Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Doctrina de La Santidad - Raúl Zaldívar PDF
La Doctrina de La Santidad - Raúl Zaldívar PDF
Editorial CLIE
Galvani, 113
08224 TERRASSA (Barcelona)
LA DOCTRINA DE LA SANTIDAD
Un estudio histórico y sistemático
© por el autor
Depósito Legal: B. 16.608-2001
ISBN 84-8267-210-X
Impreso en los Talleres Gráficos de la M.C.E. Horeb,
E.R. n° 2.910 SE -Polígono Industrial Can Trias,
c/Ramón Llull, 20- 08232 VILADECAVALLS (Barcelona)
Printed in Spain
11
INTRODUCCION
15
Reseña histórica de la
doctrina de Santidad
a doctrina de la Santidad no recibió mucha atención
en los primeros siglos de la Historia de la Iglesia, de
ahí que no se encuentren obras sistematizadas que
expliquen con detalle esta forma de vida. Lo que sí huelga afirmar
es que en esta época hubo un énfasis marcado en la experiencia
de una vida santa.
Es así como en la era de los apologistas, la obra del Espíritu
Santo como doctrina quedó relegada a un segundo plano, ya que
en este momento histórico era de capital importancia dejar cla-
ramente establecido un sistema doctrinal respecto al Logos, su
deidad, su naturaleza, sus obras ínter alia. Los primeros puntos
sobre los cuales los teólogos se preocuparon en lo que a la
santificación concierne fueron:
1) La relación que la santificación guarda con la gracia de
Dios en la fe,
2) La relación de la santificación con la justificación;
3) El grado de santificación a la que se puede llegar en la vida
presente.
Los pecados cometidos antes del bautismo quedaban lavados
una vez efectuado éste, decían los teólogos, pero, qué ocurre con
aquellos que se cometían después, el hombre tenía que recurrir
a la penitencia y a las buenas obras. Tenía que llevar una vida
virtuosa y ganarse de este modo la aprobación del Señor. Bajo
77
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
A. DESDE EL INICIO
HASTA EL CONCILIO DE NICEA
Una vez entendido el mandato de la Evangelización mundial,
la prioridad de la Iglesia cristiana fue llevar el mensaje a todos
los rincones del imperio. Este hecho iba a suscitar una serie de
interrogantes y ataques mordaces por parte de la sociedad, tanto
judía como gentil, para quienes las enseñanzas predicadas no
tenían ningún valor.
Esta realidad hizo que los cristianos de la época pusieran las
barbas en remojo y dieran una respuesta, analizada y estructurada
a los ataques e interrogantes de la erudicción heterodoxa del
primer, segundo y tercer siglo. Uno de los factores que ayudó en
gran manera fue la conversión de intelectuales de gran calibre,
que una vez regenerados iban a convertirse en lo que la Historia
de la Iglesia llama los apologistas y maestros de la Iglesia? A
1
tn
Reseña histórica de la doctrina de Santidad
7. Morgan Pelagio fue un monje inglés que llegó a Roma a principios del s. V.
Durante su estancia en la capital romana escribió un libro sobre el pecado original,
y catorce libros exponiendo las cartas de San Pablo. Pelagio enseñó que la naturaleza
del hombre no se había corrompido por el pecado, y defendió el libre albedrío del
hombre. Según él, ningún hombre nace ni bueno ni malo, sino que todos nacen como
Adán, es decir, en estado neutral, ni santo ni pecaminoso, sino con total libre albedrío
para escoger cada día entre lo bueno y lo malo. Para mayor información Vide. Los
Cánones de Dort. Felire, 2' ed. 1982, pp. 6, 7.
8. Sobre el tema de la predestinación se recomienda altamente la tesis La Pre-
destinación. Escrita por el Profesor de Teología Bíblica, Ignacio Alonzo, Rector del
Seminario Teológico de Honduras, quien aborda el tema de una forma muy erudita.
9. El pensamiento de este reformador puede ser visto en: Calvino, Juan, Institución
de la Religión Cristiana. Felire. Países Bajos. 3 ed., 1986.
a
Reseña histórica de la doctrina de Santidad
C. DESDE LA REFORMA
HASTA LA ERA MODERNA
Hasta este momento todo el énfasis había estado en la persona
del Espíritu Santo, empero, con los reformadores la atención es
enfocada hacia la obra del Espíritu Santo. Es aquí cuando se
10. Otro de los teológos importantes de esta época es Tomás de Aquino. Este nació
en el año de 1224 a las afueras de Nápoles, en italia. Tomás de Aquino provenía de
la nobleza, ocupando su familia altos cargos púeblicos. Contra la voluntad de sus padres
se vuelve en un sacerdote dominico. Para una información completa de la biografía
de Tomás de Aquino Vide. González ... Op cit. p. 432 y ss. Acerca del pensamiento
de Tomás de Aquino desde una perspectiva filósofica, Hde. Hirschberger, Johannes.
23
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
Breve Historia de la Filosofía. Edit. Herder, Barcelona, 10 ed., 1982. pp. 126 y ss.
a
2. El movimiento Metodista
Un siglo después de Fox, surge en Inglaterra Juan Wesley, 16
27
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
29
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
20. Aunque los Teólogos Nazarenos como Wiley o Purkaiser no escribieron con
la brillantez de un Chafer o Berkhof, sí desarrollaron la doctrina de Wesley sobre la
Santidad como una segunda obra de gracia posterior a la justificación. Afirmando la
erradicación del pecado innato como la única posibilidad de vivir una vida agradable
a Dios.
21. El Seminario de Asbury está ubicado en Wilmore, kentucky y es una de las
instituciones de formación wesleyana más importantes.
22. El renacimiento produjo la renovación literaria, artística y científica de la
Europa de los siglos XV y XVI. En su sentido más general, el humanismo se refiere
al interés en los asuntos de este mundo, y en particular a la importancia del hombre
en la construcción de su propio destino. Los grandes humanistas de la época del
renacimiento mostraron una fe optimista en la capacidad del hombre para resolver sus
problemas y alcanzar alturas cada vez mayores.
23. Es la corriente filosófica liderada por Thomas Hobbes, John Locke y David
Hume ínter alia. Esta corriente sostiene que la experiencia sensible es en sí misma el
todo de la verdad. Ya no hay verdades eternas, absolutas y nada que no pueda com-
probarse científicamente es cierto. En otras palabras, es otra forma de ateísmo. Para
más información Vicie. Hirschberger, Johannes. Breve Historia de la Filosofía Op cit.,
pp. 185 y ss.
31
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
Santo como una persona, sino más bien como una manifestación
divina de Dios.
El levantamiento y aceptación de la Nueva Ortodoxia forzó
al liberalismo a examinar su minuta ideológica, dando como re-
sultado el nuevo liberalismo que niega la deidad de la tercera
persona de la Trinidad y la presenta como una mera función de
Dios.
En la Neo Ortodoxia el tema de la Santidad no tiene mayor
importancia. Barth predicó fundamentado en la Biblia aunque
aceptaba las posturas de la Alta Crítica, es decir, creía que el Texto
era falible. De ahí que tenía un concepto muy amplio de la
soberanía de Dios que se parece al universalismo, el cual enseña
que todos los hombres serán salvos. Esta postura elimina total-
mente cualquier esfuerzo humano por vivir una vida en sacrificio
vivo, agradable a Dios, pues al final todos los hombres serán
salvos. En resumen, ningún concepto sobre la Santidad de la vida
como una constante en el diario vivir del cristiano.
La Nueva Ortodoxia decayó muy pronto y surgió nuevamen-
te el liberalismo, recibiendo el nombre del Neo-Liberalismo,
teniendo como sus máximos expositores a Rudolf Bultman y 28
Paul Tillich. 29
dades alemanas y fue influenciado por varios teólogos liberales como Harnack y
Hermann. La publicación de su comentario sobre la Epístola a los Romanos fue una
de sus contribuciones más importantes.
27. Este movimiento fue fundado por Karl Barth. Siendo sus seguidores Emil
Brunner, Reinhold Niebuhr ínter alia.
28. R. Bultmann (1884-1976). Estudió y enseñó en varias universidades alemanas
antes de llegar a ser profesor de estudios neotestamentarios en Marburgo, en el año
de 1921. Ocupó esta cátedra hasta que se retiró el año de 1951. Es uno de los pioneros
en el desarrollo de la Crítica de Formas. Hizo famoso el término «desmitifícación»
cuando introdujo la idea en un ensayo de 1941 titulado: Nuevo Testamento y Mitología.
Su sistema de teología presenta una reinterpretación total del Evangelio en términos
de una filosofía inspirada por el existencialismo de Kierkegaard y Heidegger.
29. P. Tillich (1886-1965). Este pensador neo liberal, fue hijo de un pastor luterano
de Alemania. A sus 25 años recibió su doctorado en filosofía y sirvió como capellán
en la Primera Guerra Mundial. Fue profesor de varias universidades en alemania y
33
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
E. DESDE EL PENTECOSTALISMO
HASTA NUESTROS DÍAS
En este contexto de descomposición doctrinal y moral surge
el pentecostalismo como un instrumento de Dios para lavarle la
cara a muchos que se encontraban sumergidos en el lodo
cenagozo del liberalismo. El cambio era impostergable, era ne-
cesario que algo ocurriera, algo que sacudiera los Cimientos de
la Iglesia nuevamente. Y es así como se dan los famosos avi-
vamientos de Topeka en Kansas y Azusa Street en California,
30
3/í
Reseña histórica de la doctrina de Santidad
Preguntas
para ampliar el estudio
Introducción al Estudio
de la Doctrina
de Santidad
y por ende para tener una base que fundamente una vida práctica
sin prejuicios, porque está escrito que: sin Santidad nadie verá
al Señor? %
A. LA DOCTRINA DE SANTIDAD
DESDE UNA PERSPECTIVA TEOLÓGICA
Las Sagradas Escrituras no contienen ni un ápice de Teolo-
gía, lo que significa que la teología es humana y no divina, es
36
de Wiley.
En primer lugar, afirma que «Es el acto de Dios», esto sig-
nifica que es una obra divina en la cual el hombre no puede
intervenir. El segundo elemento que menciona es que la Santidad
es «subsecuente a la regeneración», esto quiere decir que no se
realiza cuando una persona es justificada, es decir, cuando se
arrepiente de sus pecados, sino como una segunda obra de gracia.
El tercer punto que resalta es el hecho que el cristiano «es librado
del pecado original», aseverando en forma expresa que el pecado
innato debe ser extirpado y la naturaleza depravada debe ser
destruida para vivir una vida de Santidad. En cuarto lugar señala
que es en este momento que el cristiano es «traído a un estado
de entera devoción y a una obediencia santa», es decir, que una
persona regenerada y justificada no tiene la capacidad de vivir
una vida de devoción a Dios. Otro punto es la forma como esto
se opera, la cual es mediante «el bautismo con el Espíritu Santo»,
41. Wiley, Orton. Introducción a la Teología Cristiana, p. 348.
42. Pide. Hebreos 12:14.
43
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
45
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
47
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
B. GENERALIDADES DE LA DOCTRINA DE
SANTIDAD
El concepto que se tenga de la Santidad es en realidad lo que
derterminará la perspectiva del estudio que se haga de la doctrina.
Empero antes de llegar a ese punto trascendental, es necesario
abordar una serie de aspectos que en este epígrafe se mencionan
como generalidades, que son muy útiles para captar una dimen-
sión panorámica de este pensamiento.
1. Propósito y finalidad de la Santidad
El propósito de la Santidad en el hombre es que éste disfrute
de todas las riquezas de la gracia que Dios ofrece a los creyentes,
así como de librarlo del poder de las obras de la carne. Ahora,
la finalidad última es que el hombre viva una vida bajo la au-
toridad del Espíritu Santo para que sea un luminar enmedio de
una generación maligna y perversa.
Los términos: propósito y finalidad aparentemente son sinó-
nimos, pero existe entre ellos una sútil diferencia, el propósito de
la Santidad es darle un corazón limpio (Ez. 36:25-27) y la fina-
lidad es que el hombre disfrute del poder que se experimenta
cuando se vive bajo la autoridad de Dios. (Hch. 1:8).
Esta es la perfecta voluntad de Dios, que los hombres vi-
53
53
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
2. Razón de la Santidad
La razón de la Santidad no se encuentra en las especulacio-
nes humanas o en el racionalismo. El hecho es que la base de la
doctrina de la Santidad se encuentra en la revelación y no en la
razón, Levítico 19:2, p. ej., señala cuál es la razón de la santidad:
«Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y
diles: Santos seréis, porque santo soy yojehová, vuestro Dios».
55
M DOCTRINA DE LA. SANTIDAD
niegan la eficacia, «estos son los que entran por las casas,
y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecado, lleva-
das de diversas concupiscencias que siempre aprenden y
nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad»
(2 Ti. 3:4-7).
57
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
4. La Naturaleza de la Santidad
La Santidad a todas luces se refiere a la pureza moral, 56
59. Fueron los profetas los que dieron una expresión clara y definitiva a esta
verdad. La declaración de Isaías es definitiva: Santo, Santo, Santo. Vide. Isaías 6:3.
60. En Deuteronomio, capítulo 28, puede observarse esto. Bendito si haces esto
y maldito si no lo haces. Las justicia por obras de la ley apunta directamente a una
Santidad eminentemente ética. Fundamentada en el acto humano.
jen
Introducción al Estudio de la Doctrina de Santidad
63
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
Preguntas
para ampliar esestudio
El problema dual
del pecado
y su remedio
Pecado viene de la palabra griega hamartía, que significa
errar en el blanco. Cuando el hombre no acierta en hacer la
voluntad de Dios y cada actuación suya sólo significa crear un
entorno de miseria espiritual, el hombre ha errado en el blanco
y, como consecuencia, ha pecado.
El Texto Bíblico nos da un vislumbre del origen del pecado
en textos como Isaías 14 y Ezequiel 28, pero no nos amplía más
el tema, de ahí que al afirmar que Dios creó a la criatura con libre
albedrío, trae como única consecuencia lógica que el origen del
pecado fue el abuso de libertad moral que Dios había concedido
a la criatura, de tal suerte que cuando el Lucero Hijo de la Manaña
abusó de esta libertad, el pecado que existía en potencia se con-
vierte en acto y Dios tuvo que actuar.
En las esferas humanas, el pecado entra por una influencia
maligna de Satanás sobre el hombre, lo que provoca una serie de
decretos divinos, que para efectos de este estudio, el más im-
62
63. L.S., Chafer. Teología Sistemática, op. cit. p. 675. Refiriéndose al pecado,
Carlos Spurgeon señaló que era la locura del peor género. Vide. Sermones Sectos. Pan
Bastante y Sobrante, de Carlos Spurgeon.
67
LA DOCTRINA DE LA SANTIDAD
3. El Remedio
El remedio divino para el pecado personal y voluntario es la
justificación o perdón de pecados que Dios provee al hombre en
su infinita misericordia, de ahí todo el esfuerzo del Apóstol Pablo
en la Epístola a Romonas por explicar este tema tan fundamen-
tal de la teología cristiana. Para entrar en materia, el primer paso
65
B. EL PECADO ORIGINAL
La condición en la que nacen todos los seres humanos se
designa en la Teología con el nombre de peccatum origínale o
pecado original, por las siguientes razones:
• Porque se deriva del tronco original del raza humana.
• Porque está presente en la vida de cada individuo desde el
momento de su nacimiento hasta su muerte.
• Porque es la raíz interna de todos los pecados actuales que
manchan la vida del hombre.
Es importante señalar que es erróneo que este término im-
plique en alguna forma que el pecado así designado pertenezca
a la constitución original de la naturaleza humana, puesto impli-
caría que Dios creó al hombre como pecador y esto no obedece 67
a la verdad.
1. La Naturaleza Heredada
Dios creó la naturaleza humana antes de la caída, la cual
reflejaba la imagen y la semejanza de Dios. En su significado
secundario, el término naturaleza designa la perversión de la
naturaleza, con sus impías disposiciones, las cuales fueron engen-
dradas por la caída.
Esta naturaleza se manifiesta en dos formas: inclinación al
mal, que es la que generalmente sirve para identificarla, y depra-
vación, que es la inhabilidad para hacer aquella clase de bien que
puede agradar a Dios.
67. Según Lutero somos contados por Dios como culpables, debido al pecado
íntimo que heredamos de Adán. Calvino habla en sentido parecido. Sostiene que, puesto
que Adán no solamente era nuestro padre, sino el tronco de la raza humana, todos sus
descendientes nacen con una naturaleza corrupta; y que, tanto la culpa por el pecado
de Adán como su propia e innata corrupción se imputan a sus descendientes como
pecado. El desarrollo de la teología representantiva trajo a primer plano la idea de Adán
como representante de la raza humana, y condujo a una distinción más clara entre la
transmisión de la culpa y de la corrupción del pecado de Adán. Sin negar que nuestra
corrupción natural también constituye culpa a la vista de Dios, la teología representativa
acentúa el hecho de que hay una imputación inmediata de culpa de Adán a todos los
que él representa como cabeza federal de la humanidad. Vide. Berkhof, Louis. Teología
Sistemática, op. cit., p. 285.
70
El problema dual del pecado y su remedio
72
El problema dual del pecado y su remedio
70. Si somos verdaderamente nacidos de Dios, tenemos una fe que no puede dejar
de vencer el mundo. Podemos pecar, pecaremos, pero el proceso de santificación nunca
puede detenerse por completo. Dios está obrando en nosotros y continuará perfeccio-
nándonos hasta el día de Cristo. Vide. MacArthur, John. ElEvangelio Según Jesucristo.
Casa Bautista de Publicaciones. El Paso. 1991, p. 32.
71. Vide. Gálatas 2:11 y ss.
74
El problema dual del pecado y su remedio
75
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
Preguntas
para ampliar el estudio
La Doctrina de Santidad
en la Revelación
y la Razón
A. LA DOCTRINA DE SANTIDAD EN
LA REVELACIÓN
Cuando se habla de la demostración de la doctrina de San-
tidad nos referimos a toda la argumentación lógica que pone de
manifiesto la verdad de una proposición llamada tesis, mediante
otras proposiciones verdaderas, de las cuales necesariamente de-
riva. Este es el trabajo que se efectuará bajo este epígrafe; el de
73
exposición.
78
ta Doctrina de Santidad en la Revelación y la rRazón
a. La Santidad de Dios
Es evidente, a partir de lo que se ha visto, que para las
Escrituras el único Santo per se es Dios. La Santidad es la cua-
lidad única y exclusiva de la divinidad. Isaías usa el término con
este sentido no menos de treinta veces, cuando habla de «El Santo
de Israel». La Santidad es un predicable de todo lo que se en-
75
80
ta Doctrina de Santidad en la Revelación y la rRazón
R4
ta Doctrina de Santidad en la Revelación y la rRazón
87
1
LA DOCTRINA DE LA SANTIDAD
i
B. LA DOCTRINA DE SANTIDAD EN LA RAZÓN
Una vez efectuado un recorrido por la Revelación Divina, es
menester recurrir a la razón humana para abordar el tema de la
Santidad, es por eso que este apartado tiene como propósito desa-
rrollar toda una argumentación que demuestre el imperativo in-
soslayable de vivir una vida de Santidad y que cree conciencia
en el individuo de la importancia del testimonio de la vida en un
mundo que demanda hechos, no palabras.
Para lograr el cometido se enunciaron veinte tesis para de-
mostrar la urgencia de vivir una vida de Santidad. 95
95. Wood, J. La Perfección Cristiana. Beacon Hill Press. Kansas. 1952, p. 95.
88
ta Doctrina de Santidad en la Revelación y la rRazón
92
ta Doctrina de Santidad en la Revelación y la rRazón
Preguntas
para ampliar el estudio
93
Capítulo V
El proceso
de la Santidad
en el creyente
La Santidad es producto de una operación divina que se opera
en el alma del hombre, por medio de la cual, aquella disposición
malvada e inicua es sustituida por una disposición santa, nacida
en la regeneración y que ahora queda totalmente fortalecida.
Es indiscutiblemente una obra que opera Dios, aunque el
hombre puede cooperar y se espera que coopere mediante el uso
adecuado de los medios que Dios ha puesto delante de él, como
ser la Palabra, los sacramentos y la providencia.
La Palabra es el principal medio utilizado por el Espíritu
Santo para la santificación del hombre. La Palabra en sí misma
no tiene la eficacia adecuada para santificar al creyente, sin em-
bargo se adapta de manera natural para ser el medio de santifi-
cación en la forma en que la utiliza el Espíritu Santo. Ella presenta
todas las condiciones objetivas para ejercicios y hechos santos.
Sirve para excitar la actividad espiritual presentando motivos,
prohibiciones, exhortaciones, etc.
Los sacramentos, que siempre están supeditados a la Palabra,
contienen una representación viviente de la verdad, la cual el
Espíritu Santo utiliza como ocasión para ejercicios santos.
Los actos providenciales de Dios, tanto los favorables como
los aparentemente adversos, son con frecuencia medios podero-
95
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
96
El proceso de la Santidad en el creyente
QQ
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
108
Preguntas
para ampliar el estudio
109
Capítulo VI
La evidencia
de la Santidad
en el creyente
114
La evidencia de la Santidad en el creyente
110. Spurgeon, Charles. The Soul Winner. Pilgrim, Usa. 1978, pp. 32 y 33.
115
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
esa obra de Santidad será sin ninguna discusión las reacciones del
creyente ante los grandes problemas de la vida.
A continuación se efectuará una sucinta exégesis del Fruto
de la vida de un hombre santificado. Para su desarrollo se ha
dividido en tres partes:
1) El Fruto del Espíritu Santo que se relaciona con Dios
2) Que se relaciona Unos con Otros
3) Que se relaciona con Nosotros Mismos
111. Howard, R.E. Gálatas Comentario bíblico Beacon. Casa Nazarena. Kansas.
1965, pp. 109 y ss.
116
La evidencia de la Santidad en el creyente
b. Gozo y paz
La palabra gozo viene del vocablo griego chara, y paz del
vocablo griego eirene. Ambos están vitalmente relacionados,
ul
c. Templanza
La palabra Templanza viene del vocablo griego egkrateia. 119
118. Cf. Graham, Billy. The Holy Spirit, op. cit. pp. 304, 305.
119. Howard, R.E. Gátatas Comentario, op. cit. pp. 109 y ss.
120. Cf. Graham, Billy. The Holy Spirit, op. cit. pp. 308, 309.
120
La evidencia de la Santidad en el creyente
121
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
Preguntas
para ampliar el estudio
122
Conclusiones
A. CONCLUSIÓN GENERAL
I
Como ha podido constatarse, la doctrina de Santidad es todo
un pensamiento estructurado que demanda un estudio serio y
dedicado de parte de los pastores y maestros de la Iglesia del
Señor, empero sobre todas las cosas, es una realidad que exige
del hombre, hechos más que palabras, pues vivimos en un mun-
do donde se habla mucho pero se vive poco. Este es el gran
desafío de la Iglesia, vivir de tal manera que despierte un deseo
profundo en las personas de ser seguidores de Jesucristo en un
contexto lleno de materialismo, tecnología, filosofías humanistas,
entre otros.
II
Siempre es mejor vivir una enseñanza teniendo un fundamen-
to teórico sólido, bíblico, de ahí la importancia de la sistemati-
zación de la doctrina de Santidad. Esto ha dado lugar a un nutri-
do debate entre las diversas escuelas de pensamiento teológico
sobre el contenido de esta teología; esto, como es obvio, ha
suscitado dudas e interrogantes que demandan una respuesta
clara y contundente.
III
Muchas veces no se puede afirmar algo como blanco o negro,
es preciso efectuar matizaciones y llevar a cabo análisis de los
123
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
B. LA HISTORICIDAD DE LA DOCTRINA DE
SANTIDAD
I
El Montañismo es el primer movimiento de origen cristiano
que se interesó por la vida de Santidad. Aunque el Montañismo
siguió un camino que la Iglesia consideró herético, fue el primer
esfuerzo del hombre, que registra la Historia Eclesiástica, por
vivir una vida de Santidad.
II
La Santidad es una experiencia que Dios concede al hombre
para que viva enmedio de una sociedad corrupta, enmedio de la
cual lo exhorta a ser un luminar. De ahí el error del Monasquismo,
de huir del pecado y enclaustrarse en monasterios para vivir una
vida de contemplación donde tampoco escaparon de la epithumía
del corazón. La Santidad es una experiencia que hay que vivirla
en los antros de pecado más profundos de esta sociedad. La luz
nunca se pone debajo del almud, sino sobre la mesa, para que
alumbre.
III
La Santidad es una experiencia que se da por iniciativa de
Dios. El hombre depravado con una naturaleza corrupta no tiene
la capacidad de poner en movimiento la voluntad soberana de
Dios. San Agustín dejo suficientemente claro esta incapacidad
humana en contraposición a la herejía formulada por Morgan
Pelegio. Esta puede ser la contribución más importante de la Edad
Media en lo que a la doctrina de Santidad se refiere.
124
Conclusiones
IV
La doctrina numinosa de la Santidad fue exaltada, enseñada
y vivida por los reformadores ingleses Fox y Wesley, quienes
sacaron del oscurantismo religioso uno de los más conspicuos
dogmas de la Teología, la Santidad. El enfoque teológico de estos
reformadores fue diferente al que tradicionalmente se había
manejado. Se habló por primera vez de la Santidad como una
segunda obra de Gracia que incluía la erradicación del pecado
original.
V
Después del extraordinario avivamiento de Inglaterra, surge
la escuela alemana con su liberalismo teológico, dando al traste
con el tradicionalismo doctrinal que se había desarrollado hasta
ese momento. La característica fundamental de este momento fue
el desprecio manifiesto por lo sobrenatural y la racionalización
de cada uno de los aspectos del Texto. La Santidad era una simple
doctrina que quedaba relegada al subjetivismo del creyente. Lo
que él decidiera que era santidad, eso era santidad. Tal era el
pensamiento de F. Schleiermacher.
VI
En medio de este contexto de liberalismo surge el movimien-
to pentecostal con un concepto diferente en todos los ámbitos de
la vida de la Iglesia. Causa una revolución litúrgica nunca antes
vista y presenta un nuevo concepto de Santidad que dejó pasma-
dos no sólo a los laicos de la Iglesia, sino a los maestros y docto-
res que arremetieron con vehemencia para contrarrestar lo que
ellos consideraron, en aquel momento, una herejía.
Los pentecostales enseñaron que la santificación es una se-
gunda obra de gracia, empero con la evidencia estricta de hablar
en lenguas. Este fue el signo de lo que después se denominó el
Evangelio completo.
125
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
V
La epithumía solamente es debilitada, nunca destruida. Esto
reafirma que la naturaleza adámica queda en el suelo, pero no
destruida. La Santidad humana es imperfecta. Esto significa que
el cristiano jamás será quimicamente puro, que siempre estará en
su corazón la raíz de orgullo, codicia, ira y demás obras de la
carne. Y esto más, habrá siempre una batalla interna entre la carne
y el espíritu.
VI
El hombre santificado siempre vence y esto es importante
entenderlo para no efectuar afirmaciones en el sentido que sos-
tener este pensamiento, significa ipso facto otorgar licencia para
pecar a los cristianos. Esta es una falacia creada por pensadores
fanáticos que no se han tomado la molestia de analizar reposa-
damente esta sintésis teológica.
VII
La santificación no implica en ningún momento la erradica-
ción del pecado innato y reconoce la lucha continua del cristiano
en su deseo de vencer las obras de la carne. Uno de los aspectos
fundamentales de esta declaración es el triunfo final del espíritu
sobre la carne.
127
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
II
La Santidad es una obra imputada por el Espíritu Santo. Esto
significa que el hombre santificado, como está sujeto a tentacio-
nes, muchas veces incurrirá en pecado, pero esto no quiere decir,
que el hombre santificado practica el pecado. El cristiano peca
por vía de excepción no como una practica consuetudinaria.
III
El cristiano, cuando peca, siempre acude, sin ningún temor,
al paracletos quien intercede ante Dios para el perdón y el res-
tablecimiento de la relación. Esta es la realidad del hombre hasta
el día que sea como los ángeles del cielo.
E. LA SANTIDAD EN LA REVELACIÓN
Y EN LA RAZÓN
I
La Santidad no es producto del racionalismo, sino producto
de la revelación, pues como asevera el Obispo Foster: «La San-
tidad late en la profecía, ruge en la ley, murmura en las narra-
ciones, susurra en las promesas, suplica en las oraciones, irradia
en la poesía, resuena en los Salmos, musita en los tipos, resplan-
dece en las imágenes, enuncia en el lenguaje, y quema en el
espíritu de todo el sistema desde el Alfa hasta la Omega, desde
el principio hasta el fin. La Santidad necesaria, la Santidad re-
querida, la Santidad un deber presente. Un privilegio actual, un
gozo presente, es el progreso y complemento de su maravilloso
tema. Es la verdad brillante por doquier, mezclándose por toda
la revelación, la verdad gloriosa que irradia, susurra, canta y grita
en toda su biografía, poesía, profecía, precepto, promesa y ora-
ción; la gran verdad central de todo el sistema. Es una lástima
que no todos la vean, que no todos la consideren, es una verdad
tan conspicua, tan gloriosa y tan llena de consuelo».
128
Conclusiones
II
El derramamiento del Espíritu Santo es un acontecimiento en
el que el cristiano recibe un don del Espíritu Santo, en virtud de
su decisión de morir al yo y vivir para Cristo, y de esta manera
llevar a cabo la extraordinaria tarea de predicar el Evangelio por
todos los confínes de la tierra. Este regalo de Dios es la capaci-
dad de ir por el mundo y predicar la Palabra, ser instrumentos
de Dios en la realización de milagros para vindicar el mensaje
hablado.
III
El bautismo del Espíritu Santo es simplemente estar bajo la
autoridad del Espíritu Santo, es decir de Dios mismo. El ser hu-
mano que somete su vida sin ninguna clase de reservas a la so-
beranía de Dios, esa persona, está ipso facto bautizada en el
Espíritu Santo. La consecuencia lógica de tal acontecimiento en
la vida de una persona es una vida de Santidad no solo en su
dimensión ceremonial o posicional, sino en la dimensión ética.
IV
Cuando un individuo, por la misericordia de Dios, tiene la
oportunidad de escuchar la Palabra de Dios y de decidir acerca
de su vida, si éste confiesa sus pecados y pide a Dios que tome
las riendas de su existencia, esa persona está siendo bautizada con
el Espíritu Santo ipso facto. por el simple hecho que su voluntad
ha sido puesta bajo la soberanía del Espíritu Santo. El bautismo
del Espíritu Santo no es una segunda obra de gracia, ocurre en
el momento de la regeneración del alma.
V
La llenura del Espíritu Santo es una obra divina que depende
exclusivamente del hombre. Sí éste alimenta su hombre interior
con los nutrientes de la Palabra, participa de la comunión de los
santos, de la oración, sacramentos, la consecuencia lógica es que
129
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
G. LA EVIDENCIA DE LA SANTIDAD
I
La evidencia de que un individuo ha sido santificado ente-
ramente es la presencia del fruto del Espíritu Santo manifestado
en su relación con Dios y sus congéneres en la vida cotidiana.
130
Conclusiones
II
Afirmar que existe otra evidencia de la vida santa es como
buscarle tres pies al gato. El fruto del Espíritu Santo es una ex-
periencia permanente en la vida del creyente, sin embargo, se
hace evidente en aquellas situaciones difíciles y duras por las
que atraviesa el cristiano. Cuando la tendencia lógica y normal
es la ira, la envidia, el egoísmo, la muerte, la reacción del cris-
tiano debe ser exactamente la contraria: amor, paciencia, mise-
ricordia, etc. Si bien es cierto, algunas veces cederá en lo que
se relaciona con las obras de la carne, rectificará porque su
naturaleza divina que le influenciará de tal forma que no tendrá
otra alternativa. El hombre santificado, es un individuo que
pertenece a otra estirpe.
III
Cuando el fruto del Espíritu es evidente ante propios y ex-
traños, Dios es glorificado en gran manera y este hecho será
utilizado por el Espíritu Santo en su magnífica obra de conven-
cer al mundo de pecado, juicio y justicia. Esta es la forma como
el Evangelio crece y se ensancha en el reino de las tinieblas,
porque este no es un asunto de palabras solamente, es un asunto
de hechos.
131
Anexo
El Abecedario
del camino de
Santidad 21
121. Salgado, Emilio. Santo, Santo, Santo. R. Antillon. Guatemala. 1988, p. 35.
133
LA DOCTRINA DE IA SANTIDAD
135
Bibliografía
138
Bibliografía
139