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Motivos del crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin.

El texto que Lacan elabora tiene la intención de marcar las diferencias entre el crimen de
las hermanas Papin y todo el desarrollo teórico que requirió el caso Aime. Las hermanas
Papin es un caso que ocurre el 2 de febrero de 1933, un año después de la presentación
de su tesis, por lo que parte de su interés con este texto es marcar el inicio de una nueva
manera de operar en la clínica con relación a lo que se observa e interpreta del paciente,
no de la enfermedad. Lacan deja en claro que la psicosis paranoica se encuentra en
relación no ya con la envidia de clases, sino con algo subjetivo del sujeto, su ideal del yo
que s ele presenta amenazante, perseguidor, y es lo que trata de acabar, no ya a una
actriz francesa, sino a la hermana de la que se enamoró Aime y que al no poder expresar
como una frase de afirmación acerca de su homosexualidad, sino como una trasfiguración
de ser perseguida y odiada por la otra persona, su víctima.
Los antecedentes del caso
La hermana mayor contaba con 28 años y la menor con 21. Eran “criadas modelo” de una
familia burguesa de una pequeña provincia. Él, abogado, su esposa e hija, ellas dos las
victimas del acto. Se dice que la relación entre los señores y las criadas se limitaba a lo
laboral; las hermanas se refugiaban una en la otra y ambas en su cuarto del cual no salían
y que servía de barrera entre la realidad y su delirio. El 2 de febrero de 1933 se fue la luz
en la casa en un momento en que solo se encontraban las hermanas, y se sabe que el
incidente se debió a una negligencia de las hermanas, es por ello que al llegar madre e hija
la situación se fue saliendo de control, provocando el acto.
Texto de Jean Allouch
Sra. Lancelin, su cabeza daba a la puerta de la casa y su cabeza estaba absolutamente
aplastada. Gotas de sangre en la pared y heridas profundas a la altura del torox y las
piernas. El cuchillo estaba debajo del cuerpo de la Sra. Lanceli.
Un jarro desfigurado sin un asa fue otro de los instrumentos para perpetrar el crimen.
Un ojo en el antepenúltimo peldaño de la escalera.
Christine y Léa Pipan estaban en la misma cama, y el martillo que sirvió para cometer el
crimen estaba tirado en el piso
Durante los interrogatorios Christine se presenta muy segura de lo que dice. Narra a
detalle cómo sucedieron los hechos y al finalizar dice no arrepentirse de lo que hicieron
ese dia. Inicia diciendo que no tenían premeditado el crimen, cosa que la policía no creía y
trataron por todos los medios de hacer cambiar la declaración, pero ella no cedió, y
tampoco lo decía para inventar una realidad que no era. Por parte de su hermana, narró
los hechos como su hermana lo decía, pero agregando que ella se encontraba en su cuarto
al momento de ocurrir los hechos, por lo que al escuchar los gritos bajó para ver que
ocurría y tratando de preguntar qué pasaba se “tuvo” que involucrar en lo que estaba
pasando ya que la Sra. Lancelin no quería soltar a su hermana. Lea la toma del cabello y
del brazo y de una manera que queda en la incógnita, logra golpearla en la nuca con un
jarro que se encontraba colgado en la escalera, y ya estando en el piso, bajaron por un
cuchillo y un martillo a la cosita con los cuales culminaron el crimen. Es en el momento en
el que baja en el que Lea le saca los ojos a la Sra. Lancelin.
Ambas dicen frases contundentes, como “es mejor que yo le arranque la piel a que ellas
nos las arrancaran a nosotras”
Enseguida declara haberse lanzado sobre la señora, luego corrige: no, es sobre la señorita.
Es a ella a quien le arrancó los ojos, mientras que Léa le hacía lo mismo a la señora

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