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COLECCIÓN

preparación futbolística

TRABAJO PSICOLÓGICO CON BALÓN: LAS


SIMULACIONES DE LAS CONDICIONES DE
LOS PARTIDOS.

David Boillos
David Boillos
“El objetivo de la simulación es haber estado allí sin haber
estado jamás”.

T. Orlick (2003)

La realización de un tipo de intervención


psicológica en contextos reales es una corriente
de trabajo que se está implantando con gran
acierto en distintos deportes colectivos de
oposición y colaboración directa: Díaz (2002) en
voleibol, De Miguel (2003) en baloncesto, De la
Vega (2003) en fútbol o Sáez y Guerrero (2005)
en fútbol sala, lo que inevitablemente tiene como
consecuencia una mayor aceptación de la imagen
profesional del psicólogo deportivo y un mayor
éxito de sus intervenciones profesionales.

La incorporación de un trabajo con una


mayor validez ecológica es deseable no sólo en
el componente psicológico del entrenamiento.
Uno de los errores que se pueden apreciar con
frecuencia al observar entrenamientos consiste
en la realización de una serie de ejercicios y
circuitos técnicos apartados de la realidad de
un partido de competición (falta de oposición,
realización del ejercicio en condiciones físicas
óptimas, ausencia de presión por conseguir un
determinado resultado...).

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En ese mismo sentido, un error
que se aprecia con frecuencia es que,
aunque los ejercicios de trabajo diario
que plantean los entrenadores también
contribuyen a mentalizar a los futbolistas,
en muchos casos no se dan cuenta de
ello, o no consideran el componente
psicológico que contienen. Por ejemplo,
en un sencillo ejercicio de rondo en un
espacio reducido cinco contra dos, los
jugadores con balón deben estar muy
pendientes de éste, necesitan pensar rápido y ejecutar con habilidad, lo que implica desarrollar
con eficacia la concentración en sus tres componentes básicos: focal, dividida y mantenida.

En la línea de realizar un tipo de entrenamiento psicológico “en pista” me parece


especialmente importante la realización de simulaciones, es decir, entrenamientos en los que
se creen situaciones similares a las reales, de forma que los futbolistas aprendan a actuar
automática y eficazmente ante ellas. La justificación de este tipo de trabajo se basa en que si
una persona ha practicado bajo condiciones de presión, no experimentará en situación real los
mismos estados emocionales negativos que una persona no entrenada. Además, el conocimiento
de que anteriormente ya se ha dominado con éxito la situación,
puede contribuir a reducir el nivel de tensión.

La propuesta se basa en intentar reproducir de


forma controlada durante los entrenamientos y en partidos
de ensayo, distintas situaciones con capacidad para generar
estrés. El objetivo principal es que los futbolistas se habitúen
y se acostumbren a actuar con presión psicológica, de forma
que cuantas más situaciones de este tipo experimenten en los
entrenamientos, mejor las controlaran cuando se presenten en
los partidos de competición.

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La validez de las simulaciones radica en que aunque sea imposible imitar con exactitud
la situación real de competición (precisamente la excepcionalidad de cada partido es una de
sus principales características estresantes), la naturaleza artificial de la situación simulada no
suele reducir el grado de implicación y tensión con que el jugador se expone a ella.

Es necesario trabajar en dos direcciones distintas: por un lado agravar todavía más las
condiciones estresantes para que el organismo se habitúe a responder en situaciones extremas,
y por otro, intentar reproducir con la máxima exactitud posible lo que el jugador se va a
encontrar en la realidad.

Por otro lado, sabemos que todas las habilidades psicológicas básicas están relacionadas
entre sí, por lo que se pueden entrenar de forma directa o indirecta, ya que cualquiera de
ellas influye y a la vez es afectada por el resto. Por ejemplo, Landers, Wang y Courtet (1985)
han demostrado la relación directa entre el incremento del estrés y el estrechamiento del foco
atencional. Podemos concluir, por tanto, que el entrenamiento para mejorar el control del estrés
también puede producir un progreso en la concentración y viceversa.

Aunque para ampliar información sobre la estrategia general para diseñar este tipo
de ejercicios el lector puede consultar Boillos (2006)1, presentamos a continuación los factores
que se pueden manipular, relacionados con algunas características de las situaciones o del
propio organismo que predisponen la aparición de la respuesta de estrés.

1 Boillos, D “La mentalización en el fútbol moderno” Ed. Biblioteca Nueva. 2006

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Tiempo

Cuanto más cercana en el tiempo esté la


aparición de la situación estresante, la intensidad
del estrés será mayor. La manipulación del factor
tiempo es uno de los métodos con el que se
consiguen mejores resultados para crear tensión.

Ejemplos:
- Poco tiempo para desarrollar una acción concreta. Por ejemplo, 8 segundos. De esta forma se
deben tomar decisiones rápidas que en muchos casos perjudican a la precisión de las mismas.
- Empezar el ejercicio partiendo de una situación ventajosa que se pierde cuando transcurre un
determinado periodo de tiempo.
- Prolongación en el tiempo una situación estresante como un marcaje férreo o un arbitraje en
contra.

Reglas limitantes

Pocas cosas suelen ser tan frustrantes como percibir que no se tienen habilidades
o recursos para hacer frente a las situaciones estresantes. Para conseguir que el futbolista
experimente la sensación de indefensión, se pueden imponer normas
restrictivas que le impidan desarrollar acciones eficaces.

Ejemplos:
- Tener que utilizar la pierna no dominante.
- Limitar el número de toques permitidos a uno o dos, restricción
que aumenta las pérdidas de balón y obliga al equipo con balón a
intensificar el esfuerzo y la concentración.
- Disputa de partidillos de entrenamiento donde los jugadores tengan
que actuar como si fueran sordomudos, estando prohibida cualquier
comunicación verbal.

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Reglas condicionantes

Una de las características de la dificultad de realizar entrenamiento psicológico en


fútbol es la alta frecuencia de situaciones en las que es obligatorio para que se realicen
con éxito, focalizar la concentración, dividirla y mantenerla por un periodo largo de tiempo.
Por este motivo, uno de los factores más productivos para trabajar la concentración es el
planteamiento de ejercicios y situaciones de enseñanza en las que se provoque a los jugadores
para que perciban ciertos movimientos del oponente, del balón o de los compañeros antes de
actuar. También se pueden crear algunas modificaciones o exigencias, que si bien son artificiales
y no se van a producir realmente en el partido, obliguen al jugador a dividir su atención.
Las posibilidades de establecer este tipo de condicionantes son muy numerosas. Proponemos
algunas, animando al lector a crear e idear las suyas propias.

Ejemplos:
- Tocar un cono situado en una determinada posición
antes de poder entrar al rival.
- Distinguir el color de una cartulina que lleva el
entrenador mientras se ejecuta la acción objetivo.
- Decir en voz alta el número de dedos que enseña
el entrenador a la vez que se ejecuta la acción
objetivo.
- Decidir la dirección del disparo en función de la
posición del portero.
-Desarrollar una función (defensa o ataque)
dependiendo del número que cante el entrenador.
- Pasar en un sentido u otro en función del
movimiento que realice determinado jugador.
- Intervenir en la acción en función del número que
“cante el entrenador”.

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Dimensiones del espacio

Aumentar o disminuir la zona de juego puede


ayudar a conseguir variar el grado de dificultad del
ejercicio dependiendo del espacio del que disponga el
futbolista.

Ejemplos:
- Para trabajar acciones defensivas, las dimensiones del campo son amplias en relación con
el número de jugadores. Por ejemplo 5 para 5 en un cuadrado de 40x40. De esta forma el
equipo sin balón tiene más dificultades para presionar y el trabajo físico a desarrollar es muy
intenso. Por el contrario, el jugador con balón tiene más tiempo para pensar y dispone de más
posibilidades de acción.

- Para trabajar acciones ofensivas, las dimensiones del campo son reducidas en relación con
el número de jugadores. Por ejemplo 5 para 5 en un cuadrado de 20x20. De esta forma el
jugador con balón tiene poco tiempo para pensar, dispone de menos posibilidades de acción
(pases largos) y el equipo sin balón tiene más facilidades para presionar.

Utilización de recompensas y castigos

Dependiendo de las consecuencias de las respuestas


emitidas ante una situación, ésta será percibida como más o menos
amenazante. La utilización de recompensas y castigos contingentes
a las acciones demandadas suele dar muy buen resultado para
modificar la importancia subjetiva de la situación.

Ejemplos.
- Elevado número de acciones correctas para conseguir premio. De
esta forma se otorgan un menor número de recompensas.
- Durante un partido de entrenamiento, cada equipo debe jugar

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siguiendo unas instrucciones muy concretas (colgar balones, desbordar por las bandas, ralentizar
el juego...), programando recompensas y castigos contingentes a la consecución o no de los
objetivos propuestos. De esta forma aumenta el valor que se le otorga a la situación que se
está entrenando.
- Castigos por cometer errores individuales afectan a todo el equipo.
- El equipo que gana el partidillo impone una tarea al equipo que pierde (recoger balones,
hacer 10 minutos de carrera continua).

Número de jugadores

En un gran número de ocasiones durante un partido de


fútbol se producen situaciones de superioridad / inferioridad
numérica. Curiosamente, aunque en principio disponer de más
jugadores que el rival para finalizar un contraataque pueda
ser una acción de fácil realización si se toman las decisiones
correctas, se cometen errores “tontos” porque el futbolista
puede sentirse menos alerta ante la facilidad que ante la
dificultad. Por tanto, es importante preparar ejercicios que
tengan en cuenta estos momentos críticos de los partidos.

Ejemplos:

Superioridad numérica
- El equipo que desarrolla la acción objetivo se encuentra en superioridad numérica.
- Un equipo empieza el ejercicio con superioridad numérica que se pierde cuando transcurre
un determinado periodo de tiempo.

Inferioridad numérica
- El equipo que desarrolla la acción objetivo se encuentra en inferioridad numérica.
- Empezar el ejercicio con inferioridad numérica que se deja de serla cuando transcurre un
determinado periodo de tiempo.

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Resultado

Tener un resultado en contra es una


situación muy estresante si además cada vez
resta menos tiempo para conseguir remontar. Por
otro lado, en algunos equipos con baja confianza,
un resultado positivo puede ser fuente de estrés porque los jugadores no se crean realmente
que pueden alcanzar la victoria, les entre miedo a ganar y se bloqueen mentalmente. Tener
entrenados estos aspectos es fundamental para conseguir competir al límite hasta el último
segundo del partido. Por tanto, habría que tener en cuenta tanto las situaciones favorables
como las desfavorables relacionadas con el marcador.

Ejemplos:

Resultado a favor
- Uno de los dos equipos empieza el partidillo de entrenamiento con el resultado a favor.
- Uno de los dos equipos empieza el partidillo de entrenamiento con el resultado a favor e
inferioridad numérica.

Resultado en contra
- Uno de los dos equipos empieza el partidillo de entrenamiento con el resultado en contra.
- Uno de los dos equipos empieza el partidillo de entrenamiento con el resultado en contra
y superioridad numérica (8 jugadores contra cuatro y resultado 2-0. El equipo de ocho debe
empatar en 15 minutos).

Factor sorpresa

Todo cambio sorpresivo en una situación habitual suele producir estrés porque obliga
a las personas a adaptarse y cambiar su comportamiento para hacer frente a las nuevas
demandas. Ante los cambios, tendemos a buscar información del exterior que nos ayude a
dirigir nuestras acciones. Encontrarse ante situaciones novedosas sin información sobre lo que

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hay que hacer para hacerlas frente, puede producir gran cantidad de tensión.

Ejemplos:
- De forma sorpresiva se aumenta o disminuye la longitud o el número de porterías.
- En un ejercicio, el entrenador lanza sin aviso un nuevo balón que, desde ese momento, es el
único valido para hacer gol.
- En partidos de entrenamiento, ante cambios tácticos del equipo rival, previamente acordados
con su entrenador, no proporcionar ninguna instrucción ni realizar ningún cambio que lo
contrarreste.

Alteración de las condiciones biológicas del organismo

Cuanta mayor sea la diferencia entre el


estado natural del cuerpo y el estado en que
se realiza la acción, mayor esfuerzo habrá que
hacer para recuperar el equilibrio. Sometiendo al
futbolista a una carga de ejercicio físico intenso
antes de realizar la tarea planificada, se intenta
reproducir el cansancio que puede experimentar
en una situación real de partido.

Ejemplos:
- Realizar un sprint de 20 metros antes de
realizar la acción objetivo.
- Tocar un cono alejado antes de poder realizar
la acción objetivo.
- Limitar el tiempo de recuperación entre los
distintos ejercicios de los circuitos de entrenamiento
psicológico.

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Alteración de las condiciones ambientales externas

Estar sometido a ambientes desagradables y displacenteros es otra de las fuentes de estrés


que se pueden transformar.

Ejemplos:
- Disputa de partidillos de entrenamiento en los que el arbitro, intencionadamente, perjudique
con sus decisiones a uno de los dos equipos durante todo el partido, dejando de sancionar
continuas faltas y agarrones por parte del equipo contrario.
- Aumentar el número de porterías que hay que defender.
- Limitar los espacios en los que se puede realizar la acción. (Por ejemplo, no se pueden
utilizar las bandas, no se puede entrar por el centro...).
- Realizar entrenamientos en terrenos en malas condiciones (mojados, embarrados...).
- Realización de entrenamientos con la ropa de competición.

En definitiva, como se habrá podido intuir, en un mismo ejercicio se puede manipular más de
un factor de estrés. Además, a veces es difícil separar completamente cada uno de ellos. En
realidad hemos realizado la división debido a intereses expositivos, pero lo verdaderamente
interesante es que cada situación entrenada, por una u otra causa, produzca incertidumbre y
necesidad de concentrarse y esforzarse para poder superarla.

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CONSEJOS PARA EL DISEÑO Y CREACIÓN DE ESTOS EJERCICIOS

Las posibilidades y formas de realizar este tipo de entrenamiento son muy numerosas.
A continuación se plantean algunas sugerencias que pueden ayudar al entrenador a adaptarlo
a la situación exigida.

Progresiones

Una primera línea de actuación consistiría en aumentar progresivamente el nivel de


dificultad dentro del mismo ejercicio, partiendo de una situación sencilla e ir sumando factores
o elementos estresantes. Se trata de ir llevando a los jugadores al límite de forma gradual.
Por ejemplo, disminuir el tiempo para decidir, acortar el espacio de juego o aumentar
progresivamente el cansancio en el momento de realizar el ejercicio.

A continuación se ofrece un ejercicio de este tipo para entrenar al portero en la forma


de negociar los balones aéreos.

1- Centros de balones laterales sin oposición


desde ambos lados.

2- Centros de balones laterales desde ambos


lados pero con oposición semiactiva de un rival.

3- Centros de balones laterales desde ambos


lados añadiendo 4 jugadores (2 defienden y
dos atacan).

4- Centros de balones laterales sin oposición


desde ambos lados obligando al portero a un
trabajo anaeróbico previo consistente en sortear

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4 postas situadas en distintos puntos del área antes de volver a la situación de partida.

5- Similar al anterior pero intercalando trabajo técnico. Durante la carrera se le lanzan balones
que debe blocar o despejar según su color (amarillos = despejar), (blancos = blocar).

6- Centros de balones laterales sin oposición desde ambos lados pero han de tratar de blocarlos
los 2 ó 3 porteros que participan en el ejercicio.

Circuitos

Un segundo modelo es la creación de circuitos con estaciones que obliguen al futbolista


a actuar en situaciones de alta concentración. En cada una de estas estaciones se deben
plantear ejercicios y situaciones de enseñanza en las que se utilicen algunos o todos los factores
analizados anteriormente. La tarea a realizar en cada posta puede ser siempre la misma con
distintos niveles de dificultad o puede ser completamente distinta en cada una de ellas. Al
igual que en otro tipo de circuitos debe haber sincronización, siendo muy conveniente que los
jugadores comprendan las acciones a realizar en cada una de ellas para no perder tiempo en
repetir las explicaciones y parar el ejercicio continuamente. Un posible problema añadido es la
necesidad de contar con ayudantes (jugadores lesionados, segundos entrenadores) para que
supervisen la correcta realización de las tareas de cada estación. En definitiva, el objetivo es
que se agrave al máximo la dificultad de ejecución y se entrene al jugador a:

- Percibir la diferencia entre dos estímulos (tareas de discriminación).


- Automatizar la decisión de pasar al compañero libre (tareas de búsqueda).
- Mantener la atención en situación de fatiga.
- Disminuir los tiempos de reacción entre percepción y ejecución.
- Percibir la presencia/ausencia de determinados estímulos (tareas de detección).

En primer lugar se expone un ejercicio para entrenar situaciones de máxima importancia en los
delanteros como es la finalización de las jugadas.

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El circuito de cuatro postas está enfocado para empezar por lo más difícil, acabando por
lo a priori más sencillo. La duración consiste en un solo minuto de trabajo pero muy intenso.
Fundamentalmente se manipulan los siguientes elementos: número de jugadores, tamaño de las
porterías, fatiga, tiempo para decidir y orden de la acción:

Cada vez que se termina el tiempo en una posta los delanteros deben ir a por un balón al
centro y atacar la siguiente posta.

1. Primera posta: Dos delanteros contra


4 defensas y un portero, para intentar marcar
gol en una portería de 1m. Disponen de 10
sg.

2. Segunda posta: Dos delanteros


contra 3 defensas y un portero, para intentar
marcar gol en una portería de 3m. Disponen
de 13 sg.

3. Tercera posta: Dos delanteros contra


2 defensas y un portero, para intentar marcar
gol en una portería de 5m. Disponen de 15
sg.

4. Cuarta posta: Dos delanteros contra 1 defensa y un portero, para intentar marcar
gol en una portería normal. Disponen de 20 sg.

En segundo lugar se presenta un circuito de tres estaciones con distintas tareas. Los
jugadores permanecen 6 minutos en cada estación antes de cambiar a la siguiente. En la
primera de ellas trabajan 6 jugadores de campo y dos porteros que no rotan, mientras que
en la segunda y tercera lo hacen 6, es decir, un total de 18 jugadores de campo que irán
rotando hasta realizar todo el circuito.

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1ª ESTACIÓN. El objetivo de la primera posta consiste en mejorar la percepción visual mediante
tareas de detección vinculadas a la toma de decisiones.

- Seis futbolistas y dos porteros situados en un espacio de 10x10 m.


- Un balón
- Situación según dibujo

Los jugadores con peto rojo son


los atacantes y comienzan a pasarse el
balón, hasta que uno de los tres canta
en alto la palabra “ataque”. En ese
momento, el jugador con peto azul más
alejado del balón, tendrá que realizar un
trabajo de velocidad (ir al cono situado
en un lateral del cuadrado) antes de
acudir a evitar el gol. La finalización de
este ataque se realizará en función de la
señal que haga el portero:

1- Cuando el portero levante la mano


derecha, la ejecución será con la pierna
derecha.
2- Cuando el portero levante la mano
izquierda, la ejecución será con la pierna
izquierda.
3- Cuando el portero levante las dos
manos, obligación de lanzar por bajo.
4- Cuando el portero se siente en cuclillas, obligación de lanzar por alto.

A los 3 minutos habrá cambio de roles y los rojos pasaran a defender para que los azules
ataquen.

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2ª ESTACIÓN. El objetivo de la segunda posta es enseñar al futbolista a dividir su atención a
través de un sencillo ejercicio de doble tarea. Los jugadores deben concentrarse en el lugar
a donde tienen que pasar y el lugar a donde tienen que moverse. Según se avanza en su
realización, la fatiga jugará un importante papel como estímulo distractor.

- Seis futbolistas situados en un espacio de 10x10 m.


- Dos balones y tres conos.
- Situación formando un triángulo.
- Cada minuto el entrenador cambiará las normas:

Minuto 1- Tres jugadores empiezan tocando balón en el sentido de las agujas del reloj y
salen corriendo también en ese mismo sentido hasta llegar al siguiente cono. Los otros tres
recepcionan balón y también pasan y se mueven en el sentido de las agujas del reloj, lo que
produce una rotación continua de jugadores.

Minuto 2-Tocar balón en el sentido de las agujas del reloj y correr en sentido contrario.

Minuto 3- Tocar balón y correr en sentido contrario a las agujas del reloj.

Minuto 4- Tocar balón en sentido contrario a las agujas del reloj y correr en sentido de las
agujas del reloj.

Minuto 5- Tocar balón en el sentido de las agujas del reloj y correr hacia atrás en sentido
contrario.

Minuto 6- Tocar balón con pierna no dominante en el sentido contrario de las agujas del reloj
y correr en sentido de las agujas del reloj.

3ª ESTACIÓN. Partidillo de fútbol-tenis de seis minutos de duración con juego a tres toques
máximo y distintos condicionantes. El entrenador cambiará las normas cada minuto:

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1. Solo se pueden utilizar los pies.
2. Solo se puede usar la pierna no dominante.
3. Jugar a la “pata coja”.
4. Interviene el número que cante el entrenador.
5. Solo se podrá pasar al jugador del que no se ha recibido el balón.
6. Tocar un cono situado detrás del campo antes de poder tocar el balón.

Partidillos

Una tercera vía de entrenamiento sería la realización de partidillos ya sea en ámbito


reducido o manteniendo las dimensiones reales, aunque es recomendable que sean realizados
por pocos jugadores para que de esta forma tengan muchas oportunidades de participar y
tener que tomar un mayor número de decisiones.

A continuación se muestra un partidillo que introduce progresiones para la mejora del


juego aéreo, tanto defensivo como ofensivo. También se tiene en cuenta el entrenamiento de la
seguridad del portero en esta faceta del juego.

DESARROLLO

Dimensiones: doble área (30 x 40 m


aproximadamente).

Número de jugadores: 3 + 3 + 2 porteros + 1


comodín + 2 comodines exteriores.

Duración: 4 partidos de 5 minutos.

Material: Petos, setas y balones. Se trabaja con dos


porterías.

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DESCRIPCIÓN

Condiciones generales

Se enfrentan dos equipos compuestos por cuatro jugadores (tres + portero). Existen
tres comodines ofensivos (siempre juegan con el poseedor del balón), dos actúan en las bandas
mientras que el otro se mueve libremente dentro del área de juego. Se deberá hacer gol
rematando con la cabeza después de haber recibido un centro desde la banda. Con el fin de
que el ejercicio se asemeje al juego real y no derive en una sucesión de centros sin apenas ritmo
de juego, antes de llevar el
balón a banda será necesario
realizar tres pases como
mínimo. Siempre que el balón
salga fuera de los límites del
terreno de juego, el ejercicio
lo reanudará el portero que
corresponda. Las faltas que
se pudieran producir también
serán reanudadas por los
porteros.
El comodín que actúe
en la banda contraria podrá
incorporarse al segundo palo
para rematar. Así se crearán
situaciones de inferioridad
numérica en defensa (cinco
contra cuatro) que incrementen
tanto las posibilidades de
remate como el estrés del
equipo defensor.

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Primer partido

Se iniciará bajo las condiciones descritas con anterioridad, comenzando con el resultado de
empate a cero.

Segundo partido

Se introducen las siguientes modificaciones:

1. Resultado: El partido comenzará con el resultado de 2-0 a favor de uno de los dos equipos.
Se pretende entrenar la respuesta de los jugadores ante una situación favorable (equipo que
va ganando) o adversa (equipo que comienza con el resultado en contra) a falta de cinco
minutos de partido.

2. Factor sorpresa:
El árbitro (entrenador) podrá reanudar el juego cuando consideré oportuno en vez de los
porteros. El gol valdrá doble durante el último minuto de partido.

3. Utilización de recompensas y castigos: Los integrantes del equipo que pierda el partido
tendrán que realizar una progresión de 60 metros desde una zona delimitada con conos hasta
el área de juego inmediatamente antes de que comience el siguiente partido. En caso de
empate todos los jugadores tendrán que realizar la progresión.

4. Alteración de las condiciones biológicas de los jugadores: La tarea que se introduce en la


condición anterior sirve para alterar las condiciones biológicas de los jugadores antes del inicio
del siguiente partido.

Tercer partido

Las condiciones de este tercer partido serán las mismas que en el partido anterior, cambiando
únicamente el equipo con el resultado a favor.

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Cuarto partido

Se tratará de simular al máximo una situación real de juego. Este último partido se
considerará la vuelta de una eliminatoria de Copa, en la que el resultado a falta de cinco
minutos es 1-0 para el equipo local. En la ida, el resultado fue 2-0 a favor del equipo que
va perdiendo el partido de vuelta (visitante). Se deberá tener en cuenta el valor doble de los
goles en campo contrario.
El equipo visitante, que por el momento pasaría la eliminatoria, sufrirá alteraciones de
todo tipo:

1. El árbitro (un miembro de la plantilla en este caso) señalará faltas poco claras en su
contra.
2. En entrenador introducirá el balón en banda de forma imprevista para posibilitar el centro
del equipo local.
3. Otros integrantes de la plantilla que no estén actuando en el ejercicio tomarán el papel del
público local, animando a los suyos e increpando al equipo visitante.
4. Se reducirá el espacio de juego. Se acercarán las porterías de forma que el largo del
campo pase de 30 a 20 metros. Las dimensiones del terreno de juego son mínimas y el equipo
debe adaptarse a una presión constante ante la falta de espacio.
5. El equipo local tan sólo necesitará dos pases para que el balón llegue a línea de banda,
mientras que el equipo visitante seguirá necesitando tres pases.

Este último partido se podrá utilizar para realizar algún tipo entrenamiento
individualizado con un determinado futbolista. No será elegido al azar, sino que se escogerá
un jugador que haya sido amonestado en reiteradas ocasiones en los últimos partidos. Este
jugador formará parte del equipo visitante y será sometido a una presión constante. Se le
podrá amonestar por el mero hecho de rozar a un compañero o realizar una acción similar que
en condiciones normales no debería ser sancionada.

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COMENTARIOS FINALES

Debido a que en algunos ejercicios es muy probable que el jugador sufra y no se


divierta, estamos de acuerdo con Buceta (2000) en que, en general, el periodo de la semana
en que sería recomendable la realización de este tipo de trabajo, sería de lunes a miércoles.
La inminencia de la competición es una variable que tiende a elevar el nivel de activación
del futbolista, por lo que sobrecargarle de estrés en momentos en que se necesita una mayor
tranquilidad puede que no sea lo más idóneo. Sin embargo, en semanas en que el entrenador
perciba que los jugadores están demasiado confiados al enfrentarse a un rival muy inferior a
priori, puede ser muy útil realizarlos los días previos al partido.

Somos conscientes de las limitaciones de este tipo de trabajo, pero creemos firmemente
en que su incorporación en el entrenamiento integral del futbolista debe ser, sin duda, la vía de
acercamiento real y sin reticencias entre la psicología del deporte y una modalidad tan poco
abierta al cambio como el fútbol.

Finalmente, no hemos de olvidar que en fútbol de alta competición, aunque haya una
planificación del entrenamiento, en muchas ocasiones se actúa sobre causas, es decir, que si
un equipo, jugador o línea presenta determinado problema, se trabaja inmediatamente sobre
él para intentar solucionarlo. Así, se indican algunas situaciones concretas sobre las que, en
posteriores artículos, propondremos ejercicios de entrenamiento psicológico con balón para
intentar solucionarlas:

- Escaso acierto rematador de los delanteros.


- Defensa le cuesta sacar el balón jugado desde atrás.
- Equipo inseguro para aguantar los últimos minutos del partido con un marcador favorable.
- Equipo está recibiendo muchos goles de corner debido a que siempre hay un atacante que
remata solo.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Boillos D. (2006). La mentalización en el fútbol moderno. Guía práctica para entrenadores y


futbolistas. Biblioteca Nueva.

- Buceta J. M. (2000). Manual de Psicología. Nivel 2. Entrenador Regional de fútbol. Real


Federación Española de Fútbol. Escuela Nacional.

- De la Vega R. (2003). “La importancia de la concentración en el fútbol base: una perspectiva


aplicada”. Cuadernos de Psicología del Deporte, vol. 3, nº 2.

- De Miguel F. J. (2003). “Intervención psicológica en un equipo de baloncesto”. Revista de


Psicología del Deporte, vol. 12, nº 2.

- Díaz J. (2002). Psicología para los entrenamientos y competiciones en voleibol. En Joaquín


Dosil (Editor). El psicólogo del deporte. Asesoramiento e intervención. Síntesis.

- Landers, D. M., Wang M. Q. & Courtet T P. (1985). Peripheral narrowing among experienced
and inexperienced rifle shooters under low and high-estress conditions”, Research Quarterly,
56, 122-130.

- Orlick T. (2003). Entrenamiento mental. Paidotribo.

- Sanz A. y Guerrero A. (2005). Fútbol sala. Tareas significativas para el entrenamiento integrado.
Gymnos.

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David Boillos es
autor del libro: “La
mentalización en el
fútbol moderno”. Un
libro que el departamento
técnico de MC Sports os recomienda
sin duda alguna.

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