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ESCULTURA DE LA ANTIGUA GRECIA

La escultura de la Antigua Grecia alcanzó el ideal de la belleza artística hasta


donde pudo llegar por sí solo el ingenio humano. Aunque Grecia floreció en todas
las Bellas Artes, ninguna le distingue tanto como la escultura.

Cultivó el arte de la Antigua Grecia todos los géneros de escultura, adoptando con


predilección el mármol y el bronce como material escultórico y tomando como
asuntos principales los mitológicos y los guerreros a los cuales añadió en su última
época el retrato de personajes históricos.

Forman su característica en los mejores tiempos del Arte (los de Fidias) la


expresión de la realidad idealizada, la regular proporción orgánica, el alejamiento
de lo vago y monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y
belleza en las formas y la finura en la ejecución
ATENEA PARTENOS
Atenea Parthenos era el nombre de una
imponente escultura crisoelefantina (de marfil y oro) de la diosa
griega Atenea realizada por Fidias y erigida en el Partenón de Atenas. Un cierto
número de otras esculturas se inspiraron en la original. La obra tuvo un gran
impacto entre sus contemporáneos, hasta el punto de que dio origen a una
tradición de estatuas crisoelefantinas, en la cual encontramos comprometido de
nuevo a Fidias, con la estatua de Zeus en Olimpia, y a otros escultores, en
los santuarios de los siglos V y IV a. C.

El aspecto general de la Atenea Partenos, aunque no su carácter y calidad, puede


verse a partir de su imagen en monedas y sus reproducciones en miniaturas
esculpidas, como objetos votivos, y en las representaciones sobre gemas
grabadas.

La cabeza de Atenea aparece ligeramente inclinada hacia adelante. Está de pie,


con su mano izquierda posada sobre un escudo vertical. Su rodilla izquierda está
ligeramente doblada, su peso desplazado levemente hacia su pierna derecha.
Su quitón está ajustado en la cintura por un par de serpientes, cuyas colas se
entrelazan en la espalda. Los mechones de pelo caen sobre el peto de la diosa.
La Niké de su mano derecha extendida es alada: se ha discutido mucho sobre si
había un soporte bajo el original de Fidias, siendo contradictorias las versiones
conservadas. La posición exacta de una lanza, a menudo omitida, no se ha
determinado completamente, si estaba en el brazo derecho de Atenea o sostenida
por una de las serpientes de la égida, tal y como N. Leipen la restauró, siguiendo
la gema Aspasios.
DIADUMENO  DE POLICLETO
El Diadumeno o Diadúmeno es una estatua diseñada por Policleto en el siglo
V a. C. La estatua original fue realizada en metal, seguramente en bronce, pero en
la actualidad sólo se conservan copias de piedra caliza y mármol.

Representa a un atleta griego ciñendo en su cabeza la cinta de la victoria, de


donde procede el nombre διαδούμενος / diadoumenos, «el que se ciñe», que
deriva del término griego διαδέω / diadeo, «ceñir». Aún está desnudo después de
la competición y eleva los brazos para atarse la diadema, una banda en forma de
cinta que identifica al ganador y que en la obra original de alrededor del
año 420 a. C.estaría representada por una cinta labrada.

La figura está en pie, en contrapposto con su peso sobre la pierna derecha. El


ejemplar de la estatua conservado en el Museo Arqueológico Nacional de
Atenas tiene su rodilla fracturada. Muestra poros por los que más de una vez se
filtró agua, que fracturó la piedra caliza, lo que requirió varias reconstrucciones.
Tiene su cabeza inclinada ligeramente a la derecha, contenida, como
aparentemente perdido en la vida divina.

El Diadumeno, junto al Doríforo son las esculturas más famosas de Policleto,


formando tres modelos básicos para la escultura de Grecia Antigua que
representan las tres a jóvenes idealizados de una manera convincentemente
naturalística. La estatua ilustra los principios enunciados por Policleto en
su Canon: la altura total equivalía a siete veces la altura de la cabeza, que es la
longitud del pie apoyado.
ARQUITECTURA
La Arquitectura de la Antigua Grecia es aquella producida por los pueblos de habla
griega (pueblo helénico) cuya cultura floreció en la península griega y
el Peloponeso, las islas del Egeo, y en las colonias de Asia Menor y en Italia
durante el período comprendido desde alrededor del 900 a. C. hasta el siglo
primero d. C., incluyendo unas primeras obras que están de alrededor del año
600 a. C.

La arquitectura griega antigua es más conocida por sus templos, muchos de los


cuales se encuentran sobre todo como ruinas, pero otros sustancialmente intactos,
en toda la región. El segundo tipo de construcción que se conserva en todo el
mundo helénico es el teatro al aire libre, con la primera data de construcción del
año 350 a. C. Otras formas arquitectónicas que aún se encuentran visibles son la
puerta de entrada procesional (propylon), la plaza pública (ágora), rodeada de
paseos con columnatas (stoa), el edificio del Ayuntamiento (bouleuterion), el
monumento público, la tumba monumental (mausoleum) y el stadium.

La arquitectura griega antigua se distingue por sus características altamente


normalizadas, tanto en estructura como en decoración. Esto es particularmente
cierto en el caso de los templos donde cada edificio parece haber sido concebido
como una entidad escultórica dentro del paisaje, con mayor frecuencia planteado
en un terreno elevado para que la elegancia de sus proporciones y los efectos de
la luz sobre sus superficies puedan verse desde todos los ángulos. Nikolaus
Pevsner se refiere a «la forma plástica del templo[griego]... colocado ante nosotros
con una presencia física más intensa, más viva que la de cualquier edificio
posterior».
BIBLIOTECA DE CELSO EN EFESO
La Biblioteca de Celso, en Éfeso, Asia Menor (actualmente parte de Turquía), fue
construida en honor a Tiberio Julio Celso Polemeano(completada en el año 135)1
por el hijo de Celso, Tiberio Julio Águila Polemeano (cónsul, año 110). Celso había
sido cónsul en el año 92, gobernador de Asia en el año 115, y un ciudadano
romano de la región popular y adinerado.

La biblioteca fue construida para almacenar 12 000 rollos y para servir como
tumba monumental para Celso. Era poco habitual que alguien se hiciera enterrar
en una biblioteca o incluso dentro de los límites de una ciudad, lo cual fue un
honor especial para Celso.

El edificio tiene importancia como uno de los escasos restos de lo que era una
biblioteca en los tiempos de la antigua Roma. También es un ejemplo de como las
bibliotecas públicas no sólo se construían en la misma Roma, sino a lo largo de
todo el Imperio romano.

Entre los año 1970 y 1978 se realizó una restauración masiva que actualmente se
considera como bastante fiel al edificio histórico, en el que la fachada frontal sirve
de ejemplo de arquitectura romana pública, e incluso sirve de ejemplo para otras
bibliotecas peor preservadas de otras zonas del imperio, puesto que es posible
que se albergaran colecciones de literatura en otras ciudades romanas para
beneficio de los estudiosos y de los viajeros.
AURIGA DE DELFOS
Auriga de Delfos es la denominación historiográfica de una escultura griega del
denominado estilo severo (transición entre la escultura arcaica y la clásica). Se
realizó, en bronce, en el año 474 a. C., para conmemorar la victoria
del tirano Polizalo de Gela en la carrera de cuadrigas de los Juegos Píticos (los
que se celebraban en honor de Apolo en el santuario de Delfos). La figura formaba
parte de un grupo más amplio, del que sólo quedan fragmentos de cuatro o seis
caballos y un pequeño esclavo que se situaría ante ellos. Todo ello fue hallado en
1896 durante unas excavaciones en ese mismo lugar arqueológico. En la
actualidad se expone en el Museo Arqueológico de Delfos

De tamaño natural, la figura tiene una altura de 1,80 metros. Se trata de una de las
escasas esculturas originales en bronce que se conservan del mundo griego. El
grupo estaría formado seguramente por el auriga que sostiene las riendas de la
cuadriga, los cuatro o seis animales, un guerrero detrás de él, además de un mozo
de cuadra. La escultura está fundida en varias piezas separadas y soldadas
posteriormente, tal y como era costumbre en representaciones que incluían un
número importante de figuras.

Aunque vista de forma aislada presenta un aspecto diferente al que debía de dar
en el conjunto, es posible señalar algunos rasgos esenciales. A primera vista, la
figura erguida, con la larga túnica y la actitud impasible, recuerda mucho las
esculturas arcaicas. Sin embargo, elementos como la marcada frontalidad que
caracterizó a las esculturas arcaicas exentas, especialmente en los primeros
tiempos, tiende aquí a desaparecer gracias a la introducción de matices que dotan
a la figura de una mayor tridimensionalidad: los pies se sitúan oblicuamente
respecto al cuerpo, el cual acentúa levemente la torsión lateral, de acuerdo con los
brazos y cabeza; esta torsión se manifiesta en el juego de los pliegues de la
túnica, ceñidos en la cintura y sueltos en el torso, crean un volumen que rompe
con el hieratismo propio de épocas pasadas.
LARES DE BRONCE DEL SIGLO I
Los lares eran deidades romanas hijos de Lara (o Larunda),1una de las náyades,
y el dios Mercurio (algunas fuentes mencionan a Júpiter)1 cuyo origen se
encuentra en los cultos etruscos a los dioses familiares.

La religión de la antigua Roma presentaba dos vertientes: por un lado, los cultos


públicos o estatales y, por otro, los cultos privados o domésticos. Dentro de esta
segunda vertiente se sitúa la adoración de los llamados dii familiaris o dioses de la
familia. Entre estos se encuentran los lares loci, cuya función primordial era velar
por el territorio en que se encontraba la casa familiar. Tanto es así, que antes de
que la propiedad privada fuese regulada por el derecho, eran los dioses lares los
encargados de evitar que los extraños se adentrasen en tierras ajenas mediante,
según la creencia popular, la amenaza de enfermedades que podían llegar a ser
mortales.

Las familias romanas sentían una gran veneración por los lares, que
representaban en forma de pequeñas estatuas. Estas se colocaban tanto dentro
como fuera de la casa en pequeños altares llamados lararia (sg. lararium), donde
se realizaban ofrendas o se les rendía oración. En la casa (sg. domus), el larario
solía situarse en el atrio, lo más cerca posible de la puerta principal. En el caso de
los apartamentos (pl. insulae), el lararium se colocaba cerca de la cocina, aunque
en una misma casa podían existir varios y no era extraño que se encontrasen en
los dormitorios. Lo que era importante, sin embargo, es que no estuviesen en
lugares poco transitados o escondidos, con el fin de que no fuesen ignorados u
olvidados.
AUGUSTO DE PRIMA PORTA
Augusto de Prima Porta es una estatua de Augusto que fue descubierta el 20 de
abril de 1863 en la Villa de Livia, su esposa, cerca de la Prima Porta, en Roma. Se
trata de una copia en mármol de un modelo en bronce anterior. Hoy se exhibe en
el Braccio Nuovo de los Museos Vaticanos.

La estatua es una imagen idealizada de Augusto que se basa en


el Doríforo de Policleto del siglo V a. C. Acoge la forma de contrapposto de esa
escultura, creando diagonales entre los miembros tensos y los relajados, es un
rasgo típico de la escultura clásica.

Se trata de una figura de bulto redondo, tallada en mármol, y que aún conserva
restos de dorado, púrpura, azul, y otros colores con los que fue policromada
(véase abajo en los enlaces su reciente recreación).

Es, evidentemente, un retrato, de cuerpo entero, del emperador Octavio Augusto,


personificado como toracato —vestido de militar y con una rica coraza—, que
debió formar parte de un monumento conmemorativo de las últimas victorias del
emperador. Augusto aparece en pie, con indumentaria militar, sosteniendo
un bastón de mando consular y levantando la mano derecha, mostrando a sus
tropas la corona de laurel del triunfo.

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