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En esta unidad analizaremos cómo el hecho histórico llamado “Revolución Industrial” influye en la sociedad
de esa época, por qué nace inicialmente en Inglaterra, la importancia que tuvo en su aparición el
cercamiento de los campos, y la diferencia que se establece entre Revolución Industrial y Proceso
Industrializador. Veremos, también, cómo surge un nuevo grupo social denominado el proletariado, los
problemas que le aquejan, las raíces del sindicalismo (las distintas manifestaciones, hasta llegar al primer
Sindicato Trade Unions). Además, abordaremos sintéticamente conceptos de los primeros autores clásicos
(Saint Simón, Comte, Spencer, Marx y Weber) que fundaron sus teorías a partir de lo que generó en la
sociedad este hecho paradigmático. Desarrollaremos la interpretación socio-determinista de Marglin sobre
el pasaje del putting out system al sistema fabril (del trabajo a domicilio a la fábrica). A continuación,
abordaremos la transformación de la sociedad industrial en post-industrial, sus principales características,
y, fundamentalmente, el crecimiento del sector servicios y la importancia creciente que adquiere el
conocimiento teórico, técnico y profesional. Por último, trataremos las tesis de Gershuny sobre el
crecimiento del auto-servicio.
Conocer los efectos de la Revolución Industrial sobre la forma de organización del trabajo.
Entender cómo la operan las tecnologías, los contextos sociales y económicos en la organización
del trabajo.
¿Qué es el industrialismo?
“La cuestión del trabajo se divide en dos partes: la organización particular del taller y la organización del
intercambio general de los productos”.*
La Sociología del Trabajo nace junto a la Sociología en general, a partir de los estudios que realizan sus
primeros autores clásicos, fundando teorías en el marco del creciente industrialismo originado con la
Revolución Industrial.
Por su importancia, los historiadores asemejan este hecho social a la Revolución Neolítica: aquella etapa
histórica donde el hombre comienza a cultivar la tierra, criar sus animales, desarrollar la ganadería e
iniciar la acumulación de su producción formando un excedente económico que intercambiará con otros
hombres, dejando, por lo tanto, de ser nómada para transformarse en sedentario.
Es decir, comienza la “civilización agrícola”, dejando atrás la era del Paleolítico, donde el hombre vivía de
la caza, la pesca y la recolección, y cuya economía podría caracterizarse como destructiva y depredadora.
Se da paso a una economía productiva y surgen las primeras civilizaciones.
En resumen, la Revolución del Neolítico y la Revolución Industrial son dos momentos decisivos en la
historia de la humanidad, porque sentaron las bases de transformación en la forma que el hombre
produce, utiliza sus fuentes de energía, multiplica su fuerza y se expande en el mundo.
*Manifiesto de los Delegados de las Corporaciones, junio de 1848. Tomado de “El Taller y el Cronómetro”, Benjamin Coriat, Ed. S.XXI,
2011.
* Sociólogo, filósofo y politicólogo germano-británico, uno de los autores de la teoría del conflicto social.
1. Contaba con paz interna, como resultado de la Revolución Gloriosa de 1688, en donde surge la
Monarquía Parlamentaria (una innovación para esa época).
2. Tenía en su haber grandes yacimientos de carbón (energía) y de hierro (máquinas).
3. Se produjo un crecimiento acelerado de la población (se reduce la mortalidad y mejoras en la
higiene aunque persisten enfermedades) que servirá de mano de obra de las industrias. Este
crecimiento demandará mayor cantidad de alimentos e impulsa al industrialismo.
4. Se desarrolló el transporte interno y el externo con sus colonias, donde extrajeron materias primas
para producir, contribuyendo a su gran flota mercantil.
5. Estuvo protegida por el aislamiento insular de las guerras continentales.
6. Sus instituciones bancarias eran sólidas lo cual facilitaba el acceso al crédito de los comerciantes.
7. Se generaron innovaciones técnicas. La máquina a vapor será aplicada en la industria textil, en los
transportes (barco, ferrocarril).
8. Se produjo una Revolución Agrícola: fue necesario para responder a la gran demanda de alimentos
por el crecimiento excesivo de la población.
Para que se produjera la Revolución Industrial, fue necesaria la renovación de las técnicas del trabajo
agrícola: la introducción de arado y la trilladora.
Esta reducción de la necesidad de brazos en el campo facilitó a los centros industriales la mano de obra
abundante y barata que necesitaba para impulsar el nuevo proceso industrial.
Con el aumento de la producción en la agricultura se pudo abastecer a las grandes ciudades, se elevaron
los precios de los cereales y se conformó un mercado interno ágil.
La producción industrial fue posible gracias a la acumulación de capitales que se generaron del campo (con
buenas cosechas y buenos precios).
En síntesis:
La Revolución Agrícola aportó alimentos en cantidad suficiente para abastecer la nueva demanda,
colaboró en la constitución de un mercado, y en la provisión de capitales y hombres (mano de obra).
La industria textil será pionera en las innovaciones técnicas: gracias a que distintas personalidades y
estudiosos de la época trabajaron e inventaron diferentes máquinas.
Las innovaciones técnicas enunciadas en los puntos 4, 5, y 6 resultaban físicamente muy pesadas, no
pudiendo instalarse en las casas de los trabajadores. Se necesitaban grandes edificios para instalarlas, así
comienza otra etapa para el trabajador.
Reunir a todos los trabajadores en el mismo lugar Un mayor control y vigilancia de los trabajadores
En 1712, Newcomen ideó una tosca, pero efectiva máquina que bombeaba el agua de las minas inglesas de
carbón.
Contrariamente a la opinión popular, la máquina vapor no originó la Revolución Industrial, sino que fue una
de sus máximas consecuencias. La máquina de Watt nunca se hubiera convertido en realidad sin la
demanda de efectivos medios que desarrollaran la industria textil. Esto hizo apresurar la industrialización
general.
El carbón y el hierro se consideraron a partir de entonces como productos de primera categoría, debido a
ello, determinaron una verdadera revolución en el transporte.
Se activaron casi ilimitadamente las diversas manufacturas, transformando a las naciones industrializadas
en las más ricas y poderosas del mundo. Antes de la creación de la máquina a vapor, las fábricas estaban
supeditadas a los vaivenes del clima, es decir, la producción de energía por medio del agua como factor de
propulsión dependía de las condiciones climáticas.
El pionero de la industria del hierro, John Wilkinson, junto a Henry Cort lograron grandes avances.
Los transportes utilizarán la máquina a vapor: George Stephenson (1825) aplica la máquina al ferrocarril, y
en 1829, aparece en escena la primera locomotora eficaz.
En primer lugar, su bajo potencial poblacional. En cuanto a la agricultura, apenas se produjeron cambios
en el campo antes de la revolución, perdurando la estructura feudal. A pesar de ello, en 1830 disponía de
una industria textil desarrollada. Con retrasos e inconvenientes, Francia repitió el modelo industrial
británico.
b - Más complejo fue el modelo alemán que hasta la segunda mitad del siglo XIX presentaba muchas
diferencias entre sus distintas zonas. Recién en 1871, la unificación política se completó. Entre los aspectos
positivos que contribuían a ese salto tecnológico se cuentan: su población en expansión y la abundancia de
hierro y carbón.
c - Estados Unidos, en la segunda mitad del siglo XIX, tendrá tres obstáculos para industrializarse: dominio
económico de la antigua metrópolis, escasez de mano de obra y ausencia de vías de comunicación. Entre
sus ventajas se señalan la de contar con inventores con talento y una fuerte inmigración.
Toynbee habla de “Revolución Industrial y Agraria”, ya que existieron cambios importantes en las
manufacturas, pero también los hubo, y de gran significación, en el plano de las transformaciones de las
condiciones de vida en las áreas agrícolas.
El enorme incremento de la renta de la tierra y de las ganancias de los agricultores representó una
gran revolución, un cambio en la balanza del poder político y en la posición relativa de las clases.
Los agricultores pasan a constituir una nueva clase, latifundistas, desde principios del Siglo XIX en
el que dejan de trabajar y vivir con sus trabajadores y adoptan nuevas pautas de consumo.
Algo parecido sucede en la industria, la nueva clase de grandes empresarios capitalistas hizo enormes
fortunas, no participaban en forma personal, o lo hacían escasamente en el trabajo de las fábricas, y no
conocían en persona a sus obreros.
Los viejos lazos personales son sustituidos por el vínculo del salario.
El Factory System (el sistema de fábrica) trastocó la sociedad, destacándose como principales figuras:
Uno de los hechos más significativos que desató la Revolución Industrial fue la creación del proletariado
industrial: grandes masas de trabajadores que lograron encontrar en la industria un medio de vida, aunque
altamente perjudicial en relación con las anteriores formas de vida, como se desprende de muchos textos
de la época.
En tal sentido, citamos, a continuación, las reflexiones del ingeniero alemán Max Eyth, luego de visitar
Manchester en plena Revolución Industrial:
“Sin embargo sería insensato echar la culpa de ello a la industria. La industria, y solo la industria, es el
único medio de mantener aquí a 500.000 almas, y a millones en Inglaterra, aunque no sea más que a ese
nivel de vida”.*
La disolución del orden feudal que garantizaba a todas las familias la explotación de sus tierras.
La irrupción de una mentalidad y práctica lucrativa en la agricultura que llevó a los cercados y
arrendamientos, expulsando a miles de trabajadores de su medio histórico de vida.
La introducción del régimen de asalariado.
La desaparición de los gremios artesanales, y con ellos, de la mayor parte de los trabajadores
artesanos.
La práctica del mercado libre y de la incipiente competencia internacional.
El incremento importante de la población.
Sobre esto último debemos señalar que influyó sobre manera en el proceso de proletarización, debido a
que los trabajadores excedentes se aglomeraban en los cinturones de las ciudades.
Así, Manchester pasó de 22.000 habitantes en 1770 a 350.000 en 1840, esto es, dieciséis veces más en
setenta años. La proletarización de la época en Inglaterra, incluía a adultos y niños; hombres y mujeres;
trabajadores de la industria y de otros sectores.
En tal sentido, los documentos de la época son explícitos en marcar la dureza y brutalidad del trabajo
minero. La proletarización, finalmente, se constituyó en un fenómeno universal, superando por tanto los
límites de Gran Bretaña, para introducirse en todas las regiones donde el industrialismo tuvo lugar. Sobre
ello reflexionarían los grandes pensadores de la época, como veremos luego.
No hay que olvidar que la mayoría de la gente provenía del campo, y que no estaban acostumbrados al
ritmo de vida de la ciudad, con el agregado de ser parte de un trabajo en un lugar nuevo (la fábrica) que
reglamentaba su vida laboral, que los controlaba y vigilaba.
Sobre esto, Hobsbawm señala: “en primer lugar todo trabajador tiene que aprender a trabajar de una
manera conveniente para la industria, por ejemplo con arreglo a un ritmo diario ininterrumpido,
completamente diferente del de las estaciones en el campo, o el del taller manual del artesano
independiente. También tiene que adaptarse a los estímulos pecuniarios”.
Etapa desorganizada, violenta como el movimiento Luddita*. Las máquinas son destruidas; se
considera que provocan todos los males que aquejan a los obreros. El gobierno los condena.
Libertad de asociación (1824). Surgen legislaciones para mujeres y niños.
Movimiento inglés cartista (reivindica no sólo derechos económicos, también políticos) (1830)
Primer Sindicato: Trade Unions
Toynbee señala que “los trabajadores recurren a la acción colectiva y los sindicatos comienzan una batalla
entre enemigos mortales”. La pobreza en Inglaterra a principios del siglo XIX se caracteriza por la subida
de precios, la emigración rural y el hambre del obrero. La situación cambiará a partir de 1846, porque
mejoran sensiblemente las condiciones de los obreros y su condición moral, también mejora el
relacionamiento de los obreros y patrones, y hacen su aparición de los sindicatos.
Una primera época de la Revolución Industrial, de libre competencia que genera riqueza sin
producir bienestar. Esta situación es altamente perjudicial para el obrero que irá en búsqueda de
soluciones; se generan, entonces, legislaciones y acciones colectivas.
Segunda época de la Revolución Industrial, se produce bienestar y armonía entre patrones y obreros,
aprenden a respetarse mutuamente.
*Con estos descubrimientos, la máquina no sólo entraba en competencia con la habilidad de los trabajadores manuales, sino que los
desplazaba. La reacción de muchos obreros fue violenta: destruir las máquinas y quemar las fábricas. Debido a esto, en 1769 se
promulgó una ley en Inglaterra para sancionar los asaltos a las máquinas y a las fábricas. Sin embargo, la prohibición legal no frenó
estas acciones: surgió, más destructor, el movimiento luddista (de Nedd Ludd, se presume nombre ficticio que los obreros le pusieron
a un imaginario líder, para no ser descubiertos), lo que ocasionó que se promulgara una nueva ley en 1812 por la que se imponía la
pena de muerte al que destruyera una máquina.
En la sociedad militar, decía este autor, las clases con más influencias eran las de los clérigos, militares y
señores feudales. Según sus tesis, la sociedad militar empieza a generar conflictos entre los propietarios y
quienes nada tienen.
Ante esa situación quienes toman las riendas de la sociedad son los intelectuales, quienes escudados
en el conocimiento científico, desplazan el papel de la religión en el avance social, y se catapultan como
armonizadores de las clases antagónicas.
Para Saint Simón los industriales (sustitutos de los señores feudales), debían integrarse a un Parlamento,
siendo éstos los encargados de ejecutar los planes desarrollados e ideados por los científicos.
Augusto Comte recoge las ideas de su maestro aunque las amplía y desarrolla de otra forma. Basándose en
la misma idea evolucionista, en su citada obra “Opuscules”, habla de una sociedad teológica y militar que
muere para dar entrada a otra científica e industrial.
En la primera, vuelve a reiterar la importancia que tenían los clérigos y militares. Luego coloca una fase
intermedia a la que llama “metafísica” en la que clérigos y juristas se reparten la mayor hegemonía; para
dar paso finalmente al estadio positivo, cuyo actor principal sería el industrial guiado, por supuesto, por los
dictados de la ciencia.
Spencer, por su lado, establece una doble tipología social: por un lado, distinguiendo según el grado de
complejidad, entre sociedades simples, compuestas, doble y triplemente compuestas. Por otro lado, las
distingue según el tipo de regulación interna, rescatando las sociedades militares y las industriales. Las
primeras se caracterizan por una regulación basada en el control compulsivo y coercitivo; y las segundas
por la cooperación voluntaria y el autocontrol.
Esta posición de Spencer se asemeja a los postulados de Durkheim, para quien las formas de división del
trabajo determinan el tipo de solidaridad que impera en la sociedad, y a través de ello, en el sistema
jurídico predominante. Esta tesis fue expuesta en su célebre “De la División del Trabajo Social”.
Allí indica que un primer tipo de sociedad, más arcaica, se caracteriza por una vida colectiva muy fuerte.
Al tipo de conciencia predominante allí le llama “solidaridad mecánica” o basada en la semejanza. Por el
contrario, una vez desarrollada la división del trabajo en la moderna sociedad, aparece una forma distinta
de solidaridad a la que llama “orgánica”, basada más en las diferencias que en las semejanzas, y que
implica una mayor interdependencia entre los sujetos, disminuyendo la importancia de la conciencia
colectiva.
Para Marx, por su parte, el análisis de la sociedad industrial adquiere características muy diferentes a las
desarrolladas por los anteriores autores. En efecto, el autor de “El Capital” sostendrá que lo característico
de esa sociedad es su carácter capitalista.
Para Marx, a través de su método materialista histórico, la sociedad feudal entró en crisis cuando se
constituyeron los antagonismos de clases en el ámbito de las relaciones de producción. Ello derivó en la
constitución de otro modo de producción al que llamó “capitalista”.
Marx nos dirá que el sistema productivo de una sociedad, las fuerzas de producción o tecnología y las
relaciones de producción o de clase que éstas hacen cristalizar constituyen la infraestructura determinante
de las demás formas sociales superestructurales (el sistema político, jurídico, cultural…)
El motor del cambio y la evolución social lo constituyen los antagonismos a nivel de relaciones de
producción, que hacen eclosión cuando las nuevas tecnologías ya no se corresponden con la estructura
social generada por formas menos avanzadas de desarrollo tecnológico.
Max Weber, por su lado, considerará que fenómenos como la aparición del estado moderno, la Reforma o
la Revolución Industrial sólo se pueden comprender en un ámbito más amplio que él llama “fenómeno de
racionalización de la vida”, en sus diversas vertientes: racionalidad económica, política, administrativa, y
cultural, entre otras.
En ese sentido, y como señala López Pintor, el capitalismo moderno aparece y se desarrolla como un
fenómeno de racionalidad económica (freno a la ambición desmedida y calculabilidad en las operaciones
económicas) que hace posible la extensión de la economía monetaria y se ve favorecido por la acción del
poder político en el marco de un sistema de autoridad legal racional así como impulsado por una ética
profesional y de los negocios que tiene raíces en la mentalidad y “ética protestante”.
Tanto la administración de los negocios como la de la cosa pública ha sido racionalizada en términos de
organización “burocrática”* y lo que el socialismo implica es una extensión de la burocracia del estado al
ámbito económico.
El libro publicado en 1944, “La Gran Transformación: Crítica del Liberalismo Económico” (The Great
Transformation: The Political and Economic Origins of Our Time) intenta explicar la gran crisis económica
y social con la que, desde principios del siglo XX, concluyó en Occidente un período relativamente largo de
paz y confianza en el librecambio. Concretamente, Polanyi busca las causas profundas de una amplia serie
de conflictos y turbulencias que incluye dos guerras mundiales, la caída del patrón oro o el surgimiento de
nuevos proyectos políticos totalitarios.
En último término, la gran transformación caracteriza al liberalismo económico como un proyecto utópico
cuya puesta en práctica habría destruido los cimientos materiales y políticos de la sociedad moderna.
Metodológicamente, La Gran Transformación une datos económicos, sociológicos y antropológicos para
analizar acontecimientos históricos de gran magnitud.
Comercio y mercado en los imperios antiguos:un aspecto importante del pensamiento de Polanyi es la
idea de que el Capitalismo no ha liberado una tendencia natural al intercambio, sino que ha dado lugar a
una sociedad históricamente exótica.
Para Polanyi, los aspectos institucionales son cruciales en toda economía, en la medida en que aseguran la
recurrencia de los movimientos económicos y dan unidad al sistema productivo.
*Forma de organización humana basada en las normas impersonales y la racionalidad, que garantiza la máxima eficiencia posible en el
logro de sus objetivos.
Principios para una Sociología del Trabajo
[Unidad 3: La Revolución Industrial y las consecuencias en la organización socio-económica del trabajo]
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Fernand Braudel nos dirá, en su “Dinámica del Capitalismo”, que el Capitalismo (la clase capitalista) es el
“visitante nocturno” de la sociedad, porque se nutre como un parásito y necesita durante cierto tiempo de
la estabilidad de las clases dominantes del feudalismo, para aprovechar sus imprevisiones, sus lujos y sus
linajes y apropiárselos.
“No existe una mirada confrontativa de clases solamente, el capitalista es acomodaticio nos dirá, y se
acomodará a las circunstancias, esperando la oportunidad, su oportunidad para asentarse como la clase
principal.”
Una sociedad de este tipo, derivada de la sociedad feudal a medias, es una sociedad en la que la propiedad
y los privilegios sociales se encuentran relativamente a salvo; las familias pueden disfrutar de aquellos con
relativa tranquilidad, al ser la propiedad sacrosanta y desear ellos que así sea.
El capitalismo destruye de esta manera ciertos bastiones de la sociedad anterior, para reconstruir otros en
su beneficio. Nos dice, por ejemplo, que el mercado y el intercambio siempre existieron, porque en la era
capitalista adquieren una significación que antes nunca tuvieron.
Desde el punto de vista metodológico, Braudel, que era discípulo de la Escuela de los Annales de Francia,
establecerá un cambio importante en la tradición historiográfica al romper con la historia de los hechos
políticos y centrarse en el largo plazo, y la interdependencia de las ciencias sociales, así como también, en
el análisis de la coyuntura para contraponer al sentido común y la realidad vivida en forma natural, los
procesos por los cuales se dan los acontecimientos y esos hechos se “viven”.
El análisis de Marglin
Estos interrogantes ilustran el enfrentamiento entre dos enfoques sobre el mundo del trabajo: el tecno-
determinismo y el socio-determinismo.
Quien adhiere a la posición tecno-determinista afirma que la naturaleza, el nivel y el ritmo del
cambio en la tecnología son los determinantes del tipo de relaciones sociales de trabajo.
Por el contrario, el partidario del socio - determinismo cree que son las relaciones sociales las que
inducen los cambios en la estructura tecnológica.
Efectos sociales del industrialismo. Del “putting out system” al “Factory System” (del trabajo a
domicilio al sistema fabril).
Su hipótesis central es que no fue por razones de superioridad técnica que los patronos adoptaron las dos
medidas decisivas que despojaron a los trabajadores de su control sobre el proceso de producción y sobre
el producto.
El putting out system (sistema de producción a domicilio y a pedido - el capitalista entrega materia
prima a artesanos y les encarga la fabricación de cierta cantidad de determinados productos que
posteriormente compra y se encarga de vender en el mercado).
El desarrollo de la organización centralizada y jerárquica que caracteriza al sistema fabril.
La organización jerárquica en la producción no fue inventada por el capitalismo. En los gremios artesanos
pre-capitalistas, la producción estaba organizada según una estricta jerarquía: dueño, compañero,
aprendiz. Pero esta jerarquía pre-capitalista difiere de la capitalista en tres aspectos:
La división del trabajo no nació con el capitalismo. La división social del trabajo siempre existió1. En
cuanto a la división técnica del trabajo2 también existía antes del advenimiento del capitalismo: en la
producción de paño, había tareas separadas controladas por especialistas. Las nuevas características que el
capitalismo imprimió a la división del trabajo fue la excesiva especialización y fragmentación de las tareas,
al punto que el capitalista se volvió coordinador del todo y, por lo tanto, indispensable.
Marglin discute con Adam Smith en cuanto a la superioridad técnica de la división del trabajo. Adam
Smith3 ostenía que la división capitalista del trabajo hizo su aparición por razones de su superioridad
tecnológica. Marglin parte de la base de que un método de producción es tecnológicamente superior si
crea más producto con los mismos factores.
Esto no sucede en la producción capitalista, en tanto suponiendo que el trabajo fuera el único factor en
juego, se logra una mayor producción pero a costa de una mayor intensificación del trabajo (más horas de
trabajo, mayor esfuerzo, condiciones de trabajo desagradables), es decir se logra más producto pero no
con igual dotación de factores.
No es necesario para adoptar un nuevo método de producción que sea tecnológicamente superior (como lo
afirma la lógica neo-clásica), la innovación también depende de las instituciones económicas y sociales de
los que controlan los medios de producción y de las imposiciones que lleva aparejado dicho control.
(DG Ícono de pregunta) ¿Por qué la división del trabajo en el putting out system arrastró consigo la
especialización y la separación de tareas?
Sin duda porque, para el capitalista, éste era el único medio de lograr que su papel fuera indispensable",
nos dirá Marglin.
Marglin intenta demostrar esta hipótesis con las siguientes evidencias históricas:
En una época apenas posterior al putting out system, Henry Ashworth Jr. defiende la
especialización como método de dominación. Elogiaba a un fabricante competidor, porque no
permitía a ninguno de sus empleados ni directores conocer los secretos de la mezcla y coste del
algodón para que nadie pudiera despojarlo de sus negocios.
Un hombre fabricó sandalias durante un tiempo y para aprender propiamente el oficio se contrató
en casa de un fabricante de sandalias. Este fabricante le enseñó los secretos del oficio, excepto el
arte de la compra del cuero. "Mi amigo hubiera podido aprender este aspecto capital del oficio de
haber dispuesto del millar de dólares necesarios. Incapaz de encontrar esa suma, no pudo jamás
instalarse por su cuenta".
Marglin opina que, un ejemplo indirecto para demostrar que la división capitalista del trabajo se instaló a
los efectos de "dividir para reinar", sería encontrar que no existe división parcelaria del trabajo en
situaciones donde el capitalista pueda reinar sin dividir. Y Marglin encuentra el ejemplo indirecto en la
industria del carbón en Inglaterra a principios del siglo XX.
El auge de la fábrica
La especialización parcelaria propia del putting out system hizo desaparecer el control del trabajador
sobre el producto. El control sobre el proceso de trabajo aún pertenecía al trabajador, en tanto, podía
decidir sobre la tecnología a usar, los métodos, el tiempo y la intensidad del trabajo. Esta libertad fue
arrebatada por la fábrica.
Marglin afirma que los historiadores de la economía suelen explicar el desarrollo de las fábricas por la
superioridad tecnológica de las máquinas, su elevado precio, sus altos requerimientos energéticos y muy
tangencialmente hablan de las ventajas que ofrece la fábrica en términos de disciplina y control. En
cambio, este autor cree que es falso atribuir una importancia fundamental al crecimiento del capital fijo y
a los elevados costos de los medios de producción en la explicación de la proletarización de la fuerza de
trabajo (como hacen los neo-clásicos)
La transformación del trabajador independiente en asalariado tuvo lugar antes que las máquinas
comenzaran a ser caras. Fue una consecuencia directa de la especialización de los seres humanos en las
tareas parcelarias y de las propias contradicciones del putting out system
La hipótesis que defiende Marglin es que "la concentración de los obreros en fábricas fue la consecuencia
lógica del putting out system (o si se prefiere, de sus contradicciones internas) y su éxito poco tenía que
ver con la superioridad tecnológica de las grandes máquinas. El secreto del éxito de la fábrica, la razón de
su adopción, es que arrebataba a los obreros y transfería a los capitalistas el control del proceso de
producción.”
1 Clasificación de los productores en agricultores, industriales, comerciantes, división del trabajo en profesiones.
2 Segmentación del proceso de trabajo en sí mismo. Se refiere a la división técnica para fabricar un mismo producto o brindar un
servicio específico.
3 Economista y filósofo escocés (1723-1790), su obra principal es “La riqueza de las naciones”.
Principios para una Sociología del Trabajo
[Unidad 3: La Revolución Industrial y las consecuencias en la organización socio-económica del trabajo]
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
¿Cómo se produjo históricamente el proceso de pasaje del putting out system a la fábrica?
Este proceso se extendió entre los siglos XVI y fines del XVIII.
La cooperación no tiende solamente a potenciar la fuerza productiva individual, sino a crear una fuerza
productiva nueva, con la necesaria característica de fuerza de masa. La cooperación aparece como una
forma específica del proceso capitalista de producción, que la distingue del proceso de producción de los
obreros aislados o de los maestros artesanos independientes. Es el primer cambio que experimenta el
proceso efectivo de trabajo al ser absorbido por el capital. La cooperación simple sigue siendo la forma
predominante de aquellas ramas de producción en las que el capital opera en gran escala, sin que en ellas
intervenga de un modo considerable la división del trabajo ni la maquinaria".1
heterogénea - concentra bajo la autoridad de un capitalista a diversos oficios artesanos por cuyas
manos tiene que pasar el producto hasta su terminación.
homogénea - reúne en el mismo local a artesanos que hacen el mismo trabajo o un trabajo
análogo2.
En ambos casos, el capitalista podía ejercer control sobre la materia prima y el tiempo de trabajo. Las
máquinas seguían siendo las mismas con las que el artesano trabajaba en su casa, no existía ninguna
superioridad tecnológica, pero sin duda la disciplina y la vigilancia podían disminuir los costos.
Ésa es precisamente la razón por la cual los patronos adoptaron el sistema fabril.
Según Andrew Ure, la dificultad principal con que tropezó Arkwright no fue la invención de un mecanismo
automático para estirar y torcer el algodón sino cómo enseñar a los hombres a trabajar de otra manera,
"deshacerse de la costumbre del trabajo desordenado e identificarse con la regularidad invariable del
autómata complejo. Dictar y poner en vigor un código eficaz de disciplina industrial, apropiado a las
necesidades de la gran producción, ésta fue la empresa hercúlea, la grandiosa obra de Arkwright."3
En documentos de la época, se cuenta que un director de fábrica -para vencer la obstinación de los
obreros- compró cuatro pañuelos y los colgó en sendas máquinas como prima y regalo para las obreras que
trabajaran más.
Para los capitalistas, entonces, fue difícil domesticar la fuerza de trabajo. Los primeros obreros fueron los
expulsados del campo, los niños huérfanos, vendidos por la Beneficencia, aquellos que no tenían opción.
También se recurrió a la ayuda estatal y de las leyes, por ejemplo la prohibición parlamentaria de los
talleres de telares: "ninguna persona que ejerza la profesión de pañero tendrá en su casa o en su posesión
más de un telar para tejer lana".
Disciplinar la fuerza de trabajo, para Marglin, no tenía que ver con la eficacia sino con el aumento de las
cantidades producidas aumentando el factor trabajo, siendo igual su productividad. Lo que existía, al
aumentar la vigilancia y el control, era una rebaja de los ingresos reales de los trabajadores (en
comparación con el putting out system) y su transferencia hacia los capitalistas.
Marglin no niega la importancia de los cambios tecnológicos, pero afirma que esos cambios no fueron
independientes del nacimiento de la industria. Por el contrario, la propia organización industrial "modelaba
y determinaba las formas particulares que adoptaba el cambio tecnológico".
Por ejemplo, el capitalista proporcionaba un mercado a las invenciones: inicialmente, un inventor obtenía
una patente y autorizaba a los fabricantes o a productores independientes a utilizar sus inventos, pero
mientras la producción se realizaba en los domicilios era difícil controlar los robos y fraudes con las
patentes. Era más fácil salvaguardar el derecho de autor si la producción se concentraba en las fábricas,
era de por sí un mercado más remunerador.
La disciplina y el control en las fábricas dieron lugar a que la producción fabril fuera más competitiva
que la producción doméstica, como consecuencia se arruinaron los artesanos que seguían trabajando a
domicilio. Aún así, y como forma de lucha contra la fábrica - aun ganando menos - persistieron unos
250.000 artesanos de algodón trabajando a domicilio hasta principios del siglo XIX.
El capitalismo industrial se fue apoderando de a poco del poder, por etapas y de manera irregular. A finales
del siglo XVIII, el proceso estaba terminado.
No basta con introducir nuevos equipos técnicos para realizar una transformación radical de las estructuras
y de los procesos productivos, pero no es menos cierto que esas transformaciones no habrían sido posibles,
y menos aun su mantenimiento en el tiempo, sin la sustentación dada por una base técnica constantemente
renovada.
En 1973, Daniel Bell editó: "El advenimiento de la sociedad post-industrial". En su introducción escribió una
tesis muy sugerente: "en los próximos 50 o 60 años, veremos la emergencia de lo que he llamado la
sociedad post-industrial”. Bell, vio que en la década de los 70's la sociedad norteamericana estaba viviendo
una transformación relevante: el pasaje de la sociedad industrial a la post-industrial y que esa
transformación - así como ocurrió con el industrialismo- se iba a extender a todo el planeta.
Bell afirma que la transformación que estaba ocurriendo era el cambio en "el principio axial1" de la
sociedad norteamericana. Para Bell, el concepto de principio axial se refería a la institución central de la
sociedad, "el marco organizante alrededor del cual se disponen las otras instituciones o el principio
energético que tiene una primacía lógica sobre los demás”. Entonces, el cambio de principio axial implica
el paso de la propiedad privada (principio axial del industrialismo) al conocimiento (principio axial de la
sociedad post-industrial).
El concepto de sociedad post-industrial se refiere a los cambios en la estructura social, es decir, a la forma
cómo se reestructura la economía, el sistema de empleo, la tecnología y la relación ciencia-tecnología.
Sector económico
El cambio de una economía productora de mercancías a otra productora de servicios.
Distribución ocupacional
La preeminencia de los profesionales y técnicos.
Principio axial
La centralidad del conocimiento teórico como fuente de innovación y formulación política de la
sociedad.
Orientación futura
Control de la tecnología y sus contribuciones.
Toma de decisiones
La creación de una nueva tecnología intelectual.
Economía de servicios
La característica más simple de una sociedad post-industrial es que la mayor parte de la fuerza de trabajo
está ocupada en los servicios (comercio, finanzas, transporte, salud, educación, recreación, servicios
personales, investigación, gobierno, entre otros).
Bell observó que, en 1960, la distribución de la fuerza de trabajo en Asia-África concentraba un 70% en el
sector primario, 9% en el sector secundario y 14% en el terciario, diferenciándose claramente de regiones
más industrializadas como Europa y Estados Unidos.
África 77 9 14
Europa Occidental 14 45 41
Según este cuadro, las cifras demuestran que Estados Unidos, ya en la década de los años 60, era la única
economía en el mundo que ocupaba más de la mitad de su fuerza de trabajo en los servicios.
Pero, según aclara Bell, el hecho que una alta proporción de la fuerza de trabajo esté ocupada en los
servicios no alcanza para afirmar que la sociedad es post-industrial, de hecho muchas sociedades agrarias
pueden tener un elevado porcentaje de personas ocupadas en los servicios, en servicio doméstico, por
ejemplo.
También es cierto que en las sociedades industriales, como consecuencia del crecimiento de la
industrialización, crecen los servicios auxiliares a la producción (el transporte y la distribución de
productos, entre otros). En las sociedades post-industriales se pone el acento en un tipo particular de
servicios.
Bell afirma categóricamente que cuando se produce el crecimiento de esta última categoría es que nos
encontramos frente a una sociedad post-industrial. Porque al mismo tiempo se expande una nueva
“inteliguentsia”, en las universidades, en las organizaciones de investigación, las profesiones y el gobierno.
1- Bell hace referencia a los principios axiales como patrones de comportamiento social, por ejemplo, un principio axial de la
economía industrial es economizar.
2 - Alude a es una clase social compuesta por personas involucradas en complejas actividades mentales y creativas orientadas al
desarrollo y la diseminación de la cultura, incluyendo intelectuales y grupos sociales cercanos a ellos.
Uno de los cambios más extraordinarios de los últimos cien años ha sido no sólo la difusión del trabajo
industrial, sino también, la desaparición simultánea del campesinado.
El lugar del campesinado lo ha ocupado el trabajador industrial, cuyas luchas han caracterizado buena
parte de las relaciones sociales del siglo XX. No obstante ello, a medida que pasa el tiempo, Bell es de la
idea que el trabajador industrial irá desapareciendo, y el conjunto de su fuerza de trabajo “será tan
pequeña como la proporción actual de los agricultores”. Es el pasaje de los trabajadores de cuello azul a
los de cuello blanco, o dicho en otros términos, el surgimiento de un potente sector de servicios que para
Bell caracteriza a la sociedad post-industrial. Dentro de ellos, el autor da gran importancia a los
profesionales y técnicos, los que –intuye– serán el grupo ocupacional más extenso a fines de siglo XX.
En la década de los años 70, en Estados Unidos, los trabajadores de cuello blanco (profesionales, técnicos,
gerentes, oficinistas) superaron a los de cuello azul (artesanos, capataces, obreros, granjeros) en una
proporción de cinco a cuatro. Bell resalta que la tasa de crecimiento en una década de los científicos e
ingenieros fue el triple de la tasa de la población obrera.
Esto es impensable desde los inicios del siglo XX, la máquina de vapor sólo podía provenir de ingenieros con
conocimientos teóricos de física y matemáticas. Esta tendencia se agudiza en la sociedad post-industrial.
Han surgido industrias basadas en la ciencia, en conocimientos teóricos (computadoras, electrónica, óptica,
polímeros). Por ejemplo, las computadoras no existirían sin los estudios de la física de los sólidos.
El conocimiento teórico se convierte cada vez más en el recurso estratégico, el principio axial de la
sociedad post-industrial, y las universidades, las organizaciones de investigación y las instituciones
intelectuales -donde el conocimiento teórico se codifica y enriquece- son las instituciones axiales de la
sociedad post-industrial.
Bell sostenía que una nueva fase en la historia sería la anticipación consciente y planificada del cambio
tecnológico. En tanto, el desarrollo tecnológico puede generar efectos indeseados, Bell sostenía que era
posible y necesario controlarlo, y como consecuencia disminuir la indeterminación sobre el futuro. Para
realizar tal control, Bell creía que bastaba con un mecanismo político que tuviera como objetivo la
realización de estudios de valoración tecnológica y la determinación de criterios para la regulación de las
nuevas tecnologías.
Creación de una nueva tecnología intelectual para el control de sistemas de gran escala.
En los siglos XVIII y XIX, los científicos aprendieron a manejar problemas de dos variables (por ejemplo en
la economía neoclásica: oferta y demanda). Con el progreso de las ciencias los problemas se fueron
complejizando y deben considerarse numerosas variables. Su solución fue posible, entre otros, por los
avances en estadística y en teoría de los juegos. Se trata de sistemas complejos, de numerosas variables,
de naturaleza contra-intuitiva, las causas efectivas de un problema pueden estar ocultas o alejadas en el
tiempo o no ser reconocidas de inmediato. Como consecuencia, la toma de decisiones debe ser técnica y no
ideológica.
El cuadro siguiente sintetiza las principales características de las sociedades pre- industrial, industrial y
post-industrial:
Según Bell, el problema económico clave de las sociedades industriales ha sido cómo lograr suficiente
capital con destino a la inversión.
El lugar privilegiado para las relaciones sociales ha sido la empresa; y el problema social más importante,
el conflicto entre empresarios y trabajadores.
En la sociedad post-industrial, el problema clave es la organización de la ciencia y la institución primordial
la universidad o los institutos de investigación. El problema aquí será el gobierno de una economía de
bienestar independiente del mercado.
En el siglo XIX y principios del siglo XX, la fuerza de las naciones consistía en su capacidad industrial, cuyo
índice clave era la producción de acero. Luego de la Segunda Guerra Mundial, la capacidad científica de un
país es determinante en su potencia y energía, la investigación y el desarrollo han sustituido al acero como
medida comparativa de la fuerza de las potencias.
La sociedad pre-industrial es un juego contra la naturaleza, sus recursos provienen de las industrias
extractivas. La sociedad industrial es un juego contra la naturaleza fabricada que se centra en la relación
ser humano-máquina y utiliza la energía para transformar el medio ambiente natural en un medio ambiente
técnico.
En cambio, la sociedad post-industrial es un juego entre personas. Lo que cuenta no es la fuerza bruta, o
la energía, sino la información. La persona clave es el profesional, pues está equipado, por su educación y
preparación, para proporcionar los tipos de especialización cuya demanda aumenta.
Por su lado Alvin Toffler, en su best-seller, “La tercera ola”, presenta una tesis similar a la de Bell en
cuanto a que distingue tres grandes etapas en la historia de la humanidad, que describe como verdaderas
“olas” humanas.
La primera ola de cambio habría sido la “Revolución Agrícola”, que según el autor llegó a tardar
miles de años para implementarse. La Era de la primera ola habría comenzado hacia el 8000 AC, y
dominó el planeta hasta los años 1650-1750.
La segunda ola es la relacionada a la Revolución Industrial, y llevó sólo tres siglos. Habría
comenzado justamente a partir de los siglos XVII y XVIII, con el nacimiento de la “civilización
industrial”.
La tercera ola, por su lado, es la que está penetrando con suma rapidez en las sociedades actuales,
haciendo emerger una nueva civilización que por sus características en diversos planos no
merecería llamarse “post-industrial”, como prefiere Bell, ya que términos como ese, se centran en
un solo factor.
El punto de inflexión histórico llegó a los Estados Unidos de América, alrededor de 1955, la década en que
el número de ocupados en los servicios superó a los ocupados en la industria. Esa década, además,
presenció la generalizada introducción del computador, los vuelos comerciales a reactores, la píldora para
el control de la natalidad, etc. Otro gran hito según Toffler –y de acuerdo con la mayor parte de los
analistas en la materia– fue la constitución de la OPEP*, con el consiguiente aumento de los precios del
petróleo a partir de 1973. Este hecho, para Toffler, unido a las condiciones del planeta obligará a las
empresas a constituirse en base al modelo de la “tercera ola”, esto es, con bajo consumo energético y uso
de energías alternativas.
“La tercera ola trae consigo una forma de vida auténticamente nueva basada en
fuentes de energía diversificadas y renovables; en métodos de producción que
hacen resultar anticuadas las cadenas de montaje de la gran mayoría de las
fábricas; en nuevas familias no nucleares; en una nueva institución que
podríamos llamar el 'hogar electrónico'; y en escuelas y corporaciones del futuro
radicalmente modificadas.”
En el plano productivo, la tercera ola supera la producción en serie, típica de la segunda ola. La producción
en serie estará destinada a los países menos desarrollados, concentrándose en los países ricos la producción
en pequeñas series que dependen de mano de obra muy especializada y tecnología de punta.
Cuatro grupos de industrias serán el centro de desarrollo y configuran lo que este autor llama la Tecnósfera
de la tercera ola:
Según Toffler, en el plano económico, el mayor impacto de la tercera ola, es el pasaje del “sector B de la
economía”, predominante en la segunda ola, hacia el sector A.
“Vistas así las cosas, ahora podemos decir que durante la primera ola el Sector A, basado en la producción
para el uso, era enorme, mientras que el Sector B era mínimo. Durante la segunda ola ocurría lo
contrario. De hecho, la producción de bienes y servicios para el mercado se multiplicó en un grado tal, que
los economistas de la segunda ola olvidaron virtualmente la existencia del sector A. La palabra misma de
'economía' fue definida de manera que quedaban excluidas todas las formas de trabajo o producción no
destinadas al mercado...”
Surge así la figura del “prosumidor” (consumidor y productor a la vez), típica de la tercera ola y el
mercado comenzó a perder la centralidad que tenía durante la segunda ola. En esta última fase
mencionada de la historia, la universalización del sistema mercantil se consiguió realizar de tres maneras:
Finalmente, Toffler señala que conforme se complejizaron las sociedades, se multiplicaron las
transacciones necesarias para unir el productor con el consumidor, dando origen a más instituciones
vinculadas al “sistema”.
Estos mecanismos estarían llegando a sus límites, y la tercera ola se prepararía para la primera civilización
de “transmercado” de la historia. Transmercado significa que supera al mercado, que está más allá de él y
de su relación constitutiva, que es en esencia un productor que produce mercancías para otro, quien a su
vez es un consumidor que las compra en el mercado, pero al mismo tiempo es productor de otras
mercancías o servicios que, a su vez, son comprados por otro consumidor, y así sucesivamente.
Este modelo, según Toffler, está agotado. El famoso y actual “hágalo-usted-mismo” es una forma de
trasladar el costo de producción desde la empresa hacia el consumidor, pero también, y dada su masividad,
tanto en bienes como servicios, está modificando la relación entre productor y consumidor. No sólo se
consume en un supermercado, también se produce al llevar uno mismo el carrito, bajar los artículos de la
góndola, entre otras cosas. Esta incorporación del consumidor como productor extiende los límites de la
empresa, porque incorpora de forma no declarada, a los consumidores como trabajadores.
Es indudable que hay, de parte del consumidor, en este nuevo esquema, la sensación de libertad, de toma
de decisión al comprar, que se diferencia de esquemas anteriores de comercialización.
Actividad - Foro
Repensemos:
“La tercera ola trae consigo una forma de vida auténticamente nueva basada en fuentes de energía
diversificadas y refovables; en métodos de producción que hacen resultar anticuadas las cadenas de
montaje de la gran mayoría de las fábricas; en nuevas familias no nucleares; en una nueva institución que
podríamos llamar el 'hogar electrónico'; y en escuelas y corporaciones del futuro radicalmente
modificadas.”
Si reflexionamos acerca de nuestra vida en el siglo XXI, contamos con elementos experienciales para
refutar o no con la expresión de Toffler. Le proponemos debatirlos en este espacio a partir de distintas
experiencias sobre las cuales basar un argumento si está de acuerdo, o por el contrario, de refutación.
La Humanidad pasó por una etapa de pastoreo, a otra agrícola, y luego artesanal. En el siglo XVIII, con las
fábricas, surge una sociedad industrial donde el empresario ocupa el papel del terrateniente; y los obreros
comienzan a transformarse en una clase social cada vez más numerosa, aglutinados en cada vez mayores
ciudades con grandes fábricas donde a todos correspondía realizar tareas más o menos simples y rutinarias.
De este modo, la actividad industrial fue creciendo notablemente, hasta que las sociedades más avanzadas
vieron como empezaban a crearse mayor cantidad de puestos de trabajo en el sector de servicios.
En gran medida, ese pasaje del empleo industrial al empleo en el sector de los servicios se debió a la
mayor productividad generada en la industria, fruto del surgimiento de la automatización. Hasta que ello
no sucedió, los trabajadores desplazados del medio rural encontraron en el sector industrial su medio de
subsistencia. Al menos eso fue lo que sucedió en Europa.
En América Latina, en cambio, no todos los desplazados del medio rural lograron un espacio en el medio
urbano, y tal cual lo sucedido en Inglaterra en los comienzos de la Revolución Industrial, las ciudades
latinoamericanas vieron crecer en forma alarmante los cinturones de pobreza, generando las primeras
“favelas”, “cantegriles” y “villas miserias” en el continente. Aquellos que lograron insertarse en el medio
fabril, luego de unos inicios con condiciones de trabajo muy malas, como fue reseñado, fueron logrando a
medida que pasaba el tiempo, mejores condiciones para el trabajo, teniendo los sindicatos un rol
fundamental en ese proceso.
Las sociedades que lograron conformar un mercado fabril importante, con aumento considerable de los
ingresos, fueron desarrollando tecnologías cada vez más productivas, que señalarían un lento pasaje hacia
otro estadio que como Bell, algunos autores dieron en llamar “post-industrial”. En estas sociedades las
“nuevas tecnologías” han transformado al “Factory System”.1
Definiendo a la tecnología como un saber operativo o saber-hacer (know how) circunscripta y legitimada
por un know that que corresponde a las creencias, valores y normas de una sociedad concreta, podemos
señalar la existencia de cuatro grandes estadios tecnológicos2:
Es propio de las sociedades identificadas por la producción agraria, ya sea de tipo clásica, esclavista o
feudal. En este caso, la tecnología está vinculada a las pautas culturales, la religión, lo mágico y lo ritual.
La transmisión se realiza por los canales tradicionales de la familia. Por lo general, el cambio tecnológico
en estas sociedades implica el cambio en las pautas culturales que lo legitiman.
2. El estadio artesanal
Se produce una modificación cultural en lo que concierne a las relaciones del ser humano con la naturaleza
y la posibilidad de controlarla en una mínima medida. Surgen saberes compartidos que logran una primera
especialización, con su correspondiente división del trabajo. Las calificaciones son aprendidas en el mismo
proceso de socialización laboral. Ello supone la constitución de roles de aprendices y maestros, entre los
cuales girará la formación de los oficios.
3. El estadio tecnológico-artesanal
El Factory System altera las formas tecnológicas del saber, tanto en lo que respecta a su creación como a
su transmisión. El proceso de trabajo y producción se desenvuelve con el objeto de obtener una ganancia
que permita la maximización de la relación costos-beneficios. A diferencia de las sociedades anteriores, los
saberes tecnológicos aparecen altamente diferenciados del resto de los saberes sociales. Ligado a ello,
para comprender y dominar la tecnología, ya no bastará con la socialización familiar y laboral; sino que se
Comienza con el surgimiento de las “nuevas tecnologías”, las que suponen un desligamiento conceptual y
material entre herramientas y saberes, son tecnologías especializadas en manejo racionalizado de
información. La ciencia y la tecnología se convierten en un requisito fundamental para la competitividad
económica. Se catapulta como el factor de producción más importante para satisfacer mayores y mejores
niveles de producción. En el plano ocupacional, cobra progresiva importancia del sector “cuaternario”,
integrado por aquellos cuya función primera es la producción de información: creación, tratamiento,
propagación difusión e infraestructura de la información.
1 - Es necesario aclarar que hacia este estadio no se dirigieron todas las sociedades. No es posible afirmar, incluso, que la mayoría del
mundo vive en sociedades post-industriales, con problemas “post-industriales”. Por el contrario, de los 2.500 millones de trabajadores
sobre fines del siglo XX, 1.400 viven en países de ingreso bajo, donde el 61% de la población aún continúa viviendo y trabajando en el
medio rural.
2 - Herrera. G.: “Cambio y modernización: cuatro tipos ideales de estadios tecnológicos”, Santiago, Postgrado PET, 1993.
El sector servicios fue considerado, desde las primeras clasificaciones, como algo residual y de cierta forma
negativo (produce productos no materiales, que no se pueden almacenar, etc.). Las definiciones han sido
por lo general muy poco específicas.
El Dictionary of Business and Economics señala que: “las industrias de servicios son las que producen
servicios y no bienes. El objeto de estas industrias de servicios es el transporte, la comercialización, las
finanzas, los seguros”. Igualmente ambigua resulta la definición por la que opta el Dictionary of Modern
Economics, para el cual “los servicios hacen referencia algunas veces a bienes intangibles (y) una de sus
principales características es que en general coincide el momento de su producción con el de su consumo”.
Otro ejemplo de tal ambigüedad nos lo ofrece el Penguin Dictionary of Economics, donde se menciona que
“los servicios afectan a la producción y al consumo de bienes, son intangibles, y se caracterizan porque
pueden consumirse al mismo tiempo que se producen. Las actividades de servicios suelen ser
frecuentemente intensivas en la utilización de fuerza de trabajo”2.
Según Gershuny y Miles, el concepto "servicios" puede tener cuatro acepciones distintas:
Empresas de servicios
Empresas cuyo producto final es un bien intangible o no duradero, un producto no material.
Funciones de servicio
Hay funciones que entrañan la intervención de personas en la prestación de servicios, pero la
misma puede producirse fuera del marco de la economía monetaria (y no reflejarse en las
estadísticas): las entidades benéficas, las unidades familiares y los individuos pueden producir sus
propias funciones finales de servicio en su tiempo libre.
Principios para una Sociología del Trabajo
[Unidad 3: La Revolución Industrial y las consecuencias en la organización socio-económica del trabajo]
Pág. 88
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL
Gershuny y Miles se basan en la clasificación de servicios de Browning y Singelmann (1978) que los dividen
en cuatro:
Entendiendo a los servicios como un sector dentro de la economía podemos remitirnos a la clasificación de
Colin Clark1
Gershuny y Miles afirman que el crecimiento de los servicios puede deberse a tres razones:
Entonces…
¿Por qué la productividad del sector terciario es menor a los otros?
Los factores fundamentales que inhiben la aplicación de nuevas tecnologías a los servicios es:
Las condiciones inmediatas de producción, especialmente con la escasa densidad de capital de los
servicios o con la escasa calificación de los trabajadores, los salarios relativamente bajos
percibidos por éstos.
Las características organizativas de las ramas de servicios, incluidos sus habituales niveles
reducidos de concentración económica y la mayor presencia en ese sector de la economía de
organismos públicos y de pequeñas empresas y trabajadores autónomos.
La especial naturaleza de los productos en forma de servicios, porque muchos servicios implican
relaciones humanas, una eficiente atención al cliente.
La propuesta tradicional de la ciencia económica es que el desarrollo económico provoca una expansión del
sector de servicios finales y, por otro lado, a medida que la complejidad de las técnicas de producción
aumenta, esas técnicas requieren de un volumen mayor de servicios intermedios. El grado de innovación
técnica en el sector de servicios es menor, por lo que su tasa de productividad es menor y, por lo tanto, el
empleo en el sector tiende a aumentar.
En tanto el sector de servicios tiene una tasa de incremento de la productividad del trabajo menor que la
de la industria fabril, se produciría un aumento de los precios de los servicios en relación con los demás
sectores de la economía.
“La combinación del aumento de la demanda de los servicios como consecuencia del aumento de los
ingresos y la imposibilidad de incrementar directamente la productividad laboral tienden a
transformar las pautas de consumo en dirección al autoservicio.”
El aumento de precios de las empresas productoras de servicios induciría a los usuarios a intentar obtener
funciones de servicio recurriendo a nuevos procedimientos que exigen solamente una intervención
indirecta de las empresas productoras de servicios finales o permiten prescindir enteramente de esa
intervención: la tendencia al auto-servicio.
1 - Estas y otras definiciones pueden encontrarse en García, C. y Sanz, L.: “Conceptos y clasificaciones en la economía de los
servicios”, Zona Abierta N° 65/66, Madrid, Ed. Pablo Iglesias, 1993, pág. 7-47.
2 - Estadístico australiano, publicó en 1939 su obra Conditions of Economic Growth que es un compendio de datos económicos
mundiales, yen el que marcaba ya la diferencia entre países ricos y pobres.
3 - Los autores concuerdan en este punto con Ernst Engel quien afirma que el desarrollo industrial genera mayor renta y por tanto
mayor demanda. En ese marco, la demanda de servicios va en aumento.
La inversión en bienes de equipamiento de las personas o unidades familiares que quieren obtener
el servicio (por ejemplo, automóviles, aparatos de TV) y la consiguiente compra de productos
materiales.
La inversión colectiva en infraestructura física (soporte físico), por ejemplo carreteras, redes de
radiodifusión.
La realización de actividades que no entrañan una producción física (elaboración de programas de
TV, por ejemplo) y la prestación de servicios intermedios a los consumidores (servicios de
mantenimiento y reparación de electrodomésticos).
Un trabajo no estructurado y no retribuido, que junto a los tres componentes anteriores permite
obtener las funciones de servicios finales.
Muchos analistas consideran que el desarrollo de la informática en los hogares posibilitará también el
autoservicio en los sectores de la educación, la salud, el autoabastecimiento y la utilización del tiempo
libre. Es destacable el desarrollo del servicio de compra en supermercados por Internet, además, por este
medio, el turista puede reservar hoteles, alquilar un coche y pagar por adelantado un tour, sin necesidad
de asistir a una agencia de viajes.
Otra de las formas que adopta el autoservicio tiene lugar cuando el producto en forma de servicio
incorpora la participación activa del consumidor, que constituiría un trabajo no estructurado ni retribuido.
Algunos ejemplos:
Este trabajo que realiza el consumidor constituye para las empresas de servicio no solamente
ahorro de personal, sino la posibilidad de sustituir trabajo calificado por no calificado y, por lo
tanto, pagar menores salarios.
En los restaurantes de comidas rápidas, se produce ahorro en mozos, cocineros, jefes de cocina;
trabajos de cierto nivel de calificaciones que se cambian por mayor cantidad de personal de
barra, limpiadores y lavaplatos, tareas que deben desempeñar todos, y para las cuáles se
requiere muy poca capacitación. Esto permite, entonces, brindar empleo a trabajadores
temporales, u otros que –como los estudiantes– tienen una movilidad laboral muy alta.
* Para una comprensión más clara de la relación precio-demanda, se sugiere visitar el siguiente sitio:
http://www.aulafacil.com/Microeconomia/Lecciones/Lecc-7.htm
En esta unidad hemos presentado las características de la Revolución Industrial que sentó las bases de
transformación en la producción del hombre. Vimos las consecuencias que ha producido este hecho
histórico en la organización social del trabajo. Asimismo, hicimos un recorrido por la historia de la
producción del hombre. Abordamos, también, los conceptos de los grandes pensadores clásicos que
fundamentaron sus teorías a partir del paradigma mencionado. Descubrimos la interpretación de Marglin
sobre el pasaje del putting out system al sistema fabril y su análisis de la organización económica y social.
La transformación de la sociedad industrial en post-industrial, sus características y el crecimiento de los
servicios a partir del avance del conocimiento técnico-profesional. Y, por último, conocimos el
pensamiento de Gershuny sobre el crecimiento del auto-servicio.
Para finalizar esta unidad, le presentamos un mapa conceptual que sintetiza el recorrido realizado.