RESUMEN

La soya se ha utilizado desde hace miles de años en la nutrición del ser humano, considerada
una fuente alta de proteínas y grasa. Su aporte es esencial para el crecimiento del
organismo y la reparación de tejidos. Debido a esta composición proteica es utilizada para
fortificar productos a basa de cereales.
Las grasas presentan una fuente de energía. Se destaca por tener un alto contenido de ácido
linoleico siendo esencial para el crecimiento y mantenimiento de la piel. Los carbohidratos
en el grano, si como las vitaminas y minerales no son fuente abundante en el grano.
PROTEINA DE SOYA
La soja, originaria del norte y centro de
China, ha sido y continúa siendo un
alimento milenario de los pueblos de
Oriente. Hacia el año 3000 A.C. los chinos
ya la consideraban una de las cinco
semillas sagradas junto con el arroz, el
trigo, la cebada y el mijo. En la India se
promocionó su consumo a partir de 1735
y en el continente europeo se plantaron
las primeras semillas provenientes de
China en 1740 en Francia. Veinticinco
años más tarde, en 1765, se introdujo
desde China y vía Londres en el continente
americano, en Georgia, Estados Unidos.[1]
COMPONENTES, TIPO DE PROTEINAS,
SINTEZIS, USO EN ALIMENTOS Y
ESTRUCTURAS
La composición nutricional de la harina de
soja varía en función del tipo de haba y de
las características de los procesos de
troceado y descascarillado a los que se
somete para facilitar la extracción del
aceite (Karr-Lilienlahl et al., 2005). El
procesado previo de descascarillado del
haba puede originar partículas con
contenidos diferentes en fibra. Además,
en ocasiones, parte de la cascarilla
separada al inicio del proceso vuelve a ser
añadida a la harina, reduciendo el
contenido proteico y la digestibilidad de
los aminoácidos. El contenido en proteína
bruta (PB) varía entre 46,7 y 48,5% para la
harina de alta proteína y 43 y 45% para la
harina estándar, mientras los niveles de
Lys quedan comprendidos entre valores
de un 2,7 y un 3,0% (FEDNA, 2017). Sin
embargo, la composición química de la
harina de soja varía también en función de
la latitud de la zona de siembra, horas de
luz, climatología y condiciones
ambientales durante la época de
recolección (Goldflus et al., 2016; Thakur
y Hurburgh, 2007).
Las proteínas aisladas de soja tienen un
perfil idóneo de aminoácidos, con altos
niveles de aminoácidos ramificados,
18,1%, un 10,5% de glutamina, y 7,6% de
arginina, aunque las proporciones de
metionina, aminoácido esencial dador de
Azufre, necesario para iniciar reacciones
de síntesis proteica en los procesos de
recuperación, son algo escasas.[2]
RIESGOS A LA SALUD
Pobre asimilación del calcio Si padece
osteoporosis, tal vez deberías considerar
no incluir soya en tu dieta. Debido a su
alto contenido de ácido fítico, la soya
reduce la asimilación de calcio, magnesio,
cobre, hierro y zinc. Una alimentación
alta en fitatos ha ocasionado problemas
de crecimiento en los niños. 2. Interfiere
con la digestión Al contener inhibidores
de la tripsina, la soya interfiere con la
digestión de proteínas e incluso puede
ocasionar trastornos pancreáticos. 3.
Afecta la tiroides La soya también
contiene una sustancia llamada gorgojen,
un agente que bloquea la síntesis de
hormonas tiroideas y puede causar
hipotiroidismo y cáncer de tiroides. [3]
[1]: Schrimshaw NS. Fifty-five-year personal experience with human
nutrition world wide. Ann Rev Nutr 2007;27:1-18.
[2]: Sarwar G, Peace RW, Botting HG. Corrected relative net protein ratio
(CRNPR) method based on differences in rat and human requirements
for sulfur amino acids.
[3]: Young VR. Soy protein in relation to human protein and aminoacid
nutrition. J Am Diet Assoc 1991;91:828-835.
Provoca infertilidad por los fitoestrógenos
Los fitoestrógenos presentes en la soya
son estrógenos de origen vegetal que
imitan el funcionamiento de los de
nuestro cuerpo, por lo que la función
endocrina se puede ver afectada y, en el
peor de los casos, provocar infertilidad y
aumentar el riesgo de cáncer de mama. 5.
Tejidos sin oxígeno Otra de las peligrosas
sustancias presentes en la soya es la
hemaglutinina, la cual ocasiona que al
acumularse una gran cantidad de glóbulos
rojos, éstos ya no pueden absorber ni
distribuir adecuadamente el oxígeno a los
tejidos. 6. Afecta a los riñones Su alto
contenido de aluminio y manganeso
podría afectar tu metabolismo, por no
mencionar el daño a tus riñones y sistema
nervioso. [4]
RESOLUCIÓN DE LOS RIESGOS A LA
SALUD
Las proteínas de soja favorecen la síntesis
y secreción de Tirosina, que como hemos
visto cumple importantes funciones en la
síntesis de neurotransmisores y actúa en
la regulación del metabolismo basal y
aportan importantes concentraciones del
bioflavonoide daidzeina, que es una
sustancia que favorece la producción y
regulación de hormonas sexuales,
habiéndose comprobado sus efectos
positivos sobre el perfil de lípidos
sanguíneos (triglicéridos, colesterol), y los
procesos circulatorios. Los efectos
positivos de las proteínas de soja sobre los
niveles de colesterol están relacionados
con una disminución de la absorción de
éste desde las fuentes dietéticas, como la
yema de huevo, aunque ciertos
componentes de las proteínas de soja
como las saponinas, ácido fítico y el
mismo perfil de los aminoácidos que las
componen, puede también producir una
reducción de los niveles de colesterol. [5]
[4]: BRESSANI, R., The Role of Soybeans in Food Systems, J
[5]: DEL VALLE, F.R., Nutritional Quality of Soy Protein as
affected.Jam.58-487
CONCLUSIONES
1. Las características nutricionales y
nutraceúticas de la soya, así como su
bajo precio, hacen de ella una
alternativa saludable para enriquecer
la dieta de la población.
2. Resulta una buena fuente de
proteínas si se desea disminuir las
enfermedades causadas por la
ingesta de grasas saturadas.
3. El consumo de soja parece proteger
de la aparición de cáncer cuando es
consumida de forma continuada
durante toda la vida.
BIBLIOGRAFIA

1. Schrimshaw NS. Fifty-five-year personal experience with human nutrition world

wide. Ann Rev Nutr 2007;27:1-18.

2. Sarwar G, Peace RW, Botting HG. Corrected relative net protein ratio (CRNPR)
method based on differences in rat and human requirements for sulfur amino
acids.

3. Young VR. Soy protein in relation to human protein and aminoacid nutrition. J Am
Diet Assoc 1991;91:828-835

4. BRESSANI, R., The Role of Soybeans in Food Systems, J Am. Oil Chem.

5. DEL VALLE, F.R., Nutritional Quality of Soy Protein as affected.Jam.58-487