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4.

“OH VIDA OH LENGUAJE”


1.
El lenguaje es justamente eso: entrar a una trama que nos preexiste,
que el psicoanálisis llama lo simbólico, donde como seres humanos nos
constituimos como hablantes, padeciendo entonces la fundamental herida de
transcurrir en la AJENIDAD de la palabra.
Nombrar o intentar nombrar cosas que nunca serán lo nombrado.
Entre esos registros emerge lo imaginario, la constitución alienada frente al
espejo (“YO ES OTRO” escribió Rimbaud con genialidad.)
Y el tercer registro, el de lo no representable, no simbolizable, es lo real que
es precisamente la sexualidad y la muerte. SEXUALIDAD Y MUERTE
pueden ser a primera vista los elementos constitutivos de la poesía de
ALEJANDRA PIZARNIK.
Cuentan incluso quienes la conocieron que “su interés por la obscenidad” se
fue acentuando a medida que pasaban los años, cosa que queda demostrada en
sus cartas y escritos en prosa de los últimos dos años.
Pero teniendo en cuenta lo que veníamos diciendo, los elementos simbólico,
imaginario y real parecen haberse articulado en su poesía, de forma que en
verdad sorprendería a los psicoanalistas, (no podemos olvidar versos – frase
como “he tenido muchos amores pero ninguno como mi amor con los
espejos”). O su anhelo mismo de hacer poemas objeto, EVIDENCIAR LAS
MARCAS DE LA ESCRITURA EN SU MISMO CUERPO. Equiparar en
su “testamento poético” vida a lenguaje. En síntesis, jugar su vida en el
lenguaje.

2.
Ahora, hemos hecho hincapié en los movimientos del sujeto que
caracterizaron toda su obra. (“he dado el salto de mí al alba”
“he sabido donde se aposenta aquello tan otro que es yo”,
“no puedo hablar con mi voz sino con mis voces”.
“pronto asistirás al súbito desbarrancar de las niñas que fuiste...”)
Tal vez podríamos conjeturar, en un juego en verdad tonto, que allí donde, por
ejemplo, Alfonsina Storni escribió:
“yo soy como la loba”
Pizarnik hubiera articulado esa frase más o menos así:
“ella es loba de sí misma” o por lo menos
“ella es loba de sí”
pues los juegos quiebres y desmarcaciones del sujeto hacen a su marca o
huella textual y a sus recursos poéticos

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(cuando espero dejar de esperar, sucede tu caída dentro de mí. Ya no soy
mas que un adentro.)
Recordamos que ella responde al famoso verso de Ruben Darío “la princesa
está triste qué tendrá la princesa” diciendo “la princesa esta triste porque no
está”.
Tal vez la dimensión existencial de esa deslocalización ayude a entender esas
migraciones del sujeto, tan notables en su obra, ese “desbarrancar de niñas ”
que hace eclosión es sus textos en prosa.
Como si la migración de sujetos que fue ya no tuviera niñas donde
posarse y esa primer persona herida del singular de la que la poeta ya
había dado testimonio estallara en imprecaciones feroces y juegos de
lenguaje que testimonian ese desbarrancar de niñas desvalidas.
ESE YO VIVIÓ Y TRANSCURRIÓ EN MUTACIONES PERMANENTES,
en un puro devenir, SIN CONGELARSE, SACRIFICÁNDOSE EN “LAS
CEREMONIAS DEL VIVIR”
COMO UN YO O UNA VIDA íntegramente JUGADA EN EL LENGUAJE,
“APOSTADA” EN EL LENGUAJE,
HASTA EL ESTALLIDO Y LA DISGREGACIÓN DE LOS ÚLTIMOS
TEXTOS. EL “AQUELARRE SEMIÓTICO” DONDE SE ERIGE LA
IMPRECADORA, LA QUE “LE DIBUJA BIGOTES A LA GIOCONDA.”
(según esa anotación de su diario donde dice “yo soy de las que no respeta
nada”) VARIANDO Y GLOSANDO EL ENSAYO DE MARÍA NEGRONI
(“EL TESTIGO LÚCIDO”) PODEMOS DECIR “LA VIAJERA EN EL
DESIERTO ES EL DOBLE DE LA MUCHACHA Y LA NÁUFRAGA, QUE
A SU VEZ DERIVAN EN LA VIRGEN DE HIERRO, QUE ES EL DOBLE
DE LA CONDESA, QUE ES EL DOBLE DE ALEJANDRA, QUE SE
DESBARRANCA EN NIÑAS-YO-PALABRA- SACRIFICADAS EN EL
CASTILLO, CASA DEL SER, CASTILLO DE LA ESCRITURA,
ESCENARIO MAGNÍFICO DE UN CRIMEN. LA PALABRA. EL
POEMA.”
3.
ALGUNOS POCOS RECUADROS DE SUS TEXTOS DE HUMOR:
(desbarrancar de las niñas que fue?)“no hay pan que por miel no venga”
“En alabama de heraclítoris”
“La pájara en el ojo ajeno”
“CANTAR DEL TUYO NOD”
“Estúprida”
“Total estoy = Tolstoi”

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En sus últimas prosas, donde escribe de manera muy similar a sus cartas del
mismo período (es recomendable leer las cartas que en esa época envía a
Osías Stutman, pues poseen el mismo tono de escritura “desbocada”, por así
decirlo), el yo suave y mutable de sus poemas parece estallar. Del espacio
onírico embellecido (como un “sueño dirigido”) pasa al lenguaje del
inconsciente puro, es decir como suelen ser los sueños, con su carga de
absurdo y confusión, donde el lenguaje abandona la linealidad diurna. COMO
SI LA VOZ OBSCENA DEBIERA SER PROPORCIONAL A LA
DELICADEZA QUE LA ANTECEDÍA , CREANDO UN ESTILO
OPUESTO O UN EJERCICIO DE HONESTIDAD O UNA DESMENTIDA
COMO UN GRADO CERO.

4.
En 1968 aparece “EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA DE LA LOCURA” (con
la sugerente dedicatoria “a mi madre”) Y EN 1971 “EL INFIERNO
MUSICAL”, ambos títulos inspirados en cuadros del BOSCO, legado
definitivo de la poeta. Sobre este último dice Alejandro Fontela “es un libro
póstumo escrito en vida”.
Con respecto a sus otras dos obras maestras ÁRBOL DE DIANA Y LOS
TRABAJOS Y LAS NOCHES, aparecen como cambio los largos poemas en
prosa que, reñidos con su ambición de escribir una novela, en ningún
momento llegan a narrar algo sino por el contrario, constituyen un
agrupamiento desbocado de frases y poemas plenos de imágenes de hermosa
opacidad. Aún así la belleza de algunos poemas parecen haber avanzado aún
más en esa búsqueda del “silencio perfecto.”
ESTAR
Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.

No hay silencio aquí


sino frases que evitas oír.

Signos en los muros


narran la bella lejanía.

(Haz que no muera


sin volver a verte.)

“y qué se yo que ha de ser de mí si nada rima con nada” ¿Será que la

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gramática que elegimos acaba por decirnos? ¿Acaso la rima no propone un
encorsetamiento y destaco esta palabra como parte de una prenda femenina,
como algo que contiene y delimita? ¿Será acaso el verso libre el más abismal
salto sin red, el salto del lenguaje sin hilos de rescate del cuento o la novela,
Alejandra aleja,
“te alejas de los nombres que hilan el silencio de las cosas”?.
Ese salto al vacío donde nada rima con nada, la palabra poética en sí misma,
esa casa del ser donde a la enamorada del viento se le vuela el tejado por ese
mismo viento, esa sed de absoluto que la llama a querer crear al poema objeto,
es decir materializarlo. Lo lógico es que de darle materia a un poema este se
perdería como cuando a la mañana nos sacudimos de la almohada los restos de
un sueño porque hemos viajado muy lejos.

5.
Recuadramos algunos fragmentos en prosa de sus últimos libros.
Además de una consabida belleza, vemos los ya descriptos movimientos del
yo
Y tú no quisiste reconocerme cuando te dije lo que había en mí que eras
tú...
La luz es un excedente de demasiadas cosas demasiado lejanas.
En extrañas cosas moro.
Enamorada de las palabras, que crean noches pequeñas en lo increado del
día y su vacío feroz.
Otoño en el azul de un muro: sé amparo de las pequeñas muertas.
Cada noche, en la duración de un grito, viene una sombra nueva. A solas
danza la misteriosa autónoma. Comparto su miedo de animal muy joven
en la primera noche de las cacerías.

Y que de mí no quede más que la alegría de quien pidió entrar y le fue


concedido. Es la música, es la muerte, lo que yo quise decir en las noches
variadas como los colores del bosque.

Cúrame del vacío --dije. (La luz se amaba en mi oscuridad. Supe que ya
no había cuando me encontré diciendo: soy yo.) Cúrame --dije.
Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en parecer una voz
humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el
bosque.
¿A quién le dirás que no sabes? Te deseas otra. La otra que eres se desea
otra.
Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo.

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Y qué sé yo qué ha de ser mí si nada rima con nada.
Las moradas del consuelo, la consagración de la inocencia, la alegría
inadjetivable del cuerpo.

Sonríe y yo soy una minúscula marioneta rosa con un paraguas celeste yo


entro por su sonrisa yo hago mi casita en su lengua yo habito en la palma
de su mano cierra sus dedos un polvo dorado un poco de sangre adiós oh
adiós.

No me hables del sol porque me moriría. Llévame como a una princesita


ciega, como cuando lenta y cuidadosamente se hace el otoño en un jardín.
Vida de tu sombra ¿qué quieres? Un transcurrir de fiesta delirante, un lenguaje
sin límites, un naufragio en tus propias aguas, oh avara.

“La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante”- escribe


En realidad es el poema el que le ha restituido belleza al silencio, casi con la
cadencia del silencio mismo, como en aquel proverbio árabe que dice habla
solo cuando tus palabras sean más dulces que el silencio

6.
La última carta conocida de Alejandra habla por sí misma:
A IVONNE BORDELOIS
B. A., 5 de julio de 1972
Por favor no nos pidamos explicaciones acerca del silencio (¿existe el
silencio?).
No voy a hablarte de mí en esta cartuja de esperma (este chistezuelo es para
decirte: Aquí estoy, todavía). También te mandaré mi nuevo libro El Infierno
Musical (Ed. S. XXI). Y también, si consigo fuerza, algunos poemas recientes
cuyo emblema es la negación de los rasgos alejandrinos. En ellos, toda yo soy
otra, fuera de ciertos pequeños detalles: el humor, los tormentos, las pruebas
supliciantes.
He sido expuesta algunas pruebas algo excesivas (pero si no hay peso no hay
medida!) y ahora sé un poquito más (por eso ya no me siento a la mesa y
rumio horas y horas un adjetivo de algún poema). Sé un poquito más,
comprendo algo más; y sí, es tan terrible y viviente y vibrante esto que
alienta en esto que ahora soy. No sé en qué me he convertido. Pero mi
mayor defecto lo sabés: la fidelidad.
"Sé fiel hasta la muerte". (Apocalipsis). Que desmemoria no te guíe.
Un abrazo muy tierno de TU

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Alejandra

Sabemos que Pizarnik murió por una sobredosis de barbitúricos (cincuenta


pastillas de seconal sódico). Todas las crónicas dicen suicidio o “sobredosis
intencional”.
Me pregunto ¿quien puede saber si una sobredosis es intencional.? Esas
“frases hechas” de las necrológicas y los pseudo biógrafos o pseudo
periodistas me parecen absurdas. Parece obvio decir que cualquier adicto a
cualquier droga fuerte no sabe cuando llega a una dosis definitiva.
Otra vez rescato una buena frase de Cesar AIRA: “pudo ser un intento de
suicido que salió mal.”
De hecho Alejandra había tenido ya dos o tres intentos con internaciones en el
Hopital Pirovano. Aquí las opiniones divergen, hay quienes hablan de una
supuesta locura de Alejandra y quienes sostienen que sólo se trató de
episodios donde exacerbaba las tendencias que exageró toda su vida que
mostró durante toda la vida.
Con esta posición no quiero ser ingenuo. Sería una tontería desconocer que
desde temprano Alejandra habla de suicidio en su diario, lo llama “el plan”, y
de hecho toda su obra coincide con ese final.
Pero quiero comentar algunos apuntes que me han acercado con respecto a las
pastillas que terminaron con su vida, pastillas a las que era adicta. Cito:
“Secobarbital”
Destaco todo esto porque me parece un tema a investigar.

Por otro lado, si tomamos el personaje literario al pie de la letra,


todo parece cerrar: sus muñecas maquilladas en la última noche y su propio
cuerpo ofrendado luego del sucesivo aquelarre de niñas y condesas...
Hay un proverbio que dice: “ten cuidado con lo que deseas porque lo puedes
conseguir.”

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La gran poeta estadounidense Adrienne Rich, contemporánea de Sylvia Plath,
comentaba con respecto a la también suicida poeta norteamericana Anne
Sexton que ‘ya habíamos tenido suficientes mujeres poetas suicidas,
suficientes mujeres suicidas, suficiente autodestrucción como la única
forma de violencia permitida a las mujeres’.

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Seguramente, de haber continuado, la obra de Pizarnik habría sufrido cambios
muy importantes. Cambios que se esbozan en sus prosas poéticas (¿no está
adelantándose acaso a estéticas posteriores como las de Néstor Perlongher u
Osvaldo Lamborghini?)-
Y me interesa especialmente, claro, el cambio que avecinaba en su poesía. Del
“Coger y morir no tienen adjetivos” de su hermoso poema de “Solamente las
noches” hasta el abrumador poema “Sala de Psicopatología” escrito durante su
estadía en el Hospital Pirovano, que mezcla sus temas de siempre con
elementos que van del confesionalismo al porno, de la metafísica a la
obscenidad (“soy una perra a pesar de Hegel”), reminiscencias artaudianas que
marcan un “bajar a tierra” en su poesía, camino cuya continuidad permanecerá
en el misterio.

Cito este poema de Juan Gelman a manera de homenaje


Proposiciones

¿adónde fue la obrera enamorada?


¿fue al aire la obrera enamorada?
la obrera de la palabra murió
¿por qué caminito se fue?

¿se fue por el camino que los días oscuros tejen


como hormigas desesperadas iguales?
¿como vaivén de pases ciegos en un cuarto?
¿tendría la obrera poca luz?

¿y quién le quito la luz a la obrera la constante?


¿quién le fue apagando uno a uno los rostros
de la palabra enterrándolos muertos?
¿quién le cegó la luz de la palabra?

¿la obrera se fue porque ya no podía trabajar?


¿el aire estaba sordo mudo roto y ella
apenas tenía su confianza en la palabra confianza?
yo digo: mejor no llorar

mejor hacer otro mundo


yo digo: mejor hacer otro mundo
mejor hagamos un mundo para alejandra
mejor hagamos un mundo para que alejandra se quede

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oh eternidades débiles perdidas para siempre
y vacas tristes entre la duda y la verdad
y sedas y delicias de la sombra
mejor hagamos un mundo para que alejandra se quede

Juan Gelman 1973.

A MANERA DE CONCLUSION
Puntualizo a manera de resumen que el castellano fue para AP un idioma por
demás extraño del que debió apropiarse —al que le dio su propio y sombrío
acento—
que forjó su nombre como una invención literaria y esta operación le permitió
un nuevo emplazamiento que le posibilitó escribir —
que como una gran lectora — casi una cazadora de imágenes— no dudó en
canibalizar otros poetas en busca de su voz tomando metáforas y párrafos
enteros de otros autores para realizar su operación de escritura cosa que no
hace más que realzar la unidad de la historia de la poesía —tal vez no hubo
lectora tan atenta— ("canibalismo melancólico —definió Julia Kristeva a la
actividad poética")—
que halló la perfección en la brevedad de estilo depurando sus metáforas e
imágenes hasta una perfección cercana al silencio—
que su noche su bosque su niñez y la forma de nombrarse en el poema no
hacen a la simple autobiografía sino al romanticismo más oscuro como
espacio privilegiado de la oscuridad—
que lejos de la identificación con sus metáforas desvalidas fue una mujer
peligrosa, salvaje que desafío al patriarcado no desde la prédica sino desde su
mismo estilo de vida que haría eclosión hacia el final—
pues nunca excluyó la violencia y la crueldad e incluso se identificó con ella
incomodando no sólo a los poderes sino también a la gente cercana que
prefirió mantenerla atada a imágenes de desvalimiento que invocaran el
masoquismo femenino—
que esa violencia y esa rebelión en algún momento pareció volverse contra
ella justo cuando su poesía comenzaba a cambiar—
que su dimensión política estuvo mucho más allá de la falta de compromiso
haciéndola sustraerse a la cadena procreativa, la publicidad o el consumismo.
que la angustia la tortura el suplicio de su poesía parece anticipar una época
oscura del país donde el avance de la derecha aniquilaría la efervescencia
progresista de los años 60.

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En su diario en su vida y en su poesía Pizarnik cita hacia el final de su vida
dos frases con recurrencia:
Hame sobrevenido lo que yo más temía (casi a manera de epitafio) y
Ayúdame a no pedir ayuda"

Bien. Para culminar, devastada la casa del lenguaje, sin techo ni palabras que
protejan, la autora parece invocar una morada posible, “una muerte en que
vivirse” en estos versos tan bellos como tiernos, donde pide refugio, queda
entonces, quizás, el recuerdo de “quien pidió entrar y le fue concedido.”

“Proyectada hacia el regreso, cúbreme con una mortaja lila. Y luego


cántame una canción de una ternura sin precedentes, una canción que no
diga de la vida ni de la muerte sino de gestos levísimos como el más
imperceptible ademán de aquiescencia , una canción que sea menos que
una canción, una canción como un dibujo que representa una pequeña
casa debajo de un sol al que le faltan algunos rayos; allí ha de poder vivir la
muñequita de papel verde, celeste y rojo; allí se ha de poder erguir y tal vez
andar en su casita dibujada sobre una página en blanco.”

Este ciclo de cuatro charlas, estas notas que aquí carecen de la espontaneidad
de la oralidad, son parte de lo que quise decir sobre Alejandra Pizarnik-

JAVIER GALARZA

BIBLIOGRAFÍA ALEJANDRA PIZARNIK-_


LA VIDA JUGADA EN EL LENGUAJE

OBRAS DE ALEJANDRA PIZARNIK


-Poesía completa. Alejandra Pizarnik.
-Prosa completa. Alejandra Pizarnik.
-Diarios. Alejandra Pizarnik.
-Arbol de Diana. Alejandra Pizarnik
-Poemas. Centro Editor de América Latina
-Correspondencia Pizarnik. Ivonne Bordelois.
-Textos de sombra y últimos poemas. Sudamericana.

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OBRAS SOBRE ALEJANDRA PIZARNIK
-Alejandra Pizarnik- Cesar Aira. Beatriz Viterbo ediciones
-Alejandra Pizarnik- Cesar Aira. Editorial Ocnos.
-Alejandra Pizarnik. Biografía Cristina Piña.
-El testigo lúcido- María Negroni.
-Anatomía de un recuerdo. Juan Jacobo Bajarlía.
-Evolución de un lenguaje poético.- Susan Haydu
-Bathory. Acercamiento al miro de la condesa sangirenta. Isabel Monzón
(Feminaria ediciones. Disponible en Internet)
—Disolución en la obra de Pizarnik— Corregidor
—Todas las que ella era— Corregidor
—La palabra que sana— Corregidor
-Notas de archivo Diario Clarín
— Dossier virtual Cervantes sobre la autora

ENSAYOS,
-El alma romántica y el sueño. Albert Beguin.
-Una belleza mágica y terrible.Rodolfo Modern sobre Trakl.
-Poesía argentina del 60. Ediciones Sur.
-Museo negro. María Negroni

LIBROS DE OTROS POETAS


-Poemas humanos. Cesar Vallejo.
-Altazor. Vicente Huidobro.
-Voces. Antonio Porchia.
-Elegías de Duino Rainer María Rilke
-Sonetos a Orfeo Rainer María Rilke
-Cartas a un joven poeta. Rainer María Rilke.
-Quimeras- Gerard de Nerval.
-Obra Poética.- Georg Trakl.
-La balada de la masturbadora solitaria y otros poemas. Anne Sexton
—Poesía completa— Enrique Molina
—La oscuridad es otro sol— Olga Orozco

FILOSOFÍA Y CONFERENCIAS
-¿Y para qué poetas?. Martin Heidegger
-Hölderlin y la esencia de la poesía. Martin Heidegger
-Dilucidación de la poesía de Georg Trakl. Martin Heidegger
-Carta al humanismo. Martin Heidegger
-El salto (la apertura abismal de un acto). Nora Trosman

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-Jacques Derrida. Reportaje de Evelyn Grossmann sobre Paul Celan.
-Conferencia del José María Milmaniene en la Fundación Centro
Psicoanalítico. PSICOPATOLGIA Y CLÍNICA.
REPORTAJES
-Olga Orozco.
-Fernando Noy
-Roberto Juarroz
-Cesar Aira
-Cristina Piña.
— Antonio Beneyto

OBRAS PLASTICAS
-Melancolía. Durero
-La gitana dormida. Rousseau
-Bosch

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