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Cómo desestresarse

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Por Anna Badia, Psicóloga y editora. Actualizado: 21 octubre 2019

Según Sonia Lupien, el cerebro es un experto buscador de


amenazas. Cuando las encuentra, dispara una respuesta
cuyo objetivo es ayudarnos a sobrevivir ante el peligro.
Cuando hablamos de este mecanismo para afrontar
amenazas del entorno, hablamos de estrés. Pero, ¿qué es
el estrés? ¿Es tan malo como se piensa? ¿Cuándo es
malo? Y, sobre todo, ¿podemos hacer algo al respecto? La
respuesta es sí. En este artículo de Psicología-Online te
contamos cómo desestresarse basándonos en la
fisiología del estrés.
También te puede interesar: Cómo ser positivo en
tiempos de crisis
Índice
1. Qué es el estrés y cómo funciona
2. Cómo desestresarse rápido en 5 minutos
3. Cómo desestresarse: 10 pasos básicos

Qué es el estrés y cómo funciona


En psicología, llamamos estrés al nivel de activación del
organismo. Esta activación tiene por objetivo ayudarnos a
adaptarnos al entorno. Por tanto, es una respuesta normal
ante estímulos de peligro o presión.
Estas situaciones estimulan la liberación del factor liberador
de corticotropina (CFR) y este estimula la hipófisis para que
libere adrenocorticotropina (ACTH). Esta hormona activa
las glándulas suprarreanales y ellas segregan cortisol. Por
otro lado, el hipotálamo segrega dopamina que,
juntamente con el cortisol, generan la adrenalina. Estas
hormonas producen los siguientes efectos fisiológicos:
 Aumento de la frecuencia cardíaca para que el corazón
bombee sangre rápidamente.
 Aumento de la presión sanguínea para que la sangre se
desplace.
 Aumento de la frecuencia respiratoria para proveer al
cuerpo de oxígeno.
 Dilatación de las pupilas: para captar mejor cualquier
estímulo visual.
 Aumenta el metabolismo del hígado, produciendo
glucosa para proporcionar energía.
 Tensión muscular: el riego sanguíneo activa los músculos
para que estén preparados para luchar o huir.
 El estómago y los riñones dejan de trabajar ya que si
estás en peligro no son funciones imprescindibles.
 Aumenta la temperatura corporal.
 Aumenta la sudoración.
 Disminuye la sensación de dolor.
Hasta aquí tendríamos el tipo de estrés
denominado eustrés, el estrés que mejora nuestras
capacidades para sobrevivir a una dificultad.
¿Esta reacción fisiológica es necesaria? En cierto grado
puede ser beneficiosa, pero en la mayoría de situaciones
que causan estrés hoy en día esta reacción fisiológica ya
no sirve. Sin embargo, se sigue dando porque el organismo
no ha tenido tiempo de adaptarse a la organización de la
sociedad moderna.
Si el estímulo estresor perdura en el tiempo, la dopamina
se acaba, lo que conlleva el estado de ánimo deprimido y
problemas en el sueño. Mientras, el cortisol se va
acumulando y eso impide la regeneración celular. Por
tanto, aparecen las inmunodeficiencias que consisten
en mayor vulnerabilidad ante infecciones. También
aumenta la irritabilidad, aparece la cefalea y problemas
digestivos. En este caso estaríamos hablando de distrés.
Cada vez que el cerebro detecta algo que puede ser una
amenaza para nosotros, genera una respuesta para
aportarnos la energía necesaria. El cuerpo está preparado
para actuar ante los imprevistos, lo que ocurre es
actualmente hay tantas situaciones que pueden causar
estrés que no hay tiempo para que el organismo se
recupere tras la respuesta fisiológica y los efectos de
esta se cronifican. Para prevenir el distrés, aprende cómo
desestresarte con las siguientes pautas.

Cómo desestresarse rápido en 5


minutos
En consulta, los y las profesionales explicamos los
siguientes pasos para que las personas sepan cómo
desestresarse rápido cuando están en casa, en el
trabajo o en cualquier lugar. Cabe mencionar que resulta
útil en momentos puntuales para reducir la activación, sin
embargo, para aprender a gestionar el estrés, es necesario
un trabajo un poco más profundo. Este se detallará en el
siguiente apartado.
Para desestresarse en 5 minutos se pueden seguir estos
5 pasos:
1. Frena
El estrés puede ser tu aliado, siempre y cuando no supere
el límite que separa el eustrés del distrés. Así que para no
seguir activándote, detente. Date cuenta de que te estás
dejando llevar por tus pensamientos. Vuelve al presente,
aquí y ahora.
2. Respira
Para que la activación no siga aumentando, céntrate en tu
respiración. Realiza respiraciones profundas: inspira
durante 4 segundos, aguanta el aire 2 segundos y exhala el
aire a través de la boca durante 7 segundos.
Cuando hayas empezado a centrarte en tu respiración y
tras hacer unas respiraciones profundas, puedes intentar
la respiración abdominal. Para ello, siéntate en una
posición cómoda, coloca una mano encima de tu abdomen
y otra sobre el pecho. A continuación, procura que la
barriga se hinche al inspirar y mueva la primera mano.
La respiración diafragmática conlleva múltiples
beneficios, pero el que aquí nos atañe es que este tipo de
respiración informa a tu cuerpo de que no hay peligro. Pues
si lo hubiera no podrías estar respirando profundamente, el
sistema de alarma del cuerpo habría acelerado tu
respiración.
Aquí encontrarás otros ejercicios de respiración.
3. Toma consciencia de tu cuerpo
Analiza cada parte de tu cuerpo, detecta las partes que
estén tensas y relájalas. Las partes más típicas son la
frente arrugada y los hombros tensos.
4. Estírate
Mueve el cuerpo y relájalo, realiza suaves movimientos con
la cabeza para destensar los músculos cervicales, mueve
los brazos y los hombros.
5. Sonríe
Está comprobado que tanto la postura corporal como la
expresión facial retroalimentan el estado de ánimo. Eso
significa que si tu postura es tensa y tienes el ceño
fruncido, alimentas el estrés, mientras que si adoptas una
postura corporal relajada y una expresión facial amigable,
alimentas la calma.

Cómo desestresarse: 10 pasos


básicos
¿Qué hacer para desestresarse? Puedes aplicar las pautas
anteriormente expuestas en los momentos en los que
sientas el estrés y quieras disminuir la activación. Sin
embargo, si constantemente crees que necesitas
desestresarte, puede que debas realizar cambios mayores.
Es posible aprender a gestionar el estrés desde la raíz
con los siguientes pasos básicos:
1. Entiende el estrés
¿Qué hacer para desestresarse? En primer lugar, es
imprescindible comprender esta reacción. El estrés es un
mecanismo natural de supervivencia que se pone en
marcha ante situaciones que requieren un esfuerzo para
adaptarnos a ellas. Por ejemplo, un trabajo nuevo o
aprender a conducir. Hay 4 características de las
situaciones que se consideran factores de riesgo para la
respuesta de estrés:
 Novedad: que la situación sea nueva.
 Impredecibilidad: que no se pueda predecir qué pasará.
 Sensación de descontrol.
 Amenaza: que la situación represente una amenaza para
nuestra persona.
2. Sé amigo del estrés
El estrés intenta ayudarte, sí, tal como lo lees. El estrés
activa tu organismo para afrontar ese peligro u obstáculo
con el que te encuentras. Cuando debes entregar un
trabajo en poco tiempo, por ejemplo, tu cuerpo te ayuda
ofreciéndote la energía que necesitas y agudiza todos tus
sentidos para que seas más eficaz y puedas terminar la
tarea.
3. Comprende el origen del estrés
El estrés surge ante una situación en la que sientes que la
dificultad es mayor a los recursos con los que cuentas para
hacer frente. Esto te da dos líneas de actuación:
 La situación.
 Los recursos.
4. Analiza la situación
Según Lupien, ante el estrés debes preguntarte qué
puedes hacer y establecer un plan. ¿Qué es lo que te da
miedo exactamente? ¿Realmente es tan complicado este
examen? Examina la situación de la forma más objetiva
posible. Quizás estás anticipando o estás suponiendo algún
peligro poco probable. Puede que la situación no esté
exigiendo tanto. ¿Qué te estás exigiendo tú?
5. Analiza los recursos
Los recursos pueden ser desde tus conocimientos y
habilidades, hasta el tiempo del que dispones e incluso las
personas que puedan ayudarte. Reflexiona sobre los
recursos que tienes e intenta ser objetivo. Es posible que
los recursos ya estén ahí y no los veas. Por ejemplo, puede
que estés subestimando tus capacidades.
Por otro lado, si realmente no cuentas con suficientes
recursos, puedes ampliarlos. Por ejemplo, trabaja tu
autoestima, aprende inglés para afrontar mejor la búsqueda
de un nuevo empleo, delega tareas domésticas y pide
ayuda a familiares, amigos o incluso a profesionales.
Cuando observas la situación y percibes que cuentas con
los recursos suficientes para hacerle frente, dejas de ver
una amenaza y empiezas a ver un reto.
6. Sé realista
Una vez has analizado los recursos que tienes para hacer
frente a una demanda, ajusta tus objetivos y tus
expectativas para que se correspondan con ellos. Aprende
a diferenciar lo que depende de ti, como el esfuerzo que
dediques a estudiar, y lo que no depende ti, como acceder
o no a la oposición. Plantea metas realistas y sé consciente
de lo que es posible y lo que no.
7. Mantente presente
Practicar la actitud mindfulness, es decir, vivir en el aquí y
el ahora ayuda a centrarte en el presente, en el plano
temporal en el que tienes posibilidad de actuar. También
ayuda poner los cinco sentidos en lo que estás haciendo.
Aquí encontrarás todo lo que debes saber sobre
el mindfulness: qué es y cómo se practica.
8. Cuídate
¿Cómo desestresarse? Para gestionar el estrés es esencial
mantener unas pautas básicas de autocuidado:
 Comida sana y equilibrada. Evitando los estimulantes
como la cafeína y la teína.
 Descanso necesario: tanto dormir entre 7 y 8 horas como
descansar.
 Ejercicio: practica algún deporte o actividad física.
 Ocio: dedica tiempo a tus aficiones.
 Autocuidado emocional: escucha tus emociones.
9. Utiliza el humor y la risa
Según Freud la risa libera la tensión acumulada.
La risoterapia es una técnica que se basa en los
beneficios de reír, entre los que se encuentra la reducción
del cortisol, la hormona del estrés. Reír también destensa
los músculos y estimula la liberación de
endorfinas, dopamina y serotonina, que tienen efectos
positivos en el estado del ánimo y la relajación
respectivamente.
10. Relaciónate con los demás
El apoyo social es un gran protector contra el estrés. Las
relaciones sociales y las interacciones con los demás
pueden aumentar los niveles de oxcitocina y disminuir los
de cortisol, lo que proporciona confianza restando estrés.
No pierdas la oportunidad de mantener una conversación
con otra persona, ayudar a los demás o facilitar el contacto
físico.
Otras estrategias para desestresarte
Existen diferentes estímulos que pueden favorecer la
respuesta de relajación del organismo. Puedes probar
diferentes actividades para desestresarte y practicar las
que mejor te funcionen. Algunas formas de desestresarse
son las siguientes:
1. Música para desestresarse: puedes crear una lista de
canciones que te relajen para utilizarla cuando la
necesites.
2. Juegos para desestresarse: otra estrategia para utilizar
puntualmente son los juegos para desestresarse, que
suelen ser juguetes antiestrés para ejercer presión.
3. Ejercicios para desestresarse: para disminuir la tensión,
son útiles los ejercicios en los que se descarga energía
como, por ejemplo, lanzar una pelota. También son útiles
los ejercicios de relajación, yoga y meditación. Aquí
encontrarás los efectos de la meditación en el cuerpo y la
mente.
4. Actividades para desestresarse: otras actividades que
pueden funcionarte para gestionar el estrés son dar un
paseo, un baño, leer, escribir, etcétera.
5. Autocuidado: realizar actividades placenteras para ti,
como un masaje o tomar el sol.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-
Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni
recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un
psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo
desestresarse, te recomendamos que entres en nuestra
categoría de Crecimiento personal y autoayuda.

Bibliografía
 Barlow, J. (2000). Gestión del estrés, cómo vencer los
obstáculos y mejorar su actitud y su calidad de vida.
Gestión.
 Christian, R., Ramos, J., Susanibar, C., & Balarezo, G.
(2004). Risoterapia: Un nuevo campo para los
profesionales de la salud. Rev. Soc. Per. Med. Inter, 17(2),
57.
 Lazarus, R. S. (2000). Estrés y emoción. Manejo e
implicaciones en nuestra salud.
 Peiró, J. M., & Salvador, A. (1993). Desencadenantes del
estrés laboral (Vol. 2). Madrid: Eudema.
 Lupien, S. (2012). Well stressed: Manage stress before it
turns toxic. John Wiley & Sons.

https://www.psicologia-online.com/como-desestresarse-4724.html

Actividades para trabajar las


habilidades sociales en adultos
1 comentario

Por Cristina Alavedra Barceló. 8 septiembre 2020

Las habilidades sociales son una herramienta muy útil que


desarrollamos las personas para poder relacionarnos con el
resto de la gente. Aquellas personas que carecen de ellas
observamos que mantienen dificultades a la hora de
establecer vínculos con otras personas, les resulta
complicado valorar la situación con la persona que tienen
delante y saber cómo actuar o cuál es la mejor forma de
interactuar, si es momento de ser más cordial porque la
persona frente a ti es por ejemplo tu jefe o jefa o bien un
amigo o amiga con quien puedes ser más coloquial. El
objetivo de este artículo de Psicología-Online es
ofrecer actividades para trabajar las habilidades
sociales en adultos.
También te puede interesar: Dinámicas de presentación
divertidas para niños y adultos
Índice
1. ¿Qué son las habilidades sociales?
2. ¿Por qué son importantes las habilidades sociales?
3. Dinámicas y ejercicios para trabajar las habilidades sociales

¿Qué son las habilidades sociales?


Las habilidades sociales (HHSS) son un conjunto de
hábitos que nos permiten comunicarnos y
relacionarnos con otras personas de forma sana y
satisfactoria, ellas nos ayudan a que nuestras relaciones
interpersonales sean fructíferas y nos hagan sentir bien. La
falta habilidades sociales nos lleva a conflictos y a
mantener relaciones que presentan muchas carencias con
otras personas así como malestar con nosotros/as
mismos/as.
Estos hábitos que engloban las habilidades sociales son
actitudes que adoptamos entorno a las relaciones
interpersonales en base a nuestras creencias,
pensamientos, emociones y forma de actuar ante diferentes
situaciones. Cabe mencionar que las HHSS incluyen
componentes como la comunicación verbal (tono de voz,
etc.) y no verbal (postura de nuestro cuerpo, mirada,
sonrisa, etc.).
Para tener unas buenas habilidades sociales es necesario
también mostrar:
 Empatía
 Asertividad
 Buena autoestima
 Autoconocimiento
 Inteligencia emocional
¿Por qué son importantes las
habilidades sociales?
Las habilidades sociales son esenciales para
relacionarnos con otras personas, establecer vínculos
y poder mantenerlos. Son el motor de las relaciones
humanas y de nuestro día a día, ya que somos seres
sociales por naturaleza, eso significa que necesitamos
relacionarnos para vivir. Ser una persona con habilidades
sociales no solo incrementa la calidad de vida y un buen
desarrollo y mantenimiento de autoestima sino que a su
vez nos protege de padecer ciertas alteraciones
psicológicas como ansiedad y depresión. La falta de
habilidades sociales hace que la persona sea más
propensa a tener reacciones de rabia, ira y frustración,
genera sentimientos de rechazo e infravaloración
que repercuten en la autoestima y estado de ánimo.
¿Sabes qué tan están tus habilidades sociales? Con
este test de habilidades sociales puedes conocer el nivel de
tus competencias sociales.

Dinámicas y ejercicios para trabajar


las habilidades sociales
Tal y como se ha mencionado anteriormente, las
habilidades sociales (HHSS) también implican la empatía,
la asertividad, la autoestima, las creencias, la inteligencia
emocional, el autoconcepto y autoestima, por lo que si
queremos trabajar las HHSS también debemos trabajar
todo lo anterior, para ello vamos a proponer una serie de
ejercicios que permitan conocerse más y a la vez reforzar
las habilidades sociales a través del autoconocimiento de
uno/a mismo/a.
1. Flexibilizar las relaciones
Este ejercicio para adultos de habilidades sociales consiste
en dibujar una pirámide, dividirla entre dos y en un lado
poner “yo” y en otro poner “los demás”. Una vez hecho
esto, debes reflexionar sobre tus relaciones y en la parte
donde pone los demás debes reflexionar sobre el nivel de
compromiso que tienen tus relaciones contigo y marcarlo
en la pirámide. En el apartado donde pone “yo” debes
reflexionar sobre el nivel de compromiso que has adquirido
tú hacía los demás.
Esa actividad te permitirá flexibilizar tus relaciones,
puede ser útil para todas aquellas personas que presentan
creencias muy marcadas sobre ciertos valores como la
amistad, etc., y se muestran muy rígidos ante todas sus
relaciones o bien ante una situación relacional que está
bloqueada. Al ser gráfico, te permite hacer un análisis
mucho más visual. Esta tarea parte tiene como referencia
a la psicología positiva y fue diseñada por Hervás (2008).
2. Sanear las relaciones bloqueadas
Quizás un hecho que nos esté dañando nuestras HHSS es
una relación bloqueada, algo que nos hizo daño y aún no
hemos sabido reponernos. Para ello, esta tarea expuesta
desde el planteamiento narrativo puede ser muy útil. Se
trata de escribir los sentimientos que te genera aquella
relación que quieres sanear.
1. Primeramente, se va a escribir todo lo negativo que
provoca hasta sentir que ya se ha expresado todo al
respecto.
2. Es entonces cuando se puede pasar al siguiente punto,
escribir todo lo positivo que tiene la relación.
Realizar este ejercicio para trabajar las habilidades sociales
en adultos ayuda a regular las emociones
negativas hacia otras personas. En este artículo puedes
ver 15 técnicas para gestionar las emociones. Cabe
mencionar que esta actividad está indicada en los casos en
que se quiera seguir o retomar la relación con una persona
o en el caso de que la pérdida de esa persona afecte a tu
día a día y afecte al humor con rabia o ira.
3. Abordar los problemas des de las
necesidades
Una de las cosas más útiles para que las personas puedan
comprender un problema y estos no supongan una fuente
de conflicto es abordarlo desde las necesidades. En
general, privar a alguien de lo que se está necesitando no
es algo muy común, por lo que la propuesta de esta
actividad es plantear y abordar los problemas y conflictos
desde las necesidades. Además, este ejercicio también
permite explorar nuestro interior y conocernos mejor. Antes
de empezar esta actividad es importante tener en cuenta
que existen 6 necesidades para el bienestar
psicológico:
 Control del entorno (sabiendo que no todo está bajo
nuestro control y haciendo referencia a aquello en el que la
persona puede ser proactiva)
 Crecimiento personal
 Autonomía
 Propósito en la vida
 Autoaceptación
 Relaciones positivas
Cuando las necesidades se fortalecen, el problema deja de
tener tanto peso. A partir de aquí, ante un problema la
persona deberá reflexionar sobre las siguientes cuestiones:
 ¿Qué cosas me hacen sentir bien?
 ¿Cuáles son mis necesidades?
 ¿Cómo veo el problema en relación a mis necesidades?
 ¿Qué puedo hacer para satisfacer mis necesidades?
A la hora de expresar todo lo hallado a otra persona
recuerda hacerlo de forma asertiva: “entiendo lo que me
dices, cuando tú haces esto yo me siento…”
4. Soy la otra persona
Otro de los elementos que no podemos olvidar cuando
hablamos de habilidades sociales es la empatía, por ello
propongo esta dinámica para trabajar las habilidades
sociales. El objetivo de esta dinámica es apreciar los
sentimientos y emociones de otra persona. A su vez
buscar puntos en común ante el conflicto y reforzar la
convivencia, el respeto y la tolerancia.
Para que sea más fácil integrarse en la piel de la otra
persona, es necesario que se elija un complemento o una
prenda de ropa de la otra persona (collar, bufanda, gorro,
jersey, chaqueta, pañuelo, corbata, etc.), con la prenda
puesta se pedirá a la persona que describa lo que siente y
las sensaciones que tiene siendo la otra persona.
5. Escucha activa
Una de las actividades para trabajar las habilidades
sociales en adultos es poner consciencia y practicar. La
escucha activa es una de las HHSS más básicas e
importantes presentes en cualquier taller de habilidade
sociales o entrenamiento en habilidades sociales. Con tu
entorno más cercano dedica un tiempo a practicar la
escucha activa, esta te permitirá conocer mejor a tu entorno
así como también mostraste una persona más cercana.
6. Autorregistro de habilidades sociales
Otra de las actividades para trabajar las habilidades
sociales en adultos es llevar un registro de las HHSS que
se utilizan o que se querría utilizar. De ese modo podremos
detectar de forma gráfica qué conductas han podido causar
algún conflicto, el por qué y buscar solución. Al empezar el
autorregistro, es importante primero que se recuerde
una situación que creó incomodidad o que no te hizo
sentir bien. Es importante que una vez se recuerde, se
anote el día y en qué momento sucedió y el contexto. Una
vez se tenga toda esta información, es importante recordar
cómo se resolvió esta o cómo se actúa ante esta
(asertivamente, evasiva, agresividad, etc.).
Cuando hayas visto el estilo de afrontamiento que se utilizó
en aquella interacción, en el caso que no fuese asertivo
sería bueno plantear como se hubiese podido actuar para
que aquel conflicto fuera menor, genera alternativas
a cómo afrontar el conflicto.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-
Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni
recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un
psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Actividades para
trabajar las habilidades sociales en adultos, te
recomendamos que entres en nuestra categoría
de Psicología social.

Bibliografía
 Beyebach, M.; Herrero, M. (2010). 200 tareas en terapia
breve. España: Herder.
 Roca, E. (2008). Como mejorar tus habilidades sociales.
ACDE.

https://www.psicologia-online.com/actividades-para-trabajar-las-habilidades-sociales-en-
adultos-5212.html

La importancia de las
Habilidades Sociales
2 comentarios
Por Enrique Beltrán. 5 marzo 2018

En la mayoría de los casos de mi consulta, observo que


aparecen de una forma u otra carencias en habilidades
sociales. Me atrevería a decir que en muchos casos esta
carencia es el origen del problema principal, de cualquier
modo todos los casos mejorarían si aumentaran las
habilidades sociales de pacientes y allegados.
En este artículo de PsicologíaOnline, vamos a hablar
acerca de la importancia de las habilidades sociales.
También te puede interesar: Habilidades sociales: qué
son, tipos, listado y ejemplos
Índice
1. La empatía
2. La asertividad
3. La conversación

La empatía
Una columna sobre las que se asienta la habilidad social es
la “empatía” entendida como ponerse en el lugar del otro,
pero no desde nuestro punto de vista, sino desde el punto
de vista del otro, comprendiendo sus expectativas, sus
emociones, sus creencias, sus deseos, sus conductas...
Para conseguir esta empatía es imprescindible escuchar y
observar a la persona a la que desea entender. En la
escucha activa se procesa la información que nos llega de
la otra persona, información tanto verbal como no verbal.
Durante la escucha se deben enviar mensajes al hablante
para hacerle ver que le estamos entendiendo “feed-back” o
en su caso pedir aclaraciones de lo que no entendemos.
También nos ayuda a comprender a los demás recordar
como actuaron o se sintieron en situaciones similares a la
que nos encontramos en un momento dado.

La asertividad
Por otra parte están nuestros intereses, es decir, qué es lo
que queremos conseguir, qué esperamos de los demás.
Puede que pidamos ayuda en algún asunto, que queramos
una agradable conversación, una relación amorosa, dar
una orden a un trabajador... en todo caso nuestras
aspiraciones deben ser realistas. En este punto es
necesario conocernos a nosotros mismos, nuestras
limitaciones, nuestras habilidades y nuestras emociones.
Una vez tengamos una idea lo más ajustada posible de la
posición de la otra persona y hayamos definido cuales son
nuestras aspiraciones estaremos en condiciones de actuar,
ahora podremos ser asertivos.
Ser asertivo significa comunicar a los demás nuestras
opiniones, ideas, deseos... de forma clara pero no agresiva.
Esta es la mejor forma de conseguir nuestros objetivos
sociales.
Peleas entre adolescentes, familiares que no se hablan,
compañeros de trabajo que se hacen competencia desleal,
divorcios conflictivos, discusiones fuera de tono...
Hay un sin fin de situaciones que se convierten en
insoportables, con consecuencias sobre el estrés y la salud
que si en su momento se hubieran tratado de forma
socialmente aceptable no hubieran ocurrido.

La conversación
Dentro de las habilidades sociales se encuentra la
conversación. Una conversación debe empezar por el
saludo, y la presentación en el caso de que los
interlocutores sean desconocidos. El saludo ha de ser
adecuado a las circunstancias y al tipo de relación que se
tenga con la otra persona, puede ir de un hola y apretón de
mano a un beso cariñoso según el caso.
Durante la conversación se debe escuchar activamente,
es decir, mostrar interés por lo que se dice, pedir
aclaraciones de lo que no se entiende, respetar el turno de
palabra... Al mismo tiempo haremos nuestra intervención
de forma clara y buscando la escucha de los demás.
Las conversaciones finalizan con una despedida, que al
igual que el saludo depende de la situación en la que nos
encontremos. Es importante conocer las peculiaridades de
la situación para ajustar el saludo y la despedida a ella. No
es lo mismo un encuentro en un hospital que en la playa.
También favorece la relación social ser agradecido,
amable, sonriente, pedir disculpas... todo ello en los
momentos adecuados y sin ser excesivamente
complacientes. La amabilidad, por ejemplo, podría causar
rechazo tanto por defecto como por exceso.
Por otra parte, el egocentrismo, la codicia, la desconfianza,
las críticas destructivas, la competencia suma cero etc...
minan nuestras relaciones sociales. Una relación basada
en la empatía y la asertividad, es decir, unas buenas
habilidades sociales, nos van a evitar muchos conflictos y
nos va a ayudar a aumentar la autoestima. Por
consiguiente, muchos problemas de estrés, de conducta
antisocial, de depresión, de aislamiento... se verían
fuertemente reducidos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-


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https://www.psicologia-online.com/la-importancia-de-las-habilidades-sociales-2531.html

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