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ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

Nombre: Vanesa Ordóñez Fecha:17 de


julio de 2019

FORJA TU DESTINO

“La elección, no la casualidad, determina tu destino”

Aristóteles

A lo largo de nuestra vida, crecemos con la idea de que cada día que pasa ya está planificado,

que el destino ya está escrito y que consecuentemente, cada momento pasado, presente y futuro

tiene un propósito en específico. Tenemos la idea de que quienes nos ven crecer son los

encargados de decidir nuestro porvenir, por el simple hecho de ser quienes nos dan las

herramientas para surgir como personas, sin embargo, aunque ellos sean nuestro modelo de vida

desde temprana edad, no nos impone una obligación de cumplir sus anhelos a carta cabal.

El entorno donde nos desarrollamos tiene un papel importante en nuestra evolución, es aquí

donde cada persona comienza a construir su personalidad, conocer sus gustos y disgustos,

distinguir lo que está correcto y lo que no, pero más importante, a vivir experiencias que le

ayuden a reconocer sus verdaderas metas. Conjuntamente a la contemplación de los propósitos,

se tiene la toma de decisiones que influirán en la obtención o no de los mismos. Estas pueden ir

desde elecciones muy pequeñas como la actividad que se realizará durante un fin de semana o

algunas más determinantes como son la carrera que se desea estudiar, la universidad en la que se

cursarán dichos estudios e inclusive, la persona con la cual se desea compartir el camino de la

vida.
Sin embargo, ¿Te has puesto a pensar si esa decisión en realidad es lo que deseas? Todas las

personas tienen diferente personalidad y distintas perspectivas de los panoramas, por lo cual, lo

que satisface a ciertos individuos no lo hará a otros. Cierto es, que hay estereotipos que la

sociedad piensa que se deben cumplir para alcanzar una vida feliz y exitosa; sin embargo, si eso

no es lo que se busca en verdad, solo será una tortura para la propia existencia.

Hay que detenernos por un segundo y preguntarnos ¿Qué es lo que quiero para mi futuro? ¿Lo

que estoy haciendo es suficiente para alcanzar mi objetivo? ¿Acaso necesito basarme en la vida

de alguien más para ser feliz? Interrogantes como estas nos ayudan a verificar si nuestras

acciones están de acuerdo a nuestras metas, y más aún si nuestra mentalidad es la adecuada para

seguir adelante en el camino hacia nuestro destino.

Un día Jorge Luis Borges escribió: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta

en realidad de un solo momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quién es.”

No existe necesidad de reflejarse en la vida de alguien más, porque solamente cuando

comprendamos que nosotros somos los constructores de nuestra propia travesía, vamos a

dejarnos fluir. Y como alguna vez dijo Franz Kafka: “A partir de cierto punto no hay retorno.

Ese es el punto que hay que alcanzar”

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