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Bibliografía
Barlow, J. (2000). Gestión del estrés, cómo vencer los
obstáculos y mejorar su actitud y su calidad de vida.
Gestión.
Christian, R., Ramos, J., Susanibar, C., & Balarezo, G.
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Lazarus, R. S. (2000). Estrés y emoción. Manejo e
implicaciones en nuestra salud.
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Lupien, S. (2012). Well stressed: Manage stress before it
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https://www.psicologia-online.com/como-desestresarse-4724.html
Bibliografía
Beyebach, M.; Herrero, M. (2010). 200 tareas en terapia
breve. España: Herder.
Roca, E. (2008). Como mejorar tus habilidades sociales.
ACDE.
https://www.psicologia-online.com/actividades-para-trabajar-las-habilidades-sociales-en-
adultos-5212.html
La importancia de las
Habilidades Sociales
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Por Enrique Beltrán. 5 marzo 2018
La empatía
Una columna sobre las que se asienta la habilidad social es
la “empatía” entendida como ponerse en el lugar del otro,
pero no desde nuestro punto de vista, sino desde el punto
de vista del otro, comprendiendo sus expectativas, sus
emociones, sus creencias, sus deseos, sus conductas...
Para conseguir esta empatía es imprescindible escuchar y
observar a la persona a la que desea entender. En la
escucha activa se procesa la información que nos llega de
la otra persona, información tanto verbal como no verbal.
Durante la escucha se deben enviar mensajes al hablante
para hacerle ver que le estamos entendiendo “feed-back” o
en su caso pedir aclaraciones de lo que no entendemos.
También nos ayuda a comprender a los demás recordar
como actuaron o se sintieron en situaciones similares a la
que nos encontramos en un momento dado.
La asertividad
Por otra parte están nuestros intereses, es decir, qué es lo
que queremos conseguir, qué esperamos de los demás.
Puede que pidamos ayuda en algún asunto, que queramos
una agradable conversación, una relación amorosa, dar
una orden a un trabajador... en todo caso nuestras
aspiraciones deben ser realistas. En este punto es
necesario conocernos a nosotros mismos, nuestras
limitaciones, nuestras habilidades y nuestras emociones.
Una vez tengamos una idea lo más ajustada posible de la
posición de la otra persona y hayamos definido cuales son
nuestras aspiraciones estaremos en condiciones de actuar,
ahora podremos ser asertivos.
Ser asertivo significa comunicar a los demás nuestras
opiniones, ideas, deseos... de forma clara pero no agresiva.
Esta es la mejor forma de conseguir nuestros objetivos
sociales.
Peleas entre adolescentes, familiares que no se hablan,
compañeros de trabajo que se hacen competencia desleal,
divorcios conflictivos, discusiones fuera de tono...
Hay un sin fin de situaciones que se convierten en
insoportables, con consecuencias sobre el estrés y la salud
que si en su momento se hubieran tratado de forma
socialmente aceptable no hubieran ocurrido.
La conversación
Dentro de las habilidades sociales se encuentra la
conversación. Una conversación debe empezar por el
saludo, y la presentación en el caso de que los
interlocutores sean desconocidos. El saludo ha de ser
adecuado a las circunstancias y al tipo de relación que se
tenga con la otra persona, puede ir de un hola y apretón de
mano a un beso cariñoso según el caso.
Durante la conversación se debe escuchar activamente,
es decir, mostrar interés por lo que se dice, pedir
aclaraciones de lo que no se entiende, respetar el turno de
palabra... Al mismo tiempo haremos nuestra intervención
de forma clara y buscando la escucha de los demás.
Las conversaciones finalizan con una despedida, que al
igual que el saludo depende de la situación en la que nos
encontremos. Es importante conocer las peculiaridades de
la situación para ajustar el saludo y la despedida a ella. No
es lo mismo un encuentro en un hospital que en la playa.
También favorece la relación social ser agradecido,
amable, sonriente, pedir disculpas... todo ello en los
momentos adecuados y sin ser excesivamente
complacientes. La amabilidad, por ejemplo, podría causar
rechazo tanto por defecto como por exceso.
Por otra parte, el egocentrismo, la codicia, la desconfianza,
las críticas destructivas, la competencia suma cero etc...
minan nuestras relaciones sociales. Una relación basada
en la empatía y la asertividad, es decir, unas buenas
habilidades sociales, nos van a evitar muchos conflictos y
nos va a ayudar a aumentar la autoestima. Por
consiguiente, muchos problemas de estrés, de conducta
antisocial, de depresión, de aislamiento... se verían
fuertemente reducidos.