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Yo lo imagino una persona así, sin tiempo para nada ni para dormir,
pura idea nueva. Debe haber sido más bien nervioso, muy vivaz, muy
rápido de mente y de palabra, y seguramente muy inquieto. Era
como una idea vibrando.
-Como no.
-Creo que sí. Los que indudablemente tuvieron buena suerte fueron
los españoles, y más mala suerte que Martí tuvimos luego todos
nosotros. Porque, como dice esa canción que nos quieren quitar:
Martí no debió de morir, ¡ay, de morir...! Otro gallo hubiera cantado.
Con Martí vivo, esa guerra no hubiera terminado como terminó.
-Me dijeron que no podía trabajar en nada que tuviera que ver con la
revolución. Y cuando protesté («Pero si aquí la revolución lo es
todo»), con la mejor de las sonrisas me dijeron que lo interpretara
como quisiera. Con esas palabras, a mi me botaron de Cuba. Pero ni
siquiera en ese momento tan nefasto, la tentación fue irme para
cantar y hacerme rico, sino por apartarme de aquellos los hombres
tan imbéciles, despreciables y absurdos. No me cabe la menor duda
de que, aun dentro de Cuba, yo podría vivir muchísimo mejor que
como vivo. Y si no lo hago es por vergüenza.
- Si ... «Debo partirme en dos», por ejemplo fue una canción hecha
para joder, o «Resumen de noticias», una canción muy desgarradora.
Yo estaba suspendido por la radio y la televisión, con toda la
mitología de un niño malo detrás. Era algo que me dolía muchísimo,
que me laceraba realmente.
-¿Hay actualmente en Cuba algo que anda mal y a lo que les has
cantado?
-Es obvio que hay muchas cosas que andan mal en Cuba, y si
estamos en esa crisis no es solamente por el bloqueo o por el
derrumbe del campo socialista, sino por cosas que hemos hecho mal.
A lo mejor a algo de eso no le he cantado, quizá porque se me ha
escapado, o porque sencillamente no he tenido deseos de cantarle.
-Yo escribí esa canción en 1990 o 1991, y veo esa realidad como
resultado de nuestra crisis económica, donde siempre resurgen esas
lacras y esos vicios sociales. Y no digo lacra como una puñalada.
Sencillamente es el precio que nos hace pagar el constante deterioro
de la economía de nuestros países. Males que nosotros criticábamos y
nos afanábamos tanto en mostrar que habían sido desterrados de
Cuba, nos han vuelto a tocar. Cicatrices que creíamos cerradas se
han vuelto a abrir.
-Supongo que alguna vez habré dicho alguna grosería, y mal carácter
supongo que también he tenido, pero no creo que esa sea una
conducta que predomine. Con una o dos veces que haya sucedido, la
gente se ha encargado de sacarle fotocopias de todos los tamaños y
colores.
BUENOS AMIGOS
-Le pueden decir que por mí sí. Lo mismo que he dicho siempre. He
sido invariable en ese sentido.
MI FANTASMA
En esa época se solía pensar que los trovadores eran unos viejitos
que se reunían a cantar con voces desafinadas y roncas. No había
una divulgación ni un rescate de nuestra historia musical.
Desde que cogí la guitarra, lo hice con la idea de decir mis propias
cosas. Siempre tuve la certidumbre de que tenía mis propias cosas
que decir. Ahora, después de un trabajo profesional de años, de
haber aprendido un poco de música, de poder analizar con más
elementos y rigor algunas cosas, me doy cuenta que mis canciones
siempre tuvieron una intención diferente a lo que se oía en aquel
momento. Aunque fueran canciones de amor, siempre planteaba las
cosas de una manera diferente. En aquella época, empecé a leer a los
clásicos del romanticismo: Lord Byron, Bécquer, Hoffman, todos ellos.
Después me entusiasmó mucho la obra de Poe. Y aún hoy soy un
seguidor de algunas de sus enseñanzas.
El problema es que hay que hacer memoria de todo ello porque las
cosas que sucedían en aquella época, o que no sucedían en la
televisión, hoy día pueden parecer completamente risibles y
absurdas.
Pero era la realidad cotidiana, como por ejemplo, que las mujeres no
podían salir en minifalda en la televisión. Estaba prohibido. Los
hombres no podían salir con melena. A no ser los barbudos. Era la
época en que ni siquiera se podía hacer un tiro de cámara donde se
vieran las luminarias del estudio porque estaba en contra de lo
establecido para el buen que hacer de la televisión.
-El tropicalismo.
Así empieza todo. Leo y yo fuimos los primeros que nos trasladamos.
Y mi carné del ICAIC está fechado: primero de abril de 1969. Ya
habíamos hablado de los posibles integrantes del grupo: Pablo
(Milanés), Noel (Nicola), etc. Pero todavía quedaba hablarlo con
Alfredo. Todo eso ocurre en los primeros meses de 1969.
-Increíble.
- En esa época esas cosas pasaban. Se hacían esas cosas. Nada, eran
los castigos que te mandaban. Era una cosa completamente loca.
- El 28 de enero.
-¿Ya leo tenía claro qué quería hacer con el grupo, que no se limitara
a hacer música para cine?
Por lo menos yo, te lo confieso que sí, eran las que más entendía. Leo
nos enseñó, por ejemplo, a componer en colectivo. A estructurar una
obra, a repartir las partes bajo un mismo concepto y que en
determinado momento fuera una forma expresiva la que
predominara, que sucediera a otra, que hubiera un puente, que
hubiera una tercera, una cuarta, una quinta, etc. leo tenía una forma
de enseñar que era muy acelerada. Él siempre dijo que toda la
música se podía condensar muchísimo.
Es una manipulación que puede estar dada - yo nunca pienso que por
la mala fe- por equivocación, por un error de concepción, por darle
cabidas a sentimientos que no son los mejores, ni los más humanos,
ni los más solidarios, que no son los más altruistas, ni son los más
dignos de un ser humano. No son los que hubieran apoyado Martí ni
el Che.
-En el año sesenta y ocho empieza uno de los primeros líos, cuando
Padilla gana el Premio de poesía de la UNEAC.
- Pienso que eso se pudo haber evitado. Hubo gente que alimentó eso
y los mismos que lo alimentaron después se fueron.
exactamente
- Yo pensaba que sí, que quizás en el futuro iría a otro sitio, pero no
suponía el futuro de esa forma. O sea, yo estaba muy concentrado en
aprovechar lo que tenía en ese momento porque fue mi primera gran
oportunidad de hacer música con muy buenos músicos, aprender
mucho de todo el mundo.
-Y siendo joven.
Soy un poco aficionada a los signos, sin llegar a ser fanática. Silvio es
un Sagitario perfecto, un arquero con expresión legendaria, siempre a
la búsqueda y combate de lo injusto.
Silvio, que siempre fue especial para los que lo conocimos de cerca,
se hizo especial para mucha gente, en muchos países; se convirtió en
un ídolo de todos los que piensan y de los que creen que la vida debe
ser mejor, que solo el hombre puede hacerla mejor...
Sus hijos son Violeta, Silvio Lian y Jose Ernesto, su copia fiel.
Cuando Silvio regresa a casa tiene que acallar a los perros Snoopy y
Momo, que no se duermen hasta que el amigo les lleva leche; se
vuelven todo lenguas y meneo de colas. Luego viene el sueño
reparador, ese en que, nunca he dudado, se remonta hasta las
galaxias vecinas.
No hay diferencia entre ser niño y ser rebelde; diría que es casi una
redundancia. Sobre todo porque nos educan bastante mal. Nos meten
muchas ideas: niño, no hagas esto, no hagas lo otro, esto es malo,
esto es bueno; y el niño se rebela cuando ve una contradicción entre
lo que le han contado de cómo deben ser las cosas y como ve cómo
es la gente. Ahí nace la rebeldía, y por eso te digo que no es nada
contradictorio esto. Cuando uno es niño es cuando se enfrenta a las
contradicciones por primera vez. Y ese germen de las contradicciones
comienza a convertirse -por elementos de carácter o genéticos- en
cosas que te aplastan o que te impelen.
Yo no creo que sea tan cortante con el público cubano o con cualquier
otro público. Yo creo que ha habido momentos (algunos
desafortunados) en que ha habido conflictos con el público cubano y
con otros públicos también. No son los momentos que yo recuerdo
con más felicidad. Son los malos momentos.
V. Sonorama 6
Sonorama 6 fue un grupo que fundó Martín Rojas, el actual
guitarrista de Omara Portuondo. Fue un grupo que, en el momento
en que yo me incorporo a la vida profesional -en el año 67-, estaba
«interrupto». No sé qué tipo de problema tenía. En realidad, eran
jóvenes que hacían una música un poco distinta a lo que se esperaba,
a la expectativa oficial en cuanto a la cultura en aquel momento. No
era un grupo nada desdeñable. Estaba formado por Martín Rojas, que
era su director, arreglista y guitarrista; Eduardo Ramos, que también
tocaba la guitarra y el bajo; Carlitos del Puerto, tocando el bajo;
Enrique Plá en la batería; Changuito en la percusión cubana; Carlos
Averoff en el saxo. Era «casi nada» ese grupo. Era «grandes ligas».
No quiero dejar de mencionar a Aurelio, que era trombonista. Nunca
más lo he vuelto a ver pero me han dicho que anda por ahí, por una
orquesta. El tocaba el piano porque no había quien lo tocara. Ese era
el grupo.
Realmente son esas cosas que uno espera ver. Vi una ballena blanca
el día que cruzamos la línea del Ecuador. Una ballena blanca nos
siguió desde lejos. La vimos todos, a veces a través de prismáticos.
Yo me imaginé que era Moby Dick, aunque no le vi los arpones y
muchísimo menos al capitán Ajab aferrado a ella. Fueron tantas
cosas! Ese viaje fue extraordinario. Trabajé (un poco, no demasiado,
no me quiero hacer el héroe del trabajo ni mucho menos) en las salas
de proceso, o sea, procesando el pescado. Ayudé a sacar a cubierta
unos cuantos chinchorros (bastantes, por cierto). Ese trabajo sí me
apasionaba porque era muy activo, muy peligroso y motivador para
mis 22 años. Hice 70 y tantas canciones en esos cuatro meses.
Escribí un libro, llevé un diario y recibí ciento y tantos telegramas. El
telegrafista del barco se volvía loco. Además, eran telegramas
rarísimos; todos mis amigos escribían telegramas muy raros. Eran
telegramas en clave, parecían cosas de espías, no parecían cosas de
gente normal. Yo los tengo por casa. Algún día voy a publicar
algunos. El libro es de poemas. No me acuerdo cómo se llama. Por
ahí está. Es publicable, todo es publicable aunque no todo tiene
interés.
Hay una onda entre los silviófilos de cómo yo hago una canción así,
pero nunca sustentada con un criterio específico de confección. En
este caso, impugnan el texto. El texto es llano, no tiene ningún tipo
de pretensión, es absolutamente narrativo, casi de crónica. Pienso
que la intención se anuncia en el mismo título: «El extraño caso de
las damas de África». Es una broma y yo creo que no hay que perder
el sentido del humor. Es una canción infantil, para los niños. No
habría que olvidar cuando uno fue niño y tuvo ilusión de comerse un
dulce que tenía guardado, y cuando lo fue a buscar no lo encontró.
No habría que olvidar ese instante de la niñez. Esa frustración: ¿quién
me comió esto?! Además, la canción no es inventada. Es una de mis
pocas canciones que no es inventada. Porque gran cantidad de las
cosas que narro en mis canciones son invenciones (recreaciones).
Pero en este caso hay poca recreación.
E.- Dice Ricardo Seir: «Tu canción 'Compañera' es una canción a tus
canciones; declaraste que tu relación con tus canciones no es de
simple paternidad y que ellas te han alumbrado a correr un destino
semejante al de ellas por este mundo. Si todas tus canciones en
respuesta decidieran escribirte una canción a ti o hacer alguna
declaración acerca de ti, qué esperarías que dijeran?»
S.- Con el último, un poco. Pero esa es una canción muy juguetona, o
sea, que trata de hacer una especie de parodia de muchas leyendas
antiguas, innumerables, en que siempre son tres hermanos: uno es el
más bueno, otro es el más malo y el otro es el del medio. Tiene
mucho de un cuento que Martí incluye en «La edad de oro» que se
llama «Meñique». Es probable que tenga mucho de ese cuento.
También me impresionó mucho cuando lo leí...
S.- ¡No, no, no! Los de los inicios empiezan a oirme con nostalgia,
pero los jóvenes no me oyen con nostalgia, me oyen bien...
E.- ... y porque también este gusto lo heredan a sus hijos, ¿no?
S.- ¡Eso sí!, eso sí me pasa muchísimo, o sea, que los hijos de mis
compañeros de juventud, pues son ahora los que van a los
conciertos, eso me lo encuentro cotidianamente, en todas partes...
E.- Si...
S.- ... y también la sorpresa para los oyentes de este programa que
lo quieran escuchar y van a descubrir por qué, cuando lean ese texto
que a mí me parece extraordinario. Un gran hallazgo y... y bueno,
también me leyó a Darío, me leyó a Martí por supuesto, me leyó a
Guillén cuando Guillén todavía en Cuba era un poeta, bueno, era
conocido en círculos intelectuales, pero era un poeta prácticamente
proscrito porque era comunista, y... y ya te digo, esas cosas si las
adquirí de mi padre, pero la habilidad esa con las manos no. Yo
pienso que mi padre también llegó a eso por un problema de
necesidad, porque la inteligencia que yo le veía a mi padre, por las
aptitudes, yo creo que mi padre hubiera podido llegar a ser en
realidad... otra cosa... eh... otra cosa, quizás más un intelectual que
otra cosa.
S.- ... donde hay un anticlímax, donde hay una dramaturgia que es...
eh... poética, pero que también es musical, y la música influye
muchísimo en esa dramaturgia, sobre todo cuando uno escucha un
disco de principio a fin, y tratando de ser fiel a ese principio que es
un principio... eh... quizás un poco del espectáculo, pero en este... en
este sentí... en este caso en el espectáculo auditivo... eh... es que he
armado los discos como los he armado. Entonces de ahí lógicamente
tuve que sacar muchas canciones; tengo material como para un
doble.
E.- ¿De lo que dejaste afuera?
S.- Si, o más, o más.... hay unas.... si, posiblemente para un triple:
hay unas 30 canciones fuera, grabadas ya terminadas.
... Piensa que... que tal canción va a ir a un disco, y la presentas
como tal y luego resulta que... que aquél trabajo de dramaturgia del
que hablábamos y todo eso, pues no te lo permite; te dicen que no
cabe ahora aquí, y a veces son canciones que uno saca con dolor. Me
ha sucedido, o sea, en este mismo disco de «Domínguez» por poco...
por poco se transfoma en un doble, estuvo a punto de ser un doble.
E.- ... No... pero por el Juancho... (aqui la voz de Eduardo se oye
apenada).
S.- Yo diría que fifty-fifty (Se rien ambos). Aparte de que no creo que
haya mucha diferencia...
E.- ... Ah... ¿Te has separado de alguna guitarra? ¿has tenido
problemas, broncas, conflictos...?
S.- Si, los hay. O sea, hay guitarras virtuosas ¿no?, hay guitarras que
suenan muy bien, pero hay esas guitarras que son -suelen ser esas
primeras guitarras que uno tuvo- que son guitarras pobrecitas, que
son guitarras humildes; o sea... eh... guitarras sin zapatos y que uno
realmente... en realidad esas son las guitarras más entrañables para
uno ¿no?, como mi primera guitarra.
E.- Yo quería traerte la mía, pero con tanto equipaje que traía no...
no la vaya a romper o le voy a entregar pedazos, mejor no.
(Rie Silvio por el detalle)
S: Sí, sí, sí... sí... el... bueno, las amígdalas y todo ese tipo de
problemas, ¿quién no ha padecido de una faringitis, de una laringitis?
y además el que... el que canta suele padecer de esas afecciones, el
que fuma también, como yo más todavía, pero bueno, fue un tipo de
padecimientos que tuve también desde niño; desde niño siempre
tuve muchos problemas de la garganta, y...
S: Sí, cómo no, mira... (me enseña una mano -!no recuerdo cuál!,
creo que la izquierda-, con los dedos abiertos, entre los que sobresale
el meñique, todo chuequito, pubichito!)...
E: Sí...
E: Ups...
Silvio y el llanto
S: Esto.... hace muchos años que no lloro. Hace dos años que lloré,
hace un año también y fue cuando perdí a dos perros. Hace dos años
perdí a mi perra «Momo» y la lloré y hace un año perdí a mi perro
«Snoopy» y le lloré. Lloré a mi padre... PARECE SER QUE EL AMOR
NO DISTINGUE ENTRE SERES HUMANOS Y ANIMALES... O sea que,
¡nada!, realmente hay pérdidas así, inmensas, ¿no? y que, por más
que uno las comprenda... eh... realmente -no sé- la exclamación que
te sale es el llanto. No creo que sea malo llorar tampoco, pero no soy
muy llorador, sinceramente...
Entrevista a Silvio
cuando estuvo de gira por Euskadi en 1985.
Revista Punto y Hora de Euskal Herria.
Silvio: «Lo que hace distinto el arte de los lugares que están en
revolución al arte de las sociedades, digamos mas enajenadas por el
propio desarrollo, es justamente eso, que las sociedades
industrializadas se encuentran a veces, en callejones sin salida. Y las
sociedades menos desarrolladas, por eso mismo, tienen mas espacio
de creatividad por delante. Estas son, precisamente las que siempre
han sido explotadas, las que tienen más necesidad de una
autoreafirmación de sus valores nacionales».
SR: El infinito.
SR: La mentira.
SR: Trabajar.
SR: Marti-Vallejo-Quevedo.
SR: Che.
SR: El azul.
CEU: Tu divisa?
SR: La inconformidad.
CEU: Bueno Silvio... una ultima pregunta: supón que no fueras lo que
eres: Que oficio te gustaría haber tenido?
S: Muchas veces. Las he dejado escapar. Porque han sido tan lindas
que me ha parecido un pecado tenerlas. No se pueden poseer.
Amor Y Revolución
Tiene los dedos largos y unas manos más desarrolladas que el resto
del cuerpo. Fuma moderadamente cigarrillos Malboro. Resiste muy
mal los treinta y tanto grados de calor húmedo de este mes de
Septiembre en La Habana. Por eso no puede dejar de poner,
exageradamente, el aire.
S: ¿Sabe lo que significa ser guajiro? Los hombres del campo. Eso es
lo que soy. Nació en noviembre de 1946, en el pueblo de San
Antonio, cerca de La Habana. Era el mayor. Su padre -obrero
agrícola,ateo y pobre- le leía poemas de Rubén Darío y de José Martí.
«Tenía muy poca instrucción, pero escribía muy bien». Su madre era
«despalilladora, como todas las mujeres de mi familia materna, que
consiste en ponerse sobre la pierna la hoja del tabaco y sacarle el
palito para dejarla tersa y hacer la capa con que se cubre el tabaco.
En aquella época, el trabajo de torcedores en la industria del tabaco
era de hombres. Ahora, ya hay mujeres torcedoras...»
S: Por supuesto que hay que cambiar muchas cosas. Nosotros hemos
sido grandes cuestionadores de lo que se hace en Cuba. Y la
oficialidad lo sabe. Ellos saben hasta qué punto yo soy de crítico.
Celos de Pablo
No usa reloj. Escribió los primeros poemas cuando era niño. «Lo
primero que escribí fue una carta de amor a una vecinita. Pero la
agarró la abuela y fue leída en voz alta en mi casa esa noche. Creo
que la única que no llegó a leerla fue la vecinita...». En su casa se oía
música porque «había radio y había madre que cantaba». Pero él ya
tenía 14 años cuando le prestaron por primera vez una guitarra. Y ahí
empezó. Poco a poco, en su idioma caribeño y suave, va
reconociendo que toda su participación en la cosa militar o política
tenía que ver sobre todo con su sentido de responsabilidad. Pero que
su impulso natural era solamente hacer canciones de amor. Todo se
le juntó: el amor y la revolución, la inspiración de las mujeres, y el
deber juvenil patriótico... Así lo cuentan también sus canciones.
S: Yo quería hacer canciones para que otros las cantara. Pero como
me piden que las cante yo, al cantarlas se inauguró una relación que
yo no esperaba: la relación con un público que reacciona y se crea un
diálogo al que yo respondo. Ahí se disloca esta relación con la gente
que marca un estilo. Eso lo describo en una canción vieja que se
llama «Debo partirme en dos». «Yo también canté en tonos menores,
yo también padecí de esos dolores, yo también parecía cantar como
un santo, pero me fuí enredando en más asuntos y aparecieron cosas
de este mundo...»
A veces
Nunca más se volvió a casar. Sin embargo, tuvo cinco hijos de sus
convivencias posteriores. «Parece que mis amores nunca me han
puesto en la disyuntiva de firmar un papel... Parece que han sido
suficientemente amores, como para que esas rigideces intervengan».
S: A veces.
-¿Cómo qué?
S: La vida. ¡Horror!
-Hay una canción que podría pasar desapercibida, pero que creo que
indica una cierta clave para el oyente, que es la de Anton Pirulero,
que en el disco se titula «Tema de los locos».
-Algo así como que cada cual se atenga a las consecuencias de lo que
es...
-Es decir, es coherente no solo con este disco, sino con el conjunto
de tu obra, que es hermética y clara a un tiempo, con ese juego
continuo de metáforas, que clarifican pero al mismo tiempo ocultan el
sentido inmediato de las canciones. ¿Prefieres la sugerencia a la
proclama?.
-En ese sentido de reflexión sobre el paso del tiempo, que pienso es
una reflexión personal y política a un tiempo, ¿crees que ha merecido
la pena el viaje?.
-Fíjate lo que dice en una canción: «Yo no creo que haya sido en
vano, pero pudo ser mucho mejor».
-También dices en una canción que hay que vivir con los sinsabores.
-Es en la canción que dedico a Amaury Perez. Es que los niños han de
aprender a crecer con sinsabores.
-Es que, en definitiva, todos somos niños. ¿Quien sabe si hasta las
sociedades también son niños?.
-En otra canción dices algo así como «me gustaría crear un partido
de sueños / talleres donde reparar alas de colibríes», ¿sigue siendo
un elemento necesario la utopia?
-¿Hay en ella una cierta insatisfacción por lo que pudo haber sido y
no fue, por la distancia entre la realidad y el deseo?
-Es probable que hasta sea una estupidez llegar, en cualquier caso lo
que no resulta una estupidez es pretenderlo. Pretender ser mejor.
-De todas las vidas. De las 15.000 vidas del caminante, que diría Luis
Rogelio Noguera.
-Es una broma. Tu sabes que los cubanos tenemos una cosa... Es un
poco asumir un característica de nuestra idiosincrasia, que es la
jactancia. Es como jactarse de que me quieren hacer muchas cosas,
que no todas resultan positivas.
Vuelve sobre el libro Silvio para traer una idea que se le había
escapado y que ahora recupera: «He observado que durante muchos
años la gente iba a Cuba por libros. Mientras los turistas van a otros
países y compran chucherías, yo recuerdo que los de Cuba, los
turistas se llevaban maletas cargadas de libros. Hoy por hoy eso está
más difícil, por la situación económica. Ahora no hay papel, pero
bueno, como es algo que ya lo probamos y se nos quedó ese gusto,
creo que retomaremos ese vicio».
¿Ahora te das?
Claro, ahora si...
Si, lo sé...
Inclusive, cuando era muy joven era bastante reflexivo. A veces uno
con los años tiende a memorizar lo que uno era, porque uno se ve en
el presente, en la actualidad, siempre en el último escalón que ha
alcanzado, en el último peldaño, en el último destello de lucidez,
desde el cual analiza, mira, reflexiona, pero a veces
Uno se equivoca a los cincuenta también, en cosas que no se
equivocaba a los veinte. Es posible, es muy posible.
LA MUJER Y EL AMOR
¿No temes que en realidad ninguna mujer sea realmente como dices,
o sueñas, y que por lo tanto no te detienes y sigues buscándola?
Eso puede sucederle a alguien en algún período de su vida...
O sea, a ti no te ha sucedido...
A mi me ha sucedido... y me ha des-sucedido...
LA CORDURA
¿Cómo cuales?
LA FOTOGRAFÍA
EL UNICORNIO AZUL
Raro que te recomendaran cosas porque una de las reglas del mundo
espiritual es que la mejor manera de combatir el mal es ignorándolo,
que es exactamente lo que hiciste...
EL AZAR
¿Lo conoces?
Bueno, no soy un especialista, pero es imposible nacer y vivir en
Cuba y no tener una referencia...
¿De quien eres hijo? El que abre los caminos...
De Ogún...
Trop@ Cósmica
Eduardo.
Parece complicado ser libre. Debe ser por eso que uno se conforma
con retacitos de libertad como la hora del recreo, o como cuando nos
encerramos en el baño, o como cuando nos vamos una tarde con una
chica al cine, o como cuando conducimos por primera vez un
automóvil. Pero te advierto que contestando preguntas jamás me
siento libre.
¿Si tuvieras que elegir a alguien para revivir, para que volviera
a la vida hoy: Jesús de Nazareth o Ernesto Guevara?
Mi pregunta sería:
Veo muy difícil que pueda ir a Nueva York, hace unos seis meses pedí
una visa para viajar a los EE.UU. y no me la dieron.
Lauro le respondió:
http://www.predicado.com/pagina.php?usuario=chemy
José, tan pronto pueda voy a leer tus cosas y ya te diré qué me
parecen.
¿Cual (es) sería (n) el (los) tema (s) que más le agradaría
escuchar interpretado (s) por una fémina?
Cuando lo escucho le hago segunda y tercera voz a sus
canciones. Gracias.
De camarada a camarada…
Yo creo posible que Bush y sus acólitos, al ver que pierden las
elecciones, quieran usar una agresión a Cuba para subir en las
encuestas. No es la primera vez que un presidente de ese país
comete una agresión para que lo vean como un héroe de Hollywood.
En tal caso considero probable que ese ataque tenga otras
respuestas, además de la nuestra. No creo que alguien de Cuba va a
ir hasta allá a eso, me refiero a los cientos de miles de cubanos que
viven en EE.UU. y van a ver a su país martirizado, y también me
refiero a los millones de amigos que tiene Cuba en todas partes. Si
hubiera una agresión militar a mi país, le pediría a cada una de las
personas que nos conoce su ayuda en todo lo que pueda, en el lugar
que pueda y en el segundo que pueda. Siempre partiendo, por
supuesto, de lo que sé que nosotros mismos nos vamos a ayudar.
Visita: http://www.adosmanos.cjb.net
Con los años he llegado a ser visto (según dices) “como referente de
una Revolución que aún da esperanzas a una América sufrida”. Vaya
paradoja, podría pensar alguno. Y, sin embargo, eso se explica
porque ni en 1968 (ni nunca) he mantenido una relación incondicional
con las instituciones o las medidas oficiales, ni siquiera ahora que soy
diputado a la Asamblea Nacional. He defendido a este gobierno
porque creo que encarna lo mejor de nuestras esencias como país y
como historia. No soy más abiertamente crítico porque tengo más
que claras las manipulaciones que inmediatamente aparecerían.
Aunque creo que la autocrítica comprometida es imprescindible para
avanzar, no me gusta la idea de trascender como un vicioso buscador
de manchas. Y aunque tenga milímetros de desacuerdo, más bien
prefiero correr la suerte de la Revolución que apostó por los
desposeídos e hizo una obra social por la que está pagando el precio
del martirio. Es lo más parecido a la leyenda cristiana que conozco.
Por ahora no, Jorge, pero cuando lo haga te garantizo que pasaré por
Andalucía, a ver si se me pega el duende.
Era una mujer que llevaba un sombrerito blanco con una pluma
violeta y cuando la conocí se me coló en una canción y cerró la puerta
con llave. Así que me encogí de hombros y la canté.
33. Carmen
CQT 04-01-2004
Yuri, lo único que puedo aconsejarte es que hagas una y otra vez eso
que sientes que deseas hacer.
Mi amor fraterno.
Querida Dalila, supongo que para que haya unidad es necesario que
primero exista la diversidad. ¿Cómo podríamos unirnos si no
diferimos? Lo mismo si se trata de un equipo deportivo que de un
país. Tengo entendido que México está formado por diferentes
pueblos, aunque casi todos son de la misma raíz náhuatl. Porque la
verdad es que los desteñidos vienen a ser los menos, ¿no? En cierto
momento de la historia ellos fueron la cultura vencedora y por un
tiempo impusieron sus reglas, pero la formación de la nación
mexicana fue regada con la múltiple sangre de todos sus hijos y eso
es lo que empareja, al menos teóricamente, los derechos de sus
ciudadanos. Entonces se podría agregar que todas las etnias que
conforman a una nación tienen que quererse, que es la mejor manera
de respetarse. Eso implica, por supuesto, igualdad de posibilidades, o
sea, los mismos derechos a la salud, a la educación y al trabajo, para
que todos lleven el nombre de su nación con el mismo gusto. (Y
gracias por el piropo de “poeta”).
¿Qué significa? Pues ni más ni menos que lo que cuenta: una mujer
desnuda y con sombrilla, más un tipo asándose de calor a su lado.
Ninguna de esas tres, porque las tengo reservadas para otra ocasión.
Entre las que sí están podría mencionarte “El Barquero”, “Judith y
Terezín”, que son canciones que quiero mucho.
Déjame darte las gracias por todo lo que haces, por ser mi
amigo y permitir que yo sea tu lejano confidente y espectador,
enamorado de tus poemas. Puedo sentir que no estoy solo en
este valle de oscuridad.
Muchos besos para ti, Ignaura, y para ese animalito que anda
contigo. Cuídalo bien para que no te pase como a mí y luego tengas
que estar buscando explicaciones para lo que no hay.
Puede que esa canción esté en un disco que se hizo hace muchos
años, para un 4 de abril (ese día se celebra la fundación de la Unión
de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros José Martí).
Puede que algún día la reedite. Tu segunda pregunta creo que la
respondí un poco más arriba, en la pregunta 7 (número cabalístico) .
1
Hace seis años que no paso por la Argentina, para ser más exactos.
Yo también me acuerdo del afecto que he recibido allá y siento el
peso de la deuda. Espero poder ir pronto.
Quisiera saber:
Soy una persona humilde que cree en los sueños, y el mío es,
desde que te oí por primera vez, el tocar contigo aunque solo
fuese una canción, pero me resultas bastante inaccesible
desde donde yo vivo. Todavía camino en busca de ese sueño,
como dices en tu canción, pero por mucho que yo haga desde
aquí (que no es poco lo que estoy intentando), no me puedo
acostar en mi cama sin pensar en que un día te pueda conocer.
Me dirás que siga luchando por ese sueño, y que algún día
llegará, pero se demora.
Iría a donde hiciera falta para poder estar cerca de ti, tanto
físicamente como musicalmente y poder hermanar nuestras
guitarras en un solo canto entre los dos. No sé qué más hacer
para que este sueño se vuelva de carne y hueso.
La pregunta es:
Silvio, ¿crees tener una misión en esta vida y que está por
supuesto relacionada con tu capacidad de expresar
poéticamente tus emociones y pensamientos?
¿Cómo dirías tú, que han cambiado tus perspectivas desde que
se inicio en ti la idea de cantar, después que se hizo realidad
esa idea, y ahora en tu realidad actual como cantante famoso?
70. Evita
¿Cómo se puede hacer para ser tan dulce y tan severo según
la canción?
¿Tan optimista o tan negativo?
Hasta cierto punto entiendo que mi trabajo llegue a ti, aunque sea yo
de la generación de tus padres: a mí también me gustan canciones
de los tiempos de mis papás y mis abuelos. Si alguno de mis temas
todavía resulta útil, para mí es un gusto poder ofrecer un servicio
intemporal. Pero no puedo ni debo asumir lo que no me corresponde
y mucho menos oficializarlo. Deseen y pidan lo que quieran, pero sin
burocracia. Además reivindico mi derecho a tener gorrión y hacer
canciones tristes. Sin que nadie se me ofenda, por favor. Y un besito.
Quiero preguntar:
Nuestra pregunta tiene que ver con los fantasmas que por
siempre le han acosado, de acuerdo a su reflexión al pie de la
canción “Abracadabra”, en el CD Silvio. Me inquieta saber si ya
esos seres abominables comprendieron que Silvio es Silvio, y
nada más. De ser así, a mí también se me quitarían los
retortijones que frecuentemente asoman a mi existencia,
cuando medito sobre esa carga que, por suerte, siempre has
sabido poner en el puesto que le corresponde.
Dr. Correa, hace ya como dos años que leí su libro de memorias y le
aseguro que lo pasé muy bien en compañía de sus variopintas
experiencias. Quiero agradecerle que me lo haya enviado y dedicado.
Respecto a los personajes de “Abracadabra”, hasta ahora me llevo
bien con ellos, creo que porque nos respetamos mutuamente. Le
agradezco mucho su preocupación de galeno, en este caso del éter. Y
cuídese Ud. de la moto, si es que todavía recorre las distancias en
semejante artefacto.
Yo le preguntaría:
Hace dos décadas iba mucho, prácticamente todos los años. Recuerdo
que se daban polémicas alrededor de nuestras visitas. Una vez la
prensa dijo que los cubanos íbamos a llevarnos los dólares de los
venezolanos. Por entonces nosotros no sabíamos ni lo que se cobraba
por un concierto, detalle que solía pactar nuestro Ministerio de
Cultura directamente con los empresarios (por cierto, después supe
que era por muy poco dinero). Lo cómico era que Frank Sinatra
acababa de ir a cantar por una suma fabulosa y resultaba que los
malos de la película éramos nosotros.
Como bien sabes, fui, e hice lo que pude, porque por un lado estoy
fuera de práctica y por otro no me sentía muy bien la noche del
concierto. Ahora tú me quieres invitar a una Venezuela sin el
venezolano que se acordó de mí. Y yo creo que sería un
malagradecido si no te puntualizo todo esto, aunque no dudo que
esas arepas que me brindas deben estar riquísimas, además del
tenteacá. Vamos a ver si nos las podemos comer superando el
desastre del rencor, y sin faltarle al pana que después de mucho
silencio me invitó a Venezuela.
82. Marchela
Antes había grabado en los estudios del cine cubano, pero siempre
con prisa, apenas terminando las cosas, siempre sabiendo que podían
haber quedado mejor.
Y esta es la pregunta.
Valentín y Señora: creo que alguna vez haré esas versiones con la
mejor técnica que proponen, pero ahora mismo tengo un poco de
prisa por darle oportunidad a algunas que todavía no han sido
escuchadas. No olvidaré vuestra sugerencia. Gracias.
Es muy difícil reducir esas lecturas a seis títulos, así que solo te voy a
mencionar seis entre muchos otros que me vienen a la mente: Cien
Años de Soledad, Las Mil y Una Noches y La Biblia. De ciencia ficción
la trilogía de Trantor (considerándola un solo libro), Crónicas
Marcianas y El Juego de Ender.
Estimada Susana: creo que eso es lo que he querido decir con todos
mis discos reunidos. Y si hubiera tenido que trabajar todos estos años
para que alguien se diera cuenta, me parecería que buena parte de
mi misión estaría cumplida. Yo también los extraño a ustedes y ojalá
pronto pueda repararlo.
Mi pregunta es la siguiente:
Creo que las respuestas que solicitas en cierta medida son las que
todos necesitamos. Y coincido contigo en que hay mucho por superar,
incluso de esa parte de lo instintivo animal que sobrevive a través de
los siglos y nos hace cometer una y otra vez los mismos errores,
como si no aprendiéramos de nuestra propia historia.
Y otras más...
Creo, Tania, que Dios nunca ha sido objeto en mis canciones sino
más bien sujeto, una especie de recurso con que decir o subrayar. El
concepto de Dios difiere y sobrevive. Dios es parte de mi cultura
humana.
Pues sí, se me han olvidado las letras algunas veces. Eso fue lo que
me llevó a salir a escena con un libro que me pongo delante para ir
leyendo. El colmo ha sido cuando me he puesto a mirar hacia otro
lado y me he vuelto a equivocar. Error imperdonable, Alejandro, pero
a veces así somos de entretenidos.
Claro, creo que Virginia me escribió para que te felicitara, ¿no es así?
Me alegro que al fin estén juntos, siendo lo que anhelaban. Y les
deseo todos los años de buena salud y amor.
Has descrito la cosa como si te hubiera pasado, Pablo. Así mismo es.
Hasta tal punto, que a veces me preguntan lo que quise decir en una
canción y yo no recuerdo lo que me la motivó. Lo que en mi caso se
traduce a tener que leer mi propio texto e indagar mitad en las
palabras, mitad en lo que recuerdo que sucedía por entonces.
Supongo que eso vendrá a ser como un padre con arterosclerosis
preguntándole a sus propios hijos ¿quién tú eres? Otras veces veo la
fuerza que cobran las canciones y recuerdo las circunstancias en que
fueron hechas y me parece que no es la misma canción, que eso que
la gente canta es una invención de otro y no mía. “Ojalá” la compuse
solo, en medio del Atlántico, en un camarote de metro y medio de
ancho por dos de largo. Y me la han devuelto decenas de miles de
personas en plazas inmensas, como la burla de un duende
maravilloso.
¿Qué escogería?
Silvio:
Silvio:
Gracias.
Espero que no sea tu caso. Si fuera el mío, creo que trataría de poner
en orden mis cosas, para dejar las menores molestias posibles, me
rodearía de mis seres más amados y trataría de respirar lo
maravilloso que me deparó la vida.
Gracias.
Un beso para Axl, otro para Diana y uno más para ti.
¿Alguien le apunta?
Pato Quezada
...Hay locuras tan sanas tan vivas que no vale la pena curar...
“Lo primero es o son los problemas del día a día, que aparecen
cuando menos lo pensamos o simplemente no los vemos; pero
las cosas o hechos fortuitos importantes que nos depara la
vida, el destino, son algo a lo cual no va a ser fácil oponernos
o vencer.” (Esteban Quinteros Flores)
“Las causas son efectos de tomar una decisión que se verá con
el futuro, estas pueden ser buenas o malas, dependiendo de la
evolución de esta decisión pero existe el factor del riesgo, el
cual es a veces implacable. Pero se puede revertir tomando
una buena decisión.” (Lorena Díaz Díaz)
Maestro Silvio,
Silvio,
La verdad es que yo canto poco. Más bien susurro, o tarareo para mis
adentros. Pero abrazarme a la guitarra me produce más o menos lo
que a ti, y esa es una sensación que me acompaña desde hace
mucho, desde que empecé a tener intimidad con ella bajo los remotos
bosques de un campamento militar.
120. Ariel Till (Argentina)
¿Y ahora?
¿Por qué difícil de tocar? Puede que lo difícil sea interiorizarla, hallarle
el tiempo propio. Quizá el problema esté en que solo existe una
versión. ¿Por qué no prueban a hacerla como bolero-ranchera, onda
Javier Solís?
¡Eternamente agradecida!
Estigma
Me confieso culpable
De mendigar en tu templo
De correr entre tumbas
Descalza y sin aliento
A la merced de tu ignorancia
Cautivada por tus huellas
Tus pasos me condenan
A esperanzas pasajeras
Mensajero de la noche
Trovador sin ambiciones
Alimentas mi demencia
Con misterios y cristales
Peregrino de paisajes
Sin sirenas
ni titanes
Me confieso vagabunda
en estas tierras despobladas
De esta vida ya gastada
De la muerte
y su fragancia
Y lo más irónico;
Ivette
Aprendiz.