En los artículos 28, 436, 437 y 441 se encuentran las competencias del
Juez de la Ejecución de la Pena. Cabe destacar que son muchas
atribuciones o funciones de oficios y entre ellas se encuentra:
Controlar el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias, velar por el
respeto de los derechos del condenado y resolver todas las cuestiones que se suscitan durante la ejecución. Disponer las inspecciones y visitas de establecimientos penitenciarios que sean necesarias, y puede hacer comparecer ante sí a los internos condenados o a los encargados de los establecimientos, con fines de vigilancia y control. Hacer dictar de oficio las medidas que juzgue convenientes y las resoluciones necesarias para corregir y prevenir las fallas que observe en el funcionamiento del sistema penitenciario. Controlar el cumplimiento de las condiciones impuestas en la suspensión condicional del procedimiento según los informes recibidos y, en su caso, los transmite al juez competente para su revocación o para la declaración de la extinción de la acción penal. Supervisar la ejecución de la pena de arresto domiciliario, disponer la modalidad de su cumplimiento y todas las demás medidas que sean necesarias. Vigilar el cumplimiento de las condiciones impuestas en la libertad condicional, y conocer y decidir sobre los incidentes de revocación, si procediere.
Garantizar a los condenados el goce de los derechos humanos
fundamentales y de las garantías reconocidas por la Constitución, los tratados internacionales, las leyes y el Código Procesal Penal.
Controlar el adecuado cumplimiento de las sentencias condenatorias, de
conformidad con los principios de legalidad, de dignidad de la persona humana, de imparcialidad, de no discriminación, o de resocialización como finalidad de la pena y el debido proceso. Dictar, aún de oficio, las medidas que juzgue convenientes para corregir y prevenir las fallas que observe en el funcionamiento del sistema penitenciario. Decidir sobre toda reclamación fundada en violación a los derechos humanos y garantías fundamentales de los (as) internos (as), amparados en la Constitución de la República Dominicana y las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los (as) reclusos (as). Verificar que los (as) internos (as) tengan una alimentación adecuada. Promover la reinserción social del condenado o condenada, después de la pena privativa de libertad. Diligenciar lo necesario para que los (as) internos (as), mantengan un buen estado de salud y de higiene general. Abogar para que los (as) internos (as) practiquen deportes, actividades físicas o ejercicios y que tomen sol varias veces a la semana. Realizar las diligencias necesarias para que los (as) internos (as), participen en programas educativos y para que reciban instrucción primaria si lo requieren.