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Guía para la elaboración del

Balance historiográfico de la investigación

La elaboración de un balance sobre lo que se sabe de un tema es uno de los primeros pasos
para la realización de una investigación. Sin conocer a profundidad los debates y los vacíos en
cuanto al conocimiento, no se pueden plantear las preguntas adecuadas que guíen la
recopilación de información. Por esta razón, construir un balance historiográfico propio permite
aclarar los pasos a seguir en el proyecto de maestría. El documento tendrá una extensión de 5 a
10 páginas con las secciones siguientes:

1. Problema de investigación. Se plantea a partir de una frase o título concreto. A partir de


ahí, se desarrolla en poco más de una página los contornos de lo que se quiere
investigar. Para ello, se deben de especificar los objetivos (un general y tres específicos).
Cada uno de los objetivos específicos se convertirán en los posibles capítulos de la tesis.
2. El desarrollo del balance historiográfico se puede hacer de dos formas. La primera es
una revisión exhaustiva de cada una de las obras a considerar (artículos, libros, capítulos
de libro, blogs, periódicos) que den un panorama del tema. El abordaje parte de una
síntesis de las ideas principales de los autores y su relación con nuestro tema de
investigación. La segunda forma es agrupar la bibliografía en grupos según los
elementos que comparten entre sí para discutir un panorama mucho más general. Las
dos formas requieren conocer profundamente a los autores.
3. Balance general. Es una síntesis creativa donde se ponen en blanco y negro los avances
y vacíos de la bibliografía con respecto al tema elegido y los aportes que se esperan con
la investigación.

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