonal. Después se buscó maneras de medirlas, apareciendo entonces el coeficiente
intelectual, que es una forma de medir la sabiduría analítica, definiéndolo como el número
que representa el nivel de entendimiento, comprensión y conocimiento de las cosas. Pronto,
los estudiosos notaron que el coeficiente intelectual no era suficiente parámetro para medir
la sabiduría de un sujeto, puesto que no explicaba plenamente la capacidad cognitiva, o n
tenía presente ni la “inteligencia interpersonal” (la capacidad para entender las intenciones,
motivaciones y anhelos de otras personas) ni la “inteligencia intrapersonal” (la capacidad
para comprenderse uno mismo, valorar las emociones, temores y motivaciones propios).

De esta forma nacieron nuevas maneras de sabiduría y, ejemplificando, apareció la


sabiduría emocional (IE), ahora ya bastante divulgada y bastante aceptada, desde la
difusión de los trabajos del instructor Daniel Goleman, donde se tienen la posibilidad de
mirar la necesidad de implantar nuevas formas de conceptualizar la sabiduría y considerar
diversos puntos de la vida de un sujeto en el momento de calificarla.
Resumen

El dilema entre el coeficiente intelectual y la inteligencia emocional debatiendo entre si van


de la mano son cosas parecidas pero muy diferentes ha sido un tema muy largo del cual
hablar pero con las suficientes pruebas recapituladas se dio a entender que una no puede
existir sin la otra ya que coexisten entre sí para así tener un equilibrio adecuado entre
emociones e intelecto del ser humano y como lo desarrolla en su día a día, Además se debe
mencionar que en el contexto neurológico las dos son parte fundamental del
funcionamiento cerebral o incluso en temas morales, ya que si una persona no cuenta con
ellas dos no puede ser razonablemente correcto para realizar actividades que requieran a
cada una de las dos.

Los últimos descubrimientos realizados por Daniel Goleman y el Consorcio para la


Investigación sobre Inteligencia Emocional en organizaciones (Consortium for Research on
Emotional Intelligence in Organizations) nos indican claramente que la Inteligencia
Emocional (IE) es el factor de éxito más importante en cualquier carrera, más que el
Coeficiente Intelectual (CI) o la pericia técnica. De hecho la Inteligencia Emocional es
responsable de entre el 85 y el 90% del éxito de los líderes de las organizaciones. Cuando
hablamos de líderes, nos referimos a los ejecutivos de alta dirección, que son los que tienen
una influencia enorme en los resultados y la moral de toda la organización

“La Inteligencia Emocional está vinculada a la habilidad para percibir, entender, razonar
y manejar las emociones de uno mismo y de los demás” (Goleman, 2007; Salovey & Mayer
2008).
Conclusión

La inteligencia emocional, poco a poco va creando mayor conciencia en la sociedad acerca


de la importancia que debemos de tener sobre las emociones, y el impacto que estos causan
en nuestra manera de vivir y comportarnos, convirtiéndose en una herramienta interna
fundamental para vivir de una mejor manera. A pesar de este interés popular (o quizá
debido a ello), la inteligencia emocional ha recibido considerables críticas. En parte, la
controversia se explica por la diferencia sustancial entre la definición popular y la científica
de inteligencia emocional. Además, no ha sido fácil la medición de la inteligencia
emocional. Ahora, podemos observar cómo ha comenzado a ser un aspecto indispensable y
fundamental en la formación de los niños, en la educación escolar, para la contratación y
los planes de formación en las empresas, hasta el servicio de “coaching” profesional para
los líderes de las organizaciones. La inteligencia emocional.

La sabiduría o mejor conocida como inteligencia emocional, poco a poco va creando más
grande conciencia en la sociedad sobre el valor que debemos de tener sobre los
sentimientos, y el efecto que dichos causan en la propia forma de vivir y comportarnos,
convirtiéndose en un instrumento interna importante para vivir de una mejor forma. Pese a
este interés exitosa (o quizá gracias a ello), la sabiduría emocional ha recibido
considerables críticas. La sabiduría emocional, poco a poco va creando más grande
conciencia en la sociedad sobre el valor que debemos de tener sobre los sentimientos, y el
efecto que dichos causan en la propia forma de vivir y comportarnos, convirtiéndose en un
instrumento interna importante para vivir de una mejor forma.
Glosario

Coeficiente intelectual: Cifra que indica el nivel de inteligencia de una persona a partir de
pruebas estandarizadas

Conocimiento: Hechos o información adquiridos por una persona a través de la


experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la
realidad

Emociones: conjunto de reacciones orgánicas que experimenta un individuo cuando


responden a ciertos estímulos externos

Intrapersonal: asociaciones entre dos o más personas en un entorno


Bibliografía

Mayer, J. D., Caruso, D., & Salovey, P. (1999). Emotional intelligence meets

Traditional standards for an intelligence.

Mayer, J. D., Salovey, P., & Caruso, D. R. (2000). Models of emotional Intelligence. In R.
J. Sternberg (Ed.).

Handbook of Intelligence (pp. 396-420). Cambridge, England: Cambridge University


Press.

Bradberry, T, “Las claves de la inteligencia emocional. La forma más rápida y fácil de


poner a funcionar su coeficiente emocional.” Colombia. Grupo Editorial Norma. 2007. 207.

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