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UNIDAD VI: FORMA DE LOS CONTRATOS

FORMA: Ossorio define a la forma como figura o apariencia exterior de las personas y cosas, y a la forma de los actos
jurídicos la define como los requisitos o solemnidades que acompañan o revisten a los actos jurídicos y que son
determinados por la ley. Su omisión puede acarrear la nulidad del acto.

La forma es la parte externa en la que se ve que tiene que estar previamente determinada por la ley, para hablar de
forma solemne o ad probationen.

Entendemos el sistema de libertad de formas, por creer innecesario el ritual exagerado que se caracterizó en una
determinada época del derecho romano, que por otra parte justificamos en la apetencia de la época de dar
seguridades que solo podían ser dadas respecto a los terceros, por exteriorización de las voluntades en alguna de la
forma prescripta por la ley. Aquella época se entiende por las pocas posibilidades que se tenían a no ser por el
cumplimiento estricto de la forma prescripta, para dar seguridad en los negocios jurídicos entre las partes y con
relación a terceros.

En una primera excepción forma puede ser empleada para los modos de expresión de la voluntad negocial, y es
correcto afirmar que los actos son formales porque se alude al modo de exteriorizar o hacer visible la expresión de
voluntad. Es el vehículo por el cual el sujeto exterioriza su voluntad. Todo acto tiene una forma, porque sin ella no
hay manera de que se exprese la declaración de voluntad privada.

En una segunda excepción la palabra forma se refiere al carácter solemne de determinados actos jurídicos. Debe ser
realizada de una manera precisa ordenada por la ley, y se pueden distinguir actos jurídicos formales y no formales:

 Los contratos no formales no están sujetos a formas de ninguna clase y pueden ser otorgados como las
partes lo deseen o estimen conveniente, aun verbalmente con las dificultades de la prueba.
 Los contratos formales ad probationen se les exige una determinada forma pero únicamente a los efectos
de asegurar la prueba de su existencia;
 Y los contratos ad solemnitatem donde la observancia de la forma prescripta es esencial para la existencia
del contrato, de modo que no hubiese sido respetada el contrato seria nulo.

EL PRINCIPIO DE LIBERTADES EN MATERIA CONTRACTUAL: El art. 1015 habla del principio de libertad de formas
reiterando al art. 974, y establece que solo son formales los contratos a los cuales la ley les impone una forma
determinada. Según el art. 284 las partes son libres de escoger la formalidad del acto que estimen convenientes si la
ley no designa una forma determinada para la exteriorización de la libertad. De acuerdo al art. 1015 los contratos
formales son únicamente los que tienen una forma ordenada por el ordenamiento jurídico y esa solemnidad
condicionara la validez y eficacia del contrato.

MODIFICACIONES DEL CONTRATO: El art. 1016 establece que la forma exigida para la celebración del contrato rige
también para las modificaciones ulteriores que les sean introducidas, excepto que ellas versen sobre estipulaciones
accesorias o secundarias, o exista estipulación legal en contrario. Esta norma contiene una previsión general en
orden a la necesidad de observar la misma formalidad exigida para la celebración del contrato al tiempo de
introducir modificaciones de índole relevante. Es una medida razonable para evitar que se altere el contenido
acordado por las partes, variando el alcance y naturaleza de los derechos y obligaciones o reformando aspectos
esenciales de negocio que desvirtúa los efectos normales para las partes y para los terceros interesados.

REQUISITOS DE LA ESCRITURA PÚBLICA: Art.1017 establece que deben ser otorgados por Escritura Pública:

- Los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos reales sobre
inmuebles, quedan exceptuados los casos en que el acto es realizado mediante subasta proveniente de
ejecución judicial o administrativa, esto comprendería contratos de compra venta, permuta, donación;
constitución del usufructo o alguna obligación o gravamen sobre los mismos; el traspaso de derechos reales
o inmuebles;
- Los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles; exige la escritura pública
para la cesión de derechos litigiosos sobre inmuebles;
- Todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública; se consolida el
principio de accesoriedad en relación a los actos accesorios del contrato principal (basado en el art. 1184
inc.10 de Vélez)
- Los demás contratos que por acuerdo de las partes o disposición de las leyes, deben ser otorgados por
escritura pública; se consolida el principio de autonomía de las partes en materia de forma, permitiendo que
los particulares opten por la escritura pública como la forma más conveniente en todos los demás casos en
los que la ley nada dice, y se entiende como clausula residual que otorga carácter obligatoria a toda
disposición esencial, o de la voluntad de las partes que establezca que se requiere escritura publica como
medio de instrumentación del contrato.

LA OMISIÓN DE LA NORMA Y LA CONVERSIÓN: Conforme al art. 1018 el otorgamiento pendiente de un instrumento


previsto constituye una obligación de hacer siempre que el futuro del contrato no requiera una forma bajo sanción
de nulidad dejando a salvo los contratos solemnes como donación de bienes inmuebles, de cosas muebles
registrables y de prestaciones periódicas bajo pena de nulidad. El acto en el que no se otorga la forma exigida por la
ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado en instrumento previsto, pero vale como acto en el
que las partes se han obligado a cumplir con la expresa finalidad, excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad.

Cuando se trata de una forma de carácter relativo la ley en lugar de sancionar la inobservancia de la forma con la
nulidad del acto opera la conversión del negocio jurídico, permitiendo que un acto se convierta en otro acto jurídico
valido de distinto contenido. Esto está inspirado en el principio de conservación de negocio jurídico, el CCyC
establece que si la parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo hace en representación siempre que las
contrataciones estén cumplidas o asegurado su cumplimiento.

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