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DIVERSAS ERAS DE LA ORGANIZACIÓN

Con el paso del tiempo, las organizaciones presentan cambios y


transformaciones constantes. Las organizaciones presentan características en
su estructura y en sus procesos que hace que éstas difieran de otras, ya sea
introduciendo nuevas tecnologías, modificando sus productos o servicios,
alterando el comportamiento de las personas o cambiando la forma de realizar
sus procesos internos. Estos cambios provocan impactos constantes en la
sociedad y la vida de las personas, y aceleran las variaciones ambientales que
describiremos a continuación:

Durante el transcurso del siglo XX las organizaciones pasaron por tres fases
diferentes:

 La era de la industrialización clásica


 La era de la industrialización neoclásica
 La era de la información.

1. Era de la industrialización clásica (1900-1950):

Representa un periodo de medio siglo de intensificación de la industrialización,


comenzó con la Revolución Industrial. En este periodo, la estructura
organizacional se caracterizó por ser piramidal y centralizada, poseía un
modelo burocrático, la toma de decisiones se centraba en la dirección y por el
establecimiento de normas y reglamentos internos para disciplinar y
estandarizar el comportamiento de los miembros de la organización. La cultura
organizacional estaba basada en el pasado y buscaba la conservación de las
tradiciones y los valores, a las personas se les consideraba recursos de
producción, junto con los demás recursos organizacionales como máquinas,
equipos y capital. A la administración de personas se le denominaba relaciones
industriales. El mundo estaba cambiando bastante despacio, los cambios eran
relativamente lentos.
2. Era de la industrialización neoclásica (1950-1990):

Comenzó a finales de la Segunda Guerra Mundial, época en que el mundo


empezó a cambiar con mayor fuerza. Las transacciones comerciales pasaron
de estar del campo local, al regional y luego se volvió internacional, y se
tornaron más frecuentes; se empezó a desarrollar la competencia entre las
empresas. Las organizaciones intentaron crear nuevos modelos de estructura
que les permitiera adaptarse a las nuevas condiciones y cambios constantes.

La cultura organizacional dejó de centrarse en las tradiciones pasadas y


empezó a enfocarse en el presente, y el conservadurismo dio paso a la
innovación. La antigua concepción de relaciones industriales fue remplazada
por la de administración de recursos humanos: las personas como recursos
vivos y no como factores materiales de producción, como se manejaba en la
Era de la industrialización clásica. La tecnología experimentó una increíble
intensa evolución y comenzó a influir significativamente en la vida de las
organizaciones y de sus participantes.

3. Era de la información (o del conocimiento) (1990):

Época en que vivimos actualmente. Su característica principal son los cambios


rápidos, imprevisibles e inesperados.

Gracias a que la tecnología permitió adelantos imprevistos, la información de


un lugar a otro del planeta tarda en llegar sólo escasos segundos. La
tecnología de la información y la comunicación provocó la globalización de la
economía: la economía internacional se volvió mundial y global. La
competencia entre organizaciones se hizo más intensa y el mercado de
capitales necesitó migrar de un continente a otro en busca de nuevas
oportunidades de inversión.

Los productos y servicios se adaptan permanentemente a satisfacer las


necesidades y demandas de los clientes, cuyos hábitos ahora son más
exigentes.
La organización del futuro funcionará sin límites de tiempo, espacio ni distancia;
se dará un uso diferente al espacio físico; las oficinas unipersonales darán
paso a locales colectivos de trabajo, y las funciones de retaguardia serán
realizadas por los empleados en sus casas. También existirá la organización
virtual conectada electrónicamente, sin papeleo, que funcionará mejor y estará
más cerca del cliente

En consecuencia, la administración de personas es la manera como las


organizaciones tratan a las personas que trabajan en conjunto en esta era de la
información, ya no como recursos organizacionales que deben ser
administrados pasivamente, sino como seres inteligentes y proactivos,
responsables, con iniciativa y dotados de habilidades y conocimientos que
ayudan a administrar los demás recursos organizacionales materiales y que
carecen de vida propia. La nueva concepción, el nuevo espíritu, no se basa en
la administración de personas, sino en la administración con las personas,
quiénes serán la riqueza del futuro.

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