UNIVERSIDAD AUTONOMA DE OCCIDENTE

MERCADEO Y NEGOCIOS INTERNACIONALES

NEGOCIOS INTERNACIONALES

PREGUNTAS DE ANALISIS Y CRITICA

1. Las economías de libre mercado estimulan un mayor crecimiento económico, mientras que las
centralizadas lo obstaculizan. Compare.
2. Un sistema político democrático es una condición esencial de progreso económico sostenido. Analice.
3. ¿Cuál es la relación entre la corrupción en un país (en el sentido de que los funcionarios aceptan
sobornos) y el crecimiento económico? ¿La corrupción siempre es mala?
4. Usted es el director ejecutivo de una compañía que debe decidir si invierte 100 millones de dólares
en Rusia o en Polonia. Ambas inversiones prometen el mismo rendimiento a largo plazo, así que la
elección depende de la magnitud de los riesgos. Evalúe los riesgos de hacer negocios en estas
naciones. ¿Qué inversión favorecería usted y por qué?
5. Lea el caso sobre la Venezuela de Chávez y responda las siguientes preguntas:

• ¿Qué tipo de sistema económico se instituye en la Venezuela del gobierno de Chávez?

¿Cómo clasificaría usted el sistema político?
• ¿Cómo afectarán a las futuras inversiones extranjeras en Venezuela los cambios
unilaterales de Chávez a los con- tratos con las compañías petroleras extranjeras?
• ¿Cómo influirá en el futuro el alto grado de corrupción pública en Venezuela a las tasas
de crecimiento?
• Hoy Venezuela se beneficia del auge de los precios del petróleo. ¿Qué sucedería si dichos
precios bajaran de su nivel actual?
• En su opinión, ¿cuál es el pronóstico a largo plazo de la economía venezolana? ¿Es un
país atractivo para el comercio internacional?

La Venezuela de Hugo Chávez, 1999-2013 equivocado. Un colapso en el precio del

El 5 de marzo de 2013, Hugo Chávez, presidente
de Venezuela, falleció al perder la batalla contra
el cáncer; había estado en la presidencia del país
desde 1999. Exoficial militar, alguna vez
encarcelado por orquestar un fallido intento de
golpe de Estado; Chávez, socialdemócrata a su
estilo, ganó la elección presidencial mediante
una campaña en donde se pronunció en contra
de la corrupción, los malos manejos
económicos y las “duras realidades” del
capitalismo global. Cuando entró en funciones,
en febrero de 1999, proclamó que había
heredado la peor situación económica en la
historia reciente del país. No estaba muy
petróleo, que representaba 70% de las
exportaciones de la nación, dejó a Venezuela
con un enorme déficit presupuestario y hundió
su economía en una profunda depresión.
Poco después de asumir el cargo, Chávez
procedió a tratar de consolidar su control sobre
el aparato de gobierno. En 2012, Freedom
House, que cada año evalúa las libertades
políticas y civiles en el mundo, concluyó que
Venezuela solo era “libre en parte” y que las
libertades estaban siendo progresivamente
restringidas.
En el aspecto económico, los asuntos
continuaron siendo difíciles. La economía se
contrajo a principios del nuevo siglo, mientras
que la tasa de desempleo, de 15 a 17%, continuó
persistentemente alta y el índice de pobreza se
disparó a más de 50% de la población. Un
estudio de 2003 efectuado por el Banco Mundial
concluyó que Venezuela era una de las
economías más reguladas del planeta y que el
control estatal sobre las actividades
empresariales daba a los funcionarios públicos
amplias oportunidades de enriquecerse, pues
exigían sobornos a cambio de permisos para
expandir operaciones o integrar nuevas líneas
de negocios. En realidad, y a pesar de la retórica
anticorrupción de Chávez, Transparencia
Internacional (TI), que clasifica a los países del
mundo según su grado de corrupción pública,
advirtió que dicha actividad había aumentado
bajo el mando de Chávez. En 2012, TI ubicó a
Venezuela en el lugar 165 entre 174 naciones.
Consistente con su retórica socialista, Chávez
confiscó progresivamente varias empresas y
exigió que otras compañías se reestructuraran
como “cooperativas de trabajadores” a cambio
de préstamos gubernamentales. Además, el
gobierno comenzó a expropiar grandes granjas
y ranchos rurales que, según Chávez, no eran lo
bastante productivos, así que los transformó en
cooperativas propiedad del Estado.
A mediados de la década de 2000, el mercado
mundial del petróleo rescató a Chávez de
dificultades económicas cada vez más
apremiantes. Sus precios comenzaron a
elevarse desde un bajísimo 20 dólares por barril
en 2003, hasta alcanzar los 150 dólares a
mediados de 2008, y Venezuela, el quinto pro-
ductor del mundo, empezó a cosechar enormes
ganancias. Apoyada en las crecientes
exportaciones petroleras, la economía se
robusteció. Chávez utilizó las ganancias del
petróleo para impulsar a su gobierno a gastar
en programas sociales, muchos de los cuales
se basaban en programas cubanos. En 2006,
anunció sus planes de reducir las acciones
propiedad de compañías extranjeras en
proyectos petroleros de las regiones del
Orinoco y de otorgar a la compañía petrolera
del Estado una posición mayoritaria.
En la cresta de una ola de popularidad interna,
Chávez ganó la reelección como presidente en
diciembre de 2006. Celebro su victoria
oprimiendo el acelerador revolucionario. El
Parlamento le concedió el poder de legislar por
decreto durante 18 meses. A finales de 2010,
Chávez volvió a persuadir a la Asamblea
Nacional, dominada por sus seguidores, de
que le concedieran otra vez el poder de
gobernar por decreto durante otros 18 meses.
A pesar de su habilidad para consolidar el
poder político, en el ámbito económico el
desempeño de Venezuela bajo Chávez fue
decididamente mixto. Su logro principal fue
reducir la pobreza, cuyos índices cayeron de
50% a 28% en 2012, y disminuir el desempleo
de 14.5 a comienzos de su mandato a 7.6% en
febrero de 2013. Las empresas propiedad del
Estado ayudaron a Chávez a conseguir estos
objetivos.
No obstante, a pesar de una fuerte demanda
global y reservas masivas, la producción
petrolera venezolana cayó a un tercio entre
2000 y 2012 conforme las compañías
petroleras extranjeras salieron del país. La
inflación se disparó y llegó a cerca de 28%
anual entre 2008 y 2012, uno de los índices
más altos del mundo. Para empeorar la
situación, el déficit presupuestario se
expandió a 17% del PIB en 2012 debido a que
el gobierno gastó en exceso para apoyar sus
programas sociales y diversos subsidios.