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Características principales de la sociedad primitiva.

Qué fue la comunidad primitiva?

La época del régimen de la comunidad primitiva se divide en dos períodos históricos: el

período de la horda primitiva que comprende el mayor intervalo de tiempo y se

caracteriza por la separación del hombre del reino animal y donde aparecen los

primeros instrumentos de trabajo y las primeras formas de relaciones de producción y

el período del régimen gentilicio, cuando culmina el proceso de separación del hombre

del reino animal y comienza el desarrollo de la sociedad humana.

Cuando hablamos de la comunidad primitiva del ser humano, nos referimos al


estadio más antiguo de organización socio-económica del que se tiene registro
en la historia de nuestra especie. Es decir, fue el primer modo de
organización de los grupos humanos primitivos.

Con el inicio de la civilización humana se formaron las sociedades previas a la


llamada Revolución del Neolítico (hace unos 9.000 años) y al descubrimiento y
masificación de la agricultura.

Este término es también sinónimo, en la jerga marxista de la teoría económica,


del comunismo primitivo, que es el modo de organización socioeconómica
tribal, comunitario y previo a la invención de la propiedad privada que
la humanidad ejercía en ese entonces.

De acuerdo a la doctrina de Karl Marx, esta organización inicial era la más


adecuada para una comunidad humana nómada o seminómada, que vivía de
la caza, pesca y recolección. En ella, las distinciones de clase, estrato social o
incluso de género no eran todavía necesarias, ni relevantes.

de la población siempre y cuando no creciera demasiado y sus necesidades


superaran la capacidad productiva disponible.
Además, al ser imposible la acumulación de bienes, otras actividades como
la innovación o la expresión artística eran mucho más difíciles. Por todo
esto, se las considera el punto de partida de la civilización humana.

Características de la comunidad primitiva


Hoy en día se piensa que la comunidad primitiva estuvo determinada por las
siguientes características:

 Sociedad nómada o seminómada que vive de la caza, pesca y


recolección.
 Ausencia total de propiedad privada y de sistema de clases sociales.
 Ausencia de intercambio económico, comercio o trueque.
 División del trabajo conforme a la edad y sexo, pero siempre en base a
la capacidad física del individuo.
 Herramientas de trabajo sumamente rudimentarias, de origen lítico, o
de hueso o de madera.
 Transmisión matrilineal, es decir, a partir de la madre como garante
del patrimonio, en lugar del padre, como sería después.
 Ausencia de matrimonio, las relaciones íntimas se organizaban en
base a la poligamia (poliginia y/o poliandria) y la prohibición del incesto.
 Bajísima capacidad de producción (apenas para el sustento) y por lo
tanto muy poca capacidad de innovación, de acumulación o de
progreso.
 Bajas tasas de supervivencia individual.

Las relaciones de producción del régimen de comunidad primitiva surgieron


teniendo como fundamento un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas, unos instrumentos de producción primitivos, una división natural
del trabajo por el sexo y la edad. La base de las relaciones de producción
radicaba en la propiedad común de los medios de producción (instrumentos de
producción, tierra, así como también vivienda, herramientas,etc.).

En el marco de la propiedad común, existía también la propiedad personal de


las armas, los objetos de uso doméstico, de la vestimenta. 

Sobre la base de la primera gran división social del trabajo (división del trabajo), es
decir, de la separación de ganadería y agricultura, las fuerzas productivas de la
sociedad primitiva empiezan a desarrollarse con una rapidez sensiblemente mayor. Al
aumentar estas fuerzas, surge y se acrecienta el intercambio, aparece la propiedad
privada, la desigualdad económica entre los distintos miembros de la comunidad. El
surgimiento de la esclavitud intensificó aún en mayor medida la desigualdad
económica y contribuyó a descomponer la comunidad primitiva. La producción
colectiva y la distribución igualitaria de los productos se convierten en trabas de las
fuerzas productivas.

En el estadio superior del régimen de comunidad primitiva, ocurre la segunda gran


división social del trabajo: la artesanía se separa de la agricultura, lo cual contribuye a
que siga desmoronándose la sociedad primitiva. Como resultado aparecen ricos y
pobres, la explotación, las clases, surge el Estado. En sustitución del régimen de
comunidad primitiva, llega la sociedad de clases: el régimen esclavista y
el feudalismo.

Fue un gran paso de avance en el desarrollo de la sociedad primitiva el


descubrimiento y la conquista del fuego y su obtención por procedimientos
artificiales. El dominio de la fuerza del fuego permitió al hombre primitivo
disponer de un medio de defensa más seguro contra los ataques de las fieras y
el frío, descender de los árboles y construir sus primeras viviendas, lo que
posibilitó poblar zonas con clima moderado. 

El invento del arco y la flecha constituyó un enorme paso de avance el


desarrollo de las fuerzas productivas. “El arco, la cuerda y la flecha –
señaló Engels- forman ya un instrumento muy complejo, cuya invención
supone larga experiencia acumulada y facultades mentales desarrolladas, así
como el conocimiento simultáneo de otro muchos inventos.”

El invento del arco y la flecha constituyó un enorme paso de avance el


desarrollo de las fuerzas productivas. “El arco, la cuerda y la flecha –
señaló Engels- forman ya un instrumento muy complejo, cuya invención
supone larga experiencia acumulada y facultades mentales desarrolladas, así
como el conocimiento simultáneo de otro muchos inventos.”
Sobre la base del empleo del arco y la flecha, la caza se convirtió en una forma
de actividad laboral más productiva. Poco a poco el hombre comenzó a cazar y
domesticar animales. Con la domesticación de los animales empezó a
desarrollarse la ganadería. La domesticación de animales posibilitó pasar del
primitivo cultivo de la tierra a base de la azada a la aradura mediante el empleo
de la fuerza animal.
El desarrollo de las fuerzas productivas condujo a la construcción de chozas,
cabañas, viviendas.

Esta forma fue la transición del estado zoológico al social y correspondió al


nivel más bajo de desarrollo de las fuerzas productivas.
Los antepasados del hombre vivían en manadas, y los primeros hombres en
hordas. Pero la horda primitiva se distinguía cualitativamente de las manadas
por el hecho de que la base de los vínculos entre los hombres primitivos es la
actividad laboral conjunta. 

En el régimen gentilicio, la célula fundamental de la sociedad era la gens, que


unía a un grupo de personas ligadas por lazos parentescos. El régimen
gentilicio introdujo notables limitaciones en las relaciones sociales. Los
miembros de una gens dada no podía contraer matrimonio entre sí,
considerándose hermanos y hermanas. Las relaciones nupciales sólo podían
establecerse entre personas de distintas gens. Sin embargo, el varón de una
misma gens podía enlazarse con cualquier mujer de otra gens, y la mujer de
una gens dada, con el hombre que fuera de otra gens. En estas condiciones
era difícil establecer la paternidad, y la cuenta de la descendencia se llevaba
sólo por la línea materna.

El matriarcado tiene por base el modo de producción de la comuna primitiva


que ha adquirido desarrollo en esa época. Las principales causas del
matriarcado son las siguientes: en el matrimonio por grupos que existió en
todos los pueblos durante los estadios inferiores de su evolución, se conocía la
madre de los niños, pero no el padre. Como el origen no podía ser establecido
sino del lado materno, sólo se admitía el parentesco materno. Cuando la mujer
se casaba, permanecía en la gens, mientras que el hombre pasaba a formar
parte de la gens de su mujer.

La causa esencial del matriarcado residía en que la mujer tenía en sus manos
toda la economía de la gens. La caza no procuraba medios de existencia
seguros. El trabajo era más productivo en la agricultura, y al principio eran
sobre todo las mujeres quienes se ocupaban de ella. El papel de la mujer
aumenta con la vida sedentaria, cuando aparece la economía doméstica
propiamente dicha. Los cuidados requeridos por el alojamiento, el
mantenimiento del hogar doméstico, el trabajo en el huerto, el
aprovisionamiento, la preparación de los alimentos, etc., tales eran las
funciones de la mujer. Bajo el régimen de la comuna primitiva, la economía
doméstica desempeñaba un papel importante. Ésta tenía un carácter social, y
la mujer era la superintendente de la casa.

Con la aparición y el desarrollo de la cría del ganado, el papel de la mujer


disminuye, el hombre se convierte en la fuerza principal de producción en la
sociedad. Todas las riquezas, los instrumentos de producción, el ganado y,
desde luego, los esclavos, se transforman poco a poco en propiedad del
hombre. La mujer es relegada a un segundo plano pues la economía
doméstica no es más que un anexo de la producción esencial. La mujer, libre
hasta entonces, se convierte en la servidora de su marido

Fuente: https://concepto.de/comunidad-primitiva/#ixzz6YEj0qQsz

Las migraciones prehistóricas en la isla.

La organización política, económica, social, territorial y cultural de los tainos.

El encuentro cultural entre la sociedad española y la aborigen.


Encuentro de Dos mundos
Previo a la llegada de los españoles, las tierras del Caribe, se
hallaban habitadas por aborígenes arahuacos y caribes, que
tenían una sociedad establecida, de caciques, behiques, naborias,
nitaínos y pueblo general. Esta gente ya poseía, no solo su propia
organización social y económica, en la que los hombres dedicados
a la caza y la pesca colectaban frutos y presas y las mujeres los
preparaban y atendían los niños. Por demás, los aborígenes
también tenían, costumbres mágico-religiosas, tradiciones y
elementos cotidianos que bien formaban parte de una cultura,
aunque primitiva, con respecto a los europeos.

Por tanto la llegada de estos, no fue un descubrimiento, sino una


“colisión cultural” en la que los españoles se impusieron y borraron
a fuerza de sangre y trabajo la raza aborigen, raíz original de
nuestro país. A consecuencia de ello, la importación de esclavos
africanos, fue también, la intromisión de una nueva cultura, para
terminar por provocar un crisol cultural en la
En las Antillas Mayores, Colón consiguió algo de oro y la hospitalidad del cacique
taíno Guacanagarí en la isla bautizada como La Española. Tras el regreso triunfal
del Almirante, la corona española auspició tres viajes más, en el transcurso de
los cuales los hispanos se asentaron en las Antillas y doblegaron por la fuerza a
algunos cacicazgos taínos. Los principales incentivos para ocupar la isla eran los
lavaderos de oro y la
posibilidad de utilizar a los
nativos como mano de
obra. Así, la América
Indígena se tornó un lugar
muy atractivo para
quienes querían hacer
riqueza fácil y mejorar su
situación social, mientras
los aborígenes eran forzados a trabajar y perecían a causa de ello y por
otras razones.

Desde 1497, se autorizó a los particulares para organizar empresas de conquista


a las tierras descubiertas por Colón. En los primeros años del 1500 fueron
ocupadas las islas de Puerto Rico, Jamaica y Cuba y se comenzó a trasladar mano
de obra indígena de las "islas inútiles" hacia los centros de explotación aurífera
de las Antillas Mayores. De esa manera, España empezaba a conformar un vasto
imperio colonial, el más importante de la época, y las Antillas se transformaron
en la primera plataforma de conquista para acceder posteriormente a Tierra
Firme y México.

Los taínos fueron los habitantes precolombinos de las Bahamas, las Antillas Mayores y el


norte de las Antillas Menores. Se trata de un pueblo que llegó procedente de América del Sur,
específicamente de la desembocadura del río Orinoco, Venezuela pasando de isla en isla,
reduciendo o asimilando a los pobladores más antiguos, 12 como los guanajatabeyes y
los ciguayos cuyas culturas son anteriores a la llegada de los taínos. La lengua
taína pertenece a la familia lingüística macroarahuacana, que se extiende desde América del
Sur a través del Caribe. En el momento de la llegada de Cristóbal Colón en 1492, había cinco
cacicazgos taínos en el territorio de La Española (hoy Haití y República Dominicana), cada
uno dirigido por un cacique principal (jefe), a quien se le rendía homenaje. Puerto
Rico también fue dividida en cacicazgos. Al jefe o cacique de la tribu se le pagaba un tributo
significativo. Los caciques tenían el privilegio de llevar colgantes de oro llamados chain,
viviendo en bohíos rectangulares en lugar de ovalados que los pobladores habitaban, y
sentándose en taburetes de madera cuando recibían huéspedes. En el momento de
la conquista española, los mayores asentamientos de población taína podían llegar hasta
3000 personas cada uno. Los taínos competían tradicionalmente contra sus vecinos: las
tribus caribes, otro grupo originario de América del Sur, que vivían principalmente en las
Antillas Menores. La relación entre los dos grupos ha sido objeto de mucho estudio.

En el siglo XVIII, la sociedad taína había sido devastada por enfermedades introducidas tales


como la viruela, así como otros factores tales como los matrimonios mixtos o interraciales y la
asimilación forzada a la economía de plantación
que España, Francia, Inglaterra, Dinamarca y Holanda impusieron en sus colonias del Caribe,
con la posterior importación de trabajadores esclavos africanos. El primer brote de viruela
registrado en La Española se produjo en diciembre de 1518 o enero de 1519.

Cristóbal Colón llegó a la isla, durante su primer viaje a América en 1492. La nao Santa


María encalló en la costa noreste del actual Haití, quedando inservible o zozobrada Entonces
sus maderas se usaron para construir un fortín con empalizada que fue llamado Fuerte La
Navidad en diciembre de 1492. La isla estaba habitada por asentamientos de población taína,
uno de los pueblos indígenas arahuacos. La población taína fue la primera que toleró a Colón
y su tripulación, colaborando en la construcción de la Navidad en lo que ahora es Môle Saint-
Nicolas en Haití. También fue la primera en resistirse a la colonización europea incendiando el
fuerte y asesinando a quienes habían impuesto un régimen colonial basado en la esclavitud y
el asesinato de quienes se negaron a tolerar el pago de tributos mediante el trabajo forzado.
El sometimiento de la isla comenzó seriamente el año siguiente, cuando 1300 personas
llegaron desde España bajo el mando de Bartolomé Colón. A su regreso, el año siguiente, tras
la destrucción del fuerte y sus defensores muertos, Colón optó entonces por fundar una nueva
población unas millas más al este, en la actual República Dominicana, llamada La Isabela en
honor a la reina. La construcción comenzó a finales de diciembre de 1493 y la villa fue
inaugurada el 6 de enero de 1494.9 La ciudad fue una mezcla de puerto, astillero, aduana y
almacén, a través de la cual se canalizaba todo el tráfico entre la isla y España. A partir de
1496 sus habitantes empezaron a emigrar a otras partes de la isla. Para 1500 había sido
abandonada por completo. En la actualidad sus ruinas constituyen un parque arqueológico.

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