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2 Concentración de la FUERZA MENTAL

La mente tiene una capacidad asombrosa para concentrar y enfocar su fuerza.

Algunos maestros pueden doblar metal con esa fuerza, por ejemplo, una cuchara o un
tenedor.

Naturalmente esos maestros se han sometido a un entrenamiento arduo, y desgraciadamente


en esa área también actúan algunos embusteros.

Pero las capacidades de los verdaderos maestros demuestran la fuerza que se puede liberar
por medio de un entrenamiento adecuado.

La mente de cada persona es diferente, porque el cerebro de cada persona y el


entrenamiento de cada persona son diferentes.

Pero en todos se puede aumentar enormemente la fuerza mental por medio de los ejercicios
que aparecen aquí.

Muchas personas probablemente ni siquiera saben que ya disponen de una enorme fuerza
mental.

Eso concierne sobre todo a los científicos, a los médicos, a los instructores y a los
profesores.

Ellos saben que su mente funciona muy bien, porque se sienten atraídos al conocimiento y a
la investigación, aunque jamás hayan entrenado su mente con un propósito.

Pero la mayoría de esas personas no sospechan que también pueden emplear su fuerza
mental para sanar, y en forma muy eficaz.

La mente dispone de muchas capacidades que están relacionadas entre sí.

Las sabidurías y los ejercicios que usted puede aprender son provechosos para todos los
aspectos de su fuerza mental, de los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, del
subconsciente y de la consciencia cotidiana.

La Medicina de Espíritu, Mente y Cuerpo le ayuda a usted también a prevenir cambios


degenerativos en el cerebro, y a mantener durante toda su vida la vitalidad y el vigor de su
mente.

Enfoque un florero

Este ejercicio le ayuda a desarrollar su enfoque.

Durante este ejercicio no tenga puestos lentes de contacto, ya que se podrían secar
demasiado e irritar los ojos.

NO practique este ejercicio si tiene en los ojos una inflamación, una hinchazón o un
tumor o si padece de glaucoma o de presión sanguínea demasiado alta, ya que este
ejercicio concentra la energía en los ojos.

Por otro lado, sin embargo, si usted padece de una enfermedad ocular degenerativa, por
ejemplo, de hipermetropía o miopía, entonces el ejercicio le sirve tanto para su sanación
como también para el fortalecimiento de su mente.
Siéntese derecho ante un florero con flores. Cuando le pida que se siente derecho, para
este o para los siguientes ejercicios, usted puede hacerlo en una silla o en el suelo o sobre
un cojín o alfombra.

En caso que siente en una silla, coloque los pies planos sobre el suelo y no cruce ni las
piernas ni los pies. Mantenga la espalda libre y recta y no se apoye.

Si se sienta en el suelo, puede cruzar las piernas como le sea cómodo, o - todavía mejor -
adoptar la posición del loto, media o completa.

Coloque las manos cómodamente en su regazo. Ver foto abajo.

Mantenga la espalda recta. Coloque la punta de la lengua cerca del paladar, pero sin tocarlo.
Trate de mantener la lengua en esa posición durante todo el ejercicio.

La posición de la lengua ayuda a que la energía fluya en el cuerpo sin ser obstruida, lo cual
es un prerrequisito para el éxito máximo del ejercicio.

Relájese completamente y abra un poco los ojos. Envuelva el pulgar izquierdo con los
dedos de la mano derecha y empuñe esa mano. Ver foto abajo.

Posición de manos Yin/Yang

Su mano derecha debe rodear su pulgar izquierdo con el 70 a 80 por ciento de su fuerza
aproximadamente. Deje descansar los dedos de su mano izquierda relajados sobre su mano
derecha. Coloque esa posición de manos Yin/Yang sobre su bajo vientre, directamente
debajo del ombligo.

Ahora mire sin pestañear las flores que hay en el florero, mientras percibe al mismo
tiempo todo lo que se encuentra dentro de su campo visual.

Mientras más tiempo pueda mantener los ojos abiertos y mirar intensamente, más rápido se
desarrollará su fuerza mental.

Este es uno de los ejercicios más sencillos y eficaces para el desarrollo de la fuerza mental.

Fortalecerá rápidamente su capacidad para mantener el enfoque. En el primer ejercicio


usted probablemente no podrá mantener los ojos abiertos ni por un minuto. Simplemente
pestañee y comience de nuevo.

Oblíguese a mantener los ojos abiertos hasta que ya no lo soporte. Mantenga los ojos
abiertos un poco más tiempo de lo que puede aguantar. Si tiene que pestañear, simplemente
inténtelo otra vez.

Mientras más tiempo pueda mirar las flores sin pestañear, tanto mejor.
Si usted continúa este ejercicio, es probable que el florero desaparezca. Esa no es razón
para intranquilizarse. Es una buena señal de que su Tercer Ojo reacciona. Si sigue
ejercitando, no solo desaparecerá el florero, sino aparecerán otras cosas, tal vez una taza,
una pelota, un Buda o un ángel sanador. Ese es un desarrollo muy avanzado.

Da lo mismo cuáles imágenes surgen en vez del florero. Simplemente permanezca


haciendo este ejercicio todo el tiempo que pueda.

Comience con cinco a diez minutos y alargue el ejercicio paulatinamente a media hora o a
una hora.

No comience de inmediato con media hora.

Organice el ejercicio lentamente, comenzando con tres a cinco minutos, después de una
semana tal vez diez y después de dos semanas quizás sean quince minutos.

Al practicar tiene que estar relajado. No practique si está inquieto, apurado, con estrés o
agitado emocionalmente.

Este ejercicio estimula la fuerza de concentración y el enfoque de su mente y activa las


células cerebrales.

Mientras dirige su atención al florero, las células cerebrales pueden vibrar tan fuertemente,
que usted siente calor en la cabeza y en los ojos o su frente se siente pesada.

Tal vez lagrimeen sus ojos, y probablemente tenga también dolores de cabeza, quizás
incluso fuertes.

En general eso no es ningún motivo de preocupación.

Los dolores de cabeza indican que su Tercer Ojo reacciona, comienza a vibrar y se abre.

Al final del ejercicio cierre los ojos, para tomar mejor fundamento.

Ahora imagínese el florero dentro de la parte inferior de su vientre.

Eso ayuda para dejar fluir la energía sobrante del cerebro hacia la parte inferior del vientre
y nutrir el centro energético del Dan Tien inferior (bajo el ombligo). Ocupe cinco
minutos con el término de su ejercicio, dirigiendo de ese modo su enfoque y su atención a
la parte inferior de su vientre.

Sus dolores de cabeza disminuirán y ojalá desaparezcan.

Si después se siguen sintiendo dolores de cabeza, no se preocupe a pesar de eso. Esos


dolores no son más que una reacción a la abertura de su tercer Ojo.

Este ejercicio es simple, pero es un método profundo de entrenamiento, para el


fortalecimiento del objetivo que se persigue, de la concentración y del enfoque, sólo
accesible para iniciados.

Y si sigue practicando, usted puede intensificar enormemente su fuerza mental.

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