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Crimen y Castigo: Análisis de los tres primeros capítulos.

Evelyn González Guisao 1102

El primer capítulo de Crimen y Castigo ilumina aspectos del personaje de


Raskolnikov que resultan centrales en la novela. Él es extremadamente orgulloso,
despectivo, emocionalmente desapegado del resto de la humanidad, y se
encuentra en un estado mental bastante complejo. Como lectores, nos
preguntamos por qué ha desarrollado esta mezcla de cualidades durante los
próximos capítulos. Al principio se dan algunas pistas: Raskolnikov es alto y
guapo, lo que puede fomentar su orgullo, mientras que su entorno miserable, el
vecindario en el que viven Raskolnikov y la prestamista, se describe en términos
vívidos que transmiten el caos y la inmundicia de los pobres, lo que puede haber
ayudado a provocar su deteriorada condición mental. El narrador describe el calor
y "el olor" que sale de la ciudad, así como las multitudes y el desorden, y dice que
todos estos factores "contribuyeron a irritar los nervios ya excitados del joven". Sin
embargo, lo más importante es que cada cualidad parece reforzar a las demás, y
Raskolnikov parece estar atrapado en una espiral cada vez más profunda: su
orgullo lo lleva a percibir a los demás como inferiores, su falta de contacto humano
lo lleva a ideas cada vez más abstractas e inhumanas, y su ideas locas hacen que
se separe de la sociedad.
El Capítulo I también explora el personaje del prestamista. En algunos aspectos,
Alyona Ivanovna es un obstáculo para Raskolnikov, es decir, su personaje
contrasta con el suyo y sirve para enfatizar sus características distintivas. Ella es
vieja y poco atractiva, mientras que él es joven y guapo; ella está alerta y
preocupada por asuntos de negocios, mientras que él está profundamente
endeudado. La única similitud aparente entre los dos es que ambos usan ropa
gastada y hecha jirones. Pero incluso esta similitud, examinada más de cerca,
revela la diferencia de riqueza entre los dos, ya que Raskolnikov se viste con
harapos debido a la pobreza, mientras que el prestamista lo hace por avaricia.
En el primer capítulo, la lucha es principalmente entre el deseo de Raskolnikov de
cometer el crimen y su repulsión ante la idea de hacerlo. Significativamente, este
conflicto interno no es entre su odio hacia el prestamista y una objeción moral a
matar, sino entre su deseo de matarla y su disgusto ante la idea del desempeño
real y físico de la acción. La moralidad parece jugar un papel en su decisión.
Cualquier grado de inocencia que aún esté intacto en el personaje de Raskolnikov
desaparece en su entrada simbólica a la taberna. Este descenso a la oscura
oscuridad de una taberna, la primera de su vida, es paralela a su descenso al
reino de descontento y malicia. Aunque ya parece algo perturbado y aunque la
cerveza parece calmarlo, Raskolnikov ha cruzado un umbral hacia la mentalidad
confusa y violenta que induce el alcohol.
En este capítulo inicial, Dostoievski retiene información para crear suspenso.
Incluso demora en informarnos sobre el nombre del protagonista hasta en varias
páginas cuando aparece naturalmente en el transcurso de la trama. Dostoievski
nos informa en la primera página que el joven está contemplando algún tipo de
"acto desesperado", pero no nos dice qué es este hecho. En cambio, se nos dan
pistas a medida que avanza el capítulo, por ejemplo, que involucrará a la casa de
empeño y tendrá lugar en su departamento. Esta lenta revelación de detalles
ayuda a despertar el interés del lector, creando suspenso que agrega impulso a la
trama y aumenta el impacto emocional de cada evento o revelación a medida que
ocurre.
El capítulo II se ilustra vívidamente los personajes de Marmeladov y su esposa,
Katerina Ivanovna. Cada uno es independiente del otro, él en su camino y ella en
el suyo, pero, al mismo tiempo, cada uno posee un sentido inherente de orgullo.
Marmeladov es una figura paradójica, en gran parte porque se niega a aceptar la
responsabilidad de sus acciones a pesar de que reconoce que su comportamiento
es la raíz de los problemas de su familia. Incapaz de escapar de un ciclo de
fracaso y desempleo, continúa con su borrachera en parte como reacción al
respeto y la estima que su esposa le da al enterarse de su nuevo trabajo. Es casi
como si el éxito de cualquier tipo fuera demasiado para él; tan pronto como puede,
arruina sus perspectivas de ganar dinero y sacar a la familia de su pobreza
extrema. No obstante, se aferra a una pizca de dignidad en público, y Raskolnikov
puede discernir que es un hombre educado a pesar de su apariencia degenerada.
Katerina es una figura aún más trágica que su esposo; a diferencia de él, ella casi
no tiene responsabilidad por su condición. Su enfermedad y mala suerte en su
elección de maridos la han condenado a una vida de debilidad y miseria. Pero, a
pesar de estos obstáculos abrumadores, su orgullo y dignidad siguen siendo
fuertes.
El sufrimiento de los Marmeladovs constituye una subtrama importante de la
novela. Sus pruebas y problemas son muy interesantes de por sí, ya que Katerina,
Marmeladov y Sonya luchan para llegar a fin de mes y superar circunstancias
desalentadoras. Su pobreza también le permite a Dostoievski incluir ejemplos
sorprendentes de los efectos dañinos de la privación urbana en la calidad de vida.
La trama secundaria de Marmeladov también se cruza con la trama principal en
varios puntos e ilustra aspectos del personaje de Raskolnikov. Uno de esos puntos
ocurre al final del Capítulo II: el regalo de dinero de Raskolnikov a los
Marmeladovs parece reflejar el despertar de su lado compasivo. Pero su orgullo
extingue este sentimiento casi tan pronto como se enciende, ya que se felicita a sí
mismo de que "¡estarían en una situación desesperada mañana sin ese dinero
mío!" En lugar de sentir lástima por la familia, los juzga fríamente como cobardes
que se benefician voluntariamente de la degradación de Sonya y luego se maldice
a sí mismo por haberles dado dinero, lo cual está seguro de que desperdiciarán.
El orgullo de Raskolnikov se explora más a fondo en el Capítulo III. La devoción de
su madre y su hermana, que están dispuestas a hacer enormes sacrificios por él,
puede verse como otra fuente de la arrogancia de Raskolnikov. Su reacción al
compromiso de Dunya revela aún más su autoabsorción, ya que él asume que ella
se está casando únicamente por su bien e ignora la posibilidad de que ella pueda
casarse con Luzhin para proporcionar una vida mejor para ella y su madre. Él
decide no dejar que ella se sacrifique por su bien, declarando de manera
importante: “No, madre, nunca lo será, no mientras viva. No lo tendre." Si Dunya
desea o no, nunca se le ocurre.
Estos tres primero capítulos de la obra “Crimen y Castigo” nos muestran
vívidamente las cualidades y defectos de los personajes, y muchos contrastes
morales a los que se enfrentan estos, los cuales no están muy lejos a las
realidades de la humanidad.

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