Está en la página 1de 9

PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

Tanto el presidencialismo como el parlamentarismo, tienen su origen en la democracia


constitucional, como bien lo establece Loewestein en su trabajo. Mientras el primero
tiende a una fuerte separación de poderes, el segundo tiene una fluida relación entre
el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo ya que el Primer Ministro o Premier, surge del
Poder Legislativo y el gabinete es el nexo fundamental entre ellos. Este Premier
cumple casi las mismas funciones que el Presidente en el sistema presidencialista,
aunque es elegido de modo diferente ya que uno lo es por el voto popular, y el otro por
los representantes del pueblo.

El parlamentarismo es aplicado en Inglaterra y España, mientras que Norteamérica y


Argentina tomaron el sistema presidencialista. Cabe destacar que en Francia hay un
sistema que denominaremos casi mixto, por características que se verán a lo largo del
trabajo. En el caso del parlamentarismo, existe una irresponsabilidad por parte del
monarca, responsabilidad que recae sobre aquellas que ejercen la función de
gobernar; en cambio en el presidencialismo, es el presidente quien designa a sus
colaboradores (ministros) sin que participe otro órgano de gobierno, y es cada uno
responsable de lo que gestiona.

En cuanto a las jefaturas de Estado y de Gobierno, hay que destacar que es el


Presidente el que detenta ambas, y en el parlamentarismo, el Rey es el jefe de Estado,
mientras que el Primer Ministro es el Jefe de Gobierno; además, el Presidente no dura
en forma vitalicia, sino que tiene estabilidad en su cargo por un tiempo limitado; el Rey
es vitalicio y elegido no en forma popular sino hereditaria.

ORIGEN DEL PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

El origen común del presidencialismo y parlamentarismo se da por la democracia,


unida al constitucionalismo y la representación política. La "constitución" da origen a
estos sistemas, caracterizada aquella por:

-La postulación de la dignidad de la persona humana como supremo valor terrenal


-Principio de Imperio de la ley
-Principio de la soberanía del pueblo
-La representación política.
La democracia es la base del presidencialismo y del parlamentarismo.

1
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

PARLAMENTARISMO
El Parlamentarismo, también conocido como sistema parlamentario o democracia
parlamentaria, es un sistema de gobierno en el que la elección del gobierno (poder
ejecutivo) emana del parlamento (poder legislativo) y es responsable políticamente
ante éste. Modernamente los sistemas parlamentarios son en su mayoría
bien monarquías parlamentarias, o bien repúblicas parlamentarias. En los sistemas
parlamentarios el jefe de estado es normalmente distinto del jefe de gobierno.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Las primeras noticias de asambleas electas con poder ejecutivo remiten a la


antigüedad clásica, en concreto a las ciudades-estado de Grecia, donde la
democracia ateniense es el ejemplo de democracia parlamentaria más extremo
conocido –dado que todos los ciudadanos formaban parte del Parlamento, la Ecclesia–
Estructuras parecidas se encuentran en la Antigua Roma, donde el Senado acaparaba
todos los poderes ejecutivos del Estado romano, aunque en materia legislativa se veía
sometido a las decisiones de los tribunos y los "comicios". El Senado romano estaba
formado principalmente por las élites aristocráticas romanas, los patricios, y marginaba
en un primer momento a los senadores plebeyos al atribuirles un rango diferente al de
los senadores patricios, a saber, el de "conscripti". Con la instauración del régimen
imperial, el Senado se convirtió en una cámara consultiva y con alguna competencia
en el ámbito municipal de la ciudad de Roma.

Los romanos exportaron el sistema senatorial a las colonias provinciales, donde los
senados hacían las veces de órganos municipales encargados de la administración de
las ciudades que contaban con uno. Con la caída del Imperio Romano de Occidente,
algunas de las ciudades de influencia latina de la península italiana mantuvieron las
cámaras municipales, que desembocarían en órganos ejecutivos de las incipientes
ciudades estado italianas. Las asambleas y comunas de las Repúblicas de Florencia,
Venecia, Génova y Pisa pueden rastrearse en origen a tales asambleas, y aunque su
poder se viera reducido a territorios de escasa extensión, su influencia dentro de la
política internacional podía ser grande, por ejemplo durante las guerras entre güelfos
y gibelinos a partir del siglo XII .

En los territorios capturados por los pueblos germánicos, se prolongaron a veces las
costumbres tribales de los conquistadores, convocándose asambleas de la nobleza
germánica en tiempos de crisis o de necesidad; sin embargo, de tales parlamentos

2
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

sólo participaban la nobleza y, en alguna ocasión, el clero, y sus decisiones solían


quedar supeditadas a las del monarca.

El primer antecedente de parlamentarismo en el mundo occidental son las Cortes del


Reino de León en 1188, dado que en éstas el poder del monarca se vio sometido a las
decisiones de una asamblea de notables formados por clero, nobles, y representantes
de las ciudades. Esta estructura de "Cortes" o "Parlamentos" se repitió de manera
continua en todos los estados de Europa Occidental, siendo ejemplos de ello las
asambleas de los "Estados Generales" en el reino de Francia, las "Cortes" de los
reinos de la Corona de Aragón, el "Parlamento" del reino de Inglaterra,... A partir del
siglo XIII, los monarcas franceses serán los primeros en insistir en la inclusión del
"Tercer Estado", el pueblo –en realidad, la incipiente burguesía–, en las asambleas de
los Estados Generales, dado que los burgueses solían alinearse con el Rey en contra
de los intereses de la nobleza.

El poder de estos parlamentos medievales dependía en gran medida de la propia


influencia del monarca. Como los parlamentos se convocaban de manera puntual para
tratar asuntos tales como la recaudación de impuestos extraordinarios para sufragar
guerras, un monarca poderoso, rico e influyente tenía muchas más posibilidades de
influir y conseguir del parlamento sus objetivos. En general, conforme avanzó el
tiempo los monarcas medievales fueron ganando en poder y riquezas, y pudieron
contar con los recursos suficientes como para imponerse a su nobleza y anular en
buena medida la influencia de las decisiones de los parlamentos. Hubo, no obstante,
dos grandes excepciones a esta tendencia. Por un lado, la del Sacro Imperio Romano
Germánico, en el que el "parlamento" o colegio electoral jamás trascendió de ser una
cámara para la elección usualmente comprada con sobornos o hecha por motivos de
interés político del nuevo emperador, de manera que el Sacro Emperador no dejó de
ser un primero entre iguales cuya autoridad sobre el resto de principados alemanes
era tan sólo teórica.

El segundo precedente corresponde al Reino de Inglaterra. En 1215, el débil rey de


Inglaterra Juan Sin Tierra se ve forzado a capitular ante la amenaza de rebelión de sus
barones, constituyendo un parlamento formado por los nobles y el clero, a través de
una carta real, la Carta Magna, en la que reconoce a ambos grupos una serie de
privilegios y prerrogativas que reducen la influencia del monarca a favor de la del
Parlamento. Tales privilegios tendrán que ser respetados por los subsiguientes
monarcas, y aunque en apariencia algunos monarcas poderosos como Enrique
VIII o Isabel I puedan imponerse al Parlamento, éste seguirá reuniéndose de manera

3
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

habitual, casi de forma anual, algo bastante menos usual en otros reinos europeos
como Francia, Dinamarca o Castilla.

El tercer precedente y quizás el más significativo lo constituyó el sistema


de Cortes derivado de la compleja foralidad aragonesa, unificada en 1247 en
los Fueros Generales de Aragón, que se reformarán hasta su versión definitiva en
1592. Esta foralidad recogía la convocatoria de las Cortes, que en Aragón y como
único caso conocido, llegaron a contar con cuatro brazos, uno más de los tres
habituales, donde estaban representadas las ciudades más importantes del reino,
además de nobles, clero y caballeros/infanzones. La existencia de estas cortes
desarrollaban, en la práctica, la limitación efectiva del poder del monarca para todas
aquellas decisiones importantes del Reino, logrando una representatividad social hasta
entonces sin precedentes. Su existencia, pese al autoritarismo de los Habsburgo, llegó
hasta su disolución por los Borbones en 1707, excepción hecha del Derecho Privado
Aragonés, devuelto a Aragón en 1711 y que todavía se utiliza actualmente.

El parlamentarismo, entendido como un sistema político en el que el poder político


reside mayoritariamente en un parlamento surge precisamente
en Inglaterra hacia 1640, cuando a raíz de un conflicto entre el rey Carlos I de
Inglaterra y su parlamento, el monarca declara la guerra al parlamento y aboca al país
a una guerra civil de la que sale perdedor el Rey. En ese tiempo, el Parlamento inglés
asumió para sí los poderes del estado durante un breve plazo de tiempo, hasta
que Cromwell instaura la dictadura en1649. No obstante, ésta primera irrupción del
modelo va a mostrar ya sus rasgos fundamentales. En primer lugar, el Parlamento era
una asamblea popular elegida por los ciudadanos en igualdad de condiciones y que
gozaba de todos los poderes del Estado, sin que fuera posible violentar su autonomía;
en segundo lugar, lo que hoy conocemos como el poder ejecutivo estaba sometido
plenamente a la asamblea; y en tercer lugar, el parlamento sólo podía ser disuelto por
el propio pueblo que lo había elegido. El triunfo definitivo del régimen parlamentario
ocurre con la Revolución Gloriosa en 1688, a partir del cual el Reino Unido aplicó el
mismo de manera integral. La instalación en el trono de Inglaterra de la casa de
Hanover rubricará el parlamentarismo en Inglaterra, al delegar los monarcas
hanoverianos todo su teórico poder en manos del parlamento.

En el continente europeo se habrá de esperar hasta la Revolución francesa para que


se atisbe un modelo de representación democrático-parlamentario similar, que
indisolublemente va unido a la división de poderes formulada por Montesquieu.

4
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

Características

 Una única legitimidad directa de la soberanía (parlamento).


 un gobierno pluripersonal y colegiado elegido por el Parlamento formado con el
jefe de gobierno al frente.
 la existencia de mecanismos recíprocos de control entre el poder ejecutivo y
el poder legislativo (disolución de la Asamblea y censura al gobierno como
máximos exponentes).

Dos modelos de parlamentarismo

En uno y otro caso, el distinto origen del parlamentarismo dará lugar a diferenciar dos
modelos básicos: el modelo inglés surge antes de los movimientos obreros y es una
conquista de la burguesía frente al absolutismo y al feudalismo, por lo tanto su
desarrollo no se verá impugnado por los propios beneficiarios. En el modelo
continental, la burguesía no tardará en encontrarse con la respuesta de los grupos
socialistas y el parlamentarismo -en cuanto poder absoluto del pueblo que se refleja en
una asamblea- se mitigó en sus primeros intentos por temor a que las propias teorías
permitieran el acceso de una mayoría de trabajadores a las instituciones.

Ventajas e inconvenientes del parlamentarismo

Dentro de los sistemas democráticos de gobierno, el modelo parlamentario se opone


al modelo presidencialista. Al comparar las características de cada uno de los dos
sistemas se suelen distinguir las siguientes ventajas e inconvenientes.

Se reconocen como ventajas del sistema parlamentario:

1. Mayor representación del conjunto social en la medida que las decisiones


deben consensuarse en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas
representadas en el Parlamento.
2. Mejor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno en la medida que
puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura.
3. Mayor consenso en las decisiones se considera más la participación y
el trabajo en equipo.

Se enfrentan como desventajas frente al Presidencialismo:

1. Separación de poderes atenuada entre el ejecutivo y el legislativo.

5
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

2. Excesiva vinculación del poder ejecutivo con el partido político mayoritario en


el Parlamento, pudiendo derivar en partitocracia.
3. Su forma más estable termina siendo el bipartidismo.

Tratando de recoger las ventajas de ambos sistemas y eludir sus desventajas se


tiende a utilizar sistemas semipresidenciales.

El parlamentarismo en la actualidad

En el caso del sistema parlamentario, la separación o división de poderes se


encuentra atenuada, implantándose un régimen de colaboración entre poderes. En
este caso, las facultades de control se encuentran muy desarrolladas, y los poderes
del Estado se pueden afectar mutuamente. Inclusive, y bajo circunstancias
determinadas, alguno de los órganos del Estado puede revocar el mandato de otro:
Así por ejemplo, el poder ejecutivo puede disolver al Parlamento o éste puede
censurar a miembros del Ejecutivo y obligarlo a renunciar. Estas facultades buscan
generar el mismo efecto que venimos reseñando, evitar la hegemonía de un órgano
sobre los otros y conseguir el equilibrio.

El caso de sistema de gobierno al que hacemos mención se da en regímenes


parlamentarios o con tendencia parlamentaria, los cuales incluyen rasgos que también
podemos encontrar en los llamados regímenes de naturaleza mixta, como el caso del
semipresidencialismo francés.

Doctrinariamente, se reconocen como características básicas de todo régimen


Parlamentario o con tendencia parlamentaria a las siguientes:

1. Un Ejecutivo dual, en el cual coexisten, en primer término, un jefe de Estado


quien cuenta con atribuciones puntuales y en general muy restringidas, y obra
como "Árbitro" o “mediador” de los problemas políticos; y un Jefe de Gobierno,
que funciona a través de un órgano colegiado llamado Gabinete o Consejo de
Ministros a cuya cabeza se encuentra el llamado Primer Ministro, quien es el
funcionario que efectivamente dirige la política interna de la Nación.
2. Marcada dependencia entre los órganos Ejecutivo y legislativo. En realidad el
Gobierno surge del Parlamento, el cual es, en principio, el único órgano
elegido por voluntad popular. También pueden existir sistemas como los de
órganos colegiados denominados supremos, que, con el pretexto de mantener
la gobernabilidad, suprimen derechos de los ciudadanos y obligaciones del
gobierno.

6
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

3. Un Parlamento, que es, por lo menos teóricamente, el sustento de la labor


gubernamental, tal que puede destituir ministros mediante la censura o
la negación de la confianza. A la vez, el Jefe de Estado o el Presidente del
Gobierno puede ordenar la disolución del Parlamento en casos de graves
controversias en las cuales puedan estar en riesgo la gobernabilidad de la
Nación o la legitimidad de la dirigencia de su clase política.

PRESIDENCIALISMO

Se denomina república presidencialista o sistema presidencial a aquella forma de


gobierno en la que, una vez constituida una República, la Constitución establece una
división de poderes entre el poder Ejecutivo, el poder Legistativo, poder Judicial, y
el Jefe de Estado, además de ostentar la representación formal del país, es también
parte activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno, ejerciendo así una doble
función, porque le corresponden facultades propias del Gobierno, siendo elegido de
forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento.

El presidente es el órgano que ostenta el poder ejecutivo, mientras que el poder


legislativo lo suele concentrar el congreso, sin perjuicio de las facultades que en
materia legislativa posee el presidente.

Historia

El concepto de separación de poderes fue consagrado en la Constitución de los


Estados Unidos de América, de 1787, con la creación del cargo de Presidente de los
Estados Unidos y, a la vez, del Congreso de los Estados Unidos, sistema donde el
presidente era el jefe de Estado, y no fue elegido por el Congreso. Curiosamente,
Inglaterra y Escocia fueron los primeros países en adoptar
el parlamentarismo (desde 1707 como el Reino de Gran Bretaña, y desde 1801 como
el Reino Unido) las facultades del ejecutivo –el monarca– se redujo a un papel
ceremonial, y a la vez una nueva autoridad ejecutiva, responsable ante el parlamento,
se fue desarrollando –el Primer Ministro–, mientras las atribuciones del ejecutivo
separado de los Estados Unidos fueron aumentando, por ejemplo, el presidente
designa a la mayoría de funcionarios públicos (entre ellos los miembros del gabinete,
aunque estos deben ser ratificados por el Senado).

Características

 La doble legitimidad de la soberanía. (Presidente y Parlamento)1

7
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

 La existencia de un poder ejecutivo monista elegido mediante sufragio


universal1
 Funcionamiento institucional basado en una separación rígida de los poderes.
Con total ausencia de mecanismos recíprocos de control. 1

Ventajas y desventajas de la república presidencialista

El modelo presidencial convive, pero se opone al modelo parlamentario. Y es en este


sentido cuando se tratan las ventajas y desventajas de cada uno de dichos sistemas
de gobierno.

Se presentan como principales ventajas del presidencialismo:

 Separación de poderes clara y suficiente entre el ejecutivo y el legislativo.


 Inexistencia de vinculación del poder ejecutivo con el partido
político mayoritario en el Congreso, evitando caer en partitocracias.

Se mencionan como desventajas principales frente al sistema parlamentario:

 Menor representación del conjunto social, en la medida que las decisiones no


se consensuan en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas
representadas en el Congreso.
 Menor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno, en la medida
que el Congreso no puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de
censura.
 Tendencia al bipartidismo como su forma más estable, debido a la necesidad
de financiación y la falta de identidad política.

Tratando de recoger las ventajas de ambos sistemas y eludir sus desventajas se han
generado los sistemas semipresidenciales.

El presidencialismo en América

Prácticamente todos los países de América tienen un sistema presidencial. Con


excepción de Canadá, Guyana, Belice y algunos estados de las Antillas. Es decir, que
el Régimen presidencialista es típico de Estados Unidos y de los países de
tradición iberoamericana.

El presidente en América Latina se ha convertido en el centro del poder político, de la


integración nacional, de la orientación del Estado y de las relaciones internacionales.

8
PRESIDENCIALISMO Y PARLAMENTARISMO

Al mismo tiempo ha encarnado la tradición cultural, los valores y los consensos


sociales, tanto que los ensayos inclinados al parlamentarismo, no han sido exitosos.

Con motivo de la caída de los regímenes autoritarios a partir de 1980, se recrudeció el


debate sobre la reducción del presidencialismo y la transformación al parlamentarismo
europeo en varios países, especialmente en el hemisferio sur.

Simétricamente, al crecimiento del poder ejecutivo ha correspondido debilitamiento del


legislativo y del judicial, lo que históricamente ha desembocado en autoritarismo. A
falta de fortaleza del legislativo, que tiene constitucionalmente un papel muy
restringido, el presidente ocupa casi todo el espectro político, mientras que
el Congreso se limita fundamentalmente a ser el espacio de la representación de
intereses y partidos y de tramitación de las leyes.

También podría gustarte