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Víctor Tapia
Primera parte
Cálculo Variacional
1 El formalismo Lagrangiano
En muchas situaciones de interés nos encontramos con sistemas descritos por un
conjunto de variables q i, i=1 , … , N . Estas variables definen el espacio de configuración. El
estado o configuración del sistema está caracterizado por los valores de estas variables, es
decir, por un punto en el espacio de configuración.
El estado del sistema puede cambiar con el tiempo y este cambio se puede
caracterizar a través de q i (t). Esta dependencia con respecto al tiempo da la trayectoria
del sistema en el espacio de configuración. Existe varias situaciones en las cuales la
trayectoria en el espacio de configuración se puede describir en forma sistemática por
medio de un principio variacional. Estas situaciones las describimos a continuación.
L=L ( q , q̇ ) (1.1.2)
Para determinar la trayectoria optima q 0 (t), consideremos una segunda trayectoria q (t)
que une los mismos puntos dos puntos q 1 y q 2; es decir
q ( t 1 )=q1
(1.1 .4)
q ( t 2 )=q2
ηi ( t 1) =0
( 1.1.7)
ηi ( t 2) =0
En la formula anterior es correcto escribir δS, dado que este es el cambio experimentado
por la acción por efecto de un cambio en q 0. Dado que η es pequeño, en la primera
integral podemos considerar solo términos de primer orden en η y η̇. Se tiene
t2 t2
∂L i ∂ L i
t1
[
δS =∫ L ( q0 , q̇0 ) +
( ) ( )
∂ qi 0
η+
∂ q̇ i 0 ]
η̇ dt−∫ L ( q0 , q̇0 ) dt
t 1
t2
∂L i ∂L i
¿∫
t1
[( ) ( ) ]
∂ qi ¿
η+
∂ q̇ i 0
η̇ dt(1.1.9)
Ahora imponemos la condición δS =0. Dado que η es arbitrario, se esperaría que η̇
también lo fuera. Esto llevaría necesariamente a imponer las condiciones
∂L
=0
∂ qi
∂L
=0(1.1.10)
∂ q̇i
Sin embargo, estas ecuaciones tienen como única solución q=¿ constante, lo cual no es
una solución a nuestro problema.
Se debe recordar que
i ηi (t +h )−ηi ( t )
η̇ =lim (1.1.11)
h→0 h
Por lo tanto, η̇ es una combinación lineal de los valores de η. Dado que η̇ y η son
linealmente dependientes, el procedimiento correcto consiste en juntar ambos términos
en un único termino. Para esto se realiza una integración por partes en (1.1.9). se obtiene
t2 t2
∂L d ∂L ∂L i
δS =∫
t1
[ − ( )]
∂ q dt ∂ q̇
i i
η i dt + ( )|η (1.1.12)
∂ q̇i t 1
Donde hemos el subíndice 0, el cual nos indica que todas estas cantidades evaluadas
sobre la trayectoria optima q 0.
integración y que se anula en las extremos del intervalo, entonces H (t) es cero en ese
dominio. Por lo tanto
∂L d ∂ L
−
∂ qi dt ∂ q̇i ( )
=0(1.1 .14)
∂L ∂2 L j ∂2 L j
i
− j i
q̇ − j i
q̈ =0(1.1 .15)
∂ q ∂ q ∂ q̇ ∂ q̇ ∂ q̇
Donde q̈=d 2 q /d t 2. Por lo tanto, contienen hasta derivadas de segundo orden de las
coordenadas generalizadas.
La construcción anterior nos indica que para integrar las ecuaciones de Euler-
Lagrange (1.1.14), de segundo orden, se deben dar, como datos iniciales, los valores de q
en t 1 y t 2, es decir, 2 n condiciones iniciales. Esto muestra que en el formalismo
lagrangiano existe una concordancia ente las ecuaciones (diferenciales de segundo orden)
de Euler-Lagrange y los datos iniciales necesarios para integrarlas.
De esta manera, las ecuaciones de Euler-Lagrange (1.1.14) sujetas a las condiciones
de contorno (1.1.7) son las condiciones para que la acción Sea estacionaria.
El número de condiciones iniciales que se puede dar en forma independiente es
I =2 n. El número de grados de libertad se define como f =I /2, y en el caso que estamos
considerando se tiene f =n.
La combinación de derivadas que aparecen en (1.1.14) es la derivada de Euler-
Lagrange:
δL ∂ L d ∂ L
= −
( )
δ q i ∂ q i dt ∂ q̇i
(1.1 .16)
m q̈i=δ ij F j ( q ) (1.2.1)
δL ∂ 1 d ∂ 1
i
δq ∂q (
= i m δ ij q̇i q̇ j−V ( q ) −
2 dt ) ( (
∂ q̇ i
2
mδ jk q̇ j q̇ k −V ( q ) ))
∂ d ∂ 1
¿
∂q i
(−V ( q ) )−
dt ( (
∂ q̇ i
2
m δ jk q̇ j q̇ k ))
∂V d
¿− − ( mδ ij q̇ j )
∂ q dt
i
∂V
¿− i
−m δ ij q̈ j=0 (1.2.8)
∂q
Que es precisamente la Segunda Ley de Newton (1.2.3).
Casi todos los sistemas mecánicos son del tipo descrito en (1.2.4), los cuales son
llamados T −V . La posibilidad de escribir la Segunda Ley de Newton como ecuación de
Euler-Lagrange de un lagrangiano T −V es el origen del formalismo lagrangiano. Sin
embargo, el formalismo lagrangiano es mucho más general y su validez va más allá de los
simples sistemas T −V .
Qi=Qi ( q )( 1.3.1)
La condición necesaria y suficiente para que esta transformación este bien definida es que
sea invertible, es decir, que su matriz jacobiana
i
i ∂Q
J j ( Q, q )= j (1.3 .2)
∂q
Sea invertible. Por lo tanto, su determinante debe ser diferente de cero
J=det ( J i j ) ≠ 0( 1.3.3)
Esto significa que existe no solo la transformada inversa, sino también la matriz jacobiana
inversa, a saber,
i
i ∂q
J j ( q , Q )= (1.3.4 )
∂ Qj
La derivada temporal de (1.3.1) nos da
∂ Qi j
i
Q̇ = j q̇ (1.3 .5)
∂q
De modo que las velocidades transforman en forma homogénea. Por lo tanto, para las
velocidades se obtiene
∂ Q̇ i ∂ Q i
=
∂ q̇ j ∂ q j
∂ Q̇ i ∂ 2 Q i k d ∂Q i
=
∂ q j ∂ q j ∂ qk
q̇ =
dt ∂q j ( )
(1.3 .6)
δL ∂ L d ∂ L
= −
δ q i ∂ q i dt ∂ q̇i ( )
∂ L ∂ Q j ∂ L ∂ Q̇ j d ∂ L ∂ Q̇ j
¿ + −
∂Q j ∂ q i ∂ Q̇ j ∂ qi dt ∂ Q̇ j ∂ q̇ i ( )
∂ L ∂ Q j ∂ L ∂ Q̇ j d ∂ L ∂Q j
¿ + −
∂Q j ∂ q i ∂ Q̇ j ∂ qi dt ∂ Q̇ j ∂ q i ( )
∂ L ∂ Q j ∂ L ∂ Q̇ j d ∂ L ∂ Q j ∂ L d ∂Q j
¿ + − −
( ) ( )
∂Q j ∂ q i ∂ Q̇ j ∂ qi dt ∂ Q̇ j ∂ qi ∂ Q̇ j dt ∂ qi
∂Q j δL
¿ (1.3 .7)
∂ qi δ Q j
Por lo tanto, la validez de las ecuaciones de Euler-Lagrange en un sistema de coordenadas
implica la validez en cualquier otro sistema de coordenadas.
Todos los resultados que se obtengan a partir de las ecuaciones de Euler-Lagrange
deben exhibir esta invariancia y estos se usaran como un “criterio de calidad” para
verificar varios desarrollos posteriores.
Consideremos como ejemplo el termino cinético en (1.2.5), reescrito en un sistema
de coordenadas, es decir
1
T = m gij ( q ) q̇ i q̇ j (1.3 .8)
2
Las ecuaciones de Euler- Lagrange corresponde ahora son
∂V
m ai=−g ij (1.3 .9)
∂q j
Donde
δL ∂ L ∂2 L j ∂2 L j
i
= i
− j i
q̇ − j i
q̈ (1.4 .1)
δ q ∂ q ∂ q ∂ q̇ ∂ q̇ ∂ q̇
Por lo tanto, contiene hasta derivadas de segundo orden de las coordenadas generalizadas. Esta
ecuación se puede escribir en forma abreviada como
δL
i
=α i−W ij q̈ j (1.4 .2)
δq
Donde
∂L ∂2 L j
α i ( q , q̇ )= i
− j i
q̇ (1.4 .3)
∂ q ∂ q ∂ q̇
Y
∂2 L
W ij q , q̇ = i j (1.4 .4)
( )
∂ q̇ ∂ q̇
Es la matriz hessiana con respecto a las velocidades.
W ik W jk =δ ij (1.4 .6)
Estos son los lagrangianos que dan origen a los sistemas con vínculos.
Es decir,
∂2 L
W ij = ≡ 0(1.4 .11)
∂ q̇i ∂ q̇ j
Por lo tanto, las aceleraciones desaparecen de (1.4.2). La condición (1.4.11) significa que
L( 1,1 ) es decir la forma
es decir, las velocidades aparecen a lo mas en forma lineal. En este caso la derivada
variacional se reduce a
δ L(1,1 )
i
=F ij q̇ i + Ei (1.4 .13)
δq
Donde
∂ Aj ∂ Ai
F ij= i
− (1.4 .14)
∂q ∂q j
Y
∂ A0
Ei = (1.4 .15)
∂ qi
Lagrangianos del tipo L(1,0 ). En este caso las velocidades no aparecen en (1.4.13), es
decir,
∂ Aj ∂ Ai
F ij= i
− ≡ 0(1.4 .16)
∂q ∂q j
Lo cual significa que Ai es de la forma
∂A
Ai = (1.4 .17)
∂ qi
Por lo tanto L(1,0 ) es de la forma
∂A i
L(1,0 )= q̇ − A0 ( q )( 1.4 .18)
∂ qi
En este caso la derivada variacional se reduce a
δ L(1,1 )
=E i (1.4 .19)
δ qi
Lagrangianos del tipo L(1 , d ). En este caso es necesario que se anule (1.4.19), es
decir
∂ A0
Ei = ≡ 0(1.4 .20)
∂ qi
Lo cual significa que A0 es una constante. Por lo tanto, L(1 , d ) es de la forma
∂A i
L( 1 , d ) = q̇ − A 0 (1.4 .21)
∂ qi
Observemos que la expresión anterior se puede escribir como
d
L( 1 , d ) = ( A− A0 t ) (1.4 .22)
dt
Es decir, como una derivada temporal total.
Este último se establece usualmente como un teorema.
Teorema. La condición necesaria y suficiente para que la derivada variacional sea
nula es que el lagrangiano sea una derivada temporal total.
Por lo tanto, dos lagrangianos que difieren por una derivada temporal dan origen a
las mismas ecuaciones de Euler-Lagrange.
2 El formalismo Hamiltoniano
Una de las principales motivaciones para desarrollar el formalismo Hamiltoniano es
reescribir las ecuaciones de Euler-Lagrange, de segundo orden, de una manera que
involucre solo derivadas de primer orden.
∂2 L j ∂2 L j
d p i= j i
d q + j i
d q̇
∂ q ∂ q̇ ∂ q̇ ∂ q̇
∂2 L j j
¿ j i
d q +W ij d q̇ (2,1,2)
∂ q ∂ q̇
Esta relación es solo manifestación del Teorema de la Función Implícita. Si pi depende de q i y de q̇ i,
que es la relación (2.1.1), entonces el diferencial de pi es una combinación lineal de los diferenciales de
q i y de q̇ i, que es la relación (3.1.2).
Si la matriz hessiana W ij , definida en (1.4.4), es regular, entonces es posible
reescribir la relación (2.1.2) como
i ij ij ∂2 L k
d q̇ =W d p j −W k j
d q (2.1.3)
∂ q ∂ q̇
Esta relación significa, recurriendo nuevamente al Teorema de la Función Implícita, que q̇ i
es una función de q i y pi. Es decir,
Por lo tanto, podemos concluir que q y p son loas variable fundamentales del formalismo
Hamiltoniano. Las variables q y p son las coordenadas del espacio de fase Σ. Usualmente,
al referirnos al Hamiltoniano se entiende esta función escrita en términos de q y p.
A partir de las ecuaciones (2.1.9) se puede escribir
∂ H −∂ L
=
∂ qi ∂q i
∂H
= q̇i (2.1 .11)
∂ pi
−∂ H
ṗi= (2.1.12)
∂ qi
Estas son las ecuaciones de Hamilton, las cuales son equivalente a las ecuaciones de Euler-
Lagrange. Se debe enfatizar que la condición necesaria y suficiente para que las
ecuaciones de Hamilton sean equivalentes a las ecuaciones de Euler-Lagrange es que
W =det ( W ij ) ≠ 0
Dado que esta es una matriz regular, posee una inversa dada por
1 ij
W ij = δ (2.2 .3)
m
Por lo tanto, es posible expresar las velocidades q̇ i en término de las variaciones q y p. Se
obtiene
1 ij
q̇ i= δ p j (2.2 .4)
m
El Hamiltoniano está dado por
1
H= m δ ij q̇i q̇ j +V ( q ) (2.2 .5)
2
Como lo demostraremos, es posible escribir el Hamiltoniano sólo en término de las
variables q y p. Se obtiene
1 ij
H= δ p i p j+ V ( q ) (2.2 .6)
2m
Las ecuaciones de Hamilton correspondientes son
1 ij
q̇ i= δ pj
m
−∂ V
ṗi= (2.2.7)
∂q i
Este par de ecuaciones es equivalente a la Segunda Ley de Newton.
Invirtiendo esta relación, las velocidades se pueden expresar en término de los momentos
como
1 ij
q̇ i= g ( p j−e A j ) (2.3 .4)
m
El Hamiltoniano se puede obtener reescribiendo la energía (2.3.2) en término de los
momentos. Se obtiene
1
H= g ( p −e Ai ) ( p j−e A j ) +V (2.3 .5)
2 m ij i
Se observa que este Hamiltoniano es diferente del Hamiltoniano usual (2.2.6) de la
partícula en un potencial y, por lo tanto, a pesar de que las energías son iguales, la
dinámica de ambos sistemas es diferente.
{ F , {G , H } } + { G , { H , F } }+ { H , { F ,G } } ≡0 (2.4 .8)
El paréntesis de Poisson para las variables canónicas está dado por
q i=q i0+ ηi
pi= p0 i + ϵ i (2.5.3)
Para que se anule la variación de la acción, cada uno de los términos en (2.5.4) deben
anularse en forma independiente. Para los términos en la integral se obtiene
δ LH ∂ LH d ∂ LH −∂ H
δq i
=
∂q i
− ( )
dt ∂ q̇ i
=
∂ qi
− ṗi =0
δ LH ∂ L H d ∂ LH ∂H
= −
δ p i ∂ p i dt ∂ ṗ i
i
=q̇ − ( )
∂ pi
=0 (2.5.6)
ηi ( t 1) =0
ηi ( t 2) =0( 2.5.7)
Donde
t1
t1
S2=∫ L2 ( q , η ) dt ( 3.1 .3 )
t0
L1 =
( ∂∂ qL ) η +( ∂∂ q̇L )η̇ (3.1.4)
i
i
i
i
1 ∂2 L ∂2 L i j 1 ∂2 L
L2 = i (
2 ∂ q ∂q j
i j
ηη+ i) (
∂ q ∂ q̇i
η η̇ + )i (
2 ∂ q̇ ∂ q̇ j )
η̇ i η̇ j (3.1.5)
∂L d ∂ L
−
∂ qi dt ∂ q̇i ( )
=0(3.1 .7)
ηi ( t 1) =0
ηi ( t 2) =0( 3.1.8)
δ L2 ∂2 L ∂2 L ∂2 L ∂2 L
δη i
= i
∂q ∂q(j
η j
+ i
∂ q ∂ q̇) (
j
η̇ j−
d
dt ) [( i
∂ q̇ ∂ q j ) (
η j
+ i )
∂ q̇ ∂ q̇ j
]η̇ j =0(3.1.12)
Esta es la ecuación de Jacobi, la cual es una ecuación diferencial lineal de segundo orden
en η. Todos los coeficientes de η, η̇ y η̈ que aparecen en (3.1.12) están evaluados en la
trayectoria óptima q 0 (t), la solución de la ecuación de Euler-Lagrange (3.1.7); por lo tanto,
son todos funciones conocidas de t. Para las condiciones de contorno dadas, a saber
(3.1.8), la solución de la ecuación de Jacobi (3.1.12) es única. Dado que la función η ( t )=0,
para t ∈ [ t 1 , t 2 ] , satisface la ecuación de Jacobi (3.1.12) junto con las condiciones de
contorno (3.1.8), se tiene la solución de la ecuación de Jacobi (4.1.12) es η ( t )=0.
δL δ L1
≡ (3.2 .1)
δ q i δ ηi
∂ 2 L1 ∂2 L 1 ∂2 L 1 ∂2 L
W ( L1 )=
( ∂ q̇i ∂ q̇ j
∂ 2 L1
∂ η̇i ∂ q̇ j
∂ q̇ i ∂ η̇ j
∂2 L 1
∂ η̇ i ∂ η̇ j
=
)(
∂ q̇i ∂ q̇ j
∂2 L
∂ q̇i ∂ q̇ j
∂ q̇ i ∂ q̇ j
0 )
∂2 L 1
(
¿ ∂ q̇ i ∂ q̇ j
W ij ( L )
W ij ( L )
0 ) (3.2 .2)
∂2 L j i ∂2 L j i ∂L i
¿ i j
η q̇ + i j
η̇ q̇ − i η (3.2 .4)
∂ q̇ ∂ q ∂ q̇ ∂ q̇ ∂q
Después de reordenar esta expresión, se obtiene
∂ E i ∂E i
E 1= η + i η̇ (3.2 .5)
∂ qi ∂ q̇
3.3 Estabilidad de las soluciones de ecuaciones diferenciales
La estabilidad de la solución de la ecuación de Euler-Lagrange es similar a la estabilidad de
las soluciones de ecuaciones diferenciales de segundo orden
Comencemos considerando una ecuación diferencial de segundo orden
q̈=f ( q , q̇ ) (3.3 .1)
Donde los coeficientes que acompañan a η y sus derivadas están evaluados en la solución
q 0 (t); por lo tanto, son funciones conocidas de t. Para determinar la estabilidad de q 0 (t)
sólo es necesario saber si η se mantiene acotado o diverge. Muchas veces no es necesario
conocer q 0 (t) en forma explicita, pues un criterio basado sólo en f es suficiente. Para este
propósito, consideremos la ecuación (3.3.4) en torno a un valor dado del tiempo t=t 0.
Entonces, (∂ f /∂ q) y ( ∂ f /∂ q̇ ) se pueden aproximar por un valor constante para t 0. Es decir
η=η0 e λt (3.3.6)
∂f 2
λ=
1 ∂f
[( ) √(
2 ∂ q̇ 0
±
∂ q̇ 0
+4 ) ( ) ] (3.3 .8)
∂f
∂q 0
( ∂∂q̇f ) < 0
0
∂f
( ∂ q ) < 0(3.3 .9)
0
2. Las dos raíces son complejas, conjugadas entre sí. En este caso es necesario sólo
que
3. Las dos raíces son puramente imaginarias, conjugadas entre sí. En este caso las
dos raíces son puramente imaginarias; por lo tanto, cualquier deformación de la
trayectoria original tendrá un comportamiento oscilatorio en torno a esta y la
solución será estable. Por lo tanto, sólo en el tercer caso está garantizada la
estabilidad de la solución q 0 (t), y esto significa
( ∂∂q̇f ) =0
0
∂fi j ∂fi j
η̈i − ( ) ( )
∂ q̇ j
η̇ −
∂qj
η =0(3.3 .13)
Entonces se tiene
∂fi ∂fi
Qi( j) φ̈( j)− ( ) j
∂ q̇ 0
Q j
(k ) φ̇ ( k)
( )
− j
∂q 0
Q( jk ) φ( k )=0 (3.3 .15)
∂fi j
( )
∂ q̇ i
Q( k )= A1 Qi(k )
∂fi j
( )
∂q j
Q(k )=A 2 Qi( k ) (3.3 .16)
∂fi j
η̇i − ( )
∂ zj
η =0(3.4 .6)
Tal como en el caso de segundo orden, ahora debemos determinar los modos normales de
(3.4.6). para este propósito escribamos
Entonces, se obtiene
∂ f i j ( k)
Qi( j) φ̇( j)− ( )
∂ zj
Q(k ) φ =0(3.4 .8)
Por lo tanto, de acuerdo con el mismo análisis de la sección 3.3, se debe tener
∂f i k
( )
∂z k
Q( j )=A Qi( j ) (3.4 .9)
Esto significa que los Q son autovectores de ( ∂ f i /∂ z j ). De este modo, la ecuación (3.4.6)
se rescribe como
Donde q 0 y q̇ 0 son los valores iniciales. De manera similar, para las velocidades se obtiene
q i0=q i0 (t , q , q̇)
q̇ i0=q̇ i0 ( t , q , q̇ ) ( 4.1.3)
Por lo tanto, deberían existir 2 n cantidades conservadas, que dependen explícitamente
del tiempo. También se puede eliminar el tiempo a partir de estas relaciones y se
obtendrían (2 n−1) cantidades conservadas sin dependencia explicita del tiempo. El
problema es cómo encontrar esas cantidades conservadas.
En el formalismo lagrangiano es posible obtener algunas cantidades conservadas
de manera sencilla. El primer ejemplo está dado por la cantidad.
E=q̇i
( ∂∂ q̇L )−L( 4.1.4) Esd
i
La cual, para sistemas mecánicos, corresponde a la energía. El fácil verificar que esta es
una cantidad conservada
dE ∂L d ∂ L dL
dt
=q̈ i
( )
∂ q̇ i
+ q̇ i
( )
dt ∂ q̇ i
−
dt
∂L ∂L ∂L i ∂L i
¿ q̈ i ( ) ( ) [( ) ( )
∂ q̇ i
+ q̇ i
∂q i
−
∂ qi
q̇ +
∂ q̇i
q̈
]
¿ 0( 4.1.6)
Otras cantidades conservadas se pueden obtener en forma sencilla considerando
las ecuaciones de Euler-Lagrange (1.1.14), a saber,
∂L d ∂ L
−
∂ qi dt ∂ q̇i ( )
=0( 4.1.7)
d ∂L
( )
dt ∂ q̇l
=0( 4.1.8)
( ∂∂ Qq ) q̇ +( ∂Q
i
i
∂ q̇ )
i
ij
W α =0( 4.1 .12)
j
Sin embargo, este conjunto de ecuaciones es intratable. Por una parte, W ij α j es una
función complicada del lagrangiano el cual, además, puede depender en forma
complicada de las variables q y q̇. Por lo tanto, la ecuación (4.1.12) no da respuesta
sencilla al problema de cómo encontrar cantidades conservadas.
{ Qa , Qb }=C ab c Qc (4.2.5)
Las relaciones (4.2.5) definen el álgebra de cantidades conservadas y C ab c son las
constantes de estructura del grupo correspondiente.
q i → qi +ξ i ( q ) (4.3 .1)
En forma concomitante, las velocidades transforman como
q̇ i → q̇i + ξ̇ i ( q ) ( 4.3 .2 )
Donde
∂ξ
ξ̇ i=q̇ j ( 4.3.3)
∂qj
El cambio en el lagrangiano, a primer orden en ξ, esta dado por
δ ξ L=L ( q+ ξ )−L ( q )
∂L i ∂L i
¿ ξ + i ξ̇ (4.3.4)
∂ qi ∂ q̇
Para que ξ sea una simetría del lagrangiano se debe tener
∂L i ∂L i
δ ξ L= ξ + i ξ̇ =0( 4.3 .5)
∂ qi ∂ q̇
Por lo tanto, para que exista una simetría de las ecuaciones de Euler-Lagrange, debe
existir una solución de la ecuación (4.3.5). esto es posible sólo si el lagrangiano posee
alguna forma funcional partículas, dado que en general la ecuación (4.3.5) no tiene
solución. Veamos cuales son las condiciones de integralidad.
Derivando la ecuación (4.3.5) con respecto a q̇ que obtiene
∂2 L k ∂2 L k ∂ L ∂ ξ k
ξ + j k ξ̇ + k =0(4.3 .6)
∂ q̇ j ∂ q k ∂ q̇ ∂ q̇ ∂ q̇ ∂ q j
Al contraer con q̇ j se obtiene
j ∂2 L k j ∂2 L k ∂ L k
q̇ ξ + q̇ ξ̇ + k ξ̇ =0(4.3 .7)
∂ q̇ j ∂ q k ∂ q̇ j ∂ q̇k ∂ q̇
Restando (4.3.5) y (4.3.7) se obtiene
j ∂2 L k j ∂2 L k ∂ L k
q̇ ξ + q̇ ξ̇ − k ξ =0(4.3 .8)
∂ q̇ j ∂ q k ∂ q̇ j ∂ q̇k ∂q
Esta ecuación se puede reescribir como
∂E i ∂E i
ξ + i ξ̇ =0(4.3 .9)
∂ qi ∂ q̇
Donde E es la energía definida en (4.1.4). es decir, ξ debe ser también una simetría de la
energía.
Donde δ ξ L está dado por (4.3.4). Por lo tanto, Q es una cantidad conservada si:
N.1. Se cumple las ecuaciones de Euler-Lagrange (1.1.14); y
N.2. ξ es una simetría del lagrangiano, es decir (4.3.5).
Este último resultado usualmente se establece en la forma de un teorema.
Teorema. Si ξ e el generado de una simetría del lagrangiano, entonces Q ( ξ ) es una
cantidad conservada.
Este resultado es el teorema de Noether.
El problema se ha reducido ahora a determinar las transformaciones (4.3.1) que
son simetrías del lagrangiano, y esto obviamente dependerá de la forma funcional del
lagrangiano considerado.
El teorema de Noether adquiere una forma especialmente interesante en el
formalismo Hamiltoniano. En este caso, las cantidades conservadas del tipo Noether se
escriben como
∂ ξ ai ∂ ξ bi
{Qa , Qb }= [ ξb j
∂q
j
−ξ a j
∂q
j ] pi (4.4 .4)
∂ ξ ai ∂ ξ bi
[ ξb j
∂q
j
−ξ a j
∂q
j ] pi=C abc Q c =C abc ξ c i pi (5.4 .5)
∂ ξ ai i
j j ∂ ξb c i
ξb j
−ξ a j
=C ab ξ c ( 4.4 .6)
∂q ∂q
Por lo tanto, la cantidad en el lado izquierdo de esta ecuación es una combinación lineal
de las simetrías del lagrangiano.
∂ g jl ∂ gil ∂ g ij
{ijk } ( g )= 12 g kl [ + −
]
( 4.5.3)
∂ qi ∂q j ∂ q l
Son los símbolos de Christoffel para el tensor métrico g con componentes gij ; gij son las
componentes del tensor métrico inverso. Las ecuaciones anteriores corresponden a la
ecuación de una geodésica.
La variación del lagrangiano está dada por
∂L i ∂L i
δ ξ L= ξ + i ξ̇
∂ qi ∂ q̇
1 ∂ g jk j k i i
j dξ k
¿ i
q̇ q̇ ξ + gij q̇ k
q̇
2 ∂q dq
1
¿ [ g ∇ ξ i+ g ik ∇ j ξ i ] q̇ j q̇ k
2 ij k
1
¿ [ ∇ j ξ k + ∇ k ξ j ] q̇ j q̇ k (4.5 .4)
2
[ ∇ j ξ k +∇ k ξ j ] q̇ j q̇ k =0(4.5 .6)
La condición anterior es equivalente a
∇ j ξ k +∇ k ξ j=0 (4.5 .7)
La ecuación (4.5.11) se debe satisfacer ordena orden; por lo tanto, se obtienen las
siguientes ecuaciones
∂Q 0
=0
∂ xi
∇ i Q j +∇ j Q i=0
∇ i Q jk + ∇ j Q ki+ ∇ k Q ij =0
⋮(4.5.12)
La primera ecuación implica Q0=constante. La segunda ecuación implica que los Q i son
vectores de Killing del tensor métrico g. Las otras funciones son tensores de Killing.
Por lo tanto, las cantidades conservadas están dadas por
Q=ξi q̇ i
Q=ξij q̇i q̇ j
⋮(4.5.13)
La determinación de las cantidades conservadas para un sistema puramente
cinético se reduce a la determinación de los vectores, y tensores, de Killing del tensor
métrico g
Una cantidad conservada se puede obtener en forma inmediata. El tensor métrico
es un tensor de Killing; por lo tanto, se obtiene la cantidad conservada
1
E= m gij q̇i q̇ j (4.5 .14)
2
Que corresponde a la energía cinética.
4.6 Ejemplo. Lagrangianos con potencial
Para el lagrangiano T −V de la mecánica la variación de Noether (4.3.4) está dada por
m ∂V
δ ξ ( L )= ( ∇i ξ j +∇ j ξ i ) q̇i q̇ j−ξ i i (4.6 .1)
2 ∂q
Para que esta cantidad se anule, los términos que potencias de las velocidades de distinto
orden deben anularse en forma independiente, es decir,
∇ i ξ j+ ∇ j ξi =0(4.6 .2)
∂V
ξi =0(4.6 .3)
∂q i
La primera condición es la ecuación de Killing anterior. Por lo tanto ξ debe ser un vector
de Killing del tensor métrico g.
Usualmente, g es el tensor métrico de un espacio plano tridimensional. En este
caso, el tensor métrico admite el número máximo de vectores de Killing. En coordenadas
cartesianas, estos vectores de Killing corresponde a:
K.1. traslaciones
K.2. rotaciones
Segunda parte
Sistemas con Vínculos
5 El formalismo de Dirac
Las ecuaciones de Euler-Lagrange son ecuaciones diferenciales de segundo orden, y para
resolverlas es necesario despejar las aceleraciones. Pero si la matriz hessiana W ij es
singular, entonces no es posible despejar todas las aceleraciones y aparecen funciones
arbitrarias en la solución de las ecuaciones de Euler-Lagrange. No obstante, existen
algunas funciones de las coordenadas que no contienen estas funciones arbitrarias. Estas
funciones son las que caracterizan la configuración o estado del sistema. Al mismo tiempo,
aparecen relaciones adimensionales entre coordenadas y las velocidades; estas relaciones
son los vínculos. Debido a la existencia de vínculos, no todos los datos iniciales se pueden
dar en forma independiente. Un sistema lagrangiano con esta característica es un sistema
con vínculos.
Para un sistema con vínculos, la transformada de Legendre no es invertible; por lo
tanto, las velocidades no se pueden expresar en termino de los momentos. En el
formalismo Hamiltoniano también aparecen funciones arbitrarias en la solución de las
ecuaciones de Hamilton y, tal como ocurre en el formalismo lagrangiano, las coordenadas
y los momentos satisfacen ciertas relaciones adicionales: los vínculos hamiltonianos.
La aparición de funciones arbitrarias en la solución de ecuaciones diferenciales no
es extraña en física. Por ejemplo, la solución de las ecuaciones de Maxwell contiene
funciones arbitrarias, pero las cantidades físicas relevantes no dependen de estas
funciones arbitrarias. Dado que estas funciones arbitrarias no afectan el resultado de los
cálculos se puede usar esta arbitrariedad y elegirlas de manera tal que simplifiquen los
cálculos. Este procedimiento se denomina “fijar el gauge”. En electrodinámica, son
familiares los gauges de Coulomb y de Lorentz. La electrodinámica es sólo la primera de
una serie de teorías con características similares conocidas como “teorías de gauge”.
Debido a los requisitos de covariancia general, todas las teorías de campo son
teorías de gauge, las cuales son modelos matemáticos equivalentes a los sistemas con
vínculos. Muchas de las propiedades más importantes de las teorías de gauge se pueden
exhibir a nivel de la mecánica clásica. De hecho, gran parte de la literatura acerca de
sistemas con vínculos considera sistemas mecánicos para posteriormente extender los
resultados a la teoría de campos. Esta estrategia es ventajosa dado que así se evitan las
complicaciones y sutilezas de la teoría de campos.
La teoría de los sistemas con vínculos intenta determinar cómo se puede colocar el
formalismo lagrangiano en forma Hamiltoniana y cuánto del formalismo Hamiltoniano se
puede mantener para sistemas con vínculos. En otras palabras, se intentan desarrollar un
método que permita hamiltonianizar un lagrangiano singular. Describir un sistema físico
en forma Hamiltoniana es importante, pues es el punto de partida para el siguiente paso:
la cuantización.
En lo que sigue, concentraremos nuestro esfuerzo en exhibir la estructura general
de los sistemas con vínculos y su relación con las teorías de gauge. De hecho, la
terminología de las teorías de vínculos está tomada de las teorías de gauge. En nuestra
discusión supondremos que varias manipulaciones algebraicas se pueden realizar sin
obstrucciones. Por ejemplo, reescribiremos algunas ecuaciones de alguna manera
especial, pero equivalente, que muestre algunas de las variables como funciones explicitas
de las otras.
La primera discusión sistemática de los sistemas con vínculos fue dada por Dirac
(1950, 1958), la cual culmino en una monografía (Dirac, 1964). La presentación en esa
monografía es insuperable en cuanto a claridad y profundidad conceptual, por lo cual
recomendamos su lectura. Tratamientos sistemáticos más recientes son debidos a
Sudrashan y Mukunda (1974), Hanson, Regge y Teitelboim (1976) y sundremeyer (1981)
W ij q̈ j=α i (5.1.1)
Donde
∂2 L
W ij ( q , q̇ ) = (5.1.2)
∂ q̇ i ∂ q̇ j
Es la matriz hessiana y
2
∂L j ∂ L
α i ( q , q̇ )= − q̇ (5.1 .3)
∂ qi ∂ q j ∂ q̇ i
Por lo tanto, para despejar las aceleraciones es necesario que la matriz hessiana sea
regular, es decir
W =det ( W ij ) ≠ 0(5.1 .4)
W ij v aj=0(5.1.7)
α i v ia=0 (5.1.8)
ϕ a ( q , q̇ )=0(5.1.9)
Las funciones (5.1.9) son los vínculos lagrangianos; entonces se tiene un sistema con
vínculos.
Los datos iniciales deben satisfacer un número, K, de relaciones de la forma
(5.1.9). entonces, no todos los 2 N datos iniciales se pueden dar en forma independiente
y, por lo tanto, el numero de grados de libertad es menor que N.
También es posible que algunas de las relaciones (5.1.8) se anulen en forma
idéntica. Por lo tanto, el número verdadero de vínculos, K 1, es menor que K , K 1< K . Es
decir, habría un número K 2=K −K 1 de coordenadas que no estarían determinadas y que
no estarían determinadas y que podrían elegir en forma arbitraria. En teoría de campos,
las coordenadas del espacio base se pueden elegir en forma arbitraria; de hecho, los
vínculos que se satisfacen en forma idéntica corresponden a la invariancia de
parametrización de la teoría, es decir, a la libertad en la elección del sistema de
coordenadas.
No profundizaremos más en las propiedades de los vínculos desde el punto de
vista lagrangiano, dado que estos encuentran una formulación matemática más adecuada
en el formalismo Hamiltoniano, al cual nos referimos a continuación. Los aspectos
lagrangianos de los vínculos están estudiados en detalle en (Sudrashan and Mukunda,
1976).
∂2 L j j
d p i= j i d q + W ij d q̇ (5.2 .1)
∂ q ∂ q̇
Las condiciones para despejar las velocidades en términos de las variables q y p es poder
escribir una expresión del tipo d q̇=αdq+ βdp (teorema de la función Implícita): para esto
es necesario que la matriz hessiana W ij sea invertible. Si W =0, el cuál es el caso para los
sistemas con vínculos, entonces no es posible despejar las velocidades.
Una contracción de la ecuación (5.2.1) son los autovalores nulos, via, de la matriz
hessiana W ij nos lleva a
i i ∂2 L j
v a d pi=v a j j
d q ( 5.2.2)
∂ q ∂ q̇
La relación anterior significa que las variables q y p no son independientes.
b i ∂2 L ∂ ϕa
f a vb j i
= j (5.2 .3)
∂q ∂ q̇ ∂ q
(esta es una de las operaciones de las cuales habíamos anunciado que supondríamos su
realizabilidad), entonces existen K relaciones funcionales de la forma
ϕ a ( q , p ) =0(5.2 .4)
Los vínculos (5.2.4) son los vínculos hamiltonianos. Estos vínculos se denominan
“primarios”, para enfatizar que son una característica del lagrangiano y que para su
obtención no se han utilizado las ecuaciones de Euler- Lagrange. Los vínculos (5.2.4)
restringen la dinámica del sistema a un subespacio Σ ¿ de dimensión (2 N−K ) del espacio
de fase, originalmente de dimensión 2 N.
El Hamiltoniano canónico está definido como en (2.1.7) y depende sólo de las
variables q y p; de hecho, este resultado es independiente de la regularidad o singularidad
de la matriz hessiana W ij . Esto significa que las velocidades que no se pueden despejar a
partir de la transformada de Legendre (2.1.5) no aparecen en H c , o que aparecen siempre
en una combinación que no hacen necesario conocerlas explícitamente.
Sin embargo, las ecuaciones de Hamilton (2.1.12) ya no son equivalentes a las
ecuaciones de Euler-Lagrange originales; la condición para la equivalencia, como se vio en
la sección 2.1, es justamente W ≠ 0. Esta no equivalencia es debida al hecho que la
información concerniente a la existencia de vínculos no está contenida ni en el
Hamiltoniano ni en el paréntesis de Poisson. Por lo tanto, para obtener ecuaciones de
Hamilton equivalentes a las ecuaciones de Euler-Lagrange, se debe modificar el
Hamiltoniano o el paréntesis de Poisson (o ambos).
S [ q , p ] =∫ [ pi q̇i−H c ( q , p ) ] dt (5.3.1)
t1
El principio de mínima acción establece que δS =0, pero ahora esta variación está sujeta a
las condiciones adicionales (5.2.4). Los problemas variacionales sujetos a vínculos se
pueden tratar a través del uso de multiplicadores de Lagrange. Para esto basta considerar
una acción en un espacio de fase extendido ( p , q , λ , π ) dada por
t2
Donde los λ son multiplicadores de Lagrange, los cuales se consideran como variables
independientes y, por lo tanto, se varían en forma independiente de las variables q y p.
Los momentos canónicamente conjugados a los λ, que hemos denotado por π, no
aparecen explícitamente en (5.3.2).
La variación de (5.3.2) se obtiene considerando variaciones independientes de las
variables q, p y λ. El resultado es
t2
∂ H c a ∂ ϕa ∂ H c a ∂ ϕa
δS =∫ q̇ −
t1 [( i
∂ pi
−λ
∂ pi ) (
δ pi− ṗi +
∂q i
+λ
∂q i) i
]
a
δ q −ϕa δ λ dt(5.3 .3)
Por lo tanto, si δS =0, las ecuaciones de Hamilton que se obtiene a partir de este principio
variacional son
i ∂ H c a ∂ ϕa
q̇ = +λ
∂ pi ∂ pi
−∂ H c a ∂ ϕa
ṗi= i
−λ (5.3.4 )
∂q ∂ qi
Y
ϕ a=0(5.3.5)
∂ F ∂ Hc a ∂ ϕ ∂ F ∂ H c a ∂ ϕa
¿ i (
∂ q ∂ pi
+λ −
∂ pi ∂ pi ∂q i
+λ
∂ qi ) ( )
¿ { F , H c } + λ a { F , ϕa } (5.3 .6)
q̇ i={ qi , H c }+ λa {q i ,ϕ a }
Las ecuaciones de Hamilton (5.3.7) contienen funciones desconocidas λ; por lo tanto, las
soluciones también contendrán funciones arbitrarias.
El formalismo de Dirac está basado en la siguiente expectativa. Los vínculos (5.3.5)
definen un subespacio Σ ¿, de dimensión 2 M, del espacio de fase. En este espacio Σ ¿ se
busca un conjunto de funciones ( Q μ ( q , p ) , Pυ ( q , p )), μ=1, … , M, que no dependan de los
multiplicadores λ, tales que [ Q μ , Pυ ]=δ υμ, donde [ , ] es un paréntesis adecuado. Entonces,
se ha obtenido una estructura simpléctica en Σ ¿. Esto significa que se ha
“hamiltonianizado” el sistema con vínculos y entonces se puede proceder a su
cuantización.
F ( q , p )|Σ =0
¿
∂F
|
∂ qi Σ
=0
¿
∂F
|
∂ pi Σ
=0(5.4 .4)
¿
i
i
Σ
¿
Aquí debe tener en cuenta que las 2 N variaciones δq y δp no son independientes, sino
que satisfacen los K vínculos
∂ ϕa ∂ ϕa
i
δ qi + δ pi=0 (5.4 .7)
∂q ∂ pi
Usando el método general del cálculo de variaciones con vínculos, el problema variacional
anterior lleva a las ecuaciones
∂ϕ
( ∂F
∂q i
− λa ai
∂q )|
Σ
¿
=0
∂ϕ
( ∂F
∂ pi
−λa a
∂ pi )|
Σ¿
=0(5.4 .8)
Donde los λ son multiplicadores por determinar. Estas 2 N ecuaciones, junto con (5.4.1),
determinan las condiciones satisfechas por ( ∂ F /∂q ), ( ∂ F /∂ p ) y λ en Σ ¿. Estas ecuaciones
implican las relaciones
∂
i(
F −λa ϕa ) ≈ 0
∂q
∂
( F−λ a ϕ a ) ≈ 0(5.4 .9)
∂ pi
Donde O es una función con derivadas débilmente nulas: puede ser cero, una constante o
un polinomio en los vínculos. No obstante, se puede demostrar que, para las funciones F
que satisfacen (5.4.10), se tiene O=0. En otras palabras, si F ≈ 0, entonces
Es decir, las funciones que son débilmente cero son una combinación lineal de los
vínculos.
Dado que los vínculos poseen paréntesis de Poisson no nulos con las coordenadas
del espacio de fase, las igualdades débiles llegan a ser igualdades fuertes solo después que
se han evaluado lo paréntesis de Poisson, es decir, sólo cuando se han escrito en forma
explícita las ecuaciones diferenciales correspondientes.
Debido al resultado anterior, las ecuaciones de Hamilton (5.3.6) también se
pueden obtener si utilizamos el Hamiltoniano primario (5.5.1) y el paréntesis de Poisson
para evaluar la derivada temporal de F. Se tiene
Las ecuaciones de Hamilton (5.3.6) se recuperan al igualar los vínculos a cero. Por lo tanto,
no es necesario calcular el paréntesis de Poisson que involucra a los λ, dado que estos
están multiplicados por algo que se anula el final del cálculo.
Esta argumentación se puede formalizar como una regla: se deben avaluar todas
las funciones que aparezcan en los desarrollos y colocar los vínculos iguales a cero sólo al
final del cálculo. Sin embargo, podemos ignorar aquellos términos para los cuales estamos
seguros que quedarán multiplicados por alguna función; por ejemplo, los vínculos que se
anularán al final del cálculo.
6 Funciones de primera y segunda clase
Las igualdades débiles permiten introducir una clasificación adicional de las funciones
definidas en el espacio de fase de acuerdo con sus reglas de conmutación con los vínculos.
{ F ,ϕ a } ≈ 0(6.1 .1)
Si F no es una función de primera clase, es decir,
{ F ,ϕ a } ≉ 0(6.1 .2)
Entonces es una función de segunda clase. Obviamente, las funciones de segunda clase
son ambiguas módulo una combinación lineal de funciones de primera clase.
Toda cantidad que se anula débilmente es una cantidad que es fuertemente igual a
una combinación lineal de los vínculos. Si F es una función de primera clase, entonces
satisfacen la igualdad fuerte
{ F ,ϕ a }=f ab ϕ b (6.1.3)
Una característica importante de las funciones de primera clase es que esta propiedad se
preserva bajo la operación de paréntesis de Poisson.
Teorema. El paréntesis de Poisson de dos funciones de primera clase es una
función de primera clase.
Demostración. Si F y G son funciones de primera clase entonces, además de
(6.1.3), se tiene una relación similar para G, a saber,
{ G , ϕa } =gab ϕb (6.1.4)
El paréntesis de Poisson de { F , G } con vínculos está dado por
χ α = Λ α a ϕa , α =1, … , 2 J
{ χ α , γ μ} ≈ 0
{ γ μ , γ υ } ≈ 0(6.2 .4)
Por lo tanto se puede escribir
{ ϕ , ϕ }= { χ , χ }2 J ×2 J 02 J × R (6.2 .5)
( 0R ×2 J 0R× R )
El resultado anterior es la clasificación de los vínculos en primera clase, γ μ , y segunda
clase, χ α .
χ̇ α ≈ { χ α , H c } +u β { χ α , χ β } ≈ 0(6.3 .1)
γ̇ μ ≈ { γ μ , H c } ≈ 0(6.3 .2)
¿ g ( 0 ) + [ { g , H c } +v μ { g , γ μ } ] δt (6.4 .1)
Dado que las funciones v μ son arbitrarias, es posible elegir diferentes valores para estas
funciones y obtener valores diferentes para g( δt). La diferencia es de la forma
∆ g ( δt ) ={ g , γ μ } ϵ μ (6.4 .2)
μ μ μ
Donde ϵ =( v ( 1)−v (2) ) δt . Dado que g(1 ) (δt ) y g(2 ) ( δt )+ ∆ g (δt ) corresponde al mismo estado,
el cambio en g(δt) no deben ser relevante para la solución. Entonces se llega a la
conclusión de que los vínculos (primarios) de primera clase generan transformaciones
irrelevantes de las coordenadas, las cuales se conocen como transformaciones de gauge.
μ
La aplicación sucesiva de dos transformaciones del tipo (6.4.2), con parámetros ϵ (1)
μ
y ϵ (2), da un resultado que depende del orden d las transformaciones. La diferencial en los
dos posibles resultados es
{ γ μ , γ ν } =C μν λ γ λ (6.4 .4 )
Este resultado nos lleva a concluir que la cantidad { γ μ , γ ν } es también el generador
de una transformación de gauge.
Donde a 2=1 ,… , R2. Estas nuevas relaciones son los vínculos segundarios, los cuales se
han obtenido usando las ecuaciones de Hamilton.
Dirac conjeturó que los vínculos secundarios se deben tratar de la misma manera
que los vínculos primarios. Por lo tanto, la situación es la misma que antes de imponer las
condiciones de consistencia. Existe un Hamiltoniano canónico H c y un conjunto de
vínculos, primarios y secundarios. Ahora se repite el procedimiento de separar los vínculos
en primera y segunda clase y se aplican nuevamente las condiciones de consistencia. Es
posible que nuevamente aparezcan otros vínculos y el procedimiento se debe repetir
hasta llegar a una situación en la cual todas las condiciones de consistencia se satisfacen
en forma automática. Finalmente, se termina con un conjunto de R ' vínculos de primera
clase γ́ μ , y 2 J ' vínculos de segunda clase χ́ α . Ahora todos los vínculos, primarios,
segundarios o de una generación posterior, aparecen al mismo nivel. Lo que es realmente
importante con esta conjetura no es tanto si los vínculos son primarios o segundarios, sino
si son de primera o de segunda clase.
Después de haber impuesto las condiciones de consistencia se termina con un
conjunto de vínculos de primera clase, el cual, en general, es más grande que el conjunto
original de vínculos de primera clase. Los vínculos primarios de primera clase
corresponden a invariancias de gauge de la teoría. Sin embargo, a priori, esto no se puede
decir de los vínculos secundarios de primera clase. Asimismo, el paréntesis de Poisson de
dos vínculos de primera clase es nuevamente un vínculo de primera clase, ecuación
(6.4.4). Podría bien suceder que este nuevo vinculo de primera clase sea secundario y, por
lo tanto, también sería un generador de transformaciones de gauge. Por lo tanto, los
vínculos segundarios de primera clase también deberían ser generadores de
transformaciones de gauge.
Dirac creía que la interpretación anterior era correcta, pero fue incapaz de
demostrarla. Por lo tanto, conjeturo lo siguiente.
Conjetura de Dirac. Todos los vínculos de primera clase, primarios y segundarios,
son generadores de transformaciones de gauge.
Hasta la actualidad no ha sido posible demostrar esta conjetura y la situación es
realmente poco clara dado que existen ejemplos tanto en favor como en contra.
La conjetura de Dirac es consistente en los siguientes aspectos:
1. las transformaciones generadas por vínculos de primera clase preservan los
vínculos de primera y de segunda clase y, por lo tanto, mapean permitidos en
estados permitidos.
2. el paréntesis de Poisson de dos generadores de transformaciones de gauge
también es una transformación de gauge.
Cada cierto tiempo han aparecido objeciones a la conjetura de Dirac. Todas estas
objeciones están basadas en la observación de que, en algunos casos, las ecuaciones de
movimiento que se obtienen a partir del Hamiltoniano extendido H E, el cual contiene
vínculos primarios y segundarios, no siempre son equivalente a las ecuaciones de
Lagrange correspondientes. Por esta razón, el Hamiltoniano primario (5.5.1) ha sido
defendido por varios autores como el generador correcto de la evolución temporal para
los sistemas con vínculos. De hecho, a partir de las ecuaciones de Hamilton generadas por
H 1 se pueden re obtener las ecuaciones de movimiento Lagrangianas correspondientes.
Se puede mostrar (costa et al., 1985; Cabo, 1986) que la conjetura de Dirac es
cierta para los sistemas que sólo poseen vínculos de primera clase. En este caso H 1 y H E
pueden generar ecuaciones de movimiento distintas para las coordenadas que dependen
del gauge; no obstante, H 1 y H E generan las mismas ecuaciones de movimiento para las
cantidades invariantes de gauge del sistema. En otras palabras, se puede mostrar que H 1
y H E dan origen a la misma dinámica.
Donde ahora ά =1 , … , 2 J ', y μ́=1, … , R' . La evolución temporal está dada por
Ć ά β́ ={ χ́ ά , χ́ β́ }(6.6 .5)
Dado que esta es una matriz de paréntesis de Poisson de vínculos de segunda clase, es
una matriz regular y, por lo tanto, existe una matriz inversa Ć ά β́ que satisface
Ḟ ≈ { F , H c } −{ F , χ́ ά } Ć β́ ά { χ́ β́ , H c }+ v́ μ́ { F , γ́ μ́ } (6.6 .8)
Los dos primeros términos están completamente determinados; por lo tanto, se pueden
agrupar en una única expresión. Definamos
¿
{ F , G } ={ F , G }− { F , χ́ ά } Ć β́ ά { χ́ β́ , G }(6.6 .9)
F ' =F −{ F , χ́ ά } Ć β́ ά χ́ β́ (7.1.1)
{ F ' , χ́ ά } ≈ 0( 7.1.2)
Se debe observar, sin embargo, que { F ' , γ́ μ́ } no es necesariamente débilmente igual a cero.
De modo tal que la identidad de Jacobi es satisfecha en forma débil por el paréntesis de
Dirac.
De hecho, H ' esta determinado, excepto por una combinación lineal de los vínculos.
Las ecuaciones de Hamilton son validad tanto para el paréntesis de Poisson como
el paréntesis de Dirac, es decir,
¿
{ F , H E } ≈ { F , H E } (7.2 .4)
Por lo tanto, las ecuaciones de Hamilton también se pueden escribir como
¿
Ḟ ≈ { F , H E } ( 7.2 .5 )
¿ { F , χ́ ά } −{ F , χ́ β́ } Ć γ́ β́ Ć γ́ ά
¿ { F , χ́ ά } −{ F , χ́ β́ } δ β́ά
¿ { F , χ́ ά } −{ F , χ́ ά } ≡0 (7.3.1)
Dado que F es completamente arbitrario, el resultado anterior significa que los vínculos
de segunda clase se pueden igualar fuertemente a cero después de haber construido el
paréntesis de Dirac.
El significado de los vínculos de segunda clase se puede entender con un ejemplo
sencillo debido a Dirac. Supongamos que tenemos los dos vínculos
χ 1=q1 ≈ 0
χ 2= p 1 ≈ 0(7.3 .2)
Es decir, estas coordenadas no son relevantes. Estos vínculos son de segunda clase dado
que
La cual es equivalente a
¿
{ χ α , H c } ≡0( 7.3.9)
Ahora es posible igualar fuertemente a cero todos los vínculos de segunda clase. De este
modo la ecuación (7.3.7) describe una dinámica restringida a un subespacio Σ ¿ de
dimensión ( 2 N−2 J ). Como coordenadas independientes se puede considerar un
subconjunto de ( 2 N−2 J ) de las coordenadas originales. Entonces, el paréntesis de Dirac
induce una estructura simpléctica sobre Σ ¿. El número de grados de libertad es f =N −J .
Ahora debemos considerar solo el paréntesis de Dirac y olvidarnos de su definición
en términos del paréntesis de Poisson construido con las coordenadas originales. La idea
es encontrar nuevas coordenadas Q ( q , p ) y P(q , p) tal que el paréntesis de Dirac para
estas nuevas coordenadas sea
¿
{Q a , Pb } =δab (7.3 .10)
La posibilidad de encontrar estas funciones, nuevas coordenadas canónicas, está
garantizada por el Teorema de Darboux. Por lo tanto, se termina con un sistema
Hamiltoniano con ( N−J ) grados de libertad.
Estos nuevos vínculos, que fijan el gauge, los denotaremos por ψ́ μ́ , es decir,
ψ́ μ́ =0 ( 7.4 .1 )
{ χ́ , χ́ } { χ́ , γ́ } { χ́ , ψ́ }
(
{ ϕ́ , ϕ́ }= { γ́ , χ́ } { γ́ , γ́ } { γ́ , ψ́ }
{ ψ́ , χ́ } { ψ́ , γ́ } { ψ́ , ψ́ } )
Ć ά β́ 0 D́ ά ρ́
≈
( 0
)
0 É μ́ ρ́ (7.4 .2)
− D́β́ ν́ − É λ́ ν́ F́ ν́ ρ́
Donde
D́ά μ́ ≈ { χ́ ά , ψ́ μ́ }
É μ́ ν́ ≈ {γ́ μ́ , ψ́ ν́ }
F́ μ́ ν́ ≈ { ψ́ μ́ , ψ́ ν́ } ( 7.4 .3 )
Es decir
De este modo, las condiciones que fijan el gauge deben tener paréntesis de Poisson no
nulos con vínculos de primera clase y tal que su determinante sea distinto de cero. Por lo
tanto, existe una matriz inversa É ν́ σ́ tal que
( )
{ ϕ́ , ϕ́ } = −B́ σ́ ά Ǵμ́ σ́ − É σ́ ν́ ( 7.4 .7 )
0 Éμ́ τ́ 0
Donde
El Hamiltoniano extendido es
Ḟ ≈ { F , H c } + ú ά { F , χ́ ά } + v́ μ́ { F , γ́ μ́ }+ ώ μ́ { F , ψ́ μ́ } ( 7.4 .10 )
χ́˙ ά ≈ { χ́ ά , H c } + ú β́ Ć ά β́ + ώ ρ́ D́ ά ρ́ ≈ 0
γ́˙ μ́ ≈ { γ́ μ́ , H c } + ώ ρ́ É μ́ ρ́ ≈ 0
Dado que todos los vínculos son de segunda clase, es posible obtener todos los
multiplicadores de Lagrange. La solución es
ú γ́ ≈ Ćά γ́ { χ́ ά , H c } + B́ μ́ γ́ { γ́ μ́ , H c }
v́ σ́ ≈− B́ σ́ ά { χ́ ά , H c } + Ǵ μ́ σ́ { γ́ μ́ , H c }− É σ́ ν́ { ψ́ ν́ , H c }
Ahora, la evolución temporal de una función F en el espacio de fase está dada por
Ḟ ≈ { F , H c } +u α { F , χ α } + v μ { F , γ μ }+ ω μ { F ,ψ μ } ( 7.5.2 )
El resto del desarrollo es como en la sección anterior, sólo que en vez de vínculos
primarios y segundarios (cantidades barradas) aparecen solo vínculos (cantidades sin
barras).
∂2 L
W ij ( q , q̇ ) = ≡ 0 ( 7.6 .2 )
∂ q̇ i ∂ q̇ j
Por lo tanto, L debe ser de la forma
L ( q , q̇ ) =A i ( q ) q̇i + A 0 ( q )( 7.6 .3 )
También es fácil obtener que la energía es una cantidad conservada, observando que al
contraer (7.6.4) con q̇ i se obtienen
i i ∂ A0
q̇ Ei =q̇ = Ȧ 0=0 ( 7.6 .8 )
∂q i
Los momentos canónicamente conjugados a q están dados por
pi= A i ( q )( 7.6 .9 )
Las relaciones (7.6.9) no contienen velocidades, solo relaciones entre las variables
q y p, por lo tanto son vínculos. Estos vínculos están dados por
ϕ i= pi− Ai ( q ) ≈ 0 ( 7.6 .11 )
ϕ̇ ≈ { ϕi , H c } +u j { ϕi , ϕ j }
≈ { pi− A i ( q ) , A 0 ( q ) }+u j F ij ( q )
∂ A0(q )
≈− i
+u j F ij ( q ) ≈ 0 ( 7.6 .13 )
∂q
Por lo tanto, los multiplicadores de Lagrange están dados por
i ij ∂ A0
u ≈F ( 7.6 .14 )
∂qj
El paréntesis de Dirac está dado por
¿
{ F , G } ={ f , G }− { F , ϕi } Fij { ϕ j , G } ( 7.6 .15 )
Para coordenadas se obtiene
¿
{ q i ,q j } =F ij
¿ ∂ ϕk
{ qi , p j } =δ ij + F ik
∂qj
−∂ ϕk kl ∂ ϕl
{ pi , p j }¿ = i
F ( 7.6.16 )
∂q ∂ qj
Dado que ahora todos los vínculos son fuertemente iguales a cero, se puede seleccionar
un conjunto de n coordenadas como coordenadas canónicas. La elección más sencilla es q.
Debido al Teorema de Darboux, es posible encontrar nuevas coordenadas Q ( q )
tales que
8 Conclusiones
Hemos visto que los métodos variacionales permiten dar una descripción sistemática de
los sistemas que admiten una descripción variacional. Entre las muchas ventajas que
presenta una descripción variacional, en primer lugar se tiene la independencia de esta
descripción con respecto al sistema de coordenadas. El formalismo Hamiltoniano permite
escribir las ecuaciones diferenciales de una manera simétrica y esto da origen a una
estructura simpléctica. La estabilidad de las soluciones también se puede estudiar en
forma sistemática a través de la ecuación de Jacobi y de los exponentes de Lyapunov. Uno
de los resultados más importantes es que el teorema de Noether permite encontrar
cantidades conservadas y, de este modo, encontrar una solución a las ecuaciones
diferenciales que describen el sistema dado.
Debido a su versatilidad, los métodos variacionales se aplican en varias ramas de la
ciencia: física, química, biología, economía, etc.
Debido a los requisitos de invariancia, es decir, de independencia con respecto al
sistema de coordenadas, todas las teorías de campos son sistemas con vínculos. Las
propiedades de los sistemas con vínculos se pueden estudiar en los sistemas mecánicos.
Uno de los conceptos más importantes que aparece es el de libertad de gauge. La fijación
del gauge consiste en encontrar una descripción equivalente sin vínculos, que
corresponda a un sistema Hamiltoniano en el sentido usual.
La importancia del procedimiento anterior es que permite dar una descripción
Hamiltoniana de cualquier sistema. Este es el requisito necesario para el siguiente paso: la
cuantización. De hecho, la mejor descripción que se tiene hasta ahora de los fenómenos
naturales es de carácter cuántico. El método más practico que se conoce para construir
teorías cuánticas es la “cuantización canónica”, la cual consiste en transformar la
descripción diferencial de un sistema Hamiltoniano en una descripción operacional.
F ¿ a se han incluido las condiciones que fijan el gauge , el cual es