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Capítulo XIX

Soporte Nutricional
en el Paciente Oncológico

Consideraciones especiales de la nutrición


en el paciente geriátrico
J. M. Ribera Casado
Servicio de Geriatría. Hospital Clínico San Carlos. Madrid

RESUMEN riátrico” incluido en su título no es sinónimo de pa-


ciente de edad avanzada. El “paciente geriátrico”
La presente revisión pretende ofrecer algunas consi- añade a la edad –normalmente muy avanzada– otra
deraciones acerca de los problemas nutricionales en re- serie de condicionantes: pluripatología, plurifarma-
lación con la población de más edad. Tras una introduc- cia, algún grado de limitación funcional física y/o
ción donde se enfatiza la importancia del tema y se psíquica, problemas sociales y, sobre ello, un proce-
establecen algunas consideraciones de tipo demográfico, so agudo. Ello implica que tan sólo se estimen en
el capítulo se centra en cinco puntos. El primero analiza un 12-15% de los ingresos hospitalarios con edad
la interrelación nutrición-envejecimiento, repasando los superior a los 65 años aquellos que cumplan estos
diferentes cambios que se van produciendo en el curso requisitos, en una proporción creciente según se
del tiempo. Se hace énfasis especial en aquéllos referidos eleva la edad de corte. Son estos pacientes los que
al aparato digestivo, al de sostén (hueso y músculo), al van a recibir mayores beneficios de una atención ge-
inmunitario y al metabólico, comentando en cada caso la riátrica específica. El resto son simplemente pacien-
influencia que estos cambios ejercen sobre la nutrición. tes de edad avanzada.
El segundo apartado se limita a ofrecer un repaso so- Contemplada desde la perspectiva de la nutri-
mero sobre la epidemiología del cáncer en las edades ción esta diferencia admite algunos matices. La
avanzadas. El tercero, más extenso, insiste en la necesi- edad –el proceso de envejecer– genera cambios en
dad de varificar la evaluación nutricional del anciano en el organismo que, con independencia de que se tra-
el contexto más amplio de una valoración geriátrica in- te o no de un “paciente geriátrico”, van a condicio-
tegral, y comenta las maneras más adecuadas de llevar- nar muchas de las circunstancias relacionadas con
la a efecto. El cuarto y el quinto apartados centran su ella. A su vez la historia nutricional previa del an-
atención, respectivamente, en exponer una mínima ciano va a ser uno de los factores más importantes
aproximación a lo que son las recomendaciones nutricio- a la hora de valorar cómo se ha producido ese en-
nales para este colectivo, así como en exponer y comen- vejecimiento. En el caso del paciente geriátrico pro-
tar algunos aspectos muy concretos referidos a circuns- piamente dicho va a ser aún más necesario tomar en
tancias específicas que pueden tener lugar en el anciano. consideración de manera muy cuidada todas las
cuestiones relacionadas con la nutrición.
Existe una relación indiscutible entre la nutri-
INTRODUCCIÓN ción y el estado de salud del anciano1, 2. Ello es así
no solamente por lo que un buen estado nutritivo
Puede no resultar superfluo iniciar esta breve re- representa con respecto a las posibilidades de pre-
visión aclarando que el concepto de “paciente ge- sentar menor mortalidad, sino también por lo que
250 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

supone en cuanto a prevención de enfermedades e no siempre suficientemente bien conocidos en el


incapacidades frecuentes en los ancianos3, 4. Un es- momento actual10.
tudio de seguimiento muy amplio, llevado a cabo En esta revisión dejaré de lado los aspectos más
por el “grupo de estudios de investigación cardio- específicamente oncológicos, con excepción de
vascular” de los EE.UU. con más de 4.700 indivi- unos mínimos apuntes epidemiológicos más especí-
duos de edad superior a los 65 años que viven en la ficamente vinculados a la geriatría. Entiendo que la
comunidad, que analiza los cambios en el índice de perspectiva oncológica es ampliamente tratada en
masa corporal superiores al 5% acaecidos durante otros capítulos del libro, por lo que mi función se
un período de tres años muestra que: a) Estos cam- debe limitar al campo en que habitualmente me
bios tienen en mayor proporción en los hombres muevo: el de las cuestiones relacionadas con la ge-
que en las mujeres (34,6 vs 27,3%); b) Son más fre- riatría. He seleccionado entre ellas aquéllas que me
cuentes las pérdidas que las ganancias, y c) Lo más parecen más relevantes y de mayor interés para el
importante en los casos en que se producían pérdi- lector-no-geriatra interesado en el tema, haciendo
das este dato se constituía en marcador de riesgo de especial hincapié en las que interrelacionan la nu-
mortalidad, cosa que no ocurría cuando el cambio trición con los cambios experimentados durante el
era por ganancias5. A conclusiones similares llegan proceso de envejecer.
otros estudios6.
Son numerosos los estudios que evidencian có-
mo la desnutrición calórico-proteica es una situa- NUTRICIÓN Y ENVEJECIMIENTO:
ción común entre la población mayor, potencial- UNA INTERRELACIÓN PERMANENTE
mente seria, infradiagnosticada a menudo, y con
tasas de prevalencia que, en los Estados Unidos, se Cuando envejecemos nuestro organismo experi-
sitúan entre el 30 y el 60%7. Hasta un 5% de las per- menta modificaciones a través de tras grandes vías,
sonas mayores aparentemente sanas que viven en diferentes, pero profundamente imbricadas entre sí.
sus domicilios pueden presentar esta forma de mal- Por una parte están los cambios fisiológicos inhe-
nutrición cualquiera que sea el instrumento de va- rentes al proceso mismo de envejecer. Son modifi-
loración utilizado, y este colectivo va a dar lugar de caciones que ocurren de manera universal en todos
una manera mayoritaria la población de los futuros los individuos y en los distintos componentes –ór-
hospitalizados8. Si el análisis se lleva a cabo de for- ganos y aparatos– del mismo. Buena parte de estos
ma individualizada, tomando como referencia cada cambios tienen una incidencia directa en la nutri-
uno de los distintos macro o micronutrientes, estas ción11; especialmente, aunque no sólo, aquéllos que
proporciones se elevan muy considerablemente. afectan al aparato digestivo y al componente meta-
Contemplar la perspectiva demográfico-epide- bólico del sujeto.
miológica ayuda a entender las dimensiones del Un segundo grupo de cambios se deriva de la
problema. En España existen en el año 2001 más necesidad de irse adaptando a las secuelas de las su-
de 6.700.000 personas que han superado los 65 cesivas enfermedades o mutilaciones quirúrgicas
años (17% de la población) y más de millón y me- acaecidas a lo largo de la vida, como puede ser una
dio sobre los ochenta. La esperanza de vida sigue historia de gastrectomía, la presencia de demencia o
avanzando, de forma que una mujer española de de otras enfermedades crónicas, el consumo regular
65 años todavía tiene una esperanza de vida media de fármacos, etc. Por último, las modificaciones de-
superior a los veinte, y en el caso de los varones, de rivadas de los factores ambientales y del tipo de vi-
16 años9. da previa condicionan también en gran medida los
Desde la oncología ocurre algo parecido. La pa- aspectos que aquí se debaten.
tología tumoral es especialmente frecuente en este Son cambios determinantes de las interrelacio-
segmento de población. Contribuyen a ello al me- nes entre las funciones fisiológicas implicadas en el
nos tres grandes grupos de factores: el mayor tiem- proceso de la nutrición y lo que son las necesidades
po de exposición acumulado a toda suerte de agen- nutritivas propiamente dichas. Un resumen de estas
tes cancerígenos, las pérdidas en los mecanismos de interrelaciones se expone en la tabla 112.
defensa inmunológica del organismo, y probable- Si los cambios fisiológicos asociados al enveje-
mente, determinados factores de carácter genético cimiento condicionan la alimentación y la nutri-
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 251

Tabla I munitario y las relacionadas con el aparato card i o-


Funciones fisiológicas, envejecimiento y necesidades vascular.
nutritivas. Principales interrelaciones A ellas habría que añadir los cambios referidos al
aparato gastrointestinal, al sistema nervioso, a los
MENOR REQUERIMIENTO ENERGÉTICO órganos de los sentidos y, evidentemente, las modi-
• Pérdida de masa muscular ficaciones en el metabolismo, especialmente aque-
• Menor actividad física llas que tienen que ver con el metabolismo hídrico.
MAYORES REQUERIMIENTOS PROTEICOS La pérdida de agua, ligada a una disminución pro-
• Menor tasa de síntesis proteica gresiva de la sed también asociada al proceso de en-
vejecer13, determina una mayor facilidad para la
MAYOR NECESIDAD DE MICRONUTRIENTES
deshidratación ante situaciones de estrés relativa-
• Mayor dificultad para la absorción de vitaminas
y minerales (p.ej., calcio y hierro) mente comunes entre la población mayor, como
• Pérdida de la función inmunológica, pueden ser los vómitos, las diarreas, la sudoración
parcialmente corregible con antioxidantes (p.ej., excesiva o el consumo de diuréticos.
Zinc, Vit C y E) La sarcopenia representa un hallazgo constante
• Menor síntesis cutánea de Vit D en el curso del envejecimiento que se va a ver agra-
• Peor utilización de los metabolitos de las vado si existe patología tumoral asociada. Son pér-
vitaminas D y B didas que condicionan aspectos cualitativos impor-
• Tendencia a la gastritis atrófica con dificultad tantes en la vida del anciano referidos a su
para la absorción de B-12, Ác. fólico, hierro, capacidad funcional global, a la posibilidad de caí-
calcio y zinc
das, e, incluso, a la función respiratoria. El princi-
• Pérdida de estrógenos en la mujer con mayores
pal factor determinante de su grado de variabilidad
necesidades de calcio y Vit D
es el nivel de actividad física previo mantenido a lo
MAYOR NECESIDAD DE FIBRA largo de la vida. Mantenerse físicamente activo re-
• Derivada de las pérdidas en la función motora duce los niveles de sarcopenia asociados a la edad.
del tubo digestivo La consecuencia más importante de esta pérdida
MAYOR NECESIDAD DE AGUA muscular desde el punto de vista de la nutrición es
• Por reducción en su cuantía a nivel intra y su repercusión sobre las necesidades energéticas del
extracelular individuo, que se calcula van a ir disminuyendo del
• Por limitación progresiva del mecanismo de la orden de 100 kcal/década12. Otras implicaciones
sed nutricionales igualmente importantes son las que
TENDENCIA A LIMITAR LA INGESTA correlacionan el aumento de la masa muscular con
• Por pérdida en los sentidos olfatorio y del gusto una mayor sensibilidad a la insulina, ya que el
• Por alteración en los neuropéptidos que músculo esquelético es el mayor reservorio de glu-
controlan las sensaciones de apetito y saciedad cosa. Mantener una masa magra adecuada previene
• Por alteraciones en la boca (dentición y saliva) la disminución en el consumo de calorías y el défi-
• Por problemas sociales (adquirir alimentos, cit en la ingesta de determinados micronutrientes
prepararlos e ingerirlos) (vitamina D, calcio, magnesio, zinc) tal como suele
ocurrir en ancianos sedentarios.
Modificado de Fiatarone & Rosenberg.
Los cambios en el esqueleto también vienen
muy condicionados, junto con otros factores como
la actividad física, por el tipo de alimentación a que
ción del individuo, no es menos cierto que estos ha estado y está sometido el individuo. A su vez, la
cambios van a venir condicionados en buena me- densidad ósea va a influir importantemente en otros
dida por el tipo de alimentación que ha seguido el parámetros de salud como puede ser la tendencia a
sujeto durante su vida. Las modificaciones más las fracturas. Con la edad se reduce de manera im-
i m p o rtantes que interrelacionan con la nutrición portante la ingesta de vitamina D, especialmente en
son las que afectan al sistema muscular (sarc o p e- aquellos sujetos con enfermedades asociadas14, 15.
nia), a la pérdida de masa ósea, a las modificacio- Las mujeres tienen menor masa ósea total que
nes en el tejido adiposo, las relativas al sistema in- los varones, de manera que se admite que a lo largo
252 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

de la vida la mujer pierde cerca de un 40% del cal- La proporción de tejido graso del individuo au-
cio de sus huesos. Aproximadamente la mitad de menta con la edad y se redistribuye por el organismo,
esta pérdida ocurre durante los primeros 5 años tras concentrándose, sobre todo, en abdomen y caderas.
la menopausia. En este período perimenopáusico También hay una cierta tendencia a perder grasa sub-
no es posible prevenir la pérdida únicamente con cutánea y aumentar la más profunda perivisceral.
suplementos de calcio. Por el contrario, las mujeres Ello supone alguna ventaja y muchos inconvenien-
ancianas postmenopáusicas con ingesta baja de cal- tes. Entre las primeras mejor tolerancia para al au-
cio (< 400 mg/d) se benefician de una manera im- mento del catabolismo que tiene lugar en la enfer-
portante de los suplementos de este mineral. En medad de la persona mayor y una cierta protección
aquellas mujeres con una ingestas intermedias, contra la fractura de cadera en caso de caídas. Por el
400-700 mg/d, los efectos de estos suplementos son contrario, cuanto este aumento en la cuantía grasa
menos claros16. llega a niveles de obesidad debemos considerar que
La vitamina D es imprescindible para asegurar la esta circunstancia sigue siendo un factor de riesgo de
absorción de calcio. Los alimentos, excepto los pes- m o rtalidad global así como para un gran número de
cados grasos, son una fuente pobre de vitamina D. e n f e rmedades de alta prevalencia en la edad avanza-
Una ingesta inadecuada de vitamina D puede pro- da (cardiopatías, hipertensión arterial, enferm e d a d
vocar pérdida del contenido mineral de los huesos respiratoria crónica, art rosis, diabetes, insuficiencia
y aumentar el riesgo de osteoporosis. Desde hace venosa, etc.). Además, el aumento en el contenido
tiempo se sabe que los niveles séricos de 25-hidro- graso se asocia en el anciano habitualmente con una
xi-vitamina D son más altos en verano y otoño y menor actividad física y un peor control de algunas
caen en primavera e invierno en relación con la ex- de las enfermedades señaladas.
posición al sol17. Además con la edad disminuyen El envejecimiento se acompaña de una altera-
los niveles de esta hormona, lo que puede deberse ción del funcionamiento del sistema inmune. Son
a una disminución en la ingesta, a una disminución cambios muy amplios y no siempre homogéneos21.
de la exposición al sol o, también, a una disminu- En su génesis es altamente probable que la nutri-
ción en la capacidad de la piel para sintetizar vita- ción juegue un papel. La síntesis de prostaglandinas
mina D18. y leucotrienos puede verse modificada por distintos
En España, el alto consumo de pescado y el nú- nutrientes antioxidantes como las vitaminas C y E,
mero de horas de sol al año deberían asegurar un el selenio y el cobre. También la producción de ci-
buen nivel de esta vitamina. Sin embargo, datos de- toquinas por los monocitos se afecta en los pacien-
rivados del estudio multicéntrico EURONUT- S E- tes con malnutrición proteica. En todo caso estos
NECA demuestran que un alto porcentaje de indi- cambios en relación con la inmunidad en el ancia-
viduos del grupo español tienen niveles séricos no son muchas veces de tipo secundario y pueden
muy bajos19. Esto se ha relacionado con la escasa aparecer vinculados a trastornos nutricionales22, 23.
actividad física al aire libre que desarrollan los an- Hay estudios que correlacionan la administra-
cianos, con la circunstancia de haberse realizado el ción de minerales y vitaminas con los niveles de
estudio en Galicia, donde el anciano cuando toma p a r á m e t ros inmunológicos. Ancianos sanos suple-
el sol lo hace cubierto de ropa, al contrario que en mentados con 800 UI de vitamina E durante 30 dí-
países del norte y centro de Europa. Además en as tienen una producción mayor de IL-2 que los
muchos de estos países, a diferencia del nuestro , que recibían placebo24. También los ancianos sanos
d e t e rminados alimentos están enriquecidos con con unos niveles bajos de vitamina B6 tienen una
calcio y vitamina D. reducción significativa en los niveles de IL-225. El
De forma complementaria todavía cabría añadir déficit de zinc se ha asociado con un defecto en el
que el estado nutritivo del individuo, expresado en funcionamiento de los linfocitos T en ancianos sa-
términos de hipo o normoalbuminemia, se sabe que nos26. También se conoce que los suplementos nu-
repercute de manera directa en el pronóstico de la tricionales con vitaminas y minerales no sólo mejo-
cirugía de cadera cuando se valoran parámetros co- ran los tests de función linfocitaria, sino que
mo la duración de la estancia hospitalaria, las com- disminuyen la incidencia de infecciones27. Este he-
plicaciones postoperatorias o el grado de recupera- cho parece estar comprobado especialmente para
ción funcional20. los suplementos con vitamina E28.
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 253

En conjunto cabe admitir que la malnutrición Los cambios fisiológicos más importantes relati-
p roteica, el déficit de zinc, de vitamina B6 y de nu- vos al tubo digestivo asociados al envejecimiento y
trientes antioxidantes, situaciones frecuentes en la con repercusión en la alimentación y en la nutrición
población anciana, pueden influir negativamente del individuo empiezan en la boca. Los procesos de
en el funcionamiento del sistema inmune. En con- salivación y masticación constituyen la primera par-
c reto, se admite que la alimentación es decisiva a te de la cadena nutricional y carecer de los instru-
la hora de mantener un nivel adecuado de sustan- mentos necesarios para llevarlos a cabo de forma
cias antioxidantes, lo que constituye un elemento correcta hipoteca todas las fases siguientes39, 40.
fundamental para conservar en las mejores condi- Junto a ello existe una tendencia a la atrofia de
ciones la respuesta inmune 29. Por todo ello se ha las diferentes mucosas y, de forma específica, de la
recomendado la incorporación sistemática de an- gástrica. La gastritis atrófica es una situación habi-
tioxidantes en la dieta de las personas mayore s30. tual entre la gente de edad avanzada que determina
El tipo de dieta mantenido durante la vida influ- aclorhidria y cuya consecuencia más importante es
ye directamente en el proceso de aterogénesis, así la dificultad para la absorción de hierro y de vita-
como en la aparición y evolución de algunos de los mina B-12.
factores de riesgo más clásicos para la enfermedad También las pérdidas en la función motora, ade-
arteriosclerosa (obesidad, diabetes, hipertensión ar- más de favorecer la tendencia al estreñimiento con
terial, hipercolesterolemia). Una intervención ade- las correspondientes secuelas a la hora de condicio-
cuada puede contribuir a prevenir la enfermedad o nar los tipos de alimentación más adecuados para
a controlar sus consecuencias31. combatirlo, pueden generar algunas dificultades pa-
Entre los efectos de la dieta sobre el funciona- ra la absorción de determinados nutrientes.
miento del sistema cardiovascular se ha descrito A todo ello habría que añadir enfermedades y
una aceleración en la pérdida de responsividad de procesos crónicos de amplia prevalencia en la pato-
los receptores betaadrenérgicos con el envejeci- logía geriátrica y con incidencia directa en los hábi-
miento, ligada a la restricción alimentaria32. tos alimentarios y en el estado de nutrición del an-
Los niveles altos de homocisteína en sangre se ciano. Trastornos como la hernia de hiato, los
relacionan con enfermedad vascular precoz33. El en- divertículos colónicos o en otros niveles del tubo
vejecimiento se asocia con elevaciones moderadas digestivo, la patología ulcerosa péptica, y, sobre to-
en los niveles de homocisteína, lo que puede au- do, las mutilaciones gástricas tan habituales en este
mentar el riesgo de enfermedad vascular34, 35. Por to- sector etario.
do ello se piensa que la hiperhomocisteinemia es un Ningún sistema del organismo depende más es-
factor de riesgo cardio y cerebrovascular en hom- trechamente del aporte nutricional que el sistema
bres y mujeres. Los mecanismos íntimos del daño n e rvioso central. Además del aporte constante de
vascular no están del todo aclarados, pero pueden glucosa, se precisan otros nutrientes para el manteni-
tener que ver con la trombogénesis y con su acción miento de una función cerebral adecuada (tabla II).
sobre la pared vascular. Aunque en la clínica no sea frecuente encontrar es-
En el metabolismo de la homocisteína intervie-
nen las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico como co-
factores. Distintos estudios realizados en población Tabla II
anciana han relacionado niveles bajos de estas vita- Principales enfermedades neurológicas dependientes
de un déficit vitamínico
minas con elevación en el nivel de homocisteína36, 37.
La insuficiencia cardiaca es otra situación que Vitamina Enfermedad
puede interferir con el apetito y con el propio esta- Tiamina (B1) Beri-beri. Enf. de Wernike
do nutritivo de manera que en la literatura médica Niacina (B3) Pelagra. Demencia
existe tradicionalmente la expresión “caquexia car- Ácido pantoteico Degeneración mielínica
diaca”. Su causa puede ser multifactorial, de manera Piridoxina (B6) Neuropatía periférica
que, además de la anorexia, se han intentado otras Ácido Fólico Irritabilidad. Depresión. ¿Demencia?
hipótesis como el eventual papel que jugaría un au- Cobalamina (B12) Neuropatía periférica. ¿Demencia?
mento en la demanda energética derivado de la con- Vitamina E Degeneración espinocerebelosa.
gestión venosa existente en el territorio pulmonar38. Axonopatía periférica
254 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

tos cuadros totalmente desarrollados, es posible que cionar el efecto de algunos fármacos. Las interac-
déficit moderados o subclínicos de algunas de estas ciones nutrientes-fármacos en los ancianos son más
sustancias desempeñen un papel en la patogénesis frecuentes por la presencia concomitante de enfer-
del deterioro cognitivo del anciano41. Ancianos sa- medades crónicas y, sobre todo, por el consumo de
nos con niveles bajos de algunas vitaminas obtienen varios fármacos a la vez.
puntuaciones más bajas en los tests de memoria y También el alcohol y el tabaco pueden ser deter-
de pensamiento abstracto42. La atención se está cen- minantes directos o indirectos de alteraciones nutri-
trando en las vitaminas B6, B12 y en el ácido fólico. cionales en el anciano. El alcohol dificulta la absor-
Se han observado niveles bajos de estas tres vitami- ción de determinados nutrientes como la vitamina
nas en estudios transversales de población anciana. B-12 o el ácido fólico. Alcohol y tabaco pueden ge-
En el caso de la vitamina B12 se han descrito tras- nerar cambios en la mucosa digestiva que alteren la
tornos cognitivos y del sistema nervioso periférico absorción de algunas sustancias. Intervienen, ade-
incluso en ausencia de trastornos hematológicos se- más, en la patogenia de numerosas enfermedades
cundarios al déficit vitamínico43. Estas tres vitami- que por sí mismas van a modificar el apetito o a in-
nas se implican en la regulación del metabolismo de terferir en el metabolismo nutricional del individuo.
la homocisteína, dando lugar también por esta vía a Por último pueden contribuir a modificar los hábi-
un factor de riesgo cerebrovascular. tos sociales del anciano, incluyendo en ello los rela-
A nivel metabólico la edad tiende a asociarse a cionados con la alimentación.
una mayor intolerancia hidrocarbonada, lo que
ayuda a explicar la más elevada prevalencia de dia-
béticos en el colectivo de más edad44. CÁNCER Y VEJEZ
Importa señalar la importancia de la dieta a la
hora de cubrir adecuadamente las concentraciones Los estudios epidemiológicos muestran que la
de otros micronutrientes como puede ser el hierro45. incidencia y la prevalencia del cáncer se incremen-
Otros micronutrientes como el zinc juegan un papel ta notablemente con la edad. A ello contribuyen las
destacado en las concentraciones del factor de cre- modificaciones que tienen lugar en el curso del en-
cimiento insulina-like I (IGF-I), que, a su vez, va a vejecimiento y que determinan un detrimento en
desempeñar una función importante en la forma- las posibilidades defensivas del organismo51.
ción ósea y en el metabolismo proteico. En la post- En los países desarrollados las tumoraciones ma-
menopausia, con independencia de la ingesta pro- lignas constituyen la segunda causa de muerte, tras
teica se reducen tanto los niveles séricos de zinc las enfermedades cardiovasculares, para los mayo-
como los de IGF-I46. res de 65 años. Su incidencia y prevalencia aumen-
Algunos estudios han demostrado los efectos tan de manera progresiva a lo largo de la vida, sin
protectores frente a las cataratas de una ingesta ele- detenerse al menos hasta los 85 años. Mientras en la
vada de vitamina C, vitamina E y beta carotenos47, 48. población más joven las tasas de cáncer se han re-
También los nutrientes antioxidantes tienen cierto ducido en algunos países hasta un 23%, por encima
efecto protector frente a la degeneración macular, de los 65 años se han elevado un 17%52. Aproxima-
que es la causa más frecuente de ceguera irreversi- damente el 60% de todos los tumores malignos y el
ble el anciano49. La hipogeusia puede acentuarse 70% de las muertes debidas a este diagnóstico tie-
cuando hay deficiencia en las vitaminas A, B6 y áci- nen lugar en personas con más de 65 años53.
do fólico, o niveles bajos de zinc. Pérdidas en los di- En Europa alrededor de una de cada cuatro per-
ferentes componentes del gusto se correlacionan sonas se calcula que muere de cáncer (el 27% de los
con alteraciones muy concretas dentro de las papi- h o m b res y el 21% de las mujeres), y una de cada tres
las gustativas del individuo50. llega a padecer esta enfermedad. A nivel global, sin
En España las personas de más de 65 años gene- embargo, las tasas estandarizadas de mortalidad han
ran más del 50% del gasto farmacéutico. Los fárma- descendido entre 1980 y 1990, aunque esto no pare-
cos pueden interferir en el estado nutricional por ce ser así para la población de más edad. Ello lleva
varios mecanismos. Pueden afectar la absorción, el consigo, habida cuenta del envejecimiento poblacio-
metabolismo o la excreción de distintos nutrientes. nal, que se siga produciendo un aumento import a n-
Por su parte, los alimentos pueden, a su vez, condi- te en las cifras absolutas de nuevos casos de cáncer54.
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 255

En los Estados Unidos, según el programa SEER mas, probablemente por darse en ellas un descenso
(Surveillance Epidemiology and End Results) del de los factores de riesgo que lo condicionan, espe-
Instituto Nacional del Cáncer, se calcula que la mi- cíficamente del consumo de tabaco61.
tad de los cánceres ocurren en personas que han su- Otros tumores malignos de alta prevalencia co-
perado esta edad y que el 67,9% de las muertes por mo el carcinoma de colon o el de mama también
cáncer tienen lugar en este grupo etario55. En su aparecen con mayor frecuencia según se eleva la
conjunto se estima que el cáncer representa en edad de la población estudiada. El cáncer colorrec-
aquel país el 20% del total de fallecidos por encima tal en la experiencia de nuestro propio hospital nos
de los 65 años, proporción muy similar a la espa- da una edad media sobre 102 enfermos interveni-
ñola. Se sabe, también, que esta proporción había dos quirúrgicamente de 74,7 años62. En pacientes
subido 4-5 puntos entre 1970 y 199056. Este au- octogenarios constituye la neoplasia más frecuente
mento en términos relativos se atribuye más a un tratada en un servicio de cirugía63, 64.
descenso en la mortalidad por cardiopatía isquémi- El carcinoma de mama parece haber experimen-
ca que no a un incremento real en el número de tado un importante aumento en cuanto a su pre v a-
muertes de origen tumoral. lencia en las mujeres mayores durante los últimos
Existe cierta controversia en los datos referentes 20-30 años65, 66, con un pico a los 80 y una meseta
a las edades extremas. Algún estudio de autopsia que se mantiene hasta los 85. Otros tumores gineco-
sugiere que las tasas descienden por encima de los lógicos, en cambio, tienden a hacerse menos comu-
95 años57. Un trabajo muy extenso, basado en un nes en mujeres de edad muy avanzada, pro b a b l e-
registro de tumores del estado de California duran- mente, al menos en lo referido al de útero, debido a
te seis años (1988-1993), muestra que apenas exis- que se diagnostican en estadios más precoces67.
ten diferencias en cuanto a incidencia edad-especí- Los tumores hematológicos muestran una distri-
fica, de forma que el grupo entre 90 y 95 años es el bución muy irregular. Algunas formas de leucemias
que tiene una incidencia más alta con excepción del como la linfoblástica son muy típicas de edades in-
de 75 a 90 años. Más de una quinta parte de los tu- fantiles, mientras que la leucemia mieloide crónica
mores malignos detectados en nonagenarios corres- y, sobre todo, las derivadas de los linfocitos-B (lin-
ponde al intestino grueso, seguida en el caso de las foide crónica o mieloma) constituyen buenos ejem-
mujeres por mama y linfomas/leucemias. En los plos de tumoraciones asociadas al envejecimiento.
hombres el más frecuente dentro de este grupo de La enfermedad de Hodgkin tiene una distribución
edades extremas es el de próstata, seguido de los de bimodal en cuanto a su incidencia, con un pico en
intestino grueso y los broncopulmonares. Este estu- las edades juveniles y otro en la edad media-tardía.
dio evidencia también que por encima de los no- Además, esta última, cuando aparece en su segun-
venta años, a medida que aumenta la edad, se re- do pico –población de edad avanzada– suele tener
ducen los casos de muerte por cáncer58. peor pronóstico, lo que puede ser debido bien a que
Existen diferencias importantes entre los diver- su reconocimiento es más tardío, bien a tratarse de
sos tipos de cáncer en función de la edad. Mientras formas diferentes –más agresivas en el segundo ca-
algunos aparecen casi en exclusiva en edades muy so– de la propia enfermedad68.
avanzadas, resulta difícil encontrar otros entre la Por lo que respecta a la población española, una
población anciana. El carcinoma de próstata suele amplia revisión llevada a cabo hace diez años apor-
ser considerado un tumor típicamente geriátrico, taba datos interesantes69. En relación con la morta-
edad-dependiente. A los 70 años puede ser demos- lidad, la principal fuente de información es la pro-
trado histológicamente en la cuarta parte de los va- cedente de los certificados de defunción, que, en el
rones59. La edad media del diagnóstico para este tu- caso de esta patología, cabe considerar como acep-
mor son los 73 años60. tablemente fiable. De acuerdo con ellos se acepta
El cáncer de pulmón ha aumentado se frecuen- que en España el cáncer constituye en la población
cia en el curso de los últimos años. Ocupa el primer por encima de los 65 años la segunda causa de
lugar en cuanto a incidencia en la población ancia- muerte en ambos sexos, con unas tasas brutas por
na masculina, incrementándose ésta al menos hasta 100.000, referidas a 1985, de 1.306 en el varón y
los 80 años, para experimentar una disminución de 621 en la mujer. Esto representa que las muertes
aparente de esta incidencia en edades más extre- por cáncer en esas fechas afectaban al 22% de los
256 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

varones que superan esa edad y al 14% de las mu- un proceso complejo, más difícil de llevar a cabo
jeres. Las tasas de incidencia de los diferentes tipos que en el individuo de menor edad. Esta dificultad
de cáncer se elevan según la edad en todos los ca- se deriva en buena parte de los cambios asociados
sos, excepto en el del cáncer de pulmón, cuya inci- al envejecimiento apuntados anteriormente. En to-
dencia inicia un declinar a partir de los 80 años. do caso una valoración nutricional debe ser realiza-
Datos más actuales muestran un incremento en da en todos los individuos que acudan a una con-
esas cifras. Así, en 1998 nuestra tasa de mortalidad sulta o que ingresan en un hospital o en otro tipo de
por cáncer en este grupo de edad se sitúa en 229 institución, más aún ante la sospecha de un proce-
por mil, tras las causas cardiovasculares (431 por so tumoral.
mil), pero superando ampliamente el tercer grupo, Debe incorporar, al menos, los siguientes aspec-
el aparato respiratorio, que es responsable de 112 tos: valoración clínica, valoración de la dieta, medi-
de cada mil muertes70. das antropométricas y marcadores bioquímicos.
Otra revisión reciente se ocupa de analizar los Junto a ello destacaré que, en los últimos años, se
cambios producidos en la mortalidad por cáncer en han establecido sistemas indirectos que, mediante
España durante un período de cuarenta años (de escalas, encuestas o cuestionarios aportan una in-
1955 a 1994). Los resultados más relevantes nos formación global, menos detallada, pero que puede
muestran que en los varones, a excepción del cán- tener también utilidad tanto a nivel individual co-
cer de estómago, aumenta la mortalidad debida a mo, sobre todo, para los estudios epidemiológicos.
los otros siete tipos de cáncer analizados (los más Otros métodos que ofrecen una aproximación cua-
frecuentes) y de forma especial en lo referente al litativa, como puede ser la impedanciometría, la
cáncer de pulmón. En las mujeres aumentan la densitometría, las técnicas de dilución o determina-
mortalidad por cáncer de mama, de ovario y de das técnicas de imagen no van a ser comentados
páncreas71. En el carcinoma de próstata un amplio aquí por requerir un aparataje que, aunque en oca-
estudio llevado a cabo en nuestro país entre 1951 y siones muy simple, no suele estar disponible de una
1979 muestra que la mortalidad derivada del mis- manera generalizada.
mo se incrementó desde unas tasas estandarizadas
de 7,0 hasta 12,672.
La encuesta de morbilidad hospitalaria que pu- Valoración clínica
blica el Instituto Nacional de Estadística anualmen-
Supone algo tan simple –y tan importante– como
te desde 1977 muestra, por ejemplo, que en el año
recoger una historia cuidadosa, que haga hincapié
1987, en los informes de altas hospitalarias corres-
en los aspectos con una eventual mayor incidencia
pondientes a personas mayores de 65 años aparecía
en su estado nutritivo: síntomas presentes, hábitos
el diagnóstico de cáncer en el 10% en el caso de los
dietéticos, consumo de tóxicos (alcohol y tabaco),
varones y en el 8% en el de las mujeres73, porcenta-
antecedentes médicos y quirúrgicos, consumo de
jes que casi doblan los de la población general, 6 y
fármacos y eventuales reacciones adversas a los mis-
4%, respectivamente. Datos más recientes del Siste-
mos, entorno social y condiciones de vida, etc.
ma Nacional de Salud correspondientes a 1997 ele-
También una exploración física completa de ca-
van esta proporción, de forma que el diagnóstico de
rácter general, donde el mayor énfasis debe poner-
cáncer se incluye en un 12% de los diagnósticos al
se en: el estado de la boca, grado de hidratación, va-
alta. El 50% de estos diagnósticos se centra en la
loración de la piel, del sistema musculoesquelético
población mayor de 65 años. Las neoplasias consti-
y de los órganos de los sentidos. Valorará también la
tuyen así el cuarto diagnóstico al alta hospitalaria en capacidad para llevar a cabo las distintas actividades
orden de frecuencia9.
de la vida diaria.

VALORACIÓN NUTRICIONAL Valoración de la dieta


EN EL PACIENTE MAYOR
Se trata de un punto que puede obviarse o lle-
La valoración nutricional forma parte importan- varse a cabo de una manera muy superficial en la
te de la valoración geriátrica integral74, 75. Se trata de mayor parte de las valoraciones individuales que
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 257

tiene lugar con fines de “screening” del sujeto. Sin se de un colectivo extraordinariamente hete-
embargo, es esencial cuando lo que se pretende son rogéneo, no sólo en lo que respecta al medio
estudios nutricionales de carácter poblacional, o en que vive, sino también en cuanto a mar-
bien estudios dirigidos a establecer políticas ali- gen de edades, costumbres previas, etc.
mentarias para un colectivo concreto.
Los principales métodos utilizados en la práctica
Conocer lo que come el sujeto de edad avanza-
diaria son:
da puede ser difícil y laborioso, tanto por la escasa
colaboración que con frecuencia vamos a encontrar – Recordatorio de 24 horas.
por parte del anciano como por las dificultades ob- – Diario dietético.
jetivas de las técnicas utilizadas para evaluar este – Cuestionario de frecuencia de consumo, e
parámetro. – Historia dietética.
Los factores que se considera tienen una mayor Cualquiera de ellos para ser útil debe adecuarse
influencia en la composición de la dieta de una per- al objetivo que se desea alcanzar. Para llevarlos a
sona mayor son los siguientes: efecto se requiere personal experto, habitualmente
a) La situación social y económica del indivi- con un periodo previo de entrenamiento.
duo, con especial énfasis en la circunstancia
de vivir solo o acompañado. Este último pun-
to tiene especial relevancia en el caso de los Parámetros antropométricos
varones.
b) El medio en el que vive: domicilio propio o Representan un pilar fundamental en la valora-
ajeno, o institución. ción nutricional del individuo. En el anciano pue-
c) La propia salud del sujeto, sobre todo la den- den tener un menor valor debido a varias circuns-
tal, el estado mental y la historia previa o ac- tancias: menor fiabilidad intra e interobservador;
tual de enfermedades crónicas o de procesos modificaciones en su estructura física, especialmen-
agudos. te aquellas referidas a los cambios en la talla y en la
d) Las tradiciones y hábitos culinarios. distribución de la grasa; mayor variabilidad indivi-
dual; mayores dificultades en cuanto a colaboración
Los principales problemas que suelen presentar-
(por ejemplo, puede ser difícil pesar o tallar al pa-
se para valorar con cierta precisión la dieta concre-
ciente); o dificultades para encontrar unos valores
ta que sigue un sujeto son:
de referencia adecuados. En todo caso son proble-
a) La imprecisión para establecer los objetivos mas que pueden ser superados, que no justifican
que se desea medir. Por ejemplo, no debe uti- omitir esta valoración, ni restan interés clínico y
lizarse la misma sistemática para conocer la pronóstico a los datos obtenidos. Un punto de inte-
cuantía calórico-proteica de una dieta, que rés es la necesidad de disponer de tablas de referen-
para saber la adecuación en la ingesta de de- cia obtenidas a partir de datos locales como patrón
terminados minerales o vitaminas. de normalidad.
b) El empleo de encuestas mal hechas o poco Los parámetros antropométricos podemos dife-
adecuadas al medio donde se lleva a cabo el renciarlos en dos grandes grupos. En primer térmi-
estudio. no el peso y la talla, y, ligado a ellos, el índice de
c) La poca colaboración del anciano, debida a masa corporal (IMC) (peso en kg dividido por el
limitaciones físicas o psíquicas (sordera, de- cuadrado de talla en metros), que suele utilizarse
mencia, depresión, etc.), o bien por falta de como patrón-oro para diagnosticar obesidad o des-
interés en el tema. El recurso a terceras per- nutrición calórico-proteica. En segundo lugar todas
sonas, familiares o cuidadores suele ser nece- aquellas medidas relacionadas con pliegues, circun-
sario con mucha frecuencia;. ferencias o mediciones llevadas a cabo en distintas
d) La obtención de respuestas poco elaboradas o partes de nuestra anatomía.
excesivamente generales con respecto al tipo Un IMC inferior a 20 suele admitirse como
de alimento o a su cuantía, y m a rcador de desnutrición, mientras que se habla
e) La propia diversidad de las circunstancias de sobrepeso con valores de IMC entre 25 y 28, y
con las que nos podemos encontrar al tratar- de obesidad, cuando éstos alcanzan o rebasan los
258 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

30. El IMC es un buen indicador pronóstico en el do este último, por su vida media más corta, el más
anciano4. Una pérdida de peso no pretendida del sensibles a los cambios agudos. También la transfe-
5% en el curso del último mes o del 10% duran- rrina o las tasas de colesterol total. Este último pa-
te los últimos seis meses se consideran marc a d o- rámetro ha sido evaluado como marcador de mal
res dinámicos de desnutrición en este grupo de pronóstico cuando sus niveles están por debajo de
edad. los 140 mg/dl.
Cuando existe imposibilidad para determinar la Las cifras de linfocitos totales se han considera-
altura puede calcularse ésta de forma indirecta a tra- do como marcadores inmunológicos de desnutri-
vés de la medición de la distancia talón-rodilla me- ción. Valores inferiores a los 1.500 por mm.c. pue-
diante la siguiente fórmula: den ser un indicador de desnutrición.
La determinación directa de los valores séricos
– varones:
de minerales y micronutrientes constituye la mejor
64,19 - (0,04 x años) + (2,02 x distancia aproximación del estado nutricional del individuo
talón-rodilla en cm) relacionada con estos parámetros, aunque solamen-
– mujeres: te procede recurrir a ella en casos de sospecha ra-
84,88 - (0,24 x años) + (1,83 x distancia zonada de déficit o bien en el curso de estudios po-
talón-rodilla en cm) blacionales.

Una limitación para el empleo exclusivo del IMC


como parámetro nutricional es su falta de informa- Escalas de valoración global
ción cualitativa acerca de cuestiones tan relevantes
como los niveles séricos de micronutrientes o el En los últimos años se han desarrollado diver-
grado de hidratación del individuo. sos protocolos que, a través de escalas rápidas fá-
La relación cintura-cadera se ha mostrado útil cilmente realizables, pro p o rcionan una inform a-
como predictor de riesgo asociado a otras enferm e- ción global al respecto útil y fiable. De los más
dades. La circ u n f e rencia abdominal se mide en la utilizados en geriatría es el que se conoce con el
zona más estrecha alrededor del ombligo, y la de n o m b re de “Mini Nutritional Assessment”
las caderas en la de máxima pro t rusión de los glú- (MNA)76, 77. Incluye 18 variables en cuatro áreas di-
teos. Para varones se estima normal una relación ferentes: antropometría, valoración global, pará-
menor de 1 y para mujeres menor de 0,8. Valores m e t ros dietéticos y valoración subjetiva. La máxi-
más altos se asocian a aumento en el riesgo card i o- ma puntuación posible son 30 puntos. Más de 24
vascular. se considera normal, menos de 18 indica desnu-
Los pliegues cutáneos son un buen índice de la trición, y se califican como sujetos en riesgo aque-
masa grasa corporal en la medida en la que el 50% llos con puntuaciones entre 18 y 24. Existe una
del tejido adiposo se encuentra en el espacio sub- versión validada en español que ha mostrado ser
cutáneo. El más utilizado es el cutáneo tricipital eficaz tanto en el medio comunitario como en hos-
(PCT). La circunferencia del brazo (CB) y el perí- pitales, residencias y centros de media y larga es-
metro muscular del brazo (PMB) son parámetros tancia78, 79.
útiles para estimar la masa muscular. En las residencias públicas de los Estados Uni-
dos dependientes del Medicare se lleva a cabo una
forma de valoración conocida como MDS (Mini-
Parámetros bioquímicos mum Data Set) que forma parte de una evaluación
más amplia, pero que ha demostrado su utilidad co-
Suelen alterarse antes que los antropométricos, mo método orientativo sobre el estado nutricional
aunque para su valoración hay que tener en cuenta del anciano (tabla III)80, 83. El MDS ha sido validado
que, con independencia de la situación nutricional, frente a sistemas de valoración como la impedan-
pueden experimentar modificaciones en base a di- ciometría o la combinación de parámetros antropo-
ferentes enfermedades agudas o crónicas. métricos y bioquímicos.
Los más útiles son los que nos orientan sobre el Existen otros métodos de avaluación con orien-
contenido proteico: albúmina o prealbúmina, sien- taciones específicas (pacientes hospitalizados, resi-
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 259

Tabla III en los años sesenta se hablaba de 0,55-0,60 g por


Cuestiones evaluadas por el Minimum Data Set kg de peso y día, mientras que actualmente se reco-
(MDS) en el programa del Medicare miendan cuantías entre 0,9 y 1 g por kg y día84. In-
cluso tasas más altas si existe algún proceso debili-
1. Delirium tante o úlceras por presión3. Esta cuantía debe
2. Deterioro cognitivo/demencia suponer en torno al 15% de la energía total ingeri-
3. Valoración visual da. La cantidades recomendadas de hidratos de car-
4. Comunicación
bono están sobre el 50-60% del total calórico y las
5. Actividades de la vida diaria/potencial
de grasas alrededor del 30%.
rehabilitador
6. Incontinencia urinaria/uso de catéter Las recomendaciones de minerales y micronu-
7. Bienestar psicosocial trientes, así como su forma de incorporación a la
8. Estado de ánimo dieta, varían de acuerdo con las características loca-
9. Problemas de comportamiento les de cada población (hábitos de vida y de alimen-
10. Actividades tación, horas de sol, grado de actividad física, etc.)
11. Caídas y no van a ser comentadas aquí.
12. ESTADO NUTRICIONAL Considero importante insistir en otros dos
13. Sondas de alimentación puntos. En primer lugar en el agua. El proceso de
14. Deshidratación/fluidoterapia de mantenimiento envejecer se asocia a pérdidas de líquido intra y
15. Cuidado dental
extracelular, lo que, unido a la atenuación en el
16. Úlceras por presión
mecanismo de la sed asociada a la edad, al mayor
17. Uso de psicofármacos
18. Restricciones físicas riesgo de pérdidas (sudor, diarreas, vómitos, uso
19. Diagnósticos/medicaciones no reseñadas de diuréticos, quemaduras, etc.) y a la mayor vul-
previamente nerabilidad de los diferentes órganos y sistemas a
las consecuencias de la deshidratación, puede ge-
Modificado de 59. nerar cuadros clínicos muy graves. Por ello y co-
mo norma debe recomendarse la ingesta diaria de,
al menos, 1,5-2 litros de líquido en cualquiera de
denciados, prequirúrgicos, etc.) que no voy a co- sus formas: agua, leche, infusiones, zumos, cal-
mentar. Entre ellos los llamados “índice de riesgo dos, etc.
nutricional”, “valoración global subjetiva”, “índice La segunda recomendación de carácter general
de probablidad de desnutrición” o “valoración nu- tiene que ver con el consumo de fibra. Su empleo
tricional instantánea”. La mayor parte no son sino regular, incorporada a la dieta, o, si fuera necesario,
cálculos efectuados tomando como base algunos de como suplemento de la misma, va a mejorar la fun-
los parámetros bioquímicos o antropométricos ya ción intestinal compensando la tendencia al estreñi-
reseñados. miento, y va a permitir un mejor control metabóli-
co en enfermedades de alta prevalencia en el adulto
mayor como la diabetes mellitus tipo 2.
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES En base a lo anterior algunas recomendaciones
de carácter general relativas a la dieta pueden ser las
Con carácter general, dependiendo del grado de siguientes: a) Evitar dietas excesivamente uniformes
actividad física, las recomendaciones medias que se o basadas en una política de prohibiciones; b) Pre-
desprenden de las conferencias de consenso sugie- parar los menús de acuerdo con los hábitos cultu-
ren que un sujeto sano entre 65 y 75 años debe in- rales del anciano; c) Buscar una presentación atrac-
gerir entre 35 y 55 kcal por kg de peso y día si es tiva; d) Establecer un esquema de 4-5 comidas al
varón, y entre 30 y 50 si es mujer. La propia ampli- día con preferencia a 1-2; e) Ingerir el contenido lí-
tud del margen en que se mueven estas cifras nos da quido de los alimentos en orden a aprovechar sus
idea de la necesidad de individualizar de acuerdo minerales y vitaminas; f) Evitar o reducir los fritos;
con las características específicas de cada individuo. g) Consumir frutas y vegetales frescos, y h) No ol-
Las recomendaciones de ingesta proteica se han vidar las recomendaciones expuestas sobre el agua
ido elevando en el curso de los años, de manera que y la fibra.
260 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

CONSIDERACIONES ESPECIALES piadas tanto para estudiar las eventuales alteracio-


DE ACUERDO CON ALGUNAS nes que puedan aparecer88 como para poder inter-
SITUACIONES ESPECÍFICAS venir de manera protocolizada sobre ellas89.
En el medio comunitario van a jugar un papel
Cualquier política orientada a un seguimiento fundamental cuestiones como el estatus socioeco-
nutricional del anciano debe incluir los siguientes nómico del individuo y los factores de índole cultu-
puntos: a) Una valoración inicial y un programa de ral relacionados con las costumbres y hábitos de vi-
reevaluaciones periódicas de acuerdo con los datos da y dietéticos locales o familiares. También sus
recogidos en la misma; b) Recomendaciones en or- hábitos de actividad física, y con el hecho de vivir
den a una alimentación sana y bien equilibrada, que solo o acompañado. En las edades avanzadas, vivir
responda en cada caso a las necesidades individua- solo se constituye en uno de los principales factores
les de cada paciente. Este último punto presupone de riesgo de desnutrición, especialmente en el va-
tener en cuenta todas las especificidades del indivi- rón90. El papel de la actividad física es también fun-
duo, incluyendo sus hábitos previos, condicionan- damental91-93.
tes socioeconómicos, nivel asistencial en que se en- En los casos de desnutrición el protocolo de ac-
cuentra (comunidad, residencia u hospital), tuación debe tomar en consideración los siguientes
presencia, tipo y grado de discapacidades, e historia puntos: a) Buscar y tratar si es posible la enferme-
de procesos crónicos de cualquier tipo. dad responsable de la misma; b) Valorar los efectos
Los hospitales y residencias son niveles asisten- de esta malnutrición sobre los diferentes sistemas
ciales que presentan características especiales tanto del organismo; c) Iniciar un programa dietético
en cuanto a tasas de desnutrición como en relación abierto, incentivado y supervisado, en el que se per-
a las medidas que eventualmente pueden aplicarse mita añadir a la alimentación suplementos orales
desde el punto de vista de la nutrición. En los hos- nutricionales si fueran necesarios, y d) Si después
pitales la proporción de ancianos ingresados desnu- de un mes no mejora el IMC, o los niveles séricos
tridos se evalúa entre el 30 y el 60%85, siendo ma- de albúmina se mantienen por debajo de 2,8 g/dl.
yor en los pacientes quirúrgicos para los que la iniciar nutrición enteral.
práctica de una evaluación geriátrica prequirúrgica En algunos procesos crónicos cabe esperar bene-
cuidadosa puede mejorar su pronóstico86. ficios importantes con medidas dietéticas específi-
Algo parecido ocurre en las residencias. En Es- cas. Por ejemplo, en la diabetes mellitus, la hiper-
paña no son numerosos los estudios rigurosos lle- tensión arterial, la osteoporosis, la enfermedad
vados a cabo en este medio. Sin embargo, todos coronaria u en otras formas de enfermedad arterios-
ellos suelen mostrar altas tasas de desnutrición, no clerosa. En este sentido es deseable un reconoci-
tanto proteico-calórica, salvo que exista patología miento lo más precoz posible de la dolecia para ini-
crónica asociada, como de numerosos micronu- ciar las actuaciones de forma inmediata.
trientes. Un estudio llevado a cabo por la Adminis- La aplicación de sonda nasogástrica o de otras
tración de Veteranos en EE.UU. y que evaluaba a formas de alimentación enteral no ha demostrado
aquellos residentes que necesitan ayuda para comer mejorar la supervivencia ni la calidad de vida en los
mostró que: a) El 70% tenían un IMC por debajo de ancianos con demencia94-96. Las principales reco-
23; b) Un 26% tenían hipoalbuminemia (< 3,5 mendaciones para este colectivo son dividir la dieta
g/dl); c) Un 50% tenían un hematocrito inferior al en múltiples tomas diarias, dar alimentos elementa-
37%, y d) Un 38% presentaban úlceras por presión. les fáciles de tragar, aportar una cuantía suficiente
Más aún, en un 88% de los casos la ingesta diaria de de calorías, así como de macro, micronutrientes y
tres o más nutrientes esenciales estaba por debajo minerales, y administrar la alimentación siempre en
del 50% de las cuantías recomendadas por la RDA. presencia del cuidador.
Sólo un pequeño grupo de estos pacientes recibía La nutrición enteral es una buena alternativa en
suplementos de vitaminas o minerales. Datos pare- aquellos sujetos con problemas para ingerir la cuan-
cidos se desprendían de otros estudios llevados a tía necesaria de alimentos de acuerdo con sus nece-
cabo en aquel país87. sidades nutricionales97. En la tabla IV se muestran
Las características de las residencias, con una las indicaciones para este tipo de alimentación. Se-
población estable y controlable, resultan más apro- rían contraindicaciones absolutas para la misma: la
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 261

Tabla IV a mantener un estado nutricional adecuado en el


Indicaciones de la nutrición enteral anciano.
Son altamente útiles los programas de educación
1.PACIENTES CON TRACTO GASTROINTESTINAL sanitaria, que debieran planificarse tanto desde las
NORMAL distintas administraciones sanitarias como directa-
1.1. Por boca: mantenimiento o complemento mente por parte de los profesionales de la salud y de
* Dificultades * Aumento las instituciones donde presten sus servicios. Ello
para comer de las necesidades puede ser más fácil y útil en el medio residencial.
Anorexia Sepsis Estas campañas deberán orientarse en unos casos
Neoplasia Trauma hacia la población general, y en otros, en paralelo,
Mala dentición Quemaduras hacia el personal encargado de la atención al ancia-
Estenosis Fallo renal no: cuidadores, enfermeros y auxiliares principal-
esofágica incompleta mente.
1.2. POR SONDA: nutrición completa Existe evidencia en la literatura acerca de la po-
– Procesos neurológicos con dificultad para sibilidad de modificar mediante programas educati-
tragar vos algunos hábitos dietéticos99-101, lo que a pesar de
– Neoplasias las dificultades que pueda plantear102, 103 es impor-
tante que sea asumido por el clínico como uno de
2.PACIENTES CON TRACTO GASTROINTESTINAL
sus retos en este terreno, superando la tentación tan
ALTERADO
habitual de tirar la toalla de entrada en base a la
2.1. POR SONDA edad del individuo.
– Cáncer esofágico
– Síndrome intestinal de asa corta
2.2. POR PEG BIBLIOGRAFÍA
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262 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico

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