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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS, ADMINISTRATIVAS Y


CONTABLES

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

TEORIA DEL ESTADO SEGÚN:

 Charles de Secondat.
 Jean Jacques Rousseau

DOCENTE
Msc. Héctor Segundo Ramírez Namuche

ASIGNATURA
“Administración pública-B”

ALUMNOS

Lambayeque, 06 de setiembre del 2020


INDICE

Contenido
I. INTRODUCCION..............................................................................................................3
II. CUERPO.........................................................................................................................4
BIOGRAFIA - CHARLES LOUIS DE SÉCONDAT..............................................................4
TEORIA DE ESTADO SEGÚN MONTESQUIEU.................................................................5
“DEL ESPÍRITU DE LOS LEYES” - 1748.....................................................................5
LA TEORÍA POLÍTICA DE MONTESQUIEU..............................................................6
LA TEORÍA SOCIAL DE MONTESQUIEU................................................................11
EL ESPIRITU DE LA NACIÓN Y DE LAS LEYES....................................................14
BIOGRAFIA - JEAN-JACQUES ROUSSEAU.....................................................................16
TEORÍA DEL ESTADO SEGÚN JEAN-JACQUES ROUSSEAU.....................................17
III. CONCLUSIONES........................................................................................................19
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS........................................................................20
Bibliografía.................................................................................................................................20
ANEXOS...................................................................................................................................20
I. INTRODUCCION

El objeto del presente estudio consiste en poder identificar y resaltar la teoría del

estado según Charles Louis de Sécondat, barón de Montesquieu y resaltar los aspectos

más sobresalientes de su obra cumbre, “Del Espíritu de las Leyes”. En líneas generales,

se trabajará en el análisis de la Teoría Política y Social del autor y en la interpretación

del concepto de Espíritu General. En términos particulares, se intentará rescatar de su

pensamiento, las causas que dan origen e incentivan el progreso en las sociedades

humanas. A si mismo poder identificar y resaltar la teoría del estado según jean-

Jacques Rousseau que se manifiesta en sus obras, no sólo contra el régimen feudal de

la Francia prerrevolucionaria, sino también contra la opresión económica, por parte de

la plutocracia.

Rousseau prueba que el progreso de las fuerzas productivas es inevitablemente

acompañado del retroceso de las costumbres y del empeoramiento de la situación social

y material de las masas populares


II. CUERPO

BIOGRAFIA - CHARLES LOUIS DE SÉCONDAT

Charles Louis de Sécondat, barón de la Bréde y de Montesquieu, nace el 18 de enero de

1689 en el castillo de la Bréde, cerca de Burdeos (muere en 1755). Bajo el seudónimo

Montesquieu esgrimió su talento con obras de vasta envergadura tales como “Lettres

Persanes” (editado en 1721) y “Considérations sur les causes de la grandeur et de la

décadence des Romains” (impreso en 1738). Sin embargo, ninguna de ellas reflejó su

pensamiento de manera tan elocuente y vasta como fue la publicación su gran libro “De

l´Esprit des Lois” en 1748. Este último ensayo, el cual le insumió a Montesquieu más de

veinte años de su vida, fue criticado duramente por Jeremy Bentham y Voltaire al

considerarlo un trabajo sin método. Siete años después de publicada, murió habiendo

gozado de fama desde que editó las Cartas Persas. Pocas obras en la filosofía política

tienen la riqueza de Del espíritu de las leyes, las más importante obra de su género de un

siglo de luces, el xviii. Su aparición conmocionó a la sociedad francesa y, en general, a

la europea y no sólo al mundo intelectual. Fue una obra leída y aceptada, aunque quizá

no siempre cabalmente comprendida. Hoy, desafortunadamente, es con más frecuencia

citada que leída. En particular se suele citar el libro xi, cuando la obra consta de treinta

y un libros, aunque, ciertamente, desiguales en importancia. Son muchos los tópicos y

varios los aportes de Montesquieu a la ciencia política, pero en especial cabe resaltar sus

teorías de los gobiernos, de la libertad política, de la separación de poderes y su

concepción sobre el espíritu general de las leyes.


TEORIA DE ESTADO SEGÚN MONTESQUIEU

Montesquieu basa su teoría, en primer lugar, en el principio de la tripartición funcional

de los poderes del Estado o especialización funcional de los poderes. En segundo lugar,

el principio de la prohibición de uniones orgánicas que atenten contra el mantenimiento

de la libertad, mejor conocido como el principio de la separación de poderes y

finalmente pero no menos importante, el principio de la coordinación de poderes,

basado en el sistema de frenos y contrapesos. La cual detalla en su obra cumbre “Del

espíritu de los leyes”

“DEL ESPÍRITU DE LOS LEYES” - 1748

Es un tratado que tiene un criterio sistemático en su forma de exposición. Raymond

Aron escribió en su libro “Las etapas del pensamiento sociológico” que la célebre obra

puede estructurarse de la siguiente forma:

- La primera parte trata acerca de la Tipología de Gobierno (abarca los primeros

trece libros).

- La segunda parte incluye toda la explicación de las Causas Materiales o

Físicas que afectan las sociedades humanas (cubre los libros catorce a

dieciocho).

- La tercera parte expone un estudio acerca de cómo las Causas Sociales

impactan sobre las costumbres, los usos y las leyes (tiene un alcance que va del

libro veinte al veintiséis).

- Por último, Aron entiende que el libro diecinueve es un capítulo aparte. Éste se

refiere al principio unificador del todo social, es decir, al “Espíritu de la

Nación”.
LA TEORÍA POLÍTICA DE MONTESQUIEU

Tipología de Gobierno

Casi siempre que se menciona el nombre de Montesquieu se lo relaciona con su doctrina

más famosa: la División de Poderes. Aquí veremos que su teoría política no se limita a

la separación de poderes sino que su pensamiento político es más amplio y profundo. En

general, el autor francés intentará demostrar que cada tipo de gobierno surge a causa de

la Naturaleza propia de su organización social, y que se fortalece en virtud del

cumplimiento de sus respectivos Principios de gobierno. Y en particular, su libro le

mostrará al mundo que los hombres tienen a su disposición las herramientas políticas

necesarias (creación de leyes positivas) como para poder generar mayor prosperidad

individual y social con sólo considerar los aspectos particulares y universales de cada

organización social.

Montesquieu inició su loable trabajo desarrollando su teoría política. Tomó la

concepción clásica de tipos de gobierno (aristocracia, democracia y monarquía),

adoptada oportunamente por Aristóteles en su libro “Política”, y le realizó unas

diferenciaciones en su tipología. Separó y clasificó los gobiernos en tres clases: los

republicanos (aristocracia y democracia), los monárquicos y los despóticos. Así, el

criterio de clasificación de los Tipos de Gobierno se basó inicialmente en dos aspectos

que definían la Naturaleza de cada gobierno: por un lado, quién detenta el poder; por el

otro, cómo lo hace. En el caso del Gobierno Republicano, el pueblo o una parte

conserva el poder soberano (ya sea democracia o aristocracia, respectivamente) y éste

es responsable de hacer las leyes. En el Gobierno Monárquico es el rey quien posee el

poder y lo hace bajo una estructura de leyes fijas y establecidas. En cambio, en el

Gobierno Despótico existe una persona que detenta el poder y lo ejerce sin leyes fijas

imponiendo sus caprichos personales. A esta altura, Montesquieu incorpora un criterio


adicional para poder seguir con el esquema de tipos. Es lo que se llama los Principios

de gobierno. Mientras que la Naturaleza es la estructura particular de cada gobierno, es

lo que le hace ser tal; los Principios son las pasiones humanas que impulsan dichos

gobiernos, es lo que le mueve a actuar como tal. Con este razonamiento, el francés

definió a la Virtud Política como el Principio íntimo de la República, al Honor

Principio esencial para la Monarquía y al Temor Principio vital para el Despotismo.

Esto quiere decir que cada tipo de gobierno necesita actuar acorde a sus Principios para

poder conservar su autoridad. Lo novedoso de este análisis es que la Teoría de

Principios de Gobierno conduce a una Teoría de la Organización Social. Aron recuerda

que la filosofía clásica formuló una teoría de los regímenes políticos pero al margen de

la organización de la sociedad y presuponiendo validez intemporal de los tipos políticos.

En cambio, Montesquieu combinó estrechamente los Tipos de Gobierno con la

estructura social (educación, tamaño, instituciones intermedias, igualdad de los

ciudadanos). Esto se puede interpretar de la siguiente manera: la Virtud Política,

Principio generador de la República, significa amor a la patria y a las leyes,

consagración del individuo por la colectividad. Esta última reflexión conduce a un

sentido de igualdad social de los hombres frente a la ley pues todos se sienten

ciudadanos que viven por y para la comunidad. Por otro lado, la Monarquía no proclama

el renunciamiento personal ni promueve el sentimiento de igualdad, sino que todo lo

contrario, el Honor alienta la presencia de jerarquías, nobleza y distinciones. Así como

la ambición es perniciosa en la República, no lo es en la Monarquía pues es la

diferenciación social lo que le infunde vida al gobierno. Mientras que en la República

existe una organización igualitaria entre los miembros de la colectividad, la Monarquía

se fundamenta en un tratamiento social desigual frente a la ley. Luego, podemos

concluir que la República y la Monarquía tienen diferente esencia; uno se basa en la


igualdad y el otro se apoya en la diferenciación, uno se funda en la Virtud Política y el

otro en el Honor. En la República, el Principio de la Virtud permitiría encaminar el

interés particular al interés general, diferente es en la Monarquía, donde el Principio del

Honor, falsa virtud, la sostiene al brindar a los ciudadanos la posibilidad de actuar

acorde a sus propios intereses y no necesariamente al interés general. Sin embargo,

ambos tienen un aspecto en común: son moderados porque respetan la ley. En cambio,

el Despotismo es arbitrario porque no gobierna respetando la ley. El Despotismo se

fundamenta en la igualdad pero basado en el Temor, donde ninguno tiene participación

del poder soberano. Sólo la religión y las costumbres actúan como factor limitativo a

esta forma absoluta de gobierno. Aquí, podemos vislumbrar cómo la estructura o vida

social varía según el modo en que se ejerce cada gobierno. Natalio Botana rescata en

su obra “La tradición Republicana” que para Montesquieu hay tres legitimidades

posibles –la Monarquía y las dos Repúblicas- y una ilegitimidad profunda, el Gobierno

Despótico, fruto de una sociedad sin leyes ni instituciones. Asimismo, Montesquieu

resaltó que hay una línea delgada entre el poder despótico y el monárquico. Citando su

libro VIII capítulo XVII:

...”los ríos corren a fundirse en el mar; las monarquías van a perderse en el

despotismo”... El autor entiende que cuando una Monarquía pierde de vista los

Principios que favorecen a la diferenciación social aparece el poder absoluto y

arbitrario. Así considera fundamental la presencia de la nobleza y de rangos intermedios

como elemento disipador de movimientos tiránicos en los regímenes monárquicos.

Enrique Aguilar reconoce este concepto con el nombre de División Vertical del Poder.

Esto significa que cuanto más pluralista y desigual sea una Monarquía, menor es la

probabilidad de que dicha autoridad degenere en Despotismo. La filosofía de la historia

desarrollada por Montesquieu tiende a demostrar que cuando los estados y los
gobiernos contravienen los Principios que los sostienen, ellos caen por sí solos (Imperio

Romano, República Ateniense). Es decir, cuando un tipo de régimen moderado

(República o Monarquía) no gobierna basado en sus Principios se lo denomina

generalmente un gobierno corrupto.

Libertad Antigua y Libertad Moderna

A partir del libro IX, Montesquieu incorpora a sus textos las vivencias experimentadas a

lo largo de un viaje revelador por Inglaterra. Sin lugar a dudas, aquí el autor descubre

las nociones de Libertad y de Representación Política como elementos fundamentales

al momento de celebrar una Constitución. En los libros anteriores, cuando se trataban

los tipos de gobierno, siempre identificó aquellos regímenes donde gobierna parte

(aristocracia) o el total del pueblo (democracia), pero sin considerar la existencia de

aquellos sistemas formados por un congreso de representantes elegido por el pueblo. En

este punto, el autor también exhorta la importancia de la Separación de Poderes como

forma de atenuación y de salvaguarda de la Libertad Política.

A fin de profundizar, empecemos primero por desarrollar el concepto de Libertad

Política. Montesquieu indica en su libro que la noción de Libertad Política no consiste

en hacer lo que uno quiera. En una sociedad donde hay leyes, la Libertad consiste en

poder hacer lo que se debe querer y en no estar obligado a hacer lo que no se debe

querer.

...”la libertad es el derecho de hacer todo lo que las leyes permiten, de modo que si un

ciudadano pudiera hacer lo que las leyes prohíben, ya no habría libertad, pues los demás

tendrían igualmente esta facultad”...(Libro XI Capítulo III)

Botana advierte que la idea de Libertad expresada por Montesquieu cambia de sentido:

la noción de Libertad (Libertad Antigua) con anterioridad al libro IX descansaba sobre


un sujeto virtuoso en armonía con el cuerpo político, en cambio, la nueva concepción de

Libertad (Libertad Moderna o germanista) abandona la exigencia de la subordinación

al bien público para reposar sobre un sentimiento subjetivo de Seguridad Individual.

Así, la noción moderna de Libertad Política supera a la idea de amor a la patria y a

sumisión de la individualidad por su colectividad. El ciudadano del mundo moderno es

un habitante escindido entre la virtud y el interés, entre la participación pública y la vida

privada.

De este modo, Montesquieu sostiene que las Repúblicas no son estados libres por

naturaleza porque pueden no tener moderación en el ejercicio de poder ni ofrecer

seguridad individual a sus ciudadanos. La libertad política sólo aparece en aquellos

gobiernos moderados que no abusen del poder. Para no tener que abusar del poder es

preciso que el poder frene al poder. En este punto, Montesquieu destaca que la

Constitución Inglesa considera tres tipos de poderes que se equilibran entre sí. Es lo que

Enrique Aguilar llama con el nombre de División Horizontal del Poder. Así,

encontramos que está el Poder de Ejecutar la ley centrado en la figura uninominal del

rey. El Poder de Legislar la ley organizado en dos cámaras que representan a la nobleza

y al pueblo. Y el Poder de Juzgar la ley. Este último concepto implica que las personas

no tienen el poder, sino que la fuerza reside en la letra de la ley. Por consiguiente, la

idea de Libertad Política no sólo se traduce al derecho que tiene todo ciudadano de

hacer cualquier cosa que la ley permita, sino también con la noción de seguridad que

brinda el gobierno por la cual el ciudadano nada tiene que temer del otro. Para la plena

vigencia del concepto de Libertad Política de Montesquieu se exige como condición la

Representación Política en la creación de leyes y el Equilibrio de Poderes. De esta

manera, podemos afirmar que mientras John Locke apuntó a limitar el poder real al

demostrar que el verdadero origen de la soberanía reside en los ciudadanos,


Montesquieu demandó al Equilibrio de Poderes su preexistencia como condición sine

qua non para el ejercicio de la Libertad Política.

Finalmente, todo indicaría que la teoría de la Constitución inglesa es determinante en la

visión política de Montesquieu, no sólo porque representa un modelo para todos los

países, sino porque permite recuperar, en el mecanismo constitucional de la monarquía,

los fundamentos de un estado moderado y libre, gracias al equilibrio entre clases

sociales (División Vertical del Poder) y entre poderes políticos (División Horizontal

del Poder). Luego, concluiría que la raíz de un gobierno justo radica en la combinación

de poderes, formas de gobierno, fuerzas sociales y en la libre expresión de las pasiones

del individuo.

LA TEORÍA SOCIAL DE MONTESQUIEU

Al igual que Natalio Botana e Isaiah Berlin, Raymond Aron interpretó al libro “Del

espíritu de las Leyes” principalmente como una obra sociológica, es decir, un tratado

que buscó dar respuesta a la estructura y la perspectiva de la realidad social e histórica

de las sociedades desde una óptica racional, sistemática y comparada. En las ciencias de

la realidad humana (sociología, antropología) generalmente se distingue dos

orientaciones, una hacia la historia, es decir, determinar las circunstancias únicas que

han provocado cierto acontecimiento y otra hacia la sociología, es decir, establecer una

relación regular entre dos fenómenos.

En los libros que van del catorce al dieciocho y del veinte al veintiséis, Aron rescata

cómo Montesquieu busca comprender el dato histórico que se presenta en la diversidad

de las costumbres, usos, leyes e instituciones al querer pasar del dato histórico

incoherente a un orden inteligible de las causas. Así, se llega a dos consideraciones:

primero, la posibilidad de organizar la diversidad de costumbres, usos e ideas en


reducidos tipos. Y segundo, detrás de la sucesión aparentemente accidental de hechos,

es necesario aprender las causas profundas que los explican.

Montesquieu discrimina entre las Causas Físicas (el clima, el suelo) y las Causas

Sociales (el comercio, la moneda, el número de habitantes, la religión).

De esta manera, el escritor francés entiende que la incidencia del Clima moldea el

temperamento del hombre, condiciona su sensibilidad. Sostiene que las diferentes

temperaturas han dado origen a diversos modos de vida, y estos últimos, a su vez, han

condicionado la variedad de leyes.

La idea expuesta indicaría que hay climas (los fríos) que predispone al hombre a actuar

con mayor moderación y respeto a las leyes. Un ejemplo interesante es cuando

involucra la idea de esclavitud. Él enfatiza que la esclavitud es mala por naturaleza tanto

para el amo como para el siervo pero, a la vez, interpreta que hay ciertos países (los más

calurosos) donde se requiere de la esclavitud para poder realizar trabajos. En dichos

lugares, sostiene, la esclavitud choca menos a la razón. Asimismo, un capítulo mas

adelante, reconoce que la esclavitud es fruto de malas leyes más que de la rigurosidad

del clima.

También entiende como causa material para determinar la naturaleza social del hombre

al Suelo. Montesquieu distingue al suelo fértil del infértil y destaca, secundariamente, la

influencia del relieve y su distribución. Considera que los países montañosos y los

insulares tienden más a la libertad que las naciones fértiles y continentales. Ejemplifica

a su supuesto comparando la gran libertad que gozaron los germanos, pueblo guerrero,

poco amante al cultivo de la tierra o Inglaterra, país con características insulares.

Con relación al Comercio, se deriva que el efecto natural del mismo es la paz y la

coexistencia con costumbres apacibles. El aristócrata francés da como caso de


referencia a Inglaterra como país que ha supeditado los intereses políticos a los intereses

económicos y que su constitución ha favorecido y fortalecido el ejercicio de la religión,

el comercio y la libertad.

La Religión también actúa como un factor muy importante en la determinación de la

naturaleza de las sociedades. Principalmente, Montesquieu hizo hincapié en la Religión

Cristiana como ordenadora hacia mejores leyes políticas y civiles. Es más, aclaró que

ambas, la religión y la ley, tienen el compromiso de crear buenos ciudadanos y remarcó

que cuando una de las dos se aparta de dicha causa, la otra debe tender hacia él con mas

fuerza. Y reafirmó que no debe estatuirse por medio de las leyes divinas lo que debe

hacerse por medio de las leyes humanas, ni viceversa. Cada tipo de ley difiere por su

origen, por su naturaleza y por su objeto. Por ejemplo, las leyes de religión son

inmutables, no cambian nunca y su fuerza resida en que se crean en ella; en cambio, las

leyes humanas varían a medida que cambia la voluntad de los legisladores y su poder

reside en que se las tema.

En síntesis, Montesquieu permitió abrir camino hacia una nueva ciencia: las ciencias del

hombre. A través del estudio de lo particular para alcanzar la regla general, el ensayista

francés pudo desarrollar en su Teoría Social una idea que apoyó elocuentemente en su

Teoría Política: la naturaleza social tiene sus propias leyes de comportamiento,

observables sólo por aquellos que la estudian como unidades. Así cada comunidad

tendría su propia evolución, creada originalmente por causas materiales y, luego el

hombre, a través del espíritu del legislador, podría manipularla con el fin de preservarla

y fortalecerla. Ésta es la función del estadista, comprender la naturaleza de lo social y

definir reglas que se apoyen en principios universales con el fin de encaminarla y

enaltecerla. Así, las causas materiales y sociales, indudablemente poderosas, podrían ser

contrapesadas, o fortalecidas según el caso, por la legislación y la educación.


EL ESPIRITU DE LA NACIÓN Y DE LAS LEYES

En el libro XIX del “Del Espíritu de las Leyes” Montesquieu enumera las causas que

gobiernan a los hombres. Estas causas se dividen en Físicas (el clima, el suelo), Sociales

(el comercio, la moneda, el número de habitantes, la religión) y Morales (leyes, usos y

costumbres). Todas estas variables conforman lo que se denomina el Espíritu General.

Por ende, el Espíritu General no es una causa parcial, comparable con las otras, sino

una resultante del conjunto de todas las Causas Materiales, Sociales y Morales. Así, a

medida que una de las causas actúa con mas fuerza, las otras ceden en proporción. Este

Espíritu General es el que tiñe el carácter de una nación, el que le brinda su originalidad

y su uniformidad, el factor diferencial de unos respecto de otros (hay un espíritu general

francés como lo hay inglés). Montesquieu lo detalla con las siguientes palabras:

...”Corresponde al legislador acomodarse al espíritu de la nación, siempre que no sea

contrario a los principios del gobierno, pues nada hacemos mejor que aquello que

hacemos libremente y dejándonos llevar por nuestro carácter natural.”... (Libro XIX

Capítulo V)

Se entiende como que el legislador debe estudiar el Espíritu General de la nación,

analizar su Particularidad Histórica, pero nunca abandonar sus principios absolutos,

las relaciones de Justicia y de Equidad, su Universalidad. Raymond Aron ensaya que la

idea de Espíritu General de Montesquieu es lo que hoy se denomina la cultura de una

nación, entendida como la resultante (más que causa) de la suma de influencias físicas,

sociales y morales que han moldeado una colectividad. A la vez, el autor dibuja un

paralelismo entre las leyes y las costumbres. Las leyes se dictan, las costumbres se

inspiran; éstas dependen más del Espíritu General, aquéllas dependen más de una

institución particular. Las leyes regulan los actos del ciudadano, las costumbres
encuadran los actos del hombre. De aquí, se deduce que para cambiar costumbres y

hábitos no se debe usar de las leyes, sino que vale más cambiarlas por otras costumbres

y otros hábitos.

La virtud de la Prudencia, de la Moderación, de la Evolución Lenta es lo que reina en

“Del espíritu de las Leyes”. Al fin y al cabo, Montesquieu no escribe de las leyes, sino

del Espíritu de las Leyes. Afirma que la ley positiva debe depender del Espíritu

General de la nación, es decir, debe investigar la conjunción de leyes causales o

particulares que la edifican. Asimismo, la ley positiva debe encuadrarse dentro de las

relaciones de Justicia y Equidad que fundan la igualdad natural de los hombres y las

obligaciones de reciprocidad que se desprenden de dicha igualdad. Por consiguiente, el

concepto de “Espíritu de las Leyes” se puede conjugar como el vínculo existente entre

las relaciones causales que hallamos en la historia y en la naturaleza (Particularismo

Histórico) y las leyes universalmente válidas intrínsecamente vinculadas a la razón

(Universalismo), ambas necesarias para que el legislador pueda dictar la ley positiva de

una nación en un momento histórico determinado.


BIOGRAFIA - JEAN-JACQUES ROUSSEAU

DESCRIPCIÓN

Rousseau fue uno de los grandes escritores y pensadores políticos del siglo XVIII y

desempeñó un gran papel en la preparación ideológica de la Revolución burguesa de

1789 en Francia. Expresando la ideología de la pequeña burguesía en proceso de

proletarización, Rousseau se manifiesta en sus obras, no sólo contra el régimen feudal

de la Francia prerrevolucionaria, sino también contra la opresión económica, por parte

de la plutocracia. En sus obras desarrolla la idea de que los hombres verdaderamente

dignos y honestos y la virtud auténtica, se deben buscar no entre la nobleza de título y

rica, sino entre el pueblo llano. A diferencia de los demás ideólogos de la burguesía del

siglo XVII y XVIII, que veían en el capitalismo sólo un lado positivo, Rousseau prueba

que el progreso de las fuerzas productivas es inevitablemente acompañado del retroceso

de las costumbres y del empeoramiento de la situación social y material de las masas

populares. El origen y aumento de la desigualdad, causa fundamental de todos los males

sociales, lo relacionó Rousseau con la aparición y desarrollo de la propiedad privada.

Sin embargo, no consideraba posible ni conveniente abolir la institución de la propiedad

privada viendo en ella cierta garantía de la libertad individual. Rousseau sólo exigía, en

interés del pueblo, la regulación legislativa del volumen de la riqueza personal y la

realización de una serie de medidas contrarias a las que frenan el progreso económico

de la sociedad. Considerando que el hombre, por su naturaleza, es bueno y no

corrompido, y que la causa fundamental de los males sociales se debe buscar en el

régimen político, en su famosa obra Del contrato social (ver) fundamentó el principio de

una nueva estructura política y social, que asegura, a su juicio, la libertad y la igualdad

de todos los ciudadanos


TEORÍA DEL ESTADO SEGÚN JEAN-JACQUES ROUSSEAU

La teoría de Rousseau contrasta dos formas de concebir la naturaleza del hombre: como

el estado naturaleza y el estado social, con el fin de distinguir entre el hombre natural y

el hombre artificial que ha sido afectado por la sociedad. Rousseau argumenta sobre

algunos rasgos que constituyen la naturaleza humana tanto en su estado original como

artificial y los toma como parámetro para señalar los errores de la sociedad de su época.

Sustenta su teoría basándose en los hombres de su época, ya que existía diferentes

problemas sociales como: avaricia, egoísmo, envidia, injusticia, corrupción individual y

corrupción social. Realizó una comparación entre el hombre natural, que solo necesitaba

lo indispensable para vivir con el hombre social que busca ser mejor cada día.

El hombre en estado natural se siente libre, es un ser sin maldad, en donde predomina

los sentimientos básicos, tiene libertad, independencia, instinto de autoprotección y

siente piedad del sufrimiento ajeno. Siendo su mayor enemigo los achaques naturales:

“la infancia, la vejez, las enfermedades de toda especie” (Rousseau, 1980 a: 239).

Por el contrario, el hombre en estado social hace referencia a la situación actual en la

que se vive como sociedad, la cual está determinada por un orden y una estructura

social, convirtiéndose a este hombre en un ser malévolo y frívolo, que solo se encuentra

movido por el amor propio, es egoísta, injusto y busca obtener su propio beneficio, ya

que la persona que tiene más busca más, convirtiéndose en un ser con avaricia.

Para poder comprender la naturaleza del hombre se debe tener en cuenta los

sentimientos de piedad y amor a uno mismo que al ser afectados por la sociedad se

degrada en amor propio, pero al perfeccionarlos se puede convertir en virtudes; gracias

a ese pensamiento el hombre ha logrado conservarse como especie pues evita que entre
ellos se hagan daño, sin embargo la piedad social se llega a debilitar cuando entran en

conflicto con el amor propio.

Es ocasionado al establecer la sociedad privada, ya que a raíz de estos se desarrolla la

sociabilidad, ciertas facultades humanas originando la desigualdad moral o política.

Según Rousseau “el primero al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir

esto es mío y encontró personas lo bastante simples para creerle, fue el verdadero

fundador de la sociedad civil” (Rousseau, 1980a: 276).

Los sentimientos son parte del estado natural y social del hombre, en este caso el

segundo sentido tiene que estar acompañado con la razón en la elaboración de juicios y

de la toma de decisiones morales, Según Rosseaou el sentimiento es una sensación

anímica, una característica y esencial acción del alma.

Rousseau a diferencia de otros filósofos afirma que el proceso científico y técnico no ha

traído consigo un proceso moral, no ha hecho mejores personas, ni ha traído mayor

felicidad, sino aumentó la corrupción en los hombres, teniendo como resultado una

sociedad artificial e hipócrita llena de convecciones absurdas y desiguales.

Rousseau, define a la naturaleza del estado como un estado de pureza natural

paulatinamente perdida en el largo proceso de civilización, al final del cual es

identificable la creación, mediante un pacto inicuo, de las instituciones injustas.

[ CITATION Fer15 \l 10250 ]

Al estado de naturaleza se contrapone la sociedad civil o política en la cual los

individuos se encuentran vinculados a un único poder superior.[ CITATION Fer15 \l 10250 ]


III. CONCLUSIONES
 Montesquieu buscó infatigablemente los principios generales que explicaran las

causas de los fenómenos que veía. Extraídos de la historia y de sus propias

reflexiones, pretendió hacerlos válidos para distintos tiempos y lugares.

 Del espíritu de las leyes es una obra monumental. lodo libro clásico, del que brotan

ideas y más ideas. Su lectura, como en todo clásico también, sigue proporcionando

respuestas, deleite y sabiduría.

 Para Roseau la teoría del estado es la marea humana echada antes de la naturaleza y

que se ha transformado voluntariamente en comunidad política; es decir en una

sociedad estructurada por leyes que han sido creados por todos sus miembros, y a

los cuales se encuentran todos sometidos para el bien común. Esto lo dice Roseau

precisamente en el capítulo 6 del libro contrato social, definiendo así estado como

“un cuerpo moral y colectivo compuesto de tantos miembros como votos tiene la

asamblea, el cual recibe por esto mismo su acto de unidad su– yo común, su vida y

su libertad.


IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bibliografía
Balfhor.C. (2002). El espiritu de montesquieu en las leyes . Buenos Aires.

Fernández Santillana, J. F. (2015). Hobbes y Rousseau: Entre la autocracia y la democracia.


Fondo de Cultura Econonomia .

Suárez-Iñiguez. (s.f.). E. LAS GRANDES TESIS POLITICAS DEL ESPIRITU DE LAS LEYES, DE
MONTESQUIEU. Estudios piliticos,(10).

ANEXOS

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