EN UNA NOCHE COMO LA DE HOY

Dios obra en mi vida. NO puedo callar. NO debo ni puedo robar la gloria a Dios. En nombre
de Nuestro Señor Jesucristo, (Mc 5,19. Mt 8,4. Mc 1, 44. Jn 15,27); permítanme compartir,
este mi testimonio.
Carlos Alberto Parra Sandoval
Servidor Dios y de la Iglesia

Villavicencio mayo 30 2020

(Vigilia de Pentecostés)
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En abril 1, 2 y 3 de 2011, viví un retiro De hecho, al lado de ella me hice

espiritual, en la espiritualidad del legionario de María, luego de haber
Movimiento de Retiros Parroquiales participado en las infancias y juventudes
Juan XXIII. Encuentro con Dios que de misioneras; -esto en los años mozos-;
manera certera marcó mi regreso a la sin embargo… lo que El Señor, la vida,
Iglesia Cristiana Católica. me indicaban para entonces, lo
desaproveche y opte por crecer sin la
Digo regreso, no porque me hubiera ido conciencia suficiente de atesorar una Fe
a alguna denominación protestante, sino fuerte, férrea.
porque…sencillamente me vi atraído por
el mundo, por el pecado, sin medir sus Crecí falto de una voluntad espiritual a
consecuencias. toda prueba, -hoy lo confieso
públicamente-, actué por conveniencia,
Nací en un hogar católico de gran por enamoradizo, por conseguir novia,
contraste, mi madre devota practicante. acompañé a mi abuela a sus prácticas
Mi padre no mucho. Pienso que fue un espirituales, por que vi la oportunidad de
practicante por conveniencia: en vivir una “espiritualidad romántica”; por
semana santa y en celebraciones decirlo de alguna manera. Poco
religiosas de gran importancia, conveniente para mi espíritu y menos
acostumbraba con sus amigos vestir para mí salvación.
altares, colaborar arduamente con las
actividades de la iglesia, excusa perfecta Tuve la fortuna de ser formado por
para tomar cerveza. sacerdotes, de quienes heredé el amor a
la lecto - escritura, oratoria, a no comer
Resalto la devoción de mi abuela entero como decimos popularmente,
materna, mujer de oración, practicante pero… también vi en ellos el lado
diaria del Santo Rosario y de la Santa humano, que les permitía esconder
Eucaristía, legionaria de María, a quien, debajo de la sotana un fuerte apetito por
por espacio de varias semanas, meses, la carne, por lo mundano, mercadeando
acompañe al ofrecimiento de sus prostitución y lujuria; escondiendo
devociones y prácticas espirituales: debajo de sus sonrientes rostros una
Santo Rosario de aurora, liturgia de las dura soberbia, hecha a toda prueba,
horas, eucaristía de precepto, a la que faltos de toda humildad; otros
dentro de lo que recuerdo nunca falto. mercaderes de la fe, que usando el
diezmo de sus feligreses, se

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enriquecían con el mercadeo de tierras, alcohol, infidelidad, corrupción,
ganado, cosechas, un gran amor por el violencia, lujuria, gula, sed de venganza,
dinero; otros falsamente empoderados, llegando a tomar como mías, frases que
poco coherentes, que desde el pulpito hice consignas de vida: “como sea
desanimaban a sus feligreses; (yo uno robado, prestado, trampeado pero que lo
de ellos). tengo lo tengo”; “si me la hace orinando,
me la paga defecando”; “que me las
Este triste conocimiento me llevo a tener paga las paga”.
serias fisuras, ¿qué digo? … grietas en
la fe. No creía en palabras de cura, a Para esa época, perdí a mi padre en
quienes en varias ocasiones confronte, medio de la violencia, lo que me llevo
solo para retirarme, riéndome por atesorar una gran sed de venganza, ser
haberlos molestado. juez sin causa, pero a la vez pretender
ser el ejecutor de mis propias
Finalmente opté por alejarme de la sentencias. No tuve reparo de pensar,
Iglesia Católica, ir por la vida denigrando intentar decidir por la vida de alguien,
de ella, de sus sacerdotes, ritos, tomar justicia por mano propia, incluso
doctrina, dogmas, en fin… escudando mi buscando venganza por intermedia
debilidad en justificaciones tontas, persona, convenciendo a otros que
transfiriendo mi error, egoísmo, falta de cumplieran mi deseo, inmiscuyendo
amor a los mismos sacerdotes, frente a personas para arrastrarlas a mi pecado.
quienes tracé una gruesa línea
conceptual, infranqueable, de rechazo Tristemente…disfrazado de buen señor,
total. ¡A Dios gracias hoy demolida! de persona bien…Perfectamente bien
vestido, perfumado; pero por dentro
Grietas profundas que me llevaron a totalmente descompuesto.
desdecir de: la Santa Eucaristía,
prácticas de oración, todo lo que Época aciaga, puse en gran riesgo lo
significara o representara Dios, Jesús, más preciado que como persona puedo
María Santísima, Iglesia. ¡cuando digo tener: espíritu, alma, cuerpo y por
todo… es… todo! supuesto seres queridos, aquellos los
que Dios me ha confiado.
A mi esposa le prohibí y le obstaculizaba
para que asistiera a Eucaristía, orara, en No fui ser de luz, causaba miedo a mi
fin… familia, al círculo social cercano, a la
mayoría de personas a mi alrededor. Tal
No sé cuántas camándulas, mi grado de violencia, que hoy, años
escapularios, biblias, devocionarios, después, retumban en mi cabeza, las
quemé o destruí., no sé cuántas peleas voces suplicantes de mi esposa e hijos,
le hice, cuántas demostraciones de pidiendo que parara de violentarlos… A
violencia, a causa de su vocación Dios gracias recibí el humilde y
espiritual, incluso mi negativa rotunda desinteresado perdón de ellos.
frente a esa suplica desoída: “déjeme
buscar de Dios”. ¡A mí no me agradaba! La insistencia de mi mama, mi esposa,
varias personas, que en el anonimato se
Es que me pareció mejor cabalgar por donaron, sacrificaron, en largas horas de
los placeres del mundo: poder político, oración, vigilias, peregrinaciones, de
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gastar sus recursos para ofrecer
eucaristías por mí, por el buen consejo
de un gran amigo; a regañadientes
llegue a procesos de dirección espiritual.
Me relacionaron con sacerdotes probos,
oraron incesantemente por mí y me
condujeron a dar pasos de
aproximación, de regreso a nuestra
Iglesia, a través de la Fundación Hogar
Familia de Nazareth. Inicie el
apaciguamiento de ese espíritu
soberbio, iracundo, rebelde, pecador,
que me poseía.
Varios meses de batalla, de esfuerzo;
que tiré por la borda, a causa de una
homilía que no fue de mi agrado, que
fustigó mi intelecto, revivió esa cruz
doctrinal, mi arrogancia, torpeza,
testarudez, tontería; ese yo vanidoso y
soberbio; ¡fui de nuevo al lodazal!
Me empeñe por rodearme de una gran
soledad; en la cual solo permitía que me
acompañara la voz incesante de mi
mama con su buen consejo y la oración
permanente de mi esposa, ¡nunca
desfallecieron!
No volví a la Iglesia ni a la comunidad.
Me refugié en el trabajo, al que le
dedicaba 12, 14 más horas diarias,
empecé a gozar de la soledad, creyendo
que era buena consejera. ¡Qué
equivocación!, me estaba muriendo en
vida.
A Dios gracias, por la época me
reencontré con una gran persona, que,
por cosas de la vida, tenemos amigos,
vivencias en común. Una gran diferencia
entre ella y yo. Ella consagrada a la
oración y yo…En completo desorden.
Pero, aun así, inicio un camino de
persistencia, insistencia, para llevarme a
vivir un retiro espiritual en el movimiento
de retiros parroquiales Juan XXIII.
Muchos meses de insistencia y también
los rechazos, burlas, ironía, promesas
incumplidas.
En una ocasión tomando la ficha de
inscripción al retiro, la diligencié con los
datos de uno de mis hijos, de los varones
el mayor. No fue de agrado para ella,
menos para mi hijo, que prefirió evitar
una contrariedad, asistiendo a ese
espectacular encuentro con nuestro
Señor.
Sin embargo… Sin saberlo, sin
proponérmelo, empecé aceptar la única
opción real de buena vida que hoy tengo,
la misma que venía despreciando con
vehemencia. Es que El Señor escribe
derecho sobre renglones torcidos.
Al recibimiento de mi hijo, en la clausura
de su retiro, al ver y sentir los mares de
alegría, esperanza, paz, libertad, que en
esas personas vi y experimenté, el
cuestionamiento moral, ético, de fe, que
se suscitó en mí, aún no he podido
describirlo.
Al par de meses, estaba ella insistiendo
para que aceptara la invitación a vivir el
retiro espiritual. ¡Acepte! Después de
tanta persistencia, cansado de escuchar
lo mismo; firme la ficha de inscripción. La
sonrisa de satisfacción en ella y en mi
esposa, denotaron una celebración de
júbilo: una alegría celestial.
Llegado el día de ingresar a la casa de
retiro, la soberbia, prepotencia, se
potenciaron en mí. Completamente
indispuesto, en medio de una gran
tormenta climática, peleando con las
personas y maldiciendo, arribé al lugar
del retiro. Allí la soberbia, prepotencia,
se hicieron aún más, se les unió la
decepción. A mis ojos, solo existía
desorden, improvisación; una gran
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cantidad de personas, que entré sí, se un gran y afectuoso abrazo, pidiéndome
llamaban: “hermanitos”, “juanitos”; lo que perdón, en nombre de sus hermanos
me pareció una gran tontería. Esas sacerdotes, por aquellos que causaron
palabras herían mis oídos, me tremor en mí, por la manera como en la
molestaban de sobre manera. Iglesia se había causado mi
distanciamiento. ¡Me derrumbe!
Finalmente se inició el retiro, en una
dinámica que considere desgastante, Abrazo y palabras dulces, sinceras, que
inútil, inocua, llena de palabrería, en medio de mi pecado estaba
charlatanería, en boca de unas personas escuchando; ¡bendito Dios!, ¡que detallé
desconocidas para mí, lo que me que el Señor ha tenido conmigo!; por
indispuso mucho más. primera vez en mi vida, tuve conciencia
de la gracia santificante, del amor y
Qué triste mi pobreza intelectual, que misericordia que el Señor dona; en ese
ignorancia la mía, que desconocimiento momento me hice sujeto de la
tan grande el mío, no sabía que: Dios se providencia y amor perfecto que solo
vale de personas humildes, inútiles, con Dios Padre Eterno otorga.
quienes hace las grandes obras. Que el
reino de Dios no es de intelectuales, ni Terminado el retiro, inicie un camino de
poderosos. Yo no sabía que Dios nos esfuerzo, de buscar a Dios a través del
transforma el corazón, teniendo como ejercicio de la espiritualidad
trabajadores a los más humildes de sacramental, estudio, lectura de la
corazón. Palabra, asistencia a Eucaristía, de
bregar contra mí mismo, de labrarme un
Nuevamente el Señor escribe derecho, camino de conversión.
¡sobre mí! que soy una madeja de
renglones torcidos. He vivido muchos momentos de
desesperanza, nuevamente he estado a
La vivencia en el retiro, fue de total punto de tirar la toalla, de nuevo he
incomodidad, la que expresaba sentido ese espíritu de soberbia que me
desdiciendo de la Iglesia, riéndome de lo causa daño. ¡Dios mío!, que batalla tan
que escuchaba, vituperando de los dura estoy librando, nuevos momentos
sacerdotes. de soledad, de enfrentarme a ese Yo,
intelectual vergonzante, de autocrítica,
Pero…Por la dinámica del retiro, hubo un que he paliado buscando vivir en
momento de gran fuerza espiritual; aquel comunidad; una comunidad a veces
momento en que doy cuenta de que; el extraña, hostil, ausente, pero en medio
hombre mayor, bonachón, amable, de ella el rostro amable del amigo que
sonriente, aquel que compartió su nunca falla, la presencia permanente de
refrigerio, el que ocupa la silla frente a María Santísima y vuelve a mi mente el
mí, el que me vio de frente en mi abrazo de aquel sacerdote que hasta
disgusto, escucho mis incorrectas hoy no he vuelto a ver, a saber, de él por
palabras…aquel que solo atinaba a más que he buscado.
brindarme su amabilidad, ¡es sacerdote!,
mientras se incorporaba para contarle a A Dios gracias, mi esposa y mi mamá
la audiencia aspectos de su ministerio, siempre me rodearon con palabras de
me accede por la espalda ofreciéndome ánimo, con oración, fueron conmigo
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muchas veces al templo, me asistieron donarse entregarse y amar como solo lo
en ese crítico momento. saben hacer los siervos inútiles.

En una noche como la de hoy, en vigilia Años en que me he dispuesto a la

de adoración previa al pentecostés, evangelización, a llevar la buena nueva
donde el sacerdote oficiante, párroco de a varios lugares del país, de la región, a
mi Iglesia, -a quien solo había tratado pordisponerme a escuchar al prójimo,
motivos de la Sagrada Comunión y de ofreciendo sacrificios, mortificación,
confesarme-, anuncia a la concurrencia: soportando burlas, señalamientos, pero
al cabo de cuentas siento que estoy
“aquí hay alguien que quiere compartir dando la buena batalla.
su testimonio de inicio de conversión”,
Me hice como esos hombres y mujeres
Sentí en mi silla, una fuerza que considere: tontos, desgastantes,
sobrenatural, ajena a mí, que me inocuos, charlatanes, palabreros, me he
impulso ir al frente de la nave, antes de hecho como uno más de ellos:
acceder al altar, para abrazar a mi ¡hermanito!; lucho por ser un feligrés,
sacerdote y manifestarme en público: que en verdad sepa amar, entregarse y
sacrificarse por el prójimo.
Pidiendo perdón por mis ofensas contra
la Santa Iglesia, sus Ministros; por haber Son múltiples las ocasiones y las
destruido imágenes, por ir contra personas que me han permitido sentir y
Nuestro Señor Jesucristo y su amada conocer la presencia de Jesús y María
madre la Virgen María. Santísima en mi vida, los he encontrado
en:
Para pedir perdón a los sacerdotes, a
quienes ofendí, a quienes juzgué, sin  Movimiento de retiros
estar yo facultado para ello; momento parroquiales Juan XXIII
sublime en el que recorrió por mi cuerpo,  Evangelización Activa
una gran fuerza de esperanza y fe en los  Sistema de Nueva
sacerdotes del mundo. Evangelización
 Talleres de Oración y Vida
En una noche como la de hoy, empecé a  Lazos de amor Mariano.
nunca más sentirme solo; solitario quizá,  Ejercicios Espirituales de San
pero en mis luchas, siempre está Ignacio de Loyola,
presente mi señor Jesucristo y María  Dirección espiritual
Santísima, madre mía.
Y por supuesto:
Hace años atrás, en una noche como la
de hoy, se marcó para mí, el En la Consagración total a Jesús
derrumbamiento, el fin de un hombre por María.
soberbio, violento, pecador empedernido
y el nacimiento de un hombre que lucha ¡Gloria a Dios!,
sus luchas, que batalla arduamente
contra la tentación, que busca todos los En una noche como la de hoy…
días conocer de Dios, de su Santa inicie mi camino de conversión.
Iglesia, que quiere aprender a orar, a
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