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Soporte Nutricional
en el Paciente Oncológico
de la vida la mujer pierde cerca de un 40% del cal- La proporción de tejido graso del individuo au-
cio de sus huesos. Aproximadamente la mitad de menta con la edad y se redistribuye por el organismo,
esta pérdida ocurre durante los primeros 5 años tras concentrándose, sobre todo, en abdomen y caderas.
la menopausia. En este período perimenopáusico También hay una cierta tendencia a perder grasa sub-
no es posible prevenir la pérdida únicamente con cutánea y aumentar la más profunda perivisceral.
suplementos de calcio. Por el contrario, las mujeres Ello supone alguna ventaja y muchos inconvenien-
ancianas postmenopáusicas con ingesta baja de cal- tes. Entre las primeras mejor tolerancia para al au-
cio (< 400 mg/d) se benefician de una manera im- mento del catabolismo que tiene lugar en la enfer-
portante de los suplementos de este mineral. En medad de la persona mayor y una cierta protección
aquellas mujeres con una ingestas intermedias, contra la fractura de cadera en caso de caídas. Por el
400-700 mg/d, los efectos de estos suplementos son contrario, cuanto este aumento en la cuantía grasa
menos claros16. llega a niveles de obesidad debemos considerar que
La vitamina D es imprescindible para asegurar la esta circunstancia sigue siendo un factor de riesgo de
absorción de calcio. Los alimentos, excepto los pes- m o rtalidad global así como para un gran número de
cados grasos, son una fuente pobre de vitamina D. e n f e rmedades de alta prevalencia en la edad avanza-
Una ingesta inadecuada de vitamina D puede pro- da (cardiopatías, hipertensión arterial, enferm e d a d
vocar pérdida del contenido mineral de los huesos respiratoria crónica, art rosis, diabetes, insuficiencia
y aumentar el riesgo de osteoporosis. Desde hace venosa, etc.). Además, el aumento en el contenido
tiempo se sabe que los niveles séricos de 25-hidro- graso se asocia en el anciano habitualmente con una
xi-vitamina D son más altos en verano y otoño y menor actividad física y un peor control de algunas
caen en primavera e invierno en relación con la ex- de las enfermedades señaladas.
posición al sol17. Además con la edad disminuyen El envejecimiento se acompaña de una altera-
los niveles de esta hormona, lo que puede deberse ción del funcionamiento del sistema inmune. Son
a una disminución en la ingesta, a una disminución cambios muy amplios y no siempre homogéneos21.
de la exposición al sol o, también, a una disminu- En su génesis es altamente probable que la nutri-
ción en la capacidad de la piel para sintetizar vita- ción juegue un papel. La síntesis de prostaglandinas
mina D18. y leucotrienos puede verse modificada por distintos
En España, el alto consumo de pescado y el nú- nutrientes antioxidantes como las vitaminas C y E,
mero de horas de sol al año deberían asegurar un el selenio y el cobre. También la producción de ci-
buen nivel de esta vitamina. Sin embargo, datos de- toquinas por los monocitos se afecta en los pacien-
rivados del estudio multicéntrico EURONUT- S E- tes con malnutrición proteica. En todo caso estos
NECA demuestran que un alto porcentaje de indi- cambios en relación con la inmunidad en el ancia-
viduos del grupo español tienen niveles séricos no son muchas veces de tipo secundario y pueden
muy bajos19. Esto se ha relacionado con la escasa aparecer vinculados a trastornos nutricionales22, 23.
actividad física al aire libre que desarrollan los an- Hay estudios que correlacionan la administra-
cianos, con la circunstancia de haberse realizado el ción de minerales y vitaminas con los niveles de
estudio en Galicia, donde el anciano cuando toma p a r á m e t ros inmunológicos. Ancianos sanos suple-
el sol lo hace cubierto de ropa, al contrario que en mentados con 800 UI de vitamina E durante 30 dí-
países del norte y centro de Europa. Además en as tienen una producción mayor de IL-2 que los
muchos de estos países, a diferencia del nuestro , que recibían placebo24. También los ancianos sanos
d e t e rminados alimentos están enriquecidos con con unos niveles bajos de vitamina B6 tienen una
calcio y vitamina D. reducción significativa en los niveles de IL-225. El
De forma complementaria todavía cabría añadir déficit de zinc se ha asociado con un defecto en el
que el estado nutritivo del individuo, expresado en funcionamiento de los linfocitos T en ancianos sa-
términos de hipo o normoalbuminemia, se sabe que nos26. También se conoce que los suplementos nu-
repercute de manera directa en el pronóstico de la tricionales con vitaminas y minerales no sólo mejo-
cirugía de cadera cuando se valoran parámetros co- ran los tests de función linfocitaria, sino que
mo la duración de la estancia hospitalaria, las com- disminuyen la incidencia de infecciones27. Este he-
plicaciones postoperatorias o el grado de recupera- cho parece estar comprobado especialmente para
ción funcional20. los suplementos con vitamina E28.
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 253
En conjunto cabe admitir que la malnutrición Los cambios fisiológicos más importantes relati-
p roteica, el déficit de zinc, de vitamina B6 y de nu- vos al tubo digestivo asociados al envejecimiento y
trientes antioxidantes, situaciones frecuentes en la con repercusión en la alimentación y en la nutrición
población anciana, pueden influir negativamente del individuo empiezan en la boca. Los procesos de
en el funcionamiento del sistema inmune. En con- salivación y masticación constituyen la primera par-
c reto, se admite que la alimentación es decisiva a te de la cadena nutricional y carecer de los instru-
la hora de mantener un nivel adecuado de sustan- mentos necesarios para llevarlos a cabo de forma
cias antioxidantes, lo que constituye un elemento correcta hipoteca todas las fases siguientes39, 40.
fundamental para conservar en las mejores condi- Junto a ello existe una tendencia a la atrofia de
ciones la respuesta inmune 29. Por todo ello se ha las diferentes mucosas y, de forma específica, de la
recomendado la incorporación sistemática de an- gástrica. La gastritis atrófica es una situación habi-
tioxidantes en la dieta de las personas mayore s30. tual entre la gente de edad avanzada que determina
El tipo de dieta mantenido durante la vida influ- aclorhidria y cuya consecuencia más importante es
ye directamente en el proceso de aterogénesis, así la dificultad para la absorción de hierro y de vita-
como en la aparición y evolución de algunos de los mina B-12.
factores de riesgo más clásicos para la enfermedad También las pérdidas en la función motora, ade-
arteriosclerosa (obesidad, diabetes, hipertensión ar- más de favorecer la tendencia al estreñimiento con
terial, hipercolesterolemia). Una intervención ade- las correspondientes secuelas a la hora de condicio-
cuada puede contribuir a prevenir la enfermedad o nar los tipos de alimentación más adecuados para
a controlar sus consecuencias31. combatirlo, pueden generar algunas dificultades pa-
Entre los efectos de la dieta sobre el funciona- ra la absorción de determinados nutrientes.
miento del sistema cardiovascular se ha descrito A todo ello habría que añadir enfermedades y
una aceleración en la pérdida de responsividad de procesos crónicos de amplia prevalencia en la pato-
los receptores betaadrenérgicos con el envejeci- logía geriátrica y con incidencia directa en los hábi-
miento, ligada a la restricción alimentaria32. tos alimentarios y en el estado de nutrición del an-
Los niveles altos de homocisteína en sangre se ciano. Trastornos como la hernia de hiato, los
relacionan con enfermedad vascular precoz33. El en- divertículos colónicos o en otros niveles del tubo
vejecimiento se asocia con elevaciones moderadas digestivo, la patología ulcerosa péptica, y, sobre to-
en los niveles de homocisteína, lo que puede au- do, las mutilaciones gástricas tan habituales en este
mentar el riesgo de enfermedad vascular34, 35. Por to- sector etario.
do ello se piensa que la hiperhomocisteinemia es un Ningún sistema del organismo depende más es-
factor de riesgo cardio y cerebrovascular en hom- trechamente del aporte nutricional que el sistema
bres y mujeres. Los mecanismos íntimos del daño n e rvioso central. Además del aporte constante de
vascular no están del todo aclarados, pero pueden glucosa, se precisan otros nutrientes para el manteni-
tener que ver con la trombogénesis y con su acción miento de una función cerebral adecuada (tabla II).
sobre la pared vascular. Aunque en la clínica no sea frecuente encontrar es-
En el metabolismo de la homocisteína intervie-
nen las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico como co-
factores. Distintos estudios realizados en población Tabla II
anciana han relacionado niveles bajos de estas vita- Principales enfermedades neurológicas dependientes
de un déficit vitamínico
minas con elevación en el nivel de homocisteína36, 37.
La insuficiencia cardiaca es otra situación que Vitamina Enfermedad
puede interferir con el apetito y con el propio esta- Tiamina (B1) Beri-beri. Enf. de Wernike
do nutritivo de manera que en la literatura médica Niacina (B3) Pelagra. Demencia
existe tradicionalmente la expresión “caquexia car- Ácido pantoteico Degeneración mielínica
diaca”. Su causa puede ser multifactorial, de manera Piridoxina (B6) Neuropatía periférica
que, además de la anorexia, se han intentado otras Ácido Fólico Irritabilidad. Depresión. ¿Demencia?
hipótesis como el eventual papel que jugaría un au- Cobalamina (B12) Neuropatía periférica. ¿Demencia?
mento en la demanda energética derivado de la con- Vitamina E Degeneración espinocerebelosa.
gestión venosa existente en el territorio pulmonar38. Axonopatía periférica
254 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico
tos cuadros totalmente desarrollados, es posible que cionar el efecto de algunos fármacos. Las interac-
déficit moderados o subclínicos de algunas de estas ciones nutrientes-fármacos en los ancianos son más
sustancias desempeñen un papel en la patogénesis frecuentes por la presencia concomitante de enfer-
del deterioro cognitivo del anciano41. Ancianos sa- medades crónicas y, sobre todo, por el consumo de
nos con niveles bajos de algunas vitaminas obtienen varios fármacos a la vez.
puntuaciones más bajas en los tests de memoria y También el alcohol y el tabaco pueden ser deter-
de pensamiento abstracto42. La atención se está cen- minantes directos o indirectos de alteraciones nutri-
trando en las vitaminas B6, B12 y en el ácido fólico. cionales en el anciano. El alcohol dificulta la absor-
Se han observado niveles bajos de estas tres vitami- ción de determinados nutrientes como la vitamina
nas en estudios transversales de población anciana. B-12 o el ácido fólico. Alcohol y tabaco pueden ge-
En el caso de la vitamina B12 se han descrito tras- nerar cambios en la mucosa digestiva que alteren la
tornos cognitivos y del sistema nervioso periférico absorción de algunas sustancias. Intervienen, ade-
incluso en ausencia de trastornos hematológicos se- más, en la patogenia de numerosas enfermedades
cundarios al déficit vitamínico43. Estas tres vitami- que por sí mismas van a modificar el apetito o a in-
nas se implican en la regulación del metabolismo de terferir en el metabolismo nutricional del individuo.
la homocisteína, dando lugar también por esta vía a Por último pueden contribuir a modificar los hábi-
un factor de riesgo cerebrovascular. tos sociales del anciano, incluyendo en ello los rela-
A nivel metabólico la edad tiende a asociarse a cionados con la alimentación.
una mayor intolerancia hidrocarbonada, lo que
ayuda a explicar la más elevada prevalencia de dia-
béticos en el colectivo de más edad44. CÁNCER Y VEJEZ
Importa señalar la importancia de la dieta a la
hora de cubrir adecuadamente las concentraciones Los estudios epidemiológicos muestran que la
de otros micronutrientes como puede ser el hierro45. incidencia y la prevalencia del cáncer se incremen-
Otros micronutrientes como el zinc juegan un papel ta notablemente con la edad. A ello contribuyen las
destacado en las concentraciones del factor de cre- modificaciones que tienen lugar en el curso del en-
cimiento insulina-like I (IGF-I), que, a su vez, va a vejecimiento y que determinan un detrimento en
desempeñar una función importante en la forma- las posibilidades defensivas del organismo51.
ción ósea y en el metabolismo proteico. En la post- En los países desarrollados las tumoraciones ma-
menopausia, con independencia de la ingesta pro- lignas constituyen la segunda causa de muerte, tras
teica se reducen tanto los niveles séricos de zinc las enfermedades cardiovasculares, para los mayo-
como los de IGF-I46. res de 65 años. Su incidencia y prevalencia aumen-
Algunos estudios han demostrado los efectos tan de manera progresiva a lo largo de la vida, sin
protectores frente a las cataratas de una ingesta ele- detenerse al menos hasta los 85 años. Mientras en la
vada de vitamina C, vitamina E y beta carotenos47, 48. población más joven las tasas de cáncer se han re-
También los nutrientes antioxidantes tienen cierto ducido en algunos países hasta un 23%, por encima
efecto protector frente a la degeneración macular, de los 65 años se han elevado un 17%52. Aproxima-
que es la causa más frecuente de ceguera irreversi- damente el 60% de todos los tumores malignos y el
ble el anciano49. La hipogeusia puede acentuarse 70% de las muertes debidas a este diagnóstico tie-
cuando hay deficiencia en las vitaminas A, B6 y áci- nen lugar en personas con más de 65 años53.
do fólico, o niveles bajos de zinc. Pérdidas en los di- En Europa alrededor de una de cada cuatro per-
ferentes componentes del gusto se correlacionan sonas se calcula que muere de cáncer (el 27% de los
con alteraciones muy concretas dentro de las papi- h o m b res y el 21% de las mujeres), y una de cada tres
las gustativas del individuo50. llega a padecer esta enfermedad. A nivel global, sin
En España las personas de más de 65 años gene- embargo, las tasas estandarizadas de mortalidad han
ran más del 50% del gasto farmacéutico. Los fárma- descendido entre 1980 y 1990, aunque esto no pare-
cos pueden interferir en el estado nutricional por ce ser así para la población de más edad. Ello lleva
varios mecanismos. Pueden afectar la absorción, el consigo, habida cuenta del envejecimiento poblacio-
metabolismo o la excreción de distintos nutrientes. nal, que se siga produciendo un aumento import a n-
Por su parte, los alimentos pueden, a su vez, condi- te en las cifras absolutas de nuevos casos de cáncer54.
Consideraciones especiales de la nutrición en el paciente geriátrico 255
En los Estados Unidos, según el programa SEER mas, probablemente por darse en ellas un descenso
(Surveillance Epidemiology and End Results) del de los factores de riesgo que lo condicionan, espe-
Instituto Nacional del Cáncer, se calcula que la mi- cíficamente del consumo de tabaco61.
tad de los cánceres ocurren en personas que han su- Otros tumores malignos de alta prevalencia co-
perado esta edad y que el 67,9% de las muertes por mo el carcinoma de colon o el de mama también
cáncer tienen lugar en este grupo etario55. En su aparecen con mayor frecuencia según se eleva la
conjunto se estima que el cáncer representa en edad de la población estudiada. El cáncer colorrec-
aquel país el 20% del total de fallecidos por encima tal en la experiencia de nuestro propio hospital nos
de los 65 años, proporción muy similar a la espa- da una edad media sobre 102 enfermos interveni-
ñola. Se sabe, también, que esta proporción había dos quirúrgicamente de 74,7 años62. En pacientes
subido 4-5 puntos entre 1970 y 199056. Este au- octogenarios constituye la neoplasia más frecuente
mento en términos relativos se atribuye más a un tratada en un servicio de cirugía63, 64.
descenso en la mortalidad por cardiopatía isquémi- El carcinoma de mama parece haber experimen-
ca que no a un incremento real en el número de tado un importante aumento en cuanto a su pre v a-
muertes de origen tumoral. lencia en las mujeres mayores durante los últimos
Existe cierta controversia en los datos referentes 20-30 años65, 66, con un pico a los 80 y una meseta
a las edades extremas. Algún estudio de autopsia que se mantiene hasta los 85. Otros tumores gineco-
sugiere que las tasas descienden por encima de los lógicos, en cambio, tienden a hacerse menos comu-
95 años57. Un trabajo muy extenso, basado en un nes en mujeres de edad muy avanzada, pro b a b l e-
registro de tumores del estado de California duran- mente, al menos en lo referido al de útero, debido a
te seis años (1988-1993), muestra que apenas exis- que se diagnostican en estadios más precoces67.
ten diferencias en cuanto a incidencia edad-especí- Los tumores hematológicos muestran una distri-
fica, de forma que el grupo entre 90 y 95 años es el bución muy irregular. Algunas formas de leucemias
que tiene una incidencia más alta con excepción del como la linfoblástica son muy típicas de edades in-
de 75 a 90 años. Más de una quinta parte de los tu- fantiles, mientras que la leucemia mieloide crónica
mores malignos detectados en nonagenarios corres- y, sobre todo, las derivadas de los linfocitos-B (lin-
ponde al intestino grueso, seguida en el caso de las foide crónica o mieloma) constituyen buenos ejem-
mujeres por mama y linfomas/leucemias. En los plos de tumoraciones asociadas al envejecimiento.
hombres el más frecuente dentro de este grupo de La enfermedad de Hodgkin tiene una distribución
edades extremas es el de próstata, seguido de los de bimodal en cuanto a su incidencia, con un pico en
intestino grueso y los broncopulmonares. Este estu- las edades juveniles y otro en la edad media-tardía.
dio evidencia también que por encima de los no- Además, esta última, cuando aparece en su segun-
venta años, a medida que aumenta la edad, se re- do pico –población de edad avanzada– suele tener
ducen los casos de muerte por cáncer58. peor pronóstico, lo que puede ser debido bien a que
Existen diferencias importantes entre los diver- su reconocimiento es más tardío, bien a tratarse de
sos tipos de cáncer en función de la edad. Mientras formas diferentes –más agresivas en el segundo ca-
algunos aparecen casi en exclusiva en edades muy so– de la propia enfermedad68.
avanzadas, resulta difícil encontrar otros entre la Por lo que respecta a la población española, una
población anciana. El carcinoma de próstata suele amplia revisión llevada a cabo hace diez años apor-
ser considerado un tumor típicamente geriátrico, taba datos interesantes69. En relación con la morta-
edad-dependiente. A los 70 años puede ser demos- lidad, la principal fuente de información es la pro-
trado histológicamente en la cuarta parte de los va- cedente de los certificados de defunción, que, en el
rones59. La edad media del diagnóstico para este tu- caso de esta patología, cabe considerar como acep-
mor son los 73 años60. tablemente fiable. De acuerdo con ellos se acepta
El cáncer de pulmón ha aumentado se frecuen- que en España el cáncer constituye en la población
cia en el curso de los últimos años. Ocupa el primer por encima de los 65 años la segunda causa de
lugar en cuanto a incidencia en la población ancia- muerte en ambos sexos, con unas tasas brutas por
na masculina, incrementándose ésta al menos hasta 100.000, referidas a 1985, de 1.306 en el varón y
los 80 años, para experimentar una disminución de 621 en la mujer. Esto representa que las muertes
aparente de esta incidencia en edades más extre- por cáncer en esas fechas afectaban al 22% de los
256 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico
varones que superan esa edad y al 14% de las mu- un proceso complejo, más difícil de llevar a cabo
jeres. Las tasas de incidencia de los diferentes tipos que en el individuo de menor edad. Esta dificultad
de cáncer se elevan según la edad en todos los ca- se deriva en buena parte de los cambios asociados
sos, excepto en el del cáncer de pulmón, cuya inci- al envejecimiento apuntados anteriormente. En to-
dencia inicia un declinar a partir de los 80 años. do caso una valoración nutricional debe ser realiza-
Datos más actuales muestran un incremento en da en todos los individuos que acudan a una con-
esas cifras. Así, en 1998 nuestra tasa de mortalidad sulta o que ingresan en un hospital o en otro tipo de
por cáncer en este grupo de edad se sitúa en 229 institución, más aún ante la sospecha de un proce-
por mil, tras las causas cardiovasculares (431 por so tumoral.
mil), pero superando ampliamente el tercer grupo, Debe incorporar, al menos, los siguientes aspec-
el aparato respiratorio, que es responsable de 112 tos: valoración clínica, valoración de la dieta, medi-
de cada mil muertes70. das antropométricas y marcadores bioquímicos.
Otra revisión reciente se ocupa de analizar los Junto a ello destacaré que, en los últimos años, se
cambios producidos en la mortalidad por cáncer en han establecido sistemas indirectos que, mediante
España durante un período de cuarenta años (de escalas, encuestas o cuestionarios aportan una in-
1955 a 1994). Los resultados más relevantes nos formación global, menos detallada, pero que puede
muestran que en los varones, a excepción del cán- tener también utilidad tanto a nivel individual co-
cer de estómago, aumenta la mortalidad debida a mo, sobre todo, para los estudios epidemiológicos.
los otros siete tipos de cáncer analizados (los más Otros métodos que ofrecen una aproximación cua-
frecuentes) y de forma especial en lo referente al litativa, como puede ser la impedanciometría, la
cáncer de pulmón. En las mujeres aumentan la densitometría, las técnicas de dilución o determina-
mortalidad por cáncer de mama, de ovario y de das técnicas de imagen no van a ser comentados
páncreas71. En el carcinoma de próstata un amplio aquí por requerir un aparataje que, aunque en oca-
estudio llevado a cabo en nuestro país entre 1951 y siones muy simple, no suele estar disponible de una
1979 muestra que la mortalidad derivada del mis- manera generalizada.
mo se incrementó desde unas tasas estandarizadas
de 7,0 hasta 12,672.
La encuesta de morbilidad hospitalaria que pu- Valoración clínica
blica el Instituto Nacional de Estadística anualmen-
Supone algo tan simple –y tan importante– como
te desde 1977 muestra, por ejemplo, que en el año
recoger una historia cuidadosa, que haga hincapié
1987, en los informes de altas hospitalarias corres-
en los aspectos con una eventual mayor incidencia
pondientes a personas mayores de 65 años aparecía
en su estado nutritivo: síntomas presentes, hábitos
el diagnóstico de cáncer en el 10% en el caso de los
dietéticos, consumo de tóxicos (alcohol y tabaco),
varones y en el 8% en el de las mujeres73, porcenta-
antecedentes médicos y quirúrgicos, consumo de
jes que casi doblan los de la población general, 6 y
fármacos y eventuales reacciones adversas a los mis-
4%, respectivamente. Datos más recientes del Siste-
mos, entorno social y condiciones de vida, etc.
ma Nacional de Salud correspondientes a 1997 ele-
También una exploración física completa de ca-
van esta proporción, de forma que el diagnóstico de
rácter general, donde el mayor énfasis debe poner-
cáncer se incluye en un 12% de los diagnósticos al
se en: el estado de la boca, grado de hidratación, va-
alta. El 50% de estos diagnósticos se centra en la
loración de la piel, del sistema musculoesquelético
población mayor de 65 años. Las neoplasias consti-
y de los órganos de los sentidos. Valorará también la
tuyen así el cuarto diagnóstico al alta hospitalaria en capacidad para llevar a cabo las distintas actividades
orden de frecuencia9.
de la vida diaria.
tiene lugar con fines de “screening” del sujeto. Sin se de un colectivo extraordinariamente hete-
embargo, es esencial cuando lo que se pretende son rogéneo, no sólo en lo que respecta al medio
estudios nutricionales de carácter poblacional, o en que vive, sino también en cuanto a mar-
bien estudios dirigidos a establecer políticas ali- gen de edades, costumbres previas, etc.
mentarias para un colectivo concreto.
Los principales métodos utilizados en la práctica
Conocer lo que come el sujeto de edad avanza-
diaria son:
da puede ser difícil y laborioso, tanto por la escasa
colaboración que con frecuencia vamos a encontrar – Recordatorio de 24 horas.
por parte del anciano como por las dificultades ob- – Diario dietético.
jetivas de las técnicas utilizadas para evaluar este – Cuestionario de frecuencia de consumo, e
parámetro. – Historia dietética.
Los factores que se considera tienen una mayor Cualquiera de ellos para ser útil debe adecuarse
influencia en la composición de la dieta de una per- al objetivo que se desea alcanzar. Para llevarlos a
sona mayor son los siguientes: efecto se requiere personal experto, habitualmente
a) La situación social y económica del indivi- con un periodo previo de entrenamiento.
duo, con especial énfasis en la circunstancia
de vivir solo o acompañado. Este último pun-
to tiene especial relevancia en el caso de los Parámetros antropométricos
varones.
b) El medio en el que vive: domicilio propio o Representan un pilar fundamental en la valora-
ajeno, o institución. ción nutricional del individuo. En el anciano pue-
c) La propia salud del sujeto, sobre todo la den- den tener un menor valor debido a varias circuns-
tal, el estado mental y la historia previa o ac- tancias: menor fiabilidad intra e interobservador;
tual de enfermedades crónicas o de procesos modificaciones en su estructura física, especialmen-
agudos. te aquellas referidas a los cambios en la talla y en la
d) Las tradiciones y hábitos culinarios. distribución de la grasa; mayor variabilidad indivi-
dual; mayores dificultades en cuanto a colaboración
Los principales problemas que suelen presentar-
(por ejemplo, puede ser difícil pesar o tallar al pa-
se para valorar con cierta precisión la dieta concre-
ciente); o dificultades para encontrar unos valores
ta que sigue un sujeto son:
de referencia adecuados. En todo caso son proble-
a) La imprecisión para establecer los objetivos mas que pueden ser superados, que no justifican
que se desea medir. Por ejemplo, no debe uti- omitir esta valoración, ni restan interés clínico y
lizarse la misma sistemática para conocer la pronóstico a los datos obtenidos. Un punto de inte-
cuantía calórico-proteica de una dieta, que rés es la necesidad de disponer de tablas de referen-
para saber la adecuación en la ingesta de de- cia obtenidas a partir de datos locales como patrón
terminados minerales o vitaminas. de normalidad.
b) El empleo de encuestas mal hechas o poco Los parámetros antropométricos podemos dife-
adecuadas al medio donde se lleva a cabo el renciarlos en dos grandes grupos. En primer térmi-
estudio. no el peso y la talla, y, ligado a ellos, el índice de
c) La poca colaboración del anciano, debida a masa corporal (IMC) (peso en kg dividido por el
limitaciones físicas o psíquicas (sordera, de- cuadrado de talla en metros), que suele utilizarse
mencia, depresión, etc.), o bien por falta de como patrón-oro para diagnosticar obesidad o des-
interés en el tema. El recurso a terceras per- nutrición calórico-proteica. En segundo lugar todas
sonas, familiares o cuidadores suele ser nece- aquellas medidas relacionadas con pliegues, circun-
sario con mucha frecuencia;. ferencias o mediciones llevadas a cabo en distintas
d) La obtención de respuestas poco elaboradas o partes de nuestra anatomía.
excesivamente generales con respecto al tipo Un IMC inferior a 20 suele admitirse como
de alimento o a su cuantía, y m a rcador de desnutrición, mientras que se habla
e) La propia diversidad de las circunstancias de sobrepeso con valores de IMC entre 25 y 28, y
con las que nos podemos encontrar al tratar- de obesidad, cuando éstos alcanzan o rebasan los
258 Soporte Nutricional en el Paciente Oncológico
30. El IMC es un buen indicador pronóstico en el do este último, por su vida media más corta, el más
anciano4. Una pérdida de peso no pretendida del sensibles a los cambios agudos. También la transfe-
5% en el curso del último mes o del 10% duran- rrina o las tasas de colesterol total. Este último pa-
te los últimos seis meses se consideran marc a d o- rámetro ha sido evaluado como marcador de mal
res dinámicos de desnutrición en este grupo de pronóstico cuando sus niveles están por debajo de
edad. los 140 mg/dl.
Cuando existe imposibilidad para determinar la Las cifras de linfocitos totales se han considera-
altura puede calcularse ésta de forma indirecta a tra- do como marcadores inmunológicos de desnutri-
vés de la medición de la distancia talón-rodilla me- ción. Valores inferiores a los 1.500 por mm.c. pue-
diante la siguiente fórmula: den ser un indicador de desnutrición.
La determinación directa de los valores séricos
– varones:
de minerales y micronutrientes constituye la mejor
64,19 - (0,04 x años) + (2,02 x distancia aproximación del estado nutricional del individuo
talón-rodilla en cm) relacionada con estos parámetros, aunque solamen-
– mujeres: te procede recurrir a ella en casos de sospecha ra-
84,88 - (0,24 x años) + (1,83 x distancia zonada de déficit o bien en el curso de estudios po-
talón-rodilla en cm) blacionales.
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