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CONTROL DE LECTURA

Nombres y apellidos: Jorge Humberto Lee Rivera


Código: 2115553 Fecha: 16/10/2019
Título:[6] Algunas teorías críticas del derecho y sus críticos

Autor: Robert Gordon: [traductor, Autor: Mauricio García Villegas: Sociología jurídica: teoría
y sociología del derecho en Estados Unidos. Bogotá́ : Universidad Nacional de Colombia, Facultad de
Derecho, Ciencias Políticas y Sociales: Unibiblos, 2001

Referencia completa: Gordon, Robert.,

Palabras claves y desconocidas:


Palabras claves: Pensamientos Críticos, liberal, Marxismo.
Palabra desconocida: Intersticiales: Espacio pequeño entre dos cuerpos o entre dos partes de un mismo cuerpo.

Reconstruya en sus propias palabras la idea central que el autor desarrolla en el


texto (600 - 700 palabras):

Los cambios y movimientos sociales de los últimos treinta años tienen relación directa
con el reclamo de la sociedad y, en especial, de las minorías a la exigencia de igualdad y
trato justo en cualquier escenario y, con ello, a la actualización de ciertos dictamines en
el campo legislativo. Debido a la constancia, persistencia y movilización de
comunidades inconformes que empezaron a entender y ver el mundo diferente se logró
la intervención del público en procesos administrativos, en los que antes era impensable
su participación.

Para la historia de la teoría progresista del derecho también ha sido todo un reto y, a su
vez, un logro constituirse hoy desde diferentes ángulos, empezando por la inmersión de
distintos intelectuales (hombres de izquierda, mujeres, afroamericanos y miembros
LGTBI) en las teorías críticas del derecho que han evolucionado ⸺no a un cien por
ciento, pero sí a un cuarenta o cincuenta a comparación de sus inicios⸺ y que han
liderado determinadas causas a favor del cambio de la estructura social y del derecho,
basándose en una mirada crítica del contexto y del liderazgo histórico que ha dominado
el hombre blanco intelectual o, en palabras recias, el patriarcado y el hecho de que ha
construido un sistema a favor de sus iguales (hombres burgueses blancos).

Gracias a esa inconformidad del orden establecido y al deseo de cambio, se


desarrollaron e hicieron más fuertes las teorías “críticas” y actualmente entre los
intelectuales jurídicos se encuentran visibles hombres de izquierda, de distintas razas y
mujeres ⸺aunque pocas⸺, llegando con esto a una pluralidad más amplía y con
varias posiciones en conflicto. Esta afortunada, pero no completa evolución, también
deja claro que, a pesar de la diferencia de perspectivas y luchas, las personas
comprometidas con el pensamiento crítico coinciden también en algunas ideas.

La estructura inicial jurídica, respondía a problemáticas antiguas que tenían un conducto


regular establecido y que se resolvían fácilmente en pro de ese método. Sin embargo, se
estaba quedando nula para resolver las nuevas situaciones que se presentaron en la
década de los sesenta a raíz de un contexto social, político y económico revolucionario
y exigente que empezaba a emerger a través de las movilizaciones.

Ese nuevo mundo real, el de la práctica que se estaba desligando de los análisis
dogmáticos y de las políticas situadas en escenarios cerrados (basadas en solucionar
deseos de antiguas sociedades), acarreó consigo la necesidad de empezar a reestructurar
el camino en la toma de decisiones del ámbito legal. Por lo que, era indispensable
plantear nuevas soluciones y procesos para el contexto del momento.

No obstante, ese panorama en las funciones del derecho que ofrecía “una interpretación
correcta y una aplicación de reglas y principios, en su mayor parte procedimientos
técnicos” (p. 192) no sería sencilla de cambiar y llevó a que se germinara en el los
jóvenes abogados “el deseo por una reforma a favor de lo sustantivo, de procedimientos
abiertos y representativos, de burocracias más responsables y hacer latente y visible la
promesa del derecho sobre la equidad de la justicia” (p.193). Fue, en parte, gracias a
ello que la teoría crítica del derecho se creó como intento de exponer esa doble
experiencia entre la resistencia de aquellos ortodoxos que insistían en la imposibilidad
del cambio del derecho y de aquellos jóvenes y abogados litigantes que luchaban por
esa necesidad social de hacerlo.

La segunda mitad del siglo XX, fue una completa alteración al orden ⸺o mejor, caos
⸺ social establecido y, por supuesto, un paso agigantado al desarrollo histórico en
todos los ámbitos, incluyendo el judicial que es el que aquí compete. En ese sentido,
Gordon hace un llamamiento importante en su texto a dos puntos importantes del orden
social: el primero es mirar cómo el sistema jurídico planteado opera para ayudar a los
privilegiados y el segundo a analizar cómo desde un primer vistazo ese sistema parece
neutral y aceptable. Desde este punto, lo relaciona con la teoría de “hegemonía” de
Gramsi, que habla sobre el éxito de una dominación cuando no se percibe. Esa es la que
resulta más efectiva y la que se debe reestructurar, cuando los dominados y dominantes
creen que el orden existente es satisfactorio para mayoría y que está bien; limitando la
idea de que es posible adoptar o, incluso, vivir en un orden alternativo al ya establecido.

Conclusiones personales frente a la lectura:

 Las restricciones que, inicialmente y en su mayoría, son imaginarias se han ido


materializando conforme a la idealización o construcción del pensamiento
colectivo, fundamentadas en el temor a lo desconocido, la inercia de la
costumbre, etc., causando una división social que debe elegir entre el
“capitalismo liberal” o “la dictadura de Estado socialista”. Sin embargo, como la
estructura no ha sido creada únicamente a partir de un imaginario, la solución
tiene que ir más allá también de ver y pensar diferente la estructura, ¿cómo?: es
necesaria la organización y determinación en conjunto para enfrentarse a la
corriente, romper con las formas desiguales dominantes que impiden la calidad
de vida en todos los ámbitos.
 Es necesario el despertar cívico. Pensar la estructura de forma diferente para
actuar diferente y así lograr la diferencia (en mejora) para la ejecución de la
justicia en todos sus campos y para todos sin exclusión. Hacer honor a la palabra
ejerciéndola desde los que la estudiamos es el primer paso.
 La “doctrina desviacionista” de Robert Unger con la se toma lo establecido y se
aplica en otros contextos sigue siendo funcional.
Dificultades personales frente a la lectura: diferenciar el tema de teoría liberal, y la
versión marxista a que hace referencia el autor.

Formato: Times New Roman 12, espacio sencillo, texto justificado en las márgenes

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