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Este año la Cuaresma se nos presenta a nivel mundial como un momento especial de
desprendimiento, de cuidar unos de los otros.
El camino hacia la cruz se hace hoy más visible que nunca en todo el planeta pues la
pandemia que vivimos desde hace casi un año nos está haciendo cambiar nuestro estilo de
vida, nuestros hábitos e incluso nuestros valores.
El llamamiento que nos hace el mundo es claro: cuidarnos y cuidar de los demás.
Pese a todo el sufrimiento que esto está generando la vida nos está hablando, ya no se trata
de nuestros propios intereses sino de caminar unidos por un bien común como es la salud y la
atención a los más débiles.
Que en este tiempo de cuaresma nuestro lema sea: “Nunca es tarde…” y cada uno agrega
nunca es tarde para cambiar, nunca es tarde para amar, etc.
que en cada una de las semanas litúrgicas de la Cuaresma nos lleven a encontrarnos con
Aquel que nos da vida en plenitud, que nos convirtamos en estudiantes que apuestan por la
acogida, el perdón, el amor, la aceptación de los otros, la oración en común y el encuentro
con Cristo muerto y resucitado por cada uno de nosotros.
Vamos a comenzar esta celebración cantando: Danos un corazón grande para amar
https://www.youtube.com/watch?v=PrUd_R5dql4
Para ayudarnos a que nuestro corazón sea más bueno y generoso y que las semillas que
Jesús ha sembrado en nuestro corazón crezcan vamos antes de recibir la ceniza a pedir
perdón por las cosas que a veces no hacemos bien vamos a repetir PERDON JESUS
Porque nos hemos portado mal en casa y hemos desobedecido. PERDÓN, JESÚS
Porque hemos peleado entre nosotros y nos hemos hecho daño. PERDÓN, JESÚS
Porque a veces no decimos la verdad. PERDÓN, JESÚS
Vamos a escuchar el evangelio en donde se nos cuenta como Jesús es el sembrador el que
siembra diferentes semillas en cada uno de nuestros corazones escuchemos:
Vamos a escuchar el evangelio en donde se nos cuenta como en este tiempo nosotros
estamos invitados a ser buenos samaritanos escuchemos con atención el Evangelio:
Lectura del evangelio según San Lucas 10, 25 – 37. Parábola del Buen Samaritano
Reflexión:
Símbolos, tierra y agua, una vela, la biblia, ceniza.
Dios ha sembrado en nosotros muchas semillas en nuestro corazón y tiene una ilusión
enorme en que demos el 100%. Y que como el buen samaritano pongamos nuetra vida al
servicio de los demás.
A continuación se presentan dos grupos de estudiantes, reflexiona quienes son como buenos
samaritanos en la vida cotidiana:
Hay estudiantes que son estudiosos, sacan buenas notas, pero que nunca ayudan en
su equipo, no colaboran.
Hay estudiantes que se destacan en algún deporte y se esfuerza mucho, pero jamás se
para a rezar o dar gracias.
Hay estudiantes que los ves alegres, que siempre están sonriendo y dando bromas,
pero en casa nunca ayudan.
Hay estudiantes que todos quieren jugar con ellos porque tiene buenas ideas, pero
siempre hay que jugar a lo que ellos dicen y en la clase por todo protesta.
Son silenciosos, trabajadores y les cuestan los estudios, pero siempre ayudan en
clase.
Jóvenes que a veces están solos en el patio, pero el primer día de clase acogió a sus
compañeros nuevos.
Jóvenes que les gusta saludar por las mañana con una sonrisa y está muy atento en la
oración de la mañana.
jóvenes que les gustaría ir a un cumpleaños que los han invitado, pero deciden ir a
visitar a sus abuelos enfermos.
Jesús nos ha regalado muchos dones ha sembrado en nosotros muchas cualidades, cada
uno reflexiones en que grupo de jóvenes se encuentra y como desde sus actos está siendo
buen samaritano o no.
¿Alguna vez has pensado en las cosas que no te dejan crecer, avanzar? ¿Y en esas cosas
que te impiden ser como quiere Jesús que seas: generoso, buen compañero, responsable...?
Se les pedirá que piensen en un compromiso personal para esta Cuaresma. Van a escribir
dos cosas en las que quieres mejorar durante este tiempo que hoy estamos iniciando.
Compartir del grupo y luego una pequeña reflexión para concluir esta parte de reflexión
GESTO DE LA CENIZA
Por el contexto que estamos viviendo nuestra celebración de este día es diferente, no
recibiremos la cruz de ceniza en la frente de manera presencial, pero lo haremos de manera
virtual.
Quien esté dispuesto a emprender este camino como hizo el buen samaritano que curó con
sus propias manos y puso aceite y vino en las heridas de la persona tirada en el camino, que
levante la mano, y realice una cruz en su frente al final de la siguiente oración.
Padre, Tú nos miras con cariño y nos amas como nuestro Padre que eres, deseamos ser
mejores cada día.
Bendícenos a todos, ahora que vamos a recibir esta ceniza de manera espiritual, símbolo del
esfuerzo que queremos realizar para ser mejores cada día. Amen
(Se les pide a los estudiantes que ellos se hagan la cruz en la frente)
Padre bueno, nos ponemos en tus manos al inicio de esta Cuaresma, para que hagas de
nosotros lo que tú quieras porque tú sabes lo que más nos conviene y necesitamos; sea lo
que sea, te damos las gracias por este tiempo cargado de oportunidades, de posibilidades
de liberación, de misericordia y de perdón, por este tiempo de llamadas de atención y de
proyectos.
Queremos aceptar todo lo que venga de ti con tal de que se cumpla en cada uno de nosotros,
tu voluntad. No deseamos nada más, Padre. Te confiamos nuestro corazón y nuestras
manos. Amen
Padre Nuestro
Ave María