Certificado de Reintegración La celebración

Los suscritos afirmamos, que el día _________________________________

el señor / la señora ________________________________________________ de la reintegración

fue reintegrado/a a la Iglesia Católica.

Al mismo tiempo se realizaron su

 Bautismo a la Iglesia Católica
 Primera Comunión
 Confirmación
 Matrimonio católico
 Confirmación del matrimonio
 Convalidación del matrimonio
(marcar lo que es el caso y borrar lo que no es el caso).

Esta celebración se realizó en el templo de _____________________________

de la parroquia de ________________________________________________.

Testigos fueron:
_____________________________________ de ________________________

y ____________________________________ de _______________________.

Confirmamos este hecho con nuestra firma, a los __ días del mes de _________

del año _________________________________________________________.

(Sello)

________________________ ______________________
(Párroco) (Candidato)

________________________ ______________________
(Testigo) (Testigo)
(Sello) Centro Diocesano de Catequistas
________________________ ______________________
(Autoridad) (Autoridad) Tarapaya – Potosí – Bolivia
 Introducción
¿Qué haremos con las personas que habían sido de
las sectas y quieren volver a la Iglesia Católica?
Muchas veces se presenta esta situación, y algunos
catequistas nos pidieron algún material para dar una
respuesta que sea buena para todas las partes.
Al investigar y estudiar un poco el asunto, nos di-
mos cuenta de que no es fácil contestar la pregunta:
Las situaciones y motivaciones en cada caso pueden
ser muy diversas y es necesario hacer justicia a to-
das las partes. Se consultó a muchas personas en va-
rias reuniones de agentes de pastoral y de catequis-
tas en la Zona Centro y se discutió ampliamente
asunto.
El folleto que ahora estamos presentando tiene el
carácter de propuesta. En cada caso habrá que estu-
diar con todos los implicados qué es lo que real-
mente necesario. Quizá, con el tiempo, este folleto
se puede ir mejorando y enriqueciendo con la ex-
periencia de los y las catequistas que los emplean.
Que sea un aporte al gran ideal con el que sonó el
Señor: “Que todos sean uno” (Jn 17,21).
Tarapaya, 4 de febrero de 2002.
Esteban y Ursula Silber
CENTRO DIOCESANO DE CATEQUISTAS
Capítulo I:
Preliminares
1. Este ritual de la celebración de la reintegración se puede aplicar para gente
que conscientemente ha dejado la Iglesia Católica para unirse a una secta u
otra iglesia y está dispuesta a volver a la Iglesia Católica. Reúne todos los
elementos que se precisan para una celebración completa. En muchos ca-
sos, será necesario adaptar este ritual a las necesidades de cada caso.
2. Es necesario tomar en cuenta las diferentes situaciones individuales: si un
candidato a la reintegración antes era catequista u otro miembro destacado
de la Iglesia Católica o no; si en la secta era un simple miembro o un líder;
el tiempo que estuvo fuera de la Iglesia Católica; los motivos que causaron
su salida de y a su retorno a la Iglesia Católica; la situación concreta de la
Iglesia Católica y las sectas en cada lugar. Según cada caso, el rito de la
reintegración puede contemplar más elementos celebrativos y de alegría o
de reconciliación y perdón, respectivamente. También el tiempo de prepa-
ración y prueba puede variar.
3. Considerando la situación de la comunidad, del candidato y su familia, se
puede realizar la celebración en una forma privada, con la presencia necesa-
ria del candidato, el párroco, los padrinos y – si es posible – las autoridades.
Tiempo de Preparación y de Prueba
4. Quienes desean volver a integrarse a la comunidad de la Iglesia Católica,
dentro de un buen tiempo (seis meses hasta un año) tienen que prepararse a
este paso y dar la prueba de que sinceramente tienen este deseo. Como pri-
mer paso, se presentan a la comunidad católica, al catequista y/o al párroco,
y son presentados en la celebración dominical.
5. De forma ideal, toda la familia o por lo menos los esposos piden la reinteg-
ración. Si los hijos todavía son menores de 10 años, se reintegran auto-
máticamente con sus padres; si ya cumplieron diez años de edad, también
ellos tienen que pedir la reintegración y prepararse junto a sus padres.
6. En caso de que sólo un miembro de una familia quiera reintegrarse a la
Iglesia Católica, el catequista y el párroco deben hablar cuidadosamente
 con los otros miembros de la familia, asegurando que el hecho de la rever-
sión no les cause divisiones y conflictos familiares.
7. Durante el tiempo de la preparación, los padrinos de bautismo o de matri-
monio (u otros padrinos) deben acompañar, aconsejar y corregir a los que
quieren volver a ser católicos. Dentro de la celebración de la reintegración
darán testimonio de este proceso.
8. Si se considera conveniente, se puede dividir el tiempo de preparación en
diferentes etapas, en las cuales se da cada vez más participación a los que
quieren reintegrarse: participación en la misa y en las celebraciones, partici-
par en las reuniones, admitirlos a leer las lecturas etc.
9. El catequista y los padrinos tienen que fijarse bien si el candidato ha
cumplido con todas sus obligaciones con la comunidad y si está dispuesto a
hacerlo en el futuro; caso contrario, no hay que admitirlo a la reintegración.
Información del Obispado
10. Durante el tiempo de preparación, se le informa al obispo del deseo del
candidato de reintegrarse a la Iglesia Católica, para que el obispo delegue
correctamente al párroco para todos los actos necesarios.
Remisión de Penas
11. Quien haya dejado por voluntad propia la comunidad de la Iglesia Católica,
ha incurrido en la pena de la excomunión. 1 “Los padres, o quienes hacen
sus veces, que entregan a sus hijos para que sean bautizados o educados en
una religión acatólica, deben ser castigados con una censura u otra pena jus-
ta.”2
12. Estas penas tienen que ser remitidas para la plena reintegración a la Iglesia
Católica. La remisión puede realizarse dentro de la misma celebración o en
la celebración de la confesión que le antecede. La remisión está reservada al
obispo o al párroco correctamente delegado.3
1 4
can. 1364 § 1 CIC: “El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión
latae sententiae, quedando firme lo prescrito en el c. 194 § 1, 2; el clérigo puede ser castigado
además con las penas enumeradas en el c. 1336 § 1,1-3.”
2 5
can. 1366 CIC
3 6
can. 1355 § 2 CIC
13. En el caso de que el candidato viva en un matrimonio que no puede ser
validado, se remite la excomunión “para el foro externo solamente”, pero se
mantiene la exclusión de los sacramentos.
Menores de edad
14. Menores de edad hasta los 14 años inclusive, necesitan para la reintegración
el consentimiento de sus padres o de los que hacen sus veces. Menores de
10 años son recibidos sin mayor celebración en la Iglesia; a partir de los 10
años de edad, se celebra de la misma forma como para los adultos.
15. Los menores que no hayan recibido Primera Comunión o Confirmación,
pueden recibirlas en la misma Celebración de la Reintegración.
Validez del Bautismo
16. En cuanto al bautismo del candidato, hay que distinguir diferentes casos:
I. Si el candidato fue bautizado en la Iglesia Católica, no se vuelve a
bautizar, aún en el caso de que se haya vuelto a bautizar según otro
rito.
II. Si el candidato todavía no ha sido bautizado según ningún rito, se lo
recibe a la Iglesia Católica con el bautismo de adultos.
III. Si el candidato ha sido bautizado validamente en una iglesia o co-
munidad no católica, no se vuelve a bautizar. 4 El bautismo de otras
iglesias es valido, si “consiste en sumergir en el agua al candidato o
derramar agua sobre su cabeza, pronunciando la invocación de la
Santísima Trinidad, es decir, del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo”5 y “con la intención de hacer lo que hace la Iglesia”6.
IV. Si el candidato fue bautizado en una secta con un rito no válido, y
no había recibido anteriormente en la Iglesia Católica el sacramento
del bautismo, se lo recibe a la Iglesia Católica con el bautismo de
adultos.
CatIC Nº 1280: “El Bautismo imprime en el alma un signo espiritual indeleble, el carácter,
que consagra al bautizado al culto de la religión cristiana. Por razón del carácter, el Bautismo
no puede ser reiterado (cf. DS 1609 y 1624).”
CatIC Nº 1278
DS 1617
 V. “Cuando hay duda sobre si alguien fue bautizado, o si el bautismo
fue administrado válidamente, y la duda persiste después de una
investigación cuidadosa, se le ha de bautizar bajo condición. Los
bautizados en una comunidad eclesial no católica, no deben ser bau-
tizados bajo condición, a no ser que haya un motivo serio para du-
dar de la validez de su bautismo, atendiendo tanto a la materia y a la
fórmula empleadas en su administración, como a la intención del
bautizado, si era adulto, y del ministro. Si, en los casos de que tratan
los §§ 1 y 2, hay duda sobre la administración del bautismo o sobre
su validez, no se debe administrar el sacramento antes de que se
haya enseñado la doctrina sobre el mismo a quien ha de recibirlo, si
es adulto, y se hayan manifestado a él, o a sus padres si se trata de
un infante, los motivos por los cuales es dudosa la validez del bau-
tismo anteriormente celebrado.”7
17. Si hay dudas sobre la validez del bautismo del candidato, infórmese al
obispo para que éste decida sobre el caso.
18. Si el candidato fue bautizado válidamente en una iglesia o comunidad no
católica, hay que dejar constancia del hecho en el libro de reversiones.
Confirmación
19. Si el candidato todavía no ha recibido el sacramento de la confirmación,
puede recibir la catequesis de la confirmación junto con la preparación a la
reintegración. Dentro de la Celebración de la Reintegración, el párroco, si
está correctamente delegado por el obispo8, puede administrar también el
sacramento.
Validez, convalidación y confirmación del matrimonio
20. En cuanto al matrimonio del candidato, también se distinguen diferentes ca-
sos:
I. Si el candidato se casó según el rito católico, antes de salir de la co-
munidad de la Iglesia Católica, el matrimonio sigue válido.
7 11
can. 869 CIC
8 12
can. 883 § 2 CIC
II. Si el candidato se casó, ya salido de la comunidad de la Iglesia
Católica, con un cónyuge católico según el rito católico o con
dispensa del mismo9, su matrimonio es válido.
III. Si el candidato era soltero y se casó después del 27 de noviembre de
1983, salido ya de la comunidad de la Iglesia Católica, según un rito
no católico o solamente por civil con un cónyuge también no católi-
co, su matrimonio es válido.10
IV. Si el candidato se casó, ya salido de la comunidad de la Iglesia
Católica, con un cónyuge católico sin observación del rito católico y
sin dispensa del mismo11, su matrimonio es inválido, pero puede ser
convalidado dentro de la misma Celebración de la Reintegración o
fuera de ella.
V. Si el candidato es divorciado de un matrimonio válido según las
disposiciones del derecho canónico, y se ha vuelto a casar, su segun-
do matrimonio es inválido y no puede ser convalidado. En este caso,
y en el caso de que el candidato esté divorciado y conviva en
concubinato, se aplica la segunda fórmula de la reintegración (“para
el foro externo solamente”).
21. En los casos II y III, se puede confirmar el matrimonio válido por parte de
la Iglesia Católica.
Inscripción en los libros
22. Para los candidatos que fueron bautizados en la Iglesia Católica, es necesa-
rio inscribir su reintegración en el libro en el que fue anotado su bautismo. 12
Todas las reintegraciones, hay que anotarlas en el libro de las reversiones
del obispado.
9
can. 1127 § 2 CIC
10
can. 1117 CIC
can. 1127 § 2 CIC
can. 535 § 1 CIC
Entrega de un signo recordatorio
23. Es conveniente entregar al candidato un signo recordatorio a esta cele-
bración. Puede ser una cruz, un crucifijo, una virgen o una imagen de un
Santo. Según el criterio del párroco, de los padrinos y del mismo candidato,
se puede escoger también otro signo recordatorio.
Introducción al rito
24. La Celebración de la Reintegración a la Iglesia Católica tiene dos partes: la
Celebración del Perdón y la Celebración de la Reintegración propiamente
dicha.
25. La Celebración del Perdón no es obligatoria. Se realiza si se ve oportuno.
Se puede realizar en las vísperas de la Celebración de la Reintegración o en
otra fecha oportuna. Se celebra junto con la comunidad. La dirige el párro-
co o – si se ve conveniente – el catequista como representante de la Parro-
quia y de la Iglesia Católica. También estarán presentes las autoridades de
la comunidad.
26. En la Celebración de la Reintegración, el párroco debe estar presente para
representar oficialmente a la Iglesia Católica; como norma, se realizará el
rito de la reintegración dentro de una misa dominical con presencia de toda
la comunidad católica.
27. En las páginas que siguen, se utilizarán las siguientes abreviaturas:
P.: Pueblo
S.: Sacerdote (en algunas partes puede ser leído también por el catequis-
ta o diácono)
C.: Candidato a la reintegración
A.: Autoridad
NN.: insertar el nombre del candidato
Capítulo II:
Celebración del Perdón
Canto de entrada
Mientras se canta, el sacerdote y/o el catequista entra al templo, acompañado
del candidato, junto a sus padrinos. Las autoridades están sentados en sus luga-
res acostumbrados. El sacerdote se acerca al altar y el candidato al lugar re-
servado para él.
Saludo e introducción
S.: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
P.: Amén.
S.: El Señor esté con ustedes.
P.: Y con tu espíritu.
El sacerdote saluda a las autoridades, al candidato, a los padrinos y a todo el
Pueblo de Dios.
También la máxima autoridad presente saluda al sacerdote, al candidato y al
pueblo.
Petición del candidato
El candidato se levanta y solicita públicamente la reintegración en la Iglesia
Católica, para todo el tiempo de su vida, con estas u otras palabras:
C.: Queridas hermanas y hermanos, yo, NN., he venido aquí
para pedir mi reintegración a la comunidad de la Iglesia
Católica. Quiero vivir como un miembro de la Iglesia
Católica para toda mi vida sin fallar más. Por eso les pido
perdón a Dios y a todos ustedes, que están presentes, y
pido de todo corazón que me vuelvan a recibir a la
comunidad de la Iglesia Católica.
Testimonio de los padrinos
El párroco o el catequista del lugar pregunta a los padrinos y/o a otros represen-
tantes de la comunidad, si creen que el candidato sinceramente quiere vivir
como cristiano católico dentro de la comunidad de la Iglesia Católica. El sacer-
dote o catequista les invita al testimonio:
S.: Ustedes como padrinos han acompañado a NN. en su
tiempo de prueba y preparación y lo conocen bien. Por
esto, les pido a ustedes que den testimonio sobre sus
inquietudes, su sinceridad y su cumplimiento con todos
los deberes como comunario, padre de familia y cristiano.
Los padrinos y/o otros representantes dan un testimonio, considerando más que
todo el tiempo de preparación durante el cual han acompañado al candidato. El
testimonio se da en forma libre. Los padrinos y/o otros testigos deben levantar-
se o acercarse al altar para hablar.
Después cada uno de los testigos vuelve a su asiento.
Acto de penitencia
El candidato se acerca al altar y se arrodilla; pide primero a Dios y después a
toda la comunidad perdón por su abandono de la comunidad de la Iglesia Cató-
lica.
Arrodillándose delante del altar y del sacerdote o catequista, el candidato dice,
con estas u otras palabras:
C.: Dios, mi Padre y mi Pastor, hoy he venido aquí para pedir
perdón a ti y a toda la comunidad, porque he dejado y
abandonado la Santa Iglesia Católica. Me he desviado
como la oveja perdida, alejándome de tu casa y de mis
hermanas y hermanos. De eso me arrepiento de todo
corazón y te pido perdón de mis pecados.
El sacerdote o catequista le da la mano o un abrazo al candidato y le dice:
S.: En nombre de Dios, te perdono, hermano.
Después el candidato se acerca a las autoridades u otros representantes de la co-
munidad, se arrodilla delante de ellos (uno por otro) y les pide perdón:
C.: También pido el perdón de todos ustedes, hermanas y
hermanos, a los que había perjudicado con mi pecado.
También las autoridades le dan la mano o un abrazo al catequista y le perdonan
diciendo:
A.: Que Dios te perdone, como yo te perdono, hermano.
Después, el párroco o catequista en nombre de la Iglesia pide perdón del candi-
dato por todas las fallas que a veces oscurecen el testimonio de la Iglesia.
S.: Hermano, te pido perdón en nombre de nuestra Iglesia,
porque muchas veces nos equivocamos y damos mal
testimonio.
C.: Que Dios te perdone, como yo te perdono, hermano.
También las autoridades se acercan al candidato y le piden perdón de rodillas,
diciendo:
A.: Hermano, te pido perdón en nombre de la comunidad por
todas nuestras faltas y errores, porque muchas veces no
actuamos con justicia y rectitud como debemos hacer.
C.: Que Dios te perdone, como yo te perdono, hermano.
Toda la comunidad puede cantar un canto de perdón o rezar la confesión ge-
neral (“Yo confieso”).
Una vez terminado el rito de perdón, el candidato y las autoridades vuelven a
su lugar.
Según las costumbres locales, se puede utilizar coca o incienso para el rito de
perdón.
Lectura bíblica
De las lecturas propuestas, se escoge una o más según lo que parece convenien-
te, enfocando el arrepentimiento y perdón. A la lectura, la comunidad puede
responder con un salmo de penitencia o un canto correspondiente. El sacerdote
o catequista debe explicar la lectura bíblica y relacionarla con la ocasión actual
en una pequeña homilía.
Rito de renuncias
El candidato se levanta y, junto con sus padrinos, se acerca al altar.
El sacerdote o el catequista pregunta al candidato:
S.: NN., has venido aquí para pedir tu reintegración a la
Iglesia Católica. Te ruego por tanto que renuncies a todo
mal que pueda haber en tu vida.
S.: ¿Renuncias al pecado para vivir en la libertad de los hijos
e hijas de Dios?
C.: Sí, renuncio.
S.: ¿Renuncias a todas las seducciones del mal, para que no
domine en ti el pecado?
C.: Sí, renuncio.
S.: ¿Renuncias a Satanás, padre e principio de todo pecado?
C.: Sí, renuncio.
Oración conclusiva y bendición
El sacerdote o catequista extiende las manos y dice:
S.: Dios, nuestro Padre, pastor de tu rebaño, tú nos reuniste
para vivir la unidad de la Iglesia y dar testimonio del
Evangelio. Hoy te hemos confesado nuestras fallas y
nuestra debilidad, y hemos escuchado la palabra de
perdón. Te pedimos por toda nuestra comunidad, en
especial por nuestro hermano / nuestra hermana NN.
Danos tu Espíritu Santo, para que podamos vivir unidos y
sinceros, realizando cada vez más las promesas de tu
Reino. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios por los siglos de los siglos.
P.: Amén.
Sigue la bendición en la forma que corresponde al sacerdote o al catequista.
Puede seguir el abrazo de paz entre todos los presentes. También se puede
compartir algo como símbolo del perdón y de la reconciliación.

También se puede utilizar otra forma de preguntar por la renuncia; p. ej. como
en el folleto del bautismo, pp. 14-16.
El sacerdote o catequista concluye el rito con la petición del perdón:

S.: El Dios que busca la vida de los pecadores y no su

muerte, vea nuestra buena voluntad y perdone nuestros
pecados.
P.: Amén.

Después, el candidato y los padrinos retornan a su lugar.


Capítulo III:
Celebración de la Reintegración
Canto de entrada
Mientras se canta, el sacerdote entra al templo, acompañado del diácono o el
catequista quien porta la Biblia, y el candidato, junto a sus padrinos. Las autori-
dades están sentados en sus lugares acostumbrados. El sacerdote se acerca al
altar y el candidato al lugar reservado para él.
Saludo e introducción
S.: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
P.: Amén.
S.: El Señor que ha venido a buscar lo perdido esté con todos
ustedes.
P.: Y con tu espíritu.
El sacerdote saluda a las autoridades, al candidato, a los padrinos y a todos el
Pueblo de Dios.
También la máxima autoridad presente saluda al sacerdote, al candidato y al
pueblo.
Rito de renuncias y remisión de penas
Este rito se realiza siempre que no se haya realizado en la Celebración del
Perdón (Capítulo II).
El candidato se acerca, junto con los padrinos, hacia el altar. El párroco o el ca-
tequista del lugar preguntan al candidato, si renuncia a todo mal.
S.: NN., has venido aquí para pedir tu reintegración a la
Iglesia Católica. Te ruego por tanto que renuncies a todo
mal que pueda haber en tu vida.
S.: ¿Renuncias al pecado para vivir en la libertad de los hijos
e hijas de Dios?
C.: Sí, renuncio.
S.: ¿Renuncias a todas las seducciones del mal, para que no
domine en ti el pecado?
C.: Sí, renuncio.
S.: ¿Renuncias a Satanás, padre e principio de todo pecado?
C.: Sí, renuncio.
También se puede utilizar otra forma de preguntar por la renuncia; p. ej. como
en el folleto del bautismo, pp. 14-16.
El sacerdote o catequista concluye el rito con la petición del perdón:
S.: El Dios que busca la vida de los pecadores y no su
muerte, vea nuestra buena voluntad y perdone nuestros
pecados.
P.: Amén.
El candidato y los padrinos retornan a su lugar.
Perdón y Gloria
Toda la comunidad pide perdón con un canto o con otro rito del perdón.
En los días domingo y de fiesta, se canta el Gloria.
Oración colecta y lecturas
S.: Señor Jesucristo, tú que has venido a llamar a los
pecadores, también nos has llamado a todos nosotros
para estar aquí en tu presencia. Danos tu fuerza y tu luz,
para que todos juntos podamos cumplir tu voluntad y
servir en la construcción de tu Reino. Tu que vives y
reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por
los siglos de los siglos.
P.: Amén.
Se escoge entre una y tres lecturas de la Biblia, según las costumbres del lugar El sacramento de la Confirmación
y la conveniencia. Se lee en el orden acostumbrado, intercalado con salmos y
cantos. Después el sacerdote, el diácono o el catequista realiza la homilía. Si se realiza la confirmación del candidato (ver el número 19), el sacerdote (o
el obispo) extiende las manos sobre el candidato diciendo:
Profesión de la fe y reintegración:
S.: Dios todopoderoso y eterno, Padre de nuestro Señor
El candidato se acerca, junto con los padrinos, hacia el altar. El párroco o el ca- Jesucristo, por el bautismo tu has dado la vida nueva a
tequista del lugar preguntan al candidato por su fe con las siguientes o con otras nuestro hermano (nuestra hermana) NN. Te pedimos,
palabras. Señor: Dale la fuerza del Espíritu Santo, el espíritu de
sabiduría y de inteligencia, el espíritu de consejo y de
S.: NN., en esta celebración, tu quieres volver a integrarte a la fortaleza, el espíritu de piedad, de conocimiento y del
Iglesia Católica. Te ruego por tanto que profeses santo temor de Dios. Por Jesucristo nuestro Señor.
P.: Amén.
públicamente la fe católica.
S.: ¿Crees en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y
El candidato se acerca al sacerdote y se arrodilla delante de él, mientras el
de la tierra?
padrino (la madrina) le pone la mano en el hombro. El sacerdote marca su fren-
C.: Sí, creo.
te con el Santo Crisma haciendo la señal de la cruz y diciendo:
S.: ¿Crees en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó
S.: NN., recibe por esta señal el don del Espíritu Santo.
y está sentado a la derecha del Padre?
C.: Amén.
C.: Sí, creo.
S.: ¿Crees en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la
El sacerdote le da el abrazo de paz.
comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna?
S.: La paz del Señor sea contigo.
C.: Sí, creo.
C.: Y con tu espíritu.
S.: Según la potestad que se me ha dado, te recibo en la
plena comunidad de la Iglesia Católica.
 En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Confirmación del matrimonio
C.: Amén.
Si se realiza el acto de la confirmación del matrimonio válido (ver los números
20 y 21), los esposos, juntos con sus padrinos, se acercan al sacerdote o diá-
El candidato se acerca todavía más al altar y da el beso de compromiso y ju-
cono.
ramento a la cruz diciendo las siguientes u otras palabras:
S.: NN. y NN., ustedes han contraído matrimonio civil el día ...
C.: Yo me comprometo a vivir en la comunidad de la Iglesia
en ...
Católica por toda mi vida, a buscar el bien de toda la
comunidad y a servir a Dios con todas mis fuerzas. En el
o también, si es el caso:
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
P.: Amén.
 S.: NN. y NN., ustedes han contraído matrimonio en la Iglesia
de ... el día ...
Prosigue:
S.: En ese día, ustedes han prometido recibirse mutuamente
como esposos, ser fieles el uno al otro y permanecer
juntos hasta el día de su muerte. Por esto, la Iglesia
Católica reconoce esta unión como sacramento.
Para confirmar este sacramento, les ruego que se den la
mano derecha.
El Señor, que hizo nacer en ustedes el amor, confirme esta
unión que ustedes han realizado. Yo, por la potestad que
se me ha encomendado, confirmo en nombre de la Iglesia
Católica este matrimonio.
 En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
P.: Amén.
También, si es el caso, se puede celebrar en este momento el matrimonio católi-
co o convalidar un matrimonio no válido (ver número 20).
Bendición, firma del protocolo y signo recordatorio
El sacerdote extiende sus manos sobre el candidato reintegrado, diciendo:
S.: El Señor, que ha dicho que en el cielo hay más alegría por
un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve
justos, te bendiga en este día en que te has vuelto a
integrar a la Iglesia Católica. Él te acompañe y te proteja
todos los días de tu vida y te dé la fuerza necesaria para
cumplir su voluntad.
Así te bendiga Dios, que es  Padre, Hijo y Espíritu Santo.
C.: Amén.
El candidato, el sacerdote, el catequista, las autoridades y los padrinos firman el
documento sobre la reintegración a la Iglesia católica.
El sacerdote o el catequista le entregan el signo recordatorio al candidato.
Si no se ha realizado en el momento del sacramento de la confirmación, en este
momento todos los participantes se pueden dar el abrazo de la paz y de buena
hora.
Después, el candidato y los padrinos retornan a su lugar.
Oración de los fieles
Se realiza la oración de los fieles según las costumbres del lugar. Se debe tomar
en cuenta en las peticiones al candidato y su familia, la unidad de la Iglesia y de
la comunidad y a los hermanos cristianos todavía separados de la Iglesia Cató-
lica .
Liturgia de la eucaristía
A continuación, se prosigue con el ofertorio y se realiza la liturgia eucarística
en la forma acostumbrada. Si es el caso, el candidato puede recibir en la misma
celebración la primera comunión.
En forma solemne, el reintegrado participa en la comunión con pan y vino,
como primero de la comunidad. Si se considera conveniente, se realiza la co-
munión del reintegrado junto con el sacerdote y el catequista en el altar.
Entrega de la coca y abrazo
Terminada la celebración, las autoridades le entregan la coca al reintegrado.
Todos los participantes realizan el acullicu correspondiente y se dan el abrazo
de la buena hora.
 Capítulo IV: Cantos (del cancionero amarillo)
Sugerencias para las dos celebraciones en quechua:
27 – Kusikuywan jamuychej
Lecturas 43 – Jesuspa Maman
100 – Jesusniy, jamullay
 Gen 32,4-22; 33,1-11 La reconciliación de Esaú y Jacob 101 – Perdonaway Dios Tatay
 Mt 9,9-13 He venido para llamar a los pecadores. 107 – Qonqor chakimanta
 Lc 15, 3-10 La oveja perdida y la moneda perdida 114 – Makisninta mast’aykuspa (para una confirmación)
 Lc 15, 11-32 El hijo pródigo 115 – Espiritu Santo Dios
 Jn 17, 20-24 Oración de Jesús por la unidad de los fieles 121 – Jesucristo kay mundoman
 Rom 12,9-18 Vivan en armonía unos con otros 141 – Kay matrimoniota Diosqa bendicenqa (para un matrimonio)
 1 Cor 1,10.23-31 El evangelio de Cristo Crucificado 142 – Señor Jesucristo kay pachaman jamuspa
 Ef 4,1-6 Un Señor, una sola fe, un solo bautismo 143 – Jamullay, hermano
 1 Pe 3,8-12 No devuelvan mal por mal 150 – Wawaykita mañapuway
 Judas 17-25 Sobre la unidad en la fe 151 – Bendicionta churaykuway
199a – Jatun familiajina
Salmos en castellano:
1 Feliz el hombre 176 – Juntos como hermanos
2 ¿Para qué meten ruido las naciones? 215 – Ven, Espíritu Santo
6 Aquí me tienes sumamente perturbado 217 – Cristo nos da la libertad
8 ¡Quién es el hombre para que te acuerdes de él! 222 – Hoy, Señor, te damos gracias
15 ¿Quién vivirá en tu cerro santo? 225 – Ven con nosotros a caminar
24 Del Señor es la tierra y todo en ella 235 – Juntos cantando la alegría
32 Feliz el que es absuelto del pecado 237 – Un pueblo camina por el mundo
51 Conozco bien mi pecado 241 – El pueblo de Dios
84 Más vale un día en la puerta de tu casa que mil otros
103 Dios sana mis dolencias
130 Desde el abismo clamo a ti
133 ¡Qué bueno cuando viven unidos los hermanos!
146 Alabaré al Señor toda mi vida
148 Alabe al Señor toda la tierra
150 Alaben al Señor con toda clase de música
 CAPÍTULO III: CELEBRACIÓN DE LA REINTEGRACIÓN
Índice
CANTO DE ENTRADA
INTRODUCCIÓN SALUDO E INTRODUCCIÓN
RITO DE RENUNCIAS Y REMISIÓN DE PENAS
PERDÓN Y GLORIA
CAPÍTULO I: PRELIMINARES ORACIÓN COLECTA Y LECTURAS
PROFESIÓN DE LA FE Y REINTEGRACIÓN:
TIEMPO DE PREPARACIÓN Y DE PRUEBA EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
INFORMACIÓN DEL OBISPADO CONFIRMACIÓN DEL MATRIMONIO
REMISIÓN DE PENAS BENDICIÓN, FIRMA DEL PROTOCOLO Y SIGNO RECORDATORIO
MENORES DE EDAD ORACIÓN DE LOS FIELES
VALIDEZ DEL BAUTISMO LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
CONFIRMACIÓN ENTREGA DE LA COCA Y ABRAZO
VALIDEZ, CONVALIDACIÓN Y CONFIRMACIÓN DEL MATRIMONIO
INSCRIPCIÓN EN LOS LIBROS CAPÍTULO IV: SUGERENCIAS PARA LAS DOS CELEBRACIONES
ENTREGA DE UN SIGNO RECORDATORIO
INTRODUCCIÓN AL RITO
LECTURAS
SALMOS
CAPÍTULO II: CELEBRACIÓN DEL PERDÓN CANTOS (DEL CANCIONERO AMARILLO)
EN QUECHUA:
CANTO DE ENTRADA en castellano:
SALUDO E INTRODUCCIÓN
PETICIÓN DEL CANDIDATO
TESTIMONIO DE LOS PADRINOS
ACTO DE PENITENCIA
LECTURA BÍBLICA Este folleto fue elaborado
RITO DE RENUNCIAS por el Centro Diocesano de Catequistas
ORACIÓN CONCLUSIVA Y BENDICIÓN de la Diócesis de Potosí
Tarapaya – Potosí 2001

Centro Diocesano de Catequistas

Casilla 138 – Potosí – Bolivia
correo-e: catequistas@pagina.de
web: http://www.tarapaya.de.vu