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DE LAS SUCESIONES IRREGULARES

El redactor del código civil consideraba como sucesores irregulares: a) Los hijos naturales, b) El cónyuge superviviente y c) El
Estado. En el Estado actual de nuestra legislación, no podemos considerar a los hijos naturales como sucesores irregulares,
sino únicamente al cónyuge superviviente y al Estado.
DE LOS DERECHOS DE LOS HIJOS A LOS BIENES DE SUS PADRES, Y DE LA SUCESION DE LOS HIJOS MUERTOS
SIN DESCENDENCIA
HISTORIA. El estudio de la evolución histórica de la sucesión de los hijos naturales revela un progreso hacia la igualdad con los
legítimos. Pero para ello ha tenido que pasar un buen lapso. Después de la promulgación de la ley 14-94 o Código del menor no
existe desigualdad, desde el punto de vista sucesoral, entre los hijos legítimos y los naturales reconocidos de su padre. La
diferencia, antes del Código del menor, no existía del lado materno, pero en la concurrencia de herederos legítimos con
naturales, éstos últimos recibían la mitad de la parte atribuida a un legítimo. El artículo 14 de la ley 14-94 o Código del Menor
dice así: ``Todos los hijos e hijas, ya sean nacidos de una relación consensual, de un matrimonio o adoptados, gozarán de
iguales derechos y calidades, incluyendo los relativos al orden sucesoral''.
Como el párrafo de ese mismo artículo expresa: se prohíbe el empleo de cualquier denominación discriminatoria de su filiación,
debemos concluir afirmando que no es necesario platearnos la situación de los llamados hijos adulterinos o incestuosos, sino
considerarlos como naturales, sujetos al mismo estatuto sucesoral que los demás hijos naturales.
En el Derecho Romano el hijo nacido ex concubinatu no heredaba a sus padres, pero en el último estado del Derecho Romano
llegó a heredar una sexta parte de la herencia de su padre cuando éste no dejaba ni esposa superviviente ni descendientes
legítimos.
En el antiguo derecho francés los hijos naturales no podían heredar ni a su padre ni a su madre. Para Pothier ``los hijos
basados no heran''. Pero poco a poco se fue aplicando el principio: ``nadie es bastardo del lado materno''.
Vamos a prescindir de la evolución legislativa para concretarnos a la nuestra.
La primera reforma en la situación de la filiación natural, es operada por la ley 121 del 26 de mayo de 1939, derogada por la ley
357 del 31 de octubre del 1940, a su vez derogado y sustituida por la vigente ley 955 del 31 de agosto del 1945, la cual derogó
de modo general las disposiciones del código civil relativas a la filiación natural. En el escudo de ésta ley nos ocupamos.
SITUACION DE LOS HIJOS DESPUES DE LA LEY 985 DEL 1945
El primer y mayor efecto de esta ley es igualar la filiación natural y la legítima. Pero de inmediato dos asuntos deben
observarse: a) Se trata de la filiación natural establecida en forma legal, b) La igualdad no es completa: quedan restricciones en
lo relativo a los adulterios o incestuosos y en la cuota hereditaria adapten, cuando hay concurrencia con hijos legítimos. Tal
diferencia ha desaparecido completamente con la promulgación del Código del Menor o ley 14-94.
El artículo 1 de la ley 985 expresa que la filiación natural establecida conforme a la ley, produce los mismos efectos que la
filiación legítima, sin distinciones en matera sucesorial.
CÓMO SE ESTABLE LA LEY FILIACIÓN
La filiación natural del lado materno, se establece por el sólo hecho del nacimiento (artículo 2 de la ley 985). Respecto del padre
es establecida por dos procedimientos o por el reconocimiento o por decisión judicial.
El reconocimiento es un acto voluntario de padre que puede estar contenido en el acta de nacimiento del hijo. Por ejemplo el
padre hace la declaración del nacimiento, por ante el Oficial del Estado Civil competente y le declara que el hijo es natural de la
señora tal o cual y de él, que lo reconoce. Pero como puede suceder que el hijo haya sido declarado por la madre o por
cualquiera con calidad para ello y no figure el padre, ¿cómo se hace el reconocimiento? Antiguamente se podía hacer hasta por
una declaración ante un notario público, pero la ley 3805 del 30 de abril de 1954 agregó un párrafo al artículo 2 de la ley 985, a
cuyo tenor: ``el reconocimiento voluntario de un hijo natural, cuando no conste en el acta de nacimiento, sólo será válido cuando
se haga ante un oficial del Estado Civil, de manera formal y expresa''.
Las anteriores disposiciones han sido derogadas y sustituidas por la ley 14-94 que han establecido un nuevo régimen de la
prueba de la filiación.
Ahora se entiende por familia, además de la basada en matrimonio, la comunidad formada por un padre y una madre, o por uno
de ellos y sus descendientes nacidos de una nación consensual o de hecho, conforme establece el artículo19 del Código del
menor.
La filiación materna se comprueba por el simple hecho del nacimiento, según dice el artículo 20 del Código del Menor, por lo
que, ad matrem nada se ha innovado al respecto, sino que el texto reproduce el artículo 2 de la ley 985 de 1945, pero en lo
relativo a la filiación paterna, el artículo 21 de dicho código dice así: ``Los hijos e hijas habidos fuera del matrimonio podrán ser
reconocidos por su padre de manera individual, ya sea al producirse el nacimiento, o por testamento, mediante acto auténtico''.
PÁRRAFO I.- El reconocimiento puede preceder al nacimiento del hijo o hija, o puede suceder al fallecimiento del hijo o hija, si
es que éstos últimos dejan descendientes.
PÁRRAFO II.- La madre podrá proceder a demandar judicialmente el reconocimiento de un hijo o hija desde su nacimiento
hasta su mayoría de edad.
Las innovaciones que encontramos en estas disposiciones, las podemos resumir de la manera siguiente: a) La filiación
materna, como antes se sigue estableciendo por el solo hecho del nacimiento. B) El padre puede reconocer a sus hijos
naturales, al producirse el nacimiento. Esta disposición nosotros la entendemos que el reconocimiento se hará por ante el
Oficial del Estado Civil correspondiente, al momento de ser declarado el hijo o la hija. En este aspecto tampoco se ha innovado
nada.
SITUACION ACTUAL DE LOS HIJOS ADULTERINOS E INCESTUOSOS
El párrafo único, del artículo 14 de la ley 14-94 prohíbe el empleo de cualquier denominación discriminatoria de la filiación.
Nosotros la usaremos únicamente con fines didácticos para comparar la situación que tenían antes de la ley 14-94 y después
de ella.
De conformidad con el artículo 3 de la ley 985 del 5 de septiembre de 1945, el hijo nacido de una unión adulterina, sólo podía
ser reconocido cuando no era adulterino ad matrem o sea del lado de la madre o cuando era desconocido por el cónyuge de la
madre adúltera o, finalmente, cuando no estaba favorecido por la presunción de legitimidad a que se refiere el artículo 312 del
código civil.
El hijo adulterino es fruto de una unión consensual, por lo que entendemos que tiene los mismos derechos sucesores y
calidades de los demás hijos. Pero cabe preguntarse ¿puede el padre reconocer al hijo adulterino del lado materno? . Todo
dependerá si está o no, favorecido por la presunción del artículo 312 del código civil.
De conformidad con el artículo 5 de la ley 985 de 1945, el reconocimiento de un hijo natural puede ser impugnado por los
interesados si es perjudicial al hijo o si procede de persona sin calidad para hacerlo.. El Ministerio Público tiene acción en los
casos en que el reconocimiento está prohibido.
DERECHOS SUCESOSALES DE LOS PARIENTES NATURALES
Los parientes naturales tienen del lado materno, los mismos derechos sucesorales que los legítimos, tal como lo expresa el
artículo 9 de la ley 985 de 1945.
El artículo 14 de la ley 14-94 también ha igualado los derechos sucesorales de los hijos naturales, del lado paterno, pero el
texto antes citado se refiere a los hijos e hijas, sin mencionar los demás parientes naturales.
En el régimen antiguo, es decir, anterior al Código del Menor, las diferencias surgían cuando había concurrencia de parientes
naturales con legítimos, pues la ley 985 en su artículo 10 expresa que cuando no hay tal concurrencia heredaban como si
fueran legítimos.
La jurisprudencia se expresó en el sentido de que estos parientes naturales excluyen a todos los demás, tomándose en cuenta
el orden que hemos explicado precedentemente.
La Suprema Corte de Justicia dice: Considerando: Conforme al artículo 10 de la ley 985 de 1945, cuando los parientes
naturales concurren a una sucesión en que no hay descendencia legítima, dichos parientes naturales deben ser tratado como si
fueran legítimos.
La expresión ``parientes naturales'', que emplea la ley no está tomada en el sentido de ``hijos naturales''sino, en efecto, de
parientes naturales.
LA PARTE ATRIBUIDA AL HIJO NATURAL ES LA MISMA QUE LA DE LOS LEGITIMOS
Antes de la promulgación de la ley 14-94 o Código del Menor, los derechos sucesorales del hijo natural, en concurrencia con
hijos legítimos no eran iguales, pues al natural le correspondía la mitad de lo atribuido al legítimo.
No obstante, el sistema dominicano, anterior a la ley 14-94, no era igual al Francés ya que en este último, al hijo natural le
correspondía la mitad de la porción hereditaria, mientras que al dominicano le correspondía la mitad de la parte atribuida a un
hijo legítimo, lo cual no es lo mismo.
La diferencia entre el sistema francés y el dominicano, anterior al código del menor, confundía a algunos, pues razonaban,
erróneamente, que si por ejemplo el patrimonio relicto era de 200 mil pesos para dividirlo entre dos hijos legítimos y un natural,
cada legitimo recibiría 100 mil y el natural 50 mil, por lo que quedaría 150 para repartir a los legítimos, tocándole, en definitiva, a
cada uno, 75 mil pesos. Según el texto dominicano, al natural, en concurrencia con legítimos le tocaba la mitad de la parte
atribuida a cada legítimo y obviamente, 50 mil no es la mitad de 75 mil pesos.
Es por ello, que para cumplir el voto de la ley, en nuestro país, en caso de concurrencia de hijos naturales con legítimos el
cálculo se hacía de la manera siguiente: tomando el ejemplo anterior, se supone que cada legitimo vale por dos, y el natural por
uno.
PLURALIDAD DE HIJOS NATURALES
En todos los ejemplos propuestos hasta ahora, no imaginamos un solo hijo natural en concurso con uno o más legítimos. Es
evidente que puede haber más de un hijo natural en concurrencia con uno o más legítimos. Es caso es extremadamente
frecuente en nuestro país, pero esa situación ha dejado de ser problemática ya que no hay desigualdades entre la parte
hereditaria de un legítimo, en relación a los hijos o hijas naturales, siempre que estén reconocidos.
CONCURRENCIA DE LA SUCESION LEGÍTIMA CON LA NATURAL
Vamos a examinar las siguientes hipótesis:
A) Concurrencia de hijos legítimos o sus descendientes, con hijos naturales reconocidos o sus descendientes.
En esta situación ya no se presentan los problemas del antiguo régimen pues no existen desigualdades en el orden sucesoral.
La representación es válida en los legítimos como en los naturales.
B) Concurrencia de hijos naturales reconocidos con el padre, la madre o ambos del difunto.
En este caso no hay problemas, pues los hijos, no importa que se trate de hijos naturales, son los únicos llamados a recibir la
herencia, con exclusión de los padres o de uno de ellos.
C) Concurrencia de hermanos naturales con el padre y la madre o con uno de éstos.
Hemos visto precedentemente que el segundo orden sucesoral es el integrado por el padre o la madre del difunto,
conjuntamente con los hermanos del fallecido, que son los colaterales privilegiados.
Según la ley 985 de 1945, la palabra parientes no se refiere exclusivamente a hijos, sino en el sentido preciso de parientes. Por
lo tanto, en la concurrencia de un hermano natural con el padre y/o la madre del difunto, la sucesión se repartirá de la siguiente
manera: el padre roca un cuarto, la madre un cuarto y el hermano la mitad. Si falta uno de los padres se acrecienta la parte del
hermano y no la del otro padre.
D) Concurrencia de parientes naturales con otros parientes naturales
No nos referimos en esta hipótesis a los hijos o sus descendentes, sino a otros parientes. Tampoco se trata de la situación de
los colaterales privilegiados que son los hermanos, los cuales concurren con los padres. Sino al caso del padre o la madre o los
dos en concurrencia con otros parientes que no son los hermanos.
DERECHOS DEL CONYUGUE Y DEL ESTADO
Condiciones para que el Cónyuge pueda suceder: Son las siguientes: 1ª. Que el matrimonio no se haya disuelto y que la
separación no se haya pronunciado contra el cónyuge superviviente; 2ª. Que el matrimonio sea válido; 3ª. Que el cónyuge
fallecido no haya dispuesto de sus bienes, no haya desheredado a su cónyuge y no le haya legado o donado una parte
equivalente a su usufructo; 4ª. Que el superviviente no haya caído en una de las causas de exclusión.
Es evidente que nuestra legislación acusa un enorme atraso en lo relativo a los derechos del cónyuge superviviente, pues ni
siquiera hemos adoptado las reformas introducidas en el país de origen de nuestra legislación mediante la ley del 26 de marzo
de 1957 y las de la Ordenanza del 23 de diciembre de 1958.
LOS DERECHOS DEL ESTADO
Según el artículo 768: ``A falta de cónyuge superviviente, recaerá la sucesión en el Estado''.
Conforme a la opinión más socorrida el Estado recibe la herencia en virtud de su derecho de soberanía, de donde el artículo
768 vendrá a se una reproducción del artículo 713 a cuyo tenor los bienes que no tienen dueño, pertenecen al Estado. Pero
podría decirse que el Estado toma los bienes jure hereditario, como los herederos.
LOS SUCESORES ANOMALOS
Reversión Legal y Reversión Convencional: El derecho de reversión es aquel en virtud del cuan una cosa transmitida a título
gratuito a una persona retorna, bajo ciertas condiciones, después de la muerte del adquiriente, sea a la persona de la cual ella
proviene o a su descendientes. Este derecho de reversión a veces resulta de una cláusula contenida en el acto de donación,
por la voluntad común de las partes. En efecto, el artículo 951del código civil expresa: ``El donante podrá estipular el derecho
de reversión de las cosas donadas, ya sea por haber muerto antes el donatario solo, o éste y sus descendientes. Este derecho
no podrá estipularse más que en beneficio exclusivo del donante''. Entonces, un donante puede estipular, en el acto de
donación, que la donación será ``resuelta'' si el donatario muere primero que él. Este es un caso de reversión convencional la
cual opera la resolución de la donación.
Además hay reversión legal: es aquella que se opera por efecto de una disposición de la ley. Constituye un verdadero derecho
de sucesión, desde luego de sucesión anómala porque obedece a reglas diferentes a aquellas que se han establecido en el
derecho común.
COMPARACION DE LA REVERSION LEGAL CON LA CONVENCIONAL
La legal es un derecho de sucesión, mientras que la convencional se opera por el efecto de una condición resolutoria, que es la
circunstancia de la muerte del beneficiario primero que la del donante. Podemos resumir las diferencias de la manera siguiente:
1ª La reversión legal tiene efecto si los bienes donados no han pasado a otras manos, porque si han sido enajenados por el
difunto no hay la reversión. 2ª La reversión convencional hace desaparecer los derechos reales que gravan a los inmuebles
donados por el donatario, mientras que la legal los deja subsistir; 3ª. La reversión legal obliga al que sucede al pago de las
deudas del difunto lo cual no ocurre en caso de reversión convencional; 4ª Conforme al artículo 951 el donante podrá estipular
el derecho de reversión de las cosas donadas, ya sea por haber muerto antes el donatario solo, o éste y sus descendientes.
Este derecho convencional no podrá estipularse más que en beneficios exclusivo del donante. Sin embargo, en ciertos casos la
reversión legal aprovecha a los descendientes del donante; 5ª. El donante que estipula la reversión puede insertar la modalidad
como le plazca.
LA REVERSION LEGAL COMO DERECHO DE SUCESION ANOMALO
La reversión legal es un derecho de sucesión anómalo y se distingue de la sucesión ordinaria: 1ª. En que en la reversión legal
la vocación hereditaria obedece a reglas especiales que la ley determina, mientras que en la sucesión ordinaria se toma en
cuenta, principalmente la proximidad de grado y los otros principios que precedentemente hemos estudiado; 2ª. La reversión
legal deroga la regla fundamental del artículo 732 según el cual la ley no atiende n al origen ni a la naturaleza de los bienes
para arreglar el derecho de hereditarios.
COMÀRACION ENTRE LA SUCESION ANOMALA Y LA ORDINARIA
En caso de sucesión anómala, al ocurrir la muerte del causante, podríamos decir, que se abren, a la vez, dos sucesiones: la
ordinaria y la anómala. Los bienes que serán objeto de reversión forman una masa aparte, de donde se derivan las siguientes
consecuencias: 1ª. Las dos sucesiones pueden ser recibidas por sucesores diferentes; 2ª. Aunque las dos sucesiones sean
recibidas por una misma persona, el sucesor único, podría aceptar una y rechazar la otra; 3ª. Si el de cujus ha dejado
sucesores reservatorios, los bienes que forman la masa sujeta a reversión no se toman en cuenta para el cálculo de la cuota
disponible; 4ª. Los bienes de un esposo fallecido sin posteridad sobre los cuales se abre el derecho de reversión no están
comprendidos en la masa sobre la cual se calcula el usufructo del cónyuge supérstite; 5ª.Y el sucesor no está en indivisión con
los herederos ordinarios ya que su derecho no recae sobre los mismos bienes. Por tanto, el sucesor anómalo no tiene el
derecho o acción en partición contra los sucesores ordinarios.
CONCLUSION
Pudimos observar que el redactor del Código Civil consideraba como sucesores irregulares:
A) Los hijos naturales,
B) El cónyuge superviviente,
C) El Estado.
También después de la promulgación de la ley 12-94 o Código del Menor no existe desigualdad, desde el punto de vista
sucesorial, entra los hijos legítimos y los naturales reconocidos de su padre.
Como se establece la filiación.
Vimos la situación actual de los hijos adulterinos e incestuosos
Derecho Sucesoral
Las Sucesiones. Generalidades
1.1 Concepto de sucesión.
De acuerdo a la doctrina, la sucesión, “Es la transmisión a titulo universal, a una o varias personas vivas del patrimonio dejado
por una persona fallecida”; a este patrimonio, es que se la llama sucesión, herencia o heredad y al difunto se la llama “de cujus”,
y a los que recibirán la herencia se le llama herederos o sucesores.
1.2 Importancia del Derecho Sucesoral.
La importancia del derecho sucesoral es tanto social, económica como política, además tiene una estrecha relación con el
derecho de propiedad, podemos ver que las sucesiones influyen notoriamente en la repartición de la tierra y de otros bienes
inmuebles; por otro lado convierten una persona pobre en rica y una extensión enorme de terreno después de abierta una
sucesión se convierte en pequeñas fincas; existe también una estrecha relación entre lazos de familia y sucesión, ya que es
una aspiración que los bienes del tronco queden en familia.
1.3 Forma de transmisión de la sucesión.
1.3.1 Por efecto de la ley e independientemente de todo acto voluntario que emane del difunto; en este caso la transmisión se
opera sin testamento, por lo que se llama “ab intestant”.
1.3.2 Por efecto de un acto jurídico unilateral que emana del difunto; en este acto se llama testamento y da lugar a la sucesión
testamentaria.
1.3.3 Por efecto de un contrato en virtud del cual el causante instituye a un heredero o sucesión contractual o donación de
bienes futuros.
1.4 Teoría de los conmorientes.
Por medio de esta teoría determinamos en que momento exacto ha muerto cada persona, siempre el acta de defunción tendrá
un papel decisivo, porque esta enunciara el día, la hora y el lugar de la defunción; pero sino es posible en hecho determinar el
orden en que han sucedido las muertes, se acude a la teoría de los conmorientes contenidas en los artículos 720, 721, 722 del
Código Civil Dominicano que citaremos a continuación.
El articulo 720 expresa, “Si varias personas llamadas respectivamente a sucederse, perecen en un mismos acto, sin que pueda
reconocerse cual de ellas ha muerto la primera la presunción de supervivencia se determinara por las circunstancia del hecho; y
a falta de estas por la edad o la fuerza del sexo”.
El articulo 721 establece, “Si los que hayan muerto juntos tuviesen menos de quince años, se pronunciara que sobrevivió el de
mayor edad. Si fuese mayor de sesenta la presunción estará a favor del más joven. Si algunos de ellos tuviesen menos de
quince años y otros mas de sesenta, se supondrá que han sobrevivido los primeros”.
El articulo 722 dice, “Si los que han perecidos juntos fueren mayores de quince y menores de sesenta, la supervivencia se
supondrá en el varón, si hay igualdad de edad o si la diferencia que existe no excede de un año. Si fueren del mismo sexo, se
tendrá en cuenta la presunción de supervivencia que da lugar a la sucesión en el orden natural, de modo que se considerará
que ha sobrevivido el mas joven”.
A continuación presentaremos un cuadro como resumen del contenido anterior.

Edad y Sexo. Supervivencia. Articulo.


Los dos menos de 15 años y no importa el El más viejo. 721
sexo.
Uno de los menos de 15 años y el otro más El más joven. 721
de sesenta, no importa el sexo.
Los dos de más de 60 años, no importa el El más joven. 721
sexo.
Los dos de la misma edad, pero con mas de El varón. 722
15 años y menos de 60, sexo diferente
Los dos de más de 15 años y menos de El varón. 722
sesenta pero la dif. No excede de 1año,
sexo diferentes.
Los dos mayores de 15 años y menores de El más joven. 722
60 años y del mismo sexo.

1.5 Clases de sucesión.


Sucesión testada y sucesión intestada.
Sucesión testada: es aquella sucesión hereditaria en la que el de cujus, ha dejado constancia de su voluntad mediante un
testamento.
Sucesión intestada: la sucesión intestada, es aquella que tiene lugar cuando el difunto no dispuso de sus bienes o no lo hiso
conforme al derecho.
1.5.1 Orden sucesoral.
Según el Art. 731 del Código Civil Dominicano hay tres órdenes de heredero que son:
 Los hijos y descendientes del difunto.
 El padre y/o madre y los colaterales privilegiados (hermanos).
 Los ascendientes que no son el padre y/o la madre.
 Los colaterales ordinarios
De acuerdo al Art. 748 del mismo código, cuando los padres de una persona muerta sin descendencia le han sobrevivido, si
aquella dejo hermanos o hermanas, o descendentes de estos, la sucesión se divide en dos porciones iguales, una al padre y la
madre y la otra mitad pertenece a los hermanos y hermanas.
La herencia perteneciente a ascendientes y colaterales, se divide en dos partes iguales, una para los parientes de la línea
paterna y otra para los de la materna. Los parientes consanguíneos no son excluidos por los carnales, pero no tomen parte más
que en su línea, así lo establece el Art. 733 del Código Civil.
1.6 El grado de parentesco y la herencia.
Conforme a lo establecido en el Art. 735 del Código Civil, la proximidad del parentesco se gradúa por el número de
generaciones, y cada generación se llama grado.
Entre los herederos llamados a suceder, el grado mas próximo tiene la preferencia, en igualad de grado, suceden por igual, de
generación a generación hay un grado. Ejemplo: del padre al hijo hay un grado, de abuelo a nieto hay dos grados, del bisabuelo
hay tres grados; no importa que sea en orden ascendiente o descendiente.
La serie de los grados forma la línea, que puede se recta y colateral.
Línea recta, es la serie de grados entre personas que descienden unas de otras y se divide en línea recta descendiente y línea
recta ascendiente. La línea recta descendiente es la que une la cabeza con los que descienden de él y la línea ascendiente, es
la que une una persona con aquellos con quienes descienden.
Línea colateral, es la serie de grados entre personas que no descienden unas de otras, pero descienden de un padre común, en
esta se cuentan los grados por las generaciones que hay desde uno de los parientes al padre común exclusive y desde este al
otro pariente.

Capítulo II.
Orden y Régimen Sucesoral
2.1 Condiciones para aperturar una sucesión.
 El punto de partida de la apertura de la sucesión de una persona, es su muerte, como lo establece el Art.718 del Código
Civil Dominicano “La sucesión se abren por la muerte de aquel de quien se derivan”.
 La sucesión se abrirá precisamente en el lugar del domicilio de la persona fallecida, en el caso en que el difunto no
tuviese domicilio conocido, se considerará abierta la sucesión en su ultima residencia conocida, así lo establece el Art.
110 del mismo código civil, del mismo modo el tribunal de este domicilio será el competente para conocer la sucesión
de los herederos.
 Para suceder es precisó existir necesariamente en el momento en que la sucesión se abre. Por consiguiente están
incapacitado para suceder el que no ha sido aun concebido y el niño que no haya nacido viable; así lo establece el art.
725 del Código Civil.
 Si hay varios herederos se debe determinar con precisión en que momento comienza la indivisión hereditaria.
2.2 La representación, casos en que se aplica, condiciones y sus efectos.
De acuerdo al Art. 739 del Código Civil, la representación, es una ficción de la ley, cuyo efecto es hacer entrar a los
representantes en el lugar, grado y derecho de los representados; es decir que una persona puede heredar por si m isma o por
representación de otra. A esta se le llama “Suo nomine”.
2.2.1 Casos en que se aplica.
La representación se aplica en ciertos órdenes de parientes muy cercanos y donde se presume que el efecto del difunto era
muy fuerte; del mismo modo podemos ver, que según el Art. 740 del Código Civil, la representación, se aplica en la línea recta
descendiente, hasta el infinito capaz de suceder; esta línea se admita en todos los casos, ya concurran los hijos de las
personas de cuya herencia se trata con los descendientes de otro hijo ya muerto, o bien concurran en grados iguales o
desiguales entre si los descendiente de los hijos, si estos hubiesen muerto todos.
La representación también tiene lugar en el orden de los colaterales privilegiados, es decir a favor de los hijos y descendientes
de los hermanos o hermanas del difunto, ya vengan a la sucesión en concurrencia con sus tíos y tías, o bien si han muerto
todos los hermanos o hermanas y la sucesión corresponde a sus descendientes de grados mas o menos iguales; así lo
establece el Art. 742 del Código Civil Dominicana.
Según el Art. 741 del Código Civil de la República Dominicana, la representación no tiene lugar a favor de los ascendientes; el
más próximo en cada línea excluye siempre el más remoto.
No se representa a las personas vivas, sino únicamente a las que han muerto. Se puede representar a aquel a cuya sucesión
se hubiere renunciado. (Art. 744).
2.2.2 condiciones de la representación.
 Que el autor a representar haya premuerto al de cujus.
 Que el representado hubiese sido heredero en la sucesión, si hubiese estado vivo.
 Que el representante tenga en si mismo, vocación propia y personal en la sucesión del de cujus.
2.2.3 Efectos de la representación.
Conforme a lo establecido por el artículo 743: “en todos los casos en que la representación se admita, la partición se verifica
por estirpes, si una misma estirpe ha producido muchas ramas, la sud-división se hará también en cada una de ellas por
estirpe, y los miembros de la misma rama se parten entre sí por cabezas”.
Asimismo si una misma estirpe produce varias ramas, la sub-división se hace también por estirpes en cada una de las ramas.
2.3 Reglas especiales aplicables a los diversos órdenes de herederos.
 Descendientes: el artículo 746 dice que: “Los hijos o sus descendientes suceden a sus padres, abuelos y demás
ascendientes, sin distinción de sexo, ni de primogenitura, aunque procedan de diferentes matrimonios. Suceden por
iguales partes e individualmente, cuando todos se encuentran en el primer grado y vienen a suceder por derecho
propio, suceden por estirpes cuando todos o parte de ellos vienen a la sucesión en representación“.
 El padre y la madre y los colaterales privilegiados: cuando una persona muere sin dejar descendientes, la
herencia pasa a su padre, madre y colaterales privilegiados, que son sus hermanos, y cuando el de cujus muere sin
descendencia, ni le sobreviven el padre y la madre, la sucesión pasa íntegramente a los colaterales privilegiados, es
decir, a los hermanos.
 Los ascendientes: el padre y la madre (ascendientes privilegiados) concurren con los colaterales privilegiados. Si no
hay colaterales privilegiados, el padre y la madre excluyen, cada uno en su línea, a todos los demás parientes sean
ascendientes o colaterales ordinarios.
Si el de cujus no deja ni a su madre, ni a su padre sino a otros ascendientes, en las dos líneas, se aplican las reglas de
la fente: la herencia se divide entre las dos líneas y en cada una de ellas, el pariente más cerca en grado, excluye a los
demás ascendientes. El artículo 746 establece que: “Si el difunto no ha dejado ni descendencia, ni hermanos, ni
hermanas, ni hijos de estos, la sucesión se divide por mitad entre los ascendientes de la línea materna y los de la
paterna. El ascendiente de grado más próximo tiene derecho a la mitad, designada a su línea, con exclusión de todos
los demás. Los ascendientes del mismo grado sucederán por cabeza.

 Colaterales ordinarios: estos están llamados en cada línea, si faltan colaterales privilegiados y si faltan ascendientes.
En cada línea el más próximo es el único o los únicos si más de uno tienen el mismo grado, y excluyen a los más
alejados, los que tienen un mismo grado suceden por cabeza. (art. 753).
 Ascendientes en una sola línea: en principio, el orden de los ascendientes excluye a los colaterales ordinarios. Esta
regla solo tiene aplicación en lo relativo a cada línea; de manera que es solamente en la línea a la cual él pertenece,
que el ascendiente excluye a los colaterales y si en la otra línea sólo hay colaterales ordinarios, la herencia se parte
entre las dos líneas, en la que hay el ascendiente, éste excluye a todos los demás colaterales ordinarios, pero en la
otra línea la herencia pasa a los demás colaterales ordinarios, excluyendo el, o los más próximos, a los más alejados.
(Art. 753).
No obstante, si el ascendiente que hereda en concurso con los colaterales ordinarios de la otra línea es un ascendiente
privilegiado, la ley le da el usufructo de la tercera parte de la mitad que corresponde a estos colaterales ordinarios (art.
754).
 Grado hasta el cual los colaterales heredan: conforme lo establece el artículo 755: “Los parientes que se
encuentran fuera de los límites del duodécimo grado, no tienen derecho a la sucesión. A falta de parientes de grado
hábil, para suceder en una línea, suceden en ella todos los parientes de la otra”.
2.4 ¿Quienes no son dignos de Suceder?
El que hubiere sido sentenciado por haber asesinado o intentar asesinar a la persona de cuya sucesión se trate, el que hubiere
dirigido una acusación que se considere calumniosa, el heredero mayor de edad, enterado de la muerte violenta de su
causahabiente y no la denunciara a la justicia.
El heredero excluido de la sucesión como indigno, está obligado a devolver todos los frutos y rentas que haya recibido, desde el
momento en que se abrió la sucesión.
Los hijos del declarado indigno, que tenga derecho a la sucesión, no están excluidos por la falta cometida por su padre.
2.5 Sucesiones irregulares.
La sucesión del hijo natural muerto sin descendencia, pertenece al padre o la madre que lo haya reconocido o se divide por
mitad entre ambos, si el reconocimiento ha sido hecho por los dos.
2.6 Derecho del Cónyuge sobreviviente y del Estado.
Si el difunto no deja parientes en grado hábil para suceder; los bienes pertecen al cónyuge que sobreviva, en el caso de falta
del cónyuge la herencia pasa al Estado, el cónyuge que sobreviva está obligado a colocar el valor del mobiliario para en el caso
que dentro de 3 años, se presenten herederos del difunto.
Para recibir esta herencia se debe cumplir con una serie de requisitos legales que citaremos a continuación:
De acuerdo al articulo 769 del Código Civil Dominicano, “El cónyuge superviviente y la administración de los bienes del Estado
que pretenden tener derecho a la sucesión, deben hacer poner los sellos y formalizar los inventarios, en las formas prescritas
para la aceptación de las sucesiones, a beneficio de inventario”.
Según el articulo 770 del Código Civil de la República Dominicana, “Deben pedir la toma de posesión, al tribunal de primera
instancia del distrito en el cual este abierta la sucesión. El tribunal no podrá fallar sino después de hacer tres anuncios por la
prensa y fijar edictos en las formas acostumbradas y después de haber oído al fiscal”.
2.7 La aceptación de una sucesión.
Una sucesión puede ser aceptada pura y simplemente o a beneficio de inventario. Sin embargo nadie está obligado a aceptar la
sucesión que le corresponde. Por ejemplo si el de cuyo tenía deudas que superaban su patrimonio los herederos que aceptan
la sucesión heredaran parte de la deuda.
El efecto de la sucesión se retrotrae al día en que se abre la sucesión. La aceptación puede ser expresa o tacita.
 Expresa: Cuando se usa el titulo o la cualidad de heredero en un documento público o privado. Ejemplo: En una carta
al Tribunal Superior de Tierras firma como María Pérez, sucesora de José Pérez.
 Tácita: Cuando el heredero ejecuta un acto que supone necesariamente su intención de aceptar y que no tendría
derecho a realizar si no cualidad de sucesor.
Los actos que sean puramente de conservación, vigilancia y administración provisional, no son actos de aceptación de la
herencia, si al ejecutarlos no se ha tomado el titulo o la cualidad del heredero.
La donación, venta o traslación que de sus derechos eventuales a la herencia haga uno de los herederos, a un tercero, a uno o
a todos los coherederos, significa de su parte la aceptación de la sucesión.
La renuncia de la sucesión puede considerarse una aceptación si se puede determinar lo siguiente:
 Renuncia a titulo gratuito cediendo su participación en la sucesión a uno o varios copartícipes.
 Renuncia en provecho de los coherederos y recibo un pago a cambio.
En el caso que una persona heredera de una sucesión muera sin haber tomado la decisión de aceptar o repudiar la herencia,
sus herederos pueden decidir. Si hay desacuerdo deben recibir a beneficio de inventario.
Después de aceptada la sucesión, los mayores de edad solo pueden reclamar contra esa aceptación en las siguientes
circunstancias.
 Si pueden demostrar que acepto a consecuencia de un dolo practicado respecto a él.
 Por causa de lesión a consecuencia de una disminución de mas del 50%, por la aparición de un testamento
desconocido en el momento de la aceptación.
2.8 Las Colaciones.
Los herederos que se presentan a suceder a beneficio de inventario o no, deben aportar a sus coherederos todo lo que hubiese
recibido del difunto, por donación entre vivos directamente o indirectamente el donante puede retener las donaciones recibidas.
Las dádivas y legados hechos al hijo del que tenga capacidad para heredar están dispensados de la colación.
El hijo que por derecho propio participa en la sucesión del donante, no está obligado a colacionar la donación hecha a su padre.
Sin embargo si participa por representación debe colacionar todo lo regalado al padre.
El cónyuge está dispensado de colacionar entre si, cuando los dos cónyuge participan en una sucesión colacionan a un 50% y
si el regalo fue a uno de ellos, en un 100%.
El tribunal de primera instancia nombrará un curador a instancia de las personas interesadas o a requerimiento del fiscal, este
curador está obligado a hacer constar su estado por medio de inventario, ejecuta las acciones de la sucesión y defiende sus
derechos, responde las demandas, administra los bienes que le han sido confiado, el producto de la venta de estos debe ser
depositada en poder del tesorero de hacienda pública (Secretaría de Estado de Finanza) para la conservación de los derechos,
está obligado a dar cuenta a quien corresponda.
La colación se realiza en la sucesión del donante, los gastos para el establecimiento de un heredero o pago de sus deudas se
llevan a colación; no se colacionan los gastos de alimentos, manutención, educación, aprendizaje, los ordinarios de equipo, los
regalos de uso y gastos de bodas.
Tampoco se colacionan las utilidades que por convenio con el donante, no ofrecen ninguna utilidad indirecta. No se colacionan
las sociedades formadas con el donante, si no implican fraude y se han establecido las condiciones en un documento auténtico,
no colacionan los bienes inmuebles destruidos por caso fortuito.
Las colaciones son entre coherederos solamente no alcanzan a los acreedores, Los acreedores tienen derecho a exigir
transparencia en la colación, La colación se realiza en especie o recibiendo de menos el valor de esta, en esta se reconoce los
gastos de mejoras realizados por el donatario, mantenimiento y conservación de la cosa. El donatario es responsable por el
deterioro.
En caso de transferencia de lo donado el adquiriente debe cumplir las mismas reglas que el donatario. Los bienes se unen a la
masa sucesoral, la donación de un inmueble con dispensa de colación excede la porción disponible, el exceso colaciona.
2.8 La Repudiación o no Aceptación de una Sucesión.
La renuncia no se presume; requiere presentarse en la Secretaría del Tribunal de Primera Instancia del distrito en que se haya
abierto la sucesión, debiendo inscribirse en un registro particular que se lleva.
El que renuncia se reputa como si nunca hubiera sido heredero. La parte renunciada aumenta la herencia de los coherederos o
del grado subsecuente. No procede en ningún caso la representación de uno que haya renunciado. Si el renunciante es único
en su grado, o si todos los coherederos renuncian, los hijos vienen por si y suceden por cabezas.
Los acreedores del que renuncia en perjuicio de sus derechos, puede pedir que se les autorice judicialmente a aceptar la
sucesión de su deudor, y en su caso y lugar si así sucede la repudiación no se anula más que a favor de los acreedores, hasta
cubrir sus créditos y no produce ningún efecto en beneficio del renunciante.
La facultad de aceptar o repudiar una sucesión, prescribe por el transcurso del tiempo exigido para la más extensa prescripción
de los derechos inmobiliarios.
Mientras no haya prescrito el derecho de aceptar, tienen todavía los herederos que renunciaron, la facultad de hacer suya la
sucesión, si no ha sido aceptada ya por otros herederos; sin perjuicio de los derechos que tuvieran terceras personas en los
bienes de la sucesión, ya sea por prescripción o por contratos válidamente celebrados en el curador de la sucesión vacante.
No se puede renunciar a la sucesión de una persona que vive, ni enajenar los derechos eventuales que puedan tenerse de una
sucesión futura. Los herederos que hayan distraído u ocultado efectos pertenecientes a la sucesión pierden la facultad a
renunciar y el beneficio de inventario.

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