La Trinidad

Apóstol Sergio Enríquez O.

Primer Servicio
Guatemala, 21 de enero del Año Del Reposo

Isaías 58:13-14 (LBA) Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca
en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del Señor, honorable, y lo honras, no
siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te
deleitarás en el Señor, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la
heredad de tu padre Jacob; porque la boca del Señor ha hablado.

Cuando leemos este verso, la frase “te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra” es una sombra
del arrebatamiento, pues no hay otra forma en que la iglesia pueda hacerlo humanamente;
entonces antes el arrebatamiento necesitamos llamar al día de reposo nuestra delicia. La Biblia
dice que Dios cabalgó sobre un querubín (Salmos 18:10), entonces para cabalgar en las alturas
de la tierra definitivamente debe de ser por medio de un milagro. Estos versos son los últimos de
ese capítulo, lo que nos da la idea de la culminación de un proceso, a la manera de Job, que hasta
en el último capítulo de su libro vio el final de una dolorosa prueba.

Como Iglesia entonces estamos inmersos en un proceso en donde nuestro final será cabal sobre la
tierra, donde seremos levantados y (Proverbios 18:10), y nos brotarán alas como de águila para
poder volar (Isaías 40:31). Muchos versos más en la Escritura confirman la verdad del
arrebatamiento: “por cuanto en mi ha puesto su amor yo también lo levantaré” (Salmo 91:14-15),
“los piadosos son arrebatados y no hay quién entienda…” (Isaías 57:1); “Humillaos bajo la
poderosa mano del Señor y cuando fuere tiempo Él los levanté.”(1Pedro 5:6). En el original, la
palabra levantar también quiere decir exaltar y levantar a alguien, refiriéndose al arrebatamiento.
Cuando los Israelitas eran esclavos en Egipto, el Faraón les ponía cargas para que no salieran de
esa tierra, de la misma forma el faraón de este siglo es decir el Diablo, nos quiere poner cargas
para que se nos olvide que nuestro destino no es en esta tierra, sino en el cielo, pues allá también
está nuestro origen pues nuestro espíritu nació en la Casa del Padre.

Basándonos entonces en el texto de Isaías podemos decir que antes del arrebatamiento va a venir
un deleite por el Señor, esto es una promesa de que estar con El Señor va a ser delicia para
nosotros, de tal forma que si el evangelio aún no es delicia para nuestra vida, todavía hace falta
acercarnos a Dios. Sin embargo para deleitarnos en El Señor debemos de cumplir los requisitos:
Apartarnos de hacer lo que nos plazca en el día santo del Señor y llamar al día del Señor delicia.

Recapitulando en Isaías 58:13-14 las palabras claves son: Arrebatamiento, deleite y reposo. Eso
quiere decir que si logramos asimilar el año del Reposo, luego vendrá el tiempo de la delicia.
Hemos visto que el guardar el día de reposo no se trata de un día en sí, pues si así fuera la iglesia
de Cristo que se encuentra en otras latitudes no podrían guardar el miso día que nosotros por la
diferencia de horarios. Entonces el reposo es un principio y no una ley.

En cuanto al reposo podemos decir que existen diferentes reposos para cada una de las personas
de la Trinidad Divina. El reposo del Padre aparece en Génesis 2:2 cuando descansó de todas sus
obras; es importante resaltar que aquí no había ley que decretara el reposo obligatorio, es por eso
de afirmamos que el reposo es un principio divino. El reposo del Hijo aparece en Lucas 14:5 y el
reposo del Espíritu Santo aparece en Hebreos 4:7. Nosotros estamos en el tiempo del Espíritu
Santo, porque a Él le dejaron delegadas todas las cosas.

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La Trinidad
Apóstol Sergio Enríquez O.
Primer Servicio
Guatemala, 21 de enero del Año Del Reposo

Lucas 14:1-6 (LBA) Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los
fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente. Y allí,
frente a El, estaba un hombre hidrópico. Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los
fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? Pero ellos guardaron
silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros
se le cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo, y no lo saca inmediatamente? Y no
pudieron responderle a esto

El hombre hidrópico en lo natural es un hombre que retiene mucho líquido lo cual, en lo espiritual
sería alguien que retiene la palabra de Dios pero no la hace vida para sí. Jesús les pregunta:
“¿Quién de ustedes se les cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo? La palabra que se
traduce como hoyo es la G5421 fréar según el diccionario Strong quiere decir abismo, hoyo o pozo.
Lo que Jesús está diciendo aquí es que si un hijo se cae en el abismo en el Día de Reposo, El
Padre lo levantaría, refiriéndose a Su misma muerte.

Hebreos 4:9 (LBA) Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios.

Entonces hay un tipo de reposo que es sagrado, en el cuál Dios quiere que entremos. Si nos
deleitamos en ese reposo sagrado nos deleitamos en el Señor y su consecuencia será que
cabalgaremos en las alturas de la tierra. Nadie puede llegar al cielo creyendo merecerlo ni tampoco
nadie va a llegar al infierno creyendo merecerlo, de la misma manera, nadie se va a quedar a la
gran tribulación si deseó con vehemencia irse arrebatado, por lo tanto anhelemos ser levantados
por el Señor.

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