Está en la página 1de 6

A LAS COMUNIDADES DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL Y CUBA

“Ellos (…) se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que
vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y
cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por
otro camino…”
Mt 2, 1-12

Solemnidad de la Epifanía
4 de enero del 2015
Muy queridas hermanas:

Un buen tiempo nos separa desde nuestra última Asamblea Provincial de Septiembre al finalizar
nuestra visita. Tiempo en el que, tanto ustedes como nosotras, hemos vivido intensamente
diferentes acontecimientos y el Señor nos ha salido al encuentro –en nuestros caminos- para
revelarnos lo insondable de su Misterio.

Venimos ahora, en este bello tiempo de Navidad y de adoración, a releer con ustedes esos días de
gracia que compartimos. La distancia de estos meses nos ha permitido apreciar más en detalle y
en toda su belleza, el don que América Central-Cuba es para la Congregación. Y con ustedes
compartimos la alegría de lo que encontramos en nuestra “peregrinación” de vida por sus tierras
martiriales habitadas de promesas y esperanza.

1. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría

«La gente de hoy tiene necesidad ciertamente de palabras, pero sobre todo tiene necesidad de que
demos testimonio de la misericordia, la ternura del Señor, que enardece el corazón, despierta la
esperanza, atrae hacia el bien. ¡La alegría de llevar la consolación de Dios!» 1.

 Sus comunidades llevan el abrazo de Dios a la gente más sencilla, abren sus puertas para
acoger las luchas y esperanzas de sus vecinos, y son capaces de convocar lo que es
diferente para unirlo en un mismo abrazo de comunión. Hemos encontrado comunidades
apasionadas por el Reino y convencidas de nuestra misión educadora, donde los laicos se
han implicado y han asumido plenamente su responsabilidad. Fieles a su opción por los
pobres y al mismo tiempo buscando cómo recrearla y darle nuevo vigor. Una provincia con
raíces e historia, que ha hecho un largo camino de inculturación y encarnación, donde el
carisma está vivo y presente. Una provincia que puede reconocer la estela de fidelidad y
gratuidad que muchas hermanas y laicos han dejado.
1
La evangelización se hace de rodillas, Misa con los seminaristas, novicios y novicias en el Año de la Fe, 7
julio 2013. Citado en «ALEGRAOS...Palabras del Magisterio del Papa Francisco. Carta circular a los
consagrados y consagradas hacia el año dedicado a la Vida consagrada, 2.02.2014”
 Han acogido el desafío de la fraternidad, quieren vivirla también como comunidad
provincial y sus proyectos comunitarios expresan esa búsqueda por relaciones
humanizadoras. “La ternura es signo distintivo de la fraternidad, una «ternura
eucarística», porque «la ternura nos hace bien (…), la hermandad incluso con todas las
diferencias posibles, es una experiencia de amor que va más allá de los conflictos» 2.
Gustan de estar juntas y están dispuestas a colaborar e implicarse en la construcción del
cuerpo provincial. Percibimos su interés y comunión con la Congregación y sus
orientaciones. Y su deseo de ser casa abierta para las jóvenes que tocan a sus puertas para
conocer de cerca nuestra viva religiosa. Con ustedes, también creemos que la fraternidad
“tiene una enorme fuerza de convocación”.

 Asunción Juntos tiene múltiples rostros. Los laicos de sus comunidades son numerosos,
comprometidos e identificados con nuestro proyecto. Su amor por María Eugenia y por la
Asunción, es conmovedor. Ellos les piden una pertenencia cada vez mayor y también exige
de ustedes acompañamiento y espacios de participación en su vida y misión. Esto es una
bendición, pero también un reto.

 Quieren revisitar nuestra identidad contemplativa. Las comunidades buscan hacer


opciones concretas, que hablan de la primacía de Dios en sus vidas. Viven un momento de
toma de decisiones a este nivel que hay que cuidar, de discernimientos a afinar frente a la
realidad presente que las rodea y configura.

2. El presente trae su propia estrella

El hoy se presenta a ustedes como un ramillete de oportunidades, para hacer de lo


cotidiano el lugar luminoso del encanto y de la manifestación: Tienen el privilegio de
compartir la vida con los pobres en varias de sus inserciones, sus comunidades son
intergeneracionales e internacionales- lo que permite un rico intercambio de experiencias
de vida-. La Provincia en sí y sus respectivos países, viven un momento histórico nuevo,
complejo a la vez que fascinante, donde no son suficientes las recetas conocidas. A nivel
de reestructuración, consolidan y afirman sus opciones luego de varios años de
discernimientos y búsqueda. Eso pide de ustedes ser mujeres contemplativas atentas a los
nuevos retos…abiertas siempre al soplo del Espíritu. Tienen un rico capital humano entre
los laicos Asunción, que puede ayudarles a crear y/o reforzar las redes de comunión y de
ayuda mutua en la misión, y que a la vez puede implicarse en las búsquedas, con visión y
pasión. A nivel de pastoral vocacional, han invertido energías y esto empieza a dar frutos
de vida.

2
Coloquio del Papa Francisco con los Superiores Generales, en: La Civiltà Cattolica, 165 (2014/I), 13.
Francisco, Discurso a los Participantes en la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de las Superioras
Generales, Roma, 8 mayo 2013. Citado en «ALEGRAOS...Palabras del Magisterio del Papa Francisco” idem
3. Esta fiesta de la Epifanía nos coloca en talante de búsqueda, movimiento y salida. Para los
Magos significó decidirse, ponerse en camino, explorar nuevas rutas, confiar y
desinstalarse. En el mismo espíritu de nuestro CGP 2014 y de la Iglesia universal, que nos
invita a desplazarnos a otras orillas, durante la Asamblea de septiembre las invitamos a

3.1 Ir a la otra orilla de la interioridad

- Navegar hacia Dios

Nuestra gran tarea es mística. Necesitamos convencernos aún más de ello en el momento de
hacer opciones concretas. Necesitamos encontrarnos hoy con Dios desde nuestra sensibilidad
posmoderna, para elaborar la manera de trasmitirlo con la carne y la sangre. En unas sociedades
desencantadas de las ideologías, necesitamos lenguaje, imágenes, instituciones y personas
concretas que hablen de Dios hoy, tal como se nos ha revelado en Jesús de Nazaret.

«Cultivemos la dimensión contemplativa, incluso en la vorágine de los compromisos más urgentes


y duros…”. El Papa Francisco es claro al hablar de este tema al iniciar este año de la Vida
Consagrada: “El estar con Jesús nos forma a una mirada contemplativa de la historia, que sabe ver
y escuchar en todo la presencia del Espíritu y, de modo privilegiado, discernir su presencia para
vivir el tiempo como tiempo de Dios (…) La contemplación abre a la aptitud profética. El profeta es
un hombre «que tiene los ojos penetrantes y que escucha y dice las palabras de Dios, [...] un
hombre de tres tiempos: promesa del pasado, contemplación del presente, ánimo para indicar el
camino hacia el futuro».3

- Navegar hacia nuestro centro, a veces dividido o disperso

"El centro del alma es Dios" (San Juan de la Cruz), que es "lo más íntimo de mi intimidad" (San
Agustín). Pero los caminos para llegar a ese centro pueden estar dislocados por la fragmentación
interior. Necesitamos descubrir la pedagogía que nos conduzca hasta lo más hondo de nuestra
intimidad, donde Dios alimenta la originalidad de nuestro ser único en un dialogo que nunca se
detiene. Jesús se sentó junto al brocal del pozo de Jacob y ayudó a la mujer samaritana a
encontrar dentro de ella misma ese centro de donde mana sin cesar un agua que quita la sed, y no
a buscarla en tantas otras fuentes. Él nos sigue invitando a hacer de toda la «existencia una
peregrinación de transformación en el amor». 4

- Navegar hacia nuestras hermanas de comunidad, hacia la comunidad ampliada de Asunción


Juntos:

Nuestra originalidad como vida religiosa es precisamente esa búsqueda de Dios en comunidad. El
empeño por esa “mística de vivir juntas” que hace de nuestra vida “una santa peregrinación” 5.
3
Francisco, El hombre de ojos penetrantes, meditación en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae, 16
diciembre 2013. Citado en «ALEGRAOS...Palabras del Magisterio del Papa Francisco” idem
4
Mensaje del Papa a los Carmelitas con motivo del Capítulo General, Roma, 22 agosto 2013. idem
5
Carta Apostólica del Papa Francisco a todos los consagrados con ocasión de año de la vida consagrada. 21
de noviembre 2014
Podríamos haber escogido buscarle en solitario, pero nos arriesgamos a encontrarle haciendo
camino con un grupo de mujeres que quieren hacer de esta búsqueda la gran tarea de sus vidas.
Eso nos desinstala constantemente, nos saca de nuestros individualismos, nos pone en sintonía
con lo “extraordinario” del amor evangélico. Se impone entonces ese discernimiento fino con mis
hermanas, para construir ese ser contemplativo comunitario que nos ayude a todas a ir más allá
en esta tarea de desentrañar el Misterio escondido en todo y en todos los que nos rodean.

La RV nos ofrece medios que nos unifican, que curan nuestra subjetividad o nuestra dispersión,
que orientan nuestro deseo más profundo y lo expresan en un ejercicio comunitario que disciplina
nuestra experiencia contemplativa y le da ese toque de la necesaria rutina y ascesis que tiene toda
aventura espiritual. Nos une también a la Asunción del mundo, a nuestras hermanas de pueblos y
realidades diversas, que viven los mismos “ritos”. Los hemos nombrado esos días durante la visita
y en Asamblea: el acompañamiento, el discernimiento cotidiano- personal y comunitario-, la
relectura, la liturgia integradora, la adoración, la formación permanente, etc. Al mismo tiempo
nuestro carisma deja la puerta abierta a la necesaria adaptación. Conjugar todo esto en lo
cotidiano, es nuestro gran desafío.

3.2 Ir a la otra orilla de la comunión

Es de nuestro espíritu convocar a la unidad. Conciliar lo que parece contradictorio (acción y


oración por ejemplo, individualidad y comunidad, soledad y presencia…), promover la comunión
entre la gente y los espacios que acompañamos, propiciar la integración, unir y reconciliar.

- Ir a la otra orilla del amor fraterno, de la acogida de sus diferencias y de la aceptación


gozosa de la alteridad.

Una provincia intergeneracional e internacional como la suya, les invita constantemente a un


desplazamiento de posturas, de ideas. Pone al corazón en movimiento constante de conversión y
entrena nuestra mirada a la benevolencia para acoger lo mejor de nuestras hermanas en sus
posibilidades y límites. Es muy bello reconocer los múltiples gestos gratuitos de caridad entre
ustedes, de atención a las más débiles, de cuidado mutuo. Decidirse por el amor las llevará cada
día a hacer de sus comunidades un oasis de comunión y paz, tan profético en sus sociedades
heridas por la violencia, polarizadas y tan necesitadas de reconciliación. Un “oasis de coherencia”
–como lo expresaran sus laicos de Asunción Juntos-. Y un oasis donde la Palabra despliega su
poder transformador: «Es la Palabra de Dios la que suscita la fe, la nutre, la regenera. Es la Palabra
de Dios la que toca los corazones, los convierte a Dios y a su lógica, que es muy distinta a la
nuestra; es la Palabra de Dios la que renueva continuamente nuestras comunidades». 6

- Ir a la otra orilla del sentido de cuerpo provincial y congregacional

6
Francisco, La atracción que hace crecer a la Iglesia, encuentro con los sacerdotes, religiosas y religiosos en
la catedral de San Rufino, 4 octubre 2013. Citado en «ALEGRAOS...Palabras del Magisterio del Papa
Francisco” idem
Tender puentes entre sus diferentes obras, puentes de solidaridad, de ayuda mutua, de búsqueda
compartida. Y al mismo tiempo renovarse en el esfuerzo de “crear y recrear “otros lugares” donde
se viva la lógica evangélica del don, de la fraternidad, de la acogida de la diversidad, del amor
mutuo”7. Tienen un gran potencial en este sentido, por la diversidad de misiones y de realidades
en las que están insertas.

Tender puentes también con otras realidades del continente y de la Congregación. Pueden así
aportar su rico sentido de identidad y pertenencia y dejarse enriquecer por otros.

3.3. Ir a la otra orilla de la esperanza

Somos invitadas a dar testimonio de nuestra esperanza en medio de situaciones que pueden
desanimarnos o “gastar” nuestros sueños y los de nuestros hermanos. Vivir en un momento
histórico diferente demanda una liberación del corazón y de afinamiento de la sensibilidad para
acercarnos a la realidad con unos sentidos capaces de “percibir su dimensión más profunda, el
dinamismo que viene de Dios y reconcilia todo lo creado desde dentro y desde el abajo más
hundido, en el respeto a cada realidad humana concreta”, al ritmo lento de los procesos históricos,
atravesando episodios luminosos y noches oscuras. 8

El mundo no es solo el escenario donde Dios aparece de vez en cuando, es expresión de Dios que
trabaja en su hondura y nos ofrece la creación como regalo suyo y como sacramento del don de sí
mismo a nosotros. Es lo que hemos celebrado esta Navidad. Tenemos que creerlo. Y actuar
confiadas en esa lenta transformación, sin ceder a la “tentación de los números y de la
eficiencia”9, sin dejar ese discernimiento constante de nuestras prioridades.

La vida de la provincia en estos últimos meses se ha visto profundamente marcada por la


paradoja del misterio pascual, en el accidente de la comunidad de San Judas, en la vida arrebatada
de Pilar y en las vidas entregadas de Diana y Alicia. Pero la partida inesperada de esta nuestra
hermana misionera- testigo de lo que significa honrar la vida en el Amor- colocó la profesión de
nuestras dos hermanas jóvenes en un marco de verdad y compromiso radical. La vida de Pilar –
como la de tantas hermanas de la Asunción del cielo- ha sido inspiración y memoria provocadora
para mucha gente que compartió con ella un tramo del camino. Su paso nos dejó sabor a Reino y
fidelidad. Y creemos que nos dejó también una invitación y unas preguntas, que reformuladas en
la pluma del Papa Francisco, queremos dirigirles como Provincia: “¿Es el Evangelio el vademécum
para nuestra vida cotidiana y para las opciones que estamos llamadas a tomar? El Evangelio es

7
Carta Apostólica del Papa Francisco a todos los consagrados con ocasión de año de la vida consagrada. 21
de noviembre 2014
8
Tender puentes en un mundo fragmentado. Benjamín González Buelta, sj
9
Ídem (7)
exigente y requiere ser vivido con radicalidad y sinceridad (…) ¿es realmente Jesús el primero y
único amor, como nos hemos propuesto cuando profesamos nuestros votos?” 10.

Una entrega –cuando es verdadera- sigue siendo pregunta y convocación. Nos


conmovieron las imágenes y los testimonios que rodearon las exequias de nuestra querida Pilar.
También la solicitud y el cariño de la gente –y por supuesto de las hermanas- que acompañó la
recuperación de Cony, Marta Adilia, Amparito y Leonor. Hacemos nuestra la afirmación de la Carta
de apertura del año de la vida Consagrada. «La Iglesia –la Asunción- debe ser atractiva.
¡Despierten al mundo! ¡Seamos testimonio de un modo distinto de hacer, de actuar, de vivir! Es
posible vivir de un modo distinto en este mundo…” 11.

Que este año 2015 alimentemos y cultivemos –cualquiera sea nuestra edad o misión- el
deseo “de volver al centro profundo de la vida personal, allí donde encuentran sentido y verdad
las motivaciones de nuestro vivir con el Maestro…” 12

En la alegría de haberlas visitado, de haber gozado con ustedes del milagro de la


fraternidad y de maravillarnos de nuestro carisma tan bellamente expresado en Nicaragua,
Guatemala, El Salvador y Cuba.

Con todo nuestro cariño,

Martine y sus hermanas del Consejo

10
Ídem (7)
11
Antonio Spadaro, “¡Despierten al mundo!". Coloquio del Papa Francisco con los Superiores Generales, en:
La Civiltà Cattolica
12
«ALEGRAOS...Palabras del Magisterio del Papa Francisco” idem

También podría gustarte