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PHILIPPE LEVY
Psicoanalista
Universidad de París XIII
¡
comme on prend la parole ti quelqu'un."
793 presenció la expansión de la institucionalización Georges Bernanos
de una vasta empresa destinada a designar y castigar
/' a los traidores y enemigos del interior de la Revolu- "Lorsque l' on veut mettre des mots sur la
( ción a través de la creación de un verdadero ejército re- rencontre inmémoriale de l' affect et de l' off en-
volucionario capaz de denunciar a los sospechosos y de ayudar a se, les mots pululent et glissent sur cette va-
acabar con el hilo de vida de todos aquellos cuyas supuestas canee langagiére."
intenciones antinacionales o antirrepublicanas exigían que se les Sylvie Nysenbaum
ripostara.
Se funda así el terror, asentado sobre las creencias y convic-
ciones políticas de sus defensores, y sobre el paso al acto para
imponer la validación de la ideología que predicaba. Es por eso
que a través del análisis de las nociones que subtendieron todos b través de los significantes in-
sus componentes institucionales, es posible resaltar los lineamien- ~critos en el título, el autor va
tos de la ideología que la acción aterrorizante sirve: ley de los
sospechosos, constitución del Gran Comité de Salud Pública en sep-
desarrollando los pivotes en tomo a
tiembre de 1793 (cuyos doce miembros se unieron en un pacto sin los cuales giró este coloquio. 1793pre-
fundamento institucional que, no obstante, encerraba patriotismo, sencia la fundación del terror para
republicanismo, gusto por el poder, y activismo), Comité de Vigilancia y imponer la validación de la ideología
Tribunal Revolucionario, exigencia de producción, por todo ciuda- que predicaba. 1993 ve retomar un
dano, de un certificado de civismo con obligación de denuncia de
todos aquellos convertidos en supuestos subversivos, son algunos
movimiento nacionalista en el que la
de sus signos, entre otros. violencia parece dejarle paso al terro-
En junio de 1793,el Comité será inculpado, desestabilizado e rismo. Conviene que reine la primera
impugnado entanto centro de unidad de la nación, sobre la pregunta: para escapar al terror y eventualmen-
¿Quién habla la lengua del derecho? Los patriotas reclaman que se te abrir un espacio para la reinscrip-
haga hablar la ley en nombre de la oposición de la voluntad de todos
a la omnipotencia de la ley: expresión de una voluntad general. Se ción del proceso de simbolización. Este
abre así la vía al juego de lo imaginario de una antinomia de la es el eje temático de una invitación a
palabra viva y de la palabra escrituraria. interrogar la capacidad de la modali-
dad psicoanalítica del discurso para
• Este texto constituye el argumento de apertura de un coloquio interdisciplinario realizado en París
los días 20 y 21 de marzo de 1993, Traducción: Prot. Pio Eduardo Sanrnguel A, Universidad Nacional
cuestionar la coyuntura histórica ac-
de Colombia, tual.
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CCltOt.4BIANA.
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No. 2 AÑO MCMXCIII
u NACIONAl DE COl.~IA
BOGOTA, D.C
PHILlPPE LEVY 1793·1993: TERROR, VIOLENCIA, PODERES DE LA PALABRA "DEL TRAUMA AL CONFLICTO"
1
emitida para 793-1993:TERROR, VIO- ma la función A pesar de hallarse en los
uso de aque- de imagen de brazos de su padre durante su ca-
llos, es la mis-
LENCE, THE POWER OF un cuerpo; enel balgata nocturna y a pesar de la pa-
ma que los WORDS; "From Trauma to imaginario na- labra de éste que buscaba tranqui-
acalla. Esta Conflict". The signifiers in the cionalista, tra- lizarlo ("Es sólo la bruma"), el niño
palabra, -don tiile of this paper enable ihe gar es natura- de la balada de Goethe, confronta-
de una prome- lizar, y exiliar do a la aterradora aparición del Erl-
author to develop the axes
sa hecha a es expulsar; konig (el Rey de los Alisos), ya no
quienes no se around whieh this symposium cuerpo camal y puede escapar al espanto mortal.
contempla turned. 1973 witnessed the first cuerpo social se In Seinen Armen das Kind War tot.
que les perte- use ofterror to impose the legiii- fundan en la Esta elaboración poética nos repre-
nezca, claro macy ofthe ideology it preached. representación senta los efectos del fracaso de la
está-, sólo la analógica de representación, que se destruye por
1993 saw the return of a naiio-
aprehenden los buenos y los su imposibilidad de asumir la an-
bajo su moda- nalist movement in tohicn vio- malos objetos. gustia que engendra y que toma
lidad colecti- lenee seemed to llave given way Se comprende entonces el lugar del vacío, que
va del parler to terrorismo It is preferable for entonces la inscribe su falla.
pour': palabra the first named to reign in order incredulidad Como lo escribe Michel
raptada, pala- que atormenta Cuerirr': "La abolición de la alteridad
bra birlada,
to elude terror and to eventually a algunos con- me provoca una crisis de indentidad.
propicia para open up a spaee for the reins- temporáneos El vértigo que me trastorna, en vez de
la hipnosis y eription of the proeess of symbo- nuestros res- inscribirse en el texto afectivo donde el
para la emana- lization. This is the themaiic axis pecto a las con- yo se conforta y define, me devuelve a
ción colectiva of this proposal to reeonsider the diciones de po- un pasado anterior al sujeto, trastoca
de la creencia. sibilidad de la memoria cultural, rompe el espejo
El discurso
powers of psyehoanalytie dis- una integra- donde el individuo se refleja como yo.
que promue- course in the examination of ihe ción no desin- Heme aquí devuelto a lo inmemorial, a
ve los proble- present historieal juncture. tregradora, el lo arcaico, a una modalidad anteafecti-
mas sobre se- recelo frente a va del sufrir".
guridad pú- la voluntad de Ya sea como mandato, ame-
blica puede así convertirse a la vez integración manifestada por el naza, maldición o profecía, el te-
en promotor de angustia y en por- cuerpo extraño, y el clima de terror rror se articula siempre con un
tador de adhesión, porque reúne, que de allí se deriva siempre; se proceso de aniquilación de todo
en la misma enunciación, la ame- crean así las condiciones más pro- vínculo de la palabra, porque pre-
naza y su conjuro. picias para el establecimiento de cisamente la función que tiene allí
Por eso las ideologías de sal- una obsesividad defensiva y de una su enunciación es denegarle, a quien
vación hallan siempre su apogeo organización represiva que en- le esté destinada, todo poder de
en momentos en que la relativiza- gendran la construcción de un reciprocidad, prohibiéndole así
2. parler pour. hablar por, hablar para, y sobre todo
verdadero delirio obsidional colec- 3. Guerin M., La Terreur et la Pitie. T. 1. Aries: Actes
hablar en favor de. (N. del T.) tivo. Sud, 1990.
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desprenderse de ella, precipitán- hasta dónde puede fundarse con gentina [anine Puget\ "es el de un
dolo en una dimensión que excluye ello el estatuto del ciudadano sobre cuerpo desarticulado en busca de los
su subjetividad y donde queda el poder de la exclusión. signos que puedan reorganizarlo. Es
abolido todo uso posible de la me- No podríamos dejar de inte- posible que las experiencias correcti-
táfora. Nadie puede aspirar a res- rrogarnos sobre el beneficio extraí- vas ayuden a dar un sentimiento de se-
ponder por sí mismo cuando se lo do, en tal ocasión, por quien coloca guridad interna y a sobreponerse al
mantiene bajo dominio, yjustamen- al otro en la dimensión del rechazo: terror, al miedo o al horror".
te es un signo del terror que aquel de hecho, a través de este acto de En comparación al terror, ¿la
que es su víctima no pueda defen- denuncia, cuyo valor de designa- violencia le deja lugar a la posibili-
derse del miedo enunciándolo. ción determina tanto lo no especu- dad de una reinscri pción del proce-
El sujeto logra desprenderse larizable como lo que no puede so de simbolización con el que po-
del terror para así manejar su mie- tolerarse de la drían reanu-
do por medio de la institución de representa- darse los hilos
1
objetos interpuestos entre la Cosa y ción de una de una me-
793- 1993: TERREUR,
él, e identificándose a su propia diferencia, moria desecha
representación; si en efecto, esto es busca produ- VIOLENCE, LES POU- y sostenerse la
así, podemos imaginarnos hasta cir el borra- VOIRS DE LA PAROLE¡"Du continuidad
qué punto el desmoronamiento de miento de la traumatisme au conflit". A del vínculo del
este apoyo -por ejemplo, en curso representa- partir des signifiants du titre, sujeto con
de una desestructuración psicóti- ción de su aquello que
l'auteur développe les pivots
ca- puede confrontar al sujeto con propia falta. Si constituye su
un terror sin nombre, vale decir, se pretende autour desquels a tourné ce col- historia? ¿Y a
claramente, inconcebible para los fundar lo loque. 1793 fut témoin de la la re inscripción
neuróticos que somos (por más homogéneo y fondation de la terreur pour de la relación
fóbico-obsesivos que sean). asegurar la imposer la validation de l'idéo- con la Historia
En revancha sin embargo, la unidad de una de esta histo-
logie qu'y était préchée. 1993
experiencia psicótica indudable- serie amena- ria?
mente puede remitirnos al proceso zada por la voit revenir un mouvement
según el cual es la determinación existencia de nationaliste oú la violen ce sem- PODERES
del sujeto en tanto representación lo que se plan- ble céder le pas au terrorisme. JI DE LA
la que pone fin, ontogenéticamen- tea como ina- convient que la premmiére reg- PALABRA
te, al terror del que era presa origi- similable, con-
nalmente. viene enton-
ne pour échapper a la terreur et, Para .con-
ces que reine éventuellement, ouvrir un espa- tinuar con
VIOLENCIA la violencia, a
ce la réinscription du proces- nuestro mode-
ante la cual el sus de symbolisation. e'est l' a- lo, podríamos
La VIOLENCIA, ligada a la otro queda sin xe thématique d'une invitation hablar de los
representación que sostiene su efec- consistencia, PODERES DE
to, participa, en cambio, de la mane- para escapar al
a interroger la capacité de la LA PALABRA
ra como el sujeto llega a pensar su terror en que modalité psychanalytique du recurriendo a
miedo. Designa el objeto del miedo nos encerraría discours pour questionner l'ac- la manera co-
y se torna afín al insulto. Como ya el exceso de tuelle conjoncture historique. mo Jean Pierre
lo indicamos, la noción de sospe- consistencia Paye'' describió
choso, tal como la define la ley del Otro. el doble circui-
aprobada por la Convención el 17 Los estu- to por medio
de septiembre de 1793, designa a dios adelantados sobre la Violen- del cual se desarrolló, en la noche
todo individuo que aunque no haya cia de Estado han permitido cernir del9 altO de terrnidor, el campo de
hecho nada contra la libertad, no ha los efectos del estado de amenaza y la circulación narrativa resultante,
hecho nada por ella. Así pues, sancio- las actitudes de negativa o de por una parte, de la Convención,
na y categoriza de manera casi sumisión que éste condiciona, donde se hacían declaraciones que
taxonómica a todos aquellos que se abriendo la puerta a lo impensable
rehusen a encarnar los ideales de la de lo que Bion denomina terror sin 4. Puget J., Violence d'Etat et Psychanalyse. París:
Dunod, 1989. p. 39.
ideología unitaria del actuar por la nombre. El modelo del estado de ame- 5. Faye J.P., Peuton raconter I'événement? Le temps
libertad y revela inmejorablemente naza, escribía la psicoanalista ar- du non, No. 10·11, Abril-Septiembre, 1991.
denunciaban a Robespierre como tomima de la segunda), es porque El "Wo Es uiar, soll [eh uierden"
realista oculto por fin desenmasca- el insulto procede del poder inme- freudiano nos señala la ruta del
rado, y por otra, de la Comuna, que diato que resulta de producir una recorrido DEL TRAUMA AL
enjuiciaba a la Convención tachán- fractura del vínculo de palabra entre CONFLICTO que permite, por un
dola de asamblea de traidores a insultado e insultante, y porque lo dispositivo de lenguaje, el adveni-
sueldo del extranjero. Esta circula- reduce a la imposición al renunciar miento del sujeto en la cura, a tra-
ción halló su fin cuando la bala del a representarlo, para fijarlo en una vés de una reactivación de las fuer-
arma del gendarme Merda topó con representación aterradora para él y zasconflictuales. Decía Lacan" "[No
la quijada de Robespierre, acusa- horripilante para los demás: No les parece notable, que en el origen de la
dor central, acallado desde enton- eres más que eso; sólo eso!. experiencia analítica, lo real se haya
ces y destinado a la guillotina, pero Por su parte, el psicoanálisis presen tado bajo laforma de lo que tiene
que ya desde el 8 de termidor se nos enseña que cuando se coloca al de inasimilable -bajo laforma del trau-
encontraba perdido al verse des- sujeto en posición de recibir el ma, que determina todo lo que sigue, y
provisto de su hegemonía narrati- mensaje que viene del Otro, con- le impone un origen al parecer acciden-
va y expuesto a la injuria. viene que le sea abierto el campo de tal?"
La articulación sintáctica de una dialéctica que le permita no Este inasirnilable, que funcio-
la injuria, al situar al insultado bajo verse obligado a responderle in- na como un cuerpo extraño al que
el signo de la especie, lo coloca de- mediatamente como si se le mani- no se le puede arrogar nada porque
liberadamente por fuera de toda festara en forma de un mandato todo lo que el sujeto podría experi-
referencia subjetiva, haciéndolo productor de obediencia automáti- mentar de él está situado por fuera
participar de un significante aisla- ca que no movilizara una dimen- de su conocimiento solamente
do de la cadena que presuntamen- sión temporal. En cambio, el man- podemos abordarlo por los afectos
te define su esencia, y que lo fija en dato que inaugura lo simbólico para de angustia y por el espanto en que
una identificación especular objeti- la humanidad, en la medida en que nos sumerge la presencia enigmá-
vante. La pasión identificadora se articula con la inter-dicción, no tica de lo indescifrable. La puesta
nunca se distancia mucho de lo que tiene nada de impositivo porque en palabras de lo innombrable es,
anima la estigmatización racista si implica para cada caso la existencia por definición, lo que no puede
surge cuando la identidad nacional de un auditor supuesto que obliga dejarse oír en lengua alguna, con
se halla bajo una crisis de represen- a recibirlo como una pregunta que excepción tal vez de la del cuerpo,
tación, y en la que se convoca al ciu- viene del Otro. donde lo irrepresentable, en tanto
dadano a la reconquista de las fron- Desde este punto de vista, ¿no real imposible de soportar, hace
teras naturales o a la salvaguarda podría definirse la tarea del psico- sentir su presencia.
de la pureza de los orígenes. Si la analista como transmisión de lo que, En lo esencial de la maniobra
nominación se opone en ocasiones en la tradición analítica, compete al
6. Lacan J., SeminariO XI. Los Cuatro Conceptos
a la simbolización (yen tales casos compromiso ético que subtiende Fundamentales del Psicoanálisis. Barcelona: Paidós.
la primera es sólo una irrisoria pan- su saber y anima su práctica? Tra- p. 63
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analítica, lo que resulta de lo trau- Así lo dice Sylvie Nysen- en quienes la palabra delega los po-
mático pone en relieve la antino- baurrr': "La palabra" es mágica por su deres del decir: es en torno a este
mia que confronta la exigencia historia, y esto porque la historia es eje temático que los psicoanalistas
narrativa al choque con lo indeci- siempre de actualidad aunque esté eclip- podrían invitar a historiadores,
ble. No obstante, si se confirma sada por la civilización y por la infla- lingüistas, juristas, periodistas y
que la red de la Palabra ejerce su ción de las palabras. Mágica en sí, políticos para interrogar con ellos
dominio sobre Das Ding, será posi- pues es su parte silenciosa, el grito que la capacidad que ofrece el modelo
ble entonces abordar analíticamen- acompaña al acto, el que se ha tornado propuesto por la modalidad psico-
te los traumatismos narcisistas ac- silencio. De ello resulta que la palabra analítica del discurso para dar
tuales o infantiles, si se conviene en tiene el poder de dividir dividiéndose, y cuenta, en la coyuntura histórica
que la dimensión que evoca el trau- de acosar al sujeto. Su mira la hace que circunscribe nuestro presente,
matismo es justamente la relación portadora de una creencia sobre su des- del cuestionamiento cuyo tenor
con el real que es intrínseco al len- tinatario, que siempre toma ell ugar de creímos actualizar con el tema que
guaje y que hallará en el espacio primer locutor: se trata entonces de intentamos formular aquí*
transferencial su atribución afecti- una creencia sobre sí mismo. Es mági-
va a través de las circunstancias de camente como la palabra ha de presen-
su narración. tarse, y también con ello ésta toma el
Del logro de tal maniobra lugar del acto y repite el traumatismo
dependerá que algo de la herida de los comienzos de lapalabra (parole).
consecutiva a la violencia de la in- Es a través del entendido que se ha
juria llegue a simbolizarse a través realizado la identificación al padre de
de las figuras del conflicto. la prehistoria personal... y que su figu-
Permitamos que cada cual ra se ha erigido en el psiquismo. Figu-
elabore su vía de acceso para traba- ra en parte intratable, como el destino,
jar este asunto y ocupémonos noso- extraña para siempre al interior del
tros de subrayar cómo Freud em- psiquismo".
prendió su aporte a la comprensión Poderes de la palabra que tie-
de la manera como llega a transmi- nen que ver con este entendido cuan-
tirse un evento a partir del trauma: do se relaciona con la escucha que el
al respecto, Freud nos abre un ca- monoteísmo erigió como punto de
mino con la noción de Beleidigung, equilibrio de la construcción sim-
y con la descripción de las relacio- bólica que nos legó, y de aquellos
nes que ésta mantiene con el dolor
que provoca bajo los auspicios de
Krtinkung. En los "Estudios sobre la
Histeria", ésta última viene a signi-
ficar la herida no vengada, la afec-
ción que engendra y la humillación
subsecuente; toma el lugar, a ma-
nera de ofensa, de representante
del traumatismo psíquico, en tanto
que la ofensa abarca en su signifi-
cación al evento traumático, al es-
tado del psiquismo en el momento
en que sobreviene el evento, así
como las consecuencias psíquicas
debidas a la conservación de la
intensidad y la integralidad del
recuerdo bajo la influencia de la
hendidura psíquica que impone.
7. Nysenbaum S., L'offense. t'écrit du temps, No. 3, 8. Palabra remite aquí a MOT, salvo cuando se indica
1993 lo contrario. (N. del T.)
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