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Jd'educado física i

medicina esportiva

Department of Physical Education for Men. Washington State University, Pullman, Washington 99164. U.S.A.

Los diferentes tipos de fibras musculares


esqueléticas: características,
funcionamiento durante el ejercicio
y adaptación al entrenamiento
Philip D. Gollnick
Es sabido que el movimiento fibras musculares esqueléficas. El de los colorantes por los tejidos; si
resulta directamente de la acción de primero consiste en poner de mani- bien es cierto que la tinción permite
los sistemas contráctiles del músculo fiesto mediante métodos de colora- identificar algunas propiedades ca-
esquelético. La posibilidad de ejecu- ción histoquímica las propiedades racterísticas de los tejidos, no lo es
tar con los mismos grupos muscula- específicas de las distintas fibras que menos el hecho de que no sirven para
res toda una variedad de movimien- se encuentran en una muestra de medir su actividad enzimáUca. El
tos, ya sea de habilidad, de fuerza o tejido muscular. El otro consiste en el estudio directo de muestras muscula-
de resistencia, va ligada a la existen- análisis bioquímico directo de pe- res homogéneas viene limitado por la
cia en el interior del músculo de queñas muestras de tejido que con- circunstancia de que en el hombre
unidades motrices que presentan ca- tengan sólo un tipo de fibras, o inclu- sólo un grupo muy reducido de mús-
racterísticas metabólicas y contrácti- so de una sola fibra aislada a partir de culos están constituidos por un solo
les diferentes, asi como característi- una muestra mayor. Ambos métodos fenotipo de fibra muscular. El aisla-
cas propias en cuanto a la fineza del presentan ventajas e inconvenientes. miento de las fibras para estudiar sus
control ejercido por el sistema ner- Las técnicas histoquimicas presen- características bioquímicas especifi-
vioso central. En el transcurso de las tan la ventaja de ser relativamente cas constituye una técnica difícil y
últimas décadas, se han llevado a simples y rápidas, y de facilitar resul- para la que se necesitan instrumentos
cabo una considerable cantidad de tados directamente visibles al mi- sofisticados y técnicos muy entrena-
trabajos dedicados al estudio de la croscopio o mediante clichés micro- dos. Además, es preciso poner de
contractilidad y de las características fotográficos. Por otro lado, presentan manifiesto que no existe ningún mé-
metabólicas de las fibras musculares el inconveniente de que apenaS'apor- todo que aporte información directa
esqueléticas, asi como de la influen- tan otro elemento de información sobre las propiedades contráctiles de
cia del entrenamiento sobre estas aparte de la intensidad de la fijación las fibras musculares.
propiedades, tanto en el hombre co-
mo en los animales. El propósito de
este artículo es presentar de forma
sintética el estado actual de dichos
conocimientos en lo que concierne al
hombre, y eventualmente también
con respecto a los animales. Los
resultados de los que disponemos
actualmente deben ser interpretados
con la mayor prudencia, ya que des-
P ROPIEDADES CONTRÁCTILES
Es posible distinguir dos grandes proporción relativa de los diferentes
conocemos aún muchos aspectos del tipos de fibras, en base a sus propie- isoenzimas de la míosina (54-56).
tema en cuestión, y los futuros cono- dades contráctiles: las de contrac- Las diferencias de actividad ATP-
cimientos es probable que modifi- ción rápida, que alcanzan rápida- ásica de la miosina pueden ponerse
quen nuestros actuales conceptos en mente su nivel de tensión máxima, y de manifiesto mediante métodos de
este campo. las de contracción lenta, que lo hacen tinción histoquímica tras la preincu-
más lentamente (Figura 1). bación de los tejidos en distintas
Existen dos tipos de métodos que Esta contractilidad está en función condiciones (5). Así, la preincuba-
nos permiten habitualmente identifi- de la rapidez con la que el complejo ción a un pH de 10,4 determina las
car las características contráctiles y actinomiosina hidroliza el ATP (4), condiciones que permiten obtener
las propiedades bioquímicas de las lo cual está a su vez en relación con la una tinción muy intensa de las fibras
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lOC

' ' ' • • • •


I I I I I
O 50 100 150 200 O 50 100
Timt In m»ec

-FIGURA I-
Caracienslicas cnníraclites de los dos grandes tipos de fibra muscular esquelética: en las
gráficas se aprecia el ¡lempo que necesitan para alcanzar su nivel de máxima tensión y para
relajarse.

-FIGURA 2
Identificación hisloquimica de los dos grandes tipos de fibras musculares, a partir de las diferencias de intensidad de la tinción de la
ATPasa miofibrilar tras la incubación a un pH de ¡0,4. Las.fibras débilmente coloreadas se contraen lentamente y reciben el nombre defibrasde
tipol. Las fibras de color más oscuro por la tinción se conlraen mas rápidamente y son llamadas fibras de tipo 11.

de contracción rápida, mientras que dentro de las fibras de tipo II (Figura más moderada tras ser incubadas a
las de contracción lenta quedan teñi- 3). Las fibras del tipo Ha se tiñen pH 4,3.
das muy levemente (Figura 2). muy intensamente tras incubarlas a A pesar de que en numerosas es-
Se conoce corrientemente como pH 10,4, pero lo hacen mucho más pecies animales se han podido de-
fibras de tipo I a las de contracción débilmente si la incubación se lleva a terminar las características de con-
lenta, y el de fibras de tipo II a las de cabo a pH 4.6 ó 4,3. Las fibras de tractilidad y de actividad ATPásica
contracción rápida. Si se realiza la tipo Ilb se tiñen muy intensamente si de la miosina. no podemos decir lo
incubación a pH 10,4. 4,6 y 4,3, es la incubación se realiza a pH 10,4 ó mismo en el hombre. Por el contra-
posible individualizar tres subgrupos 4,6, mientras que la coloración es rio, en base a numerosas observado-
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nes. ha sido posible demostrar que
las unidades motrices del músculo
esquelético humano pueden contener Myofib m i a r AT P o t » Sloining Potttrnt o' M u i c l * F ' b « ' «
exclusivamente ya sea fibras de con- pH of
tracción rápida o bien fibras de con- TYPE
Prtirícubotion
tracción lenta (6-8, 13-16). A pesar 10 4
de que nunca ha sido posible verificar I
la relación que une las propiedades 4 6
contráctiles de una fibra a la activi- 4 3
dad ATPásica de la miosina en la
especie humana, se trata de una
relación tan extendida en la natura- 10 4
leza que puede ser razonable pensar l i o 4 6
que también se da en el hombre. En 4 3
los mamíferos, la mayoria de las
fibras de contracción rápida alcan-
zan su tensión máxima de contrac-
ción en el lapso de unos 30 mseg. 10 4
mientras que casi se multiplica por Ilb 4 6
tres en las fibras de contracción lenta 4 3
(unos 80 mseg) (Figura 1).
La actividad de la miosina activa-
da por la actina es de 1,2 y 0,5 moles 10 4
de ATP degradado/mg/min. para las I I c 4 6
fibras de contracción rápida y de 1 4 3
contracción lenta, respectivamente
(Figura 2). No resulta posible deter-
minar diferencias entre los subgrupos Abt«nt L>ght Modarot* Oork
de fibras del tipo II en base a la Stoming I n l t n t i t y
actividad ATPásica de la miosina
purificada. FIGURA 3

Pciirones de lincion de la huensidad de la lincion: gracias a las diferenies pro-


A TPasü miojlbrilur de las .\iila, ligera, moderada, os- piedades de iiiieiisidad de
fibras museulares. cura. Unción ("slaining patlern")
de su ATPasa miofihrilar.
Ideiuijicacion histoquimica después de su incubación a
Upo I. lia. Ilb, lie de los subgrupos de fibras pH 10.4. 4.6y 4.3. E.xiraido
pH de la preiiiciihacion. musculares esqueléticas. "Slaining" = lincion.

i^ARACTERISTICAS
METABOLICAS
Mediante el uso de métodos histo- y Ilb, débil en las fibras de tipo I e medidos para las fibras de tipo II y
quimicos que ponen de manifiesto de intermedio en las de tipo IIc. las de tipo I, las de actividad menor y
forma especifica los potenciales Las caracteristicas metabólicas a las que se atribuye el nivel arbitra-
aeróbicos y anaeróbicos, resulta po- del músculo esquelético han podido rio de 1. Dichos índices de actividad
sible valorar de forma semi-cuantita- establecerse de forma cuantitativa, alcanzaron los niveles más altos para
tiva el perfil metabólico de las fibras gracias al estudio bioquímico de la fosforilasa (PHOS) y la piruvato-
musculares esqueléticas. La Figura4 músculos o porciones musculares de- kinasa (PK), concretados en cifras
resume globalmente el perfil metabó- terminadas en especies animales de 8 a 10. mientras que los índices
lico de los diferentes tipos de fibras, (2,3,34.35), y de fibras musculares fueron alrededor de 4 para la fosfo-
establecido con la ayuda de dichos aisladas en el hombre (17,39,46,52). fructokinasa (PFK) y la lactatodes-
métodos. Asi, tenemos que el mayor La Figura 5 representa las activida- hidrogenasa (LDH).
potencial oxidativo corresponde a las des relativas de cierto número de La Figura 6 ilustra las actividades
fibras de tipo I. mientras que el más enzimas que intervienen en el meta- relativas de los enzimas del metabo-
bajo es el correspondiente a las del bolismo anaeróbico de las fibras lismo aeróbico (comprendido el de
tipo, Ilb y los otros dos tipos (lía y musculares de diversas especies los ácidos grasos) en la rata. En este
IIc) presentan valores intermedios. animales. Dichas actividades se re- caso, la actividad más débil corres-
Por el contrario, el potencial anaeró- presentan gráficamente a través de la pondió a las fibras Ilb; a éstas les fue
bico es muy grande en los grupos lia relación existente entre los valores atribuido, pues, el valor 1.
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M d a b OliC ProMt» Of Muid* f^ibtr» 01 Ejt mol«d


Perfiles melabolicos de las fi-
H.»lo c h i m i c o i i y bras musculares medíanle esíi-
macion hlsíoquimica.
TYPE Intensidad de la tinción: Nula,
Ligera. Moderada. Oscura (In-
tensa). Perfiles melabolicos de
SDH los distintos tipos de fibras mus-
I 1 oGPDH culares esqueléticas, determina-
PHOS
1 dos mediante métodos hisioqui-
micos que ponen de manifiesto
SHS potenciales aerobico (succi-
SOH nalo-deshidrogenasa. SDH) y
lio 1 anaerobico (fosforilasa. PHOS.
oGPOH y alfa-glicerofosfato deshidroge-
PHOS nasa. aGPDH). Extraído y
adaptado de la referencia (5).

SDH
Ilb 1 Las fibras del tipo Ha son las que
1 QGPDH
presentan una actividad más eleva-
PHOS
da, mientras que las de tipo I ocupan
una posición intermedia: De todo
SDH esto parece deducirse que en la rata,
IIc 1 aGPDH las fibras Ha son las que presentan
1 PHOS una dotación enzimática para res-
ponder a las exigencias de los meta-
bolismos aerobico y anaerobico,
Absent Light Moderóte Do'k
mientras que las fibras tipo I no
pueden participar prácticamente más
StQining Intentity que en el metabolismo aerobico.
La Figura 7 representa esas mis-
mas relaciones entre las fibras en
base a su actividad enzimática, pero
FIGURA 4
en la especie humana. Los Índices
han sido establecidos para los enzi-
mas correspondientes al metabolis-
mo aerobico y el metabolismo anae-
robico. Las fibras de tipo I son las
que presentan una actividad enzimá-
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tica anaeróbica más baja, mientras
que las de tipo II muestran la activi-
dadd enzimática aeróbica menor
0 comparativamente. Es interesante

8
í^ constatar el hecho de que, al igual
que sucede en los animales, la rela-
ción de actividad enzimática entre
los dos tipos principales de fibras
musculares esqueléticas es mucho
más elevada para los enzimas del
6
metabolismo anaerobico que para
/^ los del metabolismo aerobico. Esto
explica, sin duda, las diferencias en
4 cantidad de ATP producidas según
/ la molécula de sustrato sea dirigida
hacia una u otra via metabólica. Asi,
2 a nivel de la via aeróbica, una dife-
rencia relativamente pequeña(que se
traduce por una relación entre los
n
niveles de actividad de 3 ó 4), deter-
mina una enorme diferencia en la
PHOS PFK LDH PK producción de energía. En la especie
Typ« I D . I I a H . I I f c B humana, las fibras que presentan una
capacidad oxidativa mayor son las
fibras de tipo I.
-FIGURA 5
índices de actividad enzimática dad enzimática entre los distin- robico. Los símbolos son: nasa. Dalos extraídos y adapta-
anaeróbica de los distintos lipos tos lipos de fibras musculares PHOS.fosforilasas: PFK:fosfo- dos de las referencias (3) y (4 7).
de fibras musculares. esqueléticas en la rara, para los fruciokinasa: LDH. laciatodes-
Relación de los niveles de activi- enzimas del metabolismo anae- hidrogenasa: v PK piruvatoki-
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índices de aaividad de los en-


zimas aerobicos en diferenies
tipos de fibra muscular.
Relación en los niveles de acliri-
dad enzimalica entre los distin-
tos tipos de fibra muscular de la
rata, para los enzimas del meta-
bolismo aerobico. Los símbolos
son: SDH. succinatodeshidro-
genasa: citOx, citocromooxida-
sa: citSyn. citratosintvtasa: y
CarPlTr, carnitin-palmitil-trans Type : U , 1 I t ' 1
ferasa. Datos extraídos y adap-
tados de la referencia (2) y de
resultados no publicados de
RE. Sheperd y P.D. Gollnick.
-FIGURA 6

r UNCIONAMIENTO DE
LAS FIBRAS
Las propiedades metabóhcas y car que la puesta en marcha de que las hace incapaces de mantener
contráctiles de las fibras del tipo I las unidades motrices suplementarias un nivel metabólico compaüble con
hacen especialmente aptas para lle- siempre puede tener lugar de forma la intensidad del ejercicio. Cuando se
var a cabo una actividad mantenida, progresiva. Una motoneruona inerva trata de ejercicios de gran intensidad
de resistencia prolongada; las fibras un número de fibras musculares tan- (superior a la potencia aeróbica má-
de tipo II, por el contrario, están to mas elevado, cuanto menos exci- xima), entran en marcha los dos tipos
adaptadas sobre todo para las activi- table sean dichas fibras. Esto permite de unidades motrices (13,14,21.24,
dades que exigen una potencia ele- asegurar una progresión regular del 25).
vada. El funcionamiento de las fibras aumento de la fuerza en función de la Ciertos hechos han permitido pen-
se adapta a sus características in- puesta en acción de cada unidad sar que la puesta en funcionamiento
trínsecas (9,19,21,22,24,25). Esto motriz suplementaria. de unidades motrices pudiera estar
es posible gracias al hecho de que Los ejercicios de intensidad muy en función de la rapidez de la con-
cada unidad motriz está compuesta baja se realizan mediante la inter- tracción muscular (28,30,51). No
exclusivamente de fibras del mismo vención de un número reducido de obstante, las observaciones recientes
tipo (38), y a que su activación esta fibras del tipo I (24): a medida que de DESMEDT y GODEAUX
ligada a las características de excita- aumenta la intensidad del ejercicio, (13,14) han revelado que la entrada
bilidad de sus neuronas motoras aumenta el número de fibras de tipo I en funcionamiento de las unidades
(31,33). En esquema, puede afir- activadas en función de la intensidad motrices de contracción rápida está
marse que las fibras de tipo I están del ejercicio (22,24). La continua- en función, exclusivamente, de la
inervadas por fibras nerviosas de ción hasta el agotamiento de un ejer- fuerza desarrollada y es totalmente
pequeño diámetro, mientras que las cicio de potencia inferior a la poten- independiente de la rapidez de la
de tipo II están inervadas por moto- cia aeróbica máxima se acompaña de contracción. Por tanto, es muy dudo-
neuronas de diámetro mayor. En el la puesta enjuego de unidades motri- so que ciertos programas de entre-
interior de cada tipo de unidad motriz ces de tipo II (22). Esto va en función namiento pueden determinar una
existe toda una escala de grados de del agotamiento de las reservas de puesta en riarcha selectiva de las
excitabilidad, si bien hay que desta- glucógeno de las fibras de tipo I, lo fibras de contracción rápida.
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R o ' O o' ' ^ t H g h f l t 'o L o «•« • ' A c ' . K i ' . f i

I? •

índices de actividad de tus en-


zimas en las fibras musculares
humanas. Enzimas glicoliiicos.
Enzimas oxidaiivos.

Relación en los niveles de aclivi-'


dad en las fibras musculares
esqueléticas humanas aisladas,
r'HOS PFK LDM PK para los enzimas del metabo-
lismo aerobico y anaerohico.
Los símbolos son: PHOS. fosfo-
rilasa: PEK, fosfofnictokinasa:
LDH, lactalodeshidrogenasa:
PK, piruratokinasa: EÜM, fu-
ma rasa: HOADH, 3-hidro.\-ia-
celil-CoA deshidrogenasa: v
CTSYIV. citraiosintelasa. Datos
extraídos y adaptados de la refe-
rencia 39.
-FIGURA 7

AD.)APTACIONES METABOLICAS
AL ENTRENAMIENTO
El entrenamiento mediante el ejer- do (el vasto externo). Los resultados lia, lo cual se debe al hecho de que
cicio de larga duración estimula, tan- muestran que el entrenamiento au- las fibras Ilb no entran en funciona-
to en el hombre como en los anima- menta de forma importante el poten- miento durante este tipo de actividad
les, y a nivel de todos los tipos de cial oxidativo, en aquellos sujetos (24).
fibras, la actividad de los enzimas que presentan un porcentaje relati- Es preciso subrayar que ni el en-
que intervienen en el metabolismo vamente bajo defibrasde tipo I, y que trenamiento de velocidad ni el entre-
oxidativo (2.20,26.34.35). Tales no existe correlación estrecha entre namiento de resistencia parecen de-
modificaciones, que se traducen en estas modificaciones y el aumento terminar modificaciones notables de
un aumento del volumen de las mito- del consumo máximo de oxigeno del la actividad de los enzimas del meta-
condrias, tienen lugar tanto en el organismo. Este incremento en la bolismo anaeróbico (3.12.23,45.47).
hombre como en la mujer(26,36). La actividad enzimática permanece li- Esto permite suponer que estos en-
Figura 8 presenta un ejemplo de este mitado a los músculos solicitados por zimas se encuentran en concentra-
tipo de cambios a nivel del músculo el entrenamiento (18,45) y está en ción suficiente para responder a to-
humano: en este caso, la succinato- función de la duración y la intensidad das las demandas del metabolismo
deshidrogenasa (un enzima que refle- del trabajo (45,46). Por el contrario, anaeróbico.
ja de modo aproximado la cantidad los ejercicios de esprint apenas indu-
de proteínas mitocondriales totales) cen ningún cambio (45,47), lo cual
ha sido determinada después de un está en clara relación con la duración
periodo de entrenamiento mediante muy breve de este tipo de trabajo.
ejercicio de larga duración de seis Dado que este entrenamiento de
meses. La figura indica asimismo la resistencia supone un trabajo de baja
evolución del consumo máximo de intensidad, resulta lógico que las
oxigeno de los individuos sometidos modificaciones enzimáticas sean
a la prueba, así como el porcentaje de menos marcadas y parezcan locali-
fibras de tipo I en el miisculo estudia- zadas a nivel de las fibras de tipo I y
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C^ongci m O n d o t i v i Potanliel in Human


Bffi. o S h f i a t a l H g i c l * and Vo^mai a f t t r Training

% T,pt I Fib»r» 35
m riH
a SDM Acti*i(y

-FIGURA 8

fenotipo de base del músculo esque-


lético humano, en respuesta a un

INFLUENCIA DEL
ENTRENAMIENTO EN LA
programa de trabajo muscular contra
resistencias elevadas. Más recien-
temente, WATRAS y GOLLNICK
no pudieron tampoco demostrar nin-
guna modificación de la actividad
COMPOSICIÓN DEL MÚSCULO ATPásica de la miosina purificada
por electroforesis y en presencia de
Los estudios realizados sobre este en lo que concierne a la actividad actina. en los músculos de las extre-
tema se han llevado a cabo mediante ATPásica miofibrilar, ha podido po- midades posteriores de la rata, some-
comparaciones entre muestras obte- ner de manifiesto la conversión de un tida a un entrenamiento mediante
nidas por biopsia antes y después del tipo de fibras en otro distinto. Cite- ejercicio de larga duración (Figura
entrenamiento a nivel del propio mos, entre otros, los estudios de
músculo (en el hombre) y de múscu- GOLLNICK y colaboradores (20), Resulta posible modificar la com-
los enteros obtenidos de animales en el que la distribución de las fibras posición de un músculo esquelético
entrenados y no entrenados. Se ha en las muestras de vasto extemo sin cambiar las proporciones relati-
podido observar que el entrenamien- obtenidas por biopsia fue examinada vas de los distintos tipos de fibras; asi
to, especialmente el de resistencia, antes y después de seis meses de tenemos que la Figura 10 ilustra un
determina tanto en el hombre como entrenamiento mediante ejercicio de aumento de la superficie de sección
en los animales una modificación larga duración (Figura 9). Si nos de las fibras de tipo I. Por el contra-
significativa de la composición del referimos a la actividad ATPásica rio, GOLLNICK, col. (18), asi co-
músculo esquelético. Estos cambios miofibrilar, vemos que la distribu- mo EDSTRÓM y EKBLOM (16)
se producen esencialmente por trans- ción de los dos grandes tipos de fibras han puesto de manifiesto que los
formación de fibras Ilb en fibras lia, no se modificó. Este periodo de seis halterófilos presentan las fibras de
que cumplen los criterios histoqui- meses puede parecer muy corto si lo tipo II más desarrolladas que los
micos de aumento del potencial oxi- comparamos con los años de entre- individuos sedentarios o que los atle-
dativo. Esta activación de los enzi- namiento a que se someten los atletas tas que no trabajaban con resisten-
mas del metabolismo oxidativo se especializados de alto nivel que se cias elevadas (Figura 11). Por últi-
produce en todos los tipos de fibras dedican a las pruebas de resistencia. mo, COSTILL, y col. (12) pudieron
con la misma intensidad, lo que se Por otra parte, este lapsus de tiempo observar, después de un entrena-
traduce en el mantenimiento cons- es suficiente para que transcurra el miento muscular con resistencias al-
tante de sus actividades relativas; en tiempo de vida media de las proteínas tas, un aumento de la superficie de las
base a este hecho, podemos pregun- que componen los isoenzimas de la fibras del fipo I y lía, mientras que
tamos si tales modificaciones deno- miosina que caracterizan los diferen- las Ilb no se modificaban. En conclu-
tan realmente un cambio efectivo del tes tipos de fibras musculares, con lo sión, diremos que resulta posible
fenotipo básico. que los cambios aludidos han tenido modificar la composición de un mús-
tiempo de manifestarse. COSTILLy culo mediante el aumento de la su-
De hecho, parece ser que prácti- perficie relativa ocupada por un de-
camente ninguna de las característi- col. (12) tampoco pudieron poner de
manifiesto modificación alguna del terminado tipo de fibras musculares.
cas que definen a este fenotipo básico
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Actin Activoted Myotin ATPast

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Sol RV wv F'ou^ Sol RV


t^ WV

-FIGURA 9
A TPasa de la miosina activada por la acíina. Efecto del entrenamiento medíanle ejercicio de lar!;a duración sobre la actividad A TPasica
máxima de la miosina activada por la actina (I inax) y sobre la actividad de la miosina,
determinada por la constante de Michaelisi Km), a nivel de los tres tipos de fibras musculares
presentes en los mtisciilos del tren posterior de la rata. J. \i ATRÁS y P.D. GOLLMICK.
resultados no publicados.

I NFLUENCIA DEL
ENTRENAMIENTO SOBRE EL
NUMERO DE FIBRAS
Después de los trabajos de MOR- Mtec' o* Lndü'ance T'Oinmg on the Compoiit'on
PURGO (41), se acepta general- o» tfie Vosfjs Laleral'S Myscl» ot Mon
mente que el número de fibras mus-
culares sefijadespués del nacimiento
o poco tiempo más tarde. En estas
condiciones, se suponía que el au-
mento de volumen de un músculo
dependía únicamente del desarrollo
de las fibras preexistentes. Ultima-
mente, cierto número de trabajos han
conducido a poner en duda dicho
concepto. Asi, ha podido observarse
un aumento del número de fibras que
componen un músculo determinado,
en respuesta a ciertos tratamientos,
que, como en el caso de un trabajo
con resistencias elevadas, determi-
nan un aumento del volumen muscu-
lar (27,29,43,44,49,50,53). SCH-
MALBRUCH (48) ha pasado revis- NrPE I TYPE I I
ta a los diferentes mecanismos sus-
ceptibles de intervenir en el desa- FIGURA 10
rrollo de una hiperplasia muscular
esquelética. Se ignora aúti la impor- Efectos del entrenamiento de resistencia en la composición del músculo vasto externo en el
tancia real que puede tener el aumen- hombre.
to del número de fibras en el desarro- Efectos del entrenamiento mediante ejercicio de larga duración sobre el porcentaje y ¡a
llo global de un músculo en respuesta superficie de los dos grandes tipos de fibras, a nivel del vasto externo, en el hombre. Las
columnas claras simbolizan los valores medios antes del entrenamiento y las columnas oscuras,
a distintos tipos de sobrecargas. los valores determinados después del mismo. Datos extraídos y adaptados de la referencia (20).
apunts • d ' e d u c a c i o hsica i
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Superficie de sección de las


/¡tiras del tasto CMerno en
sujetos de control y levanta-
dores de pesas (halteroli-
losl.

Superficie de sección de las


libras musculares del vasto
externo en sujetos de control
!• Iiatterofilos. Datos extraí-
dos V adaptados a las refe-
rencias 16. 18 y 19.
TYPE I TYPE I I TYPE I TYPE I I
Control Subjecft Weight L i f t a r s Control suhiects: sii/etos de
control.

—FIGURA II ti'ei.¡;/tt li/iers: halierotllos.

E, L METABOLISMO DURANTE
EL EJERCICIO
Después de todo lo dicho, resulta cio, asi como la duración del mismo pone de manifiesto por la utilización
manifiesto que los dos grandes tipos (1.10.11,19,40). SonCHRISTEN- selectiva del glucógeno propio por
de fibras (o de unidades motrices) SEN y HANSEN (11) los que. en parte de un pequeño número de uni-
que componen el músculo esqueléti- 1939, pusieron por primera vez de dades motrices (24), todas ellas del
co, difieren fundamentalmente, tanto manifiesto la influencia del régimen tipo I. Esta intervención de los glúci-
en su perfil metabólico como en su alimenticio, gracias a una magnifica dos quizá sea necesaria para asegu-
modo de entrar en acción. Teniendo serie de experimentos. Trabajos mas rar las reacciones anapleroticas que
en cuenta su elevado potencial aeró- recientes han demostrado que estas abastecen de los metabolitos inter-
bico, las fibras de tipo I parecen modificaciones de la capacidad de mediarios que permiten el funciona-
especialmente aptas para asegurar la trabajo van ligadas a las variaciones miento del ciclo tricarboxílico. Esto
oxidación de las grasas y de los de la concentración de ácidos grasos último no constituye más que una
giucidos durante el ejercicio de baja libres y a la magnitud de las reservas hipótesis, no verificable por el mo-
intensidad. Concuerda con ésto el musculares de glucógeno. (42). La mento con los conocimientos de que
necho de que las mediciones de co- Figura 12 ilustra algunos de ios efec- disponemos.
ciente respiratorio y de depósitos tos de los cambios en el régimen
musculares de glucógeno han mos- alimenticio sobre la utilización de los
u-ado con claridad que la proporción glúcidos durante el ejercicio de inten-
de los glúcidos en el aporte energéti- sidad moderada (alrededor del 60%
co aumenta con la intensidad del de la capacidad aerobica máxima).
ejercicio. Esto concuerda a su vez Resulta interesante constatar que
con lo que conocemos sobre el modo el mantenimiento de un metabolismo
ae puesta en acción de las unidades glucidico parece necesario incluso en
motnces en función de la intensidad ejercicio de baja intensidad, mientras
aei ejercicio. Numerosos estudios que los lipidos. presentes en forma de
nari demostrado igualmente que el ácidos grasos libres plasmáticos, pa-
régimen alimenticio puede modificar recerían constituir el sustrato energé-
„^ *°™a notable la naturaleza de los tico mejor adaptado. En tales condi-
sustratos utilizados durante el ejerci- ciones, el metabolismo glucidico se
Iiijlnciicia de lu diclu sobre el melahnlisino hiclmcíirlví
muid duranic el ejercieio.

Carhohidralos l.uelüdn en sanare (iliiei/"emi nuneii


luí:

Tiempo de Irahajo (en minutos).

Injliiencia del re¡;imen aliineniieio sobre la ulilizueioii


de los ¡;lueido-, duninie el ejercicio de lama ditraeiim.
¡.a columna y los redondeles claros representan los
resultados obtenidos con una dieta normal. ,.a colum
na y los redondeles oscuros, los resultados obtenidos
tras un rcf^imen hipcr^lueidico. y la columna rayada v
las .V corresponilen a un reí;iinen

'X'. earbohydrale uscd/min"


proiido-lípuiieo.
Datos extraídos y adaptados de la referencia (19).
-- gramos tic t;lueiilos
R ESUMEN
Esta comunicación ha tratado so-
utilizados por tninuto.
"Blood lactutc" - lactato en sani;rc. bre las caractensticas del metabo-
lismo y la contractilidad de los distin-
tos tipos de fibras (o unidades motri-
ces) que constituyen el músculo es-
quelético. Estañamos dando una vi-
sión incompleta sobre el tema si
olvidásemos mencionar, aunque sea
brevemente, que si el músculo puede
asegurar un funcionamiento conti-
nuo, es gracias a un aporte constante
de sustratos energéticos y de oxige-
no, asi como de la evacuación de los
desechos del metabolismo. Dicha
tarea viene asegurada por el sistema
circulatorio, sin los altos rendimien-
tos del cuál, las adaptaciones del
músculo en respuesta al entrena-
miento serian perfectamente inútiles.
Esta realidad merece, pues, ser re-
cordada, a pesar de que no forme par-
te del tema de estudio de este sim-
posium.
17
•d'educacio física i
medicina esportiva

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