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ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA ESQUEMA

Cuando sea posible, el ritual puede empezar afuera de la puerta principal de la Capilla. Un seminarista
sostiene la Biblia, ligeramente levantada.

MONICIÓN

La Palabra de Dios es fuente de santidad. Sólo en la escucha atenta y la meditación asidua de la


Sagrada Escritura nace y crece el corazón del discípulo. Por ello, el Seminario quiere ser hogar
donde resuena con fuerza la Palabra de Dios, para que los seminaristas puedan construir sobre
roca firme un corazón para Cristo y su Iglesia.

Hoy, como familia del Seminario, queremos entronizar la Sagrada Escritura, en el marco del mes
de la Biblia, como signo de la importancia capital que ha de tener el amor a la Palabra de Dios en
nuestras vidas.

El sacerdote empieza la celebración con la letanía de apertura:

A cada aclamación iremos respondiendo: "Ven, Señor Jesús".

V: Jesucristo Nuestro Señor, tú eres la Palabra del Padre. R: Ven, Señor Jesús.

V: Te convertiste en uno con nosotros para hablarnos del amor del Padre. R: Ven, Señor Jesús.

V: Eres la luz que brilla en la oscuridad. R: Ven, Señor Jesús.

V: Nos salvas del temor y rompes las ataduras del pecado y de la muerte. R: Ven, Señor Jesús.

V: Tú vienes a guiar nuestros pasos y nos conduces a Dios. R: Ven, Señor Jesús.

V: Tú eres la Palabra de vida eterna. R: Ven, Señor Jesús.

V: Tú nos llenas con el Espíritu Santo. R: Ven, Señor Jesús.

PROCESIÓN DE ENTRADA

Se acompaña la procesión con un canto. Se coloca la Biblia en el lugar preparado para ella, se
inciensa y luego se lee el pasaje del Evangelio según San Mateo 4, 17-23 (Jesús llama y cura con el
poder de su palabra).

Sacerdote:

Hemos escuchado tus palabras, Jesús.


Ellas nos dan alegría y traen luz y verdad a nuestras vidas.
Tu presencia nos da paz en nuestro mundo atribulado y dividido.
Queremos seguirte, ser discípulos tuyos.
Que tu Palabra cree en nuestros corazones un profundo deseo de ti. Que estés con nosotros en
nuestros corazones y pensamientos, en nuestros seminaristas y sacerdotes, en nuestras familias y
comunidades. Danos tu Espíritu Santo para ayudarnos a comprender tu Palabra.
Entronizamos ahora esta Santa Biblia entre nosotros.
Haz de tu Palabra el centro de nuestras vidas.
Que tu Palabra inspire todo lo que pensamos, decimos y hacemos.
Que tu Palabra nos enlace en unidad unos con otros y contigo, hoy y siempre. Amén.
PADRE NUESTRO

PROMESA

Todos:

Prometemos respetar la Palabra de Dios, acercarnos asiduamente a ella, amarla y honrarla con
nuestra vida.
La leeremos con devoción y meditaremos en ella para que sea luz en nuestro camino. Queremos
que la Palabra de Dios inspire nuestras decisiones, de fuerza a nuestro trabajo, y nos consuele en
el sufrimiento.
Jesús, ayúdanos a ser hombres de la Palabra y a mantenernos fieles a nuestra promesa, tú que
vives eternamente. Amén.

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