Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción.
El Trauma.
La respuesta ante el Peligro.
Cuando el Peligro se Transforma en trauma.
El Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Incidencia y Prevalencia sintomática del TEPT.
El contagio de Síntomas.
Traumas Tipo I y Tipo II.
Hiper arousal y Repetición.
La disociación.
Etiología del Trauma.
Tópicos para tener en cuenta
Los que una situación traumatizante significa para los niños de edad
preescolar.
Los que una situación traumatizante significa para los niños de edad
escolar.
Los que una situación traumatizante significa para los niños de primaria.
Los que una situación traumatizante significa para los niños de edad
secundaria.
El desgaste por empatía.
Consejos para los educadores.
Estrategias de acción: PAP (primeros auxilios psicológicos adaptados al
contexto escolar). Contención, liberación emocional y meta comunicación.
Anexo: Criterios de Diagnóstico para el TEPT
Introducción
Dentro de los modelos de atención vigentes en la actualidad uno de los parámetros más
importantes es la formación de redes de apoyo, lo cual no significa otra cosa más que la
colaboración entre los diferentes gestores ubicados en las distintas instituciones que
soportan la carga de atención comunitaria.
Durante los años que el área de salud mental de la Cruz Roja de Tungurahua ha venido
brindando apoyo y servicio a la colectividad hemos tenido la oportunidad de colaborar
intervenir y apoyar de distintas maneras al ámbito educativo, y hemos podido detectar
áreas en las que una mayor profundización en los conocimientos es ampliamente
necesaria.
Con esto se pretende lograr vincular a la colectividad educativa con los principios de
detección y apoyo en población infanto-juvenil con traumas emocionales crónicos,
brindar herramientas de análisis para el mejoramiento de la interrelación docente con la
población infanto juvenil, brindar elementos de promoción de factores que apoyen a la
salud mental de la población infanto juvenil en el contexto escolar, capacitar en métodos
de manejo tanto emocional como conductual por ciclos de vida.
Antes de que podamos entender lo que significa una “experiencia traumática” o “el
estrés traumático” debemos pensar en cómo reconocemos y manejamos el peligro. La
mente, el cerebro y el cuerpo están programados para que hagamos que el peligro sea lo
primordial para nosotros. Las cosas que representan un peligro cambian durante el
transcurso de la niñez, de la adolescencia y de la adultez.
Nuestro cerebro está diseñado para detectar, procesar, almacenar, percibir y actuar sobre
la información del mundo externo e interno para mantenernos con vida. Con el fin de
hacer esto, nuestro cerebro tiene cientos de sistemas neuronales, todos trabajando en un
proceso continuo y dinámico de la modulación, regulación, compensación, aumento o la
disminución de la actividad para controlar la fisiología del cuerpo. Cada uno de nuestros
muchos sistemas fisiológicos complejos tiene un ritmo de actividad que regula las
funciones clave. Cuando el azúcar en la sangre cae por debajo de un cierto nivel, se
activa un conjunto de acciones fisiológicas compensatorias. Cuando el oxígeno del
tejido es bajo a causa del esfuerzo, cuando una persona se deshidrata, cuando esta con
sueño o amenazado por un depredador, otros conjuntos de la actividad que regula se
encenderán para responder a la necesidad específica. Para cada uno de estos sistemas
existen "bases" o patrones homeostáticos de actividad dentro de la cual la mayoría de
los problemas ambientales puede ser sostenidos. Cuando una condición interna (como la
deshidratación) o uno externo (una situación en el empleo impredecible e inestable)
persiste, esto produce una tensión en el sistema lo que denominamos estrés.
En una situación peligrosa suceden tres cosas. Primero, tratamos de establecer cuál es el
peligro y cuán grave es. Segundo, tenemos fuertes reacciones emocionales y físicas.
Estas reacciones nos ayudan a tomar medidas, aunque éstas podrían ser muy
perturbadoras y difíciles. Tercero, intentamos buscar la forma de hacer algo que nos
ayude a protegernos del peligro. La forma en que nos sentimos ante un peligro depende
de dos cosas: de cuán grave pensemos que pueda ser el peligro y de lo que creamos que
podemos hacer para contrarrestarlo.
En primer lugar para el propósito de este taller definiremos el estrés como: “cualquier
reto o condición que obliga a nuestros sistemas fisiológicos y psiconeurofisiológicos de
regulación y lo llevan fuera de su actividad dinámica normal”. El estrés se produce
cuando se interrumpe la homeostasis.
Los peligros pueden llegar a ser “traumáticos” cuando amenazan con producir graves
lesiones o muerte.
Según la OMS (2015) Uno de cada 4 niños que asiste a la escuela ha sido expuesto
a un evento traumático que puede afectar su aprendizaje y/o comportamiento.
El Contagio de síntomas
Diversos estudios muestran que sujetos que no fueron directamente expuestos al trauma
posteriormente desarrollaron el desorden. Rosenheck et al. describen síntomas
traumáticos en los hijos de los veteranos de guerra de Vietnam muchos años después de
la experiencia traumática de los padres. Se ha encontrado una traumatización vicaria
entre padres, hijos y hermanos que no fueron expuestos directamente al evento
traumático.
Pfefferbaum señala que el contagio de los síntomas ocurre cuando:
• Hay una identificación e internalización de la experiencia de un familiar.
• Asociación con pares afectados y otros.
• Influencias sociales, culturales y de la comunidad.
• Exposición a medios masivos que repiten escenas de horror.
• Exposición a investigaciones criminales o judiciales relacionadas con el evento
traumático.
El hiper arousal se asocia a la activación del sistema nervioso simpático regulado por el
locus coeruleus, el que libera norepinefrina en todas las áreas axonales donde se
proyecta (corteza frontal, ganglios basales, hipotálamo, sistema límbico).
La hipersensibilización y exceso de alerta de los sistemas de neurotransmisores en el
mesencéfalo y tronco encefálico son los que intermedian en la respuesta de hiper
arousal, lo que también implica que otras funciones cognitivas, emocionales,
fisiológicas y conductuales también queden sensibilizadas. El estrés permanente altera
la regulación del HPA y se produce una nueva homeostasis. La activación crónica de
este sistema se ha asociado a daño en el hipocampo y sistema límbico, a trastornos en la
utilización de glucosa y mayor vulnerabilidad a enfermedades metabólicas.
La nueva respuesta frente al temor agudo crea en el cerebro una “memoria del trauma”,
la que se reactiva con estímulos claves del evento, sueños o pensamientos. La capacidad
del ser humano de hacer asociaciones de lo específico con lo general, o de generalizar la
respuesta a los estímulos, permite que aspectos específicos del evento puedan ser
generalizados aun cuando estén alejados de la amenaza original (ej.: temor a todos los
hombres luego de abuso sexual por uno de ellos).
El freezing es una combinación entre hiper arousal y disociación, que permite organizar
el pensamiento y dar una respuesta en una situación amenazante. Los niños en estado de
freezing pueden aparecer como oposicionistas. En los preescolares la respuesta al
trauma es una mezcla de estos dos mecanismos adaptativos.
La sensibilización neurobiológica de la disociación puede resultar en el desarrollo de
síntomas tales como dolores físicos, dependencia, desvalimiento, somatizaciones,
depresión mayor, regresión psicótica. Robinson estudió a sujetos que estuvieron en un
campo de concentración cuando niños, y encontró que en los menores de 17 años el
50% presentaba síntomas psicóticos y en los menores de 3 años todos tenían síntomas
psicóticos.
Los niños también pueden encontrar formas artificiales para estimular la liberación de
opioides, haciéndose daño cuando están bajo presión o ansiedad, tal como golpearse la
cabeza, cortarse y automutilarse.
Etiología
Diferentes enfoques teóricos han puesto el acento en distintos aspectos del trauma.
Los teóricos del aprendizaje consideran que el trauma es una forma de
condicionamiento clásico, en que el estresor es el estímulo incondicionado y el trauma
es la respuesta incondicionada que se asocia a una serie de estímulos presentes en la
situación, los que posteriormente pueden evocar la respuesta condicionada de trauma.
Esto mantiene la sintomatología y ha sido llamado por otros autores "memorización
traumática".
El enfoque fisiológico se ha centrado en el estudio de la respuesta biológica al estresor.
Las teorías psicodinámicas a partir de la definición de Freud de trauma psíquico se
focalizan en la comprensión del TEPT en procesos tales como la identificación con el
agresor, fantasías reparatorias, en cómo el desarrollo y maduración facilitan una
reelaboración de los traumas tempranos, y cómo éstos alteran el sentido de sí mismos,
haciéndolos más vulnerables a futuras victimizaciones.
La psicopatología evolutiva estudia al síndrome de estrés post-traumático desde una
perspectiva evolutiva, en una relación dialéctica entre el niño en desarrollo y el
ambiente, incluyendo todo el ecosistema con el que el niño se interrelaciona.
Según este modelo, de acuerdo a la naturaleza y al grado de impacto personal, las
experiencias traumáticas pueden definir las expectativas sobre el mundo, la seguridad y
confianza interpersonal, contribuyendo a fijar ciertos conceptos de sí mismo, de los
otros y del futuro. Después del hecho traumático esta alteración en las expectativas o
cogniciones pone al niño en riesgo de un desorden en la salud mental.
Pynoos desde una perspectiva evolutiva propone un modelo tripartito de la etiología del
TEPT, en el que interactúan la naturaleza del trauma, la resistencia a la tensión
inmediata y la vulnerabilidad.
Para este autor las experiencias traumáticas deben ser comprendidas de acuerdo a una
secuencia de eventos que incluyen los antecedentes psicosociales y biológicos del niño,
la reacción del medio al estrés y al niño, la etapa de desarrollo de éste y su familia y la
existencia de estresores previos y posteriores al evento traumático.
Este modelo plantea que, además de los aspectos objetivos, los subjetivos también son
relevantes, tales como la estimación de la magnitud del trauma, la experiencia de
desamparo, la sensación de no poder tolerar la respuesta afectiva y fisiológica, junto con
la anticipación de consecuencias catastróficas.
La resistencia y vulnerabilidad al trauma se asocian a factores del niño y del ambiente
próximo, así como a la percepción de la eficacia de los potenciales factores de
protección de sí y de otros. Así, por ejemplo, los niños inhibidos y ansiosos hacen más
atribuciones de falta de control y esto aumenta la respuesta de miedo; el niño depresivo
se atribuye más culpa, lo que aumenta el TEPT.
El ecosistema del niño constituido por su familia en cierta etapa evolutiva, el colegio,
los pares y la comunidad, responde en forma más o menos contenedora con el niño, el
que a su vez evalúa la forma de respuesta de estos sistemas.
PARA TENER EN CUENTA
El Trauma puede impactar el rendimiento escolar.
• Bajo promedio escolar.
• Aumento en la tasa de ausentismo escolar.
• Aumento en la tasa de deserción escolar.
• Aumento en suspensiones y expulsiones de la escuela.
• Disminución en la habilidad de lectura.
TEPT crónico.
Trastorno de personalidad limítrofe, antisocial, narcisista.
Trastorno de Personalidad múltiple, especialmente en trauma pre escolar.
Automutilaciones e intentos de suicidio.
Abuso de sustancias y alcoholismo.
Cambios que se pudieran observar en estudiantes de la Escuela Primaria:
ESTRATEGIAS DE ACCIÓN:
Especificar si:
Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de
estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo
experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:
1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de
desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso
mental o corporal (p. ej., como si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo
o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio).
2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno
(p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un
sueño, distante o distorsionado).
Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a
los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento
durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial
compleja).
Especificar si:
2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño
está relacionado con el suceso(s) traumático( s).
Nota: Puede resultar imposible determinar que el contenido aterrador está relacionado
con el suceso traumático.
3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el niño siente o
actúa como si se repitiera el suceso( s) traumático(s). (Estas reacciones se
pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida
completa de conciencia del entorno presente.) La representación específica del
trauma puede tener lugar en el juego.
Especificar si:
Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criteriosvpara el trastorno de
estrés postraumático y el individuo experimentavsíntomas persistentes o recurrentes de
uno de los cuadrosvsiguientes:
Especificar si: