Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Durante el esplendor de las culturas prehispánicas como la maya, la mexica y la totonaca, al igual que
entre los fenicios, griegos y romanos, los caracoles fueron empleados con fines religiosos.
Hace ya casi una década, poco después de bucear en Cozumel con un excelente
protector de nuestros mares, Ramón Bravo, recuerdo que le sugerí comiéramos
mariscos, y entonces él comentó: “evito comer platillos a base de caracol, pues
considero que así contribuyo, al menos un poco, a la conservación de la vida
marina”.
Muchos años antes, otro gran estudioso de la vida marina, Jacques Ives
Cousteau, expresó: “los moluscos gasterópodos pueden considerarse especies en
peligro de extinción en casi cualquier lugar del planeta”.
Los gasterópodos han experimentado la radiación adaptativa más amplia entre los
moluscos y son los más prósperos; se distribuyen en todas latitudes en casi
cualquier ambiente, donde ocupan fondos arenosos, fangoso y oquedades
rocosas, corales, barcos hundidos y manglares, y hasta sobreviven fuera del agua,
sobre las rocas donde rompe el oleaje; otros invadieron las aguas dulces y se
adaptaron a casi todas las condiciones de ambientes acuáticos en altitud y latitud
diversas; y los pulmonados han perdido sus branquias y convertido en manto en
pulmón, para conquistar la superficie terrestre donde pueblan selvas, bosques y
desiertos, e incluso habitan en los límites de las nieves eternas.
A través de la historia estas hermosas creaciones hechas por un sencillo
invertebrado han ejercido una atracción especial entre los científicos, los nobles y
las personas comunes. La mayoría de las personas que visitan las playas y
encuentran algún caracol, lo llevan hasta sus casas y con frecuencia sólo toman
en cuenta su belleza corporal para adornar un mueble o el interior de una vitrina;
no obstante, los coleccionistas clasifican de manera ordenada sus ejemplares,
mientras que la inmensa mayoría prefiere apreciarlos por su agradable sabor, y en
nuestras cálidas costas hasta adquieren míticas propiedades afrodisiacas.
Para un país como México, que cuenta con extensos litorales, los caracoles
marinos representan un importante recurso que proporciona varias fuentes de
empleo para pescadores, cocineros, vendedores y artesanos, así como para
profesionistas en ciencias marinas, biología y acuacultura. Por otro lado, su
diversidad específica ha permitido desarrollar proyectos de investigación y generar
información básica sobre el grupo, lo cual ayuda a tomar decisiones precisas en el
manejo de la nutrida clase gasterópoda.
LA PROTECCIÓN Y AMENAZA DE LASESPECIES
El número de especies locales es alto, porque han sido descritas casi 1 000
especies para Norteamérica y 6 500 para toda América, con quienes compartimos
gran número de ellas, pues tan sólo en las aguas del Golfo de México se han
registrado más de dos centenas de caracoles con concha externa, los cuales
forman parte de la clase gasterópoda y bivalva. Aunque en su conjunto esta fauna
marina todavía se considera abundante, sabemos que es difícil encontrar lugares
inaccesiblescomo en los siglos anteriores, todo está habitado y casi no existen
límites para nuestracapacidad depredadora.
Desde la primaria, los niños de hoy estudian ecología, se sensibilizan con la
problemática ambiental y aprenden sobre las relaciones entre los organismos, el
ambiente y el hombre. Quizás esta educación ambiental limite el impacto sobre la
vida marina, nunca es tarde; pero de seguir este ritmo la devastación puede ser
más dramática que en los ecosistemas terrestres. Podrían desaparecer estos
descendientes de algunas de las primeras formas de vida en el planeta, y son
definitivamente hermosas obras de arte, que con infinitos colores y formas
maravillan al artista consumado, seducen a la gente común y su delicada
estructura satisface al coleccionista más exigente; poco importa, si sólo son
creaciones hechas por un animal invertebrado, que siempre lleva su casa a
cuestas.