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LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA Y LA POSIBILIDAD DE LA

INCORPORACIÓN DE LA PRUEBA PROHIBIDA EN EL PROCESO CIVIL


PERUANO

ALUMNO: JOR ANTONY RODRIGUEZ AGUILAR


DOCENTE: JOSE LUIS LUJÁN TUPEZ
ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL CIVIL II
En el sistema procesal peruano, se puede destacar a la valoración de la prueba como
figura jurídica revestida de importancia para el desarrollo del proceso, ya que esta va a
permitir que el juez defina, evalué y analice cada una de las pruebas presentadas por
las partes, para así poder llegar a una conclusión sobre el objeto materia de litis y así se
pueda desarrollar un proceso teniendo como base a los principios procesales y
enmarcado dentro de los criterios de imparcialidad y justicia.
A partir de esta valoración surge un problema que ha sido debatido en el ámbito
doctrinal, a partir de los casos y de la jurisprudencia las cuales sirven para ejemplificar
y poner en tela de juicio el tema que es materia de la controversia. Esta controversia
tiene como objeto a la prueba prohibida, la cual como muy bien sabemos solo está
permitida e incorporada en el proceso penal mas no en el civil, a partir de la cual se
realiza la siguiente interrogante: ¿Se puede considerar la posibilidad de incorporar a la
prueba prohibida en el proceso civil peruano?
LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA:
Existen muchos conceptos sobre esta figura jurídica, dentro de los cuales no se
encuentra mucha diferencia mas que de ciertas terminologías usadas, los cuales al final
terminan explicándola de manera sencilla y entendible.
Siguiendo los parámetros de distintos autores se puede considerar a la valoración de la
prueba, como la operación mental, subjetiva, lógica y razonable que realiza el juez para
poder determinar cada una de las pruebas presentadas, dependiendo de esto se le
brindará eficacia para poder resolver el tema materia de controversia.
Ramiro Salinas Siccha la conceptualiza de la siguiente manera: “Es una operación
intelectual realizada por el Juez destinada a establecer la eficacia de las pruebas
actuadas. Valorar la prueba consiste en evaluar si los hechos y afirmaciones alegados
por las partes ha sido corroboradas.” Dentro de este concepto se puede destacar que
el autor utiliza el termino corroborar entendiendo así que la valoración también
significa una contrastación a partir de lo que presentan las partes como prueba con los
hechos que sucedieron en realidad, teniendo el juez la labor de, según su criterio,
considerarlas veraces o no. (SALINAS SICCHA, 2015:1)
Otro autor que da una conceptualización completa y entendible es GIMENO SENDRA
citado en Manual del Proceso Civil, quien considera lo siguiente : “La valoración de la
prueba practicada es la operación final del procedimiento probatorio encaminada a la
obtención por el Juzgador de una convicción sobre la veracidad o falsedad de las
afirmaciones normalmente fácticas, sólo extraordinariamente jurídicas, que integran el
‘thema probandi’”.(GACETA JURIDICA, 2015:403).
En este concepto se puede destacar el rol fundamental que se le otorga al juzgador al
momento de valorar cada prueba, ya que el curso y desarrollo del proceso depende de
manera directa de la convicción que realice el juez al estudiar y valorar cada prueba
presentada por las partes, siendo vital que realice un análisis y una valoración de
acorde al contexto presentado.
El tema de la valoración de la prueba esta regulado en el articulo 197 del Código
Procesal Civil, el cual textualmente dice lo siguiente: “Todos los medios probatorios
son valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin
embargo, en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales y
determinantes que sustentan su decisión.”
El artículo es claro y preciso con respecto de la función que tiene el juez de realizar la
valoración correspondiente, la forma como debe realizarlo y en base a que, además
sirve de concepto genérico y no tan especifico como lo anteriores, por último, indicada
que solo lo mas determinante debe estar expresada en la resolución final del fallo.
Muchos autores también hablan de fases de valoración.
Varios autores manifiestan y expresan que el tema de la valoración de la prueba, se
puede estructurar en 3 etapas o fases las cuales realiza el Juez al momento de ejecutar
esta figura procesal. De manera específica Colombo Campbell citado en Manual del
Proceso Civil nos dice que: “... el juez pasa en general por tres etapas o fases de
desarrollo de la prueba: la etapa que puede llamarse de la ignorancia de los hechos, la
etapa de la credibilidad y la etapa de la certeza”. (GACETA JURIDICA, 2015:403).

Para poder entender estas pequeñas etapas, rápidamente describiré cada una de ellas:
en la primera el juez se encuentra por primera vez con las pruebas y comienza a
estudiar cada una a partir del caso en concreto, posteriormente en la segunda etapa va
a comenzar a construir los hechos a partir de las pruebas presentadas y comenzar a
verificar si gozan y ostentan credibilidad o no y por último en la etapa de la certeza el
Juez usara su razonamiento y como muy bien sabemos también interviene de alguna
manera el aspecto subjetivo del mismo, lo cual servirá para poder determinar la
veracidad y eficacia de las pruebas presentadas.
Ahora para poder determinar y llegar al punto de la prueba prohibida, es necesario
hacer referencia y mencionar de manera esencial los sistemas de valoración que
trascienden con mas relevancia en el ámbito procesal civil peruano.
Dentro de la doctrina, se nos precisa que existen dos grandes sistemas o criterios que
reinan y operan, los cuales son: La prueba tasada y también la libre determinación de
las pruebas, pero además de estas se desprende otra más que no tiene tanta
relevancia como las anteriormente mencionadas, pero vale la pena destacar ya que
viene a ser el criterio que esta en el medio de los dos anteriores.
Esto lo explica de manera más especifica el autor Salas Vivaldi citado en Manual del
Proceso Civil, refiriéndose a este criterio como de la sana crítica que resulta ser un
criterio intermedio entre la tarifa legal y la libre apreciación que “... otorga al juez la
atribución de valorar los medios probatorios establecidos por la ley de acuerdo con el
conocimiento exacto y reflexivo que otorga la razón y la experiencia...” Este criterio
nos da a entender de que el juez asume total libertad para valorar las pruebas, pero al
margen de las reglas de la lógica y la razón. (GACETA JURIDICA, 2015:404).
Ahora se analizará a manera de síntesis los dos sistemas o criterios que operan en la
valoración de las pruebas. En primer lugar, la prueba tasada la cual Taruffo citado en
Manual de Proceso Civil la considera como “… la técnica de la prueba legal consiste en
la producción de reglas que predeterminan, de forma general y abstracta, el valor que
debe atribuirse a cada tipo de prueba…”. (GACETA JURIDICA, 2015:405).
Ahora tomando otro punto de vista, para Serra Domínguez citado en Manual del
Proceso Civil, “… en el sistema de la prueba legal, el legislador establece unas
determinadas reglas que fijan taxativamente el valor a asignar a cada uno de los
medios de prueba. El Juez se limita a aplicar a la prueba los baremos establecidos
previamente por el legislador para declarar probados o improbados unos hechos
determinados…” (GACETA JURIDICA, 2015:406).
Englobando ambos conceptos, la prueba tasada viene a ser el criterio mediante el cual
el Juez se debe regir y realizar sus valoraciones en base a lo que la norma le indica y al
valor que le asigna a cada medio de prueba, sin salir de dichos parámetros
preestablecidos ni introducir algún criterio subjetivo, personal o propio.
Caso contrario sucede con el otro criterio, la libre valoración de las pruebas por parte
del juzgador como su nombre mismo lo dice otorga una libertad; no de manera general
porque se ajusta a los parámetros y principios de la lógica jurídica, para que el Juez
pueda valorar estas pruebas bajo un criterio racional e inteligible y según eso se forme
una convicción para cada una de las pruebas para poder fundamentar su decisión.
Tomando el punto de vista de Gimeno Sendra citado en Manual del Proceso Civil, el
cual dice lo siguiente: “el principio de libre valoración de la prueba significa que el juez
o el Tribunal, a la hora de formar su íntima convicción, no ha de tener otro límite que
los hechos probados en el juicio, los cuales ha de apreciar y fundamentar en el fallo
con arreglo a las normas de la experiencia y de la lógica” (GACETA JURIDICA,
2015:406).
Ahora para concluir el tema de los sistema o criterios de valoración, se plantea la
interrogante: ¿Qué sistema o criterio adopta el ordenamiento jurídico peruano?
La respuesta a esta pregunta la podemos encontrar de manera precisa y explicita en el
artículo 197 del Código Procesal Civil. Este artículo el cual ya fue citado en párrafos
anteriores indica que el juez debe valorar los medios de prueba presentados utilizando
su “apreciación razonada”, lo cual es muestra clara de su inclinación hacia el último
sistema, además el juez debe dar su valoración tomando en cuenta la amplia
diferencia que puede existir en cada caso que existe en la practica judicial que muchas
veces no suelen ajustarse a los parámetros que prevé el legislador al redactar las
normas, por último estas valoraciones deben estar ajustadas a una realidad y contexto
procesal correspondiente.
Una vez definidos todos estos conceptos previos que se enmarcan en el sistema
procesal peruano, toca precisar y definir todos los aspectos respecto a la problemática
de este ensayo que viene a ser la famosa y debatida prueba prohibida y su inmersión
dentro del proceso civil peruano.
Muchas veces se confunde de manera conceptual, la prueba prohibida o ilícita con la
prueba irregular.
Se puede conceptualizar a la prueba ilícita de dos maneras, amplia y restringida, la
primera la define el Tribunal Constitucional a través de una sentencia: La define como
aquella en cuya obtención o actuación se lesionan derechos fundamentales o se viola
la legalidad procesal [Exp. N ° 2053-2003-HC/TC].
Ahora el concepto restringido se encuentra en el artículo VIII del Título Preliminar del
Código Procesal Penal: Son pruebas ilícitas las obtenidas, directa o indirectamente, con
violación del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona (art.
VIII.2 T.P.)
Por último, para poder encontrar la diferenciación con la prueba irregular, esta se
define como aquella que ha sido obtenida e incorporada con vulneración de normas
que son ordinarias o infra constitucionales, dentro de las cuales se encuentran las
normas procedimentales.

Encontrando básicamente la diferencia de ambas en el grado de vulneración de las


normas ya que las de la prueba irregular, en la práctica, mayormente afectan a normas
de carácter procesal mientras que la prohibida o ilícita logra afectar el debido proceso,
dentro del cual se enmarca la protección de la dignidad humana y la protección de
derechos fundamentales, tales como: derecho a la integridad física, a la libertad
personal, a la intimidad, a la propia imagen, a la inviolabilidad de domicilio, al secreto
de las comunicaciones, entre otros.
Ahora cuales son los efectos que acarrea si es que se llegan a practicar o se obtiene
estas pruebas ya sea una irregular como una prohibida o ilícita:
En primer lugar, la irregular no reviste mucha gravedad o consecuencias significantes
importantes ya que esta se puede subsanar o convalidar y de esta manera corregir la
probanza de los hechos con otro modo y otros medios. Caso contrario sucede con la
prueba ilícita ya que como muy bien sabemos esta se obtiene mediante la afectación
de derechos fundamentales, esto quiere decir que no tendrá ningún efecto ni valor
legal por lo tanto estas pruebas no pueden ser tomadas como objeto de valoración por
el Juez ya que carecen de eficacia probatoria.
Un ejemplo claro de lo que esta expresado en las líneas previas, es el articulo 155
numeral 2 que nos dice lo siguiente: “Las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio
Publico o de los demás sujetos procesales. El juez decidirá su admisión mediante auto
especialmente motivado, y solo podrá excluir las que no sean pertinentes y
prohibidas por la Ley. Asimismo, podrá limitar los medios de prueba cuando resulten
manifiestamente sobreabundantes o de imposible consecución.
Como muy bien se sabe la prueba prohibida, que específicamente esta regulada en el
NCPP y conjuntamente en la Constitución Política del Perú, deviene en inutilizable e
inefectiva. Para esto en el sistema procesal penal actual que rige en el país, se aplica
un mecanismo de control como en otras legislaciones, el cual vendría a ser que el
momento de admisión de pruebas en la cual el juez debe realizar la exclusión total y
absoluta de estas pruebas, además esto también se puede realizar en otro momento
del proceso tal como en la investigación preparatoria, mediante solicitud al juez de
dicho momento.
Ahora habiendo delimitado las diferencias, los conceptos, el marco normativo donde
se encuentra regulada y efectos sobre el tema objeto de discusión, toca evaluar si es
que esta regla de exclusión de la prueba prohibida o ilícita puede también ser aplicada
en el ámbito del proceso civil peruano.
En el Código Procesal Peruano, existe un articulo en especifico que se encarga de
regular y que da por entendido que la prueba prohibida también esta inmersa e
incorporada en el proceso civil, este artículo es el 199, el cual se llama “ineficacia de la
prueba” y como muy bien sabemos toda prueba ilícita o prohibida reviste ineficacia e
inutilización, este textualmente dice lo siguiente: “Carece de eficacia probatoria la
prueba obtenida por simulación, dolo, intimidación, violencia o soborno.” Además,
esto se apoya en la propia Constitución Política del Perú, ya que esta regula en ciertos
artículos, la ineficacia de este tipo de pruebas:
Por ejemplo, en el artículo 2.10 de la Constitución referido al secreto y a la
inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados dispone lo siguiente:
“Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos solo pueden ser
abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento motivado del
Juez, con las garantías previstas en la ley. (…)”.
Además, en el Artículo 2.24.h de la Constitución referido a la libertad y seguridad
personal establece lo siguiente:
“Nadie debe ser víctima de la violencia moral, psíquica o física, ni sometido a tortura o
a tratos inhumanos o humillantes. (…)”.
De una u otra manera, entrando en la suposición de que no estuviese regulada esta
prueba dentro del Código Procesal Civil se usaría la interpretación sistemática y la
C.P.P entraría a suplir y apoyar este defecto legal, ya que es la norma suprema
protectora de los derechos fundamentales, dentro del cual se encuentra el debido
proceso y la defensa de la dignidad humana.
Ahora, ¿Qué pasaría si es que se propone como medio probatorio una prueba
prohibida dentro del proceso civil? Para esto el Código Procesal Civil regula tres
cuestiones probatorias: la tacha, oposición y la observación desde el articulo 300 hasta
el 304. En caso una de las partes ofreciera una prueba prohibida en el proceso, la parte
contraria estará facultada para formular oposición a la admisión de la misma,
debiendo ésta ser resuelta previo traslado a la parte contraria, en la sentencia .
El doctrinario Javier Villa García acerca del tema comenta lo siguiente: “…si la parte no
cuestiona la prueba prohibida. ¿Podría el Juez de oficio excluirla del proceso? Si, en la
medida que los hechos que originan su exclusión consten en el proceso y que el Juez,
de forma previa, lo hubiera puesto a conocimiento de las partes para que expongan lo
pertinente. Si el Juez, de oficio, en la sentencia, sin previamente ponerlo en
conocimiento de las partes, excluyese del proceso una fuente de prueba –y el medio
probatorio que lo incorporó- podría afectarse el derecho a probar de la parte que, de
un momento a otro y sin previo aviso, ve excluido del proceso una prueba relevante o
determinante. Cabe preguntarse si: ¿debe permitirse o no la actuación de la prueba
cuestionada como prohibida en la Audiencia de Pruebas? Como se sabe, la Audiencia
debe llevarse a cabo antes de que se emita la sentencia. Nuestro Código Procesal
-basado en consideraciones de economía procesal- permite que la prueba cuestionada
se actúe en la Audiencia de Pruebas y luego, en función de cómo se resuelva en la
sentencia el cuestionamiento, se determinará si procede o no que sea valorada por el
Juez.” (VILLA GARCIA, JAVIER,2013:385)
A manera de conclusión luego de haber hecho un análisis desde la valoración de la prueba
hasta la introducción de la prueba prohibida o ilícita, puedo decir que siempre el órgano
jurisdiccional al momento de realizar una valoración de pruebas debe enmarcarse en la
realización del debido proceso, de alcanzar a justicia como garantía de la dignidad humana,
formarse una convicción de acorde a derecho y con respecto a la incorporación de la prueba
prohibida o ilícita en el proceso civil es viable, y se debe incorporar siempre y cuando en la
práctica jurídica se tome en cuenta las excepciones que por jurisprudencia se dan de aquella y
además que vaya de acorde a la realidad procesal para que asi no se vulnere ningún derecho
de las partes al presentar las pruebas y el juez pueda tomar una decisión de acorde al
desarrollo correcto del proceso.

BIBLIOGRAFÍA
-GACETA JURIDICA (ABRIL, 2015) “Manual del Proceso Civil”. Lima, Perú. Imprenta
Editorial El Búho E.I.R.L
-SALINAS SICCHA, RAMIRO (22 DE JUNIO,2015) “Valoración de la Prueba”. Academia
de la Magistratura, Lima.
-VILLA GARCIA, JAVIER (MAYO,2013) “Proceso y Constitución: Las Garantías del Justo
Proceso”. Lima, Perú. Palestra Editores.

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