Génesis 2:24. 1-Separarse de los padres, 2-mantenerse unidos en todo de tal
modo que sean inseparables, 3-unión sexual (una carne) (Mr 10:6-9)
Efesios 5:31-32. La entrega sexual es un misterio espiritual que refleja el amor y
entrega de Cristo y la Iglesia. (Prov 5:18-19)
La sexualidad en el matrimonio es conocimiento mutuo:
Génesis 4:1. Conocer en la Biblia es la entrega sexual, también usada para
conocer a Dios. (Lc 1:34; Mt1:25). Por eso Pablo menciona que la práctica sexual no debe ser dejada por un tiempo prolongado. (1 Cor 7:3-5)
La relación sexual como comunicación.
La recíproca donación y su poder comunicativo se manifiestan en los gestos de
ternura que acompañan a la unión sexual y que surgen espontáneos cuando no se está atento solo al propio deleite, sino también y antes, al del otro.
Si uno de los cónyuges redujera la sexualidad a mero instrumento de goce, se
aislaría a su propio placer, sin comunicar nada, y su pareja se sentiría inevitablemente objeto de uso y abuso.
Antropología de la sexualidad.
El ser humano es persona, por lo tanto trascendente y digna, que desea
comunicar amor.
Podemos decir que el hombre es principalmente un espíritu encarnado. Tiene
cuerpo, pero su esencia no se reduce sólo al cuerpo. Más allá de lo biológico, el espíritu supera al cuerpo. No nos identificamos plenamente con el cuerpo, pues éste sirve a nuestro espíritu.
El cuerpo tiene un significado importante: cada uno de nosotros con su
representación externa dice algo interno de si mismo. Por eso, el sexo, entre otras cosas, es un medio para expresar el amor, que es plenitud humana, implicados el cuerpo y el alma.
La sexualidad tiene dos dimensiones: Unitiva y procreativa.
Dimensión unitiva: Ya hemos dicho que el fin de la sexualidad matrimonial se
entiende desde dos dimensiones. La primera es la dimensión unitiva, pues el sexo está al servicio del amor. La sexualidad es un acto de donación, de entrega, no de egoísmo. Es una actividad plenamente humana, que nunca debe cosificar a la persona. Acerca de esto, los esposos pueden decir "Yo me entrego a ti y tu te entregas a mi." Se debe evitar, por tanto, el egocentrismo por el cual se corre el riesgo de servirse del otro para encontrar el placer. Eso es la negación del amor.
La unión sexual debe provocar alegría, paz, no conflicto interior ni tristeza. La
sexualidad implica un dominio de si. Por tanto, debe ordenarse con la inteligencia y la voluntad. Con el lenguaje corporal, manifestamos las decisiones del espíritu. Dimensión procreativa: Ahora hablemos de la dimensión procreativa. El matrimonio es principalmente comunidad de amor y vida. La vida a la que nos referimos no es solamente el tiempo que los esposos comparten, sino lo que orgánicamente entendemos por vida. A través del amor, los esposos comunican la vida para la continuación de la especie humana. Finalmente, la donación sexual debiera siempre tener las siguientes características a fin de ser hecha en un contexto de plenitud humana. Una donación de totalidad. Una donación definitiva. Una donación fiel y exclusiva. Una donación con dimensión pública y social. Una donación abierta a la posibilidad de una nueva vida. Consideraciones importantes en el matrimonio: Castidad: (Tito 2:5). La castidad es un llamado dentro del matrimonio, que más allá de significar virginidad, es pureza sexual y mental. Lecho sin mancilla: (Heb 13:4) El lecho sin mancha, incontaminado… ‘honroso sea’, es decir, que sea visto en gran estima… La fornicación y el adulterio parte por desestimar el matrimonio y su importancia. La fornicación dentro del matrimonio: (1 Ts 4:2-5). La palabra fornicación tiene un significado muy concreto, que puede significar relación sexual prohibida o inadecuada: bestialismo, orgías, y otras formas de sexualidad… Una mente no casta, lleva a un lecho sin mancila, en consecuencia, la fornicación.